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Una ventana abierta al mundo I Octubre 1975 (año XXVIII) Precio : 2.80 francos franceses la enfermedad de la civilización

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Una ventana abierta al mundo

IOctubre 1975 (año XXVIII) Precio : 2.80 francos franceses

la enfermedadde la civilización

Año Internacional

de la MujerTESOROS

DEL ARTE

MUNDIAL

JAPON

Dama de alto linajeRetrato funerario de una dama de la nobleza del Japón, represen¬tada aquí con los atavíos de su clase: grandes pendientes en lasorejas, un peine que sujeta el moño, un collar, un vestido elegante.Esta escultura data del siglo V de nuestra era (época llamada en elJapón «de las grandes sepulturas»), cuando las tumbas se agrupa¬ban formando necrópolis cuyas ruinas en ciertos sitios todavíaarmonizan con el paisaje. Solían adornarse las sepulturas con ha-niwas, unos cilindros de barro cocido cuyo extremo superior estabadecorado con figuras animales o humanas u objetos diversos. Elretrato aquí reproducido fue descubierto en Yagi, al noroeste deTokio, y es uno de los raros haniwas que representan un personajede pie. Su altura desde la base es de 90 centímetros.

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El CorreoOCTUBRE 1975 AÑO XXVIII

PUBLICADO EN 15 IDIOMAS

Español Arabe Hebreo

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Publicación mensual de la UNESCO

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Redactores

Español : Jorge Enrique AdoumFrancés : Philippe OuannèsInglés : Roy Malkin

Ilustración : Anne-Marie Maillard

Documentación : Christiane Boucher

Composición gráfica

Robert JacqueminLa correspondencia debe dirigirse al Director de la revista

Página

« STRESS »

Las tensiones de la vida modernay sus graves secuelas

por Ivan Joro/

10 LA MÚSICA Y EL ÉXTASIS

por Alain Danielou

15 DISCOS UNESCO

16 LA AGONÍADE LAS SELVAS TROPICALES

Si nadie lo remedia, dentro de 20 años todos los bosquestropicales húmedos habrán desaparecido por culpa del hombrepor Paul W. Richards

18 EL BOSQUE HERIDO

Fotos

25 BULGARIA FORJA UN PORVENIRPARA SU PASADO

Un paciente esfuerzo de restauración está dandovida a más de 20 aldeas y burgos

por Magdalina Stancheva

33 LATITUDES Y LONGITUDES

34 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

TESOROS DEL ARTE MUNDIAL

Año Internacional de la Mujer

JAPON : Dama de alto linaje

Î 5 SEP, 1W

Nuestra portada

Hoy más que nunca, el hombre de nuestracivilización industrial está sometido a las

innumerables tensiones de la vida cotidiana

que minan su resistencia natural y ponen enpeligro su equilibrio biológico. Resultado detodo ello es el «stress», esa nueva y multi¬forme enfermedad de la civilización. ¿Cuálesson sus secuelas? ¿Qué límites tiene nuestroorganismo frente a las exigencias crecientesde la vida moderna? Preguntas éstas a lasque los científicos se esfuerzan hoy por daruna respuesta convincente (véase el articulode la página 5).

Dibujo © de Roman Cieslewics, CSCEI, CCI

Foto © Yves Dejardin - Rapho, París

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Cualquier alteración oInterrupción brusca del

desarrollo normal de la vida cotidiana

puede causar «stress», fenómenoque hoy suele considerarse

como un nuevo «mal del

siglo». La «contaminaciónsonora» el ruido de los

taladros mecánicos, de losautomóviles, de los aviones, etc.

es una de las innumerables

agresiones de la vida modernacontra el organismo, que vienea sumarse a las tensiones que

siempre han sido inherentesal ser humano.

STffiSSpor Ivan S. Joro/

Las tensiones

de la

vida moderna

y sus gravessecuelas

IVAN SEMIONOVICH JOROL, médicosoviético, es especialista en problemas de lafatiga mental, tema al que ha dedicado muchosaños de investigaciones y numerosas obrasentre las que se cuentan estudios científicosy libros de divulgación.

EL hombre moderno se encuentracasi constantemente sometido a

tensiones que entrañan un desequili¬brio biológico contra el cual reaccionasu cuerpo. En biología se llama«stress» la reacción del cuerpo huma¬no a cualquier modificación o cambioanormal, ya sea placentero o desagra¬dable. El científico que intenta resolverun problema complejo, el hombrede negocios empeñado en la com¬petencia, el deportista que participa enuna carrera, se encuentran todos bajoel influjo de diversos factores causan¬tes de «stress» y su organismo intentahacer desaparecer la fuente del des¬equilibrio.

Los organismos vivos creados porla naturaleza sobreviven y se desen¬vuelven con eficacia en el medio am¬biente cuando las características de sumedio interno se mantienen dentro de

unas zonas determinadas, bastante

estrechas, próximas a las normas ópti¬mas. Tal es el resultado de una evo¬lución incesante que ha durado millo¬nes de años. Las normas básicas va¬

rían según los tipos de organismos.Así, por ejemplo, la temperatura ópti¬ma para la vida del pez es mortal parael conejo.

Las normas básicas del medio inter¬

no del organismo, imprescindibles parasu existencia, han sido fijadas por laNaturaleza a través de un largo pro¬ceso evolutivo, a veces acompañadode errores. Estas normas se han

venido transmitiendo de generación engeneración y ahora podemos encon¬trarlas en la memoria génica de losseres vivos. Pero, por estar la vida enperpetua mutación, la naturaleza dota alos organismos de sistemas regulado¬res que garantizan su estabilidad.

Estos sistemas funcionan de acuerdo

con un principio de retroacción (feed¬back), pero sus funciones están biendelimitadas: un sistema se encarga deestablecer el equilibrio dinámico en elinterior del organismo (se le conocecon el nombre de homeostasia, delgriego homoios, similar, y stasis, posi¬ción), mientras que otros sistemas (elmecanismo de los reflejos naturales o

innatos y el de los reflejos condicio¬nados) ayudan a los seres vivos a en¬contrar un medio ambiente óptimo o amodificar el existente en su propioprovecho.

El principio de acción de estos me¬canismos, que funcionan en estrecharelación recíproca, es perfectamenteconocido. El sistema de los reflejosinnatos es el primero que se pone enfuncionamiento. Cuando se produceuna desviación respecto de la normaóptima, este mecanismo provoca enel ser vivo una serie de acciones queconducen a la eliminación del elemento

perturbador. (Cuando un ser vivo seaproxima demasiado a un fuego, retro¬cede bruscamente; los animales cam¬bian de territorio cuando el alimento

comienza a faltarles; etc.)

Cuando los reflejos innatos no pro¬ducen el efecto previsto, entra en juegootro mecanismo: la regulación homeos-tática. (Todo organismo vivo, por in¬fluencia de sus propios reguladores,comienza a consumir menos calorías

a partir del momento en que la alimen¬tación es insuficiente. La autorregula¬ción interviene también en el casocontrario: si el índice de azúcar en la

sangre es excesivo, un órgano especialsegrega una cantidad mayor de insu¬lina y el porcentaje de azúcar vuelvea normalizarse.)

Las reacciones en el interior del

organismo vivo tienen un objetivoúnico: conservar su integridad e inde¬pendencia frente al medio ambiente,así como adaptarlo a las fluctuacionesde éste. Ambos procesos forman loque se llama fenómeno de adaptación.

Hans Selye, el científico canadienseque ha estudiado a fondo estos fenó¬menos y muchas de cuyas observa¬ciones hemos utilizado para el pre¬sente artículo, ha escrito a este res¬pecto: «La facultad de adaptación esprobablemente la más importante dela vida. Más aun, puede decirse quela facultad biológica de adaptación esla vida misma».

Este fenómeno de adaptación es^también, naturalmente, característicor

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del organismo humano: cuando falta elalimento intentamos por todos losmedios procurárnoslo; cuando noshallamos expuestos al frío, los vasossanguíneos de la piel se contraen a finde que disminuya la pérdida de caloren la superficie del cuerpo.

Observemos también que la apari¬ción del hombre y de la sociedad diolugar a otro mecanismo de adapta¬ción: la adaptación social.

Los hombres establecieron unas nor¬

mas de conducta que consideraronóptimas, tanto para el individuo comopara la sociedad: respeto de los vín¬culos familiares, prohibición del incestoy del crimen, etc.. Estas normas setransmiten de generación en genera¬ción. Difieren según el tipo de socie¬dad y varían de un pueblo a otro, perotodos los adultos las conocen, y estoes lo esencial.

Cuando se produce un desacuerdoentre la propia norma interior y elmundo exterior, el hombre puede inten¬tar actuar sobre este último, haciendo,por ejemplo, todo cuanto sea nece¬sario para salvar a los suyos dela muerte, impedir el crimen y el robo,conseguir una buena situación social,etc., siempre que, naturalmente, todoello sea conforme con las reglas deconducta que le inculcaron sus padresy educadores.

Si, pese a todo, el mundo exteriorno cambia en el sentido deseado

(reveses de fortuna, muerte de unser querido...), se hace necesaria unaadaptación: el hombre modifica suconcepción del mundo, sus hábitos ysus normas de conducta. Dicho de

otra manera, disminuye o reduce acero su desacuerdo con el mundoexterior.

Cualquier desequilibrio entre lasreglas básicas que rigen los sistemasde adaptación del organismo y lasituación real, tanto en el interiorcomo en el exterior del mismo, poneen marcha una señal de alarma, se¬guida de una reacción de «stress» quetiende a restablecer la normalidad.

Partiendo de experimentos biológi¬cos precisos, Selye logró demostrarque las reacciones de adaptación delos organismos se efectúan gracias aun «combustible de adaptación» queexiste en todos los seres vivos. En su

libro Tensión sin angustia (Editorial Gua¬darrama, Madrid, 1975) Selye exponeque los hombres conocen intuitivamen¬te este fenómeno desde hace mucho

tiempo: «El hombre prehistórico debiódarse cuenta ya de que el agotamientoconsecutivo a un trabajo penoso o auna exposición prolongada al frío oal calor, o bien provocado por el miedoo por la enfermedad, producía en élsiempre la misma reacción: apatía,pérdida de interés por la vida y dismi¬nución de energía».

De acuerdo con los datos de Selye,la energía de adaptación y la energíatérmica constituyen fenómenos distin¬tos. (La enfermedad puede conside¬rarse como una forma de adaptacióndel organismo en virtud de la cual éste

La tensión de la salida

Cuando el disparo de pistola anuncia el inicio de

una carrera, el atleta realiza un esfuerzo extraordinario

que pone término a la tensión nerviosa y muscular

que precede a toda competición. A ese estado de

«stress» el organismo responde movilizando su energía

de adaptación, facultad cuyo mecanismo defuncionamiento aun no se conoce cabalmente. De

todos modos, algunos científicos han comprobado

que esa respuesta es siempre igual, cualquiera que

sea el origen del «stress»: deportivo, profesional,

social, emocional, orgánico u otro. El agotamientode la energía de adaptación, debido a su utilización

demasiado frecuente o demasiado intensa,

produce en el organismo un verdadero estado

de ansiedad, que es la forma desagradable o penosadel «stress».

intenta, bien yugular la infección, biencoexistir con ella. Mientras dura la

enfermedad, el hombre puede alimen¬tarse e incluso sobrealimentarse, esdecir, recibir «materia prima» paraproducir energía térmica; y, sin em¬bargo, sus fuerzas siguen decayendo).

¿Cómo comprender la situación delhombre moderno a la luz de esta

nueva teoría del «stress» y de la ener¬gía de adaptación?

Pese a que los desequilibrios posi¬bles presentan una variada gama, lossistemas de nuestro organismo, comoindica Selye, reaccionan en todos loscasos de manera idéntica: se observa

una hiperactividad en la sustanciacortical, en las glándulas suprarrena¬les, y una atrofia del timo (glándulaendocrina)... Esta reacción del organis¬mo es general. En cada caso concretodifiere tan sólo por la intensidad delproceso de adaptación, intensidad quees proporcional a la amplitud deldesequilibrio, siempre y cuando lossistemas de adaptación funcionen nor¬malmente. Este fenómeno es compa¬rable al movimiento de los remeros

cuando avanzan proa al viento: cuantomás se desvía la embarcación por lapresión de las olas y el viento, tantomayores han de ser los esfuerzos delos remeros para mantener el rumbo.

Este fenómeno resulta paradójicosólo a primera vista. Efectivamente,puede aun admitirse que los procesosde adaptación controlados por losreflejos Innatos (por ejemplo, la regu¬lación del trabajo del corazón o deltono de los sistemas muscular y vas¬cular) tienen una base común y utilizanotro catalizador además de la energíatérmica: el «combustible de adapta¬ción». Desgraciadamente, el vehículode este «combustible» sigue por ahorasin conocerse.

¿Cómo se explica, sin embargo, queel «stress» puramente psicológico pro¬duzca en el organismo reacciones bio¬químicas semejantes a las que surgencomo respuesta a un fenómeno físico,por ejemplo, el enfriamiento, la faltade alimentación o el trabajo agotador?

Hemos señalado ya que el sistemade adaptación social de cada hombreconserva en la memoria un conjuntode reglas de vida. Si admitimos unade las hipótesis más extendidasacerca de la memoria intracelular,podemos suponer que la reacción de«stress» que experimenta el organismotiene también consecuencias de tipomolecular, puesto que, según la teoríade la memoria intracelular, los organis¬mos vivos fijan las informacionesnuevas cambiando la disposición delos átomos en las moléculas proteí-nicas.

En efecto, en caso de conflicto inso¬

luble con el mundo exterior, sólo que¬da un camino: hacer desaparecer dela memoria el «ideal», es decir, cam¬biar la disposición de los átomos enlas moléculas proteínicas. Y para elloes necesario gastar una energía con¬creta, la energía de adaptación.

Cuando nacemos, recibimos con losgenes una determinada cantidad decombustible de adaptación. Esacantidad es distinta en cada individuo,pero las variaciones se mantienensiempre dentro de límites estrechos.

El suministro de combustible al orga¬nismo está rigurosamente controladopor un mecanismo especial que la na¬turaleza ha creado para llevar a caboesa tarea.

Tal mecanismo es comparable a unamina de carbón en plena producción.En efecto, las dosis de combustiblede adaptación se reparten entre losdiversos sistemas homeostáticos, per¬mitiéndoles realizar la «refección» queel organismo necesita y regular losconflictos de la vida cotidiana. En estecaso, nuestro organismo, como si setratara de un motor en marcha, fun¬ciona a pleno rendimiento, por lo queel consumo de combustible de adap¬tación es mínimo y sus reservas sonsuficientes para abastecer a una vidanormal.

