La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán...

22
06-886r'VSOOUO] 7, 'foA T .vuHVZ-fv IVNIAVru flo soNuflovnf

description

Cuadernos de Madinat al-Zahra. Vol. 2, Año 1988-90, Revista de difusión científica del Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra (Medina Azahara).

Transcript of La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán...

Page 1: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

06-886r'VSOOUO]

7,'foA

T

.vuHVZ-fv IVNIAVruflo

soNuflovnf

Page 2: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

YUHVZ--IV ¿VNICVW AC SOI{UECIVNf

Page 3: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

€8r'39d06-8861 soAp p)luot)ONIVIUI OfE'I-IVA OINIOTI{V

s9r '8yd

OINNINO] -IECI V]INOU] ''(aqop.tgj spxollo syl ap

pplua(Lp o7 ap tI ;u p ua snttSoloaubn sauonoav)xg 'psaqoprc)

atnbnfV pl ap auoN otuatupllail4up pp p)D)tt sowp soaanN

ZINU'IICXVW'J OXCIEd.VUVINV]fV VNIEVS SAUO-IOC'W

VIUVA O

rcr'39¿ptpqpz-lp lpulPpw aP

,rosaupBLtpLu I aptaa" ua ypprc)ap pJtupa) p7

VCNVUV OUECIN]SE ESOI

60I '39cI4lpt:lpz-lp 1pulppw ua

apnatada pupluot atoda ap atSoloanbn uoD)ap) p'I

SEIUOC NIVUI-IEII flSOT

98 '39cIn[npuV ap osr2r p :snppuv-le ua ouaqin oilotnsap lISOUAINEWXV O-I-IIISVf '-I'I

.ZENIIXVtr\I ZEXEd'f 'W .SOUA¿NSNIUV

O-I]IISV] '] 'f .VfNIgN] VUUEIIVATVS 'A

99 '39dptnpaltnbtv ns

'UEWO-IOl OOSUUOII

:(aluvtqV) tputpptpll, ap yuqut plVAVZOZ VAONIVXVS'U .W .VIAES'W .ZINX UVNZV'X

67,',?t¿iluapA ap sltpau xnrttpc xnaaildoc¡t ta sasag

VI^IXE-I INIA]IA'[ .NAISSAU] EfIUIVd .O-IE]UVS NIAWXV:)

6'3T¿pqoprc) ap attnbzaut pl ap sapuonvpunl sauonúnsu¡

ZENIEI\III VNV]O -ISNNVW

SOIONISE O

OIUVWNS

Page 4: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

SOICNISE

Page 5: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

LA COLE,CCIONAPARE,CIDA E,N

ARQUEOLOGICA DE, E,POCA ROMANAMADrN AT AL-ZAHRA (CORDOBA)

JOSE, BELTRAN FORTE,S

a reutilización en la ciudad califal de MadinataI-Zahra'de las piezas escultóricas de la épo-

ca romana que aquí se catalogan proporciona, sinduda, una nueva perspectiva para su análisis, quejunto a la gran calidad artística de muchas de ellasenriquece enormemente su valor arqueológico (1).

Faceta inevitable del estudio arqueológico de

cualquier pieza es el análisis de su ambiente, bajoun enfoque múltiple, que se puede concretar entres aspectos principales. para inrcntar reconsrr-uirlos ambientes de producción, de empleo y, si fuerael caso, de reutiiización. En las piezas que nosocupan la reconstrucción de ese ambiente de reu-riiización es fundamental para discernir la propiavaloración de la obra romana en la sociedad califalhispana del siglo X d.C.

Se ha dicho que ese empleo de mareriales ro-manos en la ciudad cordobesa obedece a <<...un

fwgaz gusto anticuario de los califas Omeyas..." (.2),

aunque junto a ello pudieron existir otras mori-vaciones, de orden puramente arrístico o tambiénideológico, cuya exacta valoración habrá que rea-lizar.La importancia que la influencia clásica tuvoen la formación del arte islámico primitivo es unaspecto aceptado, dentro de una corriente de gus-to que aparece superada con la entronización dela dinastía abassí (3). En nuesrra Península, porel contrario, se mantendrán -al menos hasta e1

siglo X- modelos artísticos arcaicos, y en ellodebió influir la misma continuidad política de los

On'reyas; dentro de ese proceso más amplio debeentenderse la reuti[zación de piezas roÍranas, es-

pecialmente en ambientes concretos (jardines ypatios), como testilxonian 1os descubrimientosde Madrnat aI-Zahra'que ahora analizamos.

La influencia artística de la tradición romanaen las producciones omeyas de al-Andalus ha sidoresaltada por diversos autores, desde las funda-mentales aportaciones de Torres Balbás, y en con-creto en los temas decorativos, que son los que

nos interesan (4), aunque esa fuente de inspiraciónno sólo actuaría a través de 1os elementos romanosde Hispania, sino adenrás a través de influenciasdel Medlterráneo oriental, ya asimiladas o forta-lecidas a través de Bizancio, cuyas relaciones se

intensifican con el califato cordobés.

Aparte de diversos elementos de construcción(como columnas y otros mármoles), que fuerontraídos desde fuera de la Península (5), destacan

especialmente 1os sarcófagos romanos que se reu-

tilizaron como pilas de fuentes. Sumando ios sar-

cófagos de tema pagano y paleocristiano superan

con ciaridad la decena de ejemplares, que jalona-

rían los patios y jardines de Madrnat a|-Zahra'como fuentes alir¡entadas por surtidores de metalo piedra. A pesar de la prevención con que debe

ser tomada la noticia, Maqqarr (6) señala cómoen una de las cámaras de reposo junto al Salón

del Trono se había colocado una de las maravillas

de la ciudad, traída desde Oriente (desde Siria por

109

Page 6: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

Ahmad al-Yunani, o desde Constantinopla pc-,r

Rabi ben Zayd para otros): una fuente con su

pilar, cuya taza cuadrangular, de mármo1 verde,la ornamentaban doce animales-surtidores de co-lor dorado; con el mismo origen oriental se citaotra fuente de mayor tamaño, de mármol blanco,con relieves dorados de figuras humanas (7).

A diferencia de las decoraciones murales, quese basan específicamente en elementos vegetales,geon:rétricos o epigráficos, sobresale de forma pe-culiar en el arte hispanocalifal la decoración figu-rada de las pilas, en una línea que documentanotros elementos típicos de las llamadas <artes me-nores>> de época califal (marfiles, toreútica, cerá-

mica, telas) (8).

De la propia Córdoba procede un interesantegrupo de pilas de fuente con una rica decoraciónzoomorfa, datadas hacia finales del siglo X-comienzos del siglo XI, y que deben de ponerseen relación con los talleres que decoraron la nueva

ciudad cordobesa de Almanzor (9); se trata depilas cuadrangulares marmóreas, con rica deco-ración en todos sus frentes, arquitectónica, vegetal

y, especialmente, animalística, con embler¡áticaságuilas o felinos atacando a sus presas, tema pre-dilecto de la ornamentación de fines de1 califato.Aunque está clara su relación con la decoraciónde los citados elementos de artes menores, el de-

sarrollo del modelo de la pila de fuente tardocalifalde forma cuadrangular y con esa típica ornamen-tación podría relacionarse precisamente con e1

abundante empleo de los sarcófagos romanos de

Madtnat al-Zahra', a la que la nueva fundaciónde Almanzor quería eclipsar; o al menos que am-bos fenómenos responden a unos planteamientosestéticos similares que caracterizan, en diversogrado, determinadas manifestaciones artísticas delcalifato cordobés a lo largo del siglo X, dentrode un gusto por la figuración

-animalística o

antropomorfa- que evidencia especialmente laornamentación de las arquetas de marfil de ese

mismo período, asismismo productos artísticoselaborados para un ambiente aúlico.

