La Gran Ruta de Suiza

download La Gran Ruta de Suiza

of 100

Transcript of La Gran Ruta de Suiza

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    1/100

    SuizaLA GRAN RUTA DE

    La mejor forma de conocer el país helvético en coche

    NÚMERO ESPECIAL

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    2/100© H-D 2015. Harley, Harley-Davidson y el logo Bar & Shield son marcas registradas de H-D U.S.A, LLC.

    TIEMPO DE DESCUBRIR

    TU AVENTURA

    T O U R I N G

    VISITA H-D.ES Y DESCUBRE LO QUE ESREALMENTE UNA AVENTURA TOURING.

    Las mejores motocicletas Touring que se hayan visto nuncaestán listas para que las pongas a prueba en la carretera.

    Dejemos que se acabe el debate y empiece el tiempo de rodar.

    Reserva una prueba de conducción gratuita en tu concesionario. SCREW IT, LET’S RIDE.

    Harley-Davidson® Authorized Rentals es una forma muy

    sencilla de lanzarte al asfalto con los últimos modelosHarley-Davidson® y disfrutar de una experiencia únicarodando hacia tu destino favorito. Descubre el mundo alomos de una Harley y viaja como no lo has hecho nunca.

    alquila una harley 

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    3/100

    ED I TOR I A L

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 3

    “Se hace camino al andar”, reza el famoso versodel poema de Machado, y esa es la esencia queacompaña la Gran Ruta de Suiza, un recorridoque se vuelve en sí objetivo del viaje, en un iti-nerario donde no hay, de hecho, una meta. Lameta es el viaje que nos muestra Suiza en todassus versiones, con sus secretos mejor guardadosy sus imágenes más iconográficas. Durante casi1.700 kilómetros en coche, hemos podido es-cuchar los cuatro idiomas del país, salvar cincopuertos alpinos, bucear por 22 lagos y surcaronce espacios naturales declarados PatrimonioMundial de la Unesco, así como dos reservas dela biosfera. Nuestra alma viajera se ha nutrido de

    una rica y equilibrada propuesta de escenariosnaturales únicos, que van del parque nacionalde Zernez, en los salvajes Grisones, a las espec-taculares formaciones de la Creux du Van, en Valde Travers, pasando por la valiosa Reserva de laBiosfera de Entlebuch, en pleno centro del país.Nuestra alma también ha podido tocar el cieloen la cumbre de montañas de gran altura, en lascordilleras alpinas y prealpinas que enmarcanel colorido lienzo del pequeño país helvético:hemos alcanzado la mítica cima del Jungfrau, eltecho del popular Titlis o el pico del friburguésMoléson. Por supuesto, todo ello sazonado conuna dosis perfecta de “grandes” ciudades, con el

    adjetivo entre comillas porque la grandeza de lascapitales helvéticas no yace en su tamaño, sinoen su vibrante vida urbana y cultural: la cosmo-polita Zúrich, la sorprendente Basilea, la tradi-cional Friburgo, la joven Lausana, la encantado-ra Berna, la multicultural Ginebra… Cada unade ellas funciona como una bisagra que engranatramos de la Gran Ruta de Suiza, un eje conduc-tor del discurso que se desarrolla durante el in-olvidable recorrido. Ha sido durante ese trayectocuando hemos podido conectar con el espíritudel país, con su verdadera esencia: en aldeas demontaña que salvaguardan tradiciones ances-trales, charlando con productores de queso y de

    exquisito chocolate suizo o, simplemente, dis-frutando de tramos de carretera tan únicos comoel paisaje que las esconde. En nuestra retina, laGran Ruta de Suiza es un recuerdo inolvidablecon forma de carreteras serpenteantes, como lamítica vía Tremola, de caminos impregnadosde historia, como el que conecta Interlaken conThun pasando por Oberhofen, y de un devenirde kilómetros entre verdes pastos, pueblos demadera y afiladas montañas. De algún modo,todo cobra sentido en el conjunto de la ruta, quecon un discurso coherente nos cuenta cómo esSuiza, con su diversidad, naturaleza explosivay carácter de país de montaña, pero, sobre todo,con un gran corazón que late con fuerza en ple-no centro del viejo continente.

    Cuandola meta esel viaje

    Las imágenes

    reproducidas en esta

    publicación son propiedad

    de Suiza Turismo para

    uso editorial y turístico.

    © de algunas imágenes

    de Nico Schaerer

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    4/100

    SUMAR IO

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza

    SumarioEn la Gran Rutade Suiza, el camino esla meta. Los cercade 1.600 kilómetrosde viaje recorrencuatro zonas lingüísticas,cinco puertos alpinos,once lugares Patrimonio

     Mundial de la Unesco,dos biosferas y 22 lagos.Esta ruta ofrece unavisión concentrada deSuiza con sus atractivosnaturales y culturales

     incluidos.

    006 / Introducción094 / Información hotelera096 / Aplicaciones móviles097 / Información útil

    008GINEBRA

    La ciudadde la paz

    012 JURA/NEUCHÂTEL

    El valle delos relojes

    014BASILEA

    De la

    tradicióna la

    modernidad

    024FRIBURGO

    Mucho porsaborear

    034INTERLAKEN

    Entre el aguay la tierra

    039 JUNGFRAU

    Montañas

    de historia

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    5/100

    SUMAR IO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 5

    044BERNA

    Caminos deleyenda

    046LUCERNA

    Esenciahelvética

    054ZÚRICH

    Excelencia suiza

    064 SUIZA ORIENTAL

    Extremooriente

    067 GRISONES

    100 % natural

    070 TESINO

    La pequeñaItalia suiza

    072VALAIS

    Cruzandomontañas

    076REGIÓN DEL LAGO LEMÁN

    Diseñada paragustar

    086 GRAND TRAIN TOUR

    A todo tren

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    6/100

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza

    Ginebra

    Lausana

    Berna

    Biel

    Basilea

    Neuchâtel

    Friburgo

    LA GRANRUTA DE SUIZA

    C ,

    . N

    . E

    , ,

    . Y . ¿P?

    La ruta

    PUNTOS DESTACADOS: 44 atractivosturísticos de primera categoría, entre ellosonce lugares declarados Patrimonio de laHumanidad por la Unesco y dos reservas de labiosfera.

    LAGOS: 22 lagos de más de 0,5 km² a lo largode la ruta.

    ÉPOCA RECOMENDADA PARA EL VIAJE:Verano (de abril a octubre). La transitabilidadde los puertos de montaña en los Alpessolo está garantizada durante los meses deverano. No obstante, hay otras alternativas,como túneles o el servicio de traslado deautomóviles en tren.

    LONGITUD DE LA RUTA PRINCIPAL:1.643 km (1.021 millas).

    PUNTO MÁS ALTO DE LA GRAN RUTA: Elpuerto de Furka, a 2.429 metros sobre el niveldel mar. Punto más bajo de la Gran Ruta: lagoMaggiore, a 193 metros sobre el nivel del mar.

    DURACIÓN: Se recomienda dedicar al menos10 días a la ruta principal, teniendo en cuentaque como mínimo se van a dedicar cinco horasde viaje al día.

    DIRECCIÓN: La Gran Ruta se puede recorreren ambos sentidos, pero Suiza Turismorecomienda hacerlo en el sentido de lasagujas del reloj, especialmente en el caso depequeñas ciudades con carreteras de un solosentido o con accesos a la autopista.

    NOTA IMPORTANTE: La Gran Ruta de Suizaes una serie de recorridos recomendados por lared suiza de carreteras existente. No obstante,el viajero realiza la ruta por su cuenta y riesgo.Suiza Turismo y la Asociación de la Gran Rutade Suiza no se responsabilizan en caso de

    cambios por obras, desvíos o señalización.

    La señalización de la Gran Ruta (Grand Tour) estará situada en los cruces de

    carreteras y será visible haciendo la Gran Ruta en el sentido de las agujas delreloj.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    7/100

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 7

    Lucerna

    Zúrich

    Winterthur

    St. Gallen

    Lugano

    Interlaken

     

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    8/100

    G INEBRA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza

    GINEBRAEmpiezala aventuraK :

    G R S

    G . O

    F. S , S . ¿N ?

    320  640  960  1.280 1.600

    iudad tranquila y llena de

    ersonalidad, Ginebra es el

    unto de partida para una

    ventura por la Gran Ruta de

    uiza

    GINEBRA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    9/100

    G INEBRA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 9

    La pequeña Ginebra es sede de numerosas entidades financieras y degrandes organizaciones internacionales. En pleno occidente suizo, esuna ciudad tan internacional como tranquila que tiene el lago Lemán

    como espejo y los Alpes y el Jura como fondo natural

    La ciudad de la pazG

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    10/100

    G I N E B R A

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza0

    COMO TODO LO BUENO, Ginebra tienedos caras aparentemente opuestas. La delritmo pausado, que parece marcado porsus famosos relojes, y la de ciudad denegocios y universidades, que llena lascalles de vida y bullicio. Si la observamosdesde lejos, encarada al lago y abiertaa las montañas de los Alpes y el Jura,

    parece imposible imaginar en ella tantasorganizaciones internacionales y bancos.Pero ese es el encanto de la pequeña Gi-nebra, donde los negocios y el ir y venirde estudiantes, diplomáticos, ejecutivosy trabajadores de entidades como la CruzRoja Internacional y las Naciones Unidasno están reñidos con la calidad de vidaque se abre frente al lago Lemán. Este

     bebe de las aguas del caudaloso Ródano yda forma a la bonita ciudad a sus orillas.A un lado, a la izquierda del lago, quedael casco antiguo con su gran catedral,St-Pierre. Cerca están los barrios de Cité-centre y Saint-Gervais. Al otro lado, laciudad de los negocios en forma de mo-dernos edificios de oficinas y hoteles. Ycomo para unir las dos realidades, en elcentro del lago se levanta con fuerza el Jetd’Eau, símbolo de la ciudad, un surtidorde 140 metros con forma de géiser. Nosadentramos en el corazón de la Ginebraantigua, donde encontramos la plaza deBourg-de-Four, realzada por la catedral.Para recordarnos que es aquí donde nacióel calvinismo, St-Pierre se levanta sobriay carente de imágenes. Decidimos encara-

    marnos a su torre para admirar la ciudady sus entornos desde el aire, y constatarque el paso de muchas civilizaciones yculturas han dejado un rastro de edificiosde muchas épocas y estilos. No podemosabandonar la catedral sin antes sumergir-nos en el sótano, donde, como un gransecreto, se encierran los restos del antiguotemplo de Apolo. Caminamos despuéspor la antigua Grand-Rue que vio nacer alfilósofo Jean-Jacques Rousseau, hasta per-dernos por la Ginebra más cosmopolita,que pasea por la Rue du Rhône, la callecomercial más noble de la ciudad, donde

    se pueden encontrar los mejores relojeros,joyeros, diseñadores y maestros choco-lateros. Ginebra se posiciona en segundolugar en la lista del número de habitantestras Zúrich. En esta ciudad francófona sepuede sentir el ambiente internacional,ya que idiomas de todo el mundo se escu-chan en perfecta sinfonía.

