LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

52

Transcript of LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

Page 1: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA
Page 2: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

2

LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

PRESENTACIÓN

En esta etapa del camino que venimos recorriendo como Cuerpo,

vamos a continuar profundizando en la Determinación y en las Llamadas

en la acción apostólica que recibimos de la Congregación General XVIII,

desde el enfoque de la espiritualidad ignaciana.

Recordemos que, en el mensaje final de dicha Congregación

General, la Superiora general decía: “creemos que esta Determinación nos

permitirá renovar nuestro estilo de vida para abrirnos más al Reino de

Dios, ser más creíbles, y ofrecer un nuevo rostro al carisma en la Iglesia y al

mundo”.

La primera parte del trabajo: La Determinación y la espiritualidad

ignaciana, está destinada a las Hijas de Jesús. Se trata de una propuesta de

escucha orante de la Determinación, inspirada por el itinerario propuesto

en los Ejercicios Espirituales. Para este tipo de escucha, necesitamos de

momentos de silencio, de oración, de reflexión y a partir de ello compartir

con otras hermanas nuestra experiencia de Fe. En este sentido, las fichas

que ofrecemos son instrumentos sencillos. Cada ficha tiene un título

formado por frases de números de la Determinación, presenta unas breves

consideraciones pastorales sobre las semanas de los Ejercicios Espirituales.

Al final de cada ficha hay una propuesta de ejercicio que recoge algunos de

los medios que nos ofrece la espiritualidad ignaciana para el crecimiento

de nuestra vocación de Hija de Jesús.

A continuación el esquema:

Primer bloque: Aspectos introductorios

1. La contemplación de la Encarnación: algunas claves de

interpretación.

2. Los EE un itinerario cristológico:

2.1. Jesús y la pobreza

2.2. Jesús ante la ambigüedad y el conflicto

Page 3: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

3

3. Los EE una práctica de discernimiento

Segundo bloque: La Determinación siguiendo el itinerario de EE

Ficha 1: Principio y Fundamento

Ficha 2: Primera Semana

Ficha 3: Segunda semana

Ficha 4: Tercera

Ficha 5: Cuarta semana y C.A.A

Anexo: Síntesis de la experiencia: Examen

También en el mensaje final de la CG XVIII, nuestra Superiora

general, al referirse al documento “Para ir y anunciar”, decía: “al

contemplar el mundo y retomar nuestra acción apostólica, queremos

fortalecer el camino que juntos, Hijas de Jesús y laicos, vamos realizando

más y mejor según lo que nos piden las diversas circunstancias de tiempos

y lugares. En una lectura discernida del mundo y de los deseos expresados

en las peticiones que nos llegaron, destacamos algunas llamadas que

orientarán nuestro quehacer apostólico en los próximos seis años”.

La segunda parte de este trabajo está destinada a Hijas de Jesús y

laicos. Es un material que presenta un método y una dinámica para realizar

un discernimiento apostólico en común. El enfoque elegido fue partir de la

primera llamada: “urge poner en práctica el discernimiento en común para

que nuestros proyectos apostólicos respondan al bien más universal y a las

mayores necesidades” (4). Por esta razón no profundizaremos en el

contenido de cada llamada, sino que la propuesta nos encamina al

ejercicio de un discernimiento apostólico en común. O sea, a un ejercicio

práctico del mismo en relación a las demás llamadas. Por una parte, lo que

se pretende es inspirar y animar a realizar en cada lugar un ejercicio

concreto de discernimiento apostólico en común para elegir la llamada o

llamadas más urgentes en cada contexto. A la vez, se nos ofrecen puntos

de profundización y reflexión sobre las condiciones y elementos necesarios

para realizar dicho discernimiento.

Page 4: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

4

A continuación, el esquema:

ORIENTACIONES PARA EL DISCERNIMIENTO APOSTÓLICO EN COMÚN

PRIMER BLOQUE-Algunos previos.

0. ¿Qué es el discernimiento apostólico en común?

1. Materia para discernir y pregunta guía.

2. Personas que intervienen.

3. Cómo se toma la decisión y quién la toma.

4. Fases de un discernimiento en común.

SEGUNDO BLOQUE- Condiciones para un discernimiento en común.

1. Condiciones en el sujeto.

2. Criterios de discernimiento.

3. La práctica del examen.

TERCER BLOQUE-Los engaños en el proceso de discernimiento.

CUARTO BLOQUE-El discernimiento en común de las llamadas.

Referencias bibliográficas:

1. “Acompañar la tentación” Darío Mollá. Cuaderno Eides.

2. “Discernimiento comunitario apostólico” Josep M. Rambla y Josep

M. Lozano. Cuadernos Eides, nº 89-90.

3. “Discernimiento: concretar el amor”. Darío Mollá. Frontera

Hegian, nº 94.

4. “El arte de formarse” JB Libanio. Ediciones Sígueme. Salamanca

2003, pp 115-125.

5. “El discernimiento en común” Revista Manresa Enero-marzo

2018. Volumen 90, nº 354.

6. “El discernimiento espiritual como actitud permanente” Teresa

Plaza. Revista Manresa, 2010. Volumen 82.

7. “El discernimiento orante en común” Provincia de Loiola 2005.

8. “El discernimiento: realidad humana, realidad espiritual”. Darío

Mollá. Revista Manresa, 2010. Volumen 82.

Page 5: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

5

9. “El discernimiento”. Henri J. M. Nouwen. Editorial Sal Terrae,

2014.

10. Amen todos la pobreza como madre. Aquella tierra fértil de

hombres fuertes. José Margenat. Revista Manresa, vol 85. (2013),

pag 157

11. Ayudar y aprovechar a otros muchos. Dar y hacer Ejercicios

ignacianos Antonio Guillén, Pablo Alonso, Darío Mollá Llácer, Ed.

Sal Terrae, 2018.

12. Buscar y hallar la voluntad de Dios. Comentario práctico de los EE

de San Ignacio de Loyola. Miguel Ángel Fiorito, ed. Mensajero,

2013

13. Diccionario de espiritualidad ignaciana, pág. 1493 tomo II

14. El discernimiento La novedad del Espíritu y la astucia de la

carcoma, Benjamín González Buelta , Ediciones Loyola 2020

15. La letra pequeña. La cotidianidad infinita. Benjamín Gonzalez

Buelta, Ed. Sal Terrae ( 2014)

16. La Pascua de los sentidos. Benjamín Gonzalez Buelta, Ediciones Sal

Terrae (2013)

17. Las Hijas de Jesús el hoy y los orígenes. Celia Amorós Pérez.

18. Mistérios de Cristo, mistérios do cristão, Carlos Palácio. Ed. Loyola,

2013

19. Pedro Arrupe, carisma de Ignacio, Dario Mollá, Ed Mensajero-Sal

Terrae, 2015.

20. Sabiamente ignorante. Mes de EE en clave vocacional. Agustin

Rivarola, Ed. UCC, 2009

Page 6: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

6

BLOQUE I: Aspectos introductorios

Los Ejercicios Espirituales nos dan acceso a lo esencial de la espiritualidad

ignaciana. Teniendo los EE como telón de fondo, podemos decir que hay

dos movimientos importantes para vivir la experiencia de Dios explicitados

en los EE: Que Dios se comunica y que la persona se puede disponer para

acogerlo.

1- Contemplación de la Encarnación: Algunas claves de interpretación.

Para Ignacio es casi imposible entrar en el misterio de Dios sin descubrir

que Él es un Dios encarnado, que puso su tienda en medio del mundo. Esto

significa que Dios está comprometido con nuestra humanidad. Es el

sentido profundo de la contemplación central de la experiencia de los EE.

En el ejercicio de la encarnación (EE 101-109) contemplamos cómo el

mundo, cada persona, nuestra historia tan sufrida hacen misteriosamente

parte de la vida de Dios. Por este modo de Dios de amar al mundo y a cada

ser humano, el ejercitante, al tiempo que contempla la complejidad y la

muerte que acontece en esta historia, también experimenta la compasión

y ternura, la infinita suavidad y dulzura de la divinidad (EE 124,1) con la

que la Santísima Trinidad mira y envía a Jesús a vivir con y como nosotros.

Esta contemplación de la encarnación constituye un marco

hermenéutico importantísimo para comprender cuál es la imagen de Dios

que está en el núcleo de la espiritualidad ignaciana y, por lo tanto, de la

experiencia que somos llamadas a vivir: Es un Dios que se comunica, que

desea darse (EE 234). Dios es Alguien que puede ser escuchado y

experimentado. Es un ser personal que dialoga con el ser humano.

La creación también es para el ser humano la manera concreta de

experimentar su relación constitutiva con Dios. La creación dice algo del

ser humano y de Dios. Dios habita en las criaturas (EE 235), trabaja por

nosotros (EE 236) y nos sustenta a partir del centro del ser. Por eso, la vida

es un trabajo constante de reconocer el don, ese amor que es Dios en los

dones en los cuales nos llega, a veces envuelto de precariedad. Es un Dios

que nos habla y sale a nuestro encuentro a través de mediaciones. No se

Page 7: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

7

trata de encontrarse cara a cara con Dios, es preciso descubrir su presencia

en medio de la vida, de las fragilidades y pecados de la historia personal y

social, muchas veces también cargada de contradicciones e intereses

individualistas.

La primera y fundamental mediación de la experiencia de Dios es

Jesucristo. Esta da sentido a las otras mediaciones.

2- Los EE: un itinerario cristológico

Un modo concreto que ofrecen los EE para conocer a Jesús y su modo

de vivir, es aprender a contemplar y discernir los “misterios de la vida de

Cristo nuestro Señor”. Así denomina, San Ignacio a la serie de 51

acontecimientos de la vida de Cristo que sugiere en los EE (EE 261). En su

mayor parte son escenas de los evangelios o textos del NT (EE 308), con

excepción de la aparición a María (EE 299) y a José de Arimatea (EE 310).

Recordemos que esos misterios son propuestos en tres de las cuatro

semanas de los EE.

2.1 Seguimiento de Jesús pobre y humilde

La persona de Jesús es el centro de toda la espiritualidad

ignaciana y aquí se encuentra también la clave de su concepción de

la pobreza. Dios Padre revela su amor por medio de la encarnación de

su propio Hijo y lo hace en debilidad y pobreza.

