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26 LA VANGUARDIA LUNES, 12 OCTUBRE 2015
Deporte sí, competición noLos psicólogos reclaman un nuevo modelo de extraescolares deportivas
MAYTE RIUSBarcelona
Llega octubre y con élarrancan infinidadde ligas deportivas ycompeticiones escolares. Psicólogos ypedagogos no dejan
lugar a dudas: es fundamental que los niños practiquen algún deporte, no sólo porque necesitan tener actividad física sino también porque el deporte es fuente de socialización y de aprendizaje. Pero que hagan deporte, enfatizan, no quiere decir que compitan y que desde los cinco o seis años estén sometidos a la presión de los resultados, de las clasificaciones, las convocatorias y las promociones, como si fueran profesionales. Y eso es lo que se encuentran hoy los niños en la mayoría de clubes deportivos y equipos escolares, en especial si practican depor
tes mayoritarios como fútbol o baloncesto. “Las extraescolares deportivas se definen como un deporte formativo en que la competición no es tan importante; pero es una falacia, porque cambian las cuotas y el escenario pero se aplica el mismo modelo que en el deporte federado, donde el éxito es ganar, marcar más goles o encestar más que el rival y se aplican sanciones pero no refuerzos positivos”, afirma Pere Alastrué, psicólogo del deporte e impulsor del modelo Juga Verd Play de deporte escolar.
“Hoy las extraescolares deportivas son muy competitivas y rápidamente meten al niño en un mundo casi profesional donde los padres sacrifican dinero y fines de semana por conseguir que sus hijos se tecnifiquen y sean figuras ,y los entrenadores también se sienten presionados y juzgados por conseguir logrosrespecto a otros colegios porque de
ello depende que luego les contraten, y al final todo eso crea unas expectativas muy grandes sobre el niño que pronto empiezan a no cumplirse y se convierten en fuente de estrés y de una frustración tremenda”, explica Petra M. Pérez Alonso
Geta, catedrática de Teoría y Antropología de la Educación de la Universidad de Valencia (UV).
“Hoy el deporte escolar se profesionaliza tanto que hay niños que hacen pretemporada desde finales de agosto, en mitad de las vacacio
nes, algo que debería ser sagrado”, coincide Benjamín Montenegro, del Equip Psicològic del Desenvolupament de l’Individu, para quien las actividades deportivas extraescolares deberían ser mixtas y sin marcadores hasta los 12 años y después separarse por sexos pero seguir sin marcador hasta los 16, edad en la que propone iniciar el deporte competitivo. “Si la educación es obligatoria hasta los 16 años, el deporte también debería ser formativo, participativo y socializador hasta esa edad”, enfatiza.
En los últimos años se han intensificado las voces de psicólogos y educadores en favor de un deporte formativo sin marcadores donde el objetivo sea disfrutar, aprender, crear hábitos y transmitir valores y no se den situaciones de humillación al rival porque los equipos están muy descompensados y se producen diferencias de puntos o goles
escandalosas. En algunos países, como Estados Unidos, las mercy rules (reglas de clemencia) o slaughterrules (reglas contra carnicerías) están muy extendidas en la mayoría de deportes infantiles, en algunas ligas de instituto y, en el béisbol, de universidad. En España, muchas ligas autonómicas de baloncesto establecen que, en las categorías hastainfantil (13 años), el marcador se pare cuando un equipo gane por más de 50 puntos. Y alguna liga de futbolbase no registra en la clasificación más de diez goles, mientras que algunas federaciones de balonmano cierran marcadores a partir de 20 goles de diferencia. Pero los educadores aseguran que de poco sirven estas medidas porque los chavales –y algunos padres y entrenadores– llevan la cuenta y saben perfectamente cuál ha sido el resultado. Hayquienes consideran que estas normas son contraproducentes porque
AGUSTÍ ENSESA
La actitud del entrenador es clave para que el deporte infantil resulte formativo. En la imagen, un equipo de infantiles de la UE Llagostera durante un entrenamiento
La educación de los niños
En EE.UU. las reglas de clemencia contra resultados ‘paliza’ están muy extendidas en el deporte infantil
Tendencias
LUNES, 12 OCTUBRE 2015 T E N D E N C I A S LA VANGUARDIA 27
AGUSTÍ ENSESA
Es de las más extensas de Europa: 1.061 horas por curso en la ESO, frente a las 882 de media en la UE
El 63% practica una actividad deportiva fuera del horario esco-lar al menos una vez a la semana
El 35% practica menos de dos horas semanales de ejercicio físico, según el estudio sobre Hábitos deportivos de la población escolar en España
Las actividades deportivas más practicadas por los escolares son el fútbol entre los niños (33%) y la danza en el caso de las niñas (22%)
LA AGENDACOTIDIANADE LOS ESCOLARES
Jornada escolar Deporte Sedentarismo Fútbol y danza
competir no es malo, puesto que la esencia del deporte es poner a prueba la destreza de cada uno y aprender a ganar y perder. “Lo que hay que definir operativamente es qué significa competir y ganar en el deporte escolar, si sólo consiste en marcar más goles o encestar más o comporta algo más”, asegura. Y eso es lo que ha hecho él con el modelo Juga Verd Play de deporte escolar, que se aplicó la temporada pasada en todas las competiciones organizadas por el Consell Esportiu del Baix Llobregat en las que participaban niños de hasta segundo de ESO (1314 años). “Hemos redefinido el concepto de victoria; para ganar no basta con ganar el partido, porque eso sólo da tres puntos y hay otros siete en juego que dependen de la
conducta de todos los agentes implicados: árbitros, padres y madres, entrenadores, delegados y los propios jugadores, de modo que si se portan bien el resultado del partido seguirá definiendo la victoria, pero si no actúan de forma correcta no ganarán”, detalla.
