La Educación Fogón Para Reconocernos y Encontrarnos

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Refleccion sobre educacion

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LA EDUCACIN: LUGAR DEL SILENCIO Y MOMENTO PARA EL DILOGO.14LA EDUCACINFogn para reconocernos y encontrarnosMARCO METODOLGICO:Interaccin Problemtica: Hiptesis1) El proyecto educativo de la ilustracin no ha tenido el xito esperado por no haber tenido en cuenta la identidad cultural de nuestra gente.2) La identidad del hombre entrerriano tiene una estrecha relacin con la naturaleza: siendo colorido y fantasioso, enredado y complejo; es hospitalario y discreto frente al forastero .Resumen El hombre es un ser histrico tanto como un ser biolgico y para entender las claves de su existencia y sus vinculaciones, es preciso comprender los procesos histricos en los que se halla inserto e implicado. Nuestro esfuerzo consistir en mirar atrs, hurgar en nuestras tradiciones y nuestra raz folklrica para conocer los valores que dan lugar a nuestra identidad. La educacin escolar en la argentina ha sufrido, para bien y para mal, una enorme influencia de la filosofa de la Ilustracin. Sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad, vienen en el ropaje de una tradicin iconoclasta y simplificadora de la realidad que menospreciaba lo popular y apreciaba lo escolar como nuevo templo de cultura. Su pretensin de reemplazar, incluso la poblacin, por amor del progreso, deja fuera la realidad de la cultura de Amrica hispana y pre-hispana que no era simple sino sumamente compleja, de un fuerte contenido religioso y mtico y con gran influencia del barroco europeo. La educacin es el lugar de la transmisin de los modos de ser, de sentir y de vivir, ms que el lugar de adquisicin de los contenidos de una ciencia ajena a la gente. Es el lugar de compartir experiencias y asumir la pertenencia a una cultura particular para la construccin de un presente comn. En nuestra regin, la idea de fogn nos permite redescubrir la educacin como lugar de encuentro, de aprendizaje cientfico tcnico y de descubrimiento de la presencia de un misterio profundo que no podemos explicar ni entender en totalidad y se nos presenta en el silencio de la noche y en el calor del fuego compartido. Los poetas populares son representantes de la tradicin oral, es por eso que recurro a ellos para que nos permitan reconocernos y aceptarnos como portadores de un legado precioso y nico. El proceso de construccin del conocimiento comienza en la familia, a partir de las palabras, las canciones, las caricias, los relatos y los lmites que nos imponen. Luego se desarrolla en los fogones educativos, lugar y momento de encuentro con otras personas y otras realidades. Conocida la importancia de los medios de comunicacin en la transmisin de la informacin y el conocimiento, mayor debe ser la insistencia para que las nuevas generaciones se encuentren de persona a persona y no a travs de objetos mediadores (Internet t.v., radio, telfono, celulares).Palabras claves :Fogn, encuentro, silencio, misterio, paisano, identidad. Linares Cardozo, nombre artstico del cantautor entrerriano Ernesto Martinez, deca que la educacin y cada lugar en la que ella se impartiera debera ser un fogn, Que es entonces la identidad? El relacionaba el Colegio del Uruguay con el lugar de encuentro y aprendizaje de nuestros paisanos. Deca entonces que el fogn era el lugar por excelencia de la transmisin de saberes y del encuentro de las personas. All en los fogones se construye la identidad, que no es algo que se aprende de maestros iluminados en la ciencia y en las artes, sino construccin diaria de los que se preguntan y aprenden de las situaciones vitales ms ignoradas y annimas. El fogn es el lugar del encuentro con los otros para la formacin de un nosotros comn, el encuentro con el pasado que solo el hombre puede comprender y la proyeccin de un futuro que nos implique. El fogn es lugar del silencio escuchante, que sabe beber de las fuente de la sabidura popular y se deja enamorar por la msica que nace del corazn ; es, tambin, un lugar sagrado y misterioso, donde el hombre trasciende su cotidianidad y se vincula con sus creencias y su destino. Tomo como referencia los vnculos tpicos del hombre con la naturaleza, la sociedad y lo sagrado; y me propongo, hurgar por los caminos antropolgicos y pedaggicos que sugieren algunos de nuestros msicos populares y las experiencias de vida transmitidas por lo que conocemos como tradicin oral. En lo filosfico educativo me apoyo en algunas ideas de Julio Cesar Labak y en lo psicolgico comunicacional en Francis Jalics; en lo que hace a contenido folklrico en Atahualpa Yupanqui y Linares Cardozo. Intento reconocer como siente y razona el hombre de diferentes pocas ante las cosas y su influencia en los procesos educativos, como modo de descubrir los procesos que originaron nuestro particular modo de sentir, pensar y actuar como individuos y como pas. Paisano es el que lleva el pas adentro, el que est embarazado de la naturaleza, la cultura y la creencia de su pueblo. Ser bueno conocer la profundidad de nuestro ser particular para reconocernos como personas miembros de una comunidad y de un pueblo histrico con un aporte que hacer a los dems pueblos y personas del mundo. En este contexto, escuchar a los poetas nos permitir reconocer quines somos como pueblo y como regin, qu historias nos vinculan con la tierra, los dems hombres y la divinidad. Necesitamos hacer un viaje al interior de nuestra propia identidad, al interior de nosotros mismos y de nuestra tradicin para construir un futuro ms autntico y de mayor contenido humano. Marco tericoI. A MODO DE INTRODUCCINI.1. DE LA MODERNIDAD A LA POSMODERNIDADCuando el mundo recuerde que es mundoCuando se acuerde de su sombra y mire su historia!!! Entonces!!!!Una lluvia de risasCubrir esa sombra. Alberto Cortes (14, Pg. 33)La historia humana, de encuentros y desencuentros, permite que pensemos la realidad desde una perspectiva ms alta y ms rica que la simple actualidad. Por eso me propongo recorrer brevemente los caminos que nos han llevado a esta posmodernidad tan nombrada y a la vez, tan desconocida. Evidentemente que lo que est ms cercano a nosotros es lo ms difcil de juzgar ya que los que interpretamos somos tambin parte de este mundo y por lo mismo estamos implicados.a) LA MODERNIDADEl mundo moderno comenz a gestarse en las ciudades comerciales de la Baja Edad Media, en ellas, surge una nueva clase social: la burguesa. Esta clase es la que empieza a manejar las finanzas del mundo y, a travs de su trabajo genera un nuevo polo de poder junto al de la Iglesia y al de los prncipes.En las ciudades del S XV y XVI se fue abriendo el horizonte humano y comenzaron los viajes que iban ms all del mundo conocido a explorar nuevas tierras y nuevos mares.En el S XVI se produce la Reforma protestante que reemplaza la interpretacin pblica y comn de las escrituras por parte de la Iglesia, por la interpretacin individual. Y exalta el valor del trabajo por lo que sienta las bases del futuro capitalismo.Coprnico postula, por entonces, el sistema astronmico heliocntrico en reemplazo del geocntrico y poco despus Galileo establecer las leyes de la cada de los cuerpos y Kepler enunciar las leyes del movimiento de los planetas.El mundo medieval se ve sacudido profundamente por estas nuevas ideas que separan la razn de la religin y quiebran la unidad monoltica de la Iglesia Romana.El cimiento de la sociedad temblaba y comenzaba a surgir el nuevo mundo, en el que Dios ya no sera el centro, y el hombre se convertira en constructor de su destino intraterreno.La modernidad va a elaborar una concepcin ms bien antropocntrica, menos religiosa, ms profana, para la cual la autntica vida es la terrenal y el cuerpo recupera su lugar al lado del alma. Obiols Guillermo (7, Pg. 3)A mediados del Siglo XVII el francs Ren Descartes en sus Meditaciones Metafsicas, afirma que a lo largo de su vida ha considerado como verdaderas una cantidad de opiniones falsas y que todo lo edificado sobre ellas no puede ser sino dudoso e incierto. Propone un mtodo para determinar cuales son las ideas Claras y Distintas que puedan refundar el edificio del saber, guiado por la razn, llega a determinar que la primera verdad es la existencia del yo pensante.Observemos que el medioevo parta de Dios y de l se derivaba el mundo y el hombre: la modernidad hace partir todo del Yo pensante. Nace el RACIONALISMO.Mientras en Europa continental surge el racionalismo en Inglaterra crece otra rama de la filosofa moderna que es el EMPIRISMO.Para los empiristas, entre los que se encuentran Bacn. Berkeley, Locke y David Hume: no existen las ideas innatas y la inteligencia humana es una tabla rasa, un papel en blanco donde la experiencia va grabando sus lneas.El progreso de las ciencias, el racionalismo y el empirismo son, en el plano de las ideas, las fuentes donde se nutre el iluminismo o filosofa de la ilustracin en el Siglo XVIII. Esta corriente de pensamiento defiende una razn que se apoya en la experiencia, que va de lo particular a lo universal, de los hechos a los principios y que toma a las ciencias naturales como modelo de todo conocimiento. Caracterstica de la enciclopedia y del movimiento ilustrado es la idea de que el conocimiento es til, debe divulgarse y tiene un carcter liberador, pues, a mayor instruccin corresponder mayor virtud y mayor felicidad...Obiols 7, Pg. 6 )En materia religiosa los ilustrados admiten la presencia de un ncleo de creencias naturales, comunes a todas las religiones, cuyo Ser Supremo, es considerado el gran arquitecto y el punto de referencia ltimo en la explicacin del universo.En este marco proponen el reemplazo de la moral fundada en la autoridad de la Religin por una serie de normas que no valgan slo para un pueblo o cultura sino que sean universales y estn fundadas en la razn.Kant intenta la elaboracin de una tica universal de naturaleza racional.Con su concepto de buena voluntad se pasa de la moral de la accin a la moral de la INTENCIN.: no es buena una accin por el xito obtenido sino cuando obra de acuerdo al deber.No es necesario seguir los preceptos externos, -MORAL HETERNOMA-, sino que basta seguir el mandato de la voluntad guiada por el deber -MORAL AUTNOMA-.El deber es la necesidad de una accin por respeto a la ley que me dicta la razn prctica; Kant llama a esto IMPERATIVO CATEGRICO que puede expresarse diciendo que debo obrar siempre de acuerdo a mximas que puedan universalizarse.Las ideas de la modernidad se podran sintetizar diciendo que el hombre pudo emanciparse de su atadura csmica, metafsica y religiosa y comenz a creer en el poder de su inteligencia para transformar, por medio del trabajo, el mundo; conocer por su pensamiento la realidad y construir un mundo ms humano ms justo y fraterno.En un movimiento, que podemos llamar pendular, se pas de la absolutizacin de la obediencia, la tradicin y la fe, a la absolutizacin del deber, la ciencia y la razn. Para el medioevo la trascendencia fue transtemporal, para la modernidad intratemporal. El hombre es