LA TERCERA Sbado 22 de marzo de 2014R12 b PAIS

La historia del panel de Allende que viaja a Venecia

En 1972, Salvador Allende inauguraba una fbrica de paneles prefabricados para construir edificios sociales, la nica donacin sovitica al gobierno de la UP. En la ceremonia, Allende firma un panel de cemento. Tras el golpe, la Junta Militar tapa su rbrica y lo transforma en una suerte de altar. Luego queda abandonado por dcadas. Hace seis aos, dos acadmicos de la UC decidieron investigar este fallido proyecto de fbrica de departamentos sociales. Encontraron el panel en ruinas. Y con su trabajo ganaron el derecho a representar a Chile en la Bienal de Venecia. El panel ser parte central del pabelln chileno. Esta es la historia.

TEXTO: Ignacio Bazn

ESE DIA a Salvador Allende lo llevaron en un tour por la industria. Era un da de primavera de 1972, en Quil-pu, y Allende era el Presi-dente de Chile. Haba 20 tcnicos de la Unin Sovi-

tica, toda la maquinaria era sovitica y tambin estaba el embajador de ese pas en Chile. Allende se paseaba preguntan-do por los botones, las gras y las mani-llas. Y se vea contento. La fbrica que le haba llegado gracias al Partido Comunis-ta de la Unin Sovitica produca enor-mes paneles de cemento de, aproximada-mente, dos metros de alto por dos de an-cho. Los paneles, a su vez, se encajaban unos con otros y producan edificios so-ciales de cuatro pisos. La fbrica, a la que se haba bautizado como KPD (gran panel constructivo en ruso), tena el potencial de construir 1.700 departamentos por ao. La suma de varias de estas fbricas poda sacar a Chile del dficit crnico en viviendas sociales. Esa era la promesa.

Allende se tom fotos con los trabajado-res y firm un panel con el cemento an fresco. El panel se puso en la entrada de la fbrica, conmemorando el da de la inauguracin: 22 de noviembre de 1972. Lleg el Golpe militar, Allende muri en La Moneda y la Armada se hizo cargo del lugar. Al mensaje estampado lo taparon con estuco. Al panel, que tiene espacio para una ventana, lo pintaron blanco y lo dieron vuelta. En el espacio de la ventana pusieron una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de las Fuerzas Armadas. Y a cada lado del panel pusieron faroles coloniales. Siete aos despus, en 1979, la fabrica cerr. Se vendi por lotes. Y el pa-nel qued ah, en el piso, hasta que un ex trabajador lo rescat en 2006. Ahora es una ruina.

Y como una ruina, a fines de este mes el panel se sube a un barco con direccin a Venecia, Italia.

Y como una ruina estar en el centro del

RR Operadora de gra de la fbrica. Los soviticos preferan a mujeres en ese puesto, por su motricidad fina. FOTO: NOLBERTO SALINAS RR Edificio construido con los mismos paneles en Jardn del Mar. FOTO: HUGO PALMAROLA

RR Conjunto KPD en Estero Viejo, Quilpu, ao 2014. FOTO: HUGO PALMAROLA

LA TERCERA Sbado 22 de marzo de 2014 PAIS b R13

pabelln chileno, en la Bienal de Arqui-tectura de Venecia.

La controversia del monolito La historia del panel la cuentan el arqui-tecto Pedro Alonso y el diseador Hugo Palmarola en una oficina del campus Lo Contador de la UC. Ambos son los cura-dores del pabelln chileno en la bienal, que este ao parte el 7 de junio. Los dos decidieron postular al concurso pblico hecho por el Consejo Nacional de la Cul-tura y de las Artes, cuando se enteraron de que el tema de la bienal de este ao iba a ser Absorbiendo la modernidad: 1914-2014. Ms que en los arquitectos, esta bienal, curada por el arquitecto holands Rem Koolhaas, iba a estar enfocada en la historia de la arquitectura del ltimo si-glo. El estudio de seis aos que ambos haban hecho sobre la fbrica de paneles KPD calzaba perfecto en la temtica. Ha-ban escrito papers acadmicos y viajado a varios pases exponiendo sobre el tema. El sistema de paneles, con una realidad nica y especfica situada en Chile y que en el mundo ha producido 170 millones de departamentos, encajaba con el tema de la bienal de este ao.

