La Exploracion de La Adoracion

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Es un libro que nos muestra la diferencia entre la adoracion y la alabanza, desde una perpectiva pentecostal. Posteado por Ojilver López

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EXPLORACINDE LA

ADORACIN

BOB SO

Q/a misin de Editorial Vida es proporcionar los recursos necesarios a fin de alcanzar a las personas para Jesucristo y ayudarlas a crecer en su fe.

CONTENIDO

PrefacioPrimera Exploracin de la Adoracin 2" Edicin 2002 EDITORIAL VIDA Miami, Florida 33166-4665 1993 EDITORIAL VIDA Publicado en ingls con el ttulo: Exploring Worship 1 9 8 7 por Bob Sorge Traducido por: Jorge Arbelez Giraldo * Wseo interior: Olga Coto Diseo de cubierta: Grupo Nivel Uno Reservados todos los derechos. A menos que se indique lo contrario, el texto bblico se tomo de la Santa Biblia Reina Valera 1960 por Sociedades Bblicas Unidas. Ninguna porcin o parte de esta obra se puede reproducir, ni guardar en un sistema de almacenamiento de informacin, ni transmitir en ninguna forma por ningn medio (electrnico, mecnico, fotocopias, grabaciones, etc.) sin el permiso previo de los editores. parte

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LA ESENCIA DE LA A L A B A N Z A Y LA A D O R A C I N

1. Qu es la alabanza? 2. La entrada a la presencia de Dios 3. La alabanza como arma para la lucha espiritual 4. Qu es la adoracin? 5. Cmo convertirse en adorador 6. El propsito completo de la adoracin congregacional 7. La influencia proftica en la alabanza y la adoracinSegunda parte

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LA D I R E C C I N DE LA ALABANZA Y LA A D O R A C I N ISBN: 0-8297-3479-1 Categora: Vida Cristiana I Adoracin Impreso en Estados Unidos de Amrica Printed in the United States of America 02 03 04 05 06 07 06 05 04 03 02 01

8. El arte de dirigir la adoracin 9. El equipo que dirige la adoracin 10. Los planes para el culto de adoracin

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PREFACIO

A

l pensar en escribir este libro me preguntaba por qu era necesario escribir otro ms sobre adoracin. Despus de todo, hay muchos libros hoy que cubren un amplio campo de intereses en la alabanza y la adoracin, inclusive la funcin y administracin de la msica en la iglesia. En realidad, se dispone de ms literatura sobre las aplicaciones administrativas prcticas de la msica en la iglesia que en cuanto a los aspectos devocionales de la alabanza y la adoracin. La direccin para este libro comenz a surgir al examinar los nfasis de los que ya estaban en circulacin. Me di cuenta de que, con muy pocas excepciones, casi todas las obras que tratan los temas de la msica, la alabanza y la adoracin tienden hacia uno de dos polos: O se enfocan en la administracin prctica de la msica en la iglesia local, o destacan los aspectos devocionales e inspiradores de la alabanza en la adoracin. I ,os libros prcticos tienden a ser de orientacin musical, con poco nfasis devocional en la alabanza y la adoracin; los libros de inspiracin tienden a ser de orientacin hacia la alabanza y la adoracin, con poca direccin prctica en cuanto a la ejecucin musical de los conceptos expuestos.

EXPLORACIN DE LA ADORACIN PREFACIO

La mayora de los devocionales sobre alabanza y adoracin son escritos por pastores, maestros o dirigentes de iglesias que no son directores de msica y, en consecuencia, dejan la implementacin prctica de sus ideas a los msicos. Los libros ms tiles sobre la msica en la iglesia, por el contrario, son escritos por personas dedicadas al ministerio musical, pero no siempre reflejan el inters devocional del pastor o maestro. Dada mi experiencia como pastor y director de msica, sent el deseo de combinar ambos sabores en una sola obra. En una era cuando el pentecostalismo se esparce alrededor del globo con ms rapidez que ningn otro nfasis eclesistico, se necesita ms que nunca una teologa slida de la adoracin segn las tradiciones pentecostales y carismticas. La iglesia ha cado presa de gente sincera que ha puesto demasiado nfasis en las funciones prcticas de la msica en la iglesia, pero que no ha aprendido la sensibilidad al Espritu Santo por no pasar suficiente tiempo a los pies de Jess. Muchos lderes eclesisticos, al contrario, luchan con el problema de que, aunque tienen visin y corazn para la alabanza y la adoracin, se encuentran impedidos por la incapacidad para guiar al pueblo de Dios por medio de la msica. Las iglesias necesitan personas expertas en msica que tengan en el corazn el fuego de la uncin divina. Esta obra, por lo tanto, es un intento por combinar los aspectos prcticos y devocionales de la alabanza y la adoracin en un todo cohesivo. En ella se investigan las muchas facetas de la alabanza, se pasa a un estudio cuidadoso de la adoracin y lo que significa llegar a ser adorador, y luego se concluye con una seccin prctica que hace sugerencias sobre la manera eficaz de guiar a los adoradores a nuevas experiencias en la alabanza y la adoracin. El ttulo de esta obra lleva el sabor de mi peregrinaje en la adoracin, con la implicacin obvia que ella no es la ltima palabra sobre adoracin. Estos captulos no quedan sellados, sino que deben servir como catalizadores para introspeccin y estudios posteriores. Que esta obra sea para el lector el principio de su libro de notas. Puesto que Dios es infinito, tambin6

lo son la profundidad y el significado de la adoracin. Esta obra no pretende suministrar respuestas simples a los problemas complejos que enfrentan los dirigentes eclesisticos en sus cultos de adoracin. En efecto, algunas ideas expuestas aqu no se aceptarn con prontitud. Con todo, se presentarn muchos asuntos prcticos, y confo en que haya preguntas sinceras que hallen respuestas posibles dentro de estas pginas. He vacilado un poco en publicar un libro sobre adoracin dado que he llegado a entender que mientras ms aprendo sobre el tema, tanto ms parece quedar algo sin descubrir. Es muy fcil pensar que se comienza a comprender la adoracin y confinar as al Espritu Santo a conceptos personales de la adoracin. Esta es la trampa que ha causado tanto anquilosamiento en las formas de adoracin de muchos en el cuerpo de Cristo. As que este tomo se escribe con la humilde esperanza de que sea fuente innovadora y estimulante de bendiciones para muchos, mientras se sigue frente a los retos y el gozo de la Exploracin de la adoracin. Bob Sorge

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PRIMERA PARTE

LA ESENCIA DE LA ALABANZA Y LA ADORACIN

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Q U ES LA ALABANZA?

N

o es extrao or referencias a lajalabanzayja adoracin como si fueran entidades idnticas, o por lo menos se combinaran para formar un todo completo. La alabanza y la adoracin son^acJiyidadfis^uejx^ y con frecuencj^sjMjjmux^emejantes^e^ la^manerajtejexpreson exterior, pero oo son la misma cosa. Cada una tiene su propia esencia y propsito. Algunas iglesias son muy expresivas en su alabanza, aunque muy introvertidas, cuando se trata de la adoracin. Y para otras, parece relativamente fcil entrar a la dulzura de la adoracin, aun cuando todava no han aprendido la dinmica de la alabanza. El equilibrio de las dos es ms fcil una vez que se reconozcan las diferencias y funciones de la alabanza y la adoracin.

La esencia de la alabanzaNo es difcil entender el concepto de alabanza, pues hace parte de la vida cotidiana. Se alaba a los hijos cuando agradan a los padres; se alaba a los empleados por un trabajo bien hecho; y hasta se alaba ajos perros ctiando-hacen bien sus trucos. Con todo', la alabanza ms excelente es la que se dirige a Dios o j o que se expresa a otros acerca Dios.11

EXPLORACIN DE LA ADORACIN Q U ES LA ALABANZA?

Algunas definiciones dadas a la palabra alabar en el diccionario destacan su sencillez: elogiar, celebrar con palabras; decir de algo o alguien cosas que significan aprobacin. Obsrvese el enfoque bidireccional de la alabanza inherente en estas definiciones: Se alaba a Dios directamente al exaltarlo o expresarle admiracin; se le alaba indirectamente al hablar bien de l o exaltarlo delante de los dems. La alabanza se puede dar directamente a Dios, o se puede expresar a otros con referencia a Dios. La alabanza se preocupa de quin es Dios y lo que ha hecho. Enfoca a su carcter incomparable y losjactos maravillosos que ha hecho a favor de sus hijos. Cuando Dios hace algo glorioso por ellos, les encanta elevarle sus alabanzas. Sin embargo, la alabanza no es solo la reaccin de agradecimiento de ellos a su provisin; la alabanza es tambin muy apropiada aun cuando no se tenga un regalo particular de Dios en mente. l es digno de alabanza simplemente por ser quin es. Un aspecto distintivo de la alabanza concierne a su esencia extrovertida. Se caracteriza por la celebracin y la alegra, y se expresa con cantos, gritos, expresiones orales, el toque de instrumentos musicales y otras formas externas. El estudio del Antiguo Testamento, especialmente de los Salmos, revela con claridad que el pueblo hebreo era muy emotivo y expresivo en su alabanza y adoracin delante de Dios. Que no se diga que los cristianos contemporneos son demasiado modernos o refinados para rivalizar con el entusiasmo hebreo por Dios. Dios es glorioso y enrgico y merece la aclamacin entusiasta de sus hijos. El que solo ha contemplado las maravillas de Dios todava no ha entrado en la alabanza. La meditacin no es alabanza. Esta comienza con la mente jmesta en D o ^ p j r o ^ n t o n c e s esos pensamientos se deben poner en accin para que sean alabanza. Hay personas muy queridas en las iglesias que cruzan los brazos, bajan la cabeza, fruncen los labios y dicen: Esta es mi manera de alabar al Seor. Estn equivocados porque, primero que todo, no existe ua cosa tal como mi12

manera de alabar al Seor; solo existe la manera de Dios que se ha demostrado con claridad en las Escrituras. Y en segundo lugar, la Biblia demuestra que la alabanza se ha de declarar o manifestar. El Salmo 66:8 exhorta; Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced or la voz de su alabanza. La alabanza existe cuando se expresa o demuestra. Es decir, es imposible alabar con la boca cerrada y el cuerpo encorvado. Kn esa posicin se puede adorar,, meditar, orar o dormir, pero no alabar. El profeta exclamaba: Levanta fuertemente tu voz ... levntala, no temas (Isaas 40:9). Hay formas de alabanza orales y las que no lo son tanto, pero cualquiera que sea la forma de demostrar la alabanza, los dems se dan cuenta de que ocurre. Algunos santos temen alzar la voz en la congregacin porque alguien podra orlos o reconocerlos como malos cantantes. Las alabanzas de Dios no se limitan a los que tienen buena voz. Sj uno nopuede cantar, debe expresar en forma oral las alabanzas de Dios. Si alguien es mudo, puede mostrar las alabanzas de Dios en las expresiones del rostro y el cuerpo. Vale repetir que no se alaba a Dios de una manera propia. Algunas iglesias se enorgullecen de suministrar un ambiente libre donde la gente puede alabar a Dios a su modo. Eso est bien, pero los cristianos necesitan hacer algo ms que solo alabar de acuerdo con sus sentimientos y deseos. Nunca crecern y madurarn en sus expresiones de alabanza hasta que estn dispuestos a alabar de la manera que agrada al Seor, del modo que l quiere que se le alabe. Las Escrituras muestran con claridad los modos variados de expresar la alabanza. Las formas bblicas de alabanza comprenden el espectro de maneras posibles de alabar al Seor, pero Dios no quiere que se imiten sus alabanzas mediante la adaptacin legalista a sus demandas. Ms bien, quiere que se le alabe de manera autntica y genuina, incorporando las formas bblicas de alabanza como sacrificio voluntario. Por eso, si el levantar las manos no es mi manera de alabar a Dios, entonces hay que hacerlo como forma congregacional de alabanza hasta que se13

