La enorme patraña del 11-M

7/26/2019 La enorme patraa del 11-M

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INVESTIGACIN

La enorme patraa del 11-MLa muerte de Fernando Mgica trunc su proyecto de escribir un libro basado en sus

investigaciones sobre el 11-M. Este texto, en el que sostiene que las Fuerzas de Seguridad

taparon con pruebas falsas el papel de "potencias extranjeras", iba a servirle de prlogo.

EL ESPAOL lo reproduce como homenaje a su tesn en la bsqueda de la verdad.

EL ESPAOL SUSCRBETE

Uno de los vagones del tren de cercanas afectado por los atentados del 11-M. / Manuel H. de Len / Efe

FERNANDO MGICA 22.05.2016 02:17 h.

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(

La enorme patraa del 11-M http://www.elespanol.com/espana/20160521/126487531_0.html

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MMSS NNOOTTIICCIIAASS

recomendado por

Una de las personas ms importantes del Gobierno de Aznar me hizo

varias confidencias junto al mar. Fueron muchas horas de

conversacin durante dos das de verano. Hubo solo un mensaje que

repiti en tres ocasiones.

"A m lo que siempre me ha fascinado" -me insisti- "es por qu no

has tenido problemas fsicos. Sigues empeado" -se refera claro est

a la investigacin sobre el 11-M- "en pasar de la cascarilla. Lo que me

asombra es que a tu edad sigas con esa fantasa de que vas a poder

llegar ms all de la espuma de lo que pas. Ests loco. T eres

perfectamente consciente de que en el momento en que traspases la

espuma de la realidad duras exactamente 24h".

Y tena razn. El conjunto de datos de la

investigacin policial que dio lugar al

sumario y, ms tarde, a la sentencia del

11-M constituyen una simple y gigantesca

cascarilla. La razn de Estado, apoyada con

el doble estmulo del terror y las

prebendas, se impuso entre las fuerzas del

orden para fabricar esa espuma envolvente

que tanto nos ha distrado.

Los ms escpticos entre los periodistas,

los polticos y los agentes de la ley, fuimos laminados. A otros se les

estimul con reconocimientos, ascensos o traslados a diferentes

embajadas. Se coloc en puestos clave de control a tres policasincondicionales del nuevo Gobierno, aunque para ello tuvieran que

sacrificar durante una temporada a la maquinaria engrasada y eficaz

de la Unidad Central de Inteligencia. Se controlaron llamadas y

ordenadores. Se cambiaron cerraduras y protocolos.

Al final, unos antes y otros despus, todos los cuerpos de seguridad

terminaron apoyando una versin en la que cada cual trat de

o Maroto, sobre su fiesta en

Eurovisin tras ser

condenado: "Es mi vida

privada"

o El chollo de echar gasolina

en Espaa

o Manual para ser un

conferenciante de xito

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tarjetas y terminales que llegaron a detenciones anticipadas y

arbitrarias.

UN ERROR GARRAFAL

Uno de los errores ms grandes que hemos cometido a lo largo de la

investigacin es considerar que las Fuerzas de Seguridad del Estadoactuaron desde el primer momento con una nica intencin.

Al final, unos antes y otros despus, todos los cuerpos

de seguridad terminaron apoyando una versin en la que

cada cual trat de introducir a sus culpables. Fue una

batalla sin cuartel

Fernando Mgica en la redaccin de este diario en 2015. / Eduardo Surez



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una batalla salvaje entre los distintos organismos policiales y de

inteligencia. Cada grupo se enroc, se impermeabiliz por instinto,

ante la brutal sorpresa de los atentados. Cada departamento

razonaba, dentro de su muralla, que si no haban sido los suyos, ni la

gente que ellos controlaban, tenan que estar implicados los dems.Se montaron, unos a otros, escuchas y seguimientos porque nadie se

crea que aquellos primeros personajes que ciertos departamentos de

la polica presentaban como autores tuvieran nada que ver con lo

sucedido.

