La Gualdra 159
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SUPLEMENTO CULTURAL No. 159 - 28 DE JULIO DE 2014 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Foto: Alejandra Celis Almanza
Evodio Escalante es uno de los críticos literarios más notables en México; es además poeta, ensayista, antólogo y académico. Nació en Durango el 2 de enero de 1946. Es Doctor en Letras por la FFyL de la UNAM. Fue director de Difusión Cultural de la UAM de 1982 a 1985. Es profesor e investigador de tiempo completo en el Departamento de Filosofía de la UAM-Iztapalapa. Obtuvo el Premio de Poesía Iberoamericana Ramón López Velarde 2009. Su trayectoria fue reconocida recientemente en Durango, durante el Encuentro Internacional de Escritores José Revueltas, literatura y violencia.
[Una entrevista con él en páginas centrales]
2LA GUALDRA NO. 159 / 28 DE JULIO DE 2014 / AÑO 4
. 159 Príncipe en la tierra
Por Gabriel Luévano Gurrola
Tocar el cielo de los dioses de maíz, dar y recibir en la Guelaguetza 2014Por Esther Mariela Consuegra Dávila
MENDOZAPor Marianella Villa
Diario de MateoPor Mateo Estrada Gaviria
Algunas propuestas para mejorar las bibliotecas públicasPor Eduardo Campech Miranda
Juegos fantasmagóricos. Lo nuevo de Cold PlayPor Carlos Flores
El PicaportePor Simitrio Quezada
El Templo de las MusasPor Violeta Tavizón*
El puro bajónPor Alberto Huerta
Día 8 Por Edgar Khonde
Diferente a las demás Por Roberto Galaviz
Jaqueline Por Pilar Alba
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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Carmen Lira SaadeDir. General
Raymundo Cárdenas VargasDir. La Jornada de [email protected]
Jánea Estrada LazarínDir. La Gualdra
Roberto Castruita y Enrique MartínezDiseño Editorial
Juan Carlos VillegasIlustraciones
“Habría que tener una casa de re-poso para los muertos, ventilada, lim-pia, con música y con agua corriente.
Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir”.
Jaime Sabines
De memoria prodigiosa, generosi-dad desbordada, sapiencia y dul-zura, el viernes 25 de julio se fue un gran hombre: Benjamín Morquecho Guerrero. Su bonhomía lo hizo un ser amado, respetado y admirado por muchas personas.
¿A cuántos estudiantes habrá conducido por el camino de la feli-cidad? Ése era uno de sus objetivos. Un día me dijo que los profesores estábamos aquí para eso, para ayu-dar a los alumnos a que encontraran el camino para ser felices, que si el conocimiento adquirido en las escuelas no contribuía para eso en-tonces no servía.
Yo no tuve la fortuna de ser su alumna, pero mi padre sí. Benjamín Morquecho dio clases en la secun-daria de Río Grande, Zacatecas, mucho tiempo antes de hacerlo en la Universidad Autónoma de Zaca-tecas. Tenían más de 20 años sin verse cuando un día, caminando por el centro de la ciudad, lo vimos a lo lejos. Mi papá me dijo: “Mira, el señor que viene ahí fue mi maestro en la secundaria, es el profe Morquecho, es el mejor maestro que he tenido en mi vida”. Cuando lo tuvimos cerca, mi papá se acercó a saludarlo, el maestro lo saludó amablemente y le dijo “No me digas cómo te llamas, ahorita me acuerdo de tu nombre… eres el güero de Río Grande; tus compañeros se llamaban…”, y así, empezó a mencionarlos a todos; de manera sorprendente se acordaba no sólo del nombre de mi papá sino de varios de sus compañeros de clase. “Pórtate bien, güero cabrón”, le dijo mientras le daba un abrazo al despedirse. Ese día mi papá me contó que el maestro Morquecho lo había motivado para seguir es-tudiando, cuando lo más fácil era haberse ido a trabajar a Estados Unidos al terminar la secundaria, como lo hizo la mayoría de sus compañeros de clase.
Con el tiempo, el maestro Mor-quecho y yo coincidimos en varios lugares pues teníamos amigos en común. Recuerdo especialmente el día que en casa de Anna y Larios, mientras hablábamos de su biblio-teca y sus numerosos libros, salió en la conversación el nombre de don Filiberto Soto Solís (otro entrañable amigo con quien seguro estará ahora brindando) y me contó que tuvieron una gran amistad, que los unía su pa-sión por la lectura, la buena comida y el buen vino. Brindamos por esa coincidencia, y de tantas anécdotas hasta le dieron ganas de cantar… y cantó. Porque así era Morquecho, contagiaba de alegría a todos a su alrededor; brillaba con luz propia y su luz nos alcanzaba a todos.
Hace tres meses lo vi por última vez en el Foyer del Teatro Fernando Calderón al finalizar la presentación del libro de Alejandro García, su amigo y colega universitario. Mu-chas personas se acercaron a salu-darlo, a platicar con él, a prodigarle cariño, porque eso sí, fue un hombre muy querido y tengo la sensación de que partió sabiéndolo, a sus 81 años cumplidos.
El maestro Benjamín Morquecho Guerrero, nacido en Pinos el 6 de mayo de 1933, el fundador de la Escuela de Humanidades de la UAZ, el profesor que quería que sus alum-nos fueran felices, fue despedido por una multitud de amigos, colegas universitarios, alumnos y familiares el sábado 26 de julio en el Teatro Fernando Calderón. La despedida fue emotiva, no podría ser de otra forma: lo recibimos con aplausos y con aplausos lo despedimos del re-cinto universitario.
El próximo número le realizare-mos un homenaje desde este espacio que se nutre cada vez más de pala-bras, de imágenes y de recuerdos…
La Gualdra se une de manera respetuosa y solidaria a la pena que embarga a todos y todas quienes en vida le conocieron.
Descanse en paz, maestro Mor-quecho. Salud.
Jánea Estrada Lazarí[email protected]
Evodio EscalanteEl crítico tiene una vocación con la verdadPor Jánea Estrada Lazarín
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El niño siguió al bebedor, pegando siem-pre la parte mala a su saco raído y olo-roso, agradeciendo callado a la noche y al protector. Anduvieron entre callejas, cruzaron colonias enteras y al llegar a una casa bastante humilde el bebedor se alisó las ropas, lanzó una bocanada de aire por la boca y se aproximó a la puerta. Tocó tres veces, gritó breves frases incompren-sibles. La mente le volvía a dar vueltas. “¿No te dije que no quería volver a verte? Largo de aquí”, respondió desde dentro una voz de mujer.
El bebedor apoyó la frente en la ma-dera podrida de la puerta y dijo, cansado, “No vengo solo”, y tras un silencio, “alguien te necesita”. Se escuchó el sonido de la cerradura y apareció la figura larga y her-mosa de una mujer en la cuarentena pero aún rozagante, con esa belleza de las mu-jeres que sufren en silencio la pérdida de su vida. Miró con severidad al bebedor y antes de que pudiera emitir una queja vio al niño y su rostro deformado, adolorido. Bajó la mirada.
Los tres permanecieron callados for-mando un triángulo, detalle que no im-portaba a nadie, más que a ellos mismos, bajo la negrura de la noche que amena-zaba durar para siempre.
“Pasen”, dijo ella y franqueó con dul-zura la entrada. Se veía a leguas que en realidad el tono sólo era para el niño que tan pronto como dio un paso avante del umbral de la puerta se quedó aterido por un dolor mucho mayor al de su cara torcida y abultada. La casa de Carmen constaba únicamente de un gran cuarto con paredes cuarteadas y piso abierto en algunas partes, en donde, de golpe, se admiraba una cama, una estufa, un anti-quísimo refrigerador, y un librero enorme que había estado lleno en otro tiempo y que ya ostentaba una decena de volúme-nes cuando mucho. También había una mesa y los restos de un ropero por los que se distinguían prendas desesperadamente apretujadas. En el fondo había una puerta que llevaba a un pequeño baño. Y nada más. Era como si estuviera entrando a un hogar negado desde que nació. Un retorno a la verdad íntima, a la protección allende las tinieblas y la ciudad. No importaba la pobreza del sitio, sino que ahí viviera una mujer fuerte y un borracho noble, dos realidades que su rutina desconocía por completo.
“¿Qué le pasó?”, preguntó la mujer al bebedor, “¿no lo habrás lastimado tú, ani-mal?”. El hombre, sentado en la cama que crujió como si fuera a desvencijarse en ese momento, dio tres chasquidos en serie, negando. Y luego espetó, tras una pausa, “Lo encontré en la calle, Carmen, y dado que eres una mujer muy buena...”.
“Cállate”, fue todo lo que Carmen consi-guió articular, zanjando la conversación, visiblemente irritada, titubeante y a punto de sollozar.
