La Bestia del Apocalipsis (2)

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La bestia del Apocalipsis ¿Mito, metáfora o realidad inminente? La bestia del Apocalipsis ¿Mito, metáfora o realidad inminente?

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La Bestia del Apocalipsis

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  • La bestia del Apocalipsis

    Mito, metfora o realidad inminente?

    La bestia del Apocalipsis

    Mito, metfora o realidad inminente?

  • El Mundo de Maana Direcciones postales

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  • La bestia del Apocalipsis

    Mito, metfora o realidad inminente?

    Por John H. Ogwyn

    Cmo le afectarn a usted y a su familia los futuros sucesos religiosos y polticos mundiales?

    Estar por surgir un dictador mundial? Qu o quin es la bestia?

    Recibir usted su detestable marca?

    En este folleto encontrar las inslitas respuestas!

  • ndice

    Pg. 3 Introduccin 5 Captulo 1 El libro de Daniel: Clave de un misterio antiguo 10 Captulo 2 Quin es la bestia del Apocalipsis? 13 Captulo 3 Roma: Antigua y futura duea del mundo? 22 Captulo 4 La misteriosa marca de la bestia 29 Captulo 5 Pasado y futuro de dos ciudades

    Este folleto no es para la venta!Es un servicio educativo gratuito que se

    ofrece en beneficio del pblico.

    Ttulo original en ingls:The Beast of Revelation

    Myth, Metaphor or Soon-Coming Reality

    Primera edicin 2014Reservados todos los derechos

    Asoc. Iglesia del Dios Viviente, El Mundo de MaanaSalvo indicacin contraria, los pasajes bblicos que se citan en esta

    publicacin han sido tomados de la versin Reina Valera, revisin de 1960.

  • 3Introduccin

    Los diarios de hoy registran un estado de cosas que habra sido absolutamente impensable para un observador en 1945, en los das finales de la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces, el eje Roma-Berln estaba destrozado mientras que las fuerzas britnicas y esta-dounidenses se erguan en el pinculo de la victoria. Hoy, Inglaterra ha sido despojada de su Imperio y los Estados Unidos se encuentran en un estado de bancarrota moral y cultural. Europa contina unindose bajo la gida de una poderosa Unin Europea dominada por Alemania.

    En los decenios que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, los Esta-dos Unidos y Gran Bretaa invirtieron miles de millones de dlares en opera-ciones de inteligencia y contrainteligencia. Sin embargo, los sucesos geopol-ticos ms extraordinarios de la posguerra, que culminaron con el colapso de la cortina de hierro y el surgimiento de una Alemania reunificada y poderosa, los tom enteramente por sorpresa.

    Ahora bien, no todo el mundo estaba desprevenido ante la rpida se-cuencia de los hechos acaecidos en el Este y Centro de Europa en 1989. Un editorialista del diario Free Press de Hendersonville, Tennessee, Estados Uni-dos, se pronunci as el 7 de diciembre de 1989:

    Al igual que muchos estadounidenses, yo he estado observando con inters la situacin poltica actual en Alemania Oriental. Si bien mu-chos han expresado su asombro ante los hechos recientes y ante el clamor en Alemania Oriental por la reunificacin con Alemania Oc-cidental, debo confesar que esos hechos a m no me han sorprendido demasiado. La razn por la cual no me han sorprendido es que he ledo, espordicamente pero desde hace aos, las publicaciones de... el extinto Herbert W. Armstrong... Armstrong predijo que el muro de Berln acabara por derrumbarse y que un da veramos a los dos estados alemanes reunificados para formar una nacin poderosa.

    Muchos aos antes, en la revista Good News [Buenas noticias] de abril de 1952, Herbert W. Armstrong haba escrito que Alemania Oriental regresara a Alemania Occidental y que Rusia se vera obligada a renunciar al control sobre Hungra, Checoslovaquia y partes de Austria (pg. 16). En 1956, luego

  • 4de la invasin de Hungra por parte de Rusia y cuando pareca que la cortina de hierro haba cubierto inexorablemente a las naciones de Europa Oriental, el seor Armstrong escribi: Se est preparando el camino para una colosal tercera potencia en la poltica mundial: una Federacin Europea de Naciones ms poderosa que Rusia y que los Estados Unidos! Hemos mostrado con aos de anticipacin lo que pasara con el malhadado Imperio Ruso en Europa Oriental! (Plain Truth [La Pura Verdad], diciembre de 1956, pg. 3).

    Cmo es posible que el seor Armstrong lo supiera? En este folleto usted se va a enterar!

    Desde los tiempos de la torre de Babel, los esfuerzos de la humani-dad nunca han estado tan entrelazados e interconectados como lo estn en la actualidad. Hoy se habla de cmo nuestro mundo se convirti en una aldea global. Los aviones a reaccin, las telecomunicaciones instantneas y las economas mundiales integradas le han dado un vuelco al mundo.

    Las empresas y conglomerados multinacionales han extendido su do-minio a prcticamente todos los mbitos, desde las finanzas hasta la manufac-tura. Los habitantes de todo el mundo estn conectados por la internet y las transmisiones de televisin satelitales. Y al mismo tiempo, paradjicamente, las naciones se subdividen y fragmentan cada vez ms conforme a antiguas demarcaciones religiosas o tnicas.

    Adnde llevar todo esto? Mientras la economa mundial se mues-tra cada vez ms interconectada, las antiguas rivalidades y odios tnicos se renuevan. Los dirigentes en los gobiernos y las finanzas citan esas presiones crecientes para ilustrar la necesidad de que hallemos una alternativa viable al actual sistema inestable de los estados.

    Es evidente que si no logramos canalizar las emociones humanas por otro rumbo, estas acabarn por fracturar toda le estructura econmica mun-dial. La humanidad anda en busca de una identidad que trascienda sus actua-les divisiones y rivalidades. Los internacionalistas tienen el gran deseo de suplantar los estados independientes con algo ms grande. Sin embargo, no han podido idearse una solucin que se gane la lealtad del hombre de la calle y despierte su entusiasmo. Nadie siente una intensa lealtad emocional por los burcratas sin rostro ni por la meta de optimizar las ganancias empresariales.

    Hacia adnde nos lleva esta crisis en ciernes, crisis de fragmenta-cin en una era de globalizacin? Hay una sola fuente que puede darnos la respuesta! El Dios Creador es el que ha declarado el fin desde el principio (Isaas 46:10), y l lo expone en su Palabra, la Biblia.

    El esbozo ms completo de los acontecimientos futuros se encuentra en el ltimo, y el ms misterioso, de los libros de la Biblia: El Apocalipsis. En l figura una bestia misteriosa con varias cabezas y cuernos, portadora de una espantosa marca. El libro del Apocalipsis la describe como una fiera que domina al mundo entero, y ostenta un poder y un control extraordinarios.

    Qu significa todo esto? Acaso podemos siquiera entenderlo? Aun-

    La bestia del Apocalipsis

  • 5que buena parte del Apocalipsis est escrito en lenguaje simblico, el hecho es que la Biblia interpreta sus propios smbolos! Este folleto le ayudar a entender el mensaje claro de las profecas bblicas respecto de la bestia del Apocalipsis. Pronto, estas palabras profticas tendrn ms repercusiones so-bre el mundo y su propio futuro, que lo que usted mismo se pueda imaginar.

    Captulo 1

    El libro de Daniel: Clave de un misterio antiguo

    Los ojos de todos se clavaron en el varn de edad madura que entraba, erguido y con paso firme, en el saln de banquetes de-corado con derroche de lujo. Las risas y la conversacin ruidosa que haca una hora escasa llenaban el saln, estimuladas por el vino, haban dado sbitamente lugar a un extrao silencio, seguido de susurros contenidos, a raz de una escena escalofriante. En plena fiesta haba aparecido de la nada una mano, la cual traz un mensaje en grandes letras sobre la pared.