En los Evangelios el amor no es algo abstracto ni desencarnado,

se concreta, se hace carne en el rostro del otro que, a partir del Dios

de Jesús, será llamado de hermano: un vaso de agua ofrecido al más

pequeño (Mt. 25,35), la visita que se expresa por medio del perdón

(Lc 19,1-10), del consuelo (Jn 11,1-43), una comida compartida (Mt

9,10-13), la compasión ante quien está sufriendo (Mc 1,40-42), el

reconocimiento de la dignidad humana de las prostitutas y pecadores

públicos (Lc 7,36-49). En cada encuentro se trata, para Jesús, del

encuentro con un ser humano concreto. Es un amor de servicio, de

despojo, de acogida a las vulnerabilidades humanas más duras. Dios

en Jesús es Amor. Pero se trata de un amor kenótico y humilde

Page 8: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

8

(humus). Desde esa paradoja del despojamiento (Fil 2,7), sin pérdida

de su divinidad, Jesús manifiesta que el amor y la comunión del Dios

cristiano se da sin calcular. La kenósis de Jesús es un proceso de

itinerancia interior y de abajamiento que lo lleva a un desvivirse para

que “todos tengan vida”. Esta pobreza que Jesús encarnó abrió

horizontes totalmente nuevos para la vida en común: el poder como

servicio, la obediencia como escucha, la abnegación como libertad…

En este sentido, San Ignacio no ha desarrollado ninguna teoría

sobre la pobreza, sino simplemente ha tenido ante sus ojos la vida de

Jesús pobre y humilde. Quería ser pobre porque Jesús había sido

pobre. La contemplación en los EE actualiza la vida de Jesús: “como si

presente me hallase” (EE 114). Es interesante que el encuentro con el

Señor se da frecuentemente a través de su humanidad: el Niño Jesús

puede ser contemplado (EE 114), se puede mirar cómo Cristo nació en

extrema pobreza para morir en cruz (EE 116) y también se puede

considerar cómo la divinidad se esconde en la humanidad (EE 196).

Contemplar es un ejercicio dinámico que, poco a poco, nos introduce

en una dolorosa y alegre itinerancia interior (cf. LVAF 37), ya que

contemplar nos coloca en un dinamismo de descentramiento de una

misma: un salir del propio amor, querer e interés (EE 189) para poder

comprender cómo es Jesús y cómo darnos a los prójimos.

Los Ejercicios nos posibilitan la experiencia de conocer

internamente a Jesús. Para ello hay que transitar un camino: llamada

del rey eternal (EE 95), dos banderas (EE 136), elección (EE 169).

Depende del modo como decidamos andar ese camino podemos o no

llegar a una configuración con Jesucristo. Se trata de hacer un camino

para llegar a parecerse a Jesús “como una hija se parece a su padre”

(CFI 136). Seguir a Jesús significa caminar y servir. No se trata de

cualquier forma de caminar, sino de caminar como El. El proceso de

conocimiento interno de Jesús termina con la entrega, lo que supone

mucha disponibilidad para salir al encuentro del otro. En esta

experiencia es inevitable pasar por momentos de conflictos, estamos

sujetos a los movimientos y oscuridades de la historia.

Page 9: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

9

Jesús actuó en un mundo repleto de odios y divisiones, en un

mundo de pecado, donde tuvo que enfrentar la contradicción entre la

fuerza del amor y la fuerza destructora presente en las estructuras

religiosas y políticas de su tiempo. Esa contradicción que existe en el

seguimiento de Jesús aparece más evidente en el ejercicio de las dos

banderas: Cristo y Lucifer, Jerusalén y Babilonia, conocimiento de la

vida verdadera y conocimiento de los engaños del mal…

2.2 Seguimiento de Jesús en el conflicto y la ambigüedad

San Ignacio es muy consciente de que el seguimiento de Jesús

necesita de mucha lucidez para no engañarse en medio de la

ambigüedad que se presenta en la vida. En la segunda semana, luego

que el ejercitante ha pasado por el cribo de la primera semana, se

encuentra con un exigente “test de lucidez y libertad”: el llamamiento

del rey temporal y del rey eternal que culmina con la oblación del

Reino. En otro momento, antes de contemplar los misterios de la vida

pública, se presenta el llamado día ignaciano. Un momento intenso y

exigente de la experiencia de EE, que posibilita que se tome aún más

consciencia de lo que nos mueve, nos enreda o por dónde podemos

perdernos.

En las banderas Ignacio coloca como fuera de nosotros lo que

sucede dentro de nuestro corazón. Para él, el corazón del ser humano

es un campo de batalla, somos sometidos a continuas presiones y

luchas. La gracia de Dios y los engaños del mal espíritu actúan en

nuestro interior. Es preciso discernirlos continuamente y saber

distinguir qué espíritus luchan dentro de nosotros, discernir las

motivaciones profundas de nuestro actuar y elegir “pedir ser recibidos

bajo la bandera de Cristo” (EE 147).

La meditación de los binarios es una prueba de sinceridad del

querer más profundo del ejercitante. Es necesario purificar la

voluntad y verificar las motivaciones más sutiles. Sabemos que toda

opción implica una renuncia y por eso “toca” siempre en algo que nos

Page 10: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

10

afecta. El afecto es el lugar donde suceden las decisiones

fundamentales del discernimiento. Al sentirnos afectados se

desencadenan mecanismos de defensa que pueden condicionar

seriamente la vida entregada por el Reino.

Estos ejercicios que culminan con los tres grados de humildad no

son ejercicios ascéticos sin sentido. Ayudan a preguntarse por la

disponibilidad interna, la capacidad de darse toda, hasta la propia vida

por amor a Jesús

También vemos que, en los EE, San Ignacio describe el contenido

del conflicto a partir de dos modos estructurales de entender la vida

humana. Por un lado, una existencia de riquezas, honra y soberbia, a

partir de la cual vienen todos los vicios que deshumanizan. Por otro

lado, una existencia que puede elegir la pobreza como un estilo de

vida: pobreza, oprobios y humillaciones y todas las virtudes que

humanizan (EE 142-146). No perdamos de vista que en los EE se nos

presenta una espiritualidad del seguimiento, no del sufrimiento. El

sufrimiento es consecuencia del seguimiento (Tercera semana).

Contemplar los misterios de la vida de Cristo en los Ejercicios nos

conduce a un seguimiento que se discierne y aprende a vivir en una

realidad que no es transparente, que está llena de contradicciones.

Pero el discernimiento ayuda a elegir lo que más nos conduce a Cristo.

La concreción de ese seguimiento y servicio por amor no está en la

riqueza, sino en la pobreza, no en la honra sino en la humildad. La

última motivación de la existencia cristiana, y por tanto de la vida

religiosa, está en la vida concreta de Jesucristo, que pasó haciendo el

bien y se despojó de sí mismo, dejando su condición divina... (cf. Filp

2,5 ss.). El seguimiento a Jesús, elegido con lucidez y libertad, nos

hace personas humana y espiritualmente humildes y fuertes, al

mismo tiempo que alegres y cercanas.

Page 11: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

11

3- Los EE una práctica de discernimiento

- El examen como la puerta principal

La puerta de entrada para el discernimiento ignaciano es el

examen. Es la actividad básica si queremos ser personas de

discernimiento. Es esa práctica, ese entrenamiento de mirar la vida

con atención, la que nos permite descubrir y saber nombrar el paso,

el amor y la llamada de Dios (cf. DNC 98). En ese sentido, los EE nos

posibilitan un aprendizaje continuo.

Para poder discernir tengo que estar en contacto con mi mundo

interior. Es fundamental reconocer cuál es mi estado de vida

espiritual, si estoy en consolación o desolación. Describir, narrar los

movimientos que tengo: ¿qué me pasa?, ¿cómo estoy? ¿Estoy siendo

tentada por el mal espíritu, consolada por el bueno? Estas no son

preguntas triviales, son preguntas importantes. Tenemos que

reconocer que, muchas veces, no tenemos idea de cuál es nuestro

estado de vida espiritual. Y es importante tener conciencia. Una de las

dificultades posibles en la vida religiosa es una especie de

“inconsciencia espiritual” en la que podemos vivir y esto no nos hace

bien, ni hace bien a los prójimos.

Ignacio habla de “en alguna manera sentir y conocer las varias

mociones que acontecen en nuestra alma” EE 313.

Un esquema sencillo:

- El primer paso es darnos cuenta que algo nos pasa (sentir-

constatar).

- El segundo paso es conocer de dónde proviene ese

movimiento que siento y adónde me lleva: conocer.

- El tercer paso es fruto del sentir y conocer. O sea,

necesitamos pensar hacia dónde nos conducen esos

movimientos internos: si nos conducen a más vida, a intentar

hacer el bien o si, por el contrario, lo que estamos viviendo

nos está paralizando. Por ejemplo, si llevamos mucho tiempo

en desolación y no hacemos nada, eso termina afectando al

Page 12: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

12

modo como miramos la realidad que nos rodea: una

perspectiva pesimista o a veces victimista, un estado de queja

permanente o la interpretación de que mucho de lo que nos

sucede es culpa de los otros. La desolación también puede

perjudicar el modo como nos relacionamos con los otros: mal

humor, chismes, etc1. Es muy importante conocer nuestras

dinámicas interiores. Esa consciencia progresiva la vamos

alcanzando a través de la práctica del examen ignaciano y

cotidiano.

Ser persona de discernimiento implica y pide cuidar nuestra

libertad, esa libertad que nos impulsa a vivir en la gratuidad: nadie

nos quita la vida, la entregamos libremente (cf. Jn 10,18). Ignacio nos

presenta de un modo muy lúcido las trampas que hacen peligrar la

libertad: la vanagloria y la soberbia (EE 142), nuestros miedos, la

negligencia y el acomodo... Es verdad que nunca nos vemos

completamente libres de estas trampas, pero qué distinta fuerza

tienen en nosotras estas amenazas si somos conscientes de ellas o si

las ignoramos.

A partir de lo reflexionado, toma también una fuerza vital la

experiencia anual de los ocho días de Ejercicios espirituales ignacianos

(CFI 170) y el día de retiro mensual (DNC 100). Son dos espacios

privilegiados para mantenernos en esta dinámica de discernimiento.

Son ayudas concretas y fuentes de aprendizaje siempre nuevo en la

vida en el Espíritu (cf. DNC 101).

Por eso se hace muy necesario reconsiderar que la práctica del

examen es importante para ser mujeres de discernimiento. Y el

proceso de ser conscientes de lo que acontece en nuestro mundo

interior nos dispone y nos prepara para mejor ejercitarnos en el

discernimiento apostólico. “Creemos que el Espíritu trabaja siempre,

en nosotras y en la realidad. El Espíritu trabaja en nuestras

1 Cf palabras del Papa Francisco al finalizar la Eucaristía del día de la Vida

Consagrada 2/02/21

Page 13: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

13

instituciones y en las personas que están en ella. Cada una de

nosotras trae valiosas perspectivas, que pueden estar contaminadas

por el pecado y el egoísmo, pero en virtud del compartir unas con las

otras podemos llegar a una mayor libertad y a un mejor sentido de lo

que Dios podría querer en una situación particular” John Dardis, sj2

Ejercicio: Tomar este texto como una lectura espiritual.

Compartir resonancias.