dueo y Seor de su historia, ha tomado el lugar de Dios.En el Siglo XIX se replantean crticamente las ideas de la modernidad. La Revolucin Industrial da origen a la burguesa Capitalista y al nacimiento de la clase obrera que Marx llamar proletariado.El impacto que provoca la produccin industrial de bienes, con su influencia internacional, hace que surjan, como respuesta: el movimiento Romntico, que valora las tareas agrcolas, el sentimiento y la emocin; y los movimientos nacionalistas que intentan rescatar el pasado y la tradicin en un mundo que se volcaba hacia el progreso y la novedad.En el Siglo XIX conviven el Romanticismo y el Cartesianismo que se encarna en las ideas de Augusto Compte, Hegel y Marx, que tendrn gran influencia en el siglo XX.Hegel, Marx y Compte expresan, cada uno a su manera, un pensamiento que cree ver en el desarrollo histrico de la humanidad una cierta lgica: desarrollo del espritu, lucha de clases y pasaje de la ignorancia al conocimiento, respectivamente.Obiols (7, Pg. 14)El proyecto educativo de la ilustracin, en Argentina es encarnado en la figura de Sarmiento y en los hombres de la generacin del 80, que estiman que con la obligatoriedad de la educacin primaria y la creacin de nuevas escuelas se pasar de la Barbarie a la Civilizacin. Entendiendo que barbarie es lo identificado con lo popular y gauchesco y Civilizacin lo europeo o americano del norte. El ideal de la Ilustracin tiende a igualar a todos los hombres en una cultura que consideraron superior. Los que pretendieron lograr la libertad, la igualdad y la fraternidad humana, olvidaron que la libertad consiste en el respeto por los valores asumidos como preponderantes por los pueblos; que la igualdad tiene en cuenta la diversidad y que la fraternidad se debe conseguir respetando las diferencias y no en la pertenencia a una nica forma de cultura.b) EL SURGIMIENTO DE LA POSMODERNIDADLa sociedad Post industrial se habra desarrollado en los pases capitalistas avanzados despus de la segunda guerra mundial. Se trata de una sociedad tecnolgica, en la que la ciberntica cumple un rol preponderante. Los indestructibles productos de la sociedad industrial, como por ejemplo: los Ford T; dan lugar a objetos descartables y fcilmente reemplazables. El avance es tan rpido que lo que hoy es nuevo, el ao prximo es viejo; se fabrican objetos para el consumo y se estimula el consumo por medio de la publicidad.El Capitalismo tardo se extiende a todo el mundo, se ensancha la brecha entre ricos y pobres y se extiende la marginalidad social, ya que las mquinas reemplazan a los hombres en el trabajo y las posibilidades de educacin superior estn vedadas para la gran mayora de la poblacin.Los hombres de la modernidad miraban al futuro con esperanza y crean en el progreso intraterrenal. El habitante de las sociedades post industriales, corre de trabajo en trabajo, si es que lo tiene y ve, como los que ms tienen, cada da tienen ms y los que menos tienen, cada da son ms ; est, por lo mismo, descredo del progreso .Por eso se llama a la posmodernidad, en forma negativa, el fin de las utopas o la poca del desencanto.Para Lyotard, las llamadas UTOPAS eran solo grandes relatos que intentaban garantizar el Statu quo. La educacin serva tambin a la concrecin de estos relatos. La condicin posmoderna tiene la fuerza de los hechos consumados, se vive el tiempo presente y algo del pasado. Se vuelve a valorar la aldea en contraposicin del avasallamiento de las fuerzas econmicas interconectadas que manejan el mundo.En la esttica posmoderna predomina la imagen que permite mostrar y gozar de lo que se ve; y la tcnica del collage que mezcla sonidos, imgenes y sensaciones diferentes.La televisin es el medio que explicita ms claramente la esttica posmoderna: rpida, simultnea y fragmentada, su imagen recorre las situaciones y los paisajes ms diversos a la vez que modifica las conductas, los gustos y las necesidades humanas.Pocos inventos humanos, si a caso alguno, han transformado tanto la vida del hombre como la televisin. (...) El mundo habra creado un enorme y maravilloso espejo que, indiscriminadamente y caprichoso, solo a veces se digna reflejarlo. Jorge Zicolillo (8, Pg. 9)c) EL INDIVIDUALISMO POSMODERNOEn esta cultura de la imagen, ms que nunca antes, la consigna es mantenerse joven. Se exalta el cuerpo a travs de una variedad de dietas, gimnasia de distinto tipo, tratamientos revitalizantes y cirugas estticas.El cuerpo adolescente es el ideal a imitar, y junto con el cuerpo tambin se imitan los vestidos, usos y costumbres de los jovencitos: Hay que vivir el aqu y el ahora y parecer an sin ser..La cultura posmoderna es la del SER LO QUE TENGO Y LA DE OBTENER SIN ESFUERZO. No estamos en la poca victoriana en la que la represin sexual era el motivo de las neurosis, hoy el placer est legitimado y hay un libre despliegue de la libertad ntima. Ya no hay dolos ni tabes, no hay tragedia ni Apocalipsis.El individuo posmoderno es un hombre Light. Se acenta la prdida egosta de autoconciencia y compromiso social, y la ciencia es puesta en duda como modo de acercamiento a la realidad. La tcnica es la que valida la ciencia a la que despoja de verdad y progreso y la considera moralmente neutra.Si bien la posmodernidad presenta conductas valorativas que podemos entender como negativas, tambin nos propone un reciclado de valores pre- modernos que estaban en desuso y la valoracin de lo humano por encima de lo material.El postmodernismo, por ser una reaccin ante el avasallamiento de imgenes e informacin, deja abierta la perspectiva de un mejoramiento en las relaciones personales y la recuperacin de algunos valores fundamentales.El postmodernismo es la sociedad de la coherencia prctica y de la superacin de la pura idea en la accin.Es tarea de la educacin reciclar lo viejo, transformando los ideales humanos ms profundos en atractivas realizaciones para esta sociedad que no encuentra rumbos claros. Hay que repintar la vida y el valor de la vida para desterrar la cultura de la muerte a la que nos arrastro el IDEAL moderno. As pregunta Takeshi Umehara: Es tan difcil, hoy en da, ver que la modernidad, por haber perdido su relacin con la naturaleza y el espritu, no es otra cosa que una filosofa de la muerte? (7, Pg. 20)Nos damos cuenta de que este mundo posmoderno no es nada sencillo. En l conviven los nacionalismos e integrismos ms exacerbados, con la libertad ms absoluta: los ilustrados con los tradicionalistas; el punk junto con el gaucho. Es un mundo complejo, y no hay otro remedio que aprender a pensar en la complejidad.Estamos en un momento en el que el mundo se ha convertido en una gran aldea; conocemos mejor lo que sucede en los grandes centros de poder que a la vuelta de nuestra casa. Es tambin un momento de una mayor conciencia de la relativizacin de todo, lo que nos lleva a una nueva absolutizacin: La de lo RELATIVO. As podemos decir que si todo es verdadero, nada es verdadero y si todo es bueno, nada es bueno. Ante esta confusin semntica el corazn humano reclama certezas y espera hallar el camino a la verdad.I. 2. EL HOMBRE, SUJETO DE LA EDUCACINUn camino difcil es el de la educacin ya que debe respetar al hombre contemporneo y a la vez procurarle algunas respuestas. Nuestro sujeto no es para nada homogneo y los modelos que se le presentan a partir de la familia no coinciden con los de la TV.En la televisin el modelo de hombre es ganador, lindo, rico, sin lmites; sus relaciones son superficiales, parciales y circunscriptas, y su vida est llena de ademanes y posturas incoherentes.El descontructivismo que puede ser saludable si se lo utiliza para fundar un nuevo conocimiento sobre bases slidas, se transforma en una valla infranqueable cuando se lo usa constantemente ridiculizando todo y cuestionando hasta el hartazgo con el incansable por qu no?.Pero el hombre de la sociedad contempornea es un universo de posibilidades, uno y diverso, lleno de conflictos y dudas, envuelto en el universal problema de la transformacin del empleo y el endiosamiento del consumo. Es un hecho que la austeridad es una mala palabra y pretendemos vivir en el confort.El perodo de la adolescencia se ha alargado y la escuela secundaria ha pasado a ser un lugar de contencin tanto como una institucin educativa. El consumo excesivo de los bienes comunes: agua, energa; nos deja al borde del colapso ya que no alcanza el hombre a producir lo que se empea en consumir.El nuevo hogar de la educacin es la ciudad, con sus maestros cibernticos, en la que el educando y el educador reciben tanto ruido exterior que se hacen sordos a las reales necesidades de los otros.. El mundo del consumo nos confunde tanto que somos cada da menos capaces de hacer silencio; no del silencio mudo sino del silencio para pensar, del silencio para el dilogo y el encuentro.En realidad, detrs de los fuegos artificiales del mundo tecnotrnico hay un enorme anhelo por responder las mismas preguntas: qu es el hombre?, cul es su razn?, cul su destino?El desafo de la educacin es conducir a los hombres a un encuentro que haga posible las respuestas.Quizs sea momento de recordar que el hombre americano original y an el que lleg de Europa en los primeros tiempos de la conquista, es pre-moderno, por lo que tiene algunas caractersticas comunes a las de lo que describimos como posmodernidad. Nunca se ha secularizado del todo, siempre ha mantenido el sentido del misterio. Nunca ha roto su relacin con la naturaleza y su sentido de pertenencia, ha conservado el sentido de fiesta y su visin trascendente de la historia. I.3. EL OBJETIVO DE LA EDUCACINSi las preguntas humanas profundas deben ser respondidas por la educacin no es posible que el hombre sea a la vez quien invente, de la nada, las respuestas. Esto dara a las respuestas una subjetividad y relatividad incompatibles con la certeza necesaria para guiar al ser humano.El objeto de la educacin es la transmisin de conocimientos, la eleccin de valores y la identificacin con modelos.De estos tres objetivos el que ms nos separa con el del resto de los animales es nuestra capacidad de valorar.Los seres que no valoran viven haciendo simplemente lo que sienten. sta es su ley. Naturalmente estn equipados exactamente para eso.Labak (4, Pg. 28)El hombre es el ser vivo que puede adoptar una conducta asctica frente a la vida. Puede reprimir y someter los propios impulsos y decir no. En comparacin con los animales que dicen siempre si, el hombre es el asceta de la vida, el que se resiste a la mera e inevitable realidad y la transforma en REALIDAD HUMANA.As es que el ser humano, por su posibilidad de elegir y de valorar se ubica fuera de la realidad, siendo el centro del Universo y participando, de modo parcial, del impulso y el estmulo del Ser Divino.La paradoja de la libertad es que eligiendo nos hacemos responsables. La libertad es irrenunciable, se impone a nosotros y nos obliga a responsabilizarnos de lo que hacemos o dejamos de hacer. Hagamos o no hagamos estamos eligiendo. Hagan o no hagan eligen por nosotros y somos solidarios de las decisiones tomadas por los otros. Dios se realiza en el