La Diabetes mellitus comprende una familia de … · que se permita una comprensión en los...

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INTRODUCCION Esta monografía tiene como objetivo presentar los lineamientos, conforme a lo establecido por la Pontificia Universidad Javeriana para optar al título de Especialista de Laboratorio Clínico, de la investigación cuyo tema es la medición de marcadores inmunológicos en el diagnostico de diabetes autoinmune. De esta forma, el desarrollo temático de la monografía, se presenta de manera tal que se permita una comprensión en los mecanismos subyacentes de la diabetes mellitus tipo 1a como una enfermedad autoinmune y los métodos diagnósticos disponibles. Para la ejecución de la misma, se realizó una revisión de la literatura que reúne los últimos conocimientos sobre diabetes, haciendo especial énfasis en la determinación de autoanticuerpos para el diagnóstico, clasificación y seguimiento de pacientes con diabetes tipo 1a. 9

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INTRODUCCION

Esta monografía tiene como objetivo presentar los lineamientos, conforme a lo

establecido por la Pontificia Universidad Javeriana para optar al título de

Especialista de Laboratorio Clínico, de la investigación cuyo tema es la medición

de marcadores inmunológicos en el diagnostico de diabetes autoinmune.

De esta forma, el desarrollo temático de la monografía, se presenta de manera tal

que se permita una comprensión en los mecanismos subyacentes de la diabetes

mellitus tipo 1a como una enfermedad autoinmune y los métodos diagnósticos

disponibles.

Para la ejecución de la misma, se realizó una revisión de la literatura que reúne los

últimos conocimientos sobre diabetes, haciendo especial énfasis en la

determinación de autoanticuerpos para el diagnóstico, clasificación y seguimiento

de pacientes con diabetes tipo 1a.

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1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 FORMULACION DEL PROBLEMA

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica, que afecta aproximadamente

a 16 millones de personas en el mundo. Se caracteriza por desordenes en el

metabolismo de carbohidratos, conllevando a un estado de hiperglicemia y el

desarrollo de complicaciones en muchas funciones vitales.

De acuerdo a la clasificación ofrecida por la Asociación Americana de Diabetes

(Winter, 2002) la diabetes la podemos encontrar como tipo 1

(insulinodependiente), tipo 2 (no insulinodependiente) y otros tipos específicos de

diabetes. A su vez la diabetes tipo 1 puede subclasificarse en autoinmune (1a) o

idiopatica (tipo 1b).

La diabetes tipo 1a se relaciona con la presencia de infiltración linfocítica de las

células de los islotes y autoanticuerpos contra una variedad de antigenos de estas

células antes que la enfermedad sea evidente clínicamente. Estos antigenos

incluyen la descarboxilasa ácido glutamica (GAD), IA-2 e Insulina (IAA).

1.2 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

El interrogante surge cuando se desea saber si la medición de dichos

autoanticuerpos ofrecen utilidad y confianza para el diagnóstico de diabetes

autoinmune, y si su detección en individuos no diabéticos indica un riesgo

incrementado de desarrollo de diabetes tipo 1.

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2. JUSTIFICACION

En la diabetes tipo 1a, la deficiencia de insulina se debe a la destrucción de las

células beta pancreáticas por autoanticuerpos. Las manifestaciones clínicas de

diabetes no ocurre hasta que un gran porcentaje de estas células han sido

destruidas.

El periodo presente entre la producción de autoanticuerpos y el desarrollo de la

enfermedad clínica puede ser usado para la predicción y prevención de la

enfermedad.

En un futuro, cuando existan terapias preventivas disponibles para diabetes tipo 1,

el tamizaje de autoanticuerpos contra islotes, en la población pediátrica podría ser

considerada para considerar aquellos en riesgo.

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3. OBJETIVOS 3.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar la utilidad de la medición de autoanticuerpos en el diagnostico,

clasificación y seguimiento de diabetes tipo 1a.

3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

- Revisar las principales características de la diabetes, teniendo en cuenta su

definición, criterios de clasificación, origen, etiología, historia natural, y la

presencia de autoanticuerpos con sus correspondientes métodos diagnósticos.

- Describir los principales marcadores inmunológicos descritos en la literatura

presentes en la diabetes tipo 1a.

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4. MARCO DE REFERENCIA

4.1 GENERALIDADES SOBRE DIABETES

La Diabetes mellitus comprende una familia de desordenes del metabolismo de

carbohidratos que se caracterizan por hiperglicemia y el desarrollo a largo plazo

de complicaciones macrovasculares, microvasculares y neuropáticas (Winter,

2002). En Enero de 2005, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) reviso la

clasificación de diabetes, siendo clasificada como diabetes tipo 1, diabetes tipo 2,

otros tipos específicos de diabetes (ej. diabetes secundaria), o diabetes

gestacional.

Tabla 1. Clasificación de diabetes mellitus

I. Diabetes tipo 1 A. Mediada por inmunidad B. Idiopática II. Diabetes tipo 2 III. Otros tipos específicos

A. Defectos geneticos de la funcion de las celulas β : Cromosoma 12, HNF-1α (MODY3), Cromosoma 7, glucokinase (MODY2), Cromosoma 20, HNF-4α (MODY1), Cromosoma 13, insulin promoter factor-1 (IPF-1; MODY4), Cromosoma 17, HNF-1β (MODY5), Cromosoma 2, NeuroD1 (MODY6), DNA Mitocondrial, Otros

B. Defectos genéticos en la accion de la insulina Resistencia a Insulina Tipo

A, Leprechaunismo, Síndrome Rabson-Mendenhall, Diabetes Lipoatrófica, Otros

C. Enfermedades del pancreas exocrino : Pancreatitis,

Trauma/pancreatectomía, Neoplasia, Fibrosis Quística, Hemocromatosis, Pancreatopatia Fibrocalcular, Otros

D. Endocrinopatías : Acromegalia, Síndrome de Cushing, Glucagonoma,

Feocromocitoma, Hipertiroidismo, Somatostatinoma, Aldosteronoma, Otros

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E. Inducida por drogas o químicos : Vacor, Pentamidina, Acido Nicotínico,

Glucocorticoides, Hormona Tiroidea, Diazoxide, Agonistas β-adrenergicos, Tiazidas, Dilantin, α-Interferón, Otros

F. Infecciones : Rubeola Congénita, Citomegalovirus, Otros G. Formas no comunes de diabetes : Sindrome “Stiff-man”, Anticuerpos Anti –

receptor de insulina, Otros H. H. Otros sindromes genéticos algunas veces asociados con diabetes :

Sindrome de Down, Sindrome de Klinefelter, Sindrome de Turner, Sindrome de Wolfram, Ataxia Friedreich, Corea de Huntington, Sindrome de Laurence-Moon-Biedl, Distrofia Miotónica, Porfiria, Sindrome de Prader-Willi, Otros

IV. GDM (Diabetes Mellitus Gestacional) American Diabetes Association, 2005.

De acuerdo a la publicación del Comité de Expertos en Diabetes mellitus de la

Organización Mundial de la Salud del 2003, se enumerarán los criterios para que

un paciente sea considerado diabético de acuerdo a las mediciones de glucosa

plasmáticas.