Tanto Alastrué como Montenegro aseguran que, al final, la clave para que el deporte resulte formativo es el entrenador, que debe actuarcomo educador y plantear a los jugadores objetivos de tarea y no de resultados. “Si le explicas al niño que lo importante cuando salga es que esté marcando todo el tiempo a su oponente, que lo que esperas es que haga las recepciones de una determinada manera, etcétera, le estás enseñando a ser competente, a tener control sobre lo que hace, y nole focalizas en el resultado que en realidad no depende de él”, dice Alastrué.
Eduard Estrada, entrenador delAqua Hotel TecSoccer que lleva más de una década formando a niños en diferentes equipos de fútbol del Maresme, considera que la competición puede ser muy útil y positiva si se usa como parte de la formación, por ejemplo para practicar la toma de decisiones trabajada en los entrenamientos. Pero coincide en que los resultados no pueden ser el objetivo principal y es partidario de cerrar marcadores a partir de cierto número de goles para que a partir de ese momento no quede más remedio que trabajar otros objetivos específicos. “Creo que de esamanera la gente cambiaría y el entrenador no estaría tan condicionado porque los niños tengan que marcar”, comenta. Y subraya que para que las extraescolares deportivas resulten educativas, no basta con formar mejor a los entrenadores. “Los clubes también deberían formar a los padres sobre el comportamiento en las gradas, porque se da normalidad a actuaciones que no deberían serlo, como insultar al árbitro o gritar a los niños para que chuten y marquen, lo que condiciona mucho al entrenador”, apunta.c
La clave es que el entrenador plantee a los niños objetivos de tarea y no de resultados, según los educadores
Psicólogos y pedagogos apuntan algunas pautas que los padres deberían tener en cuenta a la hora de escoger las actividades extraescolares que harán sus hijos:
No saturar el horario. Las extraescolares no deben ser una fuente adicional de estrés ni provocar que el niño tenga todo su tiempo programado.
Que elijan ellos. Los padres pueden influir teniendo en cuenta los gustos y necesidades de cada niño, pero sin proyectar sus propias aficiones o aspiraciones.
Siempre una deportiva. Los niños necesitan ejercicio y socialización. Cuando son muy pequeños pueden probar diferentes deportes (para los más pequeños se aconseja natación), pero a partir de los ocho años se recomienda uno fijo porque comienza la tecnificación y si llegan más tarde será difícil que alcancen el nivel de los compañeros.
Deportes individuales, sólo vocacionales. Tenis, esgrima, gimnasia o patinaje son deportes que pueden resultar un poco obsesivosporque exigen muchas horas de entrenamiento y sólo se aconsejan si el niño disfruta mucho con ellas.
Artísticas, en infantil o por vocación. Las actividades artísticas han de ser vocacionales, sobre todo a partir de la ESO, en que los chavales necesitan dedicar más tiempo a los estudios.
Dos, máximo tres. Una actividad deportiva y un idioma es la combinación más recomendada por los expertos, que apuntan que se puede añadir otra artística vocacional si el niño va bien en la escuela y disfruta con ella.
Dejar horas de juego libre. Las extraescolares no deben colonizar todas las tardes. Se han de garantizar tiempos para el ocio libre y el juego con otros niños.
Atender a los problemas de aprendizaje. Si un niño tiene dificultades en la escuela no conviene sobrecargarle con extraescolares de tipo intelectual ni idiomas. Mejor buscar un refuerzo escolar.