    La ocasin era un gran convite ofrecido por el rey Belsasar de Babilonia para celebrar el carcter inexpugnable de su Reino. Babilonia, que estaba sitia-da por las tropas de Ciro el Grande de Persia, consideraba que sus muros eran infranqueables.

    Aquella noche de luna nueva, en el sptimo mes del ao 539 ac, los po-derosos de Babilonia celebraban y brindaban. Belsasar haba llegado al colmo de insistir que se trajeran los vasos sagrados que su abuelo Nabucodonosor haba sacado del templo de Jerusaln siete decenios antes, pues se le antojaba beber de ellos. Entonces apareci la escritura en la pared, y el jolgorio se de-tuvo en seco. El mensaje escrito en la pared deca: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN (Daniel 5:25). Las palabras eran trminos caldeos bien conocidos que correspondan a ciertas unidades de peso, pero en ese contexto el sentido era incomprensible para los presentes.

    El varn mandado llamar por el Rey era Daniel. Haba llegado a Ba-bilonia de joven con otros cautivos judos, pero haba ascendido hasta ocupar un alto cargo bajo el abuelo de Belsasar. Daniel procedi a explicar al Rey lo escrito en la pared: El Dios del Cielo haba contado el Reino y este tocaba a su fin. El Rey haba sido pesado en balanza y se hall corto de peso. Aquella misma noche caera su Reino en manos de los medos y los persas que lo tenan sitiado.

    En cuestin de horas, el ejrcito persa haba invadido la ciudad, tras irrumpir en ella pasando por debajo de sus muros imponentes. Unas horas antes haban desviado por un canal el ro que corra debajo de los muros. En

    El libro de Daniel: Clave de un misterio antguo

  • 6la oscuridad previa al amanecer, las tropas persas marcharon por el lecho seco del ro y abrieron desde adentro las puertas gigantescas de la ciudad. Antes de salir el Sol, haban conquistado Babilonia y haban ejecutado a espada al rey Belsasar.

    Sacudido por los sucesos de aquella noche, Daniel record algo que haba ocurrido unos 65 aos antes. Siendo un joven menor de veinte aos, lo haban llevado a la presencia del gobernante de lo que entonces era el imperio ms poderoso de la Tierra. Su propia vida, y la de sus amigos ms ntimos, estaba en juego aquel da. El motivo que trajo a Daniel a la presencia del rey Nabucodonosor, abuelo de Belsasar, fue la orden de interpretar un sueo desconcertante que haba tenido el Rey pocos das antes. Ante el soberano escptico y turbado, Daniel anunci con conviccin que hay un Dios en el Cielo que revela lo oculto. Luego dio una interpretacin del sueo, tal como Dios se la haba inspirado.

    El libro de Daniel fija el escenario

    En el ao 604 ac, el Ejrcito caldeo bajo el rey Nabucodonosor baj como un torbellino por el valle de Jezreel, desde Carquemis, y captur la ciudad de Jerusaln. Judea se redujo a la condicin de estado tributario y los hijos de varias familias judas nobles fueron llevados cautivos a Babilonia. En los decenios que siguieron, uno de estos cautivos, Daniel, ascendi hasta ocu-par altos cargos de confianza en el gobierno de Babilonia. El Dios de Israel, al cual sigui sirviendo fielmente, le dio muchas visiones e interpretaciones de visiones que l consign en el libro que lleva su nombre.

    Observemos atentamente el esbozo proftico de los acontecimientos mundiales que Daniel anot por inspiracin divina. La Biblia se interpreta a s misma, y el libro de Daniel es esencial para entender el libro del Apocalipsis y otras profecas del tiempo del fin.

    Daniel 2:1 narra un inquietante sueo del rey Nabucodonosor, oculto para sus magos y astrlogos, quienes no pudieron decirle qu era. Finalmente lleg Daniel frente al Rey y le explic que hay un Dios en el Cielo quien es revelador de los secretos, y que revelara a Daniel no solamente el sueo sino tambin su interpretacin (v. 28). Luego Daniel le explic al Rey que en su sueo haba visto una gran imagen que se levantaba sobre la llanura de Sinar. Esta imagen colosal tena cabeza de oro, hombros y pecho de plata, muslos de bronce y piernas de hierro. Las piernas terminaban en pies compuestos de una mezcla de hierro y barro cocido (vs. 31-32). Nabucodonosor haba visto en su sueo que una gran piedra de origen sobrenatural cortada, no con mano, bajaba del Cielo y destrozaba la imagen en los diez dedos de los pies; y al mismo tiempo toda la imagen se convirti en tamo que el viento se llev. La piedra se convirti en un monte enorme y llen toda la Tierra (vs. 34-35).

    Qu significaba aquello? Recordemos que la Biblia se interpreta a

    La bestia del Apocalipsis

  • 7s misma! Daniel le dijo a Nabucodonosor por inspiracin divina en Daniel 2:38: T eres aquella cabeza de oro. Tambin le dijo en Daniel 2:39-40 que despus de Babilonia iban a surgir otros tres reinos, uno tras otro. Por inspiracin, el profeta dej consignado para nosotros que una serie de cuatro grandes reinos o imperios sucesivos dominaran la historia, despus de lo cual el Dios del Cielo establecer su Reino eterno en tiempos de los diez ltimos reyes, representados por los dedos de los pies en las piernas de hierro que son el cuarto reino (vs. 41-44).

    Daniel 2:28 explica que el Dios viviente a quien servimos revela los misterios. El sueo del Rey abarcaba desde los das del antiguo Nabucodo-nosor hasta los ltimos das de este mundo, que culminan con el regreso de Jesucristo y el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra (v. 44). Se han hecho realidad los hechos tal como los predijo Daniel? Sin duda, como veremos.

    En Daniel 5 leemos sobre los hechos que rodearon la cada de Babi-lonia ante los ejrcitos del rey Ciro el Grande. El Imperio de los medos y los persas fue el segundo Reino, el que vino despus de Babilonia. La historia nos dice que el vasto Imperio Medopersa establecido por el rey Ciro dur poco ms de 200 aos.

    Luego, a partir del 333 ac, las fuerzas griegas de Alejandro Magno atravesaron el Helesponto de Europa a Asia. Dos aos despus, en el 331, en la batalla de Arbella, el Imperio Persa se vino abajo y se impuso el tercer gran Reino en el mundo. Este fue el Imperio Grecomacedonio encabezado por Alejandro Magno. Los imperios helnicos de los sucesores de Alejandro dominaron el Oriente Medio unos 300 aos hasta que finalmente fueron ab-sorbidos, uno por uno, por el cuarto Imperio mundial: el de hierro.

    El cuarto Reino, identificado claramente en la historia como el Im-perio Romano, persistira, segn la profeca, en su calidad de dos piernas hasta el tiempo del fin. Entonces los diez dedos de los pies, que son diez reyes segn Daniel 2:44, constituiran la versin final de este sistema que tuvo su origen en la antigua Babilonia. Si dejamos que la Biblia se interprete a s misma, esta serie de cuatro reinos mundiales es muy clara.