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Q U ES LA ALABANZA?

convierta en parte natural y genuina de la expresin de alabanza a Dios. Muchas veces la alabanza es una funcin de la voluntad. Hay que tener la voluntad y determinactn^je^labaral Sear, aunque sea sin deseos de hacerlo. Lu alabanzj^^de^ende^de los sentimientos, pues se basa en la g r a n d e z a ^ D i o s q u e es inmutable. David dijo: Bendice, alma ma, a Jehov, y bendiga todo mi ser su santo nombre (Salmo 103:1). A veces uno se siente seco en el espritu, y entonces^Sbe decirle al alma: Bendice al Seor, alma ma! Laalabanza debejEyncionar segn la voluntad yjio segn las ejnjQcines. Se puede preguntar: Pero, cmo Duedoa|abarc^ndojn siento deprimido? La respuesta se puede hallar en los Salmos, pues los escribierorkrhorribres a^tambjn^ufriejr^n profundas depresiones emocionales. Un salmista describe sus sentimientos de esta manera: Mi alma est abatida en m. Entonces se pregunta: Por qu te abates, oh alma ma, y te turbas dentro de m? Luego se dice con firmeza: Espera en Dios. Su declaracin siguiente muestra de modo hermoso la disciplina de la alabanza: Porque an he de alabarle (Sahno_ 4 2 ^ 6 ) . El Seor quiere gue^todosjos creyentes lleguen al punto en que decidan alabarlo sinJmortar_cules-^earjjQ_s sentimientos y circunstancias. Cuando se tiene verdaderamente la impresin de lajjranjteza_deJ)ioj^la^alabjy^ Una manera deleitosa de concentrarse en el carcter de Dios es estudiando sus nombres. La alabanza en el Antiguo Testamento se interesaba en el nombre de Dios. y 'Alabar tu nombre, oh Jehov, porque es bueno (Salmo 54:6). Engrandeced a Jehov conmigo, y exaltemos a una su nombre (Salmo 34:3).14

Los hebreos alababan el nombre de Dios porque para ellos el nombre de una persona indicaba su carcter. Una vez o al doctor Judson Cornwall decir que los hebreos esperaban unos aos para darle nombre a sus hijos y escogerlos de acuerdo con su personalidad. A Dios le agrad esa costumbre y decidi revelar su carcter a los israelitas dndoles varios de sus nombres. Esto es lo que ocurri en xodo 15:26, cuando el Seor dijo: Pueden llamarme Jehov-rafah, pues yo soy el Seor que los sana. En Gnesis 22, Dios se revel como Jehov-jireh cuando quera mostrar que proveera lo necesario a su pueblo. En el ltimo versculo del libro de Ezequiel, Dios dio su nombre Jehov-sama, que significa JeJjoA-est^ll (Ezequiel 48:35). Dios.reyelaba su omn^esenciaj^nGa-deja^m abandona a los suygs; Por lo tanto, es propio que la alabanza enfoque todo lo que representan los distintos nombres de Dios dados en las Escrituras.

Por qu se debe alabar al Seor?Primero que todo, se le alaba porque as se ordena en su Palabra (Salmo 150:1). Obsrvese que Dios-^o^ie_qu^_seje alabe. Porque los reyes no piden sino^ueordenan. Uno podra preguntar: Pc-tqujtDios exige^^j^anza ? T^jm egosta que se complacejm l a ^ i l a d n 2 No es que Dios necesite las alabanzas, sino que sabe que sus hijos necesitan alabarlo. La alabanza no beneficia a Dios (l es Dios, ya sea que se le alabe o no); Djosjiajoxdenado la alabjunzajpara bien de sus jigos, Solo mediante la alabanza seTpede entrar en la relacin debida con l. Sin^un corazn agradecido que alabe a Dios, nunca se crecer en la gracia-de Jesucristo.>

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Q U ES LA ALABANZA?

La segunda razn para alabar a Dios es que l se entrona en la alabanza (Salmo 22:3). Le encanta la. alabanza. Se complace tanto en ella que"se rodea y cubre con Ta. Se alaba a Dios porque a l le agrada. Ahora quiero enfocarme a un versculo que es fundamento de mucho de lo que se dir ms adelante. IsaasO: 18 contiene una clave que abrir muchos pasajes al estudiar el tema de la alabanza. Ese versculo dice: A tus muros llamars Salvacin, y a tus puertas Alabanza. Ljtplaye es esta: EnmuchosjwsajescnieJaa^ se encuentra un pririclpjo^rdador^ Esta clave se ajusta a un versculo relacionado: Ama Jehov las puertas de Sion ms que todas las moradas de Jacob (Sjnjo 872). Al Seor le agradan las alabanzas (puertas) de Sion ms que todas las moradas de Jacob. No cabe duda de que Dios responde a sus hijos cuando lo alaban. -V En tercer lugar, hay^goder^nja^l^anza. Cuando el creyente deja de pelear sus batallas y se pone a alabaraJJios que ha dicho que pelear por l, Dios queda en libertadpara^esatetsu-podexy provisiones a favor deLer^yente. Se ampliar esta idea en la seccin sobre la alabanza como arma en la lucha espiritual y se ver que la alabanza trae victoria, poder, liberacin y bendicin. J En cuarto lugar, se alaba a Dios porque es bueno alabar al Seor (Sa]mq_2 l). Es agradable que los rectos lo alaben (Salmo 135:3). Conviene que sus santos lo bendigan.L

alabanza, sino que todo lo que es digno de alabanza es de Dios y de l procede. Puesto que Dios es eternamente digno de alabanza, porque es el bien infinito y nunca se puede agotar, por eso lo alabarn por siempre jams. Kn sexto lugar, D j o j j c r e a H i o m b r e ^ Esto aparece con claridad en las Escrituras. Jeremas 13:11 demuestra que Dios llam a la casa de Israel a s precisamente para su alabanza, renombre y honra. Esto hace eco en IPedro 2:9, que dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciis las virtudes de aquel que os llam de las tinieblas a su luz admirable. Dios ha escogido a los creyentes con el propsito expreso de que declaren sus alabanzas. Isaas lo expres muy bien: Este pueblo he creado para m; mis alabanzas publicar (Isaas_43:21). Muchajyiejreonas del mundo actual anhelan la satisfaccin y la buscan.desesperadamentedonde no debe^l TncTencontrarn satisfaccin completa ensu^er mtenrTiasta^^e'em?en~en una relacin debJdjjLpn Dios por m e d i o M J ^ a ^ n z a . .W. Tozer dijo bien: El propsito de Dios al enviar a~siTHijo a morir, vivir y estar a la diestra de Dios Padre fue restaurar a sus hijos la joya perdida de la adoracin; para que ellos vuelvan y aprendan de nuevo a hacer aquello para lo que fueron creados en primer lugar: adorar al Seor en la hermosura de la santidad. La^alabanza no debiera serjina tarea difcil ni ardua de dominar, sino que^debiera fluir deTser fel modo nasj^tural. Es en efecto una tendencia normal inherente al cristiano, puesta en l a propsito por el Creador y Padre. La alabanza es una de las cosas ms naturales que el creyente puede hacer CunpQ ^ d e b i i l a b a r ? F ^ que i o ^ c u a n d o asJo_qjiiere (Santiago 5:13). Tambin se alaba a Dios ciando nojse-quiere (Salmo 42:5). A vec^sTagete acusa: Su alabanza es puro emocionahsmrf; pero el empcionalismo^igue el dictado de las emociones de uno. La alabanza;;

j En quinto lugar, se alaba a Dios porjqiie_ejjhgnp de la alabanza (Sjlmo4; 1; Apocalipsisj4T 1). Tmense en consideracin estas hermosas palabras de Martn Lutero: Una persona no puede alabar a Dios solamente, a menos que entienda que no hay nada en ella digno de16

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es una disciplina que requiere la iniciativa del creyente a pesar de sus emociones. El emocionalismo surge cuandj^eentra a la alabanza s q l o ^ j ^ e j j ^ ^ deseos de alabar. No alabar cuando unojio^s^sie^ej^to^ara ello es vercladeKuemojGi^ es decir^permitir quejas emociones dicten el nivel dejdabanza. La yerdadej^labanza es la anStesirde emocicjnahjmpj^e^iab^a. a Dios con entusiasmo yajejjguj^se tengaa^nas_de^aljbar4a^-no. Obsrvese, por favor, que aunque la alabanza no es emocionalismo, s es emocional. Conviene alabar al Seor de manera emocional. Dios cre las emociones, y la alabanza es el modo ms noble de expresarlas. En el Magnficat, Mara dijo: Engrandece mi alma al Seor; y mi espritu se regocija en Dios mi Salvador (I^ucaslj46^47). Otra consideracin es que e j j n e j p r J i e i n p o j ^ Seor-es..almrajnismo. A veces el creyente se excusa de su . falta de alabanza as: Seor: T sabes que te alab de veras ' con todo el corazn el domingo pasado; y s que entiendes, Seor, que estoy cansado hoy. Mi espritu est dispuesto, pero la carne es dbil. Como te alab con tanto entusiasmo el domingo pasado, s que no te importa si descanso un poco hoy. Quin no se ha convencido alguna vez de que se ha ganado un da para no alabar? Todos lo hacen. La Biblia no estipula que se haga la alabanza de una semana en un da. El cuerpo humano no tiene manera de almacenar la vitamina C; o la quema toda o la desecha. De modo semejante, no se puede almacenar la alabanza. Ahora es el momento de alabar al Seor. El escritor del Salmo 42 se hall con el sndrome del domingo pasado: Me acuerdo de estas cosas... de cmo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de18

Dios, entre voces de alegra y de alabanza del pueblo en fiesta. Por qu te abates, oh alma ma? (Salmo 42:4-5). En esencia deca: El domingo pasado estuve cantando y gritando con ms fuerza que todos, tocando la pandereta, y dirigiendo al pueblo de Dios en las alabanzas. El culto de adoracin de la semana pasada fue glorioso, Seor; pero, qu pasa esta semana? Por qu estoy tan malhumorado I T l d s ^ puesto? No ha experimentado el lector que al salir de uno de esos xtasis con Dios, se encuentra en una depresin emocional? Si ese es el caso, no es tiempo de apoyarse en la experiencia pasdaTy pensar: Pagu mi deuda la-semai pasaaa>r. Es el momento para decir con el slm|stajj manos como ejemplo de adoradores tendrn mucha ms moti vacin para serlo durante la semana. Aunque el director de adoracin debe tener en cuenta hombre interior como elemento de mucha importancia, eso n significa que deba descuidar al hombre exterior, pues es u. hecho real que el hombre mira la apariencia externa. Como es* en una posicin muy visible, algo que se observa sin falta es s manera de vestir. Sus trajes o bien pueden distraer a la gente, bien pueden ser de buen gusto, pero sin llamar mucho la aten cin. La congregacin puede adorar con el director de adora cin, rerse de l, o envidiar sus trajes, segn su buena o mal manera de vestir. Debe vestirse bien, con modestia, de mod propio, y llevar ropa a la medida, con colores y diseos qu hagan juego. Para eso no hay que gastar mucho dinero. Los tra jes demasiado elegantes no son un requisito del director de adoracin. Aunque no necesita vestirse segn el ltimo grito de li moda, debe evitar los trajes anticuados. Si tiene cuidado, puedo vestirse con gusto y de manera atractiva aun con el presupuesto ms econmico.