Hugo Palmarola explica la atraccin que puede producir el pabelln chileno: Es una discusin ideolgica interesante. La firma por un lado del panel versus la Vir-gen por el otro lado. Lo que hace la Ar-mada es apropiarse de la industria, pero tambin apropiarse del panel, del smbo-lo. Ya no se puede decir que es el panel de Allende.

Pedro Alonso lo complementa: Es un campo de batalla de ambos bandos du-rante un momento de la historia. El po-ner a la Virgen en el panel marca que del socialismo se pasa al triunfo del catolicis-mo. Los candelabros son una especie de guio a una esttica colonial, una suerte de gesto a los campesinos que sufrieron la reforma agraria.

Por eso, los curadores del pabelln chi-

leno bautizaron su muestra en Venecia como Monolith Controversy: la contro-versia del monolito. Poner el panel al centro del pabelln permite discutir la controversia interna de Chile que se pro-yecta al resto del mundo durante la Gue-rra Fra, agrega Alonso.

Adems del panel, los curadores chile-nos ayudados por Gonzalo Puga (diseo de pabelln) y Martn Bravo (en la identi-dad visual), van a instalar la rplica del living comedor de un departamento KPD en Via del Mar. Alonso cont todos los objetos: 514. Todos ellos forman parte de la rplica del departamento de la seora Silvia Gutirrez, ubicado en la Meseta del Gallo, en Via. En los aos 50, los rusos proyectaban modelos futursticos de es-tos departamentos, dice Alonso. Nues-tra idea en Venecia es mostrar cmo real-mente terminaron estos departamentos. Sin idealizaciones.

Historia KPD Los edificios hechos con los paneles se empiezan a esparcir por Europa del Este en los aos 50. Se estima que unos 170 millones de departamentos han sido construidos usando este modelo de pre-

fabricacin de marcado sello socialista, aunque los soviticos antes compraron la patente a un francs, Raymond Camus, que haba ideado el sistema en 1948. An-tes de Chile, los paneles llegaron a Cuba, a principios de los 60, despus de las cri-sis de los misiles y tras el huracn Flora. Los cubanos adaptan los paneles al calor de la isla y los hacen ms livianos, para economizar cemento. Por eso su forma cncava en el exterior. Segn la investiga-cin de Alonso y Palmarola, es el terre-moto de Chile en 1971 el que hace que la Unin Sovitica se decida a donar una f-brica KPD a Chile.

Allende vea a la fbrica como una seal tangible del apoyo que estaba recibiendo del Partido Comunista sovitico. Pero fue la nica seal. A fines de 1972, en una vi-sita presidencial a la Unin Sovitica mostr fotos al gobierno ruso de la inau-guracin de la fbrica en Quilpu. La idea era demostrar que la ayuda sovitica estaba logrando efectos en Chile, pero no obtuvo demasiado. A los rusos no les in-teresaba tener dos Cubas y slo le dieron una ayuda marginal, dice Alonso.

La gran paradoja es que, a un ao de la donacin sovitica, la fbrica qued, tras el Golpe, en manos de una Junta Militar, enemiga ideolgica del gobierno anterior.

Verne Daz, quien trabajaba como arma-dor de paneles en KPD, recuerda el da del Golpe. Llegaron los militares y nos llevaron en camiones Pegaso al estadio Playa Ancha en Valparaso. Luego nos su-bieron a los buques de la Armada.

