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1 PIUBAD LA CONTINUACIÓN DE LA INDSTRIALIZACIÓN EN ARGENTINA. PARTE 3 LA INDUSTRIA MANUFACTURERA Y SUS RAMAS: EL EMPLEO DIRECTO DE MANO DE OBRA. SU RELACIÓN CON EL CONTEXTO MACROECONÓMICO Y SU INCIDENCIA EN ÉSTE. J. D. Villadeamigo F. Noviembre de 2012

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PIUBAD

LA CONTINUACIÓN DE LA INDSTRIALIZACIÓN EN ARGENTINA. PARTE 3

LA INDUSTRIA MANUFACTURERA Y SUS RAMAS: EL EMPLEO DIRECTO DE MANO DE OBRA. SU RELACIÓN CON EL CONTEXTO MACROECONÓMICO Y SU INCIDENCIA EN

ÉSTE.

J. D. Villadeamigo F.

Noviembre de 2012

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INDICE

LAS RAMAS DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA: EL EMPLEO DIRECTO DE MANO DE OBRA. Su relación con el contexto macroeconómico y su Incidencia en éste.

1 La Oferta de Trabajo: Población y PEA 2 El empleo de trabajo en las ramas de la industria manufacturera 2.1 Período 1950-75 2.2 Período 1976-90 2.3 Período 1990-2002 2.4 Período 2003-2011 3 Conclusiones Bibliografia

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1 LA OFERTA DE TRABAJO: POBLACIÓN Y PEA A partir de 1950, durante casi cuatro décadas, se observaron tres características significativas en el mercado de trabajo latinoamericano respecto de las tendencias de la oferta:

i) un fuerte crecimiento de la población económicamente activa (PEA), principalmente en los años 70, cuando la tasa promedio de crecimiento anual alcanzó al 3,2%, comenzando a manifestarse en los ’80 el efecto demográfico del menor aumento de la población habido en la década inmediatamente anterior;

ii) una significativa variación en las tasas de participación laboral, debido a la creciente contratación de la mujer en las actividades productivas, principalmente entre 1970-1980 y iii) cambios importantes en la estructura sectorial del empleo asociados al acentuado proceso migratorio rural-urbano que reflejaba una reducción de la importancia de la agricultura (la PEA agrícola aumentó el 0,7% anual en los ’80) y el aumento de la industria y los servicios, en la producción y el empleo total (la PEA no agrícola crecía el 3,7%). Este cambio en la estructura del empleo significó una inserción masiva de la mano de obra en actividades de mayor productividad y posiblemente de mayor ingreso (Lais Abramo, 1992)

El comportamiento del mercado de trabajo argentino en esas décadas no difirió de modo importante respecto de dichas características de la región.

La crisis económica de los años 80 que alcanzó, prácticamente, a América Latina en su conjunto, así como las medidas de ajuste estructural implementadas a partir de entonces, tuvieron como consecuencia inicial un severo deterioro de las condiciones de producción y de la situación laboral en la región, produciendo una inflexión de las tendencias que caracterizaron el período anterior (1950-80).

La economía argentina fue, también, muy afectada por las consecuencias derivadas de la crisis de la deuda, a partir de 1982. Sin embargo, en este caso como en el de Chile, es preciso tener en cuenta las políticas macroeconómicas adoptadas antes y que modificaron algunos aspectos relevantes del modelo vigente a mediados de los ‘701.

CUADRO 1.1

POBLACIÓN EUROPA y AMÉRICA LATINA Y CARIBE TASA DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL (%)

Sector 1950/60 1960/70 1970/1980 1980/1990

América Latina y Caribe 2,8 2,7 2,4 2,1

Europa 0,8 0,8 0,5 0,3

Fuente: INDEC, Censos nacionales de población y CEPAL

1 Ver La Continuación de la Industrialización, Parte 1. Por ello, al repasar el comportamiento de las ramas de la

industria manufacturera, se presenta el conjunto de variables seleccionadas al efecto, desde 1950, manteniéndose así el

criterio cronológico adoptado en las partes 1 y 2 del trabajo.

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CUADRO 1.2

PEA AMÉRICA LATINA Y CARIBE

Composición de la PEA: 1950 1980 1990

Agricultura 55 32 26

Industria (1) 19 26 26

Servicios (2) 26 42 48

TOTAL 100 100 100

Fuente: Lais Abramo citando a PREALC y CEPAL (1) Comprende además de industria, minería, construcción, electricidad

(2) Comprende Comercio, Trasporte y Servicios

En el caso argentino hubo un descenso en la tasa media de crecimiento de la población entre censos junto a una significativa fluctuación en la variación de la PEA (Cuadro 2). Entre 1950 y 1960, la PEA aumentó al ritmo de 0,5% anual, acrecentándose notoriamente entre 1960 y 1970 (cuando fue del 2,16%). Sin embargo, en la década siguiente tuvo lugar una notoria reducción en dicho crecimiento (al 0,92% anual). Luego, en los ’90, la tasa cayó un 40% respecto a la cifra de 1980-91, reiterándose después otra caída, aunque mucho menor, cercana al 9%.

Dichos cambios implican una variación del número de personas en condiciones de trabajar que se suman a las existentes, requiriendo una ubicación en la producción de bienes y servicios. En los ’70 la tasa de aumento promedio de la PEA significaba que, a lo sumo, unas 190 mil personas solicitarían, cada año, agregarse a los que estaban disponibles para la producción; en los ’80, unos 273 mil; en los ’90, cerca de 206 mil y en la última década (2001-10), 194 mil. Tales demandas de los solicitantes potenciales de empleo plantean la necesidad de acrecentar la capacidad del aparato productivo existente a fin de proporcionárselo, lo que tiene lugar merced a la realización de inversiones netas.

La magnitud de inversión requerida a fin de poder emplear a las personas que se adicionan al mercado de trabajo, depende del capital necesario para ocupar a cada una de ellas. En los ’80, se estimaba que se requerían u$s 50 mil por empleo, en términos medios, lo cual planteaba que la inversión adicional necesaria para emplear a la masa acrecentada de trabajadores debía alcanzar a un 6%-7% del PBI (IDI-UIA, 1992). Una estimación más reciente, realizada para el período 1991-2003, arroja una relación media de mano de obra-capital de 34,2 personas ocupadas por millón de dólares estadounidenses del año 1995 (C. Ferrari, 1995). Es decir, u$s 29.240 por persona a ocupar, lo cual exigiría un 2,2% del PBI para incorporar a la producción a los trabajadores acrecentados por el aumento de la PEA (194 mil al año). Estas cifras se modifican de modo significativo dependiendo de la estructuración de la producción y de la evolución tecnológica2.

La notoria reducción de la tasa de crecimiento de la PEA en la década de los ’70 habría incidido en el comportamiento de los indicadores del mercado de trabajo (acotando el aumento del desempleo abierto y quizás del subempleo) dadas las fluctuaciones del ritmo de crecimiento de la producción y de la inversión en la segunda mitad de esa década. En los ’80, en cambio, dicha tasa se acrecentó (siendo del 2,37% anual), lo cual fue señalado como uno de los factores que hizo ascender la tasa de desempleo abierto.

CUADRO 2

ARGENTINA: POBLACIÓN, PEA y PBI

CONCEPTO 1950 1960 1970 1980 1991 2001 2010

Población (millones) 17,15 20,62 23,96 28,09 32,62 36,26 40,12

PEA (millones) 7,15 7,52 9,31 10,7 13,202 15,264 17,202

2 En 2010 la IBIF alcanzaba a $317.417 millones, el 22% del PBIpm. Así, en promedio, la IBIF por cada persona

ocupada fue de $18.671,5. Considerando que el crecimiento de la PEA es de 194 mil personas anuales, la inversión

requerida para emplearlas era de $3.622 millones, si se supone que la relación K/P marginal es igual a la media (y que

la inversión /mano de obra adicional es, también, semejante la media)

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Tasa de participación (%) 41,7 36,5 39,4 36,3 39,5 42,5 45,95

Variación media anual de la Tasa de participación (%)

-1,32 0,77 -0,78 0,77 0,73 0,78 -1,32

Tasas intercensales de crecimiento anual:

1950-60 1960-70 1970-80

1980-91

1991-2001

2001-2010

Población (%) 1,80 1,51 1,60 1,37 1,06 1,02

PEA (%) 0,50 2,16 0,92 2,32 1,46 1,34

PBI (%) 3,08 4,72 2,86 0,24 3,30 4,56

Fuente: UIA (hasta 1980); después elaboración propia a partir de INDEC, Censos Nacionales de Población y Vivienda y datos sobre Indicadores del mercado de trabajo.

Nota: La tasa de participación, adoptada por la fuente consultada hasta 1980, corresponde al concepto de tasa de actividad (PEA/ POBLACIÓN). Hoy la tasa de participación en la actividad económica se define como la relación entre la PEA y la Población de 14 y más años.

Comentario: Cabe destacar que la variación de la PEA sólo se ubicó por debajo de la correspondiente a la población en los ’50 y los ’80 mientras que la del PBI estuvo siempre por encima de esta última, salvo en los ’80 (la llamada década perdida)

GRÁFICO 0

Tasas intercensales de crecimiento de la población, la PEA y el PBI

Período 1950-2010

0

0,5

1

1,5

2

2,5

3

3,5

4

4,5

5

1950-60 1960-70 1970-80 1980-91 1991-2001 2001-2010

PO

RC

EN

TA

JE

S

Población (%)

PEA (%)

PBI (%)

Sin embargo, otros factores, entre los cuales destacan los de orden macroeconómico, incidieron significativamente en el aumento de las tasas de desempleo y subempleo así como en una acentuación del proceso de precarización del trabajo, manifestado en el aumento de la inestabilidad laboral, de las jornadas a tiempo parcial y de la subcontratación (Infante y Klein, 1991). Esto se reitera en los ’90 cuando la tasa de participación aumenta y la de crecimiento de la PEA, si bien es menor que la registrada en la década precedente, resulta más alta que en los ’70. Así, el argumento basado en el crecimiento de la oferta de trabajo como generador de desempleo-subempleo se hace presente, nuevamente (Ministerio de Economía y Servicios Públicos, Informe Económico, 1995 y 1996). Pero, las importantes modificaciones en lo macroeconómico y en lo institucional acaecidas en los ’90, junto a las reacciones producidas en el ámbito empresarial, obligan a tomarlas en cuenta para la cabal explicación del comportamiento del empleo-desempleo-subempleo así como en la proporción de formalidad-informalidad de los puestos de trabajo ocupados, particularmente, al analizar las ramas de la industria manufacturera.

La generalizada crisis de los ’80, en ALyC y en Argentina, trajo consigo, al influjo del aumento del desempleo y las condiciones de precariedad laboral, un descenso de los salarios y de la participación del ingreso del

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trabajo en la renta total de la sociedad. De tal modo que el cuadro general macroeconómico vigente hasta mediados de los ’70 había mutado hacia una situación desfavorable al empleo, a la retribución al trabajo, a la mejora de la distribución del ingreso y al crecimiento. Ello implicaba una condición poco propicia a la continuación del proceso de industrialización.

2 El empleo de trabajo en las ramas de la industria manufacturera

2.1 Período 1950-75

La absorción de mano de obra por la industria en el tercer cuarto del S. XX mantuvo, a grandes rasgos, un ritmo cercano aunque menor, al del total de la economía. Por ello, su participación en el empleo total fue descendiendo lentamente (Cuadro 3.1 y Gráficos 1.1 y 1.2). Las caídas de la participación fueron más marcadas en 1951/ 54 y 1959-64; luego, hubo una recuperación del ritmo de crecimiento del empleo industrial que permitió que un 26% del personal ocupado remunerado perteneciera a las actividades industriales manufactureras.

Dicho comportamiento quedó casi determinado por: a) la transformación de la composición de la producción manufacturera que tuvo lugar pari passu con el proceso de sustitución de importaciones; b) el proceso de inversión sectorial y de incorporación tecnológica vía capitalización (notoriamente, tecnología incorporada mediante la compra al exterior de bienes de capital y luego, en términos parciales, por su producción local); c) el ritmo de crecimiento de la demanda agregada y del producto doméstico.

CUADRO 3.1 PARTICIPACIÓN DEL PERSONAL OCUPADO REMUNERADO (POR ) DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA EN

EL TOTAL DE LA ECONOMÍA Período 1950-73

Año Participación %

1950-54 26,82

1955-59 27,58

1950-59 27,20

1960-64 25,70

1965-69 25,86

1960-69 25,78

1970-73 25,98

Fuente: Elaboración propia sobre la base de BCRA, 1975

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RECUADRO TENDENCIAS GENERALES DE LA EVOLUCION DEL MERCADO DE TRABAJO EN AMERICA LATINA

(1950-1980) Lais Abramo

ELEMENTOS DE CAMBIO

1. VOLUMEN Y NATURALEZA DE LA OFERTA DE TRABAJO

Fuerte crecimiento poblacional; crecimiento acelerado de la población en edad de trabajar y de la población económicamente activa.

Significativo aumento de la participación femenina.

2. CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA SECTORIAL DEL EMPLEO

disminuye la importancia del empleo agrícola

aumenta la importancia del empleo industrial y de servicios

3. CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA OCUPACIONAL

disminución de la proporción de asalariados agrícolas, campesinos y trabajadores manuales;

crecimiento (lento) de obreros manuales;

crecimiento (acelerado) del empleo público y de las ocupaciones no manuales con mayor calificación e ingreso

4. DISMINUCION DE LA SUBUTILIZACION DE LA FUERZA DE TRABAJO

desempleo + subempleo como porcentaje de la PEA: baja de 46% a 40%

ELEMENTOS DE CONTINUIDAD

1. PERSISTENCIA DEL PESO RELATIVO DE LOS SECTORES TRADICIONAL RURAL E INFORMAL URBANO

campesinos: aproximadamente 60% de los ocupados agrícolas;

sector informal: aproximadamente 25% de los ocupados urbanos;

2. PERSISTENCIA DE LA PARTICIPACION RELATIVA DE LA REMUNERACION DE LOS ASALARIADOS EN EL PIB

se mantiene en aproximadamente el 35% del PIB

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GRAFICO 1.1:

PERSONAL OCUPADO REMUNERADO (POR) EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA Y EN EL TOTAL DE LA ECONOMÍA.

Período 1950-73

Evolución del Personal Ocupado Remunerado

Total de la economía e Industria. En números indices

1950 =100

80

90

100

110

120

130

140

150

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

Años

me

ros

ïn

dic

e

INDUSTRIA TOTAL

Fuente: Elaboración propia sobre la base de BCRA, 1975 Nota: Coeficiente de correlación: 0.94278

GRAFICO 1.2

Participación del Personal Ocupado Remunerado en

el total de la economía Período 1950-73 En %

R2 = 0,3024

R2 = 0,5995

2222,5

23

23,524

24,525

25,5

2626,5

2727,5

2828,5

29

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

Años

Po

rcen

taje

s

POR INDUSTRIA/POR TOTAL %Lineal (POR INDUSTRIA/POR TOTAL %)Polinómica (POR INDUSTRIA/POR TOTAL %)

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CUADRO 3.2 PERSONAL OCUPADO REMUNERADO

Participación de las ramas manufactureras en el total ocupado por la industria Períodos quinquenales

CONCEPTO

1950-54 1955-59 1960-

64 1965-

69 1970-73

1950-73

3.- Industria manufacturera 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

31 Alimentos y bebidas y tabaco 21,3 20,7 19,9 18,8 18,9 20,0

32.Textiles Confecciones y calzado 20,5 17,8 16,4 16,4 15,6 17,4

33.Madera y corcho Muebles y accesorios 5,4 4,5 4,1 4,6 4,5 4,6

34.Papel y cartón, imprenta y editoriales 4,2 4,3 4,5 5,5 6,1 4,9

35. Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

5,9 6,7 7,5 7,4 7,1 6,9

36. Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

5,7 5,1 4,8 4,9 4,8 5,0

37. Industrias metálicas básicas 9,9 10,5 10,0 10,5 10,0 10,2

38. Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

14,8 18,7 21,3 19,9 19,7 18,9

39. Otras industrias manufactureras 12,1 11,7 11,6 11,9 13,4 12,1

Fuente: Elaboración propia según datos del BCRA “Producto e Ingreso”, Cuadro 49, Pág. 168/171.

GRÁFICO 2: PARTICIPACIÓN DEL PERSONAL OCUPADO REMUNERADO DE LAS RAMAS INDUSTRIALES EN EL

TOTAL CORRESPONDIENTE A LA INDUSTRIA MANUFACTURERA Períodos quinquenales En porcentajes

Participación de las ramas industriales en el total de personal ocupado

remunerado de la industria manufacturera Período 1950-73

0,0

2,5

5,0

7,5

10,0

12,5

15,0

17,5

20,0

22,5

1950-54 1955-59 1960-64 1965-69 1970-73

Quinquenio

Po

rcen

taje

s

31

32

33

34

35

36

37

38

39

Fuente: Elaborado a partir del Cuadro 3.2

Comentario: Las ramas industriales que aumentan su participación en el empleo manufacturero son la 34 (Papel y cartón, imprenta y editoriales), 35 (Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos), 38 (Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos) y 39 (Industrias Manufactureras diversas). La afirmación de estas actividades implica una mayor integración del tejido industrial de la economía argentina y la realización de un esfuerzo adicional en el progreso del proceso de industrialización nacional.

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La modificación de la composición de la producción industrial se aprecia a través de la ocupación del trabajo en las ramas manufactureras: en el primer quinquenio de la serie presentada, Alimentos y bebidas y tabaco (31) y Textiles, Confecciones y calzado (32) reunían, casi, el 42% del personal total de la industria, en tanto que las Industrias metálicas básicas (37) y la Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo (38) incorporaban el 25%. Así, las otras ramas (33, 34, 35 y 39) empleaban un poco más del tercio restante.

En la segunda mitad de los ’60, las ramas 37 y 38 ocupaban el 31,8% del empleo total de la industria, alcanzando al tercio en la primera mitad de los ’70 (Cuadro 3.2 y Gráfico 2). A lo largo de tres lustros (1950-1964) el mayor dinamismo lo muestra la Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo, aumentando su participación en la absorción de trabajo en casi seis puntos porcentuales. Las ramas 31 y 32 – integrantes de las entonces denominadas industrias ‘vegetativas’- redujeron su participación en la ocupación de la mano de obra en casi siete puntos porcentuales respecto al año base de la serie, 1950 (utilizaban el 35,2% del personal total). Con ello, las restantes ramas seguían empleando un tercio del personal industrial.

La evolución del personal ocupado por las ramas mencionadas aparece en el Cuadro 3.3 y Gráficos 3.1 y 3.2. Entre 1950 y 1970/73 la industria manufacturera, en su conjunto, acrecienta el personal ocupado en un 28,7%; las ramas que superan este último guarismo son 34, 35, 37, 38 y 39. Las restantes están por debajo del nivel general de la industria, siendo dos (32 y 33) las que en 1970-73 ocupaban menos trabajadores que en 1950.

CUADRO 3.3 PERSONAL OCUPADO REMUNERADO

En números índice base año 1950=100

CONCEPTO 1950 1951-54 1955-59 1960-64 1965-69 1970/73

3.- Industrias manufactureras 100,0 98,37 108,39 101,92 112,39 128,72

31 Alimentos y bebidas y tabaco 100,0 98,41 105,21 94,96 99,28 114,02

32 Textiles, Confecciones y calzado 100,0 92,80 89,37 77,80 85,72 93,54

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 100,0 85,45 81,29 68,78 86,34 95,51

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 100,0 97,45 111,20 107,73 147,12 186,58

35 Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, caucho y plásticos 100,0 112,06 137,27 144,83 157,53 172,59

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón 100,0 90,55 90,03 79,82 89,87 100,17

37 Industrias metálicas básicas 100,0 103,46 118,87 106,52 124,24 134,39

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo 100,0 107,63 147,68 157,59 162,47 184,44

39 Otras industrias manufactureras 100,0 96,92 104,01 97,04 109,11 140,77

Fuente: Elaborado sobre la base de BCRA, 1975, CUADRO 49, Pág. 168/171.

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GRAFICO 3.1: EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN LAS RAMAS DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA

Evolución del empleo en las Principales Ramas de la industria (s/

ocupación del trabajo) Período 1950-73

En índices Base 1950 = 100

30405060708090

100110120130140150160170180190200210

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

años

me

ros

ín

dic

e

Alim y Beb

Textiles

Confecc.

Calz

Metales

Maq y veh

Miner No

Met

Fuente: Elaboración propia según datos del BCRA “Producto e Ingreso”, Cuadro 49, Pág. 168.

Cabe recordar el cariz del empleo industrial y total de la región latinoamericana en el período que aquí se examina brevemente. Numerosos países de ALyC habían adoptado la estrategia de desarrollo basada en la industrialización desde fines de la 2ª. Guerra Mundial; así entre 1945-49 a 1956-61 la industria manufacturera de la Región había crecido a una tasa media anual acumulativa del 5,9% mientras el PBI lo hizo al 4,8%. Si bien en varios países latinoamericanos el crecimiento de sus economías en dicho período distaba de ser satisfactorio, puede afirmarse que, en general, el correspondiente a la industria fue muy dinámico, cuando no el mayor, en términos sectoriales, siendo el responsable, simultáneamente, por el alto crecimiento de actividades complementarias como la construcción (W. Baer y M. Hervé, 1966)

Sin embargo, la primera mitad de los ’60 mostró que la capacidad de absorción de mano de obra tanto del sector manufacturero latinoamericano como de la economía, en conjunto, no era lo suficientemente elevada como para impedir el aumento del desempleo y la subutilización del trabajo dados el crecimiento de la población y el de la PEA urbana (3). Por esta razón entre otras, se enfrentaba una reducida productividad media de la economía y una seria dificultad para superar la tendencia hacia una segregación social de porciones significativas de la población, manifestada en la existencia de grandes bolsones de pobreza e indigencia en los principales centros urbanos de la región (4). Tal cosa no sucedió en la economía argentina.

La evolución de la ocupación del trabajo en la industria manufacturera argentina mostró, durante la primera mitad de los ’60, una retracción respecto de la tasa de crecimiento observada en el quinquenio anterior, debido a la disminución de los índices de empleo en varias de sus ramas, aunque el crecimiento de otras permitió suavizar el descenso (Cuadro 3.3). Pero, el total de la economía no experimentó excedentes de trabajo semejantes al resto de ALyC. Y en la segunda mitad de esa década se recuperó el dinamismo del empleo manufacturero.