La experiencia musical del directorMientras ms entienda de msica, tanto ms podr el director coordinar los aspectos musicales y espirituales de la adora* cin. Aunque sienta una uncin muy grande, hay ciertas cosas que puede hacer para mejor su capacidad y calidad musical.140

El director puede desarrollar su capacidad para cantar. Las lecciones de canto, cuando de alguna manera sean posibles, aumentaran su proyeccin y control vocales. Debe practicar para tener voz atractiva para el canto, la cual se puede desarroI lar, y esforzarse por obtener una calidad de voz interesante y vivaz. Tambin puede aprender a desarrollar un vibrato agradable, lo cual puede aumentar la sonoridad vocal. La capacidad para repentizar es otra habilidad valiosa que se puede aprender. El director debe tener capacidad de repentizar una lnea de meloda para dirigir los cantos nuevos con confianza y correctamente. El director siempre debe llevar la meloda a menos que haya alguien ms en el equipo que la lleve mientras l armoniza. Por lo general, la gente trata de seguir lo que canta el director. Si armoniza al micrfono, los visitantes que traten de aprender la tonada del canto se podran sentir frustrados al querer decidir la nota que debieran cantar. Algunos directores parecen cantar solos, pues se desvan de la meloda correcta hacia sus propias armonas, y as la congregacin no puede saber con exactitud cules notas debe cantar. Al cantar la meloda con precisin y de la manera debida, el director de adoracin ayudar a que los recin llegados aprendan los cantos correctamente. A veces se empieza un canto con la clave incorrecta. La congregacin canta por debajo de su registro vocal, o se esfuerza por cantar muy alto. No hay necesidad de cantar todo el canto as, especialmente cuando todo el mundo sabe que est desentonado. Hay que parar, volverse al organista o pianista, y decir: Creo que estamos en la clave incorrecta. Puede damos una clave mejor, por favor? Y adelante! El director tambin puede mejorar su capacidad para dirigir. Los movimientos manuales definidos son una ayuda valiosa. Es muy difcil comunicar las intenciones rtmicas a alguien con los movimientos manuales. Por eso, deben tener un propsito, y mostrar con claridad el momento del comps acentuado con gracia natural, no con gestos peculiares ni afectacin. Una141

EXPLORACIN DE LA ADORACIN EL ARTE DE DIRIGIR LA ADORACIN

manera de mejorar la calidad de los movimientos de mano el practicar ante un espejo. La relacin franca y sincera entre el director y los msicos tambin ayuda. Pueden leer los movimientos manuales? Son estos bastante claros para que loi sigan? Si siguen las dificultades con la estabilidad rtmica de la msica, hay que ensayar con los msicos hasta que puedan seguir la tcnica de direccin. Es sorprendente la cantidad de dificultades musicales que se pueden resolver en los ensayos. Hay que estar conscientes de la extensin de los movimientos manuales al dirigir. Si son muy grandes, el director llama mucho la atencin a s mismo; si son demasiado pequeos, no se comunicar debidamente con los msicos y la congregacin. Hay tres factores que deciden el tamao de loi movimientos del brazo y la mano: el pblico, pues una congregacin mayor requiere movimientos manuales mayores para que las personas de atrs puedan verlos; el nimo del canto, porque si es callado y suave, los movimientos extensos no seran propios; y la clase de culto que se dirija; algunos cultos, por su carcter, por ejemplo un funeral, tal vez no requieran movimientos manuales, o solo muy pequeos. La estabilidad rtmica es esencial. Es sorprendente con cunta rapidez un ritmo equivocado puede destruir la eficacia de un canto dado. Algunos cantos tienen vacos largos entre versos. Existe la tentacin de dirigir prematuramente al verso siguiente. Esto se podra llamar anticiparse a la frase siguiente. Algunos directores de adoracin acostumbran anticiparse a la frase siguiente, como si fuera necesario que ellos la cantaran momentos antes de la congregacin, solo para que la gente sepa quin est al frente. Ese estilo mantiene a las personas mirando al director en todo momento y, por eso, no tienen el gozo que viene cuando todas las cosas, incluso el director, se pasan por alto, y se pone toda la atencin en el Seor. Al mantener la estabilidad rtmica, el director parece decirle a los hermanos: Mantendr cada verso en su valor rtmico total. No me anticipar a la frase siguiente. Por lo tanto,142

no tienen que preocuparse por seguir todos mis movimientos voclicos. Adoren a Dios! Tambin es importante que el director aprenda a iniciar el ritmo correcto. Al comenzar un canto es preciso hacerlo con el comps correcto. Recuerdo cmo aprend ese arte. En mi juventud, tocaba el piano en la congregacin y mi madre el rgano. Cuando se anunciaba un himno, yo tocaba una introduccin con un comps que consideraba apropiado. Entonces cuando era el momento para que la congregacin comenzara a cantar, mi madre hunda el pedal del rgano hasta el piso y empezaba con un comps y un ritmo completamente diferente, y ahogaba mi msica con su nuevo comps. Como era natural, el director segua el comps que marcaba mi madre. Al principio me ofenda un poco y me preguntaba por qu ella me haca eso; pero entonces decid analizar esas situaciones y aprender de ellas. Por qu era inapropiado mi comps? Qu tena diferente el comps de mi madre? Ella es una msica excelente, y su comps siempre era el mejor. Escuch y observ para aprender a tener sensibilidad al iniciar el comps y comenzar los cantos de la manera correcta. Si el comps es lento, el pblico siente pesadez en el canto y falta de gusto. No se da cuenta de que el problema es musical: un comps demasiado lento. La congregacin interpreta la pesadez como opresin espiritual en la reunin. El director corrige eso al acelerar el comps. Al contrario, si el comps es demasiado rpido, el pblico se siente como si estuviera en una locomotora que acelera al descender una colina. Las personas no pueden pronunciar las palabras bastante rpido, lo cual les hace sentir como si tuvieran una aspiradora en la boca. Cuando la congregacin se tropieza en las palabras, el director debe disminuir el comps bastante para que se pueda cantar sin dificultad. Se requiere prctica para acelerar o disminuir un comps una vez que se haya iniciado el comps incorrecto. Si hay un buen tambor, el cambio se puede hacer indicndole el nuevo comps para que lo marque en los tambores. Con movimientos143

EXPLORACIN DE LA ADORACIN

EL ARTE DE DIRIGIR LA ADORACIN

de mano ms pequeos y rpidos se indica la aceleracin. Otri buena manera de aumentar la velocidad es palmear el comp ms rpido. Esto no solo da una indicacin visual del nuev" comps, sino que tambin da una indicacin auditiva del nuev ritmo que se desea. Si se canta una alabanza rpida y se dess acelerar un poco el comps, ese es un momento ideal para palmear el nuevo comps. Si, por el contrario, se quiere disminuir la velocidad, se pueden hacer movimientos manuales m' amplios y extensos. Si ninguna de esas cosas da resultado, no hay nada malo 01 parar el canto y anunciar: Comencemos de nuevo, y esta ve" aceleremos un poco (o vamos ms despacio). Es indebid volverse al pianista y decir: Qu pasa hoy? Esto sue' como un funeral! No hay que culpar al pianista ni a nadi ms por el comps equivocado. Lo nico que el director d adoracin necesita hacer es pedir un cambio de comps. El cambio repentino de comps en la msica se debe intro ducir con cuidado. A veces es propio cambiar de cantos lento a rpidos, o viceversa, pero la transicin se debe hacer co cuidado. Un cambio repentino de comps al momento equiv cado puede ser contraproducente para el resto del culto d adoracin. La mayora de los cultos tiene solo un cambio d comps que, por lo general, ocurre cuando se cambia de ca tos rpidos a lentos. Se debe conducir con las manos y la voz. Parece que algunos directores de adoracin les da miedo mover las mano al ritmo del canto. Quizs se sienten llamativos o cohibidos hacerlo. Hay que dominar la inhibicin. Se obtiene la mayo eficacia cuando hay libertad para proyectar la voz alta mover los brazos al comps y sin desmao. Recomendara el primer movimiento de mano a la mayor! de los directores de adoracin. En la mayora de los cantos posible, por lo general, dirigir un ritmo claro y comunicabl con un movimiento sencillo de arriba hacia abajo. No hay q preocuparse de la propiedad terica de la tcnica en tanto qu144

se obtengan buenos resultados en la comunicacin de las intenciones del director a los msicos y la congregacin.