Precisamente el jardín (y el patio secundaria-mente) proporciona en el mundo árabe el marcoadecuado para Ia estatuaria, especialmente zoo-morfa función muchas veces de surtidoresde agua-, o incluso representaciones huma.nas (10).

110

En Madtnat al-Zahra', aparte de los sarcófagosromanos, se ha recuperado una pila marmórea deforma her¡iesférica y con decoración vegetal enel denominado "patio de la pila", en las habita-ciones anexas al Salón Rico (11); en las proximi-dades de este patio aparecieron los fragmentosdel sarcófago de tabernáculo central.

Según afirmara Ibn Jaldun en sus Mwqaddi-mah: "En España, esta civilización alcanzó el má-ximo arraigo porque esta nación babía padecido,durante milenios, la clominación de los godos yluego la de los Omeyas. Como estas dos dinastíaserdn muy poclerosas, las costwmbres cJe la ciz,iliza-ción y de la z,ida urbana se mantwaieron allí inin-terrwmpidamente y ecbaron profwndas raícev, (1.2).

A pesar de la prevención con que debe analizarseesta cita, ya que es un autor tardío y puede sig-nificar sirnplemente un tópico literario, inclusoen ese caso el texto reflejaria la consideración queel arte de aquel período pudo tener en la sociedadislámica andaluza del siglo XIV -o al menos enparte de ella-, que Ibn Jaldun conoció entre 1363

y 1365.Se ha dicho que sólo a partir del siglo X se

produce en los territorios peninsulares una efec-tiva islamización, mediante la influencia de losmodelos abassíes, y ello también en el plano de laornamentación (13). En todo caso la reudlizaciónde ia ampiia serie de esculturas roinanas enMadrnat al-Zahra' denota, por 1o menos, que ese

gusto por lo romano, propio de los omeyas y delarte islámico primitivo, se mantiene en los co-mienzos del califato en al-Andalus.

Parece claro el valor funcional y ornamentalque debemos dar a los sarcófagos -unido o no aotros valores ideológicos-, siruiendo como pilasde fuentes para embellecer los patios y jardinesdel sector aúlico de la ciudad. Pero además de lossarcófagos se documentan otras esculturas (unberma, un fragmento de retrato femenino -quepudo formar parte de un sarcófago- I, especial-mente, un busto de retrato con basa) de las quedesconocemos la exacta función que cumplierony sobre las que nos queda la duda sobre su verda-dera significación en el ambiente califal.

La concreta ubicación de las diferentes piezasreutilizadas la desconocemos en su mayor parteya que fueron saliendo alaluz en la primera partede este siglo y no se consei-van las referencias ade-

Page 7: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

cuadas. Por otro lado, casi todas ellas debieronser destruidas intencionadamente; dentro del mar-

co histórico de la propia ciudad se ha vinculadoesa destrucción a la presencia almohade a fines

del siglo XII (14), posiblemente porque, segirn

refiere Ibn Idhari, fue entonces cuando se des-

truyó el reiieve que representaba a la favorita al-

Zahre'que el califa había mandado esculpir sobrela puerta de la citidad (15); pero parece más lógicoque deba adscribirse al propio saqLreo llevado a

cabo por 1os bereberes en el 1010, tras la derrotade El Vacar.

En determinados casos, no obstante, la pro-cedencia común -en sectores más o menos con-crelos- de fragmentos pertenecientes a unas n'ris-

rnas piezas avala el que éstas, una vez destruídas,fueron dejadas en un lugar próximo al que ocu-paban originalmente en ia ciudad.

Los fragmentos han ido apareciendo en dife-rentes lugares del yacimiento a 1o largo de diversos

momentos del presente siglo, y de algunos puede

deducirse, pues, su ubicación original. Los frag-mentos correspondientes al gran sarcófago de fi-1ósofos y Musas se descubrieron, en 1923, en <<...u.n

montículo próximo al Camino de ronda Bajo" (16);

es decir, el denominads "Jardín Bajo", que cons-

tituía una de las vías de acceso hacia las zonas

públicas de la ciudad. Queda aún por excavar unamplio sector de este espacio ajardinado, por loque es posible que aparezcan más fragmentos cuan-

do se lleve a cabo su excavación definitiva.

Los fragmentos del sarcófago de Meleagro apa-

recieron, entre 1924 y 1.925 , <. . . en und alcantarillaque se dirige hacia la pdrte norte del patio" (17);

debió estar situado, pues, en el llamado "patio de

los pilares". Se trata de un patio de 22 n. x 20 m.

con pórticos en sus cuatro lados, enlosado de losas

de pizarra verde y cruce de atarjeas en e1 centro,donde se situaría el sarcófago (18).

E1 sarcófago de tarbernáculo central y repre-sentación de difuntos y Musas se situaría asimis-mo en el centro del llarnado <patio de los relojes".en unas edificaciones correspondientes a la terraza

superior al Salón Rico, de donde también proce-den los restos de tres cuadrantes solares que dan

nombre al conjunto (19). El busto con base pro-cede del gran patio anexo al Dar al-Yund, aunque

no tenemos constancia de que ese fuera su lugar

de colocación original. Se desconoce el lugar de

descubrimiento del resto de las piezas.

Dejando aparte 1os aspectos concernientes a

esa reutilización árabe, e1 conjunto de piezas re-

cuperado (inédito en su mayoría), de gran calidad

artística, no hace más que ratificar la importanciaarqueológica de Corduba en la España romana,puesto que la procedencia cordobesa de tales pie-zas nos parece en principio incuestionable, y lacorrolrora 1a presencia en 1a propia Corduba delque es el paralelo más cercano, formal y temático,para algunos de los sarcófagos: el magnífico ejem-

plar con la representación de los esposos y la Puer-

ta del Hades conservado hoy día en el Alcázar de

los Reyes Cristianos, y que fuera dado a conocerpor García y Bellido (20). Esta pieza fue encon-

trada en 1a necrópolis tardorromana del Brillante,y quizá también de a1-rí procedieran los sarcófagos

del siglo II d.C. que fueron trasladados a la nueva

ciudad califal.

Se constituye, pues, el conjunto de sarcófagos

más extenso conocido hasta el momento Para una

ciudad romana de Hispania, y que destacan espe-

cialmente en el ámbito bético, en donde -comoya resaltara García y Bellido (21)- destaca la par-quedad de descubrir¡ientos de tales piezas: ex-

ceptuando los sarcófagos de temática cristiana,que son más abundantes en el sur peninsular (22),

sólo se conoclan hasta la fecha cinco sarcófagos

béticos de temática pagana: uno julio-claudio de

Granada; otro con erotes de Munigw4 de fines

del siglo II d.C.; un fragmento de Asta Regia yun cuarto ejemplar de Asido

-completo pero co-

nocido sólo por un dibujo-, ambos de1 siglo IIId.C.; y por último un quinto de Casariche, delsiglo IV d.C. (23).

Corduba proporciona al menos seis ejempla-

res: dos ya conocidos, uno de la propia MadlnataI-Zahra' (el de Meleagro en Ia caza del jabalí de

Calidón) (n." 7 del Catáiogo) y el de la necrópolisdel Briilante, ambos del siglo III d.C., y los otroscuatro inéditos que aquí se estudian, el de taber-nácu1o central con 1a Puerta del Hades (n.'6), el

de filósofos y Musas (r." 8), y los dos fragmentosde un sarcófago de temática dionisíaca (".' 5) yotro pastoril (n." 9). Y tal vez habría que uuirotro más si consideramos que el retrato femenino(n." 3) también podría corresponder a uno de esos

111

Page 8: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

grandes sarcófagos rorlanos de la segunda mitaddel siglo III d.C.

