La Cabricultura

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DESDE EL CABRIL Por cordial invitación del presidente de Caprisan, Jairo Ochoa, mi amigo y padre putativo en Capricultura, me permito iniciar una serie de artículos que con mis modestos conocimientos, espero aportar algunos datos, apuntes e inquietudes sobre el sector. Hoy iniciamos con: LA CAPRICULTURA EN NORTE DE SANTANDER: En Norte de Santander las explotaciones caprinas, desde hace más de dos siglos, se ubican alrededor de Cúcuta y su Área Metropolitana, en la formación vegetal clasificada como bosque seco tropical o bosque muy seco tropical, caracterizado por las restricciones de precipitación y vegetación xerófita. En estas condiciones extremas, los animales han desarrollado gran rusticidad, selectividad alimenticia y resistencia a plagas y enfermedades, con altos índices de consanguinidad, dado el sistema tradicional de explotación extensiva; estos factores se deberán considerar, en si sería conveniente iniciar programas de mejoramiento genético, sanidad y nutrición, proyectados con razas mejorantes y sistemas adecuados de alimentación, hacia una explotación semi y/o intensiva. Las estadísticas sobre el sector son imprecisas, en los años 70 se reportó una población aproximada de 25 mil cabras criollas con algunos cruces de raza Nubiana y Alpina. A la fecha se cree que la población se ha reducido a la mitad, por problemas de manejo, sanidad, consanguinidad, abigeato, violencia en la región y crecimiento urbanístico de Cúcuta, Villa del Rosario y Los patios, que ha conllevado a una disminución de la frontera agrícola. Desde la década de los 80, se gestó la organización de ASOCABRA NORTE DE SANTANDER, con una base social de 70 productores, la mayoría de ellos ubicados en los municipios del Área Metropolitana de Cúcuta (Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander); hoy inactiva por desorganización, individualismo y falta de pertenencia, entre otros. En el 2005, a través de Asocabra Norte de Santander, se formuló un proyecto de Alianza Productiva para Min agricultura; el cual, inicialmente fue aprobado, pero por desunión de los asociados, el proyecto fue inviabe y se perdió una invaluable oportunidad de impulsar y desarrollar la Capricultura en la región. Dentro de las prioridades, está el rescate de la Asociatividad, sobresaliendo el discernimiento sobre la necesidad de fortalecer la organización gremial en los municipios y alcanzar reconocimiento a nivel regional y nacional; en el área productiva, se plantea el mejorar los aspectos genéticos, sanitarios, nutricionales, de mercadeo y comercialización (demanda insatisfecha en carne y leche), con un manejo sostenible y sustentable, por la sensibilidad de los ecosistemas en donde se manejan los apriscos (extensivos); y, buscando el apoyo del sector privado e institucional en el departamento. En convenio con la alcaldía de Cúcuta y Umata (octubre/2005), se realizó una encuesta entre 110 Capricultores, que representan y caracterizan la mayor explotación caprina, arrojando la siguiente información: La ubicación de las explotaciones están distribuidas, un 37% en el Cgto de San Pedro, 36% en el Cgto de La Buena Esperanza, 14% en el Cgto de El Carmen de Tonchalá, 7% en el sector suburbano y un 6% en el barrio El Salado. Se caracteriza la tenencia de la tierra en un alto porcentaje de propietarios (65%), sabanas comunales o áreas ejidas y baldías un 26%, aparceros 5% y un 4% de arrendatarios.

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DESDE EL CABRIL

Por cordial invitación del presidente de Caprisan, Jairo Ochoa, mi amigo y padre putativo en Capricultura, me permito iniciar una serie de artículos que con mis modestos conocimientos, espero aportar algunos datos, apuntes e inquietudes sobre el sector. Hoy iniciamos con:

LA CAPRICULTURA EN NORTE DE SANTANDER:

En Norte de Santander las explotaciones caprinas, desde hace más de dos siglos, se ubican alrededor de Cúcuta y su Área Metropolitana, en la formación vegetal clasificada como bosque seco tropical o bosque muy seco tropical, caracterizado por las restricciones de precipitación y vegetación xerófita. En estas condiciones extremas, los animales han desarrollado gran rusticidad, selectividad alimenticia y resistencia a plagas y enfermedades, con altos índices de consanguinidad, dado el sistema tradicional de explotación extensiva; estos factores se deberán considerar, en si sería conveniente iniciar programas de mejoramiento genético, sanidad y nutrición, proyectados con razas mejorantes y sistemas adecuados de alimentación, hacia una explotación semi y/o intensiva.

Las estadísticas sobre el sector son imprecisas, en los años 70 se reportó una población aproximada de 25 mil cabras criollas con algunos cruces de raza Nubiana y Alpina. A la fecha se cree que la población se ha reducidoa la mitad, por problemas de manejo, sanidad, consanguinidad, abigeato, violencia en la región y crecimiento urbanístico de Cúcuta, Villa del Rosario y Los patios, que ha conllevado a una disminución de la frontera agrícola.