Pero la agitación de nuestra vida seopone a menudo a este esquema ideal.De ahí que nuestro sistema de adap¬tación haya de hacer frente a desequi-

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librios cada vez mayores, hasta elpunto de que las reservas de combus¬tible de adaptación con que contamosresultan insuficientes para restablecerla normalidad.

Una «señal de alarma» se pone enmarcha dentro del organismo y todas,o casi todas, las reservas de combus¬tible de adaptación son canalizadashacia el punto crítico. Esta moviliza¬ción general permite al hombre realizarauténticas «hazañas»: personas quenunca han practicado deportes, consi¬guen saltar, cuando las persigue unperro rabioso, fosos muy anchos; dela misma manera, un científico puede,en estado de gran tensión, lograr resol¬ver un problema que parecía presen¬tarle complejidades insuperables.

Por desgracia, estos «trastornos»dejan siempre huellas en el organismo.Toda la energía de adaptación se con¬centra únicamente en el sector afecta¬

do, mientras que en los restantes sec¬tores el ritmo del trabajo de adapta¬ción experimenta una fuerte disminu

ción. Y ello da lugar a un desgasteprematuro del organismo y, por consi¬guiente, a la ruptura de su normalfuncionamiento.

Por ejemplo, la fatiga mental puedeproducir trastornos nerviosos delmiocardio, que provocan modificacio¬nes bioquímicas, las cuales, a su vez,son causa de alteraciones de la regu¬lación sanguínea. La «angustia» oansiedad no es sino la agravación deeste proceso que da lugar a un des¬gaste prematuro del miocardio.

Los médicos conocen casos de

heridos por quemaduras graves aquienes se les han producido úlcerasgastrointestinales. No hay que descar¬tar la posibilidad de que este fenómenose halle relacionado con la falta de

combustible de adaptación indispen¬sable para el funcionamiento normaldel sistema homeostático reguladordel aparato digestivo, ya que toda laenergía de adaptación se movilizacontra las quemaduras.

Todos los traumatismos repercuten

de manera nefasta sobre el organismo.Los traumatismos violentos provocansufrimientos y con frecuencia un cho¬que. Cuando es víctima de ellos, elorganismo no logra hacer desaparecerla causa del desequilibrio, ni siquieracontando con la ayuda de toda suenergía de adaptación. Los traumatis¬mos menos intensos, pero prolonga¬dos, envejecen el organismo prematu¬ramente y acaban por destruirlo.

La presión sanguínea alta, las úlce¬ras, la diabetes son, en cierto modo,cicatrices de las heridas causadas porla ansiedad, cuyas huellas seránvisibles en el organismo mientras viva.

Cierto es que, con el tiempo, laenergía vital de un hombre que acabade padecer una enfermedad grave, oque ha sido víctima de un conflictoigualmente grave, llega a reconstituir¬se. Pero su organismo queda marcadopara siempre por este violento trau¬matismo.

No obstante, se dan casos cuyasconsecuencias todavía son más gra-^

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Distintas causas,los mismos efectos

«Contrariamente a una ¡dea que se halla muy difundida

afirma el científico canadiense Hans Selye, famoso

por sus estudios sobre estos problemas el "stress"

no es sólo el equivalente de la tensión nerviosa ni

el resultado de una lesión. Todo aquello que, por

ser agradable o desagradable, acelera la intensidad

de nuestra vida provoca un aumento del "stress":

se puede sentir el mismo " stress " a causa de un golpe

doloroso o de un beso apasionado. El "stress" no es

algo que se deba evitar a cualquier precio, ya que se

produce simultáneamente con la manifestación de

nuestros impulsos interiores. Más aun, la ausencia

de "stress" es la muerte.»

^ves: el organismo, después de haberpasado por una situación crítica,consigue, gracias a un gran esfuerzo,desarrollar al máximo la producciónde combustible de adaptación. Graciasa ello podemos disponer momentánea¬mente de un complemento de energíavital. Pero es imposible engañar a lanaturaleza. Las reservas hereditarias

de combustible de adaptación no soneternas, por lo que gastarlas en dema¬sía entraña graves peligros. Y los pri¬meros síntomas amenazantes son la

pandemia de las enfermedades de laadaptación.

La teoría del «stress» del profesorSelye permite examinar con un nuevoenfoque hechos alarmantes como elaumento de las enfermedades cance¬

rosas y cardiovasculares, la misteriosaaparición de las epidemias, el consu¬mo de drogas, el suicidio y la violencia.

¿Cómo explicar estos fenómenos?¿Quizás por el agotamiento de las re¬servas de energía de adaptación en elhombre? ¿Por un excesivo consumode ésta, debido a rupturas en los sis¬temas de adaptación, que constituyenla más ruda de las pruebas a que seencuentra sometido el hombre mo¬derno?

Es notorio el hecho de que losmales que acabamos de enumerarafectan sobre todo a los habitantes

de los países desarrollados, lo queresulta paradójico, ya que precisa¬mente en estos países el progreso in¬dustrial, científico, agrícola y médicoha creado condiciones particularmentefavorables para el desarrollo de laexistencia humana. Pero, si tenemosen cuenta que también es en esospaíses donde el hombre vive unapresión cada día mayor lo que en¬gendra una reacción en cadena de«stress» de intensidad variable , talafirmación pierde su carácter para¬dójico.

El hombre de la sociedad industrial

experimenta cotidianamente muchas

más reacciones de «stress» que loshabitantes de los países en vías dedesarrollo o que nuestros antepasadosdel «tranquilo» siglo XIX. Como expu

simos antes, cada reacción de «stress»

exige una determinada cantidad decombustible de adaptación; y cadasituación aflictiva aguda provoca unamomentánea movilización de todas o

casi todas las reservas de dicho com¬

bustible. En tales casos, los sistemasde regulación (cardiovascular, diges¬tivo, etc) quedan imposibilitados parallevar a cabo su trabajo de adaptación.

El desarreglo del proceso homeos-tático provoca también, al parecer,la proliferación de células cancerosas.Creemos que no es casual que eldesarrollo del cáncer coincida con la

era de la velocidad y de la tensiónpermanente. Pueden establecerseasimismo correlaciones entre el

abuso del café, el alcohol y las dro¬gas y el agotamiento de las reservasde energía de adaptación. A partir delmomento en que el organismo experi¬menta un déficit crónico de energía,tiende instintivamente a recibir del

exterior estimulantes complementariosde la actividad vital... Pero estos

sustitutos del combustible de adapta¬ción actúan sobre el organismo comola fusta lo hace sobre un caballo queha llegado al límite de sus fuerzas.

Ya señalábamos antes que, paramantener una vida normal, cada indi¬viduo ha de poseer un conjunto defi¬nido de reglas. La educación transmiteeste modelo «ideal» del mundo exterior

al que el hombre se esfuerza por ajus¬tarse desde la aurora de su vida

consciente. Ese «idealista» que lleva¬mos dentro, cuando se enfrenta con la

realidad, cae irremediablemente bajolos golpes del «stress» y, a veces, dela angustia. Y para escapar de unasituación como ésta cuenta práctica¬mente con sólo dos soluciones.

La primera consiste en intentar res¬tablecer la normalidad entre el mundo

exterior y el ideal. Pero transformar lasociedad no es empresa fácil. En estecaso, el hombre toma el camino de la

revolución (acción benéfica para todasociedad) o bien el de la violencia, laanarquía o el crimen.

La segunda solución cambiar lasnormas de la vida interior parece a

primera vista más fácil. Por desgracia,el hombre se ve cogido en una seriede reacciones en cadena que ocasio¬nan una transformación de los ideales

y los principios morales, de donde sederivan nuevos gastos de energía deadaptación. Si el individuo no tienesuficiente fuerza para resolver esteproblema, se refugia en el alcohol ola droga, que momentáneamente supri¬men el dolor originado por una situa¬ción de grave conflicto.

La carencia crónica de energía deadaptación puede acarrear otra conse¬cuencia todavía más peligrosa para elhombre moderno. En sus trabajosdedicados al «stress», el profesorSelye Indica que existe un lazo entrela apatía, la pérdida de interés por lavida que padecen las personas quehan sufrido una enfermedad grave ouna violenta perturbación nerviosa, yla falta de energía de adaptación, queel organismo ha gastado a lo largo dela reacción de «stress». Resulta lógicosuponer que el combustible de adap¬tación es la base del «reflejo inten¬cional», al que otro gran fisiólogo denuestra época, el ruso I.P. Pavlov, asig¬naba una función tan importante. Paraél «el reflejo intencional es la formabásica de nuestra energía vital».

Esto nos permite incluir en la listade casos de sobreconsumo de ener¬

gía de adaptación otro fenómeno delmundo contemporáneo: el hecho deque los hombres de genio sean cadavez más raros. En efecto, en ellos elreflejo intencional se manifiesta con elmáximo brillo en la más alta de las

esferas, la de la inteligencia.Pero ¿cómo explicar el aumento del

número de suicidios en algunos paísescivilizados? Tal vez la razón esté en

la carencia de energía de adaptacióny en la extrema tensión a que estánsometidos los sistemas de adaptaciónen el hombre moderno.

La magia del progreso tecnológicodel que hoy somos testigos, así comoel crecimiento acelerado de la pobla¬ción, crean una ilusión: los peligrosque nos amenazan parecen exagera¬dos, incluso carentes por completo defundamento. Pero los hechos no son

tranquilizadores. Varios estudios espe¬cializados ponen de manifiesto que lasInvestigaciones científicas progresangracias a la participación de un númeromucho mayor de especialistas, pero seadvierte también que desde haceunos años a esta parte el rendimientomedio de un investigador disminuyepaulatinamente en términos cuantitati¬vos. Con creciente frecuencia no es el

científico aislado y brillante sino elequipo de investigadores el quealcanza buenos resultados.

El infarto, las hemorragias cerebra¬les, el cáncer, las enfermedadesmentales y los suicidos causan nume¬rosas víctimas en los países dasarrolla-dos y, particularmente, entre susrepresentantes más calificados, másinteligentes y cultivados, es decir, losque se hallan más expuestos al«stress» de la vida moderna.

Intentemos comprenderlo: los hom-

SIGUE EN LA PAQ. 32

LA MÚSICAY EL ÉXTASIS

por Alain Danielou

Foto © Paul Mauguln, Paris

Danza sagrada de los derviches turcos. Con los brazosextendidos la palma de la mano derecha vuelta hacia

arriba para implorar la gracia divina, y la de la izquierdahacia abajo para difundirla en la tierra , giran en torno a sí

mismos simbolizando, entre otras cosas, el movimientode los astros en torno al sol. A la derecha, una

iluminación de un manuscrito persa del siglo XVI querepresenta a unos derviches bailando al son de dos

tamboriles y de una flauta.

El estudio de las culturas nos permite a vecesdeterminar los orígenes comunes de las grandescorrientes de la civilización de que procede elmundo entero. Ello resulta especialmente manifiestoen el campo de la música, sobre todo la de carácterreligioso y ritual, que presenta una notable conti¬nuidad a través de los cambios sociales, religiososy culturales. Así lo demuestran los trabajos que enesta esfera patrocina la Unesco.

En las tres colecciones Unesco de música tradicional

musicales. Fuentes musicales y Atlasmusical grabadas y editadas por el InstitutoInternacional de Estudios Comparados déla Música(Berlin-Venecia) que dirige Alain Danielou, acabande aparecer varios discos de música mística yreligiosa que poseen un apasionante interés porqueañaden a las investigaciones arqueológicas ylingüísticas un nuevo aspecto particularmente vivo.

En el artículo que publicamos a continuación,Alain Danielou estudia los orígenes, la evolución yel significado de la música ritual y religiosa dediversas regiones del mundo. (Véase la discografíaen la página 15.)

LA música y la danza de carácterextático, es decir, aquellas que

están destinadas a crear estados

psicofisiológicos en los que el hombre,tendiendo a olvidarse de sus preocupa¬ciones materiales, se esfuerza entomar contacto con fuerzas supra¬naturales y lograr una percepción di¬recta de realidades suprasensibles,datan de las más remotas épocas dela humanidad.

ALAIN DANIELOU, etnomusicólogo deprestigio internacional, dirige el Instituto deEstudios Comparados de la Música (Berlín-Venecia). Es miembro de la Ecole Françaised'Extrême-Orient, de Paris, y asesor delConsejo Internacional de la Música en loque respecta a la expresión musical africanay asiática. Tiene a su cargo tres series de lacolección de discos de la Unesco (véase lanota de la pâg. 11) y es autor de una vastaobra, escrita en varios idiomas, dentro de la

que cabe destacar su libro Situation de lamusique et des musiciens dans les paysd'Orient.

Las encontramos en los pueblos delos bosques a los que arbitrariamentellamamos primitivos, pero también encivilizaciones más avanzadas, donderepresentan un recurso contra el rigo¬rismo de las instituciones sociales, unatentativa de afirmar la importancia delindividuo que se siente sacrificado enaras de los intereses materiales del

grupo pero que logra rehabilitarse yennoblecerse mediante el contacto per¬sonal con el mundo misterioso de los

espíritus.

Esta utilización de formas sonoras

con fines de acción psicológica y má¬gica parece ser una de las funcionesfundamentales de la música, tal vezincluso su función original, cosa quetendemos a olvidar cuando conside¬

ramos los aspectos estéticos del artemusical. Pero, como decimos, se tratade una función esencial de la música

que tiende a reaparecer en todo mo¬mento pero cuyas manifestacionessólo podemos comprender si conoce

mos las técnicas rítmicas, melódicas ymodales y las formas de los movi¬mientos de danza con que se corres¬ponden.

En el conjunto de las culturas quese sitúan entre la India y el Medi¬terráneo, la utilización de ciertas for¬

mas de danza y de música de carácterextático como instrumento de comuni¬

cación con el mundo sobrenatural

parece provenir de una religión muyantigua.

Según los hindúes, es el dios Sivaquien creó el mundo y todos los seresvivos gracias a la armonía de su danzay a los ritmos de su tambor. Los mitosde Siva están narrados en un conjuntode textos inconexos, más o menossimilares a la Biblia, que tratan de muydiversos temas. Se les llama a estos

textos las Purânas (antiguas crónicas);sus partes más viejas datan de unaépoca remota, pero no fueron tradu¬cidos al sánscrito, a partir de una

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Miniatura de un manuscrito

turco del siglo XV querepresenta a un chamán delAsia central danzando.