El asunto era muy grave as que se exigieron pruebas de fidelidad, se

desenterraron viejas hermandades de los aos 80 y 90, como el clan

de Valencia, los de Barcelona o los guarrerasde la vieja Brigada de

Interior. Tardaron varias semanas en ponerse de acuerdo y al final lo

hicieron convencidos de que seguir por ese camino nos poda llevar a

todos a una catstrofe mucho mayor de la que haba sucedido.

La matanza ya no tena remedio. El cambio poltico no tena marcha

atrs. Hubo un juramento por el que nadie iba a responsabilizar de

nada a ningn colega si se llegaba a un consenso frreo sobre los

culpables. El linchamiento pblico de Agustn Daz de Mera, ex

Director General de la Polica, -un poltico que no pertenece al

Cuerpo- cuando quiso salirse del guion, camina en esta direccin.

"QUE SE LO COMAN"

Un oficial antiterrorista de la Guardia Civil defini la situacin,

delante de sus hombres, de una forma impecable: "El PP ya est

jodido hagamos lo que hagamos. Esto se lo van a comer los moros.

Son tan gilipollas que al final ellos mismos van a convencerse de que

lo han hecho. Se acusarn mutuamente para salvar el culo. Y el que

hable, ya sabe, est muerto".



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Una consigna parecida cal en todos los estamentos de seguridad. No

faltaban, claro est, los que aplaudan con las orejas por el cambio de

rgimen que los atentados haban alentado. La marcha del odiado

Trillo o del prepotente Aznar -cmo aplaudan los de Informacin de

Zaragoza en la noche del 14-M!- era un alivio para muchos. Pero la

conspiracin de silencio rebas cualquier inclinacin poltica.

Tras el 11-M se produjo una batalla salvaje entre los

distintos organismos policiales y de inteligencia Se

montaron, unos a otros, escuchas y seguimientos porque

nadie se crea que aquellos primeros personajes que ciertos

departamentos de la polica presentaban como autores

Croquis realizado por la Polica Nacional de la mochila-bomba encontrada sin explotar en la comisara de Vallecas.



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Antes de llegar a ese pacto hubo una batalla sorda por averiguar

implicaciones y complicidades. Todos queran guardarse municin -y

lo hicieron- por si venan mal dadas...

La sentencia no ha sido ms que la consagracin salomnica de la

parte de la versin oficial que resulta suficiente, de cara a la galera,

para pasar pgina por parte de las distintas corrientes. Ha dejado al

descubierto, sin embargo, suficientes lagunas como para que nadie

pueda proclamarse vencedor.

Los polticos de ambos signos lo tenan asumido hace tiempo. Era

mejor eso que desvelar que agentes incontrolados de potencias

extranjeras hubieran cambiado, sin nadie que se lo impidiera, la

historia de Espaa. No podan admitir adems el control, bordeando

la complicidad, que haban desarrollado durante aos para alimentar

y tener controladas a las bandas del norte y del sur, a ETA y a los

musulmanes radicales.

LOS AGENTES INFILTRADOSEspaa era, en las semanas previas a los atentados, un entramado

gigantesco de observadores, vigilantes, confidentes y agentes

encubiertos. Lo mejor de cada casa estaba en las calles con los ojos

bien abiertos. Corra el dinero y se palpaba una euforia prepotente.

Los posibles grupos terroristas de uno y otro signo estaban tan

infiltrados, tan controlados, tan neutralizados que las propias fuerzas

de seguridad les daban cuerda para que pudieran seguir adelante sin

sospechas, por si tenan que utilizarlos.

Las redes de la UCO, de la UCE1 y UCE2, de la UCII y la UCIE, de la

UCAO, de la UDYCO, del CNI y un largo etctera controlaban las

caravanas de la droga, las rutas de los explosivos, las reuniones de los

integristas islmicos. Por eso los avisos exteriores solo provocaban



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Un oficial antiterrorista de la Guardia Civil: El PP ya

est jodido hagamos lo que hagamos. Esto se lo van a

comer los moros. Son tan gilipollas que al final ellos

mismos van a convencerse de que lo han hecho.

A veces tenan que jugar al ratn y al gato y al escondite para que

unos grupos policiales no interfirieran en la labor de los otros. El

Tunecino? Pero si era uno de los chicos del CNI. Por eso tuvieron que

espantarlo de su piso cuando el acoso de la polica se haba vuelto

asfixiante. Facilitaron su huida para desesperacin de los

controladores policiales.