hombre ms plenamente que en el mundo porque l es el punto de unin del impulso y el espritu divinos: este es su privilegio y su condena: Estamos condenados a elegir J.P. SartreEducar es colaborar en el aprendizaje humano fundacional: valorar.Pronunciar la palabra sobre el sentido y el valor de las cosas y de la vida.La Palabra.La palabra que hace posible superar la trgica confusin de la torre de babel.Labak (4, Pg. 43)I. 4. EL MTODO DE LA EDUCACINPara superar la confusin es responsabilidad de los educadores tanto superar la tentacin de un modelo esencialista en el que nada cambia y solo hay que obedecer, como evitar el riesgo de un existencialismo en el que el hombre no slo elige sino que INVENTA los valores.Si la educacin es transmisin de conocimientos, es necesario que profundicemos en la verdad de los mismos; que pasemos de las opiniones a las certezas.Trasmitir es llenar de palabras que tengan sentido, el silencio del corazn humano; es sacar la palabra para acercarla como semilla que se hunde en la tierra y depende de sta para dar fruto.Transmitir es sembrar, plantar y esperar con paciencia, el crecimiento de la vida.Si la educacin es eleccin de valores para la construccin de la vida personal y social, es necesario que los educadores posibilitemos el encuentro de los educandos con los valores. No hay otro modo sino viviendo de acuerdo con estos valores y generando espacios de silencio para que en cada individuo se desarrolle la personalidad.Valorar es elegir lo importante, es dar prioridad, es cultivar y podar. Es ayudar a cada persona para que crezca y d frutos. Es estimular el silencio profundo para que surjan de l nuevas palabras y vnculos.Si la educacin es la identificacin con modelos, nuestra tarea es mucho ms difcil. Competimos con los grandes medios de comunicacin. De todos modos, el dilogo educativo, nos permite encontrarnos con personas que al encarnar valores, nos seducen. El otro sirve de modelo de mis actitudes y mis sentimientos. Es tambin modelo de mis acciones y pensamientos. Los otros son espejos en los que me miro y me descubro; por eso la verdadera educacin se concreta en gestos y personas que los hagan visibles. La gran palabra es lo que somos, ser como decimos y actuar como somos es el fin de toda tarea de educar.No solo los padres y maestros sino que, en especial en nuestro tiempo, tambin educan los comunicadores sociales. Educan para la palabra cuando su lenguaje comunica y no slo informa, cuando su palabra es respetuosa de las opiniones y amante de la verdad por encima de quien la dice. Educan para el silencio cuando ayudan a pensar los hechos y no slo los transmiten: cuando no son meros receptores sino perceptores crticos de la vida. Educan para el dilogo cuando no se llenan de ruido por no saber qu decir.Cuando tienen una actitud abierta ante las razones de los otros. Educan para la construccin cuando no se quedan en el mutismo y en el ruido, sino que se comprometen en la aventura de vivir de acuerdo a lo que piensan. Como dice aquel dicho: Si no se vive como se piensa se termina pensando como se vive .Por ultimo, en este momento de descrdito de todo, educar es ensear a tener fe. Educamos cuando confiamos en las posibilidades de las personas. Cuando no tememos el fracaso y lo aceptamos como un modo ms de aprender. Educamos cuando enseamos a pensar y creer en la vida en el hombre y en el silencio creador que nos sale al encuentro en nosotros y en cada ser humano. I. 5. LA CULTURA Y SUS CAMBIOS La sociedad en que cada uno vive, crece, se desarrolla, es una enorme matriz que hace de molde para el hombre. Si la naturaleza material, el campo, el ro, la llanura, los pjaros, miden el corazn humano y le dan forma; cuanto ms las relaciones familiares y sociales entrarn a formar parte de nuestra naturaleza inconsciente y a manifestarse en las construcciones conscientes del orden de la cultura.Despus de Freud es innegable la influencia que tienen los padres en la formacin de la persona y en especial el valor de la norma superyoica en la formacin de un yo sano y con posibilidades de crecimiento. La familia tiene una importancia enorme y a travs de ella, de la escuela y la sociedad en especial por los medios de comunicacin, se internaliza el modelo CULTURAL.Entiendo por modelo cultural la imagen ideal y concreta de persona y de comunidad, con sus objetivos propios y con sus valores estructurados de un modo particular.Labak (5, Pg. 43)Pero as como el hombre no est totalmente determinado por el cosmos material, tampoco lo est por su universo cultural. Por eso es posible el cambio. La cultura es creacin del hombre, relativamente estable y relativamente cambiante. Forma al hombre y le debe a l su existencia y sus cambios.a) LA EDUCACIN EN EL MODELO AGRARIOLa vida en las sociedades agrarias se desarrolla en grupos reducidos y fuertemente localizados. Tanto la tierra como la vida del hombre son estables y ordenadas. Los cambios son tan lentos que se hacen casi imperceptibles y los hombres heredan de sus padres los instrumentos de trabajo, su oficio y su status social. As se establecen los matrimonios y tambin las posibilidades de instruccin. Se nace esclavo o libre, rico o pobre, carpintero, herrero o campesino y esto no es resistido ya que lo importante es el sentido de permanencia e integracin. Por eso es tan enorme la pena de los que se consideran excluidos como por ejemplo: los desterrados, los desarraigados, los expulsados, los excluidos.Gran parte de la poblacin vive en este tipo de modelo cultural que llamamos AGRARIO por su vinculacin con la tierra. El hombre de la cultura agraria vive anclado slidamente en el pasado y la tradicin es una maestra siempre vigente e incuestionable.El hombre de esta sociedad tiene un profundo sentido de lo sagrado, valora la estabilidad y la obediencia como modos de relacin con los otros. En este modelo los roles familiares estn muy definidos: los varones en la guerra o en el campo y las mujeres en las tareas domsticas; los nios, los jvenes y los adultos casi no tenan trato entre si y el orden que garantiza la seguridad existencial es apreciado o defendido. La vivencia y disponibilidad del tiempo es pacifica, sin apuros. Me acuerdo de la impresin que me caus la experiencia de las primeras misas en la Abada del Nio Dios en Victoria (ER.), tuve la impresin de que todo se hacia en cmara lenta, las oraciones, los ritos, las lecturas, todo es mas lento. Ms tarde me dara cuenta de que los monjes, herederos de una tradicin muy antigua, no tenan la urgencia enloquecida que, an siendo entrerrianos, nos haba dado la ciudad.En este modelo la INTEGRACIN prima sobre la DIFERENCIACIN. Y la educacin cuenta con un modelo social y humano claramente definido y estable.Los roles, maestro-alumno, estn fuertemente demarcados y los conocimientos se transmiten, casi sin cambio, de generacin en generacin. Se valora el orden y la disciplina y se procura la formacin de hbitos sociales ya que prima el medio por sobre la persona. En este contexto casi no se permite el juicio crtico.La institucin educativa es tradicional y su carcter, es FORMALISTA.b) MODELO CIENTFICO TCNICO Y SU EDUCACINCon el advenimiento de la Revolucin francesa y luego con la revolucin industrial, se debilita el sentimiento de dependencia que impera en las culturas agrarias.De pronto, los viajes, la imprenta y ms recientemente los medios de comunicacin, acercan el mundo para todos.La conciencia local ha estallado, y ahora se trata de una conciencia, cuando menos planetaria si no csmica.Labak Julio (5, Pg. 67)El hombre de la sociedad post-industrial es un desterrado y puede vivir largas horas o das siendo solamente una figura desconocida o un nmero que ficha en una empresa.Las jerarquas van perdiendo terreno ante la intensa corriente democratista y horizontalista que proclama, no siempre con la vida, la igualdad de derechos y de dignidad de todos los hombres.El tiempo es vivenciado como aceleracin y cambio, se vive en el vrtigo permanente y en la inseguridad ms radical.La diferenciacin e independencia son preferidas a la integracin, sus consecuencias son el individualismo que lleva a la solitariedad; la desconfianza ante los valores y las normas que de ellos dependen, hace que el hombre del modelo cientfico tecnolgico, reemplace las convicciones por el oportunismo, lo que lo lleva a la vivencia de lo inmediato, con el consabido endiosamiento del tiempo presente.El modelo individualista-consumista centra al hombre en el tiempo presente y en el espacio cercano (ms si es de la ciudad); impide, por tanto, que se tenga una mejor perspectiva en lo que somos y hacemos.El consumo de objetos sin vida, aunque aparentemente respondan a preguntas y necesidades inmediatas: TV. computadoras, impiden el encuentro personal. Esta situacin cambia la escala de valores y ubica los valores econmicos materiales por encima de los familiares y sociales. El modelo humano es antropocntrico y en algunos casos antropotesta (El hombre convertido en Dios) mientras se proclama que Dios ha muerto y se corta toda posibilidad de trascendencia.Se valora la independencia, la creatividad y la novedad. Hay un agudo sentido del presente, junto a la desvalorizacin del pasado y la desconfianza en el futuro.Este panorama se extiende a la educacin en la que no hay una trama de valores claros y estables, y como el conocimiento se amplia constantemente, la tradicin no es la fuente del saber, ni la obediencia su instrumento.En esta situacin, el aprendizaje memorstico y los hbitos estn en descrdito tomado su lugar la espontaneidad y la originalidad. La enseanza no consiste tanto en transmitir conocimientos como en ensear a aprender; los roles educando-educador, no estn tan definidos y la libertad, reclamada en los hechos, genera muchas veces una actitud fuertemente permisiva.El exceso de estimulacin y de informacin de todo tipo genera angustia y decepcin, sobre todo ante la consideracin del mundo adulto que se presenta como hipcrita o como dicen los adolescentes careta.El cambio de valores, relaciones y modelos es una realidad; el mundo se ha globalizado y hay una mayor conciencia planetaria, aunque no siempre llevada a la prctica.La sustitucin de la conciencia grupal o tnica por una conciencia planetaria ha permitido que los contactos sociales sean ms dinmicos, pero ms impersonales y menos profundos. Si tomo conciencia qu, lo que le pasa a un chico de frica, afecta mis intereses econmicos, familiares y sociales, cambiara mi actitud y mi compromiso con los problemas planetarios. Lo planetario se modifica cuando yo me ocupo de lo que puedo modificar, que es lo que tengo ms cerca: mi familia, mi barrio, mi ciudad mi nacin: por ver el bosque no debo olvidar el rbol.Puede que esta conciencia permita que nos libremos del fantasma de la uniformidad consumista y de la dictadura de las empresas que manejan el marketing y el consumo sin importarles la vida y la miseria humana.No es posible seguir aceptando la hipocresa de aquellos que dicen respetar las diferencias y condicionan seriamente a los pases y a los hombres para que hagan o sean de acuerdo a su