La gestión de los residuos urbanos

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Cómo minimizar impactos, racionalizar costos, sistematizar procesos

Arq. Guillermo TellaLic. Alejandra Potocko

LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS URBANOS

Los residuos sólidos urbanos son aquellos elementos, objetos o sustancias generados y desechados de actividades urbanas. En su proceso de gestión intervienen complejos componentes: la participación de múltiples actores con intereses diversos, la capacidad técnico-política de los gobiernos para encarar procesos integrales y sustentables, la voluntad de la sociedad de acompañar y apoyar tales iniciativas. Desde esta perspectiva, se intentan aquí dilucidar cuáles son los conflictos que se emergen en su generación, tratamiento y disposición; y cuáles son las estrategias posibles de gestión para minimizar impactos, racionalizar costos y sistematizar procesos.

En términos de cantidad y de composición, la generación de residuos sólidos urbanos sigue ciertos patrones estandariza-dos. En Argentina, del promedio de 0,91 kg/habitante por día de residuos sólidos urbanos generados, aproximadamente el

50% lo constituyen residuos orgánicos, el 17% papel y car-tón, 14% plásticos, 5% vidrios, 2% metales y 12% otros.

En un escenario donde ni la ciudadanía ni la administración de gobierno llevan adelante acciones tendientes a la minimiza-ción, recuperación, tratamiento y disposición fi nal adecuada, el total generado es vertido en basurales a cielo abierto. En otro escenario, en el cual se realiza una adecuada disposición en vertederos controlados, lo generado es enterrado en relle-nos sanitarios. Si los residuos se tratan, lo que se entierra es el remanente de esos tratamientos, sustancialmente menor en peso y volumen que lo generado.

Si se realizan procesos de separación y/o recolección diferen-ciada, y recuperación de residuos orgánicos e inorgánicos no patogénicos, una parte de los residuos no generados vuelve al mercado a través de su comercialización, y otra continúa la ruta al relleno, planteando otro escenario. Si fi nalmente los hábitos y conductas permiten minimizar lo generado, encon-tramos el mejor escenario posible en el cual los residuos se reducen desde origen, se separan, se recuperan, se tratan y se disponen adecuadamente.

No obstante, los escenarios no son claramente defi nibles: se pro-duce una combinación de situaciones determinadas por la par-

ticipación de múltiples actores con distintos intereses, donde las percepciones marcan un sentido de conducta y de signifi cación del problema (rechazo, indiferencia, intolerancia, indignación), contribuyen la capacidad técnico-política de los gobiernos de en-carar procesos de gestión integral y sustentable de residuos, y la voluntad de la sociedad de acompañar y apoyar esos procesos.

Con esta mirada abordaremos la cuestión de los residuos só-lidos urbanos: los confl ictos que se presentan en su genera-ción, tratamiento y disposición, y las estrategias posibles para su gestión integral y sustentable, como modo de contribuir a mejorar la calidad de vida de su población en las ciudades.

Definición del escenario actualLos residuos sólidos urbanos son aquellos elementos, objetos o sustancias generados y desechados de las actividades ur-banas. Por ser generados en áreas urbanas pueden ser clasi-fi cados según el uso del suelo: domiciliarios, industriales, ins-titucionales, comerciales, etc. Así los defi ne la Ley Provincial N° 13.592, la cual establece los procedimientos de gestión de los residuos sólidos urbanos, en línea con la Ley Nacional N° 25.916 de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de los residuos domiciliarios.

Los residuos son desechados porque no tienen utilidad para quien los posee. Sin embargo, pueden tenerla para otros ac-tores. En este sentido, no debe confundirse “residuos” con “basura” ya que esta última corresponde a todo aquello que no tiene valor de uso alguno. Todos los elementos reciclables -como papel, cartón, metal, vidrio, etc.- son residuos y pue-den recuperarse.

Los residuos siempre pueden ser transformados mientras que la basura no. Al respecto, Atilio Savino, presidente de ISWA, considera que no es posible arribar al mítico objetivo de “ba-sura cero”. Siempre habrá un porcentaje de basura entre los residuos, dado básicamente por las leyes de la termodinámica.

La generación de residuos sólidos urbanos se caracteriza por la cantidad de residuos generada por día y por habitante, así

como por la calidad o composición de los mismos. Ambos muestran una gran variabilidad a nivel mundial según la es-tructura económica del país o región de la cual se trate, de la situación socio-económica de la población generadora, etc.

Tal es así que los países, ciudades y regiones de menor desarrollo generan menos cantidades. Al respecto, para Ricardo Rollandi -director de ARS- cuanto más aumenta el poder adquisitivo de la población mayor es la cantidad de residuos generada. De modo contrario, a medida que la economía se retrae, se produ-cen menos residuos y se incrementan las actividades de recupe-ración, que también impactan sobre el volumen generado.

La cantidad de residuos de los últimos años en la región metro-politana de Buenos Aires ha sido acompañada de manera direc-ta por las diferentes variaciones de la economía. Ejemplo de ello son los residuos generados durante la crisis de 2001-2002.

En cuanto a la calidad o composición, sucede que en los paí-ses en desarrollo existe mayor cantidad de residuos recicla-bles por políticas integralmente implementadas que tienden al reciclaje. En países como Dinamarca, Noruega y Francia,

BASURA CERO: ¿META CIERTA O MERO SLOGAN ?

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires promueve, a través de la Ley N° 1.854 -“Basura Cero”-, la gestión de los residuos sólidos con el objetivo de eliminar progresi-vamente la necesidad de disponer residuos y basura en rellenos sanitarios. Para ello se trabaja sobre la implemen-tación de medidas de reducción, recuperación y reciclado de residuos.

Para Atilio Savino, el nombre otorgado a la ley como “ba-sura cero” hace referencia a una meta imposible de alcan-zar y que, por lo tanto, puede redundar en un fracaso. Sos-tiene que todo sistema de manejo de los residuos sólidos urbanos se debe basar en al menos un relleno sanitario, para disponer todo aquello que no se pueda reutilizar. Sin embargo, el slogan “basura cero” genera motivación en la ciudadanía tendiente a reducir la generación de basura.

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un alto porcentaje de los residuos sólidos urbanos generados son reciclados. Asimismo, en las regiones desarrolladas los re-siduos contribuyen menos a la liberación de gases de efecto invernadero, de los cuales el más preocupante es el metano -liberado durante la descomposición de la basura- y que es 20 veces más contaminante que el CO2 para la atmósfera.

La diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo se debe a varios factores, según explica Savino. Por una parte, existe en los países desarrollados una política clara tendiente a promo-ver la incineración de los residuos y a desanimar la instalación de rellenos sanitarios. En segundo lugar, los que se instalan operan con un estricto control sobre la emisión de gases y las posibilida-des de generación de energía a partir de la captación de metano. Finalmente, debido a que se impulsa el reciclaje, se consume me-nos energía en los procesos de producción y se generan menos residuos que puedan fi nalizar su ruta en un relleno sanitario.

América Latina sigue estos parámetros: las grandes ciudades son enormes generadores de residuos y tienen un sistema de disposición más avanzado que las extensas áreas del interior de los países. En Argentina se producen más de 12 millones de toneladas de residuos anualmente. De ese total, la mayor participación es de la región metropolitana de Buenos Aires, por ser el mayor aglomerado urbano del país en términos re-lativos a la concentración de población y al desarrollo econó-mico. Otras grandes ciudades metropolitanas, como Rosario y Córdoba, tienen una participación menor aunque muy su-perior a la de ciudades intermedias y pequeñas.

La Lic. Ana Corbi, asesora del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en materia de manejo de residuos, asegura que en las últimas décadas la generación y las características de los residuos han experimentado una variación sustancial, ob-servándose una tendencia a generar mayores volúmenes y a modifi car su composición, con mayor diversidad y predomi-nio de materiales no degradables.

Los residuos sólidos urbanos (RSU) generados en la Ciudad de Buenos Aires y en 34 municipios de la Provincia de Buenos Aires, que corresponden al 40% de los residuos generados a nivel na-cional, tienen como destino fi nal la disposición en rellenos sani-tarios operados por la Coordinación Ecológica Área Metropolita-na Sociedad del Estado (CEAMSE). Actualmente ello se traduce en su disposición en los complejos ambientales Norte III, que recibe en promedio 13.500 toneladas diarias; el complejo Gon-zález Catán III (1.100 tn/día) en La Matanza; y Ensenada (700 tn/día), en el partido homónimo. Estos datos -proporcionados por Alfredo Vega de CEAMSE- defi nen un volumen de 15.300 toneladas de residuos sólidos urbanos generados diariamente.

El marco regulatorio en la gestión de residuosTanto a nivel nacional como provincial existe un consistente marco regulatorio para la gestión de los residuos. La Consti-tución Nacional que reconoce el derecho de los habitantes a gozar de un ambiente sano y las leyes N° 26.011 -Convenio de Estocolmo- y N° 25.675, “General de Ambiente”, son los marcos regulatorios sobre los cuales se basa la normativa re-ferida específi camente a residuos sólidos y los instrumentos que pueden aplicar los niveles de gobierno provincial y local para su gestión integral y sustentable.

La Ley Nacional N° 25.916, de “Protección Ambiental para la Gestión Integral de Residuos Domiciliarios”, establece como objetivos principales: promover la valorización, minimizar la cantidad que es derivada a disposición fi nal y reducir los im-pactos negativos que éstos producen en el ambiente. Otorga la responsabilidad de la gestión de los residuos domiciliarios a cada municipio en el cual son generados, debiendo éstos dictar las normas complementarias para lograr una gestión integral en concordancia con la legislación nacional.

En la Provincia de Buenos Aires, la Ley N° 13.592 establece los procedimientos de gestión, defi niendo como principios básicos: la consideración de los residuos como recurso, la ne-

La insustentablidad ambiental del modelo económico basado en el consumismo se expresa en las ciudades de manera directa y tangible en la gran cantidad de residuos que se generan. (Pablo Seghezzo)

cesidad de su minimización y valorización, la promoción del desarrollo sustentable y la participación social.

Por su parte, el Decreto-Ley N° 9.111/78 regula la disposición fi nal de la basura en los partidos en la Provincia de Buenos Aires, defi niendo que debe realizarse mediante el sistema de relleno sanitario. Junto con la Ley N° 11.723 de Protección del Ambien-te y los Recursos Naturales y los convenios suscriptos, se deter-mina que los partidos pertenecientes a la región metropolitana de Buenos Aires deben disponer sus residuos exclusivamente mediante el sistema de relleno sanitario efectuado por inter-medio del CEAMSE. Por último, la Agenda 21 -que plantea los principios básicos de sostenibilidad- constituye la guía para el de-sarrollo de políticas sustentables en todo el territorio nacional.

El papel de los organismos intervinientesExiste una diversidad de organismos de ordenamiento, pla-nifi cación y gestión en distintos niveles de gobierno, que se superponen o complementan en relación a la gestión integral y sustentable de los residuos. El Consejo Federal de Medio Ambiente, por ejemplo, es un ámbito de coordinación inte-rinstitucional integrado por el gobierno federal, los gobiernos provinciales y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuya principal misión es concertar y elaborar una política ambiental coordinada de los distintos niveles de gobierno representados.

Por su parte, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Susten-table asiste técnica y fi nancieramente a municipios de todo el país con graves problemas en la materia a los fi nes de lograr una gestión sustentable. Desde este espacio, explica Pablo Mesa, se atienden demandas tales como: el desarrollo de pla-nes integrales de gestión, la eliminación de basurales a cielo abierto, la construcción y/o expansión de rellenos sanitarios, el montaje de plantas de separación y reciclaje, la adquisición de maquinaria, equipamiento y vehículos para recolección, o la implementación de programas de capacitación de recursos humanos.

Sin embargo, dentro de los lineamientos que puedan estable-cer estos organismos nacionales, lo atinente al manejo diario de los residuos sólidos urbanos es, en la generalidad de los casos, de estricta incumbencia municipal, en el marco de sus competencias en cuanto a los servicios de aseo e higiene urba-

na que les corresponden. Es decir que la adecuada recolección, transporte y disposición constituye su principal competencia.

Mientras que la recolección y el transporte son servicios es-tandarizados que se cumplen con regularidad, la disposición adecuada de los residuos es una problemática preocupante en los municipios que no pertenecen a grandes áreas metropoli-tanas. La recolección y transporte parece resolver el problema desde la óptica del vecino, porque retira la basura de la puerta de su casa y hace a la satisfacción del usuario. Sin embargo, no garantiza que esos residuos se traten o dispongan sin per-judicar al ambiente y a la salud de la población.

Cómo definir la ruta de los residuosLa vida de los residuos sólidos urbanos comienza en el mo-mento que se produce cualquier bien. Es fundamentalmente el packaging de esos productos lo que tiene mayor participa-ción en los residuos que se generan. Consumido el producto y desechado lo considerado inservible, de forma general o a través de un proceso selectivo de separación, los residuos son recolectados por la empresa prestataria del servicio público de recolección y transportados al lugar que corresponda según el tipo de manejo que se realice de ellos.