Se acercó al niño, todavía parado en el mismo lugar, incluso reculado un poco, tocando la puerta con los dedos transidos a la espalda. Lo tomó de la mano para guiarlo al centro de la pieza, justo debajo del foco que iluminaba tenuemente con un amarillo aceitoso. Se arrodilló y co-menzó a examinarlo, masajeando la zona afectada, acariciándole amorosamente la frente y los cabellos. El bebedor, reclinado en la cama, veía en silencio las dos figu-ras, jugueteando para sus adentros con la ilusión de que ese niño era de ellos, y formaba junto a la mujer delgada y linda la familia que no logró ofrecerle a Carmen. Una familia sana y ajena a los vicios del sistema.
Había conocido a Carmen hacía más de veinte años cuando era maestro recién egresado de la facultad de humanidades. Ella era su alumna, una muchachita ca-llada y soñadora que nunca participaba pero escribía como nadie ensayos que mostraban una tendencia más a la poe-sía que a la Edad Media o los filósofos presocráticos. La invitó a salir un día, y
posteriormente a vivir juntos. Los prime-ros años, como es lógico, fueron buenos. Y luego vino el vicio, la venta paulatina de los enseres domésticos, las joyas he-redadas por ambas familias, los libros de la enorme biblioteca que ocupaba dos ha-bitaciones de la casa que rentaban veinte años de por medio.
“Es un accidente, una torcedura natu-ral”, dijo Carmen, “nadie se la produjo, más que él mismo, que debió haber salido caliente al aire traicionero, ¿cierto?”. Miró al niño que asintió para esconder su cara en el regazo de ella, y luego al bebedor, “lo que me preocupa son los moretones que tiene en los brazos”.
El bebedor le contó que el niño había salido corriendo de un bar de medio pelo y que seguramente, atizados por el alco-hol y la sevicia de sus corazones, los bria-gos se habían divertido a sus expensas, golpeándolo y tratándolo como adefesio de feria.
Carmen movió la cabeza en señal de profundo desprecio, y jalando la única silla con que contaban y tras presionar el interruptor, se dispuso a quitar el foco. Ya a oscuras, habló como para sí, “Vamos a sobarlo”. El niño corrió a un rincón del cuarto pero segundos después, de vuelta en los potentes brazos del bebedor, so-portó, lanzando interjecciones de hito
en hito, el calor del foco que Carmen aplastaba, girándolo, sobre la hinchazón. “Ahí estaba él”, dijo el niño, que minutos después se volvió a perder en la noche.
******El foco estaba de nueva cuenta en su lugar y Carmen afanaba en la estufa algún resto comestible fiado de milagro. “No puedo creerlo”, decía, “ahí estaba su padre y dejó que se burlaran de él”. Y movía el fiambre en la cacerola, “ahí, viendo cómo sus ami-gos humillaban a su hijo”.
El bebedor ya no la oía ni se acordaba del niño. Miraba hacia arriba, acostado en la cama. Veía un círculo de luz, enorme, como un planeta u otro foco que descen-día para curarlo también. Lo vio acercarse desde el cielorraso en un crecimiento tranquilo, concéntrico, nublándole la vista con mayor eficacia que los últimos tragos. Carmen no se dio cuenta de la brillantez amarilla que devoraba al hombre, siempre boca arriba, y que la sumía a ella, dentro de aquellos ojos mareados, en la oscuri-dad permanente. La fuerza del círculo se lo fue comiendo, y no era el arrepenti-miento, la culpa, el pecado, el vocerío de ángeles próximos, ni Dios siquiera, por supuesto. Sólo un foco de otro tipo que le cayó de repente, cuando ya era feliz.
El bebedor dejó de sentir. Y de ver.
Príncipe en la tierra1. El bebedor (II)Por Gabriel Luévano Gurrola Literatura
James Ensor. Los borrachos. 1883.
28 de juLio DE 2014
LA GUALDRA NO. 1594
y sus festividades previas a la mayordomía; así como también la Villa de Zaachila y la representativa “Danza de la pluma”.
Huajuapan de León, con el “Jarabe mix-teco” y la “Canción mixteca”; San Agustín Loxicha con sus sones; San Juan Colorado con la “Danza de los Chareos”; Santa María Huatulco con sus chilenas, bailes que evocan reflejan las vivencias del pueblo viejo y del pueblo actual en su devenir por los años, además de “Son de mar”, “La huatulqueña” y “Palo de chile”; la elegancia de Tuxtepec y su “Flor de piña”; y el ritmo de Pinotepa con “Malagueña curreña” y demás sones y versos picarescos… Eso fue la primera pre-sentación de los lunes de cerro.
“Sólo les vengo a decir que acabamos de llegar. Medio viaje fue subir y medio viaje fue bajar. La montaña atravesamos, la friega fue inclemente… pero ¡qué tal ya llegamos, Tuxte-pec está presente!”, aclamó una integrante de la agrupación dancística del istmo liderada por Paulina Solís Ocampo, que fue tal vez la más alabada durante la presentación por su impecable ejecución dancística y los huipiles multicolores adornando la belleza de las mu-jeres istmeñas durante el baile “Flor de piña”;
aplausos y vítores recibieron de la multitud que bajo el sol de mediodía rememoró la na-turaleza y cosmogonía del pueblo oaxaqueño y el país entero.
“Este pueblo los recibirá siempre con los brazos abiertos para ofrecer su Guelaguetza, gastronomía y bailes”, enunció la diosa Cen-téotl -Jacqueline Reyes Sarabia-, para concluir el primer lunes de cerro el pasado lunes 21. Ese día, Susana Harp acompañada por la Fi-larmónica del Estado presentó su disco Mis-terios Gozosos; y Lila Downs cantó a Oaxaca y su gente en un gran concierto.
El segundo lunes del cerro es este lunes 28, y junto con él se llevarán a cabo una serie de actividades multidisciplinarias incluida una variedad de ferias gastronómicas, artesa-nales y culturales sumamente ricas.
Enunciar Oaxaca y su Guelaguetza es evocar la gratitud de su gente y su fiesta que despliega gozo, fe, religiosidad y sobre todo, un profundo sentimiento de pertenencia y arraigo a los orígenes: dar y recibir, agradecer y celebrar.
Enunciar Oaxaca y su Guelaguetza es tocar el cielo de los dioses de maíz y acercarse a una de las manifestaciones más ricas y diversas del país y América a través de su música, historia y significación. A través del baile y la ofrenda rememoran en su vocablo zapo-teca la reciprocidad y cooperación entre las culturas y sus regiones; la Guelaguetza, sobre todo, es una fiesta que inunda la mirada con sus colores para hacer latir el corazón de ale-gría por un profundo respeto por los orígenes prehispánicos.
En su edición 82, la Rotonda de la Azu-cena reunió a cerca de 11 mil asistentes en torno a la Guelaguetza, que junto con Jaque-line Reyes Sarabia -joven tehuana de Santo Domingo quien este año encarnó a la diosa zapoteca Centéotl- y con la presencia de 15 regiones agrupadas en bailes distintivos de sus pueblos, hicieron vibrar a Oaxaca y sus visitantes con la “Canción mixteca” en lo alto del Dani Lao Nayaalaoni -hoy Cerro del Fortín-, lugar sagrado en que los antiguos zapotecas, realizaban ofrendas a los dioses agrícolas Pitao Cocijo (lluvia) y Pitao Cozobi (deidad del maíz) en agradecimiento por las cosechas recibidas.
Hablar de la Guelaguetza y la hibridación de cantos, plegarias, danzas y reverencias a través del baile y la música, es recordar el maíz, los dioses y el sincretismo de los an-tiguos ritos con el catolicismo; es asomarse también a una diversidad étnica que convive y armoniza sus tradiciones con hombres y mujeres de sonrisa franca y desbordada alegría por la vida, agradecidos ayer por la siembra de la milpa, agradecidos hoy por conservar ese pasado que enaltece al país con una muestra de limpieza de alma, que en su despliegue musical y dancístico, aunado a los atuendos tradiciones oaxaqueños que pervi-ven en las manos de bordadoras y tejedoras incansables, recuerda la reciprocidad entre los pueblos.
Chirimías de los Valles Centrales; Chinas Oaxaqueñas; San Vicente Coatlán con su “Jarabe chenteño”; Miahuatlán de Porfirio Díaz; Huautla de Jiménez con sus sones mazatecos; el Espinal de la región del Istmo de Tehuantepec y sus memorables “Noche de calenda” y “Labrada de cera”, en honor a su santa patrona, la Virgen del Rosario; San Pablo Macuiltianguis y la faena de cortejo con su “Torito serrano”; Tlacolula de Matamoros
Tocar el cielo de los dioses de maíz, dar y recibir en la Guelaguetza 2014Por Esther Mariela Consuegra DávilaTr
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* http://fernandofrancofotografo.com
Delegación de San Antonino Castillo Velasco. Valles cen-trales. Segundo día de fandango.