3 La tasa de crecimiento anual de la población urbana en 1945-60 fue del 4,3%, la de la PEA no agrícola del 3,9% y la

incorporación de trabajo por la industria del 2,8%. En Brasil, durante la década de los ’50, la población urbana crecía al 5,4% anual y la absorción de trabajo de la manufactura era del 2,6%. Un panorama similar –de exceso de oferta de fuerza de trabajo- se presentaba en países subdesarrollados de otras regiones del mundo, como India donde las tasas de crecimiento de la oferta de trabajo eran, todavía, más excedentarias. 4 La baja productividad del trabajo en el sector agropecuario, comparada con la de actividades urbanas, en varias

economías latinoamericanas constituía un elemento destacado en la productividad media global, sobre todo en la medida que ese sector retenía una parte no despreciable de la PEA total. Esta comportamiento tenía vigencia en los 50 y 60 en ALyC.

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GRÁFICO 3.2: PERSONAL OCUPADO REMUNERADO POR QUINQUENIOS EN NÚMEROS ÍNDICE BASE AÑO 1950=100

Período 1950-73

Evolución quinquenal del personal

ocupado remunerado por rama industrial

En números índice año 1950=100

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

200

1950 1951-54 1955-59 1960-64 1965-69 1970/73Períodos

ïnd

ice

s 1

95

0=

10

0

Alimentos,bebidas

y tabaco

Textiles Confecc.

y calzado

Madera y corcho

Muebles y acces.

Papel y cartón,

imprenta y

editoriales

Sustancias

químicas,

derivados petroleo

y carbónMinerales no

metálicos, excluido

petróleo

Industrias metálicas

básicas

Fabric.de prod.

metálicos, maq. y

equipo

Otras industrias

manufactureras

Las tasas medias de crecimiento anual dentro de cada quinquenio están consignadas en el Cuadro 3.4 y en la última columna se presenta el promedio de las variaciones anuales del personal ocupado remunerado por cada gran rama de actividad manufacturera.

En el Cuadro 4 aparecen las ramas más dinámicas, comparando las dos puntas de la serie: los años 1950 y 1973. Se concluye que la fabricación de bienes relativamente más complejos mostró el mayor dinamismo en la ocupación de personal: Maquinaria y aparatos eléctricos, Maquinaria y vehículos y Productos químicos, incluyéndose en este grupo por su alta tasa relativa de incorporación de trabajadores, la actividad de imprentas y editoriales.

Dicho comportamiento respecto al empleo de trabajo por la industria manufacturera en el tercer cuarto del S. XX, refleja, a grandes rasgos, tanto una capacidad de crecer con absorción de mano de obra como un proceso de transformación estructural del sector. Las demandas del mercado interno impulsaron el crecimiento de las diversas ramas sectoriales. Además, el estímulo a la producción industrial que provenía de la modificación a su favor de los precios relativos en los años de la 2ª. Guerra Mundial y en la posguerra, se extendió hasta los ’60 (J. Schvarzer, 19965).

CUADRO 3.4 INDUSTRIA MANUFACTURERA. VARIACIÓN MEDIA ANUAL POR QUINQUENIOS DEL PERSONAL OCUPADO

REMUNERADO.

En porcentajes

División CONCEPTO 1951-1954

1955-1959

1960-1964

1965-1969

1970-1973

1951-1973

3.- Industria manufacturera -0,40 2,44 -1,21 2,91 3,24 1,39

31 Alimentos y bebidas y tabaco -0,11 0,56 0,99 2,82 2,55 0,74

32 Textiles Confecciones y calzado -2,60 -2,38 -0,94 1,01 -0,42 0,15

33 Madera y corcho; Muebles y accesorios -6,07 -5,19 -1,34 1,77 1,48 -0,02

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales -0,35 1,68 3,36 5,13 3,29 3,00

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos 3,77 2,57 3,71 5,42 6,21 2,60

5 La Industria que supimos conseguir, Pág. 211.

13

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón -4,02 -2,96 -1,47 2,12 2,11 0,06

37 Industrias metálicas básicas 1,55 2,30 3,14 4,83 3,79 1,57

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo 3,43 4,43 7,96 9,80 8,67 3,37

39 Otras industrias manufactureras -0,74 0,38 1,46 3,21 2,18 1,93

Fuente: Elaborado sobre la base de BCRA, 1975, CUADRO 49, Pág. 168/171.

CUADRO 4.1 LAS RAMAS QUE MÁS CRECIERON EN TÉRMINOS DE OCUPACIÓN DE PERSONAL PERÍODO 1950-1973

Incremento porcentual entre puntas

Rama industrial Incremento %

1o. Maquinaria y aparatos eléctricos 172,20%

2o. Imprenta y editoriales 105,90%

3o. Maquinaria y vehículos 93,94%

4o. Productos químicos 68,60%

5o- Metales 34,74%

6o. Alimentos y bebidas 18,60%

7º. Diversos 50,90%

Fuente: Elaboración propia, según datos del BCRA, 1975

Dicho comportamiento respecto al empleo de trabajo por la industria manufacturera en el tercer cuarto del S. XX, refleja, a grandes rasgos, tanto una capacidad de crecer con absorción de mano de obra como un proceso de transformación estructural del sector. Las demandas del mercado interno impulsaron el crecimiento de las diversas ramas sectoriales. El estímulo a la producción industrial que provenía de la modificación a su favor de los precios relativos en los años de la 2ª. Guerra Mundial y en la posguerra, se extendió hasta los ’60 (J. Schvarzer, 19966). Luego, durante la prolongación de las condiciones del proceso sustitutivo de importaciones, la producción local de equipos y de insumos imprescindibles para la industria avanzó al influjo de la demanda y de las complementariedades productivas.

La dinámica industrial lideró el proceso de acumulación sin dejar de concretar un cierto grado de modernización tecnológica, fundamentalmente, a través de los bienes de capital importados y luego, de los producidos localmente. Por ello, el empleo industrial implicaba que el personal tuviera, comparado con otros sectores de la economía, un rendimiento mayor. Pero, la comparación vis a vis con las ramas de industria de las economías centrales permitía, todavía, identificar y establecer las diferencias existentes entre lo logrado por una economía periférica, como la argentina, y aquellas.

En cuanto a esta última comparación conviene recordar la cuestión relativa a la adopción de tecnologías y su incidencia sobre la absorción de mano de obra. Una de las razones aludidas para explicar lo que algunos consideraban un insuficiente ritmo de incorporación de trabajo a la producción era la inadecuación de las tecnologías adoptadas. Así, las técnicas más intensivas en el uso del factor capital (relativamente escaso en las economías subdesarrolladas) repercutirían de forma inconveniente en la absorción del factor abundante, el trabajo.

Para estimar la intensidad de uso del factor capital por las técnicas de producción utilizadas en distintas ramas de industria manufacturera de algunos países latinoamericanos, se utilizó como indicador a la capacidad de energía (eléctrica) instalada por persona (W. Baer y M. E. A. Hervé, opcit7). Luego, se compararon estas cifras con las de los EE.UU. recurriendo a la elaboración de ‘ratios’ por rama para dos momentos temporales (Cuadro 4.2).

6 La Industria que supimos conseguir, pág. 211.

7 El uso de este indicador ofrece dudas acerca de su fidelidad para reflejar la intensidad de uso del factor capital por

parte de las tecnologías en uso; sin embargo, para los años de referencia (los ’40 y ’50) puede aceptarse la existencia de

una correspondencia entre la capacidad instalada de energía eléctrica por persona y la dotación de capital de las

empresas de las ramas identificadas en el trabajo de estos autores.

14

La impresión obtenida es que no hubo, en la industria manufacturera de esos países, una equiparación tecnológica drástica con los EE.UU. En varios casos la relación cayó, aún cuando la capacidad instalada per capita estaba creciendo y la absorción de mano de obra se atrasaba acentuadamente dada la producción en las industrias correspondientes.

La conclusión que se obtuvo sugería que aunque las nuevas industrias eran más intensivas en capital y las viejas estaban cambiando hacia tecnologías con esta característica, no hubo un rush drástico hacia la introducción de la tecnología más reciente, ahorradora de trabajo, de las economías más avanzadas. Entonces, cabía admitir que otros factores incidían en el problema de la absorción de trabajo y el desperdicio de una parte de éste en esas economías (8). Además, en el caso argentino, más precisamente, las ramas que suponían un uso relativo mayor del capital eran las que habían incorporado personal con mayor dinamismo en el período 1950-73.

CUADRO 4.2 CAPACIDAD INSTALADA POR PERSONA: UNA COMPARACIÓN

Ratios comparando países seleccionados y los EE.UU.

Rama industrial

Argentina Brasil Chile* Colombia

1939 1953 1950 1960 1948 1953 1953 1958

1939 1954 1939 1954 1939 1954 1939 1954

Minerales no metálicos 29 25 56 58 37 59

Maquinaria (excluida la eléctrica) 38 46

Fabricación de Productos metálicos 32 36 101 69 46 37

Maquinaria eléctrica 52 74

Equipo de transporte 54 59

Muebles 43 58

Papel y productos de papel 39 40 62 44 34 26

Caucho 52 42 60 78 56 58

Productos de cuero 64 73 102 101

Químicos 26 18 36 5 16 20

Textiles 42 38 49 50 36 27 77 65

Vestimenta y calzado 100 50

Productos alimenticios 43 73

Bebidas 70 64 4 34 52 66

Tabaco 46 18

Imprenta y publicaciones 61 87 41 64 67 82

Metales básicos 12 18 21 30

Productos de lana 34 36 49 48 37 23 33 38

Varios 63 38 48 37

TOTAL 36 28 42 29 39 36

Fuente: Werner Baer y Michael E. A. Hervé, Employment and Industrialization, Table IV; Pag. 103. Nota: Estos números representan la ‘ratio’ de la capacidad de energía (eléctrica) instalada por persona en cada país (en

el numerador) y la de los EE.UU. (en el denominador) para los años indicados. * Consumo eléctrico per cápita

El comportamiento descrito del empleo industrial en la economía argentina y sus repercusiones sobre todo el mercado de trabajo nacional –como el reducido desempleo abierto existente a principios de los ‘70, el hecho que el subempleo involuntario no hubiera adquirido características problemáticas, el relativamente elevado nivel de asalarización en las actividades productivas, y la importancia alcanzada por la organización sindical- remite a su “peculiaridad” dentro del contexto latinoamericano.

Primero, cabe tener en cuenta, como significativo antecedente, el carácter de economía tipo hacienda del sector exportador argentino en el modelo de crecimiento hacia afuera, a lo que se sumó un conjunto de

8 Ver La continuación de la industrialización, Partes 1 y 2.

15

factores como las interrelaciones de producción establecidas entre el sector externo y el resto de la economía, el alcance más bien amplio de los servicios de infraestructura económica beneficiando también a actividades distintas de la exportación, la baratura de los alimentos y la importante reinversión, en los principales centros urbanos del país, de las utilidades originadas en las actividades primario-exportadoras.

Además, la instauración de políticas sociales accesibles como la educación pública obligatoria y un sistema de salud gratuito bastante comprehensivo en los grandes centros urbanos, unido a lo anterior, tuvo un cariz tal que la diferenciaron, en estos aspectos, del resto de Latinoamérica9.

Luego, está el propio proceso de industrialización que fue más temprano e integral, hacia fines de los ’60, que en Brasil o México. A lo cual debe agregarse el rol del estado argentino con su participación en la actividad económica y sus efectos sobre la industrialización y la distribución del ingreso lograda desde la 2ª. Posguerra. A lo resultante de todo esto, muy probablemente, se refería A. Pinto10 cuando afirmaba, en 1973:

En tanto en la Argentina no tiene mayor significación el empleo en el sector “primitivo” y alrededor de una cuarta parte de la población trabajaba ya a niveles de productividad comparables a los de las economías desarrolladas, la situación opuesta se verifica en el conjunto de Centroamérica, donde tres cuartas partes de la ocupación estaba radicada en las actividades “primarias”. (...) En la Argentina, en un grado importante, el grueso de la población activa está relativamente “incorporada” y lo que se trata de resolver son cuestiones como las siguientes: a) acelerar el crecimiento del sistema; b) extender la modernización a las actividades “intermedias”, y c) conseguir una equitativa distribución del producto social entre los “incorporados”

Sin embargo, a pesar del proceso de industrialización en marcha, a mediados de los ’70 comenzaban a manifestarse ciertos problemas en la dinámica del empleo total y su asignación a los distintos sectores productivos de la economía argentina.

La importancia adquirida por el empleo público y su composición revelaba la existencia de lo que podrían denominarse insuficiencias y disparidades de la productividad media del trabajo en este sector.

También, había diferencias en el rendimiento del trabajo dentro de las diversas ramas de la industria, como se verá más adelante. Tales diversidades resultaban ser mayores que las “naturales” o esperadas11, sin que hubiera lugar, más tarde, para la superación de las disparidades subsectoriales en el rendimiento del trabajo. Siendo éste el elemento que cabe destacar, en lo que siguió, en materia de industrialización en la Argentina.

2.2 PERÍODO 1976-90 El panorama general del comportamiento manufacturero en los tres lustros que siguieron a la crisis de 1975-6 difiere notoriamente del registrado hasta 1974. No sólo en lo atinente a la absorción de empleo sino también en lo concerniente a la producción, la inversión en proyectos de ampliación productiva y las exportaciones e importaciones de bienes industriales.

Los ’70 constituyeron una década de crisis en el contexto internacional. Su repercusión en la economía argentina no fue menor.

El mundo desarrollado experimentó, desde fines de los ’70, cambios significativos en la evolución de la producción, la dinámica de los distintos sectores productivos, las relaciones financieras internacionales y la asignación del gasto público. Luego, la acentuación de las interrelaciones comerciales y financieras internacionales, la reasignación espacial de ciertas actividades de producción, las nuevas manifestaciones de la tecnología y su diseminación y la instauración de un “nuevo” pensamiento económico (todo lo cual caracterizó a la llamada “globalización”, en rigor, la segunda en el término de un siglo y cuarto), determinaron un nuevo contexto en el que se desenvolvería la industria de las distintas regiones del mundo.

9 El caso similar es el de la ROU, pero que tuvo un tamaño o escala mucho más reducido.

10 “Heterogeneidad estructural y modelos de desarrollo reciente de la América Latina”, en “Inflación: raíces

estructurales”, Fondo de Cultura Económica, México, D.F. 11

“Todo el período, hasta 1976, puede definirse como un proceso que quedó incompleto debido a la falta de desarrollo

de algunos eslabones productivos claves, e impidió una mayor diversificación y complejización de la estructura

industrial argentina, generando la dinámica cíclica, del stop and go”

16

En este período (1976-90) el dinamismo de la industria manufacturera argentina fue significativamente menor al precedente (1950-75). La disminución del ritmo de crecimiento del empleo que afectó a la economía argentina se dio, también, en la industria. Y en la última parte de los ’80 ya hubo expulsión de trabajadores de la industria en forma bastante generalizada.

Las condiciones macroeconómicas incidieron sobre el desenvolvimiento del sector y la evaluación realizada por diversos análisis concluyó que las disposiciones de política económica dirigidas a aumentar la apertura de la economía, el manejo de la política cambiaria y monetaria y las nuevas reglas financieras perjudicaron la industrialización (J. Schvarzer, 1996; Canitrot, 1996; Frenkel y Rozada, 1998, M. Z. Lobato y J. Suriano, 2000).

Se ha sostenido también que la evolución de la producción, el empleo y la productividad de la industria argentina en estos años mostraba el agotamiento del modelo sustitutivo de importaciones, considerándolo un fenómeno de naturaleza endógena al propio modelo de industrialización12.

El empleo industrial entre 1973 y 1985 pasó de 1300 miles a 1322 miles de personas (aumentó apenas el 1,7%). En la segunda mitad de los ’80 comenzó el mencionado proceso de expulsión neta de empleos que se prolongaría, de forma muy acentuada, en los ’90.

Este comportamiento del empleo en el sector industrial estuvo encuadrado en un contexto de debilidad general de la demanda de trabajo, de consolidación de relaciones laborales no formales y de crecimiento de los empleos del terciario cuya característica era (y continúa siéndolo) una escasa o poco dinámica productividad de las ocupaciones.

En el Cuadro 5 se consigna el número de empleos creados en los ’80; si se compara este guarismo con la PEA (Cuadro 2) resulta que ésta excedió a aquellos en 860 mil unidades. El sector privado creó empleos en algo más que la mitad del aumento de la PEA entre 1980 y 1991 y gran parte de ellos fueron puestos de trabajo correspondientes a no asalariados (el 79%). El sector público incorporó más de una cuarta parte del total del trabajo asignado a la producción de bienes y servicios, todos ellos en las jurisdicciones provinciales y municipales ya que el Estado nacional se desprendió de trabajadores en términos netos.

Dicha disparidad entre crecimiento de la oferta de trabajo y de las demandas de los sectores de la producción generaron un aumento del desempleo abierto junto a una asignación ineficiente del trabajo en diversas actividades de servicios. Según se consigna en el Cuadro 6, la tasa de desocupación pasó del 2,55% a principios de los ’80 al 7,6% en 1989. Los desocupados por la industria alcanzaron a 300 mil entre 1985 y 1993, buena parte de los cuales se concretó en la segunda mitad de la década.

CUADRO 5: LA FRAGILIDAD DEL EMPLEO 1980-1991

CONCEPTO Empleos creados Estructura porcentual

1.- Total 2.140.712 100

2.- Sector público 559.529 26,1

Nación -38.670 -1,8

Provincias y Municipios 598.190 27,9

3.- Sector privado 1.581.183 73,9

Asalariados -6.125 -0,3

-Transables -109.754 -5,1

-Construcción -273.548 -12,8

-Servicios no domésticos 377.177 17,6

No Asalariados 1.249.972 58,4

12

Es discutible que haya sido el agotamiento del proceso de sustitución el factor que dejó trunca la industrialización

argentina cuando, entre 1964 y 1974, la tasa de crecimiento media anual de la producción de la manufactura fue del 7%

frente al 5% del PBI global. Además, ya había tenido existencia una conformación de ventas al exterior de bienes

industriales a mediados de los ’70. Las exportaciones de productos manufacturados fue del 24% del total vendido al

resto del mundo, en 1974. A fines de los ’50 esa proporción estaba cerca del 2,5%-3%.

17

-Transables 261.825 12,2

-Construcción 85.962 4,0

-Servicios no domésticos 902.185 42,1

Servicio doméstico 337.336 15,8

Fuente: Consejo Empresario Argentino Notas y fuentes: Transables: agropecuario, minería e industria manufacturera. Elaboración del CEA en base a los censos de1980 y 1991

Comentario: El total de empleos creados por año es de 194.610. La PEA en 1980 (0,384*28093,5 mil) era de 10.787,9 mil. Así, los empleos creados representan el 1,8% del total de personas económicamente activas. Como la tasa de desempleo en 1980 era del 2,6% resulta que el total de empleos creados constituyó el 1,85% del total de personas

ocupadas. La proporción correspondiente a los años subsiguientes, aparece en la última columna del cuadro 6

CUADRO 6: EMPLEOS CREADOS DISTRIBUIDOS ANUALMENTE.

Año Tasa de

actividad Población

miles PEA Miles

Empleos Creados

(EC) miles

Proporción de EC s/ PEA %

Tasa de desocupa

ción %

Ocupados miles

Proporción % EC s/

PEA

1980 38,40 28093,5 10787,91 194,61 1,80 2,55 10512,815 1,85

1981 38,40 28524,1 10953,26 194,61 1,78 4,75 10432,982 1,87

1982 38,20 28963,1 11063,91 194,61 1,76 5,30 10477,521 1,86

1983 37,35 29408,0 10983,88 194,61 1,77 4,70 10467,635 1,86

1984 37,85 29856,2 11300,58 194,61 1,72 4,55 10786,400 1,80

1985 38,05 30305,3 11531,18 194,61 1,69 6,10 10827,778 1,80

1986 38,65 30757,6 11887,81 194,61 1,64 5,55 11228,039 1,73

1987 39,20 31214,7 12236,15 194,61 1,59 5,85 11520,334 1,69

1988 39,05 31673,2 12368,37 194,61 1,57 6,30 11589,160 1,68

1989 39,75 32129,7 12771,55 194,61 1,52 7,60 11800,909 1,65

1990 39,05 32580,9 12722,82 194,61 1,53 7,45 11774,973 1,65

1991 39,50 33028,55 13046,28 194,61 1,49 6,45 12204,791 1,59

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos oficiales y del Cuadro 10.

El panorama de fragilidad del empleo abarcó a toda América Latina, tal como puede observarse en el Cuadro 7. Pero, mientras la tasa de desempleo urbano de la región estuvo por encima de la de Argentina hasta 1990, a partir de este año la situación se invirtió, de modo que en 1996 la tasa de este país más que duplicaba a la de ALyC.

CUADRO 7 AMERICA LATINA: DESEMPLEO ABIERTO URBANO

Período 1980-1996

PAIS 1980 1985 1990 1993 1994 1995 1996

AMÉRICA LATINA a/ 6.7 8.3 6.2 6.1 6.3 7.5 8.0

CENTROAMÉRICA

Costa Rica 6.0 7.2 5.4 4.0 4.3 5.7 ---

El Salvador --- --- 10.0 --- 7.0 8.0 ---

Guatemala 2.2 12.0 6.4 8.1 7.2 --- ---

Honduras 8.8 11.7 6.9 7.2 4.0 6.6 ---

Nicaragua b/ 5.0 3.2 11.1 21.8 20.7 --- ---

Panamá 10.4 15.7 20.0 15.6 15.8 16.4 16.7

OTROS PAÍSES

Argentina 2.6 6.1 7.5 9.6 11.5 18.4 17.1

Brasil 6.2 5.3 4.3 5.4 5.1 4.6 5.9

Chile 11.7 17.0 6.5 4.7 7.8 7.6 6.8

México 4.5 4.4 2.7 3.4 3.6 6.4 5.8

Fuente: Lais Abramo, op. Cit.

18

2.3 PERÍODO 1990-2001

El contexto macroeconómico hacia finales de los ochenta mostraba un ritmo alto, creciente y persistente de inflación, un nivel de producto total y per capita en descenso, fruto del estancamiento de la producción media a lo largo de la década y una tasa de inversión insuficiente. El proceso de desarticulación productiva e industrial que se fue manifestando desde la segunda mitad de los setenta fue de la mano con el atraso tecnológico, cada vez más notorio. Hubo, también, dificultades para aumentar las exportaciones, una creciente iliquidez o desmonetización junto con el uso cada vez mayor del dólar y como contrapartida, una notoria escasez de crédito. El presupuesto público se resintió de todo ello, sufriendo una disminución de la recaudación tributaria en términos reales y un elevado nivel de déficit fiscal.

