La Cultura Artística Dominicana y Caribeña

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La cultura artística Dominicana y Caribeña. Rechazo inicial-Aceptación posterior En Santo Domingo la Tumba fue desplazada de los bailes populares por el ""Merengue,". A pesar de su auge entre las masas populares, la clase alta no aceptó el merengue por mucho tiempo, por su vinculación con la música africana. Considerada una "sandunga criminal", una "pasión impía", un baile "demoníaco Otra de las causas que pesaron sobre el repudio y ataques contra el merengue fueron los textos literarios que lo acompañan, generalmente subidos de tono. Lo cierto es que el arte de llevar a una mujer empujándola pecho con pecho en contra de las corrientes morales del momento le costó al Merengue serias críticas y campañas de descrédito que no impactaron en el pueblo dominicano. Otras danzas dominicanas de origen negro no fueron atacadas por su carácter de danzas rituales. Esto que chocaba con la concepción religiosa de los grupos de la clase elevada. Su mismo carácter ritual hacía que su práctica se restringiera a unos pocos lugares o días al año, con un alcance o difusión entre la población muy limitado. El merengue por el contrario por su carácter de danza de regocijo se introdujo con más facilidad en los lugares de fiestas generales y por esto la reacción en contra si bien fue fuerte, fue vencida por el sabor de su ritmo. En 1875 Ulises Francisco Espaillat inició una campaña contra el merengue que fue totalmente inútil pues ya el baile se había adueñado del Cibao donde se hizo fuerte a tal punto que se asocia hoy esta región como cuna del merengue. A principios del presente siglo músicos cultos hicieron una gran campaña para la introducción de esta danza en los salones. Los músicos populares se unieron a esa campaña, la que encontraba siempre la resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompañaban el ritmo. Juan F. García, Juan Espínola y Julio Alberto Hernández, fueron pioneros en esa campaña. Su éxito no fue inmediato ya que a pesar de que establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que el merengue penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creación del pueblo dominicano aceptándola sin aspavientos. El panorama cambió a partir de 1930, pues Rafael L. Trujillo en su campaña electoral usó varios conjuntos de "Perico Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conocía previamente, ayudándole mucho en esa difusión el uso de la radio recién llegada al país antes del inicio de la dictadura. El análisis del proceso histórico y sociocultural del Caribe adquiere elaboración cristalina en De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe frontera imperial, obra axial en la que Juan Bosch nos introduce ante un teatro alucinante de civilizadores, cronistas, cardenales, herejes, piratas, corsarios, filibusteros, tribunales y corporaciones que a lo largo del tiempo se transforman en instrumentos políticos de primera clase en el juego de poder de las naciones.

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La Cultura Dominicana Caribeña es una cultura que a extrapolado mas de muchas facetas a lo largo de la historia Dominicana, como así también a lo largo de la historia en el caribe, puedo decir que esta es el inicio de un nuevo mundo de culturas que se unen para crear una misma, que en sus facetas dará a conocer cual es la importancia de cada una de acuerdo a su época...

