EJERCICIOS CUARESMALES 201ÓLA CARIDAD, EXPRESIÓN DE LA MISERICORDIA

CONTENIDO

EJERCICIO S CUARESM ALES PARA ADULTOS

Primer día. Dios, rico en misericordia, nos muestra su amor6 Pbro. Juan Ramón Sainz López

Segundo día. El pecado nos impide vivir la caridad10 Pbro. Joaquín Reyes Aceves

Tercer día. Jesús nos invita a una conversión del corazón13 Hna. Elisa Plascencia Díaz CJC y Jacqueline Ávila Orozco

Cuarto día. Jesús resucitado nos invita a ser misericordiosos16 M aría Ascención Villegas Maclas

Quinto día. Como Iglesia hagam os vida la caridad1!) Una. Verónica Navarro Barba CJC

Celebración comunitaria penitencialL23 lina. Socorro Villanueva Suárez CJC

EJERCIC IO S CU ARESM ALES PARA N IÑ O S Y A D O L E S C E N T E S

Primer día. La creación nos m uestra el am or de Dios28 Hna. Socorro Villanueva Suárez CJC y María Ascención Villegas Macías

Segundo día. Cristo nos salva por am or32 Patricia Lona H ernández

Tercer día. El Espíritu Santo nos m ueve a vivir la misericordia35 M aría Leticia Acevedo N egrete

Cuarto día. Llamados a vivir el amor de Dios38 M aría Guadalupe Vázquez Vargas

Quinto día. María es Madre de M isericordia41 Sabina González G utiérrez

Anexos44

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DDECAT

FEC2016

PRESENTACION

Querida Iglesia que peregrina en León, los saludo deseando paz de nuestro PadreMisericordioso y de su Hijo, Jesucristo.

Al iniciar el tiempo especial para experimentar la misericordia de Dios, la Cuaresma, presento este cuaderno que es un subsidio para la vivencia más plena de los ejercicios cuaresmales. Recordemos que la Cuaresma es un tiempo de preparación intensiva del espíritu, ordenado a la formación y disposición espiritual más que a la instrucción doctrinal de la catcquesis, dirigida a los corazones y mentes para purificarlas por el examen de la conciencia y por la penitencia, y para iluminarlas con un conocimiento más profundo de Cristo, el Salvador. (Cfr. RICA, observaciones previas, 25).

Ya el Papa Francisco nos lo ha recordado que “La Cuaresma es el tiempo privilegiado en el que la Iglesia es llamada a mostrar de manera más evidente el rosto misericordioso del Padre”, (Celebrar la Misericordia 2015-2016, del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. P. 207).

Por ello, los invito a que este Año Santo sea vivido con mayor intensidad, es decir, “como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (MV 17). Para tal fin será necesario vivir con gozo y esperanza los ejercicios cuaresmales, privilegiando la lectura orante de la Palabra de Dios y el silencio, “¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!” (MV 17): De modo especial, exhorto a mis hermanos Presbíteros a dirigir personalmente, privilegiando la Sede parroquial, los ejercicios de cuaresma para niños, jóvenes y adultos, así como a tener buena disposición para dispensar el Sacramento de la Reconciliación.

Me despido deseando que esta Cuaresma sea para Ustedes un tiempo de gracia y de encuentro con el Padre misericordioso que sale a nuestro encuentro.

INTRODUCCIÓN

Este año nuestros Ejercicios Cuaresmales se ven bendecidos en partida doble: por un lado, ya de por sí la cuaresma como momento de reflexión que el Señor nos regala, es un tiempo de gracia; y ahora, en el marco del Año Jubilar extraordinario que estamos viviendo y que tiene como tema central el de la misericordia, es también un tiempo de gracia muy particular.

Su santidad el Papa Francisco nos recuerda que, en todo momento es necesario que ahondemos en la misericordia de Dios, sin embargo, "... hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre...” (MV 3). De ahí la propuesta que hacemos al presentar esta temática para nuestros Ejercicios de cuaresma para este año 2016, teniendo como telón de fondo la misericordia.

Para poder lograr esto nos hemos propuesto alcanzar el siguiente objetivo: Redescubrir el amor misericordioso de Dios que encuentra su expresión más clara en Cristo muerto y resucitado, para que abriéndonos a su salvación, seamos sus testigos por la caridad.

Un primer paso que, quizás no ayude a situarnos mejor en este tiempo de gracia, sea el retomar qué son los ejercicios espirituales. Pero, ¿y qué tal si comenzamos por mencionar lo que no son? Los ejercicios espirituales no son una catequesis solamente, tampoco son charlas que iluminen la mente, no son clases o conferencias para estar más capacitados; tampoco son parte de una tradición que vivimos año con año por un simple cumplimiento.

Los ejercicios espirituales, ante todo, son una actividad del Espíritu de Dios en nosotros. Es someterse de manera especial a la acción del Espíritu de Dios en el fondo de nuestro corazón. Es estar atentos a sus llamadas, sus mociones, a sus impulsos. Pero también son una actividad del espíritu del hombre, los ejercicios espirituales son todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar (bocal y mentalmente) y de otras operaciones espirituales. Es trabajar en nosotros mismos con toda sinceridad y honestidad, para dialogar con nuestro propio yo, pero sobre todo, es dialogar con Dios.

¿Para qué son los ejercicios espirituales? Son para hacernos dóciles a Dios, para dejarnos moldear como dice el canto: “como barro en manos del alfarero”. Para vencernos a nosotros mismos y ordenar la vida, sin dejarnos determinar por los afectos desordenados (en el yo, con los demás y con el mundo); para buscar y hallar la voluntad que Dios tiene para nuestras vidas y llevarla a cabo mediante nuestra mejor disposición.

Indicaciones practicas:£ f Observaremos que el hilo conductor de todos los temas, en general, está enmarcado por el Año Jubilar

sobre la misericordia, y al mismo tiempo, se ha querido respetar el esquema kerigmático que nos ayuda a entrar en un proceso de conversión.

£ f Es muy importante crear un espacio de oración y reflexión que favorezca la interiorización de los temas, para lo cual, es necesario ambientar el lugar de manera que motive e invite al silencio y oración, propios de esto días de ejercicios.

fó Aun cuando en los temas no vienen señalados algunos silencios, es importante que el catequista o agente de pastoral, sepa intuir en qué momentos sería oportuno dejar espacio de silencio para reflexionar.

£ f Algunos temas pueden presentar varias citas de textos bíblicos o de algunos documentos del Magisterio de la Iglesia, dejamos a consideración del catequista o agente para que elija aquellos más pertinentes, a fin de no leer todas las citas, si no se ve necesario.Se podría ambientar el lugar con algunas frases propias de los temas e imágenes alusivas al tema que corresponde. También puede favorecer el tener una música suave de fondo mientras van llegando las personas al lugar de reunión.

£ f El esquema de los temas se puede enriquecer a consideración del agente también con videos, experiencias, otros cantos alusivos, etc., siempre y cuando no sean un distractor, sino que, al contrario, favorezcan a la interiorización de la temática.

Deseando un feliz tiempo de gracia en el Señor, que nos invita constantemente a la conversión.

Dimensión de Evangelización y Catequesis, Arquidiócesis de León

EJERCICIOS CUARESMALES PARA ADULTOS

LA CARIDAD, EXPRESIÓN DE

LA MISERICORDIA

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PRIMER DÍA

DIOS RICO EN MISERICORDIA NOS MUESTRA SU AMOR

O b j e t iv oProfundizar en la misericordia de Dios que es ia esencia de su amor, para que

experimentándonos amados, sepamos corresponder, amándolo a Él y a nuestros hermanos.

M a t e r ia l£ f Carta Encíclica “Dives in Misericordia”fó Bula de convocación al Jubileo de la Misericordia: “Misericordiae Vultus” fó Frases con lo siguiente:

fí>° “La misericordia es la esencia del amor de Dios”“La misericordia de Dios para con la humanidad se ha hecho plenitud en el misterio de la encarnación de su Hijo”

Sean bienvenidos todos ustedes a esta semana de Ejercicios Cuaresmales, nos da gusto encontrarnos aquí, dispuestos a escuchar y compartir lo que Dios quiere decirnos. Dejémonos sorprender por todo lo que Él nos tiene preparado con una especial predilección para cada uno.

Estamos en el Año Jubilar de ia Misericordia, convocado por el Papa Francisco desde el día 8 de diciembre pasado. Es una oportunidad especial del amor de Dios que nos regala para que experimentemos su amor y misericordia infinita.

Vamos a iniciar este primer tema, contemplando la palabra de Dios que nos habla sobre este amor de Dios.

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CóntmtoUmes la ^ataéta

Dios nos ama. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en nuestra vida? ¿Realmente nos hemos puesto a reflexionar todo lo que esto significa? Significa que sólo un Ser que es el Amor mismo, puede amarnos en plenitud, pues nuestro Dios nos comparte su existencia y de la nada nos creó con la finalidad de que gocemos de su amor eternamente. El mundo, los seres humanos y todo cuanto existe, somos obra del amor de Dios, sin embargo, sólo el hombre es la creatura a la que Él ama por sí misma, sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y esta es la razón fundamental de su dignidad.

Este amor, Dios lo muestra a través de su grande misericordia para cada uno de nosotros, porque la misericordia es la cualidad de Dios que extiende su compasión a aquellos que se encuentran en necesidad.

El papa Francisco nos dice al respecto: “...Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor ‘visceral’. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón”.

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+ Se coloca la frase: “La misericordia es la esencia del amor de Dios”

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento en la Palabra de Dios ¡lustran que Dios desea mostrar su misericordia. Cada uno de nosotros necesitamos aceptar humildemente esta misericordia de Dios, la cual no puede ser ganada, sino que es gratuita, es Dios quien nos la da.

En el Antiguo TestamentoEl amor misericordioso de Dios se muestra desde el principio de la creación. Dios nos ha creado por amor que es gracia. Es un amor gratuito de su Providencia y de su infinito amor. Israel fue el pueblo de la Alianza con Dios, alianza que rompió muchas veces. Cuando los israelitas adquirían conciencia de su infidelidad a Dios, acudían a su misericordia divina (cfr. Miq 7, 18-20; Is 1,18; Bar 2,11-18).

El Papa Juan Pablo II en su Carta Encíclica “Dives in Misericordia” nos dice: "... Y así, tanto en sus hechos como en sus palabras, el Señor ha revelado su misericordia desde los comienzos del pueblo que escogió para sí y, a lo largo de la historia, este pueblo se ha confiado continuamente, tanto en las desgracias como en la toma de conciencia de su pecado, al Dios de las misericordias. Todos los matices del amor se manifiestan en la misericordia del Señor para con los suyos: él es su padre...” (cfr. DM 4).

En el Nuevo TestamentoLa verdad acerca de Dios como Padre de misericordia revelada en Cristo, nos permite verlo cercano al hombre, especialmente hacia el que sufre, cuando está amenazado en su dignidad. Cristo no sólo habla de la misericordia usando semejanzas y parábolas, sino que, Él mismo la encarna y la vive en su persona. “ ...Jesús sobre todo con su estilo de vida y con sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en que vivimos está presente el amor operante, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo que forma su humanidad. Este amor se hace notar particularmente en el contacto con el sufrimiento, la injusticia, la pobreza, en contacto con toda la condición humana, que de distintos modos manifiesta la limitación y fragilidad del hombre, bien sea física o moral...” (DM 3).

El misterio de la fe cristiana encuentra su síntesis en esta palabra: “misericordia”, que se ha vuelto visible y ha alcanzo su culmen en Jesús de Nazaret y que en el discurso de la montaña “bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7), se nos entrega como el programa de vida.

Justicia y misericordiaEl aspecto de la misericordia de Dios que acabamos de ver en el Antiguo y el Nuevo Testamento es el tema para este año Jubilar al que nos convoca el Papa Francisco, pero muchos se preguntan, ¿y qué lugar ocupa la justicia?

“Paciente y misericordioso” es el binomio que con frecuencia aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata en tantas acciones de la historia de ¡a salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción, así lo señala el Papa Francisco (cfr. MV 6), cuando quiere abordar el tema de la justicia, pues nos dice en diferentes ocasiones, que el amor y la misericordia van más allá de la justicia.

La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. Lo cual quiere decir que para que el hombre viva en justicia con Dios le debe respeto, honor y el culto debidos como primer principio de la creación y gobierno de todas las cosas; con los seres humanos la justicia compromete a respetar los derechos de cada uno y establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la igualdad respecto a las personas y el bien común.

“La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una posibilidad para examinarse, convertirse y creer...” (DM 21). En La Sagrada Escritura se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez, generalmente entendida como la observación integral de la ley conforme a los mandamientos. Pero muchas veces se cayó en el legalismo perdiendo el espíritu de la ley que debía ser el abandonarse en la voluntad de Dios. Jesús en varios pasajes hace recalcar el error acerca de la ley como legalismo y habla muchas veces de la importancia de la fe que nos lleva a estar en unión verdadera con Dios por medio de la misericordia, que es ver con el corazón, con lo más íntimo y profundo de nuestro ser a nuestros hermanos; como si nos viéramos a nosotros mismos. “...Dios no rechaza la justicia, Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor, que está a la base de una verdadera justicia...” (MV21; Cfr. Le. 6, 27-36).

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La Eucaristía expresión culminante de la misericordia de DiosRecordando la temática de los Ejercicios Cuaresmales del año pasado, reflexionamos sobre ¡a importancia de la Eucaristía, como el Sacramento que alimenta nuestra vida de comunión con Dios y los hermanos, ya que la Eucaristía es la expresión culminante de la misericordia de Dios.

+ Se coloca la frase: “La misericordia de Dios para con la humanidad se ha hecho plenitud en e! misterio de la Encarnación de su Hijo”.

La misericordia de Dios para con la humanidad se ha hecho plenitud en el Misterio de la Encarnación dei Hijo de Dios, que vino al mundo no para ser servido sino para servir (Mt. 20,28) y el momento culminante de su entrega fue su Misterio Pascual, es decir, su pasión, muerte y resurrección, que nos ha dejado como herencia para nuestro peregrinar en el Sacramento de la Eucaristía.

En la Última Cena el Señor Jesús instituye la Eucaristía como entrega de su vida para que nosotros tengamos vida en El. Así su misericordia y su amor por nosotros sigue presente al recibirle como alimento en la comunión. Con preparación y disposición debemos estar en la celebración de la Misa para dejar que su misericordia nos alimente por nuestra aceptación y disposición, sabiendo que nos ha dejado su cuerpo y su sangre como un regalo de su infinita misericordia para nuestra indigencia y debiiidad.

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Ahora sabemos que Dios nos llama personalmente por nuestro nombre a la existencia, lo leemos en el profeta Isaías: “...No temas, te he llamado por tu nombre, tú eres mío. Yo te amo, no temas, que Yo estoy contigo (Is 43,1-5). Hemos comprendido que Dios, rico en amor y misericordia, nos ha mostrado en todo momento este amor, aún a pesar de que no siempre hemos sabido responderle de la misma manera.

Habiendo comprendido este inmenso amor de Dios para con nosotros, sin embargo, nos damos cuenta que muchas veces en nuestra vida fácilmente nos dejamos abrumar por miedos, frustraciones, desilusiones, carencias, egoísmos, faltas de fraternidad, de solidaridad, que nos impiden vivir dignamente y que nos hacen sentir rechazados o marginados en nuestra propia familia, trabajo, escuela, vecinos, etc. Nos olvidamos que tenemos un Padre que tiene un plan de amor para cada uno de nosotros, un Padre que es rico en paciencia, amor y misericordia.

Con todo lo que hemos reflexionado y comprendido hoy, ¿creemos que como sociedad y como Iglesia estamos actuando y respondiendo de acuerdo a este amor y misericordia de Dios? ¿Por qué?

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El inmenso amor y misericordia que recibimos de Dios en nuestra vida y en la Eucaristía, nos ¡leva a tener conciencia de que somos invitados a vivir de igual manera esta misericordia para con los demás, en la experiencia de hechos concretos de servicio, perdón, amor, solidaridad.

Después de toda esta reflexión, vamos a adentrarnos en nosotros mismos para preguntarnos:

£T ¿Cómo he experimentado y valoramos el amory la misericordia de Dios en mi persona?

£f ¿Cómo vivo esta experiencia con mis hermanos más cercanos (padres, hermanos, esposo, esposa)?¿Cómo ha sido mi respuesta de amor en la vida concreta, en mis ambientes de barrio, de trabajo, de estudio?

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Agradecidos con Dios que nos permite reunimos en esta semanade Ejercicios Cuaresmales démosle gracias con el siguiente salmo,que proclamaremos a dos coros

Salmo 136 (135)

Coro 1: Demos gracias al Señor porque es bueno: porque es eterna su misericordia.

Coro 2: Demos gracias al Dios de los dioses: porque es eterna su misericordia.

Coro 1: Demos gracias al Señor de los señores: porque es eterna su misericordia.

Coro 2: Sólo hizo grandes maravillas:porque es eterna su misericordia.

Coro 1: El hizo sabiamente los cielos:porque es eterna su misericordia.