Lamari? Pero si estaba enrolado en el mismo barco desde haca

tiempo. Por eso Safwan Sabag,El Pollerode Valencia no le perda ni a

sol ni a sombra desde que consiguieron sacarlo anticipadamente de la

crcel. Tuvieron que intervenir su telfono, el 1 de julio del 2004 para

que cuando la polica metiera las narices con el Skoda Fabia ya no

pudieran escucharle. Y a Benesmail, su lugarteniente oficial, lo

introdujeron en Asturias -y todo est grabado- en la misma crcel,

Villabona, y el mismo mes, julio de 2001, que ingres Antonio Toro

Castro el tapadoen el comercio de los explosivos, y tan solo un mes

antes de que entrara en la misma crcel Rafa Zouhier, el tapadode la

Guardia Civil.



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Para completar el control de la zona estaba el argelino Rabi Gaya, al

que montaron una carnicera musulmana en Gijn y Fernando

Huarte, el enlace con asociaciones Palestinas que sacaba a pasear a

Benesmail con la excusa del dentista, como si eso fuese posible y

habitual en un peligroso terrorista en rgimen de vigilancia especial.

Durante los ltimos aos, todas las tramas de traficantes se haban

puesto bajo la lupa policial con muchos medios. Para las caravanas de

droga desde el Magreb, el PP contaba en 2003 -cuando aparece el

proveedor Jamal Ahmidan,El Chino, procedente de una crcel de

Marruecos- con los ocho aos de experiencia de Gonzalo Robles al

frente del Plan Nacional sobre Drogas. El 21 de noviembre de 2003 el

Consejo de Ministros le nombra Delegado del Gobierno para

"

Rafa Zouhier proclamando su inocencia durante el juicio.



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Las rutas del explosivo haca tiempo que estaban bajo la supervisin

del CNI y de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

Por eso, los atentados del 11-M produjeron una

enorme sorpresa a los distintos grupos de inteligencia. Pero

lo que realmente caus estupor fue la inmediata captura de

los responsables y la aparicin fulgurante de las

pruebas

EL HOMBRE DEL REY

El control y la infiltracin de radicales islmicos estaba manejada por

la UCIE, de la polica y la UCE2 de la Guardia Civil, pero sobre todo

por el CNI. Las credenciales del servicio secreto para ello no podan

ser mejores. Jorge Dezcallar, el primer civil nombrado como director

del Centro en 2001 -y el primero que ostent el cargo de Secretario de

Estado-, era un verdadero especialista en el Magreb. Vino de la mano

del Rey.



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No era un hombre de Aznar pero ste saba de sus conocimientos en

materia de terrorismo islmico ya que acababa de simultanear el

cargo de embajador en Marruecos con el jefe de antena del CNI en la

zona. No era un paracaidista. Llevaba muchos aos en esos

menesteres.

Para colmo, a su lado se promocion a Mara Dolores Villanueva,

asturiana, divorciada, un sabueso dedicada en cuerpo y alma a

descubrir agentes infiltrados. La mujer con el puesto ms alto en la

historia del CNI. Su especialidad?, contra inteligencia. Su misin

ms reciente?, responsable de contra inteligencia del Magreb.

Despus del 11-S se haban redoblado los esfuerzos en esa direccin.

El exministro de Defensa, Federico Trillo (i), y el exdirector del CNI, Jorge Dezcallar (d). / Fernando Alvarado

/ Efe



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faltaban traductores, ni analistas, ni agentes de campo, bien

entendido que en un servicio secreto, siempre se considera que el

doble an sera insuficiente.

Cuando colocaron la mochila de Vallecas no podan

saber que las verdaderas bombas no llevaban metralla. La

pusieron en el convencimiento de que lo normal es que la

llevara

Antes del 11-M se haba constituido un comit de crisis compuesto por

ministros y expertos en el que el propio Dezcallar explicaba, en cadareunin- y al menos durante los ltimos dos meses-, los seguimientos

en Lavapis y en las mezquitas, la infiltracin en asociaciones y pisos

dormitorio, el control en locutorios, carniceras y peluqueras. Tenan

a sueldo a los individuos destacados en relacin a las corrientes

islamistas radicales.

