La bisnieta retardada de Artaud, María Belén Aguirre
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María Belén Aguirre
LA BISNIETA RETARDADA DE ARTAUD
Aguirre, María Belén La bisnieta retardada de Artaud. - 1a ed. - San Miguel de Tucumán :
Ediciones de la Eterna, 2013. 75 p. ; 21x12 cm.
ISBN 978-987-45189-0-3
1. Poesía Argentina. I. Título CDD A861
Fecha de catalogación: 30/10/2013
El arte de tapa es una fotografía de Isabel Pavía.
Esta obra se encuentra está bajo Licencia Creative Commons.
Un poemario en clave de nouvelle
Me he encontrado con una serie poemática que alcanza a presionar el revés del cuerpo como una desenvoltura hacia el interior de la piel, incisiones que trasponen lo sensible para alcanzar lo desgarrado. Si por sí misma cada poesía es meritoria, al alcanzar la categoría de nouvelle se atesoran exponencialmente. El nacimiento de la poeta se proyecta con antecesores malditos: Rimbaud y Artaud están en el pasado familiar, y reflejan sus vidas en la obra de María Belén.En sus versos la niñez madura vertiginosamente para convertirse en ropa vieja que reviste el cuerpo adulto, y lo atrapa en una sensación opresiva que transcurre entre la muerte y la vida porque la muerte es el destino pero la vida es cada instante que se resiste a ser pasado. Así capta la sensación y el enfoque de un insecto atrapado por un alfiler clavado al tergopol, esperar la muerte lenta y retener percepciones de cosas mínimas en trasmutación hacia lo eterno.El libro expresa un vínculo poético entre el dolor emocional, de un desorden primigenio, y una redención a partir de la enunciación, pero acorde con Artaud, su tatarabuelo, debe expresarse sin recato, con la condena de la sangre, escritura de fluido vital, de evocaciones trascendentes como sentir en una caricia de la madre que “el cariño y la pena/ -como piojos aferrados- /anidaron desde entonces/enredados en mi pelo”.Es la niña que atraviesa el ámbito familiar excesivo donde Olga, mamá y padre, su hermana y las bestias, conviven en un ambiente vacío, expuesto para no ser hallado, de puertas abiertas y aún así negado porque crece consciente de que “cada uno de los miembros de mi familia/ había elegido/ - sin consultarlo ni comunicárselo al otro –/ un modo efectivo/ de aniquilarse”. Y en consecuencia, nos llega el efecto orfandad donde ya no se puede llorar y nos alcanza el dolor de no estar cuidados, abandonada confiesa entre Dios y dios: “no sé discriminar entre mis bestias: padre, amantes, hijos y sueños cuando mueren./ No sé llorar."María Belén nos adentra en las tensiones desconcertantes de una voz que se plasma en acciones descarnadas, porque no solo alcanzan las palabras sino que deben ser una salida, al menos una posibilidad, para escapar a nuevos infiernos.
Fernando David Choque
*Publicado en Intravenosa Revista Cultural N° 13,agosto de 2013, San Salvador de Jujuy.
A Gabriel Amos Bellos
“No hay nadie que haya jamás escrito, o pintado, esculpido, modelado, construido,
inventado, a no ser para salir del infierno.”
ANTONIN ARTAUD
la rodilla de Rimbaud
Lamer la rótula que se me ha emplagado.
Cruzar a pie el Áfricapensando en Verlaine.
Roer con el caninoel pan más duro
de ese hambre en Londres mojado en sopa.
Amar menos la brumasobre el archipiélagoy más al Sol fundido
sobre la mar.
Ser el chico malo de esa fiesta.
Ser Rimbaudpese a mi madre
mis hermanosy dios.
Dejar hacer.Dejar venir
al futuro sobre esta página
que el pequeño Artaudleerá inclinadosobre su cama.
la bisnieta retardada de Artaud
Y vas recogiendo tus pies con las manospor no rozar un mundo que supones infecto.