Coro 2: El afianzó sobre las aguas la tierra: porque es eterna su misericordia.

Coro 1: El hizo lumbreras gigantes:El sol que gobierna el día y la luna que gobierna la noche: porque es eterna su misericordia.

Coro 2: Al que en nuestra humillación se acordó de nosotros porque es eterna su misericordia

Coro 1: El da alimento a todo viviente:porque es eterna su misericordia.

Coro 2: Demos gracias al Dios del cielo: porque es eterna su misericordia.

Ahora en silencio vamos a escuchar y meditar el canto que se titula:“Grande es tu amor”

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SEGUNDO DÍA

EL PECADO NOS IMPIDE VIVIR LA CARIDAD

O bjetivoReflexionar sobre la necesidad de reconocer el propio pecado y de vivir la caridad para que, sintiéndonos reconciliados con Dios, podamos ser reflejo de su amor.

M aterialfó Catecismo de la Iglesia Católica£f Bula de convocación al Jubileo de la Misericordia: “Misericordiae Vultus” fó Un crucifijo para el momento de la oración £ f La oración escrita para todos los participantes

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En este segundo día de ejercicios cuaresmales, comencemos poniendo nuestra vida en manos del Padre, pidiéndole que nos envíe su Santo Espíritu para que nos ayude a reconocer nuestras faltas, nos impulse a vivir la caridad y seamos así reflejo de su amor.

(Breve momento de silencio).

Dios nos ama inmensamente, Él siempre nos perdona y pone su misericordia por encima de su justicia cuando hay un arrepentimiento sincero. En muchas ocasiones, Jesús manifiesta este actuar de Dios Padre y nos hace entender que estamos invitados a actuar de la misma forma. Escuchemos atentamente la Parábola del perdón en el Evangelio de san Mateo 18, 23-35.

El pecado es faltar a la caridadDespués de escuchar esta narración nos damos cuenta de la falta de compasión de aquél siervo que justamente después de que le fue perdonada su deuda, encuentra a su compañero y le exige el pago de la deuda que, en referencia a lo que él debía, era algo mínimo. No fue capaz de imitar el gesto de bondad que habían tenido con él, cegado por su propio egoísmo, por su propio pecado. Su apego a los bienes materiales, lo alejó de la solidaridad para con su deudor, faltando así a la caridad.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que “El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a

ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna” (CEC 1849).

Dios quiere que perdonemos siempre a todas aquellas personas de las cuales sentimos que nos ofendieron o que nos han hecho algún daño, de la misma forma como Él, en su inmensa misericordia nos perdona. Cristo, desde la cruz, nos perdona y por sus méritos somos restaurados en nuestra comunión con Dios. El perdón restaura las relaciones, cuando lo pedimos y lo otorgamos con sincero corazóny nos abre a la caridad para con todos.

El pecado dificulta experimentar el amor de DiosCuando el ser humano está herido por el pecado y el egoísmo, se cierra a la

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gracia y a la acción de Dios, por lo que no puede experimentar el amor, es decir, la renuncia de sí mismo y de los propios intereses en favor de los demás. Así nos lo mostró la parábola que acabamos de escuchar: el apego a los bienes terrenales le impidió sentir un corazón agradecido y abierto para otorgar el perdón de la deuda al otro, no se dio la oportunidad de experimentar y de imitar el mismo amor que le expresó su Señor.

Dios no se cansa de llamar a toda persona para que viva y encuentre la dicha, lo cual requiere una respuesta del hombre dada a través de su inteligencia y la rectitud de su voluntad. No es fácil reconocer el propio pecado, hace falta humildad para experimentar profundamente el amorinfinitodeDios. Cuando tenemos un corazón agradecido, haciendo de lado el orgullo y el egoísmo, somos capaces de experimentar el amor y la misericordia de quien nos creó para ser felices. A este respecto, el Papa Francisco nos dice: “ ...Misericordia es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados, no obstante el límite de nuestro pecado” (MV 2)

E! pecado impide ser reflejo del amor de Dios para los demásReflexionando nuevamente la parábola, nos damos cuenta que la falta de compasión del siervo ante su deudor, le impidió reflejar la generosidad que tuvo su Señor con él al perdonarle la deuda, a eso se debió la indignación de quienes fueron testigo de tales actos. Si la actitud de este siervo hubiera sido la misma que recibió de su Señor, habría sido un reflejo de amor, de compasión y de caridad para con su deudor.

El deseo de Dios, es que haya un mundo de justicia, libertad y paz entre los individuos, los grupos y los pueblos, lo cual puede lograrse si cada persona refleja a los otros el rostro compasivo y misericordioso del Creador.

El pecado tiene consecuencias, es un acto que decidimos libremente y provoca una división no sólo con Dios, sino también a nivel personal teniendo repercusiones sociales ya que el pecado de cada uno afecta en cierta manera a los demás. Por eso es tan importante confrontar cada uno de nosotros qué pecados necesitamos vencer para ser un reflejo del amor de Dios con los demás.

C c n f e c n l m c s f a s f o l a f e

El pecado no es un conjunto de complejos psicológicos o fallas en la conducta que tratamos de justificar de mil maneras, hemos de superar este tipo de interpretaciones equivocadas e insuficientes para descubrir lo que es verdaderamente el pecado y reconocerlo desde el mismo Dios, ya que es un rechazo voluntario a su amor. Él nos llama a una vida feliz y plena porque somos sus hijos y nos ama, tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros, no de manera determinista sino de plena realización. Es necesario llamar a las cosas por su nombre y reconocer que nuestra vida está profundamente relacionada con el Amor.

Al contemplar el amor misericordioso que Dios tiene para con nosotros, podemos reconocer que el pecado es una enorme tragedia que se produce en nosotros cada que optamos por seguir nuestros caprichos, nuestros propios intereses egoístas, porque nos apartamos del camino del amor.

Reconocer nuestros pecados, nos permite invocar, aceptar y celebrar la misericordia de nuestro Padre Dios. De esta manera podremos afrontar con ojos nuevos la realidad de nuestras faltas con la seguridad que tenemos en Dios, un Padre que siempre nos busca porque somos sus hijos, como lo hemos leído muchas veces en la parábola del hijo pródigo. Siempre que hay un arrepentimiento sincero hay perdón, aunque el pecado sea muy grande, es mucho más abundante y poderosa la misericordia de Dios. Si arrepentidos, le pedimos perdón por cada uno de nuestros pecados asumiendo nuestro error sin justificarnos, Él, en su infinito amor, sale a nuestro encuentro, para redimirnos y restaurar nuestra dignidad de hijos, pues Él nunca se aleja de nosotros, somos nosotros quienes rechazamos su bondad y su amor.

Muchos de los que nos decimos católicos o creyentes, cuando nos hemos alejado de manera voluntaria del amor de Dios a causa del pecado y llega el arrepentimiento tenemos la oportunidad de acercamos a Dios para recibir el perdón a través del Sacramento de la Reconciliación, experimentando así la misericordia y el amor de Dios cuando recibimos el perdón de nuestros pecados.

Dejemos un momento de silencio para reflexionar, cada uno de nosotros, en aquellas faltas o pecados que nos han impedido vivir la caridad, experimentar el amor de Dios o ser reflejo de su amor.

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M CálMM®» MHEMtóE ¡ES IL4 MUMQDIMB)!

/Vaí immlMMM con 'biesEl amor apasionado de Dios por el hombre, creado a su imagen y semejanza, es a la vez un amor que perdona y que lo lleva a entregarnos a su propio hijo no para condenarnos sino para salvarnos.

Contemplemos juntos el misterio de la cruz, meditemos en el amor tan grande que nos tiene Cristo al hacerse hombre acompañarnos en nuestro caminar, reconciliándonos con el Padre y mostrándonos lo que significa ei verdadero amor (Cfr. Deus cáritas est, 10).

Digamos a dos coros la siguiente oración:

Coro 1: Señor, quiero renunciar al pecado y vivir en el amor, por eso hoy te quiero pedir

Coro 2: Cuando tenga hambre, que encuentre a alguien que necesite comida

Coro 1: Cuando tenga sed, que encuentre a alguien que me pida agua

Coro 2: Cuando sienta frío, que encuentre a alguien que necesite calor

Coro 1: Cuando sufra, que encuentre a alguien que necesite consuelo

Coro 2: Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro

Coro 1: Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado

Coro 2: Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos

Coro 1: Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien

Coro 2: Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos

Coro 1: Cuando quiera que los otros me comprendan, dame a alguien que necesite de mí comprensión

Coro 2: Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender

Coro 1: Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona

Coro 2: Hazme digno, Señor, de servir a mis hermanos

Todos: Permítenos Señor, mostrar tu rostro misericordioso a todas las personas que os rodean. Amén.

Ahora que hemos reflexionado en el amor de Dios que nos perdona todas nuestras faltas, hagamos cada uno un compromiso que nos mueva a vivir la caridad para con nuestros hermanos.

Podemos pensar qué acciones concretas vamos a hacer para aceptar el amor de Dios, rechazando ei pecado que nos impide vivir la caridad para con Él y con nuestros hermanos

Podemos acercarnos a lo largo de la semana al sacramento de la Reconciliación con un arrepentimiento profundo y sincero que nos aparte del egoísmo para experimentar el amor y ia misericordia de Dios que nos espera con los brazos abiertos para perdonarnos.

Podríamos también, pensar si tenemos algún rencor con alguna persona que no hemos podido perdonar, y pedirle al Espíritu Santo nos dé su gracia y su fuerza para perdonar como Dios nos ama y nos perdona.

Vamos a expresar nuestro deseo de volver a Dios con el canto: “Padre, vuelvo a Ti” (ó puede ser también “Renuévame Señor Jesús”).

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TERCER DÍA

:SUS NOS INVITA A UNA CONVERSIÓN DEL CORAZÓN

O bjetivoTomar conciencia de que Cristo, por su gran amor misericordioso, nos salva y ¡ibera de nuestros pecados, para que nos sintamos invitados a dar ei paso a una profunda conversión del corazón.

M ater ial^ Bula de Convocación del Jubileo: Misericordiae Vultus fó Catecismo de la Iglesia Católicafüf El salmo para la oración, en cartulina, si no se tiene en diapositiva o podría ser en hojas para

cada uno.

En ei primer día de estos Ejercicios Cuaresmales, reflexionamos sobre el amor misericordioso de Dios, que abre el corazón a la esperanza, en el día de ayer, nos dimos cuenta que el pecado nos impide experimentar ese amor de Dios y compartirlo con los demás. En este día, sintiéndonos en su presencia, hagamos a un lado todo ¡o que pueda distraernos y pidamos al Espíritu Santo que abra nuestro entendimiento para comprender sus enseñanzas y seguir caminando de acuerdo a su proyecto de salvación.

Cristo, amor que salva y liberaVamos a iniciar nuestra reflexión de hoy, a la luz del Evangelio según san Lucas 4,16-19.

“Llegó a Nazaret, donde se había criado. Según su costumbre entró en la sinagoga un sábado y se levanto para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, ai desenrollarlo, encontró el pasaje donde está escrito: El Espíritu dei Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar ia buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor”.

“Un año de gracia” así lo menciona Jesús, y así mismo el Papa Francisco nos invita a que nosotros también vivamos de la mejor manera este “año de gracia” que ha promulgado como de la Misericordia. Jesús quiere que comprendamos que su amor y su misericordia nos liberan de las esclavitudes a las que estamos atados en esta sociedad moderna. El mundo de hoy, con sus muchas ofertas de tener y de placer, nos hace

creer que eso es lo que nos da ia felicidad, pero sabemos que no es así, pues cuando nos hemos acercado a Jesús, nos hemos dado cuenta que sólo Él, reconociéndolo como nuestro único Señor, es quien nos salva y nos libera de todas estas esclavitudes que en lugar de hacernos felices nos oprimen.

Leemos en el Evangelio de Lucas que Jesús viene a dar la vista a los ciegos, pero no sólo de aquél tiempo, hoy nos restituye la vista a quienes por falta de fe, caminamos en la oscuridad porque nos hemos replegado en nosotros mismos, nos da la luz para que, experimentando el amor y la salvación que Él nos trae, seamos capaces de llevar una palabra y un gesto de consolación a los pobres y a quienes no le encuentran sentido a su vida.

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Las parábolas de la misericordiaEn la bula del Papa Francisco para convocar al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, hace mención a las parábolas de la misericordia, en ias que Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta que no haya disuelto ei pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas tres parábolas: la de la oveja perdida, de la moneda extraviada y la del padre y los dos hijos (cfr. Le 15, 1-32). En estas parábolas Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque ia misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.

Jesús ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros. Afirma que la misericordia no es sólo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus hijos. Entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros, en primer lugar, se nos ha tratado de esta manera. Por eso, para nosotros cristianos, vivirla es un imperativo. ¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices.

Podemos estar seguros de que Dios no se limita a afirmar su amor, sino que ¡o hace visible y tangible, Él desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Cómo Él es misericordioso, así estamos llamados nosotros a ser misericordiosos los unos con los otros (cfr. MV 9).

Dios es amor tal y como lo testimonia san Juan en su primera carta, y ese amor se manifiesta concretamente en forma de inagotable misericordia en su relación con nosotros. San pablo nos lo dice con otras palabras: “Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo” (Ef 2, 4-5). Por esta sobreabundante misericordia nos busca incansablemente y de todos los modos posibles.

El Sacramento de la Reconciliación como expresión de ia conversiónEl Papa Francisco nos invita a que la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. Nos motiva recordándonos que en la Sagrada Escritura hay muchas páginas que nos ayudan a meditar y redescubrir el rostro

misericordioso de Dios Padre. Podemos repetir nosotros las mismas palabras del profeta Miqueas: Tú oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú Señor, volverás a compadecerte de nosotros. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el fondo del mar nuestros pecados (cfr. Miq 7,18-19). Con esta confianza en que Dios nos perdona todas nuestras culpas, se nos invita a acercarnos al sacramento de la Reconciliación, que es el que nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia de Dios, ya que es una fuente de verdadera paz interior (cfr. MV 17).

Este sacramento de la Reconciliación o penitencia, se le conoce también como sacramento de conversión, precisamente porque a través de él, Jesús nos llama a la conversión, la vuelta a la casa del Padre, como se describe en la parábola del hijo pródigo. Cuando nos hemos alejado de Dios por el pecado, Él nos espera siempre con los brazos abiertos dispuesto a perdonarnos siempre que, arrepentidos, tengamos ese deseo profundo de conversión, es decir, de un cambio de vida. En este sacramento se habla de contrición, como una condición importante para acercarse a él; hablar de contrición, es mencionar el proceso de conversión; es un dolor del alma y un rechazo al pecado cometido, con la resolución de no volverlo a cometer. Es un verdadero deseo de conversión, cuando esta contrición nace porel amorque se tiene a Dios y por experimentar su amor y misericordia, y no por el temor a la condenación eterna.

El Catecismo de la Iglesia Católica al hablarnos del sacramento de la Confesión nos dice: “La confesión de los pecados, incluso desde un punto de vista simplemente humano, nos libera y facilita nuestra reconciliación con los demás. Por la confesión, el hombre se enfrenta a los pecados de que se siente culpable, asume su responsabilidad y, por ello, se abre de nuevo a Dios y a la comunión de la Iglesia con el fin de hacer posible un nuevo futuro” (CEC 1455).

Dejémonos encontrar por Dios que nos busca y se alegra cuando volvemos a Él con un corazón arrepentido. El mismo Jesús ha dicho que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión. Acerquémonos pues, al Sacramento de la Reconciliación, con la confianza de que Dios nos espera para que podamos experimentar su amor, su perdón y misericordia.

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¡UügiO O ® © ¡M S Ü M M Ji

fies encentrantes ccn DiosHemos reflexionado que e! Papa Francisco nos invita en este año a experimentar especialmente el amor de Dios, promulgando precisamente un año de gracia, un año jubilar de la Misericordia.

En el Evangelio de san Lucas, Jesús nos dice que viene para liberarnos de nuestras esclavitudes, nuestras opresiones. Hoy, como en el tiempo de Jesús, son muchas las opresiones, las esclavitudes que nos tienen atados, que no nos permiten experimentar que Dios, como Padre lleno de amor y misericordia nos toma de la mano y nos levanta, pues nos invita a una conversión desde lo profundo del corazón

¿Cuáles son las esclavitudes que hoy nos tienen oprimidos? Podemos mencionarlas como grupo y luego, de éstas que hemos mencionado, vamos a pensar cada uno:

fó Yo (nombre)...¿cuáles esclavitudes descubro en mi, que me tienen oprimido?

$<f ¿Qué encuentro en mi vida o en mi conducta, que no me dejan caminar hacia una profunda conversión de corazón?

/Voí cmpím&l&méí(Si se cree conveniente, se pueden escribir) Ya hemos caído en la cuenta de cuáles son nuestras esclavitudes que nos oprimen, las hemos reconocido.