Si los residuos serán valorizados, corresponde transportarlos a una planta de tratamiento para que inicien un proceso selectivo y de adecuación. Allí se selecciona lo recuperable y se introduce en un circuito de reciclaje y comercialización. Mientras que aque-llo que es “basura” continúa la ruta a su destino fi nal: el relleno sanitario. De modo que los residuos que no serán valorizados, se transportan a un Centro de Disposición Final (CDF) o relleno sanitario donde son depositados con destino permanente.

A medida que las ciudades crecen y la problemática de los re-siduos se complejiza, aumentan las distancias entre los núcleos urbanos de recolección y los rellenos sanitarios. Corresponde por lo tanto su traslado a Centros de Transferencia (CDT), donde los residuos son agrupados y traspasados de camiones recolectores a camiones de transferencia, que permiten trans-portar entre 3 y 4 veces más que los primeros.

Con lo cual se reducen costos generados por el desplazamiento a los CDF de los camiones recolectores, dado que durante ese

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desplazamiento el sistema de recolección del camión resulta ino-perante para la función específi ca que debe cumplir: recolectar. Además, la operación de camiones cerrados, más grandes y que se traducen en menos viajes, tiene otras ventajas tales como: la minimización de olores, del impacto visual, del deterioro de ru-tas y calles; y presentan la posibilidad de que varios municipios compartan el equipamiento a través de su gestión articulada.

Los CDT, hitos intermedios en la ruta de los residuos, se pre-sentan como el lugar adecuado para realizar su valorización. Es decir que las funciones que cumplen las plantas de trata-miento y los CDT pueden fundirse en una sola instalación que posibilite realizar ambos: valorizar y transferir. Al llegar a los rellenos sanitarios, la basura es vertida en los módulos en forma de franjas que luego son compactadas y recubiertas con tierra. Los módulos se dividen en sectores y celdas para el mejor agrupamiento de la basura, de modo de encerrar los líquidos lixiviados en la menor área posible.

Los módulos constituyen recintos estancos de ciertas particulari-dades constructivas y con materiales impermeables que impiden la migración de líquidos hacia el exterior y el ingreso del agua desde el exterior. Para ello, tienen un sistema colector de lixivia-dos y otro de venteo de gases, principalmente del metano.

Lo que genéricamente se conoce como “rellenos” son más que los recintos donde se deposita la basura. Para la integral disposición y correcto manejo de residuos, poseen plantas de tratamiento de líquidos, sistemas de control de residuos ingre-sados por pesaje, monitoreo de la operación de los sistemas funcionando, monitoreo de la calidad del agua (superfi cial y subterránea) y del aire en distintos puntos de muestreo den-tro del predio y en su entorno, una red de conexión vial, ma-quinaria adecuada para la compactación de los residuos, etc.

Asimismo, algunos operadores de rellenos sanitarios incorpo-raron a los mismos plantas de compostaje para residuos de

poda y jardinería, plantas de reciclaje de residuos plásticos, tetra-brik y otros. Los vertederos controlados o rellenos sani-tarios, correctamente instalados y operados son una solución económica y efi caz para el problema de la disposición de los residuos sólidos.

El Ing. Maximiliano Figueiras, gerente general de Transportes Olivos, sostiene que el crecimiento de las grandes urbes ha he-cho que los sitios de disposición fi nal que antes se encontraban alejados, hoy formen parte del ejido urbano. Ante la necesidad de buscar nuevos sitios deben analizarse soluciones mucho más integrales a la hora de decidir el destino fi nal de los residuos.

Tecnologías en el manejo de residuos urbanosY al referirse a la integralidad, Atilio Savino sostiene que se debe evolucionar en la combinación más adecuada de ins-trumentos para obtener mejores rendimientos de disposición de residuos. En referencia a los rellenos sanitarios, sostiene que en tanto sean implantados y operados según las pautas normadas, son un método sustentable, neutro, estanco, con-trolado y efi ciente para eliminar los residuos sólidos urbanos.

Aunque algunos países promuevan la minimización y otras téc-nicas de tratamiento -tal como la incineración-, siempre habrá un resto a disponer. Lo que se observa es una clara diferencia-ción en la cantidad de CDF entre países desarrollados y aquellos en desarrollo. Estados Unidos, un caso particular que cabe men-cionar, tiene relativamente pocos rellenos pero extensos, abar-can a varias regiones urbanas y su gestión ha sido unifi cada.

Como antecedentes, la empresa Urbaser ha construido y ope-ra plantas integrales de tratamiento denominadas Ecoparques, que incluyen reciclado, compostaje, recuperación energética a través de diversas tecnologías y disposición fi nal en relleno sanitario, con captación del biogás y reutilización del mismo. El Ecoparque de Barcelona es un caso testigo y ejemplo a se-guir en materia de CDF.

En cuanto a la posibilidad de implementar otro tipo de tecno-logías en Argentina para el tratamiento, como puede ser la in-cineración de residuos, con o sin generación de energía, Ana Corbi asegura que aún no se ha generado un debate a fondo. Se debe a que existen importantes restricciones económicas a la hora de comparar los costos por tonelada dispuesta entre cualquier otra tecnología y el método hoy utilizado de dispo-sición en rellenos sanitarios.

Al referirse a la posibilidad de implementar la incineración de residuos, el Ing. Figueiras asegura que se debe partir de la premisa de la recuperación/valorización energética y no tan sólo de la incineración. El objetivo es reutilizar los residuos sustituyendo recursos naturales no renovables a partir del po-der calorífi co de los mismos.

Esta y otras tecnologías deben ser analizadas con conciencia sustentable a la hora de evaluar su implementación en distin-tas regiones. Como explica Ricardo Rollandi, otro ejemplo es el aprovechamiento del biogás que se produce en los rellenos sanitarios, que permiten reducir el consumo de energía que requieren las industrias para producir bienes.

Sin embargo, en cuanto a la valorización de residuos, en ge-neral los especialistas aseguran que tiene un límite y que por lo tanto es necesario terminar con el mito que en la basura hay una riqueza inagotable que se puede aprovechar con de-terminadas tecnologías.

Problemas y complejidades en el manejo actualExisten numerosas problemáticas directamente derivadas de la inefi caz gestión o inadecuado manejo de los residuos sóli-dos urbanos, asociados con todos los aspectos de la vida en la ciudad. Por una parte, encontramos las problemáticas relacio-nadas con aspectos ambientales, y entre ellos el más visible y preocupante es la proliferación de basurales a cielo abierto (BCA), que son vertederos sin control sobre la contaminación

que generan, los problemas de salud que acarrean y sin pre-ocupación por la desvalorización de la tierra y del paisaje urba-no que afectan.