La preparacin del directorLa preparacin de un director de adoracin tiene objetivos a largo y a corto plazo. Hay elementos progresivos y otros que se realizan en cada culto. La preparacin es algo ms que hacer una lista de los cantos. En primer lugar, la preparacin es espiritual. Comienza con la vida de oracin regular en busca de la sensibilidad a la influencia del Espritu Santo. En la oracin se comunica a Dios el anhelo de ser ms sensible a su Espritu. Se puede orar en el Espritu y por fe recibir mayor sensibilidad y uncin en la vida y el ministerio, al pasar tiempo sirviendo a Dios en oracin y adoracin. El servicio a Dios debe venir antes que el servicio al hombre. Cuando se da prioridad al ministerio a Dios, se siente la urgencia de ministrar al hombre. No solo se debe mantener una relacin ntima con el Seor durante la semana, sino que se necesita la certeza de la preparacin espiritual al acercarse el culto de adoracin. Hay que dedicar tiempo el sbado por la noche o temprano el domingo por la maana a la alabanza y la adoracin en privado. Al llegar al santuario, el director debe estar listo. Si espera lograr esa preparacin espiritual en el culto de alabanza, no podr dedicar toda la atencin a la direccin del culto; parte de su energa se gastar en tratar de ponerse en armona con Dios, lo cual no debiera preocuparlo durante el culto. Y no lo preocupar si tiene la preparacin espiritual adecuada antes de llegar a la iglesia. El director tambin debe consultar, por anticipado, con el pastor o la persona encargada del culto para conocer el tema del culto o el mensaje principal del sermn. Eso no solo le ayudar, sino que tambin comunicar su disposicin a trabajar junto con el equipo ministerial.145

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Los pianistas y los msicos de la iglesia necesitan tiemp para ensayar los cantos. Si se depende mucho de un pianis que necesita aviso previo, hay que ayudarle a satisfacer t necesidad. Por fe se debe pedir a Dios los cantos con una o do semanas de anticipacin, pues l ya los conoce y puede imp tir tal informacin. Como ltimo punto en la preparacin para el culto de adoracin, el director debe evitar la prisa antes del culto. Si llega la plataforma treinta segundos antes de comenzar, jadeante y resollando porque tuvo que entrar corriendo por la puerta d atrs, el culto ya tiene al director en su contra. Satans trata d detenerlo o distraerlo con problemas impertinentes que le irritan las emociones; pero la mayora de las cosas pueden esperar hasta ms tarde. En este punto, es de extrema importancii estar calmado y en armona con el Espritu Santo. Es asombroso ver lo que puede ocurrir para retardar al director del culto, como llamadas telefnicas al ltimo minuto o que un de los nios se lastime un dedo en la puerta del automvil, Aunque se llegue apenas a tiempo, el espritu estar alterado y las emociones hirviendo. Sin embargo, si el director puede llegar bastante temprano para pasar tiempo en silencio delante del Seor, estar listo para moverse bajo el estmulo suave del Espritu.

Normas generalesTambin es bueno que el director de adoracin recuerde ciertas normas generales de comportamiento en la posicin de liderazgo. Si mantiene presentes unas pocas cosas clave se beneficiar l y tambin su congregacin. La prontitud. Al llegar a tiempo y ser de confianza, el director prueba que es una ayuda valiosa para el pastor y los lderes de la iglesia. Como se ha dicho, no llega a tiempo si se presenta un minuto antes de que comience el culto. Cuando llega tarde o deprisa, comunica su nivel de consagracin y el146

grado de seriedad con el cual considera su papel como director de adoracin. La naturalidad. El director debe mostrarse tal cual es, sin imitar a otros directores a quienes respeta ni copiar el estilo del pastor. Aunque puede observarlos y aprender de ellos, no liene que ser como ellos. El director halla la mayor realizacin y eficacia cuando descubre quin es en Dios y se siente satisfecho de serlo delante de la congregacin. En el culto, hay que seguir con el mismo tema hasta el fin. Cuando se ve claro que el Seor le habla a la congregacin sobre cierto aspecto como el arrepentimiento, la purificacin, el gozo o cualquier otra cosa, el director no se debe apresurar a continuar con el resto del culto hasta que Dios haya completado la obra que quiere hacer. No hay nada en la agenda del culto que sea ms importante que reunirse con Dios y orlo. Si se quiere con seriedad or lo que Dios dice, se debe estar dispuesto a apartar el tiempo necesario y dejar que l decida lo que ha de ocurrir. Hay que evitar la inundacin de demasiados cantos. As como una planta se puede daar con demasiada agua, un culto de adoracin puede tener consecuencias negativas con demasiados cantos. El director debe saber cundo se ha cantado bastante. Tampoco se debe interrumpir la adoracin de exaltacin de Dios con otro canto. Cuando la congregacin experimenta la exaltacin en la adoracin, est delante del trono de Dios y cumple con su llamamiento divino. No hay nada ms elevado que se pueda lograr. Ese es de veras un momento sagrado y nada debe distraer ni interrumpir. Otros cantos, cuando se usan con sabidura, pueden servir para estimular la exaltacin, pero en el momento indebido pueden servir de interrupcin y detrimento. Asimismo, no se debe pedir a la congregacin que se siente en medio de la alabanza o adoracin entusiastas. Hacer sentar a los hermanos en la exaltacin de la adoracin es como echarle agua al fuego. La posicin de pie es una postura ms natural y conducente para la adoracin excelsa de Dios.147

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El director debe estar preparado en todo tiempo con coro o himno apropiado para cada situacin. Siempre est turno, y los pastores aprovechan ese privilegio en los momo tos ms inesperados. Segn lo que ocurra, ya sea una invit cin al altar o un tiempo de oracin, el director debe tener canto listo que se acomode a la situacin presente. Uno de m tos, que es pastor, me ha dicho que lo que ms aprecia en director de adoracin es la flexibilidad para tener un can para la ocasin en: un momento. No se necesita mucho tiempo para aprender a escoger los c tos apropiados, si el director es sensible a dos cosas: el conten o el tema de los cantos preparados, y el sentimiento que tal cantos despiertan. El tema se aprende al estudiar las palabras; sentimiento se determina al considerar el comps del canto y fuerza rtmica, ya sea suave y fluida, o de marcha e imponen Con el anlisis cuidadoso del tema y el sentimiento de c canto, el director puede reunir los cantos en una sucesin suav Si hay personas en la congregacin que se ve que no con cen el estilo de alabanza y adoracin de la iglesia, el Espri puede dirigir a los lderes, en ocasiones poco frecuentes, p que den una explicacin bblica corta a los visitantes. Esto debe ser necesario en la mayora de los cultos y se debe hac solo por una urgencia especial del Espritu. Con todo, hay q estar conscientes de que esa necesidad de explicar surge veces. Algunas congregaciones solucionan ese problema poi ble con la preparacin de un panfleto breve para la presentad de la iglesia, el cual incluye la explicacin sobre la forma adoracin. Una declaracin escrita en el paquete informativ para las visitas es tal vez la manera ms suave de resolver problema. En cuanto a las directoras de adoracin, recomiendo que se muestren demasiado fuertes ni dominantes, sino que m tengan su feminidad en todo tiempo. Si son suaves, gentile dulces y naturales, la congregacin apreciar y honrar s liderazgo.148

El director de adoracin y msicoMuchos directores de adoracin, puesto que tambin son msicos, tocan un instrumento mientras dirigen la adoracin. Sus instrumentos ms comunes son el piano y la guitarra. El desempeo como director y, a la vez, como pianista o guitarrista no es fcil, pero tiene ciertas ventajas. El director no tiene que detenerse para anunciar el canto siguiente. Como se acompaa a s mismo, puede cambiar de claves a voluntad o pasar a un canto diferente y as ser muy flexible al cambiar de direccin. El director no tiene un espacio amplio entre l y el pianista o msico principal. Puede ser difcil que un director le comunique con claridad sus intenciones a un msico sentado a cierta distancia, el cual no puede adivinarle el pensamiento. La barrera desaparece cuando el director puede iniciar los cambios en su propio instrumento. A veces es muy agradable tener un interludio musical en la adoracin, cuando la congregacin est callada y un msico toca una tonada para adorar al Seor. El director no puede producir esa expresin espontnea en un msico solo con mandarle que toque algo proftico; pero cuando l mismo es el instrumentista, puede iniciar esa expresin musical solo y sin depender de otros. Por ltimo, he descubierto que cuando dirijo desde el piano la gente no se distrae mirndome y puede enfocarse en el Seor con ms facilidad. Alguien de pie detrs del pulpito puede distraer ms a los adoradores, porque la mayora de las congregaciones estn acostumbradas a mirarlo. Desde el piano, puedo dirigir bien sin convertirme en un obstculo visual. Tocar y cantar simultneamente es un arte difcil de dominar, y se convierte en una hazaa cuando se combina con la direccin de la congregacin en la adoracin. El que tal hace no solo debe saber tocar y cantar al mismo tiempo sino estar en armona con el Espritu de Dios, para discernir su gua para el culto. Para el msico bueno y experimentado, el tocar las canciones de adoracin se convierte en algo casi instintivo, y149

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as puede aplicar la concentracin mental a otros aspectos. Si" embargo, los directores de adoracin y msicos deben ten paciencia mientras aprenden a dominar su tcnica, pues deb saber que se necesita tiempo y prctica.

La direccin, no el controlEl lder del culto de adoracin no es el conductor ni control dor de la adoracin. Cuando los directores de adoracin man! pulan a la gente para obtener cierta reaccin o expresi pasan al campo prohibido de la conduccin o el control de adoracin. El director no debe obtener una reaccin median la manipulacin; Ta reaccin se inspira por el ejemplo, dirige al estimular o inspirar a las personas a entrar a la al banza, pero ellas tienen la prerrogativa de reaccionar u obs var. No se debe obligar a la congregacin, aunque el objetr deseado sea bueno. Los buenos directores no aprenden manipular, sino a exhortar. No tratan de controlar, sino q procuran inspirar. Algunas iglesias aprenden a alabar en proporcin directa nivel de emocin lograda por el director de adoracin. Si director es moderado, as es la alabanza de la iglesia. Mient ms grite, dance y se agite el director, tanta mayor es la rea cin de la congregacin. Esto puede hacer que los director crean que el xito del culto de adoracin depende de su deser: peo o nivel de emocin. Eso no es cierto. El director no es' all para producir en profusin la adoracin, sino ms bi para que Dios lo emplee de modo positivo para inspirar a iglesia a dejarse guiar del Espritu y participar en la adoraci Muchos directores de adoracin mantienen un control t fuerte del culto que la congregacin debe permanecer mu alerta para marchar al paso del director. Todos los movimic tos se dirigen desde el pulpito, y las personas reaccionan c~ con reflejos. Ese director mantiene un despliegue person muy elevado y, en realidad, se convierte en distraccin q aparta la atencin de la gente del Seor. Quin necesita ver150

Jess cuando se tiene un espectculo de una persona para divertir a la congregacin un rato? Para ser eficaz, el director debe ser visible a toda la congregacin, pero, al mismo tiempo, debe asumir un estilo que lo haga invisible, en cierto sentido, para que la atencin de las personas pase del plano horizontal (los otros miembros de la congregacin) al vertical (Dios). Muchas de las responsabilidades del director de adoracin son muy visibles en s: da la direccin visual a la congregacin al mover los brazos; enva seales e instrucciones visuales a los msicos y al equipo de adoracin; anuncia los nmeros y nombres de los cantos; da exhortaciones, lecturas bblicas y profecas; demuestra la alabanza y la adoracin levantando las manos, palmeando, danzando y cantando; y la lista sigue. Cuando se unen todas esas actividades, puede parecer divertido ver a una persona que las manejas todas a la vez. El culto todava necesita direccin, y el director no debe aflojar su liderazgo, sino permanecer como lder pero mantener la mayor moderacin posible. La mejor manera en que el director puede ocultar su persona es tener un rostro que irradie gozo y adoracin. Al levantar las manos el rostro hacia el Seor con una expresin de feliz esperanza, el director cesa de ser la persona que alguien quiere mirar. En vez de mirarlo a l, la congregacin contempla al Seor quien es el objeto le su atencin. El director debe evitar movimientos rpidos o grandes que llamen la atencin a l. Al anunciar los cantos, dar seales al pianista, hacer bajar el tono de los tambores, acelerar el coro, dirigir la congregacin con los brazos y cantar alto por el micrfono, la tendencia de todos es a mirarlo con mucha atencin. No le resto importancia a ninguna de esas actividades, pues es inevitable que el director tenga que ver con seales, direcciones y micrfonos en cualquier momento, pero lo importante es la manera de manejar tales funciones. El objetivo es aprender a realizar todos los elementos necesarios de manera que el director llame la atencin mnima a s mismo.151

