La ética social de Simón Rodríguez
-
Upload
jose-quintero -
Category
Documents
-
view
219 -
download
0
description
Transcript of La ética social de Simón Rodríguez
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ
NÚCLEO DE POSTGRADO CARACAS
MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CARACAS – VENEZUELA
(La ética social de Simón Rodríguez)
Participante:
QUINTERO N. JOSÉ Q.
CI.: V-18185827
Facilitadora (Filosofía de la Educación):
Dra. Inocencia Orellana
Caracas, 12 de Abril de 2011.
2
La ética social de Simón Rodríguez
Al hacer un viaje por la historia y ubicarnos en la época de la enseñanza
del filósofo caraqueño Simón Rodríguez se hace curioso indagar al hombre
como un ser humano lleno de conocimientos y sentimientos, con una moral
regida por la sociedad que viene a ser la clave de búsqueda para conseguir
lo que en ese entonces se denominaba civilización. Es por ello que en este
escrito se determinará las diferentes visiones que tiene relación con el
individuo y el colectivo a través del artículo de revista escrito por Rosales
Sánchez Juan y que lleva por nombre “la ética social de Simón Rodríguez”.
En primer lugar, se considera estudiar el individuo como parte de un
conjunto, de una población, en el que se es alguien de ideales hacia las
circunstancias del momento. Plantea Rosales que Simón Rodríguez
expresaba que el individuo existe porque está inmerso en una sociedad, se
puede entender a partir de ello que para describir las acciones buenas o
malas de un individuo obligatoriamente repercuten en la sociedad.
Ahora bien, un individuo que trata de implementar sus ideales puede
verse inmerso en lo que determina Simón Rodríguez como existencia moral,
siendo esta última; respuesta a las buenas costumbres. La elección por dar
respuesta a la justicia, al bien común.
En segundo lugar, vale la pena mencionar los juicios valorativos que
expresa rosales en su artículo, donde aclara que las costumbres como una
acción repetitiva sin reflexión con miras a una tradición, no tiene sentido, no
3
se tiene moral. En cambio si se manejan las costumbres como acciones que
responde a los ideales reflexivos que exigen los cambios de vida en cada
momento, pasan a ser una virtud, una ubicación a lo verdadero. Entendiendo
esta última palabra como los criterios que se mantienen en forma general por
una sociedad.
En consecuencia, no es conveniente hablar de moral individual, si vemos
que las costumbres involucran un conjunto. Cita rosales que “de la
naturaleza de lo moral derivan ciertas exigencias sustantivas para la
organización de la sociedad”, de allí a que intente expresar a lo largo de su
artículo un elemento importante como lo es la razón. Si se habla de la
naturaleza se habla de un orden racional, donde el hombre se ve involucrado
a un constante cambio y adaptación de su medio; es decir requiere de
esfuerzo para continuar su recorrido de vida asumiendo los factores de su
entorno y transformando las costumbres que han seguido el camino de la
ignorancia.
Muy bien lo expresa Rosales, un “hombre racional” actúa
voluntariamente, pero un hombre sin razón “limitado sin educación” se ve
obligado a doblegarse, sin explicación alguna, a los efectos que repercuten
en una sociedad. En otras palabras, puede existir la denominada carencia de
“la dignidad y libertad” que necesita el ser humano.
En tercer lugar, es necesario hablar del individuo como un ser virtuoso,
aquel que aprende de la experiencias colectivas, dando respuesta a las
necesidades a través de la corrección e interpretación con miras hacia el
bien común. Haciendo la voluntad con pensamientos dominados por la razón
4
y no por la pasión. “Son los individuos y solo ellos quien tienen en sí el poder
de elegir” (Rodríguez citado por Rosales). Lo anterior se puede interpretar
como un esfuerzo moral o ético social, ya que sin una relación de voluntad
en hacer las cosas en forma racional, el propósito de luchar por la felicidad o
bien común se perdería, y se vería afectado el equilibrio interior por ende el
exterior.
Al mencionar la virtud como un elemento integrador del ser humano se
hace imprescindible destaca la importancia que tienen los hombres cuando
participan en la transformación de la sociedad por medio de sus
pensamientos, ideales, escritos, valores humanos y su preocupación por las
buenas costumbres. Lo anterior no es otra cosa que hablar de la educación
como una luz que nos permite adquirir fuerzas, virtudes en pocas palabras
encontrar la clave de ser virtuosos.
Según Rosales “la virtud tiene que ver directamente con la educación y
que esa educación debe poner a la razón como directora de la voluntad, está
sentado en Rodríguez”.
En cuarto lugar; juega un papel fundamental hablar de hábitos y
costumbres en el ser humano; la primera se enfoca a lo individual sin dejar
de ser social, es un sentido voluntario que se ejerce a través de la
enseñanza y donde entra “la libertad humana” como una dimensión para
Rodríguez; la segunda se ve dividida en dos grandes enfoques, uno es
cuando la costumbre es influenciada por la tradición sin reflexión alguna,
tendiendo a no ser favorable y el otro es cuando se ejecuta una costumbre
5
como una conducta que proviene de la razón y que busca adaptarse el
cambio social.
De la combinación de ambas, podría establecerse dentro de un conjunto
la elección por obtener cosas positivas, justas, donde el hombre no solo
trabaje el conocimiento, sino el sentimiento; sin perder el rumbo de la ética
como una actuación verdadera que busca entender y respetar al otro.
En quinto y último lugar; es necesario dejar a reflexión algo que se
menciona en el escrito de Rosales, que va relacionado directamente con el
individuo joven, en el expresa Rodríguez (filósofo caraqueño) que “la reforma
moral de los pueblos y de individuos deben llevarse a cabo en los niños”.
Entonces ¿Es cierto que hoy día sólo se requiere de una formación hacia la
población juvenil? ¿Qué sucede si seguimos dejando de lado la participación
de los adultos? ¿Qué harías tú para lograr una sociedad verdaderamente
civilizada?
6
Referencias Bibliográficas
Rosales S. Juan. La ética social de Simón Rodríguez. Revista de Filosofía y
Socio Política de la Educación. Barquisimeto. Nº:6 (Julio/Dic/2007).
FONACIT. Teré.