En la mayoría de los municipios del país -según Ana Corbi-, exceptuando los grandes centros urbanos, la gestión actual de los residuos se reduce sólo a la recolección, mientras que la disposición fi nal se realiza en basurales o vertederos no con-trolados. En el mismo sentido, Ricardo Rollandi asegura que si bien la recolección -organizada, sistemática y con diagramas, horarios y días pre-establecidos- tiene una cobertura a nivel nacional de alrededor del 90% del territorio, sólo el 60% es dispuesto sanitariamente y el resto se dispone en basurales.

Con lo cual, de todo lo generado -una porción estimada en un 40%- no tiene como destino fi nal a los vertederos con-trolados, sino que se deposita en basurales a cielo abierto, fracciones de suelo barato en áreas periféricas, a la vera de un río o en zonas inundables, donde se reproducen olores, con-taminación de suelo, agua y aire, con presencia de roedores e insectos que se comportan como vectores en transmisión de enfermedades, con proliferación de aves y animales carroñe-ros y con el consecuente deterioro del paisaje.

La existencia de basurales constituye el problema más grave relacionado con el manejo de los residuos, por comprometer seriamente la calidad del ambiente y la salud de la pobla-ción. Constituye un problema complejo en el que participa una multiplicidad de factores interrelacionados, acorde al cre-cimiento de la población urbana, a la creciente cantidad de re-siduos generados, a su composición, a la difi cultad de resolver el espacio donde disponerlos y a sus costos.

Sus consecuencias son igualmente múltiples y complejas. En tanto, otras problemáticas ambientales se manifi estan en relación a la falta de inversión en centros de tratamiento y

GENERACIÓN DE RESIDUOS

Manipulación y separación, almacenamiento y procesamiento en

origen

Transferencia y transporte Separación, procesamiento y transformación

Recolección

ELIMINACIÓN DE RESIDUOS

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EL SANEAMIENTO DE LOS BASURALES

El saneamiento de los basurales a cielo abierto es un proceso que comienza con la identifi cación del sitio. Según explica Maximiliano Figueiras, en el caso que haya estado expuesto a residuos de carácter peligroso o bien su estado es tal que así se aconseje, deberán efectuarse todos los estudios, análisis y acciones correspondientes para la remediación del sitio en cuestión por parte de empresas especializadas.En general, se realiza primero una desinsectación y desratización del lugar, luego se procede a retirar los residuos mediante equipos pesados -como retroexcavadoras- y transportar los mismos a los centros de tratamiento y disposición fi nal -con equipos habilitados para tal fi n-. En el lugar se realiza una compactación del suelo, un perfi lado del mismo con equipos especiales o una reforestación con especies del lugar, lo cual dependerá del uso que se le quiera dar al sitio recuperado.Como ejemplo, menciona el trabajo realizado por Urbaser en la Isla Martín García en 2007, donde se procedió a la limpieza completa y al retiro de aproximadamente 300 toneladas de residuos, que fueron trasladados en barcazas hasta puerto, donde se procedió, mediante contenedores de 30 m3, al posterior traslado hacia su disposición fi nal.

disposición fi nal para que sean ambientalmente seguros, so-cialmente aceptables y económicamente viables.

En cuanto a los aspectos operativos, Ana Corbi destaca la di-fi cultad técnica y presupuestaria de los gobiernos para imple-mentar mecanismos más efi cientes y efectivos. Mientras que los costos de disposición fi nal son para los municipios insigni-fi cantes o inexistentes -en el caso que sean volcados en basu-rales-, la recolección de los residuos tiene un alto costo y debe ser asumido por ellos. En muchos casos resulta casi imposible de afrontar y ello pone en défi cit a los gobiernos locales.

Esto se resume en la falta de una gestión fi nanciera adecuada para garantizar la sustentabilidad. Debería, en cambio, de-terminarse el verdadero costo del servicio para que el mismo pueda ser transparentado gradualmente en una tasa que in-cluya también la disposición fi nal.

Para el Arq. Mario Berent otros obstáculos necesarios de sor-tear son: las defi ciencias en la recolección, sobre todo el nivel de cobertura, la difi cultad para el cierre de los basurales a cielo abierto, la falta de capacitación en los municipios, la diver-gencia de escala de gestión referida a distancia y cantidad de población, y la difi cultad para ejercer control de policía sobre prácticas indebidas, sobre todo por parte de los municipios más chicos.

En cuanto los aspectos socio-económicos, el aumento de las prácticas de separación realizadas por recuperadores urbanos, si bien contribuyen a minimizar el volumen de residuos -ya que sacan del circuito a los productos recuperables-, consti-

tuyen sistemas informales de trabajo que se desarrollan bajo condiciones sanitarias riesgosas, estigmatizantes y en ausen-cia de un marco legal. Ana Corbi sostiene que el problema en torno a ello es la carencia de políticas públicas de reinserción social de los trabajadores informales de la basura y la mejora sanitaria de la población afectada por las malas prácticas de manejo de los residuos.

La falta de mercado para los productos reciclados y el aumen-to de los costos para el contribuyente aportan a la problemá-tica social, tal como lo plantea Mario Berent. En otro orden, la falta de difusión y de concientización de la población sobre los problemas ambientales, el desconocimiento de los altos niveles de generación de residuos y el tan polémico efecto “NIMBY”, que en inglés signifi ca “Not In My Back Yard” y se traduce como: “No en mi patio trasero”, referido al rechazo a la basura por parte de toda la sociedad: todos generan basura pero nadie quiere tenerla cerca.

La falta de iniciativas de concientización y campañas de co-municación y participación pública en el proceso de toma de decisiones, sumado a la existencia de algunas experiencias negativas previas, han determinado que muchas veces las autoridades municipales se vean obligadas a posponer las so-luciones a esta problemática y, por ende, se mantengan prác-ticas inadecuadas.

En torno a los aspectos legales, Berent agrega que el esce-nario actual se encuentra entre la abundancia y la ausencia de normativa de gestión específi ca y la existencia de otras restrictivas, pero el denominador común es la poca o nula

aplicación. Observa la resistencia para aceptar planes a largo plazo y acuerdos regionales.

Como contraejemplo, resalta la Ley N° 5.471 de Micro-regio-nes en el Chaco, que ya tiene un Plan Provincial de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) por regiones y el sistema de transporte, tratamiento y disposición fi nal de residuos de la provincia de Misiones con estaciones de trans-ferencias y dos rellenos sanitarios regionales. En suma, los as-pectos ambientales, operativos, económicos y legales redun-dan en una inefi caz gestión integral de los residuos.