2 John Dardis, Discernimiento en común. Una novedad basada en una tradición

antigua. Revista Manresa, vol 90 (2018), p. 5-13

Page 14: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

14

BLOQUE II: La Determinación siguiendo el itinerario de EE

En los EE la pregunta “a dónde voy y a qué” es una pregunta que nos

obliga a saber qué queremos. San Ignacio nos dice qué debemos

preguntar: por la noche antes de dormir y por la mañana cuando nos

despertamos ¿a dónde voy y a qué? Por eso, en cada uno de los ejercicios,

en la petición, que suele ser el primer o segundo preámbulo, San Ignacio

dice “pedir lo que quiero y deseo”. Como si los ejercicios siempre

estuviesen necesitando que la persona que los hace sepa a dónde va, sepa

lo que quiere y desea. Nos ayudará a nosotras preguntarnos, entonces:

¿Qué es lo quiero y deseo al iniciar en esta nueva etapa de oración-

reflexión de la Determinación?

La Congregación General XVIII nos dio una Determinación que expresa

“los deseos auténticos de mantener el Cuerpo en su buen ser y de

adecuarlo a lo que piden las actuales circunstancias del mundo…” para que

podamos, con mayor claridad, manifestar la bondad de Dios que a todos

hace hermanos.

Desde el espíritu del examen ignaciano, se expresa agradecidamente la

preocupación que existe en todo el Cuerpo por hacer más visible nuestra

identidad carismática. Al mismo tiempo, se nos invita a toda la

Congregación a hacer un proceso de mayor configuración con Jesucristo

que eligió para sí la pobreza (Cf. Det 3 y 10).

La Determinación nos dice con claridad que “nuestra debilidad más

fuerte no está hoy en el campo del quehacer, sino en mantener la vitalidad

y hacer crecer el buen ser” (Det 3). A partir de la mirada cariñosa de Dios

Padre (CFI 136), que nos acompaña con amor y misericordia desde los

inicios de la Congregación, “caímos en la cuenta de que, en los últimos

años, las Determinaciones de las congregaciones generales siempre nos

animaron a vivir la verdadera pobreza evangélica”. Con la luz del Espíritu

de Jesús reconocemos humildemente que, a pesar de ello, “crecen en

nosotras necesidades, exigencias, individualismo, consumismo, así como la

dificultad de asumir los límites propios de la vida. Una vez más

reconocemos que el tercer párrafo de la Fórmula es el más olvidado” (Det 6).

Page 15: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

15

Sin dejar de contemplar el Cuerpo que somos -en proceso de

disminución numérica, con menos fuerzas y pocas vocaciones, con

fragilidades y pecados- experimentamos, a las puertas de celebrar 150

años de historia, la fuerza del Espíritu que nos invita al “mismo magis de

siempre”. El magis que nos remite a los orígenes de nuestra fundación.

¿Qué significado tendrán hoy las palabras que dirige el Padre Herranz a

nuestras primeras hermanas, un grupo de mujeres “pocas en número y en

calidad todavía menos, según los juicios del mundo”, y a las que ve en el

futuro como “una congregación de unión, de amor, de verdadero y

fructífero apostolado”? ¿Qué significa para nosotras hoy la clara

preferencia de la madre Cándida por la humildad y pobreza como actitud

de Jesús y como actitud que define el seguimiento de Jesús?3

La Congregación General XVIII nos invita a vivir un proceso espiritual

encarnado. Tomó conciencia y le puso nombre a lo que necesitamos

restaurar porque está debilitado. Este proceso también está presente en

los EE. Así, reconocido lo que percibimos dañado, se nos invita a mirar y

seguir a Jesús, pero ¿a qué Jesús? Los Ejercicios nos van revelando la vida

de Jesús pobre y humilde a quien, por gracia, elegimos seguir.

La propuesta que hacemos es a una escucha orante de la

Determinación, inspiradas por el itinerario propuesto en los Ejercicios

Espirituales. Para escuchar, necesitamos de momentos de silencio, de

oración, de reflexión y a partir de ello compartir nuestra experiencia de Fe.

En este sentido, ofreceremos fichas con propuestas que llamaremos “de

ejercicio espiritual”.

3 Cf. Las Hijas de Jesús el hoy y los orígenes. Celia Amorós Pérez.

Page 16: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

16

Ficha 1: Principio y Fundamento (PF)

150 ANIVERSARIO: AÑOS DE FECUNDIDAD QUE NOS INVITAN A

PROFUNDIZAR EN NUESTRA IDENTIDAD (Det. 1)

Breves consideraciones sobre el PF

Dios no sólo está al inicio de la vida del ser humano, por el dato de que

Él es su creador, sino que además al crearlo le ha dado una finalidad, un

sentido. Los "fines", los "para qué", no los define la propia persona, los

formula el Criador y Señor que los ofrece como tarea para la vida. Y en

este sentido, la creación de Dios es vocacional. El PF nos recuerda el

carácter "creatural" del hombre y la mujer, así como su tarea y misión:

alabar, hacer reverencia y servir. Para esto ha sido creado. La "vocación"

está vinculada al simple hecho de existir: es el pensamiento providente del

Creador sobre cada criatura, es su proyecto, como un sueño que está en el

corazón de Dios, porque ama a la criatura, es sentirse amado por Dios

como alguien único e irrepetible. La dinámica de esta experiencia es

precisamente lo que S. Ignacio entiende por "indiferencia".

En el texto del PF nos encontramos con el fin, los medios y la dificultad.

Nos encontramos en el Principio y Fundamento con dos afirmaciones y con

dos conclusiones:

a- el ser humano es creado “para la vida en plenitud que llamamos

salvación, entrando en un proyecto de amor y creatividad que

recorre la historia.

b- Y las cosas son creadas para el hombre y la mujer, para que le

ayuden a esta misión que lo une al Dios creador.

c- Las cosas deben usarse en la medida en que ayuden al fin para el

que fuimos creados, de lo contrario deben rechazarse.

d- Para vivir de esta manera es preciso crecer en fe y libertad, para

que no “se deje paralizar por la finitud de la vida: enfermedad,

pobreza, deshonor o vida corta (EE23), ni atrapar por las

Page 17: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

17

seducciones de la vida presente: salud, riqueza, honor y vida larga

(EE 23)”.4

En el PF el ejercitante hace la experiencia de sentir la dificultad que hay

en usar con indiferencia de los medios que Dios nos ha dado para alcanzar

el fin para el que fuimos creados y para que, conociendo esto, se coloque

enteramente en sus manos. El P. Arrupe afirma que la indiferencia es el

modo típicamente ignaciano de afirmar el Absoluto de Dios y lo relativo de

todo lo demás, y concluye, "es sencillamente, creer" (Arrupe 1981, 240)5.

4 Cf Benjamín González Buelta, La Pascua de los sentidos, p. 47

5 Cf Diccionario de espiritualidad ignaciana, pag. 1493 tomo II

Ejercicio espiritual

a- Haz memoria de tu experiencia de amor con el Señor.

Sugerimos fundamentalmente traer a la memoria tu llamada

vocacional a esta Congregación de las Hijas de Jesús.

b- Recuerda hechos, situaciones, momentos de la historia de la

Congregación en los que has visto el amor de Dios

sosteniendo, alentando, conduciendo al Cuerpo.

c- Cada comunidad selecciona y elige lo que quiere compartir. Es

importante tomar nota de las mociones más significativas que

la comunidad experimenta en este compartir

Page 18: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

18

Ficha 2: Primera Semana

RECUPERAR LA RADICALIDAD DE LA POBREZA EVANGELICA ES UNA

NECESIDAD, UNA URGENCIA, UNA SANACION CARISMÁTICA… (Cf. Det 7)

Breves consideraciones sobre la primera semana

En la primera semana de los Ejercicios nos enfrentamos con el mal que

llamamos pecado y con todo el desorden y destrucción que provoca. “Si la

plenitud de la existencia consiste en vivir enraizados en el fundamento de

la vida que origina siempre nuevos principios, nuevos comienzos, el

pecado consiste en cortarse de esa vida y confiar la dicha a nuestra frágil

autonomía que se encierra en su orgullo estéril, que niega que somos

limitados y sólo podemos ser nosotros mismos en comunión con Dios y

con los demás”6.

No es difícil ver los efectos de la ruptura de la comunión con Dios. En

las tragedias que vive nuestro mundo, al escuchar las historias de personas

y familias concretas vemos con tristeza las consecuencias terribles del

pecado presente en nuestra sociedad e instituciones. Para acercarnos al

mal personal recordamos nuestra propia historia de pecados, los que

hemos cometido y los que hemos padecido desde los demás, con heridas

que, a veces, siguen sangrando a lo largo de la vida

Al transitar la experiencia de la primera semana de los EE, volvemos a

pasar por el corazón una verdad revelada: el pecado no tiene la última

palabra. Es el perdón de Dios que renueva y restaura la vida la cantidad de

veces que sea necesaria. El principio y fundamento de la vida de la

creatura es el amor y la gracia de Dios. Ninguna realidad está excluida del

perdón de Dios. Nadie queda al margen de su gracia. Pero es necesario no

perder la conciencia de que somos personas pecadoras, la lucidez del mal

que causamos y que el perdón es un don gratuito del Padre. Para abrirnos

verdaderamente al perdón que restaura y no nos encierra en nosotras

mismas, necesitamos pedir insistentemente el don de la radicalidad de la

pobreza evangélica.

6 Benjamin Gonzalez Buelta, La Pascua de los sentidos, p. 69

Page 19: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

19

Desde esa experiencia se irá, poco a poco, formando una nueva

sensibilidad: mirar el mundo y a los demás desde el amor y la misericordia.

“No intentaremos perdonar simplemente porque hemos recibido un

precepto de Dios, sino porque lo vemos a Él asumiendo con su perdón las

vidas destrozadas por el pecado”7.

Es lo que Jesús en sus gestos y acciones, en sus encuentros y palabras,

revelaba a quien se sentía destruido por el peso de sus heridas,

fragilidades y pecados.

- Ejercicio: Conversación espiritual

Preámbulos sobre el sentido de la conversación espiritual:

Los términos “conversar” y “conversación”, son usados en la literatura

ignaciana con muchísima frecuencia. Para alcanzar profundidad en la

comunicación, la tradición ignaciana prevé una modalidad de diálogo

particular: la conversación espiritual. No consiste necesariamente en una

discusión sobre cuestiones espirituales.

¿Qué condiciones exige de cada una de las personas? Pide que la

persona se ponga en una actitud de escucha profunda y empática del

otro, de quien busca entender hasta el fondo la verdad de lo que está

comunicando. Es también necesaria una libertad de espíritu (la

indiferencia ignaciana) y el esfuerzo de salir de uno mismo, del propio

interés y tener en cuenta el bien del grupo entero.

Requiere reconocer aquellas ideas previas o prejuicios que tenemos

de los demás y que a menudo actúan - aún de un modo inconsciente- en

nuestro modo de juzgar una realidad y de “definir a las personas”.

¿Cuál es la finalidad de la conversación espiritual? Si nos

comunicamos a partir de mociones y de movimientos internos, la

finalidad es llegar a hacer luz en temas concretos, crecer en la comunión

del Cuerpo Apostólico y conocernos a un nivel más hondo.