    La bestia de Daniel 7

    En Daniel 7:1-3 vemos que decenios despus de haber interpretado el sueo del rey Nabucodonosor, el propio Daniel tuvo un sueo extrao en el cual se vea a s mismo de pie, mirando pasmado unos nubarrones violen-tos y un mar embravecido. De este tormentoso mar vio surgir cuatro gran-des bestias que se dirigieron, una tras otra, a la orilla. La primera era como un len, la segunda como un oso y la tercera como un leopardo de cuatro cabezas. La cuarta bestia la describe como un ser horripilante con dientes enormes de hierro (vs. 4-7). De la cabeza de esta cuarta bestia salieron diez

    El libro de Daniel: Clave de un misterio antguo

  • 8cuernos. El final de la visin de Daniel revelaba un perodo en el cual re-cibirn el Reino los santos del Altsimo, y poseern el Reino hasta el siglo, eternamente y para siempre (Daniel 7:18). Recordemos que la visin de Daniel 2 tambin termina con el establecimiento del Reino de los Cielos.

    Dejaremos volar la imaginacin al querer discernir la identidad de estos seres, o dejaremos que la Biblia se interprete a s misma? Segn el versculo 17, estas cuatro criaturas que surgieron sucesivamente (vs. 3-7) simbolizan cuatro reyes o reinos. El versculo 23 indica que la cuarta bestia representa el cuarto Reino en la Tierra. Ya hemos visto en Daniel 2 una serie de cuatro reinos. Las escenas descritas en Daniel 2 y Daniel 7 corres-ponden a cuatro grandes imperios que gobernaran el mundo, uno tras otro. Cada escena termina con el establecimiento del Reino de Dios para gober-nar la Tierra. Es claro que las dos visiones muestran diferentes detalles de una misma serie de hechos.

    Cuando comparamos las visiones de Daniel 2 y Daniel 7, encontra-mos que el primer Reino de Daniel 2, o sea la cabeza de oro, equivale al len, rey de los animales, de Daniel 7. El segundo Reino, que es el pecho y los brazos de plata en Daniel 2, se compara con un oso en Daniel 7. El tercer Reino, el vientre y los muslos de bronce en Daniel 2, es el mismo leopardo de cuatro cabezas que vemos en Daniel 7.

    Por qu cuatro cabezas? La historia cuenta que muerto Alejandro Magno, su imperio se reparti entre cuatro de sus generales. Esta divisin en cuatro partes estaba profetizada en Daniel 8:8. Los cuatro reinos fueron griegos en su cultura e idioma. Eran una continuacin, aunque dividida, del Imperio que dur unificado bajo Alejandro escasamente un decenio. As como el enorme tamao y podero de Persia se simbolizaban con un oso, la velocidad de relmpago de los ejrcitos griegos de Alejandro corresponda muy bien a la metfora del leopardo.

    Daniel 8 trae ms detalles sobre la interaccin de los reinos segundo y tercero: Persia y Grecia. Daniel 8:3-4 describe un carnero de dos cuernos que sale a subyugarlo todo, en todas direcciones. Segn Daniel 8:20, el carnero representaba los reyes de Media y de Persia. Luego aparece un poderoso macho cabro con un cuerno grande entre los ojos, que derrota al carnero (vs. 5-7) El versculo 21 aclara que, el macho cabro es el Rey de Grecia, y el cuerno grande que tena entre sus ojos es el Rey primero. Despus de la muerte de Alejandro aquel gran cuerno fue quebrado (v. 8); y cuatro reinos se levantarn de esa nacin, aunque no con la fuerza de l (v. 22). Por eso es que en Daniel 7 vemos al tercer Reino descrito como una bestia con cuatro cabezas.

    Estos sucesos preparan el escenario para el cuarto Reino descrito en Daniel 7, demasiado espantoso para simbolizarse con alguno de los anima-les anteriores. Daniel 2 lo representa con dos piernas de hierro y Daniel 7 lo muestra como una fiera con enormes dientes de hierro. Daniel 2:40 aclara:

    La bestia del Apocalipsis

  • 9El cuarto Reino ser fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzar y quebrantar todo. Veamos lo que Daniel 7:19-23 revela acerca del cuarto Reino: Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tena dientes de hierro y uas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies... La cuarta bestia ser un cuarto Reino en la Tierra, el cual ser diferente de todos los otros reinos, y a toda la Tierra devorar, trillar y despedazar. Este cuarto Reino, el Imperio Romano, est simbolizado por una bestia que perdura en una u otra forma hasta el tiempo del regreso de Cristo. Queda esto confirmado por los hechos histricos? Sin duda alguna!

    Tal como Media y Persia haban absorbido Babilonia, y Alejandro Magno haba absorbido el Imperio de los medos y los persas, tambin los romanos absorbieron las cuatro cabezas surgidas del Imperio de Alejandro. Alejandro muri en Babilonia en el ao 323 ac. Se intent mantener el Imperio unido proclamando una regencia que gobernara en nombre de su sobrino y de su hijo por nacer, pero el proyecto fracas. Al cabo de pocos aos, el Imperio se reparti entre cuatro generales griegos que se proclama-ron reyes, tal como lo haba profetizado Daniel (Daniel 8:21-22).

    En el ao 307 ac, Antgono y su hijo Demetrio asumieron el ttulo de rey, ante lo cual Tolomeo, Seleuco, Casandro y Lismaco hicieron otro tanto. As termin abiertamente la unidad del Imperio de Alejandro (Wi-lliam L. Langer, Enciclopedia de Historia Universal, 1968).

    Casandro se apoder de Grecia y Macedonia, y con la ayuda de Lis-maco y Seleuco derrot a Antgono, quien muri en la batalla de Ipso en el ao 301 ac. La dinasta de Casandro fue derrocada a su vez en el ao 276 ac por el nieto de Antgono, del mismo nombre. Este Antgono II estableci una dinasta que conserv Grecia y Macedonia hasta la conquista romana en el ao 168 ac, cuando la regin pas a ser parte del Imperio Romano.

    Lismaco, quien tom el Asia Menor y se proclam rey en el ao 305 ac, fue derrotado y muerto en la batalla de Corpedio en el ao 281 ac por su antiguo aliado Seleuco. Eumenes I, gobernador selucida de Prgamo, en Asia Menor, logr quedar virtualmente independiente de los selucidas alrededor del ao 260 ac. Hacia el ao 230 ac su sucesor haba asumido el ttulo de rey. Muerto Atalo III en el ao 133 ac, dej su Reino de Prgamo y Asia Menor a los romanos por testamento. As Roma absorbi la segunda cabeza del leopardo de Daniel.

    Seleuco estableci su Reino que se extenda desde Babilonia en el Oriente hasta Siria en el Occidente. La dinasta selucida que inici persis-ti hasta el ao 64 ac, cuando el general romano Pompeyo convirti a Siria en provincia del Imperio Romano en expansin.

    El general macedonio Tolomeo asumi el ttulo de rey al mismo tiempo que sus tres contemporneos: Casandro, Lismaco y Seleuco. Su dinasta se estableci en Egipto y sigui hasta la muerte de Cleopatra en el ao 30 ac, luego de la derrota de esta por los romanos. Octavio, conocido ms tarde como Csar Augusto, venci a los ejrcitos de Cleopatra y Mar-

    El libro de Daniel: Clave de un misterio antguo

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    co Antonio en la batalla de Accio y absorbi a Egipto dentro del Imperio Romano. As toc a su fin la ltima de las monarquas de origen griego (ibdem). Con esta conquista, las cuatro cabezas del leopardo grecomace-donio se convirtieron en parte integral del Imperio Romano, la cuarta bestia de Daniel 7.

    Captulo 2

    Quin es la bestia del Apocalipsis?

    Napolen, Hitler y Sadn Husin tienen algo en comn. Tambin lo tienen Mijal Gorbachov, Benito Mussolini, Franklin Roo-sevelt y varios pontfices: A todos los han sealado, as como a incontables personajes ms, unos clebres y otros relativamente oscuros; como la misteriosa bestia descrita en el libro del Apocalipsis. Instituciones como la Sociedad de las Naciones, la Organizacin de las Naciones Unidas, el comunismo internacional e incluso el gobierno de los Estados Unidos; tambin han sido sealados como la bestia.