Delegación de San-tiago Apostol Ocotlán. Valles cen-trales. Boda.
Delegación Tlaco-lula de Matamoros.
Valles centrales. Interpretan el Jarabe
del Valle.
Región de Tlacolu-la de Matamoros. Valles centrales.
Mayordomía.
Fotos: Cortesía de Fernando Franco
Sevilla*
28 de juLio DE 2014 5
grandes dictaduras disfrazada de “demo-cracia”, personajes del espectro político que han rayado en la caricatura. La sed de poder de estos seres no ha tenido límite y justamente de esto habla esta puesta en escena en cuyo final se entona un corrido, en donde la última frase cantada en tono irónico dice: “Nuestro gobierno es honesto y de esto no pasa nada”; al final los perso-najes brindan con el público y en varias ocasiones los espectadores se ponen de pie para aplaudir este trabajo.
Siempre me ha parecido que hay mu-chas cosas qué aplaudirles: la adaptación y las palabras escritas, un Juan Rulfo que se asoma, la visión de México, el cómo nos
conducen la mirada, la pronunciación de estas palabras, el modo entrañable de su discurso, las manos, los ojos, los silencios. Este equipo tiene una herida qué contar-nos, una herida mexicana que nos duele a muchos: ellas y ellos la abren, la exponen, es una especie de denuncia artística a través del teatro; cuando esto ocurre, le encuentro el sentido y si lo he perdido… vuelvo a encontrárselo. Hacer teatro de esta forma, es siempre un nuevo aliento.
Hoy felicitamos con alegría a Juan Ca-rrillo, a Antonio Zúñiga y a toda la Com-pañía Colochos Teatro por su hermosa obra y por haber ganado el IV Certamen Internacional ALMAGRO OFF, en España.
“Todo en esta vida nace del deseo. Todo se produce en el tierno centro del alma acora-zada”, esto pronuncia en un momento la bruja de Mendoza, y me resuenan estas palabras al escribir sobre la obra que dirige Juan Carrillo y de la cual Antonio Zúñiga y él son los autores.
Mendoza, es una maravillosa adap-tación basada en el clásico de Macbeth de William Shakespeare y representada de manera entrañable por Mónica del Carmen, Marco Vidal, Erandeni Durán, Leonardo Zamudio, Martín Becerra, Ger-mán Villarreal, Ulises Martínez, Alfredo Monsiváis / Roam León y Carla Soto / Yadira Pérez. Iluminación: Mario Eduardo D’ León. Vestuario: Libertad Mardel. Asis-tencia de producción: Laura Tudela.
Juan Carrillo, proviene de la ciudad de Tepic, Nayarit, en cuyos alrededores se encuentra la sierra del Nayar, lugar donde habitan coras y huicholes. Tal vez la entraña, el coraje y el amor con el que se montó Mendoza, provienen de alguna manera de observar la dura realidad in-dígena.
Juan viajó a la Ciudad de México para estudiar teatro y desde su llegada se ha dedicado a él: ha participado en diversos montajes como actor y es fundador de la compañía Los Colochos Teatro, con la cual ya ha dirigido varios montajes; con la idea de que el teatro se hace en colectivo y de modo cooperativo, crear una compañía de teatro independiente, era para él, algo fundamental.
Siempre he admirado a las personas que deciden hablar en el teatro de nuestra historia, de nuestras raíces, de nuestros dolores como pueblo; México tiene heri-das abiertas y esta obra nos las recuerda. Todo es devenir histórico, los mexicanos provenimos de raíces que nos fueron arrebatadas; las comunidades indígenas, las revoluciones, el zapatismo, la tierra, la libertad, la justicia, son palabras que en mayor o menor medida, resuenan en el corazón de todas y todos.
Mendoza nos recuerda el otro lado de esta moneda, la sed de poder y trascen-dencia, la sed del sistema opresivo y co-rrupto que nos ha “gobernado”, una de las
MENDOZA“Una historia de ambición, sangre y poder, situada en el México revolucionario de 1910 pero que nos sigue tocando hasta nuestros días”
[Ganadora IV Certamen Internacional ALMAGRO OFF]*Por Marianella Villa
Teatro
* El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro es un evento anual que se celebra en España,
en la ciudad de Almagro, Castilla-La Mancha, durante el mes de julio.
“El director mexicano Juan Carrillo se ha impuesto en la IV Certamen para jóvenes creado-res ‘Almagro OFF’ con ‘Mendoza’, una versión del Macbeth shakesperiano interpretada por los actores de la compañía Los Colochos. El jurado del certamen ha elegido por unanimidad este montaje, valorando el “soberbio” viaje por la antropología iberoamericana y su capa-cidad de reflejar, a través de un texto clásico, la realidad actual que se vive en México. Un clásico, un regalo”. Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro
Juan Carrillo, actor y director. Becario del FONCA en el área de Dirección y en la categoría de jóvenes creadores 2011-2012. Licenciado en actuación egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA. Premiado como Mejor actor en el XIII Festival Nacional de Teatro Universitario en la categoría de Egresados. Ha participado como actor en más de 40 montajes con directores como: Martín Acosta, Claudia Ríos, Mauricio Jiménez, Rosenda Monteros y Emmanuel Márquez. Como director cuenta con los montajes: Bidxáa, CSI México (Sí es ahí), El Juego de la Silla, El juguetero y El enigma del Serengueti y Mendoza. Sus puestas en escena han participado en festivales como: IV Certamen Internacional ALMAGRO OFF. Coloquio Internacional de Teatro Alternativo 2008 y 2010 en Tepic, Nayarit; 10º Festival Internacional de Puebla; 5º Encuentro de Creadores Teatrales Independientes ECTI 2011 en Agua Dulce Veracruz; 6º y 8º Festival internacional de cabaret en el Teatro-Bar El Vicio, 10º Festival internacional de títeres Mireya Cueto y El Festival Internacional de títeres Rosete Aranda Tlaxcala 2011. Fundador de la compañía Los Colochos.
Mendoza. Foto de Agustín Cervantes Reyes.
Mendoza. Foto de Zaba Zantcher.
6 LA GUALDRA NO. 159
Evodio Escalante es uno de los críticos literarios más notables en México; es ade-más poeta, ensayista, antólogo y académico. Nació en Durango el 2 de enero de 1946. Es Doctor en Letras por la FFyL de la UNAM. Fue director de Difusión Cultural de la UAM de 1982 a 1985. Es profesor e investigador de tiempo completo en el Departamento de Filosofía de la UAM-Iztapalapa. Obtuvo el Premio de Poesía Iberoamericana Ramón López Velarde 2009. Su trayectoria fue reco-nocida recientemente en Durango, durante el Encuentro Internacional de Escritores José Revueltas, literatura y violencia.
En esta entrevista hablamos sobre su último libro de poesía, Crápula, coeditado por Ediciones La Otra y el Instituto Duran-guense de Cultura en 2013; sobre la crítica literaria, la vocación que tiene para con la verdad, y sobre muchas cosas más.
Jánea Estrada: Hablemos de su último li-bro… ¿Por qué “Crápula”?Evodio Escalante: [ríe] Bueno, crápula es una palabra que tiene una historia dentro de la lengua castellana; Cervantes es uno de los primeros en emplearla; y es una palabra que da a entender la vida que lleva alguien que se dedica al placer, al disfrute, y que puede lindar incluso con la malvivencia. Un crápula es alguien que saca provecho de las cosas un poco egoístamente. Le di un ejemplar de este libro a Francisco Toledo y me dijo “Bueno, es que todos somos crápulas”, [ríe] un poco también su justificación está en que algunos de los poemas del libro tienen que ver con zonas que pocas veces se tratan en la poesía: la vida crapulesca, la vida de un crápula que se acuesta con fulanita y con zutanita, que se alcoholiza, que se droga, que de cualquier forma son experiencias de la vida también, ¿no?, que hay que asumirlas como tal. Y también hay algunos poemas de tipo satírico o burlesco donde aparece un lenguaje sexual o escatológico que tiene que ver con lo crápula, lo contrario de lo exquisito y lo bien portado: un crápula se porta mal…
JE: Y además lo disfruta… ¿el crápula de este libro no siente culpa?EE: Creo que no…
JE: Habla usted de un lenguaje incluso esca-tológico, y en la poesía se vale utilizar eso y más… ¿qué es lo que importa en la poesía en términos de lenguaje?