Tabla 2. Criterios Clasificación Diabetes

Criterios Valores

Glucosa plasmática en ayunas:

Diabetes ≥ 126 mg/dL

Intolerancia a la glucosa 100 – 125 mg/dL

Test Tolerancia Oral a la Glucosa (75 g) (OGTT):

Diabetes ≥ 126 mg/dL

Intolerancia a la glucosa 100 – 125 mg/dL

Los síntomas incluyen perdida de peso, sed excesiva, poliuria, letargia y

ocasionalmente dolor abdominal.

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La diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil (debido al inicio

temprano) o diabetes mellitus insulino-dependiente (debido a la necesidad clínica

de insulina), es subclasificada como diabetes tipo 1 autoinmune (tipo 1a) o

diabetes tipo 1 idiopatica (tipo 1b), lo que las diferencia es la presencia o no de

autoanticuerpos contra los islotes (Notkins, 2001) (Winter, 2002).

La diabetes tipo 1a es una enfermedad de origen multifactorial, donde el sistema

inmune juega un papel importante en su patogénesis; debido a la destrucción

autoinmune de las células β de los islotes de Langerhans en el páncreas, la

producción de insulina disminuye y esto es lo que conlleva finalmente a la

presentación clínica de la enfermedad.

En el periodo en que son evidentes los síntomas clínicos, 80-90% de las células β

han sido destruidas. Las células que secretan glucagon, somatostatina, y

polipéptido pancreático generalmente se preservan y se distribuyen dentro de los

islotes. La insulitis, es un infiltrado inflamatorio con un gran número de células

mononucleares y células T CD8 (Notkins, 2001).

Un grupo de individuos presentan diabetes clínica en la edad adulta sin necesidad

de suplemento de insulina, siendo inicialmente clasificados en el grupo de

pacientes con diabetes tipo 2. Estos pacientes, pueden presentar un proceso

autoinmune similar a la diabetes tipo 1a, con susceptibilidad genética HLA así

como autoanticuerpos contra antigenos de los islotes, secreción de insulina baja, y

una alta tasa de progresión a la dependencia de insulina. Quienes presentan

estas características son catalogados dentro de un grupo de pacientes con

diabetes autoinmune latente del adulto o LADA (Pozzilli, 2001).

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4.2 ETIOLOGIA

La diabetes mellitus tipo 1 tiene un amplio componente genético debido a la alta

tasa de transmisión familiar: el pariente de un diabético tiene aproximadamente un

7% de riesgo de desarrollar la enfermedad, y a su vez el hijo de un diabético tiene

un 6% (Bach, 1994).

Han sido identificados diversos factores genéticos indicadores de susceptibilidad,

entre ellos encontramos haplotipos del antigeno HLA como DRBI*03-DQAI-0501-

DQBI*0201 (DR3-DQ2), DRBI*04-DQAI*0301-DQB1*0302 (DR4-DQ8) o MICA5 y

MICA 5.1 (Falorni, 2005).

Es bien conocido que estudios en gemelos idénticos demuestran una tasa de

concordancia menor del 50%, soportando el hecho de que aunque algunos genes

son importantes, los factores ambientales pueden ser aún más importantes. Se

sabe que la diabetes tipo 1 puede desarrollarse en conjunto con ciertas

infecciones virales. De esta forma, se especula que la combinación de genes de

susceptibilidad con factores ambientales son importantes en el desarrollo de

diabetes tipo 1 (Lenmark, 1999).

La naturaleza de los factores ambientales no esta muy bien esclarecida pero han

sido implicados factores de la dieta incluyendo exposición temprana a leche de

vaca y virus, especialmente enterovirus (Schmidt, 2005).

De acuerdo a estudios prospectivos realizados en niños desde su nacimiento,

estudio BABYDIAB por Zyegler y Colegas y el estudio DAISY (estudio de diabetes

autoinmune en jóvenes) por Norris y colegas, se describe una relación entre la

dieta temprana en niños y el desarrollo de autoanticuerpos contra las células de

los islotes pancreáticos. Ambos estudios concuerdan en que la edad del inicio de

la alimentación con cereal es un factor importante en el riesgo de desarrollar

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diabetes tipo 1; en cambio, el consumo de leche de vaca en temprana edad no es

un factor concluyente en el desarrollo de diabetes tipo 1. Los reportes de estos

estudios deben ser muy bien interpretados, debido a que en lugar de planear otro

tipo de dieta en los niños se debe observar otros aspectos subyacentes al

desarrollo de la enfermedad, como por ejemplo el hecho de que algunos

mediadores ambientales (enterovirales o dieta) tienen en común el ser

influenciados por la inmunidad del intestino (Atkinson, 2003).

4.3 INCIDENCIA

La diabetes mellitus tipo 1 es una de las enfermedades crónicas mas comunes de

la niñez y es diagnosticada en aproximadamente 0.2-0.3% de los niños. Sin

embargo, los signos clínicos de la diabetes mellitus tipo 1 puede aparecer a

cualquier edad. La insulitis se presenta en muchos pacientes en el momento del

diagnostico clínico (Falorni, 2004).

La diabetes mellitus tipo 1 es mas frecuente en sujetos afectados con otras

enfermedades autoinmunes tales como tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de

Graves, gastritis atrófica o enfermedad de Addison que en la población general

(Falorni, 2004).