Reclamos vecinales y satisfacción ciudadanaLos municipios (de mediana envergadura a grande) prestan, por lo menos, 150 servicios entre los de vía pública, los ser-vicios a las personas y las nuevas competencias que fueron adquiriendo los municipios. De todos los servicios que presta recibe el 75% de sus reclamos por servicios de alto impac-to y vía pública como alumbrado, mantenimiento de calles, barrido, recolección de residuos, mantenimiento de espacios verdes, mantenimiento de desagües, etc. Esto sostiene la Lic. Patricia Alessandroni, titular de IC Argentina, quien agrega que un 20% restante lo constituyen reclamos vinculados al poder de policía local como el tránsito, la habilitación comer-cial, de obras privadas, la ocupación del espacio público y, por último, hay un margen muy pequeño de reclamos vinculado a los servicios a las personas, como los sociales y de salud.

Rubros tales como la instalación de un relleno sanitario ma-nifi estan la menor participación sobre el total de los recla-mos debido a que, por su gravedad, es canalizado a través de otros mecanismos participativos, como asambleas y talleres. Los reclamos -aporta Alessandroni- son una poderosa herra-mienta con la que cuentan los municipios para realizar contro-les sobre el desempeño de las empresas concesionarias de los servicios públicos. E instala al “reclamo” como la fuente de información más confi able del desempeño de las empresas,

dada su sensibilidad para medir la insatisfacción ciudadana, que claramente afecta a nivel político la gestión.

Desde ese lugar, considera que algunos municipios han co-menzado a incorporar en los contratos de concesión de ser-vicios el pago según resultados. Por lo tanto, es necesario in-centivar el reclamo como insumo que permite a los gobiernos locales tomar decisiones. El principal desafío de los municipios es que los reclamos presentados sean remitidos efi cazmente a las áreas operativas responsables de su resolución. Si no se pudiese dar solución al reclamo, es aconsejable igualmente dar una respuesta al mismo. Los reclamos referidos al manejo de los residuos urbanos los distribuye de la siguiente manera:•• La mayor cantidad de reclamos de los vecinos se refi eren es-

pecífi camente a la falta de servicio, a que no se ha realizado la recolección de residuos.

•• En segundo lugar, se encuentran los reclamos dirigidos a que el camión recolector no pasa por el domicilio con la frecuencia que el vecino esperaría.

•• En tercer orden, porque el servicio de recolección no recoge todas las bolsas de residuos y deja remanentes sin depositar en los camiones.

•• Y, fi nalmente, porque el camión recolector -en su apuro- deja las bolsas de residuos rotas en el suelo, sin levantar los quedan dispersos.

El escenario deseable, para garantizar la satisfacción ciuda-dana, se basa en que los reclamos sean canalizados a través del municipio y no de la empresa. De ese modo, sirve al mu-nicipio como auditoría de su desempeño. En segundo lugar, -agrega- se debería incorporar la gestión por resultados. A partir de ello, se analizan los niveles de satisfacción ciudadana y estudia qué mejoras se pueden implementar para el servicio, utilizando los reclamos como herramienta para re-planifi car. Algunos municipios han logrado importantes avances en esta temática -tales como San Fernando, Jesús María, La Costa y Catamarca, entre otros-, haciendo un esfuerzo hacia una

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gestión integral del reclamo vinculada a los resultados y a la satisfacción.

Por último, concluye Alessandroni que “los reclamos sirven no sólo para salir corriendo como los bomberos, sino que ade-más son una fuente de información muy potente desde el ciudadano para articular la mejora en la prestación de los ser-vicios o para pensar en políticas activas. Su fi n no es sólo solu-cionarlos o contestarlos individualmente. Además, la gestión del reclamo vinculada a los resultados necesita de un nuevo aprendizaje para las organizaciones municipales enfocadas siempre mucho más en las tareas individuales de las personas que en la satisfacción de los ciudadanos y, para esto, también los municipios deben pensar en políticas activas”.

El camino hacia una gestión integralEn la búsqueda de un abordaje integral del creciente y com-plejo problema del manejo de los residuos sólidos urbanos, la sustentabilidad debe instalarse como punto de partida y como horizonte de trabajo. Recuperar los principios básicos derivados de la Agenda 21 y la Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) defi ne el ini-cio del camino hacia una gestión integral.

Pablo Mesa explica que la ENGIRSU propone la reducción de residuos en origen, separación domiciliaria, recolección, transporte, transferencia, regionalización, procesamiento (re-ciclado de inorgánicos, compostaje de orgánicos y otros) y disposición en Centros de Disposición Final con tecnología ambientalmente adecuada y socialmente aceptada.

La estrategia prioriza la clausura de los actuales basurales a cielo abierto (BCA), sin dejar de considerar los aspectos rela-cionados a la comunicación y a la educación. Mediante dicha estrategia está previsto que los gobiernos provinciales y lo-cales desarrollen sus Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), basados en un enfoque regional y de planeamiento estratégico, con defi nición de objetivos prio-rizados, metas e implementación de mecanismos que garanti-cen su costo, efectividad y sostenibilidad en el tiempo.

En ese sentido, las tendencias en la gestión de los residuos buscan disminuir el volumen que tienen como destino fi nal

los rellenos sanitarios y esto, a su vez, conlleva al análisis de nuevas tendencias en el eslabón anterior de la cadena -según aporta Figueiras-, con sistemas de recolección de residuos di-ferenciados (recolección selectiva en origen) o plantas de se-paración (recolección diferenciada en destino) y el desarrollo de sistemas más apropiados para dicha recolección, ya sea “puerta a puerta”, contenerizada u otras.

Desde la aplicación de la ENGIRSU, se han desarrollado Pla-nes de Gestión Integral en las provincias de Chaco, Santa Fe, Santa Cruz, Jujuy y San Juan; y en los municipios de la Costa, Zárate-Campana, Luján, Paraná, Gualeguaychú, San Martín, Angaco (Área metropolitana de Mendoza) y Comodoro Riva-davia. Además se encuentran en fi nanciación obras de cons-trucción de rellenos sanitarios, estaciones de transferencia, plantas de separación y plantas de compostaje.

Las gestiones para la elaboración de los estos planes se inician a partir de las demandas de los gobiernos locales, base sobre la cual se analizan las situaciones y se evalúan las alternativas disponibles para atender dichas demandas. Todos los pedidos deben estar enmarcados en una planifi cación sobre la gestión de los residuos -sostiene Mesa-, es decir, debe haber un proyecto que justifi que el pedido de satisfacción de una necesidad puntual. Contamos con líneas de fi nanciación provenientes de organismos interna-cionales de crédito y fuentes del propio presupuesto nacional.