Aparte de los sarcófagos se documenta un her-ma que representa a Hércules-niño (del siglo IId.C.), un busto con base al que le falta el retrato(asimismo del siglo II d.C.), y un pequeño frag-mento de cabeza masculina

-posiblemente de

un retrato-, amén del fragmento de retrato fe-menino (siglo III d.C.) anteriormente citado.

CATALOGO DE ESCULTURAS

1.. Herma de Hércules-niño (LAM. I, 1):

Material: mármol de color blanco-rosáceo, convetas de color más intensas, posiblemente<<rosso antico>.Dimensiones: 0,45 m. alt. x 0, 27 m. anch. x0,20 m. grosor.Bibliografía: .|. BELTRAN, .,1-l synTsylclea his-panos>, Homenaje a A. Balil (Llniv. de Mála-ga), (en prensa) (24).

A pesar de las roturas que afectan ala pteza,en la parte inferior y en el lateral derecho, y a lafalta de la cabeza (con restos de pernos en el cuelloque denotan un arreglo ya antiguo), puede iden-tificarse de forma clara con una representaciónde un heraklisleos en forma de berma y cubiertoconla leontés. Hasta ahora supone el primer ejem-plar conocido en nuestra Península del tipo, aun-que está bien representado en otras zonas del Im-perio.

Como es sabido la forma escultórica deI her-ma (25) surge en Grecia, presentando como ele-

mentos predominantes un pilar tronconónico in-vertido, que podía llevar una inscripción e ibacoronado por una cabeza (de dios -en principioF{ermes-, o, especialmente en el helenismo, de

un hombre público, político, militar, filósofo...).En Roma puede distinguirse entre el herma-retrato (coronado por un retrato particular) y el

berma de jardín, de función decorativa, represen-tando a diferentes divinidades o a personajes de

sus cortejos y gue, en 1o formal, pueden sustituirel pilar troncocónico por simples planos de cortevertical en los laterales del busto y en la parteposterior de la cabeza.

En el ejemplar cordobés nos encontramos conun "Mantelherme>>, es decir, que el herma aparece

1,1,2

cubierto por un ropaje (en este caso la leontés,

identificando al personaje); en ocasiones, comoaquí, se representan los brazos, que se colocansobre el pecho, sosteniendo los extremos de laleontés. La mano derecha de la figura queda cu-bierta por la piel y, con el antebrazo, sostiene lacal¡eza de la leontés, mientras que la mano izquier-da no se cubre, identificando al representado co-mo un Hércules-niño.

Un paralelo casi exacto, y cornpleto, lo en-

contramos en un hermeraleles niñ.o de Roma, quese conserva en la Galleria dei Candelabri dei Va-ticano (26);la diferencia más evidente estriba en

que en éste la cabeza de la leontés se dispone pordebajo del brazo derecho, y, consecuentemente,se eleva el brazo y mano izquierdos, también conlos dedos índice y coraz\n extendidos, como en

el ejemplar cordobés. Podría pensarse que nuestrapieza -sin duda obra de importación-, debióhaber sido elaborada en Roma en fecha coetánea,durante época anroniniana.

Para Hispania del>e hacerse obligada referenciaal bermeralely's de Yecla (Murcia), identificado co-n-ro tal por Balil, y que asimismo se cubre con laleontés (27); pero éste representa a un Hérculesadulto, con ampulosa barba, en un tipo muchor¡ás abundante que el que ahora tratar¡os (28).

2. Busto de retrato, con peana:

Material: mármol de color blanco, y granogrueso, brillante y poco cor¡pacto.Dimensiones: 0,20 m. x 0,20 rn. x 0,15 m. Labase circular presenta un orificio en la carainferior (de 0,60 m.), posiblemente una reuti-lización para facilitar su encaje.

Bibliografia: lnédito.

Se trata de un busto de retrato, al que porrotura le falta Ia cabeza, que apoya sobre una basa

circular, en cuyo frente se dispone una cartela.Tipo común especialmente durante el siglo IId.c.

3. Fragmentos de retrato femenino (LAM. I, 2):Material: mármol blanco.Dimensiones: 0,14 m. x 0, 19 m. x 0, 1.2 m.(en dos fragmentos).Bibl iografía: Inédiro.

En dos fragmentos se conserva la parte supe-

Page 9: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

I

rior derecha de un retrato femenino. La formade ia rotura principal hace posible que formaraparte tanto de una cabeza de bulto redondo, como

de un altorreiieve, que decorara el frontal de unsarcófago de grandes proporciones. En todo caso

no corresponde (como retrato de difunta) al sar-

cófago de filósofos y Musas que veremos a con-tinuación, ya que el rnármol es diferente, por 1o

que preferimos interpretarlo como retrato de bul-to redondo, a falta de todo fragmento de otrogran sarcófago.

Por lo conser-vado identificamos perfectamen-

te el peinado, que es el típico de determinadasAugustas del siglo III d.C.. Aparece por vez pri-mera con Plautilla, casada con Caracalla en el 202,

exiliada en el 205 y muerta en el 21,2, en una va-

riante denominada "Scheitelzopffrisur" (29), en

la que los cabellos son peinados hacia atrás, orga-nizados en rizos concéntricos que bajan hasta la

nuca, y se recogen en una ttenza plana que se

eleva hacia la coronilla; son característicos los ri-zos sueltos dispuestos sobre la frente y por de-

lante de las orejas, como se ejemplifica en e1 mag-

nífico retrato del Museo Nacional Romano (30).

Este tipo de peinado, variando sobre todo en

la disposición de la trenza posterior, que se desa-

rroLla hasta llegar a la frente, se documenta en

retratos de las Augustas Iulia Paola (219-220),Tranquillina (24I - 24 4), O ctacilia (24 4 -249), E trus-crlla (249-251), Cornelia Supera (253), Salonina(253-268) y Dryantilla (261) (31). El peinado de

nuestro fragrnento, por 1a caída en Ia zona de Ia

nuca y por el desarrollo de la tenza posterior, se

corresponde con el de Furia Sabina Tranquillina,mujer de Gordiano lII, en especial con el ejemplar

del British Museum, que algún tiempo estuvo ad-judicado erróneamente a Octacilia (32).

Difiere, no obstante, de los de esa época en

que en el nuestro los grandes rizos de la cabeza

se disponen concéntricos y todavía están presentes

1os rizos sueltos sobre la frente y patillas, colxoera propio del retrato de Plautilla. Debe corres-ponder a un retrato que sigue el nuevo r¡odeloimpuesto por el peinado de Tranquillina, peroque áun mantiene unas características propias de

ia moda anterior (33). La fecha post qwem de ela-

boración delapieza debe ser, pues, el 241 d.C.,correspondiente a un retrato de bulto redondode una particular.

4. Fragmer-rto de retrato masculino:Material: mármol blanco.Dimensiones: 0,16 m. x 0,13 m. x 0,OZ m.

Bibliografía: Inédito.

Se trata de un pequeño fragmento de la partesuperior de Ia calseza, que correspondería a unretrato n-rasculino, en el que los pelos se indicancon poco profundas incisiones, con ausencia de

trépano.