7 Idem

Page 20: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

20

Propuesta para ejercicio de conversación espiritual

Recordar que tenemos como telón de fondo la primera semana de los

EE. La Congregación General XVIII reconoce con claridad que el

debilitamiento de la pobreza evangélica nos aleja de lo fundamental; pone

nombre a algunas de nuestras fragilidades y pecados (cf. Det. 6) y escucha

la llamada de Dios a recuperar la radicalidad de la pobreza evangélica

como parte importante de la sanación carismática. Reconocer esta herida

congregacional, que nos debilita, es para poder ofrecer lo mejor de

nosotras mismas al mundo al que somos enviadas y sufre de muchas

necesidades (cf. Det. 7). Reconocer el pecado no nos encierra en nosotras

mismas sino que desde el Amor de Dios nos abre a la segunda semana de

EE. No perdamos de vista que somos enviadas. Necesitamos la vida que

viene de Dios para entregarla y ofrecerla a nuestros prójimos. La pobreza

evangélica en la Madre Cándida es para ir a vivir y anunciar el Evangelio…

(Det. 13)

Conversar sobre los números 6, 7 y 14 de la Determinación.

¿Me reconozco personalmente, como comunidad o como Provincia en lo

que expresan estos números de nuestra Determinación? ¿Qué caminos se

nos abren?

Page 21: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

21

Ficha 3: Segunda Semana

LA VERDADERA POBREZA EVANGELICA SE HACE POSIBLE CUANDO SOLO

EN JESUS PONEMOS LA ESPERANZA Y ASUMIMOS SU MODO DE VIDA

(Det. 10)

Contemplar la vida de Jesús es entrar en el modo de actuar de Dios en

medio de nosotros. “Dios Padre se revela por medio de la encarnación de

su propio Hijo y lo hace en debilidad y pobreza” (Det 8). Estamos llamadas

a seguir de cerca a Jesucristo que eligió para sí la pobreza. El núcleo de la

segunda semana es conocer a Jesús, que por mí se hizo hombre, para que

más lo ame y siga (EE 104). No se trata de un mero conocimiento. La

dinámica de los EE nos conduce a un conocimiento interno que es capaz de

poner toda nuestra afectividad en movimiento hasta generar una doble

respuesta: “para que más le ame y le siga”. Por esto, contemplar a Jesús,

no sólo nos cambia el corazón para amarlo y seguirlo, sino también nos

cambia la sensibilidad y para percibir, en medio de todo lo que parece más

inhumano, cómo Dios está presente salvando y sanando la vida. Dios no es

un Dios impasible, nos envía a su Hijo único que siendo rico se hizo pobre

para enriquecernos con su pobreza (2 Co 8,9). Jesús se convierte en

modelo para poder vivir a fondo el Principio y Fundamento y salir del

pecado.

La segunda semana de los Ejercicios no sólo nos ayuda a poner todo

nuestro corazón en el seguimiento de Jesús, sino también a ver en la

realidad el reino de Dios como su verdad más consistente y cómo todo

puede abrirse a la vida. Este cambio de la sensibilidad es necesario para no

acercarnos al mundo sólo desde la queja o desde la condena, sino para

mirar al mundo al que somos enviadas con la mirada y el amor de Jesús.

Esta ambivalencia reclama ayuda y nos empuja a ser respuesta a algunas

de sus más fuertes necesidades. “La Encarnación del Hijo nos llama a

compartir con El su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijas en el

Hijo y, asumiendo su pobreza, a buscar con otros la vida en abundancia

para todo ser viviente” (Det 9).

Page 22: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

22

La pobreza de Jesús se nos revela también en el despojo de él mismo,

en su confianza ilimitada en el Padre, en la defensa de la vida y en su modo

de hablar y anunciar a Dios. La Determinación de la Congregación General

XVIII nos “llama a ahondar en el seguimiento de Jesús pobre y humilde y a

participar, en la medida de lo posible, de la condición de vida de los

pobres”, recordemos CFI 144. De esta esta experiencia “se nos abrirá una

nueva manera de ser y de estar en el mundo” (Det 12).

Ejercicio de contemplación

Teniendo como música de fondo el título de la Determinación: Seguir de

cerca a Jesucristo que eligió para sí la pobreza”; proponemos la

contemplación de la Encarnación y del Nacimiento de Jesús siguiendo los

puntos propuestos en los Ejercicios Espirituales.

Contemplación de la Encarnación: EE 102 a 109

Contemplación del nacimiento: EE 110 a 117.

Buscar un espacio comunitario para compartir la experiencia de “esta

segunda semana”. ¿Cómo resuena, en tu contexto comunitario y provincial

lo que estamos orando y reflexionando en esta ficha? ¿Qué movimientos,

mociones has percibido en este ejercicio? ¿Adónde te llevan?

Page 23: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

23

Ficha 4: Tercera Semana

LA VIVENCIA DE LA VERDADERA POBREZA EVANGELICA, ES UNA GRACIA

EN LA QUE PEDIMOS SER RECIBIDAS… (CF. Det. 11)

La tercera semana sólo se puede entender como una consecuencia de

la segunda. Es el paso consecuente al tercer grado de amor a Jesús, a un

amor a los prójimos y a la voluntad de Dios, que es fuerte hasta la muerte.

Por eso San Ignacio subraya en los directorios que nadie debe pasar a

tercera semana sin haber realizado la elección y ser confirmada. No

seguimos a Jesús a Jerusalén tomando una cruz abstracta, sino la cruz

concreta de nuestra elección8.

“Fuimos conducidas a hacer un discernimiento cuya materia fue buscar

una faceta de nuestro carisma en la que estamos necesitando poner

mayor empeño para ser alivio, testimonio y anuncio de Jesucristo en

nuestro mundo”. (Det. 5). Es nuestra determinación deliberada seguir de

cerca a Jesucristo que eligió para sí la pobreza (CFI 144). “La pobreza,

según san Ignacio es aquella tierra fértil de hombres y mujeres fuertes (…).

Concibe por tanto que las personas que tienen delante de los ojos a

Jesucristo, desnudo en cruz, aceptan los efectos de la pobreza”9

El amor de la pobreza debe ser elegido por una razón cristológica, no

social ni ideológica, la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre

por nosotros para enriquecernos con su pobreza. Para Ignacio, se trata de

un amor “elegido por amor de Jesucristo pobre”. Esta elección es una

gracia en la que pedimos ser recibidas. “La Madre Cándida nos ha

enseñado con su vida que la última razón de la elección de la pobreza y de

los pobres radica en Jesucristo (Det 10)

Dice José Margenat: “la complejidad y la crisis de la situación

económica actual exigen una profunda renovación cultural y obliga a

revisar nuestro camino (…) De este modo la crisis se convierte en ocasión

8 Cf Agustín Rivarola. Sabiamente ignorante. Mes de EE en clave vocacional.

9 José Margenat. “Amen la pobreza como madre”... Revista Manresa. Vol 85, N

335, 2013, p. 149-160

Page 24: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

24

de discernir y proyectar de un modo nuevo. ¿Será la crisis una tierra fértil

de hombres y mujeres fuertes? ¿Será la amistad con los pobres el don que

devuelva la capacidad para retornar a un auténtico y nuevo humanismo

integral?10

Todo aquel que se entrega para dar continuidad a la causa de Jesús

también se encontrará con el conflicto de los que sienten amenazada su

paz interior o sus intereses y experimentará la oposición, la descalificación

social… El desafío para nosotros consiste en vivir el conflicto de manera

creativa, sin dejarnos desintegrar ni paralizarnos. La cruz pascual lleva

dentro de sí misma el germen de la resurrección11

Ejercicio

UN DIA DE RETIRO COMUNITARIO. Proponemos para este día una lectura

orante de toda la Determinación (1-23), pidiendo la gracia de ser recibidas

en esta vivencia de la pobreza evangélica.

Estar atentas a qué movimientos tenemos durante la lectura orante.

Anotarlos.

Si se ve conveniente, elegir algún o algunos números en los que un se

sienta particularmente invitada a reflexionar

Cada comunidad ve el modo más adecuado de compartir la oración, según

su realidad.

10

Margenat José. Amen todos la pobreza como madre. Aquella tierra fértil de hombres fuerte. Revista Manresa, vol 85. (2013), pag 157. Vale la pena leer todo el artículo ( pp 149-160) 11

Cf Gonzalez Buelta, pag. 165 Salmos para gustar internamente.

Page 25: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

25

Ficha 5: cuarta semana y contemplación para alcanzar amor

“…EN CONTINUA ITINERANCIA INTERIOR, SALIR DE NOSOTRAS MISMAS E

IR HACIA LOS MAS NECESITADOS (CF Det. 13)

Casi finalizando su evangelio, nos dice San Juan: “Jesús realizó en

presencia de los discípulos otros muchos signos que no están escritos en

este libro. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el

Hijo de Dios y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Jn 20,30)

Los discípulos hicieron la experiencia espiritual de encontrarse

nuevamente con Jesús. “El Resucitado habla al corazón de sus amigos en

su oficio de consolar (EE 224) con una alegría que sana las heridas del

pasado y abre el futuro con un encanto capaz de relanzar el sueño de

Jesús”12

El Crucificado es el Resucitado y envía el don de su Espíritu, que llega de

manera diferente a la singularidad de cada discípulo, pero es el mismo en

todos. El Espíritu transfigura desde dentro “los deseos auténticos” que

personas e instituciones llevamos en vasijas de barro (2 Cor 4,7-12). Este

mismo Espíritu transforma a cada persona y las une a todas en una

comunidad que tiene visibilidad en la historia para que, con mayor

claridad, se pueda manifestar la bondad de Dios que a todos hace

hermanos (cf. Det 2)

En todo amar y servir (EE 233), pedimos en la Contemplación para

alcanzar amor. Aquí se concentra todo el proceso de los EE y se abren las

puertas de la vida cotidiana. Somos enviadas al mundo con el oficio de

consolar y también con una sensibilidad transformada para encontrar a

Dios en todas las cosas. Deseamos compartir la vida que “recibimos con su

Nombre” en continua itinerancia interior, asumiendo alegremente el

misterio pascual que nos impulsa a salir de nosotras mismas para ir a los

más necesitados.

12

Gonzalez Buelta, La Pascua de los sentidos, p. 153

Page 26: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

26

Ejercicio: Síntesis del itinerario

A partir del camino que, personal y comunitariamente, hemos transitado

hasta aquí, les proponemos reflexionar y compartir el número 18 de la

Determinación. Serán de mucha ayuda las anotaciones que hicimos

durante este proceso.

“La vivencia de la verdadera pobreza evangélica es un proceso que

requiere discernimiento. El Espíritu Santo nos ayudará a ser fieles a la

tradición, inspirándonos múltiples novedades y ayudándonos a vislumbrar:

- ¿hacia qué vida consagrada caminamos hoy?

