La Esperanza, por Benjamín Gálvez

download La Esperanza, por Benjamín Gálvez

of 66

description

La esperanza, vista desde distintas perspectivas y disciplinas: Filosofía, Economía, Sociología, Pedagogía y Teología. Sección de análisis de prensa, entrevistas y anexos fotográficos.

Transcript of La Esperanza, por Benjamín Gálvez

-Desde diferentes perspectivas y disciplinasPresentat al Postgrau dAgent en Desenvolupament Internacional ADI, Edici 51 SETEM CATALUNYA

LA ESPERANZA

Alumne: Benjamn Glvez Arqueros Tutor: Xavi Latorre Data: Novembre 2011 Ciutat: Barcelona

S E T E M

C A T A L U N Y A

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEMLA ESPERANZA BOSQUEJO INTRODUCCIN I. ESPERANZA DESDE LA FILOSOFA A. Ernst Bloch El Principio Esperanza y la Desesperanza B. Enrique Dussel Filosofa de la liberacin

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

II.

ESPERANZA DESDE LA ECONOMA A. Manfred Max-Neef La economa descalza y el Desarrollo a escala humana B. Marcos Arruda La humanizacin de la economa y la enfermedad de la normosis C. Jeffrey Sachs y otros La Felicidad, un nuevo concepto econmico D. Metforas econmicas en la prensa escrita 1. Metforas martimas 2. Metforas ssmicas ESPERANZA DESDE LA SOCIOLOGA A. Boaventura de Souza Santos Foro Social Mundial B. Consideraciones sobre el 15-M ESPERANZA DESDE LA PEDAGOGA Paulo Freire Pedagoga de la Esperanza ESPERANZA DESDE LA TEOLOGA A. TEOLOGA DE LA LIBERACIN 1. Ignacio Ellacura Semilla de Esperanza 2. Alfonso Comn Esperanza en la historia B. TEOLOGA PROTESTANTE 1. Jrgen Moltmann Teologa de la Esperanza 2. Javier Gmez Tesina sobre la Esperanza Escatolgica 3. Entrevistas a lderes protestantes- Qu es la esperanza? C. TEMAS A DEBATE 1. Esperanza es Trascendencia 2. Esperanza es Oracin y Adoracin 3. Esperanza es Cooperacin 4. Esperanza es Denuncia y accin ESPERANZA EN LA PRENSA A. Tabla de la investigacin sobre el uso de la palabra esperanza. B. Breve anlisis sobre los resultados.

III.

IV. V.

VI.

CONCLUSIN BIBLIOGRAFA

2

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEMINTRODUCCIN

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Si supiera que el mundo se acaba maana, yo, hoy todava, plantara un rbol. -Martin Luther King Este trabajo de reflexin gira alrededor del concepto esperanza. He querido comenzar con una frase de Martin Luther King en el encabezamiento porque plantar un rbol es plantar esperanza. En la actualidad, diez aos despus de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, se ha edificado en la Zona Cero una gran plaza con cuatrocientos robles, pero con un lugar destacado para el rbol superviviente, encontrado entre las ruinas del World Trade Center.1 Vivimos tiempos de crispacin, de exasperacin, pero contra estos sentimientos Stphane Hessel, autor de Indignaos!, recomienda: No deberamos exasperarnos, deberamos esperanzarnos. La exasperacin es una negacin de la esperanza [] no permite obtener los resultados que pueden eventualmente producir la esperanza.2 Hemos hallado gran cantidad de material y hemos tenido que seleccionar para que el trabajo no resultara voluminoso. Procuramos utilizar autores que hubieran escrito sobre el concepto o que tuvieran cierto significado esperanzador para el mundo en el que vivimos, buscando precisamente un mundo mejor, o como dira Paulo Freire un mundo menos feo.3 El trabajo tratar de acercarse al concepto de la esperanza desde distintas pticas. De esta forma la Filosofa hallar su aportacin en Ernst Bloch y Enrique Dussel. La Economa har su aporte con Manfred Max Neef, Marcos Arruda y otros, adems de una breve seccin sobre metforas periodsticas con referencia a la crisis. Por su parte la Sociologa lo har con Boaventura de Souza Santos y otros, adems de aparecer aqu tambin el movimiento 15-M. La Pedagoga har su entrada con Paulo Freire. La Teologa, por tratarse de un tema muy amplio, hemos decidido dividirla en Teologa de la Liberacin (Ellacura y Comn principalmente) y Protestante (Jrgen Moltmann y Javier Gmez). En las dos hallamos expresiones significativas y manifiestas de la esperanza. Tambin trataremos de examinar algunos temas que, o bien en su totalidad o bien parcialmente, se podran circunscribir al mbito de la Teologa. La esperanza cristiana es tambin: trascendencia, oracin/adoracin, cooperacin y a la vez denuncia y accin. Por ltimo habr un pequeo estudio sobre el concepto esperanza en los medios de comunicacin, concretamente en la prensa grfica. Para ello escogimos dos fechas (4 de agosto y 11 de septiembre) en las que analizamos un buen nmero de diarios y peridicos, subrayando el trmino esperanza. El estudio reflejar sus resultados en tablas y grficos. Esperamos que, usando la imagen de Blaise Pascal, an sabindonos solo simples y frgiles caas pongamos esmero en demostrar que tambin somos caas pensantes.4 Reflexionemos sobre la esperanza. Definicin: La esperanza es el sentimiento que se experimenta, cuando las cosas van mal, al tener un presentimiento o fe de que las cosas mejorarn o irn mejor, en un tiempo no determinado antes de que el acontecimiento ocurra. El color de la esperanza es el color verde.5 El trmino viene del latn tardo sperantia, con el mismo significado, y este de sperans, participio de sperare, y este del latn preclsico speres.61 2

Ara, 11-09-11, p. 18. HESSEL, Stphane. Indignaos! Barcelona; Ediciones Destino, 2010, 1 ed. en castellano 2011, p. 39. 3 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. Un reencuentro con la Pedagoga del oprimido-. Ro de Janeiro; Siglo XXI Editores, 1992. 1 ed. castellano, 1993. Notas de Ana Mara Arajo Freire. Traduccin de Stella Mastrangelo, p. 87. 4 VALVERDE, Jos Mara. Vida y muerte de las ideas, Pequea historia del pensamiento occidental.Barcelona: Ariel, 8 ed., p. 124. 5 http://es.wikipedia.org/wiki/Esperanza_(estado_del_%C3%A1nimo) En lnea [Consultado el 12-09-11].

3

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Pareciera que una inquietante y caliginosa noche se ha cernido sobre la humanidad. Ante esto es fcil preguntarse, acaso estamos perdiendo la esperanza? quizs las componendas de una humanidad lacerada y resquebrajada por la competitividad y el egosmo ya sean imposibles de rehacer? Mientras llevamos a cabo la investigacin en los diarios y peridicos nos encontramos ms veces con la palabra confianza que con la palabra esperanza. Ignacio Belinchn escribe: En los ltimos tiempos no paramos de escuchar una palabra mgica: confianza. Todo gira en torno a este trmino: los mercados, las relaciones y la actitud de los empleados frente a sus lderes. [] Nadie confa en nosotros, ni siquiera nosotros mismos.7 El hombre y la mujer de todos los tiempos han tratado de vrselas con la esperanza. Para empezar la vida estimada del hombre se mide en trminos de esperanza de vida. En Matemticas y Estadstica, incluso se habla de esperanza matemtica para referirse al valor esperado de una variable. Pero lo cierto es que, en un tiempo donde incluso ya no estamos a salvo ni siquiera de ataques terroristas de Al Qaeda o cualquier otra organizacin fundamentalista en nuestro propio pas, es necesario averiguar si realmente hay esperanza.8 Vamos a ello.

I-DESDE LA FILOSOFA

Ernst Bloch considera, en una bella frase, que la filosofa constituye sobretodo la unidad del saber en el corazn.9 Bloch hace un aporte voluminoso a la esperanza con su Principio de la Esperanza. Es feliz el que soando muere. Desgraciado el que muera sin soar.-Rosala de Castro

A. ERNST BLOCH: El Principio Esperanza y la Desesperanza Ernst Bloch es conocido como el filsofo de la esperanza y la utopa.10 Fernando Savater, ley una conferencia en el Colegio Mayor San Raimundo de Peafort (Barcelona), durante el ciclo dedicado a La utopa en el pensamiento alemn contemporneo. En ella trat de responder a las utopas de Bloch, bajo el ttulo: Ms all de la utopa: El mito Respuesta a Ernst Bloch-. El comienzo de su conferencia tal vez fue demasiado simptico:

6 7

http://es.wiktionary.org/wiki/esperanza En lnea [Consultado 13-09-11]. BELINCHN, Ignacio. Diario El Mundo del 11-09-11. Seccin Mercados-Muy personal. Ttulo: La no confianza. p. 27. 8 CASTRO-VILLACAAS, Javier. Diario El Mundo en 11-09-11. Seccin Crnica-Investigacin. Ttulo: Atta. En una masa de Tarragona se cerr el plan, El avin cortar el edificio como una guillotina, pronostic en Espaa el piloto Atta, p. 4. Mohamed Atta fue el terrorista y piloto suicida del primer avin contra la Torre Norte. Atta mantuvo una reunin secreta en Tarragona el da 11 de julio del 2001 con Marwan al Shehhi (de 23 aos y piloto suicida del segundo avin contra la Torre Sur) y con Ramzi Bin al Shibb (coordinador de los atentados y enlace de los comandos con la cpula de Al Qaeda, actualmente en Guantnamo y que ha reconocido la existencia de la reunin de Tarragona). Segn Pilar Urbano (Jefe Atta: El secreto de la Casa Blanca Editorial Plaza & Janes-) las palabras de Atta fueron espeluznantes: Nada ms impactar (el Boeing 767) con el morro destrozaremos, por lo menos, tres plantas de cada uno de los rascacielos. Luego vendr lo mejor: el impacto total del avin que, con las alas, cortar el edificio como si fuera una guillotina y, con la explosin del combustible, lo destruir por completo. 9 BLOCH, Ernst. Ernst Bloch, Larc utopia-matria I alters escrits (Ernst Bloch, el arco utopa-materia y otros escritos). Barcelona; Ed. Laia, 1985. Traduccin y edicin de Josep Manuel Udina i Cobo. p. 138. 10 http://video.google.com/videoplay?docid=2808249957355479885# Publicaciones electrnicas Pandemonium. En el marco del I Diplomado de Estudios Marxistas organizado por la Ctedra Ernst Bloch del Centro de Estudios Polticos y Sociales para Amrica Latina CEPSAL-ULA y su Ctedra "Ernst Bloch", de la Universidad de los Andes en Mrida, Venezuela, que cont con la participacin especial de Jutta Schmitt, M.A. de la Universidad de Frankfurt, en una charla introductoria sobre el filsofo marxista alemn Ernst Bloch, y del Dr. Franz J. T. Lee, profesor de la ULA desde hace 29 aos y ex-alumno de Ersnt Bloch. (Ver http://www.franzlee.org.ve).