5. Fragmer:rto de sarcófago de tema dionisíaco:Material: mármol blanco, de grano de tamañomedio y brillante.Dimensiones: 0,25 m. x 0,32 m. x 0, 11 r¡.(relieve con una profundidacl quc cscila entre0,02-O,OZ m.).Bibliografía: J. BELTRAN, .Nus1.65 53¡gó-

fagos romanos de Córdo$¿", l/f .M., (..p.).

La pieza ocupa la zona dei reborde superiorliso, así como 1a parte superior de dos figuras del

cortejo báquico (la de la izquierda, un centaurobáquico o sátiro, tocando el doble aulós), con loque el sarcófago al que perteneció viene a engrosar

la amplia serie conocida de temática dionisíaca,perfectamente sister¡atizada por Matz (34). Ladatación puede concretarse, estiiísticamente, des-

de momentos tardoantoninianos o, con más pro-babilidaJ. en época severiatra.

6. Sarcófago de tabernáculo central con la Puerta

del Hades (LANIS. II y III, 1):

Material: márr¡ol blanco, de grano medio ybrillante. con vetas grises.

Dimensiones: dada su fragmentariedad se es-

tablecen varios conjuntos de fragmentos (35):

A) parte del lateral derecho del sarcófago yde la edícula de ese lado, conservando la

esquina (LAM. II, 1); la parte frontal mide

0,91 m. x0,77 m. x O,1O m.; el lateral mide

0,85 m. x 0,87 m. x 0,10 m.; el frente pre-

senta una profundidad máxima de relieve

de O,O8 m., mientras en el lateral es de 0,03

m. En el lateral aparecen dos orificios cir-culares como fruto de su reutilización co-

mo fuente.B) parte del lateral izquierdo y de la edícula

de ese lado, conservando la esquina (LAM.II, 2); la parte frontal mide 0,90 m. x 0,30

r13

Page 10: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

m. x 0,10 m.; el lateral 0,88 rn. x 0,78 m.x 0,10 m. Asímismo se practicó en este

lateral un orificio para salida de aguas en

época árabe.

C) parte derecha de la edícula izquierda(LAM. II, 1), que conserva dos figuras fe-meninas y una máscara teatral; mide 0,88

m. x 0,34 m. x 0,10 m.D) diversos fragmentos dela zona central del

frente dei sarcófago, correspondiente al

tabernáculo con la Puerta del Hades, en

dos grupos; el superior mide 0,42 rn. x0,53 m. x O, 11 m. (LAM. iII, 1), y el

inferior a,25 m. x O, 19 m. x 0, 10 m.Bibliografía: J. BELTRAN, op. clr.

F,l conjunto resultante, con las lagunas que se

verán luego, corresponde a un sarcófago de tipooccidental, columnado con tabernáculo central(con la Puerta del Hades) y edículas a los lados

ocupadas por diferentes figuras (posiblemente la

representación de los difuntos entre Musas). Losparalelos, no muy abundantes pero claramenteidentificables, permiten una reconstrucción bas-

tante segura, puesto que nos encontramos además

con una pieza de importación, elaborada con mu-cha probabilidad en los mismos talleres romanosque tales ejemplares y en fecha coetáneade los conjuntos de mayor calidad artística ela-

borados en Roma en la primera mitad del sigloIII d.C.-. El sarcófago de Madrnat al-Zahra' po-siblemente se elaboró en el segundo cuarto delsiglo III d.C.

Ese grupo fue ya establecido por Roden-waldt (36), y en él sobresalen un ejemplar del Pa-

lazzoMedic| dos de los Museos Vaticanos (LAM.VI, 3) y otro del Palazzo dei Conservatori (LAM.VI, 2) (37); los tres primeros representan a losesposos difuntos en las edículas, el último a las

Estaciones. Entre e1 tabernáculo y las edículas se

sitúan diversas figuras aisladas, Victorias o geniicoronados por Victorias, colocadas sobre pedes-

tales; no se conserva ningún fragmento de ellas

en nuestro ejemplar, aunque debió llevarlas.

A pesar de esta importante laguna podemosreconstruir el frente del sarcófago de Madrnat al-Zahra', pues, en una estructura tripartita. El ta-bernáculo central (LAM. III, 1) presenta sendas

columnas de fuste liso y capitel compuesto de

r14

hojas lisas, sobre las que se dispone el frontóntriangular, que se decora en su centro con el mis-mo motivo que el del también sarcófago cordobésde la necrópolis de1 Brillante: dos pavos reales

que picotean un cesto de frutos. La Puerta en-

treabierta decora cada jamba con dos recuadrosen los que se representan dos genii con cornuco-pia, en los superiores, y dos prótomos de leóncon una argolla en la boca, en ios inferiores. Es-

tmctura y motivos casi idénticos en algunos casos

a los de los paralelos citados.Las edículas se enmarcan asímismo con co-

lumnas de fuste liso y capiteles de hojas lisas, aun-

que de un módulo mayor a los del tabernáculo, ysobre elios apoyan impostas y arcos, con r¡oldu-raciones lisas. Los espacios superiores libres, li-mitados por el reborde superior del sarcófago, se

decoran con seres marinos, de los que se recono-cen los cuerpos enrollados.

Las escenas representadas en las dos edículasson, sin duda, el aspecto que ofrece cierta difi-cultad, no en cuanto a la disposición de las figuras,sino en su identificación, ya que precisamente faltala mayor parte de las dos figuras centrales en am-bas, y pueden establecerse al menos dos hipótesis.En cada una de eilas aparecen cuatro figuras: tresprincipales y una de mayor tamaño -una asis-

tente- que se coloca por delante de la figuramás cercana al tabernáculo y porta un tributo.La doble posibilidad estriba en suponer que se

han representado seis de las Musas, con las dosasistentas, o bien que en los espacios centrales se

representan los dos difuntos -la esposa en 1a edí-

cula derecha (ya que conserva el cuerpo desde lacintura) y el esposo en ia edícula contraria- acom-

pañados de cuatro Musas.Posiblemente deba aceptarse la segunda posi-

bilidad (38), en un esquema que reproduce, convariantes, el frente del sarcófago de los esposos ylas Musas de1 Belvedere Vaticano (39). A amboslados de la Puerta central este ejernplar italianodispone, en el lateral izquierdo, al esposo sentadoflanqueado por 1as Musas del teatro, Melpórneney Ta7ia, y en el lateral contrario la esposa, tambiénsentada, entre Euterpe y Clio (o bien Calíope).

La identificación de las Musas representadasen la nueva pieza de Madrnat al-Zahra' puede ser

más o menos clara. En la edícula derecha (LAM.II, 1) se sitúa en la esquina Polimnia (40), en la

Page 11: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

típica postura de cruzar las piernas y apoyarsesobre el brazo derecho, cubriendo el r¡anto en-teramente la túnica; conserva los extremos de lastípicas plumas. La siguiente figura corresponderíaa la representación de la difunta, que cruza elmanto por delante a la altura de la cintura. De lasiguiente Musa no nos queda ningún elernenro,ya que se ha conservado sólo la parte inferior,donde se coloca la joven camilla, que apoya en supierna izquierda la lira. Debe acompañar, pues, a

Terpsícore.En la edícula izquierda (LAM. II, 1 y 2) se

han conserwa do la camilla, con el díptico y el estiloentre sLrs manos, y la Musa a la que acompaña,con cbiton atado a la cintura y manro sobre elhombro izquierdo, que debe ser identificada conClio. En el centro se dispondría la representacióndel esposo, situándose una máscara teatral juntoaIa cabeza (a1). De la Musa situada en la esquinasólo se conserva la parte inferior de las piernas,que también aparecen cruzadas, a semejanza dePolimnia; pero quizá deba identificarse con Mel-pomene, si consideramos la presencia ya citadade la máscara trágica.