- ¿qué presencias transparentan mejor que Dios está en medio de

su pueblo?

- ¿qué pasos es necesario dar”?

ANEXO (Este anexo puede ser utilizado en cualquier momento del

proceso. Cada comunidad verá la el modo y el momento)

“CONTEMPLACIÓN PARA COSECHAR AMOR” (UNA PROPUESTA DE

EXAMEN DEL DÍA) 13 Diego Fares, sj.

Puedo tomarme unos minutos para hacer mi “Contemplación para

cosechar amor”: el amor que recibí en esta jornada y el amor que pude

dar.

La frase es motivadora. En vez de decir: “tengo que hacer mi examen

de conciencia”, que tiene su carga de deber y de rendición de cuentas, la

idea de “cosechar amor” tiene una carga (linda) agraciada, como abrir un

paquete con regalos…

Sin embargo, por más que cambiemos el nombre y que a lo que

llamábamos “examen” le llamemos ahora “contemplación para cosechar

13

El texto pertenece al jesuita Diego Fares. Es un texto mayor, pero fue adecuado para esta ocasión. El original lo encontramos en el blog del padre Fares: ContemplAcciones del Evangelio. http://diegojavierfares.com

Page 27: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

27

amor”, hay un problema y éste no es solo el cansancio y el deber, sino que

estamos dentro de un problema más general, es que “el día no termina”.

Esto pasa en una familia con niños y jóvenes y de distintas maneras nos

pasa a todos: el día no termina, el trabajo no termina, los WhatsApp

siguen llegando a todas horas, por dar un ejemplo. Por eso, un cuidado

clave para la vida espiritual es el de establecer un “ritmo espiritual”.

Así como cada una tiene que “encontrar o crear su espacio en la casa

para rezar” -el “tameion” del que habla el evangelio (Cfr. Mt 6, 6), donde

uno puede entrar y cerrar la puerta para que solo nos vea el Padre-, así

también cada uno tiene que “encontrar o crear su “kairós” -su momento

especial del día, en el que nada lo molesta, para poder “cosechar amor”.

Lo importante es que sea un momento en el que la vida nos dé una

pausa y al que le podemos dar cierta periodicidad, es decir, un ritmo

espiritual.

Los puntos

* ¿Quieres conversar con Jesús?

Conversa con Jesús, comunícale las cosas del día y ábrete al Espíritu

Santo, que te hace sentir y comprender lo que Jesús te quiere comunicar.

Contempla lo que te ha dado el Señor y lo que tú diste a los demás durante

el día. La conversación, dice Ignacio, se da como un amigo que habla con

su amigo, o un servidor con su Señor. Eligiendo lo que fue más significativo

para este compartir.

* AGRADECER

Rebobinando el día pasado agradecerás por todo, notando cómo

el Señor puso signos concretos de su amor en tu jornada, más en las

obras que en las palabras, como hace Uno que te ama. Le darás

gracias por todos los beneficios que te hizo, por todo lo que recibiste

de los otros.

Recuerda cosas buenas que pasaron hoy, concretas y pequeñas,

como el pan o un saludo. Lo harás no tanto «enumerándolas» -cosa

Page 28: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

28

que puede cansar a la larga- sino ponderando (encareciendo mucho)

alguna gracia grande de amor y dejando que las otras se le peguen en

torno, como a un imán que las atrae y las concentra.

Agradece un rato hasta que sientas que tu memoria queda

rebosada de la luz del agradecimiento, y que eso te dilata el corazón y

te hace decir, ¡qué grande! ¡No me había dado cuenta! (como les

pasó a los discípulos de Emaús).

Agradecer te purificará la memoria de las culpas -que son

siempre autorreferenciales- de todas las “frases” con las que el mal

espíritu pretende inundarte con sentimientos de fracaso, de culpa, de

negatividad: “perdiste tanto tiempo”, “hiciste tan poco”, “tantas

cosas salieron a más o menos o quedaron a medias…”. Responde al

mal espíritu diciendo que tu pasado está en la Misericordia del Padre,

que Él ha enterrado todos tus pecados y es capaz de dar vida a todas

tus obras muertas.

* CONTEMPLAR

Mirando tu presente, presta atención y nota cómo Dios

«habita» en las personas que te encontraste durante el día y con las

que compartiste la vida. Él habita en ellas y esto se puede ver en sus

«actos de santidad». Este es el punto en el que Ignacio (que)

dice «mirar cómo Dios ‹trabaja› por mi -por nosotros- en todas las

cosas. Se trata de un ejercicio para reconocer el valor de lo que las

creaturas «hacen por ti», de todo el trabajo que les das, digámoslo

así, y de lo que cada creatura «es» y vale por sí misma.

El reconocimiento de la presencia y del trabajo de Dios en tu

presente te purificará de todo sentimiento de soledad e inutilidad.

Con Él nunca estás solo, con él ningún pequeño esfuerzo tuyo es

inútil. Él te acompaña y bendice tus pasos. Y si abrazas la cruz del

momento, si abrazas “los clavos” que en la vida te convierten en

impotente e insignificante, Él es capaz de convertir esa cruz en fuente

de vida para ti y para los demás.

Page 29: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

29

* BUSCA UN PEQUEÑO DESEO

Mirando hacia adelante, al futuro, harás un ejercicio de

«humildad que se empeña en lo concreto», de reconocimiento claro

de tus límites – sin creerte ni más ni menos de lo que eres – y de que

«todo es posible para Dios». Esta mezcla de «tu medida

potencia», como dice Ignacio, y de la «suma e infinita potencia de

Dios», te vuelve capaz de «dar un paso adelante”, real y concreto,

siempre, en el amor.

Tu esperanza, que te permite alegrarte de tu propia pequeñez –

finitud gozosa, como le llama un autor, y fiarte totalmente de la

grandeza de Dios, purifica tu mirada y tu ánimo de todo

descorazonamiento, de todo horizonte sin sentido. Cuanto más pones

tu pie en tu propia pequeñez, y desde ahí alzas tu mirada al Cielo, más

se despeja tu futuro y brilla la espera.nza.

* Ofrécete tú mismo

Terminarás tu contemplación para cosechar el amor del día ofreciendo tu

amor:

Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento,

y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer.

Vos me lo diste, a Vos Señor lo torno.

Todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y gracia, que esta me basta.

Page 30: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

30

“PARA IR Y ANUNCIAR”

INTRODUCCIÓN

La Congregación general nos ofrece un documento destinado a los

laicos y a las Hijas de Jesús que compartimos misión. Esto es fruto también

del momento eclesial y congregacional que vivimos. Las distintas

vocaciones estamos invitadas a aportar nuestra especificidad en el

compromiso que, como bautizados, hemos adquirido de colaborar con

Reino de Dios.

Es oportunidad de seguir creciendo cada uno en nuestra vocación,

en comunión eclesial, a través de relaciones que expresan reciprocidad y

complementariedad. Reciprocidad porque se sustentan en la dignidad de

hijos que nos ha sido conferida en el bautismo. Nadie es más que nadie,

aun cuando tenga funciones o ministerios diversos, en su contribución a la

misión. Complementariedad porque en nuestra diferencia, si es bien

gestionada y acogida, nos enriquecemos, nos ayudamos y servimos mejor.

Y si creemos en un Dios encarnado, que nos habla a través de la

historia y de sus acontecimientos, la situación mundial de pandemia que

estamos atravesando no puede quedar obviada. Nos invita a repensar

desde Dios, en nuestros espacios y tiempos, en nuestras situaciones

vitales, con profundidad, sin temor y en confianza, qué Palabra nos dice en

esto que vivimos. Nos invita a repensar qué conversión, qué cambios

estamos invitados a hacer personal e institucionalmente en el espacio de

misión que compartimos. Hay un sentido que nos excede, que late en

medio de esto que acontece y que pugna por salir, pero que necesita de

nosotros, de nuestro proceso, de dejarnos alcanzar, como los de Emaús,

por el Espíritu de Jesús para que pueda ser visto y reconocido.

El título del documento, “para ir y anunciar”, subraya el carácter

apostólico del mismo. La misión es el espacio en el que Hijas de Jesús y

laicos nos encontramos en virtud del envío recibido. Apóstol es el enviado

y, desde su misma raíz etimológica, significa el que no tiene lugar fijo. Lo

estable en el apóstol es ser servidor del Reino y este servicio lo sitúa en

Page 31: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

31

actitud de itinerancia (“para ir”) y como testigo de la buena noticia

(“anunciar”). “Convocó a los Doce y les dio poder y autoridad sobre todos

los demonios y para sanar enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino

de Dios y a sanar” (Lc 9,1-2). Lo demás en la misión necesitará ser

discernido: quién, a quién, cómo, cuándo... para descubrir, en medio de las

demás voces, la voz de Dios. El mismo Jesús nos advierte que esto no es

fácil, que pide de nosotros “ser astutos como serpientes y sencillos como

palomas” (Mt 10, 16b); tener paciencia y dar el tiempo necesario a los

procesos para poder ver con más claridad lo propio de Dios; aunque

mientras tanto haya que convivir con la tentación, con la cizaña, “dejen

que crezcan juntos hasta la cosecha” (Mt 13,30), y con aquellas voces que

no vienen de Dios.

Nuestra Superiora general expresa que el texto recoge “algunas

llamadas que orientarán nuestro quehacer apostólico en los próximos seis

años; que deseamos sean luz e inspiración en la concreción de nuestro

apostolado”14. “Son aspectos que necesitaban ser impulsados para que

nuestra colaboración al Reino tuviera más vigor”15. Según esto, las

llamadas son el modo en que el Espíritu sigue alentando hoy la vida en

nosotros, no podemos perderlas de vista si queremos ser fieles a lo que el

Señor nos ha inspirado. Y tenemos el compromiso de preguntarnos qué se

nos pide con respecto a ellas en cada contexto. Pero tampoco se trata de

tener acciones para cada llamada de “forma obligada” como modo de dar

cumplimiento a un programa marcado por la Congregación general. Es

decir, piden ser discernidas y, fruto de ese discernimiento, se irán dando

los pasos necesarios, se irán articulando los posibles modos de desarrollo y

despliegue.

Hacemos una propuesta para acercarnos a las llamadas. Queremos

que sea la primera, “urge poner en práctica el discernimiento en común”, la

que oriente el modo de situarnos ante las otras. Es el discernimiento en

14

Determinación Congregación General XVIII. En la clausura de la CGXVIII, pag 17.19. 15

Determinación CGXVIII. “Para ir y anunciar”, nº3.

Page 32: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

32

común la condición previa para cualquier opción, paso o actuación

concreta en el ámbito de misión y en nuestras planificaciones apostólicas.

“Discernimiento en común y planificación apostólica se convierten así en el

binomio que garantiza que las decisiones sean tomadas a la luz de la

experiencia de Dios y que éstas sean puestas en práctica de un modo que

realice la voluntad de Dios con eficiencia evangélica”16. Daremos por ello

una herramienta de trabajo que nos ayude a dar respuesta a aquello que,

en su discernimiento, la Congregación general vio: que revitalicemos o

impulsemos en nuestro contexto las llamadas que así lo estén pidiendo.