Llevas días,meses,años sin comer.
"El cuerpo puro", decís.
Boca.Lengua.Dientes. Laringe.Esófago.Estómago.Vientre.Ano.
Sos Antonin Artaud induciendo el vómito colectivo.Sos Antonin Artaud gritando en la Sorbona.Sos Antonin Artaud pintando a Van Gogh.
Yo soy tu bisnietanacida en Rodezdespués del shock
me falta todo.
homo sapiens
Ahora que en la escuela la maestra
me ha enseñado a escribirredacto pequeños anatemas
para Olga.
Le deseo una pronta defunción.
Dolorosay lenta.
Le pido que no vuelvadel infierno.
Le pido que no tire de mis piescuando duerma.
Tengo cinco años.
En el jardín de infanteslos niños me miran
como si fuerauna intrusa.
Así me siento.
entomología
Todo mi cariño siempreha devastadoa los que amo.
Yo soycomo una mantis religiosa:cinco ojosy mirada lateral.
Mi pecho es el que oye.Y ha devenido ruidoel sonido del mundo.
Mastico ahora.Es hondo el hambre.
Mi presa es un antídotoque cura al anterior.
Saciado el cuerpode la nostalgia
será más verde el camino
regreso a casa.
epifanía
Cuando me la cruzo en la calle le preguntócómo estoy
porque ella sabe de mí más que yo misma.
Se diría, me diceque has perdido
un poemaen medio de la niebla
fría de esta ciudad.
Llevas clavada
-como un flamenco-la quijada del rostro
enjuto en el nacimiento de tu pecho,
dice y sonrío.
Es el lenguaje que comprendo.
Vas a encontrar,vaticina
lo que has perdido
en el bolsillo izquierdode la camisa
de ese que hombreque has amado.
Pero han sellado,le digo,
su féretroesta mañana.
Nada responde.Todo lo ha diccho.
zoom (o para leer con lupa)
Lo suficientemente ambiguapara que nadie sepaen realidad quien sos,
me enseñaste
vos que siempre has sidoel rey de los desnudos.
*
Yo desaprendo todo el tiempo tus leccionesy marcho sonriendo hacia el cadalsode la autobiografía.
placebo
El trayecto que separa nuestra casa/ del hospital/lo caminamos esa madrugada/ con vos sangrando/
Yo te prometí/ para calmarte/que sería la mejor/
abogada del mundo/con los dedos cruzados/ detrás de la espalda.
genealogía
De chica,te lo conté mientras dormías,cada uno de los miembros de mi familiahabía elegido-sin consultarlo ni comunicárselo al otro-un modo efectivode aniquilarse.
Mi padre bebía hasta dejar de sermi padre.
Mi madre trabajabacomo un caballo mansohasta casi rozar con su frentelos muebles de la casa.
Mi hermana robabatodas las siestaslexotaniles a la abuelailusionada con la ideade conseguir una cantidad considerableel día menos pensado.
Mi abuela,fingiéndose dormida,se dejaba robar.Olga era así. Nos amaba de modos extraños.Ahora sólo recuerda-como un animalito-los horarios de la ingesta.
Yo dejé de comer.Lo hice gradualmente,pensando que quizá la inaniciónfuera de todasla forma más higiénicade desaparecer.
Ahora,cada vez que tengo hambre,
veo a la Muerte
sonreírme desde el fondodel plato vacío.
las pústulas de Job
Irremediablemente soylo que he temido.
Anoche insististe en saber.
Yo cumplí en advertirte:
Es terreno minadoeste pasado.Mejor saltearalgunos hitos.
Dijiste:
Quiero igual.
Y no pude negarme.
Por cada episodio vos temblaste tres veces.
Nunca es proporcional el morbo a la conmiseración
pensé
cuando en un acto reflejo retiraste
tu mano
de mi hombro.
semovientes
Estoycerrando los ojos.
Estoynegando al sol
en los dominios de mi cuarto:
Yo mando aquí.