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Sera valioso un conjunto de seales moderadas que recono can todos los del equipo de adoracin. El director tambin puede parecer menos visible si habla ms alto por el micrfono de lo necesario, y si no se p pasa en los movimientos manuales al dirigir el canto. Si l personas cantan con bastante facilidad, el director puede ap" tarse del micrfono un poco para que su voz se combine c toda la congregacin, y luego cantar fuerte por el micrfono iniciar la estrofa siguiente o el coro. Asimismo, recomien que se usen los movimientos manuales con moderacin. H que usarlos en el momento debido, para establecer y reforzar ritmo de la orquesta y la congregacin; pero una vez que ritmo est establecido y el canto fluya suavemente, se vuel superfluo mantener los movimientos manuales. Sigo la no de que con los movimientos le digo a los msicos: Mire bien, porque tenemos que lograr el comps correcto. Al dej de mover el brazo, es como si dijera: Ya vamos bien, simp* mente mantengan este ritmo constante. Si el pianista y el t bor comienzan a apartarse en el ritmo, una vez ms comienzo indicarlo con la mano. Se ha planteado alguna vez si los directores de adorad debieran mantener los ojos abiertos o cerrados? La combi cin de ojos abiertos y cerrados es necesaria. He visto direc res con los ojos cerrados durante todo el culto y, por con guente, no saban lo que pasaba en la congregacin. Paree que no les importaba si la congregacin participaba con ell en la adoracin, o no. Al contrario, algunos directores mir continuamente alrededor para ver cmo van las cosas. L tales demuestran poco inters en el Seor o en la expresin su corazn a l. El director eficaz debe mirar a la congreg cin de vez en cuando para ver su reaccin, pero tambin de mostrar que l es, por encima de todo, adorador tambin. P lo tanto, es muy apropiado que el director cierre los ojos veces, especialmente cuando quiere obtener nueva direcci del Seor; eso le ayuda a enfocarse solo en el Seor.152

El deber principal del director de adoracinEn resumen, el deber del director de adoracin es dar a la congregacin la mejor oportunidad posible de adorar. Si el director ha hecho su parte al dar una oportunidad excelente para que la congregacin adore, entonces tiene la opcin de aprovechar la oportunidad. No es su responsabilidad ni problema si los asistentes no quieren entrar en la adoracin. El director debe tener una uncin especial en su vida para crear el ambiente ms conducente a la adoracin, pero una vez que haya la oportunidad de adorar, el pblico tiene la prerrogativa de aprovecharla. El director podra pensar as: Voy a adorar a Dios. Ustedes tienen la libertad de unirse a m y al equipo de adoracin mientras disfrutamos de la presencia de Dios, pero ya sea que ustedes decidan acompaarnos, o no, vamos a adorar a Dios. Algunos directores se aterran cuando los hermanos no participan. Pero no deben preocuparse por ello. Si los hermanos no quieren adorar, es asunto de ellos. El director debe unirse a los que participan de buena voluntad en la ofrenda de sacrificios espirituales al Seor. Hay que aclarar algo. En ltima instancia, el director de adoracin es el Espritu Santo. El director humano es solo el vehculo a travs del cual funciona el Espritu, quien es el nico que puede inspirar la adoracin en el corazn de la gente. Solo l puede dirigir de veras la adoracin. Si el Espritu no produce la adoracin en el corazn, cmo podra hacerlo el director? Hay que renunciar al control del culto y darle al Espritu Santo el derecho a moverse o no en el culto, segn su soberana voluntad. La tendencia de los directores a controlar la adoracin tiene sus races en un motivo muy bueno que es el deseo profundo de dirigir al pueblo de Dios a profundidades mayores de alabanza y adoracin. La inclinacin humana, sin embargo, es a ejecutar la visin dada por Dios con la energa humana. Con frecuencia, el director se impacienta con el progreso de los hermanos en sus expresiones de adoracin, y quiere que ellos153

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profundicen ms en lo que Dios les tiene reservado, entone deciden que Dios necesita un poco de ayuda. Como es obvi que l no lo hace bastante rpido, el director trata de acelerar poco el proceso y, al hacerlo, se vuelve culpable del esfuer carnal. Todo director de adoracin se encuentra sin duda lidiand con esa inclinacin a luchar con la energa humana. Tiene reto de las palabras del profeta: No con ejrcito, ni co fuerza, sino con mi Espritu, ha dicho Jehov de los ejrcitol (Zacaras 4:6), y puede desear sinceramente la gua en poder del Espritu, pero los humanos siempre parecen adeh tarse un paso o dos a Dios. El director puede pensar: Esto advertido. No caer en ese error. Sin embargo, sabr que 1 nica manera de dejar de esforzarse es primero sucumbir a tentacin, y luego recibir la iluminacin del Espritu al re pecto y aprender el mtodo de Dios para lograr la victoria. Las Escrituras se refieren a la ayuda por medio de la or cin (vase Romanos 15:30), y la oracin es de veras un eje cicio que requiere trabajo; pero no debe haber esfuerzo en adoracin. Judson Cornwall ha indicado que los sacerdot del tabernculo levantado por Moiss llevaban tnicas de lin para evitar el sudor. A veces, despus de dirigir los cultos' adoracin, salgo con la camisa hmeda de sudor. Me esfo zaba tanto en la direccin que dejaba la plataforma agotado lo fsico y lo emocional. De cierta manera, eso no es lo q> Dios quiere para el director de adoracin ni el culto. Tal vez Dios le d al director una visin para la adoracid en su iglesia, pero entonces espera que el director colabo cuidadosamente con su Espritu para la realizacin de t visin. La adoracin es en esencia muy sencilla y no necesi de la ayuda de la energa humana. El Espritu Santo alimenta adoracin al moverse en el corazn. El director se vuel mucho ms eficaz si aprende a relajarse y descubrir lo fcil q es el yugo de Jess en realidad. Cuando el director trata de ar con su propia fuerza, se cansa pronto; pero al aprender lo q significa moverse en el flujo del Espritu Santo, el Espritu154

y el director descansa. Al llegar a ese punto de reposo, el director deja que el Espritu Santo se mueva libre segn su infinita sabidura y propsito. A menudo, el director busca ampliar sus conceptos mediante seminarios de adoracin. Son emocionantes y me encantan, pero existe el peligro de poner la atencin en las expresiones externas de la adoracin, y tratar de reproducirlas en el ambiente local. El apartar los ojos de Dios para ponerlos en un acto de Dios como la adoracin es idolatra. El salir de una conferencia sobre la adoracin con el deseo de poner en prctica ciertas formas de adoracin puede ser pecaminoso. Ningn modo de expresin garantiza mayor libertad, ni un nivel ms elevado, en la adoracin. Las expresiones varias pueden ayudar, pero no hay nada mgico en su ejecucin. Hay que quitar la mirada de las manifestaciones externas y poner el anhelo exclusivamente en Dios. El objetivo del director de adoracin no es la adoracin. Si lo fuera, se fijara la mirada en las manifestaciones externas y no en las reacciones del corazn. El nico objetivo es Dios. Se ponen los ojos solo en Jesucristo (vanse Hebreos 2:9; 3:1; 12:2). Si l es el objetivo, con toda seguridad la congregacin adorar. Existe el peligro de adorar la adoracin, de esforzarse por obtener una manifestacin externa que, en cierta manera, eclipsa toda experiencia anterior. La iglesia busca un encuentro con Dios; las manifestaciones externas de la adoracin son solamente un reflejo de tal encuentro.

Toma y prdida del controlUn buen director con una personalidad dinmica puede producir un nivel elemental de alabanza, pero la alabanza no ascender ms mientras se funde en la personalidad humana. Hay que tener la influencia de la energa de la personalidad de Dios. Eso no significa que el director no deba hacer nada para provocar la alabanza en la iglesia. El mtodo del director de155

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adoracin se puede resumir en esto: Tomar el control pa luego perderlo. Obsrvese que uso control con el sentido de direccin de estar encargado, no de manipulacin a la cual ya se hi referencia. La diferencia es grande. Es esencial que el director tome el control del culto desd el principio, para calmar a la congregacin y hacerle saber qu alguien est encargado y cmodo en la direccin. Si el dir tor se levanta y dice: Esta es la primera vez que dirijo la ad racin, y estoy muy asustado. Oren por m, y s que Dios no ayudar a salir de esto, entonces habr perdido antes d comenzar. La congregacin le tendr pesar y lstima, pero n adorar y solo lo mirarn para ver su desempeo. Si la iglesi ha de adorar, debe estar tranquila y saber que el culto tiene u direccin fuerte y confiada. El director debe tomar el control para que el culto comienc bien y con una direccin clara. Ha pasado tiempo en oraci durante la preparacin, y debe tener confianza en la mane" como piensa que el culto debe comenzar. Si el culto n comienza con una direccin fuerte, tal vez vacile hasta el fin, La gente necesita nimo y estmulo para alabar, lo cual debe hacer con confianza y optimismo. El Espritu Santo da la comisin a los directores de ador cin para que sean instrumentos que l pueda usar para diri a la iglesia. Aunque Jess es el nico y verdadero Pastor de 1 ovejas, tambin ha dado la comisin a pastores y director para que pastoreen las ovejas. Y aunque el Espritu es el nico verdadero Director de Adoracin, ha llamado a ciertas perso as para que dirijan la adoracin bajo su supervisin y direc cin. Dios se propone emplear el liderazgo humano, d manera que no acta independientemente de los director humanos. Por eso, si se ha de dar liderazgo al culto de ador cin, el director debe hacerlo. No es llamado a controlar, sino dirigir. El director no debe vacilar, parecer confuso o inciert ni sentirse intimidado por su papel de lder. Hay que dirigir, ini ciar y guiar el culto con confianza y fortaleza. El director deb1%

recordar que el Espritu del Seor est sobre l y lo ha ungido (vase Isaas 61:1). La congregacin anhela que alguien dirija porque quiere seguirlo. Por lo tanto, aunque los prrafos siguientes se refieren a la prdida del control, no es porque el director sea dbil, vacilante y de carcter frgil. En realidad, el director es confiado y decide, a propsito, rescindir su capacidad para manipular el culto de adoracin. Con la experiencia, los directores novicios aprenden a tomar el control del culto, y la mayora aprenden con el tiempo a tomar buen control del principio del culto; pero solo unos pocos aprenden el secreto de perder el control despus, lo cual es el secreto de la adoracin verdadera. Aun cuando un director entusiasta pueda estimular la alabanza, la adoracin es la respuesta del espritu humano al Espritu de Dios. Ningn estmulo del director de adoracin har que los hermanos adoren si el corazn de ellos no est bien delante de Dios. El Espritu de Dios se mover en su corazn si el director est dispuesto a renunciar al control del culto y drselo al Espritu. Hay que rendir el control humano del culto para que el Espritu se mueva con libertad. Mientras se mantengan el liderazgo y el control humanos del culto de adoracin, lo nico que se tiene es un culto dirigido por el hombre. Cuando se rinde el control del culto al Seor, se tiene un culto con direccin divina. Obsrvese que no dije que se tendr un culto controlado por el Espritu. La Biblia no habla del control del Espritu, sino del control de s mismo. Dios llama a sus hijos para que sean guiados del Espritu. Si tienen un control debido de s mismos, entonces pueden proponerse a tener la gua del Espritu. El Espritu los capacita para mantener el yo bajo control en vez de permitirle que controle, y una de las caractersticas de una vida con dominio de s es la capacidad para moverse con la sensibilidad a los impulsos suaves del Espritu Santo. No se da el culto al control del Espritu. l nunca trata de controlar a los creyentes. Si el Espritu no quiere controlar la157