Finahnente en ambos laterales del sarcófagose han dispuesto escenas similares de lecturas de.filósofos" o <maestros>>, representados a la griega,con 1a clámide dejando desnudo uno de los hom-bros y l>razo, y barbados (2). F,n el lateral tz-quierdo se dispone un filósofo senrado, con unz,olumen en las manos, rnientras el segundo, depie, descansa la mano derecha sobre e1 pecho; en-tre ambos un atril sostiene otro,uoLumen abierto,y por detrás de la figura sentada asoma un grupode oolwmina cerrados, que estarían colocados asi-mismo sobre otro atril.

F,n el lateral izquierdo aparece similar com-posición, pero ahora el filósofo que aparece depie descansa sobre un largo bastón, que apoya ensu axila izquierda; entre ambos se dispone un atrilo pilastra sobre el que aparece colocado un grupode ,Lolumina cerrados y anudados por el centro,de los que coge uno el filósofo que aparece sen-tado.

7. Sarcófago de Meleagro (LAMS. III, 2 y IV,1),

Material: mármol blanco de grano fino y com-pacto, con pátina amarillenta.

Dimensiones: se pueden diferenciar dos gru-pos de fragmentos, que se recogen en e1 mon-taje actual, y varios fragmentos sueltos:

A) corresponde a la parte derecha del sarcó-fago (LAM. IV, 1), el lateral de ese lado ygran parte del fondo (de forma ovaladaen el interior); en lo conservado el frontalr¡ide 0,82 m. x 0,91 m. x 0,15 m. (con unaprofundidad de relieve de O,1O m.); el la-teral 0,68 m. x 0,50 m. x 0,15 m. (con unrelieve de 0,02 m.).

B) corresponde a la parte izquierda del frentey lateral de ese lado (LAM. III, 2); el frentemide 0,85 m. x 0,48 m. x 0,15 m., mientrasque el lateral conservado 0,85 m. x 0,73m. x 0,15 m., con un orificio circular, de0,09 m. de diámetro, fruto de la reutiliza-ción árabe.

C) entre el resto de los fragmentos destacaun conjunto de cuatro fragmentos que ca-

san entre sí, dos de ellos ya publicados en1926, que corresponden a la cabeza de unDióscuro y el extremo de la cabeza de uncaballo que se sitúa detrás (43); miden 0,29m. x 0,52 m. x 0,15 m.Bibliografía: R. JIMENEZ Y OTROS,Excataciones en Medina Az-zabara (1926),8 y ss.; láms. VII-VIII; A. GARCIA YBELLIDO, Esculturas Romanas de Españay Portwgal (1949), n." 264,Lán. 206; G.KOCH, Die mitologischen Sarkophage,VL Meleager (1975), n.' 29,Iáms. 38 c-d,53 a-b; c. KOCH, H. SICHTER-MANN, Rómische Sarkophage (1982), pp.ft2 y 3A9; J. BELTRAN, op. clr.

Nos encontramos ante un sarcófago de tipooccidental (posiblemente elaborado en Roma), cu-yo tema decorativo en la cara frontal es el de lacaza de7 jabalí de Calidón por Meleagro, segúnun esquema que surge ya en época antoniniana(ejemplar delPalazzo Doria) (LAM. VI, 1), y cuyaevolución lra sido perfectamente trazada porKoch (44). Precisar¡ente este auror agrupa el ejem-plar de Madrnat aI-Zahra' jtinto a otros ejernplaresde Florencia, Pisa, Roma y, sin duda el más cer-cano, Frankfurt, en los que Meleagro ocupa elcentro de la composición, abreviándose la escenade los preparativos de la caza $5). La datación

L15

Page 12: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

de este grupo se sitúa a lo largo del siglo III d.C.(Jn elemento que parecía corroborar la estre-

cha reiación con el ejemplar de Frankfurt lo cons-tituía la hipótesis de García y Bellido de coiocarla cal¡eza del Dioscuro (que mira a la izquierda)como perteneciente a\ cazador situado sobre eljabalí, según una rara solución documentada sóloen el ejemplar alemán (a6). Sin embargo, ios di-versos fragmentos que hemos logrado unir a con-tinuación del que conserva la cabeza con el pilos

imposibilita su pertenencia a la figura del cazadory debe trasladarse, pues, a la parte izquierda delfrente, formando pareja con el otro Dióscuro,mirándose entre sí; al menos el de la derecha se

acompañaba por uno de los caballos.De la escena de la preparación de la caza en el

ejemplar de Madrnat al-Zahra', situada en la parteizquierda del frente sólo resta casi completa lafigura de Oineus, a la que le falta la cabeza, quesería barbada (LAM. iII, 2). Junto a él se colocaríaHeracles, del que queda el pie derecho desnudoentre los de la anterior figura, y a continuaciónArtemis, que iría acompañada por el perro quese ha conserwado, según el esquema típico. Según

nuestra hipótesis, a continuación estarían los dos

Dióscuros, antes de pasar a la representación de

Meleagro.En la escena dela caza del lado derecho sólo

resta de Meleagro parte de la clámide que cuelgadel brazo izquierdo, que sostiene lalanza con 1a

que hiere al 1abali (LAM. IV, 1). Junto a él lafigura de Atalanta, con túnica corta y anudadaen ia cintura. Otros tres cazadores componen laescena: el situado al lado de Atalanta, que anudasu clámide en el hombro derecho con fíbula anu-lar, y es el único que hoy día conserva la cal>eza;

otro que acecha al jabalí por la espalda y levantael brazo derecho para asestar el golpe, cubiertosólo con clámide y calzado; y por último el queocupa la esquina, un cazador herido que sostienelalanza con su mano izquierda. El jabalí saca me-dio cuerpo de su cueva y dos perros lo hostigan,uno al que aplasta con la pezuña derecha delanteray otro situado a los pies del cazador situado de

espaldas.

Ambos laterales se decoran con figuras aisladas

de batidores que ayudan en \a caza, con túnicascortas sólo hasta la cintura, bastón, y llevandosobre el hombro la red para transporrar al animal

116

abatido, en un ffrarco de esquemática representa-ción paisajística.

Lapieza de Madlnat aI-Zahra'pertenece a unconjunto cuya ternática es muy frecuente entrelos sarcófagos de tema mitológico (42), siendolos ejemplares recogidos por Koch en el grupcr

citado los paralelos más cercanos. De la pieza de

Frankfurt (48), se diferencia, no obstante, en va-rios detalles: en la presencia del cazador dispuestojunto a Atalanta; en la ausencia de un cazadorherido que normalmente se sitúa a los pies de las

dos figuras situadas más hacia la derecha; y, fi-nalmente, en la representación de los dos Diós-curos (con las cabezas de los caballos) a la iz-quierda de Meleagro, formando parte de la escena

de los preparativos de la caza.

En cuanto a su datación parece claro que debe

situarse hacia mediados del siglo III d.C., mo-mento en que lo fechó García y Bellido. Koch lodataba en principio en el segundo cuarto del sigloiII d.C., pero luego -por su paraielismo con lapieza de Frankfurt, quizá obra de un mismo ta-ller- se inclina por comienzos del reinado de

Galieno (9); a pesar de las diferencias temáticasapuntadas, el paralelismo estilístico aboga por unadatación en ese morrrento.

8. Sarcófago de filósofos y Musas (LAMS. IV, 2

y Y, 1-2):

Material: mármol blanco, con vetas azuladas.