Cómo escoger extraescolares
El juego desarrolla habilidades emocionales y sociales básicas para el mundo laboral
El ocio libre, una actividad
muy formativaM. RIUS Barcelona
Las jornadas diarias de losniños a menudo excedenlas de sus padres. Son mu
chos los que llegan a la escuela a las ocho de la mañana y empalmanlas clases regladas con las extraescolares para llegar a casa después de las ocho de la tarde. Y a veces esas actividades colonizan también el fin de semana en forma de exhibiciones, partidos, etcétera. Por eso psicólogos, educadores e incluso los pediatras insisten en que “los niños, además de aprender y de estar ocupados, necesitantiempo para jugar, para descansar y para aburrirse”. Y para aquellos padres obsesionados con que sus hijos no pierdan el tiempo y cultiven todo tipo de talentos para su futuro profesional, recuerdan que el niño que no juega no aprende nidesarrolla habilidades emocionales y sociales básicas para el mundo laboral.
“Es difícil saber si dentro deveinte años les hará falta saber chino o será mejor que dominen elalemán, pero no hay duda de que necesitarán tener autoestima, tolerar la incertidumbre y la frustración, ser creativos y capaces de comunicarse y de trabajar en equipo,y todo eso se adquiere en una actividad aparentemente inútil como el juego”, enfatiza Imma Marín, pedagoga y directora de Marinva.
Victoria Gómez, vicepresidenta del Col∙legi de Pedagogs de Catalunya, considera que a la hora deescoger las extraescolares, los padres deben priorizar las actividades más lúdicas, en las que puedanaprender mediante juegos y por
las que muestren afición, y planificar al menos una tarde a la semanade juego libre con otros niños, como si se tratara de una extraescolar más. “El juego con iguales es unpotente instrumento para su desarrollo social; aprenden reciprocidad, empatía, a saber ceder... y esos son valores que se cultivan ahora, de niños, pero que necesitarán mañana para trabajar en equipos colaborativos”, explica.
“Jugando con otros niños, sinadultos, los chavales aprenden a dominarse, a que no todo se consigue, a poner en marcha su imaginación, a esperar, a dilatar la gratificación, a respetar las normas, a relacionarse sin que los otros se plieguen a sus caprichos, y un montón de habilidades creativas que te preparan para responder al
medio, que cada día es más cambiante”, coincide la experta en Educación Petra M. Pérez.
Gómez asegura que es importante prever también en la agenda infantil “tiempo para no hacer nada”, para que tengan tiempo en casa de aburrirse, de pensar, de conversar, de inventarse un juego o deponerse a leer.
Los educadores son conscientes de las dificultades que tienen los padres para compaginar horarios escolares y laborales y de que a menudo les apuntan a las extraescolares que ofrece el colegio sin más objetivo que alargar su jornada hasta que puedan ir a recogerlos, o para que no se queden solos en casa. “Los niños no deben estar solos, pero con un poco de imaginación y de complicidad con otrospadres, con vecinos o con familiares, se pueden buscar soluciones ycrear redes y turnos para que se junten con otros críos alguna tarde a la semana en el parque, en la biblioteca o la ludoteca más cercana, o en casa de alguno”, sugiere Marín. Y apunta que este tipo de juego pone en marcha muchas competencias de forma espontánea. “Puede que inicialmente se aburran rodeados de juguetes o nose pongan de acuerdo sobre a qué jugar, pero entonces tendrán que negociar y pactar, ponerse de acuerdo en un objetivo común y repartirse papeles, y eso exige ser creativo pero también tener autoestima para exponer tu idea al grupo y arriesgarte a que te digan que es una tontería; pero además exige escuchar, renunciar a tus propuestas si la de otro es mejor o es más respaldada... y todo eso es fuente de aprendizaje básico para la vida”, dice Marín. c
Se puede planificar que los niños se juntentardes fijas a través de redes de amigos, de vecinos o familiares
Mientra s juega, el niño aprende empatía, autocontrol, respeto, creatividad, a dilatar la gratificación...
“desincentivan el esfuerzo y la esencia del deporte que es la competición”.
La temporada pasada, el partidode alevines de fútbol entre el Racingy el Calasanz, dos equipos santanderinos, acabó 341 después de que el entrenador de los primeros se negara a pedir a sus jugadores que “aflojaran” como le sugirió el entrenador rival cuando ya iban 150. Alegó que para él respetar al rival era jugar al cien por cien y su tarea formar jugadores que puedan ser profesionales.
“El problema es que hoy el futbolista de élite es el referente más deseado a nivel social y para los niños jugar al fútbol es más que un parti
do, es como presentarse en escena arepresentar un papel muy importante, porque si se le da bien y es bueno sabe que va a tener más amigos en el colegio y que irán todos detrás de él”, dice Pérez AlonsoGeta.
Alastrué apunta que en realidad
Petra Pérez: “En fútbol la presión es muy fuerteporque el niño sabe que si es bueno tendrá más amigos en el cole”