4.4 HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD

El modelo que mas se acomoda a la explicación de la historia natural de la

enfermedad es el realizado por George Eisenbarth en 1986. Este modelo postula

que en individuos con predisposición genética a diabetes tipo 1, las interacciones

entre genes con factores ambientales pueden disparar el proceso autoinmune. La

autoinmunidad es reconocida primero por la detección de autoanticuerpos

antiislotes. En los estadios tardíos de la enfermedad, cuando gran cantidad de

células β han sido destruidas, se evidencia intolerancia a la glucosa, diabetes

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manifiesta, y eventual perdida de las células β y la función del péptido C (Atkinson,

2005).

Figura 1. Pérdida progresiva de la masa de células ∃ en la historia natural de

diabetes tipo 1.

Winter, 2002

Aun quedan vacíos en este modelo, debido a diferentes aspectos a tener en

cuenta: no se conoce la masa de células β exacta en el momento del nacimiento;

se ha encontrado alta susceptibilidad genética con relación a genes del CMH tipo

II pero baja o población dependiente con genes de Insulina y moléculas CD 152;

no se conocen con exactitud cuales agentes infecciosos están involucrados,

cuando y como actúan; no se conoce si la perdida de masa de células beta es de

tipo linear o tiene periodos de mejoría (Atkinson, 2005).

En términos de agentes ambientales en lugar de considerar un evento ambiental

precipitante individual, es más adecuado considerar que el medio ambiente

dispara y los reguladores del desarrollo de la enfermedad actúan a través del

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periodo previo al inicio de la enfermedad. El impacto cualitativo y cuantitativo del

medio ambiente juega un papel en el desarrollo de la diabetes tipo 1. Otra nueva

faceta para considerar es la disregulación inmune. Las evidencias mas recientes

sugieren que el compromiso en la regulación propia de las respuestas inmunes

autoreactivas y protectoras pueden resultar de actividades anormales de la

población de células T conocidas como células T reguladoras, las cuales se

distinguen por la expresión de la molécula CD25. En términos de marcadores

inmunes humorales, mas que considerar los ICAS como el primer componente de

la respuesta inmune humoral, la mayoría de estudios han sugerido que los

anticuerpos contra la molécula de insulina por si misma representa el primer

anticuerpo que es reconocido en la patogénesis de la diabetes tipo 1. La

pendiente de la perdida de la masa de células beta, varia dramáticamente basada

en el tipo de insulitis, la susceptibilidad de las células beta a la destrucción, y la

capacidad de aquellas células β de repararse y regenerarse (Atkinson, 2005).

4.5 PATOGENESIS DE LA DIABETES TIPO I EN HUMANOS

La pregunta frecuente que se realizan los investigadores es acerca de como se

pierde la tolerancia fisiológica a los auto-antigenos presentes en las células β en

sujetos diabéticos, conllevando a un proceso patogénico mediado por células T

(Bach, 1994).

Los dos modelos animales más usados en el estudio de diabetes son el ratón

NOD (en inglés, nonobese diabetic mouse) y la rata BB (BioBreeding) (Bach,

1994) (Notkins, 2001). Aunque existe amplia información sobre la patogénesis de

la enfermedad autoinmune en estos modelos, hay poca información directa de la

patogénesis de la diabetes tipo 1 en humanos. De hecho, muchas de nuestras

ideas acerca de la patogénesis de la diabetes tipo I en humanos son el resultado

de la extrapolación con roedores (Notkins, 2001).

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La interacción inicial de genes y factores ambientales parece disparar una

respuesta mediada por el sistema inmune, el tipo de HLA del individuo puede

controlar el reconocimiento de ciertos autoantigenos, con la aparición de diferentes

autoanticuerpos como el primer signo de destrucción de la célula β (Notkins,

2001). Los marcadores más importantes de autoinmunidad contra las células β

son autoanticuerpos contra insulina (IAA), descarboxilasa del ácido glutámico

(GAD65) y antigeno-2 de células de los islotes (IA-2) (Lenmark, 1999).

La progresión a una diabetes clínica, es disparada por el desarrollo de un fenotipo

de células T más agresivo y un cambio en el balance de Th1 a Th2, produciendo

un fondo más inflamatorio.

Técnicas morfológicas muestran una disminución marcada de las células β con el

tiempo, consistente con una inflamación autoinmune, probablemente dirigida por

macrófagos y linfocitos que circundan e infiltran los islotes. Debido a las pocas

células pancreáticas viables restantes, la información disponible es limitada sobre

la naturaleza y función de estas células. Las células CD8 parecen predominar,

pero ni la proporción de células CD4 y CD8, ni la significancia de otros tipos

celulares en el infiltrado (ej. células natural killer macrófagos, células dendríticas)

es conocido. Más aún, la proporción de células CD4 o CD8 especificas para

GAD/IA-2/insulina no esta bien definido (Notkins, 2001).

La expresión de moléculas Fas-Fas Ligando, en células T citotóxicas, también

favorece la presentación clínica de la diabetes. La evaluación de los islotes

durante la insulitis sugiere que la apoptosis mediada por Fas ocurre y proporciona

un posible mecanismo de destrucción de las células β.

Recientemente, se está prestando mayor atención a algunos subgrupos de células

T reguladoras, las cuáles han mostrado capacidad para controlar el desarrollo de

la patología.

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El papel de diferentes citoquinas tanto proinflamatorias como anti-inflamatorias se

está estudiando en la enfermedad, con el fin de convertirse en posibles blancos

terapéuticos. Un gran número de citoquinas están involucradas en la

diferenciación y activación de las células T que contribuyen a la patogénesis de la

DMT1a.

De esta manera se ha demostrado la utilidad del bloqueo de citoquinas

patogénicas como IFN-γ (interferón-gama), receptor de IL-2 (IL: interleuquina) o IL-

12. También se ha demostrado prevención en animales, con bloqueo de

citoquinas proinflamatorias como IL-1, IL-6 o TNF-α. El uso de citoquinas con

propiedades regulatorias, como IL-4, IL-10 e IL-13 entre otras ha mostrado utilidad

en retardar la progresión de la patología.

4.6 AUTOANTICUERPOS EN DIABETES TIPO 1A

Los anticuerpos contra antígenos propios, llamados autoanticuerpos, pueden ser

detectados en el suero de pacientes con diabetes tipo 1, y esto ha sido usado

como una ayuda en el diagnostico, clasificación y predicción de la enfermedad

(Schmidt, 2005). Los autoanticuerpos pueden ser detectados incluso durante la

fase prodrómica, como en el caso de la diabetes tipo 1a, durante la cual no existen

síntomas clínicos, pero se esta llevando a cabo una destrucción de las células

secretoras de insulina (Leslie et al, 2001).