Sacerdote y médico, elchamán era el intermediario

entre el mundo de los

espíritus y los miembros desu comunidad. Por medio de

la danza entraba en contacto

conel Más Allá.loqueleconferíala facultad de profetizar yde curar.

lengua hoy desaparecida, hasta unaépoca relativamente tardía.

Según la cronología de las Purânasfue hacia el sexto milenio antes de laera cristiana cuando una encarnación

del dios, con la ayuda de su esposa,la diosa-madre Párvatí, enseñó a loshombres las prácticas del yoga y lautilización de la música y la danzacomo medios de contacto con los

dioses.

Parece que ritos análogos a lossivaítas ejercieron un papel muy im-'portante en todo el mundo indomedi-

terráneo. Así, son evidentes los paren¬tescos entre la religión cretense, elculto de Osiris en Egipto y el deDionisos o Baco en Grecia y Roma.Las descripciones que han llegadohasta nosotros de las bacanales, losditirambos y las danzas extáticas delas Ménades coinciden exactamente

con prácticas que todavía en la actuali¬dad sobreviven en la India.

Los pueblos nórdicos que invadieron

la India, Irán, Grecia y gran parte deEuropa a partir del segundo milenioantes de nuestra era y que en laIndia se hicieron llamar anos, palabraque significa «noble», se opusieronenérgicamente a los cultos extáticosque seguían siendo la religión delpueblo conquistado. No obstante, estoscultos volvieron a reaparecer cuandolas prohibiciones se atenuaron. Fuehacia la misma época siglo V antesde Jesucristo cuando tanto en Grecia

como en la India la religión oficialaceptó de nuevo las danzas y los ritosextáticos.

La identidad de Siva y de Dionisosno ofrecía duda alguna en el mundoantiguo. Cuando los soldados de Ale¬jandro llegaron a la India, acudieronal punto a la colina de Nysa, la colinasagrada de Siva, para besar a sushermanos en Dionisos, los Bachoi(fieles de Baco) que los indios llama¬ban bhaktas (participantes).

Durante el turbulento periodo que

vio nacer el cristianismo, se produjoun gran renacimiento de los ritosdionisíacos, que influyeron grande¬mente en las ceremonias órficas y enlos rituales del mundo cristiano. Hasta

un periodo muy reciente, grupospracticantes de las danzas extáticasexistían en los países eslavos, en laregión renana y en el sur de Italia.

Las danzas de grupo que conducena estados de éxtasis siguen practicán¬dose todavía hoy en la India, bajo laforma del Kirtana (Canto de Gloria),semejante al ditirambo griego. Heasistido a estos tipos de ceremoniasen el sur del país. Los participantes,formando un círculo, cantan invoca¬ciones repetidas, danzan flexionandoel torso y agitan la cabeza al ritmopeculiar de unos tambores que pro¬ducen un ruido ensordecedor. Cuandolos movimientos se vuelven automáti¬

cos y casi inconscientes, el ritmo seacelera y después cambia brusca¬mente. Se crea así una ruptura, un ^

k momento de desorden que provoca'estados de trance.

Algunos participantes, generalmentemujeres, quedan poseídos por unespíritu, se desgarran las vestiduras,se retuercen sobre el suelo y lanzanprofecías, es decir, el espíritu hablapor su boca. Los ritmos utilizados sonsiempre impares, de 5, 7 u 11 tiempos.Los ritmos cuadrados de 4 u 8

tiempos no producen efectos hipnó¬ticos. Los procesos y las caracte¬rísticas de estas danzas son los mis¬

mos en todas las regiones del mundo,desde la India al Oriente Medio o

Africa.

El budismo, que en sus orígenesfue una reforma moralista y puritanallamada Hinâyâna (Pequeño Vehículo),asimiló pronto en sus formas popu¬lares las prácticas tántricas del cultode Siva, incluidos los ritmos extáticos,las danzas y los símbolos eróticos.Fue en esta forma, llamada Mahâyâna

(Gran Vehículo), como se extendió porel Tibet y ejerció su influencia en todoel Extremo Oriente. No obstante, sibien en el Shomyo japonés encontra¬mos algunos gestos y prácticas ritualesdel culto de Siva, el elemento extáticoha desaparecido completamente de él.

No ocurre lo mismo en el OrienteMedio. Los Zikr o Dhekr de las her¬

mandades islámicas son una herencia

directa de las ceremonias dionisíacas

de Grecia, en las que se conservantécnicas musicales y gestos práctica¬mente idénticos a los de la India.

Las reuniones durante las cuales se

practica el Zikr tienen un caráctersecreto, porque exigen concentraciónabsoluta y un total abandono a lainspiración. Los Zikr existen en todoslos países del Islam shiita o sunnita,en Siria, Líbano, Egipto, Irán, Turquía,Argelia, Marruecos y también enYugoslavia, donde el estilo de los

cantos sigue siendo muy similar a losprototipos griegos antiguos.

Hemos podido grabar y publicar endiscos varios Zikr, con autorización delos jefes espirituales de las herman¬dades, quienes, aunque no desean quelos profanos perturben las ceremonias,consintieron en hacer beneficiar de

las mismas a cuantos pudieran sen¬tirse atraídos por estas profundasexpresiones de experiencias espiri¬tuales y místicas.

De todos modos, los movimientos dedanza que provocan el estado detrance, los balanceos de la cabeza, lasflexiones del cuerpo, no pueden sercaptados más que por aquellos aquienes se invita a participar en losritos de las hermandades. La música

y los cantos, aunque sólo se trate degrabaciones, nos producen no obstantepor sí solos una impresión profunda ynos ayudan a descubrir una nuevadimensión del mundo de los sonidos.

1. Estatuilla de barro que representaa un bailarín cuyo vientre estácubierto por una máscara. Fuedescubierta en la reglón deCampeche, México, y data de unaépoca comprendida entre lossiglos Vil y X.

2. Detalle de un vaso pintado deItalia meridional, del siglo IVantes de nuestra era. Para

esta escena, el artista ha captadoen pleno movimiento, con suvestido formando una corola en

torno a ella, a una muchacha quedanza acompañada en una de lasfiestas de Apolo, dios del sol en lamitología griega.

3. Como en el pasado, el serhumano sigue recurriendo hoy a ladanza para olvidar por un momentolos múltiples problemas de la vidacotidiana.

14

Los «sufíes» son hombres que sesienten atraídos por la búsqueda espi¬ritual y que se agrupan en herman¬dades, desprecian los lujos de la vidaurbana y practican una austeridadmonástica. Según Bernard Mauguin,«en el siglo XI se formaron numerososgrupos de hombres como estos entorno a maestros a los que llamabanjeques. Estos grupos acataban volun¬tariamente una disciplina común ypracticaban un ritual que les ofrecíaun medio de alcanzar el fin supremode su existencia: la búsqueda perpetuade la realidad perfecta que conduce auna completa aniquilación en Dios(fana). Este fue el origen de las gran¬des hermandades de derviches (tari-kat) ... El Zikr es un procedimiento deconcentración interior y profundizaciónen uno mismo . . . basado en la repeti¬ción de los nombres de Dios.»

El nombre no puede separarse aquídel ritmo de su repetición, ya que éste

nos permite integrarlo en nuestrosritmos vitales e identificarnos con él.

Tal experiencia resulta posible paranosotros gracias a la simple audiciónrepetida de la grabación. Los objetivosy los métodos del Zikr son práctica¬mente idénticos a los de algunasprácticas del Yoga tántrico en las queel método de realización basado en la

repetición de los nombres divinosrecibe el nombre de ¡apa.

En los instintos profundos de lajuventud contemporánea se manifiestaclaramente la necesidad de un retorno

a formas de experiencia religiosa queno se limiten a la observación de

reglas sociales y morales sino que seorienten hacia la búsqueda de uncontacto con lo sobrenatural.

El ritmo de la danza aisla al ser

humano de las contingencias y de laspreocupaciones materiales. A travésde la danza y del ritmo todos lospueblos que buscan un contacto di

recto con el mundo misterioso de los

espíritus se esfuerzan por alejar lospoderes maléficos y por crear zonasde seguridad. Este procedimiento tieneuna función fundamental tanto en los

cultos africanos como en los ritoshindúes.

Danzas rítmicas como el Rock pue¬den también llegar a convertirse enuna especie de refugio, en una expre¬sión tal vez mal dirigida, a vecesdesesperada, de una necesidad pro¬funda que sólo logrará realizarse através de una vuelta a los ritos inicia-

ticos, ritos que, mediante la música yla danza, permiten que el ser humanoentero participe en una experiencia enla que el amor divino se manifiestaincluso con las palabras del amorhumano, como podemos comprobar enlos poemas místicos de los grandespoetas «sufíes», tal el persa Jalâl ai-DinRûmî en su célebre Mathnavi.

Alain Danielou

Discos Unesco

Presentamos a continuación una selec¬

ción de títulos correspondientes a tresgrandes colecciones de discos de la

Unesco que se refieren a los temastratados en el articulo de AlainDanielou.

La colección de discos de la Unesco

está dirigida por el Consejo Interna¬cional de la Música y es preparada porel Instituto Internacional de Estudios

Comparados de la Música.

FUENTES MUSICALES

Colección publicada por Philips Pho¬nogram International B.V., B.P. 23^Baarn, Países Bajos. '

Ritual tibetano : 6586 007

Música de la iglesia ortodoxa siria :6586 014

Ritual búdico del Japón : 6586 021Ritual islámico de Yugoslavia : 6586015Música ceremonial del Norte de

Dahomey : 6586 022Música judia : 6586 001

ATLAS MUSICAL

Colección publicada por Odeon/EMIItaliana, via del Océano Pacifico 46,00144, Roma, Italia.

Siria : CO 6417 885

Bengala : CO 6417 840India : CO 6417 859

ANTOLOGÍA MUSICAL DE ORIENTE

Colección publicada por Bärenreiter-Musicaphon, Heinrich-Schütz Allee 35,Kassel-Wilhelmshöhe, República Fede¬ral de Alemania.

India (I) : recitación y canto védico :BM 30 L 2006

Irán (I) y (II) : BM 30 L 2004 y BM 30L2005

Japón (IV) : la música búdica : BM 30L 201 5. Japón (V) : la música deShinto : BM 30 L 2016

Tibet (I) (II) y (III) : música búdicatibetana : BM 30 L 2009, B M 30 L 2010

y BM 30 L 2011Turquía (I) y (II) : BM 30 L 2019 y BM30 L 2020

Los pedidos no deben hacerse a laUnesco sino a los vendedores de discos.

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LA AGONÍADE LAS GRANDESSELVAS TROPICALES

ft

Durante miles de años los bosques templados del mundo fueron la fuente

primordial de energía, de materiales de construcción y de productos alimenticiospara el ser humano. Pero hasta una época relativamente reciente, millones de

hectáreas de selvas tropicales húmedas habían permanecido prácticamente intactas.

Hoy día, frente a las apremiantes necesidades de una población mundial encrecimiento, los gobiernos tratan de ampliar su potencial de desarrollo, lo quehace pesar sobre las selvas tropicales la amenaza de una intervención desenfrenada

del hombre. Pues bien, la modificación o destrucción total de las selvas húmedas

no puede dejar de inquietarnos, particularmente sí se tiene en cuenta su diversidad

ecológica, la complejidad de su conformación, la riqueza de sus especies anímales yvegetales y su variedad genética. Las selvas constituyen un factor importante

para la conservación del suelo y del agua y, dada su extensión y los procesos

que en ellas se desarrollan, pueden desempeñar un papel decisivo en el equilibriode la biosfera.

Consciente de la urgente necesidad de llevar a cabo investigaciones más profundas

sobre las selvas tropicales, la Unesco emprendió en 1 958 el primer programainternacional de estudios sobre la materia, el Programa de Investigaciones sobre

las Zonas Tropicales Húmedas. A pesar de los escasos recursos de que disponía, elprograma contribuyó a alertar a la opinión mundial sobre la fragilidad del

ecosistema de las selvas tropicales y sobre la necesidad de emplear la mayor cautela

cuando se trate de extender a esas zonas los planes de desarrollo.

Actualmente, mediante su Programa sobre el Hombre y la Biosfera, la Unesco

dirige y coordina una amplía labor internacional de investigación destinada a

conciliar los imperativos paralelos de la preservación de las selvas y deldesarrollo económico.

Se han adoptado ya las primeras medidas del plan de preservación en el marco de

un proyecto relativo a las «reservas de biosfera» o zonas naturales protegidas.En América Latina, por ejemplo, México está creando reservas de biosfera en las

zonas tropicales bajas de su territorio, mientras el Brasil ha delimitado ya vastasextensiones de la selva amazónica donde van a crearse reservas de ese tipo.

En el Asia sudoriental, se ha iniciado en el delta del Upang (Indonesia) un

proyecto experimental sobre las posibilidades de utilizar las selvas pantanosaspara el desarrollo.

Por último, en Africa, los investigadores están analizando las repercusiones del

desarrollo en la selva, hasta ahora virgen, de Tai, en la región occidental de laCosta de Marfil.

A medida que avanzan estos proyectos se acumula gradualmente una suma

de conocimientos que harán posible mantener el delicado equilibrio entre las

necesidades del desarrollo económico y la capacidad regenerativa natural delmedio ambiente.

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Aparte de las que se encuentran en la cuenca amazónica (arriba), son pocas las selvastropicales que aun subsisten intactas. La mayor parte han sufrido modificaciones ocasionadaspor actividades que van desde la agricultura nómada practicada por algunas comunidades hastala explotación de grandes extensiones para la obtención de madera. A la derecha, cinco«perfiles» de una selva tropical en tos que se advierten las consecuencias de las diversas etapasde la explotación forestal, tomados de un informe de la Unesco sobre la repercusión crecientede las actividades humanas sobre las selvas ecuatoriales :

1. En la selva virgen, la distancia entre los árboles más altos está determinada porciertos factores naturales como la luz, los deslizamientos del terreno y los huracanes

(a la izquierda) ; por una explotación racional y selectiva seguida de una regeneraciónnatural (en el centro) ; o por la agricultura nómada (a la derecha).

2. Ciertos procedimientos técnicos, empleados simultánea o consecutivamente a laexplotación, contribuyen a la regeneración natural. Los nuevos árboles crecen entrelos de la selva original que han logrado sobrevivir.

3. La administración forestal ha empleado diversos métodos de regeneraciónartificial, entre ellos la plantación de renuevos.

4. La explotación Intensiva ha sustituido la vegetación selvática con coniferas oárboles de madera dura o de utilidad industrial, como el cacao, o el caucho.