4

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

[] Quisiera decir unas palabras contra la esperanza. Me parece que la esperanza tiene demasiada buena prensa: de tanto esperanzarnos con ella, temo que vaya siendo cada da algo menos esperanzadora []. Los voceadores de la esperanza siempre tienen algo de vendedores de seguros, de vendedores a domicilio de alegras demasiado vacuamente preconcebidas. Lo ms curioso es que las personas propensas a la esperanza son las que antes se conforman con cualquier cosa []. Mientras hay vida hay esperanza, se dice; pero tambin mientras hay vida, hay flato o cucarachas y esa persistencia no les hace ms deseables. El peso de los tpicos ha cado sobre la esperanza []. Personalmente, lo ms atinado que recuerdo sobre el tema es la letra de cierta milonga que deca, si la memoria no me falla: Para m la vida es triste Si uno se pone a esperar. Muchas veces la esperanza Son ganas de descansar.11

Pero Savater seguir diciendo de Bloch: Es quiz el pensador marxista ms entraable de la historia; le quiero tanto [].12 Es el nico que ha conseguido dar importancia a la tradicin optimista del marxismo, ya que para l la aspiracin es el nico estado sincero del hombre. Es defensor de un optimismo militante que encuentra en la funcin utpica, la autntica clave de interpretacin de la cultura y la psicologa.13 Bloch trata de limpiar el diamante de la esperanza atacando la ganga de la confianza ciega en el progreso.14 Para Bloch, segn Savater, la oscuridad del presente es sin duda el alto precio que paga la esperanza por poder conservarse en su perpetuo aplazamiento.15 Bloch acerca esforzadamente la utopa presente, pero no puede evitar que la conciencia anticipante siga buscando su bien en lo futuro, el presente ser valioso pero slo en cuanto posibilidad.16 Por todo ello nuestra tarea es conservar la esperanza, conservarla pura, inatacable, en el hasto y la oscuridad del presente,17 aunque la esperanza misma sea uno de los principales obstculos para la viabilidad de lo que la esperanza promete.18 La obra El Principio Esperanza es la obra fundamental del filsofo alemn Ernst Bloch, y fue publicada entre los aos 1954 y 1959.19 Cuando apareci el primer volumen publicado (1954), fue cuando los marxistas ortodoxos empezaron a atacarle y a considerar su pensamiento incompatible con el marxismo. Cuando se public el segundo volumen, Walter Ulbrich, secretario general del partido comunista, lo atac con dureza.20 En dicha obra pone nfasis en el papel de la esperanza como motriz del ser humano.21 Bloch, entrevistado por la Revista Anthropos, explica cmo, despus de buscar en Schopenhauer y en Nietzsche, de pronto encontr la solucin la esencia de la fuerza es la fantasa objetiva, el espritu libre y sereno para crear y formar.22 Bloch tambin narra, desde sus primeros aos de11

SAVATER, Fernando. Para la anarqua y otros enfrentamientos. Barcelona; ORBIS, 1977 Biblioteca de Poltica, Economa y Sociologa- 4 Edicin, 1985. pp. 33-34. 12 SAVATER, Fernando. p. 35. 13 SAVATER, Fernando, pp. 36-37. 14 SAVATER, Fernando, p. 41. 15 SAVATER, Fernando, p. 48. 16 SAVATER, Fernando, p. 50. 17 SAVATER, Fernando, p. 51. 18 SAVATER, Fernando, p. 53. 19 BLOCH, Ernst. Ernst Bloch, larc utopia-matria I alters escrits (Ernst Bloch, el arco utopia-matria). Barcelona; Ed. Laia, 1985. Traduccin y edicin de Josep Manuel Udina i Cobo. p. 20. Udina explica el ttulo del libro: Bloch es el filsofo que ha querido unir indisolublemente materialismo y utopa, que ha querido hacer saltar entre el uno y el otro la chispa y el relmpago de un arco voltaico que encienda el pensamiento y la accin de los hombres, que encienda aun el mundo mismo y la historia toda. p. 35. 20 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 31. 21 http://www.marxists.org/espanol/bloch/index.htm En lnea [Consultado el 08-09-11]. 22 http://www.iujaen.org/pdf/entrevistabloch.pdf En lnea [Consultado el 10-10-11] Revista Anthropos Revista de documentacin cientfica de la cultura- n 146/147 Ttulo: Ernst Bloch, la razn utpica, una enciclopedia de los deseos y sueos

5

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

la juventud hasta su etapa adulta, cmo se ir inclinando hacia la Filosofa. Convenci a su padre para que lo dejara estudiar filosofa, ante el mausoleo de Schelling. Estudi a Fichte, Schelling, Hegel, Berkeley Dir tambin Bloch, que casi todos los filsofos de los que poda aprender algo estaban muertos desde haca unos 50 aos y algunos hasta 100 aos.23 Una excepcin fue Georg Simmel,24 aunque finalmente tambin rompera con Simmel. Bloch, que se va especializando en utopas y esperanzas, ver tambin otros lados de la esperanza, como el de la esperanza frustrada: fantasma que ha perdido el camino de regreso al cementerio, va de un lado a otro, inoportuna, y se abre a imgenes ya refutadas.25 Del vaco del hombre es de donde surgen los sueos, segn Bloch. Para l hay una clara distincin entre los sueos nocturnos y los diurnos, los sueos soados despierto, y pide interpretarlos como anticipacin del futuro un futuro posible siempre mejor, un futuro esperado- en el presente por parte del hombre. De ah que para l lo real sea proceso: presente, pasado no conseguido y sobretodo futuro posible.26 El hombre es un ser cambiante (el ser mvil) y transformable, es decir, un ser todava-no-acabado, por eso hay que examinar las posibilidades todava inacabadas. Es la utopa concreta que tiene un polo de correspondencia en la realidad-proceso.27 La anttesis de la utopa, ser lo que Bloch denomina como la ms fuerte contrautopa (que es) el fenmeno de la muerte,28 o como dir ms adelante una contrautopa de primer rango.29 Tras escribir su libro El espritu de la utopa (1918) pas un tiempo en Suiza, donde le fue encargada la redaccin de Programa pacifista y utopa Suiza. Tras este tiempo pas una poca en Munich donde trabaj en su libro Tomas Mnzer como telogo de la revolucin (1921). Segn Bloch este libro no est relacionado con el marxismo y la revolucin, si bien los acontecimientos polticos de ese tiempo le iluminaron. En el mismo texto, Bloch explica cmo casi todos los libros de Tomas Mnzer aparecieron en perodos de grandes conflictos polticos: el primero a finales del s. XVIII, en la poca de la Revolucin francesa; el segundo, en la de la Revolucin de 1848 y el tercero (el suyo) a principios del s. XX. De hecho, incluso Engels escribi una recensin del segundo libro de Tomas Mntzer.30 El hombre de nuestro tiempo sabe perfectamente que es una existencia en el lmite. 31 An y as el saber humano (no solo el contemplativo) se mueve en el proceso de forma activa, partidista y militante con el bien que se abre camino, es decir, con lo que es digno del hombre en el proceso. Es decir que no se trata de quietismo, sino de impedir que el capitalismo siguiera funcionando hasta el final, porque cavara su propia tumba.32 Como bien explica Josep Manuel

diurnos transfigurados de la historia. Una filosofa crtica y afirmativa del porvenir. p. 4. Se trata, como bien dice el inicio de la entrevista, de una visin conversada de s mismo que revela una personalidad testigo y paradigma de estos tiempos de crisis, pero afirmativa de la potencia positiva de la materia y del hombre concreto. p. 2. 23 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 6. 24 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 7. Bloch narra que se senta secuestrado por Simmel, como el rey David secuestr a la joven Abigail para participar del amor en la etapa de su ancianidad. Notamos que Bloch, incurre en un error bblico, pues se trata de Abisag sunamita que se encarg de abrigar al rey cuando este era ya viejo. La historia se narra en el Primer Libro d e los Reyes 1:3. Los errores as son muy comunes en Bloch, en la pgina 21, menciona el versculo de Eclesiasts 1:9 Nada hay nuevo bajo el sol, pero Bloch dir Nihil novum sub luna (no hay nada nuevo bajo la luna). 25 BLOCH, Ernst. Larc utopia. p. 152. Este captulo 4 de Larc utopia se corresponde con el captulo 17 de El Principio Esperanza, que a su vez es una antologa de los trabajos anteriores de Bloch. 26 BLOCH, Ernst. Larc utopia. p. 153. 27 BLOCH, Ernst. Larc utopia. p. 154. 28 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 9. 29 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 21. 30 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 11. 31 BLOCH, Ernst. Larc utopia. p. 155. 32 BLOCH, Ernst. Larc utopia. p. 157.

6

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Udina i Cobo: La verdad para Bloch nunca es algo indiferente, neutral; pide ms bien un tomar partido por el bien, un conjurarse con l.33 En 1938, Bloch, junto a su esposa Karola y su hijo, Jan Robert, emigr a los Estados Unidos, donde residira por once aos. Fue all donde, sostenido por el trabajo de su esposa, Bloch se pudo dedicar a pleno tiempo a la filosofa y donde surgira su obra maestra El principio esperanza. En la entrevista, Bloch explica, mejor que nadie, en qu consisti el proceso de produccin de una obra semejante. Aunque lo hemos abreviado, el texto es un poco extenso, pero no tiene desperdicio si se quiere comprender a Bloch:[] en El principio esperanza ampli el arco de lo utpico, que a menudo se equipara de manera despectiva a elaboracin, dream o sueos vacos. La expresin: la cosa utpica, se ha convertido ya casi en una injuria []. El otro concepto es la casa de nacimiento de la Utopa, que existe no obstante como utopa social desde los tiempos ms antiguos, es decir, el sueo de una sociedad mejor, de una sociedad que se ha soado utpicamente. Esto es correcto, esta es una gran categora, pero sin tener en cuenta algunas excepciones, cuya razn de existencia hizo que se extendiera desde la sociedad a la tcnica (en Bacon, primero; tambin en Campanella, y despus en Julio Verne)- permaneci existiendo en una forma romntica, divertida y de entretenimiento en la science fiction que lleg de Amrica, es decir, en la forma de utopas puramente tcnicas. Todo esto no lleg a tomarse muy en serio. Sin embargo, aqu s que se tomar en serio. Un nuevo principio se ha originado en la filosofa: la esperanza. Qu es esto? Esperanza, no como afecto, con su opuesto temor, sino esperanza como acto cognitivo, como un acto de conocimiento, no como un opuesto, sino con un intercambio conceptual: recuerdo en lo pasado y esperanza sobre el futuro, sobre lo que viene. No de manera abstracta [] como lo entiende el pequeo vendedor, con utopa, y como fue entendido con todo derecho por Marx y Engels frente a los grandes utopistas sociales. Toms Moro y Campanella en el siglo XVI y XVII, y por los grandes franceses, Fourier, SaintSimon y Etienne Cabet, precursores del socialismo cientfico, segn las palabras de Engels. Adems de esto, el libro trata sobre todo aquello que circunda a cada ser humano, sobre todo en la juventud, sobre los dreams of a better life, los sueos de una vida mejor []. El fenmeno externo es la creatividad, la produccin de un novum, que hasta aqu an no se ha dado, y que ahora de pronto, si llega a filtrarse, aparece como lo que se ha esperado largamente. [] Qu quiero ser, qu espero, qu me espera?, la categora de la espera, del sueo diurno, las utopas sociales, tcnicas, geogrficas (ej. Coln en busca del paraso perdido) [] Llegar quizs al final de los tiempos, y aqu se inserta de nuevo la utopa religiosa: el Apocalipsis.34

Bloch trata de descubrir en todas las manifestaciones humanas (literarias, artsticas, filosficas) el anhelo genuino de utopa y novedad.35 El filsofo alemn se llega a preguntar, un tanto retricamente, En qu nos pueden ayudar entonces nuestras utopas? [] si todo concluye en el nihil, en la nada, en el nihilismo? [] Hegel llam al futuro, viento, viento vaco y cscara vaca. Bloch no parece hallar respuesta al nihilismo, por lo que vuelve al mundo, para reconocer El mundo es para nosotros an un enigma, y tambin lo es para s mismo. Por ello existe una historia del mundo y un proceso del mundo, y no es que hace aos, hace millones de aos, ya existiera, y que Dios existiera antes del comienzo realizado. Al contrario: la verdadera gnesis no se halla al comienzo, sino al final.36 Para el filsofo alemn las utopas murieron lentamente brillaron Pero la luz no vino de las utopas sociales, sino anteriormente del derecho natural. [] El punto final de las utopas sociales es la realizacin mayor y posible de la felicidad humana y de una libertad que no impida el esfuerzo hacia la felicidad. El contenido final, la imagen final en el derecho natural no es la felicidad humana sino la marcha erguida, la dignidad humana.37 De esta manera la posibilidad no ha llegado a su fin, la posibilidad es la33 34

UDINA I COBO, Josep Manuel. Introduccin a Ernst Bloch, larc utopia. Nota al pie n 12, p. 157. BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 20-21. 35 UDINA I COBO, Josep Manuel. Introduccin a Ernst Bloch, larc utopia. p. 26. 36 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos (pdf), p. 22. 37 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos, p. 24.