Adicionalmente, a fi n de concebir estrategias sustentables en to-dos los aspectos implicados, es necesaria la concientización de la población y su participación activa a la hora de disponer los re-siduos, su correcta separación, el respeto a las normas, etc. Esto debe lograrse a través de una fuerte política de comunicación.

En ese sentido, los especialistas concuerdan con que la ges-tión de los residuos debería constituirse en una estrategia de estado, que supere la temporalidad de los diferentes gobier-nos y que además pueda contar con el consenso de todos los actores involucrados. Para ello, debe haber una fuerte deci-sión política de base.

El plan de gestión integral de residuosDiagnosticar, analizar, diseñar acciones, priorizarlas y defi nir estrategias son la base de toda tarea de planifi cación. En el

marco de los lineamientos planteados por la ENGIRSU, el Plan Integral de Gestión de RSU se presenta como el instrumento más idóneo para planifi car una gestión sustentable de los re-siduos sólidos en el territorio local.

Según los objetivos planteados por la Ley de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Domiciliarios, existe en poder de los gobiernos locales y provinciales la facultad de aplicar políticas e instrumentos tendientes a gestionar integralmente los residuos sólidos urbanos, entendiendo por “gestión integral” a la aplica-ción de técnicas, tecnologías y programas convenientes para lo-grar objetivos específi cos de manera ambientalmente correcta.

Estas acciones pueden englobarse en aquellas dirigidas a va-lorizar los residuos, minimizar su generación y, fi nalmente, aquellas formuladas para reducir los impactos generados so-bre el ambiente. Dentro de estas categorías, encontramos as-pectos técnicos, legales, territoriales, sociales y económicos.

El primer paso es conocer la situación existente: cuál es la lí-nea de base para plantear cómo llegar a cumplir los objetivos planteados. Es lo que Ana Corbi sugiere denominar “Mapa de los RSU”, y al respecto asegura que la generación de in-formación es un aspecto crucial para poder planifi car cursos de acción, ya que no se puede iniciar un proceso de regiona-lización ni se puede establecer un sistema de disposición fi nal adecuado si no se conocen los volúmenes de generación de cada uno de los municipios, no se podrán erradicar los basu-rales sin determinar su localización ni dimensionar la enverga-dura de su impacto.

En el proceso de análisis, se deberían identifi car las fortalezas, a fi n de potenciarlas; y las debilidades, para convertirlas en oportunidades a capitalizar. En cuanto al diseño y defi nición de acciones y estrategias, Berent plantea como premisa que el mo-delo de gestión deseado sea elaborado a partir de las experien-cias reales previas, aún con la utilización limitada de recursos.

La propuesta de desarrollo de una gestión integral por fases -consolidando cada una de ellas e implicando a los distintos sectores de la sociedad, con objetivos a corto y medio plazo- es también una garantía para la efectividad y efi cacia de las políticas, ya que la sola existencia de técnicas y tecnologías no

es la garantía de éxito en el abordaje de un problema con un fuerte componente social.

En ese marco, se debe tener en cuenta que la articulación de los distintos actores con intereses es fundamental en la implemen-tación de un plan o proyecto. Esto requiere de una conducción política y estratégica principalmente municipal, como “dueño natural” del problema y mediador de los intereses (prejuicios y benefi cios) dentro de la ciudad o jurisdicción municipal.

Mediante la implementación de una adecuada GIRSU, se pro-pone la separación domiciliaria y la recolección diferenciada y, al mismo tiempo, se destaca el fuerte vínculo que debe existir entre la minimización en la generación y la maximización de su aprovechamiento y valorización, de manera tal de lograr una disminución tanto de las cantidades generadas como de aquellas a disponer: se trata de un concepto asociado a la prevención cuantitativa, que se logra a través de la aplicación de las famosas “3R’s”, Reducir, Reusar y Reciclar.

Asimismo, en la GIRSU es vital lograr determinar el verdadero costo del servicio, que incluya la disposición fi nal, dado que generalmente los municipios sólo consideran como costo de su gestión actual a la recolección y al barrido, sin internalizar los mencionados costos en salud e impacto al medio que re-presenta la disposición en basurales a cielo abierto.

En el corto plazo, una estrategia que se puede implementar es lanzar programas integrales de comunicación, difusión y con-cientización, fundamental para difundir y generar conciencia sobre la temática, para que los distintos actores y grupos de interés conozcan los benefi cios derivados de la implementa-ción de una GIRSU adecuada y sustentable.

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CONCIENTIZACIÓN CIUDADANA Y CAPACITACIÓN

La ENGIRSU incluye el desarrollo de programas de edu-cación y participación comunitaria para concientizar a los ciudadanos y poder implementar la separación y re-cuperación de materiales que reduzcan la generación y disposición fi nal de residuos. Próximamente la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) ofrecerá lineamientos básicos para que las diferentes jurisdiccio-nes interesadas, adaptando los contenidos a la realidad local, cuenten con elementos y recursos de diseño y comunicación en este sentido. Por otra parte, organiza ciclos de charlas con expertos en distintas localidades: Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Chubut.

TECNOLOGÍA PARA ROSARIO + LIMPIA

En el marco de las estrategias de R+L, se implementa en Rosario el sistema de carga lateral de contenedores, mediante la automatización por ordenador de todos los movimientos de carga y descarga del camión. Si bien esta tecnología es compleja en lo referente al desarrollo local de la recolección de residuos, ha provisto soluciones muy simples y superadoras frente a la carga trasera.Ello se debe a que los contendores triplican la capaci-dad de los de carga trasera, lo que permite disminuir frecuencias de recolección y espacio ocupado en la vía pública. Además, no tienen ruedas, lo que asegura su permanencia en un lugar fi jo de la cuadra; las tapas son basculantes con pedal para su apertura, lo que garanti-za que permanezca cerrado y por ende no se dispersen residuos los días de viento. Finalmente, al ser metálicos, son más resistentes al vandalismo.

Reducir, Reusar y Reciclar: Casos modeloEn tanto la cuestión de los residuos sólidos urbanos adquiere cada vez mayor importancia en la agenda pública y existe una mayor preocupación por la preservación del ambiente en la ciudadanía, las estrategias y acciones tendientes a la gestión integral de los residuos se diversifi can. Y en esa diversidad podemos encontrar numerosos casos modelos, verdaderos ejemplos de buenas prácticas.

