La historia de la comunicación satelital

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1.1 La historia de la comunicación satelital. La comunicación satelital puede definirse como la privatización del espacio y su desarrollo puede verse reflejado en poder económico y político para las naciones que han sabido desarrollar esta tecnología. Los satélites de comunicación pueden entenderse prácticamente como redes, en el sentido literal del término, ya que se utilizan para trasportar información de un punto a otro. La era espacial inicio el 4 de Octubre de 1957, cuando la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite artificial del mundo, el Sputnik I. Al finalizar la guerra durante la primera, la milicia estadounidense le había dado poca atención a la construcción y al lanzamiento de satélites, sin embargo sus científicos estaban familiarizados con los cohetes V-2 que los alemanes habían disparado a Londres y que podrían llevar centenares de libras a cientos de millas, aunque no fuesen capaces de lanzar una nave espacial. Ambos países (Rusia y E. U.) comenzaron a sacar provecho de los conocimientos de estos científicos alemanes para hacer crecer su propio trabajo. El desarrollo militar en misiles guiados de los rusos, los llevaron finalmente a lanzar satélites en 1957. El Explorador, el primer satélite estadounidense, se lanzó en enero de 1958. Los primeros satélites puestos en órbita tanto por los estadounidenses como por los soviéticos, no fueron de comunicación; Los primeros satélites de este tipo fueron lanzados por los militares en Estados Unidos: Score, en 1958 y Courier, en 1960. En el área civil, siguiendo la idea de un sistema de comunicación mundial, los satélites lanzados fueron el Echo, en 1960, y Telstar y Relay, ambos en 1962. Ninguno de estos satélites experimentales

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1.1 La historia de la comunicación satelital.

La comunicación satelital puede definirse como la privatización del espacio y su desarrollo puede verse reflejado en poder económico y político para las naciones que han sabido desarrollar esta tecnología. Los satélites de comunicación pueden entenderse prácticamente como redes, en el sentido literal del término, ya que se utilizan para trasportar información de un punto a otro.

La era espacial inicio el 4 de Octubre de 1957, cuando la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite artificial del mundo, el Sputnik I.

Al finalizar la guerra durante la primera, la milicia estadounidense le había dado poca atención a la construcción y al lanzamiento de satélites, sin embargo sus científicos estaban familiarizados con los cohetes V-2 que los alemanes habían disparado a Londres y que podrían llevar centenares de libras a cientos de millas, aunque no fuesen capaces de lanzar una nave espacial. 

Ambos países (Rusia y E. U.) comenzaron a sacar provecho de los conocimientos de estos científicos alemanes para hacer crecer su propio trabajo. El desarrollo militar en misiles guiados de los rusos, los llevaron finalmente a lanzar satélites en 1957.

El Explorador, el primer satélite estadounidense, se lanzó en enero de 1958. 

Los primeros satélites puestos en órbita tanto por los estadounidenses como por los soviéticos, no fueron de comunicación; Los primeros satélites de este tipo fueron lanzados por los militares en Estados Unidos: Score, en 1958 y Courier, en 1960.

En el área civil, siguiendo la idea de un sistema de comunicación mundial, los satélites lanzados fueron el Echo, en 1960, y Telstar y Relay, ambos en 1962. Ninguno de estos satélites experimentales condujo directamente a sistemas operacionales; sin embargo proveían información sobre factores como selección de frecuencias, propagación y estabilización y control de la orientación de los satélites.

En esta etapa, para poder usar y disfrutar las ventajas económicas y tecnológicas de un satélite geosincrónico, se necesitaba un cohete más poderoso y un satélite más pequeño: de ahí que se le concediera a Hughes Aircraft, en 1961, la construcción de este satélite llamado Syncom, lanzado con éxito por la NASA en un cohete Delta en 1963

Mientras estos acontecimientos sucedían, el gobierno estadounidense, bajo la administración Kennedy, moldeaba el futuro de las comunicaciones satelitales mediante la Ley de 8 Comunicaciones Satelitales de 1962, que propició la creación de una compañía privada que más tarde se llamaría Comsat, creada en 1963, y cuya carta constitutiva propondría a la brevedad la creación de un sistema mundial de comunicaciones de satélites

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Bajo la filosofía de esta ley que Estados Unidos creó en 1964 Intelsat e inició el proceso de desarrollo de un sistema mundial único de satélites. 