EE: Claro, en primer lugar, en la poesía lo que importa mucho es la música. No cual-quier palabra puede entrar, sí y no, vamos, es algo que hay que matizar, porque siempre tiene que ser la palabra adecuada. Hay veces que los poetas tienen muy mal oído –a lo mejor yo soy uno de ellos-, pero si tienes mal oído todas las palabras te parecen poé-ticas. Yo creo que no, que el poeta siempre está trabajando el lenguaje y me gustaría enfatizar que no se trata de buscar siempre y en todo momento un lenguaje exquisito y fino, sino que a veces se tiene que explorar un lenguaje más cotidiano.
JE: ¿Es usted un escritor duranghuraño?EE: [ríe] Pues mi amigo José Angel Leyva inventó ese término… yo sí soy un poco huraño pero también tengo una cara muy sociable. Escribir es por definición una ac-tividad solitaria, pero el hombre es un ser social por naturaleza y la poesía es social
también en el sentido más amplio que se pueda decir. Uno escribe para decirle algo a alguien, incluso para decírselo a sí mismo… pero uno mismo ya es otro: el que escribe y el que lee son dos caras, siempre está uno pensando en el otro, si no, no se escribiría, se escribe porque se piensa que hay un lec-tor potencial y ese lector soy yo mismo que me desdoblo como lector…
JE: ¿Cómo suele escribir, en qué condicio-nes?EE: Yo estoy acostumbrado a trabajar en mi estudio, prender la computadora, sacar apuntes, y la mayor parte de mis horas las he dedicado a la crítica, mi trabajo se orienta a la crítica o al ensayo en términos más amplios. La poesía se ma da más bien por ciclos, hay épocas en que me empiezan a surgir ideas para escribir y luego hay lar-gos periodos de desierto, en lo que yo digo bueno sí, alguna vez fui poeta pero ya es
parte de la historia… Crápula tardé más de 10 años en hacerlo, es una escritura no con-tinuada sino que se va dando en esos lapsos, en intermitencias; el poema más antiguo que le da título al libro fácil tiene unos 15 años, porque lo había escrito pero no me atrevía a publicarlo, se me hacía muy rudo, ahora ya no, ya lo siento justificado. Si se piensa en un libro también hay que pensar en un equilibrio de los materiales; ese poema era muy rudo, pero ahora en este libro también hay sonetos que hablan de sexualidad, de una prostituta y cosas así, ahora sí armoniza y no se queda solo como un grito estridente que va acompañado con otros poemas y en el mismo tono… el más reciente es de hace como año y medio.
JE: A propósito de su labor como crítico… ¿a quién y qué es lo que lee últimamente?EE: Pues en una mezcla de placer y gusto, últimamente leo mucho a Sor Juana, porque me gustaría escribir sobre ella aunque siento que el reto es verdaderamente tremendo, porque ella es una intelectual sin par, hay una inteligencia que difícilmente se ha dado después en México; nadie como ella con esta inteligencia, virtuosismo y perspicacia. Sor Juan entra en los terrenos más elevados de la filosofía y de la teología y lo hace como Juan en su casa, realmente es impresionante. Y bueno, luego me gusta leer a Heidegger y a Hegel. Y literatura, bueno, he vuelto a Efraín Huerta, un poeta de altos vuelos… no sus poemínimos que son ahora como una moda, que son pequeños juguetitos literarios que hay que leerlos, pero no son todo Huerta, en términos musicales son divertimentos… Efraín Huerta tiene una producción muy se-ria donde él expresa su rebeldía ante la vida, su inconformidad, el deseo de la revolución, como en Los hombres del alba está ese deseo y está al mismo tiempo el que la naturaleza humana tiene muchos registros, ahí está el ladrón, la prostituta, el homosexual, todos haciendo una mezcla caótica en la ciudad moderna y nadie en el siglo XX mexicano vivió la Ciudad de México como Efraín Huerta. Eso está en sus poemas y uno como lector recrea la Ciudad de México mejor que en los poemas de Paz, incluso. Paz, es una fi-gura de una estatura enorme pero en puntos muy específicos habría que decir que Efraín Huerta tiene registros que no puede manejar ningún otro poeta.
JE: Sigamos hablando de los centenarios…
Evodio EscalanteEl crítico tiene una vocación con la verdad
[veo una desintegración progresiva del país porque cada vez somos más corruptos]
Por Jánea Estrada Lazarín
Fotografía: Alejandra Celis Almanza
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EE: A mí me parece que Paz es grande como poeta, como ensayista, como pen-sador, como crítico. Es una de las mejores prosas que hay en la lengua castellana; es un ensayista muy seductor y además tiene gran-des poemas. Es de esos casos, que además no abundan, en los que hay un poeta que al mismo tiempo es un prosista de primera calidad. No puedo decir lo mismo de Huerta porque es un gran poeta pero como prosista digo: qué mal escribe… lo digo porque sé que están por editar una serie de libros en los que están recuperando la prosa de Efraín, y yo tengo mucho miedo de que eso sea una especie de fraude al lector; claro, se sabe que él vivía del periodismo, una actividad muy noble, tenía columnas en los periódicos, era experto en cine, hacía crítica literaria en sus columnas; ahí hay una labor que no po-demos desconocer, loable, pero ¿qué tanto resisten esos textos en el tiempo? A mí me sigue pareciendo que en prosa sus textos son flojos, es muy fragmentario, se perdía con facilidad… no podemos compararlo con Paz en ese sentido.
JE: ¿Qué es lo que hay que valorar en un prosista?EE: Su capacidad de manejar conceptos y de argumentar y que esa argumentación te vaya llevando hasta convencerte de lo que está diciendo. Esa fuerza en la prosa muchos otros poetas que conocemos no la tienen. Y no están obligados a tenerla, a hacer prosa. O podría mencionar el caso de Bonifaz Nuño: tiene tres o cuatro libros de poemas memo-rables que perdurarán, pero su prosa me pa-rece insípida. En el caso de Paz es diferente porque hay fuerza en su prosa y en su poesía; pero en Sabines no, Sabines no es prosista, es un gran poeta, igual Efraín Huerta…
JE: ¿Y usted, maestro, en qué área se siente más fuerte?EE: Yo me siento más cómodo en la prosa, estoy más acostumbrado a hacer más crí-tica literaria, ese trabajo crítico que a veces puede incluso levantar polémicas, pero que en mi caso es una vocación. La crítica lite-raria requiere una cierta personalidad y la capacidad de poder decir que no –cuando todos dicen que está bien-, no está tan bien como ustedes creen… y eso te crea muchos enemigos; aunque en el fondo ser crítico tiene que ver con una vocación con la verdad. Muchas veces pueden concordar o no con mi verdad, pero yo trataré en esos casos de que con argumentos la gente quede convencida de que yo tengo la razón. Si digo por ejemplo que Javier Sicilia está haciendo plagio, estoy tratando de explicarlo, no es meramente una ocurrencia que tuve, no, doy elementos para que el lector termine pensando igual que yo; pero entonces me ex-pongo a varias reacciones y asumo el riesgo. Hacer crítica literaria requiere de un temple muy especial, una vocación con la verdad, no es la verdad absoluta, pero es mi verdad.
JE: ¿No cree a usted que al país le falta una nueva generación de críticos no sólo
en literatura sino en todos los ámbitos?EE: Yo creo que estamos viviendo un pe-riodo de depresión histórico-cultural… tam-bién históricamente estamos deprimidos. Necesitamos crítica literaria, en las artes plásticas, en la música… pero también crítica social y política. Perdón, pero mi impresión actual es que en los medios periodísticos del país no hay una actitud crítica ante el go-bierno; incluso uno intuye que hay un con-trol enorme del gobierno sobre los medios. Es fácil darse cuenta, no hay seguimiento de las noticias importantes; vamos, un día interceptan un buque cargado de minerales que se sacaron de Michoacán como parte de un intercambio con la mafia china… ¿y qué pasó con ese barco? Ya no se supo… es terri-ble porque eso significa que en Michoacán ya no hay gobierno. Constantemente vemos en la prensa noticias tremendas que caen en el olvido, si no hay un seguimiento no hay una actitud crítica. Pero es que tampoco tenemos intelectuales críticos de la política, puede haber dos o tres plumas, como Lo-renzo Meyer, pero son muy pocas…
JE: Debería de haber más críticos pero no los hay, lo que sí hay es miedo ¿qué hacemos con eso?EE: Ahí está el problema, por eso dije que es una especie de depresión, es como una ola que nos arrastra todos pero no hay na-die que salga de ahí y nos trate de colocar a otro nivel. Veo una época muy difícil, que el país se está desintegrando. Veo una desintegración progresiva del país porque cada vez somos más corruptos y contra eso no hay nada, los delitos no se persiguen… el Estado y la nación mexicana están en crisis, necesitamos otra generación de gente con otra mentalidad, pero todo está en debacle… ojalá que sirviéramos de algo.