    Una vez saciada nuestra sed urbanista,nos acercamos al lago. El gran parque deBarton y los muelles de Wilson y MontBlanc dibujan el hermoso escenario denuestros pasos, mientras sopla el aire.Puede ser el föhn, un cálido viento del

    sur que presagia lluvia y dolores de cabe-

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    11/100

    G I N E B R A

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 11

    za. En cambio, si sopla la bise, del norte,los días se tornarán fríos, pero claros ytransparentes. En días de sol, cuandoel viento da una tregua, merece la penaacercarse a la zona de baños de Bains dePâquis para refrescarse con la hermosavista de los Alpes. Y si preferimos no mo-jarnos, las Mouettes, una especie de taxisacuáticos, nos transportan de una orilla

    a otra del lago. Rebosante de cultura, Gi-nebra cuenta con el Grand Théâtre, óperade la ciudad, y unos 30 museos, algunosmuy especiales, como el de la Cruz Roja,el Museo de Arte Contemporáneo (Mam-co) y el de la Relojería (Patek Philippe).Y es que es en esta zona de Suiza dondese forjó la intensa actividad relojera deun país que funciona tan perfectamentecomo sus relojes. La actividad relojera seinició con la llegada del calvinismo másestricto, en el siglo XVI. Fue entoncescuando orfebres y joyeros tuvieron quereorientar sus actividades hacia algo fun-

    cional, y los relojes cumplieron ese papelrigurosamente práctico. Con el tiempo,estas máquinas supieron adaptarse a lasnuevas necesidades y dieron lugar a unaindustria internacional. En el Jardín In-glés, el coloreado reloj floral simboliza laciudad y su preciado tesoro relojero.

    El tiempo apremia y la Gran Ruta deSuiza no ha hecho más que empezar. Si-guiendo la carretera que bordea el lago Le-mán, conducimos ahora hasta la otra granciudad a orillas del agua: Lausana.

    Cuando sopla la ‘ bise’ , los días setornan fríos y claros.Con ese tiempo, sepuede disfrutar deun día de compraspor el centro de laciudad o de un altoen el camino en unade las terrazas de las

    plazas de Ginebra.Los museos tambiénson merecedores deuna visita sosegadaantes de divertirse junto al río

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.geneve-tourisme.ch

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    12/100

    NEUCHATE L

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza2

    La ruta se detiene en la ciudadde Neuchâtel para pasear por

    sus calles, disfrutar del paisaje y deleitarse con su arte. El

    castillo de esta ciudaduniversitaria es todo un

    referente que bien mereceuna visita

    Abandonar el lago Lemán suponeadentrarse por una ruta que en se-guida penetra en una de las zonasmás salvajes del país, la sierra del

     Jura. Un entorno natural que nosacerca por la Gran Ruta de Suiza a

    la cuna de la relojería mecánica degama alta, el Vallée de Joux. Las al-tas cordilleras del Jura, cubiertas demantas de coníferas, nos envuelvencon un halo de misterio mientrassurcamos el valle. La montaña másalta, el Mont Tendre, a 1.679 metros,ofrece las mejores vistas sobre estosparajes y, más allá, sobre el brillantelago Lemán.

    De repente, como custodiandonuestro recorrido, el lago de Jouxaparece brillante. En días ventososson muchos los surfistas que se ha-

    cen con sus tablas para aprovechar

    JURA/NEUCHÂTELD G L C--F:

    G R S. D G N A. C-

    B C M. L J -

    L P V.U O Y--B. S S-C F N, ,

    N, C V. DN G R S

    L C--F, L C.

    El fondo montañoso del Jura acompañael viaje en una región de gran encanto quefusiona la naturaleza salvaje con el arte relojero,los baños de termales y la arquitectura de LeCorbusier

    El valle delos relojes

    V J

     

    GINEBRA

    LAUSANA

    BERNA

    50 100 150 200 250 300 350

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    13/100

    N E U C H A T E L

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 13

    las ventajas de este escenario sin-gular. A 1.000 metros de altitud, setrata del lago más grande del Jura, yel más popular a la hora de practicardeportes acuáticos de todo tipo. Eninvierno, su superficie helada seconvierte en una gran pista de pati-naje y en sus aledaños algunas pistasde esquí cumplen los sueños de losamantes de la nieve. Todo el valle es,efectivamente, el lugar idóneo parael montañismo. Resulta fácil de ima-ginar cómo de dura debía ser la vidaen estos parajes en tiempos remotos.

    Y esto explica, en parte, el iniciode la tradición de la producción yensamblaje de relojes en los pueblosde la zona. En nuestro viaje en auto-móvil, un ferrocarril parece hacernosla competencia: es el que conecta lospueblos de Vallorbe hasta Le Sentiery Le Brassus, los que concentran esaintensa actividad relacionada conlos relojes. Mientras que en Ginebrael calvinismo fue el motor del iniciode esta industria, es a partir de 1740cuando, en estas recónditas aldeas,los campesinos encontraron en la

    precisión de la fabricación de relojesuna fuente de ingresos durante loshelados meses de invierno. La pros-peridad y la autosuficiencia fuerondebidas, en gran parte, al aislamientodel lugar. Hoy, en el museo de relojesEspace Horloger, en Le Sentier, pue-de repasarse la historia de esta in-dustria local y a la vez internacional.

    Es hora de seguir en marcha paraaproximarnos en pocos kilómetros allago de Neuchâtel y hacer una para-da en Yverdon-les-Bains, la estacióntermal más importante de Suiza oc-

    cidental. Pero la Gran Ruta de Suiza

    nos tiene reservada otra agradablesorpresa: el pueblo medieval de Ro-mainmôtier, presidido por su sólidaiglesia románica. La contemplamosdesde un mirador escondido en unacolina y tenemos la sensación de queen Romainmôtier el tiempo se hatomado una tregua para pararse enun pasado de piedra y naturaleza.

    YVERDON-LES-BAINS, CENTROTERMAL. Tan solo entrar en la ciudad,nos damos cuenta de que estamos enun lugar privilegiado, con una gran

    tradición termal a sus espaldas quese plasma en edificios, castillos y rui-nas de baños romanos. Anclada entreel Jura, las colinas de Broye y el lagode Neuchâtel, Yverdon-les-Bainscuenta con 6.000 años de tradición asus espaldas que le han otorgado sus

     benéficas y medicinales aguas terma-les. Hoy la salud sigue siendo la pro-tagonista de esta apacible ciudad.

    HACIA NEUCHÂTEL Y LA CHAUX-DE-FONDS. Llegamos a Neuchâtel, co-nocida en alemán como Neuenburg,

    dispuestos a saborear la historia ycultura de la atractiva ciudad. Haydos museos imprescindibles: el Laté-nium, el museo de arqueología másgrande de todo el país, y el Museode Arte e Historia. Pero el principalatractivo de Neuchâtel se encierraen su casco antiguo medieval, con lacatedral del siglo XII y la Place desHalles, punto de encuentro de estu-diantes de esta ciudad universitaria.El paseo por el lago en barco pone laguinda al pastel de la visita a Neu-châtel. La ruta prosigue y otra ciudad

    nos espera cargada de pequeños teso-

    ros. Se trata de La Chaux-de-Fonds,la ciudad que vio nacer al genial ar-quitecto Le Corbusier, cuya figura tra-za una interesante ruta a través de susobras. Nos acercamos a algunas desus casas, como la Maison Blanche,construida para sus padres. Pero todala ciudad es de gran interés urbano yarquitectónico, y, por este motivo, fuedeclarada Patrimonio de la Humani-dad en el 2009. Después de un catas-trófico incendio, La Chaux-de-Fondsrenacía de sus cenizas a principiosdel siglo XIX. Merece la pena visitar

    el Museo de la Relojería.Como suele pasar, cuando disfru-tamos de la vida, el tiempo marcadopor los relojes que nos rodean pasavolando. Y nos indica que es hora decontinuar el camino hacia Basilea.

    La gargantaCreux du Van, enel Val de Travers

    Vista sobreLa Chaux-de-Fonds

    La Gran Ruta deSuiza de Vallorbe

    a Orbe

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.yverdonlesbainsregion.chwww.neuchateltourisme.ch

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    14/100

    BAS I L EA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza4

    añada por el Rin, Basileas una ciudad singular con

    n casco antiguo muy bien

    onservado

    BASILEAD L C--F B:

    L C--F J V A S. S-

    U D. P

    J C, B.

    BASILEA

    50  100  150  200 250 300 350

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    15/100

    BAS I L EA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 15

    Rodeada por la sierra del Jura y regada por

    el río Rin, la ciudad de Basilea bebe de lastradiciones que han forjado su historia y

    centro histórico para contemplar el presentedesde el ángulo más moderno y rompedor

    De la tradicióna la modernidad

    B

     

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    16/100

    B A S I L E A

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza6

    Decidimos que St-Ursanne es unafantástica etapa para parar el coche y

    dar una vuelta por su casco antiguo.Cuenta la leyenda que fue el monjeirlandés Ursicinus el fundador dela bonita aldea, cuando llegó a estehermoso paraje para establecersecomo ermitaño. Peregrinamos 190escalones hasta la ermita del santo,desde donde podemos contemplar lahermosa población de piedra y el ríoDoubs que la baña.

    Proseguimos por la Gran Ruta deSuiza para topar, a pocos kilómetros,con otra población deliciosa, Delé-mont. Es, de hecho, la ciudad más

    importante del cantón del Jura, quevisitamos con esmero siguiendo sus

     bonitas fachadas de colores, sus fuen-tes policromadas y las antiguas puer-tas de entrada medievales.

    Ambos pueblos son la antesala dela llegada a la fantástica ciudad deBasilea.

    BASILEA, SIEMPRE AL DÍAA caballo entre Francia y Alemania,Basilea es una ciudad con muchapersonalidad a la que le gusta marcarla diferencia respecto al resto de las

    ciudades suizas. El casco antiguo,

    encuadrado por el Rin, es uno de losmejor conservados de Europa y, en

    contraste, las propuestas de arquitec-tura contemporánea y arte sazonan lavida en la sorprendente Basilea.

    A ORILLAS DEL RINEn la enigmática Basilea no hay lagosni montañas. En el viaje por Suiza pa-rece que los días se cuentan por picosy lagos, pero una ciudad parece em-peñada en saltarse la norma y darnosuna sorpresa… ¡muy agradable! Y esque el encanto de la cultural Basilease guarda como un tesoro regado porel caudaloso Rin, en su valioso casco

    antiguo, pero también en los nume-rosos museos de arte que la colocanen el primer lugar de la lista nacionalpor lo que se refiere a cantidad.