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reaccin de los Santos, cmo se atrevera el director de adoracin a hacerlo? Los directores deben tomar el control del culto al principio, pero no el control de la congregacin. Despus que el culto est en marcha, no obstante, el director deba; renunciar al control humano del culto y someterlo a la direccin del Espritu.

plan preparado de cantos, sino que espera la direccin de Dios. Morris Smith ha dicho bien que la verdadera adoracin no se puede dirigir, pues es un acto de Dios. La tendencia a controlar la adoracin est arraigada en el triste concepto errneo de que el director sabe a dnde llevar a las personas. Si el director conoce el producto final, intentar controlar a la congregacin hasta que se logre el fin. Con todo, si acepta el hecho de que no sabe todo lo que Dios quiere hacer en la adoracin, entonces se apoya en el Espritu Santo para lograr lo que solo l sabe y entiende. Como la adoracin es un acto de Dios, tiene posibilidades tan ilimitadas como Dios mismo. Quin conoce lo que la adoracin reserva para los creyentes? Solo Dios lo sabe. Hay que reconocer que Dios hace mucho ms en el culto de adoracin de lo que se puede saber por medios naturales. Se debe dejar que Dios se manifieste. Se le debe dar la libertad de obrar en la adoracin mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos (Efesios 3:20). Ese reconocimiento puede algn da llevar al director a decir algo as: Tomemos un poco ms de tiempo para disfrutar de la presencia de Dios. No s lo que pasa, pero percibo que Dios est haciendo una variedad de cosas en la vida de muchas personas ahora mismo. Deleitmonos en su presencia un poco ms, y permitmosle que complete esa obra en nuestro corazn. Tal actitud refleja la comprensin debida de la condicin finita del director humano de la adoracin.

He aqu algunas maneras de perder el control:1. Aprtese del micrfono. Muchos directores mantienen! el control del culto al tener todo el tiempo el micrfono! a tres centmetros de la boca. Al apartarse del micrfono j y levantar las manos y el rostro hacia el Seor, el direotor dice de manera tcita: No voy a manipular n| orquestar lo que pase enseguida. Quiero que el Espritu Santo tome el culto ahora. Cuando la congregaci interprete la posicin del director, pondr la atencin ett el Seor que tomar la direccin de la adoracir Cuando Dios toma la direccin, pueden ocurrir muchi cosas. Puede haber profeca, un canto espontneo, u| tiempo de silencio, o lo que sea. Es emocionante ver le que Dios har cuando se le permite. 2. No quiera cantar otra cancin de seleccin humana,\ Recuerdo una ocasin cuando me ocurri eso en un ini tituto bblico. Me sent en la banca del piano y dij Seor, no voy a comenzar otra cancin ms. No voy l dar profeca, exhortacin ni nada. El culto es tuyo. N| voy a hacer nada ms hasta que perciba tu Espritu en i culto. He olvidado lo que pas con exactitud, per Dios hizo algo. No sera mejor renunciar a la soluci| humana y esperar la de Dios? 3. Pngase de rodillas en oracin o adoracin. Los direC tores de adoracin pueden hacer ms que estar en pi detrs del pulpito. Al ponerse de rodillas, el director! dice a la congregacin que ya no dirige el culto segn i

El arte de la exhortacinNo se debe suponer que solo porque la gente est reunida en un lugar est lista para adorar. Parece que est lista, pero se le debe preparar para la adoracin. Cuando los creyentes estn cansados o desanimados y abrumados por el pecado y la condenacin, pasar algn tiempo antes que abran el corazn para el Seor, y esta tardanza requiere la paciencia del159

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director de adoracin. La congregacin no necesita que se azote, pues el mundo la ha golpeado durante toda la seman Ms bien, mediante la comprensin amable y la uncin prof tica, el director debe guiarla al rendimiento abierto al Espri Santo. Cuando la congregacin no responde bastante, el direct aprende el valor del arte de la exhortacin. Me refiero a el como arte simplemente porque la exhortacin, como la pred cacin o la enseanza, es una capacidad aprendida. Algn pueden creer que no es consecuente con su personalidad co vertirse en exhortador, pero si Dios ha llamado al creyente dirigir la adoracin, tambin lo ha llamado a realizar todos l aspectos de ese papel que sean necesarios para dar la direcci debida al pueblo de Dios. Sin el uso de la exhortacin, la e cacia del director se limita mucho. Hay ocasiones cuando exhortacin apropiada es la mejor manera de animar a las p sonas a tener cierta reaccin. La exhortacin no es coercin ni manipulacin; se halla el campo de la persuasin. Pablo escribi: Conociendo, pu el amor del Seor, persuadimos a los hombres (2 Corinti 5:11), le orden a Timoteo: Esto ensea y exhorta (1 Tim teo 6:2). Al dar una exhortacin, hay que hacerlo con firmeza y co fianza (vase 1 Pedro 4:11). Hay que hablar en voz alta p que todos oigan, sin murmurar al micrfono ni dar la impr sin de que se acaba de llegar de una visita al dentista. Se de' hablar con resolucin para que se oigan las palabras. Existe la tentacin, bajo el disfraz de exhortacin, desahogar las frustraciones personales con la congregacin azotarla verbalmente con As dice el Seor. S que tod director de adoracin llega a estar frustrado, enojado e imp cente con la congregacin. Se irritar ante su falta de rea cin, domingo tras domingo, y el aparente olvido de lo que 1 ha tratado de impartir durante muchos meses. Con todo, director no debe mostrar frustracin. Antes bien, debe irradi calor humano, amor y paciencia en todo lo que dice y hac160

As la gente se ablandar. La dureza los pondr ms tensos. Si la exhortacin es custica, la respuesta callada de la congregacin ser: Usted tiene razn. No estoy listo hoy, pero veamos ahora si puede hacerme adorar. Si el director es compasivo y positivo en su mtodo, estimular la mente abierta y la reaccin entre las personas. Con frecuencia, hago planes para una exhortacin al mismo tiempo que preparo los cantos. Si tengo una cita bblica o una verdad preciosa en la mente, estarn a mi disposicin durante el culto. Puedo usarlas en cualquier momento para formular una exhortacin positiva. No uso la exhortacin si la adoracin va en aumento; pero si declina, le pregunto al Seor si es el momento para hacer la exhortacin que he preparado. Soy ms eficaz en el arte de la exhortacin si he preparado algo, as como el predicador tiene mejores resultados despus de una buena preparacin. Tambin mantengo una lista de versculos tiles para exhortar a la congregacin a aumentar la alabanza o la adoracin. Esa lista es un recurso valioso cuando necesito una base para la exhortacin. La exhortacin debidamente expresada debe funcionar bajo la uncin proftica. Muchas veces una exhortacin expresada sabiamente es ideal para corregir situaciones difciles en la adoracin o para dirigirla. El pueblo de Dios s responde a la exhortacin. A veces cuando la congregacin no ejercita debidamente su voluntad de alabar, una exhortacin positiva puede ayudarle a tomar conciencia de su pereza e inspirarla a lograr un entusiasmo renovado. Hay que tener cuidado de que no se abuse del privilegio de exhortar a la congregacin. Algunos directores de adoracin quieren predicar tanto durante la adoracin que sus pastores les prohiben hacer nada ms que dirigir los cantos. La exhortacin se debe mantener corta y precisa. No se debe repetir simplemente las palabras de la cancin del momento, sino contribuir algo nico que d ms valor a lo que dice la cancin.161

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Los tiempos difciles en la adoracinLa mayora de los directores de adoracin pueden funcionar bien cuando todo va bien. Pero cmo deben sentir y actuar cuando la adoracin termina en lo que se considera fracaso? Esos tiempos nunca son fciles, pero hay algunos principioi que ayudarn a guiar al director a travs de ellos, y pueden j contribuir a su aprendizaje y desarrollo. Los directores de adoracin parecen estar continuamente frustrados con las personas que no responden bien en el culto de adoracin. La gente se refrena de la adoracin abierta con todo el corazn por una variedad de razones, pero una razn clave es la tendencia natural de las personas a sentirse inhib das en reuniones pblicas, a menos que el entusiasmo sea ds aceptacin social. Los individuos pueden sentirse aun ms inhibidos si nff conocen a nadie en la iglesia. Como muchas personas tienefl dificultad en ser abiertas y comunicativas con alguien t ntimo como su cnyuge, se puede esperar que sean aun m introvertidas en un lugar pblico de adoracin. Si los director) no entienden esas ramificaciones sociales en la adoracin, i vuelven molestos y frustrados ante la falta de reaccin de 1 congregacin. El reto a los lderes de adoracin, mediante la uncin pro f< tica del Espritu Santo, es ayudar a que la congregacin abra el corazn al amor de Dios. Cuando el director descubre qu nada da resultado, su reaccin inmediata y natural es: Qtl se supone que haga? Ese es el tiempo cuando el director de or el mensaje de Dios para esa situacin particular; no sol debe discernir lo que estorba al pueblo de Dios, sino tambil debe saber cmo iniciar una solucin. Una cosa es saber cu es el problema; otra muy diferente tener la sabidura piado para tratar ese problema. Da mucha seguridad saber que director puede pedirle al Seor un mensaje de conocimiento! que revele el problema y tambin un mensaje de sabiduriuj para saber lo que se debe hacer al respecto. La preparacin di162

la lista de cantos no equipa al director para tratar eficazmente esos problemas. El tiempo pasado en oracin, no obstante, cultiva la sensibilidad que se necesita para discernir la gua del Espritu durante el culto de adoracin. El director debe percibir cuando la intensidad de la alabanza o la adoracin comienza a descender. Si tal percepcin de la declinacin viene poco despus de comenzar el culto, sera equivalente a parar y pasar la direccin del culto al pastor. Este es el tiempo para preguntarle al Seor cmo debe el director corregir y dar nueva vitalidad a la adoracin. Es normal que muchos cultos pasen por tiempos difciles. A veces, sin embargo, cuando el culto comienza a debilitarse, es una indicacin de que se ha extendido demasiado el culto de adoracin. La solucin en ese caso es no prolongar ms el culto, sino pedirles a los hermanos que se sienten y pasar calladamente a otra parte del culto. Cuando el director mira a la congregacin para ver su participacin, le puede molestar el ver a varias personas que parece que no adoran. No debe dejar que la apariencia del pblico lo desconcierte. Recuerdo que formaba parte de un equipo de adoracin en un culto en el cual cierto hombre nos miraba con el ceo fruncido durante el culto. Yo estaba convencido de que l apenas si toleraba el culto. Sin embargo, despus nos expres con cario su aprecio sincero. Eso me ense la importante leccin de que no siempre se puede leer la receptividad de alguien en la expresin de su rostro. Hay personas que pueden disfrutar de un culto de adoracin aunque tengan un semblante triste. Si las expresiones del rostro de las personas desaniman al director, entonces debe dejar de mirarlas. El director debe poner su afecto en el Seor, irradiar su gozo, y dejar de preocuparse por la reaccin de la gente, o la falta de ella. Algunas iglesias se enfrentan al problema de que su estilo de adoracin molesta a los visitantes. A algunas personas siempre les parece ofensa el movimiento genuino del Espritu, y eso es semejante al tropiezo de la cruz al cual se refera Pablo en Glatas 5:11. Si ese es el tropiezo que pone la163

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adoracin, hay que regocijarse pues Jess dijo que as se com parta su reproche. Las formas verdaderas de la alabanza y ] adoracin no son repulsivas para los que tienen el coraza puro delante de Dios. Sin embargo, se puede alejar a otras pe sonas al ser demasiado ruidosos e insensibles en cuanto a 1 formas de expresin que no tienen aceptacin cultural.