Estoymintiéndome.
Y el pasado es/ a oscurasun animal feroz/ que acecha
gruñendo.
María, grita.
Estoyacurrucada en el sector
de las frazadas/mirando el cerrojo/
desde adentro.
María, insiste.
Este ropero antiguo es/ mi casa a veces.
Y la niñez/ la vieja ropa con que visto/esta absurda y falaz adultez mía.
buster
Me pide que sonría.
Me pide que abandone el claustro en el que habito.
Abra las ventanas.
Corra las cortinas.
Mire el sol por las mañanas.
Y, de ser posible, me ría a carcajadas.
Sonreír cansa, le respondo.Y sin querer soy yoquien le robauna sonrisa.
presagio
Me tomé una pastillapor las dudas.
Andan rondando la casalos fantasmas
de esas negras migrañasque de niña aguijoneaban
-como clavos puntiagudos y filosos-mis sienes
hasta dejarme ciegaen el cuarto de los trastos.
“Usted tiene que ser fuerte, señora”,
le dijo a mi madreel brujo del pueblo.
“El destino de su hija esla demencia.
Nada podrá hacer para impedirlo.
Dios lo ha escrito.”
Por las vacías calles de ese lunes caminamos en sentido inverso
nuestras propias huellas.
Ella detuvo su marcha y de súbito con los ojos inundados
acarició mi cabeza.
El cariño y la pena-como piojos aferrados-
anidaron desde entoncesenredados en mi pelo.
satori
Hay cosas/ que de no ser verdad/ serían mentiras.
Hechos sobrehumanos/en los que la magia sobra.
Pensá/ te digo/en las plantas submarinas/que destellan luz/por las noches/iluminando al náufrago/desde abajo.
Pensá/te digo/en el origen de los niños/y las bestias.
Pensá/ te digo/en la imaginación/ de los locos/y en los arrebatos lúcidos.
Pensá/ te digo/en la multiplicación oportuna/de los panes/y los pecesen el hambre/ proporcionala la credulidad.
Pensá/ te digo/en la hipnosis herzogniana/en el corazón de cristal/en las videncias de Ilias/en el apocalipsis nuestro/de cada día.
Y en el libro/ pensá/esa tecnología excelsahecha de tiempo/ y tiempo.
Y vos sonreís/ desde la camadel otro lado/ de tus anteojos nuevos.
dominical
Hace imposición de manosel Pastor.
Me toca la cabezay dice:
"Estás sana."
El poder de Diosestá la gramática,
pienso.
Y una mujer se desploma
a mi lado.
Ahora todos saltanal costado de sus sillas.
"Alabado sea el Señor",cantan.
La mujer del pisose reincorpora.
Yo creo que es mejorbailar con ellos.
Mi casa está vacíaa esta hora.
Todas las horas.
como María Callas
Y nadie-salvo tu madre-amará la herida de tu infancia.
Nadie-salvo tu madre-musitará(la boca chiusa)canciones para curartedel empacho.O del hambre.
Ahora caminamos extrañadaslos caminos de tierra.
Vos vas hablándome del hombre que fue y no fuemi padreun día.
restos
Y siempre eran de lava o de pantanos/ mis sueños de la infancia.
Y siempre la garganta/ seca/ no emitía sonidos.
Y siempre se desplomaba mi casa/ sobre la cabeza de mis padres/
Y sobrevivíamos/ entre muros/mi hermana y yo.
Y siempre de mañana/ y siempre en día nublado/
recogíamos las muñecas/vigilando/ la última pared.
Y el apocalipsis de Juan/ no era más/ que un inverosímil
cuento/ de terror/ para dormirnos.
arte poética
Escribo en verso porque la prosa me asfixia.En algo tenía que ser la hija de mi padre.
*
La noche en que el ventolín se te acabó,enloqueciste.
Eran las tres de la mañana y comenzastea revolver todos los cajones de la casabuscando los tubitos, apretándolos e inhalándolosaunque estuvieran vacíos.
