LA EDUCACIÓN DEL VALOR RECONOCIMIENTO DEL...

89
1 LA EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS LUZ TERESA MONTAÑO HERRERA TUTOR PROFESOR LUIS ANTONIO LOZANO UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS FACULTAD DE EDUCACIÓN ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA DE PROYECTOS EDUCATIVOS INSTITUCIONALES BOGOTA 2015

Transcript of LA EDUCACIÓN DEL VALOR RECONOCIMIENTO DEL...

1

LA EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO DEL OTRO” CON NIÑOS Y

NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS

LUZ TERESA MONTAÑO HERRERA

TUTOR

PROFESOR

LUIS ANTONIO LOZANO

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

FACULTAD DE EDUCACIÓN

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA DE PROYECTOS EDUCATIVOS

INSTITUCIONALES

BOGOTA

2015

2

LA EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO DEL OTRO” CON NIÑOS Y

NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS

LUZ TERESA MONTAÑO HERRERA

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

FACULTAD DE EDUCACIÓN

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA DE PROYECTOS EDUCATIVOS

INSTITUCIONALES

BOGOTÁ

2015

3

RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN

RAE

TIPO DE DOCUMENTO:

MONOGRAFÍA

NIVEL DE CIRCULACIÓN :

RESTRINGIDA

ACCESO AL DOCUMENTO:

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

TÍTULO DEL DOCUMENTO:

EL VALOR DEL “RECONOCIMIENTO DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A

CUATRO AÑOS

AUTORA:

MONTAÑO HERRERA, Luz Teresa

PALABRAS CLAVES: valores, educación en valores, modelo de educación en valores,

reconocimiento del otro, Pedagogía Afectiva, personalidad, infancia, estrategias de

Educación en Valores, Aprendizaje Cooperativo.

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO: Ésta investigación muestra la pertinencia de abordar el

valor “reconocimiento del otro” con niños y niñas de dos a cuatro años, desde la

educación en valores. Se presenta el reconocimiento del otro como un sistema de valores

que contribuye al desarrollo de la personalidad, en ese sentido, se toma el modelo de la

personalidad, por su enfoque integrador en la comprensión del niño y niña como

biopsicosocial. Al final de esta investigación, se diseñan estrategias para la educación

del valor “reconocimiento del otro” con el fin de mostrar cómo se puede explicitar e

intencionar éste valor dentro del trabajo con los niños.

FUENTES:

ALLPORT. Gordon (1970) “Psicología de la personalidad” Barcelona. Editorial Herder

4

ALLPORT. Gordon (1970) “La personalidad su configuración y desarrollo” Barcelona.

ARANA, Martha. (2006) “Los valores en la formación profesional” Revista Tabula Rasa.

No. 4. Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, Bogotá

ARIAS, Juan de Dios (2005) “Aprendizaje Cooperativo” Universidad Pedagógica Nacional.

Fondo Editorial. Bogotá.

BATISTA, Nuris. (2001) Documento Tesis Doctoral. “Una concepción de Educación en

Valores, para el diseño curricular en Ingeniería” Universidad de La Habana.

BOTERO, Carlos (2005) La formación de valores en la historia de la educación

colombiana. Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) Número 36/2 Junio

10 del 2005.

CARRERAS LLorenc (2001) “Cómo educar en valores.” Ed. Narcea. Madrid

COLECTIVO DE AUTORES (1996) “Tendencias pedagógicas contemporáneas”

Universidad de la Habana. Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación

Superior CEPES. Corporación Universitaria de Ibagué. Fondo Editorial. Ibagué Colombia

Constitución Política de Colombia 1991 Artículos 41 y 67

LINEAMIENTOS Curriculares para el área de Ética y Valores Humanos. Orientaciones

para la Formulación de los Currículos en Constitución Política y Democracia. OEI (1998)

Ley General de Educación Artículos 142, 87, 17, 40, 39, 92, 94.

SALDARRIAGA, Oscar (2003) “Del oficio del maestro prácticas y teorías de la pedagogía

moderna en Colombia” Cooperativa Editorial Magisterio. Bogotá

De ZUBIRIA, Miguel (2004) “Enfoques pedagógicos contemporáneos” Fundación

Internacional de pedagogía Alberto Merani. Bogotá.

CONTENIDO:

La presente monografía quiere dar a conocer la importancia que tiene intencionar los

Valores, en el trabajo con los niños de dos a cuatro años. Por tanto se toma la

Educación en Valores ya que ésta intenciona, explicita y particulariza los valores en la

educación y se propone el reconocimiento del otro como sistema de valores que

contribuye en el desarrollo de la personalidad del niño y la niña.

Para el desarrollo de esta investigación se desarrollan dos capítulos a saber:

El primer capítulo, tiene carácter teórico – conceptual, acerca de la educación en

valores y el reconocimiento del otro como sistema de valores para el desarrollo de la

5

personalidad del niño. Así mismo, se define el modelo de educación en valores sobre

el cual se trabaja y proyecta un análisis que da pie para proponer estrategias

educativas.

En el segundo capítulo, se diseñan estrategias pedagógicas para el desarrollo del

valor “reconocimiento del otro” desde la Pedagogía Afectiva y el Aprendizaje

Cooperativo. Para esto, se da la definición del valor “reconocimiento del otro”, se

identifica el sistema que lo compone, se explican las etapas para la educación de este

valor según las edades de los niños, y se presentan las estrategias, con sus objetivos

y las actividades para el desarrollo de éstas.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN :

El diseño de investigación se concibió a partir del paradigma epistemológico de la

complejidad, la dialéctica o integración y “unidad” del conocimiento, como respuesta a los

enfoques disciplinares. (Morin, E, 1999) y que por tanto reconoce al conocimiento como

objetivo y subjetivo, como resultado, proceso y actividad, en su relación con la sociedad,

en su pertinencia en relación con los contextos específicos y su carácter global, en la

comprensión del ser humano como biopsicosocial.

El tipo de investigación que se realizó se clasifica según:

Según su propósito es básica o fundamental,

Según los medios para obtener la información es documental

Desde el nivel de conocimientos que se desarrollan es descriptivo-explicativa,

Dependiendo del campo de conocimiento es científica

Se considera que desde el punto de vista más general el método utilizado es el inductivo-

deductivo,

Es así como esta investigación, toma de la práctica la mirada de la realidad como

fuente primaria, que condiciona el interés del problema (lo inductivo), y de la

pedagogía y otras ciencias referidas a la educación, lo deductivo del método; por lo

tanto, interrelaciona la teoría y la práctica pedagógica.

La investigación se realizó en las siguientes etapas de trabajo:

En un primer momento, se hace un análisis documental y bibliográfico de los

6

diarios de campo de la docente, de las prácticas realizadas en los años 2005 –

2007, y se decide trabajar sobre el valor “reconocimiento del otro”. Se analizan

documentos relacionados con educación en valores publicados por la OEI, se

buscan proyectos de grado que más se relacionen con valores y se participa en

una conferencia sobre “Convivencia y Conflictos en Instituciones Escolares de

Bogotá”.1

En un segundo momento, se realiza un abordaje teórico más profundo para

conceptualizar los términos más importantes en la investigación como: valores,

educación en valores y desarrollo de la personalidad en la infancia y en particular

de los niños y niñas de dos a cuatro años.

En un tercer momento, se hace un análisis de lo encontrado en los documentos, se

da la confrontación de teorías desde diferentes ciencias; psicología, neurociencia,

pedagogía, entre diferentes autores y profesionales de la Escuela Maternal (a

partir de una exposición realizada en dicha institución) de ahí que en esta etapa,

se sustenta la educación en el valor “ reconocimiento del otro” en niños y niñas

de dos a cuatro años, y determinar el modelo de educación en valores a seguir,

denominado “del desarrollo de la personalidad” ésta, entendida de manera integral

como biopsicosocial.

En un cuarto momento, se diseñan estrategias de educación del valor

“reconocimiento del otro”, para ello se toma como enfoque pedagógico la

Pedagogía Afectiva y el Aprendizaje Cooperativo.

CONCLUSIONES:

1) Aun existe una lucha constante por sacar los valores del currículo oculto y

explicitarlos, intencionarlos y particularizarlos dentro de la educación, ya que se

han convertido en una necesidad, por la importancia que tienen en la formación

social del colombiano, pues desde la educación en valores y más exactamente en

la del “valor reconocimiento del otro” intencionado desde la educación inicial, se

contribuirá a la formación de sujetos con mejores formas de relación que

contribuyan, de manera positiva a la problemática socio política a la que se

enfrenta el país.

1 Conferencia realizada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), a la cual tuvimos el

gusto de asistir. La conferencia fue dada en Bogotá los días 6 y 7 de Noviembre del 2007.

7

2) La negación de que el niño ha sido objeto durante muchos años es una realidad

que no puede ser ignorada, lo que marcó la historia de los niños y niñas por

muchos años, tanto que hasta ahora se está tomando consciencia sobre el lugar y

los derechos de la niñez. No obstante, los educadores no pueden quedarse

encasillados, recordando esos hechos históricos lamentables, si en un tiempo la

niñez no fue reconocida por la sociedad, es tiempo de propiciar el bienestar de la

infancia, que desde el aula el maestro reconozca a los niños y propicie que entre

ellos se dé un reconocimiento, que les permita reconocerse a ellos mismos y

aceptar al otro en su diferencia y su igualdad, para contribuir a la construcción de

una mejor sociedad.

3) Uno de los valores más importantes para trabajar con niños y niñas de dos a

cuatro años, es el valor “reconocimiento del otro”, pues en la medida que el niño

acepte al otro a pesar de sus diferencias con amor y cuidado, le será posible

entablar relaciones armoniosas en el presente y en el futuro. Es decir se trata de

formar un ser humano con comportamientos que promuevan la justicia, el amor y

respeto hacia los otros. Educar en el valor “reconocimiento del otro” con niños y

niñas de dos a cuatro años, es necesario y posible, en tanto son seres humanos

que necesitan del otro para vivir, construir su yo y dar sentido a su existencia.

4) Si bien es cierto que los valores hacen parte del ser humano y que se reflejan en

sus acciones, por tanto están en cualquier interacción que éste tenga con otros

semejantes o con cualquier cosa creada, también es cierto que para que los niños

y las niñas los puedan vivir e interiorizar, y manifestarlos en sus conductas, es

necesario que los valores se intencionen y se trabajen en las áreas del

conocimiento a desarrollar con los niños. Para esto, es necesario que existan

estrategias de Educación en valores que le den al docente la posibilidad de

concretar éstos en su quehacer educativo.

FECHA DE ELABORACIÓN

8

Tabla de contenido

EL VALOR DEL RECONOCIMIENTO DEL OTRO CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS

A CUATRO AÑOS .................................................................................................. 9

Presentación ........................................................................................................ 9

Justificación ....................................................................................................... 11

Pregunta problema ......................................................................................... 19

Objeto de estudio ............................................................................................... 19

Objetivo General ................................................................................................ 19

Objetivos Específicos .................................................................................... 19

METODOLOGÍA .................................................................................................... 21

MARCO TEÓRICO ................................................................................................ 25

Marco histórico (Antecedentes) ......................................................................... 25

Marco referencial ............................................................................................... 31

Marco conceptual ............................................................................................... 34

Marco legal ........................................................................................................ 36

Marco contextual ................................................................................................ 39

CAPITULO I .......................................................................................................... 50

“FUNDAMENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO

DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS. ........................ 50

CAPÍTULO II ......................................................................................................... 68

DISEÑO DE ESTRATEGIAS DE EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO

DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS. ........................ 68

ASPECTOS FINALES. ......................................................................................... 83

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 85

9

EL VALOR DEL RECONOCIMIENTO DEL OTRO CON NIÑOS Y NIÑAS DE

DOS A CUATRO AÑOS

Presentación

Con el propósito de presentar la monografía, lo que a continuación se señala es

una breve introducción de algunos aspectos que la autora considera necesario

dar a conocer, y que se desarrollan en el capítulo II. Posteriormente se exponen la

justificación, el objetivo y el problema

La forma en que se relacionan los niños y niñas entre ellos, estando inmersos en

el contexto educativo, es algo que no puede ser ajeno a los maestros que están

con ellos. Los niños y niñas actualmente ingresan a los jardines infantiles a

edades muy tempranas, y es allí donde van formando su carácter, autoestima,

autoconocimiento, forma de relacionarse con los demás, es decir “su

personalidad”.

En la relación que establecen los niños y niñas con los otros (familia, compañeros,

maestros y comunidad), surgen una serie de situaciones que deben afrontar, sin

embargo, de la manera en que los niños asumen esas situaciones, marcará el

desarrollo de su personalidad. En esas condiciones, el acompañamiento que el

maestro haga, para que los niños enfrenten del mejor modo este proceso, resulta

trascendental para su vida en la escuela.

Esta monografía, muestra la necesidad pedagógica y la pertinencia social que

tiene la educación en valores desde los primeros años de vida, para ello aborda la

10

educación del valor “reconocimiento del otro” en niños y niñas de dos a cuatro

años, para apoyar el desarrollo de las relaciones que éstos establecen en el

ámbito escolar, para contribuir a la construcción del desarrollo de la personalidad.

Para ello, se toma como fundamento pedagógico la “Pedagogía Afectiva” para

promover la competencia afectiva. Dadas las edades en que nos encontramos

trabajando.

Al reflexionar y analizar sobre el valor “reconocimiento del otro” se rescata el

carácter social del desarrollo de las personas, y por tanto el requerimiento de la

convivencia con los otros. Lo anterior exige un mínimo de valores compartidos

que permitan tejer relaciones de reconocimiento entre iguales desde lo individual

y sus diferencias, contribuyendo así al desarrollo individual y colectivo.

Para esto, la educación en valores resulta fundamental, pues es ella la encargada

de “redimensionar lo socialmente significativo” (Batista N. 2002;). Es decir, rescata

los valores dentro de la educación y los explicita e intenciona desde el currículo,

desde las mismas asignaturas y las relaciones que se establecen dentro de la

escuela, y por tanto la cultura y la sociedad. La educación en valores, busca la

integralidad del ser humano y aportar al desarrollo de todas sus dimensiones,

posibilidades y capacidades ya que uno de los principios que la mueve, es sacar

los valores del anonimato en que se encuentran en las instituciones educativas,

para que tanto estudiantes como docentes sean conscientes de la importancia de

estos.

11

Vale la pena aclarar que los valores según lo menciona Adela Cortina: “Forman

parte de la persona y de su realidad siendo una base fundamental en la vida del

ser humano, trascendental e inseparable de la persona” (Cortina, A, 2005; 16).

Esto es lo que permite que sean trabajados en las instituciones educativas, aún

sin tener una intencionalidad clara; pero el explicitar e intencionar los valores,

permite que sean vistos de otra manera, que sean tenidos más en cuenta y que

sean trabajados pedagógicamente con unas estrategias pensadas para hacer

explícitos los valores en el currículo escolar e implementarlos con los niños y

niñas desde sus primeras edades, ya que ellos están en pleno desarrollo de su

personalidad y de su identidad en un medio social y cultural. De lo anterior se

desprende que también la educación en valores debe intencionarse y explicitarse

en la infancia, lo que condujo a realizar una investigación de carácter pedagógico

que se expone en ésta monografía.