Las rutinas en la adoracinUno quisiera por supuesto que todos los cultos de adoracin realizaran sin dificultades ni tropiezos. Alguien ha dicho q los cultos sin contratiempos son a menudo los de ms profi didad espiritual. Con frecuencia eso es cierto, pero no sie pre. Cuando el Espritu Santo se mueve en la congregacin modo soberano y la alabanza y la adoracin son vibrant tales cultos son suaves y fluidos porque los lubrica la gu divina del Espritu. Sin embargo, no todos los cultos proced con tanta suavidad y facilidad. A veces parece que el Espri se ha ido de vacaciones, y el director tiene que defende solo. Qu se debe hacer entonces? El manejo de tales situaciones mejorar si el director co prende que, a veces, Dios a propsito lo hace pasar por tie pos difciles en los cultos de adoracin. No lo hace para p vocarlo ni para verlo pender de un hilo sin socorro, sino po que quiere levarlo a dimensiones ms nuevas y completas l. En ocasiones, Dios causa a propsito un culto de adoraci terrible. Aunque el director ayune y ore toda la semana, p horas en preparacin, y tenga a todo el equipo de adoracin la iglesia para una hora de oracin antes del culto, el plan Dios para ese da puede ser que el culto de adoracin sea ab rrido. Lo hace para mantener al director dependiendo de l. demasiado fcil que los directores de adoracin confl demasiado en su experiencia, y que la congregacin se relajo contente con su nivel actual en la relacin con Dios en la ad racin. A veces, Dios detiene al director para mostrarle que adoracin no ocurre mediante las capacidades ni costumb164

de la iglesia, sino con mi Espritu (Zacaras 4:6). Es fcil entrar en rutinas en la adoracin, las cuales son muy suaves. Si un culto de adoracin trasciende con suavidad, podra significar que el Espritu Santo lace una obra profunda, pero tambin que se pasa por la vieja rutina una vez ms. Si la congregacin est dispuesta, Dios le ayuda a salir de esa rutina. Ser una experiencia estremecedora, pero despus vendr el flujo fresco y la vitalidad en la adoracin. Las rutinas se dejan, por lo general, dando un salto largo en una nueva direccin. Hay que iniciar el salto con sobriedad y percepcin cierta de la gua del Espritu. Es probable que ponga la congregacin en un camino al cual no est acostumbrada, lo que puede asustarla. Hay que prepararse para eventos extraos y guiar a la gente con amor en el camino de Dios. El director con la rutina sabe a dnde va; fuera de ella, parece decir: No me sigan, estoy perdido. Al director no le gusta sentirse sin control. Con todo, all es precisamente donde Dios lo quiere tener, para que en vez de depender de nociones preconcebidas, se apoye en la gua del Espritu Santo. Ni al director de adoracin ni a los miembros de la iglesia les gustan los sentimientos de incertidumbre en medio del culto, pero esos pueden ser los tiempos ms fructferos que tengan. Los cultos de adoracin difciles se caracterizan por uno de dos problemas generales. Por un lado, tal vez el director no est bastante preparado y, en consecuencia, se mueve incierto de la direccin que debe tomar. Es un problema muy real que puede ser desastroso para el resto del culto. Cuando los directores estn indecisos debido a la falta de preparacin, se abre la puerta a una multitud de problemas tales como profecas improvisadas, exhortaciones inoportunas y silencios incmodos. Ese tipo de dificultad no merece elogios. Por otro lado, hay una clase diferente de dificultad en la cual el director est bien preparado, pero llega al punto de no saber lo que Dios quiere que haga enseguida. Cuando eso ocurre, el consuelo est en el hecho de que Dios est muy cerca para caminar con el director a travs de esos tiempos difciles.165

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Puede ser que el director reconozca que el culto fluye con suavidad en la buena y vieja rutina de la iglesia. Sera mal fcil quedarse en la rutina y cantar lo esperado que cubr rl bien el problema, y la congregacin puede una vez ms pasar" suavemente sin enfrentarse a Dios; pero quizs Dios haya lie vado al director al punto de sentirse cansado de encubrir el problema con otro corito, y tenga ms bien el deseo de experimentar un movimiento real del Espritu. En tal situacin habr un tiempo difcil de transicin. Alguien sin duda querr tom el control en una de esas ocasiones, o dirigir un canto o un oracin, pero se debe animar a los hermanos a esperar silencio a que el Seor indique una direccin clara. Tales tiempos de silencio asustan a la mayora de las igl sias, pues implican que los directores no saben qu van hacer. Y eso es cierto. El director podra escoger un canto demostrar su capacidad para controlar el culto (y la mayor! lo hacen), pero cuando se decide esperar a Dios, hay qu estar dispuesto a pasar por los tiempos difciles para or l voz del Espritu. A veces, el director avanza tan bien en canal de adoracin que no se detiene a or lo que el Esprit dice a la iglesia. Se requiere mucha sinceridad y humild para admitir delante de la congregacin que, aunque se tie un culto de adoracin suave, la iglesia no se mueve en el pod del Espritu. La mayora de los directores no estn dispuest a admitir que su rutina de adoracin les ayuda a pasar de larg frente a Dios. Si se tiene bastante valor para detener la rutina se es bastante sincero para invocar a Dios, l se reunir con l congregacin de una manera nueva y divina. Tal vez el Esp ritu dirija a un cambio de clima en el culto, quizs pidiendo la congregacin que ore de rodillas. Si lo hace nada ms, p: lo menos despertar a la gente. El valor le una ocasin difc como esta es que hace que todos se den cuenta de la rutina y d su necesidad de Dios. La mayora de los directores de adoracin parecen preoc" parse ms del sentimiento general de la congregacin en cuan al culto de adoracin que de lo que Dios siente al respecto.166

la iglesia llega a cierto xtasis espiritual o emocional y se va satisfecha, el director consider eso como xito. Es posible que el director pueda dominar el arte de poner a la congregacin en estado de euforia espiritual, mientras evita un encuentro verdaderamente revolucionario con Dios? Hay que dejar a un lado la tentacin de sentirse feliz cuando la congregacin lo est. El director debe estar satisfecho solo cuando Dios se complace en a adoracin de la iglesia. En ocasiones es apropiado hacer algo revolucionario en la adoracin, pero tambin es conveniente evitar cambios radicales en el culto. Cuando el Espritu Santo dirige la reunin, lodo trasciende con suavidad. Tal vez haya tiempos speros al principio, pero una vez que el Espritu est encargado, el culto de adoracin avanzar suavemente en armona y orden hermosos. En la Biblia, se compara al Espritu con el viento, el agua y el leo. Esas metforas son apropiadas porque el Espritu fluye con mucha suavidad. Los creyentes tambin pueden aprender a fluir suave y fcilmente con el Espritu Santo. Ha visto el lector alguna vez un guila o halcn que extiende las alas y asciende sin agitarlas? Lo hace al hallar una corriente ascendente de aire clido que le permite remontarse. Muchos cultos de adoracin parecen entrar en una corriente trmica espiritual que le permite a la congregacin ascender en la adoracin, al parecer sin esfuerzo. En otras ocasiones, parece que se gastan cantidades enormes de energa en el intento de entrar en la adoracin. Sugiero que las razones de eso pueden ser ms emocionales que espirituales. Dios no es variable; no est animado en un culto y desanimado en el siguiente; ni el Espritu se entusiasma una semana y a la siguiente no quiere impartir energa la adoracin. Dios no juega a las escondidas con la iglesia. Son los creyentes los variables, que se entusiasman un domingo y son indiferentes al siguiente. Ese es el problema de la fluctuacin de las emociones. Bien puede haber causas espirituales en algunos casos, y los directores de adoracin deben ser guiados por el Espritu para discernir si los obstculos las tienen. Cuando las personas167

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estn decadas emocionalmente, la solucin es que necesit esforzar la mente y la voluntad y resolverse a alabar al Seflof Dios premiar su obediencia y responder con su gloria. Co todo, no es fcil que la iglesia lo haga. A veces, hay una proff ca que anima a la congregacin a responder, pero viene p direccin de Dios, y el director no la controla. Hay algo q los directores puedan hacer para estimular a la iglesia? La respuesta es doble: la enseanza y la exhortacin. Si ensea a las personas su responsabilidad de adoradores, est rn mejor preparadas para responder. El director debe usar imaginacin para hallar maneras de educar a la congregad en su responsabilidad de motivarse a s misma a la alabanza la adoracin. La exhortacin bajo la uncin del Espritu tai. bien puede ser muy eficaz para sacar a la gente de su letargo.

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JLpersona dirige la adoracin con cantos desde el pulpito o la plataforma. El coro y la orquesta la apoyan, pero la responsabilidad de la direccin de la adoracin la ha tenido exclusivamente el director de adoracin (o director del canto, como se le llama a menudo). En aos recientes, sin embargo, ha aparecido un nuevo mtodo, por el cual el director de adoracin se une a un equipo para dirigir la adoracin unidos. Esta no es otra clase de pluralidad de direccin, donde todos los del equipo son iguales en cuanto a la responsabilidad y la actividad. Un individuo sigue funcionando como director, pero rodeado de un grupo que comparte una visin y propsitos comunes.