En 1983 algunas compañías privadas estadounidenses buscaron permiso para establecer sistemas satelitales separados que compitieran con Intelsat.

El Morelos I fue el primer satélite de comunicaciones mexicano y fue construido y puesto en orbita por contrato de la SCT, por medio del cohete Discovery el 17 de Junio de 1985.

El Morelos II fue lanzado en Noviembre de 1985 y permaneció en servicio hasta 1998.

Actualmente la SSN (Red de Vigilancia Espacial) ha estado rastreando objetos espaciales desde 1957 y ha registrado hasta la fecha mas de 26,000 objetos orbitando la Tierra, mantiene un rastreo de aproximadamente unos 8,000 objetos de fabricación humana, aproximadamente unos 560 estan en funcionamiento, mientras el resto es chatarra espacial.

Bibliografía.Comunicación Satelital y desarrollo.Lino Santacruz MoctezumaEditorial Fundación Manuel BuendíaMéxico 1993

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1.2 Historia de la comunicación satelital

Los satélites de Comunicación representan la privatización del espacio. Su desarrollo,rápido y espectacular, ha ido adquiriendo paulatinamente connotaciones de poder políticoy económico. Los países que hoy día se pretenden modernos deben contar con un satélitepropio; es condición indispensable para entrar en el umbral del siglo XXI.Los satélites de comunicación son también redes, en el sentido clásico del término, líneas(frecuencias) a través de las cuales se transmiten informaciones de un punto hacia otro. Loque resulta sorprendente es constatar cómo a través de los siglos el concepto de canal decomunicación evoluciona y al perfeccionarse se complica. Simplemente hay que observar hasta qué punto se ha incrementado la densidad de las líneas de comunicación del telégrafo alsatélite. En el mismo sentido ha evolucionado nuestra capacidad de informar y comunicar.Es común hablar de la tecnología y dejar en un segundo plano a sus creadores. Son cientí cose ingenieros quienes han ideado este mundo de interconexiones y ellos representan unacultura, la nuestra. Desde esta perspectiva habría que hablar también de mentalidades. Nocabe entonces sino sorprenderse ante la capacidad creativa del ser humano, en este casoel cientí co, pero también ante la capacidad de respuesta del usuario. ¿Quién puede negar que las imágenes más sobrecogedoras del espacio, de la misma Tierra, han partido de estosartefactos? El satélite es un canal de comunicación, pero es también una nueva perspectivadesde donde vemos a los demás y nos vemos. Este punto signi ca, indudablemente,

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uncambio en la mentalidad de nuestro tiempo cuyos alcances aún no podemos medir concerteza.De las redes satelitales deriva una concepción espacio-temporal. Una revolución geo-políticaque altera el sentido de una comunicación ligada a la territorialidad (el espacio sideral) y ala lengua (su universalidad). De aquí resultan nuevas formas de medir el espacio-tiempo yencuadrarlo en una realidad concreta: disponibilidad de redes y variación de tarifas.Lino Santacruz describe y analiza los factores que han sido parte de la historia de los satélites;de ahí la importancia de hablar de Intelsat. Para comprender su organización el autor abordalas implicaciones de dicha organización en un punto que se ha debatido en foros nacionalese internacionales sin encontrar hasta el presente una solución al problema que se presenta:Intelsat y los países en vías de desarrollo.Bien se sabe que dentro de la carrera económica y política del mundo moderno la comunicaciónposee un papel estratégico; este último cali cativo deriva, justamente, de la capacidad quedeben tener los países que han quedado fuera de la esfera más avanzada para responder alas iniciativas económicas y políticas emprendidas por los más poderosos.Vivimos una época de cambios profundos y acelerados. Hay transformaciones geo-políticasno sólo en el espacio territorial, físico (nuevos países y fronteras), sino también en el espectro comunicativo (satélites de comunicación). Una doble espacialidad desde donde nosconcebimos como culturas, como pueblos, como países y desde donde nos comunicamos.