conveniencia. No es posible predicar el amor y vivir de resentimiento y odio. No se debe estafar a los necesitados de paz, de consuelo y de salud con promesas llenas de mentiras.No es posible vivir en la opulencia y el lujo mientras la multitud no tiene qu comer. Porque el dilogo slo es posible entre los que se sienten y son iguales; y sin dilogo no hay educacin posible.Bajo la cubierta de la libertad y la democracia, no podemos renunciar a la enseanza y a la transmisin de contenidos y valores.Los padres, los docentes, los polticos, los jueces, deben decidir y comunicar su enseanza ya que la anomia puede ser tan peligrosa para el hombre como el autoritarismo. Cuando no hay ley (anomia), cualquier ley es posible, hasta la que se basa en el capricho y la irracionalidadPor defender la libertad no podemos olvidar que se es libre si se es responsable; se vive en paz en la medida que refrenemos los impulsos interiores de posesin y dominio, mediante una conducta asctica. Dice Labak en la introduccin de su libro: La prxima revolucin ser la de la sensatez. O no la viviremos. (17, Pg. 5)II. EL HOMBRE, LUGAR DEL ENCUENTROII.1. PALABRA NACIDA DEL SILENCIO CREANTEY sin embargo queda la esperanzade poder alcanzar lo inalcanzableSe puede vulnerar lo invulnerablecon solamente un poco de confianza. Alberto Cortez (14. Pg. 219)Nacemos todos a partir de la Palabra Csmica, que en su lenguaje de siglos solt una novedad descomunal: el hombre. Pero toda palabra nace de un silencio y tiene en l su sentido y su fin. Es as que la palabra csmica y la palabra humana son pronunciadas por el Silencio Creador. Para nosotros un silencio cargado, potente, NUMINOSO, no una realidad vaca de sentido .Si solo hay vaco y nada, si el silencio en el cual vivimos, nos movemos y existimos, es una total ausencia, no hubiera sido posible pronunciar nuestra palabra csmica y humana.. Si en cambio el Silencio es plenitud y totalidad, nuestra humanidad lleva en si un tesoro que tiende a decirse, que se da poco a poco y misteriosamente.La palabra humana no pudo haber nacido de la ausencia sino de un silencio presente y lleno de vida que llamamos: DIOS.Dios de la luz supremaen medio de esta noche te buscocomo el pjaro sediento busca el agua.Ricardo Rojas,Ollantay , acto II, escena 7(2, Pg. 77)El hombre busca encontrar el Silencio Creante, es su anhelo permanente y lo ha sido a travs de los siglos.Puede seguir, para ese cometido diferentes caminos: el de la creacin, el de la Revelacin, el de la unitividad mstica y el que nosotros queremos emprender que es el del encuentro personal y social. a) EL ENCUENTRO PERSONALEl hombre es un ser que posee su propia unidad. Vive integrado en su ambiente que lo rodea y posee una interioridad invisible. Ensimismamiento y alteracin son realidades en constante lucha. Estamos siempre pendientes de nosotros (ensimismados) y, a la vez, pendientes de los otros (alterados). No es algo que podamos manejar!. Somos una palabra llena de silencio; como un pozo en la arena junto al mar: Nunca estamos vacos!, a veces nos llena el aire, otras el agua; a veces el silencio, otras la palabra. El ensimismamiento: el hacer lugar al silencio para pensarnos, es el pre-requisito de la alteracin, que en su contenido positivo, consiste en hacerse otro, para posibilitar el encuentro.El otro (alter) es un silencio a llenar y una palabra por decir. El yo (ego) es un sujeto que percibe y un objeto que se pone delante para ser percibido. La verdad es que nuestro yo siempre est alterado, nunca est totalmente ensimismado.La persona se expresa por el cuerpo, que es visible, en gestos y palabras. Podemos decir entonces que el ncleo personal invisible se expresa a travs del cuerpo visible por medio de los smbolos. Estos, a la vez que revelan, ocultan al hombre y lo mantienen en la categora de misterio.El misterio de la persona slo puede ser interpretado por alguien capaz de reconocer sus gestos y palabras y decodificar los smbolos que revelan. La captacin o percepcin del sentido de los smbolos personales suponen una actitud personal y una capacidad de asumir relaciones personales.Jalics (1, Pg. 21)Para que sea posible el encuentro personal debe haber aptitud personal y actitud para el encuentro. Esto supone una interpretacin comprometida de los smbolos y no slo una interpretacin terica y desencarnada.Si digo que tengo fe en una persona y estoy permanentemente sobre ella para que no cometa errores, mi fe es terica, en la prctica no confo en ella.El conocimiento personal nace de la fe y termina en la fe, por eso no coincide con el de las ciencias exactas o naturales. Es concreto, no abstracto y siempre deja margen para interpretaciones diversas y hasta contradictorias.Nunca escuchamos de la misma manera a una persona en la que confiamos que a la que nos inspira desconfianza, como no actuamos igual ante un gesto cuando proviene de alguien que conocemos y queremos que cuando proviene de quien no conocemos.Constantemente emitimos smbolos, vivir y actuar ya es un smbolo, podemos decir que el hombre es una palabra que se despliega en el lenguaje gestual y verbal; expresa su interioridad, tanto consciente como inconsciente y muestra al otro lo incognoscible. La palabra es el smbolo bsico del lenguaje. Es una imagen acstica que lleva sentidos invisibles.Jalics (1, Pg. 25)Por eso la interpretacin es una tarea que puede fallar y conducir a la ilusin. Este es el drama del lenguaje humano, uno quiere expresarse y busca palabras que puedan expresar sus intenciones, sus sentimientos, su amor o su odio y el otro es el que decodifica los sonidos de acuerdo a su historia, su experiencia, su fe y trata de darles el sentido.La palabra intenta expresar informaciones, comentarios, opiniones, pensamientos pero su papel ms elevado es el de expresar la persona. Cada palabra que se dirige a otro es una esperanza de encuentro que nace de la fe y llega al otro, a su circunstancia, a su entendimiento, a su sentimiento y tiene sentido en la confianza mutua.El lenguaje nos acerca al encuentro y nos permite ilusionarnos con l. Si hay algo que no podemos perder, si hay algo que no podemos dejar que nos quiten, es la esperanza de poder encontrarnos. El lenguaje apunta siempre a una intercomunicacin. La intercomunicacin es mutua y, por tanto, al dirigirse al otro es una invitacin a la respuesta.Jalics (1, Pg. 30)El dilogo, ya lo dijimos, se da en la medida que sea posible la confianza mutua. Confiar es apoyarse de alguna manera en el otro, en su sinceridad, su bondad y en sus conocimientos; por eso dirigirse a alguien en la palabra es invitarlo a una aventura. El lenguaje es siempre una invitacin a entrar en la conciencia, en el punto de vista y en el mundo del que habla.La mentira es la corrupcin del lenguaje Jalics. (1, Pg. 32) y el lenguaje puede, no solo decir, sino tambin ocultar y separar a las personas.No es posible el encuentro humano si no se confa en el lenguaje y en el testimonio del que se comunica. As, si hay alguien que miente permanentemente no hay razones para creer que en algn momento diga la verdad: del mismo modo, si alguien es sincero, es razonable que su testimonio sea verdadero.La coherencia del lenguaje con los actos que de l se derivan permite que no creamos nicamente en el testimonio de la palabra, sino que descubramos la vida como testimonio. El testimonio de vida es la ltima garanta de lo que uno dice con palabras.Jalics (1, Pg. 38)La flor, el beso, el estrechar la mano son objetos o gestos visibles que sirven como lugar de encuentro. La realidad espiritual se realiza por el gesto, y el smbolo es vehculo de la persona. La ritualidad del fogn, su posibilidad de construir un encuentro en la diversidad y la confianza, es lo que enriquece la imagen de la escuela y la educacin como lugar comn en el que confluimos, relatamos y pensamos.En el encuentro hay un don mutuo de s; tal encuentro es salir de s, ubicarse en los intereses y puntos de vista del otro; descubrir que hay un t que me invita a formar un nosotros. Todo encuentro personal salva del aislamiento, del estancamiento de la muerte y crea una nueva vida un nuevo dinamismo, una nueva posibilidad de comunicacin.El encuentro personal es siempre una redencin del YO aislado y un nacimiento del NOSOTROS Jalics (1, Pg. 41)El hombre es una palabra dicha desde el Silencio y tiene en si la posibilidad de ser silencio y ensimismarse para escuchar; pudiendo salvarse, con su palabra, del aislamiento y la soledad.Creo que la opcin por el encuentro personal es la que permite la comunicacin. Solo hay palabra cuando el yo se altera ante el otro yo. En el dilogo no existe la pasividad.Para entregarse de veras hay que recogerse y entrar en si mismo. Vivir la vida ms hondamente.Cuando slo hay ruido, slo alteracin sin ensimismamiento, el hombre se sume en la desesperanza: no hay palabra sino vaco y soledad.Hablando de su relacin con Dios, dice Yupanqui: Mi corazn es un pozo y all me pongo a rezar cosas que los dos sabemos y que ignoran los dems.... l me habla y yo le hablo nos hablamos sin hablar. Yupanqui (2, pg. 92)La vida es este doble movimiento de salir y entrar, el equilibrio entre ellos es el equilibrio de la vida. Los que slo quieren salir se pierden en la superficialidad porque no pueden darse realmente. Los que quieren vivir aislados y no quieren darse a conocer nunca podrn gozar de la libertad porque la persona vive y se plenifica dndose.El poder darse es para la persona una nueva vida, una liberacin, una salvacin del egosmo y del aislamiento. Jalics (1, Pg. 41)El TU es para el YO un horizonte abierto, suscita en l energas y crea una esperanza. El amor no depende de la sola voluntad del yo sino tambin de la respuesta, consciente o no, del TU para la formacin del nosotros.En la sociedad la interpretacin de los hechos no es UNVOCA, por lo tanto, hay que aceptar que ante un mismo hecho, puede y de hecho hay, diferentes modos de interpretarlo. El dilogo supone el respeto del punto de vista del o los otros y la aceptacin de que cada persona tiene algo de la verdad.En el grupo la unin se hace a nivel personal, no como en la masa, a la que se pertenece pasivamente. El individuo no pierde su interpretacin personal y puede enriquecer al conjunto con su punto de vista.Quiz hemos perdido algo de la ilusin que tenamos en el pasado. Los ideales que guiaron la vida humana hasta ahora parecen haber terminado. Nos hemos quedado sin Dios , por haber prostituido el nombre de Dios, por haberlo usado en ritos sin sentido, y haber confundido su palabra con palabras y leyes inventadas que nos han llevado a la oscuridad Nos hemos quedado sin mundo, hemos sido impiadosos con la madre naturaleza la torturamos con nuestras manos sin respetar sus formas, sin escuchar los hondos misterios de su corazn sagrado. Nos hemos quedado sin hombre y sin amor, fuimos seores que no reconocimos nuestra ignorancia, pobres seres que confundieron el placer hedonista con el amor verdadero, la libertad con el hacer cualquier cosa, la fe con una mera prctica ritual. Por eso es necesaria una revolucin, una ms, una nueva :la revolucin de la esperanza!.b) EL ENCUENTRO CON DIOSDel mismo modo que establecemos el dilogo humano tambin podemos establecer el dilogo con ese TU que nos trasciende infinitamente; el encuentro con Dios es paradjicamente consecuencia y causa del encuentro con los dems hombres.Si es cierto que Dios habla por su palabra humana, es tambin cierto que el hombre habla del Silencio Creante.Los que en un encuentro personal profundo han experimentado que la persona se revela por sus smbolos, permaneciendo sin embargo invisible y misteriosa, comprenden ms fcilmente, que Dios deba ser ms invisible que una persona humana. En este contexto, Dios permanece indefinible, indecible, no se revela sin develarse, no se muestra sin ocultarse; a Dios nadie lo ha visto nunca. Es en el hombre donde el hombre se encuentra con su Dios: Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. 