En la escala regional, Mario Berent destaca el caso de la ciu-dad de Curitiba, en Brasil, por su gestión urbana y ambiental, de forma integral y de larga trayectoria. Asimismo, resalta el sistema de transferencia, transporte, tratamiento y disposi-ción fi nal de residuos de la provincia de Misiones. También en el noreste y litoral argentino, a escala de ciudad, algunos casos meritorios de una lista más extensa son: Curuzú Cuatiá (Corrientes), Aristóbulo del Valle y Apóstoles (Misiones), Fe-deral (Entre Ríos) y Esperanza (Santa Fe).

Se trata de acciones de gobierno y compromiso comunitario, que tienen como merito que los gobiernos implementaron distintas mejoras en los niveles de gestión más allá del tamaño de sus presupuestos y periodos de gobierno. Para las grandes ciudades argentinas destacamos los casos de Rosario, con su programa “Rosario + Limpia” y la ciudad de Córdoba, con la optimización del servicio a partir de la creación de “Córdoba Recicla” Sociedad del Estado.

Rosario + Limpia“Rosario + Limpia” (R+L) es un programa que lleva adelante el gobierno municipal, que aborda la gestión de los residuos con un modelo que integra de manera estratégica y sistémica la participación de distintas áreas del estado municipal (en-samblando y potenciando los recursos y competencias de cada dependencia) como así también la participación de la ciudada-nía, expresada a través de sus distintos actores sociales.

Según el Ing. Pablo Seghezzo, el programa se ha diseñado sobre tres ejes principales, contando con ocho objetivos estratégicos y más de treinta objetivos tácticos. El eje formal toma los objetivos orientados a: rediseño de servicios, cumplimiento de normativa por parte de vecinos y fortalecimiento de la minimización y el reciclado; en tanto el informal, orientado hacia la integración gradual a la gestión formal de residuos o de otra actividad.

El eje cultural, verdadero sustento y motor a largo plazo del programa, pretende lograr un cambio actitudinal en toda la población, entendiendo que las conductas ciudadanas donde prima la responsabilidad, el respeto y la búsqueda del bien común son el primer escalón en la cultura de un pueblo. En menos de seis meses de implementación y gracias a la sinergia generada a partir de una fuerte decisión política, son muchos los logros del Programa en los tres ejes de trabajo.

El proceso involucra a una importante participación de veci-nos desde las redes sociales en Internet, la colaboración de los principales centros comerciales de la ciudad en la difusión del “decálogo” (diez pautas de higiene que todo buen ciudada-no debe cumplir), la instalación de 70 centros de recepción de residuos reciclables en instituciones distribuidas en toda la ciudad, la formación del voluntariado de R+L, la simplifi cación

de procesos para agilizar el juzgamiento de faltas a la higie-ne urbana, hasta la modifi cación de concesiones, servicios de higiene, e implementación de la recolección de residuos por contenedores de carga lateral de alta capacidad.

En cuanto al servicio de recolección de residuos, el Subse-cretario de Servicios Públicos de la Municipalidad de Rosario explica que se evaluaron varias alternativas y fi nalmente se optó por la prestación de los servicios de recolección a tra-vés de un Ente Autárquico Municipal, el Servicio Urbano de Mantenimiento Ambiental Rosario (Sumar), cuya acción está potenciando el desarrollo del Programa R+L.

La decisión se debió a una serie de cuestiones de tipo estraté-gicas y también de tipo coyuntural, frente a las cuales el Ente Autárquico se presento como la mejor opción en la búsqueda de las mejores respuestas para brindar servicios de calidad a la población, en medio de una realidad muy cambiante.

En referencia a la gestión, Seghezzo destaca la transversalidad de “Rosario + Limpia”, donde distintas unidades de organización municipal participan a nivel de sus máximas autoridades con responsabilidades concretas en la implementación del progra-ma. A ello se suman los espacios de participación ya instaurados en la ciudad a través de la descentralización, el presupuesto par-ticipativo y otros espacios generados para temas específi cos.

Córdoba ReciclaEn materia de gestión de la higiene urbana y de los residuos sólidos, la ciudad de Córdoba realizó un cambio que implicó la creación de “Córdoba Recicla” Sociedad del Estado (CReSE), que comenzó con el cumplimiento de una meta fundamental: restablecer la frecuencia de recolección de residuos domicilia-rios en 6 días semanales.

A partir de allí, Eduardo García, presidente de CReSE, infor-ma que se lanzó en 2009 un nuevo servicio de recolección

diferenciada de residuos secos y húmedos en 18 barrios de la ciudad. A través de la ejecución de la segunda etapa, el servicio se expandió para abarcar un área en la que residen aproximadamente 120.000 habitantes.

A través de esa iniciativa y gracias al fuerte compromiso de los ciudadanos, el promedio diario de residuos secos recolectado supera las 9 toneladas, sustancialmente mayor a las expecta-tivas planteadas. Con lo cual, se han incorporado a más de 100 familias -que antes vivían y trabajaban en condiciones de extrema precariedad e informalidad- a un circuito económico de semi-formalidad, a partir de una decidida voluntad de in-clusión social llevada adelante por CReSE.

El incremento del volumen de residuos secos clasifi cados per-mite lograr mejores condiciones de comercialización de los productos recuperados acercándose a la autosustentación del servicio. Por otra parte, la empresa procedió desde su gestión a sanear basurales a cielo abierto, disponer nuevos contende-dores en el espacio público y ordenar el trabajo de los recupe-

Existen numerosas estrategias tendientes a minimizar la generación de residuos. Si consideramos la ruta de cada potencial producto que es desechado, encontramos en primera instancia el packaging de productos que cir-culan en el mercado, que no son parte del producto a consumir y que pueden ser reducidos o reemplaza-dos por otros menos nocivos para el ambiente. Tal es el caso de las campañas que realizan algunos supermer-cados para promover la utilización de bolsas de tela o reutilizables, en reemplazo de las de polietileno.

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NUEVA PLANTA DE RECICLADO EN LOBOS

En el marco del Plan Estratégico Lobos 2020, la ciudad de Lobos, en la Provincia de Buenos Aires, acaba de inaugurar una Planta de Reciclado de Residuos Sólidos Urbanos. Se trata de un proyecto de reciclado que incluyó la ejecución de la planta y la realización de una campaña de difusión y educación ambiental que promueve el cambio de hábitos de los ciudadanos. El proyecto contó con el apoyo fi nanciero y técnico del gobierno de la Provincia de Buenos Aires y tiende a una gestión efi ciente de los residuos.Para el tratamiento de los residuos húmedos (pasto, restos de comida, etc.) la planta ofrece una playa de secado conectada a un sistema separador de fases (decantador) seguido de un clorinador, previo al vuelco. Posteriormente estos residuos orgánicos son utilizados para elaborar abono. Los residuos tipo “especiales” -según la normativa provincial vigente- son dispuestos en celdas de seguridad excavadas en el predio de la planta, impermeabilizadas con película de plástico.Los residuos especiales son prensados y enfardados en bloques para su acomodamiento en el interior de la celda de se-guridad. La planta cuenta con una red de perforaciones a la napa, para el monitoreo de parámetros ambientales durante su operación. La mano de obra empleada está conformada por “cartoneros” del lugar, a los cuales se los ha venido capacitando en la tarea de separación de residuos. Con lo cual, en el marco de su plan estratégico, los residuos sólidos urbanos comienzan a considerarse también como espacio de oportunidades para la integración social.

radores urbanos. La política de inclusión social consiste en el registro de las familias que integraban el servicio en extremas condiciones de marginalidad económica y social.