Estudios usando estos autoanticuerpos en diabetes tipo 1 han conducido a un

grupo de principios los cuales son relevantes a las enfermedades autoinmunes en

general (Schmidt, 2005).

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Los anticuerpos pueden reflejar la presencia, naturaleza, e intensidad de la

respuesta inmune. Es posible usar autoanticuerpos como marcadores de

actividad de enfermedad.

4.7 UTILIDAD DE LA MEDICION DE AUTOANTICUERPOS

4.7.1 Clasificación de la enfermedad

También la medición de autoanticuerpos pueden ayudar a definir la naturaleza de

la diabetes, proveyendo marcadores para clasificarla en autoinume o no (Leslie et

al, 2001), basada en la presencia o ausencia de anticuerpos asociados a

enfermedad.

Una proporción de adultos que presentan diabetes no dependiente de insulina,

clasificados aparentemente como diabetes tipo 2, han demostrado tener un

anticuerpo contra la descarboxilasa del acido glutamico (GAD) y además tienen un

proceso genético, inmunológico y metabólico diferente en comparación de

aquellos pacientes que no requieren insulina y que no presentan anticuerpos

contra GAD (Schmidt, 2005).

Esta observación significa en términos prácticos que aquellos pacientes con

diabetes no insulinodependiente tienen un alto riesgo de progresión a terapia con

insulina dentro de los seis años siguientes al diagnostico (Schmidt, 2005).

4.7.2 Actividad de la enfermedad

Aunque los autoanticuerpos asociados con diabetes, pueden reflejar la presencia

del proceso de la enfermedad, no hay evidencia que ellos causan la enfermedad,

sin embargo, ellos son mejores marcadores predictivos que los genes de alto

riesgo. Puede predecirse la tasa de progresión de la enfermedad de aquellos

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pacientes con combinaciones de autoanticuerpos o con autoanticuerpos IA-2 que

progresan mas rápidamente (Schmidt, 2005).

4.7.3 Marcadores predictivos

Debido a que los autoanticuerpos son marcadores de actividad de la enfermedad,

también bajo ciertas circunstancias pueden ser usados como predictores de

enfermedad. Esto es prometedor, especialmente para aquellas enfermedades

como la diabetes tipo 1a que tiene un amplio periodo preclínico, ya que el objetivo

de la predicción es la prevención. La prevención podría realizarse evitando

aquellos factores ambientales que dispararían la enfermedad (prevención

primaria) o con el uso de terapias que modularan el proceso destructivo antes de

la aparición de los signos clínicos (prevención secundaria) (Leslie et al, 2001).

Tres parámetros deben ser cuidadosamente cuantificados para que los ensayos

predictivos sean clínicamente útiles: sensibilidad de predicción, especificidad de

predicción, y valores predictivos positivos (Leslie et al, 2001).

Sensibilidad de predicción: es calculada dividiendo el número de sujetos en una

cohorte con autoanticuerpos quienes desarrollan la enfermedad por el número

general de sujetos que desarrollan la enfermedad. Idealmente, cada sujeto que

desarrolla una enfermedad autoinmune deberá presentar este autoanticuerpo

particular (alta sensibilidad de enfermedad) antes del diagnóstico clínico (Schmidt,

2005). Sin embargo, ya que los autoanticuerpos asociados a la enfermedad no se

desarrollan simultáneamente y debido a que muchos pacientes tienen solamente

un autoanticuerpo antigeno-especifico; usando un panel de diferentes

autoanticuerpos se puede aumentar la sensibilidad de predicción (Leslie et al,

2001).

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Especificidad de predicción: como un marcador autoinmune refleja la oportunidad

de que una persona con el marcador no va a presentar la enfermedad. Este es

calculado dividiendo el número de sujetos en una cohorte sin el marcador de

autoinmunidad quien no desarrollara la enfermedad por el número total de sujetos

quienes no desarrollaran la enfermedad. La especificidad es importante si un

marcador de enfermedad se usará para identificar individuos que pueden necesitar

consejería o terapia para prevenir el desarrollo de la enfermedad. Una relación

recíproca existe entre sensibilidad y especificidad (Leslie et al, 2001).

Si un autoanticuerpo es usado para predecir la enfermedad, idealmente cada

sujeto con el anticuerpo, pero sin sintomatología, eventualmente desarrollará la

enfermedad clínica. Esto quiere decir, que el ensayo podría mostrar un alto valor

predictivo para desarrollar la enfermedad. El valor predictivo positivo es calculado

dividiendo el número de sujetos con anticuerpos positivos en la muestra inicial

quienes desarrollan la enfermedad por el número general de sujetos positivos para

anticuerpos. La significancia pronostica de algún marcador varia en la población

en diferentes niveles de riesgo. Si el riesgo de enfermedad es alto luego el valor

predictivo puede ser alto, pero cuando el riesgo de la enfermedad es bajo, como

en la población en general, luego hay una reducción correspondiente en el poder

predictivo (Leslie et al, 2001).

4.7.3.1 Predicción de diabetes tipo 1

Es posible tamizar a la población general con distintos autoanticuerpos, para

identificar individuos en alto riesgo de desarrollar la enfermedad; de esta forma,

ofrecer una terapia para prevenir la progresión a la enfermedad clínica o para

limitar las consecuencias y el impacto de la enfermedad.

El principal interrogante es la edad ideal o intervalos en los que se debe realizar el

tamizaje de autoanticuerpos para lograr el máximo valor predictivo de sensibilidad

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y especificidad. Los autoanticuerpos presentes en diabetes tipo 1 pueden

aparecer a los 5 años de edad, los IAA son más prevalentes en los niños jóvenes

y más raros en los adultos pero están presentes máximo hasta los 14 años de

edad, de esta forma el tamizaje debe realizarse al nacimiento y repetirse a

diferentes intervalos después. Una fracción significativa puede ser obviada

cuando el tamizaje se realiza en infantes solamente (Schmidt, 2005).

La presencia de diferentes autoanticuerpos relacionados con diabetes ocurre

secuencialmente en el curso de la enfermedad y la interpretación de los distintos

grupos de anticuerpos debe ser diferente dependiendo de la edad del individuo

(Schmidt, 2005). Un estudio en pacientes con diabetes tipo 1 recientemente

diagnosticada, demostró la presencia de múltiples autoanticuerpos en 60% de los

pacientes menores de 16 años pero en solamente 37% de los casos de pacientes

mayores. La detección de una combinación de autoanticuerpos relacionados con

diabetes es menos valiosa en el tamizaje en adultos comparada con niños

(Schmidt, 2005).