La caída del empleo industrial en la década de los ’90, luego de la transición de la primera mitad de los ’80 y el inicio del descenso absoluto de la ocupación a partir de 1985-86, revelaba la existencia de “transformaciones estructurales de la producción” (13) manufacturera. Dichas transformaciones se consideraron el resultado de un proceso prolongado de desmantelamiento del modelo de industrialización por sustitución de importaciones (Bisang et allia, 1996) o de modificaciones “profundas y generadoras de un sector industrial del mismo tamaño pero con un modelo de organización muy distinto” al que existía en los ’70.

La reacción de las empresas industriales ante el nuevo contexto generado por las mutaciones en el plano internacional y por las políticas nacionales adoptadas desde 1976 habría consistido en: a) reestructuraciones ofensivas y b) en estrategias defensivas (B. Kosakoff y A. Ramos, 2001; C. F. Bugna y F. Porta, 200714).

El número de empresas que emprendieron las reformas en su accionar que encuadran en el tipo a) fue relativamente minoritario, en tanto que las que adoptaron las conductas b) representaron una porción mayor del universo de establecimientos o unidades de producción sectorial. Aparte están las que fueron expulsadas de la producción de bienes y servicios.

Si bien ambos comportamientos estuvieron diseminados en todo el espectro de producción industrial, se concluyó que el conjunto integrado por las empresas de conducta tipo a) estuvieron relativamente sesgadas hacia las siguientes localizaciones: 1) las industrias de insumos básicos, 2) los complejos productivos más estrechamente ligados a la producción primaria como las agroindustrias, la petroquímica, etc., 3) producción de algunas autopartes en condiciones de alta productividad merced a la incorporación de tecnología avanzada y procesos organizativos perfeccionados dentro del complejo automotor; 4) la producción de bienes para atender una demanda más sofisticada (ciertos productos alimenticios, centrales telefónicas, etc.)

Las empresas de conducta b) lograron sobrevivir introduciendo modificaciones que consistieron en reducir la planta de personal (consiguiendo un aumento del rendimiento por ocupado merced a jornadas más prolongadas, intensificación del ritmo de trabajo, tercerización de actividades), (F. Jaccoud, E. Monteforte, L. Pacífico, 2011), mejoras de procesos organizativos e inversiones selectivas. Estas últimas no han tenido la magnitud requerida para realizar modificaciones sustanciales del equipamiento, introduciendo la tecnología incorporada de avanzada (ubicada en la punta de la experiencia internacional o bien, en un entorno aceptable). Tampoco se transitó el camino de la adaptación de tecnologías y de una innovación tecnológica adecuada al carácter propio de los respectivos sectores productivos domésticos (15).

13

B. Kosadoff y A. Ramos “Cambios contemporáneos de la estructura industrial argentina 1975-2000”, Pág. 61 14

En “Crisis, recuperación y nuevos dilemas. La economía argentina 2002-2007” CEPAL, Cap. III. 15

Algunos estudiosos han señalado el caso de los denominados “pioneros” cuya acción empresaria innovadora en

ciertos aspectos de la producción, adopción o diseño de productos capaces de penetrar mercados de economías

avanzadas y/o dirigidos a satisfacer demandas de sectores de alta renta, con excelencia organizativa y mecanismos de

comercialización idóneos para descubrir nichos, pudieron construir actividades productivas altamente competitivas en el

contexto de la globalización (coexistiendo con apertura comercial, desregulación, etc.) Sin embargo, debe concluirse que

la magnitud agregada de estas experiencias no ha logrado dejar su impronta en la industria argentina, en su conjunto. Y

sería improbable que pudiera constituir un camino idóneo para transformar por tal medio (la espontaneidad individual

dentro de condiciones de libre mercado) la estructura industrial argentina.

19

Tales comportamientos empresariales generados al influjo del contexto señalado antes y dada la conformación del sector determinada históricamente, provocaron las modificaciones estructurales de la industria manufacturera. Modificaciones que implicaron una alteración inconveniente del entramado productivo del sector, desarticulándolo. Hubo actividades “favorecidas” y otras debilitadas al punto de hacer desaparecer varios de sus establecimientos sin que hubiera un reemplazo funcional y adecuado por otros rubros integrantes de esas ramas. Así, la producción de varias ‘commodities’ industriales –aventajadas por su utilización más intensiva de recursos naturales locales con costos relativos más bajos- aumentó por encima del nivel general manufacturero y en cambio, se redujo la participación de los bienes de capital y de consumo durable producidos –ramas que empleaban tecnologías relativamente más avanzadas y eran más demandantes de servicios de ingeniería- (G. Herrera-A. Tavosnanska, 2009).

Dichas modificaciones alcanzaron al comportamiento del empleo industrial en los ’90 el que, a su vez, influyó sobre el curso de la evolución productiva sectorial.

En el Cuadro 8.1 y en el 8.2 se presenta la evolución intercensal según sectores de actividad, mostrando la variación en el número de unidades censales y los puestos de trabajo ocupados.

La magnitud de la disminución de unidades productivas y de empleos es significativa e informa que la industria sufrió una regresión de tamaño y de composición, alterándose acentuadamente la importancia relativa que habían adquirido algunas de sus ramas productivas.

Los cuadros 8.2, 8.3 y 8.4 permiten apreciar el descenso de la ocupación de personal, en términos absolutos y relativos, de las ramas productoras de Textiles, confecciones y cuero, Maquinaria y equipos y Equipo de transporte.

CUADRO 8.1 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN INTERCENSAL SEGÚN SECTORES DE ACTIVIDAD –

UNIDADES CENSALES

Sector de Actividad Unidades censales productivas

30/09/1974 30/04/1985 30/07/1994 2003

Total 126.388 109.376 101.524 85.093

Alimentos, bebidas y tabaco 27.462 28.498 24.216 20.749

Textiles, confecciones y cuero 18.310 12.358 11.722 8.356

Pasta celulósica, papel e impresiones 5.444 5.206 8.413 7.243

Refinación de petróleo, químicos y plásticos 6.217 6.556 6.122 5.898

Productos minerales no metálicos 14.216 10.919 4.658 3.224

Metales y productos metálicos 17.044 14.300 16.346 12.855

Maquinaria y equipos 10.647 9.560 12.973 4.379

Equipo de transporte 4.367 4.195 3.558 2.806

Otras manufacturas 22.681 17.784 13.516 14.344

Fuente: Extraído de los CEN 1974, 1985, 1994 y 2004-05.

CUADRO 8.2 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN INTERCENSAL SEGÚN SECTORES DE ACTIVIDAD –

Sector de Actividad Puestos de trabajo ocupados

30/09/1974 30/04/1985 30/07/1994 2003

Total 1.525.221 1.381.805 1.058.379 955.800

Alimentos, bebidas y tabaco 320.364 360.630 289.228 291.847

Textiles, confecciones y cuero 245.718 211.368 146.938 115.040

Pasta celulósica, papel e impresiones 72.199 74.449 74.427 74.686

Refinación de petróleo, químicos y plásticos 147.843 146.836 119.520 133.903

Productos minerales no metálicos 103.754 86.558 49.165 33.277

Metales y productos metálicos 179.526 149.814 113.712 100.455

Maquinaria y equipos 181.243 144.925 117.266 75.884

Equipo de transporte 171.641 118.034 80.179 53.856

20

Otras manufacturas 102.933 89.191 67.944 76.901

Fuente: Extraído de los CEN 1974, 1985, 1994 y 2004-05.

CUADRO 8.3 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN INTERCENSAL SEGÚN SECTORES DE ACTIVIDAD - PUESTOS DE

TRABAJO OCUPADOS En números índice Base: Año 1974 = 100

Sector de Actividad

Puestos de trabajo ocupados

30/09/1974 30/04/1985 30/07/1994 2003

Total 100 90,6 69,4 62,7

Alimentos, bebidas y tabaco 100 112,6 90,3 91,1

Textiles, confecciones y cuero 100 86,0 59,8 46,8

Pasta celulósica, papel e impresiones 100 103,1 103,1 103,4

Refinación de petróleo, químicos y plásticos 100 99,3 80,8 90,6

Productos minerales no metálicos 100 83,4 47,4 32,1

Metales y productos metálicos 100 83,4 63,3 56,0

Maquinaria y equipos 100 80,0 64,7 41,9

Equipo de transporte 100 68,8 46,7 31,4

Otras manufacturas 100 86,6 66,0 74,7

Fuente: Elaborado a partir de los CEN 1974, 1985, 1994 y 2004-05.

CUADRO 8.4 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN INTERCENSAL SEGÚN SECTORES DE ACTIVIDAD

Sector de Actividad PUESTOS OCUPADOS POR LOCAL

30/09/1974 30/04/1985 30/07/1994 2003

Total 12,1 12,6 10,4 11,2

Alimentos, bebidas y tabaco 11,7 12,7 11,9 14,1

Textiles, confecciones y cuero 13,4 17,1 12,5 13,8

Pasta celulósica, papel e impresiones 13,3 14,3 8,8 10,3

Refinación de petróleo, químicos y plásticos 23,8 22,4 19,5 22,7

Productos minerales no metálicos 7,3 7,9 10,6 10,3

Metales y productos metálicos 10,5 10,5 7,0 7,8

Maquinaria y equipos 17,0 15,2 9,0 17,3

Equipo de transporte 39,3 28,1 22,5 19,2

Otras manufacturas 4,5 5,0 5,0 5,4

Fuente: Elaborado a partir de los CEN 1974, 1985, 1994 y 2004-05.

CUADRO 8.5 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN INTERCENSAL SEGÚN SECTORES DE ACTIVIDAD –

PARTICIPACIÓN DE LAS GRANDES RAMAS EN LA OCUPACIÓN DE PERSONAL SECTORIAL

Sector de Actividad Puestos de trabajo ocupados

30/09/1974 30/04/1985 30/07/1994 2003

Total 100,0 100,0 100,0 100,0

Alimentos, bebidas y tabaco 21,0 26,1 27,3 30,5

Textiles, confecciones y cuero 16,1 15,3 13,9 12,0

Pasta celulósica, papel e impresiones 4,7 5,4 7,0 7,8

Refinación de petróleo, químicos y plásticos 9,7 10,6 11,3 14,0

Productos minerales no metálicos 6,8 6,3 4,6 3,5

Metales y productos metálicos 11,8 10,8 10,7 10,5

Maquinaria y equipos 11,9 10,5 11,1 7,9

Equipo de transporte 11,3 8,5 7,6 5,6

Otras manufacturas 6,7 6,5 6,4 8,0

Fuente: Elaborado a partir de los CEN 1974, 1985, 1994 y 2004-05.

21

La disminución absoluta del personal ocupado tuvo lugar en la mayor parte del espectro productor al nivel de grandes ramas de la industria manufacturera. Además, tal disminución fue más acentuada en las ramas de industria consideradas como más intensivas en media alta y alta tecnología, como las productoras de bienes de capital (maquinaria y equipos) y bienes de consumo duradero (en equipo de transporte).Pero, también alcanzó a la producción de algunos bienes de consumo no duradero (textiles, confecciones y cuero). En 1974, la fabricación de Metales y productos metálicos, Maquinaria y equipos y Equipo de transporte reunía el 35% del personal ocupado; en 2003, esa proporción había descendido al 24%.

La comparación un tanto más detallada entre los CEN 1994 y 2004-5 se presenta en los Cuadros 8.6 y 8.7 siguientes (16).

CUADRO 8.6 LOCALES EN LOS CNE 1994 Y 2004/5

Rama de actividad manufacturera 1994 2004 2004/1994 NIVEL GENERAL (1) 90.088 85.093 -5,5

Subtotal (a) hasta (l) 56.213 64.976 15,6 a) Alimentos y bebidas 21.455 33.118 54,4 b) Madera y productos de madera y corcho; art. de paja 5.305 5.619 5,9 c) Productos elaborados de metal, excepto maquinaria y equipo

13.567 14.478 6,7

d) Textiles 2.855 1.666 -41,6 e)Curtido y terminación de cueros; art. de talabartería y calzado

2.233 1.637 -26,7

f)Papel y de productos de papel 882 726 -17,7 g) Coque, refinación del petróleo y combustible nuclear 97 54 -44,3 h) Sustancias y productos químicos 2.352 1.922 -18,3 i) Productos de caucho y plástico 3.230 2.422 -25,0 j) Metales comunes 996 684 -31,3 k) Vehículos automotores, remolques y semirremolques 2.533 2.211 -12,7 l) Otros tipos de equipo de transporte 708 439 -38,0

Fuente: Extraído de CNE 1994 y 2004/5 Nota: (1) Estas cifras corresponden a 1993 y 2003.El total de locales en julio de 1994 es 101.524.

CUADRO 8.7 INDUSTRIA MANUFACTURERA

PERSONAL OCUPADO –

en miles

Código CONCEPTO 1993 2003 1993 2003

NIVEL GENERAL 1007,9 955,8 100 100

15 Elaboración de productos alimenticios y bebidas 269.784 285.947 26,8 29,9

16 Elaboración de productos de tabaco 5.877 5.900 0,6 0,6

17 Fabricación de productos textiles 58.490 42.925 5,8 4,5

18 Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles 42.943 37.047 4,3 3,9

19 Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes 41.543 35.068 4,1 3,7

20

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables 26.764 30.316 2,7 3,2

21 Fabricación de papel y productos de papel 25.300 25.896 2,5 2,7

22 Edición e impresión; reproducción de grabaciones 45.003 48.790 4,5 5,1

16

Es necesario señalar que las cifras de personal ocupado proporcionadas, por ejemplo, por el censo nacional

económico 1994 ha sido considerada menor a la real, lo cual indica la existencia de “subdeclaración” por parte de los

declarantes. Además, es preciso tener en cuenta que numerosas actividades informales, las realizadas en unidades

pequeñas y variadas de carácter individual, no son alcanzadas por los censos económicos. Por ello, los órganos técnicos

oficiales que utilizaron esa información realizaron ajustes de tales datos.

22

23 Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear 7.665 8.559 0,8 0,9

24 Fabricación de sustancias y productos químicos 65.527 77.915 6,5 8,2

25 Fabricación de productos de caucho y plástico 43.901 47.429 4,4 5,0

26 Fabricación de productos minerales no metálicos 47.114 33.277 4,7 3,5

27 Fabricación de metales comunes 35.911 29.189 3,6 3,1

28 Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo 71.314 71.266 7,1 7,5

29 Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 64.219 47.160 6,4 4,9

30 Fabricación de maquinaria de oficina, contabilidad e informática 1.079 1.438 0,1 0,2

31 Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p. 28.397 16.312 2,8 1,7

32 Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones 10.641 4.019 1,1 0,4

33 Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes 8.416 6.955 0,8 0,7

34 Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques 67.601 44.371 6,7 4,6

35 Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 8.013 9.485 0,8 1,0

36 Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p. 32.407 30.203 3,2 3,2

37 1.756 0,0 0,2

38 14.626 0,0 1,53

Fuente: CEN 1994 y CEN 2004-5

Se ha afirmado que en los ’90 tuvo lugar una modificación notoria de la demanda de trabajo en términos estructurales. El efecto de los mencionados condicionamientos derivados de la política económica local y del contexto internacional operó sobre las relaciones comerciales y financieras con el exterior, el nivel de producción doméstico, la organización y tecnología de la producción y la demanda de trabajo (R. Frenkel y M. G. Rozada, 200117)

Los cambios identificados en el denominado “padrón productivo” del sector tienen, obviamente, correspondencia con las conductas de las unidades de producción que lo componen. Estos cambios pudieron repercutir, a su vez, en el empleo de mano de obra por parte de las empresas o bien, encontrarse específicamente asociados a éste. El análisis de los datos disponibles permite establecer que hubo una cierta diversidad de comportamientos empresariales respecto a: el nivel y composición de lo producido, la organización de las actividades productivas y de comercialización, las tecnologías utilizadas, la especialización en la producción y el destino de lo producido.

Dichos comportamientos incorporaron, en general, todos o algunos de los siguientes elementos: a) una ampliación de los bienes finales producidos; b) un aumento de los bienes importados; c) una racionalización o disminución total de la planta de personal; d) una modificación de la intensidad del trabajo; e) un cambio en las relaciones laborales que implicaban o no alteraciones jurídico-institucionales; f) el abandono de algún personal específico calificado.

Una parte importante de las empresas del sector aumentó la productividad real del trabajo recurriendo a uno o más de los aspectos vinculados a la planta de personal (puntos b, c, d, e, f) complementándolo con algunas inversiones aunque de no gran magnitud (y sólo en algunos subgrupos de este conjunto) (C. F. Bugna-F. Porta, op cit)

Otro grupo (significativamente más reducido que el anterior) incursionó en reorganizaciones de las diversas unidades de producción: introducción de tecnologías de la organización que actualizaban los procedimientos existentes, modernizaciones de la gestión y de algún aspecto de la producción de bienes y la adecuación de la línea de productos (aunque esto último quedó reducido a una proporción más pequeña de este subconjunto de empresas). Tales modificaciones que implicaban puestas al día de la empresa industrial iban acompañadas de las inversiones imprescindibles para viabilizar tales cambios.

17

Liberalización, desigualdad y pobreza: América Latina y el Caribe en los ’90; Pág. 165.

23

Un tercer grupo aúna a las entidades empresarias que aparte de poner al día a las áreas de administración y comercialización abordaron modificaciones más importantes y que consistieron en la adopción de tecnologías más avanzadas de procesos y productos y la incorporación de bienes de capital (inversiones más elevadas). Hubo, así, un énfasis más común en la tecnología incorporada.

Dada la reducción de la producción doméstica de ese tipo de bienes y los incentivos vigentes para su importación, se estimó que la participación de la industria manufacturera en el total de bienes de capital adquiridos en el exterior fue significativa. Entre 1985 y 1990 se destinó a este sector el 47,9% de las importaciones y en los ’90, el 38,7%; sin embargo, como las compras de bienes de capital al resto del mundo aumentaron notoriamente en estos últimos años, resultó que lo destinado a la industria tuvo un crecimiento apreciable. Pero, este hecho no debe desviar la atención sobre la magnitud de la inversión en el sector industrial argentino, la que fue, en general, insuficiente. Esto, aunado a la conducta de las empresas en relación a la incorporación de tecnología, es un factor importante, limitativo del proceso de industrialización nacional.18 (Kosakoff-Ramos, 2001; Pág. 104)

En términos de las ramas industriales, los comportamientos esquematizados más arriba se distribuyeron de modo dispar. La conclusión extraída es que algunas de ellas se beneficiaron más que otras de los cambios introducidos. Entonces, un conjunto de actividades mostraron avances dentro del cuadro general de transformaciones estructurales cuyo balance no puede ser calificado de auspicioso, en el sentido que la industrialización de la economía argentina hubiera progresado siguiendo la senda de las economías en desarrollo más exitosas en la materia (Corea del Sur, Malasia, Singapur, China y hasta India) y ni tampoco continuando en el camino que quedó, prácticamente, cerrado a mediados de los ’70.

Hubo una acentuación de la heterogeneidad del aparato productivo industrial argentino ya que las reestructuraciones que acercaron a algunas de sus empresas a las explotaciones manufactureras de las economías avanzadas alcanzaron a un número reducido de entidades, afincadas mayoritariamente en ramas de producción tradicionales del país (antes denominadas vegetativas)

Y considerando el efecto sobre el empleo de las transformaciones generadas en este período y descritas más arriba, el resultado fue, en general, desventajoso: no sólo se redujo el número de personal ocupado sino que hubo deterioros en las relaciones de trabajo (fuerte ascenso de la informalidad, mayor esfuerzo exigido al trabajador para ser aplicado a la producción, entre otros aspectos) y retribuciones salariales por debajo, y más alejadas, de la productividad media por persona empleada.

Otro aspecto importante es el desempleo-subempleo. Así, la evolución de éstos desembocó en tasas desconocidas para la tradición económica argentina desde la 2ª. Posguerra.

CUADRO 9.1 VARIACIÓN DE LAS TASAS DE DESEMPLEO Y SUBEMPLEO19 1990-98

Período Desempleo %

(1) Subempleo %

(2) Des. y Sub. %

(1) + (2)

1990-1992:1 6,9 8,6 15,5

1995-1998:1 16,1 12,8 28,9

Diferencias 9,2 4,2 13,4

Fuente: Frenkel y Rozada, 2001 Pág. 164

CUADRO 9.2 DESEMPLEO ABIERTO Y TASAS DE PARTICIPACIÓN: 1974-1991

Año DESEMPLEO ABIERTO TASA DE PARTICIPACIÓN

GBA Interior GBA Interior

1974 3,3 - 40,6 -

18

Más abajo se retoma el tema (punto II Producción y productividad de la industria manufacturera) 19

El subempleo corresponde al considerado subempleo involuntario (las personas que trabajan menos de 35 horas

semanales y desean aumentar el número de horas trabajadas)

24

1980 2,3 3,2 39,3 36,8

1984 3,9 6,0 38,4 36,7

1987 5,3 6,9 40,5 37,1

1990 7,3 7,5 40,6 36,8

1991 5,8 7,5 40,9 37,6

Fuente: CONSEJO EMPRESARIO ARGENTINO Nota: Elaboración de la EPH por los autores. Promedios anuales.

El aumento del desempleo global y la caída de la ocupación en la industria manufacturera se experimentaron también en ALyC. En 1996, se seguía observando un deterioro de la situación laboral, prácticamente, en toda la región. El comportamiento del empleo industrial en tal contexto, en ese año, aparece en el Cuadro 9.3 donde se incluyen las cifras pertenecientes a un grupo de países de ALyC.

La información permite apreciar que frente a un proceso casi generalizado de caída del empleo manufacturero hay diferencias marcadas en la magnitud del fenómeno en los distintos países citados. Mientras sólo dos de ellos, Chile y México, experimentaron un aumento del empleo en ese año, el descenso del personal ocupado por las actividades industriales fue muy alto en otros (Brasil y Uruguay).

CUADRO 9.3 EVOLUCION DEL EMPLEO INDUSTRIAL AMERICA LATINA Y PAISES SELECCIONADOS

Año 1996

PAIS VARIACION

PORCENTUAL

AMERICA LATINA -6,4

ARGENTINA -6,2

BRASIL -12,7

CHILE 3,0

COLOMBIA -2,9

MEXICO 1,8

PERU -2,7

URUGUAY -10,2

Fuente: Lais Abramo, op. cit., Cuadro 7, citando a OIT, Panorama Laboral, 1996

La tasa agregada de desempleo abierto en ALyC se elevaba al 8,0% en el tercer trimestre de 1996, alcanzando el que fuera el nivel más alto de la década, “siguiendo la trayectoria ascendente del porcentaje de desocupados iniciada a partir de 1993” y comenzando a descender desde fines de dicho año.

“La elevación de la tasa de desocupación abierta fue resultado del bajo dinamismo e inestabilidad de la economía latinoamericana (cuyo crecimiento promedio fuera de 2,9% en 1996), la reducción del empleo público y la aplicación de nuevos ajustes en Colombia y Brasil y, en menor proporción, en Bolivia, Panamá, Venezuela y Uruguay” (OIT, 1996).

“El crecimiento del empleo moderno privado se da básicamente, durante 1996, en los sectores de la construcción y de servicios”. (OIT, 1996).

En el caso de Argentina, en cambio, el proceso de generación de desempleo-subempleo para la economía en su conjunto no se circunscribió a la primera mitad de la década de los ’90 y no se detuvo en 1996, como se señala más arriba para América Latina (OIT). Luego de una recuperación del empleo durante 1996-97 (la cual no modificó las tendencias del desempleo-subempleo involuntario determinadas desde los ’80), se experimentó una nueva caída a partir de 1998.

Tal como se señalara en la Parte 1 del trabajo, el NME generó, endógenamente, fuerzas desequilibrantes. El sector externo, acumulaba déficit tras déficit a los que se cubría tomando deuda pública. La cuenta corriente del balance de pagos debía soportar importaciones crecientes y remisiones financieras (pues el rubro Rentas era fuertemente deficitario) que superaban a unas exportaciones cuyo incremento resultaba insuficiente. El presupuesto nacional debía solventar, entonces, crecientes servicios de la deuda externa que se sumaban a

25

los requerimientos de gastos corrientes y de inversión (aún cuando éstos habían sido drásticamente reducidos). Así, la recaudación tributaria que respondía a un sistema esencialmente regresivo20 combinado con una debilitada capacidad recaudatoria, perjudicada además por el proceso recesivo iniciado en el tercer trimestre de 1998, se enfrentaba a guarismos a los cuales no podía cubrir. Las dificultades del sector financiero, asociadas al régimen de Patrón Dólar –tipo de cambio fijo, convertible - en condiciones de escasez de la moneda patrón, finalmente, agudizadas al establecerse el carácter bi-monetario de los depósitos bancarios, presionaban sobre el crédito local (haciéndolo caro y escaso). La revaluación progresiva de la moneda argentina pasó a dificultar variadas exportaciones, particularmente las no agropecuarias y a aumentar la competencia doméstica por parte de los productos importados, incidiendo negativamente sobre aquellas actividades imposibilitadas de enfrentarlos para permanecer en el mercado. La revaluación de la moneda patrón respecto a otras divisas y a las monedas de terceros países fue un factor de presión adicional para estos casos.

CUADRO 9.4 INDUSTRIA MANUFACTURERA EVOLUCIÓN DEL DESEMPLEO ABIERTO

Año Mes Tasa de

desempleo

1993 Mayo 9,7

Octubre 9,0

1994 Mayo 10,1

Octubre 13,4

1995 Mayo 19,5

Octubre 15,9

1996 Mayo 17,8

Octubre 17,0

1997 Mayo 13,3

Octubre 13,5

1998 Mayo 11,4

Octubre 12,5

1999 Mayo 13,8

Octubre 13,9

2000 Mayo 15,0

Octubre 14,6

2001 Mayo 17,2

Octubre 20,7

2002 Mayo 20,3

Octubre 16,2

2003 Mayo 18,5

Fuente: CEPAL

La gama de bienes manufacturados exportados no se amplió sino que se redujo desde mediados de los ’70; el aumento de las ventas al exterior y el saldo positivo se basó en los productos tradicionales (como elaboración de bienes agroalimentarios y cuero). En las exportaciones industriales del período 1995-2005, “la participación mayoritaria se encuentra concentrada en los sectores de manufacturas de bajo y medio-bajo contenido tecnológico explicando en promedio el 77% de las ventas externas de la industria”. “El restante 23% de las exportaciones de manufacturas se explica principalmente por las exportaciones de manufacturas de medio-alto contenido tecnológico (20% promedio) ya que el sector de alta tecnología solamente aportó en promedio un 3%”21.

En general, la industria provocaba un déficit comercial importante hacia fines de los ’90. Entonces, la reestructuración manufacturera surgida a partir de las condiciones referidas más arriba, no fue exitosa en

20

La proporción de impuestos indirectos versus directos en el total de recursos tributarios de Argentina en los ’90 era

más acentuada que la existente en los EE.UU. antes de Roosevelt. 21

SECYT, “Industria Manufacturera Argentina, Análisis del comercio exterior según su intensidad tecnológica”, PÁG.

5.

26

términos de intercambio comercial con el exterior: el saldo comercial de la industria siguió siendo negativo y creció proporcionalmente durante el NME. Las mejoras detectadas en ciertas áreas de la producción fabril no alcanzaron para que mutara la capacidad de penetración en los mercados externos por parte de las empresas manufactureras residentes en el país y las actividades en condiciones de hacerlo y que efectivizaron esta potencialidad fueron las tradicionales y ciertas ´commodities´ manufactureras. Así, el empleo industrial no tuvo casi sustento en la exportación.

La caída de la demanda agregada doméstica, desde 1998, provocó una retracción industrial que se pone de manifiesto en la evolución de las tasas de desempleo y subempleo del Cuadro 9.4.

La industria manufacturera mostraba en 1995-94, en promedio, un total de puestos de trabajo de 1894 miles, un 7,1% menor que la media de los años 1993-94. Los asalariados registrados se habían reducido proporcionalmente más: cayeron un 8,46% (un total de 90 mil que constituyeron el 62% de los puestos de trabajo eliminados en la segunda mitad de la década). En cambio la contratación de los asalariados no registrados casi no varió (se redujo, en promedio, menos del 1%)

Es importante detenerse, aquí, en tres cuestiones:

a) la relación existente entre la performance de la industria y de la economía en su conjunto;

b) el efecto del descenso de la ocupación industrial sobre la tasa de empleo global;

c) la explicación de la caída del empleo industrial durante la década de los ’90;

No es novedoso sostener que el proceso de industrialización genera crecimiento económico22 y no pocos trabajos han mostrado que el rendimiento o resultado obtenido por la industria se correlaciona positivamente con el desempeño general de la economía, siendo, asimismo, el sector clave en la explicación del aumento de la productividad y del empleo. Entonces, a contrario sensu, una persistente desaceleración productiva industrial junto a un descenso del empleo en este sector deberá disminuir el crecimiento medio y el empleo de toda la economía.

Se ha mostrado que los diferentes patrones regionales de crecimiento de la productividad y del empleo del África subsahariana, América Latina y del Asia meridional y oriental resultan bien explicados por el comportamiento del sector industrial (A. Szirmai y B. Verspagen, 2010). Así, el Asia meridional y oriental se colocaba en una trayectoria de alto crecimiento con aumentos del empleo y la productividad sostenibles desde un punto de vista social y económico. Y América Latina que era capaz de acrecentar el ritmo de incorporación de trabajo a la producción, se encaminaba –desde los ’80- hacia un desarrollo atrapado en un círculo vicioso de ritmos de incremento del empleo y de la productividad insostenibles desde el punto de vista de la tasa social de crecimiento, con lo cual esa región se ubicaba en la senda de bajo crecimiento del África subsahariana (U. Pieper, 1998)23

El Asia meridional y oriental experimentó, desde los ’70, un proceso comparativamente robusto de industrialización y en cambio, varios países en desarrollo de África y América Latina sufrieron una ralentización notoria de dicho proceso. Este hecho coexistió con las políticas de estabilización macroeconómica y los paquetes de reforma estructural adoptados por esos países. A fin de establecer con un mayor grado de precisión las vinculaciones entre ambos hechos, U. Pieper (1998) acudió a investigaciones empíricas para tratar de localizar los ajustes dinámicos sectoriales -en particular los de la industria - emparentados con el cambio del empleo y la productividad de la economía en su conjunto.

Para ello dicho autor aplicó un enfoque de contabilidad del crecimiento a fin de relacionar los cambios en el empleo sectorial y la composición del producto con las variaciones en el incremento de la productividad global para treinta países en desarrollo. Los cambios en la productividad global del trabajo se descompusieron en variaciones del producto y del empleo para las situaciones anteriores y posteriores a la fase de ajuste examinada.

22

Esto ha sido expuesto en la Parte 2 de este trabajo. 23

Openness and structural dynamics of productivity and employment in developing countries: A case of de-

industrialization ? Employment and Training Papers, No. 14. ILO, Geneva

27

Los resultados obtenidos del ejercicio de descomposición sugieren que, en particular, el resultado industrial se correlaciona con la performance global de la economía y en consecuencia, es el sector clave para explicar los diferentes patrones regionales de la productividad global y del crecimiento del empleo en el África subsahariana, Latinoamérica y el Asia del Sud y el este. Es decir, un tasa de crecimiento anual negativa de la productividad en el sector industrial está fuertemente asociada con el crecimiento negativo de la productividad para la economía como un todo y viceversa.

Otros numerosos trabajos incursionaron en la temática de la vinculación existente entre las políticas macroeconómicas dirigidas a reorientar la acción estatal en el sentido de la visión prekeynesiana y de no impedir, torcer o dificultar el libre accionar del mercado (por ejemplo, los paquetes de reformas estructurales diseñados y aplicados en los ’80 y ’90) y la performance del empleo, el crecimiento económico y los efectos sobre la distribución del ingreso y la pobreza (V. Tokman-D. Martínez, 1999; E. Ganuza et allia, 2001;J. A. Ocampo et allia, 1999 ; OIT, 1997 ; R. Vos, 1999; etc. etc.). En su generalidad, las conclusiones obtenidas reconocen la existencia de tales vinculaciones y ponen en evidencia los efectos sesgadamente negativos del paquete de reforma estructural –indiscriminadamente recomendados por los organismos internacionales de crédito a numerosos países en desarrollo- respecto del empleo y, en varios casos, sobre el proceso de industrialización.

También, se trabajó la hipótesis que el nuevo paradigma de política económica instaurado a principios de la década (de los ’90) tendió a profundizar la heterogeneidad estructural de la economía argentina. “La economía argentina era señalada en la mayoría de los escritos a este respecto como la excepción dentro del ámbito latinoamericano debido a su mayor grado de homogeneidad tanto económico como social. Los cambios operados a partir de los últimos años de la década de los setenta y exacerbados con el modelo de convertibilidad habrían, sin embargo, acercado notablemente la realidad argentina a la de sus economías vecinas.” Así, la política económica adoptada para instaurar el NME tuvo dos efectos destacables sobre el empleo: a) al acentuar la heterogeneidad estructural de la economía prohijó un aumento del empleo raquítico ya que las actividades que experimentaron un crecimiento de la producción, calificables como de carácter moderno, fueron reducidas y muy circunscritas; b) el aumento de la heterogeneidad estructural tendió a conformar un mercado de trabajo segmentado, en el cual conviven ocupaciones de distintos grados de calidad de acuerdo al sector de la economía en que pueden insertarse los trabajadores (A. Lavopa, 2007; Pág. 22) (24)

b) Respecto a este punto se ha mostrado que la disminución del empleo industrial ha tenido efectos no menores sobre el empleo global. En el caso argentino, se encontró que –entre 1990 y 1996- la caída de los empleos plenos correspondía en sus dos terceras partes a la manufactura. Y que “los rasgos de la contracción del empleo observada en el período citado son semejantes a los observados en la fase contractiva”. Se concluía que el empleo industrial, fuertemente reducido, tuvo una muy significativa incidencia en el empleo global de la economía. (R. Frenkel- Rozada, 2001. Pág. 170)

c) Se ha reconocido que la caída del empleo en la industria manufacturera argentina durante la década de los ’90 tiene diversas causas; aunque es posible señalar entre ellas a las más importantes.

Algunos autores afirman que el descenso continuo observado en dicha década obedeció más a la crisis agudizada desde fines de los ‘80 y la restructuración sectorial subsiguiente que al reemplazo de trabajo por capital, provocado por la modificación de los precios relativos durante la vigencia del Patrón dólar y por un aumento del nivel de modernización del entramado industrial del país. En su lugar, dicen, debe colocarse, principalmente, a la escasa absorción y/o demanda de trabajo típica de las actividades manufactureras con mayor peso en la producción y el empleo sectorial y a la desaparición de no pocas empresas pequeñas y medianas. Éstas últimas llevaban a cabo actividades con un nítido sesgo en el uso de mano de obra y resultaron particularmente afectadas por la apertura comercial. Sin negar la existencia de otros factores que estuvieron presentes en los ’90, como el reemplazo de la producción por la importación y el achicamiento de la nómina, los consideran menos significativos en términos cuantitativos (D. Aspiazu, E. Basualdo y M. Schorr)

24

“Heterogeneidad de la estructura productiva argentina: impacto en el mercado laboral durante el período 1991-

2003” Documentos de Trabajo, 9. CEPED.

28

Otra explicación coloca el énfasis en “el estilo de reestructuración productiva adoptado en la mayoría de los países, donde el ajuste a nivel de las empresas se basaba primordialmente a través de la disminución del nivel de empleo como mecanismo para aumentar la productividad y recuperar los márgenes de ganancia, particularmente en el sector industrial. Ese tipo de ajuste ha llevado a numerosos países a facilitar los despidos, introducir contratos más flexibles y, en general, a reducir costos laborales incluyendo los salarios. El equilibrio macroeconómico y la capacidad competitiva de las empresas se obtiene, entonces, en el corto plazo, al costo de menor nivel de empleo, mayor inestabilidad y desprotección de los trabajadores” (OIT, 1996).

Un caso interesante de reducción de la participación del empleo industrial combinado con un aumento del correspondiente a la agricultura, un fenómeno considerado anormal, observado desde la ruptura de la Unión Soviética, es el de las repúblicas del Asia Central. Aquí merece destacarse que ese proceso, interpretado como el de una reestructuración de la economía y de reasignación de factores productivos25, trajo consigo un aumento de la importancia de las ramas industriales más ligadas a los recursos (en la mayor parte de las economías de dicha región), una disminución de la participación del trabajo de mayor calificación y un notorio incremento de la informalidad. Además, tuvo lugar un aumento del empleo en los servicios orientados por el mercado, de tal modo que actuaron como “empleadores de última instancia” (J. Felipe, 2010; Pág. 110).

El patrón de cambio estructural de esas ex-repúblicas soviéticas26 debe ser asociado a una profunda modificación político-social y a la introducción de un modelo económico nítidamente diferente al existente.

Conclusión:

El aumento del desempleo abierto y la contracción del empleo industrial de los ’90, en Argentina, tienen lugar en el contexto más amplio del ámbito regional; la diferencia con el caso argentino consiste en que el fenómeno alcanza aquí una magnitud mucho mayor.

Interpretar el comportamiento de dicha variable en el ámbito industrial como una manifestación del proceso de desindustrialización, entendido éste como una evolución predecible, consecuencia del proceso de transformación propio del sistema productivo capitalista, omitiría una cuestión importante: la incidencia de las políticas adoptadas en los años 1976-83 y de las condiciones macroeconómicas en los restantes años de la década de los ’80 sobre la producción manufacturera y la estructura productiva sectorial. Dicha incidencia fue significativa y ha sido considerada como perjudicial para la continuidad del proceso de industrialización en curso a mediados de los ’70.

Cabe tomar en cuenta, asimismo, los efectos que genera, a su vez, el proceso de des-industrialización sobre la dinámica del sistema productivo en su conjunto. Los eslabonamientos y el derrame (“linkages”, “spillover”) y las economías de escala propios del aumento y diversificación de la producción manufacturera pierden intensidad y dejan, por ende, de incidir positivamente, con enjundia, sobre la producción de la economía en su conjunto. Así, se deduce que hay una ausencia de ciertas fuerzas dinamizadoras (al contraerse la producción de partes integrantes de ramas manufactureras o bien, al desaparecer algunos núcleos productivos), lo cual debe restarle impulso al crecimiento económico si no existe una producción de reemplazo que tenga un efecto semejante al de la reemplazada.

I.2.4 PERÍODO 2003-2011

La prolongada recesión iniciada en 1998 desembocó en la aguda crisis de 2001-2002, la que marcó el final del modelo monetario y cambiario tipo patrón oro, en el cual el rol del metal lo desempeñaba el dólar estadounidense. El reemplazo del patrón dólar implicó la restauración de una política monetaria activa y además la modificación de los precios relativos asociada a la fuerte devaluación de la moneda, en 2002, la variación favorable de los términos del intercambio, la adopción de programas de empleo de emergencia y el aumento de la demanda efectiva, tuvieron efectos de reactivación de la economía27.

25

O. Blanchard, “The economics of post-communist transition”; Oxford: Clarendon Press, 1997. 26

Azerbaijan, Kazakhstan, Kirgyztan, Tajikistan y Uzbekistan. 27

Una exposición del contexto macroeconómico a partir de 2002 y sus principales características, se encuentra en

Simposio 2, El Modelo Productivo argentino; Pág. 1/24

29

La relativamente rápida superación de la profunda crisis económico-financiera de 2001-2002 trajo consigo, primero, una caída de las elevadas tasas del desempleo y del subempleo involuntario (Ver Cuadro 10 y Gráfico 4) y luego, una modificación de las pautas de comportamiento sectoriales respecto a la utilización de la fuerza de trabajo.

La proporción de la PEA con problemas de empleo descendió desde un 39% (desempleo abierto más subempleos) al 24% en dos años. En 2011, dicha cifra alcanzaba al 10%. Si bien se registró un descenso en el ritmo de crecimiento de la PEA, de acuerdo a los datos de los años 1991, 2001 y 2010, la recuperación del empleo muestra que la reactivada demanda de trabajo fue la explicación primordial para el aumento de la PEA ocupada (Cuadro 10.2) y el señalado descenso del desempleo abierto y el subempleo involuntario.

CUADRO 10.1 Evolución de las tasas de actividad, desempleo y subempleo

Período 2000-2011

Año Tasa de

Actividad Tasa de

desempleo

tasa de subempleo demandan

te

2000 41,6 14,5 14,3

2001 42,1 15,5 15,0

2002 40,5 21,8 17,0

2003 45,6 16,4 13,5

2004 45,9 13,6 10,4

2005 45,7 12,1 8,9

2006 46,2 10,5 7,9

2007 46,2 8,8 6,9

2008 45,8 7,9 6,1

2009 46,0 8,4 6,7

2010 46,1 8,0 6,6

2011 … 7,6 6,3

Fuente: INDEC EPH

GRÁFICO 4

Evolución de las tasas de desempleo y subempleo involuntario

Período 2000-11 En Porcentajes

0

5

10

15

20

25

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Años

Po

rce

nta

jes

Tasa desempleoTasa de subempleo involuntario

30

CUADRO 10.2 VARIACIÓN DE LA PEA Y DEL EMPLEO

Año PEA PEA

OCUPADA

PEA Variación Anual %

Empleo Variación Anual %

1991 13.202.200 12.368.328

1997 14.401.756 13.020.488

2001 15.264.783 10.913.187

2010 17.202.141 15.524.932

2001/1991 -1.455.141 1,46 -1,2595

2010/2001 4.611.745 1,20 3,56

2010-1997 2.504.444 1,376 1,764

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC, Población y PEA, Pea Ocupada, 1991, 2001 y Empleo en 31Aglomerados urbanos.

En este contexto tuvo lugar el proceso de aumento de la producción industrial que permitió una recuperación de la participación del sector en el PBI argentino. Esto puede visualizarse en el Gráfico 5. Sin embargo, el fuerte incremento del VAB industrial que se prolongó hasta 2011, no logró sostener el aumento de la participación sectorial en el PBI, con lo cual ésta comenzó a caer levemente desde 2006 hasta 2009, generándose después un nuevo y muy suave ascenso.

El aumento de la producción industrial fue acompañado, a su vez, por una notoria modificación del proceso de empleo de trabajo en la manufactura que había tenido lugar en los ’90. Durante los primeros años del proceso de reactivación de la producción global, la industria manufacturera constituyó uno de los sectores que más empleos creó, contribuyendo muy significativamente al crecimiento del producto global de la economía. El Cuadro 10.3 presenta la evolución quinquenal del insumo estimado de mano de obra por la industria. Entre el quinquenio 2000-04 y 2005-09 el sector incorporó entre 400 mil y 440 mil personas, lo cual representa entre un 17% y 18% del incremento total de ocupados de la economía argentina (comparando la ocupación de 1997 con la de 2010; Cuadro 10.2)

GRÁFICO 5

VAB de la industria manufacturera y participación en el PBI

Período 1980-2011 En millones de $ de 1993 y en %

30000,0032000,0034000,0036000,0038000,0040000,0042000,0044000,0046000,0048000,0050000,0052000,0054000,0056000,0058000,0060000,0062000,0064000,0066000,0068000,0070000,0072000,0074000,0076000,0078000,00

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

2002

2004

2006

2008

2010

años

Mil

lon

es d

e $

93

14,00

16,00

18,00

20,00

22,00

Po

rcen

taje

s

Ind manuf VAB/pib

31

CUADRO 10.3 INDUSTRIA MANUFACTURERA: INSUMO DE MANO DE OBRA

En miles

CONCEPTO 1993-94 1995-99 2000-04 2005-

09 2010 2011

Puestos de trabajo 2.039 1.894 1.829 2.235 2.397 2.403

Asalariados registrados 1.064 974 844 1.123 1.214 1.236

Asalariados no registrados 428 424 422 516 552 541

No asalariados 548 496 563 596 631 626

Puestos de trabajo equivalente 1.840 1.661 1.481 1.866 2.008 2.004

Fuente: Elaboración propia sobre la base de las estimaciones de INDEC, Cuentas Nacionales.

GRÁFICO 6

ÍNDICES DE VOLUMEN FÍSICO (IVF), DE OBREROS OCUPADOS

(IOO) Y DE HORAS TRABAJADAS (IHT) 1993-2011

50,0

60,0

70,0

80,0

90,0

100,0

110,0

120,0

130,0

140,0

150,0

160,0

170,0

1993

1995

1997

1999

2001

2003

2005

2007

2009

2011

AÑOS

Ind

ices b

ase 1

997 =

100

IVF

IOO

IHT

CUADRO 11.1 INDUSTRIA MANUFACTURERA

Personal Ocupado

Rama 1994 1997 2002 2009 2009-2002

Nivel general 1.991.017 1.821.055 1.269.191 1.712.142 442.951

15 Alimentos y Bebidas 532.842 490986 395.128 509.469 114.341

16 Productos de Tabaco 7.118 6289 6.217 6.808 591

17 Productos Textiles 99.071 91194 55.734 73.942 18.208

18 Confección de Prendas de Vestir; Terminación y Teñido de Pieles

148.430 123321 66.032 88.154 22.122

19 Curtido y Terminación de Cueros, Fab. De Productos de Cuero

85.938 76087 58.629 65.113 6.484

20 Produc. de Madera y Fab. de Productos de Madera y Corcho

105.358 97266 69.193 83.059 13.866

21Papel y Productos de Papel 39.735 33878 23.714 30.015 6.301

22 Edición e Impresión; Reproducción de Grabaciones 86.317 76635 59.868 60.799 930

23 Fab. de Coque, producto de la refinación del Petróleo 10.455 9461 8.276 9.593 1.318

24 Sustancias y Productos Químicos 85.909 83178 67.141 89.940 22.800

25 Productos de Caucho y Plástico 95.290 102175 77.156 103.681 26.525

26 Productos Minerales No Metálicos 135.229 122958 71.397 109.507 38.110

27 Metales Comunes 58.476 56255 41.575 50.944 9.369

28 Metal, Excepto Maquinaria y Equipo 86.168 85380 48.593 75.954 27.361

29 Maquinaria y Equipo NCP 88.554 81768 53.201 84.785 31.584

32

31 Maquinaria y Aparatos Eléctricos NCP 44.665 40281 23.309 33.380 10.071

32 Equipos y Aparatos de radio, Televisión y Comunicaciones

13.973 10461 5.054 7.400 2.346

33 Instrumentos Médicos y de Precisión 11.464 10942 7.083 9.033 1.950

34 Vehículos Automotores, Remolque y Semirremolques 108.953 89343 44.539 84.289 39.750

35 Equipo de Transporte NCP 14.988 13895 10.591 16.376 5.785

36 De Muebles y Colchones, Ind. Manufactureras NCP 134.893 119302 73.501 99.305 25.805

Total de la industria manufacturera 1.993.827 1.821.055 1.265.929 1.691.545 425.616

Fab. De maquinas de contabilidad e informática 3121

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC, EIM-IOO y A. Lavopa, Documentos de Trabajo 9, CEPED, Anexo 1, Pág. 51.

Nota: Los datos correspondientes a la rama Fabricación de máquinas de contabilidad e Informática no figuran en los restantes años en virtud del secreto estadístico.

La contribución de las ramas manufactureras a la creación de empleos aparece en los Cuadros 11.2 y 11.3. Destacan las actividades que se afirmaron en la década de los ’90, sesgadas hacia la especialización en recursos naturales y los bienes de consumo “tradicionales” o bien, de producción de ‘commodities’ que reúnen el 47,5% de los empleos acrecentados desde 2002. Luego, aparecen los bienes intermedios con el 31% y en tercero y último lugar, la producción de artículos a los que se considera reveladores de un avance mayor en el proceso de industrialización (bienes de capital, producción de automotores y artículos de factura más compleja y demandantes de ciertos avances tecnológicos) con el 21,5% del total. Es preciso tener en cuenta que varios artículos comprendidos en estas ramas de la actividad industrial volvieron a ser producidos en el país, después que se hubiera alcanzado, a mediados de los ’70, un cierto grado de avance en su producción por parte de diversas empresas. El restablecimiento de estas actividades productivas tiene lugar accediendo a una etapa inicial, la del ensamble de partes importadas, la que ya había comenzado a ser superada, durante la ISI, en una diversidad de productos.

CUADRO 11.2 INDUSTRIA MANUFACTURERA

Participación de las ramas en el total de empleos creados

Nivel general 100

15 Alimentos y Bebidas 26,86

16 Productos de Tabaco 0,14

17 Productos Textiles 4,28

18 Confección de prendas de vestir, 5,20

19 Curtido y Terminación de Cueros, Fab. de Productos de Cuero 1,52

20 Productos de Madera y Fab. de Productos de Madera y Corcho 3,26

21Papel y Productos de Papel 1,48

22 Edición e Impresión; Reproducción de Grabaciones 0,22

23 Fab. de Coque, producto de la refinación del Petróleo 0,31

24 Sustancias y Productos Químicos 5,36

25 Productos de Caucho y Plástico 6,23

26 Productos Minerales No Metálicos 8,95

27 Metales Comunes 2,20

28 Metal, Excepto Maquinaria y Equipo 6,43

29 Maquinaria y Equipo NCP 7,42

31 Maquinaria y Aparatos Eléctricos NCP 2,37

32 Equipos y Aparatos de radio, Televisión y Comunicaciones 0,55

33 Instrumentos Médicos y de Precisión 0,46

34 Vehículos Automotores, Remolque y Semirremolques 9,34

35 Equipo de Transporte NCP 1,36

36 De Muebles y Colchones, Ind. Manufactureras NCP 6,06

Fuente: Elaboración propia sobre la base del Cuadro 11.1

33

CUADRO 11.3 INDUSTRIA MANUFACTURERA

Participación de Ramas agrupadas en el total de empleos creados (PO) 2009-2002

Ramas agrupadas Participación en Variación

Variación PO2009-2002

Nivel General 100 425.629 Alimentos y Bebidas 26,86 114.341 Fabricación de Muebles y Colchones, Ind. Manufactureras NCP 6,06 25.805 Confección de prendas de vestir, etc. 5,20 22.122 Productos Textiles 4,28 18.208 Produc. de Madera y Fab. de Productos de Madera y Corcho 3,26 13.866 Curtido y Terminación de Cueros, Fab. De Productos de Cuero 1,52 6.484 Edición e Impresión; Reproducción de Grabaciones 0,22 930 Productos de Tabaco 0,14 591 Subtotal 1 47,54 202.346 Productos Minerales No Metálicos 8,95 38.110 Metal, Excepto Maquinaria y Equipo 6,43 27.361 Productos de Caucho y Plástico 6,23 26.525 Sustancias y Productos Químicos 5,36 22.800 Metales Comunes 2,20 9.369 Papel y Productos de Papel 1,48 6.301 Fab. de Coque, producto de la refinación del Petróleo 0,31 1.318 Subtotal 2 30,96 131.783 Vehículos Automotores, Remolque y Semirremolques 9,34 39.753 Maquinaria y equipo NCP 7,42 31.581 Maquinaria y aparatos eléctricos NCP 2,37 10.087 Equipo de transporte 1,36 5.788 Equipos y aparatos de radio , televisión y comunicaciones 0,55 2.341 Instrumentos Médicos y de Precisión 0,46 1.950 Subtotal 3 21,50 91.499

NCP: No Clasificado Previamente Fuente: Elaboración propia a partir de Cuadros 11.1 y 11.2

Es importante señalar entre las dificultades que, en su momento, fueron identificadas por diversos autores en relación a la continuación de la industrialización por sustitución de importaciones (ISI) en el contexto de la reserva del mercado doméstico, estaban la relativa pequeñez de su tamaño, la reducción de la dinámica del crecimiento manufacturero asociado a la elasticidad ingreso del patrón de la demanda de los bienes durables y el carácter de la restricción externa que afectaba a la economía argentina (D. Félix, 1970). Si bien este diagnóstico, como otros, desembocaba en la necesidad de rectificar la política de industrialización vigente a fines de los ’60, ello de ningún modo implicaba transitar el camino seguido entre 1976 y 1983 y desde comienzos de los ’90 ni tampoco hacerlo en una senda que se basara en fundamentos iguales a los que sustentaron estas fracasadas experiencias. Entonces, es procedente reflexionar acerca de la significación de reconstruir lo que había, en alguna medida, al menos, y de avanzar para lograr lo que no existe (ni existió), tomando en cuenta las limitantes de la ISI y lo alcanzado como resultado de la evolución desde la crisis de 2001-2002.

Ante la disminución del número del personal asalariado en condiciones regulares o formales y el aumento de los informales y precarios que se gestó, principalmente, durante los ’90, es interesante observar la evolución de los primeros a través de las cifras del personal registrado.

En los Cuadros 12.1 y 12.2 y en los Gráfico 7.1 y 7.2 se presentan las cifras del personal registrado en las áreas pública y privada expresadas en números índice y la contribución sectorial al aumento del empleo formal.

34

La tasa de crecimiento acumulativa anual del personal registrado entre 2010 y 1996 fue del 6,58%, correspondiéndole el 6,04% al área pública de la economía y el 3,88% a la privada. Si se examina la evolución tomando el año 2002 como base, resulta que el ritmo de incorporación de personal registrado (formal) en el área privada fue mayor que el de la pública. Es decir, que la reacción del área privada fue la que encabezó el proceso de incorporación de trabajo formal a la producción.

En cuando al crecimiento sectorial del empleo formal (Cuadro 12.2 y Gráfico 7.2) hasta el año 2007, la industria manufacturera fue la que encabezó la contribución a su aumento (con el 17%), siguiéndole el Comercio mayorista y minorista y las Actividades inmobiliarias, de servicios empresariales y de alquiler (15%) y la construcción (13%) .

CUADRO 12.1 EMPLEO ASALARIADO REGISTRADO EN EL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES –PÚBLICO

Y PRIVADO En números índice 1996=100

Año Sector

Privado Sector Público

TOTAL

1996 100,00 100,00 100,00

1997 108,86 128,99 111,79

1998 116,31 136,75 119,28

1999 115,28 138,64 118,67

2000 113,69 141,03 117,66

2001 111,58 148,54 116,95

2002 100,21 148,58 107,24

2003 106,02 151,36 112,61

2004 118,95 158,76 124,74

2005 133,45 167,59 138,41

2006 146,39 179,59 151,21

2007 158,98 191,09 163,65

2008 168,68 203,34 173,72

2009 166,18 217,80 173,68

2010 170,31 227,35 178,59

2011

2010-1996 Tasa

acumulativa anual

3,88 % 6,04 % 4,23%

2010-2002 T.A.A.

6,85 % 5,46% 6,58%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del MTySS

35

GRÁFICO 7.1

Empleo Registrado Privado y Público

2.000.000

2.400.000

2.800.000

3.200.000

3.600.000

4.000.000

4.400.000

4.800.000

5.200.000

5.600.000

6.000.000

6.400.000

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

año

em

ple

o p

rivad

o

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1.000.000

1.100.000

1.200.000

1.300.000

1.400.000

1.500.000

em

ple

o p

úb

lico

Sector Privado

Sector Público

CUADRO 12.2 CONTRIBUCIÓN SECTORIAL AL CRECIMIENTO DEL EMPLEO FORMAL (REGISTRADO) AÑO 2007 VS 2002

SECTOR VAR 2007-02 %

Industria manufacturera 17

Activ. Inmóvil., empresar. y de alquiler

15

Comercio mayorista y minorista 15

Construcción 13

Transporte 6

Activ. Agropecuarias y extractivas 6

Hoteles y restaurantes 4

Intermediación financiera 2

GRÁFICO 7.2

Contribucion sectorial al crecimiento del empleo

formal

Período 2002-2007

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

Indu

stria

manu

factur

era

Activ in

mob

il. E

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es alqu

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Com

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ct.

Hote

les y re

stau

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es

Inte

rmed

iacion

fina

nciera

Sectores

Po

rcen

taje

s

Serie1

36

Se ha afirmado que el avance de la informalidad y la precariedad laboral se vinculan a la heterogeneidad estructural de la economía. Sin embargo, tal consideración ha sido puesta en duda o bien, relativizada aduciendo que otros factores tienen una incidencia más categórica sobre esas características de las relaciones laborales. Puede pensarse, también, que la correlación entre acentuación de la heterogeneidad estructural y aumento del personal informal y precario (y viceversa) no aparece claramente establecida (A. Lavopa, 2007). Y que es posible señalar como factor desencadenante, no menor o principal, de la disminución de la formalidad y del trabajo decente a lo acontecido en los órdenes institucional y político-sindical (considerados, en principio, al menos, exógenos a lo estructural). Por ello, cabría plantear la hipótesis que la reducción de la informalidad y la precariedad y, a contrario sensu, el aumento de la formalidad laboral, dicen relación con la propia reducción o incremento del desempleo y subempleo, la mayor capacidad de negociación de los sindicatos de trabajadores, el peso de la legislación laboral y la tarea de regulación estatal.

Sin embargo, es difícil no reconocer que las condiciones de la producción en el plano microeconómico tienen su influencia sobre este aspecto del empleo. Las actividades productivas componentes de los llamados micro-emprendimientos y las pequeñas empresas cuyos niveles medios de productividad son particularmente reducidos, tienden a cobijar a un tipo de empleo informal y/ o de carácter precario. Aunque ciertamente, no sean éstas las únicas actividades que lo prohíjan.

La cuestión salarial –que constituye un punto insoslayable del tema de la formalidad-informalidad-precariedad- al “constituir algo que tiene relaciones muy íntimas con el sistema económico moderno, se deriva de los caracteres e instituciones especiales de ese sistema”. Pero, es fundamental tener presente que éstos abarcan “la distribución de la propiedad, la forma en que ésta se disfruta y la naturaleza de la producción y de la división del trabajo” (M. Dobb, 1973; pág. 13). La heterogeneidad estructural señalada por varios autores que aplicaron el enfoque estructuralista, entendemos, queda comprendida en el ámbito más amplio de la naturaleza de la producción y de la división del trabajo. Y puede razonarse que las relaciones diversas que suelen comprenderse en el plano del “mercado de trabajo” (la sindicalización y la existencia de convenios colectivos, su grado de alcance en el universo de los trabajadores, la regulación estatal, etc.) presentan una vinculación significativa con la naturaleza de la estructura productiva de la economía, lo cual tiene que ver con la particularidad que asume en los países en desarrollo y su especificidad dentro de ellos.

En la etapa de la posconvertibilidad se observa, como se dijo antes, un aumento del empleo global, particularmente, en la industria manufacturera, unido a una mejora (28) en el nivel de formalidad de la relación laboral (o el registro del personal) y en la calidad de aquél. Existe, así, una vinculación entre el rendimiento o productividad del trabajo, la absorción de mano de obra y la calidad del empleo. En los gráficos siguientes se presenta la evolución del personal registrado en sectores económicos escogidos.

GRÁFICO 7.3: EVOLUCIÓN DEL PERSONAL REGISTRADO: AGRICULTURA, GANADERÍA, CAZA Y SILVICULTURA Y EL TOTAL

DE LA ECONOMÍA

Empleos en Agricultura, ganadería, caza y silvicultura y en el total de la

economía- Período 1996-2011

200.000

220.000

240.000

260.000

280.000

300.000

320.000

340.000

360.000

380.000

1º T

rim

199

6

4º T

rim

199

6

3º T

rim

199

7

2º T

rim

199

8

1º T

rim

199

9

4º T

rim

199

9

3º T

rim

200

0

2º T

rim

200

1

1º T

rim

200

2

4º T

rim

200

2

3º T

rim

200

3

2º T

rim

200

4

1º T

rim

200

5

4º T

rim

200

5

3º T

rim

200

6

2º T

rim

200

7

1º T

rim

200

8

4º T

rim

200

8

3° T

rim

200

9

2° T

rim

201

0

1° t

rim 2

011

0

1.000.000

2.000.000

3.000.000

4.000.000

5.000.000

6.000.000

7.000.000Agricultura,

ganaderia, caza

y silvicultura

Total general

Polinómica

(Total general)

Polinómica

(Agricultura,

ganaderia, caza

y silvicultura)

Fuente: Elaboración propia sobre datos de INDEC, Cuadro 3. Empleo asalariado registrado - Privado (1) - Grandes

divisiones.

28

Aunque no su desaparición ya que, se estima, el trabajo informal alcanza alrededor de un 36% de los empleos.

37

GRÁFICO 7.4

Empleo registrado total y de Pesca y servicios conexos

Período 1996-2011

4.000

6.000

8.000

10.000

12.000

14.000

16.000

18.000

20.000

22.000

1º T

rim 1996

4º T

rim 1996

3º T

rim 1997

2º T

rim 1998

1º T

rim 1999

4º T

rim 1999

3º T

rim 2000

2º T

rim 2001

1º T

rim 2002

4º T

rim 2002

3º T

rim 2003

2º T

rim 2004

1º T

rim 2005

4º T

rim 2005

3º T

rim 2006

2º T

rim 2007

1º T

rim 2008

4º T

rim 2008

3° T

rim 2

009

2° T

rim 2

010

1° tr

im 2

011

Trimestre

Em

ple

os P

esca y

co

nexo

s

2.500.000

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

5.000.000

5.500.000

6.000.000

6.500.000

Em

ple

o t

ota

l

Pesca y

servicios

conexos

Total general

Polinómica

(Total general)

Polinómica

(Pesca y

servicios

conexos)

Fuente: Elaboración propia sobre datos de INDEC, Cuadro 3. Empleo asalariado registrado - Privado (1) - Grandes

divisiones.

GRAFICO 7.5

Empleo Registrado en Minas y Canteras y Total General En Nos. Índice

Base 1er Trim1996=100

60

80

100

120

140

160

180

200

220

1º T

rim 1

996

4º T

rim 1

996

3º T

rim 1

997

2º T

rim 1

998

1º T

rim 1

999

4º T

rim 1

999

3º T

rim 2

000

2º T

rim 2

001

1º T

rim 2

002

4º T

rim 2

002

3º T

rim 2

003

2º T

rim 2

004

1º T

rim 2

005

4º T

rim 2

005

3º T

rim 2

006

2º T

rim 2

007

1º T

rim 2

008

4º T

rim 2

008

3° T

rim 2

009

2° T

rim 2

010

1° tr

im 2

011

Min

as y

Can

tera

s

60

80

100

120

140

160

180

200

Tota

l Gra

l.

Explotacion de minas y canteras Total generalPolinómica (Total general) Polinómica (Explotacion de minas y canteras)

GRAFICO 7.6

Empleo registrado industrial y total general 1996- Itr / 2011- ITr

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1.000.000

1.100.000

1.200.000

1.300.000

1º T

rim 1

996

4º T

rim 1

996

3º T

rim 1

997

2º T

rim 1

998

1º T

rim 1

999

4º T

rim 1

999

3º T

rim 2

000

2º T

rim 2

001

1º T

rim 2

002

4º T

rim 2

002

3º T

rim 2

003

2º T

rim 2

004

1º T

rim 2

005

4º T

rim 2

005

3º T

rim 2

006

2º T

rim 2

007

1º T

rim 2

008

4º T

rim 2

008

3° T

rim 2

009

2° T

rim 2

010

1° tr

im 2

011

Trimestres

Em

ple

o i

nd

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ial

2.500.000

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

5.000.000

5.500.000

6.000.000

6.500.000

Em

ple

o t

ota

l

Industria

manufactur

era

Total

general

Polinómica

(Industria

manufactur

era)

Polinómica

(Total

general)

38

GRAFICO 7.7

Empleo Registrado de EGA y Total General En Nos. Índice

I Trim96 =100

y = 0,4114x + 100,17

R2 = 0,7796

60

70

80

90

100

110

120

130

140

1º T

rim 1

996

4º T

rim 1

996

3º T

rim 1

997

2º T

rim 1

998

1º T

rim 1

999

4º T

rim 1

999

3º T

rim 2

000

2º T

rim 2

001

1º T

rim 2

002

4º T

rim 2

002

3º T

rim 2

003

2º T

rim 2

004

1º T

rim 2

005

4º T

rim 2

005

3º T

rim 2

006

2º T

rim 2

007

1º T

rim 2

008

4º T

rim 2

008

3° T

rim 2

009

2° T

rim 2

010

1° tr

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011

EG

A

60

80

100

120

140

160

180

200

TO

TA

L G

RA

L

Electricidad, gas y aguaTotal general4 per. media móvil (Total general)Lineal (Electricidad, gas y agua)

GRAFICO 7.8

Empleo registrado industrial y total general 1996- Itr / 2011- ITr

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1.000.000

1.100.000

1.200.000

1.300.000

1º T

rim 1996

4º T

rim 1996

3º T

rim 1997

2º T

rim 1998

1º T

rim 1999

4º T

rim 1999

3º T

rim 2000

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rim 2001

1º T

rim 2002

4º T

rim 2002

3º T

rim 2003

2º T

rim 2004

1º T

rim 2005

4º T

rim 2005

3º T

rim 2006

2º T

rim 2007

1º T

rim 2008

4º T

rim 2008

3° T

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009

2° T

rim 2

010

1° tr

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011

Trimestres

Em

ple

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nd

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2.500.000

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

5.000.000

5.500.000

6.000.000

6.500.000

Em

ple

o t

ota

l

Industria

manufactur

era

Total

general

Polinómica

(Industria

manufactur

era)

Polinómica

(Total

general)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC Empleo Asalariado registrado (privado). Coeficiente de

correlación: 0.945 Observación: puede apreciarse que, en el empleo registrado, el personal incorporado a la industria manufacturera ha mostrado entre 1998 y 2002 una caída más acentuada que la correspondiente a toda la economía. A partir de 2003, el aumento de la ocupación del sector manufacturero tuvo un impulso mayor que el del total. Finalmente, desde 2008, la industria mostró una desaceleración del ritmo de incorporación de personal respecto del total de la economía (Según el Cuadro 6 la tasa media anual de crecimiento del empleo registrado industrial fue del 5,42% y la de la economía del 6,02%). Sin embargo, este comportamiento, debe adicionarse al del personal informal y precario, a fin de realizar una evaluación comprehensiva de la cuestión.

39

Cabe destacar que la relación existente entre el empleo industrial y el empleo total es estrecha, ya que el coeficiente de correlación resulta ser elevado en ambas series que muestran al empleo remunerado (la del período 1950-73 y también, la de 1996-2011).

GRÁFICO 7.9

Empleo Registrado en la producción de bienes y

servicios 1996-2011

1.000.000

1.250.000

1.500.000

1.750.000

2.000.000

2.250.000

1º T

rim 1

996

4º T

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1º T

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999

4º T

rim 1

999

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000

2º T

rim 2

001

1º T

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002

4º T

rim 2

002

3º T

rim 2

003

2º T

rim 2

004

1º T

rim 2

005

4º T

rim 2

005

3º T

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006

2º T

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1º T

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1.250.000

1.500.000

1.750.000

2.000.000

2.250.000

2.500.000

2.750.000

3.000.000

3.250.000

3.500.000

3.750.000

4.000.000

4.250.000

Em

ple

os

en s

ervi

cio

s

Producción de Bienes Producción de Servicios

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC Empleo Asalariado registrado (privado).

GRÁFICO 7.10

Empleo Registrado en la producción de bienes y servicios

Período 1er. Trim. 1996- 1er. Trim 2011 En Porcentajes

0 10 20 30 40 50 60 70

1996-1999

2000-2004

2005-2009

2010

2011 1er Trim.

Perí

od

os

Porcentajes

Producción

de Servicios

Producción

de Bienes

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC Empleo Asalariado registrado (privado).

Casi todos los sectores de la economía aumentaron el empleo de personal registrado, lo que se correspondió en, general, con una tendencia similar en el empleo total (registrado y no registrado). Pero, existió una diferencia en los ritmos de crecimiento del personal registrado. Los Gráficos 7.9 y 7.11 permiten apreciar que la industria manufacturera tuvo tanto una caída más acentuada (hasta 2001) como una breve recuperación más acelerada (desde 2002 a 2004) y finalmente, una desaceleración respecto a la economía en su conjunto, a partir de principios de 2005. De todos modos, si bien existió una elevada correlación entre la incorporación de personal registrado a la manufactura y el total de la economía, ello no establece el orden de causalidad entre ambos comportamientos. Puede afirmarse, sí, que la reactivación del empleo y la producción industrial contribuyeron en forma significativa al incremento del PBI total y de la ocupación de la economía.

40

GRÁFICO 7.11

Participación del empleo registrado de la industria manufacturera en el total

registrado de la economía Período 1996-I / 2011-I En %

15,00

17,50

20,00

22,50

25,00

27,50

1º T

rim 1

996

4º T

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999

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rim 2

001

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4º T

rim 2

002

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rim 2

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004

1º T

rim 2

005

4º T

rim 2

005

3º T

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2º T

rim 2

007

1º T

rim 2

008

4º T

rim 2

008

3° T

rim 2

009

2° T

rim 2

010

1° tr

im 2

011

Trimestre

Po

rcen

taje

s

PORegistrado ind/PORegistrado total

CUADRO 13 PERSONAL REGISTRADO EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA

Primer Trimestre de 1996/Primer Trimestre de 2011

Código Industria 1996-I 2011-I 1996-I 2011-I Orden

crecimiento

Nivel General 918.754 1.241.490 100 135,1

15 Alimentos 280.706 352.360 100 125,5

16 Tabaco 5.593 7.193 100 128,6

17 Productos textiles 53.295 66.594 100 125,0

18 Confecciones 35.702 50.741 100 142,1 10º.

19 Cuero y calzado 37.243 46.671 100 125,3

20 Madera 21.716 31.586 100 145,5 8º.

21 Papel 27.850 34.848 100 125,1

22 Edición 38.899 49.264 100 126,6

23 Productos de petróleo 8.181 9.139 100 111,7

24 Productos químicos 74.413 100.393 100 134,9

25 Productos de caucho y plástico 42.254 64.000 100 151,5 7º.

26 Otros minerales no metálicos 34.567 44.728 100 129,4

27 Metales comunes 34.520 40.910 100 118,5

28 Otros productos de metal 56.417 93.881 100 166,4 3º.

29 Maquinaria y equipo 44.290 69.563 100 157,1 4º.

30 Maquinaria de oficina 865 2.905 100 335,8 2º.

31 Aparatos eléctricos 15.907 22.001 100 138,3

32 Radio y televisión 7.394 8.431 100 114,0

33 Instrumentos médicos 5.518 8.566 100 155,2 5º.

34 Automotores 56.155 85.178 100 151,7 6º.

35 Otros equipo de transporte 7.723 11.157 100 144,5 9º.

36 Muebles 28.582 38.000 100 133,0

37 Reciclamiento de desperdicios y desechos

964 3.381 100 350,7 1º.

Primeras 5 (55,4% y 54,3 %) 508.859 674.088

Primeras 10 (75,9% y 74,5 %) 697.477 925.674

Fuente: Elaboración propia sobre la base de MTySS

41

El comportamiento a nivel de rama industrial difirió entre sí; algunas ramas acrecentaron más que otras el ritmo de la incorporación de personal registrado (Ver el Cuadro 13). Sin embargo, las que inciden más significativamente en el nivel general del empleo registrado industrial son las que marcaron el ritmo medio del conjunto: las cinco primeras ramas reunían, en 1996, el 55,4% del total del POR y tres lustros más tarde, el 54,3%. Si se examinan las diez primeras, su incidencia es sólo levemente menor al cabo del período citado que al principio. Pero, sólo algunas de las ramas que mostraron mayor dinamismo en la incorporación de personal registrado (29, 30, 33, 34 y 35) comprenden actividades de producción sesgadas, en general, hacia la utilización de tecnologías más complejas (‘medias altas y altas tecnologías”). Los cuadros de valores producidos muestran, también, una incidencia similar en cuanto al dinamismo -superior al nivel general de la industria- y la intensidad tecnológica utilizadas por algunas de esas ramas (Cuadros 14.1 y 14.2 ).

CUADRO 14.1

EVOLUCIÓN DEL VAB DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA SEGÚN VALORES CONSTANTES DE 1993 - PERÍODOS QUINQUENALES, 1990-2011

En números índice

Descripción 1990-1994 1995-1999

2000-2004 2005-2009

2010 2011

Nivel general 100,0 114,5 104,3 143,3 168,0 186,5

Elaboración de productos alimenticios y bebidas 100,0 119,2 122,6 174,1 217,5 244,9

Elaboración de productos de tabaco 100,0 116,4 115,4 118,1 146,2 149,1

Fabricación de productos textiles 100,0 86,9 49,8 61,6 66,0 72,6

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

100,0 95,4 64,2 86,6 88,8 95,0

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

100,0 114,9 132,5 199,8 263,0 322,5

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

100,0 112,3 121,0 147,0 139,1 159,9

Fabricación de papel y productos de papel 100,0 130,5 126,1 167,4 182,2 213,0

Edición e impresión; reproducción de grabaciones 100,0 121,0 113,4 156,3 171,6 160,2

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

100,0 103,6 106,3 115,7 109,6 103,1

Fabricación de sustancias y productos químicos 100,0 124,0 119,0 160,8 206,2 227,3

Fabricación de productos de caucho y plástico 100,0 132,9 146,8 202,1 246,6 281,1

Fabricación de productos minerales no metálicos 100,0 108,0 79,6 133,1 153,4 171,5

Fabricación de metales comunes 100,0 131,2 130,8 176,1 214,9 229,8

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

100,0 98,9 69,7 96,3 102,6 111,8

Fabricación de maquinaria y equipo N.C.P. 100,0 107,9 91,9 160,0 168,3 182,7

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos N.C.P. 100,0 96,3 64,6 88,3 93,1 105,0

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

100,0 125,9 76,6 128,6 168,7 220,2

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

100,0 70,1 53,5 88,8 102,2 107,3

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

100,0 135,3 99,3 175,5 240,4 308,4

Fabricación de equipo de transporte N.C.P. 100,0 93,9 60,2 81,3 70,6 62,7

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras N.C.P.

100,0 129,4 81,7 96,7 89,2 96,6

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC, EIA y EIM-IVF y A. Lavopa, Documentos de Trabajo 9, CEPED, Anexo 1, Pág. 51.

42

CUADRO 14.2 RAMAS CON CRECIMIENTO DEL VAB MAYOR QUE EL MEDIO (NIVEL GENERAL).

Período 1990-2011- En Números Índice Base 1990-94=100

Rama manufacturera Números índice

Participación en VAB ind.

1990-1994

2011 2011 En %

19- Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

100,0 322,5 4,5

34- Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

100,0 308,4 8,0

25- Fabricación de productos de caucho y plástico 100,0 281,1 5,1

15- Elaboración de productos alimenticios y bebidas 100,0 244,9 27,9

27- Fabricación de metales comunes 100,0 229,8 4,2

24- Fabricación de sustancias y productos químicos 100,0 227,3 12,0

32- Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

100,0 220,2 1,6

21- Fabricación de papel y productos de papel 100,0 213,0 2,8

Fuente: Ídem Cuadro 14.1

Cabe destacar, sin embargo, que los sectores que más crecieron en la década de los ‘90 y que cayeron relativamente menos en los años de recesión y crisis, exhiben, en el año 2011, incrementos sostenidos, manteniéndose así en lugares prominentes en la generación del producto manufacturero nacional. Estas ramas industriales son las que, mayoritariamente, están basadas en los recursos naturales y constituyen actividades productoras de ´commodities´, favorecidas también por el comportamiento de los precios en los mercados internacionales de la última década.

En el Cuadro 14.2 puede apreciarse que la participación de los rubros 15 y 19 en el valor agregado bruto de la industria es cercana al tercio (32,4%), la de los rubros 21, 25 y 27, del 12,1% y la correspondiente a las actividades expresivas, en principio, de un uso tecnológico más intenso en procedimientos de avanzada (media-alta y alta tecnología) representan el 21,6%. Sin embargo, es preciso tomar en cuenta que el estadio actual del desarrollo de estas ramas productivas de la industria nacional (las 24, 32 y 34 que han experimentado el crecimiento mayor a la media y las otras que integran esta categoría o subconjunto de ramas) no muestra, todavía, en una medida suficiente, empresas que utilicen “Alta Tecnología”, entendiendo por ello la realización de actividades donde dicha aplicación refiere a la “frontera” del conocimiento, y se caracteriza por su complejidad y elevado ritmo de cambios técnicos, que exigen una sólida base tecnológica.

La reactivación experimentada, que se expresa en el aumento de la producción y la incorporación de personal y la reanudación de actividades productivas en las magnitudes indicadas (el proceso de “nueva sustitución de importaciones” en el contexto de ampliación de la producción manufacturera) constituye, a despecho de lo señalado, un hecho positivo. El avance de la producción industrial que se integre crecientemente con el aumento de las ramas prototípicas del uso de intensidades tecnológicas media-alta y alta es una suerte de requisito necesario en el camino del cambio estructural y del crecimiento inclusivo en el actual contexto internacional y regional.

Otro aspecto remarcable es el de la evolución de la productividad del trabajo industrial; en el Gráfico 7 se puede apreciar su crecimiento medio en el período 1995-2011, tomando como base el año 1997.

La productividad media del trabajo en la industria manufacturera (productividad horaria) en 2010-11 aumentó casi un 70% en trece años (un 4,4% a.a.). Pero, este nivel de crecimiento se alcanza gracias a la reactivación experimentada a partir de 2003 y del sostenimiento de la tendencia creciente de la producción. Una mirada de más largo plazo muestra la existencia de períodos con muy bajo crecimiento de la productividad manufacturera y algunos de reducción del producto por hora trabajada.

Además, es preciso tener en cuenta si el aumento de la productividad tiene lugar con un aumento de la ocupación o no. El Gráfico 8.1 muestra que el índice de obreros ocupados (IOO) y el de horas trabajadas (IHT) disminuyeron en 2000-04 y 2005-09 respecto al período base y en 2010-11 se acercaron a él (un poco por

43

encima el IOO y otro por debajo el IHT). En cambio, el IVF aumentó francamente desde 2005. Así, el aumento del índice de productividad del trabajo manufacturero coexistió con un crecimiento, en término medio, del trabajo incorporado a la industria tomando como referencia lo acontecido en 1997, aunque la magnitud del aumento resultó en un retorno, prácticamente, a la media del empleo manufacturero de este año.

Si se compara la evolución del producto de la industria (PBIcf), de la productividad del trabajo manufacturero y del PBI de la economía, se puede establecer la existencia de una correlación positiva entre las variaciones de estas variables (Cuadro 14.2.2). Aparte de esto, existe otra característica notoria: las fuertes diferencias de productividad laboral entre las ramas que componen la industria manufacturera (Cuadro 14.2.1). Estas diferencias se han acentuado desde los años del modelo ISI (Cuadro 14.2.2). Por ello, es importante reconocer si el progreso de la industrialización (crecimiento del producto del sector) va acompañado con el aumento de la diversificación manufacturera y una reducción de la heterogeneidad estructural existente.

El incremento de la productividad del trabajo industrial es imprescindible para permitir que el proceso de integración productiva y de reconstitución del tejido manufacturero se logre pari passu con el aumento de la competitividad del sector. Y este incremento está asociado a la diversificación de la producción, la incorporación de tecnología, el aumento de la inversión y la formación de trabajadores hábiles (trabajo y conocimiento).

GRÁFICO 8.1

Índices de volumen físico (IVF), obreros ocupados (IOO), horas trabajadas

(IHT) y productividad horaria según encuesta industrial 1995-2011

20,030,040,050,060,070,080,090,0

100,0110,0120,0130,0140,0150,0160,0170,0180,0

1995-99 2000-04 2005-09 2010-2011

período

índ

ices 1

997 =

100 IVF

IOO

IHT

Productiv

horaria

GRÁFICO 8.2

Fuente: Departamento del Trabajo, USA

Es interesante observar que la variación de la productividad laboral entre 1950 y 1973 en los países desarrollados fue mayor que la de Argentina (salvo la de los EE.UU.) y que hubo una significativa elevación de la productividad media argentina en los ’60 (Cuadro 14.2.3). Sin embargo, al no sostenerse ese ritmo de

44

crecimiento de la productividad no sólo no se logró disminuir la diferencia en los valores absolutos de ésta con el mundo desarrollado sino que se acrecentó en varios rubros.

Otro aspecto de la diferencia entre las economías industriales avanzadas y el caso argentino (con un comportamiento afín al de varias economías latinoamericanas) es la repercusión de los avances tecnológicos en la calidad de la mono de obra incorporada al sector así como las transformaciones habidas en la modalidad asumida por el trabajo en la manufactura.

A lo largo del último cuarto del S. XX, el grueso de las economías industrializadas adoptó, con diversos grados de intensidad, nuevos sistemas de gestión de la producción y de organización del trabajo. Varias de estas modalidades de producción - just in time, círculos de calidad, kan-ban, cero defecto, calidad total, etc.- fueron adoptadas inicialmente por las empresas industriales japonesas cuya característica destacada es la “concepción de producción ajustada o de alto rendimiento” denominada ‘lean production’ (Capelli y Rogovsky, 1994).

Esos procedimientos productivo-organizacionales fueron introducidos también en varias empresas industriales domésticas, pero todo indicaría que no han constituido una generalización que los convirtiera en moda en las distintas ramas integrantes del sector o aún en algunas de estas, en particular. Aparentemente, las grandes empresas locales – muchas de ellas exportadoras- se distinguen del resto por la significación relativa de personal calificado incorporado, el pago de salarios más elevados y la adopción de modalidades productivas y de organización más avanzadas. En el Cuadro 14.2.1.2 aparecen las cifras de la evolución de la productividad laboral de las grandes empresas y las ramas en las que se inscriben. Se aprecian diferencias marcadas aún en este particular subconjunto sectorial (véase el comportamiento de la rama Fabricación de maquinaria, equipo y vehículos). La lectura del Cuadro 14.2.1.1 (donde se consignan los datos surgidos del CNE 2004-5) ilustra acerca de las fuertes diferencias en productividad media de las ramas de la industria.

CUADRO 14.2.1 INDUSTRIA MANUFACTURERA PRODUCTIVIDAD POR PERSONA OCUPADA – AÑO 1997

Código de rama de actividad

Rama de actividad

1997 1997 VAB/PO

VAB Millón $ 93 Personal ocupado $ DE 1993

D Nivel general 48.627 1.824.176 26.657

15 Elaboración de productos alimenticios y bebidas 10.314,94 490.986 21.009

16 Elaboración de productos de tabaco 1.863,75 6.289 296.351

17 Fabricación de productos textiles 2.093,60 91.194 22.958

18

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

1.639,87 123.321 13.298

19 Curtido y terminación de cueros; fabricación de maletas, bolsos de mano, artículos de talabartería y guarnicionería, y calzado

1.349,29 76.087 17.733

20 Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

1.538,49 97.266 15.817

21 Fabricación de papel y de productos de papel 1.224,68 33.878 36.150 22 Actividades de edición e impresión y de reproducción

de grabaciones 2.262,52 76.635 29.523

23 Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

4.045,44 9.461 427.591

24 Fabricación de sustancias y productos químicos 4.920,46 83.178 59.156

25 Fabricación de productos de caucho y plástico 1.882,17 102.175 18.421

26 Fabricación de otros productos minerales no metálicos 1.548,19 122.958 12.591

27 Fabricación de metales comunes 1.897,27 56.255 33.726 28 Fabricación de productos elaborados de metal, excepto

maquinaria y equipo 1.954,34 85.380 22.890

29 Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 2.407,07 81.768 29.438

30

Fabricación de maquinaria de oficina, contabilidad e informática

3.121 -

45

31 Fabricación de maquinaria y aparatos eléctricos n.c.p. 852,70 40.281 21.169 32 Fabricación de equipo y aparatos de radio, televisión y

comunicaciones 771,21 10.461 73.723

33 Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión y fabricación de relojes

255,42 10.942 23.343

34 Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

3.178,39 89.343 35.575

35 Fabricación de otros tipos de equipo de transporte 244,48 13.895 17.595

36

Fabricación de muebles; industrias manufactureras n.c.p.

1.995,13 119.302 16.723

Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC, Encuesta Industrial Anual y cuadros anteriores

CUADRO 14.2.1.1 INDUSTRIA MANUFACTURERA - CNE 2004-5: AÑO 2003

Rama de actividad

Puestos de trabajo ocupados

Total

Valor agregado a precios básicos(en

miles de pesos) vab/po

vab/po

proporciones

respecto del nivel general Total $ de 2003

Nivel Gral 955.849 65.772.397 68.810,4 1,000

15 285.947 16.234.851 56.775,7 0,825

16 5.900 390.532 66.191,9 0,962

17 42.925 2.228.058 51.905,8 0,754

18 37.047 1.314.772 35.489,3 0,516

19 35.068 1.380.501 39.366,4 0,572

20 30.316 1.017.916 33.576,9 0,488

21 25.896 2.745.763 106.030,4 1,541

22 48.790 2.317.272 47.494,8 0,690

23 8.559 5.008.134 585.130,7 8,504

24 77.915 10.297.170 132.159,0 1,921

25 47.429 3.079.527 64.929,2 0,944

26 33.277 2.331.476 70.062,7 1,018

27 29.189 4.723.029 161.808,5 2,352

28 71.266 3.118.023 43.751,9 0,636

29 47.160 2.848.125 60.392,8 0,878

30 1.438 2.848.125 1.980.615,4 28,784

31 16.312 885.936 54.311,9 0,789

32 4.019 322.558 80.258,3 1,166

33 6.955 311.241 44.750,7 0,650

34 44.371 3.032.776 68.350,4 0,993

35 9.485 404.347 42.630,2 0,620

36 30.203 927.512 30.709,3 0,446

37 1.756 77.380 44.066,1 0,640

38 14.626 581.025 39.725,5 0,577

Fuente: Elaboración propia a partir del CNE 2004-5

46

CUADRO 14.2.1.2 GRANDES EMPRESAS EN ARGENTINA: EVOLUCIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD POR PUESTO DE TRABAJO

ASALARIADO Índices con base 1993=100

PRODUCTIVIDAD PRINCIPAL 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Minas y Canteras 103,9 109,5 131 132,6 109,2 171,8 254,1 208,3

Industria manufacturera 117 107,8 113,8 125,2 132,4 130,3 138,2 139,8

Alimentos, bebidas y tabaco 113,9 109,1 106,5 103,6 110,3 115,7 117,5 114,1

Combustibles, químicos y plásticos 122,6 116,7 122,0 148,6 154,5 155,5 159,0 171,2

Maquinarias, equipos y vehículos 111,2 68,2 97,3 107,5 115,9 80,9 105,3 68,2

Resto industria 122,7 118,8 124,4 142,6 148,8 133 148,6 151,5

EGA 134 173,1 165,3 185,1 217,7 234,9 230,3 234,0

Comunicaciones 136,9 148,5 157,7 169,2 209,3 218,9 186,4 192,3

Resto de actividades 121 119 122,5 128,3 129,4 131,5 122,5 119,9

TOTAL 121,2 121,2 127,6 138,1 140,6 145,5 152,1 149,3

Fuente: J. Berlinsky “Productividad laboral, calificación y apertura comercial en Argentina”, Observatorio Económico de la red MERCOSUR. Pág. Web.

CUADRO 14.2.2 PBI CF POR PERSONA OCUPADA REMUNERADA EN MILLONES DE $ DE 1960

Período 1950-73

CONCEPTO 1950-54 1955-59 1960-64 1965-69 1970-73

Industrias manufactureras 1.408,86 1.701,56 1.761,92 2.251,31 2.678,01

Alimentos y bebidas y tabaco 1.628,65 1.852,07 1.892,91 2.291,11 2.622,43

Textiles Confecciones y calzado 1.603,15 1.904,45 1.943,72 1.978,53 2.129,20

Madera y corcho Muebles y accesorios 707,49 939,94 940,30 1.108,88 1.016,85

Papel y cartón, imprentas y editoriales 1.628,20 2.025,56 2.026,29 2.151,41 2.030,21

Sustancias químicas, derivados petróleo y carbón, caucho y plásticos 3.123,72 3.600,20 3.645,95 4.910,17 6.561,08

Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón 1.246,87 1.454,80 1.502,58 1.962,27 2.468,87

Industrias metálicas básicas 380,14 625,75 668,38 1.103,85 1.371,19

Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo 1.618,75 1.995,21 2.126,28 3.077,65 4.155,06

Otras industrias manufactureras 778,83 819,72 828,10 905,25 958,78

Fuente: Elaboración propia sobre la base de BCRA, 1975.

CUADRO 14.2.3 CRECIMIENTO DEL PRODUCTO Y DE LA PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO EN LA

INDUSTRIA MANUFACTURERA Y CRECIMIENTO DEL PBI Cifras medias anuales por quinquenio

PERÍODO

Industria manufacturera Total economía

Variación del PBI cf en %

Var. Productiva PBI cf /POR en %

Variación del PBI En %

1951-54 2,02 2,41 2,07

1955-59 5,02 2,41 2,90

1960-64 5,9 7,07 2,33

1965-69 6,7 3,64 4,03

1970-74 5,3 3,72 2,75

1990-94 7,78 4,30 7,57

1995-99 0,47 4,55 3,53

2000-04 1,16 2,84 0,64

47

2005-09 5,59 4,58 6,18

2010-2011 10,40 8,43 7,61

Fuente: Elaboración propia sobre la base de cuadros anteriores

Es interesante comparar vis a vis la estructura del producto y el nivel y composición del empleo industrial argentino con algunos países exitosos en el proceso de avance manufacturero y crecimiento económico, distintos de las economías industriales avanzadas.

