La corte de los ilusos. Rosa Beltrán Nadia Lucía Galaviz García

El papel de la modista, Madame Henriette, es demostrar que, para las intenciones de crear una aristocracia en México, no bastaba con disfrazarse de reyes, o utilizar un lenguaje europeo. Ofreciéndonos de este modo otra manera de percibir el “Imperio” de Iturbide. De hecho, el propio título del libro lo dice en un tono irónico, “La corte de los ilusos”, refiriéndose a todos aquellos quienes pretendían establecer un sistema social fuera de contexto histórico y ajeno a la sociedad mexicana.

Al parecer, la nueva novela histórica, como se le ha catalogado a este libro de Rosa Beltrán, y al igual que sucede en el caso de Ibargüengoitia, retoman personajes específicos, para que partir de ellos configurar una historia destacando aspectos determinados de una época, pues partir de las diversas experiencias humanas, en forma de memorias o relatos cotidianos, se dota de un sentido histórico que adquiere otras dimensiones para percibir ciertos hechos históricos en una magnitud completamente distinta, asimismo, permite hacer una reflexión mucho más profunda. Al igual que la novela “Los relámpagos de Agosto”, Rosa Beltrán, se propone desnudar a Agustín de Iturbide, como un personaje que no estaba preparado para gobernar, mostrándonos de nueva cuenta, un ser humano con muchísimos defectos, desacreditando la magnificencia de este personaje. Incluso, se explica cómo fue imposible el Abrazo de Acatempan, un hecho difundido arduamente por los libros de historia, lo cual nos da cuenta que la historia de México, se ha construido y difundido desde el gobierno a base de mitos y héroes inexistentes.

A lo largo del texto, se realizan varias anotaciones irónicas, resaltando todo el proceso de la coronación como una puesta en escena, donde todo eso falso, usando joyas “de imitación”, la modista copiando los modelos de los trajes de napoleón, denotando que todo era una falsificación, sin ningún valor político, mucho menos estético. Además de esta recopilación de carácter histórico que realiza Rosa Beltrán, retoma una serie de dichos o refranes que en aquella época ya se utilizaban, también nos hace una muestra más o menos detallada de como transcurría la vida de las mujeres, quienes como Nicolasa soñaban con encontrar a su príncipe azul, y por otro lado, los hombres soñaban con tener un poco de poder, como si se tratar de obtener un reconocimiento social, en este caso de los reyes de España, dejando de lado al pueblo a quienes se les calificaba como los sucios de la rapiña.

La narración es bastante interesante pues ofrece una mirada totalmente femenina, donde los hombres son criticados por su machismo y ambiciones de poder, rodeado todo por una especie de intriga, revelando las características de la época, las costumbres donde Fray Servando Teresa de Mier es también parte de estos círculos de poder, y conforme va avanzando la novela, podemos notar un grado de degradación de los personajes hasta el punto final marcado por el velorio del ex emperador, forzando el curso de las cosas, cuando se empeñan en que no se le caiga la corona a Iturbide nos da a conocer los aspectos fársicos que se disimulan hasta nuestros días revistiéndolos como seres respetables, confiriendo una visión crítica de la burguesía mexicana en un intento por convertirse en una clase noble al estilo europeo, detallándonos la forma de vestir, las ceremonias y banquetes con bailes que dan una idea de haber sido una etapa festiva, siendo exactamente todo lo contrario, quitando así las máscaras y el disfraz de aquella monarquía.