5. La selva original ha desaparecido: la tierra se destina a la agricultura sedentariao a la ganadería.

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Si nadie lo remedia,dentro de 20 años

habrán desaparecidopor culpa del hombretodos los bosquestropicales húmedos

por Paul W. Richards

HASTA hace algunos años lostérminos de «selva» o «bosque

tropical húmedo» o «ecuatorial» sólotenían sentido para unos pocos espe¬cialistas en biología o en industriamaderera. Hoy las cosas han cam¬biado: las publicaciones científicas yde divulgación abundan en referenciasa los bosques de los trópicos, a losplanes de explotación intensiva, a lasmedidas para impedir su dilapidacióny contra los peligros que su desapari¬ción acarrearía no sólo a la fauna y ala flora sino también a la atmósfera,al clima y a todo el medio ambientehumano.

Las Naciones Unidas participanlegítimamente de la creciente inquie¬tud por el futuro de las selvas ecua¬toriales o tropicales y varias institu-

SIGUE EN LA PAG. 20

PAUL W. RICHARDS es profesor debotánica del University College of NorthWales, en Bangor (Reino Unido) .Ha rea/izado investigaciones en muchasde las selvas tropicales húmedas del mundo,particularmente en las de Sarawak(Borneo) . Ha sido consejero del programade la Unesco sobre el Hombre

y la Biosfera en cuestiones relativas alecosistema de las selvas tropicales,y es autor del libro The TropicalRain Forest, notable obra de consultasobre la materia.

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'¿$Foto Yves Billon © Atlas Photo, Paris

El bosque heridoLas poblaciones que viven en las selvas tropicales húmedas han

aprendido a utilizar al máximo los elementos del medio que les rodea.

A la izquierda, un muchacho de ia Amazonia conduce su canoa entre

las hojas gigantes de unos nenúfares de la especie Victoria amazónica.

En la página siguiente, un joven africano cruza un río de Costa de Marfilpor un puente de lianas ingeniosamente trenzadas. Hoy día ei ruidoensordecedor de las excavadoras y de las tronzadoras resuena cada vez

con mayor frecuencia en el corazón de las selvas. Arriba : en un sector

ya lacerado del paisaje tropical, un topógrafo instala su teodolito

durante los trabajos de construcción de la Carretera Transamazónica,

que a lo largo de 5.400 kilómetros une el noreste del Brasil con lafrontera del Perú. Para su construcción se talaron y quemaron árboles

en una extensión de 130.000 km2 (cuatro veces la superficie de Bélgica).

Abajo, una explotación forestal en una selva del Congo.

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Foto © Atlas Photo, París

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'¿$Foto Yves Billon © Atlas Photo, Paris

El bosque heridoLas poblaciones que viven en las selvas tropicales húmedas han

aprendido a utilizar al máximo los elementos del medio que les rodea.

A la izquierda, un muchacho de ia Amazonia conduce su canoa entre

las hojas gigantes de unos nenúfares de la especie Victoria amazónica.

En la página siguiente, un joven africano cruza un río de Costa de Marfilpor un puente de lianas ingeniosamente trenzadas. Hoy día ei ruidoensordecedor de las excavadoras y de las tronzadoras resuena cada vez

con mayor frecuencia en el corazón de las selvas. Arriba : en un sector

ya lacerado del paisaje tropical, un topógrafo instala su teodolito

durante los trabajos de construcción de la Carretera Transamazónica,

que a lo largo de 5.400 kilómetros une el noreste del Brasil con lafrontera del Perú. Para su construcción se talaron y quemaron árboles

en una extensión de 130.000 km2 (cuatro veces la superficie de Bélgica).

Abajo, una explotación forestal en una selva del Congo.

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Foto © Atlas Photo, París

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, ciones especializadas se han pro¬puesto, con sus auspicios, mejorarnuestros conocimientos de ecologíatropical. Igualmente se proponenfomentar una explotación más efi¬ciente de dichas selvas o bosquespero, sobre todo, asegurar su conser¬vación, tanto como fuente renovablede recursos para las poblaciones delos países tropicales como por sermonumentos naturales que deben pre¬servarse para la admiración y el estu¬dio de las generaciones futuras.

Las selvas tropicales forman partedel patrimonio mundial y no tan sólodel de las 20 o 30 naciones a las quepertenecen. Para explicar esta afirma¬ción es preciso comenzar diciendoalgo acerca de las características delos ecosistemas de los bosques ecua¬toriales y de su importancia para elgénero humano.

No todos los bosques tropicales sonselvas tropicales húmedas o ecuato¬riales. Un estudio del Real ColegioForestal de Suecia calcula que de los1.456 millones de hectáreas de super¬ficie actual de los bosques tropicales(alrededor de la mitad de todoslos bosques del mundo), 560 millonesson bosques tropicales húmedos dediversos tipos.

En las zonas tropicales bajas, comoen otras regiones del mundo, la vege¬tación natural depende del clima: losbosques ecuatoriales bosques degran altura y densidad en los que lamayor parte de los árboles estánsiempre verdes crecen en aquellasregiones donde el promedio anual delluvia es importante (tres días de cadacinco). El total de las precipitacionesanuales alcanza con frecuencia más

de 300 centímetros.

Pero no todos los bosques tropica¬les son permanentemente húmedos ohiperhúmedos: en algunas regionesdonde la lluvia se interrumpe durantecuatro meses consecutivos o incluso

más, existen vastas zonas de lo que aveces se llaman «bosques tropicalesestacionales». Muchos árboles pier¬den en ellos las hojas durante unperiodo más o menos prolongado dela estación seca.

En las montañas tropicales el tipode los bosques cambia de acuerdocon la altitud pero por lo general hastalos 1.000 metros de altura son más o

menos similares a los de tierras bajas.

La zona más extensa de selva

ecuatorial que subsiste en la actua¬lidad es la de la Amazonia, pero tam¬bién hay otras de considerables dimen¬siones, aunque menores, en el oeste ycentro de Africa, en Nueva Guinea,Borneo y otros lugares.

Diversidad de la vida vegetal y ani¬mal. La característica biológica queante todo distingue a los bosques tro¬picales húmedos (y en cierta maneratambién a los bosques tropicales esta¬cionales) de los otros ecosistemasnaturales es la excepcional diversidadde plantas y animales.

Mientras que en todos los bosquesde las zonas templadas, ya se tratede árboles de hojas caducas o deconiferas, rara vez pueden encon¬trarse una docena de especies en unaextensión de varias hectáreas, en los

bosques ecuatoriales encontraremosen igual extensión un centenar deespecies cuyos troncos tienen 30 cen¬tímetros de circunferencia e incluso

más. En el bosque húmedo del Trián¬gulo de Jengka, en Malasia, hoy yadestruido, se censaron más de 375especies de árboles con una circun¬ferencia de 90 centímetros o más en

una extensión de 23 hectáreas.

Por lo que respecta a los animales,el contraste entre el bosque ecuato¬rial y los otros sistemas ecológicosnaturales es también muy acusado.Una zona selvática de Panamá

contiene dos veces más especies demamíferos que otra zona equivalentedel este de los Estados Unidos. En

otras regiones de América Centralpodemos encontrar 500 o 600 especiesde aves en una extensión de 500 kiló¬

metros cuadrados. En Costa Rica, lapequeña reserva biológica de la FincaLa Selva, que tiene una superficie de6 kilómetros cuadrados, contiene 221especies. Estas cifras resultarían inu¬sitadas en cualquier zona templada.Asimismo, en los bosques tropicaleslos insectos son más numerosos que

todos los demás animales juntos, nosólo en cifras absolutas sino también

en lo relativo al número de especies.

En cierta medida ignoramos la razónde que los bosques tropicales, sobretodo los ecuatoriales, tengan unafauna y una flora tan ricas. No hayduda de que su edad contribuye cier¬tamente a ello. La presencia de fósi¬les permite pensar que, por ejemplo,en Malasia existían hace ya 70 millonesde años bosques muy similares alos actuales.

Otro factor probable es el clima.Al no estar nunca el bosque tropicalhúmedo expuesto a heladas y sequías,las plantas y los animales se repro¬ducen ininterrumpidamente durantetodas las estaciones del año. Aunqueinvestigaciones recientes han descu¬bierto importantes variaciones en lastemperaturas y las precipitaciones, nohay nada que indique que cambiosclimáticos tan graves como los queasolaron Europa y América del Norteen la época del Pleistoceno hayanocurrido nunca en la región del ecua¬dor. De esta manera, el bosque ecua¬torial ha sido una especie de labora¬torio, en el cual la evolución biológicase ha llevado a cabo sin que la inte¬rrumpan desastres climáticos de mayorcuantía.

Las plantas tropicales, fuente denuevas drogas y de plaguicidas. Parael hombre de hoy esa gran reserva deespecies constituye una valiosa ri¬queza potencial, de notable variedadgenética, apenas explotada hastaahora. Economistas, agrónomos y diri¬gentes de los países tropicales fre¬cuentemente sólo ven en sus bosquesreservas de madera que están dis¬puestos a explotar lo más rápida¬mente posible, ya sea para satisfacerlas necesidades del consumo local, yapara exportarla con miras a obtenerlos fondos que tanto necesitan para eldesarrollo económico de sus países.

Este punto de vista es comprensiblepero, de todos modos, entraña unaincreíble imprevisión. Nuestro conoci¬miento de las plantas y de los anima¬les tropicales es hasta tal punto insu¬ficiente que hasta ahora sólo sabemos

Lagartijas voladoras

y mariposas transparentes1. En las selvas tropicales abundan animales singulares que handesarrollado una capacidad especial para balancearse, saltar o «planear»de un árbol a otro. En la foto, el Draco o lagartija voladora de una selvade Borneo utiliza sus membranas en forma de alas que le permitenplanear hasta una distancia de 15 metros.

2. Esta extraordinaria mariposa de la Amazonia peruana tiene en las alassecciones transparentes a través de las cuales pueden verse claramente

los nervios o venas de una hoja. En América del Sur existen más especiesde mariposas que en cualquier otro continente y aun quedan poridentificar algunos millares de ellas.

3. El tarsio de las Filipinas tiene enormes ojos saltones que, en relacióncon su cuerpo que mide solamente 45 centímetros, resultan

comparativamente 150 veces más grandes que los del hombre. Agilacróbata de la selva, capaz de realizar saltos espectaculares, el tarsiopuede girar la cabeza hasta 180 grados.

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Lenars © Atlas Photo, Paris

obtener provecho de una pequeñaparte de ellos. Incluso de los árboles

lo bastante grandes como para sertalados, sólo se explota una pequeñacantidad de especies (salvo los casosen que se talan bosques enteros parafabricar papel). Y, sin embargo, deesos miles de especies vegetales sonmuchas las que pueden utilizarse confines químicos y médicos.

Así, hay un tipo de dioscoreácea sal¬vaje que produce esteroides útilespara la fabricación de pildoras anti¬conceptivas y que es hoy uno de losprincipales productos de exportaciónde México. En los granos de unaespecie particular de liana del géneroMucuna se ha descubierto reciente¬

mente la presencia de una substanciallamada L-dopa, que sirve para com¬batir la enfermedad de Parkinson. Y

las selvas tropicales deben guardaren su seno muchos otros productosde valor extraordinario para la quí¬mica.

Lo mismo ocurre con los animales.

Ciertos monos, mariposas, loros yaves del Paraíso tienen ya tal valorcomercial que es urgente protegerloscontra los peligros que acechan, susupervivencia. Pero de otros muchos

es tan poco lo que se sabe que suimportancia para el hombre sigue sien¬do desconocida.

Ecosistemas selváticos perfectamen¬te equilibrados. Otra característica bio¬lógica de los bosques tropicales hú¬medos o bosques ecuatoriales, por lacual debe atribuirse particular impor¬tancia a su conservación, es la quepuede resumirse diciendo que consti¬tuyen «un ecosistema estable y autó¬nomo». Evidentemente no es el único:

también lo son la tundra, la estepa,los bosques de coniferas y de árbolescon hojas renovables, típicos de las .zonas templadas. Si no existieran la W

El lujuriante follaje oculta casi porcompleto el tronco de los árbolesen esta selva de una de las 500

islas del archipiélago Fiji en el Pacíficomeridional.

k acción depredatoria del hombre ni loscambios climáticos excepcionales, po¬drían bastarse a sí mismos durantemillones de años.

Pero en el bosque tropical húmedoes tal la variedad de especies que enél se produce un equilibrio de excep¬cional complejidad, un sistema deadaptación entre los organismos quelo habitan y entre ellos y el medioque los rodea. Las enfermedades ylos parásitos jamás se propagan hastael punto de convertirse en epidemias,ya que son neutralizados por el pro¬pio entorno.

En cambio, en cualquier medio eco¬lógico artificial jardines, trigales,plantaciones de caucho la amenazade las plagas es permanente y sólopuede ser mantenida a raya medianteel empleo continuo de herbicidas, fun¬gicidas y plaguicidas.

Bien es verdad que el estudio delos medios naturales permite perfec¬cionar nuestros cultivos artificiales y,en este sentido, ya se ha conseguidodominar los parásitos del cacao, lacaoba, la teca y otras especies tropi¬cales. Pero es preciso preservar loque resta de los bosques tropicalesnaturales, pues no hay duda de queaun guardan otras lecciones que pode¬mos aprender.

Otro aspecto interesante que ofreceel estudio de los ecosistemas, delica¬damente equilibrados, de los bosquesecuatoriales es el de la nutrición de

las plantas. Los suelos de estos bos¬ques son extraordinariamente pobresen nitrógeno, fósforo y otros elemen¬tos necesarios para el crecimiento delos vegetales, situación que no seadvierte, engañosamente ocultada porla vegetación lujuriante. La pobreza delos suelos tiene su origen tanto enlos efectos continuos de la abundan¬

cia de lluvias como en el pasado geo¬lógico.

El paradójico vigor de la vegetaciónse debe a que una gran parte delcapital nutritivo del medio reside enlos propios árboles y a que ese capitalse reconvierte con gran rapidez. Cuan¬do las hojas y la madera muerta caen

al suelo, los hongos y otros agentesde descomposición las destruyen rápi¬damente y los elementos nutritivos asíproducidos son inmediatamente absor¬bidos por las raíces y reutilizados.