Dimensiones: se conser-van 48 fragmentos per-tenecientes ai frente y laterales del sarcófago,por lo que optamos por dar las rnedidas de losgrupos o fragmentos más significativos:

A) un fragmento de la parte superior de unlateral, de A,24 m. x 0,28 rl. x 0,17 m.,que presenta un enmarque liso, de 0,05

r¡. de anchura, y parte del parapetasma.

B) un fragmento de la parte superior de laesquina del frente y lateral derecho, de 0,40

m. x 0,25 m. x 0,17 m., con parapetasma

en ambas caras y hombros, pecho y caI>eza

de una figura -con el rostro fragmenta-do- en la cara frontal (50).

C) seis fragmentos del extremo izquierdo dellateral derecho que parecen correspondera una Musa (Polimnia) y al fuste liso de

una pilastra.

Page 13: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

D) un fragmento, de 0,30 m. x 0,33 m. x 0,17m., con parte de la curvatura interior delsarcófago; la decoración pertenece al ro-paje de una figura inidentificada.

E) dos fragmentos, de 0,65 m. x 0,60 m. x0,18 m., de la parte inferior de una figuramasculina sentada, de per{il hacia la izquier-da, junto a la que se sitúa la pierna iz-quierda de otra figura de pie, colocada enparte por detrás de la anterior (LAM. IV,?\

F) cuatro fragmentos , de 0,60 m. x 0,42 m.x 0,20 m., de la parte inferior de dos figu-ras, cubiertas con mantos de amplios plie-gues (LAM. V, 1).

G) dos fragmentos, de 0,52 m. x O,2B m. x0,17 m., de la parte superior del cuerpt-r

de un "filóssfe", junto al borde inferiordel parapetasma (LAM. Y, 2).

H) un fragmento de mano derecha, de 0,18m. x 0,24 m. x 0,19 m.

I) un fragmento de mano derecha y parte delpecho, de 0,19 m. xa,22 m. x 0,09 m., per-teneciente posiblemente a una Musa.

J) un fragmento de pie, calzado con sandalia,de 0,09 m. x 0,18 m. x 0,14 m.

K) un fragmento de figura sentada.

L) dos fragmentos, de 0,32 m. x 0,29 m. x0,16 m., de la parte inferior de una figuracon ropaje de piiegues profundos.

M) idem., de 0,33 m. x 0,25 m. x 0,10 m.

N) un fragmento, de 0,19 m. x 0,14 m. x O,2O

m., que corresponde a un pliegue del pa-rdpetdsmd.

Ñ; r.rtr fragmento, de 0,21 n-r. x O,2O m. x 0,17m., que puede corresponder al extremoinferior de un asiento.

Se inventarían, además, veinte fragmentos másque corresponden a pliegues de ropajes de figu-ras.

Bibliografía: J. BELTRAN, op. ci¿.

A pesar de lo fragmentario del conjunto, a lavista de los fragmentos identificados caben haceralgunas precisiones previas:

-nos encontramos ante los restos de un sar-cófago de grandes dimensiones, en el que las fi-guras tienen un tamaño casi natural.

-la decoración se circunscribe al frente y a

los laterales, con 1a parte posterior lisa.

-el tema se identifica de forma clara con elde la representación del difunto o difuntos situa-dos entre figuras de filósofos y musas; posible-mente los difuntos aparecen sentados (grupos Ey K) (LAM. IV,2).

-el fondo de 1a composición se decora hastar¡edia altura con eI parapetdsmd, y a continuaciónaparece liso (LAM. V, 2).

-no se documenta ningún elemento de re-presentación arquitectónica.

Con base en estas precisiones pueden esta-biecerse algunas hipótesis de identificación, queen parte ya se han expuesto al ir describiendo losgrupos de fragrnentos.

Parece 1ógico suponer que los fragmentos delgrupo C e I forr¡aban parte de la misma figura:la Musa Polimnia, con la típica disposición de

piernas cruzadas, que apoya sobre un pilar o co-lumnilla de fuste liso y lleva la mano derecha a su

mentón (qutzáfragmento I). Ocuparía la esquinaderecha del lateral derecho, ya que el fragmentomuestra una cara lisa.

Significativa es, además, otra figura (grupo G)(LAM. V, 2) representando a una figura masculina

Qtalliatus), con rúnica por debajo del pallium, queconserva parte de \a cabeza, aunque no parece

corresponder a un retrato, sino más bien a unmodelo estereotipado, de taller. Sería, por tanto,un "filósofo>>, eue se recorta en parte sobre el

fondo delpardpetasmd, del que se puede observarel borde inferior a la altura de la cintura de lafigura. Similar interpretación debe hacerse de laotra figura que conserva también la cabeza -sinel rostro- (grupo B), con túnica y palliwm sobreei hombro izquierdo, dispuesto sobre el parape-

tdsmd.

La figura sentada (g*po E) (LAM. IV, 2) debe

corresponder al difunto, sentado, de perfil haciala izquierda, que deja al descubierto la pierna de-

recha desde la mitad de la pantorrilla. Quizá a

esa pierna corresponda el pie calzado con sandalia(grupo J). El resto de la otra figura sedente (grupoK) quizá deba adscribirse a la difunta, aunquetambién se dispone de perfil hacia la izquierda.

Los difuntos aparecerían enmarcados por unnúmero indeterminado de filósofos y Musas (gr-u-

pos F, L y M); al menos se documentan siete

117

Page 14: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

figuras sumando las de los grupos de fragmentosC,GyE.

F,l pdrapetasma se dispone a continuación delreborde superior liso del sarcófago (g*po A, don-de la rotura contornea el lugar que ocupó una

cabeza; grupo B), con amplios pliegues verticales

(g*po N), pero sólo se dispone hasta media altura(delimitado por un grueso reborde), quedando a

partir de ahí el fondo liso (grupo G).La conclusión del análisis de estos fragmentos

es la de que nos encontramos ante un magníficoejemplar de sarcófago con figuras de tamaño casi

natural y profundo relieve en la cara frontal, conuna enorme riqueza dei plegado de los ropajes.

Se inciuye, pues, dentro del proceso de monu-mentalización de los sarcófagos de Roma produ-cido a partir del reinado de Galieno, dentro de

un esquema de gusto clasicizante, perfectamenteanalizado en la problemática concreta de los "sar-cófagos de filósofos" (51).

Ilustrativos paralelos para nuestro e.jemplar

son el denon-rinado "sarcófago de Plotino", del

Vaticano, y el de Pwllius Peregrinws, del MuseoTorlonia (LAM. VI, 4) (52), especialmente éste

por la escena representada, en la que no aparecen

elementos ni enmarque arquitectónicos. Nuestroejemplar debió tener una calidad semejante, y sería

elaborado en un taller romano entre el 260 d.C.y el 280 d.C., siendo por ahora pieza única en

Hispania.

9. Fragmento de sarcófago de tema pastoril:Material: mármo1 blanco.Dimensionesz a,29 m. x 0,25 m. x 0,16 m.(relieve de 0,05 m. de profundidad máxima).Bibliografía: J. BELTRAN, op. cir.

El fragmento corresponde posiblemente al 1a-

teral derecho de un sarcófago de relieve corrido.La figura, conservada desde la cintura, presenta

túnica corta, botas y l1eva grueso cayado; junto a

ella se ha representado un peclum, que la identificacomo una representación pastoril, en conexióncon la rica tradición bucólica del arte romano (53).