Justificación

En este aspecto metodológico se parte de dejar clara la idea o situación

problemática de la realidad de la educación infantil, a partir de las experiencias

tenidas en la práctica pedagógica, realizada por la autora en diferentes

instituciones educativas. A partir de ahí se justifica el interés, la necesidad de

realizar la investigación y se presenta el objetivo y el problema desde la pedagogía

y la educación infantil.

A continuación se describen algunas experiencias pedagógicas vividas que

constituyen el contenido de reflexión y análisis teórico que se realiza en la

12

investigación, con el propósito de eliminar su carácter empírico, y dar un

fundamento pedagógico a través de la Educación en Valores, desde el enfoque

Socio-cultural, la Pedagogía Afectiva y el Aprendizaje Cooperativo.

Dentro de las prácticas realizadas, se evidenció claramente situaciones en las que

la agresividad, entró a ser parte del contexto cotidiano de los niños y las niñas,

siendo ésta la que en muchas ocasiones medió sus procesos de socialización y

aprendizajes, afectándose entre ellos de manera física, emocional y psicológica.

Un claro ejemplo fue una situación que se vivió en la institución Casa vecinal

Jacqueline Kennedy en el año 2005; institución de carácter público, que atendía

niños y niñas de estratos uno y dos, quienes presentaban situaciones de maltrato,

abandono, padres en proceso de separación, entre otros. En dicha institución,

Mauricio, un niño de cuatro años, y los niños de kínder B continuamente se

estaban peleando, ya que, Mauricio amenazaba a las niñas diciéndoles que les iba

a matar a la mamá, esto generaba pelea y discusión entre ellos ocasionando llanto

en las niñas porque creían que en realidad iba a ocurrir lo que él decía,

fomentando de esta manera el mal ambiente, situaciones agresivas y discordia,

impidiendo que pudieran jugar juntos, dibujar, colorear, pintar, escucharse, entre

otras actividades.

Ante esta situación se decidió desarrollar un proyecto de aula que ayudara a

eliminar los conflictos y niveles de agresividad, no sólo en Mauricio sino en todos

13

los niños y niñas de este curso, sin dejar de potenciar los conocimientos que

tenían que trabajarse según lo exigido por la institución.

EL proyecto que se implementó, fue sobre “EL RECONOCIMIENTO DEL OTRO”.

Para su diseño y ejecución se tomó como referente la teoría socio cultural de Lev

Vigotsky, en la que se asume el aprendizaje como un proceso social, en donde

cobra importancia el contexto y la relación con los semejantes. Señala que “el

educando se apropia del conocimiento en la interacción permanente con los otros

seres humanos en el ámbito escolar, con su maestro y sus compañeros […] el

sujeto aprende de otros y con otros” (Rodrigo, M 1999; 33) Del mismo modo

rescata la importancia del otro niño, es decir del compañero, para avanzar en los

conocimientos. Introduce el concepto de zona de desarrollo próximo (ZDP),

definida como “la distancia entre el nivel real del desarrollo (del niño) determinado

por su capacidad de resolver un problema en forma independiente y el nivel de

desarrollo potencial determinado por la resolución de un nuevo problema bajo la

guía de un adulto (el maestro) o con la ayuda de otro compañero más capaz”

(Rodrigo, M 1999; 34). Es decir que un niño que haya adquirido un conocimiento o

habilidad, puede ayudarle a otro que aún no lo ha logrado para que alcance dicho

conocimiento o habilidad. Esto permite evidenciar que definitivamente es

necesario que los niños se relacionen, interactúen, trabajen juntos y de esta forma

propiciar un mejor aprendizaje.

En el proyecto se buscó favorecer el “reconocimiento entre ellos”, un

reconocimiento que fuera más allá de saber que el espacio lo estaban

14

compartiendo con otro niño y otra niña, este reconocimiento del otro como

semejante pero distinto a la vez, como persona que siente, piensa, se duele y

tiene distintas capacidades, las cuales les permitieron hacer muchas cosas juntos.

Un reconocimiento, que promovió en el niño y en la niña un conocimiento de si

mismo, respeto, amor y reconocimiento del otro. De esta forma, fue más fácil

entablar relaciones sociales amistosas y respetuosas, posibilitando la realización

de un aprendizaje y juego en grupo.

De ahí que el proyecto en mención, consistió en propiciar momentos de

sensibilización y encuentro entre los niños y niñas. Para comenzar, se realizaron

actividades de forma individual facilitando así, que ellos pudieran contemplar sus

propias elaboraciones, con ello se incentivó la autoestima, ya que la mayoría de

los niños y niñas decían que no sabían o no podían dibujar algo, aunque el dibujo

fuera lo que ellos quisieran y no un dibujo de algo en especial; generalmente se

comparaban con los niños o niñas que sí dibujaban, y al ver la capacidad de ellos

se negaban a dibujar. Por lo tanto la estrategia utilizada consistió, en que cada

uno se centrara en hacer su propio trabajo y las maestra pasaba por sus mesas

elogiándolos, felicitándolos por sus elaboraciones, preguntándoles qué habían

dibujado, marcándoles sus producciones y motivándolos con diversas palabras y

actitudes, buscando que lo que hicieran cobrara sentido y de esta forma fortalecer

y potenciar las diferentes habilidades de los niños y niñas.

A través de esta experiencia se evidenció que los niños y niñas ya no sólo hacían

rayas, sino que se esforzaban cada vez más por demostrar gráficamente la idea

15

que tenían y los que antes no dibujaban, ya comenzaban a rayar y a hacer

algunos gráficos sencillos, convencidos de que lo que estaban haciendo estaba

bien.

Cuando se consideró, que ya tenían motivación, interés y satisfacción por lo que

hacían, se decidió fomentar el encuentro entre ellos, motivándolos a que

mostraran las diferentes tareas que realizaban a los compañeros, con el fin de que

los niños y niñas ya no centraran su atención sólo en su actividad, sino que

pudieran comenzar a observar los trabajos de sus amigos y así comparar y

reconocer a sus compañeros.

Para lograr este avance en las relaciones de los niños a través del trabajo

individual y el trabajo grupal, se realizó una actividad para propiciar un cambio

significativo en las relaciones entre ellos; es decir, que pasaran de su aislamiento

y conflicto permanente, a la amistad, a compartir, al trabajo en grupo y al diálogo.

Dicha actividad se inició con la organización de los niños y niñas por parejas para

que se observaran y compararan sus semejanzas y diferencias físicas. Como

resultado final se llegó con ellos a la conclusión de que aunque eran distintos en

muchos aspectos, no obstante les dolía por igual si se lastimaban. Esto tenía el

objetivo pedagógico de bajar los niveles de agresividad entre ellos ya que se

iniciaban actividades en las que se relacionarían y se identificarían como iguales.

A partir de esta experiencia se llegó a algunos acuerdos para poder jugar y

realizar otras actividades en las que estuvieran juntos, pues no se desconoce que

16

es usual que los niños y niñas se agredan, y que esto en algunas ocasiones

hace parte del crecimiento de ellos, esas son formas de relacionarse, conocerse

y de conocer al otro, sin embargo, no se puede permitir que el niño siga creciendo

así, es necesaria la acción de la sociedad, padres y maestros para ayudarles a

avanzar a etapas de desarrollo superiores, y por tanto a mejores formas de

relacionarse.

Lo que más se rescata de este proyecto es que durante estas intervenciones,

surgían inconvenientes, entre los niños y niñas y en ese momento la maestra

aprovechaba para hablar con ellos, y ayudarlos a través de preguntas a reflexionar

sobre las actitudes que asumían. Como resultado se pudo evidenciar que entre

ellos mejoraron sus relaciones interpersonales, pues ya no se lastimaban

físicamente (tanto), verbalmente se expresaban mejor y llegaron no solo a

respetarse sino a colaborarse en sus necesidades.

Las formas de madurez en las relaciones que posibilitan avanzar a nuevas

etapas de desarrollo biológico y psíquico entre los niños y niñas tienen diferentes

formas de manifestación, no sólo mediante la agresión física. Otro ejemplo se

pudo constatar en el Colegio femenino Marillac, en el año 2007 allí por el contrario

las niñas vienen de familias con mejores condiciones económicas, de estratos tres

y cuatro, cuyos padres y madres proveen a sus hijos todo lo que consideran es

necesario para que “vivan bien”. Sin embargo, en estas poblaciones lo que se

evidenció fueron problemas de racismo, ya que las niñas (en su mayoría), en

medio de las charlas expresaban antipatía por las personas de color.

17

Situaciones como estas y muchas otras parecidas se presentaron en los distintos

sitios de práctica con niños y niñas pequeños, menores de siete años, estas

realidades son semejantes a las que se viven en los colegios con niños y niñas de

primaria y bachillerato, con la diferencia de que se hacen más fuertes y peligrosos

los problemas que se presentan en esos centros educativos (casi a diario) ya que

los niños son más grandes, tienen más fuerza y más motivos para amar o para

odiar. Como se puede observar en las descripciones hasta ahora realizadas,

aunque los niños eran pequeños, Mauricio y sus compañeros tenían cuatro años y

las niñas del colegio Marillac tenían seis, ya venían con unas construcciones en su

personalidad que les permitía relacionarse con sus compañeros y con las

personas que los rodeaban de manera positiva o negativa; todo esto permite

pensar, ¿será necesario esperar a que los niños cumplan seis o siete años para

comenzar a trabajar sobre estas situaciones con ellos? ¿Tendremos que esperar

un desarrollo biológico para educar en valores? ¿Si hubo situaciones que

incidieron sobre el niño o la niña para que actuaran de forma agresiva, excluyente,

etc. no se podría incidir sobre ellos con otro tipo de situaciones que les permitiera

llegar a los cuatro, cinco o seis años con mejores relaciones?

Estas preguntas y muchas otras, llevaron a la autora de esta monografía a

estudiar al respecto, y encontraron que muchos de los comportamientos de los

niños y de las niñas son resultado de sus relaciones sociales, y que la Educación

en Valores resulta adecuada para trabajar con ellos ya que ésta, busca

“redimensionar lo socialmente significativo de la realidad y, del proceso educativo

18

en la formación del estudiante, que contribuye al desarrollo de la personalidad”

(Batista, N. 2002).

Las anteriores reflexiones y análisis que se hacen en torno al valor

“reconocimiento del otro” y a su incidencia en el desarrollo de los niños y niñas se

convierte en una preocupación pedagógica de la que hoy la autora de esta

monografía, decide que dichas ideas deben continuarse desarrollando en los

diferentes centros de educación. En estas nuevas experiencias pedagógicas, se

resalta la realizada en el jardín infantil Maidilu Pre School en el año 2012-2013 y

2014, llevada a cabo con niños y niñas de dos a cuatro años, la que en varias

oportunidades fue tema de debate entre profesores del jardín, en donde se

evidenció la necesidad de dar una fundamentación desde la pedagogía y la

educación infantil. Es entonces que la autora de esta monografía decide retomar

las experiencias expuestas sobre la educación del valor “RECONOCIMIENTO

DEL OTRO”, para realizar su trabajo de grado.

La investigación que se expone en esta monografía se enmarca en la Educación

Infantil con niños y niñas de dos a cuatro años. Por sus conocimientos es una

investigación interdisciplinaria, pues se apoya en otros sistemas teóricos tales

como la axiología, psicología, sociología, neurociencia, entre otros; lo que permite

el análisis de conceptos tales como valores, educación en valores, personalidad,

aprendizaje cooperativo, entre otros.

19

Lo anterior parte de la concepción de considerar que el niño y la niña son seres

humanos integrales de naturaleza biopsicosocial, por lo que debe tenerse en

cuenta la edad, para delimitar su nivel de desarrollo físico y psíquico, y establecer

desde allí las necesidades de su desarrollo sociocultural a través de las

relaciones humanas. La importancia y viabilidad de trabajar el valor

“Reconocimiento del otro” en estas edades, se expone ampliamente en el capítulo

dos de ésta monografía.

Pregunta problema:

¿Cómo educar en el valor reconocimiento del otro a niños y niñas de 2 a 4 a partir

de la pedagogía afectiva y el aprendizaje cooperativo?

Objeto de estudio:

La educación del valor “reconocimiento del otro” con niños y niñas de dos a cuatro

años.

Objetivo General

educar a los niños y niñas de dos a cuatro años en el valor del reconocimiento

del otro a partir de la pedagogía afectiva y el aprendizaje cooperativo

Objetivos Específicos:

Fundamentar pedagógicamente la necesidad de la educación del valor

“reconocimiento del otro” para el desarrollo de la personalidad en niños y niñas

de dos a cuatro años.

20

Diseñar estrategias de educación del valor “reconocimiento del otro” desde la

pedagogía infantil para niños y niñas de dos a cuatro años, que permitan

procesos adecuados para el desarrollo de su personalidad, a través del

aprendizaje cooperativo.

21

METODOLOGÍA

El diseño de investigación se concibió a partir del paradigma epistemológico de la

complejidad, la dialéctica o integración y “unidad” del conocimiento, como

respuesta a los enfoques disciplinares. (Morin, E, 2001) y que por tanto reconoce

al conocimiento como objetivo y subjetivo, como resultado, proceso y actividad, en

su relación con la sociedad, en su pertinencia en relación con los contextos

específicos y su carácter global, en la comprensión del ser humano como

biopsicosocial, es decir, en la “unidad” de lo biológico, físico, psíquico, cultural,

social e histórico, buscando eliminar la desintegración de las disciplinas que lo

estudian, en la relación del todo y la parte de la realidad, y en la necesidad de

formar integralmente al ser humano, que significa enseñar a comprender, a

comunicarse y formarse en una ética de la vida o bioética, donde no sólo se

destaque la ética del individuo, sino de la sociedad y de la especie.

Pese a lo complejo de encasillar la acción investigativa en tipos de investigación y

métodos. La investigación se puede clasificar entre los siguientes tipos según los

siguientes criterios:

Según su propósito es básica o fundamental, en este sentido es no aplicada,

pues se dirige para estudiar relaciones entre fenómenos para comprenderlos

desde la teoría.

Según los medios para obtener la información es documental aunque parte de

una experiencia pedagógica y estudia bibliografía necesaria para el análisis.

22

Desde el nivel de conocimientos que se desarrollan es descriptivo-explicativa,

(Cerda; H. 2005; 71-75), pues retomando lo señalado por Hugo Cerda “la

descripción y la explicación se hallan estrechamente ligadas y se transforman

dialécticamente una en otra” (Cerda, H; 2005: 72). Esta combina la descripción

histórica y práctica del objeto de estudio, y a partir de allí lo caracteriza. Desde

los planteamientos de Murice Eyssautier de la Mora, el nivel de la

investigación de este trabajo es descriptivo o monográfico, ya que se relaciona

con el análisis teórico. (Eyssautier, 2002: 110)

Dependiendo del campo de conocimiento es científica pues trabaja con los

sistemas teóricos de la psicología, pedagogía, sociología, entre otras.

Se considera que desde el punto de vista más general el método utilizado es el

inductivo-deductivo, como lo señala Ruy Pérez Tamayo la investigación se

inicia con la observación de los hechos, sistematizados en documentos de

práctica y con ella se reconstruye el conocimiento, por la inducción a partir de

los enunciados observacionales, y de este esfuerzo, conjuntamente con la

teoría, van surgiendo los análisis y principios más generales que explican los

hechos registrados, y conducen a la totalidad y la explicación (Pérez Tamayo,

1990:256-257).