Los 20 soviticos que entrenaban al per-sonal de la fbrica fueron expulsados del pas, pero el controlador de la fbrica, el capitn de la Armada Roberto Rojas, se dio cuenta de que no poda reactivar la fbrica, ni siquiera con los ingenieros de la marina.

Nos mandaron a buscar, recuerda Daz. Todos los trabajadores de la KPD volvimos, porque ramos los nicos ca-paces de operar la maquinara sovitica.

La especializacin los haba salvado. De las cerca de 900 personas que segn

Daz trabajaban en KPD, los que tenan supuestos nexos con la UP tuvieron que firmar un anexo en su contrato, que los comprometa a no entrometerse en temas polticos. En paralelo, se orden que el panel con la firma de Allende se tapara y que se instalara a la Virgen del Carmen como la imagen visible que reciba a los trabajadores en la entrada de la fbrica. La guerra fra se desataba en un pedazo de concreto.

De la KPD a la VEP Los cambios no fueron solamente simb-licos. Despus de un par de aos, la fbri-ca deja de llamarse KPD y es bautizada como VEP: Viviendas Econmicas Prefa-bricadas. Verne Daz dice que ese mismo ao se despidieron unos 200 trabajadores con supuestos vnculos con el gobierno de la UP, entre ellos, l mismo.

Alonso explica la gran paradoja de los paneles soviticos: Aunque la fbrica lleg con Allende, la dictadura se apropi de la industria y termin construyendo la mayora de los blocks. El gobierno de Allende alcanz a inaugurar solamente un conjunto.

La fbrica lleg a construir 153 blocks de departamentos -de entre 64 a 74 m2- esparcidos en Via del Mar, Quilpu y Santiago. Pero donde la lucha esttica en-tre Unidad Popular y Gobierno Militar es ms fuerte es en la V Regin.

En Quilpu est la villa Estero Viejo, donde se construyeron unos 30 blocks de estos edificios. A pesar de que los depar-tamentos aqu fueron entregados durante el gobierno de Pinochet, entre los aos 76 y 79, este grupo de edificios podra estar perfectamente en algn pueblo de Euro-pa del Este. La nica salvedad son las reas que rodean las construcciones: si-tios secos y eriazos, prcticamente sin

SIGUE EN PAGINA [14] 3

La gran paradoja es que, a un ao de la donacin sovitica, la fbrica qued en manos de una Junta Militar, enemiga ideolgica del gobierno anterior de la UP.

Pedro Alonso: El poner a la Virgen en el panel marca que del socialismo se pasa al triunfo del catolicismo.

LA TERCERA Sbado 22 de marzo de 2014R14 b PAIS

reas verdes cerca. Paola Castillo, de 35 aos, cuenta que

lleg al complejo cuando tena un ao de edad. Su padre fue uno de los cuantos ca-rabineros a los que se les asign un de-partamento de origen sovitico. Tambin hay sectores que fueron asignados a fun-cionarios de la Armada y de Enami. En Quilpu hay mucha gente que viene a preguntar por los departamentos porque son muy fuertes estructuralmente. Han resistido sin problemas los terremotos del 85 y del 2010. Ni siquiera les importa que este barrio ahora sea un poco ms com-plicado.

Segn Palmarola y Alonso, ninguno de los 153 edificios prefabricados en Chile ha tenido problemas estructurales. Es difcil porque cada panel pesa 2,6 tonela-das y actan como soporte de s mis-mos, dice Palmarola. Los rusos se preo-cuparon de eso para que los edificios re-sistieran en las zonas ssmicas de Siberia.

Los curadores del pabelln de Chile en la bienal explican que despus del ao 75 el modelo de construccin de la VEP cambi. Los grandes complejos de edifi-cios se siguieron construyendo, pero cada vez menos. En lugar de eso, se em-pez a construir a escala ms pequea, en sitios para uno o dos edificios. Es un enfrentamiento ideolgico llevado a la esttica, dice Alonso. Lo que est en juego es borrar el pecado original socia-lista. Eliminar una imagen para agregar otra. Una industria que pertenece al Esta-do y que produce vivienda social choca con la idea de que sean los privados los que se hagan cargo. Por eso cambia la ti-pologa, se empiezan a hacer menos edi-ficios, hasta que se hace econmicamen-te insostenible.