JE: Pero precisamente de esta depresión histórica que estamos viviendo han surgido recientemente propuestas muy claras rela-cionadas con el arte… ayer platicábamos de dos cineastas muy jóvenes…EE: Sí, justamente lo estaba recordando.
Frente a ese periodo de depresión luego hay chispazos que te dicen “otro mundo es posible”. Heli de Amat Escalante y La Jaula de oro de Quemada Diez, me parecen obras maestras absolutas, de una enorme valentía, y que tocan problemas fundamentales de nuestro país: el narcotráfico y los migrantes que son víctimas de atropellos infinitos… hasta el Papa se lo dijo a Peña Nieto, yo lo leí en prensa extranjera, que habría que tener más atención con los migrantes…
JE: Pese a las desventajas que tienen en la distribución en comparación a las cintas co-merciales, la gente está buscando verlas; las salas se han llenado cuando estas películas se han exhibido aquí…EE: Pues qué bueno, quiere decir que en el fondo hay espectadores, me incluyo, que queremos ver buen cine; un cine que además de estar bien hecho nos hable de nuestra realidad. Eso se le pide a todos los artistas, que hablen de la realidad, sin caer en un realismo burdo, mucho menos en los excesos del realismo socialista, pero que hablan de la realidad, de lo que verdadera-mente pasa. El arte tiene que decir algo de lo que pasa en nuestro mundo…
JE: ¿No le parece que hace falta también un poco de compromiso? No todos los artistas asumen el compromiso de decir cosas, de generar que el espectador piense un poco más acerca de su realidad…EE: Claro, mantener la conciencia. Eso me hace pensar en José Revueltas, otro de los centenarios –mi primer libro como crítico
literario publicado en 1979 fue un libro sobre él-. Revueltas sin ser un escritor de denuncia, es un tipo de escritor que nunca se olvidó de la crítica social, hizo muchas cosas: teatro, cuento, novela, guiones y adaptaciones para cine, crítica literaria y de artes visuales y aunque hizo algunos poemas, yo digo que la verdadera poesía de Revueltas está en su prosa, que es mag-nífica, con una idea muy clara de la trama. Yo tuve el privilegio de conocerlo, primero lo encontré en Jalapa, en un encuentro de escritores y críticos en el momento mismo del Boom Latinoamericano, en 1972 cuando él ya había salido de Lecumberri. Luego en Durango cuando lo llevábamos al aero-puerto empezamos a hablar sobre música, él sabía mucho de eso por Silvestre –que era como su padre, por la diferencia de edad y la admiración que le tenía- y a mí se me ocurrió decir que había cierto tipo de música que me gustaba como para dormir… y él me dijo “Pero cómo dices eso, si la mú-sica es una forma de la conciencia humana, la música te debe mantener despierto”… Y tenía razón. El arte es una forma de conciencia humana, agudiza, tendría que volvernos más conscientes.
Seguimos conversando con Evodio Esca-lante, la verdad es que podríamos haberlo hecho durante muchas horas más porque es un conversador extraordinario. Queda pendiente la plática sobre las nuevas gene-raciones de escritores en el país y sobre su afición a la música; posteriormente la com-partiremos con ustedes.
Crápula, de Evodio Escalante
Foto: Alejandra Celis Almanza
28 de julio DE 2014
Literatura
LA GUALDRA NO. 1598
Lunes[Sala-comedor. Una vela con imagen de la virgen está encendida. La algarabía proviene de la alameda, corren niñatos flacos e hijos de madre. La ventana está abierta. Mira Los Car-dos. Concluye a las 17:08.]
Iré a caminar. Me gusta estar en Jerez. No he mirado a alguien. Todavía no le digo a Mi-chael que estoy aquí. Por vacaciones o por qué sé yo, él está en Mazatlán.
Nunca me gusta el mar. A ninguno de los hijos del ingeniero les gusta la playa, pese a todo… El agua como lugar provoca toc’s: salpu-llido de zancudos, hongos en los pies…
Hoy ordené mis EP de verano. Quiero ver cómo es redactado el past and present. El costo será 150, con envío. El More es eficiente. Le escribí por inbox. Solicité y describí forma de envío. Aceptó.
En Jerez no he usado taxi, ni bus o bicicleta. Los autos y camiones colectivos están viejos, destartalados y el camino se hace en horas. Prefiero caminar; miro, escucho, huelo. Este pueblo es benévolo. Por supuesto ya descubrí los enclaves y las posibilidades.
No he platicado con nadie. Helena dice que mi tono ya no es de “zacatequeñas”.
Salgo a caminar. Iré al café del Tizoc [9 Vidas Coffee Art].
Miércoles[Sala-comedor. Un incienso frescura está
encendido. Algarabía veraniega de la alameda. La ventana está abierta. Mira Los Cardos. Con-cluye a las 17:39.]
El depa lo limpia una mujer. A ella la in-tuyo casada y sin marido. Es blanca, con pelo arreglado en dos trenzas. Aquí vendrá los días miércoles a las once.
Ella no avisará. El contrato indica horario de limpieza. Recogerá la basura. Ésta deberá estar separada. Hará aseo en cocina, baños, pisos, ventanas. A mi cuarto oscuro le prohibí entrar. No entrará a refri ni despensa.
Por lavar la ropa y plan-char le pagaré 8 pesos la pieza. Se llevará el canasto los viernes. Lo devolverá el miércoles. Las playeras y lo de mezclilla no los plan-chará. Las otras telas no se-rán afiladas. Prohibido usar suavizante para cualquier trapo.
Una chiquilla la acom-pañó. Ésa anotó mis reque-rimientos.
La mujer indagó de mí: qué hago, qué soy, bla bla. Sonreí con cortesía. Nada contesté. Le propuse leer el contrato, para mis datos.
Los miércoles llega-rán mis periódicos. Iré a la estación por ellos. More los remitirá en el autobús Localía-Jerez de las 11:30. El mensajero [don Sinesio
Berumen] también preguntó qué para qué leía EP, cuánto era el pago, que si por leer EP bla bla… El mensajero me presumió un tío poeta difunto.
Lo bonito del bus son los chiquillos que bajan. Son hípster. Uno llamó mi atención: el que miro el paquete de periódicos.
Domingo:[Mesa cuatro de 9 Vidas Coffee Art. Lana
del Rey desde una playlist. Mira El Tizoc. Con-cluye a las 20:39.]
Ayer almorcé en el mercado. Vi sujetines: corte a la Larry o RM; cabeza redonda o de Beto de Plaza Sésamo; piel morena de sol y reseca, sin crema; cuerpo delgado, aunque como siempre: hay sorpresas; ninguno llega al 1.75m. Uno llamó mi atención. Cargaba un bebé y con él en brazos comía menudo. Un par de veces me miró.
Esta tarde he estado leyendo EP en 9 Vidas. La chica hoy me dijo “hola, ¿el café como siem-pre? [espresso vaciado entre cubos de hielo]”. Asentí con una sonrisa.
Me gustan sus tatuajes. Yo exhibí los míos.El chiquillo que atiende es simpático. Lee
libros y dibuja en una libreta de gramaje mí-nimo.
Números[Refiere los ingresos y egresos]Lunes: 80 pesos: café y pastel en 9 Vidas
Coffee Art.Martes: 471 pesos: súper.Miércoles: 150 pesos: periódicos y envío
desde Localía.Jueves: 500 pesos: (cheves) en 9 Vidas
Coffee y Tizoc.Viernes: 300 pesos: (Jack Daniels) en Elite.Sábado: 80 pesos y 166.50 pesos: menudo
en el mercado y súper.Domingo: 150 pesos smoothie y 4 bohe-
mias en 9 Vidas. Restan: 12539 pesos.
La semana pasada comenté, somera-mente, algunas características del perso-nal bibliotecario en la entidad. En esta ocasión plasmaré mi punto de vista en torno a las bibliotecas públicas. Sí, esos espacios que, pese a los esfuerzos, no han alcanzado el desarrollo necesario para que cumplan con creces su función.
Por principio de cuentas la política estatal bibliotecaria brilla por su ausen-cia. No existe, ni ha existido desde hace muchos años, una proyección de lo que se quiere para las bibliotecas estatales. Se vive al día, de “botepronto”. La im-provisación de las metas y objetivos se construyen (y se han construido) como un mero trámite burocrático. Después, a atenerse al presupuesto, la Divina Provi-dencia y la voluntad de algún funcionario samaritano.