1 Jn. 4,20Como dice Juan, a Dios no se lo ve, l permanece para nosotros en silencio.Si se toma en serio la invisibilidad de Dios, debe rechazarse toda imagen visible y determinada. Conocer a Dios es seguir buscando, como conocer a una persona es continuar siempre la bsqueda.Dios no es una palabra clara sino oscuridad y silencio, se expresa en los smbolos de la callada palabra de la materia pero mucho ms se expresa en el encuentro personal. Un gesto material con otra persona puede ser un smbolo revelador de Dios.Jalics (1, Pg. 59)El hombre es una palabra cargada del Silencio Creante, el sentido de lo divino surge desde adentro, cuanto ms nos acercamos al fondo de nosotros mismos, ms nos acercamos a Dios y ms podemos percibir su presencia simbolizada y realizada en nuestra propia realidad.Yo construyo la noche dentro mo,Corro de estrella a estrella y las enciendo. A. Yupanqui (2, pg. 82)Como el silencio puede concentrar o intensificar la vida, el encuentro con personas humanas lo hace igualmente.En el encuentro humano, en el don de si mismo a otra persona, hay una intensificacin de la vida y por lo tanto, es un momento privilegiado de la percepcin de lo divino.Es verdad que el encuentro humano tiene sentido en s mismo, pero esto no invalida su posibilidad de ser smbolo de un encuentro ms profundo, con el Silencio que nos dio la palabra.El cielo esta dentro de unoy est el infierno tambinel alma escribe sus librosPero nadie los lee. A. Yupanqui (2, Pg. 89)El cielo y el infierno: uno es encuentro o camino pleno de sentido, el otro es angustioso desencuentro y sinsentido. Ambos son experiencias posibles. El mal parecera hacernos dudar de Dios, pero el mal es una ausencia que genera el ansia de la presencia y el encuentro. Como la soledad que nos empuja a la bsqueda esperanzada del otro al que amamos.El mal y el fracaso provocan una bsqueda de sentido y posibilitan la percepcin del sentido total que es una percepcin casi religiosa. Jalics (1, Pg. 65)Es verdad que nadie quiere fallar o fracasar, pero, como dice el refrn: no hay mal que por bien no venga. El dolor puede hacernos crecer. Este es el sentido de la palabra crisis. Rechazar toda crisis, todo dolor, toda angustia, es tan inhumano como vivir permanentemente en el sufrimiento. c) SER PARA LA TRASCENDENCIALa experiencia del mal, de la injusticia, de la violencia, del dolor; pueden tambin provocarnos dudas en la fe. El crecimiento de sta no es lineal, tiene sus idas y venidas; su evolucin; va desde la fe infantil hasta la fe madura.Los cambios en la fe son posibles cuando el hombre puede cuestionar lo que le dijeron con lo que sabe, lo que escuch con lo que aprendi y pasar del pensamiento mgico al verdadero sentimiento religioso.. Esto no significa que se deban abandonar las prcticas de fe de la infancia sino cargarlas de nuevo sentido; del mismo modo que no es necesario ni bueno dejar de jugar, para comenzar a pensar. El juego es un modo de aprendizaje nico ya que nos refiere siempre a lo concreto y nos permite entablar relaciones con los otros. Del mismo modo el rito es un gesto necesario para el hombre ya que permite concretar la fe en ACTOS y retroalimentar la experiencia vital que significa creer, amar y tener esperanza. La realidad invisible, indescifrable y filosficamente incognoscible, se dramatiza y se cuenta en forma de acontecimiento y se concreta en gestos litrgicos.En el lenguaje del encuentro con Dios el hombre sale de s y se ubica fuera de la creacin para acercarse al Silencio Creador.Si uno comprende que todo es relativo en el mundo, se distancia de l, queda libre frente a l y experimenta que el punto de gravitacin de su experiencia se traslada de lo relativo a lo absoluto.Jalics (1, Pg. 78)Si el encuentro con una persona nos libera del aislamiento personal, el encuentro con Dios nos libera del aislamiento de este universo. Si el encuentro con su doble movimiento de recogimiento y don de s mismo, no aliena al hombre sino que lo plenifica, lo libera, lo salva, mucho ms el encuentro con Dios, que le hace sentir la relatividad del cosmos, le permite salir de l, no para escapar sino para recogerse y comprometerse ms seriamente.El hombre es un ser apto para trascender los lmites, no se construye en el egosmo sino en el don de s. El encuentro con Dios es un encuentro personal, necesita de gestos y de smbolos y se trasunta de un modo peculiar en las experiencias humanas profundas, el amor, el cario, la esperanza, la justicia, la solidaridad. Como en los encuentros humanos nunca termina de buscar.El poeta chaqueo Aledo Luis Meloni expresa esto diciendo:En la bsqueda de Diosse nos va toda la vida,mientras l, a nuestro lado,tal vez juega a la escondida. (2, Pg. 94)II. 2. SILENCIO QUE NOMBRA LA CREACINa) VNCULO CON EL SILENCIO En la bsqueda de lo sagrado y misterioso, el hombre se va vinculando con su raz ms profunda. Descubre entonces que la palabra humana contiene un pedazo del Silencio Creante que llamamos Espritu y que es lo ms interior y a la vez lo que le permite al ser humano trascender su corporeidad y ser creador.El hombre es silencio que puede nombrar, esto es, tomar posesin del universo, volver a crearlo. El hombre puede nombrar pero no siempre sus palabras nombran, puede hablar con sus labios y con sus gestos o con su trabajo pero si las palabras no nacen del silencio son ruidos no palabras.Hacer silencio es proteger la palabra, cargarla de sentido, convertirla en verbo: palabra en accin, o en logos: palabra que da sentido. El vnculo con el silencio es el crisol que purifica y aquilata el oro de la palabra y consiste en la capacidad de interiorizacin por la que el alma descubre las cosas supremamente bellas e importantes.Cuando el meditante se sume en el verdadero silencio, la vivencia del alma es inefable, no halla cmo comunicar su originalidad indita, y entonces el lenguaje conceptual es insuficiente y debe ser socorrido por el lenguaje de los smbolos. Pero tras el asomar de stos, debe an quedar espacio para el silencio, que l sabe hablar mejor. Boasso (2, Pg. 32)As dice Yupanqui:Un da mont a caballoy en la senda me mety sent que un gran silenciocreca dentro de mi.Hay silencio en mi guitarraCuando canto el yarav,y lo mejor de mi canto se queda dentro de mi. (2, Pg. 31 y 32)El canto, la palabra humana, nace del silencio; expresa la persona pero nunca la expresa totalmente. El hombre es palabra pero es tambin silencio. Es palabra nacida del Silencio Creante y a l tiende como el ro al mar. Es una palabra lanzada, su tiempo es un instante del tiempo csmico. Pero un instante significativo! . Hay en l algo de Silencio que busca a Dios y alguna palabra que intenta decir al mundo su mensaje.El hombre es el silencio sagrado que nombra y da vida a la realidad...Este silencio no es solo ausencia de sonidos, vaco estril, o nada, sino concentracin de la vida que genera la vida. Es espacio interior donde vigila la atencin suprema y la apertura a lo hondo, donde los pensamientos, los sentimientos y el corazn vuelven a estar consigo.De este silencio habla Nietzsche cuando dice: Los acontecimientos ms grandes no son los ms ruidosos, sino nuestras horas mas silenciosas. (2, pg. 33)El autntico silencio no es apata sino viga alerta para descubrir y crear. As, silencio y palabra se conjugan. El silencio llama a la palabra y la palabra se abisma en el silencio.Me gusta decir que la soledad es la edad del sol; el momento en que somos iluminados y alcanzamos a ver el rostro del Silencio Creante en la interioridad de nuestro silencio creatural. La soledad positiva, no es la ausencia egosta sino el momento de comunicacin con nuestra interioridad, con la tierra como smbolo y con los dems hombres como pueblo.Tanto vivir entre piedrasyo cre que conversaban.Voces que no hi sentido nuncapero el alma no me engaa.No digo que tengan vozni que se digan palabras;Ocasiones el silenciodice las cosas mas claras...Algo se dice en las piedrasa mi no me engaa el almatemblor, sombra, o que se yo,igual que si conversaran.! Malhaya! pudiera un davivir as, sin palabras. A. Yupanqui (2, Pg. 38)b) VNCULO CON LA TIERRAPara descubrir los vnculos humanos nada mejor que la poesa, el poeta es el hombre de la palabra porque es el hombre del silencio. En l es modelado y descubre sus vnculos con la naturaleza a la que escucha y a la vez, nombra. El hombre de la sociedad tecnotrnica, de las grandes urbes de cemento ha perdido su vnculo con la tierra, se ha desarraigado, despojado de sus vinculaciones mas profundas. Vive solitario en una multitud annima, encerrado en una selva sin vida.El ser humano decamos, es un ser que tiende a la trascendencia que, a pesar de todo, necesita del encuentro con otros y del encuentro con su raz telrica fundamental. No es casual la vuelta a las tradiciones folklricas que se est viendo y el retorno del amor a la naturaleza.En el mundo consumista la tierra es vista como mera naturaleza material, objeto de relaciones econmicas, en orden al tener. Boasso F. (2, Pg. 49)Pero el hombre necesita vincularse y se siente parte del paisaje. En su intimidad la tierra no es un mero objeto, ella rene las slabas para entregarse como palabra. El paisaje se otorga al odo y se convierte en msica, en lenguaje traducible, en canto popular.c) El SER ENTRERRIANO La tierra tiene un lenguaje, y en el canto popular, el hombre habla con el lenguaje de su territorio. En l se expresa el monte florido, el ro ancho, el abismo y la llanura... La msica, la pura meloda, desenvuelve su canto y traduce el pago, la regin. El hombre canta lo que la tierra le dicta. Boasso (2, Pg. 50)En Entre Ros, el vnculo con la tierra es tambin el vnculo con el agua; a decir de Linares Cardozo:cada entrerriano tiene un arroyo. .El arroyo es el lugar del encuentro con la naturaleza, en especial, con los pjaros que van modelando la propia identidad, es tambin el momento de reconocer la propia soledad y la comunin con la inmensidad.As dice en una chacarera: Que sera de los montes mi pajonal mi baado sin retozonas comparsa sin tu barullo encantado Deja que entibie tu canto Morajusito andariego Guachito de los baados Como tantos de mi pueblo. Morajusito andariego (6/8/93)Escucho el canto de una chicharra llorona y recuerdo la vieja solapa con que de gurises nos