    Me dispongo a desentrañar lossecretos de la histórica Basilea y em-prendo un itinerario que se enmarcaen la antigua ciudad fortificada, enla orilla occidental del río. Antiguaspuertas marcaban los puntos de entra-da en esta muralla, como la hermosaSpalentor. Un buen punto de partidaes la Marktplatz, una pintoresca plazade forma rectangular que aún hace las

    veces de plaza del mercado y punto

    de referencia y partida de numerosositinerarios urbanos. Hoy es día demercado y en los golosos puestosse concentran turistas y vecinos en-cantados con la fresca oferta local.Christine llena sus bolsas de verduray fruta: “Soy de aquí y me encanta miciudad, especialmente la modernidady la vida cultural que propone”. Elfondo a esta escena de mercado alaire libre, que viene repitiéndose siglotras siglo, es de color rojo púrpura:el del edificio del ayuntamiento, unaconstrucción ecléctica levantada en

    diversas épocas, entre los siglos XIVy XIX, maquillada con preciosas pin-turas y tocada por una elegante torre.Me seduce este bloque de color, queinvita a penetrar en su patio interior,donde la historia viene contada porfrescos policromados.

    ENCANTO COMERCIALAbandonamos la plaza para adentrar-nos en el antiguo barrio de los artesa-nos. Sus estrechas calles, de nombresgremiales, encierran construccionesantiguas en un marco casi de cuento

    de hadas reconvertido en encantadorfeudo de pequeñas tiendas actuales,muchas de ellas aún artesanales. Pa-samos por callejuelas donde, con un

    En la Marktplatz, elayuntamiento es elvigía del mercadoal aire libre, puntode encuentro devendedores decomida y flores

    escapadaUna opción de escapada en Basilea es

    visitar las ruinas romanas de la antigua

    ciudad de Augusta Raurica, una auténtica

     joya en muy buen estado de conserva-

    ción al norte de los Alpes. Se enclava en

    los pueblos de Augst/Kaiseraugst, a

    pocos kilómetros de Basilea.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    17/100

    BAS I L EA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 17

    En el antiguo barrio

    de los gremios,

    algunas calles como la

    Spalenberg concentran

    negocios y tiendas de

    gran encanto

    BAS I L EA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    18/100

    BAS I L EA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza8

    Beatrice Massart

    explica con emoción el

    arte que se exhibe en el

    imprescindible Museo

    de Arte de Basilea

    BAS I L EA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    19/100

    B A S I L E A

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 19

    poco de fantasía, descubriremos unperfume familiar…: son la Imbergassey la Pfeffergasse, las calles del jengi-

     bre y la pimienta, en tiempos remotoscobijo de mercaderes de especias.El contraste entre la antigüedad deestos rincones y la modernidad de laBasilea actual se toca con la mano enel pequeño estudio de arquitectura ydiseño de los hermanos Hilbert, undiáfano local en la calle Nadelbergdonde se gestan proyectos arquitectó-nicos en una de las ciudades que mássobresale en el terreno de la arqui-tectura actual de todo el continente.

    “Aunque somos alemanes, paranosotros Basilea es la mezcla perfectaentre lo artesano o incluso casero ylo moderno”. Por su parte, TheresaStöckin, la vecina de la puerta de allado, se dedica a la confección desombreros y gorros con mucho estilo.Diseño y moda, junto con el trabajocasi manual, encuentran, de nuevo,su espacio en el corazón de Basilea.También lo tienen en la calle Spalen-

     berg, donde los escaparates muestrancon gracia productos de todo tipo,como en la tienda de Johan Wanner,

    uno de los mejores exponentes detodo el país por lo que se refiere a de-coración navideña. Herr Wanner merecibe con la elegancia que merece ellugar, donde entro apabullada por elcolor y el brillo de mil y un objetosque construyen a mi alrededor unmundo de fantasía e ilusión casi in-fantil. “Hay que vivir con un ojo en lainfancia”, asegura el afable propieta-rio de la increíble tienda.

    Y, con las ganas de una niña, pro-sigo mi paseo, que transcurre por lacalle comercial Freie hasta la impo-

    nente catedral.

    La 'brasserie' delhotel Les Trois Rois

    completa la deliciosaoferta del otro granrestaurante de esteestablecimiento, el

    galardonado ChevalBlanc IZQUIERDA BruceNauman y sus obras de

    neón ponen un granode arena a la extensa

     y valiosa colección delMuseo de Arte

    RASTROS DE HUMANISMO

    La catedral se levanta en su plazahomónima, la Münsterplatz. Plazay sede del obispo constituyen unhermoso y vital conjunto. La catedralo Münster conserva restos románicos,especialmente en su claustro, lugardonde se encuentra enterrado el máxi-mo representante del humanismo,Erasmo de Róterdam, muy vinculadoa esta ciudad, donde impartió sus en-señanzas. Damos la vuelta al edificiopara llegar a la terraza trasera o Pfalz,que, casi a escondidas, nos ofrecevistas privilegiadas sobre el valle del

    Rin y las cumbres de la alemana SelvaNegra y los franceses Vosgos.

    En un ligero paseo llegamos hastala Barfüsserkirche (iglesia de los des-calzos), y, de aquí, a la vecina plazadel teatro, cuyo moderno edificio essede de uno de los centros culturalesmás importantes de la ciudad. El mo-vimiento de tranvías y gentes certificaque estamos en un punto neurálgicode este lugar de contrastes, y comopara recalcarlo, una fuente monumen-tal del artista del arte cinético y delreciclaje, Tinguely, salpica alegremen-

    te el ambiente. Es el arte que sale de

    los museos para invadir la calle, por-

    que parece que a Basilea no le bastacon sus más de 30 museos. Por cierto,uno de los más curiosos, el Museo del

     Juguete, se halla en esta misma plaza.Quizá ha llegado la hora de meter lanariz en la Basilea más cultural.

    ¿VAMOS DE MUSEOS?

    En esta ciudad de artesanos y artistas,en este punto de encuentro de hu-manistas y creadores, el museo comocentro de acogida y conservacióndel arte y la cultura ocupa un lugarprimordial.

    La mayoría de los museos de Basi-lea son fruto del legado de los ricoscoleccionistas de todo tipo a unaciudad sensible a estas valiosas dona-ciones privadas. Pero, aunque museo suena sobre todo a arte, aquí los hayde muchos tipos. El del juguete, oSpielzeug Welten Museum, ocupaun edificio entero al que accedemoscon renovada curiosidad infantil. Ylo que nos espera no nos decepciona.Osos de peluche, casas de muñecas,autómatas, títeres..., perfectamenteordenados por tipos, países de origen

    y épocas, permiten acercarnos a la

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    20/100

    B A S I L E A

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza0

    Olaf estudia en elflamante Instituto de

    Diseño de Moda delcampus de Dreispitz,en Basilea DERECHADe visita obligada esla catedral, con suclaustro y las vistasdesde la terraza quela rodea

    cultura a través de la moda y las cos-tumbres de cada momento. Porque,

    al fin y al cabo, las muñecas y losjuguetes encarnan a la perfección losgustos, preferencias y modas de cadasociedad. Este viaje en el tiempo y ala infancia eriza el vello sobre mi piely me transporta a escenarios casi ima-ginarios. Me planto frente a una grancasa de muñecas para observar cadapequeño detalle de la bonita alegoríade una casa del siglo XIX y concluyoque, efectivamente, esto es tambiénarte.

    Aunque es en el Kunstmuseum Ba-sel donde el viaje al mundo del arte

    cobra una dimensión especial. Nosacompaña por las grandes salas delsobrio edificio Beatrice Massart, unaguía especializada que lleva mediavida explicando el arte que se encie-rra entre estas paredes. Se trata, enrealidad, de la colección de arte másimportante del país: “Desde el Rena-cimiento al cubismo, pasando por elimpresionismo. Todo tiene cabida eneste centro”. Son tantos los nombresde artistas conocidos que desfilanante mis ojos que me apabulla la ideade que este es un museo tan infinito

    como el arte en esta ciudad. Este cen-

    tro cultural permanecerá cerrado has-ta abril del 2016, pero su colección

    puede visitarse, hasta septiembre, enel Museo de las Culturas y en el Mu-seo de la Actualidad de Basilea, asícomo en los museos Reina Sofía y delPrado de Madrid.

     El Museo de Arte Contemporáneo,la deliciosa Fundación Beyeler o elMuseo de Tinguely forman parte dela larga lista de oportunidades de laBasilea más cultural.

    ALMACÉN DE ARTEUn nuevo embrión gestado en estecontexto de arte y cultura es el

    Schaulager, un rompedor edificiodiseñado por los grandes arquitectoslocales Herzog & de Meuron en eldistrito de Münchenstein. Esta zona,resurgida del pasado industrial, dacabida a nuevas y ambiciosas inicia-tivas que proyectan la ciudad haciael futuro, como la de este centro deconservación del arte. En un rápidotrayecto en tranvía nos plantamosfrente a esta inusual construcción, delíneas rectas, colores claros y aspectofuncional. En el interior nos aguardaun espacio diáfano y en apariencia

    vacío. Me pregunto dónde está aquí

    el arte, y la respuesta a mi enigmaestá en el propio nombre del lugar: elSchaulager  (en alemán, almacén deexposición) es, en definitiva, un granalmacén de arte pensado para guardarla colección privada de la FundaciónEmanuel Hoffmann, que se encuentraarchivada en cajas. En el gran vestíbu-lo, sin embargo, se da cabida a expo-siciones y es en ese contexto en el quelas cajas correspondientes se abreny el material es expuesto. Me sientoen una especie de nave espacial delarte en este lugar de líneas límpidas yarmónicas, pero el viaje por la Basilea

    de la contemporaneidad no ha hechomás que empezar.

    ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEANo hace falta alejarse de Dreispitzpara ver algunos ejemplos más deuna Basilea en ebullición que amaconservar lo antiguo para construir lonuevo. Escuelas de diseño, empresasrelacionadas con las industrias delconocimiento, nuevos y modernosedificios que dan vida al barrio de lamodernidad. Entramos en el blancoy diáfano vestíbulo del Instituto de

    Diseño de Moda (Institute of FashionDesign) y charlamos un rato con Olaf,un apuesto estudiante que estudia suúltimo curso en la escuela del cam-

    dormir

    En la ciudad de Basilea los hoteles están

    muy al día. El flamante Novotel es un

    alojamiento que quiere formar parte de

    esta artística y moderna Basilea y lo hace

    con gusto y practicidad. Ya en el casco

    antiguo, el Hotel D es otra cómoda y

    práctica opción; eso sí, con muy buen gusto.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    21/100

    En el centro de la

    ciudad vieja se ubica el

    restaurante brasería

    Kunsthalle

    BAS I L EA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    22/100

    El 'Schaulager' esliteralmente unalmacén de arte, cuyo

    edificio es una delas últimas obras deHerzog & de Meuron

    BAS I L EA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    23/100

    B A S I L E A

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 23

    pus de Dreispitz: “Me gusta estudiaren este nuevo edificio, es práctico ycercano al centro”.