7

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

categora ms notable en el grandioso laboratorium que representa el mundo. Pero la esperanza no es confianza segn Bloch- sino una llamada a nosotros los hombres, que an estamos en el frente del proceso del mundo y que tenemos la tarea de humanizar el mundo, o, como dice Marx, de realizar la humanizacin de la naturaleza y la naturalizacin del hombre.38 Bloch escribira un discurso Puede frustrarse la esperanza?, donde encontramos: Aquello que es soado ilusamente puede ser y ser frustrado siempre []. Tambin la esperanza puede ser y ser frustrada; es incluso necesario que lo sea, y esto para su propio honor: de otra manera no sera en absoluto esperanza.39 Igualmente la esperanza [] lleva en ella la precariedad del fracaso; y es que no es ninguna seguridad.40 Sin embargo, un poco ms adelante, Bloch deja fluir a la esperanza en otro tono: la esperanza concreta no se rinde delante de los tropiezos [], apuesta decidida por aquello que hasta aquel momento le ha estado negado.41 De ah que Bloch contine la esperanza fundada [] se convierte absolutamente en difcil de frustrar. [] Ya no es posible que esta Novena Sinfona deje de sonar, y la verdad de las esperanzas que ella conlleva, todava nadie ha podido enterrarla; es ms, es ella quien seala y deja libres unos caminos que nunca pueden ser desacreditados.42 En cuanto a la fe, pretende la superacin del legado religioso, a la vez que lo hereda, aprovechando tanto su proclama de la insuficiencia radical de toda realizacin finita (en nombre de un futuro escatolgico todava no realizado, pero esperado como posibilidad ltima), como su acentuacin en la irreductibilidad del sujeto humano a cualquier totalidad annima. Si bien es cierto que rechaza de plano cualquier ortodoxia doctrinal absoluta, as como la imagen de un Dios eterno y perfecto. De esta dialctica entre esperanza creyente y principio ateo de radical inmanencia, es de donde brota su costumbre del uso de los latinismos (muy abundantes en todas sus obras), que tratan de frenar a sus lectores y obligarlos a reflexionar a travs de un tono arcaico, misterioso, religioso y medieval.43 Udina nos recuerda que Bloch es profundamente marxista y a la vez incansable heredero del idealismo de Hegel. De la misma forma ser fiel hasta el fin a la exigencia atea de resolver el problema del mundo sin salirse del mismo, a la vez que portavoz del misterio de la realidad misma.44 Pero el mundo tambin es cualquier cosa menos algo acabado, segn Bloch, ya que est lleno de tensin que produce una explosin, que a su vez se convertir histricamente en una revolucin.45 La revolucin econmico-social acta como libertad para, lo que ya indica la esperanza como objetivo. Y este comienzo de una nueva vida. Con esta frase, Bloch, que toma mucho de la Biblia, de nuevo hace un guio al cristianismo con el nacer de nuevo de San Pablo, (Romanos 8:5 ss.). Esta nueva vida llena las guerras de los campesinos, la revolucin francesa y la revolucin rusa. Toda esta transicin de una sociedad a otra ha estado repleta de libros de esperanza social: Ciudad de Dios de Agustn, escrita a partir de la devastacin de Roma por Alarico (410) presagiando la ruina del Imperio Romano y el fin del mundo antiguo; la Utopa de Thomas More en la culminacin del Renacimiento; etc.4638

BLOCH, Ernst. Revista Anthropos, p. 28. Nota: Aunque hubiera algn momento en que esa humanizacin pretendida por Marx lo llegara a sacar de sus casillas, como cuando, altamente irritado con inconsecuentes marxistas franceses, dice: Lo nico que s es que no soy marxista (Citado por Freire en Pedagoga de la esperanza, p. 84). 39 BLOCH, Ernst. Larc utopia-matria i altres escrits (El arco utopa-materia y otros escritos) Ttulo del captulo: Pot frustrar-se lesperana? (Puede frustrarse la esperanza?), p. 211. Nota: En este discurso el decidido pro-estalinismo de Bloch ya ha quedado obsoleto y el filsofo pasa aqu a hacer una crtica de Stalin (Udina, p. 145, nota 61) comparndolo con Nern, Hitler. Ahora parece que ya reconoce lo que haba de malo tambin en Stalin (Udima, p. 216, nota 17). 40 BLOCH, Ernst. Larc utopia, p. 213. 41 BLOCH, Ernst. Larc utopia, p. 215. 42 BLOCH, Ernst. Larc utopia, p. 218. 43 UDINA I COBO, Josep Manuel. Introduccin a Ernst Bloch, larc utopia. p. 33. 44 UDINA I COBO, Josep Manuel. Introduccin a Ernst Bloch, larc utopia. p. 34. 45 BLOCH, Ernst. Larc utopia, p. 139. 46 BLOCH, Ernst. Larc utopia, p. 140-141.

8

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Bloch profundizar en varios pasajes de la Biblia porque lo considera el libro religioso ms revolucionario que existe. Aspecto ste que ser lo que ms destaque Alfonso Comn de l. Para Bloch slo se puede leer la Biblia con los ojos del Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Ve en la Biblia un libro de esperanza para los afligidos, humillados, oprimidos porque en l hay una crtica decidida contra los de arriba. Los profetas son un ejemplo del valor subversivo de la Biblia. Segn Bloch, slo el pueblo judo, por medio de su mesianismo afirma el desarrollo del gnero humano. Ellos sitan su poca de esplendor en el futuro, no en el pasado.47

B. ENRIQUE DUSSEL: La Filosofa de la liberacin Enrique Dussel (1934), es un filsofo argentino, pero que vive exiliado en Mxico desde 1975. Reconocido por su trabajo en tica, filosofa y poltica. Es arquitecto y uno de los fundadores de la Filosofa de la Liberacin. Sus contribuciones literarias y periodsticas le han valido el prestigio internacional en la filosofa actual. Dussel escribe con fuerza crtica para construir una filosofa comprometida, para lo que no duda en atacar a la modernidad. Ha investigado profundamente sobre el bien comn. Trabaj de carpintero en Israel (1959) experimentando al pobre como excluido social. Es un gran conocedor de la historia de la Iglesia en el periodo de la conquista y colonizacin de Amrica. Con la lectura de Lvinas tendr su despertar del sueo ontolgico, construyendo entonces, junto a otros filsofos argentinos el movimiento de Filosofa de la Liberacin, presentado oficialmente en el II Congreso Nacional de Filosofa en Crdoba (Argentina, 1972). Entre los filsofos publicaron Hacia una historia de la filosofa de la liberacin latinoamericana, que lleg a ser considerado como el primer manifiesto de la filosofa latinoamericana de la liberacin. Acusado de marxista, sufri un atentado en 1973. Durante las revueltas universitarias de Cuyo (1975), Dussel sera expulsado, optando por el exili a Mxico. Sus publicaciones fueron prohibidas o clausuradas. En Mxico sigui trabajando en diferentes universidades. Fund la Comisin de Estudios de Historia de la Iglesia en Latinoamrica y la Asociacin de Filosofa y Liberacin.48 Dussel escribi, entre muchos otros ttulos, El encubrimiento del otro, donde va desmitificando el pretendido descubrimiento de Amrica. Segn el filsofo argentino, no se trat de un descubrimiento sino de un encubrimiento de las atrocidades que all fueron llevadas a cabo por los conquistadores. Tampoco fue un encuentro de dos mundos, ni dos civilizaciones, sino en palabras de Dussel- de un choque devastador, genocida, absolutamente destructor del mundo indgena.49 Fue ms bien un mundo que acab con el otro, no quedndole otra cosa a los indios que aceptar el fin del mundo.50

47

MARZ, Albert. Alfonso Comn, esperana en la historia Una figura clau dels moviments culturals, poltics i religiosos desenvolupats durant la resistncia al franquisme- La persona de Comn i el debat cristianisme-marxisme en la perspectiva dun cristianisme dalliberament. (Alfonso Comn, esperanza en la historia Una figura clave de los movimientos culturales, polticos y religiosos desarrollados durante la resistencia al franquismo- La persona de Comn y el debate cristianismo-marxismo en la perspectiva de un cristianismo de liberacin). Barcelona; Edicions 62, 1995. p. 185. 48 http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Dussel#mv-head [Consultado el 23-09-11]. 49 DUSSEL, Enrique. 1492 El encubrimiento del otro Hacia el origen del mito de la Modernidad-. Conferencias de Frankfurt, Octubre 1992. Coleccin Academia nmero uno. Plural editores. Centro de Informacin para el Desarrollo CID Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin UMSA, Universidad Mayor de San Andrs. La Paz (Bolivia), 1994. pp. 55 y 62. 50 DUSSEL, Enrique. 1492 El encubrimiento del otro, p. 138. Nota: El tema del encubrimiento/descubrimiento de Amrica tambin lo encontramos en el jesuita Ignacio Ellacura que trataremos ms adelante.

9

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM II-DESDE LA ECONOMA

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Ciertamente, si perdemos la esperanza poco ya nos queda, no?-Xavi Latorre

Evidentemente este es un campo ms que actual debido a la crisis econmica que azota al planeta. Muchas personas que jams haban dedicado ni un segundo a leer las pginas de economa de los peridicos, se han convertido en vidos lectores en la actualidad. El filsofo y escritor, Jos Antonio Marina, concuerda con Klaus Schwab, presidente del World Economic Forum, que hace ocho aos escribi en Newsweek:Una parte importante de la poblacin siente que los negocios se han separado de la sociedad. No basta decir que el mundo empresarial se ha visto desacreditado por la codicia de algunos presidentes de algunas compaas, pero que la mayora son de fiar. Lo que se ha vuelto sospechoso es el sistema dirigido por el mercado (market-dryvensystem). La nica solucin es sustituirla por una economa orientada a la sociedad (society-orientedbusiness).