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La cultura artstica Dominicana y Caribea. Rechazo inicial-Aceptacin posteriorEn Santo Domingo la Tumba fue desplazada de los bailes populares por el ""Merengue,". A pesar de su auge entre las masas populares, la clase alta no acept el merengue por mucho tiempo, por su vinculacin con la msica africana. Considerada una "sandunga criminal", una "pasin impa", un baile "demonaco Otra de las causas que pesaron sobre el repudio y ataques contra el merengue fueron los textos literarios que lo acompaan, generalmente subidos de tono.Lo cierto es que el arte de llevar a una mujer empujndola pecho con pecho en contra de las corrientes morales del momento le cost al Merengue serias crticas y campaas de descrdito que no impactaron en el pueblo dominicano.Otras danzas dominicanas de origen negro no fueron atacadas por su carcter de danzas rituales. Esto que chocaba con la concepcin religiosa de los grupos de la clase elevada. Su mismo carcter ritual haca que su prctica se restringiera a unos pocos lugares o das al ao, con un alcance o difusin entre la poblacin muy limitado. El merengue por el contrario por su carcter de danza de regocijo se introdujo con ms facilidad en los lugares de fiestas generales y por esto la reaccin en contra si bien fue fuerte, fue vencida por el sabor de su ritmo. En 1875 Ulises Francisco Espaillat inici una campaa contra el merengue que fue totalmente intil pues ya el baile se haba adueado del Cibao donde se hizo fuerte a tal punto que se asocia hoy esta regin como cuna del merengue.A principios del presente siglo msicos cultos hicieron una gran campaa para la introduccin de esta danza en los salones. Los msicos populares se unieron a esa campaa, la que encontraba siempre la resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompaaban el ritmo.Juan F. Garca, Juan Espnola y Julio Alberto Hernndez, fueron pioneros en esa campaa. Su xito no fue inmediato ya que a pesar de que establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que el merengue penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creacin del pueblo dominicano aceptndola sin aspavientos.El panorama cambi a partir de 1930, pues Rafael L. Trujillo en su campaa electoral us varios conjuntos de "Perico Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conoca previamente, ayudndole mucho en esa difusin el uso de la radio recin llegada al pas antes del inicio de la dictadura.El anlisis del proceso histrico y sociocultural del Caribe adquiere elaboracin cristalina en De Cristbal Coln a Fidel Castro: El Caribe frontera imperial, obra axial en la que Juan Bosch nos introduce ante un teatro alucinante de civilizadores, cronistas, cardenales, herejes, piratas, corsarios, filibusteros, tribunales y corporaciones que a lo largo del tiempo se transforman en instrumentos polticos de primera clase en el juego de poder de las naciones.

Aquella dramtica y trgica frontera imperial es el mismo Caribe poscolonizado que en estos umbrales del siglo XXI se oferta y se consume como imagen de brochoure. Imagen de un Paraso terriblemente profanado. Imagen blasfema y alucinante de la sensualidad y la desobediencia. Imagen de la progresiva mutacin de un archipilago de arena, azcar -tabaco y ron- que estalla como espejo subvertido desde las variaciones infinitas de la polisntesis: proceso de persistencia, asimilacin, transmutacin y renovacin de una extraordinaria diversidad de valores y aportaciones culturales que proclaman la riqueza, diversidad y unicidad de lo que el Caribe ha dado al mundo (A. Carpentier).Desde el lunes 20 hasta el viernes 24 de mayo se celebr en La Habana, Cuba, una nueva edicin del Coloquio Internacional La Diversidad Cultural en el Caribe, organizado por Casa de las Amricas a travs de su Centro de Estudios del Caribe. En dicho evento, una legin de acadmicos, estudiosos, escritores, intelectuales y artistas caribeos y de otras procedencias, volvieron a debatir sobre las riquezas y contradicciones culturales e identitarias de una regin que hoy emerge y subyace unida bajo el Mar de los Caribes, como liquidando y trascendiendo sus propios lmites geopolticos.Entre los contenidos fundamentales de este coloquio, destaca el seminario titulado douard Glissant: la Carabe tout entire, dedicado al estudio de la obra y los aportes del escritor martiniqueo douard Glissant (2011), fundador (Francia, 2006) del Institut Tout-Monde, junto a Sylvie Glissant, quien tambin estuvo presente, aportando su valioso testimonio como cmplice, editora y difusora de la obra y el pensamiento distintivo y renovador de su inolvidable compaero.

Autores dominicanos.

Las primeras influencias culturales de Europa en el Nuevo Mundo tuvieron lugar en la ciudad primada de Amrica, Santo Domingo. La primera expresin de esas culturas, qued atrapada en los muros y las piedras. Fue la Arquitectura y el diseo urbano de las ciudades la principal muestra de esa expresin. Luego se introdujeron la orfebrera, la platera y finalmente la pintura y la escultura.

La arquitectura colonial atraves una enorme variedad de estilos y en cada uno de ellos el aporte de las tierras conquistadas es notable. En Santo Domingo lucen nuevos bros el estilo romnico, el gtico, el barroco y el neoclsico. Prevaleca, en la pintura y en la escultura, el aspecto sacro del tema ya que era en los conventos donde se aprenda y se practicaban las bellas artes.

Luego de la segunda mitad del Siglo XIX Europa vuelve a dejar sentir su poderoso influjo. El Impresionismo, post-impresionismo, costumbrismo y Art Nouveau son representados de alguna manera en la pintura dominicana. Se destacan Abelardo Rodrguez Urdaneta (1870-1932), pintor acadmico y Leopoldo Navarro. autor de cuadros costumbristas, Enrique Garca Godoy (1885-1941) y Celeste Woss y Gil (1891-1985) quien fue la primera mujer en presentar una exposicin individual de sus obras (1924) y quien al establecer la prctica de copia del natural, en la enseanza artstica, acerc a los dominicanos a la contemplacin y a la apreciacin de la anatoma criolla; cambio fundamental de la pintura de los aos 30.

La pintura dominicana moderna se inicia a principios del siglo XX , adoptando nuevos estilos que buscan expresar la identidad, de frente a la condicin racial, geogrfica e histrica. Aqu se destacan Jaime Colson y Daro Suro

Con Manolo Pascual En 1939, con la llegada de profesores y artistas espaoles a Repblica Dominicana, se funda la Escuela Nacional de Bellas Artes, en la dictadura de Trujillo (que dur de 1930-1960), de la cual emergen nuevos artistas: Gilberto Hernndez Ortega (1924-1979), Marianela Jimnez (1925), Clara Ledesma (1924), Luichy Martnez Richiez (1928), Antonio Prats Ventos (1928). Josp Gausachs (1889-1959) George Hausdorf,

Entre los aos 50 y 60 emergen artistas que contribuyen a desarrollar el arte dominicano. Sus principales exponentes son: Eligio Pichardo (1930-1984), Paul Giudicelli (1931-1965), Domingo Liz (1931), Fernando Pea Defill (1928), Silvano Lora (1931-2003), Gaspar Mario Cruz (1925) Antonio Toribio (1934), Ada Balccer (1930), Jos Cestero, Ramn Oviedo, Juan Plutarco Andjar y Aquiles Azar.

Durante la dcada del sesenta, el trnsito de la dictadura a la democracia produce obras donde todo se cuestiona, estableciendo el lmite entre lo moderno y lo contemporneo en la produccin artstica dominicana. En estos aos se destacan: Ivn Tovar (1942), Ramn Oviedo (1927), Cndido Bid (1936), Jos Rincn Mora (1938), Rosa Tavarez, Jos Felix Moya (1944),Jorge Severino, Amable Sterling, Fernando Urea Rib(1951), Antonio Guadalupe (1941), Jos R. Conde (1940-1987), Alonso Cuevas (1953), Alberto Ulloa (1950), Domingo Liz (1931), Vicente Pimentel (1942), Elsa Nuez (1943), Mariano Ekert, (1920), Guillo Prez (1927).Len Bosch, Soucy de Pellerano, Alberto Bass, Orlando Menicucci, Daniel Henrquez, Danilo de los Santos Julio Susana, Vicente Fabr, Freddy Javier, Joaqun Ciprin, Juan Medina, Freddy Cabral, Jos Perdomo y Bismark Victoria.