    Tomamos el tranvía, para descubrirun volumen de forma cúbica que nossale al paso. Es la estación ferroviaria,y junto a esta, el centro de control delos ferrocarriles de Basilea, obra, claroestá, de Herzog & de Meuron, cuyomáximo exponente es, no obstante,y al otro lado del río, el edificio de lanueva Feria de Muestras. Como unagran nave espacial recién aterrizadaen Basilea, la gran obra de la arquitec-tura más actual resplandece como elnuevo símbolo de la ciudad. Se tratadel city lounge del recinto ferial, un

    espacio público cubierto que funcio-na como entrada a la feria y punto deencuentro. Basilea parece invadidapor las líneas futuristas y rompedo-ras de los arquitectos más atrevidos,como Frank O. Gehry, Diener &Diener o Sanaa, todos artífices deldeslumbrante campus de Novartis.Menos deslumbrante, pero delicioso,es el Vitra Design Museum en Weilam Rhein, el primer edificio diseñadopor Zaha Hadid y la primera obra deGehry en Europa. Situado a unos 5kilómetros de Basilea, es una visita

    obligada para los amantes del diseño.

    Theresa Stöckindiseña, fabrica y vende

    sombreros en subonita tienda del cascoantiguo DERECHA Son

    cuatro los históricosferris que cruzan el

    Rin de orilla a orilla.Fährimaa lleva media

    vida acompañando esteviaje fluvial

    embajadorSam Keller, director de la Fundación Beyeler.

    El que fue director de la Feria de Arte de Basilea se erigió, en el ,

    como flamante director del museo de arte más visitado del país, en la

    ciudad con más museos de Suiza: la Fundación Beyeler de Basilea,

    cuya colección permanente incluye obras de Bacon, Calder, Van Gogh,

    Matisse y Picasso, y con exposiciones temporales dedicadas a grandes

    nombres como Jeff Koons y Philippe Parreno. De la ciudad del arte que

    es Basilea, Keller ha querido recomendar un parque repleto de obras de

    Richard Serra, la Villa Wenkenhof. "Con su jardín francés y el parque inglés con esculturas de

    Richard Serra —ambos pueden visitarse en domingo—, la Villa Wenkenhof es como la

    encantadora versión en miniatura de Versalles en Basilea". Efectivamente, es esa mezcla entre

    la exquisitez, el buen gusto y el cosmopolitismo lo que transforman Basilea en una cita

    obligada en el viaje suizo.

    VUELTA A LA TRADICIÓN

    Me encanta esta Basilea de contrastes,la que nos sobresalta con bloques

    inmensos de cristal y formas impen-sables, pero también la que es capazde conservar sus tradiciones, comolos curiosos ferris que cruzan incansa-

     blemente el Rin. Me dirijo al pequeñoembarcadero para subir a uno de loscuatro ferris que cubren el corto peronecesario trayecto. Suena la campani-ta de la embarcación, cuyo impulso esla corriente del río. Un cable mantie-ne el barco en la línea del trayecto.Subimos y allí nos espera Fährimaa,

    un entrañable “capitán” que lleva 22años guiando la pequeña embarca-ción de una orilla a otra: “Mi padreya se dedicaba a esto”, comenta conla sonrisa tímida pero franca de quiensin haber visto mucho mundo ha teni-do el mundo en su casa a través delos miles de viajeros que deben habercruzado el Rin navegando con él.

    En muy pocos minutos hemosaccedido, de nuevo, a la ciudad an-tigua. Se acerca la hora de la cena ynuestro objetivo es el restaurante delhotel más antiguo, Les Trois Rois. Eneste maravilloso establecimiento, elrestaurante Cheval Blanc, regentadopor el prestigioso chef Peter Knogl,

    testifica sus dos estrellas Michelincon una propuesta gourmet  de las quedeshacen el paladar. Otra gran opciónen Les Trois Rois es la brasserie, con-decorada con 14 puntos en la últimaGault Millau. Sea cual sea la opciónque escojamos, sin duda será la mejormanera para despedirnos de Basilea.

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.basel.com

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    24/100

    FR I BURGO

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza4

    FRIBURGOD B G:

    D G R S

    N,

    M. S

    V

    . C G R

    M

    C

    F. D ,

    G

    R, ,

    B, G. L G R

    G G

    P F.

    BERNA

    BASILEA

    FRIBURGO

    a ‘fondue moitié-moitié’ es la más popular en elaís de los quesos. Surge de la mezcla de los dosuesos friburgueses más reputados, el gruyer‘vacherin’ DERECHA Gruyères es un precioso

    ueblo medieval cuya calle principal es un feudoe restaurantes especializados en cremosas

    ondues’ y ‘raclettes’

    50  100  150  200 250 300 350

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    25/100

    FR I BURGO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 25

    En el occidente suizo, Friburgo mezcla a la perfección la influencia de la culturaalemana con la francesa. Fruto de esta alquimia cultural nace una regiónrepleta de costumbres, gastronomía, arquitectura y arte que merece ser

    degustada poco a poco. Como sus deliciosos quesos, dulces y vinos

    Mucho

    por saborear

    F

    Especial Suiza Lonely Planet Traveller 25

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    26/100

    FR I BURGO

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza6

    Un lago, dos orillasLa región de Friburgo aparece suavey tradicional a pie de carretera. Ense-

    guida el lago de Murten (o Morat) nosda la bienvenida y nos obliga a unaparada y fonda con sabor a pescado yvino. El lago es la frontera natural en-tre el monte Vully y sus viñedos, zonafrancófona y católica, y la ciudad me-dieval de Murten, germanófona y pro-testante. Salpican las aguas del lagointrépidos deportistas, practicantes dela navegación y la pesca que conocenlos privilegios de vivir en este rincónde la región de Friburgo. Una vez enel Vully nos dejamos llevar por la sin-fonía de sus vinos y visitamos algunas

    pequeñas bodegas de esta ribera fri- burguesa. Michel Pellet es el enólogoque regenta la Cave aux Hirondelles.“El vino más característico del Vullyes el de la variedad chasselas. Vinosfáciles, que pueden beberse cada día”,explica Pellet. Me quedo con estadescripción para terminar la visita enel restaurante Du Port, donde el filetede perca al limón es la especialidad.Recién pescado del lago. Otro placerpara el paladar.

    Proseguimos en coche para bordearel lago y alcanzar Murten. Se trata

    de una bonita villa repleta de facha-

    esencial

     Fondue  moitié-moitié (para

    personas). Se frota la cazuela con ajo, en

    la cual añadimos dl de vino blanco y

    cucharaditas de maicena. Al hervir se

    agrega el queso rallado, que en el caso de

    la fondue moitié-moitié encuentra el

    matrimonio perfecto entre el gruyer y el

    vacherin. Así que calculamos gramos

    de cada tipo de queso, que dejamos

    fundir a fuego lento y removiendo

    continuamente con una espátula. Damos

    el toque final con licor de cereza y

    pimienta al gusto.

    das llenas del color de las flores quedecoran los balcones de madera. Lamejor manera de acceder a ella es

    por la puerta de Berna, ciudad con laque Murten estableció una relaciónadministrativa y que le legó el idiomay la religión. El paseo a lo largo de susmurallas, las únicas transitables delpaís, y por el magnífico castillo nosenseña la cara medieval de la pinto-resca Murten y nos da alas para seguirhacia la capital, Friburgo.

     Friburgo, elequilibrio perfectoLa cultura, arquitectura y lenguasfrancesa y alemana se dan la mano

    en el viejo Friburgo, una ciudad dualdonde también los carteles rezan enambos idiomas. Religión católica yprotestante encarnan, por otro lado,la dualidad religiosa. Es doble, tam-

     bién, la distribución de sus barrios,con una ciudad alta y otra baja que secomunican a través de un históricofunicular que va de la calle Route desAlpes a Neuville. Este particular me-dio de transporte, estrenado en 1899y superviviente gracias a las luchas delos ciudadanos, es una golosina quequiero catar, así que, a bordo del pe-

    queño y ecológico vehículo, alcanzo

    DE IZQUIERDA A DERECHA Restaurante Le Chalet, en Gruyères, donde podrás saborear la tradicional ‘fondue’; salón interior del castillo de Gruyères;Pierre-Alain Uldry, en la pequeña población de Pont-la-Ville, es el dueño de una pequeña quesería donde descansan deliciosos quesos gruyeres

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    27/100

    FR I BURGO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 27

    La fiesta del Désalpecelebra el retorno

    del ganado y delos pastores a los

    pueblos después demuchos meses en las

    montañas

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    28/100

    FR I BURGO

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza8

    esta suerte de “villa abajo” en la quenuevamente la arquitectura góticacontrasta con los edificios neoclásicosde la parte alta. Aquí me planto, en laparte de Friburgo más vetusta, conser-vada casi intacta, la que un día, en elaño 1157, fundó Bertoldo IV, duquede Zähringen. Una ciudad amuralla-

    da y establecida en una repisa sobreel río que bautizó como Friburgo, ovilla franca, siguiendo la estela de suhermana mayor, la Friburgo alemana,fundada por la misma dinastía demonarcas germanos. Paseamos por laBrunnengasse (Rue de la Grande Fon-taine), entre edificios medievales ysobre suelos de piedra, para alcanzarla preciosa plaza del ayuntamiento,cuyo edificio compite en belleza conel otro gran protagonista del lugar, ungran y anciano tilo. El árbol conme-mora la batalla de las tropas confede-radas y sus aliados friburgueses con-tra Carlos el Temerario en el siglo XV.También en la zona baja, el Museo delas Marionetas, con su pequeño tea-tro, le da un toque más mágico si cabeal barrio antiguo.

    Hacen falta buenas piernas parapasear por esta ciudad de desniveles,y es ahora, cuesta arriba, cuando seaccede a la ciudad alta, por ejemplopor la Rue Pierre-Aeby, al cabo de lacual asoma la gran catedral gótica deSan Nicolás, con preciosos cristales

    policromados. Se levantó entre lossiglos XIII y XVI y sus artífices fueronarquitectos alemanes, en un inicio, yfranceses, en su ejecución final. Unejemplo más de la diversidad de laciudad que contemplamos encarama-dos al campanario catedralicio, a 74metros de altura.

    Descendemos ahora por la Rue deMorat para encontrar el Museo de

    ARRIBA Vista del casco medieval de Friburgo

    con la hermosa catedral de San Nicolás ABAJO,DE IZQUIERDA A DERECHA El ragú de corderocon ‘poires à botzi’ (peras caramelizadas)constituye el plato principal de la Bénichon,una popular celebración friburguesa; el buenchocolate no falta en ninguna zona suiza; elCafé Terrasse du Belvédère es una cafeteríade moda que cuenta con una terraza conmaravillosas vistas; la música está siemprepresente en la ciudad

    esencial

     Excursión al Moléson. Desde la ruta

    principal, un cartel nos anuncia el desvío

    que lleva a Moléson-sur-Gruyères. De ahí

    parte el funicular que comunica con el

    teleférico que nos subirá al cielo de la

    región friburguesa. La cima del Moléson, a

    . metros de altitud, está culminada

    por un restaurante y un observatorio

    astronómico. Vías ferratas y senderos

    permiten descubrir esta montaña

    prealpina, anuncio de las gigantescas

    cumbres que esperan en la Suiza de los

    Alpes. En invierno se convierte en la zona

    de esquí más grande del país.