Desde la década de los 80, se gestó la organización de ASOCABRA NORTE DE SANTANDER, con una base social de 70 productores, la mayoría de ellos ubicados en los municipios del Área Metropolitana de Cúcuta (Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander); hoy inactiva por desorganización, individualismo y falta de pertenencia, entre otros.

En el 2005, a través de Asocabra Norte de Santander, se formuló un proyecto de Alianza Productiva para Min agricultura; el cual, inicialmente fue aprobado, pero por desunión de los asociados, el proyecto fue inviabe y se perdió una invaluable oportunidad de impulsar y desarrollar la Capricultura en la región.

Dentro de las prioridades, está el rescate de la Asociatividad, sobresaliendo el discernimiento sobre la necesidad de fortalecer la organización gremial en los municipios y alcanzar reconocimiento a nivel regional y nacional; en el área productiva, se plantea el mejorar los aspectos genéticos, sanitarios, nutricionales, de mercadeo y comercialización (demanda insatisfecha en carne y leche), con un manejo sostenibley sustentable, por la sensibilidad de los ecosistemas en donde se manejan los apriscos (extensivos); y, buscando el apoyo del sector privado e institucional en el departamento.

En convenio con la alcaldía de Cúcuta y Umata (octubre/2005), se realizó una encuesta entre 110 Capricultores, que representan y caracterizan la mayor explotación caprina, arrojando la siguiente información:

La ubicación de las explotaciones están distribuidas, un 37% en el Cgto de San Pedro, 36% en el Cgto de La Buena Esperanza, 14% en el Cgto de El Carmen de Tonchalá, 7% en el sector suburbano y un 6% en el barrio El Salado. Se caracteriza la tenencia de la tierra en un alto porcentaje de propietarios (65%), sabanas comunales o áreas ejidas y baldías un 26%, aparceros 5% y un 4% de arrendatarios.

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De las 393 personas que habitan en los 110 predios, 164 (41.73%) se dedicaban directamente a la actividad; de estos, sus rangos de edad eran, un 60% de adultos mayores, 28 % menores de edad y un 12% jóvenes y adultos (entre 18 a 60 años); de los cuales por género, el 67% eran hombres y el 33% mujeres. El perfil educativo arrojó que el 52% tenía primaria, el 27% secundaria, el 5% técnica o universitaria y el 16% sin perfil educativo.

El total de cabezas en las unidades encuestadas fue de 5.994, de las cuales 4.882 son Caprinos(81.5%) y 1.112 Ovinos (Camuros) (18.5%). En Caprinos, la población de machos era de 326, siendo solo 21 reproductores con algo de mestizaje (7%) y 305 (93%) criollos; igualmente, la población de hembras fue de 4.556; 213 (4.7%) mestizas y 4.343 (65.3%) criollas, se observa que no se reportaron puros y/o alto mestizaje en machos y hembras; para los meses de Abril y Julio, se presentan los celos con y para Septiembre y Diciembre, las pariciones.

En las áreas de las 110 explotaciones, el 94% se hace en forma extensiva y el 6% es semi y/o intensivo; de las extensivas, el 92% recoge sus animales al ocaso de la tarde, para soltarlos entre 9 a 10 la mañana y los corrales con cobertizo, pero sin tarimas, que en invierno, incide en altas morbimortalidades.

Las pérdidas de los animales son significativamente altas, reflejando la falta de manejo, asistencia técnica y nutrición, entre otras. Los capricultores reportan pérdidas por un total de ¡¡2.750¡¡ cabezas anuales, así: 1.101 (41%) por muerte de adultas, 750 por abigeato (27%), 564 por abortos (20%) y 339 por muertes posparto (12%).

La mortalidad en adultos, por: sobre 1.101 cabezas, el 20% muere en época invernal, el 18% por ataques de perros, el 17% por diarreas, el 7% por ahorcamiento, el 7% parásitos, el 6% por mal de tierra, el 6% por anemias,el 6% por mordeduras de serpientes, el 3% por estomatitis y el 3% por coccidiosis, entre otras.

Buena parte de lo anterior está determinado por la carencia de manejo y la falta total de asistencia técnica o servicio deficiente de esta; el 75% manifestó recibirla y el 25% no conoce esta prestación; quien la recibe dice que las visitas son esporádicas y no reflejan esta como tal; siendo la Umata de Cúcuta, con el 63% la de mayor cobertura, distribuyéndose el Sena (7%), el ICA (3%) y Coaganor (2%).

En conclusión, es mucho lo que desde ya, deberemos emprender para rescatar la Capricultura y Ovinocultura en el Norte de Santander, iniciaremos fortaleciendo la Asociatividad; bienvenido el programa del señor Gobernador, que a través de la Secretaría de Desarrollo Económico con el programa de Fortalecimiento Caprino en el Área Metropolitana ha iniciando su implementación; además, del apoyo desde las Alcaldías de Cúcuta y en especial de Villa del Rosario, donde se hará el inventario o censo Caprino.

Nos veremos en la Feria Nacional Caprina de Bucaramanga, llevando la representatividad de nuestro Departamento, Villa del Rosario y de Asopropev, la Asociación de Productores de Especies Menores de Villa del Rosario. Un Abrazo Caprino,

César Augusto Niño Cá[email protected]@hotmail.