En ocasiones, no obstante, tales figuras o escenas

pastoriles de los laterales se asocian a relieves de

diferente temática en la cara frontal, como temas

de cacerías, por ejemplo. Debe corresponder a

una cronología de la segunda mitad del siglo IIId.C., o incluso podría llevarse al siglo siguiente.

118

APENDICE

'r Fragmentos de sarcófagos de ter¡ática cristia-na.

Bibliografía: M. SOTOMAYOR, "Fragmen-tos pequeños romano-cristianos en Córdoba yTarragonao, A.Esp.A.,42 (1969),183 y ss.; Id.,S arcófagos romano-cristianos de España. Estudio

iconográfico (1.975),133 y ss., láms. 11-12.

Se trata de diferentes fragmentos de variossarcófagos de temática cristiana, de época cons-

tantiniana y elaborados todos ellos en mármolblanco, que han ido descubriéndose entre 1950-

1957 y 1,964-1966.

De algunos de esos fragmentos logró identi-ficar su editor el ter¡a iconográfico, en concretoel de 1a resurrección de Lázaro y el arresto de

Pedro.

NOTAS

1. Mi más sincero agradecimiento al clirector del conjuntoarqueológico don Antonio Vallejo'friano, quien, cor esa

constante preocupación por todo lo que afecta a Madinatal-Zthra',1lamó mi atención sobre los naterialcs que ahora

se presentan y procuró todas las faciliclades para su cstudio.

A su petición obedece, adcmás, cl presente trabajo cle conjunto, a algunas de cuyas piczas ,va hemos dedicado clos

estudios: J. Beltrán, .Nuevos sarcófagos romanos de Cór-dobz", M.M. (c.p.); Id., ,,Hermeraclae hispanos", Hotntnaje

a A. B¿lil (Unio. de MáLaga) (e.p.).

2. S. Morale.jo, "La reutilización c influencia de los sarcófagos

antiguos er.r la España medier.al", CoLloqui.o sul reimpiego

dei sarcofagi nel Medioe¡,,o (Pisa, 1982), p. 188.

3. Como ejemplo, O. Grabar, Laformación del arte isLámico,

1984 (1973).,1. L. Torres Balbás, "Arte calfal", H. ' de España (dir. Me

néndez Pidal), 19l3 (3.'ed.).5. Ibiden.; S. López Cuervo, Medina az Zahra. Ingeniería 1

formas, Mad¡id, 1983. Cfr. R. Castejón, "Madinat al-

Zahra' en los aurores árabes", Al A,lulk, 1961 1962.

6. Maqqari, Analectes,l, 253; cfr. L. Torres Balbás, op. crt.,

132 y ss.

7. El interés por las antigiiedadcs romanas en epoca algo más

tardía queda reflejado en la cita de Al Bakri (Geografía de

España, trad. F,. Vidal, Zzrzgozz, 1982, p. 34): "En el dis-

trito de Itálica se encontró Ia escuLtura de una nucbacba,

en mármo| L/evando un niño y cotrto si fuese una serpientt'

que se dirige bacia é/. No se ba oído ente las narraciones nise ha t,isto entre l¿cts restos arqueológicos und esculturd más

singular que ésta. Se La puso en uno de los baños públicos,

1 toda la gente queda prendada de eLla".

8. Cfr. G. Mingeon, Manuel cl'drt ntusulman. Arts plastique:

et inclustriels, P::.is, 1927.

Page 15: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

18.

19.

24.

9. G. Mirrgeon, op. cit.,254 y ss.; L. Torres Balbás, op. clr.,716 v ss. Cfr. R. Castejón, B.R.A.C. (.7945), 197 y ss.

10. A. .liménez, "Los jardrnes de Madinat il-Zzhrl'", Cua-dernos cle Madlnat aL Zahra',1, 1987, pp. 81 y ss., cluiencita cierto,;ardín cgipcio de fines del siglo X cn el que se

mostraban "... efigies suyas y de sus mujeres y un estanque

de mercurict, donde reposaba e/ dueño sobre un colchón J7o-lante" (ibid., p. 83).

I l. S. Lóprz ( rren o, op. .ir.12. Ibn Jaldun, Muqaddimah,IV, cap. XVII (trad. J. Feres,

México, 1977, p. 654).

13. Ch. En-ert, .Elementos decorativos en los tableros prrie-tales clel salón rico dc N{adinat tl-Zthra'", Cuadernos de

Madinat a/-Zah¡'a',7,1.987, pp. 22;' ss.

14. S. López Cuervo, op. cit., p.79.15. Ibn Idhari, según trad. Bayan. Los almobades, Tetuán,

1953, pp. 158 y s., cit. L. Torcs Balrl:ás, op. cit.16. Il.. Jinrénez v otros, Exc.to.lciones en Medina Azzabra,1921,

p. 17, láms. VII-[, 2 y IX, 1.

1 /. R. .]iménez y otros, L. xcataciones en M edina Azzahra, 1926,pp. 8 y ss., Iáms. VII y VIII.S. López Cuervo, op. cit.,p.79.lbidem.A. García y Bellido, "El sarcófago romano de Córdoba",A.Esp.A.,32, 1959, pp. 3 y ss. Posteriormente, F. Matz,.Das Problem der Orans und ein Sarkophag in Cordoba",M.M.,9,1968, pp. 3OO v ss.; N. Himmelmann,TypoLogis-che Untersuchungen tln rc¡mischen Sarkophagreliefs des 3,

und 4. Jahrbunderts n.Cbr.,1973, p.6, lám.7.A. García y Bellido, Esculturas Romanas de España y PortugaL, 1949,205 y ss., quien 1o justificaba en función de

una mayor destrucción en época árabe en el sur peninsu-lar.

M. Sotoma;'or, Sarcófagos romano-cristianos de España.

Estudio iconográfico, 1,975. Sobre los sarcófagos hispanos

de tcmática cristiana prepara S. Schróder (DAI Madridlun estudio de conjunto.

Los ejemplares dc Granada, Asta Regia y Casariche losrecoge correspondientemente, A. Garcia y Bellido, op. cit.,n." 2.t8 bis, 267 v 259. Para el de Asido A. Recio, X111

Congr. Nac. de Arqueología, 1.975,pp.875 y ss. (se encontraba, en el siglo XVIII, en la colección del marqués de la

Cañada, en el Puerto de Santa María, y es conocido sólopor un dibujo conseruado en la Biblioteca Capitular y Co-lombina de Ser.illa). Para el de Munigua, conservado en elMuseo Arqueológico de Sevilla, cfr. C. Fernández Chica-rro,VIII Congr. Nac. deArqueología, 1964,p. 112,yG.Kocb, H. Sichtermann, Rómkcbe Sarkophage,1982, pp.308 y ss., notas,+, 33 y 36.

Referencias en J. Beltrán, oNuevas esculturas ¡omanas de

Hércules en el sur hispano", Actds deL II Congreso Int.<El Estrecho de Gibraltar" (Ceuta, 199A) @.p.).

P. Rodríguez Oliva es quien más ha tratado el rema en

España, y a sus trabajos remitimos para la valoración del

origen del tipo y su desarrollo en G¡ecia y Roma: J ábega,

23,1978; II Congr. Andaluz de Est. Clásicos,1982; Baetica,

5, 1982 v 8, 1985; M.M.,26, 1985; Mainake, 6-7 (1.984

8s), 198/.

26. G. Lippold, Skulpt. Vat. Mus.,III,2, p. 134, n." 41,lám.64; J. Boardman, O. Palagia, L.l.M.C.,IV, s.v. "Herakles",n." 1.255.