     Jean Tinguely y Niki de Saint Phalle,controvertida pareja artística y senti-mental que tienen su museo ubicadoen un antiguo depósito de tranvías.En esta ciudad de contrastes no podíafaltar la obra de un artista, Tinguely,sumamente rompedor, que nació enFriburgo y tiene aquí su obra princi-

    pal. Esta sobresale osadamente entrela arquitectura gótica que nos rodea,una composición de objetos recicladosen movimiento que posee un poderhipnotizador. Fuera de las paredesdel museo, algunas esculturas de estemaestro del arte cinético contrastancon las fachadas medievales.

     Puente entreculturasLas casualidades nos han hecho aterri-zar en la capital del cantón homónimojusto el día que se inaugura el Poya,un moderno puente en esta ciudad depuentes destinados a comunicar lasdos orillas del río Sarine, sobre el quese asoma. El flamante puente salvala distancia de 2.770 metros entre el

     barrio del Schönberg y el de Granges-Paccot y descongestiona el tráfico porel centro de la ciudad. Así, el puentede Zähringen pasa a ser exclusivamen-te peatonal, convirtiendo el paseo porel barrio histórico del Bourg en másamable y silencioso. Desde el cascoantiguo, el pequeño puente cubierto de

    Berna, el único que queda de madera,contempla la escena desde sus siglosde historia. Los vecinos de Friburgo seconcentran esta tarde lluviosa de do-mingo otoñal frente a la nueva y prodi-giosa construcción elevada sobre el río.Entre ellos, David y Noemí, y sus hijos,Andrea y Jakob. “El puente es un clarosímbolo de prosperidad y una obraúnica de ingeniería y técnica”, diceDavid, que sigue desde el principio lasobras. Lo considera, además, una me-táfora perfecta de la Friburgo que juntalas dos lenguas, la francesa, hablada

    por el 80 % de la población, y la ale-mana, lengua materna del 20 % restan-te, al cual él y su familia pertenecen.

     Refugio para hedonistasFriburgo es una ciudad para vivir bien,y de eso son muy conscientes sus habi-tantes, muchos de ellos universitariosque saben disfrutar de los placeresque les entrega la capital, en forma decafeterías y bares, como los de la Placedu Petit-Saint-Jean, con el popular Au-

     berge de la Cigogne; el bohemio Café

    des Arcades, en la plaza Des Ormeaux;

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    29/100

    FR I BURGO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 29

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    30/100

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza0

    o, algo alejado del centro, pero convistas preciosas sobre la ciudad, elAuberge Aux 4 Vents, escenario idealpara un buen brunch de domingo. La

     buena vida de sus pequeñas tiendas,como la reputada y premiada cho-colatería Nicolas Bertherin, tambiénhacen las delicias de los friburgueses.Pero es sin duda en sus reconocidosrestaurantes donde el tradicional Fri-

     burgo se ha puesto las pilas para des-tacar en una oferta gastronómica degran calidad. El restaurante Hôtel deVille, del chef Fréderik Kondratowicz,o Le Sauvage, restaurante del presti-gioso Hôtel Au Sauvage, son buenosejemplos de las sorpresas culinariasque surgen de los fogones friburgue-

    ses. A nosotros nos ha apetecido se-guir con la gastronomía típica y, paraello, hemos dado cuenta de la comidamás tradicional de la región, la quepropone el menú de la Bénichon (la

     bendición), una fiesta muy populary de origen religioso que bendice lacosecha, el fin de los trabajos alpinosy el retorno a la ciudad entre septiem-

     bre y octubre. A efectos prácticos, laBénichon es sinónimo de comida enfamilia y a base de muchos y copio-sos platos tradicionales elaboradoscon productos típicos de la región,

    como la cuchaule, un pan con azafrán

    para pastar y dar leche de gran cali-dad. A finales de septiembre, se llevaa cabo el descenso y esta suerte deprocesión rural. Se celebra, entonces,

    una gran fiesta en homenaje a lospastores y al ganado. De algún modoes una fiesta de bienvenida, también alos dos grandes quesos de la región, elgruyer y el vacherin.El impulso de la Désalpe nos invitaa visitar el lugar donde se elaborarándichos quesos con denominación deorigen. Visitamos la lechería queseríade la familia Pierre-Alain Uldry, en lapoblación de Pont-la-Ville. Pierre meenseña las instalaciones donde la le-che fermenta, se convierte en queso yse deja reposar en las bodegas un año

    como mínimo para convertirse en tandelicioso queso. “El gruyer es siempre

     bueno, no hay un buen ni un mal gru-yer. Es un queso 100 % natural, aun-que cada quesería tiene sus secretos”,asegura. Este apasionado de su oficiocorta un trozo de queso, se lo acerca ala nariz y lo olisquea para, finalmente,ofrecérmelo. Lo saboreo y constato elgusto particular del gruyer, un pocoafrutado, delicioso sin duda. “Paraelaborar estos quesos necesitas amorpor los animales, por las tierras dondeestamos y por los campesinos con

    quienes trabajamos. Somos una gran

    en forma redonda que se sirve conmostaza agridulce, al que le sigue un

     pot-au-feu (cocido de carne); ragú decordero con poires à botzi  (peras cara-

    melizadas), jamón ahumado y pata decarnero forman el siguiente plato. Y,finalmente, de postre, tartas al vin cuit  (peras cocidas), merengues y beignets (buñuelos).

    En ruta por Friburgo: el valor delo localViajar por Friburgo es hacerlo por uncrisol de tradiciones, costumbres y,por supuesto, idiomas. Como por en-canto, en la carretera que nos lleva aGruyères, un grupo de gente se acerca

    hacia nuestra dirección. Los acom-pañan muchas vacas y, a medida quese aproximan, descubrimos que tantopersonas como animales lucen disfra-ces y decoraciones. En realidad, vanvestidos con trajes tradicionales, y lasvacas, guarnecidas con guirnaldas ycoronas de flores. Se trata de la Dé-salpe, la celebración del momento enque, tras los meses de calor, las vacasabandonan los pastos y, con ellas, losqueseros y campesinos desciendena la civilización. Fue meses antes,en mayo, cuando subieron hasta los

    2.000 metros de las granjas alpinas

    DE IZQUIERDA A DERECHA Murten da la bienvenida a sus visitantes con una preciosa puerta de entrada en sus murallas;

    los hermanos Philippe y Gilles Pantillon dan vida al restaurante Du Port, en la zona del Vully, a orillas del lago de Murten

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    31/100

    FR I BURGO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 31

    A un lado del lago se le-vanta Murten, una ciudad

    medieval demayoría germanófona

    FR I BURGO

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    32/100

    F R I B U R G O

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza2

    familia”.Camino a GruyèresSeguimos nuestra ruta y esta vez nostoca probar uno de sus platos fuertes:

    Gruyères. Un topónimo con regustoa queso que bautiza la pequeña villa,encaramada en una colina, que nosrecibe con los aires medievales desus férreas murallas. Las cruzamospor una de sus puertas para visitareste pequeño núcleo de callejuelasadoquinadas y fachadas de leyenda.En su escudo, una grulla extiendesus alas sobre un fondo rojo. De he-cho, cuentan que fue el rey de losvándalos Gruerius el encargado defundar la preciosa Gruyères en tornoal 400 d. C., al divisar una grulla

    sobrevolar este punto, bajo un rojocielo de atardecer. Caminamos porsu arteria principal, un continuo de-venir de restaurantes orgullosos deofrecer las mejores fondues y raclet-tes. Se me hace muy difícil retenermis tentaciones de adentrarme enalguno de ellos, pero la mayúsculavisión del castillo que culmina elpueblo apacigua mi apetito y atraemi curiosidad viajera. Camino porel recinto de esta fortaleza del sigloXIII, y, en sus patios, balcones demadera y elegantes estancias, siento

    que este lugar es uno de esos reduc-

    tos históricos que tan bien simbolizael poder de las familias nobles en laEdad Media. Fueron diecinueve loscondes de Gruyères que lo habitaron

    entre los siglos XI y XVI y fue en1938 cuando el Estado de Friburgoadquirió el castillo para remodelarloy abrir en él un interesante museo dehistoria y cultura regional.

    De regreso al centro, un curioso barllama mi atención. Entro para darmecuenta de que se trata de un local ins-pirado en la película Alien. Y es queH. R. Giger, autor de la famosa saga deciencia ficción, tiene en esta ciudadsu propio museo. ¡Qué escenariosmás contrapuestos el de la pintorescaGruyères y el de los mundos espacia-

    les de Alien! El Museo del Tibet es lapieza final que completa esta ciudadpequeña pero repleta de curiosidades.

    Cuna de ‘fondues’Casi hemos echado a suertes cuál delos apetitosos restaurantes de Gru-yères se convertiría en la víctima denuestra hambre voraz, pero, al final,la atractiva casita de madera típicaque alberga Le Chalet de Gruyèresha sido la escogida para saborear lasabrosa fondue moitié-moitié, la máspopular del país. Los camareros nos

    avisan: “Es muy importante no acom-

    DE IZQUIERDA A DERECHA Puesto de venta de calabazas; la uva 'chasselas' es la variedad más característica de los viñedos del Vully; los

    viticultores del Vully trabajan en discretas propiedades y bodegas, que van en consonancia con el espíritu de esta pequeña región vinícola

    pañar la fondue con agua: se puedeindigestar. Mejor con vino blanco ouna taza de té”. Seguimos a raja tablalas instrucciones y esperamos pacien-

    temente hasta verla salir, humeantey desprendiendo un inconfundiblearoma a queso. Frente a la cazuela de

     fondue solo hay un rival: la falta deapetito. Y como este no escasea, notardamos ni un segundo en remojaren trocitos de pan clavados en loslargos tenedores para dar cuenta delsin duda contundente plato suizo. Y elplacer está servido.

    Pero la pregunta es… ¿de dóndeproviene la fondue? Aunque su ori-gen no puede precisarse con fecha ylugar, lo que sí es probable es que sur-

    giera paralelamente en muchos sitiosde montaña cuyas duras condicionesde vida convertían el pan y el quesoen los ingredientes principales dela dieta. De algún modo, calentandoel queso, las gentes podían llevarseentonces algo templado al estómago.Eran otros tiempos.