La respiración se te acortaba y desprendiste los botones de tu camisaarrancándolos.Se diría que un gato pequeñolloraba dentro de tu pechoy arañaba.
Así sonabas cuando estabas mal.
Un maullido emergiendo de la selva húmeda.
Nuestras habitaciones sudaban por las paredes y los pisos
eran como el llanto silenciosode los muertos que nos habían precedido.
Nos ordenaste por señashacer algopara ayudarte.
Recordando una vieja receta que te había aliviadovertimos kerosene sobre tu pecho y colocamos encima papel de diario.
Mi madre calentó paños con la planchay aderezamos eso también.
Después oramosOramos mucho.
Vos me pediste que fuera yoquien lo hiciera.
Y lo hice.
Con santa devoción recéal Padre
al Hijoal Espíritu
y al Aire.
Mi hermana y mi madrete rodearon culposas,
tratando de no acaparar el poco oxígenoque ahora era tuyo.
Poco a poco tu respiración se fue acompasando. El pequeño gato
se durmió.
Y respiraste mejor.
Por la mañana decidimos dormir.
Nuestra noche era un solencegueciéndonos
siempre.
buena fe
De niña pensaba que Dios era una rata blancaque asomaba-por un agujero del techo-su cabezatodas las noches.
Devotamente le rezaba-hasta dormirme- irreflexivos Padrenuestros.
Siempre temí por su caída.
arquitectura & zootecnia
Vivíamos en un terrenoque había sido un cementerio
antes de ser una escuelaantes de ser nuestra casa.
Mi abuela se deshizo personalmentede los matorrales
de los restos escolaresy de los restos fúnebres.Y habilitó para nosotros
un lugar donde vivir.
Nunca pude librarme de esta sensación:
Nuestras habitaciones eran aulas-o tumbas-
que otros escolares- o muertos-
habían ocupadoantes.
Cuando pienso en esa casa,me asfixio.
clínica de poesía
Leo con fruiciónlos versos del poema que nunca escribiste.
Tu predilecto.
Vos eras más poeta que todos los poetas porque no lo sabías.
Ahora rasgo el velo de esta ventana que da a la calle.
Ya no caminás hacia míhaciendo muecas de payaso.
Te sobra mundo.Te falta el aire.
ipso facto
Era un ángel guardián que había cesadopara siempre en su vigilia.
La recogí por las patashasta embocar su cuerpo
en una bolsa negra de consorcio.
También entonces su libertad opuso resistencia
pero pude.
No sé llorar a mis muertos,te dije por teléfono.
No sé discriminar entre mis bestias:padre, amantes, hijos y sueños
cuando mueren.
No sé llorar.
Escribí, me contestaste.
Eso hice.
esmerilado
Un espejo en el que quepa mi cuerpo enteroes el horror.
Mirarme a mediaspara soportarese reflejoes una opción.
Imaginar el vidrioenmohecido.
Imaginarlo roto
también.
*
Cómo torturaba mis pechosa golpes certerospara ocultarlosde tu mirada.
Cómo dolían
los nudillosdel puño prieto.
Cómo reprimía mis gritosdurante la noche.
Yo hubiese querido ser tu hijo varón:
tomar las riendas de la casaproveer a la familiadarle a Olgalos bisnietos que quería
sanos y fuertes.
Y secundarte en el amorlascivo
hacia esas mujeres que trasuntabas
a escondidas de sus esposos.
Y cargar tu féretro por el lado de los pies.
Y no llorar delante de los otroshombres.
Y arrojar el primer terrón.Y recibir de tu amigo
la primera palmadade afecto en el hombro
con el rostro severode un huérfano.
Conversaciones con Olga
“Ahora usted es el hombre de la casa”,me dijo.
Asentí.
punctum
En todas las fotos posabas igualsólo cambiaba el paisaje
ahí detrás
a veces eran mueblesa veces personas
a veces una casa devastadapor el jolgorio
de la noche anterior:
naturaleza muertabotellas vacías
una niña dormidasus brazos en equis
una almohada huesudasobre la mesa.