Es así como esta investigación, toma de la práctica la mirada de la realidad

como fuente primaria, que condiciona el interés del problema (lo inductivo), y

de la pedagogía y otras ciencias referidas a la educación, lo deductivo del

método; por lo tanto, interrelaciona la teoría y la práctica pedagógica, es decir,

23

“la práctica es un campo del conocimiento encontrado”2. Se parte de ella para

hacer una reflexión teórica y desde la misma, se realiza una propuesta práctica

a través de un diseño pedagógico.

La investigación se realizó en las siguientes etapas de trabajo:

En un primer momento, se hace un análisis documental y bibliográfico de

los diarios de campo de la docente, de las prácticas pedagógicas realizadas

en los años 2005 – 2014, y se decide trabajar sobre el valor

“reconocimiento del otro”. Se analizan documentos relacionados con

educación en valores publicados por la OEI, se buscan proyectos de grado

que más se relacionen con valores y se participa en una conferencia

sobre “Convivencia y Conflictos en Instituciones Escolares de Bogotá”.3

En un segundo momento, se realiza un abordaje teórico más profundo para

conceptualizar los términos más importantes en la investigación como:

valores, educación en valores y desarrollo de la personalidad en la infancia

y en particular de los niños y niñas de dos a cuatro años.

En un tercer momento, se hace un análisis de lo encontrado en los

documentos, se da la confrontación de teorías desde diferentes ciencias;

psicología, neurociencia, pedagogía, entre diferentes autores y

profesionales de la Escuela Maternal (a partir de una exposición realizada

en dicha institución) de ahí que en esta etapa, se sustenta la educación

2 Tomado del documento Criterios Generales sobre la presentación de trabajos de grado del Programa

de educación Infantil, de la UPN. 3 Conferencia realizada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), a la cual tuvimos el

gusto de asistir. La conferencia fue dada en Bogotá los días 6 y 7 de Noviembre del 2007.

24

en el valor “ reconocimiento del otro” en niños y niñas de dos a cuatro

años, y determinar el modelo de educación en valores a seguir,

denominado “del desarrollo de la personalidad” ésta, entendida de manera

integral como biopsicosocial.

En un cuarto momento, se diseñan estrategias de educación del valor

“reconocimiento del otro”, para ello se toma como enfoque pedagógico la

Pedagogía Afectiva y el Aprendizaje Cooperativo.

25

MARCO TEÓRICO

Marco histórico (Antecedentes)

Desde tiempos ancestrales Colombia es un país rico en culturas y contextos

sociales diferentes, por ello es rica en valores, los que se inician en la familia,

continúan en la escuela, hasta llegar a los valores ciudadanos, patriotas y cívicos

que determinan e identifican la cultura colombiana y nuestros comportamientos

en la sociedad moderna y contemporánea.

En éste capítulo se realiza un breve recorrido histórico por la educación y

pedagogía colombiana y por tanto de los valores como contenido educativo desde

la época de la colonia, que inicia con el descubrimiento de América en 1492, hasta

llegar a las pedagogías contemporáneas; todo esto teniendo en cuenta los

valores y lo que representaron en los diferentes momentos históricos y culturales

de Colombia. La intención de este capítulo, es contextualizar al lector sobre la

historia de los valores y su incidencia en la educación, mostrar cómo perdieron

importancia dentro de la educación hasta quedar completamente invisibilizados;

con esto claro, se resalta la importancia que tiene intencionar y explicitar los

valores dentro del currículo escolar.

Con la llegada de los españoles en 1492 a territorio americano, llega también todo

un acervo de influencia cultural y social, transformando de manera radical y

significativa los principios de sociedad y cultura que hasta entonces se manejaban

en América.

26

Por este tiempo la religión católica traída por los españoles era la que prevalecía,

por ende los jesuitas, franciscanos y dominicos eran los encargados de impartir las

“verdaderas” costumbres y la educación en valores, a la nueva sociedad

descubierta y conquistada; “estos valores estuvieron guiados hacia la obediencia,

sumisión, austeridad y respeto a la autoridad (Botero. C. 2005; 1)

Más adelante en 1820, época de los gritos de independencia en América, hasta la

llegada de los gobiernos republicanos en 1840, (época republicana) “se instauró

un modelo de educación napoleónica” (Botero. C. 2005; 1)y los valores de

obediencia y sumisión instaurados en la época de la conquista se relegan,

transformándose en rebeldía a la corona española, dando paso a otro tipo de

valores mas ideales como: Libertad, igualdad y justicia, heredados de la

revolución francesa y la época de la ilustración.

Ya para la llegada de la modernidad época que comprendió desde 1840 donde

aparece la regeneración, hasta el establecimiento del modelo de la educación

neoliberal en 1920, el objetivo básico de la educación era la formación de buenos

ciudadanos quienes tenían derechos y deberes con el estado. “ Los valores

infundidos eran la moral, buenas costumbres, obediencia al estado, respeto a la

autoridad, civismo, patriotismo, libertad, igualdad y justicia; privilegiado por una

fuerte influencia de la religión católica, a la cual se le ha denominado modelo de

pedagogía católica".(Botero. C. 2005; 3) “Sin embargo Con el surgimiento de la

hacienda cafetera y las pequeñas empresas artesanales emergentes que dieron

lugar a la acumulación de capital a finales del siglo XIX aparecen nuevos valores,

27

tales como: el deseo por el enriquecimiento y la ambición por el dinero, los cuales

dieron lugar a prácticas como el contrabando. Aunque estos valores no se

enseñaban académicamente se inculcaron extracurricularmente en los senos

familiares de los terratenientes, comerciantes y los dueños de las industrias

nacientes” ". (Botero. C. 2005; 3)

Es importante destacar que en cuanto a las relaciones entre la Iglesia y el Estado,

que se heredaron de la colonia supusieron durante todo el siglo XIX y al menos

hasta mediados del XX, un tutelaje de la Iglesia sobre los más diversos órdenes

sociales no sólo en lo político, sino también en la moral, y por tanto en el ámbito de

los ideales, las normas sociales y las costumbres en Colombia.

“Con la llegada de la reforma a la modernidad en 1930 llega la renovación de los

métodos pedagógicos con la introducción de la Escuela Activa de Decroly, María

Montessori y John Dewey; la secularización de saberes modernos como la

biología, la medicina y la psicología experimental, la sociología, la administración y

la planificación económica”. (Saldarriaga, O. 2003: 21) Es de destacar que en lo

social aparecieron clases sociales con cierto nivel de movilidad y se dio un fuerte

crecimiento del sector urbano, formando importantes sectores de trabajadores

asalariados, reduciéndose drásticamente la población campesina. Estos cambios

económicos y sociales estuvieron también acompañados en lo cultural, de una

importante ampliación de la cobertura de la educación formal, y de grandes

avances en los medios de comunicación de masas.

28

En lo educativo, “Algunos dirigentes liberales entre ellos Don Agustín Nieto

Caballero fundan en Bogotá, el Gimnasio Moderno, en el año de 1914, el cual

estableció en sus aulas, los principios de la "Pedagogía Activa", razón por la cual,

este período de "Reforma a la modernidad" se ha designado con el nombre de "La

Escuela Nueva". De alguna manera se trataría de reeditar la pedagogía

Roussoniana y Pestalozziana en nuestro medio” (Botero. C. 2005; 4). El Gimnasio

Moderno se convirtió en el lugar donde se traería el cambio a la pedagogía

colombiana, la intención era romper con el pasado con lo tradicional y con lo

clásico, sin embargo “en relación con el tema de alma y teología, Caballero para

evitar problemas con el clero diocesano continúo con la enseñanza de la religión

católica, y desde el punto de vista ético y moral se conservaron los criterios que se

habían impartido durante el siglo XIX, o sea que la religión católica continuó

reproduciendo un modelo evangelizador. Y es así como, el Gimnasio Moderno

terminó introduciendo pautas nuevas más desde el punto de vista de la enseñanza

de las ciencias, la técnica y las artes” (Botero. C. 2005; 4).

Los cambios en lo ético, en lo moral no se dieron, “La formación de valores se

enmarcó dentro de un ámbito de continuidad del "modelo de pedagogía católica"

(Botero. C. 2005; 6), la cual fomentaba la moral, y las buenas costumbres de otra

época histórica, y adicional y contradictoriamente se establecen los cimientos de

una sociedad capitalista que aboga por el individualismo, la libertad individual, la

búsqueda del lucro económico, el respeto a la autoridad, la superación personal a

través de la formación de conocimientos, se conservan valores como: civismo,

patriotismo, libertad, igualdad y justicia pero con otros contenidos en su

29

significación social. “No obstante con la consolidación de los gobiernos

democráticos y ante la necesidad de hacer pactos y alianzas para conservar el

poder se acentúan anti valores como la corrupción” (Botero. C. 2005; 7) con

relación a esto se puede decir que no solo la corrupción, fue un antivalor que

surgió, pues también la violencia empieza ocupar parte importante en las

relaciones que se gestaban al interior de la nación

El fin de la confrontación política de los años 1940 a 1950, representó no solo un

distanciamiento de la Iglesia frente a lo político, sino que éste aunado a factores

propios de la complejidad social de los mismos procesos modernizadores, dio

lugar a una pérdida de lealtades religiosas y del poder de la iglesia sobre la

sociedad, enmarcando la enseñanza dentro de un ambiente más secular, es así

como a finales de la década del cincuenta se introduce el modelo de tecnología

educativa, aunque ésta comienza a recomendarse a los gobiernos del llamado

tercer mundo, desde finales de la década del cincuenta en América Latina y

particularmente en Colombia, su auge corresponde a los años 60 y 70.

“Por estos años se introdujo en Colombia la televisión educativa con programas

conductuales como Plaza Sésamo y se organizan nuevos sistemas escolares e

instituciones educativas de instrucción programada y controlada para una

capacitación técnica media, como el SENA y los INEM, con currículos diseñados

por tecnólogos para ser aplicados por cualquier docente; serían los denominados

currículos a prueba de maestros". (Botero. C. 2005; 9)

30

Los estudiantes comienzan a ser enseñados de una manera más instruccional,

preparándolos de esta forma para el futuro profesional. La educación empieza a

ser pensada como si se tratase de un proceso productivo, que de resultados en el

futuro y resulte efectivo para obtener precisamente la eficacia, el rendimiento y la

rentabilidad. “El afán de privilegiar la instrucción sobre la educación favoreció la

expansión de la crisis de valores y terminó por aniquilar cualquier intento de formar

en ética y valores en la educación” (Botero. C. 2005; 11). La presencia de la

tecnología educativa hace que la educación potencie lo técnico y se abandonen

los valores éticos que se venían trabajando porque predomina el individualismo,

los valores dejan de ser humanistas y se vuelven más instructivos, sin embargo

surgen otros valores como: habilidades, técnicas, creatividad, en fin, todo lo que

compete al saber hacer. Tanto en la educación primaria, secundaria y superior

Colombiana el capitalismo con sus ideales y doctrinas permearon la sociedad, las

instituciones sociales. Las asignaturas que plantaban de algún modo el estudio de

los valores quedaron en último lugar y se incluían dentro de los currículos

solamente como un requisito, en lugar de avanzar a niveles de desarrollo, lo que

hace es dirigir los valores hacia el desarrollo de las capacidades productivas

“En síntesis, al finalizar el siglo XX imperó un afán de privilegiar lo instructivo sobre

lo educativo dando paso a unos estudiantes con amplios conocimientos técnicos y

escasa educación ética” (Botero. C. 2005; 11) Los valores se hicieron implícitos,

ocultos y cada maestro los intencionaba de acuerdo a su conveniencia y

dependiendo por supuesto de la institución donde prestaba sus servicios como

docente.

31

Marco referencial

Para el desarrollo de este marco, se considera pertinente abordar las teorías más

relevantes dentro de la investigación. Éste es considerado la base teórica que

sustenta esta monografía.

Desde la Psicología, se toma a Gordon Allport quien se destaca por sus estudios

en el desarrollo de la personalidad, afirma que “solo con los rudimentos de lo que

“es más alto excelente en el hombre” cuenta este al nacer. El ser social y moral

enteramente conformado, la personalidad adulta desarrollada, ha de esperar que

se cumpla el proceso del crecimiento” (Allport G.1974; 117)

Sin duda alguna la personalidad no es algo que esté en el hombre completamente

formado al nacer, sino que se va desarrollando a medida que el hombre crece.

Partimos de Gordon Allport y su teoría del desarrollo de la personalidad,

entendiendo que ésta hace parte de los valores, ya que “la personalidad es el

sistema organizado, el todo en funcionamiento o la unidad de hábitos,

disposiciones y sentimientos que caracterizan a un miembro de un grupo como

diferente de cualquier otro miembro del mismo grupo”. (Allport, G; 1974; 63),

atribuyendo al hombre un valor supremo que lo hace valioso ante otras especies

de la naturaleza. Este valor que el posee, es lo que hace posible cualquier tipo de

interacción social viable, ya sea con la sociedad, familia, animales y naturaleza.;

siendo central y vital la relación con los otros, “la personalidad de un individuo se

define por las respuestas que provoca en los otros. En favor de esta concepción

se argumenta a veces que nuestras personalidades sólo son conocidas a través

32

de los juicios de los demás” (Allport, G, 1974, 58) por tal razón se considera

esencial el desarrollo de la personalidad en la infancia para el reconocimiento del

otro, ya que el otro es quien reconoce la personalidad de otro igual a él; mas si se

habla desde la infancia.

Desde la psicopedagogía, se toma el enfoque sociocultural de Lev Vigotsky,

quien señala que lo biológico es importante en el desarrollo del niño, pero también

lo es lo social. Vigotsky, otorga gran relevancia a las relaciones que se pueden

dar entre los niños para su aprendizaje “para él lo que las personas pueden hacer

con ayuda de otros puede ser, en cierto sentido, mas indicativo de su desarrollo

mental que lo que pueden hacer por si solos” (colectivo de autores de la

Universidad de la Habana, 1996) Para Vigotsky el aprendizaje es un proceso

social “la interacción y la dimensión social son, en el pensamiento de Vigotsky y

los activadores fundamentales de toda educación. El sujeto aprende de los otros y

con los otros” (Rodrigo, M 1999; 33)

De esta forma señala dos niveles evolutivos que el niño debe alcanzar, el de sus

posibilidades reales y el de sus posibilidades para aprender con ayuda de los

demás, “la diferencia entre estos dos niveles se les denomina zona de desarrollo

próximo” (colectivo de autores, 1996)

Esta relación que Vigotsky promueve entre lo biológico, lo social y lo psicológico,

inciden en el desarrollo de la personalidad “A partir de las interacciones que se

producen en el micromedio institucional y de la clase, de los tipos de actividad que

33

en ellos se desarrollan, es que se pude explicar el proceso de formación de la

personalidad del educando” (colectivo de autores de la Universidad de la Habana,

1996)

Para el enfoque pedagógico se retoma la Pedagogía Afectiva expuesta por

Miguel de Zubiria, en ella señala que “la efectividad define un tema crucial de la

naturaleza humana. Las psicoterapeutas Leslie Greenberg y Sandra Paivio

recalcan cómo para muchos psicoterapeutas expertos, así como para muchos

psicólogos teóricos, se hace cada vez más evidente que el sistema afectivo

constituye un elemento crítico, tanto para la comprensión como para el cambio de

la experiencia y de la conducta humana. Al retomar el espíritu de Jean Piaget,

asumen que las emociones establecen las metas, mientras que las cogniciones y

el aprendizaje proporcionan los medios para conseguirla o no. Los psicoterapeutas

concluyen que en un análisis último nosotros somos nuestros sentimientos y el

modo como nos entendemos con ellos. Sentir es el proceso de ser” (De Zubiria M.;

2004, 307)

Los planteamientos principales que trabaja la pedagogía afectiva, son la amor a sí

mismo, el amor a otros y el amor al mundo; esta va enfocada a la formación de

sujetos integrales es decir que no desconoce la importancia de lo cognitivo, pero

que su mayor incidencia esta en el trabajo afectivo. Pues esta afirma que lo

afectivo es lo que lleva a la creación de las metas y lo cognitivo lo que las hace

realidad.