    Otros comentaristas han sostenido que el libro del Apocalipsis debe tomarse solamente como una metfora de la batalla entre el bien y el mal. Para ellos, la bestia no es un personaje ni una institucin, sino la personifica-cin del mal.

    Algunos dirn: Acaso no hay toda suerte de conceptos e interpreta-ciones de las profecas bblicas? As es! Parece que la mayora de quienes pretenden interpretarlas comienzan con lo que ven en el escenario mundial, y luego intentan hallarlo en las Escrituras. Por esta razn, la mayora de los que comentaron sobre la profeca bblica en los aos cincuenta y sesenta identi-ficaban al rgimen comunista de la Unin Sovitica como la bestia escarlata del Apocalipsis. Unos aos ms tarde era Sadn Husin. Hoy, muchos sea-lan a el nuevo orden mundial o las Naciones Unidas. Parece haber tantas interpretaciones como intrpretes.

    El Dios Creador no dispuso que las profecas bblicas fueran un ejer-cicio de imaginacin creativa. Tampoco se comprendern las profecas si nos limitamos a mirar los sucesos del da y tratamos de darles cabida dentro de la narracin bblica. Ninguna profeca de las Sagradas Escrituras es de in-terpretacin privada (2 Pedro 1:20). Si la Biblia emplea lenguaje simblico, tambin trae la clave para entender qu significan los smbolos.

    Anlisis de Apocalipsis 13

    El anciano apstol Juan estaba de pie sobre las arenas de la isla de Patmos en el Mediterrneo. Mientras miraba fijamente al mar, la escena pa-reca estar cambiando ante sus ojos. Descendan unas nubes oscuras y el mar pareca revolverse. Mientras miraba pasmado, un extrasimo ser sali de las olas. Tena cuerpo de leopardo, boca de len y patas de oso, encarnando as

    La bestia del Apocalipsis

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    las caractersticas principales de las primeras tres bestias que Daniel haba visto en su visin de Daniel 7. La bestia que vio Juan tena siete cabezas y diez cuernos. La Biblia nos dice que el dragn le dio a la bestia su poder y autoridad. Por ltimo, leemos que una de las cabezas de la fiera recibi una herida mortal y luego fue sanada. Una vez sanada, la bestia persisti otros 42 meses (Apocalipsis 13:1-5).

    Una escena casi idntica es la descrita en Daniel 7. El profeta haba tenido una visin de cuatro fieras: un len, un oso, un leopardo de cuatro cabezas y una cuarta bestia espantosa con diez cuernos, que surga de un mar oscuro y tempestuoso (Daniel 7:1-7). Las fieras que Daniel vio se identifican claramente como la serie de imperios desde la Babilonia de Nabucodonosor, pasando por el Imperio Medopersa y el Imperio Griego de Alejandro, que se reparti en cuatro partes a su muerte; y por ltimo el Imperio Romano. De esta cuarta fiera, que representa al Imperio Romano, salieron los diez cuernos.

    Es importante sealar las semejanzas entre los dos pasajes. En cada caso hay siete cabezas. En Apocalipsis 13 Juan vio una fiera, no cuatro, pero las caractersticas eran las mismas: siete cabezas y diez cuernos. En ambas versiones, los profetas emplearon el simbolismo de un len, un oso y un leo-pardo. Por qu, entonces, haba diferencias entre las dos visiones?

    Cuando Daniel tuvo la visin, prcticamente se hallaba toda en el futu-ro. Babilonia, simbolizada por el len, estaba en auge pero las dems estaban por venir. Cuando escribi Juan, ms de 600 aos despus, no solo Babilonia sino tambin Persia y Grecia haban pasado a la historia; Roma las haba absorbido. Juan se centr en los detalles que rodean la sptima cabeza, la que exista en ese momento, y cuya historia habra de escribir por anticipado. Mientras Daniel habl de cuatro imperios, Juan se centr en un sistema deri-vado de Babilonia y vio los diferentes imperios simplemente como diferentes cabezas de la misma fiera. Daniel identific lo que vio como algo que comen-zaba en su poca y continuaba hasta el regreso de Cristo, cuando los santos recibiran el Reino (Daniel 7:18). El Imperio Romano en los das de Juan era simplemente una continuacin de lo que haba comenzado en Babilonia.

    Recordemos que la Biblia interpreta sus propios smbolos. Daniel 7:23 muestra claramente que las cuatro fieras, que entre todas tienen siete cabezas, son reinos. En Apocalipsis 17:9-10 se identifican las siete cabezas de la bestia como siete montes o siete reyes. Segn Daniel 7:24 y Apocalipsis 7:12, los cuernos son smbolo de reyes o reinos. En cuanto al dragn, que es el origen del poder del sistema, Apocalipsis 12:9 nos dice que el gran dragn [es], la serpiente antigua, que se llama diablo y Satans.

    Cul es la cabeza que recibi una herida mortal? Recordemos que de la bestia de siete cabezas descrita en Apocalipsis 13, solamente quedaba la sptima cabeza, el Imperio Romano, en tiempos de Juan. El cumplimiento de lo simbolizado por las seis cabezas anteriores ya haba pasado a la historia. Muestra la historia tambin que el Imperio Romano recibi una herida mortal y que luego recobr la vida y sigui otros cuarenta y dos meses profticos.

    El ao que se ha tomado desde hace siglos como lnea divisoria entre la historia antigua y la medieval es el 476 dc. Esa fecha, que seala la cada

    Quin es la bestia del Apocalipsis?

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    del Imperio Romano de Occidente, recuerda el asesinato de su ltimo empe-rador, Rmulo Augstulo, a manos de los brbaros. En el siguiente captulo vamos a estudiar el posterior renacimiento de ese Imperio.

    Antes, hay que sealar otro detalle que se encuentra tanto en Daniel 7 como en Apocalipsis 13. En cada caso, diez cuernos salen de la sptima ca-beza, el Imperio Romano. Juan vio una diadema en cada cuerno (Apocalipsis 13:1) y Daniel explic que los cuernos representan reyes o reinos (Daniel 7:24).

    Daniel tambin nos dice que entre los diez cuernos surgi un cuerno pequeo, y que delante de este fueron arrancados los tres primeros. Para saber lo que esto significa, tenemos que ahondar ms en la historia del Im-perio Romano.

    La historia de los tres primeros cuernos

    En el ao 286 dc, el emperador Diocleciano dividi el Imperio Roma-no en Oriental y Occidental para fines administrativos. Esto estaba simboli-zado por las dos piernas de Daniel 2. A la pierna occidental le esperaban graves problemas. Ya en el ao 400 dc el Imperio de Occidente se encontraba moribundo. Luego de una serie de incursiones transfronterizas perpetradas por los brbaros, por primera vez en ocho siglos la misma Roma fue saqueada por Alarico y sus visigodos en el ao 409 dc.

    A medida que se derrumbaba el Imperio Romano de Occidente, tres grupos de invasores brbaros: los vndalos, los hrulos y los ostrogodos; pretendan establecerse como sucesores de los emperadores romanos occi-dentales. El Emperador de Oriente dio su reconocimiento oficial a cada uno como continuacin del legtimo gobierno romano de Occidente. Pero en el Occidente estaba surgiendo otra autoridad que logr derrocarlos a todos.