Una acción interesante constituye la instalación de jaulas de contención en el área central para la recolección de cartón, que es posteriormente transportado al “Punto Verde”, para lo cual utilizan zootropos, vehículos pequeños que facilitan la actividad y eliminan la circulación de transporte con tracción a sangre en la zona céntrica.

En lo que respecta a la disposición, en la actualidad los re-siduos se trasladan a un vertedero controlado -Potrero del Estado- y se prevé la apertura de un nuevo CDF donde, sobre la base de las políticas de separación en marcha, se tenderá a disponer la menor cantidad posible de residuos. Para García, el servicio de recolección cuenta con un 40% de la fl ota de vehículos propia, hecho que signifi có una actualización y una mejora de envergadura: 40 camiones y 9 vehículos livianos son actualmente patrimonio de la ciudadanía.

En cuanto a los costos, a comienzos de los ´80 la empresa ASEO, que por entonces prestaba el servicio de recolección y barrido en la ciudad, cobraba 5 millones de dólares mensuales. Actualmente, bajo el modelo de gestión estatal planteado, esa cifra se redujo un 10%. Se debe considerar que la población ha aumentado aproximadamente un 25% y que la empresa actual ofrece una serie de servicios que antes no se prestaban.

Estrategias comunes para una gestión integralA fi n de acometer los objetivos planteados, existen estrategias comunes para optimizar los resultados de todo plan de gestión. Dichas estrategias se pueden clasifi car como: de asociatividad entre organismos de gobierno, de articulación entre actores rele-vantes, y de participación de la ciudadanía en procesos de toma de decisiones. Resulta de importancia propiciar la regionalización de municipios en aquellos casos que exista voluntad asociativa y donde se presenten las condiciones técnicas adecuadas.

Consiste en la conformación de regiones intermunicipales para actuar mancomunadamente en lo que se refi ere a la gestión de los residuos, pudiendo de este modo generar economías de escala y con ello reducir costos (por ejemplo, distribuir entre va-rios municipios las inversiones iniciales para instalar un centro de disposición fi nal), o posicionar en el mercado productos valori-zados. Otra ventaja es que a través de instalaciones comunes multimunicipales se pueden reducir los impactos ambientales y complementar capacidades técnicas de los distintos municipios.

Según las incumbencias que se dictaminen en sus cartas orgá-nicas, también pueden contar con la posibilidad de asociarse con otros niveles de gobierno o de celebrar convenios con los mismos propósitos. Estas capacidades asociativas se encuen-tran además promovidas por la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos Domiciliarios.

Los gobiernos locales, como principales responsables de la ges-

Colaboraron en la elaboración de esta nota:Patricia Alessandroni: Licenciada en Comunicación Social, es-pecialista en gestión pública para gobiernos municipales; direc-tora de la consultora I&C Argentina dedicada al sector público. Mario Berent: Arquitecto, autor del libro recientemente pre-sentado “Gestión de Residuos. Modelos de gestión de resi-duos sólidos urbanos para ciudades intermedias”. Fue Secre-tario de Obras y Servicios Públicos del Municipio de Leandro N. Alem, provincia de Misiones.Ana Corbi: Licenciada en Economía, asesora del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Fue Directora Ejecutiva del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible del Go-bierno de la Provincia de Buenos Aires.Maximiliano Figueiras: Ingeniero Civil, Gerente General del Gran Buenos Aires en la empresa Transportes Olivos, de Ur-baser Argentina - Grupo ACS.Eduardo García: Presidente de CReSE, “Córdoba Recicla” Sociedad del Estado, empresa que desde hace más de un año se hizo cargo de los servicios de higiene urbana, recolección y disposición de RSU en la Ciudad de Córdoba.

Pablo Mesa: Licenciado en Ciencias Naturales, se desempeña en la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Es autor del “Manual de Buenas Prácticas para el manejo de residuos sólidos urbanos para Municipios”.Ricardo Rollandi: Director Ejecutivo de la Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos Urbanos (ARS), organismo de gran representatividad en el sector.Atilio Savino: Presidente de ISWA. Fue secretario de Ambien-te de la Nación en el período 2003-2006 y Vice-presidente de la Comisión del Cambio Climático en 2006.Pablo Seghezzo: Ingeniero Civil, Subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad de Rosario. Fue Director Ge-neral de Planifi cación y Gestión Ambiental, Director de Hi-giene Urbana y Director de Tratamiento de Residuos de la Municipalidad de Rosario y Coordinador de Planifi cación del Proyecto Residuos Rosario.

Agradecemos a Alfredo Vega de CEAMSE por los datos sumi-nistrados sobre disposición fi nal diaria de residuos sólidos.

tión de los residuos y siendo la escala de gobierno de mayor con-tacto con el territorio y la población, son los “dueños naturales” del problema; con lo cual, para garantizar su resolución deben desarrollar la capacidad de instrumentar políticas que tiendan a solucionar los confl ictos que se presentan en los distintos aspec-tos de esta sensible cuestión que afecta a la población.

Es por lo tanto imperioso implementar estrategias en cada etapa de la ruta de los residuos. Tales estrategias están refe-ridas a la reducción, a la valorización y a la minimización de los impactos sobre el ambiente. Y pueden instrumentarse me-diante el incentivo a la reducción en origen, la recuperación, la efi ciente recolección y al transporte, hasta el control sobre las empresas prestatarias de los servicios y operadoras de los centros de disposición. De este modo, se logran minimizar impactos, racionalizar costos, sistematizar procesos.

Un breve glosario sobre el tema

RSU: Residuos Sólidos UrbanosBCA: Basurales a Cielo AbiertoCDF: Centro de Disposición FinalCDT: Centro de TransferenciaGIRSU: Gestión Integral de Residuos Sólidos UrbanosENGIRSU: Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos UrbanosCEAMSE: Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del EstadoR+L: Programa Municipal “Rosario + Limpia”CReSE: “Córdoba Recicla” Sociedad del EstadoSAyDS: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable