La competencia como organizadora de los programas de formación

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La competencia como organizadora de los programas de formación: hacia un desempeño competente. Philippe Jonnaert, Johanne Barrete, Domenico Masciotra, Mane Yaya En esta lectura se describen algunas de las dificultades en las que se encuentran los docentes al utilizar el concepto de competencia como organizador de programas de estudios. Ya que al describir las situaciones y los recursos a utilizar en las acciones son más completas, esto ayuda a que los profesores pueden crear condiciones favorables para el desarrollo de competencias. Hay una pregunta central para reformular los programas de estudio es: “¿En qué condiciones y en qué situación puede un alumno actuar con competencias?” Esto se refiere a identificar el desempeño de los alumnos y la descripción de sus competencias. Se trata aquí de un cambio radical en las prácticas habituales de los que conciben programas de estudios. Se busca formar alumnos competentes, habla de observar cual es la situación en la que el alumno puede actuar con competencias, es decir en qué momento utiliza las habilidades y conocimientos que obtiene a través de su formación educativa. El currículo define la orientación que debe llevar el sistema educativo, que contenidos se deben a abordar y en que apoyarse. Jonnaert y Ettayebi (2006) compara el currículo de un sistema educativo a la Constitución o a la Ley Fundamental de un país: “Un currículum es a un sistema educativo lo que una Constitución es a un país”. En ese sentido, Jonnaert y Ettayebi (2006) establecen que un currículum es general e inclusivo puesto que orienta sus propios programas de estudio.

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La competencia como organizadora de los programas de formación: hacia un desempeño competente.

Philippe Jonnaert, Johanne Barrete, Domenico Masciotra, Mane Yaya

En esta lectura se describen algunas de las dificultades en las que se encuentran los docentes al utilizar el concepto de competencia como organizador de programas de estudios. Ya que al describir las situaciones y los recursos a utilizar en las acciones son más completas, esto ayuda a que los profesores pueden crear condiciones favorables para el desarrollo de competencias.

Hay una pregunta central para reformular los programas de estudio es:

“¿En qué condiciones y en qué situación puede un alumno actuar con competencias?”

Esto se refiere a identificar el desempeño de los alumnos y la descripción de sus competencias. Se trata aquí de un cambio radical en las prácticas habituales de los que conciben programas de estudios. Se busca formar alumnos competentes, habla de observar cual es la situación en la que el alumno puede actuar con competencias, es decir en qué momento utiliza las habilidades y conocimientos que obtiene a través de su formación educativa. El currículo define la orientación que debe llevar el sistema educativo, que contenidos se deben a abordar y en que apoyarse.

Jonnaert y Ettayebi (2006) compara el currículo de un sistema educativo a la Constitución o a la Ley Fundamental de un país: “Un currículum es a un sistema educativo lo que una Constitución es a un país”. En ese sentido, Jonnaert y Ettayebi (2006) establecen que un currículum es general e inclusivo puesto que orienta sus propios programas de estudio.

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La utilización de las TIC.

Las TIC colaboran en el desarrollo de una educación de calidad, por ser innovadoras y ser una herramienta de estudio más rápida y eficaz. Sin embargo, se limitan a inversiones en equipos y raramente se encuentran las condiciones útiles para su integración a los aprendizajes. Las TIC pueden facilitar el aprendizaje, por ejemplo a través de simuladores informáticos. Pero no todos tienen acceso a esta herramienta de trabajo. No todas las instituciones educativas cuentan con recursos informáticos para sus alumnos que les permitan tener una aprendizaje colaborativo, propiciando una rápida retroalimentación de los contenidos. Estos resultados no se deben exclusivamente a la introducción de computadoras en las escuelas sino a estrategias apropiadas por medio de las cuales las TIC sean utilizadas para ayudar en la solución de problemas en el proceso de enseñanza y de aprendizaje.

Construir una verdadera Teoría de las Competencias

La presión ejercida hoy día sobre los diseñadores del nuevo currículum es enorme. Al tratar las reformas de currículum para la formación general de base de adultos en Quebec, Medzo y Ettayebi (2004, 45) describen la complejidad de la tarea:

“(...) hay que desarrollar un currículum centrado en el alumno y alumna, y esto plantea un triple desafío:

a) debe construirse un sistema cuyas finalidades respeten las necesidades de la sociedad y respondan a las necesidades del alumnado.

b) debe redefinirse el enfoque, el plan de formación, los programas de estudio y los servicios educativos en un lenguaje de fácil manejo para el adulto.

c) debe definirse la tarea del personal escolar que está llamado a acompañar al adulto en el proceso de aprendizaje.”

Construir la teoría de competencias, es decir su utilidad deberá ir centrada en las necesidades y situaciones del alumno, el contexto en el que se desarrolla y sus capacidades. Se debe definir el proceso de aprendizaje que se llevará acabo y a partir de ello el docente funja su papel como guía para la construcción de sus esquemas mentales creando un aprendizaje significativo.