hacan dormir la siesta. El ro cercano, las lomadas y las noches llenas de estrellas modelaron y siguen modelando mi corazn. No es posible evitarlo.En el soneto a Entre Ros, Linares expresa:Esta mi patria chica tan hermosadonde mi corazn con tanto empeosiente que su latir se torna coplaporque vive en el paso de su sueo.Todo en el mundo es leccinQue hay que saber deletrearDesde la piedra pequeaQue brilla en el arenal.Sin mayores ambiciones Luchar para m es un deberS muy bien que en esta tierraQueda mucho por hacer.Nuestra aldea es un don precioso que el mundo se pierde si nosotros no la expresamos. En el canto de los poetas populares, podemos descubrir los hechos simblicos que nos identifican, sta es nuestra contribucin para las regiones y pueblos ms cercanos y ms lejanos , lo que nos es propio, nos distingue y puede enriquecerlos..Nuestro paisaje, compuesto de naturaleza y hombre aporta a la aldea global algo que le es propio e irrepetible: la identidad.En su libro El Canto del Viento Atahualpa describe magistralmente su paso y su vida de un ao en Entre Ros, hace 60 aos, comienza diciendo: Hermosa tierra entrerriana,smbolo de rebelda,vas curando el alma ma,con el sol de tus maanas.Te admiro fresca y lozanaEn las orillas del ro,Amo tu monte bravo,Amo tus campos sembrados,Amo tus yuyos mojadosCon el vapor del roco. (25, Pg., 33)Contina con su relato de viaje desde Concepcin a Cuchilla Redonda y su posterior estada en Tala. Cuenta su llegada al boliche de don Cipriano Vila, all estaban los gauchos en una mesa tomando Lucera, l se arrima, saluda y se queda cerca de la mesa. Yupanqui expresa en el libro:nadie me mir mas de una vez. Con esa sinttica frase muestra la discrecin de los paisanos y su respeto por la persona y la intencin del forastero. El dueo del boliche se le acerca, sin mucha palabra, le invita un vaso de lucera, y dice Atahualpa: al rato, ya saba quin era yo.Don Cipriano Vila era de una sola palabra, como la mayora de los entrerrianos. Y sigue diciendo:Conoc mucha gente en el tiempo que anduve por Entre Ros. Mucha gente buena, hospitalaria y discreta.(25, Pg., 35)Esta descripcin de los entrerrianos que hace Yupanqui es muy interesante para reflexionar acerca de nuestra identidad. Somos todava buenos, hospitalarios y discretos? Ojala podamos contestar que si. Qu aporte que podramos hacer a la aldea Global! Las lneas de fogones, que se encuentran en las orillas de nuestros ros son testimonio inequvoco del respeto de los charras y guaranes de nuestra zona, por los que antes pensaron. Dice Don Linares:nunca un paisano hace fuego donde otro hizo fogn, cada uno debe hacer su propio fuego, compartir su saber y escuchar el saber de la gente de su pueblo.Hay en nuestra historia una matriz de perfumes, de colores, de sabores, de palabras, de gestos que conforman el modo particular en que cada uno percibe y reacciona.La tierra, su magia, su clima, sus noches de luna, sus das, sus corrientes de agua; se nos pegan al corazn y nos modelan el alma. El paisaje, entra en nosotros por todos los sentidos y se queda all inmodificable. Qu fuerza tienen los paisajes de la infancia!, Cmo nos movilizan los recuerdos y los juegos que compartimos cuando nios!Recuerdo que mi padre me contaba su experiencia de escuchar a mi abuelo Enrique en interminables payadas con sus compaeros troperos. Su guitarra acompaaba relatos que referan historias de las andanzas de los paisanos o de las guerras de la Europa lejana. All seguramente habr aprendido sus valores de educador, la amplitud esttica de su gusto musical. All seguramente se llen de los mismos ideales que nos comunicaba cuando ramos nios y sus ojos se inundaron de las mismas estrellas que nos ense a mirar. En este contexto, paisaje y hombre no existen por separado, el sabor de la tierra madre y de lo que aprendimos de nuestros padres vive en nosotros y ya no somos dos sino solo uno, como hemos sido siempre! Linares dice en Costeando el tajamar:sali el solcito, refrescada el almay un arco iris luce pialando,la verde lomada. El mundo es una gran aldea, pero si olvidamos el sol y el ro, corremos el riesgo de uniformar la vida y terminar empobreciendo la realidad. Para que no sea as, es necesario que los educadores; legisladores, maestros, padres, no renunciemos a la tierra sino que la amemos y nos dejemos modelar por ella.Lo que hacemos con la tierra es lo que hacemos con nosotros mismos. Si no respetamos el mundo difcilmente respetemos al hombre que habita en ese mundo.La tierra es el constante escenario familiar, pero a la vez resulta inabarcable, cargada como est de fenmenos cuya secreta raz nunca se revela: de pronto, la mirada profunda y el alma vigilante entran a adivinar que ella se torna inslita, sorprendente, inescrutable, honda y misteriosa. Preada de palabras sin slabas y de mensajes de silencio .Boasso (2, Pg. 58)La experiencia de la creciente, queda grabado en la memoria de los que la vivimos: el Arroyo de las Animas, se hinchaba y comenzaba a llenarlo todo. Nosotros, gurises hechos de juego y libertad, sin entender el drama humano de la inundacin, nos alegrbamos cuando llegaba el agua y nos hacamos navegantes inconscientes de improvisadas balsas. Qu aventura, la de los nios navegantes del misterio profundo del ro!El agua no tiene gajo deca mi padre indicando lo peligroso del ro desbordado, la muerte andaba siempre al acecho en la amarronada mancha tan llena de vida. La gente dejaba sus casas para vivir en improvisadas viviendas y las vboras encendan en nosotros historias antiguas y siempre nuevas.Si cada entrerriano tiene su arroyo, es cierto que el que vive cerca del ro: tiene su creciente! Momento de encuentro con la vida que mata y vuelve a dar vida cuando se retira. sta puede ser una de las enseanzas de la creciente: -cuando el ro desborda con toda su fuerza, puede matar-cuando se retira, deja su barro que todo lo cubre y da vida. Es la constante paradoja de la existencia humana, lo que a unos entristece a otros alegra, lo que puede dar muerte puede dar vida. La creciente da vida cuando se retira. El hombre es como la creciente, es posible entenderlo y amarlo cuando ya no est con nosotros. Antes nos inundaba, ahora: nos hace falta!. Santos Guerra dice que el educador es como el mar que da forma a los continentes, no cuando inunda, sino cuando se retira. Dicho de otro modo el paisaje modela al hombre siempre, en el campo: la tierra; en la ciudad: el movimiento; en cada regin: sus colores, sus sonidos, sus olores, su vida. La riqueza de cada lugar! no puede perderse !, el mundo globalizado no debe ser un mundo UNIFICADO; la uniformidad empobrece, la riqueza humana est en la diversidad, en ser capaces de apreciar la diversidad y recuperar cada uno su identidad perdida que tanto tiene que ver con los sabores de la tierra.El hombre puede nombrar , l tiene en su corazn el germen del Silencio que cre la materia. Pero l fue creado desde la tierra. La tierra es madre, PACHAMAMA para la cultura andina, que da origen al hombre y lo modela en su invisible TERO.La tierra dolida, callada, paciente, esperanzada de semilla y de lloro; la tierra paridora de aromas y de caminos, levanta alguna vez, como una Madre, ser voz que todo lo abarca.Boasso F. (2, Pg. 61)Aquel que nace de la tierra permanece para siempre vinculado a ella y vuelve en la muerte a descansar en su seno. Para el quechua el hombre es tierra que anda: RUNA ALLPACAMASKA..! Soy Coya, Seor!y el dolor mas grande no mata en mis venasla sangre del Sol.Si a veces, se me hace que toditos somosPedazos de un cerroque se ha echao a andarpor algo los coyas , cerquitita estamos de la eternidad... A Yupanqui (2, Pg. 68)El que experimenta la tierra como madre paridora de su universo material siente desarraigo y angustia al ser desterrado y desea volver a su lugar. Dice Alberto Cortes en su poema Campos Pampeanos:Yo bien quisiera con mis aperosde muchas leguas y algunas canas,volver un da, como el pampero,pero a quedarme, mi tierra larga. (14, Pg. 170)El hombre es tierra que anda, dicen los quechuas, y desde la tierra larga de la Pampa, hasta el nido musical de agua como llama Linares a Entre Ros, es indudable la influencia de la tierra en el desarrollo de la personalidad.Vamos amada a la playa vamos a verlas pasarque tienen las garzas morasesas que vienen y vanque tienen las garzas morasportadoras de hermandaduruguayos y argentinos en alas de fe y de paz. (Cancin de las Garzas moras).Podemos decir que la tierra es hombre que calla, silencioso testimonio de la vida que slo se muestra al que interpreta los smbolos. El poema es claro, las fronteras existen slo en nuestra imaginacin, lstima que haya imaginaciones tan poderosas que nos separan.d) VNCULO CON LOS HOMBRESLa cultura empieza por ser la accin del hombre de cultivar la tierra, esta es, el modo particular de vincularse con ella, pero cultura es tambin el cultivo de una vinculacin con lo Sagrado (sea que se lo acepte o rechace); y por ltimo, la cultura es el modo segn el cual el hombre se vincula con el hombre, la manera en que convive en el seno de un puebloEn el punto anterior definamos al hombre como tierra que anda y analizamos sus vnculos con la naturaleza, ahora queremos pensar en su condicin de caminante.San Agustn defina al hombre como peregrino buscador de la felicidad. Las cosas estn en el mundo para ser lo que son, estn cerradas para ellas mismas y no cargan con un desear-ser o un deber-ser. Pero el hombre no est en el mundo como cosa sino como historia, como devenir. Como ser que hace camino al andar y debe construir activamente su propia historia personal y social.El hombre es constructor de su camino amasado en los ideales y los sufrimientos y lleno de promesas de vida. En l descubre la provisionalidad de su existencia y la tensin entre el ayer, el hoy y el maana que escapa hacia adelante para afirmarse como Eterno e Infinito.La experiencia de la finitud y la contingencia impact fuertemente en el pensamiento existencialista contemporneo y la soledad-angustia es un sentimiento de ahogo que deberamos llamar SOLITARIEDAD; negativo aislamiento individual, vaco de quien est consigo mismo como con un desconocido. Este pensamiento capt el dramatismo de una vida en la que el hombre no busca sino que construye caminos que no sabe si conducen a algn lado.Pero el camino humano es paradjico, por un lado existencia dolorosa y vaca y por el otro, vida cargada de significacin y luz.Donde la sola razn sufre el vaivn del pndulo de la duda, la responsabilidad de una vocacin muy consciente afirma decididamente el sentido por sobre las dudas...Boasso (2, Pg. 113)Sabemos que por esta misma responsabilidad la persona humana revela su madurez viviendo como VINCULARIDAD HACIA LOS OTROS. Se trata de la capacidad de convivir dentro de una sociedad determinada, en cuyo seno nacimos y cuya historia compartimos.Participamos de las costumbres de nuestro pueblo, de sus problemas, de sus hbitos y sus ritos. Compartimos el mate o la siesta, el asado con amigos, el hacer una gauchada o bailar un chamam. Nos diferenciamos de otros hombres y nos integramos en el conjunto, asumiendo que somos parte de un pueblo, en una regin determinada.En nuestra tierra, vivan, antes de la llegada de los espaoles, dos grandes pueblos aborgenes: los Charruas (minuanes) que pertenecan al grupo de los pimpidos, y los guaranes del grupo de los amaznicos. Por venir de regiones y razas diferentes, sus costumbres tambin diferan. Los guaranes venidos de la selva, pescadores y recolectores, se identificaban con la pluma de loro o manumb; los minuanes, venidos de la pampa, cazadores y guerreros llevaban en su frente con orgullo la pluma de and. Cuando grupos de estos pueblos se encontraban, era costumbre ofrendarse mutuamente sus plumas como signo de amistad.La pluma de and est grabada en el interior de la historia de Entre Ros como signo de fraternidad y libertad.La pluma de and anda en el aire, dice Linares Cardozo, signo de un pueblo que ofrece lo mas propio, lo que no se puede comprar ni vender:la libertad.Pluma nutricia de libertadPluma sagrada de la patriadalos de Ramrez el federalTus ansias llenas de ala y trinode autonoma justicia y paz.