Pensemos ahora, cuáles medios vamos a poner para que Jesús nos libere de ellas; por ejemplo, podría ser que nos propusiéramos acercarnos al sacramento de la Reconciliación que es el mejor medio que Dios nos concede para que experimentemos su perdón, su amor y misericordia.

Pidámosle al Señor que nos dé su gracia para que podamos liberarnos de todo lo que nos tiene atados o esclavizados, sobre todo, que nos conceda una sincera conversión. Al mismo tiempo, demos gracias a Dios por su infinita misericordia recitando el Salmo 85 a dos coros.

Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro, soy como una arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, tu corazón en mi miseria y llena hasta el fondo, mi vida de tu misericordia.

Protege mi vida, sálvame, líbrame de mis enemigos. Tú eres mi único Dios y Salvador. Eres mi Padre y me amas inmensamente yo te estoy llamando iodo el día, ayúdame, sé mi auxilio, que mi confianza la he puesto en Ti.

Yo sé que Tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad. Escúchame, atiéndeme, te llamo. Vengo a estar contigo y a quedarme junto a Ti

Me postro ante tu presencia, porque Tú conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy, Señor, con mi corazón tal como es, que no oculte nada a tus ojos abiertos. Aquí estoy como arcilla fresca, esperando ser modelada por tus manos misericordiosas.

Tu eres grande, tú haces maravillas, Tú, el único Dios. Enséñame Señor tu camino y que mis pasos sigan tus huellas con fidelidad. Que mi corazón sin dividirse sea todo tuyo.

Te doy gracias de todo corazón, Señor, Dios mío, cantaré siempre una alabanza a tu grande amor, porque me has salvado del abismo profundo. ¡Yo he experimentado tu misericordia!

Me has liberado de los lazos de la tentación, me has hecho revivir, volver al camino. Señor, yo me alegro porque eres un Dios clemente, paciente y compasivo, me alegro, porque eres misericordioso y fiel.

Mírame, ten compasión de mí, dame fuerza.Yo sé Señor, que Tú estás pronto a ayudarme y animas mi corazón cuando decae. Toma mi corazón de barro y moldéalo, según la grandeza de tu amor y misericordia.

Reconociendo que estamos necesitados del amor y la misericordia de Dios, lo expresamos con nuestro canto: “Yo no soy nada”.

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CUARTO DÍA

JESÚS RESUCITADO NOS INVITA A SER MISERICORDIOSOS

O bje tiv oContemplar el amor misericordioso de Jesús, que se revela plenamente en el Misterio Pascual, para

que el gozo de su Resurrección nos lleve a transmitir, a través de la caridad, los dones recibidos.

M ater ial£f Carta Apostólica Dives in Misericordia£ f Bula de Convocación al año de la Misericordia: Misericordiae Vuitus

Frases:Misericordia es fuente de alegría, de serenidad y de paz.

ctr Jesús Resucitado nos invita a dar testimonio de Él en la caridad y el perdón.

Vemos cómo el Papa nos invita a fijar nuestra mirada en Cristo Jesús, quien hace visible la misericordia a la medida de Dios, ya que ésta nace del amor y se completa en el amor.

Jesús resucitado nos sigue mostrando su misericordiaEscuchemos un texto del Evangelio: “Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en medio y les dijo: ‘La paz esté con ustedes’. Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús repitió: ‘La paz esté con ustedes, como el Padre me envió, así los envío a ustedes’. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: ‘Reciban al Espíritu Santo’” (Jn 20, 19-22).

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Cenimfíemos La ^alabta

En las reflexiones anteriores hemos visto, a través de Jesús el rostro misericordioso de la Santísima Trinidad. Igualmente en la Carta Apostólica, con la que el Papa Francisco proclama este año de la misericordia, nos invita a ver a Jesús todo lleno de amor y compasión por la humanidad, pues durante su vida pública, era la misericordia la que lo movía a responder a las necesidades de las personas (Cfr. MV 8). Toda la actividad de Jesús se ve colmada por el amor que nos tiene, al grado de estar siempre pendiente de sus ovejas y dar la vida por ellas, Él mismo aclara: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas” (Jn 10,11).

El hecho de que Cristo ha resucitado al tercer día constituye el signo fina! de la misión mesiánica, signo que corona la entera revelación del amor misericordioso en el mundo sujeto al mal. Esto constituye a la vez el signo que preanuncia un cíelo nuevo y una tierra nueva, cuando Dios enjugará las lágrimas de nuestros ojos; no habrá ya muerte, ni luto, ni llanto, ni afán, porque las cosas de antes han pasado.

El proyecto mesiánico de Cristo, es programa de misericordia, al centro del mismo está siempre la cruz, ya que en ella la revelación del amor misericordioso alcanza su punto culminante. Mientras las cosas de antes no hayan pasado, la cruz permanecerá como ese lugar, al que aún podrían referirse las palabras del Apocalipsis de san Juan: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo”. De manera particular Dios revela asimismo SU misericordia, cuando invita al hombre a la misericordia hacia su Hijo, hacia el Crucificado (cfr. DM 7)

¡DHM30©® C M M IiM M J i

Podemos imaginarnos cómo los apóstoles al recibir esta paz que Jesús resucitado les da y, al darles además el Espíritu Santo, ellos quedan llenos de alegría y serenidad, ya no tienen ningún temor.

Los invito a que por un momento nos quedemos en silencio y nos ubiquemos en aquel espacio donde estaban los discípulos, sólo es una habitación, podríamos decir es la habitación de nuestro corazón, que muchas veces está cerrado. También los invito a que al volver a contemplar esta Palabra, vayamos rescatando aquello que más nos llame la atención, teniendo en cuenta el amor que Jesús nos muestra siempre y los dones que nos da al resucitar.

(Se deja un espacio de silencio)

Decíamos que nuestro corazón es el lugar a donde Jesús quiere entrar y muchas veces está cerrado, lleno de miedo, ¿cuáles serán esos miedos que hay en nosotros? ¿De qué necesitamos desprendernos para dejar que Jesús resucitado entre? Pues así podremos recibir los dones que nos regala al resucitar ¿se fijaron cuáles son?

+ Colocar la frase: Misericordia, es fuente de alegría, de serenidad y de paz

Al darnos al Espíritu Santo, Él nos da, igual que a los apóstoles, la alegría, la serenidad y la paz. El Papa Francisco al definir la misericordia, dice que ella “es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación... abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado” (MV 2).

En este texto que nos presenta el Evangelio, podemos ver que es el momento preciso en el que los apóstoles vivieron la estupenda experiencia de la resurrección; desde la pasión y muerte de Jesús estaban llenos de miedo, pero la presencia del Maestro Resucitado inundó su corazón de alegría, de serenidad. Así, teniendo la paz que recibieron y la fuerza del Espíritu Santo, dieron testimonio de Jesucristo resucitado y muchos creyeron en Él. Gracias al testimonio de ellos, nosotros también fundamos nuestra fe en Jesús el Hijo de Dios. Esta Buena Nueva llegó a nosotros por la misión de la Iglesia, y a su vez, Jesús espera que cada uno de sus discípulos nos convirtamos en testigos de su resurrección, sobre todo en los ambientes humanos donde hace falta que llegue la alegría de sabernos amados de Dios; la paz que solo brota de un corazón que se ha dejado seducir por el Señor Jesús, y la fuerza del Espíritu Santo que nos hace capaces de vencer las adversidades y nos impulsa a dar lo mejor de nosotros, para llevar este mensaje de esperanza sobre todo en este tiempo en que falta tanto la alegría, la paz, el amor.

La paz que Jesús nos da genera alegría y esperanza, gracias a que el corazón se siente pleno, al reconocer a Jesús resucitado y al experimentar el amor que solo Dios puede dar. La fe en Cristo resucitado nos quita los miedos y nos ofrece la felicidad que da sentido a nuestras vidas.

Jesús resucitado nos envía a proclamar lo que Él nos ha enseñadoJesús invita a sus apóstoles a ir a Galilea y una vez que estaban en el Monte “se acercó a ellos y les dijo: ‘Me han concedido plena autoridad en el cielo y en la tierra, vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 18-20).

+ Colocar frase: Jesús Resucitado nos invita a dar testimonio de Él en la caridad y el perdón.

Sin duda, un modo de dar testimonio de la resurrección de Cristo es abriéndonos a la misericordia de Dios y compartiéndola con los demás. Sólo el que experimenta el perdón de Dios puede comprender el triunfo de Cristo sobre la muerte y sobre el pecado, es decir, puede comprender la grandeza de la resurrección de Cristo.

Otra forma de llevar el Evangelio a todas las personas es a través de la caridad, pues recordemos que san Juan en su evangelio, en el contexto de la última cena, nos presenta a Jesús invitándonos a vivir e! mandamiento del amor como signo de ser sus discípulos, y como fruto de habernos alimentado de su Cuerpo y de su Sangre en el Sacramento de la Eucaristía, que es el Sacramento del amor y memorial de su Pasión, muerte y resurrección.

Hay muchas formas de vivir el mandato que Jesús resucitado nos ha dado, queremos mencionar uno más: el perdón, que va muy unido a la misericordia. Hemos dicho que este tiempo de cuaresma es una preparación a la Pascua del Señor, en la que se nos invita a abrirnos al perdón de Dios, que lleno de misericordia sale a nuestro encuentro, también el mismo Jesucristo nos invita a perdonar a los demás, a tener compasión del que nos ha ofendido o se ha equivocado en el trato hacia nosotros, a través de san Mateo nos dice: “¿no tenías tú que tener compasión de tu compañero como yo la tuve contigo?” (Mt 18,33).

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/Vw m ccntM tHós cm DíásHemos visto cómo el Espíritu destierra de los Apóstoles el miedo y los empuja a salir para llevar el mensaje de salvación a todos los hombres. Nosotros que ya hemos recibido el Espíritu Santo prometido por Jesús:£F ¿Estamos dejando que Él nos impulse para

dejar fuera nuestros miedos?¿Nos dejamos motivar por Él para llevar con alegría el mensaje de esperanza que nos da Cristo Resucitado?

El Papa Francisco nos invita a que esta cuaresma la vivamos con mayor intensidad, redescubriendo el amor misericordioso del Padre y reflexionando la Palabra que Él nos dirige a través de los profetas, para que nuestras actitudes sean de caridad, partiendo el pan con el hambriento, saciando de amor el corazón afligido, pues así avanzaremos en la justicia y el Seños nos guiará incesantemente (Cfr. MV 17).

/Voí cútHtotemetmes

Después de haber reflexionado en este tema de hoy, agradezcamos a Jesús resucitado su amor y pidámosle nos dé la gracia y la fuerza del Espíritu Santo para que seamos como Él, misericordiosos con los demás.

A las siguientes peticiones respondemos: Jesús resucitado, que seamos misericordiosos como Tú.

Señor Jesús resucitado, danos ei don de experimentar en cada momento y situación de nuestra vida, tu amor y misericordia para ser testimonio de Ti. R/Toca nuestro corazón y cámbialo, para que nos acerquemos a los demás y los tratemos como Tú lo haces con nosotros. R/

£f Destierra de nosotros nuestros miedos, cobardías y egoísmos, para que no sigamos encerremos en nosotros mismos. R!

55' Que llevemos a los demás tu mensaje de amor y misericordia, para que sean muchos los que, experimentando este amor, se acerquen a Ti, Cristo Resucitado. R/

Reconociendo que Cristo resucitado es quien nos libera de todas nuestros miedos para recibir su amor y su misericordia, lo expresamos con nuestro canto: “Cristo libertador”.

Después de todo lo que hoy hemos reflexionado y siendo ya el cuarto día de nuestros Ejercicios Cuaresmales, pensemos que Dios nos está pidiendo un compromiso muy concreto, una respuesta que dé frutos positivos, en nuestros ambientes tan llenos de egoísmo, de rencores, de falta de amor, de falta de perdón.

Hemos comprendido que Cristo resucitado, nos invita a amar como Él, a ser misericordiosos como Él lo ha sido tantas veces con nosotros. Pensemos cada uno en el silencio de nuestro corazón:£f ¿Estoy dispuesto, dispuesta a salir de mi

mismo para amar y perdonar al estilo de Cristo resucitado?

£T ¿Qué quiero hacer o qué medios voy a poner para llevar a los demás un mensaje de esperanza, de alegría, de amory misericordia?

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Ip m Q O iO T iy illM M Ü

QUINTO DÍA

COMO IGLESIA HAGAMOS VIDA LA CARIDAD

O bje tiv oMotivar a la vivencia de la caridad como expresión de la misericordia para que en ello,

mostremos el signo que mejor nos distingue como la familia de los hijos de Dios,

M a ter ialCatecismo de la Iglesia Católica

£f Una vela Un periódico

*/S Un corazón rojo de papel o foami

Cmémplmái la alaétaCon grande entusiasmo estamos llegando al final de estos Ejercicios Cuaresmales que año con año nos convocan a hacer un alto en nuestra vida, para revisarnos y motivarnos a seguir creciendo como hermanos en una misma fe.

Haciendo un breve recorrido por lo que hemos profundizado en estos días, recordemos cómo Dios rico en misericordia nos ha mostrado de tantas maneras su amor que no tiene medida; luego nos dimos cuenta de que el pecado nos impide vivir la caridad, dado que un corazón que está ocupado por la maldad no deja espacio para el amor, enseguida escuchamos a Jesús que nos invita a una conversión del corazón a través de las parábolas de ¡a misericordia, y el día de ayer reflexionamos en Jesús resucitado que nos invita a ser misericordiosos.

Hoy en nuestro último día de reflexión, necesitamos ponernos a la escucha de la Palabra de Dios que nos invita a ponernos en acción, a no quedarnos contemplando únicamente lo bello y lo grande que es el amor de Dios, no se vale que sólo nosotros lo experimentemos, ¡es urgente que los demás sepan cuánto les ama Dios, a través de la caridad que nosotros vivamos!

El amor se vive a través de la caridadAveces se puede tener una idea errónea de lo que es la caridad, es fácil que pensemos que se trata sólo de dar una moneda a quien pide en la calle o cuando queremos deshacernos de algunas prendas de vestir (porque en realidad ya pasaron de moda, están muy usadas o porque deseamos

estrenar) y decimos que “estamos haciendo una donación”. Estas son expresiones de caridad, pero no las mejores. La caridad va más allá de un simple “dar”. En realidad la verdadera caridad es darnos.

De ahí que, necesitamos aclarar qué es la caridad, ya que no es una acción humana, es ante todo, "... ¡a virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios” (CEC 1822).

Es precisamente Jesús quien hace de la caridad el mandamiento nuevo (cfr. Jn 13, 34), pues amando a los suyos hasta el fin, es como nos manifiesta el amor del Padre que vive en El. Y es de esa manera, amándonos unos a otros, como mejor, imitamos el amor de Jesús. Por eso Jesús dice: “Como el Padre me amó, yo también

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f f lU S S i ®1 MMMSSKSaMBÜálos he amado a ustedes; permanezcan en mi amor” (Jn 15, 9). Y no sólo eso, Jesús hace de la caridad el único y sublime mandamiento en el que se encierra toda ia ley y los profetas: “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado” (Jn 15, 12).

La caridad es amor recibido y ofrecido; es como un camino de ida y vuelta. Su origen es el amor que brota del Padre por el Hijo, en el Espíritu Santo. Es amor que desde el Hijo desciende sobre nosotros, amor creador, por el que nosotros somos, amor redentor, por el cual somos recreados. Amor revelado, puesto en práctica por Cristo (cfr. Jn 13,1) y “derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Rm 5,5).

Significa que todos nosotros somos los destinatarios de ese amor infinito de Dios, pero a la vez, somos responsables de hacer llegar ese amor a otros, través de la caridad, llamados a ser instrumentos de la misericordia de Dios y de ese modo, entre todos, tejemos redes de caridad que se expande a todo y a todos.

El apóstol san Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: “La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta” (1 Co 13, 4-7).Más adelante nos dirá también: “Si no tengo caridad, nada soy...” (1 Cor 13, 2).

La caridad es superior a todas las virtudes, es la primera de las virtudes teologales: “Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad” (1 Co 13,13).

Ser testigos de! amor misericordioso de DiosLa caridad tiene que ver con el amor, y amar con todo el ser es reconocer que estamos destinados a la plenitud. El amor nos encamina a encontrarnos con el Dios-Amor, allí al encontrarnos “cara a cara” con El, conoceremos las cosas como El y todo será visto desde el amor.

Estos textos de la Palabra de Dios, nos ubican pues, en lo que realmente significa vivir y hacer caridad, dado que las acciones “caritativas” sin amor no tienen sentido porque son “actos sin Dios”, sólo el amor da sentido, porque es Dios el sentido último de nuestra existencia.

Qué gran enseñanza nos dejó Cristo ai decirnos: “ámense los unos a los otros como yo los he amado”, por eso la plenitud del amor es amar como Cristo, y Cristo “nos amó hasta el extremo”. Sólo quien se ha experimentado objeto del amor misericordioso de Dios, es capaz de hacer replica de esa experiencia. Amemos sin miedo a ejemplo de Cristo que nos amó y entregó su vida por nosotros.