Así que un test inicial altamente sensible como ICA o genes HLA, puede ser

realizado, seguido por ensayos mas específicos los cuales pueden ser repetidos

en diferentes intervalos (Schmidt, 2005).

En miembros familiares (aquellos con un riesgo genético alto), el tamizaje con

anticuerpos anti islotes (ICAs), tiene una alta sensibilidad para predecir diabetes,

pero solamente aquellos individuos con diversos autoanticuerpos contra las

células β parecen progresar a la enfermedad. La presencia sérica de

autoanticuerpos contra cualquiera de estos antígenos (GAD, IAA, IA-2) de las

células β esta asociada con la progresión a diabetes clínica en un 2 – 15% de los

familiares de un paciente con diabetes tipo 1a. Sin embargo, si están presentes

los tres autoanticuerpos, el riesgo a diez años de presentar la enfermedad se

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incrementa a un 70-100%, con una sensibilidad del 80-90% (Editorial: Toward

Precise Forecasting of Autoimmune Endocrinopathy, 2004).

4.8 MEDICION DE AUTOANTICUERPOS EN DIABETES TIPO 1

Muchos autoanticuerpos han sido detectados en el inicio de la diabetes tipo 1. De

acuerdo a su descubrimiento, se numerarán en orden cronológico:

Tabla 3. Autoanticuerpos en diabetes 1a

1970s Autoanticuerpos contra las células de los islotes (ICAs)

Autoanticuerpos contra la superficie de las células de los islotes (ICSAs)

1980s Autoanticuerpos anti-insulina (IAAs), 64-kDa (64 KAs), receptor de

insulina, carboxipeptidasa-H, proteínas de choque térmico

1990s Autoanticuerpos 64-kDa (64 KAs) = Descarboxilasa del ácido glutámico

(GADAs)

Autoanticuerpos contra islotes: 51-kDa descarboxilasa aromatica-L-

amino-acida, 30 kDa quimiotripsinogeno, DNA topoisomerasa II, glima

38, GLUT2, glicolipidos, GM2-1 gangliosido, IA-2, IA-2β, ICA69,

proinsulina, y 52-kDa RIN (insulinoma de rata).

WINTER, William E. et al., 2002

La descarboxilasa del ácido glutámico (GAD), la molecula similar a la familia de las

tirosin fosfatasas (IA-2) e insulina son los principales autoantigenos en diabetes

tipo 1. Estos autoanticuerpos han sido usados para estudiar la actividad de la

enfermedad, determinar la tasa de progresión de la enfermedad, y ayuda a

clasificar y predecir la enfermedad clínica. La aparición de los autoanticuerpos en

niños jovenes conduce a la propuesta que la diabetes tipo 1 es inducida en la vida

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tempranamente. Estudios de autoanticuerpos durante el periodo prediabetico

mostraron variabilidad en la tasa de progresión de la diabetes clínica basados en

el título y número de anticuerpos. (Leslie et al, 2001).

4.8.1 ICAs

Los ICAs fueron descritos por primera vez en 1974 y han representado el gold

estandard para analisis de autoanticuerpos por muchos años (Falorni, 2005). Los

ICAs son detectados por inmunofluorescencia indirecta usando páncreas humanos

obtenidos de donadores de tipo sanguíneo O como sustrato (Greenbaum, 2003).

Los ICAs son autoanticuerpos policlonales que reaccionan con todas las células

del islote (ej. α, β, γ, δ), y se han encontrado dos patrones de tinción. En uno de

ellos, las células beta son las fluorescentes (selectivo para células beta o ICA

restrictivos). En el otro patrón el islote completo brilla (ICA de islote completo). Al

parecer este patrón se encuentra más vinculado con la diabetes de tipo 1

(Greenbaum, 2003). Los antígenos contra los cuales ICA reacciona son múltiples

e incluyen GAD, ICA512 (IA-2), glicoesfingolípidos, y otros (Atkinson, 2005).

Los anticuerpos contra células de los islotes, constituye un buen marcador de

autoinmunidad en diabetes, el cual puede ser detectado en los niños en el

momento de diagnostico de la enfermedad (Borg, 1997).

En un principio fue difícil estandarizar el análisis, debido a la mezcla de antígenos

que participan en la reacción de estos anticuerpos o a la variabilidad de un

páncreas a otro. Además, es de un trabajo intensivo y no es automatizado,

requiere de un alto nivel de aseguramiento de calidad y control de calidad para

producir resultados confiables y precisos (Greenbaum, 2003). Por esto en el

primer taller de inmunología de la diabetes en 1985, fue identificado un estandar

mundial JDF (Juvenil Diabetes Foundation), que permite la expresión de los ICAs

27

en unidades comunes. Esto ha conllevado a una dramática reducción en la

variación interlaboratorios, a pesar de la influencia de numerosos factores tales

como la subjetividad de la interpretación de los resultados y la variabilidad de la

reacción de ICA en relación con el páncreas usado en el ensayo.

En niños con diabetes mellitus tipo 1, la sensibilidad diagnostica de los ICAs es de

70-90% (Borg, 1997) (Falorni, 2005). . En el inicio de diabetes mellitus tipo 1 en

adultos, los ICAs tienen un valor de sensibilidad diagnostica ligeramente menor.

La especificidad de ICAs para diabetes mellitus tipo 1 es de aproximadamente 96-

98%, estos autoanticuerpos pueden encontrarse en un 2-4% en pacientes sanos.

El valor predictivo de ICA para diabetes mellitus tipo 1 en la población general es

bajo debido a que la prevalencia de diabetes mellitus es solamente de 0.15-0.2%

El valor predictivo de ICAs en parientes de primer grado es influenciado por

diversos factores. Este es alto cuando los ICAs son detectados en un titulo alto en

combinación con otros autoanticuerpos. En contraste, el valor predictivo de los

ICAs en titulo bajo en ausencia de otros autoanticuerpos es bajo (Falorni, 2005).

La persistencia de ICAs parece predecir una tasa incrementada en la perdida de la

producción de la insulina endógena. En estudios prospectivos un alto titulo de

ICAs parecen predecir una perdida mas rápida de peptido-C (Falorni, 2005).