La fbrica de origen sovitico es final-mente cerrada, en 1979. An as, quedan paneles en stock para seguir construyen-do edificios por un par de aos ms.

Es el caso de ocho edificios de este tipo que fueron construidos a principios de los 80, en Jardn del Mar, en Via. A dife-rencia de los blocks de Quilpu, aqu los edificios estn bien mantenidos, con fa-chada pintada y con reas verdes alrede-dor. La tipologa de la que habla Alonso. Segn la investigacin de los curadores, el ADN social de los edificios se empez a maquillar: se les agreg un quinto piso

VIENE DE PAGINA [13] 3

RR Evento en la fbrica KPD pocos meses despus del golpe de Estado, con la salida de otro panel del mismo modelo que el firmado por Allende. FOTO: NOLBERTO SALINAS

RR 22 de noviembre de 1972. Salvador Allende firma en cemento fresco el panel que este mes parte a la Bienal de Venecia. FOTO: NOLBERTO SALINAS

con un techo de estilo holands y ade-ms, a los departamentos se les agrega-ron balcones. La idea es que los vecinos en Via no supieran del origen, que vena de una industria que se llamaba VEP que produca viviendas con una tipologa ar-quitectnica totalmente distinta, dice Alonso. Se cambi la forma de publici-tarlos de un techo digno para los traba-jadores a Vivir en el sector ms exclusi-vo de Via del Mar, agrega Palmarola.

Carlos Zamorano es el conserje del edi-ficio Doa Carmen en Jardn del Mar. Lle-g a trabajar al edificio el ao 83, dos aos despus de que el edificio fuera inaugurado. Dice que a pesar de que la mayora de la gente que compr en esa poca lo hizo para tener una segunda vi-vienda, los vecinos saben de todas formas que sus departamentos fueron construi-dos por una industria con origen soviti-co. Y que estn contentos por la misma razn que los vecinos de los edificios so-ciales de Quilpu. Sus departamentos soportaron dos terremotos y con suerte se les quebraron un par de copas, cuenta. Luego hace un alcance: Me acuerdo ha-ber pasado por aqu cuando estaban construyendo el edificio y construan un piso por semana. Si hubiera seguido la fbrica aqu en Chile se acababa el pro-blema de falta de vivienda.

El regreso del panel La estructura que viaja a la bienal va con boleto de regreso. Una de las condiciones que Alonso y Palmarola tuvieron que aceptar para sacar el panel del corral mu-nicipal de Quilpu -donde fue trasladado por los ex trabajadores de la KPD tiempo despus que fue encontrado- fue que la estructura volviera a su lugar de origen.

El panel va a Italia como ruina porque nosotros no estamos tomando partido, dice Palmarola. Queremos que en la bie-nal sea una estructura que genere discu-sin. Y que al regreso sean los mismos ex trabajadores de la KPD los que decidan su destino.

Verne Daz, quien preside una agrupa-cin de exonerados de la KPD, ya tiene una idea sobre qu hacer con el panel: Un memorial frente adonde estaba la f-brica.

Lo que an no se sabe es si alguien po-dr restaurar el texto con el que Allende acompa su firma ese da de noviembre de 1972. Deca: Gracias compaeros so-viticos y chilenos.R

RR 1974. El mismo panel con una imagen de la Virgen del Carmen y dos faroles. La firma de Allende en la cara posterior fue estucada. FOTO: NOLBERTO SALINAS

RR El panel tras dcadas de abandono. En este estado ser puesto en el centro del pabelln chileno en la Bienal de Venecia. FOTO: HUGO P. RODRIGUEZ