No pretendemos una profundización teórica de los temas que

encierra en sí cada una de las llamadas, sino contribuir a que se realice, de

hecho, un discernimiento en común que nos lleve a tomar decisiones

concretas sobre ellas. La profundización teórica o el conocimiento que

necesitemos sobre las llamadas lo determinará el propio proceso, así como

los datos que se puedan requerir.

La herramienta de trabajo consiste en un conjunto de orientaciones

y reflexiones para realizar un discernimiento apostólico en común. Son

orientaciones simples y breves, pretenden inspirar y animar y están

organizadas en diversos bloques de trabajo. Pueden ser un recurso de

formación. Cada contexto deberá decidir cuál es el momento idóneo para

realizar este discernimiento sobre las llamadas.

Deseamos que este proceso sobre las llamadas contribuya a

ahondar en el lema de la celebración de los 150 años, “Un Carisma vivo, un

Camino compartido”, que estamos viviendo.

16

Carta Sobre el discernimiento en común de Arturo Sousa.

Page 33: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

33

ORIENTACIONES PARA EL DISCERNIMIENTO APOSTÓLICO EN COMÚN

PRIMER BLOQUE - Algunos previos.

5. ¿Qué es el discernimiento apostólico en común?

6. Materia para discernir y pregunta guía.

7. Personas que intervienen.

8. Cómo se toma la decisión y quién la toma.

9. Fases de un discernimiento en común.

SEGUNDO BLOQUE - Condiciones para un discernimiento en común.

4. Condiciones en el sujeto.

5. Criterios de discernimiento.

6. La práctica del examen.

TERCER BLOQUE - Los engaños en el proceso de discernimiento.

CUARTO BLOQUE - El discernimiento en común de las llamadas.

PRIMER BLOQUE - Algunos previos.

0. ¿Qué es el discernimiento apostólico en común?

Antes de definir qué es para nosotros el discernimiento apostólico en

común conviene que aclaremos distintos términos. Los dos primeros

atienden a dos dimensiones de la persona: el aspecto ético

(discernimiento humano) y el teologal (discernimiento espiritual). El

primero es más amplio e incorpora a toda persona. El segundo es más

específico y atañe a personas que tienen credo, que creen en Dios, en

nuestro caso, en el Dios de Jesús (discernimiento cristiano).

Discernimiento humano: es el proceso por el cual transformamos

nuestras convicciones más profundas en decisiones concretas y

lo hacemos con coherencia y continuidad. Es decir, es un proceso

que nos conduce y nos lleva a vivir en coherencia y autenticidad

con el horizonte de sentido de nuestra vida. La decisión expresa

nuestra convicción y la convicción se ha hecho decisión concreta.

Page 34: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

34

Hay coherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y

hacemos.

Discernimiento espiritual: El discernimiento como proceso

espiritual es una actividad teologal encaminada a la búsqueda de

la voluntad de Dios. Supone que creemos en un Dios encarnado,

que está en la “entraña” de la vida, que nos hace sus guiños y

deja su huella impresa en ella. Supone la convicción de que Dios

envuelve la vida, abraza la vida y nos atrae y conduce hacia Él.

Supone, en palabras de Benjamín González Buelta, “una mística

de ojos abiertos que da a la vida su verdadera consistencia

porque nos lleva adentro, a lo profundo, a la raíz de lo que

acontece”. Es decir, el discernimiento espiritual pasa por

decisiones concretas que comprometen toda nuestra persona

con lo que vamos descubriendo como Voluntad de Dios, tal y

como Ignacio lo expresa al final del Principio y Fundamento:

“solamente deseando y eligiendo lo que más conduce al fin para

el que fuimos creados”. Es hacerle una pregunta al Señor

relacionada con mi comportamiento: qué quieres de mí, qué

quieres que haga. Cuanto mayor es el grado de identificación con

Jesús la pregunta toma otra forma: ¿qué harías tú, Jesús, si

estuvieras en mi lugar?

Los dos siguientes términos atienden a una clasificación que se deriva

del uso y modo que hacemos del discernir como actividad y/o

ejercicio: el discernimiento como actitud y el discernimiento como

herramienta. El primero es más amplio y es condición necesaria para el

segundo.

El discernimiento como actitud: Es el talante o disposición

natural que la persona ha adquirido o va adquiriendo ante las

distintas posibilidades que la vida le presenta para elegir. Antes

de la elección tendrá que conocer, valorar y sopesar las distintas

posibilidades y sus consecuencias. Este talante es algo que se

adquiere, es una destreza que, con la práctica, la persona puede

ir incorporando. Condición necesaria es que la persona lo desee y

Page 35: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

35

quiera, pero no basta con ello, debe practicarlo en el hecho

concreto de tomar decisiones. Incorporado aporta lucidez.

El discernimiento como herramienta: se denomina así al método,

con modo y orden, encaminado a orientar la toma de decisión

sobre alguna materia o aspecto concreto.

Y, por último, el término que nos ocupa: el discernimiento

apostólico en común, que es una herramienta concreta de

discernimiento. Es una herramienta de carácter espiritual para

tomar decisiones importantes y complejas, sobre las que no hay

acuerdo o claridad, en el campo apostólico. Reúne a personas

creyentes y no creyentes que no viven en común y necesitan

tomar decisiones en orden a la misión. El método tiene un

proceso que implica tiempo para disponernos interiormente y

para la toma de decisión; no rompe la unión de corazones y

ayuda a sentirse partícipe de la decisión tomada. Este método

está tomado de los Ejercicios espirituales (EE), del primer modo

del tercer tiempo de elección (EE. 178-183), es decir, en el

método subyace una espiritualidad que lo sustenta.

1. Materia para discernir y pregunta guía.

No toda decisión apostólica requiere un discernimiento en común. El

discernimiento en común es para buscar y hallar la voluntad de Dios

en asuntos importantes en los cuales no es totalmente claro qué

hacer, cómo hacerlo, qué es mejor o cómo hacerlo de la mejor forma

posible. De ahí que sea importante saber escoger el asunto o asuntos

sobre los que se necesita tomar decisiones a través de un

discernimiento en común.

En consecuencia, son materia propia de este tipo de discernimiento:

- Asuntos muy importantes y complejos a los que no se les ve clara

o fácil solución o no hay acuerdo.17

17

El discernimiento apostólico en común. Entrevista a José A. García. Vol. 90 (2018) Manresa, pp.27-37.

Page 36: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

36

- Asuntos que no se resuelven por discusión, ya que romperían la

comunión; ni por obediencia vertical, porque no ayudarían a

sentirnos parte de la decisión tomada.

- La planificación apostólica de una provincia religiosa, de una obra

apostólica. “La planificación apostólica nacida del discernimiento

en común se convierte así en instrumento para nuestra

efectividad apostólica evitando convertirla en tributo a la moda

de las técnicas del desarrollo corporativo”18.

Una vez escogido el asunto que pide ser tratado en un discernimiento

en común, conviene formularlo de forma clara y en un modo que nos

ayude a sostener el proceso. La forma que más ayuda a ello es la

pregunta. En la Compañía de Jesús, en la primera deliberación que

hicieron, el objeto de su primer discernimiento fue formulado así:

¿Queremos conservar lo que Dios ha hecho en nosotros, un grupo de

amigos en el Señor, o nos ponemos a las órdenes del Papa para que él

nos disperse por la viña del Señor? La pregunta es rectora, acompaña y

sostiene el proceso.

A partir de este momento, con respecto a la materia, necesito tener

todos los datos disponibles o, al menos, los oportunos y necesarios

para poder llevar adelante el proceso. Si no los tengo debo pedirlos,

para contribuir adecuadamente en el proceso, o invitar a alguien

experto en la materia para que dé su parecer.

2. Personas que intervienen.

Es necesario establecer quiénes participan, porqué y en qué

condiciones. Cada participante debe saber por qué participa, en qué

condición, y aceptarlo libremente. Nadie debe ser forzado ni

presionado a ello porque sería poner trabas desde el comienzo al

proceso de discernimiento. La materia sobre la que se hace elección

ayudará a determinar a quién se invita al proceso.

18

Carta Sobre el discernimiento en común de Arturo Sousa.

Page 37: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

37

En principio, el discernimiento al que nos referimos convoca a

personas creyentes, puesto que lo que buscamos es conocer lo que

Dios quiere para nosotros en el ámbito de misión que compartimos.

Sin embargo, no cabe duda de que dicho ámbito de misión, en más de

un lugar y por circunstancias distintas, será compartido con no

creyentes o personas de otras confesiones. En este caso, es bueno

recordar que el Espíritu “habita y trabaja” en todas las personas,

grupos y culturas, aunque no compartan nuestra fe explícitamente (Ej.

236). A los no creyentes también les asiste la ayuda del Espíritu en su

entendimiento y voluntad19 y pueden participar en el discernimiento.

Siempre es bueno invitar a todas las personas a las que les afecta la

materia sobre la que se hace discernimiento. Cuando el grupo es muy

amplio y afecta a un número muy extenso de personas esto puede

hacerse difícil; sin embargo, es posible que el proceso de

discernimiento comience por círculos más amplios, que integran al

mayor número de personas, y vaya concentrándose en círculos más

estrechos hasta llegar a la persona o grupo que debe tomar la

decisión final.

Es importante un facilitador del proceso. Sería una persona que

conozca en profundidad el método y la espiritualidad que subyace al

mismo. Su tarea será la de moderar y acompañar el proceso de

discernimiento para evitar que se atasque. No tienen por qué ser el

superior/la superiora, la dirección de una obra…basta que conozca a

fondo la espiritualidad y el método.

La persona que va a tomar la decisión final es una más hasta la toma

de decisión. Probablemente le toca hacerse más indiferente, estar en

una escucha vulnerable y atenta a todos, que le ayude a callar si

intuye que condiciona o hablar en el momento que considere

oportuno.

19

El discernimiento orante en común. Compañía de Jesús. Provincia Loyola. Enero 2005.

Page 38: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

38

3. Quién y cómo se toma la decisión. Qué pasa después de la decisión.

Quién y cómo se va a tomar la decisión final debe establecerse con

claridad y precisión desde el inicio del proceso y las personas que

participan en el discernimiento deben saberlo y acogerlo.

Existen formas distintas, que conocemos: en la celebración de la

Congregación general las decisiones se toman por mayoría de votos,

salvo cuando la normativa prescribe otro modo; en la Congregación o

las Provincias religiosas la decisión la toma la Superiora general o la

Superiora provincial; en las comunidades religiosas la decisión le

corresponde a la superiora local; en las obras apostólicas la decisión

se toma según lo que establece la normativa o estatutos de la misma.