Marina est convencido de que la crisis ha generado una gran desconfianza hacia los economistas porque no saben qu hacer, y hacia los polticos porque tampoco saben qu hacer ni de qu economistas fiarse. Argumenta que la economa financiera es una ficcin, igual que la ficcin jurdica, aquella que nos hizo creer aquella ficcin de que todos los seres humanos somos iguales.51 Seguramente aflora en la mente del filsofo aquel nico mandamiento que los cerdos dejaron escrito en la pared, en la preciosa fbula de George Orwell Rebelin en la granja: Todos los animales son iguales, pero algunos animales son ms iguales que otros.52 Parece que cuando prima el egosmo y la codicia en los seres humanos realmente llega un momento en que cuesta distinguir al hombre del cerdo y al cerdo del hombre, como bien concluye la fbula orwelliana.53 Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, coincide con Marina en que si hay algo que la crisis presente ha demostrado es que no se puede vivir en la ficcin. El Nobel sigue explicando que la ficcin es algo que la literatura permite, pero no la poltica, ni la realidad.54 Vargas Llosa tiene razn, la ficcin es para la literatura. Sin embargo incluso en la literatura se le tiene mucho respeto a la ficcin. El gran novelista cataln Jaume Cabr afirmar con rotundidad que la ficci ens fa por (la ficcin nos da miedo).55 Por otro lado Marina no quita el ojo de, lo que llama, el experimento natural de Islandia, un pas con 300.000 habitantes pero que desarroll un milagro econmico y social para luego convertirse en una economa eufrica (en palabras de Galbraith) en que los islandeses vivan hasta 12 veces por encima de sus posibilidades. Ahora bien, el primer ministro GeirHaarde est siendo procesado por su equivocacin al no detectar la crisis. De la misma manera que hay un delito de negligencia mdica se debera hablar de negligencia poltica. Esto lleva al filsofo a expresar que el mundo est terrible como siempre, pero interesante como nunca.56 He aqu una nota de esperanza. Veamos ahora a ciertos economistas que han propuesto, algunos desde hace dcadas, un cambio de paradigma en la forma de entender y aplicar la economa.51 52

MARINA, Jos Antonio. Diario El Mundo de 11-09-11. Seccin: Mercados. Titulado Hemos aprendido algo? p. 11. ORWELL, George. Rebelin en la granja. Barcelona, Ed. Destino, 1983. p. 174. 53 ORWELL, George. Op. cit. p. 181. 54 VARGAS LLOSA, Mario. Diario El Pas en 11-09-11. Seccin Opinin/La cuarta pgina. Ttulo: Reflexiones sobre una moribunda. p. 39. 55 CABR, Jaume. El sentit de la ficci. Barcelona, Proa, 1999 (Segunda edicin 2010) p. 32. La frase completa: La ficci ens fa por. Per qu? Perqu et deixa nu com a lector davant de tu mateix (La ficcin nos da miedo. Por qu? Porque te deja desnudo como lector delante de ti mismo). 56 MARINA, Jos Antonio. Diario El Mundo. Articulo citado, p. 11.

10

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

A. MANFRED MAX-NEEF: La Economa descalza y el Desarrollo a escala humana Max-Neef es un economista chileno, hijo de alemanes, que explica su postulado del Desarrollo a Escala Humana refirindose a que el desarrollo describe a las personas y no a los objetos. En la entrevista que mencionaremos ms adelante, el economista explicar que se trata de aplicar micro soluciones, porque los grandes problemas no se resuelven con grandes soluciones, sino con muchas soluciones pequeas.57 Para l los indicadores del paradigma tradicional son, por ejemplo, el PIB (Producto Interior Bruto) que viene a ser como el indicador del crecimiento cuantitativo de los objetos producidos. Pero se hace necesario un indicador cualitativo de las personas, es decir, las posibilidades reales de las personas de satisfacer sus necesidades bsicas.58 stas no son infinitas, son pocas, delimitadas y clasificables y adems son las mismas en todas las culturas y perodos histricos. Lo que s que cambia en el tiempo y cultura es la manera-medios utilizados para la satisfaccin de dichas necesidades. De este modo, en palabras de Max-Neef:Cada sistema econmico, social y poltico adopta diferentes estilos para la satisfaccin de las mismas necesidades humanas fundamentales [a travs] de la generacin de diferentes tipos de satisfactores []. Las necesidades humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las mismas del que pertenece a una sociedad asctica. Lo que cambia es la cantidad y calidad de los satisfactores elegidos, y/o las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos.59

El jesuita Ignacio Ellacura, de quien hablaremos ms adelante, dijo: Si todo el mundo consiguiera los niveles de consumo de EE.UU. (de carne, de electricidad, de petrleo, etc.) con veinte aos agotaramos los recursos existentes. As, entonces, desde un punto de vista concreto, mesurable, ecolgico de la realidad del mundo, esta no es ni puede ser la solucin.60 En la misma lnea, Max-Neef, aclara que el concepto tradicional de pobreza es muy limitado porque es una referencia a las personas que se hallan por debajo de determinado nivel de ingreso (econmico), por lo que propone hablar ms bien de pobrezas, ya que las necesidades humanas fundamentales que no son adecuadamente satisfechas revelan pobreza. A continuacin Max pasa a enumerar las diferentes pobrezas: Pobreza de subsistencia: Relativa a la insuficiencia del alimento y abrigo. Pobreza de proteccin: Relativa a los sistemas de salud ineficaces, a la violencia, la carrera armamentstica, etc. Pobreza de afecto: Relativa a la opresin y explotacin por el autoritarismo hacia las personas, el medio ambiente, etc. Pobreza de entendimiento: Relativa a la deficiencia de la calidad de la educacin. Pobreza de participacin: Relativa a la marginacin y discriminacin de las mujeres, nios o minoras. Pobreza de identidad: relativa a la imposicin de valores extraos a las culturas locales, de emigraciones o exilios forzados, etc.

Las pobrezas generan patologas en la medida en que se intensifican o se alargan en el tiempo. As el auge del desempleo, deuda externa del Tercer Mundo, inflacin, etc., en situacin de persistencia, tendrn un efecto fatdico en las personas. stas se vern avocadas al fatalismo cuando lleguen a su ms bajo nivel de autoestima, y cada vez se sentirn ms desprotegidas (conflictos familiares, sentimientos de culpa, aislamiento, marginacin) arrojndolas a una crisis de identidad.6157 58

MAX-NEEF, Manfred. Entrevista recogida por Vernica Gago en http://www.rel-uita.org/index.html [Consultado el 12-10-11] MAX-NEEF, Manfred et al. Desarrollo a Escala Humana, www.ecoportal.net: El directorio ecolgico natural (pdf). p. 1. 59 MAX-NEEF, p. 2. 60 ELLACURA, Ignacio. CJ, n 31, p. 8. 61 MAX-NEEF, p. 2-3

11

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Pero las carencias se pueden convertir en potencialidades de participacin en cuanto movilizan a las personas. Esta parece la tesis de Karl Marx o Abraham Maslow. Max-Neef menciona a Marx, quien en El Manifiesto Comunista concluye con estas palabras: Las clases dominantes pueden temblar ante una revolucin comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella ms que sus cadenas. Tienen un mundo que ganar. Proletarios de todos los pases, unos!. 62 Hobsbawm, autor de la introduccin, comenta el efecto que produciran estas palabras sobre sus lectores en 1848:El nuevo lector ser arrastrado por la conviccin apasionada, la brevedad sinttica, la fuerza intelectual y estilstica []. Parece haber sido escrito en un nico impulso creativo, en frases lapidarias que casi se transforman de forma natural en aforismos memorables. De forma igualmente poco comn en la literatura alemana del s. XIX, est escrito en prrafos cortos, apodcticos (necesariamente vlidos) []. Se mire como se mire, el Manifiesto Comunista como retrica poltica tiene una fuerza casi bblica. Es decir, no es posible negar su irresistible fuerza literaria.63

Bloch tambin vio alguna smilitud entre la Biblia y las obras de Marx: Por qu fue la Biblia en el siglo XV y el XVI en Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y en casi todas las luchas campesinas lo que despus en cierto modo- sera El Capital marxista, es decir, un libro fundamental en el que uno poda orientarse?.64 Lo que s parece ser positivo en el Manifiesto es su carcter de prediccin verosmil, al anunciar que el capitalismo llevaba consigo la destruccin de la familia (en esto coincida tambin Bloch). En la actualidad vemos en los pases occidentales avanzados como la mitad de los hijos nacen de madres solas y son criados por ellas, y la mitad de los hogares en las grandes ciudades son unipersonales.65 Ms adelante el Manifiesto espeta en la cara de la Burguesa que ha llevado la sociedad hacia la abolicin de la familia!66 Tambin su denuncia de cmo la Gran Mquina de la Industria haba despoblado las zonas rurales, convirtiendo las ciudades en masas ingentes cuyas nicas relaciones fueron dinerarias (tanto vales tanto ganas). El trabajo, debido a las mquinas, cada vez requera menos del empleo de la fuerza lo que resultaba en el desplazamiento del trabajo de los hombres a las mujeres y nios. Marx y Engels lo explican en estos trminos: Las diferencias de sexo y edad ya no tiene vigencia social para la clase obrera. Slo hay ya instrumentos de trabajo, que acarrean diferentes costos segn su sexo y edad67; o en esta otra frase: Los nios se han convertido, entonces, en meros artculos de comercio e instrumentos laborales68. Pero volviendo a Max-Neef, el economista continuar explicando que entre los satisfactores estn no slo los bienes econmicos sino tambin todas las formas de ser, tener, hacer y estar. Adems podr incluir formas de organizacin, estructuras polticas, prcticas sociales, condiciones subjetivas, valores, comportamientos, actitudes, etc. Pero en la civilizacin/capitalismo industrial, los bienes (objetos y artefactos que aumentan o merman la eficacia de un satisfactor) se han convertido en elementos determinantes, condicionantes, e incluso en un fin en si mismos. Ya no existe la posibilidad de vivir potencialmente en toda la amplitud, y el ser humano se siente alienado (vuelve a Marx): La vida se pone entonces al servicio de los artefactos, en vez de estar los artefactos al servicio de la vida. Se impone un cambio de paradigma econmico, de los bienes a los humanos, es decir una economa humanista en que los bienes potencien los satisfactores para vivir de forma coherente, sana y plena.62 63

MARX, Karl y Friedrich Engels, Manifiesto Comunista. Edicin de E. J. Hobsbawm, p.84. MARX, Karl et. al. p. 19-20. 64 BLOCH, Ernst. Revista Anthropos, p. 26. 65 MARX, p. 23. 66 MARX, p. 61. 67 MARX, p. 48. 68 MARX, p. 62.