Por eso, en contra de lo que muchos investigadores escpticos con la

versin oficial piensan, los atentados del 11-M produjeron una

enorme sorpresa a los distintos grupos de inteligencia. Pero lo que

realmente caus estupor fue la inmediata captura de los responsables

y la aparicin fulgurante de las pruebas.

De dnde salan todas aquellas evidencias que haban pasado hasta

ese da inadvertidas? Estaban preparadas de antemano o fueron

saliendo una detrs de otra, como las cerezas en un plato, en un puro

ejercicio de improvisacin?

Si hubieran estado preparadas no habran tenido esas inmensas

lagunas que ms tarde fueron incapaces de cuadrar, aunque lo

intentaran, incluso a martillazos y ante la ceguera y la apata general.

Cuando colocaron la mochila de Vallecasno podan saber que las



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que decir aEl gitanilloen su declaracin de junio aquella frase

presuntamente pronunciada por Trashorras en la mina: "No os

olvidis de los clavos y los tornillos", solo para justificar la metralla de

esa mochila.

Tampoco tuvieron tiempo de hacer coincidir la composicin de los

explosivos reales con los postizos. Sencillamente porque a la hora en

que fabricaron la mochila de Vallecas an no se conocan los

resultados de los anlisis de los restos de las bombas que haban

estallado. Era ms cmodo hacer coincidir la dinamita de la mochila

con los restos encontrados en la Kangoo y con la muestra patrn.

Durante el medioda del 11-M lo primero que los

Imagen general de la mina donde trabaj hasta octubre de 2002 Surez Trashorras. / J. L. Cereijido / Efe



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relacionar con el terrorismo islmico internacional. Los

tenan controlados as que iba a ser muy sencillo echarles el

guante

Y ni eso supieron hacer por culpa de la Metenamina que sala en unos

anlisis s y en otros no. Snchez Manzano, el responsable de los

Tedax, lleg a firmar un escrito en el que se inclua la Metenamina

como uno de los componentes bsicos de la dinamita. El resto del

debate sobre la composicin de los explosivos es ya conocido de sobra

por el lector.

LA MANIPULACIN DE LAS TARJETAS

Tuvieron que dejar los primeros anlisis en una nebulosa para

acoplarlos, en su momento, al atrezzo.

Durante el medioda del 11-M lo primero que los encubridores

decidieron fue que los culpables seran los moritosde Lavapis. Y

entre ellos, los que ms podan relacionar con el terrorismo islmico

internacional. Los tenan controlados as que iba a ser muy sencillo

echarles el guante. Pero necesitaban pruebas que les encaminaran

rpidamente a ellos. Decidieron que lo ms prctico era una tarjeta de

telfono con un mvil como iniciador de las bombas -los locutorios de

los musulmanes de Lavapis las vendan-. El polica municipal Jacobo

Barredo haba declarado a la prensa que una de las bombas que los

Tedax neutralizaron tena una especie de gran telfono con unos

cables.

Tuvieron horas para preparar uno y para enterarse de los lotes de

tarjetas que llevaran ms tarde a Lavapis. El aparato telefnico lo

apaaran de la misma manera, con cualquier bazar de indios que los

vendiera. No llevaban control alguno de las numeraciones. Sera

sencillo resionarles ara ue reinventaran los libros contables. Se



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el juicio en la que l mismo puso en evidencia que aquellas

numeraciones de Imeis estabanfabricadasmucho despus de la

venta de los terminales?

No hay nada ms manipulable que las tarjetas telefnicas. Con el

material y los conocimientos adecuados se pueden clonar, cambiar,

falsificar, redirigir y suprimir llamadas o reconvertir unas en otras.

En ningn pas serio se considera como prueba, ms all de puros

indicios, nada de lo relacionado con las llamadas telefnicas. La

posible manipulacin invalida cualquier conclusin.