De esto se deduce que normalmente las decisiones las toma una

persona, salvo en ocasiones muy concretas que se hace por mayoría

de votos, como en una democracia formal. Es bueno en el proceso de

discernimiento llegar al consenso y buscar la unanimidad, ya que

ayuda a la persona a quien le corresponde tomar la decisión. No

obstante, cuando la decisión está en manos de una persona, por

oficio o porque así esté establecido en las normas o estatutos de la

obra apostólica, conviene saber que el resultado del discernimiento

no es vinculante, aunque si el proceso está bien hecho Dios no se

contradice y es una ayuda para quien toma la decisión.

Qué pasa en el transcurso de la decisión y/o después de la decisión20

- Puede ocurrir que la persona a la que le corresponde tomar la

decisión quede fuera del consenso general, y en ese caso, tendrá

que preguntarse qué le pasa.

- La decisión tomada no tiene que ver con lo que yo pensaba. En

ese caso, una persona adulta, coherente con su aceptación libre

de participar en el proceso, la acoge, suma y colabora en ella. Un

adolescente o una persona soberbia no colaboran más.

20

Notas de los Ejercicios de Antonio Guillén. Abril 2019.

Page 39: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

39

- El grupo a la hora de la decisión se encuentra dividido: mitad y

mitad. Esta situación indica que el proceso no ha concluido y que

el discernimiento necesita de más tiempo para acercarse al

consenso. Esto se aplica de igual manera en el caso de que el

camino elegido para la decisión sea la votación.

- El grupo llega a la unanimidad de corazones. Es momento de

celebrar y agradecer porque se ha dado la comunión en el ámbito

de la misión y hemos dejado transparentar la voz de Dios en el

proceso.

4. Fases de un discernimiento apostólico en común.

Nos referimos al primer modo del tercer tiempo de elección, según

los Ejercicios espirituales: “Mirando por dónde la razón se inclina” (Ej.

182). Se trata de un discernimiento en el que se exponen las razones a

favor y en contra de la materia propuesta y que termina en oración y

ofrenda de la decisión tomada al Señor “para que su divina Majestad

la quiera rescibir y confirmar, siendo su mayor servicio y alabanza”

(EE. 183).

a) Definir y centrar la materia de discernimiento.

Se debe presentar a las personas que participan en el proceso la

materia o el objeto de discernimiento, en nuestro caso está

recogido en el documento “Para ir y anunciar”. También se debe

presentar la pregunta que acompañará el proceso. La que

ofrecemos aquí es esta: ¿Qué llamadas estamos invitadas a

impulsar con más vigor en nuestro contexto de misión?

La necesidad de aportar más información y cuál debe ser ésta será

valorada en cada contexto. El criterio que puede ayudarnos a ello

es que no debe perdernos y confundirnos en un bosque de datos,

sino que debe ser la oportuna y necesaria para el discernimiento

en el que nos encontramos.

Todo esto será aportado con el suficiente tiempo para que pueda

ser reflexionado analizado y orado.

Page 40: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

40

b) Crear, orándolas, las actitudes propias del discernimiento.

Las actitudes no hay que darlas por supuesto. Conviene

explicitarlas, recordarlas y ayudar a que las personas que

participen se pongan en disposición de adquirirlas.

c) Tiempo personal de información y reflexión, de análisis y de

oración.

Una vez presentada la materia, la pregunta y la información

pertinente para el discernimiento es necesario dar un tiempo para

trabajarlas, es decir, para ahondar, analizar y, por supuesto, orar.

El tipo de oración que mejor acompaña en este momento es la

meditación que pone en juego las tres potencias humanas:

memoria, entendimiento y voluntad.

Durante la oración o después conviene ir tomando nota de las

mociones (movimientos interiores que pueden ser pensamientos,

imágenes, sentimientos, deseos…) y razones a favor y en contra

que encontramos para impulsar las llamadas. (EE. 180-182)

d) Puesta en común de razones y mociones, según el modo de la

doble vuelta

¿A qué nos referimos con el modo de la doble vuelta? A tratar en

una vuelta las razones y mociones a favor y en la otra las razones

y mociones en contra. Esto es imprescindible. No se deben

mezclar en una misma vuelta las razones y mociones a favor y las

razones y mociones en contra. Este modo encierra una sabiduría

profunda sobre los mecanismos que se disparan y funcionan en la

comunicación y escucha. Estar en lo mismo desarrolla la empatía

y dispone a comunicar mejor y con mayor libertad. Mezclar puede

llevarnos a confusión, a enredo, a ponernos a la defensiva y

reduce la capacidad empática y vulnerable en la escucha.

La pregunta se plantea de modo disyuntivo: ¿Estamos invitados a

impulsar todas las llamadas o es conveniente priorizar algunas

para que nuestra colaboración al Reino sea con más vigor? En

este caso las opciones se excluyen mutuamente, por lo tanto, con

Page 41: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

41

que expongamos las razones y mociones a favor o en contra de

uno de los términos es suficiente; en caso de que no lo fueran,

deberíamos tratar cada término por separado y tomar nota de las

razones y mociones a favor o en contra de cada uno de ellos. De

este modo, habría dos dobles vueltas.

La puesta en común se realiza de la siguiente manera:

En primer lugar, se aportan las razones y mociones a favor de

impulsar todas las llamadas. Todo el mundo habla y vamos

tomando nota de lo que escuchamos. No se interrumpe, no

hay debate ni discusión. Al terminar esta primera

intervención, quien modera abre un turno para pedir

clarificación sobre algo que se ha dicho y puede haber

quedado oscuro, confuso, ambiguo… pero no para valorar, ni

discutir o debatir. Y seguimos tomando nota.

En segundo lugar, se aportan las razones y mociones en

contra de impulsar todas las llamadas y se procede de la

misma manera que en el punto anterior.

Quien modera la puesta en común o el facilitador del proceso, si

lo hubiere, resume lo expresado. Ayuda a jerarquizar las razones

por orden de importancia o de cualquier otro modo que recoja

bien lo expuesto por todos.

Se deja un rato de silencio oracional y se invita a un nuevo turno

en el que se comparten los sentimientos experimentados en el

transcurso de la deliberación.

e) La decisión

Si del proceso anterior se desprende unanimidad o un

consenso alto (podríamos decir una mayoría cualificada) se da

por terminado el proceso. Y la decisión se toma según como

se definió al inicio del proceso.

Si del proceso se desprenden diferencias importantes o el

grupo se encuentra dividido mitad-mitad, esto pide volver a

Page 42: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

42

repetirlo para ver si una deliberación repetida aporta nuevas

luces y un consenso mayor. En este caso, sería bueno por

parte de quien facilita o modera, según la observación que ha

hecho del grupo, hacer ver qué disposiciones personales

conviene trabajarse para contribuir y ser ayuda en el proceso.

Y de nuevo recordará el resumen de la deliberación que se ha

hecho para que estos datos los incorpore cada persona en la

nueva reflexión orante.

Page 43: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

43

SEGUNDO BLOQUE- Condiciones para un discernimiento en común

1. Condiciones en el sujeto

“Basta una personalidad excéntrica, agresiva o cínica en una

comunidad para echar por tierra la posibilidad de un discernimiento en

común”. (P.Peter Hans Kolvenbach, 1986)

“Quienes participan en el discernimiento deben cultivar su libertad

interior, es decir, su desapego a lo propio, para asumir lo que es un

bien mayor en perspectiva del Evangelio”. (P. Arturo Sosa, 2017)

De la misma manera que San Ignacio habla de personas que no son

sujetos aptos para realizar la experiencia de los EE, podemos

encontrarnos personas que no tienen sujeto para entrar en un proceso

de discernimiento. Quien invita e incorpora a otras personas al

discernimiento debe tener claras las condiciones y no debe incorporar

a personas que frenen, distorsionen o entorpezcan el proceso. Es

necesario que dicha persona tenga libertad interior y actúe acorde a

ella.

Y antes de señalar las condiciones, dos precisiones necesarias:

- El sujeto de discernimiento no se “improvisa”, es necesario un

trabajo y cuidado de aquellas capacidades, hábitos y actitudes

que nos ayudan a crecer como tal. Y no toda persona lleva una

dinámica interior personal de interés y cuidado por su

crecimiento integral.

- Todos y durante toda la vida podemos ir creciendo como sujetos

de discernimiento en el ejercicio del mismo. Es decir, ser sujetos

de discernimiento se trabaja en lo cotidiano de la vida y en el

mismo proceso de discernimiento. Necesita de nuestro deseo de

trabajarnos, de poner empeño en ello, de un conocimiento no

engañoso de nosotros mismos y de estar abiertos al contraste y

confrontación.

Page 44: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

44

¿Cuáles son las condiciones que hacen de una persona sujeto de

discernimiento?

Condiciones humanas

Capacidad para escuchar. Nos referimos a la escucha empática

y vulnerable que es capaz de ponerse en el lugar de la otra

persona y dejar que lo escuchado nos cambie por dentro. Es

decir, no es una escucha blindada o cerrada.

Capacidad para comunicar. Hay comunicaciones espontáneas,

primarias, ideológicas y afectivas. En el caso del discernimiento

hablamos de la comunicación que proviene del centro del

corazón, del centro que reúne nuestros deseos y nuestras

decisiones. El corazón, ese espacio que Dios desea habitar,

amar si le damos entrada.

Condiciones teológicas

La convicción de que Dios se comunica con la persona de forma

directa o a través de mediaciones. El grupo, que participa de esta

convicción, sabe que en la búsqueda que han emprendido cada

uno puede intuir, reconocer y descubrir lo que Dios quiere, por lo

tanto, que también otros pueden vehicular y transparentar la

voluntad de Dios. Esto exige una implicación y compromiso

personal en el proceso que se realiza.

Condiciones de “marca” ignaciana

La indiferencia o libertad interior. Es la distancia afectiva e

intelectual de nuestras posturas o inclinaciones previas ante lo

que discernimos. Supone un conocimiento de nuestra propia

persona. Esta distancia es la que posibilita y capacita una

escucha vulnerable y que nuestro corazón se abra, sin

interferencias, a las mociones que Dios nos inspire.

Que cada persona haya “entrañado” o interiorizado el misterio

de la encarnación. Dios se ha hecho uno de nosotros en Jesús y

se compromete con la humanidad (“Hagamos redención”) en

la instauración del Reino de Dios. Entrañar este misterio

supone identificarnos con Jesús, tener sus mismos

Page 45: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

45

sentimientos y comprometernos con su Reino, situarnos en el

lugar de los últimos evitando que sean excluidos o descartados

del banquete.

2. Criterios de discernimiento

El discernimiento es un don del Espíritu a la Iglesia. Discernir es un acto

de profunda eclesialidad, es decir, de profunda comunión y tiene como

finalidad buscar la mayor gloria de Dios y el mejor servicio a los

prójimos. Un buen discernimiento hace más profunda la comunión

para la misión.