12

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Hay que repensar nuestras polticas de desarrollo porque no se trata de relacionar las necesidades slo con los bienes, sino tambin relacionarlas con prcticas sociales, organizaciones, modelos polticos y valores. Se tratara de recrear y reorganizar los satisfactores y bienes para que enriquezcan nuestras posibilidades y reduzcan nuestras frustraciones. Y es que -dir Max- el carcter social de la subjetividad es uno de los ejes de la reflexin sobre el ser humano concreto.69 Max-Neef llega a la conclusin de que la tendencia de la historia deja al ser humano en mbito crecientemente arrtmico y asincrnico porque los procesos escapan ms rpido a su control. 70 En la actualidad la velocidad de produccin y diversificacin de los artefactos es tan alta que aumenta la dependencia de las personas y a la vez su alienacin ya que se encuentran bienes econmicos (artefactos) que ya no potencian la satisfaccin de ninguna necesidad, sino que se han transformado en fines en s mismos. Sin embargo, en sectores marginados por la crisis, surgen algunos grupos contra el desarrollo dominante que han comenzado procesos contrahegemnicos, subordinando satisfactores y bienes econmicos a las necesidades humanas. Estos, dir Max-Neef, aportan un germen de posible respuesta a la crisis que nos apabulla. Esto nos lleva a reflexionar y qu es esto sino un germen de esperanza ante la crisis? Como bien explica el autor de Desarrollo a Escala Humana, El desarrollo consiste para muchos en alcanzar los niveles materiales de vida de los pases ms industrializados, para tener acceso a una gama creciente de bienes (artefactos) cada vez ms diversificados. Pero la abundancia de recursos en los pases ricos no ha evitado todava el problema de la alienacin del individuo. El sistema de Max-Neef, no excluye crecimiento econmico para que todos puedan tener acceso digno a bienes y servicios, pero se diferencia en que concentra las metas del desarrollo en el proceso mismo de desarrollo. Las necesidades humanas se van realizando en todo el proceso desde el principio,71 de una forma autodependiente, participativa, conciliadora en cuanto a crecimiento econmico, de solidaridad social Tal vez este desarrollo no sea cien por cien eficiente pero por lo menos evitar que caiga el nimo de las personas.72 Otro de los conceptos ms reconocidos en el economista chileno, a parte de su desarrollo a escala humana, es su economa descalza. Vernica Gago nos explica que en ella Max usa de un lenguaje llano y pedaggico. Un concepto que el autor confiesa que invent literalmente con los pies en el barro. Max-Neff, al respecto, relat lo siguiente:Estaba en un sector de gente pobre, con los pies en el barro, y delante de m estaba un tal Jos Lpez, tambin hundido en el barro, flaco, con cinco hijos y sin empleo. Nos estbamos mirando a la cara y yo como estupendo economista pens: Qu le digo: Mir, Jos, algrate porque el PIB est creciendo a un 6 por ciento?. Sbitamente, en esas experiencias me di cuenta de que a pesar de todo mi bagaje como economista yo no tena un lenguaje capaz de decirle algo coherente a gente que estaba en esas condiciones.73

El chileno dir que no es posible combatir la pobreza desde las oficinas de los Ministerios por gente que nunca se ha relacionado con ella y que apenas alcanza a hablar de la pobreza sino en trminos de estadsticas. No se puede hacer nada por los pobres sino se est con los pobres. Max reconoce que tuvo que inventar un nuevo lenguaje para hacerse entender entre los indgenas. Sugerimos que tal vez por eso sus metforas se hayan vuelto tan sugestivas en un mundo que tiende hacia el academicismo ms fro e impersonal. De nuevo pide que se acte con un poco ms de cordura y con verdadera inteligencia, es decir contextualizando al cien por cien. Si no lo hacemos, como bien dice, caemos en el riesgo de cometer el error que se ha cometido con unos ex-mineros de la zona de Lota (Chile) a los que se les est tratando de convertir en peluqueros.69 70

MAX-NEEF, p. 5-6. MAX-NEEF, p. 6. 71 MAX-NEEF, p. 7. 72 MAX-NEEF, p. 8. 73 MAX-NEEF, Manfred. Entrevista recogida por Vernica Gago en http://www.rel-uita.org/index.html Llevada a cabo el 20 de septiembre del 2006 [Consultado el 12-10-11].

13

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Cuando todo se mide en trminos de PIB o tasas de crecimiento se est invisibilizando a ms de la mitad del Tercer Mundo, segn Max. Los pobres, por pura necesidad de supervivencia, tienen una gran creatividad que desarrollan por medio de redes, lazos e interrelaciones que despliegan ayudndose mutuamente con tremendo ingenio (a veces, sin embargo, hacia el lado negativo en la delincuencia). De ah que proponga primeramente adentrarse en la pobreza y comprenderla, para despus analizar las verdaderas capacidades/habilidades de esos grupos. A partir de este momento se pueden construir proyectos (de nuevo) con la gente y no para la gente. As la gente toma como suyos los proyectos y estos no colapsan explica Max-, que es lo que suele suceder con la mayora de los proyectos impulsados slo por expertos. Para Max-Neef el neoliberalismo econmico conquista al mundo porque tiene un lenguaje pseudo-religioso y ofrece el paraso []; sus templos son las universidades donde la nica economa que se ensea es la neoclsica, y tiene su santsima trinidad: crecimiento econmico, libre comercio y globalizacin; obedece a su Vaticano: el FMI, el Banco Mundial y la Organizacin Mundial de Comercio. El economista chileno-alemn cree que en estos nuevos tiempos religiosos ms vale volver a ser un hereje. Adems ya en el 2006 avis que la economa de Irlanda estaba creciendo pero con algunos sacrificios: ser el pas europeo con mayor consumo de alcohol y el que ostenta asimismo el mayor nmero de suicidios masculinos (y esto en su perodo de crecimiento). B. MARCOS ARRUDA: La Humanizacin de la economa y la Enfermedad de la normosis Arruda es un economista y educador brasileo que trabaja con movimientos obreros y cooperativos de Brasil. Es uno de los fundadores del Foro Social Mundial. Como educador ha escrito varios libros que tratan sobre la formacin del hombre integral. Su libro Hacer real lo posible, en la lnea de Max-Neef, propone otro tipo de economa que realmente tenga en cuenta el desarrollo humano (humanizar la economa) y una globalizacin diferente que permita el desarrollo personal y comunitario gestionados por los mismos sujetos de una forma ms ecolgica.74 De esta forma se promueve la felicidad y la dignidad. Se trata de una economa basada en la cooperacin y la solidaridad de forma que se tenga en cuenta a los individuos, su cultura y su entorno natural. Arruda se pregunta Si queramos un mundo de paz, cmo hemos conseguido uno de guerras?. Se contesta diciendo que es debido a una enfermedad, la normosis, el verlo todo normal desde el conformismo y la falta de coherencia. Arruda se encuentra en la misma lnea que Stphane Hessel quien propondr la indignacin contra la indiferencia para lograr la insurreccin. 75 El economista brasileo sigue considerando que, a pesar de atravesar una crisis de valores (tal vez sin precedentes), tendemos a la preservacin de un sistema nocivo y destructor. Y es que la economa actual se caracteriza por un egosmo brbaro y la inmediatez. La cooperacin nicamente se utiliza para someter a los dbiles a los que les vendemos nuestros excedentes por los que ya habamos cobrado adems suculentas subvenciones de los gobiernos de turno. De esta forma obtenemos un doble beneficio y de paso hundimos el mercado local de las poblaciones pobres. Arruda no cree en la competitividad porque realmente tan slo es un (notemos de nuevo el lxico religioso) adoctrinamiento ortodoxo capitalista que necesita dividir para reproducirse. Segn l, para cambiar al ser humano, no queda otro remedio que cambiar la economa. El hombre quiere ser feliz a travs de enlazarse, comunicarse, rer, buscar la concordia Gautier lo expresa as: Frente a todos los discursos anti-globalizadores, el mensaje de Marcos Arruda destaca por su realismo y esperanza. Para Arruda la globalizacin ya es un hecho pero que puede servir para mostrarnos que todos los seres humanos estamos interconectados, lo que es fundamento de una74 75

http://www.icariaeditorial.com/libros2 [Consultado el 14-10-11]. HESSEL, Stphane. Op. cit. p. 31.

14

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

economa solidaria que preserva a la naturaleza y busca nuevas vas de desarrollo. Se puede decir que, para Arruda, la economa es el arte de crear las condiciones para vivir en armona, donde nadie desarrolla a nadie y nadie explota a nadie. Nos recuerda aqu a la Educacin Popular. La crisis ha demostrado que la economa se basa en la especulacin financiera, pero que cuando se acaba la confianza, todo cae. Adems la crisis financiera conlleva tambin una crisis ambiental. El nuevo paradigma pasa por poner al ser humano en el centro, a todos los seres humanos, no slo a unos pocos que tan solo amasan fortunas. La fortuna de las tres mayores fortunas suma ms que el PIB de 50 pases africanos, seala el economista. Hay que repensar entonces la dignidad del trabajo porque se puede plantear otro modo de producir y consumir. Gautier aadir escribiendo sobre el brasileo (Arruda) aade con la esperanza y voluntad que le caracterizan: Hicimos esta economa, podemos hacer otra. Verdad?.76 C. JEFFREY SACHS Y OTROS: La Felicidad, un nuevo concepto econmico Segn Francesc Cabana, algunos economistas y algunos polticos se dan cuenta de que la solucin a la crisis comporta no tan solo medidas econmicas adecuadas, sino tambin un cambio de actitudes sociales. Entre estos economistas hay que destacar a Jeffrey Sachs, catedrtico americano de la Universidad de Columbia y candidato al premio Nobel. Sachs no solo estudia sino que lleva a cabo proyectos diversos para reducir el hambre en el mundo, la mortalidad infantil y los problemas de los pases emergentes. Sachs ha escrito recientemente un artculo La economa de la felicidad.77 Sachs propone que en vez de buscar ms ingresos habra que buscar ms felicidad, porque la loca bsqueda de ganancias empresariales nos est amenazando a todos. La felicidad se puede encontrar para Sachs en cuatro conceptos no econmicos: cultura, salud mental (no depresin), compasin (no arrogancia) y comunidad. Cabana cree que con desbarajustes no hay confianza y sin confianza no hay empresa econmica. Un reportaje publicado en Ara por Thas Gutirrez explica cmo cada vez parece que ms voces se pronuncian por la necesidad de la felicidad global. Consideran que la medida con que valoramos el progreso de los pases -el producto interior bruto (PIB)- no es vlida porque es exclusivamente econmica y no tiene en cuenta el bienestar de la gente, escribe Thas. Citar al filsofo Jordi Pigem (La bona crisi Ara Llibres) Slo hace referencia al plano econmico e incluye factores que mueven dinero pero que van en contra de la integridad ecolgica, social o personal. Pero no es el nico que critica al PIB, el premio Nobel de economa Joseph E. Stiglitz tambin lo hace, argumentando que no tiene en cuenta ni la degradacin del medio ambiente, ni la desaparicin de recursos medioambientales de muchos pases que aparecen entre los primeros de las listas, como los Estados Unidos. Cameron, primer ministro britnico, parece que siguiendo a Stiglitz, ha anunciado que pedir a la Oficina Nacional de Estadsticas que elabore un cuestionario para conocer el nivel de bienestar de los ciudadanos, sobre todo despus de los duros recortes sociales que ha llevado a cabo. El presidente francs Sarkozy tambin pidi un estudio sobre la felicidad de los franceses en el 2008. Por su parte, la Comisin Europea, se plantea un nuevo enfoque para evaluar el progreso econmico de la UE. Segn Pigem todo esto es seal de que algo est cambiando: Las formas de hacer tradicionales, en poltica o en economa, ya no funcionan, y los polticos que quieran tener futuro tendrn que estar dispuestos a dejar atrs los viejos paradigmas y adoptar los nuevos. La New Economic Foundation trabaja para cambiar estos paradigmas: Es hora de comenzar a complementar este indicador econmico con informacin sobre el estado de nuestros recursos naturales y sobre el bienestar de las personas, apunta Aniol Esteban, jefe de economa ambiental.