Por eso la subinspectora de la UCII, la unidad anti ETA, que llam a

la puerta del piso de Legans y que desencaden los acontecimientos

de a uella tarde infernal del 3 de abril de 2004 -la misma a la ue

El presidente del tribunal del 11-M, Javier Gmez Bermdez. / Paco Campos / Efe



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tenemos nada contra ellos. Solo cruces de llamadas y eso sabes que es

como no tener nada".

Adems de las tarjetas necesitaban una fuente para los explosivos y

los detonadores. Echaron mano de lo que tenan ms a mano. Mina

Conchita haba servido durante aos como pantalla para la red de

explosivos manejada por las fuerzas de seguridad que utilizaban la

red de Antonio Toro para poder colocarla, marcada, en los depsitos

de los terroristas.

Esa pantalla haba funcionado por la simplicidad del ex minero

Trashorras, manejado por el inspector de polica de Avils Manuel

Garca RodrguezManoln. Un veterano de Informacin de Madrid

menos fuerte de lo ue l mismo crea al ue han tenido ue

Antonio Toro Castro el tapado en el comercio de los explosivos.



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del nuevo Jefe Superior de Polica a Asturias, Arujo, ex cuado de

Manolny antiguo responsable de la comisara de Gijn, consolid

ese flanco.

A Trashorras siempre lo utilizaron como a un tonto til. Nunca supo

que lo usaban desde mucho antes del 11-M.

La dinamita que venda Toro, segn testigos que detallaremos, vena

directamente de fbrica. Toro utilizaba a su cuado y a esa mina como

seuelo para que los compradores no sospecharan su verdadera

procedencia. Por eso poda ofrecer centenares de kilos a la semana,

una cantidad que nunca hubiera podido sustraerse ni siquiera de la

mina peor vigilada.

LA CLEBRE KANGOO

La furgoneta Kangoo fue otro recipiente de pruebas improvisado. No

tena huellas de los presuntos culpables de Lavapis, porque cuando

decidieron utilizarla, a primera hora de la tarde del 11-M an no

haban decidido quienes seran esos culpables.



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Los primeros que inspeccionaron la furgoneta, todava en el

aparcamiento de la estacin de Alcal de Henares, no pudieron ver ni

la cinta cornica, ni los detonadores, ni la mayor parte de las prendas

de ropa porque no estaban. Fue luego, en Canillas, -cuando

decidieron que utilizaran la furgoneta para terminar de encaminar a

los investigadores hacia la pista islmica cuando introdujeron los

objetos que necesitaban para sus fines. Antes de la inspeccin

tcnico-policial -eufemismo para referirse a una simple lista de los

objetos- se guardaron algunas prendas del dueo de la Kangoo, los

que luego apareceran en el Megane del primo de Jamal Ahmidn,

junto a ms prendas de los presuntos terroristas que serviran para

encontrar nuevos ADN inculpatorios.

Furgoneta Renault Kangoo supuestamente relacionada con los atentados. / Fernando Villar / Efe



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explosivos y los detonadores. Echaron mano de lo que

tenan ms a mano. Mina Conchita haba servido durante

aos como pantalla para la red de explosivos manejada por

las fuerzas de seguridad que utilizaban la red de Antonio

Toro

La tarjeta del Grupo Mondragn? Los primeros policas que llegaron

hasta ella la vieron. Probablemente era un detalle sin la menor

importancia. Ellos creyeron que sera importante y por eso lo

resaltaron porque les pareca que encaminaran la investigacin hacia

ETA y que fue ocultada deliberadamente.

La caza de brujas de este episodio fue brutal. Se organiz una

investigacin interna. Se me hizo llegar una informacin segn la cual

si llegaba a revelar el nombre de mi fuente la competencia sacara una

foto de ese individuo con el brazo en alto en una manifestacin. Era

una presin intil porque jams desvelar una fuente aunque eso me

acarree un aparente descrdito.

Es realmente irritante e infantil que en la sentencia se destaque por

su nombre solo una de las cintas encontradas en la Kangoo -la de la

Orquesta Mondragn- con la clara intencionalidad de tratar de dejar

en evidencia la posible confusin de esa casete con la tarjeta de visita

mencionada. Pattico en un juez que podra haber solventado el caso

llamando a declarar a los primeros policas de Alcal para salir de

dudas.