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.levully.chwww.murtentourismus.chwww.fribourgregion.ch

    www.la-gruyere.ch

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    33/100

    FR I BURGO

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 33

    Un mar de viñedos se

    extiende desde las

    laderas montañosas

    hasta el lago de

    Murten en la región del

    Vully

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 33

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    34/100

    NTER LAKEN

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza4

    NTERLAKEN/JUNGFRAUD G I:

    G R S G

    P G. L

    T

    S Z

    . B

    T I.

    Avenches

    nt

    Gruyères

    4158Jungfrau

    Lauterbrunnen

    Bulle

      BERNA

    Una familia pasea por la Brunngasse,en Brienz, que fue consideradala calle más hermosa de EuropaDERECHA Desde el Harder Kulm,a 1.322 metros de altura, se tienen

    vistas privilegiadas sobre Interlaken

    INTERLAKEN

    50  100  150  200 250 300 350

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    35/100

    I N T ER LAKEN

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 35

    Poblaciones de gran belleza rodean los lagos de la Suiza central:Interlaken, Thun, Brienz... Eternamente acordonadas por montañas llenas

    de historia, el viaje por las carreteras que las unen, a pie del lago,se convierte en un devenir delicioso de lugares inolvidables con fondos de

    colores de pura naturaleza

    Entre el agua

    y la tierra

    T - I

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    36/100

    NTER LAKEN

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza6

    Thun, enamoradadel lagoLa primera ciudad que nos recibe enruta es la mítica Thun. Aparcamosel coche para descubrirla a pie. Es

    paseando por los márgenes del lagode Thun, que se adentra en la ciudadcon la forma del río Aare, cuando nosrendimos a la evidencia de que estapoblación vive volcada al agua, don-de se refleja. Visitamos los elegantesentornos del castillo de Schadau, paraacercarnos después al lago. La vidase manifiesta en cada meandro, encada orilla del riachuelo. Por ejemplo,en el Club de Navegación, dondealgunos jóvenes se preparan para suentrenamiento de remo. Allí, juntoa la limpísima agua, conozco a Sally

    y a su hija, Noemi, que se dispone azarpar en su canoa. Sally es escocesa,pero lleva más de quince años enSuiza: “Lo que más me gusta de estepaís es la posibilidad de practicar casitodos los deportes y siempre en plenanaturaleza”, dice Sally. Y es cierto.Seguimos caminando hacia el centrode la ciudad y a nuestro paso se cru-zan atletas, ciclistas, patinadores...Todos ellos disfrutan de la pureza delagua y el aire de este lugar. Muy cercade la entrada al casco antiguo, unpequeño y antiguo puente de madera

    nos da la bienvenida al núcleo de la

    ciudad que los duques de Zähringenhicieron importante en la Edad Me-dia, época en la que levantaron suimponente castillo.

     Interlaken, al pie delas cumbres míticasLa llegada del turismo de montaña yla popularidad del montañismo en losaños que cerraron el siglo XIX y abrie-ron el XX transformaron esta aldea enuna pequeña ciudad preparada paraacoger a los nuevos exploradores. Seerigía así como un puerto de montañaideal, un lugar donde hacer parada yfonda antes de emprender la conquis-ta de los gigantes alpinos o de, sim-plemente, disfrutar de excursiones enla bonita zona.

    La visitaron personajes de alcurnia,como Goethe, Lord Byron o Mendels-

    shon. Conmovido por la belleza deestos paisajes, el compositor polacose atrevió a ensalzarlos con estasfamosas palabras: “Si no conoces In-terlaken es que no has visto Suiza”. Y

    poco a poco, Interlaken se convirtióen la ciudad que vemos hoy, definidapor mansiones decimonónicas y ho-teles de lujo algo añejos. Pero, sobretodo, guarda su encanto en el lugardonde se levanta, rodeada por colo-sales montañas y en este escenario“entre lagos”, como su nombre indi-ca, nexo de unión entre los preciososlagos Brienz y Thun. Es el punto departida imprescindible de mil excur-siones de esas que quedan eterna-mente grabadas en la retina.

    Martin Gertsch nos recoge en el

    vestíbulo del mítico Hotel Interlakenpara acompañarnos en las visitas

    La vida en Thun semanifiesta en las orillasdel río Aare

    Marco Kaufmanntrabaja en elBlümlisalp, unbarco preciosoconstruidoen 1906

    esencial Del balcón del Harder Kulm al Schynige Platte.El paraíso es infinito, así que infinitas

    son las posibilidades en los entornos de Interlaken. En un abrir y cerrar de ojos, el tiempo que

    tarda el ferrocarril en acceder al Harder Kulm, nos situamos a . metros de altura. Es una

    montaña discreta, comparada con los picos que nos rodean, pero el viaje en el histórico

    ferrocarril y la parada y fonda en el restaurante que reposa en su cima son un regalo para los

    sentidos. Una plataforma elevada sobre el vacío es el mirador perfecto para divisar un paisaje

    inolvidable, con el Jungfrau como protagonista principal.

    También en cremallera se accede al Schynige Platte, a . metros y con vistas espectaculares

    sobre el entorno. La visita al jardín botánico tiñe de color esta atractiva excursión.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    37/100

    I N T ER LAKEN

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 37

    Volar en parapente

    es una experiencia

    única con vistas de

    pájaro sobre los verdes

    paisajes y montañas

    alpinas que rodean

    Interlaken

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    38/100

    N T E R L A K E N

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza8

    por la zona. Es un atractivo guía, yamaduro, cuya vida ha estado íntima-mente ligada a estas montañas quelo vieron nacer. “Nací en Wengen y,para mí, en esta región se encuentrala esencia de la nación suiza. Unanación, por cierto, que es nación por-

    que quiere serlo, y ni su tamaño, sugeografía, su diversidad lingüística,ni su historia se lo impiden”, señala.

    Empezamos la larga jornada en elpueblo, y, con un salto en la histo-ria, nos sitúa en la época medieval,cuando el antiguo monasterio delos agustinos dominaba la zona y seconvertía en un importante enclaveestratégico en las rutas comerciales

    del centro europeo. Quedan algunasruinas de este centro religioso y, porsupuesto, los terrenos que lo rodeabany que hoy conforman el Höhematte,una explanada de 14 hectáreas quehace las veces de mirador y pista deaterrizaje de intrépidos parapentistas.

    Un grupo de empresarios hotelerostuvieron la brillante idea de comprarestos terrenos para protegerlos con-tra su urbanización, lo que conservaintacta la vista sobre la emblemáticacadena montañosa que se perfila antela villa. Esto sucedía en plena épocade explosión turística, a partir de 1860,cuando Interlaken sonaba a clima salu-dable, aire puro y aguas benéficas. Su

    Unterseen, cerca de

    Interlaken, junto al

    canal para los barcos

    del lago

    herencia cobra ahora forma de antiguoshoteles victorianos, rejuvenecidos a basede cuidadosas reformas. El casino Kur-saal, con su reloj floreado, se edificó en1859 y, desde entonces, es el centro dela ciudad. A pocos metros, la Höheweges un desfiladero de restaurantes donde

    tomar un humeante café y de tiendas dematerial alpino, meca de las compras delos alpinistas. Como cuenta Martin, “susueño es tocar el cielo, pero para ello nohace falta escalar”. En Suiza, y gracias alos transportes públicos, el cielo está alalcance de todos.

    esencial

     Música de montaña. En el corazón de estas montañas es donde nació un

    instrumento muy particular. Se trata delalphorn, textualmente ‘cuerno de losAlpes’, una especie de trompa de madera cuya longitud puede llegar a , metros.

    En su origen, este curioso instrumento servía para la comunicación en las aisladas

    montañas y solo era tocado por los hombres. Con el tiempo, su sonido se incorporó

    a las bandas de música folklórica e, incluso, existe la teoría de que el tono grave que

    emite tranquiliza a los animales llevándolos a una suerte de estado meditativo. Sami

    Lörtscher es un virtuoso de este instrumento que, aparte de darle vida haciéndolo

    sonar en una formación con tres expertos más, también dedica parte de su tiempo a

    la construcción de tan delicadas trompas. “Elalphorn es un trozo de la cultura suiza.

    Y se está volviendo a tocar. El mundo se ha vuelto global y todos necesitamos identi-

    ficarnos con lo más local, algo que nos acerque los unos a los otros”. El sonido del

    alphorn se pierde entre estos paisajes de ensueño y, por un instante, siento la

    comunión con la naturaleza y las costumbres de este pequeño país.

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.interlaken.ch

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    39/100

    I N T ER LAKEN

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 39

    Suiza sin las montañas no sería Suiza. Cumbres nevadas que han marcadosu cultura, gastronomía, historia y entidad. En el núcleo de los Alpes,

    la región del Oberland bernés es una de las que mejor representan esteespíritu suizo completamente ligado a las cadenas alpinas que la rodean. Y,entre ellas, la cumbre del Jungfrau constituye el auténtico Top of Europe

    Montañas de

    historia

     J

    El Jungfraubahn, un ferrocarril centenario, tiene parada final en la

    estación más alta de Europa, a 3.454 metros de altitud

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    40/100

    NTER LAKEN

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza0

    Efectivamente, también nosotrosqueremos llegar alto y optamos por laopción cómoda. El Jungfraubahn, eltren del Jungfrau, es un histórico fe-

    rrocarril que hace las delicias de milesde excursionistas cada año.

    Martin, el guía que nos acompañapor toda esta zona suiza, nos ha avi-sado, pero no dejan de sorprendermela gran cantidad de turistas orientales,indios y, sobre todo, japoneses, que seaglomeran en la estación de este míti-co ferrocarril. También ellos anhelanpisar las nieves perpetuas de estasmontañas, y el encargado de cumplirnuestro deseo es el tren del Jungfrau(Jungfraubahn), el ferrocarril cente-nario con parada final en la estaciónmás alta de Europa, a 3.454 metros.Acompañados por las expresiones deadmiración de los turistas, sorprendi-dos por los paisajes de ensueño que seabren a ambos lados del tren, accede-mos al valle de Grindelwald, a un cen-tro de montaña situado bajo la amena-zadora pared norte del Eiger, que, consus 1.800 metros, es la montaña másalta y escarpada de los Alpes. Bella ycomplicada, la empinada pared ate-sora algunas de las leyendas más po-pulares del alpinismo suizo y ha sido

    el trágico escenario final de muchasascensiones. De hecho, no fue hasta

    esencial

     Excursión a Brienz.La mejor manera

    de llegar a Brienz es a bordo de un crucero

    por el lago homónimo. Se trata de un

    pequeño pueblo de cuento de hadas

    repleto de bonitas casas de madera

    ajardinadas con vivas flores de colores,

    hoteles señoriales como el Giessbach

    Hotel, rodeado de cascadas, y calles

    pintorescas como la Brunngasse. En Brienzse encuentra la escuela de tallistas de

    madera, la Holzbildhauerei Brienz, con

    una tradición de más de años. Es única

    en el país en su especialidad y su gran

    reputación atrae a jóvenes de todos los

    puntos de Suiza y parte de Europa. La

    tradición de la talla de madera en esta

    zona de Suiza nacía con la llegada de los

    primeros turistas, en el siglo XIX. Fueron

    los campesinos los que decidieron crear

    un nuevo producto artesanal con cierta

    salida comercial que les permitiera

    subsistir en los duros meses de verano.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    41/100