76

ARRUDA, Marcos. http://www.economiasolidaria.org/bibliografia/hacer_real_lo_posible Entrevista llevada a cabo por Johari Gautier Carmona [Consultado 16-10-11]. 77 CABANAS, Francesc. Diari El Punt 11-09-11 Seccin Economa. En Quadern deconomia, titula el artculo Desori, a ms de crisi. Cabanas se refiere a un artculo de Sachs publicado por El Pas (04-09-11).

15

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

La NEF elabora desde el 2006 uno de los ndices alternativos que ms eco ha tenido: el Happy Planet Index. Se trata de un indicador que demuestra que se puede vivir bien y se puede ser feliz sin necesidad de destruir el planeta78. El Happy Planet Index tiene en cuenta tres cifras: la esperanza de vida, la satisfaccin y la huella ecolgica. En l se puede apreciar que hay una visin muy diferente de lo que la gente entiende por progreso porque los pases ms ricos no generan satisfaccin vital en sus ciudadanos y tienen una huella ecolgica altsima, aade Esteban. Pero no es el nico ndice alternativo, adems est el Indice de Desarrollo Humano, que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que adems de los indicadores econmicos aade la esperanza de vida y la educacin. Para Pigem lo ideal sera mezclar todos los ndices alternativos. El reino de Bhutan, en la falda del Himalaya, ya hace tiempo que elabora el FIB, ndice de Felicidad Bruta. El trmino fue acuado por el entonces monarca Jigme Singye Wangchuck cuando ascendi al trono con tan slo 18 aos (1974). Sostena la relativa incidencia del flujo de dinero en la felicidad social. Entonces son a enternecedora estupidez, pero luego premios Nobel como Joseph Stiglitz o Amartya Sen, y lderes mundiales como Nicols Sarkozy o Gordon Brown han profundizado en el tema. La comisin que se encarga de elaborar el FIB lleva a cabo encuestas sobre bienestar psicolgico, salud, educacin, buen gobierno, vitalidad de la comunidad y ecologa. Los cuestionarios oficiales se reparten entre todos los habitantes del reino (unos 700.000).79 Los resultados sealan a Buthan como un pas agrcola y pobre, pero a la vez, el ms feliz de Asia, y el octavo del mundo (India ocupa el puesto 125). Al reino de Buthan muchos lo consideran el banco de pruebas. Cuando el monarca tom el poder, fue preguntado por las dimensiones del palacio que tenan que construirle por tradicin, y l orden que se destinara el presupuesto a hospitales y escuelas.80 Pero en muchos pases, lo cierto es que la situacin de crispacin popular va en aumento. Demostrado qued que la globalizacin no slo no ha beneficiado, sino que ha polarizado an ms las desigualdades econmicas, como bien refleja Javier Martnez Peinado81. Emilio Fernndez lanza una nota de tranquilidad para los polticos: Los que nos han gobernado gestionan mejor sus ingresos particulares que los nuestros. [] pueden estar preocupados por nuestro futuro, el suyo no les debera preocupar lo ms mnimo82 aadimos- est bien asegurado. El periodista Joan Rovira reflexiona sobre las hipotecas y se pregunta:Alguien espera todava que nos volvamos a hipotecar como locos? Me temo que s, que hay mucha gente que no ha perdido la esperanza. [] Los analistas ms superficiales y oficiales insisten: la culpa es de la crisis y de los problemas de financiacin de la banca. Pues, no. Ni una cosa, ni la otra. La culpa es del hecho de que tenemos pisos para dar, vender, regalar y todava sobran, despus de aos y aos construyendo ms pisos que todo el resto de Europa junta. La culpa es de unos precios que, sintindolo mucho, todava han de bajar mucho; cuando le convenga a la banca, s, es decir, cuando se convenza de que ya no vender ms (pisos) a los precios actuales, y as acabe de arrastrar al resto del sector. La culpa no es de los problemas de financiamiento de la banca, sino de que se ha reducido drsticamente la gente que est en condiciones de firmar una hipoteca, a causa de la inestabilidad laboral, del paro, de las negras perspectivas. [].83

78

SUBIRANA, Susana. Revista Ara del 09-01-11. Seccin: Aratu. Reportaje titulado La mesura del progres, com s de feli el meu pas? (La medida del progreso, cmo es de feliz mi pas?) p. 46. 79 SUBIRANA, Susana. Ara. Reportaje citado, p. 47. 80 El Peridico de Catalunya, 14-10-11, p. 14. 81 MARTNEZ PEINADO, Javier. Trabajo de reflexin, Universidad de Barcelona. Ttulo: Reformas, desigualdad econmica y nueva pobreza, p. 2. 82 FERNNDEZ, Emilio. En el Diario El Pas en 11-09-11. Seccin Opinin. Ttulo: Patrimoniadas. p. 38. 83 Diari de Terrassa, 23-09-11 / Seccin Bloc de notes / por Joan Rovira, p. 16.

16

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM D. METFORAS ECONMICAS EN LA PRENSA ESCRITA.

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

En los medios masivos de comunicacin viene siendo habitual encontrarnos con trabajadas metforas que nos ayudan a entender un poco mejor la situacin econmica que vive nuestro viejo planeta. As los que vivan en la costa o sean lobos marinos sern capaces de captar lo peliagudo de la crisis. Los que vivan en zonas de temblores de tierra cotidianos, igual. Hemos escogido dos metforas porque son las que ms nos llamaron la atencin, pero hay muchas ms. 1. METFORAS MARTIMAS a) La Vanguardia, 11-09-11.El empeoramiento en las expectativas y las condiciones materiales [] nos ha conducido a un estado de prenaufragio. El barco de nuestra sociedad hace aguas mientras que los tripulantes sospechamos que ha sido un sabotaje de los grandes corsarios de nuestro tiempo, los mercados. [] la disyuntiva entre el slvese quien pueda y el salvmonos entre todos flota en el aire. Pero en esa disyuntiva hay una trampa. Las respuestas individuales son parches temporales y precarios que no van a salvar el barco. Ante un sabotaje organizado de forma colectiva por las grandes instituciones financieras, slo nos queda reaccionar de forma cooperativa, haciendo frente a la violencia econmica que supone la miseria planificada. Competir de forma salvaje por alcanzar un bote no nos salvar de morir de hambre y sed en el ocano. [] Creemos un ecosistema social en el que no se permita que los tiburones de las corporaciones devoren a las personas. No se trata slo de reflotar la nave, se trata de reconstruirla partiendo de un nuevo paradigma, cooperar es mejor que competir. No dejemos que sigan atacando nuestros derechos, construyamos respuestas colectivas.84 Est ocurriendo en las empresas por los vaivenes de algunos directivos que parecen liderar a la deriva, pendientes slo de salvar su trasero. Nadie confa []. 85 Con una estrategia realista es como Obama asume el papel de EE.UU., gradualmente ms lejos del excepcionalismo, preponderante an, pero navegando en aguas de cada vez ms multilaterales. Incluso lo que se llama primavera rabe ha sido recibido con parabienes pero sin apuestas altas. Nadie est para aventuras de ultramar.86

b) El Mundo, 11-09-11.

c) La Vanguardia, 11-09-11.

2. METFORAS SSMICAS a) El Mundo, 11-09-11. b) El Pas, 11-09-11.El terremoto asociado a la crisis, con epicentro en la quiebra de Lehman, ha provocado desplazamientos perceptibles de los ejes fundamentales que articulan nuestra convivencia.87 A principios de semana se reunieron en el Banco de Espaa decenas de entidades (bancos, cajas, fondos de inversin, aseguradoras) para estudiar las prdidas que hoy ocasionaran la quiebra griega. En realidad, esta posibilidad abrira un boquete relativamente pequeo en las entidades espaolas, que solo tienen 800 millones de deuda helena. Pero las rplicas del terremoto seran imprevisibles.88 La deuda europea y las dudas sobre el liderazgo poltico en el Viejo Continente son el principal foco de los problemas, siempre con Grecia (2,5% del PIB europeo: 0,5% del PIB mundial) como epicentro de un eventual terremoto.89

c) El Pas, 11-09-11.

84 85

La Vanguardia, 11-09-11 / Seccin Opinin / Temas de debate / La clave / por Toms Muoz El Mundo, 11-09-11 / Seccin Mercados / Muy personal / Ttulo: La no confianza / por Ignacio Belinchn, p. 27. 86 La Vanguardia del 11-09-11 / Ttulo: Aos esperando sin saber qu / Valent Puig, p. 32. 87 El Mundo, 11-09-11 / Seccin Mercados / A fondo / Ttulo: Cuando todo dej de ser posible / Luces largas / por Jordi Sevilla. 88 El Pas, 11-09-11 / Seccin Negocios / Ttulo: Europa sigue el vrtigo del abismo / p. 28 89 El Pas, 11-09-11 / Seccin Economa / p. 32.

17

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEMd) El Pas, 26-09-11.

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

A la postre, el acontecimiento ms perdurable de la dcada, y quiz el de mayor repercusin en el da a da de los estadounidenses, podra no ser el 11-S que comienza a entrar en los libros de historia, sino el terremoto econmico gestado en su propio suelo en 2008 y cuyas consecuencias distan de haberse extinguido. Las rplicas de ese monumental colapso financiero tienen y tendrn probablemente ms impacto en la vida ordinaria de medio mundo que el iluminado terrorismo con vocacin planetaria90

III-DESDE LA SOCIOLOGA

Cuando doy pan al pobre, dicen que soy un santo; cuando me pregunto por qu el pobre no tiene pan, dicen que soy un comunista.-Helder Camara

A. BOAVENTURA DE SOUZA SANTOS: Foro Social Mundial Boaventura de Sousa Santos es natural de Brasil (1940) y es doctor en Sociologa por Yale. Colabora con varias universidades en Amrica. Es uno de los principales intelectuales de las ciencias sociales con reconocimiento internacional. Ha participado en varias ediciones del Foro Social Mundial. Su sociologa intenta dar valor a las experiencias humanas a travs de su Sociologa de las Emergencias, en contraste con la Sociologa de las Ausencias (que obvia las experiencias). Busca que los contratos sociales representen valores universales, que el conocimiento acte con lo que llama sentido comn. Partidario de que los movimientos sociales sean cvicos y fuertes para poder controlar democrticamente la sociedad. Es un activo organizador y partcipe del FSM y ha participado en la elaboracin de la obra Reinventar la emancipacin social: para Nuevos Manifiestos.91 En un artculo de Boaventura de agosto del presente ao, el socilogo argumenta sobre la urgente necesidad de reconstruir las izquierdas para evitar la barbarie. Y propone comenzar aceptando varias ideas, resumimos algunas: El mundo se ha diversificado. El capitalismo concibe la democracia como un instrumento de acumulacin. La defensa de la democracia de alta intensidad es la gran bandera de las izquierdas. El capitalismo es amoral y no entiende el concepto de dignidad humana. Hay muchas realidades no capitalistas, guiadas por la reciprocidad y el cooperativismo, a la espera de ser valoradas como el futuro dentro del presente. La relacin de los humanos con la naturaleza es una relacin de dominacin contra la que hay que luchar; el crecimiento econmico no es infinito. La propiedad privada slo es un bien social si es una entre varias formas de propiedad y todas estn protegidas; hay bienes comunes de la humanidad (como el agua y el aire). El espritu igualitario entre los seres humanos es un patrimonio de las izquierdas que ellas mismas estn dilapidando. El capitalismo florece con el racismo, el sexismo y la guerra. Pero todo eso debe ser combatido. El Estado es un animal extrao, mitad ngel, mitad monstruo, pero sin l muchos otros monstruos andaran sueltos, insaciables en busca de ngeles indefensos. Mejor Estado, siempre; menos Estado, nunca. Son algunas de las ideas que, segn Boaventura, deberamos aceptar para poder continuar adelante desde las izquierdas, y as detener la barbarie que se aproxima.92

90 91

El Pas, 26-09-11 / Seccin Opinin / Ttulo: A bolsillo descubierto / p. 36 www.wikipedia.org [Consultado el 07-09-11].