En el ámbito de adquisiciones biblio-gráficas se sigue dependiendo, casi por completo, de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). Se sigue (seguimos) esgrimiendo el ar-gumento de que las bibliotecas públicas fueron concebidas para atender a la Edu-cación Básica. A tres décadas, hace falta que se revise esa premisa, que –como menciona el Doctor Valentino Morales López, investigador de la UNAM- se des-centralice el proceso de selección, pero también, que se capacite al bibliotecario en ese rubro. Los comentarios en la nota periodística son un termómetro de cómo es concebido el personal bibliotecario. Y mucho de ello tiene sus orígenes en la propia concepción.
En más de una ocasión, y en más de un espacio, he expresado y defendido la convicción de que la capacitación del
personal bibliotecario público, no sólo debe ser técnica, sino también huma-nística. Pero que vaya desde la propia contratación del trabajador. Si el hábito no hace al monje, si se cuestiona la capa-cidad de los profesores por enseñar y se les somete a nuevas evaluaciones, ¿por qué no hacer lo mismo con quien llegar a una biblioteca a trabajar?, al margen del puesto que desempeñe. Para el caso de Zacatecas, los criterios que prevalecen son: el ser docente; operador político menor de las campañas electorales; novia, esposa, amante o ser querido de algún funcionario. Desde luego que han existido sus honrosas excepciones.
La capacitación que ofrece la DGB está enfocada, principalmente, a la organiza-ción y administración de la biblioteca, a la realización de actividades de fomento a la lectura (de las cuales “Mis Vacaciones en la Biblioteca”, es el programa estelar), poco a poco los servicios digitales co-bran mayor peso dentro de los servicios bibliotecarios. Sin embargo, la atención a públicos especiales está en pañales. He aquí un área de oportunidad (para utilizar el optimista lenguaje oficial) para profe-sionalizar al bibliotecario y cumplir con la inclusión, tantas veces citada.
Si el personal, ya sea por el tiempo que lleva laborando, ya por propio inte-rés, ya por el número de capacitaciones, cursos y talleres recibidos (amén de la reciente certificación), cuenta con toda la documentación que lo avala como un profesional en el área, ¿por qué no buscar una especialización? Y no me refiero a un posgrado (que sería excelente), voy a recursos más modestos y de impacto casi inmediato. Pero esta idea, la desarrollaré en la siguiente colaboración.
Por Mateo Estrada GaviriaDi
ario
de M
ateo
Promoción de la lectura
Algunas propuestas
para mejorar las bibliotecas públicasPor Eduardo Campech Miranda
Amedeo Modigliani. Muchacha con trenzas.The Nagoya City Art Museum
En realidad la banda británica de Cold Play nunca fue de mis preferidas, aunque ha tenido aciertos muy buenos con rolas como “Yellow”, de su álbum Parachutes, lanzado en el 2000, una rola con un sonido my inglés, que recupera la propuesta de grupos como Ride, The Verbo o los muy populares Oasis, pero sin llegar a sorprender del todo, sólo un sonido agradable para oírlo en la radio un par de veces, que no convencía para comprar el disco completo.
Más tarde sacan al público A Rush of Blood to the Head, en 2003, que aunque gana dos pre-mios Grammys -el primero como mejor álbum de rock alternativo y el segundo como la graba-ción del año con su sencillo “Clocks”-, siguen sin cuajar como una banda con una propuesta original, pues continúan apareciendo comenta-rios de que se parecen a U2 o R.E.M., aunque hay que mencionar que “The scientist” es una muy bien lograda pieza, sin decir nada sobre el excelente video que la acompaña.
Más tarde, vendría “X&Y”, que continuaba presentando una banda fresca, pero con un sonido que pareciera repetirse a lo largo de sus dos discos anteriores; un buen sonido de teclados y una acompañamiento cuidado y limpio que acom-pañaba, sin duda, las creaciones de su líder Chris Martin, que no dejaba ver claro el trabajo de Jon Buckland en los teclados, Guy Berryman en el bajo y Will Champion en la batería.
Brian Eno, el productor que dio a U2 los hermo-sos discos de The unforgettable fire y The Joshua tree y que ayudó a parir a James su fabuloso Laid, no andaba muy errado cuando se acercó a esta banda y
se ofreció para producir Viva la vida (2007) y Mylo Xyloto (2011), dos álbumes que pasaron sin mucha pena ni gloria pese a la intervención de Eno, quien ayudó a Chris a alejarse un poco de los falsetes y a acercarse más al trabajo de la guitarra.
Pero el giro verdadero, que los hará aparecer como una banda con propuesta y original, se daría hasta este año, en el 2014, con su álbum Ghost stories, con nueve temas donde por fin decidieron soltarse el pelo y experimentar un poco más que el potencial que ya se asomaba en sus trabajos previos. Así, de entrada, con su primera rola “Always in my
head”, pareciera que oímos algo más de lo mismo con su introducción atmosférica, pero cuando empieza la banda percibimos un Cold Play diferente, refinado y elaborado, experi-mental y delicioso.
Viene luego la exquisita canción de “Ma-gic”, casi tan buena como la homónima de The Cars, con una cadencia realmente má-gica, nunca antes vista en esta banda; “Ink” es un tema rítmico, casi ochentero, que nos recuerda que lo más simple a veces resulta ser sorprendente; seducido por la fascinación del álbum nos encontraremos con “True love”, por si extrañáramos el antiguo sonido de la banda, una rola que se deja oír con dos o tres chelas encima; pero luego viene la excelente “Midnight”, que podría llegar a evocar el so-nido de las bandas progresivas de los años 70; “Oceans”, acústica y falseteada contiene un sonido que no se había escuchado antes en el juego frío de la banda, digerible y con cierta profundidad; “A sky full of stars” pareciera querer entrar en los antros y poner a medio
mundo a bailar con su sonido electrónico que re-cuerda a “Titanium”, de David Guetta; y finalmente “O”, una rola a piano, donde Chris deja claro que es el compositor y espíritu de la banda.
En fin, lo mejor de todo es que no se vuelve una banda repetitiva, sino que se encuentra en la búsqueda de hacer algo que valga la pena, y no caer en lo mismo de siempre; enhorabuena, este disco seguramente nos hará pensar en Cold Play como una banda que poco a poco ha tratado de dejar su nombre en el muro de la fama del rock.
28 de juLio DE 2014 9
Juegos fantasmagóricos. Lo nuevo de Cold PlayPor Carlos Flores M
úsica
Tres neologismos innecesarios: “Apertu-rar”, “recepcionar” y “accesar”En el español que hablamos cotidianamente, se han formado sustantivos a partir de al-gunos verbos. Hasta ahí vamos bien. El problema que ahora comentaremos se da cuando la comunidad hablante genera, a partir de esos mismos sustantivos, algunos verbos que luego se toman para sustituir a los tradicionales, a los primeros. Analicemos tres casos.
De entrada tenemos el extraño verbo “aperturar”, formado a partir del sustantivo “apertura”, acción de abrir y también acto de dar principio, o de volver a dárselo, a las
tareas de una asamblea, a los estudios de una corporación, a los espectáculos de un teatro, entre otros.
Resulta incorrecta la expresión “aperturar una cuenta bancaria”. Lo normal, lo práctico, es “abrir una cuenta bancaria”.
Es una lástima que sean los mismos em-pleados bancarios y sus jefes quienes insisten en calcar este neologismo tan “rizado” como innecesario.
Otro caso se da con la palabra “recepcio-nar”, proveniente de “recepción”. Incluso hay quien, intentando establecer una distinción entre el ámbito jurídico y el cotidiano, re-calca que en su despacho se “recepcionan”
documentos. Lo correcto es “recibir”.El tercer caso está en “accesar”, palabra
que no existe en nuestro idioma. “Accesar” es sólo un calco incorrecto del verbo anglosajón “to access”, que significa “introducir datos” y que en español se traduce en todo caso como “acceder”. No se “accesa” al estadio, pues, sino que se accede a ese inmueble. Por expresarlo con otro ejemplo, no se “accesa” a la red social Facebook, sino que se obtiene acceso a él: se accede a él.
* Envíe comentarios ydemás inquietudes a:
El PicaportePor Simitrio Quezada
LA GUALDRA NO. 15910
XIX FESTIVAL DE
BANDAS SINFÓNICAS:
HOMENAJE A LUIS
HUMBERTO RAMOS
PROGRAMA
GENERAL
VIERNES 08 DE
AGOSTO
19:00 Hrs.
Centro de Convencio-
nes Fresnillo
Concierto de la Banda
Sinfónica de la
Escuela Nacional de Mú-
sica de la Universidad
Nacional Autónoma de
México (UNAM) y
participación especial
del
Mtro. Luis Humberto
Ramos Zepeda
SABADO 09 DE
AGOSTO
19:30 Hrs.
