La Guerra de los Cien Años (HA)

Entre 1337 y 1453, Inglaterra y Francia se enfrentaron en una serie de guerras por el control de tierras en Francia. Conocida como la Guerra de los Cien Años [Guerra de los Cien Años: una serie de batallas entre Francia e Inglaterra desde 1337 hasta 1453] , este largo conflicto ayudó a debilitar el feudalismo en Inglaterra y Francia.

Los monarcas ingleses habían reclamado la tierras de Francia como sus propios señoríos por largo tiempo. Esto se debía a que reyes ingleses anteriores habían sido señores feudales en esos feudos franceses. Los reyes franceses disputaban ahora dichos reclamos. Cuando Felipe VI de Francia declaró que las propiedades francesas del rey Eduardo III de Inglaterra eran parte de su propio reino, estalló la guerra en Francia.

Los Triunfos Iniciales de los Ingleses A pesar de que los franceses los sobrepasaban en número, los ingleses ganaron la mayoría de las primeras batallas de la guerra. Lo que pasó durante la Batalla de Crécy nos demuestra por qué ganaron.

Dos ejércitos bastante diferentes se enfrentaron en la aldea francesa de Crécy en 1346. Los franceses tenían un ejército feudal que contaba con caballeros montados a caballo. Los caballeros franceses usaban una armadura pesada y apenas se podían mover cuando no estaban montados en sus caballos. Sus armas consistían en espadas y lanzas. Algunos soldados de infantería, es decir, soldados a pie, usaban ballestas, las cuales eran efectivas solamente a corta distancia.

En contraste, el ejército inglés estaba compuesto por caballeros con armaduras ligeras, soldados de a pie y arqueros armados con arcos. Algunos soldados eran reclutados de entre los plebeyos y se les pagaba para que pelearan.

El arco inglés tenía muchas ventajas sobre las ballestas francesas. Podían disparar flechas más largas con mayor rapidez. Las flechas volaban más lejos, más rápido y con mayor precisión, y podían atravesar las armaduras. En Crécy, los arcos ingleses ayudaron a los ingleses a derrotar a las fuerzas francesas más numerosas.

Los Franceses se Defienden Los franceses poco a poco se fueron quedando con el territorio que los ingleses habían ganado en los primeros años de guerra. En 1415, después de una larga tregua, el rey Enrique V invadió Francia nuevamente. Esta vez los ingleses se encontraron con una resistencia más fuerte. Uno de los motivos fue que los franceses usaban ya en ese entonces tácticas más modernas. El rey estaba reclutando a plebeyos para su ejército, pagándoles con dinero obtenido de los impuestos, tal como lo hacían los ingleses.

Otra razón por la que Francia presentaba una resistencia mejor era un nuevo sentido de identidad y unidad nacional. En parte, los franceses se inspiraron en una joven campesina de 17 años, que hoy conocemos como Juana de Arco. Juana decía que escuchaba voces de santos impulsándola para que salvara a Francia. Vistiendo una armadura, se fue a luchar.

En 1429, Juana encabezó el ejército francés en la victoria de la Batalla de Orleans. Al año siguiente, la “Doncella de Orleans” fue capturada por aliados de Inglaterra. Los ingleses presionaron a ciertos líderes de la Iglesia para que la acusaran de ser bruja y hereje [hereje: una persona que sostiene creencias contrarias a las enseñanzas religiosas] y la condenaron a morir en la hoguera.

El heroísmo de Juana de Arco cambió la forma de pensar y sentir de muchos hombres y mujeres franceses con respecto al rey y su nación. Veintidós años después de la muerte de Juana, los franceses finalmente sacaron a los ingleses de Francia. Casi 500 años después, la Iglesia Católica Romana canonizó a Juana de Arco, haciéndola santa.

El Impacto de la Guerra de los Cien Años La Guerra de los Cien Años contribuyó a la decadencia del feudalismo, al facilitar el cambio de manos del poder de los señores feudales a los monarcas y a los plebeyos. Durante la guerra, los monarcas de ambos bandos habían cobrado impuestos y reclutado ejércitos profesionales. Como resultado, los reyes ya no dependían tanto de los nobles para suplir de caballeros a sus ejércitos.

Además, los cambios en la tecnología militar hicieron que los caballeros y los castillos de los nobles fueran menos útiles. Se demostró que el arco era un arma efectiva contra los caballeros montados a caballo. Los castillos dejaron de ser importantes, ya que los ejércitos aprendieron a usar la pólvora para disparar bolas de hierro con cañones y abrir agujeros en los muros de los castillos.

El nuevo sentimiento de nacionalismo también ayudó a quitarles el poder a los señores. Antes, muchos campesinos ingleses y franceses sentían más lealtad hacia sus señores locales que hacia su rey. La guerra creó un nuevo sentimiento de unidad nacional y patriotismo en ambos bandos.

Tanto en Francia como en Inglaterra, los campesinos y plebeyos realizaron las tareas más pesadas de la guerra. Se les obligó a combatir en el ejército y a pagar impuestos más elevados y más frecuentes. Los que sobrevivieron la guerra, sin embargo, se necesitaban como soldados y trabajadores. Es por eso que los plebeyos emergieron del conflicto con mayor influencia y mayor poder.