18

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

En un artculo del ao pasado, Boaventura se mostraba as de sorprendido ante un hecho inusual:Es muy probable que el prximo presidente de los Estados Unidos sea un afrodescendiente. El significado de este hecho es enorme y hay que enmarcarlo en un proceso histrico ms amplio. Las tres ltimas dcadas fueron de mucha esperanza y desilusin respecto a la democracia representativa. Muchos pases conquistaron o reconquistaron la democracia en este perodo, aunque la garanta de los derechos cvicos y polticos fue a la par de la degradacin de los derechos sociales, del aumento de la desigualdad social, de la corrupcin y el autoritarismo. [] Es probable que un negro llegue a la Casa Blanca con el eslogan: Change, yes we can [Cambio, s podemos].

El socilogo, con asombro, dir: esto sucede tan slo cuarenta aos despus de que los negros conquistaran plenos derechos cvicos y polticos. Acto seguido Boaventura da algunos datos de la crisis financiera y econmica que est azotando al mundo. Explica cmo parece que EE.UU. ya no va a liderar el planeta, y que, segn se deja entrever, la que s lo pretende es la Unin Europea. Ante eso, el socilogo brasileo concluye su artculo: La transformacin no vendr de la Unin Europea o de los Estados Unidos. Tendr que ser impuesta por la voluntad de los ciudadanos de los pases que ms han sufrido con los excesos recientes del capitalismo de casino.93 Boaventura habla en otro artculo sobre los indignados. Explica que las instituciones existentes estn haciendo un mal papel. Cada vez les resulta ms difcil contener la frustracin de los ciudadanos. Se impone reformarlas. Mientras, dir el socilogo, es legtimo y democrtico actuar al margen de ellas, pacficamente, en las calles y plazas. Estamos entrando en un periodo postinstitucional. Boaventura impone la fuerza de su retrica:Los jvenes acampados en la plaza de Rossio [Lisboa] y las plazas de Espaa son las primeras seales de la emergencia de un nuevo espacio pblico la calle y la plaza donde se discute el secuestro de las actuales democracias por los intereses de minoras poderosas y se apuntan los caminos de construccin de democracias ms slidas. [] Para contextualizar la lucha de las acampadas y acampados, son oportunas dos observaciones. La primera es que, al contrario de los jvenes (anarquistas y otros) de las calles de Londres, Pars y Mosc al inicio del siglo XX, los acampados no lanzan bombas ni atentan contra la vida de los dirigentes polticos. Se manifiestan pacficamente y a favor de ms democracia. Es un avance histrico notable que slo la miopa de las ideologas y la estrechez de los intereses no permite ver. [].

92

http://www.cartamaior.com.br/templates/colunaMostrar.cfm?coluna_id=5169 Boaventura de Sousa Santos. Ttulo: Carta a las izquierdas, 28-08-11. Traduccin de Antoni Jess Aguil. En lnea. [Consultado el 16-10-11]. 93 http://www.ces.uc.pt/publicacoes/opiniao/bss/207.php Boaventura de Sousa Santos. Ttulo: Una casa blanca negra, 23-1008. Traduccin de Antoni Jess Aguil. En lnea. [Consultado el 15-10-11]. Nota: Boaventura, en el mismo artculo, tambin menciona lo extrao de la situacin, que en 2002 un operario metalrgico es elegido presidente de Brasil. Igualmente pone ejemplos de Chile, Ecuador, Argentina Paulo Freire, en su Pedagoga de la Esperanza cuenta una ancdota de la campaa de Lula da Silva (candidato del Partido de los trabajadores) en las elecciones a gobernador de Sao Paulo (1982). En dicha campaa particip el mismo Freire. En una de esas reuniones (en la periferia de Sao Paulo) un obrero critic a Lula bajo el argumento de que no poda votar por alguien igual a l. Lula deca el obrero convencido-, igual que yo, no sabe hablar. No tiene el portugus que se precisa para ser gobierno. Lula no tiene estudios. No tiene lecturas. Y hay ms, si Lula gana qu va a ser de nosotros, qu vergenza para todos nosotros si la reina de Inglaterra viene aqu de nuevo. La mujer de Lula no est en condiciones de recibir a la reina. No puede ser primera dama (Pedagoga de la Esperanza, p. 54).

19

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

La segunda observacin es que los momentos ms creativos de la democracia rara vez ocurrieron en las sedes de los parlamentos. Ocurrieron en las calles, donde los ciudadanos indignados forzaron los cambios de rgimen o la ampliacin de las agendas polticas. Entre muchas otras demandas, los acampados exigen la resistencia a las imposiciones de la troika para que la vida de los ciudadanos tenga prioridad sobre las ganancias de los banqueros y especuladores; la exigencia de renegociacin de la deuda; un modelo de desarrollo social y ecolgicamente ms justo; el fin de la discriminacin sexual y racial y de la xenofobia contra los inmigrantes; la no privatizacin de bienes comunes de la humanidad, como el agua, o de bienes pblicos, como el servicio de correos; la reforma del sistema poltico para hacerlo ms participativo, ms transparente e inmune a la corrupcin. 94

El cambio de paradigma debe ser inminente porque el paradigma de la modernidad est agotado.95

Para Juan Jess Gonzlez, profesor de sociologa de la UNED, las protestas del 15-M tambin tienen su origen en la inoperancia e ineficacia de la clase poltica. Lo grave dir Antonio Alonso Marcos, profesor de Ciencias Polticas de la Universidad de San Pablo CEU- no es la desconfianza hacia la clase poltica sino hacia el propio sistema. Segn parece la Sociedad en Red que augur el catedrtico Manuel Catells en su triloga La era de la informacin ya ha comenzado. La organizacin jerrquica, con una cabeza visible y una estructura piramidal, est obsoleta. Ahora todo ser horizontal y la informacin fluir en todas direcciones. Tambin Carlos Snchez-Almeida promotor de las protestas No les votes, gnesis del movimiento 15-M, dir que este movimiento es de carcter lquido. Esto ser precisamente lo que le d la fuerza porque le permitir mutar y sortear cualquier control. El periodista que escribe se pregunta estamos ante una verdadera revolucin?, a lo que Snchez-Almeida contesta Mayo del 68 cont con la fuerza de la prensa y la televisin y el Mayo del 2011 se har a travs de internet. Habr una respuesta violenta por parte del sistema que va generar una crisis social mayor. Para el profesor Carlos El 15-M es un movimiento heterogneo y amorfo dirigido por grupos antisistema que utilizan el anonimato para no respetar la ley.96 Los protagonistas son los jvenes, bautizados ya como la generacin perdida: sin trabajo, sin ingresos y sin futuro. Segn Gonzlez es normal que haya revueltas con un paro juvenil de ms del 40%. Las altas tasas de desempleo (20,8%) estn modificando la estructura de las familias, debido a que su poder adquisitivo ha descendido de forma preocupante, teniendo claras implicaciones sociolgicas: Hay una vuelta a la organizacin tradicional del ncleo familiar. Las mujeres vuelven a las tareas del cuidado de la familia como lo hacan nuestras abuelas segn Marcos. Adems hay una gran polarizacin social, la estructura sociolaboral crece por los extremos, lo que provoca importantes diferencias. Igualmente hay recesin en el ndice de natalidad y Espaa vuelve a ser uno de los pases ms envejecidos de Europa. La poblacin mayor de 64 aos se duplicar en 40 aos. Crecen tambin la pobreza. Slo en Espaa hay unos 8 millones. El paro, la exclusin social y la sensacin de falta de futuro han sido siempre las espitas que han hecho prender las revoluciones sociales. Segn Snchez habr una movilizacin sin precedentes y nada volver a ser igual despus del 19-N.97 En palabras de Daniel Bernardo el94

B. CONSIDERACIONES SOBRE EL 15-M

http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Boaventura%20de%20Sousa%20Santos&inicio=0 Boaventura de Sousa Santos. Ttulo: Los jvenes en las calles y el secuestro de la democracia, 01-06-11. Traduccin de Antoni Jess Aguil. En lnea. [Consultado el 16-10-11]. 95 DE SOUSA, Boaventura. Transicin postmoderna Derecho y poltica- (pdf). Doxa -6, 1989. p. 2. 96 Diario El Mundo en 11-09-11, p. 10. 97 Diario El Mundo en 11-09-11, p. 11. En la pgina 13 puede leerse Piden 50 aos de prisin para nueve preindignados. La noticia se refiere a los preindignados (as los llama El Mundo) detenidos en mayo de 2006 por una sentada en Puerta del Sol

20

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

15-M es el movimiento neutral y necesario de la sociedad actual, formado por miles de ciudadanos indignados con los privilegios y la inoperancia de la clase poltica. [] (El 15-M) supone una intervencin necesaria del pueblo sobre la clase poltica para recuperar la democracia.98 Elogio del disidente 99, as titula Soledad Gallego-Daz su artculo en El Pas. En l menciona a uno de los pocos disidentes vivos, Noam Chomsky, quien ha sido invitado por el Instituto de Tecnologa de Massachusetts (MIT) y el Boston Review para refrescar el ciclo de conferencias Las ideas importan. Chomsky deber desarrollar la idea de cul debe ser el papel de un intelectual en pocas de crisis. Es bueno recordar aqu, que fue precisamente Chomsky quien dijo: Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habr esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas. Soledad, con un ojo puesto en las cercanas elecciones en Espaa, concluir Por primera vez en muchos aos, lo que muchos quieren or son ideas. Las ideas, lo dice el MIT y los muchachos y muchachas del 15-M, importan hoy como nunca. Sobre todo, las de los disidentes. Jaume Botey, en Construir la esperanza, habla de los disidentes en el apartado Subversin y hereja:Un posible hilo conductor para comprender la historia es leerla partiendo desde estos buscadores de nuevas tierras prometidas, que libraron su vida al servicio de un mundo mejor. Hay de todas las formaciones sociales. Viven su compromiso como la exigencia y la entrega a una causa que sienten como absoluta. Para ellos, el camino hacia esta tierra prometida supone una dura travesa por el desierto [] Fueron considerados subversivos, destructores del orden, disidentes, herejes. Fustigan tanto a las autoridades en cuanto son responsables del mal, o al pueblo por sus infidelidades, y son rechazados por ambos bandos. As fueron condenados los profetas de Israel y acostumbran a ser condenados los profetas de hoy. Igualmente, a pesar de que no haya una tierra prometida definitiva, son creadores de esperanza. Censurando el presente anuncian un futuro mejor y, en esta confrontacin, ponen de manifiesto la dialctica entre sistema-antisistema, institucin-protesta, poder-fe, poltico-profeta.100