34

Por esta razón el enfoque pedagógico que se le da a esta investigación es de

carácter afectivo (la Pedagogía Afectiva) ya que se puede decir que desde la

educación de los sentimientos se fomenta el desarrollo de seres integrales

capacitados para comprender y reflexionar positivamente ante los

comportamientos del otro y las características de su medio personal y social.

Marco conceptual

A continuación se expone en el marco conceptual, los conceptos más importantes

dentro de las teorías.

Valor “son un tema de actualidad, forman parte de la persona y de su realidad

siendo una base fundamental en la vida del ser humano, trascendental e

inseparable de la persona” (Cortina, A, 2005; 16)

“Los valores se identifican con la creación material y espiritual, son cualidades

internas o externas al sujeto, y por tanto, cualidades de los componentes de la

estructura de la personalidad; se manifiestan a través de la actividad humana, en

guías o principios de conducta; y se estructuran por las circunstancias cambiantes

de la realidad” (Arana, M, 1999)

“El valor como el poliedro posee múltiples caras y puede contemplarse desde

variados ángulos y visiones, desde una posición metafísica, los valores son

objetivos: valen por sí mismos; desde una visión psicológica, los valores son

subjetivos: valen si el sujeto dice que valen; y desde el aspecto sociológico, los

35

valores son circunstanciales: valen según el momento histórico y la situación física

en que surgen” (Guervilla, 1994, 32).

Educación en valores “La Educación en Valores es un proceso humanizador y

pluridimensional que significa redimensionar lo socialmente significativo de la

realidad y, del proceso educativo en la formación del estudiante, que contribuye al

desarrollo de la personalidad”. (Batista, N. 2002)

Valor “reconocimiento del otro”

Es así que se define el valor “reconocimiento del otro” como la actitud que cualifica

rasgos de la personalidad, que propicia un comportamiento de autoestima y de

aceptación del otro en su diferencia con amor, amistad y cuidado, para establecer

relaciones que permitan compartir y cooperar con los demás por el bien común

Aprendizaje Cooperativo (AC), estudiado por el profesor Juan de Dios Arias

Silva, quien señala que el “aprendizaje cooperativo, es una poderosa herramienta

metodológica que le va a permitir potenciar situaciones potenciadoras del

aprendizaje” (Arias, J. 2005; 12)

Presenta el ambiente de Aprendizaje Cooperativo, como “aquél en el que los

estudiantes trabajan en grupos pequeños de manera conjunta, asegurando que

todos lleguen a dominar el material asignado. En este ambiente los estudiantes

observan que su meta de aprendizaje es alcanzable si y sólo si los otros

estudiantes de su grupo lo alcanzan” (Arias, J. 2005; 13)

36

Estrategias de educación en valores:

“El sistema de conocimientos teóricos, prácticos y actitudinales que se despliegan

en el proceso de formación del profesional a través de un conjunto de acciones

docentes interdisciplinarias, intencionalmente definidas, para lograr el desarrollo

de la personalidad del estudiante”. (Arana, M; 2004)

Marco legal

Surge en Colombia la necesidad de hacer que los valores, los derechos

humanos, democracia, participación ciudadana, entre formen parte importante

en la educación, y es así como La Constitución Política de 1991 ubica a los

colombianos frente a un nuevo paradigma, que toca todos los espacios de la

vida social, y entre ellos de manera muy especial, el ámbito educativo. La

Constitución sugiere la construcción de un nuevo país fundado en los

principios de la democracia participativa, en el respeto y valoración a las

diferencias de todo orden y en los valores de la justicia, la libertad, la igualdad

y la solidaridad.

La constitución de 1991 establece que: “En todas las instituciones de

educación, oficiales y privadas, serán obligatorios el estudio de la Constitución

y la instrucción cívica. Así mismo se fomentarán prácticas democráticas para el

aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana”.

(Constitución política de Colombia. 1991; art 41)

37

En el capítulo uno, sobre los derechos fundamentales Artículo 67, se hace un

especial énfasis en la práctica de los valores, tanto dentro de la familia, como en la

escuela, con el fin de formar al colombiano en el respeto a los derechos humanos,

la paz y la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el

mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.

(Constitución política de Colombia. Art. 67año 1991)

Ante la relevancia de los preceptos dados en la constitución, políticos y

educadores se pusieron a la tarea de reglamentar las disposiciones legales,

que facultarían a las entidades educativas a desarrollar esos preceptos

constitucionales. De ese trabajo colectivo nace en 1994 la ley 115, en la que se

plasma los fines y objetivos de la educación nacional, se crean los espacios y

mecanismos para hacer viable la construcción de la democracia, y así

revitalizar los valores éticos, políticos, estéticos, cognitivos entre otros.

Es así, como la Ley General de Educación establece parámetros fundamentales

para el desarrollo de las personas. Plantea el desarrollo de la personalidad como

parte de la educación integral, una educación orientada hacia la formación de un

individuo, cabal en todas sus dimensiones y contribuir así a fortalecer procesos

de socialización y el libre desarrollo del sujeto; teniendo en cuenta también la

formación en todas sus áreas, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual,

social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos.

La Ley General de Educación hace énfasis en la enseñanza de los derechos y los

valores democráticos, así como el respeto por los derechos humanos y políticos,

38

la creación de una conciencia de la soberanía nacional, e insta a todas las

instituciones educativas a realizar prácticas democráticas, para el aprendizaje de

los valores de la participación y organización ciudadana.

Es interesante evidenciar como la Ley General de Educación promueve el

reconocimiento del otro, poner pie de página para aclarar teniendo en cuenta

que éste se da a partir de reconocer las diferencias del otro y de respetar su

identidad, su contexto tanto social como cultural y a aprender a vivir con el otro en

sana convivencia.

La Ley General de Educación trabaja el reconocimiento del otro desde la

sexualidad sana y el conocimiento de sí mismo y de la autoestima, la construcción

de la identidad sexual dentro del respeto por la equidad de los sexos, la

afectividad, el respeto mutuo y prepararse para una vida familiar armónica y

responsable.

Es de esta forma como la Ley General de Educación establece como obligatorio,

la formación de la ética y la moral en todos los planteles educativos, a través del

currículo, de los contenidos académicos pertinentes, del ambiente, del

comportamiento honesto de directivos, educadores y personal administrativo, de la

aplicación recta y justa de las normas de la institución, y demás mecanismos que

contemple el Proyecto Educativo Institucional. Es de esta manera como instaura

otros espacios y otras acciones para el desarrollo del currículo en ética y valores

humanos, en todos los establecimientos educativos del Estado y privados, como

39

son: El Gobierno Escolar, El Manual de Convivencia, El Personero de los

Estudiantes, El Servicio Social Estudiantil, El Servicio de Orientación Estudiantil.

Estos espacios y muchos otros, han sido incluidos en las instituciones educativas

con el fin de formar mejores ciudadanos, con valores, capaces de tomar

decisiones, defenderlas, pero también capaces de ver otros puntos de vista,

respetar, tolerar y convivir con otros. A través de ellos se busca respetar los

derechos humanos y educar en sus valores.

Marco contextual

Los valores han sido trabajados en la educación desde la época de la colonia, y

se han venido transformando por los cambios políticos, sociales y culturales que

se han dado en la sociedad, a tal punto que llegaron a quedar relegados al

currículo oculto, volviéndose implícitos en la enseñanza, esta transformación de

valores produjo una crisis que creó consciencia en políticos y educadores para

retomar los valores dentro de la educación. Paradójicamente, lo contrario ocurría

con el niño dentro de la educación, pues por muchos años éste fue visto como un

adulto en miniatura, al que no se le reconocía que tenía derechos, es más no se

consideraba que mereciera un trato diferente al que tenía el adulto, el niño era

totalmente invisibilizado dentro de la sociedad y por tanto en la educación “es en

el siglo XX cuando empieza a fraguarse la idea de que los niños y niñas también

tienen derechos” (Zuluaga V, 2002; 145).

40

Por muchos años esta realidad marcó a la infancia “se trata de un largo y lento

proceso que empieza con la declaración de Ginebra en 1929”. (Zuluaga V, 2002;

145). No obstante muchas personas todavía conservaban el imaginario de que los

niños y las niñas, no debían ser considerados como seres humanos y menos

como sujetos con derechos que merecieran un trato especial

Es así como en “1989 las Naciones Unidas aprueban la primera Convención

Internacional sobre sus derechos. Con ella se acepta la idea de que los niños y

las niñas tienen derechos como todos los seres humanos” (Zuluaga V, 2002; 147).

Esta concepción de niño como sujeto que tiene derechos, lleva a las naciones

a establecer pautas que respeten estos derechos, dándole un lugar especial al

niño, es así como en Colombia en el año 1991 el ministerio de educación

nacional instituye los lineamientos curriculares para preescolar o educación

inicial, estos buscan una educación integral en la formación de los niños y las

niñas en edad preescolar, teniendo en cuenta la educación integral.

Los lineamientos curriculares establecen distintos parámetros que se deben

tener en cuenta para que el currículo tome sentido y significado en los niños y

las niñas, estos complementan la enseñanza de las asignaturas con el trabajo

emocional y afectivo en los niños, es así como los principios de aprender a vivir

juntos, aprender a conocer y aprender a ser deben ser explícitos en la escuela,

y cada maestro debe tenerlos presentes a la hora de impartir las asignaturas

correspondientes.

41

A continuación se expone de manera concreta cuatro principios que rigen y

articulan la educación preescolar en Colombia:

Aprender a ser. Más que nunca, la función esencial de la educación es

propiciar en todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de

sentimientos y de imaginación que se necesitan para que sus talentos

alcancen la plenitud y de esta manera puedan ser artífices, en la medida de lo

posible, de su destino. “El desarrollo tiene por objeto, el despliegue completo

del hombre con toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de

sus compromisos, individuo, miembro de una familia y de una colectividad,

ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños”. (MEN, 1998)

Este desarrollo del ser humano que va del nacimiento al fin de la vida, es un

proceso dialéctico que comienza por el conocimiento de sí mismo, a través de

las relaciones con los demás; de la individualización en la socialización.

Aprender a conocer.

Este tipo de aprendizaje puede considerarse a la vez medio y finalidad de la

vida humana. En cuanto medio, consiste para cada persona en aprender a

comprender el mundo que la rodea, al menos suficientemente para vivir con

dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los

demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, de conocer, de

descubrir. Aprender para conocer supone aprender a aprender, para poder

42

aprovechar la posibilidad que ofrece la educación a lo largo de la vida. (MEN,

1998)

Aprender a hacer.

Aprender a conocer y aprender a hacer son en gran medida, indisociables.

Tienen que ver con el desarrollo de competencias para que los seres humanos

sean capaces de hacer frente a diversas situaciones y problemas, y a trabajar

en equipo. Supone, para los niños y las niñas, la participación en la planeación,

realización y elaboración de una tarea común; la creación de una dinámica que

favorezca la cooperación, la tolerancia y el respeto y, además, la potenciación

de aprendizajes verdaderamente significativos en situaciones que tienen valor

especial para el que aprende a través de la acción, intercambio de información

con los demás, toma de decisiones y puesta en práctica de lo aprendido. Lo

anterior se ratifica en Colombia para la educación infantil. (MEN, 1998)

Aprender a vivir juntos: Aprender a vivir juntos es aprender a vivir con los

demás, fomentando el descubrimiento gradual del otro, la percepción de las

formas de interdependencia y participación, a través de proyectos comunes

que ayudan prepararse para tratar y solucionar conflictos. (MEN, 1998)

Como se puede evidenciar dentro de los principios de los lineamientos curriculares

hasta aquí expuestos, estos apuntan hacia una construcción de sujeto integral,

capaz no solo de desarrollarse cognitiva sino también social y afectivamente, esta

percepción de ser humano integral hace que las autoras de esta monografía, se

convenzan cada vez más sobre la necesidad, pertinencia e importancia que tiene

43

explicitar e intencionar dentro de la educación, el valor “reconocimiento del otro”,

ya que éste incide en el desarrollo de todas las dimensiones del niño, aportando

de manera significativa a la formación de su personalidad.

Estudios y programas internacionales de Educación en Valores que se

adelantan en la educación en Colombia.

El llamado que han sentido las naciones tanto en la necesidad de educar en

valores como en dar un lugar especial a la infancia, ha permitido que se adelanten

estudios que promuevan los valores en la sociedad y en las diferentes culturas

“Por fortuna la tendencia que se avecina en los comienzos del siglo XXI y como

una recomendación de la UNESCO, los foros y congresos internacionales sobre

educación, consiste en recuperar la senda de formación axiológica y así nuestra

sociedad esté conformada por individuos integrales formados sólidamente en

conocimientos y educados en ética moral y valores para que cumplan a cabalidad

con su encargo social” (Botero. C. 2005; 21)

Es así como desde 1995 empieza a surgir un proyecto internacional por Brahma

Kumaris, para conmemorar el cincuentenario de las Naciones Unidas, llamado

"Compartir nuestros valores para un mundo mejor" basado en 12 valores

universales, desde ahí se comienzan a hacer una serie de estudios dando origen a

muchos programas de “valores para vivir”, de allí surge el que actualmente se

promueve por la Organización Educativa, Científica y Cultural de las Naciones

Unidas (UNESCO), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),

44

Brahma Kumaris World Spiritual University (BKWSU), este programa es “Valores

para Vivir: Un Programa Educativo” (VPVPE) es un programa educativo basado

en los valores. Ofrece una gran variedad de actividades para experimentar con los

valores así como metodologías prácticas para profesores y facilitadores. Su

objetivo es promover en los niños y jóvenes la exploración y el desarrollo de los

valores partiendo de doce valores universales claves: Cooperación, Libertad,

Felicidad, Honestidad, Humildad, Amor, Paz, Respeto, Responsabilidad, Sencillez,

Tolerancia y Unidad. El programa VPVPE contiene también unidades especiales

para usar con padres, voluntarios, refugiados y niños afectados por la guerra.

Este programa ya funciona en más de 1500 lugares de 62 países entre los que

se encuentra Colombia. Los resultados piloto obtenidos en las escuelas indican

que los estudiantes son receptivos a las actividades con valores y se interesan

en el debate y aplicación de valores. Los profesores informan no solo de un

descenso del comportamiento agresivo, sino que también dan cuenta de que

los estudiantes están más motivados y exhiben un incremento de sus

habilidades sociales y personales más positivas y cooperativas.