Principales calles de
Fresnillo
Desfile nocturno de
bandas sinfónicas
DOMINGO 10
AGOSTO
12:00 Hrs
Centro de Convencio-
nes Fresnillo
Magno concierto de las
bandas participantes
y homenaje al Mtro.
Luis Humberto Ramos
Zepeda
BANDAS PARTICIPAN-
TES
• Banda Sinfónica de Sal-
tillo, Coahuila
• Banda Sinfónica de Co-
lima, Colima
• Banda Sinfónica de
Charcas, San Luis Potosí
• Banda Sinfónica An-
dantinos Musicales de
San Luis Potosí
• Banda Sinfónica de
Chihuahua, Chihuahua
• Banda Sinfónica de
Lerdo, Coahuila
• Banda Sinfónica de Na-
volato, Sinaloa
• Banda Sinfónica de
Nuevo Laredo, Tamau-
lipas
• Banda Sinfónica de San
José de Gracia, Jalisco
• Banda Sinfónica Juve-
nil de la Estancia, Co-
lima
• Banda Sinfónica de Za-
capoaxtla, Puebla
• Banda Sinfónica de Ca-
borca, Sonora
• Banda Sinfónica de San
Miguel El Alto, Jalisco
• Banda Sinfónica de
Guadalupe, Zacatecas
• Banda Sinfónica de
Teul de González Or-
tega, Zacatecas
• Banda Sinfónica de
Tlaltenango, Zacatecas
• Banda Sinfónica de
Fresnillo
LUIS HUMBERTO
RAMOS
Clarinetista mexicano
originario de Fresnillo
Zacatecas. Se graduó en
el Conservatorio Nacio-
nal de Música y realizó
estudios de perfecciona-
miento en Viena y Lon-
dres. Como clarinetista
orquestal ha sido princi-
pal de varios conjuntos
mexicanos, entre los
que destaca la Filarmó-
nica de la Ciudad de Mé-
xico, con la que actuó en
Cuba, Estados Unidos,
Canadá, China, Japón y
Europa. En 1999 es in-
vitado como clarinetista
principal huésped de la
Orquesta Sinfónica Na-
cional, con la que realizó
una gira por los Estados
Unidos.
En música de cá-
mara ha sido fundador
e integrante de diversos
grupos. Actualmente,
es Director de Came-
ristas de México, grupo
que obtuvo en 1999 el
primer lugar en el IV
Concurso de Música de
Cámara de la UNAM,
Director del Coloquio
Musical de Zacatecas y
representante en Mé-
xico de la Sociedad de
Clarinetistas. Como so-
lista se ha presentado
con las principales or-
questas sinfónicas del
país.
A su labor como ins-
trumentista, Luis Hum-
berto Ramos ha añadido
con éxito la de educador
musical; fue director de
la Escuela de Perfeccio-
namiento Ollin Yoliztli
de la Cuidad de México.
Se ha destacado por
realizar una intensa la-
bor docente en diversas
partes de México, ésta
se ha visto reflejada en
una generación de clari-
netistas que hoy ocupan
los principales puestos
en las orquestas mexi-
canas, lo cual ha sido re-
conocido con el Premio
a la Docencia otorgado
por el INBA el 1999. En
1992 representó a nues-
tro país como jurado en
el Concurso Internacio-
nal Valentino Buchi en
Roma, Italia.
Le han otorgado
diversos subsidios por
organismos nacionales e
internacionales al frente
de variados proyectos
musicales que sin lugar
a dudas son una apor-
tación significativa a la
música de nuestro país.
Gracias a su presencia
como intérprete, el re-
pertorio contemporáneo
mexicano, se ha visto
enriquecido con decenas
de partituras que han
sido dedicadas por com-
positores de México, Ar-
gentina, Estados Unidos,
Puerto Rico y Perú. Sus
grabaciones aparecen
bajo las marcas Euram
Quimdecim y Editart.
En 1999 fue distinguido
con la medalla Mozart
en grado de excelencia
en reconocimiento a su
trayectoria artística.
AGENDA CULTURAL
JULIO 2014
MARTES 29
19:00 horas
Bellas Artes a todas
partes
Presenta:
“¡Leo… luego existo!”
Actriz invitada: Marianna
Burelli
Leyendo textos de Fede-
rico Cambell
Patio Central del Museo
Zacatecano
Entrada libre
MUNICIPIOS
JEREZ
MARTES 29
12:00 horas
Bellas Artes a todas
partes
Presenta:
“¡Leo… luego existo!”
Actriz invitada: Marianna
Burelli
Leyendo textos de Fede-
rico Cambell
Teatro Hinojosa
Entrada libre
VETAGRANDE
LUNES 28
19:00 horas
Teatro Dramático
Cenizas a las Cenizas
Concertante – Jalisco
Dir. Jorge Tadeo Gutiérrez
Museo Sala Cultural
TAIBO
Entrada libre
VILLA GARCÍA
MARTES 29
20:00 horas
Teatro Dramático
Cenizas a las Cenizas
Concertante – Jalisco
Dir. Jorge Tadeo
Gutiérrez
Plaza Principal
MUSEOS Y GALERÍAS
MUSEO ZACATECANO
“Acercamiento Histórico-
Numismático a la Batalla
de Zacatecas”
Colección: Dr. Luis M.
Gómez Wolschner
Permanencia: Enero 2015
“Cómo han pasado los
años... Almanaques An-
tiguos”
Sala de Exposiciones
Temporales del Museo
Zacatecano
FOTOTECA DE ZACA-
TECAS PEDRO VALTIE-
RRA
“A cien años de la Toma
de Zacatecas,
Fotografía y Revolución
1913-1914”
CASA MUNICIPAL DE
CULTURA DE ZACA-
TECAS
“100/100 Toma de Zaca-
tecas”
Gráfica. Coordina: Rayón
5.5.4
CINETECA ZACATE-
CAS
“¿Qué de la Toma?”
Resultados del 1er. Salón
de Arte Contemporáneo.
Permanencia: 12 de
agosto de 2014
MUSEO MANUEL FEL-
GUÉREZ
“La Ruptura y sus ante-
cedentes”
Incluye 36 obras de artis-
tas como José Clemente
Orozco, David Alfaro
Siqueiros, Diego Rivera,
entre otros, y sitúa al mo-
vimiento muralista desde
las perspectivas sociales y
culturales de México.
“Lilia Carrillo: abstrac-
ción lírica, su legado a
40 años”
Homenaje póstumo que
reúne obras realizadas por
la pintora en diversas eta-
pas y pertenecen a una
colección particular de
Manuel Felguérez y Mer-
cedes Oteiza de Felguérez.
“La Conversación
Cualsea”
Es la primera de tres ex-
hibiciones que muestran
los resultados de La Con-
versación, un laboratorio
para el desarrollo de pro-
yectos transdisciplinarios.
CENTRO CULTURAL
PALACIO DE GOBIERNO
“Baúles, con Alas y raíces.
Tesoro de los niños y ni-
ñas de México”
Batalla de Zacatecas, versos y acordes de la Revolución Mexicana[Exposición temporal en el Museo de Gua-dalupe]El pasado 23 de junio de 2014 se inauguró en el Museo de Guadalupe la exposición Batalla de Zacatecas, versos y acordes de la Revolución Mexicana, en el marco de la conmemoración del centenario de dicho movimiento revolucionario y de los 75 años del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En el caso de esta exposición se procuró hacer una cuidadosa selección de más de 130 objetos provenientes de los museos: Nacional de Arte, Nacional de Historia, Nacional de la Revolución, Casa de la Bola, Franz Mayer, Casa Carranza, del Estanquillo; así como de otras instituciones como la SEDENA y el Sistema Nacional de Fototecas. Entre las colecciones destacan aparatos reproductores antiguos (fonógrafos, gramófonos y victro-las); grabados y cancioneros de Posada; mo-biliario, objetos de la vida cotidiana y ajuar doméstico, así como indumentaria; objetos históricos; pintura al óleo de Carlos Ribera, Manuel Pastrana y Francisco Goitia; una carta astral de Ramón López Velarde, y más de 30 fotografías.
Algo relevante en esta exhibición es que a pesar de que el eje rector gira en torno a la Batalla de Zacatecas, no se obvia la guerra y la violencia, ya que sólo se muestran ocho armas entre metralletas, pistolas colt conocidas como “peacemaker” y los populares rifles Winches-ter conocidos como “Carabina 30-30”. Cabe señalar que los títulos de cada núcleo temático fueron tomados de frases de la música de Ponce y de la famosa Marcha de Zacatecas.
Se utilizaron con medida, espacios inte-ractivos y dinámicos que ayudan al visitante a tener una comprensión más amplia de cada núcleo, así como ambientaciones que recrean algunos temas particulares. Desde el umbral de la exposición, el público se encuentra con un gran foto-mural de la Avenida Hidalgo en donde en primer plano se observa el Teatro Calderón, en donde se dieron varios espectá-culos a lo largo de 1914.