(Pluma de and -.Linares Cardozo)As cuenta Yupanqui su relacin con dos entrerrianos:Pero nada hacame olvidar el rincn espinoso de las puertas de Montiel, pasando Lucas Gonzalez, donde rezaban su entrerrianidad, Clmaco Acosta y Cipriano Vila.Ellos tambin devolvieron al Viento las hilachas del canto perdido .Ellos nutrieron de temas ejemplares mi alforja de muchacho andariego, sin calendario ni fortuna, caminador por los montes bravos sin ms brjula que un desvelado corazn paisano. (25, Pg., 38)El caminante cuyo andar fuese un bsico buscarse a s mismo, replegado sobre su yo como para autoprotegerse, habra elegido un destino estril.La vida humana es frtil en la medida que se dona; el gesto del amor, que trasciende el yo-replegado y se dirige al otro, carga al hombre de fecundidad. Dar es ganar y guardar es perder. Tal es la clave del amor.Vaca de amor la vidaes una calle cortadaa ninguna parte llevaen ella empieza y se acaba. (Meloni 2, Pg. 123)II. 3. EL COMPROMISO SOCIALEl amor no termina en el compromiso personal sino que all solo comienza. Aquel que ama es un ser centrado en el bien y en la justicia y no slo la procura para l y los que l quiere sino para todos los hombres. En este sentido creo que el mundo debe superar la norma de la equidad, propia del capitalismo y pasar a la de la justicia social que consiste en dar a cada uno lo que necesita y no a todos por igual. Pero ni siquiera eso se cumple.En su boca no hay razones aunque la razn le sobreque son campanas de palo,las razones de los pobres. (Martn Fierro, Parte I, canto VIII)No es posible el dilogo humano en un mundo tan desigual y que abisma cada da las desigualdades. Los ndices macroeconmicos no relatan la historia, cada vez ms frecuente, de los chicos abandonados o semi abandonados; de la prostitucin infantil y la delincuencia que est ligada a la marginalidad social.El mundo del consumismo desenfrenado ha generado marginalidad, porque ha despojado a los pobres hasta de su dignidad y su valor y ha convertido al poderoso en lobo de sus hermanos.El dilogo humano comprometido con la historia debe pretender dar a cada uno lo que necesita para desarrollarse como hombre. Ante todo debe devolverle al hombre los valores fundamentales; formarlo para la vida y hacerle posible la construccin a travs del trabajo.El trabajo es atributo que distingue al hombre de las otras criaturas inferiores y constituye una dimensin fundamental de la existencia humana. En el trabajo del hombre se construye cada da su propia dignidad, en la que a la vez est contenida la medida incesante de la fatiga humana, del sufrimiento y tambin del dao y de la injusticia que invaden la vida social. Recuperar los ideales permite al hombre soportar lo opaco y decepcionante de su vida. Cuando los hombres pierden las ilusiones -se des ilusionan-es muy difcil que se comprometan con la actividad constructora de la cultura. El que no cree, no espera. y el que no espera, no hace.Siempre que hacemos algo lo hacemos desde la perspectiva que nos dan los objetivos. Proyectamos cuando tenemos esperanza.Por eso hay que recuperar la esperanza.La esperanza abre la historia dinamizndola hacia adelante y no permite que el hombre se cierre en el ngulo muerto de lo que fue, de ese modo lo proyecta hacia nuevas iniciativas y lo libra de eventos que aprisionan y deshumanizan. Sin mayores ambiciones luchar pami es un deber s muy bien que en esta tierra queda mucho por hacer. (Copla Linares Cardozo)La dimensin vincular del hombre con el hombre, del hombre consigo mismo (problema existencial) y de los hombres entre si (problema social), se vive en cada pueblo segn una escala de valores propios de una cultura. Profundizaremos pues en los valores que consideramos fundamentales para la educacin.III. LOS VALORES, CAMINO DE LA REALIZACIN HUMANAIII.1. LOS VALORES CLAVES DE LA EXISTENCIASi el hombre es un ser esencialmente valorador, ser muy importante que el escuerzo fundamental de la educacin sea la identificacin y la eleccin de los valores humanos permanentes as como la concrecin de stos en modelos.En comparacin con el animal cuya vida es un proyecto cerrado, el hombre puede elegir. Puede reprimir su impulso vital y optar por llevar adelante un proyecto abierto; gracias al factor no vital que Scheller llama espritu. (18)El hombre puede reprimir y someter sus propios impulsos; puede a diferencia de los animales decir no.Los seres que no valoran viven haciendo simplemente lo que sienten (...) El ser que valora, lo hace, precisamente porque se experimenta disponible ante la pluralidad de posibilidades y a la vez desquiciado por el vaco mientras no elige un valor que lo justifique.Labak ( 4, Numero 4-5 )La posibilidad de valorar constituye una ventaja con respecto a los dems vivientes, ya que le permite al hombre adaptarse y resolver situaciones cambiantes y complejas, pero es un gran peso porque lo condena a vivir optando y juzgando. Al culminar el proceso de hominizacin, el primer homnido que lo logra, es expulsado del paraso de los instintos y condenado al gozo y al sufrimiento que provoca la libertad.sto es referido de manera mtica en el relato del pecado que aparece en la Biblia (Gn 2 y 3). En ellos se cuenta que entre todos los rboles del Edn hoy dos rboles en el centro: el de la VIDA y el de la SABIDURA, LA CIENCIA, EL BIEN Y EL MAL.Dios prohbe al hombre comer de este ltimo rbol; no as del rbol de la vida que le estaba concedido. Y el hombre, al desobedecer esta prohibicin se siente desnudo, podemos decir que experimenta la orfandad espiritual propia de su condicin no-vital y la angustia de tener que elegir.Y dijo Yahv Dios! he aqu que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! y agrega ahora, pues, cuidado no alargue su mano y tome tambin del rbol de la vida y comiendo de l viva para siempre. (Gen. 3,22)Si bien el hombre por ser espiritual es un ser separado de lo estrictamente material; es parte del mundo y recibe de l la ley de la vida, la posibilidad de la creacin y la realidad de la accin moral.Cuando el ser humano se constituye dueo de las cosas y juez de sus acciones, sin aceptar el orden establecido, se condena a si mismo a la solitariedad, y comete el nico pecado imposible de perdonar:la Soberbia.El que cree que sabe y hace bien, nunca podr enmendar su error. Para ser perdonado se necesita arrepentimiento y nadie puede arrepentirse si cree que obr bien.Los rboles bblicos representan el anhelo del espritu de poder y libertad, junto al ansia de la vida para siempre. Estos anhelos son posibles si nos hacemos humildes, seres hechos de humus que llevamos en un recipiente de barro el regalo precioso de la vida.Es en la posibilidad de optar, en la que el hombre se encuentra con su realidad paradojal: tiende al bien, pero puede elegir el mal; tiende al amor pero puede odiar; tiende a la vida pero puede condenarse a la muerte, busca la felicidad y es infeliz, quiere alegrarse y muchas veces, se angustia.El hombre es el nico viviente capaz de buscar y acoger los valores fundamentales y permanentes que le permitan superar el tedio del sinsentido y de la nada pero tambin puede condenarse a la muerte.El hombre es un ser proyectado. Vive en razn de un futuro que lo arranca del tedio.El hombre es una esperanza.Proyecto y esperanza son nombres del valor que nos justifica.Labak (4, Pg. 23)Tenemos que admitir que el hombre no inventa el valor, lo descubre en la trama profunda de su ser y en sus relaciones personales.Se le aparecen porque estn insertos en la realidad; el individuo puede aceptarlos o rechazarlos descifrando el entramado de la vida y leyendo la realidad. Por esto decimos que el hombre puede nombrar.La educacin debe buscar llevar al hombre hacia su propio encuentro, en el silencio de la escucha, para que pueda percibir sus llamados ms profundos.Si la educacin no lleva a ese encuentro ser difcil no perderse en el laberinto de los deseos y las necesidades ocasionales. Ser imposible reconocer que la vida es una conquista y que supone un esfuerzo creador.La cultura no crea los valores: Los descubre y les da un orden de prioridad (escala de valores). No es el mismo el valor de un rbol para un citadino exportador de madera que para una familia que comparte bajo su sombra sus charlas ms profundas. Evidentemente que en una escala estar primero el valor econmico y en la otra el afectivo. Los dos valores estn en la realidad pero es el hombre que elige y renuncia tanto a uno como a otro. Elegir es renunciar, precisamente por esto hay que formar la conciencia moral para la opcin.Ni el rigor de la ley, ni el facilismo de la anomia conducen al hombre a la libertad sino la conciencia de aquel que se siente respetado en el ncleo mismo de su persona y de su libertad.El exceso de rigor genera obsecuentes estriles o rebeldes absurdos; el facilismo abandona al hombre a sus impulsos: podr gozar pero no se realizar como personalidad madura y con esperanza.El conflicto humano moral puede ser resuelto valorando y aceptando la posible equivocacin como un modo de aprenderSi obedecemos por temor al castigo, es slo cumplimiento. Esto es sumirse en la hipocresa moral, ser lobo con apariencia de cordero. En realidad hay cumplimiento y no obediencia. Por un lado cumplo, con la apariencia y por otro miento, con la intencin.Al hombre le es posible un comportamiento asctico, que responda a la norma de:el bien mayor, el mayor gozo, el menor destrozo.Hacer siempre lo bueno, gozar lo que hacemos, sea que nos cueste o sea que nos guste y hacer lo que provoque menor dao al otro.No siempre aprendemos de los aciertos, tambin nos ensean las derrotas, el fracaso, la muerte; aprendemos en la medida que mantenemos nuestra esperanza. Sin fe el alma se seca deca Gandhi; sin esperanza nos gana la nada, ya no existimos: sobrevivimos.La vida procede necesariamente por ensayo y error y un buen educador deber evitar en lo posible, ciertos errores que son de difcil retorno. Y deber acompaar para ayudar a crear el clima de lealtad con la vida que hace posible la enmienda y la adquisicin de