Por otro lado La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) consciente de la

importancia de educar en valores, adelantó en la ciudad de Bogotá una

investigación sobre “Convivencia y Conflictos en Instituciones Escolares de

Bogotá” el objetivo principal fue el de “conocer y contrastar opiniones de docentes

y alumnos acerca del clima de convivencia que existe en los centros escolares del

Distrito, así como la incidencia, impacto y consecuencias de los conflictos que se

45

producen en ellos”. (OEI, Noticias, 2007). Los resultados de esta investigación se

tomaron para hacer un análisis comparativo, con otros centros educativos de

Iberoamérica. Para dicho efecto, se escogieron cincuenta centros de educación

básica secundaria y media técnica

A continuación se mostrará un pequeño avance de los resultados obtenidos por la

OEI, que se publicaron en su página web: http://www.oei.es/

La convivencia escolar, se trazó como uno de los temas centrales del informe de

la OEI, por su prioridad no solo en el desarrollo de los adolescentes y jóvenes,

sino porque también debería serlo en la educación escolar. El clima de

convivencia precisamente refleja el funcionamiento de las instituciones educativas,

de las relaciones sociales y la violencia del entorno en el que adelantan su trabajo

los docentes.

Algunas de las principales consideraciones del informe que merecen especial

atención por parte de la comunidad educativa, padres de familia y estudiantes en

general, tendientes a mejorar el clima de convivencia escolar y fortalecer los

procesos individuales de formación son:

En primer lugar, especial atención a los aprendizajes relacionados con la

educación emocional y moral y que depende en gran medida de la educación

familiar. El estudio hace hincapié en este punto, toda vez que la educación

46

secundaria en Colombia y en Latinoamérica, sigue centrada en las

competencias intelectuales.

En segundo lugar, ayudar en el desarrollo de un juicio moral autónomo, es

decir, a que los jóvenes se sientan a gusto consigo mismos, a que

aprendan y consideren que el bienestar de los demás es tan importante

como el propio. El informe advierte sin embargo, que no es tarea fácil y los

docentes no están muy preparados para adelantar esta labor o están

desprovistos de recursos para hacerlo bien, pero este enfoque educativo es

primordial en la formación de la juventud.

Finalmente, la investigación advierte que el contexto social y familiar es

fundamental para comprender e interpretar lo que sucede en la escuela. Los

conflictos, entendidos en este estudio como “confrontaciones” y que se

presentan en los centros educativos, corresponden al ámbito de las relaciones

Inter-personales, ante los cuales es preciso poner en marcha medidas

específicas para su manejo, como para su solución. (OEI, 2007)

Otro resultado que arrojó esta investigación es que en los centros educativos

de Bogotá una de las formas de agresión más usadas es el rechazo con un

15,5 por ciento, mientras que en las instituciones educativas de ciudades como

Buenos Aires, Santiago, México, San Juan de Puerto Rico y Brasilia el

promedio de rechazo es 11,2 por ciento. Un aspecto importante que se

destaca es que, en los colegios de Bogotá es donde más roban y donde los

alumnos generan más desorden en clase producto del mal manejo en

47

ocasiones de los profesores pues emplean métodos que ridiculizan a los

estudiantes para mantener la disciplina en las aulas. (OEI, Noticias 2007)

Estas realidades observadas por la OEI durante su investigación, también se han

podido ver reflejadas dentro de las instituciones en las que se ha realizado la

práctica pedagógica, y a través del estudio de la Educación en Valores se ha

entendido que esto va más allá de malas relaciones entre los niños y niñas, pues

lo que está de por medio es la formación de éste como ser social, el desarrollo de

su personalidad y es necesario trabajar sobre ello en la escuela, a través de los

currículos y las asignaturas de manera transversal intencionado y explicitando la

educación en valores, siendo esto responsabilidad de todos los docentes y de la

creación de ambientes pedagógicos institucionales ya que los niños y las niñas

permanecen mucho tiempo allí y es otro lugar de socialización, de encuentro, que

hace parte trascendental en la formación del niño y niña.

En el marco de estas situaciones educativas, y bajo el convencimiento de que

educar es ayudar a aprender conocimientos y comportamientos sociales para

convivir y transformar hacia el desarrollo humano sostenible, ha sido preocupación

sistemática durante las prácticas educativas realizada por la autora , que ha visto

que el desconocimiento que el niño y la niña tienen acerca de su compañero lo

lleva muchas veces a no relacionarse bien con el otro, a violar sus derechos, a

negarle favores, a maltratarlos físicamente, entre otras acciones. Por tanto se

considera que un valor que es necesario rescatar en la vida del niño y de la niña

es el valor “reconocimiento del otro” para que el niño pueda ver al otro como un

48

igual y como una persona valiosa con la que puede jugar, estudiar, compartir,

entre muchas actividades.

En el cierre del Seminario Internacional “Educación en Valores y Convivencia

Escolar”, organizado por la (OEI), el ministro de Educación de la Nación de

Argentina, Juan Carlos Tedesco, señaló lo siguiente: “tenemos que formar una

ciudadanía que consciente, voluntariamente, decida respetar al otro, no

expulsarlo. Y en este sentido, debemos volver a construir la escuela como lugar

para la inclusión social” (OEI, 2007)

Esta inclusión social a la que el ministro Tedesco hace referencia, tiene que ver

con ese “reconocimiento del otro” propuesto dentro de esta monografía, pues el

objetivo que se busca es que el niño respete al otro, que lo acepte en lugar de

rechazarlo; para lograrlo se considera que este reconocimiento del otro debe ser

potenciado a través del aprendizaje cooperativo ya que esta acción lleva al niño y

a la niña a formar de manera integral su personalidad pues se promueven

procesos de descentración, conocimiento de sí mismo y del otro, autoestima,

autonomía, responsabilidad, ya que el aprendizaje cooperativo, demanda que los

estudiantes realicen grupos pequeños, en los cuales los integrantes trabajen

juntos hasta que todos hayan entendido la actividad que se está realizando,

siendo los mismos niños los que se ayudan, y se explican.

49

Ahora bien, la autora de esta monografía considera que las situaciones

conflictivas reflejadas por los niños de educación básica y media, es decir en los

jóvenes, no son producto de un momento o circunstancia difícil, sin duda alguna,

ellos solo reflejan lo que han construido durante su infancia, por tanto, se

considera que esta educación en el reconocimiento del otro, no se debe esperar

para abordarla cuando llegan a la primaria o en el bachillerato, se tiene que

comenzar a educar en el valor “reconocimiento del otro” a los niños y niñas desde

su infancia. Por tanto, los jardines infantiles que atienden a esta población, deben

pensar la infancia desde este aspecto y promover una educación en valores que

les permita desarrollar estrategias desde las diferentes edades y etapas de

madurez, que contribuyan a la preparación hacia el reconocimiento del otro y para

el reconocimiento del otro, desde el propio reconocimiento individual reconocer a

los otros niños, como sujetos valiosos con los que se puede construir una relación

armoniosa a pesar de las diferencias que existan entre ellos.

50

CAPITULO I “FUNDAMENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN DEL VALOR “RECONOCIMIENTO

DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A CUATRO AÑOS.

Ante la importancia que tienen los valores dentro la educación expuestos en el

marco teoríco, este capítulo se dedica a la fundamentación teórica de la

importancia que tiene educar a los niños y niñas de dos a cuatro años en el

valor “reconocimiento del otro”. Para esto se realiza un estudio teórico acerca

de los valores, Educación en Valores, el Valor “reconocimiento del otro” y se

hace una mirada del desarrollo biológico, psicológico, social y de la

personalidad de los niños y niñas a estas edades, para demostrar la

pertinencia del desarrollo de este valor con los niños y niñas de dos a cuatro

años.

La importancia que los valores tienen en la formación del hombre como

persona, han sido objeto de estudio desde tiempos antiguos hasta la

actualidad, los fundamentos más importantes de los grandes pensadores

clásicos se condensan en una concepción humanística de la educación del

hombre. Según Graciela Calle en la concepción Aristotélica, “el fin último de la

educación es la felicidad. Mas, para alcanzarla, es necesario aprender a vivir

bien, a actuar conforme a la naturaleza humana, al modo de ser propio del

hombre. (Calle, G. 2007; 346).

Aristóteles define valor como una virtud. Por tanto educar en valores consiste

en educar moralmente, puesto que se enseña al sujeto a comportarse como

51

persona dentro de un contexto social, a establecer relaciones entre los

miembros que componen éste y su naturaleza, de esta manera se empieza a

convencer de la importancia de lo que lo rodea como, las personas, la

naturaleza y las cosas de lo que está compuesto el mundo en el que habita, de

lo que vale y de lo que no y a su vez le atribuye valor. “El hombre se halla

inmerso en un mundo de valores, creado por él mismo, desde el momento que

comenzó a descubrir el sentido del ser y de la vida o a valorar.” (Calle, María.

G. 2007,)

En la actualidad existen muchos estudios relacionados con los valores y

muchos conceptos sobre lo que se puede entender por “valor”. El dilema entre

el objetivismo y el subjetivismo como corrientes axiológicas señalan dos

posturas muy interesantes desde las cuales se pueden asumir los valores, (el

debate aquí es “si el hombre crea el valor o lo descubre” (Guervilla, 1994; 31).

No obstante hay quienes consideran que no es necesario encasillarse en una

de estas posturas sino que ambas pueden estar incidiendo en el desarrollo del

ser humano, lo cual es compartido por la autora de esta monografía.

Teniendo en cuenta que el ser humano es biopsicosocial, y que el niño debe

desarrollarse de manera integral, se considera que no es bueno fragmentarlo e

intentar establecer esta propuesta en una sola dimensión de su desarrollo,

sino al contrario potenciar todas sus dimensiones, lo cual sustenta esta

investigación.

52

Para Guervilla “El valor como el poliedro posee múltiples caras y puede

contemplarse desde variados ángulos y visiones, desde una posición

metafísica, los valores son objetivos: valen por sí mismos; desde una visión

psicológica, los valores son subjetivos: valen si el sujeto dice que valen; y

desde el aspecto sociológico, los valores son circunstanciales: valen según el

momento histórico y la situación física en que surgen” (Guervilla, 1994, 32).

Por su parte, la doctora Martha Arana considera que “los valores se identifican

con la creación material y espiritual, son cualidades internas o externas al

sujeto, y por tanto, cualidades de los componentes de la estructura de la

personalidad; se manifiestan a través de la actividad humana, en guías o

principios de conducta; y se estructuran por las circunstancias cambiantes de

la realidad” (Arana, M, 1999).

Al hablar de los valores, no se debe pensar solo en los éticos “La educación en

Valores no debe limitarse a lo ético, sino tener presente que en el proceso hay

que desarrollar otros valores que son importantes como los valores estéticos,

los políticos, los intelectuales, los que en su conjunto contribuyen al desarrollo

de la personalidad. Por lo que la educación en valores es pluridimensional”

(Arana M, otros, 2002; 9)

Tampoco se debe pensar en la Educación en Valores como la forma de

remediar un conflicto, pues lo que se pretende incidir es en la formación de la

personalidad del niño, de su integralidad a través de vivencias dentro del

53

campo educativo, sin dejar de lado los conocimientos, pues la Educación en

Valores potencia los tres procesos de la educación que son: instructivo,

capacitivo y educativo (Álvarez, C. 1999; 56) que se relacionan con

conocimientos, habilidades y valores, y que inciden respectivamente en el

saber, saber hacer y ser.

Ahora bien, la educación en valores busca intencionar los valores dentro de la

educación, sin embargo por su carácter integral se ha manejado desde el

currículo oculto en las instituciones educativas, afirmando algunas personas

que los valores se pueden expresar a través de todos nuestros actos. No

obstante, lo único que se ha logrado es que los valores se difuminen

quedando en ocasiones en el aire sin lograr los objetivos deseados, por tanto

algo que se debe considerar importante en la educación en valores es que ésta

se haga evidente dentro del currículo de manera transversal.

De ahí se expresan tres razones para desarrollar una pedagogía de la

educación en valores: intencionar, explicitar y particularizar. Demostrando así

que el maestro es el que debe encaminar la enseñanza, rescatando lo

socialmente significativo de la realidad. Los valores tienen que salir del

currículo oculto, responder a los requerimientos de la sociedad, tener en

cuenta las particularidades de las personas que se están formando y los

problemas que atañen a la educación en valores. Entonces “La educación en

valores es un proceso sistémico, pluridimensional, intencional e integrado que

54

garantiza la formación y el desarrollo de la personalidad consciente; se

concreta a través de lo curricular, extracurricular” (Arana M. 2006.)

Dentro de la educación en valores, se proponen varios modelos, estos se

identifican como: proceso de socialización o de adaptación y asimilación a las

normas sociales existentes; proceso de clarificación personal, encaminado al

esclarecimiento y desarrollo de los valores con que se identifica el sujeto,

según sus preferencias y cultura; proceso de desarrollo de las capacidades de

juicio, que permite valoraciones y razonamientos acordes al deber ser; modelo

de proceso de formación del carácter o del conjunto de hábitos virtuosos

asociados a una cultura propia del contexto y el de desarrollo de la

personalidad. (Puig, J., 1998)

El modelo al que se hace referencia en esta monografía es el de la

construcción de la personalidad moral. Por consiguiente, la construcción de la

personalidad requiere de:

Un proceso de adaptación del individuo hacia la sociedad y hacia sí mismo.

La adquisición por parte del sujeto de elementos culturales, que tienen una

significación positiva y que constituyen horizontes normativos (Puig. , R; 1998:

190 ) que han sido deseados por la humanidad en todos los tiempos: justicia,

solidaridad e igualdad.

Determinadas capacidades de juicio, comprensión y autorregulación que

permitan la autonomía del sujeto ante determinadas situaciones y conflictos.

55

En este modelo se entiende a los valores como un producto cultural, busca

alcanzar una preparación para la vida y para la realización personal en un

contexto determinado, con la condición clara de que se trata de formar no para

la aceptación, sino para la transformación en busca del redimensionamiento

humano.

Este modelo integra los aspectos positivos de los otros modelos de educación

moral mencionados anteriormente, estos son analizados desde el enfoque

histórico-cultural, lo que permite enriquecer el mismo desde esta perspectiva,

y poder tenerlo en cuenta en la concepción metodológica que se propone,

donde además se busca el desarrollo de la personalidad no solo moral, sino

en todas aquellas dimensiones que contribuyen al desarrollo de la

personalidad del niño, por lo que a partir de este momento se hablará de

desarrollo de la personalidad por ser ese el fin de la educación.

En esta investigación el concepto de personalidad es entendido como una

formación humana especial “producida”, creada por las relaciones sociales en

las cuales el individuo entra a través de la actividad en el sistema de rasgos

sociales significativos (Leontiev, A.; 1981)

El proceso real de formación de la personalidad debe partir de las

posibilidades que ofrece la sociedad, para que la persona ocupe un lugar

adecuado dentro de la actividad social y pueda constituirse en sujeto social,

que influya por supuesto en la transformación de estas posibilidades. El

56

postulado de que “La personalidad es un proceso continuo, consistente en

una serie de estadios en constante sucesión, cuyas particularidades

cualitativas dependen de condiciones y circunstancias concretas”; (Leontiev

1983:173) sirve de base para convertir el trabajo educativo en un elemento de

formación personal, a través de la elección de tareas y aceptación de

compromisos por parte del niño, que los convierta en un investigador activo

que explota y cambia el medio.

Uno de los aportes fundamentales del enfoque histórico cultural es la

concepción dialéctica de las relaciones entre aprendizaje y desarrollo, donde el

aprendizaje está en función de la comunicación y del desarrollo. El "área de

desarrollo potencial o zona de desarrollo próximo", es precisamente el eje de la

relación dialéctica.