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    42/100

    NTER LAKEN

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza2

    ara conocer de cerca elungfraujoch, se puedeeguir alguna de lasutas de alta montañabiertas, pero siempreon un guía. Desde elphinx, una plataformaanorámica, seisfrutan unas vistas

    nmejorables

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    43/100

    I N T E R L A K E N

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 43

    1938 cuando logró culminarse su te-mida y hasta entonces inexpugnablecima. “La heroica proeza, gestada porcuatro jóvenes alemanes y austriacos,representó para el Gobierno nazi elsímbolo del triunfo de la raza aria”,

    relata Martin.Desde Grindelwald parten los telefé-ricos hacia los picos de First y Männ-lichen, pero nuestro viaje continúa enun tren que surca paisajes que gananaltura y pierden verdor para tornarsemás y más agrestes, entornos dondecrecen menos árboles y plantas. Lle-gamos a la bifurcación en la estaciónde esquí de Kleine Scheidegg, a 2.061metros, y, a partir de aquí, nos aden-tramos en un túnel de 7 kilómetros,dentro del cual el tren hace dos pa-radas, una ante la pared del Eiger, elEigerwand, y otra en el Eismeer, conuna vista espléndida sobre el glaciarAletsch, el más extenso de los Alpes,con 23 kilómetros. El glaciar Aletschnace a 4.000 metros de altitud, al surdel Jungfrau. Son tres brazos los queconfluyen en la llamada plaza de laConcordia: uno que parte del picoAletschhorn; otro, del lado meridio-nal del Mönch y del Jungfrau; y eltercero, del lado este del Mönch. Des-de la plaza de la Concordia desciendeformando una gran manta de hielo de

    25 kilómetros con forma de morrena.Es aquí donde se tienen las mejoresvistas sobre el mar de hielo azuladodel Aletsch.

    Este es inconmensurable, pero lasmejores panorámicas aún están porllegar. Finalmente, el entrañable tren

    MÁS INFORMACIÓN:

    www.jungfrau.ch

    esencial Y un sinfín de actividades. Son

    muchos los excursionistas que llegan a

    estos parajes dispuestos a empezar

    alguna de las rutas de trekking, pero para

    los más osados, los entornos de estoslagos ofrecen muchas otras opciones. Por

    ejemplo, un vuelo en parapente, desde

    Beatenberg, en un viaje de ensueño que

    flota entre valles y montañas hasta

    Interlaken. O experiencias como las que

    pueden llevarse a cabo desde la población

    de First, cerca de Grindelwald, como el

    First Flyer, un descenso en una tirolina de

    metros de longitud y de metros

    de altura que alcanza Schreckfeld a una

    velocidad de hasta kilómetros por

    hora. Más familiares son las rutas en trotti

    bike, también en First.

    concluye su trayecto en el llamado Jungfraujoch, el yugo de la virgen, esdecir, el espacio entre las montañascuya forma recuerda a un yugo entredos cuernos. Estamos a 3.454 metrosy con esa sensación de mareo que

    conlleva el mal de altura. Martin nosaconseja abrigarnos bien y caminarpausadamente, controlando la res-piración. Siguiendo sus directricessubimos al mirador del observatoriocientífico del Sphinx. Y, ante nosotros,se hace el silencio sempiterno de estassierras nevadas. Es fácil hacer el símildel guerrero e imaginar la lucha entregigantes del triunvirato más famosodel país, formado por el Jungfrau (lavirgen, con 4.158 m), el Mönch (elmonje, con 4.099 m) y el Eiger (elogro, con 3.970 m). El cielo es tan azulque el paisaje nevado nos deslumbra.Las gafas de sol nos permiten aguzarla mirada, que se pierde más allá paradescubrir, incluso, el Mont Blanc, yaen Francia.

    Viaje de regresoDejamos atrás la competición de lasaltivas montañas para andar sobrela nieve. Caminamos sobre el Jun-gfraujoch. La nieve brilla bajo un solresplandeciente. Es cansado y lentocaminar a tanta altura, así que, ya de

    regreso, y tras una taza de chocolatecaliente, recuperamos el calor y lasganas de seguir visitando los aleda-ños de Interlaken.

    Tomamos el tren hacia el valle quenos llevará hasta Interlaken en unasdos horas y media. Esta vez el reco-rrido pasa por Wengen y Lauterbrun-nen, con un entorno natural cada vezmás fértil, repleto de ríos, cascadas,valles y bonitas casas de montaña.En Kleine Scheidegg, cambiamos detren para descender por otro paisajeencantador. Disfrutamos ahora de las

    panorámicas sobre un valle cada vezmás frondoso y fértil. Wengen es unalocalidad de montaña tradicional, unpueblo sin coches, refugio para losamantes del silencio, donde habitanalgunos simpáticos perros san ber-nardo y se hace sonar el alphorn, uninstrumento tradicional suizo. Lasfuentes y cascadas refrescan Lauter-

     brunnen, mientras este tren apaciguael ritmo para llegar a Interlaken.

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    44/100

    B ERNA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza4

    BERNAD I E:

    D I

    B,

    T

    B

    O. D T

    B. Y, , G R S

    B, E,

    . D

    L E.

     

    l

    BERNA

    LUCE

    Burgdorf

    Entlebuch

    Saboreamos cada rincón que descu- brimos con devoción, y es la promesade nuevas sorpresas lo que eleva laruta a la categoría de mágica. Una deesas sorpresas nos aguarda llena deleyendas: las cuevas de Beatus, que

    se adentran en la tierra esculpiendoformaciones de gran belleza. Cascadassubterráneas y pequeños pasillos ycavernas construyen el marco idealpara la leyenda, que cuenta que aquímoraba un temible dragón y que, gra-cias a las buenas acciones de Beatus,un monje errante, pudo ser expul-sado. También sobrecogedor es elnuevo puente colgante de Sigriswil,inaugurado en el 2012, que conectael pueblo con el Hotel Panorama. Locruzamos, intrépidos, en una de esascaminatas de vértigo pero ideales

    para disfrutar de unas panorámicas

    Hay carreteras inolvidables que regalantrayectos repletos de pequeños placeres;es el caso de la ruta que nos lleva de Interlakena Thun, que transcurre paralela al lago de Thun

    Caminosde leyenda

     B

    Repleta de bonitas tiendas ychocolaterías, Berna es una ciudadde estudiantes que ofrece cultura y arte. La capital del país invita aperderse por sus calles y descubrir suhistoria paso a paso

    BERNA

    50  100  150  200 250 300 350

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    45/100

    B E R N A

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 45

     MÁS INFORMACIÓN:

    www.bern.com

    www.kambly.ch

    Berna en 1779, definió así la ciudad:“Este es el lugar más bonito que he-mos visto jamás”. Y es que la capitales sin duda una pequeña golosina consorpresa en su interior.

    A Berna se llega por la puerta gran-de. Seguimos la Gran Ruta de Suiza yla ciudad se nos aparece como salida

    de un cuento de hadas, con lucestenues que titilan mientras el sol sepone por el horizonte. Esta bienveni-da cobra vida al penetrar en su cascoantiguo, declarado Patrimonio de laHumanidad en 1983. Nos recibe laTorre del Reloj (Zytglogge), primerapuerta de entrada a la ciudad y ac-ceso a un casco antiguo delicioso.Enclavado entre bastiones elevadossobre el río Aar, nos invita a caminarpor sus calles más añejas, como laMarktgasse, más adelante llamadaKramgasse y Gerechtigkeitsgasse. So-

     bre 6 kilómetros de soportales (Lau- ben) se alza un conjunto destacadode casas gremiales. Sobresale su relojastronómico de 1530 y las medidas delongitud para los controles públicosfijadas en el paso de la puerta, actual-mente el metro y el metro doble. Lagran catedral de Berna (Münster) esuna construcción iniciada en el sigloXV que se convertiría en el edificioreligioso más grande del país. Nosencaramamos a su torre, la más altade Suiza, con 101 metros de altura,

    para divisar las cumbres blanquecinasdel Mitteland y el Oberland bernés. Elcentro neurálgico es la plaza centralde Berna, la Bärenplatz, o plaza de lososos, bautizada con el símbolo de laciudad. El Bundeshaus, sede del Go-

     bierno, es un interesante edificio quepuede visitarse en la Bundesplatz,donde también puede disfrutarse delmercado semanal bernés.

    Repleta de bonitas tiendas y cho-colaterías, Berna es una ciudad deestudiantes que ofrece cultura y arte.Museos como la fundación del co-

    lorista Paul Klee o la casa de AlbertEinstein, en la céntrica Kramgasse,ponen el toque cultural a una visitaque tiene como otro gran protagonistala naturaleza. Refugiada en uno de losmeandros del río que la cruza, Bernaes la capital del país, pero tiene unaire a aldea perdida en un paisaje deensueño, cuyo nombre tomó de bär ,en alemán ‘oso’. Visitamos el popularparque de los osos (Bärenpark), unamplio jardín a orillas del río dondese pueden contemplar dichos anima-les. En el parque de las rosas, situado

    por encima del casco antiguo, se

    pueden admirar, entre otras flores yplantas, 223 tipos de rosas. Un mira-dor excelente desde el que nos despe-dimos. Quizá regresamos en veranopara darnos un baño en la misma ciu-dad, en Marzili. No obstante, ahora laruta continúa hacia la Reserva de laBiosfera de Entlebuch, pero pasandopor la región de Emmental.

    esencial

     Un camino con mucho sabor,

    galletas Kambly y queso emmental. La

    Gran Ruta de Suiza nos lleva a adentrar-

    nos por la región de Emmental.

    Decidimos parar en Burgdorf, una ciudad

    medieval donde visitamos la quesería de

    uno de los productos con más fama más

    allá de las fronteras helvéticas, el queso

    emmental. Con el sabor y el aroma del

    queso de los agujeros todavía muy

    presente, proseguimos hasta Trubscha-

    chen, donde nos aguarda otra sorpresa

    para el paladar, esta vez muy dulce: la

    fábrica de galletas Kambly, donde,

    además de ver cómo se producen estas

    ricas galletas, tendremos la oportunidad

    de probar su variedad de sabores y formas

    en la tienda. ¡Difícil escoger cuál es la que

    más nos gusta!

    únicas. Otra sorpresa en forma defortaleza la encontramos a orillas dellago, donde se mira al espejo del aguael pintoresco castillo de Oberhofen.Desde el pequeño embarcadero a piedel edificio medieval, observamos

    cómo uno de los barcos que cubren eltrayecto entre Interlaken y Thun aso-ma la proa tras la torre del castillo. Enel restaurante Schloss Oberhofen, losclientes gozan del espectáculo que les

     brinda el lago. Seguimos nuestra rutapasando por la aldea de Hilterfingen,con su también hermoso castillo deHünegg, y, finalmente, dejando atrásThun, tomamos la ruta que desembo-ca en Berna, la capital suiza.