A tales transformaciones debe corresponder un avance también en las conceptualizaciones. Si realmente se ha evolucionado en el pensamiento económico, político y social de este nalde siglo es evidente que no se puede seguir hablando de los países del Tercer Mundo como se hacía en 1970. Si las perspectivas del Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación quedaron saturadas en su tiempo y sin solución alguna, es ahora el momento de retomar algunas propuestas -que no por olvidadas deben quedar muertas- y plantearlas ala luz de los acontecimientos que rigen la economía y política mundiales. Una retrospectiva sobre Intelsat y sus actuaciones en los países en vías de desarrollo, como señala Lino Santacruz, es valiosa justamente por oportuna. Aquí radica la verdadera aportación de esta obra: volver a pensar hoy día, a la luz de una realidad económico-políticaen plena transformación, problemas fundamentales para conformar un mundo más equitativo.Hoy más que nunca los cambios generan un clima favorable para replantear nuestra posición dentro de la geografía -física-espacial- que ya está con gurando al próximo milenio.

1.3 Historia de la comunicación satelital

a historia de los satélites de telecomunicaciones es una de las partes más apasionantes del medio

televisivo. Quizás sea por su intrínseca relación con el avance humano que significaron estas invenciones, no

sólo a nivel de comunicación global, sino también militar y por la conquista de una parte del espacio. Los

precursores de toda esta ciencia fueron los satélites meteorológicos, puestos en marcha en 1960 y gracias a

los cuales se han predicho y evitado multitud de catástrofes naturales.

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Tan sólo 50 años más tarde, nos encontramos en un panorama muy esperanzador para el futuro de los

satélites. Actualmente, se puede realizar una intervención médica desde cualquier parte del mundo,

establecer una comunicación sonora, geolocalizar personas y la parte que más nos interesa en este artículo,

transmitir audio y video en tiempo real desde cualquier parte del planeta.

Actualmente es probable que seamos incapaces de imaginar que ocurrirá dentro de los próximos 50 años en

materia espacial, pero la técnica continuará avanzando como mínimo a la velocidad actual o cuatro veces

más rápido. Y una de las más importantes aplicaciones de los satélites, como es la militar, seguirá siendo

totalmente desconocida para la humanidad con el paso del tiempo.

La breve historia de los satélites de televisión que comentamos en este artículo es un resumen del por qué de

su existencia, los factores sociales y políticos que determinaron su creación y descubrimiento en la década

de los 50-60 y cómo fueron esas primeras pruebas de operación de una máquina, hasta entonces

completamente desconocida por el mundo y en la que a priori sólo la URSS creía en sus posibilidades

técnicas.

 

¿Por qué nacieron los satélites?1945, Guerra Fría. Los Estados Unidos y La Unión Soviética querían llegar cuanto antes a la luna y lanzar un

satélite. Acababa de comenzar la carrera por descubrir una de las armas más poderosas del Siglo XX. En

primer lugar, la necesidad de comunicar de un punto a otro francamente lejano fue uno de los impulsores de

esa tecnología, ya que el primer concepto en el que se pensó fueron los cables submarinos, pero se

buscaba una alternativa tecnológica debido a su elevado coste de implantación y fabricación.

 

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Tras numerosos estudios de la atmósfera terrestre con globos que alcanzaban los 30 Km de altitud (un avión

comercial vuela a unos 12 Km como máximo) y pruebas con algunos cohetes, un 4 de Octubre de 1957 la

URSS lanzaba al espacio el primer satélite del mundo: El Sputnik 1. Tras posicionarse correctamente en

órbita, el satélite emitió unos pitidos por radio que demostraron el éxito de la tecnología. Desde este momento,

el mundo comenzó a cambiar por completo.