Es precisamente esta concepción dialéctica del aprendizaje y del desarrollo la

que engendra la diferencia respecto a la teoría genética de Piaget y, a la

concepción por etapas del desarrollo. "Los estadios no dependen directamente

de la edad, sino del contenido concreto que el niño aprende a dominar"

(Rubinstein, 1967: 193). Por ello, este modelo resalta el valor del contenido, del

maestro, la motivación y de los ambientes pedagógicos e institucionales, que

estos producen como aspectos de singular importancia en la educación en

valores.

57

Ahora bien, teniendo presente las experiencias mencionadas en la justificación

de esta investigación, se encuentra que un valor importante para trabajar con

los niños y niñas e incidir de manera positiva en el desarrollo de su

personalidad y en su relación con otros es el valor “reconocimiento del otro”,

puesto que los niños a través de la interacción social van formando su

personalidad, el valor “reconocimiento del otro” contribuye al desarrollo

personal desde la relación social, y la convivencia con los otros.

Se expone la idea de reconocimiento del otro, teniendo presente que en sus

primeros años de vida el niño está formando su identidad, su personalidad y

que lo que no se potencie en los primeros años, será más difícil abordarlo

después. Ema León en su estudio sobre la otredad señala que “la identidad del

yo viene de afuera, la presencia real de ese otro es previa a cualquier

concreción que el yo haga de él” (León. E; 2005, 70) dejando ver así que el

compañero representa una gran importancia en esa formación y afirmación del

yo.

El niño es el reflejo de los otros seres humanos, lo que éste es, depende de

su condicionamiento biológico y también de lo que viene de afuera, a través

de las relaciones con los otros, que le trasmiten vivencias, comportamientos,

lenguajes, conocimientos es decir culturas. Él va tomando una referencia de

los otros para formar su yo, como quien se mira en un espejo y ve su reflejo en

el, desde su propia identidad, la cual a su vez se desarrolla. Precisamente ese

reflejo que él ve es lo que ha visto en otros que lo construyen y le dan esa

58

concreción, ya que el sujeto no existiría si no hubiera otro que lo nombre. Por

esto es trascendental el otro; que me nombra, me constituye y me da la

existencia en un medio social (Freire. P. 1970)

Ya que no hay un yo sin otro, y no hay otro sin un yo, como no puede haber un

aquí sin un allá ni un allá sin un acá. Como lo señala Paulo Freire en la

pedagogía del oprimido, al estar en contra de la educación como práctica de

la dominación, que aísla, niega, desliga al hombre del mundo, dice que el

mundo no podría existir si no hubiera un hombre con conciencia de esa

existencia y de esa misma forma no existiría el hombre si no hubiera otro que

tuviera conciencia de su existencia, “En verdad, no existe un yo que se

constituye sin un no-yo. A su vez, el no-yo constituyente del yo se constituye

en la constitución del yo constituido. De esta forma, el mundo constituyente de

la conciencia se transforma en mundo de la conciencia, un objetivo suyo

percibido, el cual le da intención” (Freire, P.1970; 89) Esto nos permite pensar

que los niños también necesitan de ese otro que lo nombre, que lo constituya y

que le dé sentido a su existencia.

En el niño, a pesar de su corta edad ya se puede hablar de un reconocimiento

de otro, puesto que existen estudios que afirman que antes del nacimiento en

su proceso de formación intrauterina percibe la voz de la madre y puede

reconocerla al nacer, “La voz de la madre ya está inscrita en la psiquis del

bebé cuando nace. Esta inscripción comienza hasta el final del cuarto mes de

gestación, cuando la capacidad auditiva del feto se organiza de tal manera que

59

las informaciones sonoras ya son accesibles a su aparato auditivo”. (Cabrejo,

E. 2003; 12) Es por esta razón que el bebé identifica a su madre de otras, y

distingue su voz en seguida de su nacimiento; porque la escucho desde el

vientre y cuando nace, el niño la trae ya registrada, esto posibilita que venga al

mundo con unas estructuras cerebrales que le ayudarán a reconocer e

identificar la voz de su madre de muchas otras, está reconociendo a esa otra

persona, en ese caso su mamá. “Este reconocimiento recíproco y permanente

de la ínter subjetividad funda el lenguaje, cada uno está presente

simbólicamente en el discurso del otro y sabemos que el bebé tiene necesidad

de que se le reconozca su actividad psíquica cuando está en compañía de

adultos.” (Cabrejo, E 2003; 14). En la medida que el sujeto interactúa en el

mundo social con los otros, se irá construyendo desde el reflejo del otro porque

se identifica con este y a su vez lo está reconociendo y va aprendiendo de

esos otros que le ayudarán a formar su yo.

No obstante con lo que se ha señalado hasta el momento, sería pertinente

preguntarse, ¿es posible hablar de un reconocimiento del otro con niños de

dos a cuatro años, quienes se supone están en una etapa de egocentrismo?

Para resolver esta inquietud, la autora analizó las siguientes teorías:

Según los estudios realizados por Jean Piaget, los niños de 2 años están en un

periodo sensoriomotor y pre operacional, el cual se caracteriza por la

aparición del lenguaje. A través del juego simbólico el niño puede hacer una

representación de su mundo, puede traer a su memoria situaciones vividas

60

anteriormente. El lenguaje se convierte en un elemento clave dentro de este

proceso, puesto que es un intermediario que dinamiza y facilita en el niño las

relaciones con otros, y manifiesta su pensamiento y el origen de sus

acciones, además le brinda la posibilidad de comunicarse con los demás, y de

esta forma poder avanzar en el proceso de socialización. El lenguaje no es la

única actividad simbólica pero es la más importante, y es la lógica con la que

él entiende y se da a entender, se acerca a los otros y a su medio social.

En cuanto al desarrollo de su personalidad, está aprendiendo de sí y de sus

destrezas; aunque este proceso varía dependiendo de la cultura. Tiene apego

por sus padres, además es el momento apropiado para aprender límites de la

autodeterminación “la cantidad de conducta agresiva y de conducta

dependiente tolerada varia conforme al sexo del niño, a su cultura” (Mussen,

1971; 295). Esto quiere decir que el desarrollo del niño puede ser más lento, o

más rápido dependiendo de la cultura, y las posibilidades que el medio y el

adulto le brinden.

Gordon Allport, al explicar la personalidad de los niños de esta edad menciona

lo siguiente: “Cuando el niño puede hablar y pensar en términos de juguetes,

de zapatos, de personas, etc., dispone de medios para relacionar las cosas

con el yo. Toma un objeto, lo deja y lo vuelve a tomar; estos actos, junto con la

repetición del nombre del niño, hacen crecer en él la inferencia de que el yo es

el factor continuo en estas intermitentes relaciones” (Gordon, A. 1970; 147). Es

decir, que el niño identifica los juguetes, y que no se moverían si él no lo

61

intenciona, además puede identificar que hay cosas que él puede hacer en el

medio que lo rodea.

Gordon Allport también indica que en esta edad es importante destacar la

ayuda lingüística de escuchar su nombre muchas veces, esto le permite verse

a sí mismo como punto de referencia y distinto de las demás cosas y

personas.

Por tanto, hablar del reconocimiento del otro en niños de dos, años es posible

en la medida que se va dando el proceso del desarrollo del lenguaje, que le va

a permitir al niño expresar con pequeñas palabras una gama de sentimientos,

emociones y relaciones con los otros, que le ofrecerá un sinnúmero de

posibilidades de acercamiento y reconocimiento con otros. Es así, como se

propone un “reconocimiento del otro” como una etapa de percepción de

existencia de otros, e inicio del respeto o del establecimiento de relaciones, a

partir de juguetes que le permitan al niño a través de sus acciones manifestar

sus sentimientos. Además en este reconocimiento, es importante que el

maestro intencione en el niño un cuidado de sí mismo y de los juguetes. Es

necesario destacar que en todas éstas acciones de los niños ya está presente

el otro como sociedad, a través de su cultura material y espiritual, que éste

capta y desarrolla como parte de sí.

Según Aurelio Carrillo, el niño de tres años se caracteriza por ser egocéntrico,

esta etapa va de los tres a los seis años, “el niño vive en egocentrismo lógico,

62

el centro del universo es él, todo gira a su alrededor, no distingue con facilidad

lo real de lo ideal, todo le parece que es así, real. Su pensamiento, por eso es

sincrético, está abierto a todo” (Carrillo, A; 1998; 57). Lo anterior, no niega que

en esta etapa de desarrollo de su personalidad los niños estén en permanente

relación con el medio ambiente, y que la acción familiar y escolar pueden y

deben incidir en la capacidad de distinguir la realidad, a través de ir

reconociendo al otro y afirmando su yo.

Según Piaget, los avances del niño de tres años en cuanto al desarrollo

físico, motor, cognoscitivo y del lenguaje, son determinantes, fundamentales

para la facilidad y la rapidez de la socialización. El yo social se desarrolla con

otras personas, lo manifiesta a través de sentimientos y es portador de

empatía y simpatía. (Carvajal M y otros, 1995; 146)

El lenguaje sigue siendo un elemento fundamental durante esta edad, “el

lenguaje como la facultad humana gracias a la cual los seres humanos

elaboran su representación del mundo natural y social. Construyen los nexos

en la interacción social y recrean sus experiencias mediante la configuración

de nuevos mundos a partir de la significación. De manera que el lenguaje se

constituye en un proceso totalizante de naturaleza social.” (Rodríguez, Luna,

2002; 24). Es decir, el desarrollo del lenguaje solo se produce en la interacción

con los demás, y éste se aprende en dicha relación y a través del otro.

63

En cuanto a esta edad, también Piaget señala que “El pensamiento y el

lenguaje pre conceptuales son notablemente egocéntricos. El niño es incapaz

de ponerse en el lugar de esta persona o de ver que su punto de vista no es

sino uno de los muchos puntos de vista posibles.” (Mussen P; y otros 1979,

346), además se dice que en un niño de tres años “son inútiles los esfuerzos

encaminados a demostrarle, por medio de razonamientos, que su conducta es

absurda e inadecuada” (Carvajal M y otros, 1995; 146). La autora coincide con

lo anterior, no obstante, piensa que los niños a esas edades tienen las

condiciones biológicas y psíquicas para iniciar procesos de representaciones

simbólicas e ideales de su mundo más cercano, lo que implica la acción de la

familia y la escuela.

En realidad hay muchas otras teorías y descripciones acerca del desarrollo del

niño que podrían contradecir esta propuesta del reconocimiento del otro, pero

dentro de esta investigación, es claro que lo biológico en el niño, evoluciona o

se retrasa en la medida que lo social incide en el desarrollo de éste. Muestra

de ello es que como se observa en la práctica pedagógica, no todos los niños

cuando llegan a los cuatro años son iguales, cada uno es distinto y proyecta

con sus actos lo que ha aprendido de su medio, de lo que los adultos le han

rodeado. En esa medida, se piensa que la educación no debe permitir que lo

biológico determine lo social en todo momento, se reconoce que es importante

pero no debe limitar la labor docente. Sobre este aspecto, “Vigotsky considera

el aprendizaje como uno de los mecanismos fundamentales del desarrollo. En

su opinión, la mejor enseñanza es la que se adelanta al desarrollo. En el

64

modelo de aprendizaje que aporta, el contexto ocupa un lugar central. La

interacción social se convierte en el motor del desarrollo”

(http://www.psicopedagogia.com/definicion/teoria%20del%20aprendizaje%20d

e%20vigotsky)

También desde las ciencias modernas se ha estudiado el desarrollo del

cerebro de los niños, la neurociencia señala que la mente del ser humano esta

capacitada para aprender permanentemente y a diferentes ritmos, a medida

que el sujeto va teniendo nuevas experiencias se van formando circuitos que

indican que llega nueva información al cerebro, lo que permite tener otro tipo

de relaciones con su medio social, que irá enriqueciendo sus interacciones. A

medida que el ser humano va evolucionando la gama de conexiones

cerebrales, dada por nuevos conocimientos se va ampliando generando otras

aptitudes y actitudes y formas de ver el mundo.

En las primeras dos décadas de vida del ser humano el cerebro está en

plasticidad, esto permite que se abra a la experiencia que va enriqueciendo

las posibilidades humanas. A medida que se relaciona con su medio social,

dichas posibilidades se ponen al servicio de lo cognitivo desde lo social. Por

otra parte es interesante traer a colación una afirmación de Teicher quien

señala que: “el estrés en el niño hace que el proceso del desarrollo del cerebro

sea más lento y pausado” (Fraser J, 2005). Lo anterior permite afirmar que si

se ocasionan retrocesos en el cerebro a través de las experiencias negativas

del niño, también se pueden generar avances en el desarrollo del cerebro de

65

este con experiencias positivas, y por tanto la acción de la familia y la escuela,

resultan relevantes para potenciar dichos procesos.

Hoy en día las diferentes ciencias han hecho aportes al desarrollo del cerebro,

entre las cuales hay campos que están muy ligados con la infancia como son:

la biología, neonatología y la educación infantil. Ello indica que actualmente

hay avances desde la neurociencia que están aportando al desarrollo infantil,

entre estos aportes se halla las experiencias a edades tempranas, las que

influyen en el desarrollo de las vías del cerebro que afectan la actuación en la

vida adulta. Lo que indica que comportamientos adultos han sido influenciados

por manifestaciones del cerebro a edades tempranas.

Por tanto, la autora no desconoce que el niño atraviesa por un periodo

egocéntrico, y que tiene características particulares a esa edad que han sido

estudiadas por diferentes ciencias. Sin embargo, considera pertinente brindar

estímulos educativos que les permita a los niños avanzar de una etapa a otra.

Los niños tienen grandes capacidades que podrían potenciarse a través de sus

maestros, muestra de ello son los niños que a corta edad tocan instrumentos

musicales o han desarrollado otros talentos a tempranas edades.

Teniendo en cuenta que los niños permanecen la mayor parte del tiempo en

los jardines infantiles, se considera que los maestros son los directamente

responsables en desarrollar habilidades en los niños, y si esto se puede hacer

desde lo cognitivo y afectivo, también se pueden desarrollar comportamientos

66

desde lo social; esto es lo que se pretende con la educación del valor

“reconocimiento del otro”.

Por tanto, se define el valor “reconocimiento del otro” como la actitud que

cualifica rasgos de la personalidad, que propicia un comportamiento de

aceptación del otro en su diferencia con amor y cuidado, para establecer

relaciones que permitan compartir y cooperar con los demás por el bien

común.

Dicha definición describe el sistema de valores que integra el “reconocimiento

del otro” en la Educación Infantil con niños y niñas de dos a cuatro años. Los

valores no son independientes unos de otros pues cada persona los jerarquiza

y relaciona de acuerdo a sus opiniones, creencias y conocimientos, ello hace

que el maestro seleccione y defina su intencionalidad en relación con el

Proyecto educativo Institucional. Los valores que constituyen el sistema del

“reconocimiento del otro” son: autoestima, amor, cuidado, amistad,

cooperación y compartir.

Autoestima

Amor

Cuidado

Cooperación

Compartir RECONOCIMIENTO

DEL OTRO

Amistad

67

Este valor se propicia a través de las actividades escolares que los niños

realizan juntos, y que el maestro debe intencionar en sus acciones

pedagógicas, las que deben llevar al niño a interactuar con su compañero.