CUADRO 14.3: Estructura de la producción industrial de los PED de Asia por década

(%)

Rama 1970s 1980s 1990s 2000-03

Alimentos y Bebidas 19,4 14,14 12,45 12,55

Textiles 14,77 11,02 7,11 5,84

Vestimenta, cueros y calzados 5,27 4,89 4,74 4,20

Madera y productos de la madera 3,01 2,10 2,01 1,82

Papel y productos de papel 2,20 2,10 2,09 2,28

Imprentas y publicaciones 2,11 1,95 2,58 1,89

Industria química 9,41 10,19 10,21 11,45

Petróleo y carbón 4,90 4,73 4,07 3,57

Caucho y productos plásticos 4,55 4,84 4,38 3,85

Productos de minerales no metálicos 4,46 5,42 5,34 4,60

Metales básicos 5,86 7,75 7,60 7,71

Productos de metal 3,43 4,24 4,23 3,42

Maquinaria no eléctrica 3,88 8,32 8,58 8,66

Maquinaria eléctrica 8,07 9,43 13,69 16,57

Equipo de transporte 5,74 5,49 8,28 9,26

Otros 2,94 3,39 2,62 2,33

Total 100 100 100 100

Fuente: J. Felipe y Estrada, 2008

El cuadro 14.3 muestra la estructura del producto manufacturero de los países en desarrollo del Asia. Las cifras porcentuales corresponden a las medias decenales (para los ’70, ’80 y ’90) y del cuatrienio 2000-03 de los VAB de las ramas citadas respecto al VAB total de la industria. En los ’70, Alimentos y bebidas; Textiles y Vestimenta, cueros y calzados (llamadas entonces “vegetativas” y hoy consideradas como utilizadoras de tecnologías medias-bajas y bajas) representaban el 39% del producto industrial total en tanto que la Maquinaria eléctrica y no eléctrica y el Equipo de transporte alcanzaba al 17%, menos de la mitad que las anteriores. En los ’90, los tres rubros citados en primer término descendieron en su participación relativa (constituían el 24,3% del PBI industrial) mientras que las ramas utilizadoras de una intensidad tecnológica mayor pasaron a representar cerca de un tercio del total. Esto indica un cambio muy claro en la estructuración productiva de la manufactura en el sentido de un progreso hacia la posición de una economía industrial aventajada. Además, puede apreciarse que se logró una cierta diversificación de la estructura de la producción sectorial29.

La comparación de la composición de la industria de estas economías con el comportamiento de otras regiones arroja que todas las ramas incluidas en el cuadro anterior aumentaron su participación en los totales manufactureros regionales (J. Felipe, 2010; Pág. 88)

29

El progreso hacia la condición de economía industrial avanzada consiste, expresándolo brevemente, “en la capacidad

de crear y producir productos nuevos, maquinaria y medios de producción. En buena parte, se trata de la función de un

sector independiente especializado que denominaremos sector K: la producción de bienes de conocimiento” (Galbraith

J. K. “La teoría macroeconómica de la distribución de la renta”; 2004; pág. 26)

48

CUADRO 14.4: ARGENTINA - PARTICIPACIÓN SUBSECTORIAL EN EL VAB INDUSTRIAL, A PRECIOS DE 1993

(%)

Descripción 1990-99 2000-03 2010-11

Nivel general 100,0 100,0 100,0

Elaboración de productos alimenticios y bebidas 21,6 25,02 27,68

Elaboración de productos de tabaco 4,3 4,95 3,60

Fabricación de productos textiles 4,9 2,67 2,19

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles 3,7 2,60 2,14

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

2,6 3,07 4,31

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

3,0 3,36 2,55

Fabricación de papel y productos de papel 2,6 2,97 2,71

Edición e impresión; reproducción de grabaciones 4,5 4,64 4,07

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

9,1 10,01 5,73

Fabricación de sustancias y productos químicos 10,2 11,37 11,99

Fabricación de productos de caucho y plástico 3,6 4,71 5,00

Fabricación de productos minerales no metálicos 3,3 2,58 3,16

Fabricación de metales comunes 3,6 4,24 4,25

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

4,4 3,20 2,89

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 5,0 4,32 5,14

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p. 1,9 1,32 1,18

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

1,4 0,98 1,48

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

0,6 0,41 0,48

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

5,3 4,50 7,45

Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 0,6 0,35 0,23

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

3,6 2,73 1,76

La comparación entre la participación de los subsectores manufactureros en el total del VABM de Argentina y los PED Asiáticos revela la menor importancia, en el primero, de las actividades industriales más complejas y que exigen un mayor grado de evolución productiva.

Una mirada de más largo plazo de la composición de la producción manufacturera argentina se presenta en el Cuadro 14.5; allí puede constatarse que Alimentos y bebidas, Tabaco, Textiles y Prendas de vestir y la industria del cuero representaban el 34% del producto sectorial en tanto hoy, 2010-2011, alcanzan al 40%, prácticamente. A su vez, la fabricación de productos metálicos y de maquinaria y equipos pasó del 29,25 % en la década de los ’60 al 18,9% en el último bienio, diez puntos porcentuales menos. La participación del producto manufacturero en el producto total fue descendiendo década tras década, pasando del 32,6% en los ‘60 al 15,8% en el bienio 2010-11.

Este comportamiento contrasta con lo sucedido en los PED de Asia, donde tuvo lugar un proceso de industrialización con cambio estructural: la fabricación de productos metálicos y de maquinaria y equipos representaba el 21,12% en los ’70 y el 37,9% en el cuatrienio 2000-03 (Cuadro 14.3). A la luz de esta experiencia podría afirmarse que, al menos en principio y sin tener en cuenta todo el análisis precedente, las cifras argentinas importan una suerte de retroceso, toda vez que el cambio en el valor agregado manufacturero hacia tecnologías más altas y sectores de mayor escala, acaecido en las economías

49

recientemente industrializadas (las NIEs comprendidas en el grupo de los PED de Asia30) aparece como un desplazamiento hacia las industrias de maquinaria eléctrica y de productos químicos industriales o de otro tipo, en algunos casos; o bien, hacia maquinaria no eléctrica, equipo de transporte o la refinación de petróleo, en otros.

Debe hacerse, sin embargo, una salvedad: el proceso de industrialización con empleo experimentado por varios países del Asia, exitosos en la materia31, no han alcanzado el nivel medio de productividad laboral de los más avanzados (USA, OECD, Japón), concretando dicho proceso con niveles relativamente bajos de producto por ocupado. Esto puede atribuirse a que las ramas más utilizadoras del factor trabajo emplean técnicas de baja productividad o bien, a que los empleos creados estuvieron sesgados hacia las actividades manufactureras con productividad más reducida.

CUADRO 14.5 INDUSTRIA MANUFACTURERA: EVOLUCIÓN DE LA COMPOSICIÓN DEL PRODUCTO MANUFACTURERO

Promedios decenales de VAB por rama respecto al total del VAB industrial

1960-69 1970-79 1980-89 1990-99 2010-11

Nivel General 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Alimentos, bebidas y tabaco 19,59 20,66 22,15 26,0 31,28

Textiles, prendas de vestir, industria del cuero 14,28 12,25 11,88 11,23 8,63

Madera y productos de madera incl. Muebles 1,94 1,90 2,29 6,58 4,32

Papel imprenta y editoriales 4,38 5,40 4,87 7,07 6,77

Sust. Químicas y prod. Químicos derivados del petróleo, carbón y art de caucho y plásticos

16,73 13,89 24,81 22,90 22,73

Prod. Minerales no metálicos excepto carbón y petróleo

4,29 5,37 4,82 3,34 3,16

Industrias metálicas básicas 4,95 5,29 3,76 3,64 4,25

Fabricación de productos metálicos y maquinaria y equipo

29,25 27,50 24,51 19,3 18,9

Otras industrias manufactureras 4,62 6,97 0,9

Participación en PBI 32,66 27,23 17,66 17,30 15,80

Fuente: Elaboración propia sobre la base de las cuentas nacionales de Argentina

El comportamiento de los países asiáticos en desarrollo en términos de empleo manufacturero se consigna en el Cuadro 14.6. Puede observarse que dentro de los NIEs, Hong Kong, en primer lugar y Singapur, en el segundo, experimentaron una fuerte caída en la ocupación de mano de obra por la manufactura, seguidos por la República de Corea y Taipei, entre los años ’80 y los primeros del presente siglo. Si se tiene en cuenta que, además, tuvo lugar un descenso en la participación del VAB industrial de estas economías, cabe concluir que se generó una tendencia hacia la des-industrialización. Este hecho no ha sido interpretado como un fracaso sino más bien como un paso a otra etapa en el proceso de crecimiento-desarrollo, al menos por parte de algunos analistas (Rowthorn y Ramaswamy, 199732). Sin embargo, lo que fue considerado como el acceso a la etapa de ‘crecimiento conducido por los servicios’ aparece como más notorio en el caso de Hong Kong y en términos menos drásticos, quizás, en Taipei. La República de Corea experimentó también una caída, aunque mucho menor, en la participación del empleo manufacturero y de la generación de valor agregado.

Una interpretación alternativa de este proceso sugiere que el caso de Hong Kong es peculiar debido a que su tradición en el desempeño de actividades propias del terciario se acentuó a partir del cambio político acontecido con su traspaso a la RPC, debido al desempeño que se le ha otorgado como prestadora de servicios y la rápida y creciente industrialización en otros espacios del país. Y que Corea, por su parte, debió y debe enfrentar una fuerte competencia en los mercados internacionales en el contexto de la industrialización de la RPC y de la estrategia japonesa en la disputa por los espacios entre los compradores del mundo.

30

La República Popular China, India, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia (estos cuatro últimos conforman el Asia-

4) 31

Indonesia, Malasia y Tailandia 32

“Deindustrialization: Causes and Implications”, IMF Working Paper 97/42. Washington DC: IMF.

50

CUADRO 14.6 PARTICIPACIÓN DEL EMPLEO MANUFACTURERO EN EL TOTAL DEL EMPLEO DEL ASIA EN DESARROLLO.

Décadas 1980 y 1990 y quinquenio 2000-04

PAÍS Década de los1980 Década de los 1990 2000-2004

Rep. Popular China 15,11a

13,47 11,16b

India 11,05c

10,92c

11,22c

NIEs

Hong Kong, China 35,89 19,02 10,20d

Rep. De Corea 23,93 23,40 19,44

Singapur 27,91 24,53 18,31e

Taipei, China 33,41 28,66 27,40

ASEAN-4

Indonesia 9,68f

11,73 13,15b

Malasia 12,93 22,59 21,94

Filipinas 9,93 10,06 9,65

Tailandia 8,87 12,33 14,58

Otros

Azerbaijan - 9,36g 5,44

b

Rep. de Kirguisia - 20,11 19,19

Pakistán 13,66 10,99 12,66

Vietnam - 8,32h

10,33

OECD 21,58i

19,20i

16,89i

Fuente: J. Felipe, 2010;Table 94, Pág. 97

a Corresponde al período 1987-89; b Período 200-02; c Corresponde a los años: 1983, 1993-94, 1999-2000. d Período 2000-01 e Período 2001-03 f Es el promedio correspondiente a los años1980, 1982, 1985 y 1989 g Período 1992-99 h Período 1996-99 i Corresponde al promedio de los años 1980, 1982, 1985 y 1989

En el cuadro siguiente puede apreciarse el comportamiento de la República de Corea y Argentina en la participación del empleo por subsector manufacturero.

CUADRO 15 PARTICIPACIÓN DEL EMPLEO POR SUBSECTOR MANUFACTURERO

(% Manufacturero)

Subsector industrial Año 1970

Rep. Corea Año 1970 Argentina

Subsector industrial Año 2002 Rep.Corea

Año 2002 Argentina

Textiles 24,4 9,4 Maquinaria eléctrica 16,2 1,8

Productos de la alimentación 1 8,6 18,7 Equipo de transporte 12,2 4,3

Vestimenta 5,8 5,2 Maquinaria excl. la eléctrica 11,8 4,2

Otras manufacturas 5,7 13,0 Químicos industriales 7,3 5,3

51

Maquinaria eléctrica 4,7 3,6 Hierro y acero 7,1 3,3

Equipo de transporte (3) 4,3 15,3 Productos alimenticios 6,1 31,2

Productos de madera (2) 4,2 4,8 Refinerías de petróleo 5,1 0,7

Metales elaborados 4,0 10,5 Textiles 5,0 4,4

Minerales no metálicos 3,9 5,1 Fabricación de productos metálicos

3,5 3,8

Imprentas y publicaciones 3,5 4,6 Productos plásticos 2,9 6,1

Participación de los 5 primeros 49,2 66,9 Participación de los 5 primeros

54,5 54,2

Participación de los 10 prim. 69,1 90,8 Participación de los 10 prim. 77,1 78,4

Desviación Standard 4,6 5,6 Desviación Standard 4,1 6,4

Índice de especialización 15,2 20,0 Índice de especialización 16,1 16,55

(1) En Argentina se incluye bebidas (2) En Argentina es Madera y corcho, muebles y accesorios (3) En Argentina es Maquinaria y equipo de transporte

Nota: El índice de especialización es de J. Felipe que se aplicó para el caso argentino; h = 100*{Σs i lnsi/hmax} donde hmax= ln (No. de sectores); si = VA subsector/VA industria. Fuente: República de Corea: J. Felipe, 2010; Tabla A9.3, Pág. 147. Argentina, elaboración propia según cuadros anteriores pertinentes.

El proceso de industrialización-desindustrialización que se ha observado en varias economías en desarrollo como la argentina permite distinguir, esquemáticamente, entre: a) el avance hacia la modificación del tejido productivo mediante la incorporación de diversas actividades manufactureras y la resultante “maduración” de la industria, lo que abre paso a la instauración de un sector terciario adaptado a las exigencias de las demandas de sectores productivos que se desempeñan con elevadas productividades y una diversificación asociada a niveles de ingreso per capita altos; b) el paso sucesivo hacia una reducción de la participación relativa del producto y el empleo manufactureros con la contrapartida de un creciente sector servicios, tanto en empleo como en valores producidos y con niveles de productividad elevados en la producción de bienes; c) la multiplicación de actividades del terciario antes de que exista una maduración industrial y sin que se registren elevadas productividades del trabajo en la producción de bienes, lo cual entraña que el nivel medio de productividad de la economía sea mucho menor que el de las economías desarrolladas. El empleo en las actividades distintas del primario con un sector industrial de escaso y muy desigual desarrollo consiste, así, en una suerte de actividades terciarias que juegan el rol de “empleadoras de última instancia” sin una salida hacia un aumento franco de la productividad media del trabajo de carácter automático.

La desindustrialización propia de b) anterior sería una etapa natural del proceso de transformación económica asociado a la mutación de tecnologías, la acumulación de capital y el crecimiento y asimilación de habilidades y conocimiento por parte de la masa de población trabajadora, en tanto que c) resultaría de factores diversos que fueron generadores de distorsiones, despilfarros, subutilización de conocimientos y habilidades, asignación inconveniente de los recursos productivos y degradación social.

El tránsito del sendero de crecimiento y desarrollo esbozado en a) y la indispensable superación de una situación tipo c) plantean la cuestión de la transformación estructural y la búsqueda programada de la equiparación con los países y regiones avanzados.

El cambio estructural aparece, entonces, como una necesidad “buscada”. Conviene recordar que dicho cambio trae consigo el crecimiento de la productividad y también una contribución a la equiparación con las situaciones económicas más avanzadas (“catching up”). Según Chenery y otros (1986) la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo para el conjunto de la economía se puede dividir en: i) el crecimiento agregado de las tasas de productividad del trabajo dentro de los distintos sectores de la economía y ii) la tasa resultante de la reasignación de los trabajadores a sectores con diferentes productividades. Se tiene, así, un crecimiento “puro” de la productividad o intrasectorial y otro intersectorial que se adiciona al anterior y resulta de una modificación de la composición del empleo33.

33

Este efecto fue denominado por Baumol “prima estructural”; W. Baumol, S. A. B. Blackman, E. Wolf “Unbalanced

Growth Revisited: Asymptotic Stagnancy and New Evidence”. AER, 75 Pp. 806-17, 1985.

52

Cuando tiene lugar una transferencia de trabajadores desde sectores de baja productividad a los de alta (desde la agricultura a la industria, en una primera etapa en los PED), se experimenta un efecto de aumento sobre el nivel medio de la productividad de toda la economía. Pero, cuando esa transferencia tiene como destinatarios a los servicios, cuya productividad puede ser mayor que la de la agricultura o bien, cuando aparece un tope en la absorción por la industria, habrá también un aumento en el nivel de la productividad, aunque menor. Dado que la productividad de los servicios es más baja, el proceso de asignación creciente de mano de obra a estas actividades generará una tendencia de incremento asintótico de la productividad media de la economía. Ese fenómeno es una “carga estructural”.

Si se tiene en cuenta la tercera ley de Kaldor (que opera merced a las economías de la escala y tiene una vigencia con mayores efectos de crecimiento durante una cierta etapa del cambio estructural) surge, inmediatamente, la relación con la teoría del crecimiento asintótico de W. Baumol. Se deduce, entonces, que a partir de un cierto momento, en el límite, la clave del aumento de la producción será el crecimiento de la productividad inducido (J. Felipe, 2010).

La adopción de tecnologías de las economías en desarrollo depende, hasta una cierta etapa, al menos, de su importación desde las economías que están en la frontera tecnológica. Si se admite que la tecnología tiene, por lo menos en cierta medida, una expresión sectorial, resulta que los desarrollos realizados en los países más avanzados pueden ser más o menos beneficiosos para los importadores menos desarrollados, según sea su “capacidad de absorción”. Esta característica depende de un conjunto de factores –sociales, económicos y estructurales- y constituirá una cierta afinidad o grado de “congruencia tecnológica” con las economías que crean las tecnologías de avanzada. Así, una conformación sectorial más semejante a la del creador y proveedor de la tecnología permitirá una asimilación más ventajosa de la misma (Abramovitz, 198634). Este aspecto constituye otra cuestión influyente en la transición hacia el desarrollo y puede asociarse al punto de la transformación estructural. Ambas deben tomarse en cuenta en la elaboración de las políticas de crecimiento.

Conclusión: Al iniciarse la primera década del Siglo actual se había afirmado lo siguiente, como balance de lo acontecido desde la segunda mitad de los ’70:

“Hoy se observa un sector industrial de menor tamaño, con mayor concentración, alta transnacionalización y con un modelo de organización de la producción de bienes muy distinto al del período de economía semi-cerrada. Las actividades metalmecánicas, aquellas de comportamiento más dinámico durante la ISI, ahora representan sólo un tercio de lo que fueron tres décadas atrás. Asimismo, como herencia de políticas públicas sectoriales y regionales implementadas desde inicios de los años setenta y que en su origen buscaron profundizar la estrategia sustitutiva y expandir la capacidad industrial en bienes intensivos en capital, la producción de insumos básicos (acero, aluminio, papel, petroquímica, entre otros) se consolidó en el nuevo patrón de especialización industrial a partir de transferencias ingentes de recursos fiscales. Adicionalmente, luego de cuatro décadas de estancamiento, los recursos naturales, con el liderazgo agrícola (en particular, sojero) y energético, volvieron a expandirse y hoy se destacan como el sector más dinámico, reflejado en la substancial incorporación de innovaciones tecnológicas en los últimos tiempos”.

El comportamiento de la industria, habiendo transcurrido una década desde el estallido de la crisis 2001-2, constituye más bien la reanudación de un proceso de crecimiento, manifestado en el notorio incremento del empleo de mano de obra, el ritmo de aumento de la producción, la recuperación de porciones del mercado interno, antes perdidas, por parte de diversas ramas manufactureras y la adquisición de una cierta ampliación de la gama de bienes exportados (indicada por el mayor protagonismo de las MOI). Ello implica que la diversificación del tejido productivo sectorial, su transformación estructural en el sentido de un mayor grado de industrialización avanzando hacia ramas consideradas como sesgadas hacia la media y alta tecnología, el franco crecimiento de la competitividad de actividades hoy dependientes de la importación en forma sustancial y el alcance de niveles de productividad del trabajo más altos y homogéneos en términos

34

M. Abramovitz, “Catching-Up, Forging Ahead and Falling Behind”; JEH, 46, Pág. 386.

53

sectoriales, constituye una tarea a realizar aunque hoy aparece como más viable a la luz de lo acontecido últimamente.

54

ANEXO

CUADRO A.1: PERSONAL OCUPADO REMUNERADO Período 1950-54

En miles

División CONCEPTO 1950 1951 1952 1953 1954

3.- Industrias manufactureras 1415,2 1445,3 1396,5 1337,7 1389,1

31 Alimentos y bebidas y tabaco 301,4 302 301,8 283,5 299,1

32 Textiles Confecciones y calzado 304,7 306,64 286,5 264,9 273

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 85,2 84,8 73,6 66,9 65,9

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 59,8 58,7 58,5 57 58,9

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

74,6 81,9 82,7 83,5 86,3

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

86,5 86,5 80,9 72,8 73,1

37 Industrias metálicas básicas 135 144,4 137,7 133,8 142,8

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

195 207,2 206,9 203,1 222,3

39 Otras industrias manufactureras 173 173 167,9 162,1 167,7

Fuente: BCRA, 1975 CUADRO 49, Pág. 168/171

CUADRO A.1: continuación PERSONAL OCUPADO REMUNERADO Período 1955-59

En miles

División CONCEPTO 1955 1956 1957 1958 1959

3.- Industrias manufactureras 1459,5 1507,1 1555,6 1582,2 1565,4

31 Alimentos y bebidas y tabaco 307,7 312,8 316,7 330,7 317,6

32 Textiles Confecciones y calzado 277,2 274,9 275,6 268,3 265,6

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 67,9 69,4 71,7 69,8 67,5

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 62,6 66,6 69,6 66,8 66,9

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

90,6 95,6 103,1 109,8 112,9

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

76,2 75,8 79,1 79,4 78,9

37 Industrias metálicas básicas 157 155 161,1 165,2 164,1

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

245,1 279,3 294,8 309,3 311,4

39 Otras industrias manufactureras 175,2 177,6 183,9 182,7 180,3

Fuente: BCRA, 1975 CUADRO 49, Pág. 168/171

CUADRO A.1: CONTINUACIÓN PERSONAL OCUPADO REMUNERADO PERÍODO 1960-64

En miles

División CONCEPTO 1960 1961 1962 1963 1964

3.- Industrias manufactureras 1506,1 1516,0 1408,9 1322,4 1458,4

31 Alimentos y bebidas y tabaco 294,1 290 285,4 285,1 276,4

32 Textiles Confecciones y calzado 251,8 261,7 231,7 203 237,1

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 63,3 59,8 57,5 52,6 59,8

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 64,8 66,2 63,7 59,7 67,7

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

111,3 108,7 105,5 103 111,7

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

74 71 68,9 63,9 67,4

37 Industrias metálicas básicas 151,6 151,4 141,2 127,9 146,9

55

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

320,9 331,1 291,8 273,2 319,5

39 Otras industrias manufactureras 174,3 176 163,1 154,1 171,9

Fuente: BCRA, 1975 CUADRO 49, Pág. 168/171

CUADRO A.1 CONTINUACIÓN: PERSONAL OCUPADO REMUNERADO Período 1965-69

En miles

División CONCEPTO 1965 1966 1967 1968 1969

3.- Industrias manufactureras 1544 1544,2 1598 1586,4 1679,8

31 Alimentos y bebidas y tabaco 279,4 281,6 303,1 306,5 325,5

32 Textiles Confecciones y calzado 263,5 265,3 250,7 260 266,5

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 64,2 70,8 74,8 77,2 80,8

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 76,9 80,7 93,1 92,2 97

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

117,7 118,2 115,8 115,7 120,2

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

70,7 75 76,3 80,6 86,1

37 Industrias metálicas básicas 164,4 149 177,5 169,9 177,8

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

325,9 326,5 315,5 298,4 317,8

39 Otras industrias manufactureras 181,3 177,2 191,2 186 208,1

Fuente: BCRA, 1975 CUADRO 49, Pág. 168/171

CUADRO A. 1 CONTINUACIÓN: PERSONAL OCUPADO REMUNERADO Período 1970-73

En miles

División CONCEPTO 1970 1971 1972 1973

3.- Industrias manufactureras 1716,9 1783,6 1878,5 1907,8

31 Alimentos y bebidas y tabaco 329,5 343 350 352,1

32 Textiles Confecciones y calzado 265,6 277 297,1 300,4

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 82,2 79,8 82,5 81

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales 103,7 112,7 116,1 113,8

35 Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, caucho y plásticos

123,6 127,2 131,3 132,9

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

86,8 87,8 86,4 85,6

37 Industrias metálicas básicas 179,8 177,8 186,2 181,9

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

323,1 341,3 375,2 399

39 Otras industrias manufactureras 222,5 236,9 253,6 261,1

Fuente: BCRA, 1975 CUADRO 49, Pág. 168/171

56

CUADRO A.2 INDUSTRIA MANUFACTURERA PBI CF A PRECIOS DE 1993

En millones de $

Descripción 1990 1991 1992 1993

Nivel general 33523 36931 41733 43138

Elaboración de productos alimenticios y bebidas 8.234 9.339 10.254 10.270

Elaboración de productos de tabaco 443 462 493 515

Fabricación de productos textiles 2.240 2.456 2.458 2.126

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

1.024 1.093 1.321 1.134

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

670 827 888 894

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

309 344 330 386

Fabricación de papel y productos de papel 982 1.101 1.270 1.289

Edición e impresión; reproducción de grabaciones 1.334 1.628 2.211 2.606

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

1.569 1.656 1.730 1.744

Fabricación de sustancias y productos químicos 5.297 5.634 6.207 6.540

Fabricación de productos de caucho y plástico 1.108 1.422 1.630 1.818

Fabricación de productos minerales no metálicos 1.500 1.708 1.971 2.131

Fabricación de metales comunes 2.119 1.873 1.812 1.910

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

1.803 2.051 2.280 2.429

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 2.062 1.923 2.112 2.183

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p.