    Este lder era el obispo de Roma. Mientras los emperadores occidenta-les se debilitaban, el obispo de Roma iba aumentando su poder e influencia. No se trataba solamente de un creciente poder religioso sobre la comunidad llamada cristiana, sino del poder civil y poltico tambin. En particular, le inquietaban los vndalos, los hrulos y los ostrogodos, que profesaban el cristianismo, pero en una versin no trinitaria llamada arrianismo. Por no ser ortodoxos, el obispo de Roma vea en ellos una amenaza a la unidad religiosa del Imperio.

    Los vndalos invadieron el Norte de frica en el ao 429. Tras varios aos de pelea, celebraron un tratado en el 435, segn el cual los romanos los reconocan como la prolongacin legtima del Imperio en el Norte de frica. Los vndalos quisieron ampliar su poder como sucesores de Roma. En el ao 455 saquearon la propia ciudad de Roma. Tan completa fue la destruccin, que hoy todava tildamos de vndalos a los que destruyen la propiedad ajena. Pero con el tiempo, tambin los vndalos fueron derrota-dos. En frica los vndalos eran odiados como arrianos [por la Iglesia de Roma] y tenan que vrselas con las graves sublevaciones de los berberes, sin embargo no se quebrant su poder hasta los aos 533-548 con las guerras vandlicas [del emperador oriental] Justiniano.

    La bestia del Apocalipsis

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    En el 476 dc, unos veinte aos despus del saqueo de Roma por los vndalos, los hrulos bajo Odoacro derrocaron a Rmulo Augstulo, ltimo emperador romano en el Occidente. El emperador de Oriente, Zenn, re-conoci a Odoacro como la continuacin legtima del gobierno romano en Italia. Sin embargo, Odoacro era arriano, y a peticin del obispo de Roma, Zenn despach a Teodorico, jefe de los ostrogodos, para sacar a los hrulos en el ao 488. Los obispos ortodoxos de Italia, disgustados por el arrianismo de Odoacro, respaldaron al invasor arriano [Teodorico] a quien vieron como un emperador casi ortodoxo. Con su ayuda, Teodorico quebrant la tenaz re-sistencia de Odoacro tras cinco aos de guerra y lo convenci de que pactara la paz en el 493. Invit a Odoacro y a su hijo a cenar con l en Ravena, los aliment con liberalidad y los mat con su propia mano.

    El gobierno de los ostrogodos en Italia, aunque aceptado como medio para eliminar a los hrulos, sigui disgustando al obispo de Roma y a la po-blacin catlica. El general Belisario, quien fue despachado por Justiniano en el ao 533 con 500 naves de transporte y 92 barcos de guerra para librar a frica de los vndalos, pas a Italia en el 536 para echar fuera a los ostro-godos. Las fuerzas ostrogodas eran escasas y divididas; el pueblo de Roma salud a Belisario como libertador y el clero lo acogi como trinitario; entr en Roma sin oposicin.

    Fue as como se arrancaron los tres primeros cuernos a instancias del obispo de Roma, el cuerno pequeo de Daniel 7. Se estaba preparando el escenario para el verdadero renacer del Imperio Romano de Occidente. Esta restauracin, que se produjo en el 554, como todas las restauraciones subsiguientes, se hizo con la bendicin del obispo de Roma y con su partici-pacin como ntimo protagonista en los diversos resurgimientos del Imperio de la Roma antigua.

    Captulo 3

    Roma: Antigua y futura duea del mundo?

    Los carteles para turistas presentan una Roma fascinante: Ciudad de siete colinas, repleta de las glorias arquitectnicas del pasado y del presente. Roma es una ciudad de contrastes. Viejas edifi-caciones y ruinas antiguas compiten por espacio con una ciudad palpitante y moderna. Veintisiete siglos vinieron y se fueron desde su legendaria funda-cin por Rmulo y Remo. Durante este largo perodo, la extraordinaria ciu-dad ha desempeado un papel sin precedentes en la historia de la civilizacin occidental como una sede de poder e intrigas!

    Bien acomodado dentro de la ciudad de Roma se encuentra el territo-rio soberano ms pequeo del mundo: La ciudad del Vaticano. La minscula ciudad estado, gobernada por el pontfice romano, mantiene sus propias re-laciones diplomticas con las grandes potencias y participa de lleno en los asuntos internacionales. El Vaticano, sin embargo, aspira a ser mucho ms

    Roma: Antigua y futura duea del mundo?

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    que un simple participante. Lo que busca es alcanzar de nuevo aquel papel guiador que cumpli durante tantos siglos.

    Aunque el antiguo Imperio de Roma recibi una herida fatal con la muerte del ltimo emperador en el ao 476 dc, ese no fue el fin de la histo-ria! Los tres primeros reinos que surgieron del antiguo Imperio Romano, es decir, los vndalos, los hrulos y los ostrogodos; fueron arrancados me-diante el podero del emperador oriental Justiniano, a instancias del Papa. La restauracin imperial de Justiniano, lograda en el 554, san la herida mortal y dio comienzo al primero de seis intentos histricos por restaurar y llevar adelante al Imperio de la Roma antigua. Segn la Biblia, falta por venir una sptima y ltima restauracin. La vida de usted se ver profundamente afectada por sucesos que an estn por cumplirse en aquella urbe que sus habitantes llaman la ciudad eterna!

    Una herida mortal sanada

    Al concluir el perodo de las guerras gticas en el 553 dc, Italia qued en estado de pobreza y caos. Roma haba sido capturada, sitiada, saqueada y sometida al hambre. Finalmente, los ejrcitos del emperador de Oriente, Justiniano, se impusieron victoriosos. Haban logrado reconquistar Italia y algunos remanentes del Imperio Occidental, pero, cmo gobernarlo? La res-puesta se hallaba en una alianza entre la Iglesia y el Estado que ha sido factor determinante de la historia de Europa Occidental desde entonces. Aunque la autoridad secular en el Occidente se haba derrumbado, la supervivencia de la organizacin eclesistica bajo el obispo de Roma se presentaba incluso a ojos de los emperadores como la salvacin del Estado. En el ao 554 Justiniano promulg un decreto en virtud del cual individuos aptos e idneos, capaces de administrar el gobierno local, deban ser escogidos como gobernadores de las provincias por los obispos y personas principales de cada provincia.

    Este hecho se conoce en la historia como la restauracin imperial. Los emperadores en Bizancio siguieron como gobernantes nominales de un Im-perium Romanum revivido en el Occidente del ao 554 hasta el 800. Pero conforme a los trminos del decreto de Justiniano, los obispos de Roma, que ahora se llamaban papas, llevaban las riendas del poder y eran, por lo tanto, los verdaderos jinetes montados sobre la bestia imperial en el Occidente.

    Es importante notar en este punto una diferencia significativa entre la bestia descrita en Apocalipsis 13 y la de Apocalipsis 17. La primera corres-ponde a lo que vio Daniel en Daniel 7. Juan describi una fiera que comenza-ba en la Babilonia de Nabucodonosor y continuaba hasta la poca del apstol. De la sptima cabeza, o sea el Imperio Romano, saldran diez reinos. Daniel 7 dice que los tres primeros cuernos seran arrancados. Sin embargo, la bestia de Apocalipsis 17 es diferente. Es una fiera montada por la mujer, cosa que la distingue de la descripcin anterior. La bestia de Apocalipsis 17 es la que no es... y es (v. 11): el Imperio Romano despus de sanada la herida mortal. Esto es lo que la historia ha denominado, tan errada como irnicamente, el Sacro Imperio Romano, dominado por la Iglesia de Roma, el cual ha persistido des-de el 554 dc hasta los tiempos modernos, pasando por varias restauraciones.