Y el portero Garrudo y los tres encapuchados? Una simple

coincidencia. Nunca tuvieron nada que ver con el caso. La sentencia

dice que salieron de la furgoneta pero, como se puede comprobar por

todos los testimonios, el portero solo dijo en su da que los vio al lado

de la misma, y no dentro como el mismo se encarg de rectificar.



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hubiera salido a la luz. Los policas que la vieron vaca matizaron en el

juicio que poda haber algunas cositas. Aceptamos que haba las que

se consignaron en la lista menos la cinta cornica, los detonadores y

restos de explosivos y, por supuesto, todas las prendas de los

terroristasen las que luego se encontraran los restos de ADNcomprometedores. Y que eso poda conformar una furgoneta con

algunas cositasque no fueron suficientes para llamar la atencin a

los policas, ni de los perros.

ZOUGAM Y EL LOCUTORIO

Zougam y Bakkali? Pero quines creen que les indujeron a montarel locutorio? Bakkali -al que las autoridades marroques se

empearon en calificar de mecnico en todas las informaciones- dej

colgada una sustanciosa beca en una universidad madrilea en la que

se doctoraba en ciencias fsicas para meterse en un negocio bastante

cutre en un barrio de inmigrantes marroques. Precisamente todo

aquello de lo que l siempre -por su formacin y clase social- quiso

huir.



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Los abogados que gestionaron el papeleo le aconsejaron que no

renunciara a su tarjeta de residente como estudiante ya que era casi

imposible que le dieran, como l pretenda, la de autnomo. No se la

daban a nadie. Los mismos abogados se quedaron con los ojos a

cuadros cuando poco despus la polica se la haba concedido. Si

repasan sus declaraciones judiciales observarn como fue l quien

apuntal la culpabilidad de Zougam, su socio, cuando admiti que era

un radical y que utilizaban la peluquera para reuniones islamistas.

Por cierto, al revs que Zougam, declar que la polica no le haba

tocado durante los interrogatorios. Por supuesto, al final, el hombre

que, segn la versin oficial, guardaba en su piso las tarjetas

telefnicas implicadas en los atentados, uno de los socios del

Jamal Zougam, en una imagen captada durante el juicio. / Gtres



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'El Chino' fue la respuesta del CNI a la primera jugada

de la polica al culpar de improviso a Zougam

El locutorio de la calle Tribulete? Pero, por qu creen que lo

asaltaron en plena noche, tres das antes de la explosin del piso de

Legans. Los desconocidos -"muy profesionales y con el material

adecuado"- que rompieron los precintos policiales, en una de las

calles ms vigiladas de Madrid en aquella poca, no queran llevarse

nada. La polica ya se haba incautado de todo lo de inters en los dos

registros oficiales.

Solo quedaba limpiar el local. Quitar todas las cmaras y micrfonosque ellos mismos haban puesto mucho antes.

La peluquera de la calle Tribulete y sus reuniones clandestinas?

Como la otra peluquera, Paparazzi, la del agua bendita, no poda

tener ms cmaras y micrfonos por metro cuadrado. Fue Zougam

quien puso los 6.000 euros que le faltaban a un amigo para montar el

negocio. Segn declar ste al juez, sacaban unos 300 euros al mes.Zougam tena derecho a una tercera parte de las ganancias. As que

hubiera tenido que esperar al sexto ao para ganar el primer euro. Un

negocio redondo.

42.000 AOS DE CRCEL

Al CNI le pill de sorpresa la detencin de Zougam y sus socios. Perolo que consideraron que sobrepasaba cualquier lmite es la filtracin a

la prensa de que en ese locutorio se haba encontrado el trocito de

baquelita que faltaba precisamente en el telfono de la mochila con

explosivos encontrada en la comisara de Puente de Vallecas.

Tambin cont la polica, al principio, que fue en ese locutorio donde

se prepararon las bombas. Era mentira pero los medios lo airearon en



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Zougam culpable indiscutible.

Comenzaron a salir en televisiones y peridicos espontneos que

certificaban la radicalidad de Zougam y por supuesto aparecieron

testigos que lo haban visto en distintos trenes en la maana del 11-M.