En la selva tropical este procesode reconversión es enormemente efi¬

caz: el agua de avenamiento arrastratan poca cantidad de elementos nutri¬tivos que en ciertas regiones, comola cuenca del Amazonas, la composi¬ción de las corrientes fluviales apenassi es diferente de la del agua de lluvia.Varios estudios especializados handemostrado que la selva amazónica,en la cual el suelo es extremadamente

pobre incluso para un bosque tropical,existe un organismo regulador quepermite captar, conservar y reconvertirlas pequeñas cantidades de elementosnutritivos que contienen las lluvias yel suelo. En una época como lanuestra, en la que los fertilizantesaumentan de precio y disminuyen encantidad, limitando así las disponibili¬dades alimentarias del mundo entero,no hace falta recalcar el gran interésque presenta el estudio de la econo¬mía natural de los bosques y lasselvas tropicales.

Las selvas y bosques ecuatorialesno sólo actúan sobre el medio am¬

biente mediante la recolección y con¬servación de los elementos nutritivos

sino que, juntamente con el resto de lavegetación, determinan el contenidode gas carbónico y de oxígeno de laatmósfera, la cantidad de lluvia, laevaporación y el ciclo hidrológicoen general. Todas estas cuestiones,sobre las que todavía carecemos dedatos cuantitativos, tienen una impor¬tancia probablemente considerable,aunque aun nos sea difícil determi¬narla con precisión.

¿Cuánto tiempo más podrán sobre¬vivir los bosques tropicales? Si elbosque húmedo ha sido un sistemaecológico estable y autónomo que hasobrevivido a los avatares de millones

de años, cabe preguntarse por qué enla actualidad su superficie disminuyede manera tan rápida que sólo se leconceden unos pocos decenios desupervivencia.

La respuesta lógica es que no podráresistir las agresiones del hombrearmado con los recursos de la tecno¬

logía moderna. A través de su largaevolución, la selección natural ha

proporcionado a las selvas tropicalesun mecanismo que les permite enfren¬tarse a las amenazas naturales tales

como la invasión de nuevas especies,el desarrollo de los parásitos y plagasy las fluctuaciones climáticas de menorimportancia, pero nada pueden hacercontra el ataque en gran escala de lasmáquinas de tronzar, de las excava¬doras y de los herbicidas.

Supieron resistir adecuadamente alos hombres más primitivos; cazadoresy recolectores algunos de cuyosdescendientes todavía viven en los

bosques e incluso agricultores, nolos deterioraron de manera irreversi¬

ble mientras su número fue restringido.Pero la explosión demográfica de losúltimos cien años y el desarrollotecnológico de los países tropicaleshúmedos ponen en peligro su super¬vivencia."

En la época actual son muy diversaslas amenazas que pesan sobre losbosques ecuatoriales. La demandamundial, de madera aumenta rápida¬mente tanto en los países desarrolladoscomo en los que se encuentran envías de desarrollo, y a medida que seagotan los recursos forestales de lasregiones templadas de Eurasia, las exi¬gencias se orientan cada vez más alas selvas tropicales. Como conse¬cuencia de ello, algunas empresasmadereras financiadas desde paísesindustriales distantes, están arrasandoinmensas extensiones de bosqueshúmedos en Indonesia y otros lugares.

Actualmente se explotan los bosquestropicales no ya sólo para la obten¬ción de madera de primera calidaddestinada a la construcción y a lafabricación de muebles o a los encha¬pados sino además para la extracciónde la celulosa necesaria para la fabri¬cación de papel! Se han taladoregiones enteras para alimentar losaserraderos en los que todas lasespecies de árboles, sin discrimina¬ción alguna, son reducidos a virutas

Hongos luciérnagas1. Una extraordinaria cantidad de hongos de vivos colores brotan en el suelode la selva tropical. Algunos brillan incluso en la noche, como el MycenaCyanophos, de Borneo, que irradia suficiente luz como para ser fotografiadoen la oscuridad sin necesidad de «flash».

2. Otro hongo de Borneo, conocido como «velo de virgen» por tener forma de red.En su madurez, que dura menos de un día, despide un fuerte olor que atrae a losinsectos, los cuales se alimentan posándose en su protuberancia recubierta deesporas mezcladas a una substancia pegajosa. Las esporas se adhieren a los Insectosy son transportadas por éstos para crecer en otros hongos.

3. Esta hermosa flor selvática de Malasia es una de las 20.000 especies de orquídeasque crecen en el mundo, la mayor parte de ellas en las regiones tropicales osubtropicales. El número de orquídeas silvestres está disminuyendo rápidamentecomo resultado de una recogida cada vez más intensa.

Arriba a la derecha, una nueva carretera atraviesa la verde extensión de una selvasudamericana, primer paso de un proceso que puede acabar con la sustitución deuna vegetación lujuriante por instalaciones de explotación forestal o minera o porpastizales para la ganadería.

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que se exportan a todo el mundo parasu transformación en papel. Instala¬ciones de ese tipo funcionan ya enColombia y Nueva Guinea y seproyecta construir otras prácticamenteen todas partes.

La demanda inexorablemente cre¬

ciente de papel de periódico estádando como resultado que algunospaíses talen grandes extensiones debosques para plantar en ellas árbolesde crecimiento rápido, como el pino yel eucalipto, de los que se puedeobtener la materia prima para la fabri¬cación de papel en menor tiempo queel que requieren los bosques primiti¬vos, aunque es dudoso que puedanmantener su alto índice de producciónmediante rotaciones sucesivas.

A más de la creciente explotaciónde los bosques tropicales como pro¬ductores de madera, debemos señalarel que cada vez se hace más nece¬sario utilizar las tierras forestales

para la obtención de productos agrí¬colas de uso alimenticio e industrial,

tales como el aceite de palma, elcacao y el caucho, v para la industriaminera y el desarrollo urbano.

La construcción de pistas de aterri¬zaje y de sistemas de carreteras comolas que se están terminando actual¬mente en la Amazonia, hace preverque vastas extensiones de selvas,hasta ahora prácticamente inaccesi¬bles, se verán condenadas a una talairrazonada y sin control alguno.

Es evidente la necesidad de aumen¬

tar la producción de alimentos en elmundo, pero no lo es menos que,por desgracia, se siguen destruyendogran parte de los bosques para desti¬nar la tierra a cultivos de bajo rendi¬miento v a una agricultura de tipoocasional.

Quienes no están familiarizados conla ecología de los bosques tropicaleshúmedos suelen creer que estosvuelven a crecer rápidamente despuésde ser talados o que pueden ser fácil¬mente sustituidos por una plantaciónforestal de especies útiles. Pero, des¬graciadamente, no es así. Una tierraabandonada después de haber estadocultivada se recubre rápidamente demonte bajo y de bejucos que en unoscuantos años terminan por convertirseen un bosque secundario. Pero estebosque se compone fundamentalmentede madera blanda cuyo valor comer¬cial es mínimo. Sólo como culminación

de un largo proceso esta segunda plan¬tación vuelve a adquirir más o menoslas características del bosque que ini-cialmente ocupaba ese lugar.

Tal proceso puede tener una dura¬ción de varios centenares de años, ypara ello es necesario que el bosquese encuentre en las inmediaciones de

una zona de selva intacta que le pro¬porcione las semillas y la fauna nece¬sarias para su reconstitución.

Cuando se talan árboles en granescala, como ocurre en las explota¬ciones forestales modernas, frecuente¬mente no queda bosque suficientepara asegurar la renovación, ni ^

23

siquiera en los casos en que fueprevista. Cuando una zona talada seve afectada repetidas veces por fac¬tores exteriores, y particularmentecuando además se la somete a la

acción del fuego, se ve a menudoinvadida por especies herbáceas, comola Imperata, que la transforman en unasuerte de sabana. El valor comercial

de sus árboles es mínimo y éstos pro¬tegen el suelo menos eficazmente queel bosque primitivo.

Como resultado de la continua

ingerencia del hombre, el bosque tropi¬cal húmedo se halla por doquier enestado de regresión. Tal vez hayaquien crea que un cambio tan radi¬cal, que puede entrañar consecuen¬cias inimaginables para el bienestarhumano, ha sido objeto de un estudioy un control cuidadoso. Pero no es así.

Podrían medirse fácilmente las varia¬

ciones de la superficie de los bosquesmediante fotografías tomadas poraviones o por satélites con intervalosde unos cuantos años, pero poseemospocos datos de este tipo. En la regiónde Sarawak, en Malasia, donde elbosque húmedo cubría en 1950 al¬rededor del 70 por ciento de la super¬ficie, una serie de fotografías tomadasentre 1958 y 1960 muestran que se haproducido en la extensión del bosqueuna disminución del dos al tres porciento en relación con las tomadas

entre 1946 y 1948. Cabe deducir que,de seguir así, la selva de Sarawakhabrá desaparecido por completo enpoco más de veinte años. Hay quellevar a cabo otros estudios similares

en todas las regiones tropicales. Porello, la reciente decisión del Consejodel Programa de las Naciones Unidaspara el Medio Ambiente en el sentidode conceder prioridad al estudio de laevolución sistemática de la reducción

de los bosques tropicales nos parecemuy oportuna.

La tala de bosques, que en muchasregiones tropicales apenas habíacomenzado hace unos 50 años, haaumentado enormemente en los dos

decenios últimos a consecuencia del

crecimiento de la población y del ade¬lanto técnico, y sigue acelerándose.No hay duda de que, a menos deque cambien las tendencias actuales,todas las selvas tropicales de tierrabaja habrán desaparecido del globomucho antes de que termine el siglo,salvo en algunos lugares inaccesiblesy en un pequeño número de reservasbiológicas. El paisaje de la penínsulamalaya, la cuenca del Amazonas yotras regiones tropicales húmedasresultarán irreconocibles dentro de

poco más de una generación.

Si las vastas regiones de bosqueshúmedos fueran sustituidas por unamable paisaje de granjas y planta¬ciones productivas, habría menos quelamentar. Pero por desgracia es pro¬bable que una gran parte de losantiguos bosques sean sustituidospor zonas de monte bajo, sabanas ybosques secundarios relativamenteimproductivos.

Salvar un valioso patrimonio de la

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humanidad. Nadie se atreverá a negarque los bosques y selvas ecuatorialesconstituyen una parte preciosa delpatrimonio humano, por su comple¬jidad ecológica y por su abundancia yriqueza de formas vegetales y ani¬males a menudo de gran hermosura.Su desaparición entrañaría una pér¬dida irreparable para el conocimientohumano.

Dejando de lado los efectos de lasselvas sobre el clima y la atmósfera,hay que reconocer que sería más queimprudente, desde el punto de vistaeconómico, agotar esos recursos natu¬rales en poco más de una generación.Es necesario conservar gran parte delas selvas y de los bosques tropicalescon vistas a una explotación contro¬lada y preservarlos como monumentosnaturales o para el establecimiento dereservas biológicas.

Sin embargo, hay que reconocer quelas dificultades económicas, políticasy, simplemente, prácticas de tal conser¬vación son enormes. Uno de los prin¬cipales obstáculos de orden prácticoes el de la dimensión de las reservas.

Se ha comprobado que, por debajode una determinada extensión, elecosistema de una selva tropicalhúmeda no puede mantenerse a símismo indefinidamente. La razón es

obvia en el caso de las especiesmayores de la fauna forestal: loselefantes y las grandes aves de presanecesitan mucho espacio para sobre¬vivir. En cuanto a las especies vege¬tales, hay árboles que sólo crecendiseminadamente, a veces menos deuno por hectárea. Parece probableque las reservas, para ser permanente¬mente viables, deban medirse en milesde kilómetros cuadrados más bien queen hectáreas. En algunas reservasdemasiado pequeñas, como la Isla deBarro Colorado, en Panamá, algunasespecies están desapareciendo. Deahí que reservar a una selva unaextensión como la señalada anterior¬

mente y conservarla supone por símismo un gran problema.

No menores son las dificultades

políticas. La mayor parte de los paísestropicales son pobres y tienen grannecesidad de divisas extranjeras parasus realizaciones de orden social.

Y, al igual que los demás países, debencontribuir a satisfacer la insaciable

demanda mundial de alimentos y dematerias primas. Pero, dado quemuchas zonas de selvas tropicalestienen, en el mejor de los casos,perspectivas agrícolas muy poco ren¬tables, aun sería posible conservarlassin por ello perjudicar a la producciónalimentaria mundial. -

Sin embargo, no hay que esperarque los países tropicales hagan unossacrificios y soporten unas cargasque las naciones más ricas se niegana compartir. Para conservar los bos¬ques ecuatoriales es pues necesarioencontrar los medios para estableceruna cooperación internacional quesea práctica y políticamente acep¬table para los países tropicales. Estaes una tarea que incumbe a lasNaciones Unidas.

SIGUE EN LA PAG. 32

Reportaje fotográfico realizadopara El Correo de la Unescopor Gérard Dufresne

Las autoridades búlgaras han lanzadoun gran programa nacional derecuperación del patrimonio culturalque ha permitido ya proteger yrestaurar gran número de viejasciudades, aldeas y monumentoshistóricos. Abajo, una calle de laaldea-museo de Etara, cerca de la

ciudad de Gabrovo (famosa capitalbúlgara del humor), donde funcionande nuevo, tras su restauración,numerosos talleres de artesanía

tradicional (metal, cuero, cerámica).La aldea constituye hoy un foco deatracción para los turistas, tantonacionales como extranjeros.

BULGARIAFORJA UN PORVENIRPARA SU PASADOUn paciente esfuerzo de restauración está dandonueva vida a más de veinte viejos burgos y aldeas

por

Magdalina Stancheva

TODOS los días desaparecenviejas ciudades y aldeas, anti¬

guas piedras sepultadas por el hor¬migón invasor, desvanecidas bajo elalquitrán de las grandes vías de comu¬nicación o estúpidamente condenadaspor la impericia o la negligencia. Y sinembargo, en nuestro mundo moderno,exigente e imperioso (se necesitanviviendas, carreteras, fábricas), soncada vez más quienes deploran lacancelación del pasado e Intentansalvar lo que todavía queda de él.

Y no tan sólo por fetichismo res¬pecto de las cosas de antaño o porafán de proteger los antiguos valoreshistóricos, arquitectónicos o estéticos,o bien con miras a beneficiar el turis¬

mo, sino también porque saben quelos viejos asentamientos humanos,urbanos o rurales, nos transmiten a loshombres del siglo XX el legado insusti¬tuible de generaciones desaparecidasdesde hace mucho tiempo, el eco delespíritu, el genio de las manos, lashuellas, con frecuencia medio destrui¬das y evanescentes pero todavía vivas,de la búsqueda ancestral de la armo¬nía, del equilibrio y, por encima detodos los dramas y vicisitudes, de lafelicidad.