Los santos nos dan ejemplo con sus palabras, pero sobre todo con su vida, de lo que significa ser testigos del amor misericordioso de Dios, dejémonos interpelar por sus enseñanzas:

“Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, sino por el amor con que las hacemos” (san Francisco de Sales).

£3” “La prueba del amor está en las obras. Donde el amor existe se obran grandes cosas y cuando deja de obrar, deja de existir” (san Gregorio Magno).

£ f “En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor” (san Juan déla Cruz).

£3" “El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en caridad” (santo Tomas de Aquino).

Todas estas enseñanzas recogen la experiencia y el actuar de quienes han hecho de la caridad un modo de vida. Aprendamos de nuestros hermanos mayores, los santos, ese camino que nos han trazado para llegar a la plenitud de la vida.

Las obras de misericordia, un termómetro para los cristianosEl Papa Francisco con ocasión del Año de la misericordia, nos ha dado una bella catequesis entorno a las obras de misericordia, que en la Sagrada Escritura están de modo condensado sobre todo en el texto de Mt 25, 31-46:

“Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales:

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dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar Jas ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos” (MV 15).

Hoy es muy necesario educar para la caridad, es un camino arduo, que debe interesar a todos, especialmente a los padres de familia, a los maestros, catequistas, sacerdotes. Es la invitación a reconocer el rostro de Dios en los más pobres y en la situación que ia realidad nos presenta hoy,porque al final de la vida, nuestras acciones deberán expresar con claridad la opción evangélica que hayamos realizado y sobre ellas es que seremos juzgados en el último día.

Sin caridad no hay comunidadEste tiempo cuaresmal intensifica de manera especial la oración, el ayuno, el sacrificio y las obras de caridad, acercándonos así al corazón misericordioso de Cristo, y es también la cuaresma, el tiempo privilegiado que nos invita como comunidad a celebrar los principales misterios de nuestra fe.

Decía san Vicente de Paul que “la caridad es el centro que une a la comunidad con Dios y a todos sus miembros entre sí; contribuye a la unión de los corazones y los vincula indisolublemente a Dios”. Que éste sea el pensamiento que nos una en esta tarea de vivir la caridad como expresión de la misericordia de Dios y que podamos realizarla con alegría, como decía san Pablo a los romanos (cfr. Rm 12,8).

En este sentido, el Papa Francisco nos invita a que la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. Nos dice que cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre. Por ejemplo, el profeta Isaías nos dice; “Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes.. ,”(ls 58,6-11).

CPCúnfamUMS desde la fie

La Palabra de Dios nos ha indicado el camino de ia caridad como el signo más palpable de la fe que profesamos, sin embargo, ¿creen ustedes que sí estamos viviendo en nuestra sociedad la caridad de acuerdo a lo que hemos reflexionado y lo que Dios espera de nosotros como sus hijos?

¿O hemos reducido la fe sólo a prácticas piadosas o expresiones de la religiosidad popular (rezos, novenas, peregrinaciones, devociones, portar objetos sagrados, etc.)? Todo esto no es que este mal, pero sabemos que muchas veces no llevan a un compromiso concreto de conversión y de servicio con los más necesitados.

Necesitamos hacer un llamado urgente a recuperar lo más esencial del cristianismo: la práctica de la caridad como expresión concreta de la misericordia, que desde siempre ha sido y será lo más propio de la fe cristiana, recordemos cómo desde los orígenes de la Iglesia, ya se decía de los cristianos: “miren cómo se aman”.

/\)<y ccmmmtmcsA partir de lo que hemos reflexionado en este tema, llegamos a la conclusión de que la fe cristiana auténtica es aquella experiencia salvífica que acontece y se expresa en la vida ordinaria a través del amor.

Dejemos un momento de silencio y reflexión personal para preguntarnos cada uno:£ f ¿El amor es el motor que impulsa todas mis acciones? £ f ¿De qué manera puedo vivir las obras de misericordia en

mi familia, en mi trabajo, en el barrio, en la comunidad?

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iLá-CMIMDi, SElMflSif ®i ¡LÁMUEQQlBlá,

/V¿¿ MCÓHtMMCS CÓtl Di6SGuía: Hermanos, no olvidemos que la Iglesia tiene la misión de anunciar

la misericordia de Dios. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre.

+ Colocamos los siguientes signos: un periódico, la Biblia abierta en el texto de Mt 25, 34-45, una vela encendida y un corazón de color rojo.

Guía: Contemplando estos signos presentemos al Señor nuestra oración haciendo con las palabras del Evangelio que nos animan a reconocer en los más necesitados la persona del mismo Cristo, después de cada expresión diremos:

Todos: ¡Ven bendito de mi Padre, a gozar de tu Señor¡9$ Porque tuve hambre y me abriste tu casa para compartir tu comida.£ f Porque tuve sed de Dios y me acercaste a la fuente viva que es la Palabra

de Dios.0" Porque soy madre soltera y no me juzgaste, sino que me tendiste la mano. £ f Porque soy un desempleado y te has comprometido para que mi familia no

pase hambre.£ f Porque sabes que vivo preso del alcohol o de las drogas, y no me has

rechazado, sino que me regalas tus consejos y tu amistad.Porque estuve enfermo y me fuiste a visitar a mi casa, al hospital.

£ f Porque estaba cegado por el rencor, el odio o los celos y con tus palabras me ayudaste a salir del error.

£ f Porque soportaste con caridad y paciencia mi difícil carácter y me enseñaste que puedo ser mejor.

£T Porque la fila para hacer aquel trámite era interminable y me dejaste tu lugar.

fó Porque me cediste tu asiento en el autobús.Porque comprendes que soy un anciano y me tratas con paciencia y delicadeza.Porque no te desesperas en medio del embotellamiento del tráfico y tratas con respeto al peatón.

£3” Porque aun cuando ya estoy muerto, no me has olvidado y me tienes presente en tus oraciones.

Terminamos este momento de oración meditando y cantando: “Con nosotros está”.

Sugerimos los siguientes links que pueden ayudar a enriquecer el tema:£f El Papa Francisco convoca al Año de la Misericordia:https://www,youtube.

com/watch?v=cjCmwLBNhAY J<f “No nos cansemos de hacer el bien”, https://www.youtube.com/

watch?v=n FmwaY3G VLw £T “Las nuevas obras de misericordia para hoy”,https://www.youtube.com/

watch?v=C6cYSQ9r23l,£3" https://www.youtube.com/watch?v=BYqfyXnWwEQ

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D U M O ®

AÑO DE LA MISERICORDIA

CELEBRACIÓN COMUNITARIA PENITENCIAL

N otas pedag ó g ic as95 Esta celebración que a continuación proponemos debiera ser presidida por un sacerdote de

manera que se puedan realizar las confesiones individuales, de no ser posible, puede ser dirigida por un laico a modo de culminar la semana de Ejercicios Cuaresmales y como preparación para vivir la cuaresma con sentido de conversión.

95 Tiene como marco de referencia los temas de la semana de Ejercicios Cuaresmales, por lo que sugerimos que el lugar donde se realice la celebración penitencial pueda ser ambientado con frases o imágenes alusivas a la temática.

*/5 Para el momento del examen de conciencia sugerimos algunos signos que puedan ayudar a profundizar, teniendo al centro del lugar una mesa cubierta con una tela, donde se irán colocando en el momento indicado:

una Bibliauna canasta con pan

a* una jarra con agua medicinas

ft» una silla<%*> unas cadenas (de metal o de papel) a* una prenda de vestir (suéter, zapatos, o playera)

un libro de oraciones

Monición: Durante el tiempo cuaresmal hemos ido revisando nuestra vida y hemos sentido el deseo de pedir a Dios su perdón, ya que nos damos cuenta que constantemente no hemos sabido responder a su amor misericordioso. Sin embargo, Jesucristo nos ayuda a superar nuestro pecado mediante un sincero arrepentimiento. Alegrémonos, porquesabemos que Dios nos perdona y la comunidad eclesial nos acompaña en este camino hacia la reconciliación con Dios y con los hermanos. Iniciemos nuestra celebración cantando:

Canto: Oración del pobre u otro canto de entrada.

Celebrante: Hermanos, nos hemos reunimos para vivir el Sacramento del Perdón. En esta celebración queremos experimentar el gozo de la misericordia de Dios, y nuestro compromiso de conversión personal y comunitaria. A través de este sacramento Dios nos reconcilia con Él, con los demás y con nosotros mismos. Así podremos celebrar más dignamente los misterios de la muerte y la resurrección del Señor y comenzar con Él una vida renovada. Sean todos bienvenidos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Elevemos al Señor nuestra oración para disponer nuestro corazón a este momento de gracia y de encuentro con Dios que es amor, siendo conscientes de que necesitamos ser humildes y pedir el perdón como un don que Él pone a nuestro alcance.

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M, CMDíMIBk ®1 HA S ü a f f i i l f t

Celebrante: Dios, Padre nuestro, que sigues creyendo y confiando en nosotros, en nuestra bondad, en nuestra capacidad de reconocer nuestras faltas y la posibilidad de nuestra conversión, ayúdanosareconocernos pecadores ante Ti; nos ponemos en tus manos misericordiosas para que derrames sobre nosotros la gracia del perdón y podamos gozar, así, de una comunión más plena contigo y con la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Monición: Durante toda esta semana de Ejercicios Cuaresmales, hemos tenido la oportunidad de asomarnos al corazón amoroso de Dios, que nos ha mostrado su rostro a través de los textos bíblicos que hemos meditado. Escuchemos ahora del profeta Isaías, en qué consiste el obrar que el Señor espera de cada uno de nosotros a partir de este año jubilar en que nos llama a vivir la misericordia.

Lectura delProfeta IsaíasIs 58, 1-9

Salmo 50R. “Señor ten misericordia de tu pueblo”

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. R.

En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente.Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. R.

Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría.Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. R.

+ Lectura del EvangelioMt. 25, 31-46

ReflexiónJesús no ha querido valerse de su condición de Hijo para ganar nada de este mundo, elige nuevamente la humildad como actitud fundamental en la realización de su misión.

La Palabra de Dios nos coloca en el mismo horizonte de Jesús, invitándonos a vivir, como Él, en función de los otros, y haciendo del amor a Dios y a los hermanos la meta fundamental de nuestra vida.

El evangelio nos proyecta en el momento final. Más que una parábola nos encontramos ante una representación escénica del Juicio final. En el centro está Jesucristo, Rey universal, ante quien todas las generaciones de la tierra deben comparecer para recibir la sentencia definitiva. Pero este Rey Glorioso es diferente de los reyes de la tierra, es un Rey con actitudes y corazón de Pastor que aun dando la sentencia, respeta y ama.

La escena está estructurada a partir de la contraposición de dos grupos: los que están a la derecha y los que están a la izquierda. El juicio que el Rey pronunciará entonces, será de acuerdo a lo que nosotros hicimos ante los necesitados. En realidad seremos nosotros mismos quienes daremos el juicio, acogiéndolos o rechazándolos. El Rey solamente hará la constatación final de cuánto hemos amado, leerá públicamente lo que nosotros día a día hemos escrito con hechos.

El tema fundamental del juicio será el amor, las obras de misericordia, expresadas en situaciones humanas bien concretas: hambre, sed, hospitalidad, desnudez, enfermedad, prisión. Lo que se examinará serán directamente las acciones: “tuve hambre, tuve sed... y me dieron... y me visitaron y vinieron a verme” (25,35.36).

No bastarán los buenos sentimientos ni las palabras de aliento, sólo serán tenidas en cuenta aquellas acciones con las cuales hemos promovido, defendido, cuidado, protegido la vida del hermano.

Tanto los justos como los condenados no parecen haber sido muy conscientes de la presencia de Jesús en los hermanos, pues preguntan extrañados: “¿Cuándo te vimos con hambre, desnudo... enfermo...?” (25,37.44). Pero Jesús haciendo énfasis en este aspecto, nos está diciendo que es importante y decisivo que lo reconozcamos en las personas, particularmente

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en aquellos más necesitados, “En verdad, en verdad les digo: ‘Cuanto hicieron... o dejaron de hacer con uno solo de estos mis hermanos más pequeños... a mí me lo hicieron, o dejaron de hacerlo” (25,40.45).

Jesús reafirma su identificación con los pequeños, esto es, los más necesitados, en ellos tenemos su visibilidad concreta. Son ellos el lugar privilegiado donde Él se nos revela día a día. Es parte esencial de nuestra fe cristiana, de nuestra fe pascual: el Resucitado se ha escondido en las personas, allí lo encontramos, allí lo amamos, allí lo servimos.

El Evangelio nos invita a poner en práctica esta enseñanza en las personas más cercanas, aquellas que sentimos más molestas, más necesitadas, nos invita a descubrir que ahí está Jesús, ése es el que Él llama: “mi hermano más pequeño” (25,40.45).

Cuando expresamos nuestra atención y nuestra ternura a aquellos que a los ojos de los humanos no cuentan tanto, aquellos que consideramos últimos, estamos amando efectivamente a Jesús que por amor a nosotros se hizo el último y cargó sobre sí nuestras limitaciones, fragilidades y pecados.

De esta manera, Jesús nos ha trazado el camino para realizarnos realmente como hijos de Dios. El riquísimo y profundo mensaje de Jesús en este día nos enseña que nuestro destino eterno se juega en nuestra capacidad de “verlo” y “amarlo” en los hermanos.

Hagamos un examen de conciencia de acuerdo a lo que la Palabra de Dios nos inspira.

Examen de conciencia en base a las obras de misericordia+ Entrada de signos: En este momento, entran algunas personas con ¡a Biblia, canasta de pan, etc,, y se van colocando sobre la mesa o en algún lugar visible.

Monitor: El Papa Francisco nos dice: “ ...Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos...” (MV 15).

El Papa nos motiva a revisar nuestra vida para verificar qué tanto hemos vivido las obras de misericordia o por el contrario, nos hemos olvidado de reconocer a Cristo en los más necesitados, en los más cercanos y hemos dejado de practicar la caridad.

Puntos para el examen:¿Reconozco y veo a Jesús en los pobres? ¿Me ocupo de las necesidades de los demás o pienso: “Ese no es mi problema”? ¿Me comprometo con las necesidades de los miembros de mi familia, de mi barrio? ¿Estoy dispuesto a enseñar al que no sabe, sobre todo a anunciarle un mensaje de esperanza desde la Palabra de Dios? ¿Cuál ha sido mi actitud frente a los enfermos, los encarcelados, la gente que vive en soledad? ¿De qué manera me he comprometido con las nuevas situaciones de pobreza de hoy: los migrantes, madres solteras, personas con adicciones, niños y jóvenes en situación de abandono, desempleados? ¿Sé renunciar a mi comodidad para estar disponible a favor de los demás? ¿Me acuerdo de rezar por mis familiares y amigos cercanos que han fallecido? Ante las situaciones de injusticia que hay a mi lado, ¿me hago el “despistado” o lo denuncio? ¿Paso de largo cuando alguien sufre? ¿Qué imagen del cristiano reflejo ante los demás? ¿He dado testimonio cristiano con mi conducta o he actuado con cobardía, con miedo al “qué dirán”?

+ Se deja un espacio de silencio para interiorizar lo anterior.

Canto: Yo no soy nada u otro canto penitencial.

Monitor: Nos ponemos de pie para hacer nuestras peticiones de perdón. Vamos a contestar a cada petición: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR.

£f Por los pecados de nuestra sociedad: los deseos de guerra, los actos terroristas, las acciones vandálicas, la delincuencia y la inseguridad ciudadana, el poco valor que se da a la vida humana; por la veneración hacia el dinero y los bienes materiales, por los abusos a inmigrantes, por la explotación del hombre y del pobre, por los abusos contra la naturaleza y el daño que causamos a las obras de tu creación... PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR.

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Por los pecados de nuestra Iglesia: la falta de valentía en la denuncia de las injusticias, la tolerancia de algunos pecados sociales, el descuido en el compromiso con los débiles y con los pobres, la falta de amor en el trato con las personas, la no colaboración con grupos de otras ideologías que comparten con nosotros la búsqueda de un mundo más humano, la falta de testimonio cristiano en todos los ambientes... PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR.

£f Por nuestros pecados personales: el no querer comprometernos en la solución de los problemas de la sociedad, el no compromiso en la tarea evangelizadora de la Iglesia, nuestro egoísmo, la búsqueda de nuestros intereses particulares o de grupo, nuestra insolidaridad... PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR.

£f Por nuestra falta de respuesta ante quien nos necesita, nuestros odios y rencores, nuestro olvido de Dios, nuestra falta de interés en implicarnos en el bien común, por nuestra falta del sentido del compartir, por nuestras omisiones en la sociedad y en la Iglesia, por nuestro cristianismo tibio, por nuestra insensibilidad ante el sufrimiento ajeno, por nuestra comodidad... PERDONAATU PUEBLO, SEÑOR.

Canto: Tu que siempre nos perdonas.

+ Confesiones y absolución individual (si la celebración la realiza un sacerdote)

Celebrante: Hermanos, dispongámonos de todo corazón para recibir el don de Dios que nos otorga en su reconciliación, diciendo: “Yo confieso ante Dios todopoderoso...”