Estoy juntando tus cosas:
ahora he paradopara seguir.
nana al revés
No lloro porque no estás(nunca has estado)
No lloro para que vuelvas(nunca te has ido)
Ni para saber llorolo que han sentido antes que yootros huérfanos más temidos.
Lloro por llorar nomás esta costumbre de habitar los rincones.
Y es como mecer la cuna de un niñoque se ha dormido ya:
Yo soy la cuna vacía que se abisma por el lado de las sombras.
dramaturgia
Entonces recordé la tarde en que mi padrehizo ingresar a mi cuarto
a un grupo de hombres tan ebrios como éldiz que para mirarme dormir.
Yo sentí el tropel atravesar la frágil cortina azul.Y cerré de inmediato los párpados
fingiéndome dormida.
Ni mucho ni poco apreté los ojos.Lo suficiente como para poder
espiarlos desde el intersticio.
Ellos ponderaron de mí la dulzura.Yo apreté los puños debajo de las sábanas.
Y me impuse la inverosímil tarea de soñarque estaba a salvo.
diáspora
Ningún hombre vendrá a buscar sus vestigios entre mis cosas.
Se han mudado a otras casas, lejos de aquí, a otras ciudades
todas las mujeres que he sido.
En la maceta que da a la ventana hay oculta una llave con que abrir la puerta.
Pero en vano giraráy en vano entrará.
Sólo paredes blancas.
Y un extraño alivioen el aire.
invisible
Puedo no ser-la casa es chica-
un estorbo
si me aprieto bien contra el muro.
Puedo no ser
sombra siquierasi me aderezo bien a los objetos translúcidos
y propagorayo incólume
la luz.
Puedo no serfauces batientes
si le niego al pecho la gloria del respiro.
Esta inmolación del cuerpo inmunea las vicisitudes de la apariencia
son y no sonmi epilogal modo
de estar en el mundo.
tumbleweed
Y le hablo a tu pecho/ que se ahueca/ y es/ a instancias de mi voz/una cueva clamorosa/ en la que todo lo que digo/se repite/ se repite.
Si no soy yo/ la piedra/ y vos/ la mano.Si no soy yo/ la voz/ y vos/ el eco/entonces son del viento/ estas nostalgias.
Echémosle a él/ todas las cargasy que rueden/ calle abajo/ sin respirocomo plantas del desierto/ estas palabras.
königsberg
Yoque nunca salí de mi pueblo.
Yoque nunca viajé
en trenen barco
ni en avión.
Yopara quien siempre el mar
será un extraño.
Yo que desde la ventana
de mi cuartosólo he visto
ocasosy algún que otro
amanecerte invito
a irte conmigo
lejos.
Es auspicio el díarezan los oráculos.
como Pina Bausch
Jugábamos a contener la respiración hasta amoratarnos.Nuestro juego predilecto.
Las siestas en el fondo de casamientras Olga dormíaeran para nosotrasel paraíso.
Alucinar.Alucinarun mundo sin ella.
Me gustaba verte bailar.Lanzar tus brazos al airecomo navajazos blancosy certeros.
Mi bailarina favorita.
Con música de El Padrinoinventé enrevesadas coreografíasque vos bailabas sonriendo.
Hermosa y frágil
de no haber sido mi hermaname hubiera casado con vos.
submarina
Mirá, Pinina, mi pie derechosumergido en el agua
turbia de la zanja
lo sobrenada un renacuajo.
alcatraz
Tengo razones para imaginar que mañana será tarde.
Salgo de mi casacomo una carcelera.
Cierro la puerta y la dejo adentro.
He escondido los sedantes entre mis pechos
la punta del blister clavadaen el esternón.
Soy tambiénsu dealer favoritosu enfermeray su hermana.
Camino hacia la paradadel colectivo.
El corazón(esa palabra que por pruritojamás nombro)taladra en míla conciencia de que todolo que de mí dependarepercutirá en ella.