En niños, la disfunción de las células β fue demostrada en individuos ICA positivos

quienes tienen los alelos HLA de alto riesgo como son DQB1*0302 o DQB1*0201

(Falorni, 2005).

4.8.2 Autoanticuerpos contra Insulina

Los autoanticuerpos contra insulina (IAA) se definen como anticuerpos que se

unen a la insulina en individuos que no reciben tratamiento con ésta. A diferencia

28

de los ICA, el antígeno de IAA se conoce (insulina) y es específico de las células

beta (Greenbaum, 2003).

La insulina fue el primer autoantígeno de islotes, célula β específico, descrito

(Falorni, 2005). Es una proteína pequeña de 51 aminoacidos codificada por el

cromosoma 11 (Notkins, 2001). El peptido de la cadena de Insulina B,

aminoácidos 9-23, es el blanco de la respuesta autoinmune por Linfocitos T, en

ratones NOD (Eisenbarth, 2002). El ensayo de inmunoprecipitación para

autoanticuerpos no distingue entre autoanticuerpos espontáneos de los

autoanticuerpos que aparecen después de inmunización con insulina, los cuales

aparecen como consecuencia de terapia con insulina exógeno (Winter, 2002).

Los IAAs se presentan mas frecuentemente en individuos que presentan HLA-

DR4. Las técnicas que detectan autoanticuerpos contra insulina por ELISA

(Enzyme-linked immunosorbent assay) no se recomiendan debido a que los IAAs

detectados no correlacionan con la diabetes autoinmune, por esto, muchos

investigadores han utilizado radioinmunoensayos en fase fluida (Winter, 2002)

(Living, 2000). Solamente el radioinmunoensayo (RIA) combina una sensibilidad

diagnostica adecuada con especificidad, como se demostró en los talleres

internacionales para la estandarización del ensayo IAA (Farloni, 2004).

El volumen de suero necesario para radioinmunoensayos de gran sensibilidad,

con precipitación con polietilen glicol y centrifugación seguida por un conteo

gamma, ha limitado la medición de IAA (Living, 2000). La precisión diagnóstica

baja de los ELISAs se deben probablemente al exceso de autoantígeno

estratificado en el pozo, lo cual determina la unión de baja afinidad de anticuerpos

no relacionados con el proceso autoinmune, y la disponibilidad reducida de los

epítopos conformacionales (Farloni, 2004).

29

Durante la historia natural de la enfermedad, los anticuerpos contra la insulina

usualmente se presentan como el primer marcador de advenimiento de un

proceso autoinmune (Eisenbarth, 2002) (Farloni, 2004). Los epítopos IAA se

encuentran localizados en las regiones de aminoácidos B1-B3 y A8-A13 de la

insulina humana, y son altamente conservados entre los pacientes con diabetes

tipo 1 o individuos prediabéticos (Farloni, 2004).

En el inicio de la diabetes tipo 1, los IAAs se presentan en 35-60% de los niños

pero son menos comunes en adultos (Winter, 2002). La detección de

autoanticuerpos antiinsulina (IAA), son importantes en el diagnóstico y predicción

de diabetes tipo 1 (Liping, 2000).

La especificidad diagnostica de los IAA para diabetes mellitus tipo 1 es cercana al

99%, y el valor predictivo de IAA para diabetes tipo 1 es alto solamente cuando es

usada en combinación con ICA o otros autoanticuerpos (Farloni, 2004).

4.8.3 Autoanticuerpos contra Descarboxilasa del Ácido Glutámico

En 1982 se identificaron anticuerpos contra una proteína de 64 kDA de los islotes

en pacientes con diabetes tipo 1 por medio de la inmunoprecipitación de

determinadas proteínas de los islotes humanos marcadas con sustancias

radiactivas (S-metionina) en suero de pacientes con diabetes de tipo 1 (Falorni,

2004). En el momento del diagnostico, alrededor de 80% de los individuos

diabéticos poseían anticuerpos contra un antígeno de 64 kDa, pero estos

anticuerpos no aparecían en los pacientes con otros trastornos autoinmunitarios o

en los testigos sanos.

El autoantígeno de 64 KDa fue identificado como la enzima Descarboxilasa del

Acido Glutámico. Han sido caracterizadas dos isoenzimas diferentes de GAD – de

peso molecular de 65000 Da (GAD 65) y 67000 Da (GAD 67). GAD65 y GAD67

30

son codificadas por dos genes diferentes localizadas en los cromosomas 10 y

cromosoma 2 respectivamente (Falorni, 2004).

GAD65 esta involucrada en la conversión de acido glutámico a acido gama-

aminobutirico (GABA), un neurotransmisor inhibitorio (Notkins, 2001).

GAD no es especifico de las células beta o islotes. GAD es expresado

predominantemente en el sistema nervioso. Otros tejidos que expresan GAD

incluyen los testículos, ovarios, corteza adrenal, pituitaria, tiroides y riñón (Winter,

2002).

Han sido usados anticuerpos monoclonales contra GAD65 para demostrar que los

epítopos de la enzima están localizados en las regiones centrales y COOH-

terminales (Kobayashi, 2003). El uso de moléculas quiméricas GAD65/GAD67 y

GAD65 mutada han confirmado esta localización de los epítopos de los

anticuerpos. Por lo menos un epítopo conformacional es localizado en el centro y

dos en la region COOH- terminal de la enzima, mientras que un epítopo linear

(menos frecuentemente reconocido por los anticuerpos humanos) es localizado en

la región NH2- terminal. El análisis de la secuencia de aminoácidos de GAD65 ha

mostrado una región central altamente homologa con Coxsackie B5 o proteínas de

choque térmico (Falorni, 2004).

Los Autoanticuerpos contra GAD han sido detectados en diversas enfermedades

autoinmunes, incluyendo diabetes mellitus autoinmune, el síndrome stiff-man, y el

síndrome autoinmune poliendocrino tipo 1 (Kobayashi, 2003).

GAD65 puede ser encontrado en 70 – 75% de los pacientes con Diabetes mellitus

tipo 1, y en 1 – 2% de pacientes sanos. Los anticuerpos contra GAD67 han sido

encontrados en solamente 15-25% de pacientes con Diabetes autoinmune

(Falorni, 2004). La prevalencia de GAD65 en pacientes con presentación de la

31

enfermedad no es influenciada por la edad, de esta forma GAD65 es el marcador

de tipo autoanticuerpo más sensible para diabetes autoinmune y para la diabetes

autoinmune latente del adulto (LADA) (Falorni, 2004).