+ Se deja el tiempo necesario para que se realicen las confesiones.

Celebrante: Nos hemos puesto delante de Dios que todo lo ve y todo lo sabe; El que nos ha otorgado el perdón de nuestros pecados, porque grande es su amor y su misericordia, quiere que volvamos a la casa del Padre, donde con los brazos abiertos nos espera para darnos la felicidad que no tiene límite. Por ello, agradezcámosle con profundo respeto los detalles con los que nos demuestra su amor. Le decimos a cada invocación: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.

£f Por habernos dado a tu Hijo Jesús: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.£f Por la fidelidad que mostró Jesús a Ti y a nosotros. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR. fó Por la resurrección de Jesús, que es también la nuestra. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.

Por el don del Espíritu Santo. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.£f Por la presencia de la Iglesia en nuestras vidas. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR. fó Por el bautismo, que nos dio la vida eterna. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.£f Por el perdón que acabas de darnos en la penitencia. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.

Porque sigues creyendo y confiando en nosotros. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.£f Porque quieres compartir tu eternidad con nosotros. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.£f Porque siempre buscas nuestro bien y nuestra felicidad. TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.

Terminemos recitando todos juntos en comunión, la oración que nos hace hermanos e hijos de un mismoPadre: Padre Nuestro.

Celebrante: Dios, Padre nuestro, que no nos tratas como merecen nuestros pecados y que perdonas nuestras ofensas para que encontremos el bienestar y podamos sentirnos felices y en paz, ayúdanos a que el perdón que hemos recibido sin merecerlo nos lleve a ser agradecidos contigo correspondiendo a tu amor con el perdón hacia aquellos que nos han ofendido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Canto: Vaso nuevo u otro canto de acción de gracias.

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EJERCICIOS CUARESMALES PARA NIÑOS Y

ADOLESCENTES

LA CARIDAD, EXPRESIÓN DE

LA MISERICORDIA

PRIMER DÍA

LA CREACIÓN NOS MUESTRA EL AMOR DE DIOS

O bjetivoQue los niños y adolescentes experimenten el amor misericordioso de

Dios en su vida, para que lo compartan con los más cercanos.

M ater ialFrase: “Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno”,

g f Un poco de masa o plastilina para cada participante.Una hoja de papel para cada niño.La letra del canto en un cartel grande o en hojas para todos.

N ota pedag ó g ic aPara la actividad de la Experiencia Humana, si en el grupo son muchos niños y adolescentes, es conveniente dividirlos por equipos de 10 a 15 personas, y que en cada equipo esté un catequista para ayudarles a ir dándole sentido a lo que van modelando.

¡Sean bienvenidos todos ustedes! Nos da mucho gusto encontrarnos aquí, para iniciar hoy nuestros Ejercicios Espirituales de Cuaresma, igual que cada año por este tiempo, el cual es especial. Qué bueno que aceptaron la invitación que Dios les ha hecho para venir a escuchar todo lo que qué Él nos quiere decir. Él nos quiere hablar a cada uno, de una forma personal, vamos a tratar de estar con mucho interés y entusiasmo todos los días de esta semana.

Vamos a iniciar este primer día, haciendo algo que les va a gustar mucho. Para esto, los vamos a dividir en pequeños equipos, pero antes, se les va a repartir a cada uno un poco de masa (o plastilina) y les voy a explicar qué van a hacer.

Cuando ya estén en sus equipos, cada uno va a modelar con su masa (o plastilina) algo que le gustaría regalar a alguna persona que quiere mucho, podría ser por ejemplo: una estrella, un árbol, una flor, un corazón, etc., lo que ustedes elijan. Lo van a ir haciendo despacio, pensando en la persona a la que se lo van a regalar, por eso, van a tratar de hacerlo lo mejor que puedan, de manera que les quede muy hermoso. Al ir modelando, se van a ir fijando cómo van quedando sus huellas en lo que modelaron.

(Se les da un tiempo considerable para este ejercicio)

¡Muy bien! Ahora que ya han terminado, volvamos a estar todos juntos, teniendo cada uno en sus manos la figura que modeló. Obsérvenla de nuevo por unos instantes, pensando que la han creado para regalar a alguna persona muy querida. ¿Pueden descubrir que tiene las huellas de sus manos? ¿Cómo te sientes al verla?

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Se dan cuenta que al ir creando esta figura, le pusieron interés y sobre todo cariño, porque estaban pensando en una persona concreta a quién dársela, y además, podemos decir que cuando realizamos una obra, ya sea un dibujo o alguna cosa modelada, le vamos poniendo algo de nosotros mismos, de los que somos, ¿verdad?

Bueno, ahora les vamos a dar una hoja de papel para que guarden su figura y puedan seguir poniendo atención a todo lo que vamos a ir comprendiendo en este día.

DlmínmcsNos hemos dado cuenta que nosotros podemos crear algo y si es con la intención de hacer un regalo, lo hacemos con más cariño y esmero, tratando de que nos quede lo más hermoso posible. Vamos a ver ahora cómo Dios, es Creador, pues ha hecho todo lo que existe en el universo y para coronar su obra, ha creado al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, haciéndolos superiores a todo lo demás que existe sobre la tierra. Vamos a escuchar este relato desde la Sagrada Escritura.

“Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles’. Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: ‘Sean fecundos, multipliqúense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los animales que se mueven sobre la tierra’. Y dijo Dios: ‘Miren, les entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla les servirán de alimento; y a todos los animales de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento’. Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno...” (Gen 1, 26-31)

(Se coloca el letrero: “Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno”

Así es, Dios vio que todo que había hecho era muy bueno, pues una vez que había hecho todo cuanto existe sobre la tierra, creó al hombre y a la mujer.

¿Se fijaron cómo los creó? Así es, los creó a su imagen y semejanza dándoles poder sobre todas las demás creaturas, esto quiere decir que el hombre y la mujer tienen una gran dignidad, la cual no tiene ningún otro ser sobre la tierra.

¿Por qué creen que Dios nos creó al hombre y a la mujer con esta dignidad a diferencia de todas los demás seres del universo?

Porque Dios nos ama con un amor muy especial, por eso nos ha creado a su imagen y semejanza, nos ha modelado en el vientre de nuestra madre con una grande ternura pensando en cada uno al estarnos creando, por eso cada persona somos únicos y diferentes, somos esa obra de Dios Padre que ha hecho con un grande amor; en cada uno de nosotros está su huella, por eso, somos sus hijos. San Juan nos dice que “Dios es amor” por lo tanto, nosotros al ser creados por Él, somos esa huella, esa imagen de su amor.

Hagamos un momento de silencio para pensar y comprender mejor todo esto que acabamos de reflexionar.

Muchos de nosotros conocemos personas que se sienten tristes porque no saben el gran valor que tienen para Dios y desconocen que fueron creados por Él con un inmenso amor, no saben que Dios es un Padre, por lo que podemos decir que una vez al habernos creado, no se olvida de nosotros, sino que sigue cada día dándonos su ternura, su cercanía, su amor, en cada momento y situación que vamos viviendo, pues es amor pleno y no se cansa de donarse, somos nosotros, los que a veces nos olvidamos de que tenemos un Dios Padre, que nos ha creado, que nos ama y que quiere que seamos ese reflejo, esa imagen de su amor para todos los demás, especialmente para quienes viven tristes, porque no se han dado cuenta de que somos obra del amor de Dios.

El amor misericordioso y providente de Dios creadorDios, al crearnos, nos ha regalado muchos dones como la voluntad, la inteligencia, la libertad, la creatividad y sobre todo, la capacidad de amar. Esto es lo que nos hace ser imagen y semejanza de Él. Todo esto que nos dio como regalo de su amor, no se lo concedió a las demás creaturas del universo, sino que por este amor especial, nos capacita para alcanzar la felicidad a la que Él mismo nos ha llamado.

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M f f l I Ü 8 W ñ ü ü ®1 M. EÜMEQOiSDM

Dios que es un Padre amoroso no solamente nos crea sino que nos da lo necesario para desarrollarnos y vivir en plenitud, haciéndonos administradores de todo lo creado y permitiéndonos que de ello podamos hacer uso para nuestro bienestar. El amor de Dios se manifiesta en toda su creación, que es un regalo que pone en nuestras manos para que lo cuidemos y no para que lo destruyamos.

Es un amor que abarca a todo el ser humanoDios con toda delicadeza moldeó al ser humano, por eso a través del profeta Jeremías nos dice: “Antes que te formaras en el seno de tu madre, yo te conocía” (Jr 1,5). Y el Papa Benedicto XVI en una de sus homilías expresa que fuimos concebidos en el corazón de Dios, y por eso cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es amado y es necesario en el plan de Dios.

Como pueden ver niños, es maravilloso el amor que Dios nos tiene. En la Biblia, los salmistas reconociendo este gran amor divino y sabiendo que Él conoce todo de nosotros llegan a proclamar “Señor, tú me sondeas y me conoces. Sabes cuando me acuesto y me levanto, de lejos conoces mis pensamientos” (Sal 138, 1- 2). El amor de Dios, nos solamente es un amor que vigila, sino que conoce nuestras necesidades y limitaciones, nos conoce tal y como somos. Dios nos ama tanto que nos abarca totalmente.

Al amor, también se le conoce como caridad pero, no pensemos como algunas personas, que creen que significa dar alguna moneda o alguna otra cosa a una persona necesitada, sino que caridad es no sólo dar, sino darse, al igual que Dios se da, se entrega a cada uno de nosotros, con un amor grande. Por eso, es tan importante que nosotros, que somos su imagen, seamos ese reflejo de su amor, teniendo caridad, amando a todos los que nos rodean, haciéndoles el bien, aún a aquellos que no nos hacen el bien a nosotros, porque ése es el verdadero amor que viene de Dios.

/ V o í c m w m e t m í s

Hemos reflexionado en este día, sobre el gran amor que Dios nos tiene al crearnos a su imagen y semejanza, pensando en cada uno de una forma muy especial y colmándonos de muchos dones. Hemos comprendido que al ser imagen de Dios, tenemos esa capacidad de amar, así corno Dios nos ama a nosotros, tal cual y como somos, porque Él nos conoce profundamente.

Vamos a pensar en quienes se sienten solos, que no se sienten amados, en los niños que sufren porque hay quienes se burlan de ellos, que les hacen “bulling”. Yo creo que todos conocemos a alguna de estas personas, o de estos niños. ¿Qué podemos hacer por ellos?

Habiendo comprendido que fuimos creados por Dios con un amor especial, ¿cómo podemos ayudarles a que descubran y experimenten que Dios Padre los ama inmensamente?

Hagamos un momento de silencio para pensar en acciones concretas que podríamos hacer por algunas de estas personas.

Algunos de ustedes pueden compartirnos a todos en qué acciones pensaron, para que nos pueda ayudara los demás.

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/Voí McóntMMús ccn 'bies¡Qué grande es el amor de Dios! Él nos ama sobre todas las cosas, nos ha creado con una ternura especial, dándonos la capacidad de amar, como un reflejo de su ser. En este momento de encuentro con Él, y reflexionando en su amor creador, vamos a expresarle nuestra acción de gracias, recitando a dos coros la siguiente oración.

Coro 1: Gracias Padre, te alabamos por este día, que nos das como una oportunidad para amarte siempre más

Coro 1: Gracias por levantarnoscuando nos encontramos caídos, porque nos has creado y conoces en todo lo que hemos vivido

Coro 1: Por todo lo que nos das,por ser creados a tu imagen porque podemos amar con este amor a los demás

Coro 1: Gracias por toda esperanza que nos ayuda a vencer lo que hay en el camino y sostiene nuestra fe.

Coro 1: Porque pese a todo ruido al silencio o al dolor presentimos tu presencia y podemos oír tu voz.

Coro 2:

Coro 2:

Coro 2:

Coro 2:

Coro 2:

Gracias Padre, te alabamos porque somos parte de Ti, porque nos cuidas y velas con paciente amor sin fin.

Por tu bondad infinita por tu grande amor y poder porque bajo tu amparo y tu guía nos permites hoy crecer.

Gracias Señor por la vida que nos la capacidad de ser y sentirnos libres para amar tu voluntad.

Gracias por tu gran bondad porque en tu amor al crear a tu imagen nos formaste semejanza sin igual.

Por tu gran misericordia gracias Padre, te alabamos por tu amor y tu ternura por eso hoy te cantamos

Terminamos este momento de oración alabando a Dios con el canto: “LA CREACIÓN”

SEGUNDO DÍA

PORAMORO bjetivo

Que los niños y adolescentes descubran el amor misericordioso de Dios manifestado en Jesucristo, para lo puedan manifestar a través de sus actos de la vida diaria.

ÜVSaterial£T Imágenes de Jesús predicando o realizando milagros.

Una pañoleta o mascada.£ f Algunos objetos que puedan servir de obstáculo.£ f Mesa con mantel.£ f Un crucifijo y una vela.

Un corazón grande de papel color rojo.

3 f | | ¿xpwientia •Humana«A

Nos da gusto encontrarnos una vez más en este segundo día de nuestros Ejercicios Espirituales de cuaresma. En el día de ayer estuvimos reflexionando y comprendiendo cuánto nos ama Dios, quien ha hecho todo por amor para nosotros y por este amor, nos ha creado a su imagen y semejanza.

Hoy vamos a seguir reflexionando en este amor de Dios Padre y cómo nos lo manifiesta por su Hijo Jesucristo, para esto, vamos a iniciar con una sencilla dinámica para la cual pedimos que pase al frente un niño o una niña a quien le vamos a cubrir los ojos con esta mascada.

+ Colocamos los objetos por donde se quiere que el niño camine.

Estemos muy atentos, pues ahora que ya tiene cubiertos los ojos, le vamos a pedir que camine hasta llegar a... (Hacia un punto determinado, dejándolo que sólo camine unos pasos).

¿Por qué se le está dificultando caminar? Claro, pues no ve por dónde camina. ¿Qué creen que podemos hacer? Nos damos cuenta que necesita ayuda, vamos a pedir ahora a otro niño o niña que pase, para que lo tome de la mano y lo guíe, de manera que pueda encontrar el camino hacia la meta que le indicamos.

ORACIÓN INICIAL Señor Jesucristo, Tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve a ti, lo ve también a Él, por eso te pedimos que nos muestres tu rostro y nos ayudes a crecer en amor hacia el Padre y hacia los demás. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos, de los siglos. Amén.

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Comentemos:£üf ¿Qué observamos en esta dinámica?

¿De qué se dieron cuenta?</S Y tú que participaste, ¿cómo te sentiste?

¿Qué hubiera pasado si no hubiera tenido ayuda?

Con esta dinámica que acabamos de realizar, nos damos cuenta qué difícil es encontrar el camino si no lo podemos ver. Así nos puede pasar en la vida, cuando a veces vamos un poco ciegos, nos podemos perder o caer, por eso, buscamos ayuda, apoyo en otras personas para que nos guíen y nos rescaten de los peligros; algunas veces hasta es necesario que nos tomen de la mano o que nos orienten, nos aconsejen para que podamos ir por el camino correcto.

Esta es la experiencia que también como cristianos vivimos, cuando estamos cegados por el pecado para ver la presencia de Dios en nuestra vida y por eso, necesitamos que alguien nos muestre el camino para experimentar el amor de Dios.

%

DluminmesEsa ayuda eficaz es precisamente, la que vino a traernos Jesús, el Hijo de Dios, para rescatarnos de la muerte eterna que por el pecado habíamos merecido y la manera cómo se acerca a nosotros, es en primer lugar, haciéndonos saber que ante todo, Dios es amor, y que por ese amor, Él envía a su hijo para salvarnos.

Escuchemos lo que nos dice san Juan en su primera carta:

“Queridos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios; todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Dios ha demostrado el amor que nos tiene enviandoal mundo a su Hijo único para que vivamos gracias a Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y envió a su Hijo para que, ofreciéndose en sacrificio,nuestros pecados quedaran perdonados. Queridos, si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos unos a otros” (I Jn. 4, 7-11).

¿De qué nos habla esta lectura?</S ¿De dónde viene el amor?£ f Según lo que nos dice la lectura, ¿quién no ha conocido

a Dios?¿Cómo nos ha mostrado Dios su amor?

El amor consiste en que Dios nos amó primero y envió a su Hijo para la salvaciónLa Palabra de Dios nos dice que la forma como Dios nos ha demostrado su amor ha sido enviando su Hijo para que Él nos rescate del pecado que nos separa de Dios. A esto le llamamos “Redención”, esto significa, que Jesús nos salva, nos rescata de todo aquello que puede quitarnos su amistad y su amor, quiere decir también, que Jesús ha pagado el precio, con su muerte y resurrección para que podamos seguir siendo amigos de Dios.

¡Qué maravilloso es saber que Dios nos amó primero! Que él siempre toma la delantera, para amarnos y perdonarnos, porque sabe que somos muy frágiles y que, con mucha facilidad caemos en las redes del demonio que constantemente nos tiende trampas para que dejemos de ser amigos de Dios, sin embargo, Dios nos espera y nos sigue ofreciendo a su hijo para redimirnos.