MAGDALINA STANCHEVA es uno délos

principa/es arqueólogos y filólogos de Bul¬garia. Desde hace más de veinte años dirigeel Departamento de Arqueología del MuseoHistórico de Sofía y ha llevado a cabodiversas investigaciones en los principalessolares arqueológicos de su pals. Se leconcedió el Premio Sofia por sus trabajossobre Sérdica, nombre romano de la actual

capital búlgara.Foto Gérard Dufresne - £/ Correo de la Unesco

25

Salvar, sí. Pero ¿estamos todavía atiempo? Sí, sin duda. Nuestra técnica,que siempre está dispuesta a destruir,está también presta para dar vida. Másaun: se halla en condiciones de descu¬

brir y exhumar lo que los tiempos hansepultado y nuestros padres ignoraron.

En este aspecto hay países afortu¬nados y Bulgaria es uno de ellos. Lacoyuntura histórica, el desarrollo polí¬tico y social y las condiciones natura¬les se han combinado para mantenery preservar antiquísimos lugareshabitados y monumentos cuyos orí¬genes van desde el paleolítico hastala era moderna. Terminada la segundaguerra mundial, el Estado búlgaropudo por fin dedicarse eficazmente asalvaguardar su patrimonio cultural.

Se promulgaron entonces disposi¬ciones legales que protegían los edi¬ficios históricos y las ciudades anti¬guas. Una reglamentación minuciosareguló todo lo concerniente a la utili¬zación de los edificios públicos, altiempo que se establecieron sistemasde financiamiento para los trabajos deconservación, restauración y desarrollourbano.

En pocas palabras, se organizó unacoordinación rigurosa entre las institu¬ciones encargadas de preservar losmonumentos históricos y las destina¬das a planificar la expansión de lasciudades y las instalaciones y serviciosurbanos necesarios en nuestra época.

En la actualidad una veintena de ciu¬

dades y de pequeñas localidades búl¬garas están protegidas por la ley sobremonumentos culturales y museos. Ade¬más, se benefician de la misma pro¬tección pequeños conjuntos históricosy edificios particulares que existen ennumerosas ciudades y pueblos de Bul¬garia.

La conservación se estudia en re¬

lación con un problema fundamental:el de la integración de estos vestigiosdel pasado en el marco de la vidaactual. ¿Deben someterse al ritmofebril de la vida moderna o, por elcontrario, conviene que sigan siendoislotes de calma, protegidos contra lacorriente impetuosa de nuestra civili¬zación? Este problema no se planteasiempre de la misma manera, por loque las soluciones que precisa sontambién cambiantes.

Las ciudades antiguas y los viejosburgos búlgaros que han sobrevividohasta nuestros días sorprenden por suvariedad, pero todos tienen algo encomún: su edad. Efectivamente, todoso casi todos fueron edificados en los

siglos XVIII y XIX. Es cierto que aveces comprenden en su interior edi¬ficios más antiguos, que por lo generalson Iglesias, fuentes y baños públicos.

En su estado actual, pertenecen a laépoca que en la historia búlgara seconoce como la del Despertar Nacio¬nal, que abarca desde mediados delsiglo XVIII hasta 1878, fecha en queel pueblo búlgaro consiguió la inde¬pendencia tras cinco siglos de dominioextranjero. Se trata de una época de

grandes cambios económicos y socia¬les para el pueblo búlgaro, y tambiénde gran empuje en la vida intelectual yen el desarrollo democrático. La arqui¬tectura, la pintura, la artesanía, todorecibe en aquellos momentos la im¬pronta de una nueva conciencianacional.

La mayor parte de los constructoresde edificios de esta época han que¬dado en el anonimato. Eran, por logeneral, hombres del pueblo que solíantrabajar en equipo bajo la dirección deun simple maestro de obras. A ellosles debemos centenares de edificios

de armoniosas proporciones y delica¬dos remates.

Cordilleras y macizos montañosos

hotos uerard Dutresne - tt Corteo de /* Unesco

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dividen el territorio búlgaro en regio¬nes perfectamente delimitadas. Loscaracteres naturales y las particulari¬dades climáticas dieron lugar a pai¬sajes muy diferentes. Pese a que exis¬tan rasgos comunes en toda la arqui¬tectura de los Balcanes, el «habitat»de cada región recibió su sello parti¬cular, razón por la cual el patrimonioarquitectónico búlgaro posee una grandiversidad.

Las casas se edificaron para queperdurasen dos o tres siglos y alber¬garan a generaciones sucesivas. Unatécnica de construcción a toda prueba,materiales de alta calidad y una pa¬ciente y cuidada ejecución permitieronque estas construcciones, a veces de

una arquitectura frágil y delicada, seconservaran hasta nuestros dias sin

grandes desperfectos. En muchoscasos, las medidas de conservación ysalvaguardia llegaron antes de que seinterrumpiese el hilo entre el pasadoy el presente, pues la vida aun no lashabía abandonado del todo.

Las medidas de conservación y desalvaguardia son financiadas por elEstado, casi siempre por mediaciónde los Consejos Populares. Los pro¬pietarios de casas particulares con¬servan sus derechos de posesión yocupación, pero se comprometen a nocausar deterioros en el aspecto origi¬nal del edificio. Cuando un propietarioquiere vender su casa, el Consejo

Municipal Popular la rescata y decidecuál ha de ser su dedicación idónea.

Todos los trabajos de conservación yrestauración se efectúan de acuerdo

con proyectos y bajo la dirección deespecialistas del Instituto Nacional deMonumentos Culturales, los cualesdisponen de obreros especializados.

Estos trabajos han .adquirido cadavez más amplitud. Durante los últimosquince años, lo que antes eran sólocasos aislados ha pasado a integrarseen planes a largo plazo. Hoy se estánestudiando y clasificando muchas loca¬lidades, con frecuencia muy alejadasde las vías de comunicación, perdidasen regiones montañosas donde perma¬necen intactas en el marco del con-^

Unos pilares de madera sostienen elpiso saliente de una casarecientemente restaurada de la antiguaaldea búlgara de Plovdiv (1). Esossoportes, que son un elemento típicode la arquitectura rural de Bulgaria,constituyen uno de los rasgoscaracterísticos de esta antigua moradade un comerciante de vinos de

Melnik, en el suroeste del país (4),donde los trabajos de excavacióny restauración, que abarcan grandessolares de esa región, se han realizadocon la ayuda de estudiantesvoluntarios (3). La habilidad de loscarpinteros y ebanistas de Bulgariase advierte de manera clara en el cielo

raso y el artesonado de esta casa deun artesano del siglo XIX,actualmente convertida en museo, 'enla aldea de Koprivchtitza (2).

torno arquitectónico original.

No hace falta decir que las solu¬ciones dadas a esta vasta empresa demantenimiento de edificios o de barrios

son diversas. Por ejemplo, en un grancentro urbano como Plovdiv, en el quela animación cultural y económica esgrande, la ciudad antigua constituyeun barrio independiente, implantadosobre uno de los tres macizos rocosos

que forman el centro de Plovdiv. Lascalles suben y bajan, empinadas yescarpadas. Las casas se yerguensobre las rocas, de las que parecenuna prolongación hacia lo alto.

La mayoría de ellas siguen estandohabitadas. Las más grandes y carac¬terísticas han sido transformadas en

museos. Otras están equipadas paraservir de residencias de artistas ycientíficos y, finalmente, otras se hanconvertido en cafés o restaurantes, sinperder por ello nada de su encanto.

En Melnik, ciudad situada en elsuroeste del país, en las laderas delPirine, una de las más pintorescasmontañas búlgaras, las cosas son deotra manera. Rodeada, como en undecorado de cuento de hadas, porpirámides de concreciones arenosas,Melnik está alejada de la carreteranacional. Las viñas que se extiendenpor las faldas de la montaña producenel Melnik, famoso vino tinto tan espesoque, según el dicho local, se puedetransportar en un pañuelo. Antaño se

exportaba hasta los diferentes paí¬ses de Europa en caravanas de ca¬mellos, que iban cargadas con todotipo de mercancías. La ciudad gozó degran prosperidad en los siglos XVIII yXIX, por lo que se llenó de nue¬vas casas, edificadas por maestrosconstructores que los lugareños paga¬ban con oro y hacían venir desderemotos lugares.

Sobre el fondo amarillo de las coli¬

nas, estos constructores levantaron

casas blancas con los techos rojos;fachadas, balconadas y ventanas erancuidadosamente enmarcadas de ma¬

dera. A comienzos de siglo, la filoxeraasoló las viñas, que hoy ocupan muchamenos superficie. Entre la primera y

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28

la segunda guerra mundial, la crisiseconómica provocó la huida de loshabitantes de Melnik, que de los 7 a8.000 que tenía entonces cuenta en laactualidad sólo con 500.

Un equipo de restauración trabajaen la ciudad durante todo el año desde1965. Se han consolidado muchas

casas que amenazaban ruina. Se ela¬boró un plan urbanístico; las nuevasconstrucciones quedaron reducidas almínimo. Las casas destruidas se

reconstruirán de tal manera que contri¬buyan a restituir su fisonomía al viejonúcleo urbano. Pero hay más: se haniniciado una serie de excavaciones,porque Melnik tiene una historia muyantigua.

La ciudad tuvo una función impor¬tante en la Bulgaria medieval, entre lossiglos X y XIX. Todos los veranosllegan a los solares de excavacionesestudiantes voluntarios que se encar¬gan de sacar a la luz del sol el cas¬

tillo medieval, la fortaleza y las igle¬sias, edificios todos ellos que seránparcialmente restaurados. Así, Melnikse convertirá sobre todo en una

ciudad turística; la suavidad de su

clima, la belleza de sus alrededores yla cercanía de un balneario le garanti¬zan durante todo el año la afluencia de

visitantes.

Durante los siglos XVIII y XIX sur¬gieron muchas aldeas en las proximi¬dades de la ciudad y al socaire de su

prosperidad. Pero durante los últimosdecenios los jóvenes han ido emi¬grando de ellas. Sólo hombres y mu¬jeres de avanzada edad, robustos cam¬pesinos de la montaña, siguen viviendoallí y conservando las costumbres tra¬dicionales. Una tras otra, estas aldeasquedan clasificadas. En Rojen, por

.ejemplo, los propietarios querían ven¬der sus casas, pero han renunciado adesprenderse de ellas desde que elEstado les garantizó su restauración.

Otro ejemplo es el de la aldea deBojentzi, situada en las colinas de Sta-raplanina, en la cordillera de los Bal¬canes, que ha podido ser salvada casien su totalidad. En el siglo pasado, kBojentzi contaba con 110 edificios*

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Una serie de casas, cuyo revestimiento de madera ha sidohábilmente restaurado, se suceden en forma escalonada en

una calle de la antigua aldea de Plovdiv (1), que actualmenteocupa el centro de una ciudad moderna. Con sus pilares ycolumnas ornamentales, casi todas las antiguas construcciones

de la aldea se levantan a ambos lados de las empinadas

calles, tan cercanas las unas de las otras que sus techos

prácticamente se juntan. La pericia del restaurador ha dadonueva vida a esta casa de Melnik (2) así como a otras dela vecina aldea de Rojen, situada en las montañas dondelos caballos constituyen todavía una indispensable bestiade carga (3). En esta otra vista de la antigua Plovdiv puedeadvertirse la belleza asimétrica de tejados y ventanas (4).

Fotos Gérard Dufresne - El Correo de la Unesco

29

viviendas, talleres, iglesia, escue¬la de los cuales 99 sobreviven toda¬

vía en su estado original; los 11 res¬tantes van a ser restaurados de

acuerdo con viejos documentos foto¬gráficos. Ahora sólo quedan en Bo¬jentzi unas cuantas decenas de per¬sonas, ancianos en su mayoría, peropronto va a instalarse una nueva,población que se encargará de man¬tener sin ruptura la continuidad de lavida.

Efectivamente, las asociaciones deartistas rescatan las casas abandona¬

das por sus propietarios, proporcio¬nando así a sus socios excelentes

condiciones de trabajo y de reposo,cuando no son los mismos pintores y

escritores quienes se instalan enBojentzi por su propia iniciativa. Comoocurre en todas las ciudades clasifi¬

cadas, la venta debe ser autorizadapor el Consejo Provincial Popular.

En Bojentzi los techos se recubrencon piedras planas de color gris ver¬doso y los muros se enjalbegan deblanco, lo que permite que la maderade las puertas, los marcos y los entra¬mados resalten con todo su relieve.

La paz rural, el encanto de las calle¬jas, los hermosos y viejos árboles delas plazas y jardines, todo allí contri¬buye a facilitar el trabajo creador. Perolos artistas no son los únicos quesaben apreciar Bojentzi: turistas búl

garos y extranjeros acuden allí a pasarunas horas y los visitantes domingue¬ros prestan por un momento su ani¬mación a las viejas piedras, que pocodespués volverán a sepultarse en elsilencio de los campos.

La lista de localidades búlgaras enque se han tomado medidas de con¬servación es larga. Todas ellas sebenefician de una prudente política desalvaguardia del patrimonio culturalque restituye y vivifica el aliento delpasado y permite a los visitantes gozardel reposo y de la belleza y, al mismotiempo, penetrar en la historia nacional.

Koprivitchtitza, ciudad-museo, todallena de recuerdos de heroicas luchas,es también un lugar de veraneo. En

Maestros en la utilización de materiales sencillos como la

madera y la teja, los anónimos constructores de la épocadel «despertar nacional» (siglo XIX) de Bulgaria legaron alpaís un patrimonio arquitectónico que las autoridades handecidido preservar a toda costa. Unas tejas de arenisca gris,que muestran las huellas del tiempo, forman un paisajede techos ondulados en la aldea montañesa de Bojentzi (4).

Tejas similares, que coronan una sencilla puerta de madera(3) de la misma aldea, contrastan con las de modelo másclásico y tradicional de este techo de Plovdiv (2). Alberguestípicos de madera bordean el patio de la casa de un artesanode Koprivchtitza; al fondo, entre columnas y arcos pintados,

asciende una doble escalera (1).

30

ella, el trazado de las calles haceresaltar las fachadas de las casas,ricamente decoradas con madera

tallada y ornamentos pintados, en unaluminosa armonía de colores.,

Nessebar y Sozopol, antiguas'ciuda-des del litoral del mar Negro, sonexcelentes lugares de vacaciones.Los modernos balnearios construidos

en sus proximidades proporcionan em¬pleo a toda la población activa desdelos primeros días de la primaverahasta finales del otoño y a vecesincluso durante el invierno.

Algunos pueblos de Rhodopes sehan convertido en lugares de vacacio¬nes en la montaña para los habitantes

de los grandes centros urbanos de lallanura.