Esta finalidad se busca a través de tres criterios21:

a) La mayor necesidad referida a personas, circunstancias y

lugares.

b) El mayor fruto, señala los ministerios que puedan ser más

eficaces evangélicamente hablando.

c) La mayor universalidad. “El bien cuanto más universal es más

divino”. Nos remite a las acciones que provocan cambios

estructurales o tienen un alcance mayor.

Estos criterios acompañan el proceso de discernimiento siendo

horizonte y brújula en las decisiones que tomamos.

3. La práctica del examen

El examen ignaciano -como actitud y no solo como práctica- se

reconoce como la puerta de entrada al discernimiento22. El examen

personal practicado con asiduidad genera talante y actitud de

discernimiento, nos ayuda a reconocer el paso de Dios en nuestra vida

a través de las mociones que se suscitan en nuestro interior y que

aprendemos a descifrar e interpretar y nos hace personas agradecidas

y generosas en la vida al no dar por normales y naturales los dones

que recibimos.

21

Cfr. CFI 198. Y El discernimiento orante en común. Compañía de Jesús. Provincia Loyola. Enero 2005. 22

Disposiciones personales ante el discernimiento comunitario. Toni Catalá e Ignacio Boné. Vol 90 (2018) Manresa, pp.49-62.

Page 46: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

46

Esta es una condición indispensable. La práctica habitual del examen

contribuye a generar la actitud de discernimiento. En esta práctica

aprendemos a saber qué pasa a nuestro alrededor, en nuestros

contextos, en los grupos en los que nos movemos. Esta pregunta que

nos hacemos ayuda a objetivar, a mirar con distancia lo que acontece

fuera. Pero, esto no basta, lo que acontece fuera nos toca, nos mueve,

desencadena pensamientos, sentimientos, actuaciones y es necesario

que nos hagamos esta pregunta: qué me pasa o qué me pasa en esto

que ocurre, que acontece. Esta pregunta nos invita a poner nombre, a

tomar consciencia de nuestro mundo interior y a reconocer qué

dinámicas genera y cómo actúa en nosotros. Solo cuando somos

conscientes de lo que vivimos, de lo que se nos mueve, estamos

capacitados para hacernos la siguiente pregunta y descubrir qué

invitación, qué mensaje, qué palabra, tiene Dios en todo esto. Esta es

su huella, su lenguaje para nosotros hoy, y podemos contrastarla con

nuestra actuación y ver si nos acercamos a lo que Dios quiere o nos

estamos alejando. Y, a partir de ahí, comprometernos con toda

nuestra persona a elegir o decidir lo que más nos conduce al fin para el

que fuimos creados. (EE. 23)

La práctica cotidiana del examen nos va configurando con la persona

de Jesús, nos ayuda a tener los mismos sentimientos que tuvo Jesús, a

parecernos a Él y ser más lúcidos porque seguimos al que es la Luz del

mundo.

En un discernimiento apostólico en común es necesario combinar el

examen personal con el examen de lo que sucede en el grupo.

Estamos invitados a aprender a percibir y a examinar los movimientos

que el Espíritu suscita en el grupo. Ellos serán los que indiquen cómo

está el grupo en el proceso y si conviene seguir, y de qué modo, para

hallar lo que es la voluntad de Dios en el discernimiento que estamos

realizando. El registro constante de los movimientos del grupo,

reflejados en el examen, es un instrumento que ayuda a mantener la

memoria del proceso. (Arturo Sosa S.J).

Page 47: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

47

TERCER BLOQUE-Los engaños en el proceso de discernimiento

Cuando la persona expone su vida a Dios se perciben los diferentes

“espíritus” y es necesario distinguir cuáles acoger y cuáles desechar

porque alejan de la bandera de Jesús, de su seguimiento. Es decir, San

Ignacio advierte que los engaños son inevitables y que, abiertos a la acción

de Dios en nuestra vida, los podemos descubrir. Su orientación va

encaminada a adquirir lucidez y a desenmascararlos, y para ello Ignacio

ofrece las reglas de discernimiento como orientaciones, consejos e

iluminaciones (EE. 313).

Conviene pues, en todo proceso de discernimiento, tanto personal

como grupal, no perderlas de vista y tener en cuenta sus orientaciones

para lo que ocurre en la experiencia espiritual y que el proceso no quede

invalidado.

El origen de los engaños

El engaño se da por una absolutización del ego que se manifiesta

en la siguiente escalada: apoyarnos en nuestras cualidades (codicia

de riquezas), buscar la fama, el buen nombre y creernos más que

los demás (soberbia); porque nos ponemos en el centro… (EE. 142)

La tentación es seductora y atractiva en apariencia, no se presenta

como mala y engañosa; de ahí que se cuele y entre sin enterarnos

a través de razones aparentes que van debilitando nuestra alegría

y la consolación espiritual. (EE. 329)

El objetivo del tentador

Minar, resquebrajar, debilitar nuestra determinación por seguir a

Jesús y colaborar con su Reino creando confusión y división.

Que manipulemos a Dios y nos creamos dioses.

Conducirnos a la tentación de acumular, de codiciar; a buscar ser

admirados, honrados y adulados para, finalmente, instalarnos en

la soberbia, en el ser el centro de todo, frente a nuestro deseo de

buscar lo que agrada a Dios y lo que quiere para nosotros y la

misión.

Page 48: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

48

Recursos para recuperar lucidez

En la misma experiencia de ejercicios San Ignacio aporta los dos

recursos que más ayudan a recuperar lucidez:

Mucho examinar: es decir, la práctica del examen personal que

ayuda a vivir despiertos y con atención.

Dejarse acompañar: Ignacio sabe que el mal espíritu nos acecha y

necesitamos del contraste o de la ayuda de una persona de

experiencia espiritual que nos haga caer en la cuenta de sus

trampas, nuestras justificaciones y engaños. Ponernos en manos

de alguien pide de nosotros confianza y humildad.

Page 49: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

49

CUARTO BLOQUE-El discernimiento sobre las llamadas

Las pautas anteriores ayudan a preparar el proceso de

discernimiento en común que vamos a iniciar en este momento. Es bueno,

como se ha indicado en la introducción, que el grupo que va a participar

del proceso las haya trabajado previamente. Cada grupo, que conoce el

contexto y su realidad, ve el mejor modo de ahondar en ellas. El contenido

del segundo y tercer bloque conviene recordarlo y actualizarlo durante el

proceso de discernimiento. Y el primer bloque ayuda a la organización y al

desarrollo del proceso de discernimiento que iniciamos:

- Definir qué personas van a participar: si no vemos la necesidad

de una persona externa que sea facilitadora del proceso

conviene que pensemos quién o quiénes van a moderar las

sesiones y acompañar el proceso.

- Determinar la materia y pregunta guía: en nuestro caso, como

indicábamos, la materia nos es dada por la Congregación general

y está recogida en el documento “Para ir y anunciar”. Cada uno

verá, si conviene aportar alguna otra fuente de información más.

La pregunta rectora para el primer momento de este

discernimiento que ofrecemos es esta: ¿estamos invitados a

impulsar todas las llamadas o es conveniente priorizar algunas

para que nuestra colaboración al Reino sea con más vigor?

- Establecer cómo y/o quién va a tomar la decisión.

- Delimitar los tiempos para el estudio, la reflexión e interiorización

personal. Delimitar el espacio y el tiempo en el que se va hacer la

deliberación o momento de compartir, según el método

expuesto. Recordar que moderará aquella persona que hayamos

designado.

- Precisar los momentos en que vamos a orar juntos y en los que

vamos a hacer evaluación del proceso.

- Recordar las actitudes necesarias para colaborar al

discernimiento. Recordar que debemos traer por escrito lo

reflexionado y tomar nota de lo que las demás personas aporten.

Page 50: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

50

IMPULSAR TODAS

PRIORIZAR ALGUNAS

FINAL DEL DISCERNIMIENTO

Se abre un NUEVO PASO: ¿Cómo concretar el impulso?

EL DISCERNIMIENTO NO HA ACABADO

Nueva pregunta: ¿Cuáles priorizamos?

La concreción de cómo impulsar las llamadas, en principio, puede no necesitar de un proceso de discernimiento, aunque sí será bueno implicar en la búsqueda de los cómos a las personas que vayan a tener una parte activa en ello. Cada lugar irá viendo qué planificación hacer para que al final del sexenio se hayan impulsado todas.

Esta decisión requiere una nueva deliberación que ayude a determinar cuáles son las llamadas que van a ser priorizadas en ese contexto concreto de misión para colaborar con más vigor al Reino de Dios

Una vez que lo anterior queda definido se inicia el proceso según lo

indicado en el apartado 4 del bloque I. Nos conducirá a una decisión

respecto a la pregunta que nos acompaña: ¿estamos invitados a impulsar

todas las llamadas o es conveniente priorizar algunas para que nuestra

colaboración al Reino sea con más vigor?

Si el grupo ha llegado a un consenso claro la decisión puede ser:

A-

B-

La pregunta abre un nuevo proceso cuyos pasos serán los siguientes:

Reflexión personal para definir cuáles son las llamadas que

considero deben ser priorizadas y cuáles no. En la misma

Page 51: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

51

reflexión anoto las razones a favor de su priorización y las

razones en contra.

Deliberación en el grupo de discernimiento:

Una primera vuelta en la que se aportan las llamadas que

buscan priorizarse.

Se toma nota de ellas.

A partir de ese momento, se toma cada llamada y se hace

una doble vuelta con ella: la primera para exponer las

razones o mociones a favor de su priorización y la segunda

para exponer las razones o mociones en contra de su

priorización.

Una vez que se ha hecho el proceso con cada una de ellas,

quien facilita o modera la reunión expone un resumen de

lo expresado; también ayuda a jerarquizar las razones o

mociones por orden de importancia o de cualquier otro

modo que recoja lo expresado por todos.

Se deja un silencio oracional y se abre un turno para

expresar cómo nos hemos sentido en el proceso de

deliberación.

Decisión final

Si del proceso anterior se desprende unanimidad o un

consenso alto (podríamos decir una mayoría cualificada) se

da por terminado el proceso. Y la decisión se toma según

como se definió al inicio del proceso.

Si del proceso se desprenden diferencias importantes o el

grupo se encuentra dividido mitad-mitad, esto pide una

repetición para buscar nuevas luces y un consenso mayor.

Quien facilita, tras la observación que ha hecho del grupo,

hace notar qué disposiciones personales conviene

trabajarse para contribuir y ser ayuda en el proceso. De

nuevo recordará el resumen de la deliberación que se ha

hecho para que estos datos los incorpore cada persona en

la nueva reflexión orante.

Page 52: LA DETERMINACIÓN ILUMINADA POR LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

52

En el caso de haber llegado a una decisión final y tener

determinadas las llamadas que van a ser priorizadas se ha

concluido el discernimiento.

El nuevo paso que se abre es cómo concretar el impulso de

dichas llamadas. En cada lugar se irá viendo cómo hacer esto y si

necesita de un nuevo discernimiento.