El lder socialista candidato a la presidencia en las prximas elecciones, Alfredo P. Rubalcaba, concuerda en algunas cuestiones con el 15-M y con otras no: Estoy de acuerdo con la demanda de cambios en la forma de actuar en poltica y con algunas reformas institucionales [] No estoy de acuerdo con la poltica de inmigracin. Proponen que entre todo el mundo que quiera, y con eso no puedo estar de acuerdo. [] El quincemero medio no es alguien que vaya por ah diciendo que la democracia es una basura, no; es sencillamente un ciudadano al que la democracia no le resuelve sus problemas. No escuchar a esa gente es de necios, es simplemente un problema de cultura democrtica.101 Rovira comenta sobre la convocatoria del 15-M para el 15-O:Al final nada de nada. No quiero decir que sea una perdida de tiempo soar con un mundo mejor. Justo lo contrario, tenemos que recuperar la esperanza perdida y no resignarnos a ir cada da un poco peor. Pero tambin se tienen que hacer cosas prcticas con las herramientas que hay y no siempre es necesario refundar la democracia, tal vez sea donde reclamaban una vivienda digna. Segn la Plataforma Vivienda Digna su nico delito fue protestar pacficamente contra la especulacin y pedir el derecho bsico a una vivienda, pero con esta sentencia la Fiscala busca golpear a los detenidos y advertir al resto que especular sale gratis, mientras que protestar puede arruinarte la vida. 98 SOLER SERRAO, Daniel Bernardo en el El Pas en 11-09-11. Seccin Opinin. Ttulo: La necesidad del 15-M. p. 38. 99 GALLEGO-DAZ, Soledad. El Pas. Seccin Opinin-Punto de observacin. Ttulo: Elogio del disidente. p. 13. 100 BOTEY, Jaume. Construir lesperana (Construir la esperanza). pp. 12-13. 101 El Pas, 11-09-11.

21

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEMsuficiente [] si todos revolucin ni summiar mundo revolucionario truites es que estamos

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

pagramos lo que nos toca, con las leyes de ahora, sin hacer ninguna truites utpicas, saldran entre 50 y 80 mil millones ms []. No en un e ideal, no, sino con las normas de ahora []. Si esto es summiar peor de lo que nos pensamos [].102

Hay periodistas muy crticos con el 15-M. Sirva ste artculo, tambin sobre el 15-O, de Fernando Snchez Drag: Ahora hay zotes y azotes cabreados en 80 pases, incluso en Japn, aunque fue aqu donde prendi la mecha. Es un motivo de orgullo. Hemos hecho historia e histeria. Donde hubo, queda. Fuimos y somos vndalos. Somos znganos. Somos energmenos. Somos la vanguardia de la indignacin y de la mala educacin. 103 Artur Mas tambin dir sobre los indignados: Son minoras que suplantan las mayoras reales. Aade No siempre el que ms chilla tiene ms razn. Y al que coacciona no se le puede dar la razn. Hace un llamamiento a no dejar que se instale entre nosotros una actitud destructiva hacia el sistema de representacin democrtica. La aparta de una sociedad basada en el dilogo y la deliberacin colectiva no es lo mismo que la violencia y la coaccin disfrazadas de demandas.104 Igualmente Lara, de Izquierda Unida, dir: Slo con la pancarta no se cambia el curso de la historia []. La nica manera de cambiar es con el voto, sin dejar la movilizacin y la presencia de la indignacin en las calles.105 Un lector propone hacer caso a una andorrana que en TV3 sugiri que cada uno diera 100 para superar la crisis. Concluye: Es una utopa? Tal vez s, pero el camino de los indignados no lleva a ninguna parte.106 Hemos visto como algunos sectores de la sociedad vinculan el 15-M con la esperanza y sin embargo otros sectores no. Lo mismo ocurre con la llamada Primavera rabe. Ante ella, algunos analistas, sugieren cierta esperanza. En palabras del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen: "Los ataques del 11 de septiembre significaron el comienzo de un invierno largo en la historia mundial. Pero los acontecimientos de Medio Oriente renovaron nuestra fe sobre el hecho de que si bien el deseo de libertad puede ser reprimido jams podr ser aniquilado: la primavera rabe es para nosotros una nueva estacin de esperanza".107

IV-DESDE LA PEDAGOGANecesitamos la esperanza crtica como el pez necesita el agua incontaminada.-Paulo Freire

PAULO FREIRE: La Pedagoga de la Esperanza Paulo Freire comienza su libro Pedagoga de la Esperanza con unas Primeras palabras, de entre las que entresacamos las que siguen: No entiendo la existencia humana y la necesaria lucha por mejorarla sin la esperanza y sin el sueo. La esperanza es una necesidad ontolgica; la desesperanza es esperanza que, perdiendo su direccin, se convierte en distorsin de la necesidad ontolgica. Con estas palabras escogidas, ya de entrada, se va a posicionar el pedagogo brasileo del lado de la esperanza.

102

El Diari de Terrassa, 15-10-11. Seccin: Bloc de notes. Autor: Joan Rovira. Ttulo: Sommiar truites utpiques (hacerse ilusiones utpicas). p. 24. 103 El Mundo, 17-10-11. Seccin: Otras voces / El lobo feroz. Autor: Fernando Snchez Drag, p. 24. 104 El Pas, 11-09-11. Seccin: Catalunya, p. 2. 105 El Pas, 11-09-11. Seccin: Espaa, p. 25. 106 Diari de Terrassa, 18-10-11. Seccin Cartas. Autor: Joan Martorell i Barber. 107 http://ar.noticias.yahoo.com/reporte-vivo-10-a%C3%B1os-devastador-11-s-113657535.html [Consultado 15-10-11]. Nota: Para una postura encontrada, ver Apartado VII titulado Esperanza en la Prensa, A- Tabla, Da 4 de agosto 2011. n3, El Pas.

22

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

Como programa, la desesperanza nos inmoviliza y nos hace sucumbir al fatalismo en que no es posible reunir las fuerzas indispensables para el embate recreador del mundo. No soy esperanzado por pura terquedad, sino por imperativo existencial e histrico. [] Mi esperanza es necesaria, pero no es suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella la lucha flaquea y titubea. Necesitamos la esperanza crtica como el pez necesita el agua incontaminada. [] Prescindir de la esperanza que se funda no slo en la verdad sino en la calidad tica de la lucha es negarle uno de sus soportes fundamentales. Lo esencial [] es que sta [] necesita anclarse en la prctica.108

As, Freire nos lleva a un punto de reflexin que no se poda pasar por alto en este trabajo, que la esperanza debe ser prctica y no perderse en divagaciones o elucubraciones. Deber plasmarse en su realidad histrica y objetiva, posicionarse del lado del pobre, del agraviado, de la justicia y de la libertad. Freire propone, por medio de actos lmite, acabar con las situaciones lmite y cruzar la frontera entre el ser y el ser ms.109 Freire es un hombre de coherencias, no admite las dobleces, por lo que lleg a ser experimentado en exilios. Julio Parra, en su artculo Hacia una pedagoga liberadora escribir sobre Freire: No hay que olvidar que la coherencia es uno de los elementos en que l (Freire) insisti siempre, hasta en el escrito que dej en el escritorio cuando nos abandon.110 El mismo Freire reflexionar ante las crticas que recibi como invasor cultural: En el fondo este tipo de crtica [] no es capaz de percibir que una de las bellezas de esta prctica (la educacin) es precisamente que no es posible vivirla sin correr riesgo. El riesgo de no ser coherentes, de decir una cosa y hacer otra, por ejemplo.111 Pero Freire alcanz gran relevancia mundial, sobre todo en los sectores por decirlo de algn modo- del Sur (campesinos, obreros, etc.). Su libro Pedagoga del Oprimido tuvo un impacto tremendo en los modelos educativos que se estaban llevando a cabo en las sociedades oprimidas. Puso de relieve que era necesaria la transformacin social haciendo brotar de nuevo la esperanza.112 Para ello hizo uso de uno de los conceptos fundamentales para entender a Freire, el indito viable (seguramente lo que Bloch llam utopas en su acepcin de realizables). Pero si esta esperanza se tuerce, se convierte en desesperanza, de ah que la esperanza precise ser educada. Lo contrario lleva a la desesperanza, en otras palabras a la inaccin o el inmovilismo.113 Freire, como educador, es consciente de que la enseanza ser herramienta en el proceso de cambio social, pero a la vez es realista, al expresar que la educacin, en cuanto a prctica reveladora, [], no efecta por s sola la transformacin del mundo, aunque es necesaria para ella.114 El gran educador brasileo cree en la tolerancia, pero como la virtud revolucionaria que consiste en convivir con quienes son diferentes para poder luchar contra quienes son antagnicos.115 Y es que Freire estaba cansado de aquellos que se haban dedicado nada ms a la palabrera: las consecuencias de la palabrera irresponsable generan tambin el descubrimiento de que la continencia verbal es una virtud indispensable para los que se entregan al sueo de un mundo mejor.116 Hay que combatir a estos intelectuales:108

FREIRE, Paulo. Pedagoga de la Esperanza Un reencuentro con la Pedagoga del oprimido-. Ro de Janeiro; Siglo XXI Editores, 1992. Primera edicin en castellano, 1993. Notas de Ana Mara Arajo Freire. Traduccin de Stella Mastrangelo. p. 8. 109 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. pp. 194-195. 110 PARRA, Julio. Hacia una pedagoga liberadora (pdf), 09-05-11. p. 28. 111 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. p. 73. 112 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. Contraportada, resumen de las palabras de Antonio Chizzoti. 113 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. p. 9. Nota: Ana Mara Arajo Freire explica en la seccin de notas del final del libro, lo indito viable, es una categora que encierra toda una creencia en el sueo posible y en la utopa que vendr.-(p. 194). Es lo no conocido o vivido todava, pero s soado. (p. 195). 114 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. p. 29. 115 FREIRE, Paulo. Pedagoga de la esperanza. p. 36.

23

Postgrau dAgent de Desenvolupament Internacional (ADI) SETEM

Benjamn Glvez Arqueros Novembre 2011

El intelectualismo combatido es precisamente esa palabrera hueca, vaca, sonora, sin relacin con la realidad circundante, en la que nacemos, crecemos y de la que an hoy da, en gran parte, nos nutrimos. Tenemos que cuidarnos de este tipo de intelectualismo, as como de una posicin llamada antitradicionalista que reduce el trabajo escolar a meras experiencias de esto o de aquello, y a la que le falta el ejercicio duro, pesado, del estudio serio y honesto del cual resulta una disciplina intelectual.117

Propondr tambin el uso del lenguaje de gnero,118 con un criterio positivo no es puro idealismo no esperar que el mundo cambie radicalmente para ir cambiando el lenguaje.119 Y es que Freire no se qued en el mero papel especulativo academicista, de curiosidad intelectual, sino que se identific totalmente con los explotados.120 Pero jams desde la ctedra, sino desde la humildad: Para que quien sabe pueda ensear a quien no sabe es preciso que quien ensea sepa que no sabe todo y que quien aprende sepa que no lo ignora todo. 121 Para l, la educacin no es una prctica neutra, ni un transmitir conocimientos igualmente neutros, es una cuestin tica que lo obligar a:Respetar a los educandos, sin jams negarles mi sueo o mi utopa. Defender una tesis, una posicin, una preferencia, con seriedad y con rigor, pero tambin con pasin, estimulando y respetando al mismo tiempo el derecho al discu