    La bestia del Apocalipsis

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    Apocalipsis 17:11 explica que este ser es tambin el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdicin. Es una continuacin de la bestia de siete cabezas descrita en Apocalipsis 13, pero en ciertos aspectos es como una octava cabeza en esa bestia, ya que comienza despus que la ltima cabeza de la bestia de Apocalipsis 13 recibe una herida mortal. Las siete cabezas de la bestia de Apocalipsis 17 son siete reinos (v. 10): las siete resurreccio-nes del Imperio Romano, que corresponden a los ltimos siete de los diez cuernos de Daniel 7 y Apocalipsis 13. Los diez cuernos de Apocalipsis 17 tambin son diez reyes o reinos (v. 12). Estos entregan su poder a la ltima versin del Imperio Romano y sern destruidos por Cristo cuando regrese (v. 14). Con esto ltimo, vemos que los cuernos o reyes corresponden a los diez dedos de los pies en la imagen que se describe en Daniel 2.

    Veamos ahora otros detalles histricos relacionados con las siete cabezas de Apocalipsis 17. En los aos que siguieron a la restauracin imperial, los emperadores orientales centraron su atencin, en general, en lugares menos lejanos. La proteccin y seguridad que brindaban al Occiden-te se fue reduciendo hasta ser casi insignificante. Para resolver este proble-ma se realizaron negociaciones privadas entre Carlos, rey de los Francos, y Len III, obispo de Roma. Los resultados de las negociaciones se hicieron manifiestos en el ao 800 dc.

    El da de navidad, mientras Carlomagno, rey de los francos, ataviado con la clmide y las sandalias de un patricius romanus, oraba de rodillas ante el altar de san Pedro, el papa Len sac repentinamente una corona con joyas preciosas y la coloc sobre la cabeza del Rey. La congregacin, quiz siguiendo instrucciones de actuar como el senatus populesque romanus para confirmar la coronacin conforme al antiguo rito, grit tres veces: Salve Carlos el Augusto, coronado por Dios el emperador grande y el pacificador de los romanos! La testa real fue ungida con leo santo, el Papa salud a Carlomagno como Emperador y Augusto. Tras aos de contienda, el Empe-rador oriental en Bizancio reconoci a Carlomagno como coemperador. El Imperium en el Oeste pas a una segunda cabeza a partir de los das de la herida mortal en el 476 y hasta su curacin en el 554. Ambas ocasiones se cumplieron a instancias del Papa y con su bendicin.

    El historiador Will Durant seala que de esta ntima cooperacin en-tre Iglesia y Estado, surgi una de las ideas ms brillantes en la historia de la poltica de estado: la transformacin del Reino de Carlomagno en un Sacro Imperio Romano respaldado por todo el prestigio, santidad y estabilidad de la Roma tanto imperial como papal.

    En el siglo y medio que sigui a la coronacin de Carlomagno, su imperio se desintegr paulatinamente bajo una serie de dbiles sucesores. Para el ao 936, el grupo ms fuerte de Europa Central eran los sajones germnicos. En el ao 955 Otn, duque de los sajones y rey de los germa-nos, derrot a los magiares que intentaban invadir Europa Occidental. Aos ms tarde, entr en Italia por solicitud del papa Juan XII para devolverle el poder, y poco despus recibi la corona imperial en Pava en el ao 962. Fue as como se invoc nuevamente al fantasma del Imperio Romano para confirmar la construccin de un estado por parte de un rey semibrbaro. La

    Roma: Antigua y futura duea del mundo?

  • Babilonia en la profeca: Los sucesivos reinos gentiles

    Imagen (Daniel 2) Cuatro bestias (Daniel 7); La bestia del mar y de la tierra La ramera montando la bestia Significado simblico Cumplimiento histrico Carnero y macho cabro (Daniel 8) (Apocalipsis 13) escarlata (Apocalipsis 17)

    Cabeza de oro Len (7:4) La bestia del mar con siete 1ra. cabeza de la bestia Nuevo imperio Babilnico (vs. 32, 38) cabezas y boca de len (o Caldeo), 625-539 AC

    Pecho y brazos de plata Oso (7:5); Pies de oso 2da. cabeza de la bestia Imperio Medopersa (vs. 32) Carnero con dos cuernos (8:3-4, 20) 558-330 AC Leopardo con cuatro cabezas (7:6) y Imperio Griego de Vientre y muslos de bronce Macho cabro con gran cuerno cuerpo de leopardo 3ra., 4ta., 5ta., y 6ta. cabezas Alejandro Magno y sus (vs. 32, 39) y cuatro destacados cuernos (v. 2) de la bestia cuatro divisiones (8:5-8, 21-22) 333-31 AC

    La bestia escarlata de Imperio Romano siete cabezas (v. 3) 31AC-476DC Dos piernas de hierro Bestia con dientes de hierro y La sptima cabeza de esta (vs. 33, 40) diez cuernos (7:7, 23-24) bestia tiene diez cuernos (montada por la ramera como 7ma. cabeza de la bestia Constantino declara al cristianismo (v. 1) se describe a continuacin) religin oficial en el 324DC

    Herida mortal (v. 3) Aparente fin de la bestia Cada de Roma (476DC) Reinado de los vndalos Primer cuerno (arrancado) Primer cuerno 3 cuernos sucesivos 429-533DC (los brbaros seguidores del arrianismo destruyeron la Hrulos bajo Odoacro Segundo cuerno (arrancado) Segundo cuerno autoridad papal. Este perodo 476-493DC fue llamado era de la transicin Tercer cuerno (arrancado) Tercer cuerno Reinado de los ostrogodos 493-554DC

    Cordero con dos cuernos Ramera elegantemente vestida Una falsa religin cristiana La Iglesia Catlica dirigida por Cuerno pequeo en medio como la bestia de la tierra llamada Babilonia la Grande gobierna la bestia el Papa (en la imagen del de los 10 (7:8, 20-22, 24-27) y la imagen (vs. 11-18) (vs. 1-6) gobierno civil romano)

    Cuarto cuerno 1ro. de los ltimos 7 cuernos; 1ra. cabeza de la bestia escarlata Resurrecciones de la bestia: Restauracin imperial de la herida mortal es sanada Los ltimos siete cuernos de Occidente bajo Justiniano 554DC Daniel 7 y Apocalipsis 13 Quinto cuerno 2do. de los ltimos 7 cuernos 2da. cabeza de la bestia escarlata son las mismas siete cabezas Imperio Carolingo (Carlomagno de la bestia escarlata coronado en el 800 DC de Apocalipsis 17 Sexto cuerno 3ro. de los ltimos 7 cuernos 3ra. cabeza de la bestia escarlata Sacro Imperio Romano (Otto el Grande 962DC)

    Sptimo cuerno 4to. de los ltimos 7 cuernos 4ta. cabeza de la bestia escarlata Cinco de las cuales cayeron cuando Dinasta de los Habsburgo Napolen fue derrotado (Carlos V coronado en 1530DC) en 1814 (v. 10) Octavo cuerno 5to. de los ltimos 7 cuernos 5ta. cabeza de la bestia escarlata Imperio de Napolen 1804-1814DC

    Uno es (Apocalipsis 17:10) Italia y Alemania terminan con el Noveno cuerno 6to. de los ltimos 7 cuernos 6ta. cabeza de la bestia escarlata Entendido por la Iglesia de Dios eje Hitler-Mussolini en el tiempo del fin 1870-1945DC (Daniel 12:9-10)

    10 dedos de los pies de hierro 7ma. Cabeza con 10 cuernos de la Otra restauracin que ltima restauracin del Imperio mezclado con barro cocido Dcimo y ltimo cuerno 7mo. de los ltimos 7 cuernos bestia escarlata; 8vo. sistema si la an no ha venido Romano (Diez naciones con (vs. 33, 41-42) bestia misma es el primero (v. 11) (Apocalipsis 17:10) un solo lder)

    En 1814, 1 260 aos despus de que la herida mortal fue sanada en el 554 DC, de acuerdo con Willis Wests Modern History, un gobierno muy cercano al de el Sacro Imperio Romano termin con la aplastante derrota de Napolen. Csar Augusto (Pg. 377).