Soy(así me siento)
el frío kamikazeque impasiblecontrola la bombacon que volará-relojen mano-el segundo menospensado.
Estoy parada en medio del sol.
El colectivo se avecina.Pasa y no le hago seña.
Regreso a casa corriendo.Mi vecino riega
la calle de tierra.Me mira pasarsin extrañarse.
Ha visto esta escenavarias veces.
La escena del intento.
La escena de la huidafallida.
Torpe procuroque la llave
ingrese en la cerradura.
Cuando abro la puertaella
(la ingeniosa de la familia)ha roto ya contra la pared
la botella del aguay sostiene el instrumento
por el pico.
Le gritoNo.
Y sin darle tiempo a resistirse
la abrazo quitándole
el vidriouna astilla minúscula
se me incrustaen ésta mano
con que escribo.
El poema al menosestá a salvo.
diagnóstico
¿Quién es la persona que está sentada a tu lado?te preguntó la psiquiatra.
Es una florle respondiste.
Y yo sentí deshojarme en medio de la blancura asépticade ese cuarto.
Con tu pequeña mano acariciaste piadosa mi cabeza.
El tallo de mi cuerpo inclinadohacia vos.
elegía (o penúltimo retrato para Olga)
Áspera la tela del cuerpo que te envuelve.
Falaz el andar que te retienecomo a una mariposa impotente, clavada
en el centro mismo del telgopor.
Viejos los hijos y los nietos.Frágiles embriones,
mis críos obituando.
Breve la familia involuntaria.
Insondable el mañana mismo del futuro.
Lejanos el teléfono y la puertacuando llaman.
Agresivo el sobresalto de ese minuterosobre tu mesa de luz.
Horadados los intersticios del insomniopor tus párpados abiertos.
Enfiladas las pastillas que no curan.
Límpida el agua de tu vaso,siempre a medias.
Pequeña la radio que abrazás-como una niña sorda-
con el oído quieto pegado al dialque a toda hora toca cumbia.
A media tarde un médico viene y diagnósticaque estás fría.
Que de esta noche no pasás.Que deberíamos, otra vez,
internarte.
Con los restos de tu prístino bríodecís no, moviendo compulsiva la cabeza.
Tu voz es ahora un chillidoque semeja al de los grillos.
Sólo comprensible por tus pares.
Has decidido que tu cama es el lugar.Y así será.
Silenciosamente todostocamos de a unotu frente.
Y es nuestro el calorque emana de tus sienes.
Sonreímos.
Engañarnos ha sido siemprenuestra secreta manerade sobrevivir.
Olga,
te estoy trazando.
Tiembla mi manoy cuando acabo,
se ha rotola punta de mi lápiz
EPÍLOGO
líquida
Con la punta del pieescribí en el agua
mi verso perentorio:
Estoy.
Heráclito, ineluctable,miró desde la orilla
mi cabello encaneceren el marasmo.
Y fui niña,joven
y ancianaen un instante.
Mi muñeca sostenidapor las manos añejas
resbaló
como una gota.
Y fue tarde.
El agua transportabapeces muertos
rígidas escamassus ojos envidriados.
Ríos -ay- penséque no llegan
al mar.
Ríos interiores.
Natura y yointerceptadas
por la Muerte.
ÍNDICE
la rodilla de Rimbaudla bisnieta retardada de Artaud
homo sapiensentomología
epifaníazoom (o para leer con lupa)
placebogenealogía
las pústulas de Jobsemovientes
busterpresagio
satoridominical
como María Callasrestos
arte poéticabuena fe
arquitectura & zootecniaclínica de poesía
ipso factoesmerilado
conversaciones con Olgapunctum
nana al revésdramaturgia
diásporainvisible
tumbleweedkönigsberg
como Pina Bauschsubmarina
alcatrazdiagnóstico
elegía (o penúltimo retrato para Olga)
EPÍLOGOlíquida