Este año el Papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en Jesús y en su rostro misericordioso, para que podamos percibir el amor de Dios Padre. Pues la misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud: “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16). Este amor se ha hecho ahora visible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor, un amor que se dona gratuitamente. La forma como se acerca a las personas deja ver algo único e irrepetible: en Él todo habla de misericordia.

+ Colocar las imágenes de Jesús realizando milagros o predicando.

Jesús, ante la multitud de personas que lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, perdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas. A causa de este amor compasivo curó los enfermos, calmó el hambre de grandes muchedumbres con pocos panes y peces, etc. Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía ei corazón de las personas y respondía a sus necesidades más reales.

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En sus palabras y hechos, Jesús practica el amorJesús realizó muchas obras movido por el amor y la misericordia, pero también nos dejó muchas enseñanzas, por ejemplo, nos contó las más hermosas parábolas dedicadas a la misericordia, en las que Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Pensemos en tres parábolas en particular: la de la oveja perdida, de la moneda extraviada y la del hijo pródigo (cfr. Lc15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.

Estas parábolas ofrecen una profunda enseñanza a cada uno de nosotros. Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos; entonces nosotros, estamos llamados a vivir de misericordia, porque así se nos ha tratado a nosotros. El mismo Jesús ha señalado la misericordia como el idea! de todo cristianos: “Dichosos los misericordiosos, porque encontrarán misericordia” (Mt 5,7).

La mayor prueba del amor: la redenciónFíjense que hay un dicho que mucha gente repite y que por lo tanto es muy conocido, dice así: “obras son amores y no buenas razones”. Esto quiere decir que, si de verdad alguien nos ama, nos lo manifiesta con obras y no sólo con palabras, por ejemplo, una mamá está mostrando en cada momento el amor que tiene a sus hijos y lo muestra con hechos más que con palabras.

Jesús nos ha dado la mayor prueba de su grande amor por cada uno de nosotros, ¿cuál es esa prueba? Ya lo mencionamos al principio, que Dios envió a su Hijo, que se hace uno de nosotros, y que día a día se entrega, hasta dar su vida en la Cruz, para redimirnos, para darnos la salvación. Jesús mismo llegó a decir: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Entonces, no sólo lo dijo con palabras sino con hechos, con su vida misma. Él ya ha pagado por nosotros por anticipado para que podamos entrar a la Casa del Padre a gozar para siempre, pero, hay algo importante que tenemos que comprender. Es cierto que Cristo ya ha dado su vida por nuestra salvación, ahora nosotros tenemos que hacer nuestra parte, esto es, responder con nuestros hechos de la vida diaria a su amor misericordioso. Para esto sabemos que no vamos solos, pues Él nos acompaña en nuestro caminar, nos toma de la mano, nos ayuda a levantarnos cuando caemos en el pecado y nos da su gracia para seguir adelante.

A l /ves ccMiwemtmcsDespués de haber comprendido cuánto es el amor misericordioso de Dios'-que nos lo muestra haciéndose uno de nosotros y entregando su vida por nuestra salvación, no nos queda sino pensar qué vamos a hacer para responder a ese amor misericordioso no con palabras, sino con hechos concretos en la vida diaria.

Vamos a dejar un momento de silencio para pensar en forma personal qué voy a hacer para mostrar mi agradecimiento a Cristo que dio su vida por mí. ¿Con qué acciones concretas voy a mostrarle mi amor y gratitud, en la familia, en la escuela, con mis amigos?

/V ¿ ¿ e n c e n t e m o s c c n D íó s

En este encuentro nos hemos asomado al corazón de Dios Padre que nos expresa su amor y misericordia en la entrega de su Hijo Jesús, para salvarnos. Año con año seguimos celebrando la pasión, muerte y resurrección de Cristo que por amor a nosotros nos ha rescatado del pecado para que vivamos siempre unidos a Dios, ¡qué grande es su amor!

+ Colocar la mesa con mantel, el crucifijo, la vela encendida y el corazón.

Observemos estos signos que tenemos al frente. ¿De qué nos hablan? Del inmenso y maravilloso amor que Dios nos tiene y que se ha manifestado en la muerte en cruz de Jesús. Él ha dado lo más valioso que tiene: su vida en rescate por todos nosotros, para que nunca más vivamos separados de Él.

En un momento de silencio, cada uno le daremos gracias al Padre por su grande amor, y le diremos a Jesús cuanto lo agradecemos que haya entregado su vida para salvarnos.

Con este corazón agradecido, vamos a ir meditando y cantando todos juntos el canto: “Nadie te ama como yo”.

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TERCER DÍA

EL ESPÍRITU SANTO NOS MUEVE A VIVIR LA MISERICORDIA

O bjetivoQue los niños y adolescentes descubran la acción del Espíritu Santo en su vida,

para que se dejen guiar por Él y puedan así dar frutos de misericordia.

M a ter ial95 Grabadora o aparato para escuchar la canción: “Con una sonrisa puedo comprar” (autor: José

Luis Perales) y el canto “Ven Santo Espíritu”Letra para cada niño o adolescente o escritos en un cartel en grande.Una imagen de Jesús y Nicodemo con el siguiente letrero: “Si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios”.Letreros con los frutos del Espíritu Santo (AMOR, PAZ, ALEGRÍA, PACIENCIA, AMABILIDAD, BONDAD, FIDELIDAD, MODESTIA, DOMINIO DE SÍ MISMO).Copia de la hoja de la actividad para cada uno, para el momento del actuemos.

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ORACION INICIAL Padre misericordioso, que nos diste a tu hijo por amor, y a su vez al Espíritu Santo para que nos recuerde y actualice las palabras y obras de Jesucristo, te damos gracias porque nos permites perseverar en estos Ejercicios Cuaresmales y te pedimos nos ayudes a disponernos con un corazón abierto a tu amor, para poder hacer tu voluntad.

Sean bienvenidos todos ustedes. Nos encontramos en el tercer día de nuestros Ejercicios Espirituales de cuaresma; nos da mucho gusto encontrarnos reunidos con este motivo. Todos los que estamos aquí hemos atendido la invitación que Dios nos ha hecho para escuchar y comprender lo que nos quiere decir no sólo en este día, sino durante toda esta semana, para que nos vayamos preparando de la mejor manera a la gran fiesta que para todos los cristianos es la más importante: la resurrección de! Señor Jesús.

Para iniciar nuestros ejercicios cuaresmales, vamos a escuchar una canción titulada “Compraré” y luego vamos a comentarla.

Con una sonrisa puedo comprar, todas esas cosas que no se venden con una sonrisa compro la soledad del que marcha solo por el camino.

Con una sonrisa puedo comprar la mirada dura de mi enemigo con una sonrisa compro el dolor de aquel que dejó en la tierra su corazón.

Y compraré, compraréEl llanto de los niños compraré. Compraré, el hambre del mendigo que ignoré.

Y compraré, compraré Aquellos pies descalzos que pisé Compraré, con sólo una sonrisa compraré.

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MíMIME)» ISISMSiÚ®! E l MIMSlEOSÍMOSIá.

Con una sonrisa puedo comprar ¡a mirada triste del que se marcha el futuro incierto de aquel que se quedósolo en la noche y con la mañana.

Con una sonrisa puedo comprar todas esas cosas que no se venden con una sonrisa compro la libertad del que vive preso con el dolor.

¿De qué nos habla esta canción?

£3" ¿Qué les llamó más la atención?¿En qué les hace pensar la letra de esta canción?

£f Si pudieras comprar con una sonrisa, ¿qué harías tú en favor de los que sufren?

<¡5 ¿Qué sentimientos crees que habría en el corazón de la persona que compuso esta canción?

£f ¿Quién crees que inspiró al autor a escribir lo que su corazón sentía?

Sin duda alguna que es Dios aquel que ha inspirado a esta persona a sacar de su corazón todos estos buenos deseos en bien de la humanidad, y sobre todo en bien de los que más sufren.

Podríamos afirmar que ha sido el Espíritu Santo quien pone los buenos deseos dentro de cada uno de nosotros y quiere que los hagamos vida.

Ahora vamos a abrir nuestra mente y nuestro corazón para escuchar la Palabra de Dios y podremos conocer a una persona a la que también Dios había sembrado en su corazón sentimientos de bondad y por deseaba conocer de cerca a Jesús para hacer la voluntad de Dios.

+ Colocamos una imagen de Jesús y Nicodemo.

Escucharemos del Evangelio de san Juan 3, 1-8:“Había un hombre del partido fariseo, llamado Nicodemo, una autoridad entre los judíos. Fue a visitarlo de noche y le dijo: ‘Maestro, sabemos que vienes de parte de Dios para enseñar, porque, nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con é!’. Jesús le respondió: Te aseguro que, si uno no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dio’. Le responde Nicodemo: ‘¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Podrá entrar de nuevo en el vientre materno para nacer?’ Le contestó Jesús: Te aseguro que, si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. De la carne nace carne, del Espíritu nace espíritu. No te extrañes si te he dicho que hay que nacer de nuevo. El viento sopla hacia donde quiere: oyes su rumor, pero no sabes de dónde viene ni adonde va. Así sucede con el que ha nacido del Espíritu’”.

Nicodemo se acerca a Jesús de noche, tal vez porque no quería que lo vieran con Él, recordemos que él era un hombre que pertenecía al grupo de los fariseos, es decir, era una autoridad entre los judíos, vigilaba que se cumplieran todas sus leyes (que eran más de 600), y por eso no quería ser criticado por sus compañeros por el hecho de que buscaba a Jesús.

Sin embargo, le gustaba lo que Jesús decía y hacía, él sentía muy dentro de su corazón que Jesús era un enviado de Dios, porque realizaba señales del cielo que sólo un hombre que es amigo íntimo de Dios, podría realizar.

Nicodemo, era un hombre bueno, que buscaba sinceramente a Dios y quería hacer su voluntad, pero con tantas leyes que había que cumplir, se confundía y no sabía cuál de ellas era la más importante. Y Jesús le da un secreto para no perderse: le dice que para vivir lo que el Espíritu Santo quiere ¡hay que nacer de nuevo¡ Nicodemo se asustó y pensó: ¡eso no es posible, yo ya estoy viejo! Qué piensan ustedes: ¿a qué se refiere Jesús cuando dice que hay que nacer de nuevo?

Jesús se refería a nacer de nuevo desde el corazón, a dejar todo aquello que nos estorba y nos hace viejos por el pecado. Nos enseña a nosotros, como a Nicodemo, que si nos dejamos llevar por lo que el Espíritu Santo nos inspira, podremos llegar a la vida eterna, esa vida que nos llena de alegría, de paz y de felicidad.

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El Espíritu Santo nos mueve a vivir la misericordiaEl Espíritu Santo nos mueve no sólo a componer bellas canciones como la que escuchamos al principio, sobre todo Él nos mueve a vivir el amor, a ser buenos y misericordiosos con las personas con las que vivimos y con todos aquellos que más nos necesitan. Este es el camino de la santidad, por el que todos debemos andar pues de Dios hemos salido y a Dios hemos de volver, siendo santos como El.

San Pablo nos enseña cuáles son los frutos que producen todos aquellos que se dejan conducir por la voz del Espíritu Santo, ¿qué les parece si lo leemos de la carta a los Gálatas?

Gal 5, 22,23.25 “...el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio. Frente a estas cosas no hay ley que valga... Si vivimos por el Espíritu, sigamos al Espíritu...”.

+ Colocar los nombres de los frutos del Espíritu Santo.

Dios nos conoce a cada uno, y quiere que con la fuerza de su Espíritu podamos dar buenos frutos de vida, por eso nos concede su Espíritu para que éste nos conduzca por el camino del amor.

Los sacramentos nos ayudan a vivir en la misericordiaPero, ¿saben ustedes dónde podemos conseguir estos frutos? Claro, son un regalo del Espíritu Santo y al Espíritu Santo lo encontramos, por ejemplo, en los sacramentos. A través de ellos, Dios nos comunica su amor y su misericordia, especialmente en los sacramentos del Bautismo y la Confirmación recibimos con mayor fuerza su presencia y es en ellos en donde recibimos todos sus dones y frutos, que nos fortalecen para vivir con valentía y amor nuestra vida de cristianos.

Pero muchas veces nos olvidamos que somos hijos de Dios y no damos señales de los frutos del Espíritu, es por ello que Dios que es misericordia infinita nos ama y nos da la oportunidad de que nos arrepintamos y que volvamos a nacer a la gracia por medio del Sacramento de la Reconciliación, en donde si nos arrepentimos de corazón y reparamos el daño ocasionado, recibimos la absolución de nuestros pecados y nos santificamos.

Otro sacramento muy importante en el que Jesús mismo se nos da como alimento es la Eucaristía, ya que alimentados con su Cuerpo y su Sangre, nos llenamos de su amor y su misericordia, para luego también nosotros ser misericordiosos con los demás, por ejemplo, en nuestra familia ayudando en los quehaceres del hogar, obedeciendo a nuestros padres, en la escuela respetando a mis maestros y compañeros, asistiendo puntualmente a mi catequesis.

fies cm ptem tm cíHoy nos hemos dado cuenta que si dejo entrar a Jesús en mi corazón, estoy dejando que el Espíritu de Dios entre en mi vida, ponga su espíritu en mi corazón, y en ese momento he nacido de nuevo.

Por eso, en todo momento debemos estar llenos de la gracia de Dios, reconocer su misericordia y a Jesús como su enviado, por lo que, hay que manifestarlo con nuestra conducta para que siempre este impregnada de amor, de paz, alegría, bondad... que son los frutos que ya el Espíritu Santo ha puesto en mi desde que soy hijo de Dios por el bautismo.

fies ünccnltmcs ccn D¿ós+ Colocamos al frente la imagen de Jesús y Nicodemo con una vela encendida.

En un silencio interior reflexionemos sobre lo que hoy hemos escuchado en la Palabra de Dios y pidamos a Jesucristo que nos ayude a estar siempre llenos de su Santo Espíritu para poder dar frutos de santidad. Lo vamos a hacer meditando el canto, lo leemos primeramente de forma pausada para darnos cuenta de lo que estamos pidiendo y luego, escuchamos y, en cuanto podamos, también lo vamos cantando.

Canto: “Ven Santo Espíritu”.

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CUARTO DÍA

LLAMADOS A VIVIR EL AMOR DE DIOS

O b j e t iv oQue los niños y adolescentes se reconozcan llamados a vivir como instrumentos

del amor de Dios, para que su testimonio sea un signo de la misericordia.

M a t e r ia l£ f Algunas imágenes de santos (Juan Pablo II, Teresa de Calcuta, San Francisco de Asís o algunos

que pudieran ser conocidos por los participantes).Corazones de papel recortados.Copia de la hoja de actividad para cada uno.

£ f Una mesa con mantel, la Biblia y una vela.

ORACION INICIAL Padre Dios, señor dueño de la vida y dador de todo, concédenos la dicha de crecer en sabiduría y gracia delante de ti, y que cada día nos vayamos haciendo vivos reflejos tuyos, instrumentos de tu amor en ei mundo.Te lo pedimos por Jesucristo, tu hijo y Señor nuestro. Amen.

INTRODUCCIÓN ¡Qué tal! ¿Cómo estamos el día de hoy para encontrarnos con Dios que nos ama y nos entrega su Palabra para conocerle y seguir sus enseñanzas? Vamos a disponernos para escucharle en este cuarto día de nuestros Ejercicios de cuaresma. Recordemos que el primer día nos asomamos al corazón de Dios Padre que nos ha creado por amor, luego nos encontramos con el amor de Jesús que nos redime y nos salva; el día de ayer platicamos sobre el Espíritu Santo que nos mueve a vivir la misericordia.

“W T | f ¿xpetienáa •Humana

Comencemos escuchando una experiencia muy interesante:Un hijo llevó a su padre a un restaurante para disfrutar de una deliciosa cena. Su padre era ya muy anciano, y por tanto, sus movimientos eran un poco torpes, por ejemplo, mientras comía, una parte de los alimentos caía sobre su camisa y pantalón. Las demás personas observaban al anciano con algo de disgusto, pero su hijo permanecía en total calma.

Una vez que ambos terminaron de comer, el hijo, sin mostrarse avergonzado, ayudó con absoluta tranquilidad a su padre y lo llevó al sanitario. Limpió las sobras de comida de su arrugado rostro, e intentó lavar ¡as manchas que había en su ropa; amorosamente peinó su cabello gris y finalmente le acomodó los anteojos.

Al salir del sanitario, un profundo silencio reinaba en el restaurante. Nadie podía entender cómo es que alguien podía hacer el ridículo de tal manera. El hijo se dispuso a pagar la cuenta, pero antes de partir, un hombre se levantó y le preguntó al muchacho: “¿No te parece que has dejado algo aquí?“. El joven respondió: “No, no he dejado nada”. Entonces el extraño le dijo: ¡Sí has dejado algo! ¡Haz dejado aquí una lección para cada hijo, y una esperanza para cada padre!”