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  • Babilonia en la profeca: Los sucesivos reinos gentiles

    Imagen (Daniel 2) Cuatro bestias (Daniel 7); La bestia del mar y de la tierra La ramera montando la bestia Significado simblico Cumplimiento histrico Carnero y macho cabro (Daniel 8) (Apocalipsis 13) escarlata (Apocalipsis 17)

    Cabeza de oro Len (7:4) La bestia del mar con siete 1ra. cabeza de la bestia Nuevo imperio Babilnico (vs. 32, 38) cabezas y boca de len (o Caldeo), 625-539 AC

    Pecho y brazos de plata Oso (7:5); Pies de oso 2da. cabeza de la bestia Imperio Medopersa (vs. 32) Carnero con dos cuernos (8:3-4, 20) 558-330 AC Leopardo con cuatro cabezas (7:6) y Imperio Griego de Vientre y muslos de bronce Macho cabro con gran cuerno cuerpo de leopardo 3ra., 4ta., 5ta., y 6ta. cabezas Alejandro Magno y sus (vs. 32, 39) y cuatro destacados cuernos (v. 2) de la bestia cuatro divisiones (8:5-8, 21-22) 333-31 AC

    La bestia escarlata de Imperio Romano siete cabezas (v. 3) 31AC-476DC Dos piernas de hierro Bestia con dientes de hierro y La sptima cabeza de esta (vs. 33, 40) diez cuernos (7:7, 23-24) bestia tiene diez cuernos (montada por la ramera como 7ma. cabeza de la bestia Constantino declara al cristianismo (v. 1) se describe a continuacin) religin oficial en el 324DC

    Herida mortal (v. 3) Aparente fin de la bestia Cada de Roma (476DC) Reinado de los vndalos Primer cuerno (arrancado) Primer cuerno 3 cuernos sucesivos 429-533DC (los brbaros seguidores del arrianismo destruyeron la Hrulos bajo Odoacro Segundo cuerno (arrancado) Segundo cuerno autoridad papal. Este perodo 476-493DC fue llamado era de la transicin Tercer cuerno (arrancado) Tercer cuerno Reinado de los ostrogodos 493-554DC

    Cordero con dos cuernos Ramera elegantemente vestida Una falsa religin cristiana La Iglesia Catlica dirigida por Cuerno pequeo en medio como la bestia de la tierra llamada Babilonia la Grande gobierna la bestia el Papa (en la imagen del de los 10 (7:8, 20-22, 24-27) y la imagen (vs. 11-18) (vs. 1-6) gobierno civil romano)

    Cuarto cuerno 1ro. de los ltimos 7 cuernos; 1ra. cabeza de la bestia escarlata Resurrecciones de la bestia: Restauracin imperial de la herida mortal es sanada Los ltimos siete cuernos de Occidente bajo Justiniano 554DC Daniel 7 y Apocalipsis 13 Quinto cuerno 2do. de los ltimos 7 cuernos 2da. cabeza de la bestia escarlata son las mismas siete cabezas Imperio Carolingo (Carlomagno de la bestia escarlata coronado en el 800 DC de Apocalipsis 17 Sexto cuerno 3ro. de los ltimos 7 cuernos 3ra. cabeza de la bestia escarlata Sacro Imperio Romano (Otto el Grande 962DC)

    Sptimo cuerno 4to. de los ltimos 7 cuernos 4ta. cabeza de la bestia escarlata Cinco de las cuales cayeron cuando Dinasta de los Habsburgo Napolen fue derrotado (Carlos V coronado en 1530DC) en 1814 (v. 10) Octavo cuerno 5to. de los ltimos 7 cuernos 5ta. cabeza de la bestia escarlata Imperio de Napolen 1804-1814DC

    Uno es (Apocalipsis 17:10) Italia y Alemania terminan con el Noveno cuerno 6to. de los ltimos 7 cuernos 6ta. cabeza de la bestia escarlata Entendido por la Iglesia de Dios eje Hitler-Mussolini en el tiempo del fin 1870-1945DC (Daniel 12:9-10)

    10 dedos de los pies de hierro 7ma. Cabeza con 10 cuernos de la Otra restauracin que ltima restauracin del Imperio mezclado con barro cocido Dcimo y ltimo cuerno 7mo. de los ltimos 7 cuernos bestia escarlata; 8vo. sistema si la an no ha venido Romano (Diez naciones con (vs. 33, 41-42) bestia misma es el primero (v. 11) (Apocalipsis 17:10) un solo lder)

    En 1814, 1 260 aos despus de que la herida mortal fue sanada en el 554 DC, de acuerdo con Willis Wests Modern History, un gobierno muy cercano al de el Sacro Imperio Romano termin con la aplastante derrota de Napolen. Csar Augusto (Pg. 377).

    Des

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    coronacin de Otn seal la tercera cabeza en la continuacin del Imperio Occidental, desde la restauracin imperial de Justiniano.

    Cmo miraban la restauracin del Imperio los contemporneos y sucesores de Otn? El historiador Robert Herzstein escribi: Por imperio se entenda no una simple expresin, sino un regente cristiano universal para Dios en la Tierra, el cual existira hasta la venida del Anticristo. Otn, como Carlomagno, recibi el trono porque los papas aseveraban que la Igle-sia Romana haba sido el nico elector imperial desde comienzos del siglo cuarto... El Sacro Imperio Romano, pues, fue germnico en gran parte de su base tnica y poltica, cristiano en su justificacin moral y romano en su pretensin de legitimidad universal.

    En un ensayo titulado: El Imperio como una regencia de Dios en la Tierra, el renombrado historiador austraco Friedrich Heer escribi: La misin del Imperio era ser el protagonista de Dios en la Tierra, cumplir sus propsitos aqu, proteger al cristianismo y la Iglesia y preservar la justicia de Dios y el orden divino del Universo en la Tierra. El Imperio terrenal era reflejo pasajero de la ciudad de Dios eterna... En los smbolos imperiales esta pretensin quedaba manifiesta ante todo el mundo: con la manzana imperial, llena de tierra de los cuatro rincones del mundo, el Emperador sostiene al mundo entero en su mano... El emperador denomin a la corona imperial la corona urbis et orbis [la corona de la urbe, Roma y del orbe, el mundo]; a s mismo se vea como el caput mundi y el dominator orbis et urbis [cabeza del mundo y gobernante del globo y de Roma].

    El Imperio resucitado de Otn dur casi 300 aos. Finalmente, con la muerte de Conrado IV en 1254, el Imperio qued tan desgarrado por faccio-nes rivales que se produjo un interregno [perodo sin emperador] de19 aos. Luego, en 1273 fue elegido emperador Rodolfo I, el primero de la familia de los Habsburgo que ascenda al trono imperial. El momento culminante de esta cuarta restauracin del viejo Imperium Romano fue la coronacin de Carlos V en 1530 en Boloa por parte del papa Clemente VII. Carlos V, des-cendiente de Rodolfo de Habsburgo rigi un imperio inmenso. De su madre Juana, hija de Fernando e Isabel, hered Espaa y todas las posesiones es-paolas en el Nuevo Mundo. De su padre hered los extensos dominios de los Habsburgo en Alemania, Italia y Europa Central.