    BERNA, PARA ENAMORAREl escritor alemán Johann Wolfgang

    von Goethe, durante su estancia en

    Lüderenalp, enla región de Emmental;al fondo, los Alpes berneses

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    46/100

    LUCERNA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza6

    LUCERNAD E S:

    G R S

    W , ,

    S

    , H B

    . S

    L,

    H,

    , H, G. C

    L. L G

    R S

    , K,

    W, V G. U ,

    ,

    , B S.

    320  640  960  1.280 1.600

     

    l

    LUCERNA

    Entlebuch

    Lago Lucerna 

    Brunnen

    En la Reserva de la Biosfera deEntlebuch, el relax y la salud son losobjetivos de la Kneipper Erlebnis,una experiencia única en plenanaturaleza

    LUCERNA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    47/100

    LUCERNA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 47

    Suiza no es solo el país del ‘touring’, es también el país de lascaminatas en la naturaleza, de las montañas en las que respiraraire puro, de los enclaves naturales donde practicar casi todos

    los deportes. Suiza es, claro está, sinónimo de salud. Nos hemosadentrado en la Reserva de la Biosfera de Entlebuch para participar

    en una jornada muy saludable... ¡y divertida!

    Esencia helvética

    L

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    48/100

    LUCERNA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza8

    N

    UESTRA RUTA sigue con ciertaansia por llegar a la meta, los pue-

     blos de Entlebuch y Schüpfheim,para seguir hasta Flühli y Sören-

     berg. Estamos, por fin, en plenaReserva de la Biosfera de Entlebuch, y, como cartade bienvenida, la naturaleza nos ofrece un regalopara nuestro bienestar. Se trata de un recorridosiguiendo los preceptos del doctor Kneipp, en la

     bautizada como Kneipper Erlebnis (experienciaKneipper). Kneipp es considerado uno de los pre-cursores de la hidroterapia y la medicina natural,y sus métodos son seguidos por muchos de losamantes de las terapias alternativas. Fitoterapia,espiritualidad, deporte y nutrición son los pilaresde sus tratamientos. En el itinerario nos aguardan

     bañeras de agua helada para reactivar la circula-ción, caminatas descalzos por encima de piedras,

    hamacas para el relax y hasta un hermoso jardínde plantas aromáticas. Y es que la Reserva de laBiosfera de Entlebuch nos sorprende a cada paso,con un paisaje de pantanos y mesetas calcáreaslleno de encanto distribuido en 400 kilómetroscuadrados. Una ruta por lo más salvaje del oestede Lucerna. Nos queda mucha energía y decidi-mos dedicarla a otro espacio que sobresale en lahermosa reserva de Entlebuch. Toca hacer unaparada en Rossweid para comer algo y disfrutarcomo niños en el parque infantil Moraculum. Tan-to en invierno como en el buen tiempo, este es elescenario de los más divertidos y diversos juegosinfantiles, siempre en contacto con la naturaleza.

    Un final de ensueño para un día perfecto.

    La ruta de los castillosDe la Reserva de la Biosfera de Entelbuch al vallede Seetal, la Gran Ruta de Suiza se adentra ahorapor un paisaje hermoso donde se respira calma

    y belleza. Un impresionante castillo elevado nosrecibe en Lenzburg, como aperitivo de lo que nosespera unos kilómetros más adelante. Surcamosel lago de Hallwil para descubrir cómo a veceslas leyendas cobran forma real: en este caso, lafortaleza medieval de Hallwil emerge con encantodel agua con su fosa sumergida en el lago. Unoskilómetros más adelante nos sale al encuentrootro lago, y muy cerca, en Gelfingen, el imponen-te castillo de Heidegg.

    Dejamos atrás el encanto de esta zona para lle-gar, por fin, a otro destino no menos encantador:Lucerna.

    Lucerna, luces de ciudadSi una ciudad deslumbra por su belleza, estaes sin duda Lucerna. Regada por el río Reuss,su historia se vincula al enclave donde se levanta,en pleno corazón del país y a los pies del lagode Lucerna.

    Una de las postales más características de Suizaes la que retrata una ciudad cruzada por un lagosobre el que se eleva un floreado puente de made-ra. Se trata de Lucerna, un enclave cuyo nombre lesienta a la perfección. Es, de hecho, un topónimolegendario, ya que dicen que un ángel iluminócon una luz el lugar donde debía fundarse la ca-pilla de San Nicolás, patrón de los pescadores y

    navegantes. La pequeña Lucerna, marcada por el

    El excursionismo es una de las actividades más apetecibles en la reserva de Entlebuch, camino a LucernaDERECHA En el parque infantil Moraculum, en la estación de montaña de Rossweid, las actividades en

    familia permiten conocer la zona tanto a los mayores como a los más pequeños

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    49/100

    LUCERNA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 49

    En Gelfingen, el imponentecastillo de Heidegg se eleva

    altivo sobre una colina

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    50/100

    LUCERNA

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza0

    vecino lago de los Cuatro Cantones, origen y sím- bolo de la unión del país, encarna a la perfecciónel alma suiza. Un alma que busca la maravilla encada detalle, la perfección en cada lugar. Son asíde perfectos los puentes de madera que salvan el

    río, estructuras medievales cuya supervivencia escasi un milagro. En su día, allá por 1400, fueroncuatro los puentes de madera que contribuyeronen gran manera al desarrollo de la ciudad. De lospuentes se conservan todavía tres: acompañanal icónico puente de la Capilla (Kapellbrücke),con su bella Torre del Agua, el Spreuer y el másdiscreto Reussbrücke. Decido cruzar el puentede la Capilla, el más antiguo de Europa, y en mitransitar por el suelo de madera pienso en losmiles, más bien millones de personas que habrándesfilado por esta pasarela desde aquel lejano año1300. Ajenas a ese pasado, dos hermosas jóvenescaminan por el puente. Son Sara y Llilian, estu-

    diantes de la Escuela de Arte. Las acompaño ensu paseo a orillas del Reuss. “Somos de St. Gallen,pero vivimos aquí por los estudios, y nos encantaesta ciudad. Es cómoda y tranquila, y tiene muchavida universitaria”.

    Efectivamente, me encanta observar este con-traste entre la antigüedad de los edificios y callesde Lucerna y la juventud de sus habitantes, que lacaminan con alegría, como Silvana y Alesandra,que nacieron aquí y definen su ciudad como la“más hermosa del mundo”. La hermosura querezuman sus plazas históricas, como la Kapell-platz, la Mühleplatz, la Hirschenplatz o la Fran-ziskanerplatz. Sobresalen las plazas con nombres

    asociados a antiguos mercados, como la plaza del

    vino, la Weinmarkt, o la plaza del trigo, la Korn-marktplatz, cuyo antiguo almacén cumple ahoralas funciones de ayuntamiento de la ciudad. Es unedificio renacentista de gran belleza, que denota laépoca de esplendor comercial de Lucerna, como

    lo hacen los también renacentistas Rittersche Pala-ce y la Hofkirche, la catedral.Antes de hacer una pausa para la merienda,

    me acerco hasta la iglesia de los jesuitas, de estilo barroco, y la gótica iglesia de los franciscanos.Pero es sin duda la famosa escultura del leónmoribundo, obra de Thorvaldsen dedicada a losmercenarios suizos asesinados en las Tulleríasen 1792, uno de los monumentos que más meconmueve. Por un momento se me ha quitado elhambre, pienso, pero la profusión de pasteleríascon delicias de chocolate suizo me vuelve a abrirel apetito en un santiamén. Y es así como penetroen el embriagador mundo de Kurmann.

    Muy dulceEl universo de Kurmann se exhibe con esplendoren una tienda de estética de los años 60 del pasa-do siglo, donde la elegancia y la delicadeza son lacarta de presentación de los chocolates y pralinés,que seducen a todos aquellos que pasean por elcentro de Lucerna. Y es que no sé qué elegir entrela oferta de bombones, pasteles artesanos y origi-nales suvenires en forma de monumentos y sabora chocolate suizo. Margritt, la guapa propietariade la tienda, me ofrece probar una de las especia-lidades locales, el pan de jengibre o lebkuchen,con ese gusto que me transporta a la Navidad.

    “Nuestro negocio lleva a sus espaldas 38 años de

    La fachada fluvial de Lucerna muestra pintorescos edificios medievales. Muchos de ellos dan cobijo a restaurantes y hoteles de prestigio, convirtiéndose en un escenario único

    LUCERNA

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    51/100

    LUCERNA

    La Gran Ruta de Suiza Lonely Planet Traveller 51

    EN EL SENTIDO DE LAS AGUJASDEL RELOJ El ‘alphorn’ es un

    instrumento tradicional alpinoque ameniza las veladas de uno

    de los restaurantes más típicos deLucerna, el Stadtkeller. Lucerna esuna ciudad muy viva y jovial, llena

    de rincones encantadores que le halegado su pasado comercial. Ciudad

    de universidades, Lucerna atrae aestudiantes de todo el país que se

    enamoran de la belleza de la jovencapital de la región. El puente de laCapilla asoma floreado sobre el río.

    La proximidad a la naturaleza ofrecea los mercados locales todo tipo deproductos frescos y de temporada

  • 8/18/2019 La Gran Ruta de Suiza

    52/100

    L U C E R N A

    Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza2

    tradición”.La tradición de una ciudad que preserva su

    pasado y que atrae cada año a miles de turis-tas. Efectivamente, Lucerna es uno de los po-los de atracción del turismo en Suiza, y quizápor ello sabe cuidarse con especial atención,sin dar la espalda a la modernidad ni a lasnuevas tendencias. Es en este contexto en el

    que nace otra chocolatería muy especial, MaxChocolatier, un negocio que busca superar lostópicos del chocolate suizo de marcas comoLindt, Suchard o Nestlé para apostar por lacreatividad y la calidad. Sus bombones sonuna auténtica caja de sorpresas, una sinfoníade originales gustos y texturas. Mi mirada sepierde por las limpias vitrinas de la modernatienda mientras pienso que esto del chocolatees una tentación demasiado fuerte y que vasiendo hora de dedicarme un poco a la cultura.

    Cultura desde la cunaMuy cerca de la estación de tren, reconstruidapor el arquitecto español Santiago Calatrava,se levanta el KKL (centro cultural y de con-gresos de Lucerna), diseñado por Jean Nouvel,un equipamiento que acoge los principalesconciertos y festivales de la ciudad. Una ciu-dad que vive la música y la cultura con granintensidad. El Lucerne Festival, el Festival delCómic o el Festival del Blues son algunas citasimprescindibles en el calendario. Pero no hacefalta esperar a