En síntesis lo que se pretende es educar en valores a través del valor

“reconocimiento del otro”, intencionándolo en las interacciones de los niños,

pues a través de ese valor y por tanto comportamiento, el niño va

construyendo su personalidad y construye a los otros.

68

CAPÍTULO II

DISEÑO DE ESTRATEGIAS DE EDUCACIÓN DEL VALOR

“RECONOCIMIENTO DEL OTRO” CON NIÑOS Y NIÑAS DE DOS A CUATRO

AÑOS.

Con la claridad que se tiene acerca de intencionar y explicitar los valores en la

educación, y que estos deben ser transversales en el currículo; la autora de

esta monografía se ha dado a la tarea de diseñar unas estrategias

pedagógicas, para la educación del valor “reconocimiento del otro”, con el fin

de que lo hasta aquí expuesto, no se quede únicamente en lo teórico (como

sucede en ocasiones con los valores) sino que los maestros que acceden a

esta monografía, tengan una orientación para la concreción de este valor en

su quehacer docente. Para esto, se da la definición del valor “reconocimiento

del otro”, se identifica el sistema que lo compone, se explican las etapas para

la educación de este valor según las edades de los niños, y se presentan las

estrategias, con sus objetivos y las actividades para el desarrollo de éstas.

Fundamentos Pedagógicos del diseño de estrategias de educación del

valor “reconocimiento del otro”, con niños y niñas de dos a cuatro años.

Definición de Estrategia de educación en valores

Las estrategias, pedagógicas son importantes dentro de la educación ya que

allí se concreta la acción pedagógica del docente, dentro de las estrategias se

encuentran los diferentes métodos, formas, y sistema de evaluación; utilizados

69

por los maestros para propiciar un ambiente en donde los niños puedan

acercarse al conocimiento y de esta forma se dé un aprendizaje significativo.

Dado que la Educación en Valores busca explicitar e intencionar éstos en la

educación, se considera pertinente brindar herramientas a los maestros que

les permitan trabajar los valores en sus actividades académicas, por tanto las

estrategias de educación en valores resultan ser de gran ayuda a la hora de

realizar actividades con los niños y las niñas. Las estrategias de Educación en

Valores, se definen como: “El sistema de conocimientos teóricos, prácticos y

actitudinales que se despliegan en el proceso de formación del profesional a

través de un conjunto de acciones docentes interdisciplinarias,

intencionalmente definidas, para lograr el desarrollo de la personalidad del

estudiante”. (Arana, M; 2004)

Aunque el concepto expuesto, hace referencia a profesionales, no obstante, la

autora de esta monografía considera que puede ser válido también para el

diseño de estrategias en la infancia, ya que lo importante de estas es que las

estrategias sean intencionalmente definidas por el maestro, para lograr el

desarrollo de la personalidad del estudiante.

Pedagogía Afectiva

Para trabajar estrategias de educación en valores que promuevan el valor del

“reconocimiento del otro”, se considera pertinente asumir como concepción

pedagógica la Pedagogía Afectiva expuesta por Miguel De Zubiria, quien

70

señala que sin la educación de los sentimientos, “cada estudiante sería

incapaz de discernir lo interesante, lo que le afecta, al carecer del órgano que

orienta su vida, y quedaría en condición miserable de autómata laboral” (De

Zubiría M. 2004; 303).

El objetivo principal de la Pedagogía Afectiva es educar a individuos felices, la

educación debe contribuir a la formación integral de seres humanos y no solo

a ciudadanos ambiciosos preparados para competir en el mundo laboral, como

lo Afirma Miguel De Zubiría “la educación no puede limitarse ni al razonamiento

ni a la acción, ya que otra parte importante del hombre es la afectividad” (De

Zubiría M. 2004; 305),

La intención de la Pedagogía del Afecto es apartar al individuo del aprendizaje

sistemático de las asignaturas, para esta pedagogía, definitivamente es

importante un manejo positivo del área cognitiva, pero esto no se puede lograr

de una manera rigurosa si los individuos no están plenamente en capacidad de

manejar su parte afectiva y emocional de una manera satisfactoria;

aprendiendo a conocer sus sentimientos y sus emociones los sujetos

aprenderán a manejar sus impulsos, y tendrán una reflexión más crítica de

las acciones de manera apacible y amena. Al decir de Miguel De Zubiría

sobre José Antonio Marina, en su libro “El laberinto sentimental” en la página

27: “El estudio de los sentimientos es un buen modo de comenzar, porque nos

va a permitir entrar en la sala de maquinas de la subjetividad, en nuestro

reducto mas intimo” (De Zubiría Miguel, 2004; 309)

71

Por otra parte, la Pedagogía del Afecto implica que los sujetos desarrollen una

confianza en sí mismos, se quieran y se acepten, si esto no se logra será muy

difícil entonces que se dé un desarrollo de la personalidad creíble, es decir un

individuo que crea en sí mismo, que no tema decir lo que piensa y lo que

siente y por consiguiente una persona madura que valore y respete las

personalidades y las opiniones divergentes, que se pueden dar en los

diferentes contextos que permean al sujeto.

Educar en las diferentes áreas del conocimiento es importante, todos los seres

humanos deben estar preparados para asumir la vida y ser competentes para

desempeñar las actividades y los trabajos que esta conlleva. Pero sin

individuos felices, será más difícil que se tengan resultados deseados en los

diferentes aspectos profesionales, por llamarlos de alguna forma.

Los sentimientos y el saber deben complementarse para generar una formula

positiva y capacitar a las personas para enfrentar la vida en todas sus

dimensiones. Sin una educación enfocada hacia el amor, el respeto y la

tolerancia para consigo mismo y para con otros, es decir una educación en

valores, difícilmente se encontrarán individuos satisfechos de los logros

obtenidos a lo largo de la vida, al contrario lo que se generará serán vidas sin

nada que ofrecer, en pocas palabras seres con autoestimas muy bajas e

incapaces de establecer relaciones armoniosas y pacíficas con las personas

que los rodean, por esto es importante que la educación de los sentimientos, y

72

la enseñanza de las áreas curriculares se complementen, y a partir de esto se

generen personas seguras y preparadas para enfrentar el mundo laboral y por

supuesto el personal.

De hecho, existe una dialéctica y complementariedad entre el conocimiento y

el valor, que consiste en que todo conocimiento aún el más abstracto y teórico,

tiene un condicionamiento social, histórico y contextual, que manifiesta una

expresión humana, y por tanto posee valores de la época y de su desarrollo.

Por otro lado, el valor es un conocimiento en el campo de la ética, política,

estética, y la propia ciencia; por ello los valores deben ser comprendidos para

ser interiorizados e incorporados a los comportamientos personales y sociales.

El asunto en el campo pedagógico y educativo está en combinar lo cognitivo y

lo afectivo en el aprendizaje. Lo anterior, en las edades de dos a cuatro años,

tiene la particularidad de que lo afectivo determina sobre el desarrollo de lo

cognitivo, la razón y la conciencia.

La Pedagogía del Afecto fundamenta sus principios en “el amor a sí mismo, el

amor a los otros y el amor al mundo” (De Zubiría Miguel, 2004; 309) las cuales

se complementan con el valor “reconocimiento del otro”, la Educación en

Valores y el Aprendizaje Cooperativo, “la principal ganancia para los alumnos

son los conocimientos y habilidades que adquieren. Pero además existen

otras: el interés intrínseco por lo que se enseña, el dominio de las asignaturas,

las buenas calificaciones, la aprobación del año lectivo, el certificado de

estudios, la condición de par, la interacción social no solo en los pasillos, sino

73

la que acontece en el aprendizaje cooperativo y en la colaboración entre pares”

(De Zubiria Miguel, 2004; 306) ya que el ser humano durante el desarrollo de

su personalidad experimenta todos los principios que esta pedagogía plantea.

El amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo.

Lo expuesto hasta ahora, permite afirmar que desde que el niño es pequeño

debe primar la Pedagogía Afectiva sobre la Pedagogía Cognitiva, ya que “por

su preemencia evolutiva nuestro primer trato con la realidad es afectivo. El

neonato tiene una percepción evaluativa. Le interesan unas cosas y prescinde

de las demás. Lo que entendemos por conocimiento es demasiado fría y lejano

para una criatura tan cordial y apegada. Vive en el mundo de necesidades,

afectos y distracciones” (De Zubiría M. 2004; 307). Es así como la autora de

esta monografía, considera que la Pedagogía Afectiva resulta ser apropiada, a

la hora de implementar las estrategias de educación del valor “reconocimiento

del otro” con niños y niñas de dos a cuatro años, ya que es una pedagogía

que centra su interés en el aspecto emocional y afectivo de los sujetos, les

enseña a conocerse, a valorarse y a gobernarse, estas son las bases del amor

a sí mismo, promoviendo entonces el amor a si mismo a los otros y al mundo,

contribuyendo de esta forma a un pleno desarrollo de su personalidad,

permitiendo que se den relaciones armoniosas entre los pares que intervienen

dentro de su contexto social y cultural.

74

Aprendizaje Cooperativo

Para desarrollar las estrategias de educación del valor “reconocimiento del

otro”, se retoma la teoría del Aprendizaje Cooperativo (AC), estudiado por el

profesor Juan de Dios Arias Silva, quien señala que el “Aprendizaje

Cooperativo, es una poderosa herramienta metodológica que le va a permitir

potenciar situaciones potenciadoras del aprendizaje” (Arias, J. 2005; 12).

El ser humano es un ser social por naturaleza “ya en el siglo I, Quintiliano

afirmaba que los estudiantes obtenían grandes beneficios enseñándose unos a

otros” (Arias, J. 2005; 16) además “En 1930, en Estados Unidos, John Dewey

impulsó el aprendizaje cooperativo y lo incluyó en su famoso método de

proyecto en la instrucción” (Arias, J. 2005; 16)

Ahora bien, el aprendizaje se produce todos los días de la vida y no siempre de

una forma intencional y consiente. “El aprendizaje ocurre cuando la experiencia

causa un cambio relativamente permanente en el conocimiento o conducta del

individuo” (Arias, J. 2005; 12)

Los maestros buscan crear ambientes físicos y socialmente óptimos para

desarrollar sus actividades, sin embargo no siempre se logra, en especial

porque la planeación de enseñanza no visualiza el aprendizaje como un

proceso influenciado fuertemente por las interrelaciones positivas entre los

sujetos involucrados en el. Toda actividad que los maestros organizan en clase

está dirigida a alcanzar algunas metas, la forma en que el maestro organiza las

75

actividades para que el niño alcance esas metas propuestas, determinan un

tipo de interrelaciones específicas entre estudiantes y maestros, y éstas

definen un ambiente de aprendizaje, los cuales pueden ser:

Ambiente de aprendizaje competitivo: determina quién es el mejor. Las metas

de aprendizaje son comunes para todos, pero solo unos pocos podrán

alcanzarlas “el éxito propio nace del fracaso de los otros” (Arias, J. 2005; 13)

Ambiente de aprendizaje individualista: El estudiante trabaja individualmente

en metas propias de aprendizaje, “alcanzar una meta no implica interacción

con el otro” (Arias, J. 2005; 13)

Ambiente de aprendizaje cooperativo: trabajar en grupos pequeños de manera

conjunta, solo se puede alcanzar una meta cuando todos los del grupo están

listos. “los estudiantes observan que su meta es alcanzable si y sólo si los

otros estudiantes de su grupo la alcanzan” (Arias, J. 2005; 15)

Sin importar la edad de los niños, el maestro siempre estará promoviendo

alguno de estos aprendizajes, y vale la pena recordar que el Aprendizaje

Competitivo y el individualista harán que los niños que se vayan quedando

atrasados, se releguen aún más. “en el aula ideal, todos los estudiantes deben

aprender cómo se trabaja cooperativamente con los demás, cómo se compite

por gusto y por divertirse y cómo se trabaja de forma autónoma por sí mismo”

(Arias, J. 2005; 15)

76

Es por esto que dentro del Aprendizaje Cooperativo, no se pueden desechar

las otras dos formas de aprendizaje, “si la cooperación es la única forma en

que los estudiantes aprenden en la escuela, entonces nunca podrán aprender

a competir apropiadamente ni tampoco tendrán la oportunidad de aprender de

un modo autónomo. Por tanto, el trabajo competitivo y el individualista deben

complementar el AC cuando sea apropiado” (Arias, J. 2005; 15).

Cooperar es trabajar juntos para alcanzar metas comunes. Organizar a los

niños en grupos para que resuelvan un ejercicio no es exactamente un AC.

Existen muchas situaciones que pueden hacer fracasar un grupo. El maestro

debe estructurar la cooperación dentro de éste.

Ahora bien, pretender que los niños y niñas realicen un Aprendizaje

Cooperativo no es algo que se logra de un momento a otro, ya que es un

proceso que se va construyendo poco a poco durante las actividades. Esperar

que niños y niñas de dos a cuatro años realicen un AC (en todo el sentido de

la teoría) durante sus actividades, podría ser muy ambicioso y en realidad

imposible por las mismas condiciones de su edad, sin embargo, es pertinente

mencionar que también es una edad muy apropiada para comenzar a trabajar

elementos que le ayudarán a elaborar ese AC como parte de su propia vida.

Por tanto, para trabajar este tipo de aprendizaje con los niños y niñas de dos a

cuatro años se sugiere que se tenga en cuenta:

77

En primer lugar, permitirles un Aprendizaje Individual en el que cada uno sea

responsable de hacer sus actividades, a su manera y a su ritmo, en el cual

aprenda a valorar y reconocer sus propios trabajos, allí se incide en la

construcción de la autoestima, autonomía, auto reconocimiento entre otros.

Esto podría ir muy bien, con los niños y niñas de dos años.

En segundo lugar, propiciar una competencia sana, es decir sin hacer sentir

mal al niño que pierde, una competencia “por diversión” ya que en el futuro el

niño tendrá que verse enfrentado en la sociedad a competir (por un empleo,

para entrar a una universidad, entre otros) y es un elemento que no se debe

dejar de lado en la formación del niño.

En tercer lugar, permitir el trabajo en grupos pequeños pero explicando con

anterioridad lo que se espera que se logre en los grupos, es decir llegar a

acuerdos con los niños sobre los roles que asumirán al interior del grupo, y lo

importante que es el aporte que cada uno puede hacer (esto, con niños de tres

y cuatro años). A través de juegos, cuentos, videos, entre otros, es importante

que se le explique al niño que entre todos pueden ayudar haciendo distintas

cosas para llegar a un mismo fin.

El objetivo principal del Aprendizaje Cooperativo, es que los niños en los

grupos, sean conscientes que para terminar una actividad todos los integrantes

del grupo deben entender lo que se estaba estudiando, y que para ello, los que

han alcanzado la comprensión deben ingeniárselas para explicarles a los

78

demás y así todos puedan comprender. Eso es algo que los niños a los tres

años no alcanzan a hacer, pero el aprender a trabajar juntos con algunos de

los elementos del Aprendizaje Cooperativo les ayudará a ver que es importante

la ayuda que se puedan brindar para alcanzar metas comunes. Es decir que el

niño puede interiorizar la importancia que tiene él dentro de un grupo de

trabajo, y que sus acciones atrasan o adelantan los procesos.