Pese a que las ciudades búlgarashan experimentado en los tres últimosdecenios una gran expansión comoconsecuencia del desarrollo econó¬

mico e industrial, los lazos entre laciudad y la aldea no se han roto. Tansólo se han rnpdificado. Los habitantesde las ciudades no se han convertido

en extranjeros respecto del viejomundo aldeano; al contrario, se des¬velan por que subsista. Si se esfuerzanpor mantener los usos de antaño, esporque tienen conciencia de su signifi¬cado siempre vivo: el afán de bellezacreadora y la alegría de vivir.

Evidentemente, la conservación de

las ciudades antiguas y de los viejosburgos plantea problemas. Pero laopinión pública apoya la política delestado respecto del patrimonio cultu¬ral. Las autoridades cuentan en esta

tarea con el concurso de especialistasy de instituciones especializadas, comolas organizaciones juveniles y nacio¬nales.

Es así como las piedras hablan, ygracias a ellas el nuevo lazo creadoentre el pasado y el futuro representaen Bulgaria, de alguna manera, unnuevo Renacimiento, que es un aspectomás del Renacimiento nacional del

siglo XX.

Magdalina Stancheva

>-¿.

»

Fotos Gérard Dufresne - £/ Correo de la Unesco

31

STRESS » (viene de la pág. 9)

bres siguen avanzando y dedican todassus fuerzas a acelerar la velocidad desu marcha, como si fueran la tripula¬ción de un navio. Pero no tardarán

en descubrir que el navio continúaavanzando por inercia mientras sutripulación se encuentra completa¬mente agotada tras haber consumidosus últimas reservas de energía deadaptación.

¿Qué hacer?

No es pretensión del autor ofrecerfórmulas. Nuestro objetivo era simple¬mente llamar la atención hacia este

problema. No obstante, puede sacarseuna conclusión: hay que encontrar unasolución sin pérdida de tiempo. Anuestro juicio, si el aspecto biológicode la energía de adaptación merece laatención de los investigadores, suaspecto social presenta no menor

interés. En este terreno quedan mu¬chas investigaciones por hacer.

En fin de cuentas, es precisamentela estructura de la sociedad la quedetermina los objetivos en los que elhombre gasta su energía de adapta¬ción. De ahí que sea necesario sabera dónde se dirige.

Considerar con exceso de serenidad

cualquier ruptura en los mecanismosde adaptación es un verdadero crimen.¿Qué solución proponer? La que nosenseña la experiencia de los pueblos:cuando a la sociedad se le planteabaun problema vital, todas las mentes semovilizaban al unísono para resol¬verlo.

Es de suponer que, hasta ahora, nohemos comprendido la urgencia querequiere la solución de este problema.Cuando hayamos cobrado concienciade ella, encontraremos los medios de

resolverla. No hay que descartar quenuestra época, con sus inmensos cono¬cimientos científicos, logrará compren¬der la esencia misma del fenómeno deadaptación óptima en el hombre, asícomo los principios que la rigen.

Este problema sólo se resolverá sise tienen en cuenta todos los elemen¬tos humanos, sin olvidar la naturaleza

biológica del hombre y las leyes defuncionamiento y de interacción de lossistemas vitales.

No hay duda de que hasta el másmínimo progreso supondrá en estecampo serias dificultades. Pero, comodecía Einstein, «todo lo que sabemosde la realidad proviene de la expe¬riencia y es coronado por ella». Contoda evidencia, el optimismo del hom¬bre está también fundado en la expe¬riencia y no la contradice.

Ivan S. Jorol

LA AGONÍA DE LAS SELVAS TROPICALES (viene de la pág. 24)de investigación, como los relativos alos efectos de la conversión de los

bosques tropicales en plantaciones yotras formas de utilización de la tierra.

También será menester estudiar los

insectos y hongos que constituyen opueden llegar a constituir plagas, lasmodificaciones del suelo, la disminu¬ción de la diversidad de las especiesy otros problemas.

El PNUMA ha venido estudiando el

futuro de las selvas tropicales desdeque fue creado. En 1974 preparóun informe destinado al Consejodel Programa sobre la situaciónactual de los bosques tropicales consi¬derados como un sector crítico del

medio ambiente.

Tras recibir el Informe en la reunión

de Nairobi, que tuvo lugar entre el17 de abril y el 2 de mayo de 1975,el Consejo adoptó varias resoluciones,una de las cuales tiene por objetocrear un sistema de regulación de lasselvas tropicales y del ritmo de sudisminución.

Otros objetivos del PNUMA, apro¬bados en la misma reunión, sonfomentar la investigación sobre lasrelaciones de los ecosistemas de las

selvas tropicales con el agua, el airey el suelo, fijar cuál debe ser la super¬ficie mínima de las reservas para sumantenimiento autónomo y proponerpara las regiones selváticas tropicalesmétodos agrícolas más adecuadosque los utilizados hasta ahora.

Como se ve por todo lo dicho,las organizaciones especializadas delas Naciones Unidas tienen muchoque hacer en favor de la salva¬

guardia de los bosques tropicaleshúmedos, pero necesitarán el apoyode la opinión mundial consciente y lacooperación total de los propiospaíses tropicales.

Paul W. Richards

Los organismos internacionales másdirectamente relacionados con la explo¬tación y conservación de los bosquesecuatoriales son la FAO, la Unesco y elPNUMA (Programa de las NacionesUnidas para el Medio Ambiente).Tienen también una función que cum¬plir la OMS (Organización Mundial dela Salud), ya que se preocupa por laeliminación de la malaria y de lafiebre amarilla, enfermedades éstasque a menudo se hallan difundidasen los trópicos, y la OMM (Organiza¬ción Meteorológica Mundial), a la queinteresan los efectos de la deforesta¬

ción sobre el clima.

Desde hace tiempo la FAO prestaatención a las selvas tropicales: recogey divulga información, organiza laenseñanza forestal, ayuda a los admi¬nistradores forestales de los paísestropicales, se ocupa del perfecciona¬miento de los métodos de cultivo, derecolección y de utilización de lamadera y de otros productos del tró¬pico. Por otra parte, la FAO seencarga de llevar a cabo investiga¬ciones sobre los injertos vegetales ylos recursos genéticos, los suelos yotros problemas de la silviculturatropical.

Las actividades de la FAO están,pues, directamente relacionadas con lautilización más eficiente y económicade los bosques tropicales, como pro¬ductores de madera y otros artículosde valor comercial, y con la funciónque aquellos desempeñan en la con¬servación de los suelos y la protecciónde los regímenes lluviosos.

Las investigaciones financiadas porla FAO sobre la posible utilización delas tierras abandonadas y de los bos¬ques secundarios para la plantaciónde pinos y otros árboles con vistas ala producción de pasta de papel,podrían representar una contribuciónindirecta a la conservación de lasselvas ecuatoriales.

Como es obvio, la participación dela Unesco se ha centrado sobre todo

en la educación y la investigación enmateria de ecología tropical y deconservación forestal ; la Organizaciónha promovido el intercambio entreespecialistas en tales problemas.

Desde 1960 los esfuerzos de la

Organización se han concentrado enel Programa. Biológico Internacional(PBI) y su sucesor, el MAB (Programa .sobre el Hombre y la Biosfera). Conanterioridad, la Unesco promovió ini¬ciativas de inapreciable valor, como elciclo de reuniones sobre ecología tro¬pical, iniciado en 1956 con el simpo¬sio de Kandy. Estas reuniones per¬mitieron intercambiar sus experien¬cias a los escasos expertos queexisten en este terreno y estimularsus investigaciones.

Uno de los proyectos del PBI teníadirectamente por objeto los bosquesecuatoriales: era el estudio de la selva

de Pasoh, en Negri Sembilan (Mala¬sia), una de las pocas regiones accesi¬bles de selva en tierras bajas de lapenínsula malaya. Investigadores bri¬tánicos, japoneses y malayos cola¬boraron en dicho proyecto, cuyosresultados, presentados en el simposiode Kuala Lumpur en agosto de 1974,fueron realmente espectaculares.

El objetivo del PBI era estudiar elfuncionamiento y la productividad deecosistemas tales como la tundra, lospastizales y los bosques en condicio¬nes naturales. Por su parte, el MABestudiará los efectos de la acción

humana sobre esos sistemas. El pro¬yecto principal tiene por objeto «estu¬diar las consecuencias del desarrollode las actividades humanas en los

sistemas forestales tropicales y sub¬tropicales».

Los expertos se reunieron en Parísen mayo de 1972 para definir y poneren marcha este proyecto. Habrá queresolver muchos problemas urgentes

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LIBROS RECIBIDOS

La arboleda perdidapoi Rafael AlberuSeix Barrai, Barcelona. 1975

La verdad sobre el caso Savolta

por Eduardo MendozaSeix Barrai. Barcelona. 1975

O

por Guillermo Cablera IntanteSeix Barrai, Barcelona, 1975

Variaciones psicoanaliticas sobreun tema de Mahler

por Theodor RetkTaurus Ediciones. Madrid. 1975

La orgia perpetua(Flaubert y Madame Bovary)por Mario Vargas LlosaTaurus Ediciones. Madrid. 1975

Jorge Guillen(El escritor y la critica)Edición de Biruté CiplijauskaitéTaurus Ediciones. Madrid, 1975

Vicente Huidobro

y el creacionismo

(El escritor y la crítica)Taurus Ediciones, Madrid, 1975

Tiempo y vida deJosé Luis Hidalgopor A. García CantalapíedraTaurus Ediciones, Madrid, 1975

Teoría de la religiónpor Georges BatailleTaurus Ediciones, Madrid, 1975

Una introducción al método

científico en psicologíapor Ramon BayesEditorial Fontanella, Barcelona, 1974

Antología del feminismode Amalla Martin-Gamero

Alianza Editorial, Madrid, 1975

El troquelpor T. E. LawrenceAlianza Editorial, Madrid, 1975

Lectura para minutospor Hermann HesseAlianza Editorial, Madrid, 1975

La vida, experimento inacabadopor Salvador Luria

Alianza Editorial, Madrid, 1975

La construcción del personajepor Constantin StanlslavskiAlianza Editorial, Madrid, 1975

Sociología del artepor Pierre FrancastelAlianza Editorial, Madrid, 1975

La energíapor Scientific AmericanAlianza Editorial, Madrid, 1975

Teoría de las corrientes educativas

por Pedro Rosselló

Promoción Cultural, Barcelona, 1975

tlffi» _bl_L Jülíi

PUBLICACIONESDE LA UNESCO

La planificación de las infra¬estructuras nacionales de documen¬

tación, bibliotecas y archivospor I. H. d'Olier y B. De/masEditorial de la Unesco, Paris, 1974

La verdad sobre la drogaLa droga y la educaciónpor Helen BowlisEditorial de la Unesco, París, 1975

«Innovación»

en la educación

El Servicio Internacional de Informacionesy de Estudios sobre las Innovaciones Edu¬cativas (IERS) ha comenzado a publicar unboletín bimestral titulado Innovación. El

IERS, creado en 1974 en el seno de laOficina Internacional de Educación de la

Unesco de Ginebra (Palais Wilson 1211,Ginebra 14, Suiza), fue concebido para quesirviera con prioridad a los países endesarrollo. Innovación se publica en espa¬ñol, inglés y francés y se distribuye porintermedio de las Oficinas Regionales deEducación de la Unesco y otros agentesde la Organización.

Asociación Internacional

de Mujeres Cineastas

- Un grupo de directoras, productoras,actrices y críticos de quince países acabade fundar la primera asociación de mujeresdedicadas al trabajo cinematográfico («FilmWomen International»). La Asociación fuecreada en el curso de un seminario inter¬

nacional celebrado en St. Vincent (Italia),organizado, con ocasión del Año Internacio¬nal de la Mujer, por la Unesco y el gobiernoregional autónomo del Valle de Aosta.«Film Women International» apoyará laproducción de películas que den una imagenmás veraz de la mujer, la compilación de uncatálogo de películas realizadas por mujeresy la creación de un centro internacional deinvestigación y de información sobre lamateria.

Qatar entrega 50.000 dólaresal Fondo Africano

de la Unesco

El Estado de Qatar acaba de hacer undonativo de 50.000 dólares al Fondo Espe¬cial de la Unesco para la promoción de lainvestigación científica y sus aplicacionesen Africa. El Fondo, creado por la Confe¬rencia General de la Unesco en 1974, tienepor misión iniciar o fomentar las investiga-clones científicas y sus aplicaciones en elcontinente africano, mediante la formación

de especialistas en ecología del Sahel, enrecursos hidrícos, en fuentes de energíasolar, eóhca, geotérmica, etc.

Para predecirlos movimientos

sísmicos

Cerca del 90 por ciento de los terre¬motos y temblores que se producen enel Japón se originan en el fondo del mar.Con el fin de facilitar la previsión de losmovimientos sísmicos, así como de los

maremotos, el Instituto Japonés de Inves¬tigaciones Meteorológicas ha iniciado unproyecto que contempla la instalación decuatro series de detectores sísmicos a lo

largo de las costas del país, conectadoscon estaciones costeras de retransmi¬

sión que, a su vez. lo están con el centrosismográfico de Tokio.

Programas experimentalesde educación

de artistas

y artesanos

El último número de Art (revista de laAsociación Internacional de Artes Plásti¬cas, que mantiene relaciones con la

Unesco) publica un resumen de los pro¬grapas experimentales y de perfecciona¬miento destinados a la formación de ar¬tistas, artesanos y diseñadores de oncepaíses, y de la labor que en esa esferallevan a cabo dieciséis Instituciones. Lainformación se basa en un estudio inter¬nacional realizado entre 1973 y 1974.Puede solicitarse la revista (que se publicaen inglés y en francés) a : InternationalAssociation of Art, Unesco, 1 rue Miollis,75015 Paris.

En comprimidos...

Según la Organización Internacional delTrabajo, las enfermedades profesionalescausan cada año la muerte de unos 100.000trabajadores y la invalidez permanente deun millón y medio.

Barbados es de todos los países en víasde desarrollo el que cuenta con el mayoríndice de alfabetización (98 por ciento),según la Oficina de los Estados Unidospara el Desarrollo Internacional.

La Organización Mundial de la Saludinforma que la malaria ha sido eliminada en37 países cuya población total asciende a200 millones de habitantes. Sin embargo,solamente en Africa, en 1975 morirán unmillón de niños a causa de esa enfermedad.

La esperanza de vida en los países endesarrollo es, como promedio, de 55 años,mientras que en los países desarrollados esde 71, según los datos suministrados por elServicio de Información sobre la PoblaciónMundial.