Los beneficios del ministerio en equipoHay dos maneras generales mediante las cuales un equipo aumenta la eficacia de un director. Primera: Con un equipo hay seguridad y ayuda. Viaj con un equipo de adoracin por unos pocos aos, y en los cultos que tuvimos en muchas iglesias aprend acerca de las bendiciones168 169

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de tener un equipo de apoyo. Aunque parezca una confesin carnal, s que no fluyo con la completa uncin del Espritu todo el tiempo. A veces parece que me muevo con mayor sensibilidad al Espritu de Dios que en otras ocasiones, y es on mis momentos ms dbiles que necesito el apoyo y la fortaleza que otros pueden darme. En muchos cultos daba gracias I Dios de corazn por los otros de mi equipo de adoracin, porque cuando yo estaba dbil, ellos estaban fuertes. Segunda: Con el equipo hay poder y unidad. Un director puede tener un buen ministerio en la adoracin, pero su eficacia SO multiplicar y mejorar mediante los esfuerzos de un equipo que funcione en unidad bajo su direccin. Se necesita algo M A L que individuos con una uncin nica en su vida; se necesitl que esos directores tengan el apoyo de un equipo para que It eficacia de su ministerio aumente. Ralph Mahoney, participante en un plan mundial de ayud misionera, hizo observaciones valiosas sobre el tema: Un hombre solo no realiza mucho en este mundo; pero el que puede organizar a otros para que laboren por una visin comn, y organiza un equipo, puede hacer una obra significativa para el reino del Seor. La Biblia dice que uno puede hacer huir a mil, y dos a diez mil. Ese es un salto muy grande. Qu podran hacer tres o cuatro o cincuenta trabajando juntos en una visin comn? Quizs podran hacer huir a millones y ganar victorias grandiosas en el nombre del Seor. Una visin que se pueda comunicar con claridad es la cosa crtica en la reunin de hombres y recursos para lograr la obra que el Seor quiere que se haga. Cuando uno puede comunicar con claridad a dnde va, muchos estarn listos y dispuestos a ayudarle a llegar all. Los recursos vendrn. El problema no es dinero, sino que uno no comunica la visin y los propsitos.170

El equipo de direccin de la adoracin comprende tres clasificaciones generales: el director de adoracin, la orquesta (los msicos) y los cantores (que pueden incluir todo el coro o una parte de l). Algunas iglesias tambin pueden tener un grupo de danza como parte del equipo. El operador del sistema de sonido y el del proyector (suponiendo que hay un proyector de transparencias para los cantos) tambin se pueden considerar como parte del equipo. Se seguir el siguiente diagrama en el estudio del equipo de adoracin:Pastcr

Diroctcr d e a d r a d c n Mjs principal

CanteresCongreguen

Orquesta

El papel del pastorComo el pastor es el ms responsable ante Dios por los asuntos de la iglesia, el equipo de adoracin queda bajo la supervisin pastoral. El da al grupo la visin y la motivacin. Debe saber la direccin general de cada culto de adoracin, para estar seguro de que el equipo est en armona con l. Debe compartir sus metas y filosofa de la adoracin con el equipo y trabajar de cerca con ellos para asegurar que se cumplan esas metas. Muchos pastores no participan de todas las funciones del equipo. Por ejemplo, no se espera que siempre estn presentes en los ensayos del equipo, pero s suministran la fuerza gua para el ministerio de todo el equipo. El pastor puede contribuir mucho al equipo de adoracin al ensearles a orar. Los pastores se ven forzados a aprender a orar eficazmente, y los directores de adoracin con frecuencia necesitan ayuda en ese campo.171

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El pastor es la clave del ministerio de adoracin. l tiene un papel principal en la adoracin que sobrepasa a cualquier otro. Primero que todo, debe ser un ejemplo de adorador ante la congregacin. El pastor que adora produce una iglesia que adora; lo contrario es cierto tambin, no importa cuan talentoso sea el director de adoracin. El pastor gua mucho ms por el ejemplo en este aspecto que por la predicacin. Puede predicar sobre lt adoracin sin lograr nada, si no es un ejemplo vivo. Si es adora dor, ni siquiera necesita predicar mucho sobre la adoracin, pues los creyentes sern adoradores de todos modos. Cuando el pastor se da cuenta de la influencia que tiene e la congregacin, la magnitud de su responsabilidad le parece" muy grande. Supngase que un predicador visitante viene a lt iglesia y comienza a propagar opiniones discutibles. Qu es 1 primero que hacen los hermanos? Miran al pastor para ver 1 que piensa. Al ver su expresin, la congregacin puede deter minar con exactitud su reaccin a ese visitante. Algo seme jante pasa en el culto de adoracin. Cuando el culto est avan zando y el director de adoracin inicia una nueva direccin los hermanos con frecuencia miran al pastor para ver cmo reacciona al nuevo cambio. Grita l despus que el directofi de adoracin ha exhortado a la congregacin a gritar a Dioi con la voz de triunfo? Apoya el pastor al director siendo ejemplo excelente de adorador? Con su respuesta al Seor la adoracin (o su falta de reaccin), el pastor puede hacer m para influir en la participacin de la congregacin que l orquesta, el coro y el director de adoracin juntos. En muchas iglesias, se da al pastor un asiento muy visibl en la plataforma, junto con otros dignatarios y huspedes. E disposicin de eminencia espiritual en la plataforma pue intimidar al ms humilde de los santos. Es natural que las p sonas imiten la actitud de los que estn en la plataforma. Si pastor est de pie, con los brazos cruzados y frunciendo ceo, la congregacin no va a responder. Esperan alguna sefl que muestre la aprobacin del pastor de la actividad presente,172

No conozco la causa de la costumbre contempornea de hacer sentar a los pastores y ministros invitados en la plataforma, y sin duda hay buenas razones para esa costumbre, pero permtame sugerir que hay que reconsiderar las normas al respecto. El hecho de que alguien sea pastor no significa que va a parecer agradable cuando adora. Algunas personas fruncen el entrecejo cuando adoran, aunque se sientan felices por dentro. Otros irradian gozo, no importa cmo se sientan. Si la congregacin ve personas en el escenario que irradian gozo como ejemplos de adoracin, se sentir inspirada a abrir el corazn en la adoracin. El culto de adoracin es un tiempo para adorar. Si el pastor se descuida, puede comunicar con los movimientos fsicos que la adoracin no es tan importante, y que si se tiene paciencia para esperar, terminar pronto. Al contrario, el pastor puede demostrar, con su actitud en la adoracin, que no hay nada ms importante en ese momento que el culto dado al Seor. Algunos pastores dan la impresin de que son demasiado maduros para preocuparse mucho por la adoracin. La adoracin es necesaria para la congregacin, pero el pastor da la impresin de que tiene mejores cosas que hacer durante el culto de adoracin. Con todo, la Biblia aclara que uno nunca es demasiado espiritual para bendecir al Seor en la adoracin. El Salmo 107:32 dice:Exltenlo en la congregacin del pueblo, y en la reunin de ancianos lo alaben. A travs del libro de Apocalipsis, los ancianos son los que dirigen a la multitud celestial en la adoracin al caer postrados delante del Rey de reyes. El estar listo para responder en la adoracin no denota inmadurez ni celo juvenil, sino que es una seal de madurez y espiritualidad. El rey David es un buen modelo que los pastores deben imitar, porque fue en un sentido muy real el pastor de la nacin de Israel. Se propuso ser un ejemplo de adorador ante toda la nacin. Se puso un efod de lino y danz delante del Seor con mucho entusiasmo mientras traan el arca a Sion. David era el rey, el lder, el pastor de los israelitas y todava173

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consider que su propio lugar era manifestar una expresin exuberante en la alabanza y la adoracin a Dios. Cuando Mical lo menospreci por su despliegue de adoracin, la reprendi (vase 2 Samuel 6:21-22). Es la responsabilidad del pastor echar a un lado el orgullo y dirigir al pueblo de Dios en la alabanza y la adoracin jubilosas. Adems de su influencia en la adoracin, el pastor tiene la clave de un programa musical exitoso. El nivel del ministerio musical de una asamblea local nunca exceder a la visin del pastor. No solo deber estar disponible para suministrar visin y direccin al departamento de msica, sino que debe tambin apoyarlo al dar aprobacin y estmulo pblicos a los que participan. Es muy importante que el pastor afirme a los que ministran en la msica y la adoracin dndoles muestras continua! de aprecio y comprensin. Es inevitable que el pastor participe en el ministerio musical hasta cierto punto. Aunque tienda a rehuirlo, tendr que dirigir la adoracin de vez en cuando, y tomar muchas decisiones que afectan el clima musical de la iglesia. Entre el veinte y el cincuenta por ciento del tiempo en la mayora de los cultos se dedica a la msica, y el pastor desempea un papel decisivo en la seleccin y forma de la participacin musical. El pastor debe poder relacionar la teologa con los objetivos y usos de la msica en la iglesia. Por qu se pone tanto nfasis en la msica y la adoracin? Cul es el fin deseado de toda la msica en la iglesia? El pastor debe poder responder estas preguntas y otras semejantes con respuestas bien consideradas y de buena teologa. La msica eclesial debe tener un papel propio y definitivo. Para algunos, el culto de cantos se ha convertido en una rutina tradicional y necesaria. Otros llaman a esa parte del culto lo preliminar, con la implicacin de que todas esas actividades preparan a la congregacin para lo que creen que es el nico evento significativo del culto, es decir, el sermn. Algunos ponen nfasis en el lugar de la msica en la iglesia como medio de crecimiento, sabiendo que la buena msica atrae a174

las multitudes. A menudo se usa la msica para llenar tiempo. Se usan cantos para que la gente descanse despus de estar sentada o de pie por mucho tiempo, para que no se encalambren en la misma posicin. Cuando se usan los cantos as, se les quita significado y se les asigna una connotacin menospreciativa. Hay una historia antigua de cierto organista a quien el pastor le pidi que tocara algo para cubrir un momento de demora en el curso del culto. Se dice que murmur: Por qu usted no masculla algo? Los pastores deben considerar con cuidado el papel de la msica en la iglesia. Lo triste es que relativamente pocos institutos o seminarios preparan a los pastores de modo adecuado para las responsabilidades musicales que han de encontrar en el pastorado. Aunque hay programas de msica en la mayora de los institutos bblicos, no se consideran esenciales en la preparacin de los estudiantes para el ministerio pastoral. Eso a pesar del hecho de que muchas iglesias, al evaluar a los candidatos pastorales, a menudo dan una consideracin seria a la capacidad para dirigir la adoracin. Con frecuencia se supone que si alguien no puede dirigir bien la adoracin, entonces tal vez tampoco pueda hacer nada ms. Sera importante que los institutos bblicos incorporaran clases sobre la adoracin y su direccin en los programas ministeriales, considerando tal entrenamiento esencial en la preparacin de los pastores y, en realidad, de todos los obreros cristianos.

El papel del director de adoracinEl director de adoracin dirige a la congregacin, los instrumentistas y los cantores. Su atencin se divide en dos aspectos generales: los aspectos musicales del culto, que incluyen a los msicos y cantores, y los espirituales, que incluyen a la congregacin. El director escoge e inicia la mayora de los cantos. En algunas iglesias se permite a alguien del coro o la congregacin que inicie los cantos, mientras que en otras no se hace tal175

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