la experiencia. Que es el fruto de haberse codeado con el peligro y con el esfuerzo. Labak (4, Numero 92)Educar es pues ayudar a elegir cules valores son primero y cules ltimos. As cuando se elige una escala de valores se tiene como base la escala comn que el pueblo, la regin y la familia, a la que cada uno pertenece, ha hecho propia. Todos hemos nacido en un ambiente vital que, como dijimos anteriormente, nos modela.III. 3. EDUCACIN Y CONSTRUCCIN SOCIALAnte este panorama debemos preguntarnos nuevamente: Cules son los valores permanentes y cules los cambiantes?Cambiar es siempre mejorar?a) LIBERTAD Y RESPONSABILIDADSi no se cree en nada, si nada tiene sentido y no podemos afirmar valor alguno, todo es posible y nada tiene importancia. Albert Camus (4, Pg. 85)La libertad sin el correlato de la responsabilidad es una libertad sin sentido que lleva a la anomia. Esto es como decir: Si no hay ley somos libres. En realidad estamos diciendo que si No hay ley, no somos responsables, la responsabilidad, es la dimensin de la libertad que da sentido a la vida.No es cierto que mi libertad termina donde comienza la del otro, sino, como dice Labak Mi libertad comienza donde empieza la del prjimo. No es el otro el que me limita, soy yo el que me limito por ser responsable de mis actos. En realidad all donde empieza mi responsabilidad empieza mi libertad. El hombre no es un individuo encerrado en el egosmo sino abierto a la trascendencia y al encuentro. En este sentido, la libertad es la liberacin de la fantasa de omnipotencia y omniposesin que nos lleva a descubrir y asumir la realidad. Una realidad que no termina en lo que somos, sino que est lanzada como una flecha hacia lo que queremos y debemos ser.El hombre est llamado a vivir en la tensin entre lo que es y lo que debe ser. No puede renunciar a esta condicin. Si opta por el presente, por lo que es, acaba perdiendo el entusiasmo. Si opta por lo que est llamado a ser, debe abandonar la comodidad y la seguridad para realizarse trascendiendo sus lmites.Ser libre para el hombre es ir hacindose libre. La libertad no es un lugar donde debemos llegar sino un camino que hacemos con responsabilidad. La libertad humana es una conquistaLabake (5, Pg. 152)Una conquista que muchas veces choca con la idiotizacin mental que produce la propaganda consumista y con la violencia del mundo ms preocupado por tener que por ser.La sociedad capitalista tecnotrnica, que instal el modelo del consumo como matriz para la formacin de la personalidad, sufre los embates de las personas que contribuy a formar. No slo se consumen los productos queridos sino algunos no tan queridos. As, es mayor la ingesta de alcohol, tabaco, drogas de todo tipo, legales e ilegales, que consumen lentamente las conciencias individuales sin permitir que los sujetos asuman su propia identidadEl modelo propuesto, que vincula con objetos, tiende a que olvidemos la verdad de nuestra subjetividad: no se puede llenar con cosas las carencias espirituales. Violencia y desesperacin son dos caras de una sociedad que no da respuesta a los dramas humanos profundos. El otro humano no puede ser reemplazado por objetos sin vida; no es posible eliminar (descartar) a los seres humanos que no me gustan, que no piensan igual, o que actan diferente.La libertad responsable, nica posible, nace del encuentro personal; el otro, me libera de la aspiracin de omnipotencia porque se constituye como LIMITE y promueve en m la toma de conciencia de mi realidad creatural-relacional.En el proceso educativo debe hacerse realidad este encuentro personal, educando-educador, para que la libertad creativa y responsable sea conquistada por ambos.Ni el educador puede ser libre sin el educando ni el educando puede serlo sin el educador Labak (5, Pg. 146)En ltima instancia la educacin de la identificacin con modelos y no por absorcin de simples palabras.La escuela deber ocuparse de la persona y su personalidad, para esto es esencial la actitud dialogal y el acompaamiento firme y comprometido del educando. Se trasmite la ciencia y se crea conciencia de pertenencia a un pueblo. Ni la familia ni la escuela pueden renunciar a crear el espacio para que la persona sea libre, ni pueden dejar de formar hbitos bsicos para posibilitar la integracin al medio social sin que el individuo deje de diferenciarse de los otros. Procurando el mximo de diferenciacin y el mximo de integracin.IV. LA EDUCACIN COMO PROCESOIV.1. DE DIFERENCIACIN - INTEGRACINHay que educar en un mundo que necesita respetar cada vez ms las diferencias y a la vez integrarse en una comn tarea por una esperanza de realizacin.El individuo humano es impensable sin el otro. Somos en el seno del nosotros. Porque somos humanos. Pero a la vez lo somos porque en cada uno existe un centro indivisible y nico e intransferible de referencia y de responsabilidad.Labak (5, Pg. 167)Diferenciarse es apreciarse en la totalidad personal, sin confusiones ni miedos pero en este proceso no se puede dejar de lado la percepcin del otro, antes bien, el otro me sirve como espejo para el propio conocimiento; conocindolo me conozco y me separo. La diferenciacin no nace pues, en el individuo aislado, sino en la relacin integradora que a su vez es diferenciadora. En la educacin no son buenas ni la uniformidad total ni la informidad. Para educar es bueno diferenciar personas y roles, que cada uno ocupe su lugar y respete el lugar del otro, entablando un dilogo creativo y comprometido.Integrarse es aceptar que no somos sin los otros y pertenecemos a un pueblo que tiene sus costumbres, valores y metas comunes.El aislamiento no genera personalidades sanas. La salud se adquiere cuando el individuo logra el mximo de independencia junto al mximo de pertenencia. Porque el ser humano es un ser paradojal. Es cuerpo espiritualizado y espritu encarnado; ni slo espritu ni slo cuerpo, ambos a la vez.Educar para la integracin es un esfuerzo que debemos realizar. Hacer que los hombres conozcan su medio, se relacionen y utilicen los instrumentos que la sociedad les propone. Integrar es hacer pertenecer, es sealar caminos y posibilidades, encarar proyectos y aceptar la gua de los otros.Educar para la diferenciacin es crear una persona con espritu crtico; que sepa apartarse de la cotidianidad para pensar en la universidad. Un hombre que pueda cuestionar y cuestionarse, que pueda ser persona en la multitud y no individuo annimo en la masa.Para integrarse es necesario aceptar un proyecto comn por realizar: educar y educarse. IV. 2. DE IDENTIDAD Y SENTIDOa) LA FUNDACIN DE LA IDENTIDAD.El proceso de personalizacin, esto es la educacin, no empieza en la institucin escolar, sino en la familia.He aqu la ms importante institucin educativa formadora fundamental de la identidad a partir de modelos, valores y hbitos socializadores.Nadie es fruto de un momento, sino de una historia que no empieza en el nacimiento ni en la gestacin, sino antes. No es lo mismo ser hijo del amor de unos padres que lo esperan con alegra y responsabilidad, que haber nacido por el desorden de una pasin irresponsable. El hijo deseado no es lo mismo que el tolerado o el no querido.La familia, en especial la historia de los padres, marca a fuego la humanidad del nio an antes de nacer.Al nacer el beb establece con su madre o su padre una relacin de la que depende. Esta primera relacin contiene dos informaciones bsicas. La experiencia emocional del propio Valor y la experiencia del Esquema Corporal. Ambas dimensiones de la imagen de s mismo son importantes y complementarias. Reconocer la totalidad del propio cuerpo, alcanzar una vivencia positiva y gozosa del propio esquema corporal y de s mismo, como sujeto integral, es condicin para la salud psquica.La madre representa en los primeros meses de vida, que son altamente significativos para el nio: la realidad.Si la relacin materno-filial es buena, el nio incorporar una imagen positiva del mundo como lugar en el que es posible vivir.Los padres son los encargados de dar vida, afecto y seguridad y servirn de modelos para sus hijos. Del equilibrio con que acten depender, en gran parte, la posibilidad de adaptacin y la formacin de su IDENTIDAD.Tanto el exceso de satisfaccin como el de frustracin son negativos para el desarrollo normal de la personalidad. Ya que el nio deber saber y vivenciar que la vida es hermosa pero no es fcil. Si aceptamos sus reglas de juego podemos descubrir que la dificultad asumida es una fuente de energa y alegra que hace palpable su hermosura.La informacin y la transmisin de conocimiento se realizan sobre la base de los modelos y valores que el nio internaliz. Esto condiciona tanto EL ACCESO EMOCIONAL a la realidad como el ACCESO RACIONAL a la misma.Por eso es tan difcil aventurarse a educar sobre todo si los educandos son frutos del desamor, la miseria o la ignorancia y siguen viviendo en un ambiente familiar o social predisponente a las conductas agresivas. Es una tarea que muchas veces frustra a quienes no estn preparados para aceptar el fracaso.Es el nio quien, sobre la base gentica y en el contexto de los restantes factores ambientales, ir fundando su vida.Pero no solo ni al margen de quien lo acompaa y es responsable de brindarle el marco de una relacin positivamente estructurada.La familia es clave para la FUNDACIN DE LA IDENTIDADYo creo que no es necesario, e incluso es perjudicial, ser, o parecer perfectos en la educacin de los hijos o los alumnos. Los errores y los conflictos son positivos si se tiene la suficiente madurez como para reconocerlos y cambiar la conducta. No se puede vivir en la familia y en la escuela con una actitud sobre protectora como en una campana de cristal.Los jvenes tienen derecho de vivir, en su propia generacin, con sus costumbres y sus valores, sin, por eso, perder su propia identidad.Cuando los chicos crecen la experiencia emocional de la infancia debe completarse con la experiencia RACIONAL. Es el momento de PERCIBIR la realidad y no slo sentirla. En la adolescencia es fundamental el juicio crtico frente al mundo para que puedan elegir y comprometerse.Los adolescentes actuales, quiz por influencia de la TV, son hipercrticos para con el mundo FAMILIAR o ESCOLAR, pero no lo son tanto ante el mundo MEDIATICO. Muchos adultos actan en esto como adolescentes. Lo que dicen en la TV o en Internet, es casi sagrado, y los padres y maestros, tenemos la ingrata tarea de hacer ver que la realidad no es la que expresan los medios, sino que estos transmiten intencionadamente slo una parte de ella. No hay discurso neutro, siempre hay intencionalidad.Es el momento, de hacer pensar, de ayudar a ser crtico y coherente. Pero pensar y hablar van de la mano. No se puede pensar sin palabras por eso ayudar a pensar es tambin colaborar en la expresin del pensamiento, clarificando ideas y contenidos.Si la escuela no se organiza para ensear a percibir, como forma de alcanzar un lenguaje maduro, todo lo dems ser de dudosa calidad.La gran herramienta es la capacidad de pensar y comunicarse correctamente.Labak (3, Pg. 163).Esta herramienta es la llave que conduce a la accin, en ella, el pensa