Debido a que los GADAs son más persistentes que los ICAs después del

diagnóstico de diabetes tipo 1, los GADAs pueden ser más frecuentemente

positivos que los ICAs en LADA. Debido a que la frecuencia de LADA es de 5-

15% basado en estudios ICA, usando GADAs como el marcador autoinmune, la

prevalencia de LADA en diabetes tipo 2 fenotípica puede ser aún mayor (Winter,

2002).

Resultados importantes de estudios en animales indican que la GAD es

posiblemente un antígeno clave en la diabetes tipo 1 (Winter, 2002).

El valor predictivo de GAD65 para diabetes mellitus autoinmune es ligeramente

mayor en comparación con ICA o IAA. Sin embargo, la presencia simultánea de

ICA, IAA y GAD ha demostrado un alto valor predictivo para presentar diabetes

mellitus autoinmune. Mas específicamente, el número de autoanticuerpos mas

que sus niveles, correlacionan positivamente con el riesgo de diabetes autoinmune

en parientes de pacientes diabéticos. En parientes de primer grado positivos para

un solo anticuerpo (IAA, GAD65 o IA-2Ab) el riesgo de presentar diabetes mellitus

autoinmune es de aproximadamente del 20% en 5 años. El riesgo se incrementa

a 90% en sujetos positivos para los tres autoanticuerpos (Falorni, 2004).

No es claro si la presencia de anticuerpos contra GAD65 en pacientes con

diabetes mellitus influencia el curso clínico. La presencia de GAD65 en el inicio de

la enfermedad puede predecir una rápida perdida de la función de las células β

(Falorni, 2004).

32

4.8.4 Autoanticuerpos contra proteínas de tipo fosfatasa de tirosina

Por el tiempo en que se estableció que el antígeno de 64 KDa era GAD, se

inmunoprecipitó otra proteína distinta de GAD con anticuerpos en el suero de

pacientes con diabetes de tipo 1. Este autoantígeno también de 64 KDa fue

tratado con proteasas que condujo a la demostración de tres fragmentos distintos

de 50, 40 y 37 KDa. El fragmento de 50 KDa demostró provenir de GAD65. Los

fragmentos de 37 y 40 KDa provienen de las proteínas asociadas a la membrana

de los islotes distintas a GAD65. El antígeno de 40 KDa se identificó como la

proteína IA-2 similar a la fosfatasa de tirosina, llamada también ICA512, codificada

por el cromosoma 2. El antígeno de 37KDa es una fosfatasa de tirosina llamada

fogrina, IA-2 β o IA-2. Entre los individuos con diabetes de tipo 1 es mas frecuente

encontrar anticuerpos contra IA-2 que contra IA-2 β.

Similar a los GAD, IA-2 es encontrado en tejido nervioso y otros tejidos endocrinos

incluyendo la pituitaria; se encuentra también en las células α y β de los islotes

pancreáticos. Algunos ensayos de autoanticuerpos anti IA-2 detectan la molécula

entera, mientras que otros detectan porciones de la molécula (ensayos IA-2c y

ensayos ICA512) (Winter, 2002) (Notkins, 2001).

Cuando se ensayan anticuerpos contra ICA512 o IA-2a en estudios de la historia

natural de pre-diabetes, algunos investigadores sugieren que los autoanticuerpos

ICA512 se desarrollan más tardíamente que los GADAs y así pueden servir como

marcadores de riesgo a corto término para la presentación clínica de diabetes tipo

1 (Winter, 2002).

El uso de radioinmunoensayos para IA-2Ab (o ICA512Ab) ha demostrado que

estos autoanticuerpos están presentes en 70-80% de niños con diabetes mellitus

insulinodependiente. Similar a IAA, IA-2Ab son más comunes entre niños

33

diabéticos que adultos y están asociados con alelos HLA-DRB1*O4 (Falorni,

2004).

4.8.5 Otros Marcadores

Se ha demostrado la existencia de autoanticuerpos circulantes contra CD38 en

aproximadamente 4-20% de pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y en un 8-19%

de pacientes con diabetes mellitus tipo2. CD38 es un receptor expresado en la

superficie celular y es considerado uno de los mediadores fisiológicos de la

secreción de insulina. Anticuerpos contra CD38 muestran una actividad agonista

que media la liberación de Ca+ en las células blanco y, en estudios in Vitro, la

liberación de insulina por los islotes humanos. La presencia de anticuerpos anti

CD38 en pacientes con diabetes tipo 2 es más frecuente en aquellos individuos

que co-expresan otros autoanticuerpos antiislotes, tales como GAD65, pero los

dos marcadores diferencian distintas subpoblaciones. Los pacientes positivos

para anticuerpos anti CD38 tienen una función de las células β normal, después

del test de tolerancia oral a la glucosa (OGTT) y características fenotípicas de

diabetes mellitus tipo 2 (Falorni, 2004).

4.8.6 Sensibilidad y Especificidad Diagnostica

El taller de Inmunología en Diabetes y la Sociedad de Diabetes e Inmunología han

organizado talleres en estandarización de anticuerpos desde 1985. El taller más

reciente, acerca de autoanticuerpos contra islotes combinados demostró que los

GAD65Ab e IA-2Ab tienen una sensibilidad y especificidad diagnóstica alta y

pueden ser medidos consistentemente por muchos laboratorios. La sensibilidad

diagnóstica de los autoanticuerpos contra insulina es dependiente de la edad y

disminuye con el incremento de esta. El ensayo de concordancia para

autoanticuerpos contra insulina en diferentes laboratorios fue marcadamente

menor que para IA-2Ab y GAD65Ab, respectivamente. El taller de

34

Autoanticuerpos antiislotes combinados, sin embargo, demostró que el uso de la

combinación de ensayos de autoanticuerpos hace posible para los laboratorios

conseguir una discriminación excelente entre diabéticos y controles. Este taller

internacional de estandarización también demostró que una combinación de tres

ensayos pueden ser usados no solamente para identificar nuevos pacientes con

diabetes tipo 1 sino para definir criterios para la inclusión en intervención inmune y

otras herramientas (Lenmark, 1999).