En el primer núcleo se inicia con una línea del tiempo electrónica que narra con-
cretamente hechos históricos y culturales; internacionales, nacionales y locales, de 1910 a 1917; un mapa interactivo donde se obser-van los levantamientos maderistas en el norte entre 1910 y 1911; y finalmente un video y una serie de fotografías que narran la Decena Trágica ocurrida en febrero de 1913.
Al pasar al segundo tema se observa a los protagonistas de la Revolución y de la Batalla de Zacatecas en particular.
En el tercer núcleo se observan distintos objetos que dan cuenta de la vida cotidiana en Zacatecas durante 1914, y que es final-mente un reflejo de la rutina diaria que se vive en todo el país. Se observa cómo la mujer toma un papel protagónico durante las guerras de la Revolución y los contrastes en las clases sociales.
Para llegar al cuarto núcleo se debe de pa-sar por un túnel en el que se escucha una voz que narra fragmentos del diario del general Felipe Ángeles en los que describe el paisaje zacatecano la noche antes de la Batalla. Al en-
trar al cuarto tema, nos recibe un foto-mural con la destrucción del Palacio Federal, mien-tras que el visitante puede seleccionar en una pantalla interactiva el recuento de las horas que sucedieron el 23 de junio de 1914, desde las 9 am hasta las 8 pm, a partir del diario de Felipe Ángeles.
Finalmente en el último núcleo se puede disfrutar de un bello paisaje de los conos de Santa Mónica de Francisco Goitia; y como remate visual el visitante puede subir a un montaje museográfico de un quiosco que recuerda la plaza como un emblema de de-mocracia en donde todos los grupos políticos y sociales se reúnen para disfrutar de los con-ciertos y otras amenidades que en aquellos tiempos se organizaban.
Quedan invitados a visitar la exposición temporal Batalla de Zacatecas, versos y acordes de la Revolución Mexicana, que refleja un gran esfuerzo por parte de los gobiernos federal y estatal, por montar exhibiciones audaces y provocativas.
28 de juLio DE 2014 11M
useosEl Templo de las MusasPor Violeta Tavizón*
* Curadora.
Museo de Guadalupe, CONACULTA-INAH
12Rí
o de P
alab
ras
LA GUALDRA NO. 159 / 28 DE JULIO 2014
Nunca tuve la intención de convertirme en antihéroe ni vengador, pero una parte de la prensa me comenzó a llamar de esa forma. Asesinaba a delincuentes y a hombres de clase alta. Sobre todo grandes empresarios y burócratas de alto nivel. Era un cazador. Y es lo que encontrarán en esta bitácora, las narraciones de un cazador. El mundo para mí ha cambiado poco, la única diferencia es que ahora todos son blancos, zombies o no. Porque seguramente los sobrevivientes querrán sobrevivir a toda costa, se convertirán en enemigos de otros sobrevivientes. Trata-rán de robar suministros, agua, mujeres. Tratarán de liquidar las amenazas y no hay peor amenaza que encontrarse con un hombre desesperado, agónico y con una voluntad de acero para estar vivo; incluso encontrarse con una horda zombie com-parado con lo anterior sería hallarse en un parque de diversiones.
Decidí terminar con mi prisionero zombie, me acerqué y lo corté por el cuello. Ni el cuerpo ni la cabeza sobrevi-vieron. No hubo sangre -me asombra su coagulación inmediata-. Salí a la terraza y me entretuve lazando zombies de la te-rraza vecina y jalándolos hacia el vacío. Al principio fue fácil, pero apenas compren-dieron el mecanismo ninguno se acercaba lo suficiente a la trampa. Aprenden rápido, quizás podrían conformar una civilización apenas comprendieran una especie de len-guaje, un lenguaje propio no uno humano. Quizás con la existencia de un código co-mún entre primero un pequeño grupo de zombies el mundo volvería a instaurarse.
¿Cómo sería un mundo zombie? No habría automóviles. No habría escuelas. No habría ajustes de cuentas. No habría bancos. No habría días de campo pa-trocinados por compañías de alimentos transgénicos.
Día 8Por Edgar Khonde
El puro bajónPor Alberto Huerta
Ahí comenzó el bajón. Me encontré en la sala de es-pera de la central de autobuses con cinco mil pesos en la bolsa derecha del pantalón. Ni siquiera llevaba una chamarra, un saco… o un suéter. No, estaba en mangas de camisa. Había ido a despedir a unos ami-gos que se regresaban a su casa después de pasar en la ciudad unos días de vacaciones. En casa me espe-raba Wendy, mi mujer y un cachorro chihuahueño: Duke. Tenía un empleo en una oficina municipal. Un trabajo monótono y aburrido. Era archivista. De ocho a tres de la tarde me la pasaba sumergido en aquel mar de papeles. Montañas de papeles que a nadie le interesaban. Mis amigos de entonces, Pacho y Luis, nos reuníamos los sábados al mediodía en La
Eres diferente a las demás:eres fría,tardas en decir te quiero y en quitarte la ropa
no reaccionas al momentoni sonríes al instante
no hay caricia básica que te derrita, no hay un método o estrategia que día a día contigo me funcione
no eres como las demás:me gusta así como eres,hay días que parece -que aunque estemos juntos-no estamos
veo tus ojos y están lejosme miras, pero estás lejos
podemos estar así por minutos,no hay nada entre nosotrosun pensamiento, una palabra, nada
es como si de pronto, mi soledad y la tuya tuvieran rostroy estuviéramos de frente a ella
estar contigo es así:como estar en armonía con la nostalgia, como cansarse de vivir y por un pequeño tiempodedicarse a recordar desde ahoralo que mañana será tiempo pasado:
como verle la sombra a dios en un día nublado.
Diferente a las demásPor Roberto Galaviz
India Bonita, a jugar dominó y bebernos unas cervezas. A veces dos o tres cubas libres. Los domingos veía el futbol en la tele con un six pack de Tecates. Por la tarde íbamos al cine Wendy y yo, después de comer arrocito, guaca-mole, salpicón y guayabas en almíbar. Luego venía otra larga semana cargando, oliendo y manoseando papeles y más papeles. Muy de vez en cuando íbamos al teatro a oír a la Rondalla de Santillo, eso nos reconstituía inyec-tados de amor. Los cinco mil pesos estaban destinados para comprar en Elektra una estufa y un DVD. Solicité el préstamo a la caja de ahorros. Fue increíble, en cinco días, sólo cinco días, me lo otorgaron. Generalmente el trámite duraba hasta tres o cuatro meses. Cinco mil del águila. Peso sobre peso. Diez billetes de a quinientos. Empecé a escuchar por los parlantes las salidas y llegadas de autobu-ses. Y yo ahí, a punto de regresar a casa, a ver una serie en la televisión, después de cenar un café con leche con una concha de chocolate. No le pensé dos veces. Me dirigí a la taquilla de los autobuses Estrella Blanca y compré un bo-leto a Nava, Coahuila. ¿Por qué Nava? Era el destino más lejano. La merita frontera. Al otro lado está Texas. Estados Unidos… El gabacho… Ahí empezó el bajón. El puro bajón.
Sentada en la caja de la camioneta, hecha un nudo por el frío del aire que le pega en todo el cuerpo, Jaqueline piensa en Dorita la muñeca que vio en la tele: ésa que dice mamá, cierra los ojos y cuando le aprietas la panza saca sapitos. La ilusión le crece cuando recuerda que en el comercial se ve cómo Dorita toma su teta, hace pipí como si fuera una bebé de verdad. Está rebonita, dice, pero nadie la escucha. La camioneta viaja a toda velocidad, los otros niños que van con ella duermen. Su mamá y las otras señoras van más preocupadas por las canastas o por cubrir un poco con sus cuerpos a los niños más pequeños. Dorita trae pañalera y ropita, Jaqueline sigue con su pensamiento, con dos pañales de repuesto. ¿Dónde la vende-rán?, se pregunta. Piensa cómo hacerle para guardar un poco del dinero que recibe por vender dulces o por pedir cooperación, sin que su mamá se lo quite. En ese momento la camioneta se detiene, los niños se bajan, a cada uno le dan una bolsa con paletas. Las mujeres con sus canastas con dulces y semi-llas, se van cada una a su lugarcito. Jaqueline y otra de las niñas se van a la iglesia para empezar a trabajar; su compañera va triste, con desgano. Jaqueline no, ella va contenta, tiene una ilusión: no importa si para lograrla tarde muchos, muchos años, algún día tendrá a Dorita entre sus brazos.
JaquelinePor Pilar Alba
Paul Cezanne. Niña con muñeca. 1904.