Era tambin el culpable favorito de los americanos. A stos les vena

de perlas la versin primera sobre la culpabilidad de Al Qaeda.

Por eso, periodistas afines airearon en Europa que Zougam tena

incluso relacin con los culpables de la clula alemana del 11-S. Hubo

quien lo vincul con el viaje de Atta -uno de los aviadores suicidas del

11-S- y con su viaje a Tarragona antes de los atentados de Nueva York.

Se difundi que Zougam haba llamado seis das antes de los

atentados del 11-S a Abu Dahdah, el islamista residente en Espaa

implicado por la justicia espaola en los atentados de Nueva York.

Hubo quien detall que Zougam haba recibido entrenamiento militar

y adoctrinamiento en los campos de Afganistn.

La intoxicacin provino en parte de personal cercano a la embajadaestadounidense. Los mismos que haban servido como tercera fuente

a la cadena SERen la noticia sobre la aparicin de terroristas suicidas

en los trenes.

Todo aquello se fue cayendo como un castillo de naipes, pero el golpe

de efecto ya no tendra marcha atrs. La realidad es que nunca han

tenido nada slido contra Zougam a pesar de que fuera condenado a

42.922 aos de crcel.

Los que sealaron a Zougam desde el principio -"Ha sido la mejor

decisin profesional que he tomado en mi vida", dijo De la Morena en

el juicio- le tenan preparado un protagonismo an mayor.

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solo como autor material sino como conseguidor de los explosivos. El

lector recordar la insistencia de Emilio Surez Trashorras, -el ex

minero asturiano condenado por proporcionar la dinamita-, en sus

declaraciones a El Mundo cuando denunciaba que la polica quera

desde el primer momento que acusara a Zougam y a El Tunecinoderecibir los explosivos. Fue mucho ms tarde, segn Trashorras,

cuando se atribuy la operacin aEl Chino.

De hecho, la polica aire dos tarjetas de telfono que haban viajado a

Asturias los das 28 y 29 de febrero -los das en que tericamente los

terroristas se agenciaron los explosivos- atribuyndoselas a Zougam.

Cuando se difundieron las tarjetas que supuestamente haba usadoEl

Chinoen el viaje a Asturias de esos mismos das, las que relacionaban

esas fechas con Zougam desaparecieron de la circulacin.

El Chinofue la respuesta del CNI a la primera jugada de la polica al

culpar de improviso a Zougam. Si haca falta unos culpables crebles

A la izquierda, Jamal Ahmidan, alias El Chino; a la derecha, Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino.



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TE RECOMENDAMOS

nada y rompi los esquemas de muchos policas en el primer

momento. No se obtendran sus huellas hasta que Marruecos quiso

entregarlas. Su perfil era misterioso y difuso. Estaba en todas partes

pero nadie pareca poder aportar nada concreto, al margen de las

declaraciones de Trashorras y Zouhier.

Por eso todos los responsables policiales se esforzaron en repetir ante

el juez Bermdez que sus grupos operativos desconocan la existencia

deEl Chinoy que nunca lo haban tenido como un objetivo. El jefe de

la UDYCO, el que tena controlados los telfonos de ese grupo de

traficantes, desde muchos meses antes del 11-M, se atrevi a asegurar

en la Comisin de Investigacin del Congreso que para ellos El Chino

no era Jamal Ahmidn sino su primo. Otro afirm que no supo de su

existencia hasta despus de la explosin de Legans.

Fue el CNI quien proporcion los listados de llamadas deEl Chino, en

el viaje a Avils en esos das clave de febrero de 2004, a los miembros

de la Guardia Civil encargados de la investigacin de los explosivos

asturianos. La trama asturiana estaba servida.

! " # $

EN TERRORISMO, TERRORISMO ISLAMISTA, VCTIMAS TERRORISMO, ASOCIACIN DE VICTIMAS DEL 11-M,

ATENTADOS 11-M

Rajoy modular su campaa del miedo para no encumbrar a Iglesias

MS EN ESPAA

Felisuco: "Mi mujer nome habla desde que

17 COMENTARIOS&

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