892 993 960 1.008

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

249 335 559 534

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

407 431 377 303

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

985 1.235 2.074 2.546

Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 337 368 423 325

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

325 392 490 548

57

CUADRO A.2 INDUSTRIA MANUFACTURERA PBI CF A PRECIOS DE 1993

En millones de $

Descripción 1994 1995 1996 1997

Nivel general 45079 41850 44550 48.627

Elaboración de productos alimenticios y bebidas 11.028 11.189 11.243 11.823

Elaboración de productos de tabaco 527 523 525 530

Fabricación de productos textiles 2.186 2.094 2.255 2.136

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

1.205 1.052 1.160 1.138

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

969 833 1.016 1.088

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

424 305 317 454

Fabricación de papel y productos de papel 1.428 1.507 1.551 1.524

Edición e impresión; reproducción de grabaciones 2.615 2.071 2.294 2.696

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

1.708 1.601 1.627 1.773

Fabricación de sustancias y productos químicos 6.877 6.700 7.156 7.634

Fabricación de productos de caucho y plástico 2.028 1.693 2.001 2.233

Fabricación de productos minerales no metálicos 2.173 1.872 1.900 2.120

Fabricación de metales comunes 2.093 2.206 2.466 2.736

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

2.459 2.158 2.235 2.241

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 2.165 2.148 2.296 2.414

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p.

908 823 865 954

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

474 332 525 614

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

268 224 213 281

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

2.863 2.130 2.369 3.192

Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 335 298 305 348

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

544 458 519 678

58

CUADRO A.2 CONTINUACIÓN

RAMA 1997 1998 1999 2000 2001

Nivel general 48.627 49.526 45.599 43.855 40.627

Elaboración de productos alimenticios y bebidas

11.823 12.322 12.519 11.990 11.464

Elaboración de productos de tabaco 530 556 609 576 505

Fabricación de productos textiles 2.136 1.932 1.349 1.331 1.103

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

1.138 1.027 880 784 795

talabartería y calzado y de sus partes 1.088 1.002 939 985 861

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

454 475 430 389 347

Fabricación de papel y productos de papel 1.524 1.588 1.612 1.582 1.497

Edición e impresión; reproducción de grabaciones

2.696 2.743 2.555 2.569 2.186

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

1.773 1.734 1.821 1.795 1.705

Fabricación de sustancias y productos químicos

7.634 8.022 7.706 7.551 7.210

Fabricación de productos de caucho y plástico

2.233 2.360 2.170 2.148 2.115

Fabricación de productos minerales no metálicos

2.120 2.175 1.989 1.619 1.369

Fabricación de metales comunes 2.736 2.917 2.308 2.361 2.310

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

2.241 2.227 1.836 1.745 1.581

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 2.414 2.377 1.822 1.706 1.624

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p.

954 1.009 849 767 682

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

614 633 558 497 386

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

281 262 249 227 192

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

3.192 3.021 2.167 2.141 1.711

Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 348 385 312 219 182

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

678 698 570 516 405

59

CUADRO A.2 CONTINUACIÓN

RAMA 2002 2003 2004 2005

Nivel general 36.176 41.952 46.977 50.480

Elaboración de productos alimenticios y bebidas

10.539 11.649 13.082 14.210

Elaboración de productos de tabaco 539 616 558 495

Fabricación de productos textiles 752 1.146 1.258 1.353

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

548 742 749 913

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

935 1.162 1.341 1.352

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

377 466 549 501

Fabricación de papel y productos de papel 1.353 1.457 1.622 1.766

Edición e impresión; reproducción de grabaciones

1.820 2.210 2.566 2.721

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

1.711 1.774 1.788 1.807

Fabricación de sustancias y productos químicos

6.268 7.040 7.606 8.057

Fabricación de productos de caucho y plástico

2.139 2.484 2.647 2.835

Fabricación de productos minerales no metálicos

1.137 1.496 1.776 1.995

Fabricación de metales comunes 2.411 2.650 2.858 3.019

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

1.037 1.481 1.691 1.811

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p. 1.605 1.959 2.518 2.679

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p.

336 559 670 712

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

126 230 366 465

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

124 172 215 256

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

1.574 1.756 2.211 2.587

Fabricación de equipo de transporte n.c.p. 169 225 255 291

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

221 334 355 372

60

CUADRO A.2 CONTINUACIÓN

RAMA 2006* 2007* 2008* 2009* 2010*

Nivel general 54.975 59.153 61.842 61.503 67.547

Elaboración de productos alimenticios y bebidas

14.960 16.249 17.384 18.606 19.906

Elaboración de productos de tabaco

503 563 619 610 676

Fabricación de productos textiles 1.368 1.458 1.343 1.249 1.416

Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles

929 964 1.019 939 955

Curtido y terminación de cueros, fabricación de artículos de marroquinería, talabartería y calzado y de sus partes

1.540 1.727 1.719 1.751 2.084

Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y materiales trenzables

538 531 511 448 468

Fabricación de papel y productos de papel

1.898 2.003 2.100 1.966 2.072

Edición e impresión; reproducción de grabaciones

2.932 3.211 3.519 3.181 3.344

Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear

1.940 1.951 1.887 1.742 1.727

Fabricación de sustancias y productos químicos

8.857 9.442 9.902 10.789 11.805

Fabricación de productos de caucho y plástico

2.999 3.143 3.200 3.327 3.700

Fabricación de productos minerales no metálicos

2.386 2.518 2.644 2.543 2.727

Fabricación de metales comunes 3.286 3.328 3.706 3.217 3.949

Fabricación de productos elaborados de metal excepto maquinaria y equipo

1.989 2.121 2.205 2.043 2.119

Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p.

3.163 3.531 3.584 3.054 3.295

Fabricación de maquinaria y aparatos electrónicos n.c.p.

744 860 909 803 831

Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones

529 552 564 542 680

Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión, fabricación de relojes

275 331 334 322 342

Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques

3.176 3.652 3.688 3.211 4.372

Fabricación de equipo de transporte n.c.p.

286 299 265 254 236

Fabricación de muebles y colchones, industrias manufactureras n.c.p.

421 472 462 403 384

61

CUADRO A.3 INDUSTRIA MANUFACTURERA: INSUMO DE MANO DE OBRA

En miles

CONCEPTO 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Puestos de trabajo 2.084 1.993 1.821 1.847 1.949 1.968 1.883

Asalariados registrados 1.085 1.042 953 957 995 1.009 954

Asalariados no registrados 439 417 365 406 457 461 431

No asalariados 560 535 503 485 497 498 498

Puestos de trabajo equivalente 1.877 1.803 1.619 1.604 1.736 1.753 1.593

Horas trabajadas En Millones 3.888 3.747 3.373 3.338 3.614 3.638 3.314

Horas trabajadas/ Puestos 1865,64 1880,08 1852,28 1807,26 1854,28 1848,58 1759,96

Horas trabajadas/ Puestos Mes 155,47 156,67 154,36 150,60 154,52 154,05 146,66

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 7,07 7,12 7,02 6,85 7,02 7,00 6,67

Horas Trabaj/Puestos equiv. 2071,39 2078,20 2083,38 2081,05 2081,80 2075,30 2080,35

Horas Trabaj/Puestos equiv. Mes 172,62 173,18 173,62 173,42 173,48 172,94 173,36

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 7,85 7,87 7,89 7,88 7,89 7,86 7,88

Puestos de trabajo

Asalariados registrados 1 1 1 1 1 1 1

Asalariados no registrados 0,4046 0,4002 0,3830 0,4242 0,4593 0,4569 0,4518

No asalariados 0,5161 0,5134 0,5278 0,5068 0,4995 0,4936 0,5220

Puestos de trabajo equivalente/Puestos de trabajo

0,901 0,905 0,889 0,868 0,891 0,891 0,846

CUADRO A.3 CONTINUACIÓN INDUSTRIA MANUFACTURERA: INSUMO DE MANO DE OBRA

En miles

CONCEPTO 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Puestos de trabajo 1.841 1.781 1.692 1.857 1.976 2.060 2.126

Asalariados registrados 901 847 760 809 905 989 1065

Asalariados no registrados 434 401 372 435 467 489 498

No asalariados 505 532 560 613 604 582 563

Puestos de trabajo equivalente 1.540 1.479 1.276 1.488 1.620 1.702 1774

Horas trabajadas en Millones 3.209 3.080 2.661 3.107 3.360 3.538 3.674

Horas trabajadas/ Puestos 1743,07 1729,37 1572,7 1673,1 1700,4 1717,5 1728,1

Horas trabajadas/ Puestos Mes 145,26 144,11 131,06 139,43 141,70 143,12 144,01

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 6,60 6,55 5,96 6,34 6,44 6,51 6,55

Horas Trabajadas/Puestos equiv 2083,77 2082,49 2085,4 2088,0 2074,1 2078,7 2071,0

Horas Trabajad/Puestos equiv Mes 173,65 173,54 173,79 174,00 172,84 173,23 172,59

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 7,89 7,89 7,90 7,91 7,86 7,87 7,84

Puestos de trabajo (%)

Asalariados registrados 100 100 100 100 100 100 100

Asalariados no registrados 48,17 47,34 48,9 53,7 51,6 49,4 46,76

No asalariados 56,05 62,81 73,6 75,77 66,7 58,8 52,86

P de Tr Equiv./ P. de Trab 0.836 0.830 0.754 0.801 0.819 0.826 0.834

62

CUADRO A.3 FIN INDUSTRIA MANUFACTURERA INSUMO DE MANO DE OBRA

En miles

CONCEPTO 2007* 2008 2009 2010 2011

Puestos de trabajo 2.204 2.385 2.401 2.397 2.403

Asalariados registrados 1132 1.224 1.204 1.214 1.236

Asalariados no registrados 496 536 562 552 541

No asalariados 577 624 636 631 626

Puestos de trabajo equivalente 1843 1.996 2.017 2.008 2.004

Horas trabajadas EN MILLONES 3.809 4114,0 4106,4 4108,8 4152,8

Horas trabajadas/ Puestos 1728,2 1725,0 1710,0 1714,0 1728,0

Horas trabajadas/ Puestos Mes 144,02

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 6,55

Horas Trabaj/Puestos equiv 2066,74 2060,93 2035,71 2046,57 2072,27

Horas Trabaj/Puestos equiv Mes 172,23

Horas trabajadas/ Puestos Día (22) 7,83

Puestos de trabajo

Asalariados registrados 1 1 1 1 1,0

Asalariados no registrados 0,4382 0,438 0,467 0,455 0,438

No asalariados 0,5097 0,5097 0,528 0,52 0,507

Puestos de trabajo equivalente/Puestos de trabajo

0,8362 0,837 0,84 0,8375 0,83

Fuente: Elaborado sobre la base de INDEC, Cuentas Nacionales.

CUADRO A.4 EMPLEO ASALARIADO REGISTRADO EN EL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES PÚBLICO Y

PRIVADO Promedios anuales y 4° trimestres

Año

Sector Privado Sector Público Total

Empleo Var. %

periodo anterior

Empleo Var. %

periodo anterior

Empleo Var. %

periodo anterior

Promedios anuales

1996 3.500.164 595.052 4.095.216

1997 3.810.365 8,9% 767.547 29,0% 4.577.912 11,8%

1998 4.070.928 6,8% 813.745 6,0% 4.884.673 6,7%

1999 4.034.867 -0,9% 824.961 1,4% 4.859.828 -0,5%

2000 3.979.311 -1,4% 839.219 1,7% 4.818.530 -0,8%

2001 3.905.377 -1,9% 883.892 5,3% 4.789.270 -0,6%

2002 3.507.681 -10,2% 884.132 0,0% 4.391.813 -8,3%

2003 3.710.749 5,8% 900.676 1,9% 4.611.425 5,0%

2004 4.163.498 12,2% 944.715 4,9% 5.108.213 10,8%

2005 4.671.137 12,2% 997.245 5,6% 5.668.382 11,0%

2006 5.123.921 9,7% 1.068.641 7,2% 6.192.563 9,2%

2007 5.564.617 8,6% 1.137.082 6,4% 6.701.699 8,2%

2008 5.904.195 6,1% 1.209.957 6,4% 7.114.151 6,2%

2009 5.816.493 -1,5% 1.296.038 7,1% 7.112.531 0,0%

2010 5.960.975 2,5% 1.352.840 4,4% 7.313.815 2,8%

4° trimestres

1996 3.615.131 722.846 4.337.977

1997 3.940.749 9,0% 827.007 14,4% 4.767.756 9,9%

1998 4.104.974 4,2% 820.506 -0,8% 4.925.480 3,3%

63

1999 4.011.530 -2,3% 835.770 1,9% 4.847.300 -1,6%

2000 4.001.945 -0,2% 872.418 4,4% 4.874.363 0,6%

2001 3.770.696 -5,8% 891.039 2,1% 4.661.735 -4,4%

2002 3.491.535 -7,4% 890.668 0,0% 4.382.203 -6,0%

2003 3.870.444 10,9% 925.084 3,9% 4.795.528 9,4%

2004 4.367.145 12,8% 970.693 4,9% 5.337.838 11,3%

2005 4.869.006 11,5% 1.031.913 6,3% 5.900.919 10,5%

2006 5.296.288 8,8% 1.101.339 6,7% 6.397.627 8,4%

2007 5.760.608 8,8% 1.168.015 6,1% 6.928.623 8,3%

2008 5.943.305 3,2% 1.245.140 6,6% 7.188.445 3,7%

2009 5.849.448 -1,6% 1.339.655 7,6% 7.189.103 0,0%

2010 6.067.316 3,7% 1.372.770 2,5% 7.440.086 3,5%

CUADRO A.5 EMPLEO REGISTRADO EN LA PRODUCCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS

PERÍODO 1ER. TRIMESTRE DE 1996 A 1ER. TRIMESTRE DE 2011

Rubro 1996-1999 2000-2004

2005-2009

2010 2011 1er

Trim.

Empleos en la Producción de Bienes

41 36 37 35 35,2

Empleos en la Producción de Servicios

59 64 63 65 64,8

Total General 100 100 100 100 100

CUADRO A.6.1 LABOUR PRODUCTIVITY LEVELS IN THE TOTAL ECONOMY 2010

Country

GDP per hour

worked, current prices

GDP per hour

worked as % of USA

USD (USA=100)

Australia 46,8 79,4

Canadá 45,2 76,6

Corea 27,2 46,2

Nueva Zelandia 34,0 57,7

Federación Rusa 20,6 34,9

Chile 19,2 32,6

México 19,8 33,6

Turquía 26,3 44,7

Francia 57,7 97,9

Alemania 53,6 90,9

Suecia 49,9 84,6

Suiza 48,3 82,0

Reino Unido 46,2 78,3

Estados Unidos 59,0 100,0

Japón 39,4 66,8

Euro área 49,7 84,3

64

CUADRO A.6.2 AÑO 2010 PBI POR HORA

País Valores

corrientes en U$S

Alemania 53,6

Argentina 14,15

Australia 46,8

Austria 49,6

Bélgica 58,9

Canadá 45,2

Chile 19,2

Corea 27,2

Republica Checa 29,3

Dinamarca 51,3

Eslovaquia 33,6

Estados Unidos 59,0

Estonia 26,4

Finlandia 47,9

Francia 57,7

Grecia 33,6

Holanda 58,8

Hungría 26,1

Islandia 40,1

Irlanda 63,6

Israel 35,2

Italia 43,9

Japón 39,4

Luxemburgo 75,3

México 19,8

Nueva Zelandia 34,0

Noruega 75,3

Polonia 24,7

Portugal 32,0

Reino Unido 46,2

República Eslovena 34,3

España 47,2

Suecia 49,9

Suiza 48,3

Turquía 26,3

Rusia 20,6

Países del G7 51,6

Euro área 49,7

OECD-30 44,4

OECD Total 43,9

Fuente: US Bureau of Labor Statistics, Division of Intl. Labor Comparisons, August 15, 2011.

65

CUADRO A.6.3 PRODUCTIVIDAD POR OCUPADO EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA VIS A VIS LA DE USA: ARGENTINA Y

PAÍSES SELECCIONADOS DÉCADA DE LOS '90

PAÍS 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

Japón 129,4 127.2 111.6 103.7 102,2 103 103,2 101,6 92,4

Alemania 109,3 109,9 93,1 90,1 96 96,4 97 102,7 102,3

Reino Unido 71,6 94,6 73,7 71,8 71,8 69,4 66,6 63,5 61,8

Canadá 82,1 84,8 86,4 85,9 86,1 83,8 79,7 77,7 75

Brasil 27,2 s/d s/d s/d s/d 22,6 s/d s/d s/d

México 31,7 s/d s/d s/d s/d 30,8 s/d s/d s/d

Argentina 42,5 48,6 51,9 53,1 54,5 51,4 54,1 54,4 53,3

Fuente: CEP según datos de “Main Economic Indicators, OCDE” y “Desarrollo Industrial, ONUDI, 1997”.

CUADRO A.7 PBI cf: TOTAL Y POR GRAN SECTOR

Millones de $ de 1960

SECTOR 1947 1960 1970 1980

TOTAL 6788,7 9244,5 14098,9 17654

AGROPECUARIO 1356,7 1524,9 1873,7 2289,5

CONSTRUCCIÓN 236,6 357,0 647,9 727,0

INDUSTRIA, MINERÍA Y EGA 2055,1 3110,2 5604,2 6866,6

TERCIARIO 3140,3 4252,4 5973,1 7770,9

Nota: Corresponde a los promedios trienales centrados en los años indicados Fuente: IDI, Fundación de la UIA "El empleo industrial en cifras"; Cuadro 4

CUADRO A.8 PRODUCTIVIDAD: TOTAL Y POR GRAN SECTOR

En $ de 1960 por persona ocupada

SECTOR 1947 1960 1970 1980

TOTAL 1.080 1.180 1.570 1.790

AGROPECUARIO 810 970 1.290 1.750

CONSTRUCCIÓN 790 730 830 680

INDUSTRIA, MINERÍA Y EGA 1.320 1.430 2.680 3.200

Industria manufacturera 1.202 1.419 2.645 3029

TERCIARIO 1.150 1.190 1.280 1.450

Fuente: ídem cuadro inmediato anterior, Cuadro 5.

CUADRO A.9 PEA ocupada:

Total y por gran sector

SECTOR 1947 1960 1970 1980

TOTAL 6.285.833 7.834.322 8.980.191 9.862.570

AGROPECUARIO 1.674.938 1.572.062 1.452.481 1.308.286

CONSTRUCCIÓN 299.494 489.041 780.602 1.069.118

INDUSTRIA, MINERÍA Y EGA 1.556.894 2.174.965 2.091.119 2.145.813

TERCIARIO 2.730.696 3.573.445 4.666.484 5.359.241

Nota: Estimado a partir de los dos cuadros anteriores; sin embargo, es preciso tener en cuenta que existe una cierta desviación porque el PBI cf. no corresponde a los años consignados sino a los promedios trienales centrados en ellos.

66

CUADRO A.7 INDUSTRIA MANUFACTURERA VARIACIÓN QUINQUENAL DE LA PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO PBI cf/PO

En porcentajes

División CONCEPTO 1950-54 1955-

59 1960-

64 1965-69 1970-73 1950-73

3.- Industria manufacturera 2,44 2,41 7,07 3,64 3,72 3,92

31 Alimentos y bebidas y tabaco -0,34 2,32 5,49 1,58 1,33 2,21

32 Textiles Confecciones y calzado 2,77 1,78 2,59 1,16 1,77 1,99

33 Madera y corcho Muebles y accesorios 13,55 -0,64 4,62 -1,12 2,10 3,34

34 Papel y cartón, imprenta y editoriales -1,44 6,13 1,31 -0,32 1,34 1,53

35 Sustancias químicas, derivados petróleo y carbón, caucho y plásticos

3,09 0,45 8,85 6,58 5,48 3,09

36 Minerales no metálicos, excluido petróleo y carbón

3,35 -0,89 9,35 6,20 2,28 3,35

37 Industrias metálicas básicas 12,11 6,63 14,21 3,34 9,93 9,09

38 Fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo

2,10 3,39 10,41 7,63 4,06

39 Otras industrias manufactureras 1,49 0,48 2,29 1,27 -1,25 0,92

Fuente: Elaboración propia sobre la base de BCRA, 1975.

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