Namibia

y lasNaciones

Unidas

El útimo sello de correos conmemo¬rativo que acaba de emitir la Admi¬nistración Postal de las Naciones Uni¬

das lleva el lema de « Namibia: Respon¬sabilidad Directa de las NacionesUnidas », y representa una manoabierta sobre el fondo del continenteafricano en el cual Namibia se destaca

en un color claro. El Consejo de lasNaciones Unidas para Namibia, orga¬nismo al cual la ONU encomendó latarea de administrar ese Territorio

hasta que obtenga su independencia,se encuentra empeñado en una cam¬paña internacional destinada a lograrque Africa del Sur se retire de Namibia.

33

Los lectores nos escriben

CUIDADO CON LA EXTRACCIÓN

DE MINERALES

He leido con mucho interés, en ElCorreo de la Unesco de marzo de 1975,el artículo de Konstantin I. Lukasev so¬

bre «Los ocultos recursos minerales de

nuestro planeta» y, particularmente, losdatos sobre los minerales que se en¬cuentran en las rocas y las grandescantidades de oro que encierra el aguadel mar, ambas cosas en cierto mododesonocidas para mi.

Sin embargo, el autor no se pronun¬cia en su articulo sobre la cuestión pri¬mordial de saber si los científicos están

en condiciones de prever las conse¬cuencias que el ritmo creciente de ex¬tracción de minerales puede tener enla vida animal y vegetal.

Cabe esperar al respecto que el hom¬bre actúe con menos imprudencia queen la explotación de los bosques tro¬picales. Hay quienes sostienen que elresultado de esta última puede ser elagotamiento de las reservas de oxigenoque necesita la humanidad; otros afir¬man que va a transformar los climas dela Tierra. El hecho mismo de que existantales divergencias demuestra que laciencia contemporánea no puede pre¬decir con exactitud cuáles serán los

efectos de la desenfrenada explotaciónde bosques y selvas, y ello solo debe¬ría bastar para que cesara.

Jan KleinlangevelslooHeino, Países Bajos

N.D.L.R. Aunque es posible que enalgunos casos la extracción de mine¬rales tenga consecuencias nocivas enunas pocas especies de animales ode plantas, la paradoja reside sobretodo en eí hecho de que los mayoresestragos son los causados por los de¬rivados de minerales que el hombrereintroduce en el ciclo normal de la

naturaleza. Por ejemplo, los residuosde los procesos Industriales en los quese emplea el mercurio se vierten fre¬cuentemente en los ríos o en el mar,dando origen a concentraciones localesexcesivamente altas que pueden tenerefectos desastrosos para la vida de lasplantas y de los animales, incluso parala del hombre. En cuanto al procesode extracción, puede ocurrir que, comoen el caso de las minas a cielo abierto,cambie completamente la ecología dela región, en detrimento de la vida ve¬getal y animal de las comunidades lo¬cales.

UN ZURBARAN

RESTAURADO EN MOSCÚ

Me han interesado vivamente el artí¬

culo, con sus ilustraciones, sobre el

destino que han corrido los cuadrosdel pintor español del siglo XVII Fran¬cisco de Zurbarán (El' Correo de laUnesco de septiembre de 1974), aunqueno es el único caso de obras de arte

que han sufrido singulares visicitudesa través del tiempo y en el mundoentero.

El año pasado tuve el placer de ad¬mirar otro cuadro de Zurbarán, SantaJusta, exhibido junto a otras obras en laAcademia de Artes de la URSS, deMoscú, en una exposición conmemora

tiva del trigésimo aniversario del Centrode Restauración Artística y Científicafundado en esta capital en 1944 y quelleva el nombre del académico IgorGrabar.

La exposición abarcaba unas 400obras de arte restauradas en los últi¬

mos años, y el cuadro de Zurbarán, re¬producido en toda su delicadeza en loscarteles fijados en las calles de Moscúy en las tarjetas de invitación, sirviópara anunciar la exposición.

La guerra no había terminado toda¬vía cuando los restauradores soviéti¬cos se dedicaron a salvar los tesoros

artísticos dañados por los combates.Desde entonces han resucitado milla¬

res de obras de arte pertenecientes alos museos soviéticos y extranjeros, yfue asi como contribuyeren a salvartambién las esculturas de Florencia de¬

terioradas por las inundaciones de1968.

Creo que el Centro de Restauraciónlleva a cabo un excelente trabajo y quepor la ayuda que presta a los museossoviéticos y de otros paises, así comopor las investigaciones que realiza, me¬rece una reputación mundial.

G. Bakulova

Estudiante, Escuela de Arte KalininMoscú

UN POETA DE LA TOLERANCIA

El presente año se celebra en todoel territorio de la India el séptimo cen¬tenario del gran poeta, místico y músicoindio Amir Khusrau. Los actos conme¬morativos, que culminarán en octubre,tienden a revivir el interés general poreste poeta popular, cuya tolerancia

virtud de la que tanta necesidad te¬nemos en nuestros días hace de él

una figura de actualidad.

Hasanuddin Ahmed

Secretarlo General del Comité

Nacional de Conmemoración

Nueva Delhi, India

POR LA PROTECCIÓN

DE LOS TRABAJADORES

Hace poco la prensa mundial informóque, según cifras de 1974, el númerode accidentes profesionales de caráctergrave ascendía a más de 1.700.000 poraño. El Instituto de Segundad Social delBrasil, por su parte, señaló que ese paísocupaba el primer lugar en el mundo,con un promedio de seis mil accidentesdiarios, la mayor parte de los cualesse producen en las industrias petroquí¬mica y de la construcción, debido a lanegligencia de los patrones en adoptarmedidas de seguridad. ¿Y cuáles sonlos países que ocupan el segundo yel tercer lugar en el fatídico indice deaccidentes? ¿Qué acción internacionalse ha emprendido para tratar de evitar¬los o de disminuirlos?

En nuestro país no se escatiman es¬fuerzos para eliminar los accidentes ybrindar cada día a los obreros mejorescondiciones de trabajo. Por ello talescifras nos resultan sumamente alarman¬

tes, razón por la que me permito su¬gerirles que dediquen, si no un númerointegro, por lo menos algunos artículosa la situación actual de la protecciónde los trabajadores.

Eduardo Torres Olivé

Técnico en Protección e HigieneLa Habana

LA ODISEA

DE VLADIMIR RUSANOV

En noviembre de 1975 se conmemo¬

rará el centenario del nacimiento de

Vladimir Rusanov, científico ruso, granviajero y explorador del Ártico.

Rusanov vivió algunos años en Fran¬cia donde estudió ciencias naturales yse unió a la expedición antartica fran¬cesa que Charles Bernard emprendió en1908. Más tarde el gobierno ruso leencomendó la dirección de cuatro ex¬

pediciones que contribuyeron conside¬rablemente a la exploración y la con¬quista de las regiones polares.

En 1912, tras el éxito de una expedi¬ción a las islas Spitzberg, durante lacual se llevaron a cabo importantes tra¬bajos de prospección geológica e hidro¬gráfica, Rusanov decidió pasar delAtlántico al Pacífico, a través del océanoÁrtico, en su velero a motor, el Hércules.

La aventura tuvo un fin desastroso:

murieron los once ocupantes de la nave,entre ellos la novia de Rusanov, JuilletJean, que era el médico de la expedi¬ción.

Vladimir Rusanov sacrificó su vida

por la ciencia y su recuerdo vive enla memoria de los científicos y explo¬radores del Ártico de varios paises.Cabe esperar que con ocasión de sucentenario se dé a su obra el realce

que merece.

Alexander UstinchijUnión de Periodistats

Orel, URSS

PARA QUE TODO

EL MUNDO COMA

Tengo a mi mano el número de mayode El Correo de la Unesco. El graví¬simo problema de la desnutrición meha impulsado a escribirles. Hace muchotiempo que pienso en él, y en encon¬trarle algún tipo de solución prácticade emergencia para aplicar hasta quelos países en desarrollo puedan mejo¬rar su producción de alimentos.

¿No podría intentarse imaginar un sis¬tema mundial que permita a cada per¬sona bien alimentada contribuir directa¬

mente con su propio esfuerzo a mitigarel hambre de otra mal alimentada?

Quizá podría llamarse a esta iniciativacampaña «iComamos todos!» o «¡Com¬partamos la comidal» o de alguna otramanera.

No soy un hombre rico. Y como enArgentina todavía no es difícil disfrutarde un caballo propio, yo tengo el míoen el que monto a veces los días dedescanso. Pero este animal come unos

120 kilos de grano por mes, sobre todoavena y maíz quebrado. Durante largasépocas del año podría comer a campolibre, y en tal caso se podría ahorraruna considerable cantidad de cereales.

Pero (y esta es la gran pregunta), ¿có¬mo se hace para que esos alimentoslleguen a quien los necesita?

¿No puede idearse un método o sis¬tema internacional con transportes yfletes que verdaderamente permita estaayuda «de hombre a hombre»?

Alberto J. ScardigliaCórdoba, Argentina

34

Acaba de

a p a r e c e r

colección unesco

programas y métodos de enseñanza

geografía de américa latina

462 páginas800 pesetas 65 francos franceses

En el marco de la colección de la Unesco «Pro¬

gramas y métodos de enseñanza» se acaba de edi¬tar este grueso volumen sobre la geografía de Amé¬rica Latina. A petición de la Unesco, preparó el textola Comisión «Geografía y Educación» de la UniónGeográfica Internacional, partiendo del plan deta¬llado establecido en una reunión regional de espe¬cialistas. Los artículos fundamentales fueron redac¬

tados por ocho expertos geógrafos de América La¬tina, asistidos por otros veintiséis que contribuye¬ron con algunos estudios de casos.

La obra, que lleva un prólogo de los profesoresBenoît Brouillette, de Montreal, y Juan Vilá Valentí,de Barcelona, presidente y secretario respectiva¬mente del consejo de redacción de la misma, secompone de cuatro partes principales, la primeradedicada a la geografía general de América Latina ylas otras a la geografía regional. En todo el libro seinsiste en la función de la enseñanza de la geografíacomo contribución al desarrollo económico y socialde los diveros países.

El volumen se halla ilustrado con numerosos

mapas, diagramas, cuadros y fotos.

Publican conjuntamente la obra la editorial españolaTeide y la Editorial de la Unesco.

Distribución exclusiva en España: Editorial Teide (Vila-domat, 291 BARCELONA-15). En el resto del mundo: am¬bos coeditores indistintamente (de modo directo o a tra¬

vés de sus agentes).

Para renovar su suscripcióny pedir otras publicaciones de la Unesco

Pueden pedirse las publicaciones de la Unesco en to¬

das las librerías o directamente al agente general de

ésta. Los nombres de los agentes que no figuren en esta

lista se comunicarán al que los pida por escrito. Los

pagos pueden efectuarse en la moneda de cada país.

ANTILLAS HOLANDESAS. CGT Van Dorp & C°.

(Ned. Ant ) N V. Willemstad, Curaçao. ARGENTINA.

Editorial Losada, SA., Alsina 1131, Buenos Aires

REP. FED. DE ALEMANIA. Todas las publicaciones

Verlag Dokumentation, Possenbacher Strasse 2, 8000

München 71 (Prinz Ludwigshohe) Para « UNESCO KU¬

RIER » (edición alemana) únicamente: Vertrieb Bahren¬

felder Chaussee 160, Hamburg-Bahrenfeld, CCP

276650. BOLIVIA. Los Amigos del Libro, Casilla pos¬

tal 4415, La Paz; Casilla postal 450, Cochabamba.

BRASIL. Fundacao Getúho Vargas, Serviço de Publica-

çoes, caixa postal 21120, Praia de Botafogo 188, Rio de

Janeiro, GB COLOMBIA. Librería Buchholz Galería,

avenida Jiménez de Quesada 8-40, apartado aéreo 49-

56, Bogotá, Distnlibros Ltda , Pío Alfonso Garcá, carrera

4a, Nos 36-119 y 36-125, Cartagena, J. Germán Rodrí¬

guez N , calle 17, Nos. 6-59, apartado nacional 83, Gi-

rardot, Cundinamarca; Editorial Losada, calle 18 A Nos

7-37, apartado aéreo 5829, apartado nacional 931, Bogo¬

tá, y sucursales Edificio La Ceiba, Oficina 804, Medellín;

calle 37 Nos. 14-73, oficina 305, Bucaramanga, Edificio

Zaccour, oficina 736, Cali. COSTA RICA. Librería

Trejos SA, Apartado 1313, San José CUBA. Insti¬

tuto Cubano del Libro, Centro de Importación, Obispo

461, La Habana. CHILE. Editorial Universitaria SA,

casilla 10 220, Santiago REPÚBLICA DOMINI¬

CANA. Librería Dominicana, calle Mercedes 45-47-49,

apartado de correos 656, Santo Domingo ECUA¬

DOR. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del

Guayas, Pedro Moncayo y 9 de Octubre, casilla de correo

3542, Guayaquil EL SALVADOR. Librería Cultural

Salvadoreña, S.A., Calle Delgado No. 117, San Salvador.

ESPAÑA. Ediciones Iberoamericanas, SA., calle de

Oñate 15, Madrid 20; Distribución de Publicaciones del

Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Vitrubio

16, Madrid 6; Librería del Consejo Superior de Investiga¬

ciones Científicas, Egipcíacas 15, Barcelona; Ediciones

Líber, apartado 17, Ondárroa (Vizcaya). ESTADOS

UNIDOS DE AMERICA. Unipub, a Xerox Education

Company, P O Box 433, Murray Hill Station, Nueva York

N.Y. 10016. FILIPINAS. The Modern Book Co., 926

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(C.C.P. París 12.598-48). GUATEMALA. Comisión

Nacional de la Unesco, 6a calle 9 27, Zona 1, apartado

postal 244, Guatemala. JAMAICA. Sangster's Book

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MARRUECOS. Librairie «Aux Belles Images », 281,

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MEXICO. CILA (Centro Interamencano de Libros

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ZAMBIQUE. Salema & Carvalho Ltda., caixa postal 192,

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URUGUAY. Editorial Losada Uruguaya S.A. Librería

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Galipán, apartado 60337, Caracas.

BULGARIA DE AYER A HOUna gran campaña nacional de restauración ha vuelto a dar vida en Bulgaria a numerosas aldeas y viejos burgosque constituyen verdaderos tesoros de la arquitectura y de la artesanía, expresión a su vez de un arte de vivirque está desapareciendo. En la foto, una mujer en el barrio viejo de Plovdiv. (Véase el artículo de la página 25.)

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