La cercanía y sobre todo las relaciones que se establecen entre los niños al

trabajar un Aprendizaje Cooperativo, son muy importantes no solo para el

aprendizaje cognitivo sino para el desarrollo de la personalidad de éste, el cual

es uno de los objetos de estudio dentro de esta monografía. Es por eso que se

considera pertinente abordar el Aprendizaje Cooperativo para el desarrollo de

las estrategias, ya que a través de éste, será fácil propiciar el reconocimiento

entre ellos y ellas, pues con una buena orientación podrán reconocer sus

habilidades, destrezas, capacidades y diferencias, como elementos claves

para la obtención de logros.

B. Pasos para el diseño de estrategias de educación del valor “reconocimiento

del otro”, con niños y niñas de dos a cuatro años.

Definir el contenido y significado del valor a desarrollar.

Es importante definir los Valores, ya que por su uso cotidiano, dependiendo del

contexto y la realidad de los sujetos, existen diferentes miradas y por ende

diferentes interpretaciones del significado del valor a educar. Por tanto, para

79

evitar confusiones y que el lector comprenda a que se están refiriendo la

autora de esta monografía al hablar del Valor “reconocimiento del otro”, se

considera necesario conceptualizarlo.

Es así que se define el valor “reconocimiento del otro” como la actitud que

cualifica rasgos de la personalidad, que propicia un comportamiento de

autoestima y de aceptación del otro en su diferencia con amor, amistad y

cuidado, para establecer relaciones que permitan compartir y cooperar con los

demás por el bien común

Conformar el sistema de valores correspondiente.

Teniendo en cuenta que los valores no son individuales si no que se mueven

en sistemas, es decir que un valor hace parte del otro, se considera importante

definir el sistema de valores que conforman el Valor “reconocimiento del otro”

estos son: autoestima, amor, amistad, cuidado, cooperación y compartir.

Definir los propósitos de la educación en el valor.

El propósito de educar en el valor “reconocimiento del otro” es que el niño y la

niña, desarrollen su personalidad, que le ayudará a fortalecer su autoestima,

aceptar al otro en su diferencia y semejanza, y a establecer mejores relaciones

con quienes los rodean, en el contexto social.

Identificar los contenidos curriculares.

80

El valor, es parte integrante del contenido, éste debe ser transversal en el

currículo de cada institución, asignatura y actividad docente. No obstante, para

que este valor “reconocimiento del otro” sea posible, se proponen educarlo en

dos etapas, según las edades de los niños y de las niñas:

La primera etapa, se da con los niños y niñas de dos años. Aquí se busca un

Reconocimiento del Otro desde los objetos, ya que en esta edad está presente

el juego simbólico, y el contacto con los objetos o juguetes le permite ver que

él es independiente de éstos (Gordon, A 1970; 147). Este reconocimiento del

otro desde el objeto, le permitirá por tanto darse cuenta de su existencia a

parte del objeto y que sus acciones ayudan o perjudican al otro. Además, es

importante recordar que allí se promueve un conocimiento de sí mismo,

cuidado de sí mismo, de sus pertenencias y por tanto del otro que lo rodea.

La segunda etapa, se da con los niños de tres a cuatro años. En ésta se

busca un reconocimiento del otro como igual pero distinto a la vez.

Como igual en tanto ser humano, con las mismas partes del cuerpo, que se

duele si lo lastiman, le gusta que lo cuiden, que lo consientan, sentirse acogido

y no excluido o rechazado por los compañeros, entre otras.

Como distinto, en tanto tienen formas propias de pensar, expresarse, pintar,

dibujar, hablar, entre otras. Estas los hacen distintos pero no mejor que el otro.

El propósito dentro de esta etapa, ya no es trabajar a partir de los objetos, sino

que se busca la interacción entre los niños y las niñas, y evidenciar que a

81

partir de las semejanzas y las diferencias antes mencionadas, pueden construir

cosas entre ellos, y así avanzar a un reconocimiento del otro como persona

valiosa con la que se puede pintar, dibujar, es decir, realizar diversas

actividades con la ayuda del otro, dicho proceso se va evidenciando hacia los

cuatro años del niño.

Definir las estrategias de educación en valores:

Para la educación del valor “reconocimiento del otro” se diseñaron (a partir de

las experiencias tenidas en la práctica pedagógica, y de la profundización

teórica que se manifiesta en esta monografía), tres estrategias acorde al

desarrollo de las edades de los niños y niñas; estas estrategias que se han

denominado:

Hacia el reconocimiento de sí mismo (2 años),

Estar juntos (3 años)

Hacia la cooperación (4 años)

Caracterizar las estrategias de educación del valor “reconocimiento del

otro” con niños y niñas de dos a cuatro años.

Para la caracterización de las estrategias se tienen presentes los siguientes

aspectos: nominación de la estrategia, edades de los niños hacia las que están

diseñadas, objetivo de la estrategia, actividades que se desprenden de la

estrategia y el desarrollo de cada actividad.

82

Teniendo presente que la propuesta dentro de esta monografía es explicitar e

intencionar los valores, (en este caso el valor “reconocimiento del otro”) dentro

del currículo, a continuación se presentan algunas actividades que se podrían

trabajar con los niños y las niñas de dos a cuatro años, claro está, haciendo

los ajustes pertinentes de acuerdo a las condiciones de la población con la

que se esté trabajando, y las características de los maestros.

De esta forma, la primera estrategia “HACIA EL CONOCIMIENTO DE SI

MISMO” contiene actividades para desarrollar contenidos de ciencia, que

propicien un conocimiento del entorno natural en el que se desenvuelven los

niños y las niñas.

Las actividades propuestas dentro de la segunda estrategia “ESTAR JUNTOS”

para niños de tres años, contribuyen sobre todo al desarrollo de la motricidad

tanto gruesa como fina de ellos.

Las actividades que se desarrollan dentro de la tercera estrategia “HACIA LA

COOPERACIÓN” van dirigidas a potenciar los procesos concernientes al

lenguaje y artes.

No obstante, de acuerdo a la creatividad del docente, se podrían aprovechar

estas actividades no solo para trabajar en los contenidos mencionados

anteriormente, sino que también el maestro las puede ajustar e integrar a las

otras áreas del conocimiento, que contribuyan al desarrollo integral del niño.

83

ASPECTOS FINALES.

CONCLUSIONES.

Aún existe una lucha constante por sacar los valores del currículo oculto y

explicitarlos, intencionarlos y particularizarlos dentro de la educación, ya que

se han convertido en una necesidad, por la importancia que tienen en la

formación social del colombiano, pues desde la educación en valores y más

exactamente en la del “valor reconocimiento del otro” intencionado desde la

educación inicial, se contribuirá a la formación de sujetos con mejores formas

de relación que contribuyan, de manera positiva a la problemática socio política

a la que se enfrenta el país.

La negación de que el niño ha sido objeto durante muchos años es una

realidad que no puede ser ignorada, lo que marcó la historia de los niños y

niñas por muchos años, tanto que hasta ahora se está tomando consciencia

sobre el lugar y los derechos de la niñez. No obstante, los educadores no

pueden quedarse encasillados, recordando esos hechos históricos

lamentables, si en un tiempo la niñez no fue reconocida por la sociedad, es

tiempo de propiciar el bienestar de la infancia, que desde el aula el maestro

reconozca a los niños y propicie que entre ellos se dé un reconocimiento, que

les permita reconocerse a ellos mismos y aceptar al otro en su diferencia y su

igualdad, para contribuir a la construcción de una mejor sociedad.

84

Uno de los valores más importantes para trabajar con niños y niñas de dos a

cuatro años, es el valor “reconocimiento del otro”, pues en la medida que el

niño acepte al otro a pesar de sus diferencias con amor y cuidado, le será

posible entablar relaciones armoniosas en el presente y en el futuro. Es decir

se trata de formar un ser humano con comportamientos que promuevan la

justicia, el amor y respeto hacia los otros. Educar en el valor “reconocimiento

del otro” con niños y niñas de dos a cuatro años, es necesario y posible, en

tanto son seres humanos que necesitan del otro para vivir, construir su yo y dar

sentido a su existencia.

Si bien es cierto que los valores hacen parte del ser humano y que se reflejan

en sus acciones, por tanto están en cualquier interacción que éste tenga con

otros semejantes o con cualquier cosa creada, también es cierto que para que

los niños y las niñas los puedan vivir e interiorizar, y manifestarlos en sus

conductas, es necesario que los valores se intencionen y se trabajen en las

áreas del conocimiento a desarrollar con los niños. Para esto, es necesario

que existan estrategias de Educación en valores que le den al docente la

posibilidad de concretar éstos en su quehacer educativo.

85

BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ, C. (1999) “La Escuela en la Vida” Editorial Félix Varela. La Habana,

ALLPORT. G (1970) “Psicología de la personalidad” Barcelona. Editorial

Herder

ALLPORT. G (1970) “La personalidad su configuración y desarrollo” Barcelona.

Editorial Herder

ARANA, M. (2004). Documento Conferencia Dirección por valores en la

Educación Superior. Publicado como material de estudio en Curso Del Instituto

de Gestión y Liderazgo Universitario para la Región del Caribe, Universidad

Simón Bolívar, Caracas.

ARANA, M. (2006) “Los valores en la formación profesional” Revista Tabula

Rasa. No. 4. Universidad Colegio mayor de Cundinamarca, Bogotá

ARIAS, J (2005) “Aprendizaje Cooperativo” Universidad Pedagógica Nacional.

Fondo editorial.

BATISTA, N. (2001) Documento Tesis Doctoral. “Una concepción de

Educación en Valores, para el diseño curricular en Ingeniería” Universidad de

La Habana.

BATISTA, N. (2002) Tesis de Grado de Doctor en Educación. La Habana,

Cuba,

BEN R; y ADCOK C (1976) “Valores actitudes y cambio de conducta” Editorial

Peter Herriot

BOTERO, C (2005) La formación de valores en la historia de la educación

colombiana. Revista Iberoamericana de Educación

86

CALLE, M (2007) Revista de humanidades: Tabula Raza. Universidad Colegio

Mayor de Cundinamarca. Bogotá, Colombia

CABREJO, E (2003) “La lectura comienza antes de los textos escritos.”

Revista nuevas hojas de lectura 3. Fundalectura. Bogotá, Septiembre –

Diciembre

CARRERAS LL (2001) Cómo educar en valores. Ed. Narcea

CARRILLO, A; ALVARES, P (1998) Los valores el reto de hoy. Orientación

para implementar el proyecto de ética. Ed. Mesa redonda magisterio.

Universidad Autónoma de Bogotá

CARRILLO, A (1998) “Los valores el reto de hoy. Orientación para implementar

el proyecto de ética. Mesa redonda magisterio. Editorial magisterio. Santa fe de

Bogotá. U autónoma

CARVAJAL M y otros. (1995) Comportamiento y salud 1. De la concepción a la

adolescencia. Colombia, Ed. Norma

CERDA; Hugo. (2005) Los elementos de la Investigación. Ed.El Buho , Bogotá

CÉSPEDES, A. (2007) “Cerebro, inteligencia y emociones Neurociencias

aplicadas a la educación permanente” Fundación Merani, PROSA,

Impresiones.

COLECTIVO DE AUTORES (1996) “Tendencias pedagógicas

contemporáneas” Universidad de la Habana. Centro de estudios para el

perfeccionamiento de la educación superior CEPES. Corporación universitaria

de Ibagué. Fondo editorial. Ibagué Colombia

Constitución Política de Colombia 1991

87

CORTINA, A. (1998) El mundo de los valores. “ética mínima” y educación. Ed.

El búho.

DE MARGARIT, Z (1970) “Prueba para investigar madurez de la personalidad”

trabajo de grado para obtener el título de magíster con especialización en

psicología escolar. Facultad de Psicología, Universidad Pedagógica Nacional.

DE ZUBIRIA, M (2004) “Enfoques pedagógicos contemporáneos” Fundación

Internacional de pedagogía Alberto Merani.

DOMINGUES, G (1995) Los valores en la educación infantil. Ed. Muralla, SA.

FREIRE, P (1970) “La pedagogía del oprimido” Ed. Paidós

GALLEGO, C (1997) “Ética y valores” Editorial Postergraph

GÓMEZ. C (1997) Ética y valores. Ed. Postergraph. Colombia

GUITON, A (1831) “Anatomía y fisiología del sistema nervioso. Pensamiento

conciencia memoria” Editorial medice panamericana. Buenos Aires

HERNÁNDEZ, R (2001) Metodología de la investigación. Ed. McGrawHill.

HOYOS, G (2004) ¿qué significa educar en valores hoy? Colección educación

en valores Octaedro OEI.

FRASER J(2005) “Desarrollo del cerebro basado en la experiencia temprana y

su efecto en la salud, el aprendizaje y la conducta. Canadá. Revisada en

Agosto del 2008 en: http:www.oas.org.ludse-did2-relaciones-archivos-

cerebral.aspx.

Kandel, E. R. (1997). “Neurociencia y conducta” Madrid, Prentice Hall.

Ley General de Educación

88

LINEAMIENTOS Curriculares para el área de Ética y Valores Humanos.

Orientaciones para la Formulación de los Currículos en Constitución Política y

Democracia. OEI (1998)

LLACER, P (1999) “elementos para una tele-ética. El reconocimiento del otro

en el ciberespacio” Revista Iberoamericana de Educación

LLINAS, R (2003) “el celebro y el mito del yo” Ed. Norma

MARIE, C; ORTIGUEZ, E. (1986) “Como se decide una psicoterapia” Paris.

Editorial Gedisa, S.A.

Ministerio de Educación Nacional “Lineamientos curriculares educación

preescolar: publicaciones lineamientos series curriculares de educación

preescolar” Revisado Enero 2008, en

http://menweb.mineducacion.gov.co/lineamientos/preescolar/contenido.asp

MORIN, E, (2001).Los Siete Saberes de la Educación del Futuro. Ed.

Magisterio, Bogotá.

MURICE, Eyssautier (2002) Metodología de la Investigación Cuarta Edición

Thomson Learning, México

MUSSEN P; Conger J; Kagan J. (1979) “Desarrollo de la personalidad en el

niño” México. Ed. Trillas.

OEI, Noticias (2007). Colombia - Conferencia Internacional “Educación en

Valores y Convivencia Escolar” revisada Diciembre 2007 en

http://www.oei.es/noticias/spip.php?article1311

OEI, Noticias (2207) “Convivencia escolar - Estudiantes bogotanos son los que

más agreden con la discriminación” Diciembre 2007, en

http://www.oei.es/noticias/spip.php?article1258)

89

OEI, Noticias (2008) Seminario Internacional "Educación en Valores y

Convivencia Escolar" Junio 2008, en

http://www.oei.es/noticias/spip.php?article2439)

RUY Pérez Tamayo. (1990) ¿Existe el método científico? Ed. Fondo de

Cultura Económica de México.

RODRÍGUEZ, L (2002) “formación, integración, argumentación” Ed.

Universidad Distrital, Bogotá,

RODRIGO, M “Etapas, contextos, dominios y teorías implícitas en el contexto

social”

SALDARRIAGA, O. (2003) “del oficio del maestro prácticas y teorías de la

pedagogía moderna en Colombia” cooperativa editorial magisterio. Bogotá

STEPHENSON, J; BURMAN, E (1998) Los valores en la educación. Ed.

Gedisa

Valores para vivir: programa educativo internacional. En

http://www.livingvalues.net/espanol/valores.htm