Comentemos lo que acabamos de escuchar:¿De qué trata esta historia? ¿Qué les llamó la atención? ¿Qué piensan de un hijo que se comporta así? ¿Quién creen que le dio esa educación al muchacho? ¿Cuál fue la lección que dio el joven a la gente que lo vio? ¿Cómo creen que se sentía el muchacho por hacer el bien a su padre?

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¡ p ¡ m O O § € M M M ®

¿Ustedes alguna vez han dado un buen ejemplo a otros compañeros? ¡Quien nos comparte su experiencia! ¿Y cómo te sentiste?

Eso que hemos compartido y que liega a nuestro corazón es ei testimonio que nos da una persona que deja que el amor invada su corazón. Seguramente que los padres de aquel muchacho le habían enseñado muchos valores como el respeto, el servicio, la paciencia, la delicadeza, pero sobre todo, el amor a las personas.

Esta historia nos recuerda a un hombre que queriendo hacer el bien en su vida, le preguntó a Jesús qué debía hacer para conseguir la vida eterna, y Jesús le contesta contándole una de las más hermosas parábolas.

DlmínmesVamos a escuchar este relato con mucha atención: Le 10,25 -3 7 .“En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: ‘Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?'

Jesús le contestó ‘¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees en ella?’ Respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu aima, con todas tus fuerzas y con toda tu mente y al prójimo como a ti mismo’. Entonces le dijo Jesús: ‘Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás’.

Pero él quería justificarse, así que ¡e preguntó a Jesús: ‘¿Y quién es mi prójimo?’

Jesús le contestó:‘Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Pasaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo. Pero un samaritano que iba de camino llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento y le dijo: ‘Cuida de él, y lo que gaste usted de más, te lo pagaré cuando yo vuelva’.

¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? ‘El que se compadeció de él’ contestó el experto en la ley. Y Jesús le dijo: ‘Ve y haz tú lo mismo’”

¿Qué le pregunto el Maestro de la ley a Jesús? ¿Y Qué le respondió Jesús?

£3“ ¿Qué le pasó al hombre que bajaba a Jericó?

$<T ¿Qué hicieron las personas que pasaban cerca de él?

£3” ¿Qué hizo ei samaritano con el herido?

£T ¿Cómo termina diciéndole Jesús al maestro de la ley?

En este relato vemos la sabia respuesta de Jesús ante un maestro de la Ley que quería probarle con algunas preguntas. Al leer esta parábola Jesús nos enseña dos cosas: la falta de amor y quién es nuestro prójimo. La falta de amor

Todos sabemos el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero en pocas oportunidades lo aplicamos. Vivimos en un mundo en donde nadie piensa en los demás, sino que lo más común es que sólo pensamos en nosotros mismos. Este experto en la ley quería en cierta manera limitar este mandamiento, pero Jesús sabía lo que quería hacer y le explicó en parábola la manera de ayudar al prójimo, fue una respuesta muy práctica. La falta de amor nos conduce a tener una vida egoísta y sin mirar a nuestro alrededor.

¿Quién es nuestro prójimo?Nuestro prójimo es cualquiera que esté pasando necesidad, no importa su raza, religión, ni de qué país lugar sea, lo que importa es que cuando vemos a alguien con necesidad debemos ayudar así como el buen samaritano. Eso no significa que ayudamos a nuestro prójimo sólo para que nos salvemos y vayamos al cielo, sino que porque somos hijos de Dios que nos ha mostrado tanto amor a cada uno, es por ello que también nosotros practicamos el amor para con los demás.

Como podemos observar en la parábola, el maestro de la ley quería hablar sólo de memoria lo que es el amor al prójimo pero Jesús lo hizo práctico, porque el amor no son palabras bonitas, al contrario nos enseña que debemos mirar a nuestro alrededor y ver las necesidades que hay, en cada casa, en cada familia, en donde sea, siempre habrá una necesidad la cual no podemos

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S á iM iÜ i, IiaHaMtófM ©1

pasar a su lado y no hacer nada. Tenemos que tener el corazón del buen samaritano para ayudar al prójimo sin importar quien sea, empezando por las necesidades en casa.

Jesús resucitado nos invita a ser testigos del amor ¡Qué hermosa lección nos ha dado Dios el día de hoy! ¡Cuánta falta hace en nuestros tiempos, gente que sea como el joven de la historia o como el buen samaritano! El Papa Francisco ha convocado a vivir todo este año la misericordia, porque él ve que cada día las personas se han vuelto muy violentas, indiferentes, egoístas.

Este tiempo de cuaresma es un tiempo propicio para vivir esa misericordia, ya que la cuaresma nos prepara a vivir una gran fiesta para todos los cristianos: la Pascua. Y pascua nos recuerda que Jesús ha vencido al mal por la fuerza del amor, que en él encontramos el ejemplo para amar a nuestro prójimo y en especial a los que más sufren.

De ahí que el Papa nos invita a vivir de modo especial las obras de la misericordia como: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al que no tiene ropa, visitar a los enfermos y encarcelados, consolar al triste, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, soportar ai necio o difícil de carácter, rezar por los vivos y los muertos.

________ fies cmptmeiwósEn la Iglesia católica tenemos muchos ejemplos de personas que han sabido ser instrumentos del amor de Dios. Los santos son como nuestros hermanos mayores que nos indican el camino que nos conduce a Dios, ya que ellos también han recorrido estas sendas, escuchando la voz del espíritu que les enseñaba como vivir en amor y la misericordia.

+ Se colocan las imágenes de algunos santos.

¿A quién de ellos conocen? ¿Nos podrían contar algo de su ejemplo de vida? ¿Cómo es que ellos son un testimonio de amor para el mundo?

Una vez que hemos escuchado la enseñanza que nos da Jesús por medio de la parábola del buen samaritano y conociendo la vida de algunos de nuestros hermanos los santos, pensemos cómo es que también nosotros podemos ser instrumentos del amor de Dios en donde quiera que estemos.

¿Qué puedes hacer por los demás para ser instrumento del amor del Padre, en tu familia, en tu escuela, con tus amigos? Vamos a escribirlo en el corazón de papel que les voy a entregar.

/V¿¿ Mcenttmes ccn Dios+ Tener puesta la mesa con mantel, la Biblia abierta y la vela encendida.

Hagamos un momento de oración para encontrarnos con este Dios que es todo amor y misericordia, Dios que sale a nuestro encuentro en el camino de la vida, y como el buen samaritano, nos recoge y nos lleva a un lugar seguro para curar nuestras heridas y devolvernos la vida y la alegría.

Digámosle a nuestro Padre Dios que queremos ser instrumentos suyos para mostrar a los demás el rostro del amor a través de nuestras acciones.

Le iremos leyendo cada uno lo que hemos escrito en el corazón de papel para que sepa que tenemos buenas intenciones de amar como Él nos ama.

Terminamos todos juntos tomados de la mano recitando la oración que Jesús nos ha enseñado y que es la oración que nos hace hermanos, hijos de un mismo Padre: Padre Nuestro.

Ahora, vamos a expresar que queremos hacer obras de misericordia con los más necesitados, lo hacemos con nuestro canto: “Las obras de misericordia”

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IP M X IO ®

QUINTO DÍA

MARÍA ES MADRE DE MISERICORDIA

O bjetivoQue los niños y adolescentes reconozcan a María como Madre de misericordia,

para acudan a ella como nuestra intercesora que nos lleva a Jesús.

M aterial£f Una mesa con un mantel fó Un florero£f Imagen de María en grande9$ La frase en grande; “Hagan lo que Él les diga”

Flores, para cada niño, (si es posible naturales y si no, de papel) fó La letra del canto en un cartel

Estamos ya en el último día de nuestros Ejercicios Cuaresmales, qué bueno que han continuado en todos estos temas, en los cuales hemos comprendido, cómo Dios Padre que lo creó todo por amor, nos ha hecho a su imagen y semejanza y cómo nos muestra su amor y misericordia, dándonos a su Hijo Jesucristo, comprendimos también que el Espíritu Santo es quien nos mueve a vivir esta misericordia y el día de ayer, reflexionamos que estamos llamados a ser instrumentos de ese amor de Dios Padre.

Para el día de hoy, vamos a iniciar con una historia, titulada: “El sacrificado y verdadero amor de una madre”

Un joven fue a solicitar un puesto de trabajo en una gran empresa. El director, al hablar con él y ver sus notas, sus diplomas y su título, se dio cuenta que los logros en los estudios fueron excelentes, desde la secundaria hasta la universidad. Le preguntó que si obtuvo alguna beca a lo que él respondió que ninguna, a lo que continuó el director preguntando: “¿Tu padre pagó todos los gastos de tus estudios? Él contestó que su padre falleció cuando tenía un año de edad y que fue su madre la que pagaba todo, ella trabajaba lavando y planchando ropa y siempre quiso que él estudiara.El director le dijo: “al volver hoy a casa, besa las manos de tu madre y luego ven a verme mañana por la mañana”.

Cuando regresó a su casa, pidió a su madre le mostrara las manos y se las besó.

Ella se sentía extrañada, pero feliz por lo que finalmente mostró sus manos a su hijo quien con grande ternura se las besó, por lo que ella no pudo contener las lágrimas. Era la primera vez que el joven se daba cuenta de que las manos de su madre estaban muy arrugadas y con numerosas callosidades y moretones. También se dio cuenta que estas manos que lavan la ropa todos los días, hicieron posible que él estudiara la escuela y la universidad. Después de besar sus manos, él lavó toda la ropa restante.

Esa noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo.

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M C ü lü j M H llS tó N ®1 M . M H H O T M B

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director, quien notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: “¿Puedes decirme qué has hecho y qué aprendiste ayer?” El respondió: “Besé las manos de mi madre, y también terminé de lavar toda la ropa que aún quedaba”. Y, el director le dijo que le expresara qué había aprendido, a lo que él contestó: Ahora sé lo que es el sacrificio, sin la abnegación de mi madre, no habría tenido éxito. Al trabajar juntos y ayudar a mi madre, sólo ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es lograr algo, y también he llegado a apreciar la importancia y el valor de la relación familiar. El Director dijo: “Esto es lo que estoy buscando en mis gerentes. Quiero contratar a una persona que aprecia y valora la ayuda de los demás, que conoce su sufrimiento y que no pondría el dinero como su única meta en la vida. Estás contratado”.

Y ahora yo les quiero preguntar a cada uno de ustedes:fó ¿Cuándo has besado

las manos a su mamá?

£f ¿Cuándo fue ia última vez que le dijiste “gracias”?

Así como esta madre, ia mamá de cada uno de nosotros, sea que la tengamos con nosotros o no, se sacrifica cada día, con todo lo que hace, con todo lo que se entrega por nosotros, porque nos ama.

Jesús también tuvo una mamá, de la cual se habla muy poco en el evangelio, pero, sin embargo, tiene un lugar muy importante tanto para Él como para cada uno de nosotros.

Vamos a leer una cita del Evangelio de san Juan, en donde se ríos narra cómo la Madre de Jesús tiene un papel muy importante en la vida de Éí y de cada uno de nosotros (Jn 2,1-10).

“Tres días después se celebraba una boda en Cana de Galilea: allí estaba la madre de Jesús. También Jesús y sus discípulos estaban invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice: ‘No tienen vino’. Jesús responde: ‘¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora’. La madre dice a los que le servían: ‘Hagan lo que él les diga’. Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, con una capacidad de setenta a cien litros cada una. Jesús les dice: ‘Llenen de agua las tinajas’. Las llenaron hasta el borde.

Luego les dice: Ahora saquen un poco y llévenla ai encargado del banquete para que lo pruebe’. Se lo llevaron. Cuando el encargado del banquete probó ei agua convertida en vino, sin saber de dónde procedía, aunque los servidores que habían sacado el agua lo sabían, se dirige ai novio y le dice: 'Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú en cambio has guardado hasta ahora el vino mejor"

Vamos ahora a recordar un poco lo que leimos en este Evangelio:¿A dónde fueron invitados María, Jesús y sus discípulos?

fé ¿Qué ocurrió en el festejo?£<F ¿Qué hizo María?£f ¿Y qué hizo Jesús?

Vimos cómo María, como toda buena madre, se dio cuenta de la necesidad que había en ese momento en la fiesta con motivo de la boda.

En la tierra de Jesús, que es Palestina, había muchas vides, esto es, plantas de uvas, con las cuales se puede hacer vino y, por lo tanto, el vino era una bebida suave que se acostumbraba como algo tradicional, y como lo más propio para las fiestas, no tanto como bebida alcohólica para emborracharse.

María, por su ser de madre, es sensible a las necesidades de los demás, se da cuenta que el hecho de que se les hubiera terminado el vino, era algo muy preocupante y penoso para los anfitriones de la fiesta y por eso, acude a su Hijo, para que sea Él quien haga algo en ese momento.

¿Se acuerdan qué le dijo María a los servían el vino?

+Se coloca el letrero: “Hagan lo que Él les diga”

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Les dijo: “Hagan lo que Él les diga”. Y ellos hicieron precisamente todo lo que Jesús les fue diciendo, y el resultado fue que Jesús hizo ahí su primer milagro, al convertir el agua en vino, gracias a la petición de su madre, que estuvo atenta a lo que pasaba y a lo que se iba necesitando, porque Ella, es una Madre tierna, amorosa, que se interesa por cada uno de sus hijos, esto es, por cada uno de nosotros que somos sus hijos, por eso a ella la llamamos de diferentes maneras para mostrarle nuestro amor. Una de las formas en que la llamamos es “María, Madre de Misericordia”.

Ya en los temas anteriores hemos comprendido que Dios es misericordioso con nosotros, porque nos ama entrañablemente, nos conoce y nos acoge aun cuando nosotros nos alejamos de Él, pues María, que es la creatura más predilecta de Dios, por ser su Madre, tiene también estas entrañas de misericordia para nosotros sus hijos.

Nos fijamos cómoen esa boda, Jesús realizó un milagro, primero, porque se lo pedía su Madre, y luego, porque los encargados de la fiesta hicieron caso de lo que les recomendó María, o sea, que hicieran lo que Él les dijera. Entonces, nosotros, si queremos ser buenos cristianos, hijos de Dios nuestro Padre, sigamos ei consejo de nuestra Madre María, hagamos todo lo que nos diga su Hijo Jesús, hagamos siempre su voluntad, aun cuando a veces nos sea muy difícil, o nos dé flojera.

Sigamos el ejemplo de María, que siempre hizo la voluntad de Dios, y acudamos a ella como nuestra Madre, nuestra intercesora, ante su Hijo para que Él nos ayude en lo que tenemos necesidad, para que Él nos ayude a ser buenos cristianos, a no devolver mal por mal. También esto pidámosle a María, ya decíamos que ella es Madre de misericordia, porque nos ama como tierna Madre y aboga por nosotros y así mismo, nos enseña con su ejemplo a estar atentos a las necesidades de ¡os demás, a amarlos, a ser misericordiosos, no sólo con quienes nos hacen el bien o nos caen bien, sino con todos, porque así es ella, nuestra Madre.

/Vm ampmmeémósA veces cuando alguien nos pelea o nos ofende, lo primero que queremos hacer es también pelear u ofender, pero, detengámonos un momento y pensemos: ¿Eso es lo que me pide Jesús que haga?

Otras veces, por ejemplo, cuando en nuestra casa papá o mamá nos piden algo, no siempre queremos hacerlo, y entonces, otra vez, pensemos: ¿Qué quiere Jesús que haga?

Para saber descubrir lo que Jesús quiere que hagamos y responder a su voluntad, no podemos hacerlo solos, hay que pedir la gracia y la fuerza del Espíritu Santo y también, podemos acudir a nuestra Madre María, para que interceda por nosotros y nos ayude, porque ella es nuestra Madre que nos ama y que está siempre al pendiente de nosotros.

/Mes m c ó ñ t tm ú s ccn D ic s

(Se coloca la imagen de la Virgen María y junto a ella el florero con agua)

Nos vamos a poner de pie fijando nuestra mirada en esta imagen de nuestra Madre María; vamos a dirigirnos a ella con nuestro canto, tratando de expresarle con el corazón lo que estamos cantando: “Junto a ti María”

Ahora, se les va a dar una flor a cada uno de ustedes, para que la vayan pasando a dejarle una flor como signo de que la amamos como nuestra Madre.

Lo vamos a hacer en silencio, para que, al ir dejando su flor, cada uno desde ei silencio de su corazón le pida a María nuestra Madre lo que más necesite y sobre todo, le pedimos nos ayude a seguir su ejemplo para hacer siempre lo que a Jesús le agrada, lo que es su voluntad.

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ANEXOS

LA CARIDAD. EXPRESIÓN DE

LA MISERICORDIA

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SECCIÓN DE CANTOS PARA ADULTOS

1. GRANDE ES TU AMOR 2b. RENUEVAME SEÑOR JESUSGrande es tu amor, Renuévame Señor Jesúsgrande tu misericordia, ya no quiero ser igualgrande es tu nombre renuévame Señor Jesúspor toda la tierra (2). pon en mi tu corazón.