En los aos ochenta y noventa, el desarrollo de la informtica y los medios de comunicacin internacionales han llevado a las nuevas generaciones a incursionar en una propuesta donde lo insular y caribeo, son el sello de identidad de los artistas dominicanos. Hinojosa, Dustin Muoz, Jos Garca Cordero, (1950) Dionisio Blanco, Jess Desangles, Hilario Olivo, Luz Severino, Radahams Meja, Juan May, Johny Bonelly, Ral Recio, Amaya Salazar (1951) Fabio Domnguez, Tony Capelln y Geo Ripley. Entre los que se dedican al arte contemporneo y las instalaciones, cabe destacar a Marcos Lora Read, Quisqueya Henrquez, Ingrid Madera, Charo Oquet, Amrica Olivo, Belkis Ramrez, Jorge Pineda y Eli Almonte.

Obras ms importantes de autores dominicanos

La primera enciclopedia de arte dominicano por Internet

GRANDES PINTORES DOMINICANOS

Domingo LizIvan Tovar

Fernando Urea RibCndido Bid

Dionisio De La Paz

Clara Ledesma

Miguel Gmez

Estilos Caractersticas:Importancia de la simplicidad y la bsqueda de lo complejo. No reniega de las formas clsicas (columnas, arcos, frontones, frisos), pero las transforma de manera fantasiosa. A veces el edificio llega a ser como una gran escultura. Los entablamentos adoptan la curva y los frontones se parten y adoptan curvas, contracurvas y espirales.Se adopta la elptica, la forma oval y otras formas (como la de abeja de Borromini). Las paredes son cncavas y convexas, es decir siempre onduladas. Se llega al abandono de lneas rectas y superficies planas.Se adopta un nuevo tipo de planta que ofrece planos oblicuos para dar sensacin de movimiento (espacios dinmicos), en la ms esttica de las artes. Gusta de representar o sugerir el infinito (un camino que se pierde, una bveda celeste, un juego de espejos que altere y haga irreconocibles las perspectivas). xito del orden gigante, con columnas que abarcan 2 o 3 pisos. No faltan los campanarios, solos o en pareja, muy decorados.Se utilizan efectos de luz, juegos de perspectiva. Da importancia a la luz y efectos luminosos, a travs del claroscuro. Bsqueda de la sorpresa. Gusto por lo dramtico, escenogrfico y teatral.Gran riqueza decorativa y exuberancia formal tanto en los espacios interiores como al exterior, aunque ms sobrio. Amor desenfrenado por lo curvilneo y el triunfo de la columna salomnica. Arcos y frontones mixtilneos, ventanas ovaladas. El arco descansa sobre la columna por medio de un entablamento (al modo romano), o descansa directamente sobre el capitel (modo bizantino). Ambos modos fueron empleados en el Renacimiento. Se utilizan grandes cartelas.La creacin de nuevas tipologas para edificios concretos. Las obras son: palacios, religiosas, urbansticas, grandes jardines y galeras (que luego dara lugar a las galeras de arte).

Caractersticas:El dominio tcnico absoluto tanto de pintura al leo sobre lienzo como de la pintura al fresco.El predominio del color sobre la lnea. Incluso, los efectos de profundidad, perspectiva y volumen se consiguen ms con los contrastes de luz y de tonalidades del color que con las lneas ntidas y definidas del dibujo.La luz se convierte en un elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o difumina los contornos, define tambin el ambiente, la atmsfera del cuadro, y matiza los colores. La utilizacin de la tcnica del claroscuro llega a la perfeccin gracias a muchos pintores del Barroco.El movimiento y las composiciones complicadas, con perspectivas inslitas y una distribucin asimtrica de los volmenes.El realismo, la imitacin de la realidad teorizada por los renacentistas pero sin la idealizacin y concepcin propias del siglo anterior.El gusto por perspectivas ilusionistas, sobre todo las vueltas, donde se intenta romper visualmente el espacio arquitectnico real con efectos trompe loeil, mediante la representacin del cielo y la sugerencia del infinito, recurso pictrico que ya haba utilizado Mantegna en la Habitacin de los esposos del siglo XV.

Leer ms: http://www.monografias.com/trabajos59/estilos-artisticos/estilos-artisticos2.shtml#ixzz3bCfxrnA4