La recepción de esa señal de radio en la tierra supuso un impacto en la población mundial. Desde entonces

se comenzó a creer en la tecnología satelital e invertir a marchas forzadas para multiples usos, contemplando

a día de hoy desde el militar o el meteorológico, pasando por el de reconocimiento hasta llegar a los satélites

de comunicaciones, que son los que nos afectan directamente televisivamente hablando.

 

Cómo era el primer satélite de telecomunicaciones: El Tesltar 1

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El primer satélite activo de comunicaciones lanzado al espacio fue el Telstar 1, un satélite norteamericano

y de construcción privada, financiado por la archiconocida American Telephone and Telegraph Company, o

simplemente AT&T. Fue lanzado al espacio un 10 de Julio de 1962 con dos objetivos principales: Transmitir

señales de televisión y conversaciones a través del Océano Atlántico. No era muy grande, apenas medía algo

más de un metro de altura y pesaba unos 77 kilogramos.

El Telstar 1 marcó un antes y un después en la recién nacida era de la televisión. Una de sus primeras

pruebas fue hacer posible la primera llamada de teléfono transmitida a través de un satélite, algo que

cambiaría el mundo. La construcción del satélite costó unos $50 millones de dólares y gracias a su reducido

tamaño pudo ser lanzado en un cohete Delta, propiedad de la NASA.

La primera emisión de televisión transmitida por satélite es la que podemos ver en este video. Se realizó

desde Andover, en Maine (EE UU) hasta Cornualles (Inglaterra). En ella se veía la enorme esfera que actuaba

de generador de señal en la parte estadounidense hacia el satélite y cómo era el aspecto de este primerizo y

esférico habitante espacial que comenzaba a escribir historia en un medio que veía la luz por primera vez.

 

¿Qué servicios ofrecían estos primeros satélites?

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El Echo 1A, el primer satélite de telecomunicaciones lanzado al espacio con éxito, fue una primera prueba

para transmitir señales de radio, teléfono y televisión en 1960. En la imagen podemos ver el enorme tamaño

de su satélite sucesor, el Echo II comparado con el de una persona. Anterior al Telstar 1, simplemente actuó

como un espejo reflector, ya que no tenía mayor capacidad que la de recibir una señal y rebotarla a la tierra.

De hecho, estos satélites tenían un tiempo muy limitado de operación, debido a que eran subidos a una órbita

muy cercana a la Tierra. En concreto, el Telstar 1 estaba situado a una altura que dibujaba una órbita elíptica

que completaba cada 2 horas y 37 minutos exacta, por lo que sólo estaba operativo durante 20

minutos en cada vuelta que daba sobre el planeta tierra.

Gracias a él se transmitió la primera llamada de teléfono por satélite de la historia, y como hemos

comentado, la primera retransmisión de televisión por satélite. Además, se consiguieron transmitir datos y

algunos faxes entre dos puntos. Sin embargo, la aventura duró sólo unos pocos meses. El Telstar dejó de

funcionar un 21 de Febrero de 1963, tras haber perdido la comunicación en varias ocasiones, aunque anterior

a esta fecha, los técnicos pudieron recuperarlo, pasando por una etapa en la que el Telstar enviaba datos de

forma intermitente hasta el final de su vida útil.

Un día antes del lanzamiento del Telstar 1, el 9 de Julio de 1962 el gobierno de Estados Unidos realizó

una prueba nuclear en el espacio conocida como Starfish Prime. Lanzaron una bomba atómica a unos 400

Km. de altitud sobre una isla del Pacífico en lo que a priori comprendía un objetivo de investigación. Dicha

prueba se considera estratosférica por suceder fuera de la atmósfera terrestre, sin embargo, la radiación

quedó presente allí fuera.

El cinturón donde orbitaba el Telstar 1 quedó sobrecargado de energía, por lo que se cree que los

aparatos del satélite dejaron de funcionar seis meses más tarde en gran parte debido a los daños producidos

por la radiación que recibieron procedente de los restos de esta prueba. Meses más tarde se lanzó al espacio

el Telstar 2, con algo de mayor suerte, y a partir de aquí se marcó un serio comienzo de la carrera espacial

por los satélites.