Cuando contemplo el cielo Porque todo lo que hay dentro de miobra de tus manos, necesita ser cambiado Señorla luna y las estrellas que has creado pienso: porque todo lo que hay dentro de mi corazón,¿que soy yo? necesita más de ti.para que pienses en mi.

3. YO NO SOY NADAGrande es tu amor... Yo no soy nada, y del polvo nací,

pero Tú me amas y moriste por mí.¿Por qué te ocupas del hombre? Ante la cruz, solo puedo exclamar,¿Por qué piensas en él?, tuyo soy, tuyo soy.lo hiciste poco menos que un Dioslleno de gloria y honor, Toma mis manos, te pidole has dado todo el poder sobre lo que toma mis labios te amo,

toma mi vida, oh Padre tuyo soy,Tú has creado, le has dado tuyo soy.todo el poder sobre lo que Tú has creado

Cuando de rodillas te miro Jesús,veo tu grandeza y mi pequeñez.

2a, PADRE VUELTO A TI Que puedo darte yo, solo mi ser,Querido Padre, cansado vuelvo a ti tuyo soy, tuyo soy.haz que conozca en don de tu amistad,vivir por siempre el gozo del perdón 4. CRISTO NOS DA LA LIBERTADy en tu presencia la fiesta celebrar, Cristo nos da la libertad,

Cristo nos da la salvación,Pongo en tus manos Cristo nos da la esperanza,mis culpas oh Señor, Cristo nos da el amor.estoy seguro de que eres siempre fieldame la fuerza para poder andar Cuando luche por la paz y la verdad,buscando en todo hacer tu voluntad la encontraré.

Cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.Padre, yo busco tu amor, Dame, Señor, tu Palabra,Padre vuelvo a ti, oye, Señor, mi oración.mira que tu hijo soy,Padre vuelvo a ti (2). Cristo nos da la libertad...

Lo reconozco, a veces olvide Cuando sepa perdonar a los demás, tendré perdón.que eres mi Padre y que a mi lado estas, Cuando siga los caminos del amor, veré a! Señor.que soy tu hijo y me aceptas como soy Dame, Señor, tu Palabra, oye, Señor, mi oración.solo me pides vive en sinceridad.

Cristo nos da la libertad....Quiero sentirme cercano a ti Señoroír tu voz que me habla al corazón Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el amor.sentirme libre desde tu libertad Cuando vaya en comunión con los demás, seré de Dios.ser signo vivo de la fraternidad. Dame, Señor, tu Palabra, oye, Señor, mi oración.

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M(S^SjSM®8 ISSFfSÜiÜf! ®1 MBÉMIS130¡IB)lá

5. CON NOSOTROS ESTASu nombre es el Señor y pasa hambre y clama por la boca del hambriento y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo.

Su nombre es el Señor y sed soporta y está en quien de justicia va sediento y muchos que lo ven pasan de largo, a veces ocupados en sus rezos.

Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros está, su nombre es el Señor (2).

Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo, seguros y al calor de su dinero.

Su nombre es el Señor y enfermo vive, su agonía es la del enfermo y muchos que lo saben no hacen caso, tal vez no frecuentaba mucho el templo.

Con nosotros está...

Su nombre es el Señor y está en la cárcel, está en la soledad de cada preso y nadie lo visita y hasta dicen tal vez, ése no era de los nuestros.

Su nombre es el Señor, el que sed tiene,El pide por la boca del hambriento, está preso, está enfermo, está desnudo, pero Ei nos va a juzgar por todo esto...

8. ORACIÓN DEL POBREVengo ante ti mi Señor, reconociendo mi culpa, con la fe puesta en tu amor, que tú me das como a un hijo

Te abro mi corazón, y te ofrezco mi miseria, despojado de mis cosas, quiero llenarme de ti.

Que tu Espíritu Señor, abrace todo mi ser.Hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera (2).

Puesto en tus manos Señor, siento que soy pobre y débil, mas tu me quieres así, yo te bendigo y te alabo.

Padre en mi debilidad, tú me das la fortaleza, amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.

Que tu Espíritu Señor, abrace todo mi ser...

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qjlSOOQ®

SECCIÓN DE CANTOS PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES

1. LA CREACIÓN¿Sabes quién creó el mundo y todo lo que en él hay? ¡Dios!¡Todo fue ¡dea suya!

Él lo creó todo, lo juntó todo y lo puso todo en marcha.Ai principio no había nada,Dios tuvo que hacertodo lo que hay: el sol, las plantas,los animales, las gentes, ¡todito!

En el principio Dios creó los cielos y la tierra el primer día a las tinieblas iiamó noche, a la luz, día Demos gracias al Señor

Tú y yo, en unión cantémosle ai Señor (2)

Dios llamó cielo al firmamento, fue la tarde y la mañana el día segundo, las aguas separó el día segundo Demos gracias al Señor

Dijo Dios, produzca la tierra árboles y yerba el tercer día, y también creó las flores aquel día.Demos gracias al Señor

Dos luces puso Dios, ia luna y el sol el cuarto día ias estrellas creo el mismo día.Demos gracias al Señor

Dios creó los peces del mar y las aves del cielo, el quinto día, volaron por el cielo, ¡qué alegría!Demos gradas al Señor

Dios los animales creo, y al hombre del polvo el sexto día, también a la mujer hizo aquel día.Demos gracias al Señor

2. NADIE TE AMA COMO YOCuánto he esperado este momento cuánto he esperado que estuvieras así cuánto he esperado que me hablaras cuánto he esperado que vinieras a mí

Yo sé bien lo que has vivido sé también porque has llorado Yo sé bien lo que has sufrido pues de tu lado no me he ¡do

Pues nadie te ama como yo (2)mira la cruz, esa es mi más grande pruebanadie te ama como yo

Pues nadie te ama como yo, (2)Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo Nadie te ama como yo.

Yo sé bien lo que me dices aunque a veces no me hables yo sé bien lo que en ti sientes aunque nunca lo compartes

A tu lado he caminado junto a ti yo siempre he ido aún a veces te he cargado yo he sido tu mejor amigo

Pues nadie te ama como yo (2)mira la cruz, esa es mi más grande pruebanadie te ama como yo

Pues nadie te ama como yo, (2)Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo Nadie te ama como yo.

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3. VEN SANTO ESPÍRITUVen Santo Espíritu, ven Santo Espíritu .en, ven, y envía desde el cielo un rayo de tu luzy envía desde el cielo un rayo de tu luz

Ven, Dador de todas gracias, a lavar lo que es manchado a curar lo que está enfermo a dirigir lo extraviado.

Ven Santo Espíritu...

Ven Padre de los pobres ven y haz recto lo torcido, ven a sacudir el mundo ven, calienta lo que es frío

Ven Santo Espíritu...

Ven, renueva con tus dones a la humanidad doliente, danos tu paz y confianza y un amor siempre creciente

Ven Santo Espíritu...

Ven confirma nuestra fe y la voluntad afianza con tal fuerza que logremos abrir sendas de esperanza

4. OBRAS DE MISERICORDIA (HCJC) Cuando acabe ya tu vida Te examinarán en el amor En el amorDios preguntará como es que Te has gastado el corazón

Por eso ahora que estás a tiempo al hambriento dale de comer, al sediento dale de beber no te quedes solo viendo, hay que trabajar ¡Sí!

Cuando acabe ya tu vida...

Dale al pobre tu abrigo ¡sí!, al que anda tiene que vestir, techo dale al que no tiene y vive por la calle sin dinero y sin hogar ¡Sí!

En la cárcel debes visitar al que preso en ella está.Al enfermo dale tu cariño y al anciano y tu servicio debes ofrecer ¡Sí!

Cuando acabe ya tu vida...

Por los muertos haz una oración y al cementerio hay que acompasa' vive siempre en tu corazón todo lo que sea signo de la caricac 5

Cuando acabe ya tu vida...

Cuando llegue a tu vida el fin y es momento debes de partir.Cristo mismo te recibirá,ven bendito de mi Padre, alegre :e c ' 2

Cuando acabe ya tu vida...

5. JUNTO A TI MARÍAJunto a ti María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi caminar.

Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente, lléname de caz.

Madre, Madre, Madre, Macrs

Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como Tú.

Gracias Madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.

Madre, Madre, Madre, Madre,

Cuando acabe ya tu vida.

i M O O O g g m iSiagM M HiB

PRIMER DÍA

LA CREACIÓN NOS MUESTRA EL AMOR DE DIOS

H O RI7Q M TA 15 . Oreados el qumlo Oía / D m culminó con esta cnatu<a su ofaea.8 creados justo antes que nosotros9 Oía del nacimiento de ¡as cslreltas tl.E is o iy ia lu n a lo son.

LA CRSACIoN

V F R n C A I1 Las aguas se situaron poc encima y por debajo de él.2 Surgió el día tercero.3 Ofa en que surgieron ios ártxKes 4. Acción típica del séptimo día6. Autor de todo lo creado. tO. Retólo que afire la Biblia.

http://educarconjesus.blogspot.mx

Hoy aprendí que...

Dios nos ama con un amor muy especial, de ahí que el primer acto de misericordia que nos ha demostrado, es el habernos crearnos a su imagen y semejanza.

Dios nos ha modelado en el vientre de nuestra madre con gran ternura, por eso cada persona somos únicos y diferentes, somos esa obra de Dios Padre que ha

hecho con un grande amor; en cada uno de nosotros está su huella.San Juan nos dice que “Dios es amor”, por lo tanto, al ser creados por Él,

somos ese reflejo de su amor.

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SEGUNDO DÍA

CRISTO NOS SALVA POR AMOR

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H o y a p re n d í q u e -..

La forma como Dios nos ha demostrado su amor ha sido enviando su Hijo para que Él nos rescate del pecado que nos separa de Dios.

A esto le llamamos “Redención”, esto significa, que Jesús nos salva, nos rescata de todo aquello que puede quitarnos su amistad y su amor, quiere decir también, que Jesús ha pagado el precio, con su muerte y

resurrección para que podamos seguir siendo amigos de Dios.

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TERCER DÍA

EL ESPÍRITU SANTO NOS MUEVE A VIVIR LA MISERICORDIA

http://compartiendoaula.blogspot.mx/2014/06/materiales-para-trabajar-las-parabolas.html

¿Qué necesitas hacer para escuchar la voz del Espíritu Santo que te mueve a vivir en el amor?

Si los sacramentos son el medio a través del cual Dios nos comunica la vida del Espíritu Santo, ¿con qué frecuencia debo acercarme a la Eucaristía y a la Reconciliación para llenarme de la misericordia de Dios?

JESUS Y NICODEMO

Completa ia frase poniendo las vocales. (Jn 3, 3-4)

t _ _ s _ g _ r _ q__ __

_ / q r _ _n _ n _ z c_ d _ I _ _ l t _n _ p ___d _ v _ r _/ r _____n d D s

Hoy aprendí que...

El Espíritu Santo nos mueve a vivir el amor, a ser buenos y misericordiosos con las personas con las que vivimos y con todos aquellos que más nos necesitan. Este es el camino de la santidad, un camino por el que todos debemos andar pues

de Dios hemos salido y a Dios hemos de volver, siendo santos como El.

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CUARTO DÍA

LLAMADOS A VIVIR EL AMOR DE DIOS

El bygn samarltcirioPintamos caá® camino mgámé® a cada personaje, p-ara dMaMr quién cte como prójimo é ú te?«tore que tmemífaba ayuda.

http://compartiendoaula.blogspot.mx/2014/06/mater¡ales-para-:rat3jar-las-parabolas.híml

Hoy aprendí que...

Este tiempo de cuaresma es un tiempo propicio para vivir la misericordia, ya que la cuaresma nos prepara a vivir una gran fiesta para todos los cristianos: la Pascua. Y la pascua nos recuerda que Jesús ha vencido al mal por la fuerza del amor, que en él encontramos el ejemplo para

amar a nuestro prójimo y en especial a los que más sufren.

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QUINTO DÍA

MARIA ES MADRE DE MISERICORDIA

Croci de ‘Mgrfg

Completamos ei cruc igrcmc leyendo el Evangelio de San Lucas 1, 39-56. Bri la coiumrw rem orecda se leerá un nombre.

o o o o

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®Ir ~ i e n

jfrvk- t . Oración a la que pertenece ei versículo de San Lucas 1, 42.

2, Nombre de la persona a la que fue a visitar María.

3. Numero de meses quedo de visita.

e María se

4, Nombre del dueño de la casa que visitó María.

5. Cerro donde estaba ubicada ia casa adonde María fu# de visita.

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http://elrincondelasmelli.blogspot.com

Hoy aprendí que...

María es un ejemplo para todos nosotros ya que siempre hizo la voluntad de Dios. Acudamos a ella como nuestra Madre, como nuestra intercesora ante su Hijo para que Él nos ayude a ser buenos cristianos. Pidámosle a María, ya que es Madre de misericordia, porque nos ama, que nos enseñe con su ejemplo a estar

atentos a las necesidades de los demás, a amarlos y a ser misericordiosos.

53

M©Ma¡MD)0 ¡ u s ó : : m m :

LOGO Y LEMA DEL AÑO SANTO

DE LA MISERICORDIA

El Arzobispo Riño Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo pana a promoción de la Nueva Evangelización, presentó esta mañana desde el Vaticano el logo de Jur e : de ¡a Misericordia, cuyo lema está tomado del Evangelio según San Lucas: “Misericordiosos :c ~ : e ~adre”.

El logo es obra del sacerdote jesuíta P. Marko I. Rupniky se presera :c ~ : jn pequeño compendio teológico de la misericordia, “para vivir la misericordia siguiendo e a e ~ : o de Jesucristo, sin juzgar ni condenar, sino perdonando y amando sin medida”.

Mons. Fisichella explicó que este logo “muestra al Hijo que cs~a soore sus hombros al hombre extraviado, recuperando así una imagen muy apreciada en la Ig es a =-r<guaf ya que indicaba el amor de Cristo que lleva a término el misterio de su encarnación con a -ezenciór

El dibujo “destaca la imagen del Buen Pastor que toca en prcí_~: dac a carne del hombre, y lo hace con un amor capaz de cambiarle la vida. Además, un detalle ca-: : _ a - as como el Buen Pastor carga sobre sí la humanidad con extrema misericordia, pero sus ojos se corxinden con los del hombre”, dijo la autoridad vaticana.

El Arzobispo Fisichella destacó que en esta imagen Cristo rr- ~a cc_ os ojos de Adán, y éste lo hace con los ojos de Cristo. “Así, cada hombre descubre en Cris:: ~ -evo Adán, la propia humanidad y el futuro que lo espera, contemplando en su mirada el amo- :a - a: a remarcó.

La escena se coloca dentro de una “mandorla”, la “almenc'a jraa figura importante en la iconografía antigua y medieval que evoca la presencia de las dos na:_'a ezas c , na y humana, en Cristo, y que dentro del arte suele servir como marco para personajes sagrados

Los tres óvalos concéntricos, de color progresivame~:e — as daro hacia el externo, sugieren el movimiento de Cristo que saca al hombre fuera de la nocre :e recado y de la muerte. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro sugiere también e caracier nescrutable del amor del Padre que todo lo perdona.

El logo fue registrado ante los organismos internacionales competentes para evitar cualquier uso inapropiado y salvaguardar su propiedad, de modo c_e :_aeJe r uso distinto al puramente religioso será denunciado.

El Jubileo de la Misericordia fue anunciado ofic alimente por el Papa Francisco mediante la Bula “Misericordiae vultus”. Comenzó el 8 de diciembre :e 2C' 5. Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016. Solemnidad de Cristo Rey del Universo.

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¿Cómo ganar la indulgenci durante el Año de la Misericoi

Que la celebración del Año Santo sea un auténtico momento de encuentro con la misericordia de Dios para todos los creyentes

TODOS LOS FIELES

Realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa (Catedral Basílica de

León, Templo Expiatorio o Santuario de Cristo Rey) como signo del deseo profundo de auténtica conversión

haciendo una reflexión sobre la misericordia.

Acompañar estas celebraciones con la profesión de fe, la oración por el Papa y

las intenciones que tiene por biende la Iglesia y del mundo.

POR LOS DIFUNTOS

Recordarlos en la Celebración Eucaristica

y rezar por ellos para que el rostro

misericordioso del Padre los libre de todo residuo de culpa

ENFERMOS O ANCIANOS

Vivir la enfermedad y el sufrimiento

como experiencia de cercanía al Señor,

a través de fe y gozosa esperanza, participando en

la Santa Misa (puede ser a través

de los diversos medios de comunicación)

PRESOS

En cualquier caso se requiere:

Confesión Sacramental Comunión Eucarística

Orar por las intenciones del Santo Padre

En las capillas de las cárceles y cada vez que atraviesen

la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración a Dios Padre. La Misericordia de Dios,

capaz de convertir los corazones también puede

convertir las rejas en experiencia de libertad

Cada vez que se realice una o más obras de misericordia corporales y espirituales, se obtendrá la indulgencia jubilar, con el compromiso de vivir la misericordia

para obtener la gracia del perdón completo y total, por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie.

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Dimensión Diocesana de Evangelización y C atequesis

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