mecanismos e instituciones histricas como objetos priviligiados que, en el transcurso de la historia, no han cesado de suprimir ciertas invariantes de la historia. Invariantes, que mas alla de los cambios visibles en la condicin femenina, se observan en las relaciones de dominacin entre los sexos.

La divisin entre los sexos parece estar , como se dice a veces para referirse a lo que es normal y natural, hasta el punto de ser inevitable: se presenta a un tiempo, en su estado objetivo, tanto en las cosas (en la casa por ejemplo, con todas sus partes ), como en el mundo social y, en estado incorporado en los cuerpos y en los hbitos de sus agentes, que funcionan tanto como sistemas de esquemas de percepciones, tanto de pensamiento como de accin (21)

La fuerza del orden masculino se descubre en el hecho de que prescinde de cualquier justificacin: la visin androcntrica se impone como neutra y no siente la necesidad de enunciarse en unos discursos capaces de legitimarla (22)

el mundo social construye el cuerpo como realidad sexuada y como depositario de principios de visin y divisin sexuantes

los dominados cuando estructuran sus pensamientos y percepciones de acuerdo con las propias estructuras de la relacin de dominacin, sus actos de conocimiento son, inevitablemente, unos actos de reconocimiento, de sumisin (26)

la relacin sexual aparece como una relacin social de dominacin porque se constituye a travs del principio de divisin fundamental entre lo masculino, activo, y lo femenino, pasivo, y ese principio crea, organiza, expresa y dirige el deseo, el deseo masculino como deseo de posesin, como dominacin ertica, y el deseo femenino como deseo de dominacin masculina, como subordinacin erotizada, o incluso, en su lmite, reconocimiento erotizado de la dominacin. (35)

definicn social del cuerpo, y muy especialmente de los rganos sexuales. Naturalizacin de esta construccin social. Y son estas diferencias visibles en los cuerpos femininos y masculinos las que al ser percibidas y construidas de acuerdo con los esquemas prcticos de la visin androcntrica, se convierten en el garante ms indiscutible de las significaciones y de los valores que concuerdan con esta visin de mundo (37)

Lo que el discurso mtico proclama, los ritos de institucin lo cumplen de manera ms insidiosa y, sin duda, mas eficaz simblicamente y se inscriben en una serie de operaciones de diferenciacin sexual (segn sus signos exteriores), a la vez que estimulan o dificultan ciertos comportamientos que no son adecuados para su sexo (39)

los principios opuestos de la identidad masculina y femenina se codifican bajo ciertas maneras permanentes de mantener el cuerpo y de comportarse, que son como la realizacin o, mejor dicho, la naturalizacin de una tica (42)

las relaciones sociales de dominacin y de explotacin instituidas entre los sexos se inscriben dos dos clases de hbitos diferentes, bajo la forma de hexeis corporales opuestos y complementarios de visin y de divisin que conducen a clasificar todas las cosas del mundo y todas las prcticas segn unas distinciones reducibles a la oposicin entre lo femenino y lo masculino: hombre.-->lo exterior, lo oficial, lo pblico, del derecho, de los seco, de lo alto, de lo discontinuo. Les corresponde realizar todos los actos breves, peligrosos y espectaculares.Mujer---> lo interno, lo hmedo, de abajo, de la curva y de lo continuo. Trabajos domsticos, privados y ocultos, invisibles y vergonzosos (45)

las mismas estrategias simblicas usadas por las mujeres contra los hombres, como la magia, permanecen dominadas...por lo que solo confirman la imagen de la mujer como ser malfico (47)

La violencia simblica se instituye a travs de la adhesin que el dominado se siente obligado a conceder al dominador cuando no dispone, de otro instrumento de conocimiento que aquel que comparte con el dominador y que, al no ser ms que la forma asimilada de la relacin de dominacin, hacen que la relacin parezca natural. (51)

el efecto de la dominacin simblica se produce a travs de los esquemas de percepcin, apreciacin y de accin que constituyen los hbitos y que sustentan, antes que desiciones de la conciencia y de los controles de la voluntad, una relacin de conocimiento profundamente oscura para ella misma (54). Esta construccin prctica es el efecto de un poder, inscrito de manera duradera en el cuerpo de los dominados bajo la forma de esquemas de percepcin y de inclinaciones que hacen sensibles a algunas manifestaciones simblicas de poder (56)

dominacin masculina y sumisin femenina se sustenta en los efectos duraderos que el orden social ejerce sobre las mujeres (y los hombres), es decir, unas inclinaciones espontneamente adaptadas al orden que ella les impone (54). Estas inclinaciones sumisas son producto de unas estructuras objetivas, y estas estructuras deben su eficacia a las inclinaciones que ellas mismas desencadenan y contribuyen a su reproduccin (56)

la fuerza simblica es una forma de poder que se ejerce directamente sobre los cuerpos socializados