27. A. Balil, Esculturas romdnds de la PenínsuLa Ibérica, II,1979 ("5t. Arch.", 54), n.' 32 (con bibliografía anterior).

28. J. Boardman, O. Palagia, L.l.M.C. (cit.), n... 1.1'18 y ss.

(se recoge el ejemplar mu¡ciano en el n.. 1.153).

29. G. Saletti, Ritratti severiani,1967,pp.3O y ss., quien siguea K. Buchholz, Die Bildnise der Kaiserinnen der sereriscben

Zeit nach ihren I'risuren,1963, pp. 38 y ss. Cfr. V. Scrinari,

"Le donne dei Seve¡i nella monetazione dell'epoca", Bzll.Com.,75, 1953 55, pp. 122 y ss.

30. C. Saletti, op. cit.,Láms. XIII-XIV.31. Cf¡. M. \üegner y otros, Gordianus III bis Carinus (Das

r ó miscbe H err scherb ild, I I I, 3 ), 197 9 ; M. Bergmann, S t udien

zum rómischen Portrrit des -1. Jabrhunderts n. Chr.,7977;S. Vood, Roman Portrait Sculpture (217-26A A.D.),1 986.

32. M. Bergmann, op. cit., pp. 39 y ss., S. Vood, op. cit.,lig,.57.

33. Habría que tener en cuenta un retrato de Perugia, hoy en

el Museo Nacional Romano, que fue identificado, con

dudas, como Tranquillina por B. M. Fellcti (.lconograJ'ía

romdnd imperiale,1958, p. 164), y qlre presenta asímismo

los rizos sueltos propios del peinaclo de Plautilla. No obs

tante, esta pieza no es considerada por 1os autores posteriores crtados.

3.1. F. Matz, Die dionysischen Sarkopbage,1968. Cfr. la recen-

sión de N. Himmelmann, Gnomon,43,1.971, pp. 603 v

ss.

35. Se ha llevado a cabo un intento de reconstrucción de la

pieza, que no incluye el grupo dc fragmentos del taberná-culo central, 1, donde se han supuesto tres edíc¡las, sepa-

rando incorrectamente las dos partes conservadas de laedícula derecha del sarcófago.

36. G. Rodenwaldt, "Saulensarkopl'rage", R.M., 38-39, 1923

1.924, pp. 1 y ss. Corresponde al "Tabernakel-Typus" de

G. Koch, H. Sichtermann, op. cit., p.78.37. Los tres primeros representan en las dos edículas laterales

a los esposos con un/a acompañante y unla camiLLusla; el

cuarto representa los genios estacionales (cfr. G. Roden-waldt, op. clr.; V. Amelung, SkuLpt. Vat. Mus.,II; P.

Kra.nz, J ahreszeiten S arkophage, 1984).

J8. Para los argumentos in extenso cfr. J. Beltrán, .Nuevossarcófagos romanos de Córdoba" (e.p.).

39. \W. Amelun5 op. cit.,II, n.. 48, lám. 13.

40. Para las representaciones de Musas en sarcófagos, M. Veg-ner, D ie M usensarleoph age (1966); C. Panella, "Iconografíadelle muse sui sarcofagi romani", Stud. Mhc., 1.2 (1.967),

11 y ss.; L. Paduano Faedo, "I sarcofagi romani con muse",

A.N.R.\Y/., il, 1.2, 2 (1981), 65 y ss.

41. También en el sarcófago del Belvedere Vaticano (cfr. supra

nota 38) se disponen junto a los difuntos, colocadas bajolos asientos correspondientes, sendas máscaras teatrales,y en el caso de la difunta (una máscara cómica) no tienerelación con las dos Musas representadas (Euterpe y Clíoo Calíope).

21.

22.

23

21

25.

119

Page 16: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

,{2. Sigue siendo clásico H. I. Marrou, Mousikos Aner (1.938);

cfr. G. Koch, H. Sichtermann, op. cit.,203 y ss.

43. R. Jiménez y orros, ExcdD.lciones en Medina Azzabra,1926,lánrs- VII-VIII.

44. G. Koch, Die mitologiscben Sarkophage. VL MeLeager

(1e7t ).45. Ibidem.,7y81.46. K. Fittsche , Der Meleager Sarkophag, 7975; cfr. C. Robert,

l.S.R., III, 2, 1904,266 a.

47. Cfr. además, H. Sichtermann, "Das Motiv des Meleager",R.M. 69 (1.962), pp.43 y ss.; G. Daltrop, Die kaLidonsiche

Jagd in der Antike (.1966); H. Sichtermann, G. Koch, Griechische Mythen auf rómischen Sarkophagen (1975).

48. K. Fittschen, op. cit.; cfr. G. Koch, op. cit., n.'30, lám.

44; cfr. B. Andreae,/.d1. 87 (1972),388 y ss.

49. Respectivamente, G. Koch, op. cit.,15, y G. Koch, H.Sichterrnann, op. cit., 162 y 3A9.

Publicada en R. Jiménez y otros, Excavaciones en MedinaAzzabra, 1924, p. 1.7,lám. YIII: '...wn bwsto en relieve,

fragmento de una composición que ocupdrí.l todo el frentede la piLa o sarcófago".

Son fundanentales G. Rodenwaldt,J.d.l. (1936) y N. Himmelmann, op. cit. C[r. además H. Vrede, Consecratio in

formam deorum (1981), y G. Koch, H. Sichtermann, op.

cit., 2a4 y ss.

Himmelmann (.op. cx. , 1.22) data el priraero en época ga-

liena y ei segundo más tardío; Koch ;, Sichtermanr.r (op.

cit., 2a\ siguen a Fittschen (Gnomon 44 (1972) y J.d.l. 94

(1.979), 585 y ss.) para datar el de Pullius Peregrinus en el

reinado de Gal:ieno y el de Plotino hacia el 280 d.C.

N. Himmelmann, "Lo bucólico en el arte K)rnan6", Habis,5, 1974, pp. 141 y ss.; Id., Uber Hirten-Genre in der antileen

Kunst. 1980 ¡para los sa¡ ófagos pp. 124 y ss..1.

50.

52.

51.

51.

T

120

Page 17: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

Lám 1.1: Herma de Hércules niño (n.' 1).

Lám L2: Fragmento de retrato femenino (n. 3)

121

Page 18: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

I l.l: Ltlícul¿ ,lr,rr,tl,¡ t partt dt, l,tpdrte de /a edícula izquierda,c{el sarcófago n..6, según

montaje ttctual.

[1.2: Esquina izquierda delsarcófago n., 6.

122

Page 19: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

Lám. III.l; Pdrte superior de /a Puerta deL H¿des del sarcófago n.'6.

Li¡n. I1l.); L¿teral izt1uiertüt deL sdrtóJ4o dt: ,'\lcledgro ln. 71

r23

Page 20: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

Lám. lV.l; Zona clerecha delfrente del sarcófa.go de Meleagro (n.,,7)

t24

1l . ); l r¿,<ntt,ttto L lt,l sarlt],1¡4o tt. I

Page 21: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

L,it¡t. \/.2; f'ragrnento C r{cl ,¿rcóf¿,qo r. A

125

Page 22: La colección arqueológica de época romana aparecida en Madinat al-Zahra, Córdoba.José Beltrán Fortes

Lám VI: l. Sarcófago tle 11t'lt'ayto rl'tltzzo Dnrial 2. SarcóJago tle /as Estaciones (Palazzo dei Conseroatori) -3. Sarcófago de esposos (Museos Vaticanosl - 1. Sarcófago /e Pullius Peregrinus (Museo Torlonia).

726