Sensibilidad diagnóstica y especificidad de los

autoanticuerpos para diabetes tipo 1

Autoantígeno Sensibilidad, % Especificidad, %

Insulina 40 – 70 99

GAD65 70 – 80 99

IA-2 50 – 70 99

Actualmente se están buscando estrategias de tamizaje cuyo objetivo es

evidenciar cual es la combinación ideal de medición de autoanticuerpos, cuya

sensibilidad permita involucrar la mayor cantidad de pacientes con riesgo de

desarrollar diabetes tipo 1a al menor costo. En un estudio realizado en Estados

Unidos (Krischer, 2003), cuyo objetivo era determinar la combinación ideal de

autoanticuerpos para identificar la población de personas no diabéticas parientes

de diabéticos, positivos para anticuerpos anti-islotes (ICA), autoanticuerpos

microinsulina (MIAA), autoanticuerpos anti GAD65 (GAA), y autoanticuerpos IA-

2Ab (ICA512), arrojo resultados en la sensibilidad para la determinación de

pacientes con autoanticuerpos cuando se usan las siguientes combinaciones:

- 99% para GAA e ICA,

- 97% para GAA y MIAA,

- 97% para GAA e ICA512AA,

- 93% para ICA512AA e ICA,

35

- 92% para MIAA e ICA,

- 73% para ICA512AA y MIAA.

La posibilidad de eliminar el Test de ICA, puede limitar la sensibilidad solo a

aquellos sujetos que resulten positivos para GAD65Ab, obviando los falsos

negativos. La estrategia que mejores resultados han arrojado resulta de la

combinación de GAD65Ab e ICA, pero es necesario identificar cuales son los

autoanticuerpos presentes, ya que de esta forma se puede hacer una análisis de

la predicción de enfermedad.

4.9 ASPECTOS NEGATIVOS EN EL TAMIZAJE

- Económicos: la incidencia de diabetes tipo 1 puede considerarse moderada

pero no de alta incidencia.

- Los individuos realmente desean tal información?

- Ético: debemos tamizar en ausencia de un método conocido para prevenir

la diabetes tipo 1?

- Privacidad: como debe manipularse tal información?

- Practicidad: quien debe hacer este tamizaje?

36

CONCLUSIONES

Se ha observado un gran avance en el conocimiento de la diabetes tipo 1 durante

las últimas tres décadas de la historia; los investigadores han diseñado diferentes

estrategias, basándose principalmente en estudios experimentales en ratones

NOD y ratas BioBreeding, para dar respuesta a los diferentes interrogantes que

han surgido, se han creado modelos de la historia natural de la enfermedad, se

han determinado los principales autoantígenos involucrados y se han diseñado los

métodos analíticos para identificarlos.

La identificación de los pacientes que sufren de diabetes, consiste en la medición

de glucosa plasmática, un ensayo de rutina de laboratorio, cuyos resultados se

evalúan de acuerdo a los criterios internacionales establecidos. Dentro de este

grupo de pacientes, se encuentran aquellos cuya producción de insulina esta

disminuida y presentan autoanticuerpos circulantes contra antigenos relacionados

con la enfermedad, siendo clasificados dentro del grupo de diabetes tipo 1a.

La diabetes tipo 1a es una enfermedad de origen multifactorial, cuyas

manifestaciones clínicas se evidencian cuando un gran porcentaje de células ∃ en

el páncreas han sido destruidas, debido a un proceso autoinmune. En cuanto a

estos múltiples factores, se han relacionado componentes genéticos (genes HLA y

no HLA), ambientales (alimentación, infecciones), entre otros. Se especula que la

combinación de genes de susceptibilidad con factores ambientales son

importantes en el desarrollo de diabetes tipo 1a. La aparición de diferentes

autoanticuerpos son el primer signo de destrucción de la célula β.

Los autoanticuerpos pueden ser detectados incluso durante la fase prodrómica,

como en el caso de la diabetes tipo 1a, durante la cual no existen síntomas

37

clínicos, pero se esta llevando a cabo una destrucción de las células secretoras de

insulina.

Estos autoanticuerpos son de gran utilidad, ya que permiten determinar la

naturaleza de la enfermedad, es decir clasificar la diabetes en autoinmune o no,

han sido usados para estudiar la actividad de la enfermedad y determinar la tasa

de progresión.

Los anticuerpos contra las células de los islotes ICAs, fueron los primeros

descritos y han representado el gold estandard para analisis de autoanticuerpos

por muchos años. Estos anticuerpos, constituyen un buen marcador de

autoinmunidad en diabetes, a pesar de la difícil estandarización de su analisis.

Son muchos los autoantigenos relacionados con la enfermedad, pero los

marcadores más importantes de autoinmunidad contra las células β son

autoanticuerpos contra insulina (IAA), descarboxilasa del ácido glutámico (GAD65)

y antigeno-2 de células de los islotes (IA-2).

La insulina fue el primer autoantígeno de islotes, célula β específico reconocido.

Los anticuerpos contra la insulina usualmente se presentan como el primer

marcador de advenimiento de un proceso autoinmune.

La descarboxilasa del ácido glutámico, GAD no es especifica de las células beta o

islotes. No es claro si la presencia de anticuerpos contra GAD65 en pacientes con

diabetes mellitus influencia el curso clínico. La presencia de GAD65 en el inicio de

la enfermedad puede predecir una rápida perdida de la función de las células β.

El valor predictivo de GAD65 para diabetes mellitus autoinmune es ligeramente

mayor en comparación con ICA o IAA.

38

En cuanto al antigeno-2 de las células de los islotes (IA-2), se ha identificado como

proteínas de la familia de las fosfatasa de tirosina. Los anticuerpos contra esta

proteína se desarrollan más tardíamente que los GADAs y así pueden servir como

marcadores de riesgo a corto término para la presentación clínica de diabetes tipo

1.

En la actualidad, la mejor opción para obtener un mayor grado de sensibilidad en

las determinaciones es la realización de combinaciones de medición de

autoanticuerpos. De acuerdo a estudios realizados en Estados Unidos, las

mejores sensibilidades obtenidas se evidenciaron cuando se realizaron

simultáneamente GAD e ICA, GAD e IAA, o GAD e IA2Ab.

El siguiente paso consiste en crear métodos de prevención y cura total de la

enfermedad; por qué el principal objetivo de la predicción es la prevención. Así es

que si poseemos las herramientas para predecir, en este caso los métodos

analíticos de medición de autoanticuerpos, falta la intensa labor de identificación

de estrategias curativas eficaces.

39

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