    Despus de Carlos V, el poder de los Habsburgo se fue menguando. Para el siglo 18, el ttulo de Sacro Emperador Romano ya era bastante vaco. En la ltima dcada del siglo 18, toda Europa fue sacudida por la Revolu-cin Francesa y los acontecimientos que la siguieron. En Francia subi al poder un individuo de dotes excepcionales y de grandes ambiciones. Se llamaba Napolen Bonaparte y aspiraba a mucho ms que la presidencia de una Repblica Francesa o el trono de Francia. Su ambicin no era otra que la restauracin del Imperio Romano bajo su mando como Emperador. El historiador Will Durant observa que soaba con emular a Carlomagno y unificar a Europa Occidental.

    Napolen se consideraba sucesor de Csar y de Carlomagno. Mont un plebiscito, el cual gan por votacin de 3.572.329 contra 2.569. Se hizo proclamar emperador por el Senado de Francia el 18 de mayo de 1804 y

    La bestia del Apocalipsis

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    enseguida comenz negociaciones con el papa Po VII para que este fuera a Pars a consagrarlo como Emperador. Cumplidas las negociaciones, la coronacin se efectu el 2 de diciembre.

    Los Habsburgo de Austria fueron profundamente afectados por la presin diplomtica y militar de Napolen, especialmente por su adquisi-cin del ttulo imperial. Dos aos ms tarde, por instigacin de Napolen, 16 prncipes y sus estados se retiraron del Sacro Imperio Romano, formaron la Confederacin del Rin y le pidieron a Napolen que los tomara bajo su proteccin como parte de su Imperio. El siguiente mes, el 6 de agosto de 1806, Francisco II renunci a su ttulo, ahora sin ningn poder, de empera-dor del Sacro Imperio Romano. Ahora el Imperio Europeo de Napolen se extenda del Atlntico al ro Elba. Su Imperio renovado estaba constituido por Espaa, Francia, Holanda, Blgica, Alemania Occidental y finalmente toda Italia. Fue as como Napolen se convirti en la quinta cabeza del Im-perium Occidental, cuya primera restauracin fue la de Justiniano.

    Pero el Imperio de Napolen no estaba destinado a tener larga vida. Una coalicin encabezada por Inglaterra produjo su derrota y abdicacin en 1814, poniendo fin a un perodo de 1260 aos desde la restauracin imperial bajo Justiniano en el ao 554. Fue as como se cumplieron las profecas bblicas de Apocalipsis 13:3: La bestia que recibi una herida mortal, la herida sanada y su autoridad para actuar cuarenta y dos meses (42 me-ses de 30 das equivalen a 1.260 das). La abdicacin de Napolen seal el fin de una era. Segn las Escrituras, faltaban an dos intentos ms por revivir la gloria y grandeza de la Roma antigua.

    Las dos ltimas restauraciones:Una pasada y otra por venir

    Derrotado Napolen en 1814, Alemania e Italia permanecieron divi-didas e impotentes por medio siglo. Ambas estaban fraccionadas en estados pequeos y desgarradas por rias internas. Para 1871, Bismark haba logrado unir a toda la Alemania no habsburga bajo el Rey de Prusia, mientras Garibaldi unificaba toda Italia bajo el Rey norteo de Piamonte-Cerdea.

    La unin forjada por Garibaldi llevaba 50 aos cuando lleg al poder en esa Italia unida un hombre fuerte con la aspiracin de restaurar una vez ms la grandeza y la gloria de la Roma antigua.

    Se llamaba Benito Mussolini y lleg al poder encabezando su partido fascista en 1922. Los fascistas toman su nombre de las fasces de la Roma impe-rial: Un hacha envuelta en un haz de varillas, que significa unidad y autoridad. La llevaban los cnsules romanos como smbolo de su cargo.

    Desde 1870, cuando el ejrcito italiano del rey Vctor Manuel haba de-rrotado a los ejrcitos papales y capturado Roma, reinaba un ambiente tenso entre los pontfices y los nuevos gobernantes de la Italia recin unificada. Final-mente, en 1929, Mussolini firm con el Pontfice el Tratado de Letrn que es-tableci la soberana papal sobre la ciudad del Vaticano y convirti al gobierno de Mussolini en el primer gobierno italiano de la poca moderna que tuviera el reconocimiento oficial del Papa.

    Roma: Antigua y futura duea del mundo?

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    El concordato que se firm entre el papado y el gobierno de la Italia fas-cista fue el preludio del que fue firmado cuatro aos despus entre el Vaticano y el gobierno nazi de Alemania. La funcin del papado en el establecimiento tanto de Mussolini como de Hitler en el poder se narra en detalle en la obra titulada: El Papa de Hitler, la historia secreta de Po XII (John Cornwell).

    Deseoso de restaurar la gloria, Mussolini busc lugares para con-quistar. Etiopa, cuyos ejrcitos haban sacado en desbandada a los italianos de frica Oriental en 1896, pareca buen partido. Mussolini procedi a invadir Etiopa y Somalia, y en 1936 proclam con presuncin desde el palacio Venecia despus de 15 siglos, la reaparicin del Imperio en las colinas predestinadas de Roma. Luego procedi a hacer una alianza con Adolfo Hitler, gobernante de Alemania desde 1933, la cual dio origen al eje Roma-Berln de la Segunda Guerra Mundial. Este sexto intento por unir a Europa restaurando el concepto de la Roma imperial cay envuelto en llamas e ignominia en 1945.

    Despus de la Segunda Guerra Mundial, muchos pensaron y dijeron que los das de la grandeza de Europa haban fenecido. Las ciudades, los campos y las economas nacionales de todo el Continente estaban en ruinas, especialmen-te en Alemania. Para muchos, el comunismo era la ola del futuro en Europa. Al fin y al cabo, al terminar la guerra Stalin haba implantado rpidamente la bota rusa en toda la extensin de Europa que pudo ocupar. La idea de una Europa encabezada por Alemania y desempeando un papel importante en los asuntos mundiales era algo que, para la mayora de los observadores, jams podra vol-ver a suceder.

    Sin embargo, en 1957, transcurridos apenas 12 aos desde el final de la guerra, el Tratado de Roma dio comienzo a un Mercado Comn formado por Francia, Alemania Occidental, Italia, Blgica, Luxemburgo y Holanda. Este fue el antecesor directo de lo que hoy es la poderosa Unin Europea.

    Profecas para nuestros das y ms all

    Estar la Unin Europea preparando el camino hacia el futuro, para un sptimo y ltimo intento por resucitar el podero y esplendor de la Roma im-perial? Comparando Daniel 7 con Apocalipsis 13, se ve que los diez cuernos (reinos) surgieron del Imperio Romano, que es la sptima cabeza de la bestia. Los tres primeros cuernos (vndalos, hrulos y ostrogodos) fueron arranca-dos a instancias del Papa, cumpliendo as la profeca de Daniel 7:7-8, 23-25. Quedaban an los ltimos siete cuernos. Con respaldo del Papa se hicieron seis intentos por restaurar el Imperio de la Roma antigua. Estos llegaron y se fueron, y ahora son parte de los anales de la historia.

    La historia de las siete restauraciones (seis en el pasado y una en el futu-ro) tambin se narra en smbolos en Apocalipsis 17. Vemos aqu una bestia con siete cabezas y diez cuernos. Es diferente de la bestias en Daniel 7 y Apocalip-sis 13, pues sobre ella cabalga una mujer, smbolo de una entidad religiosa, que es un misterio: Babilonia la grande (17:5). En otras palabras, es una perpetua-cin de la antigua religin babilnica de los misterios, hecha grande y poderosa.

    Es claro que la bestia de siete cabezas en Apocalipsis17 es el Sacro Im-perio Romano, pues las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se

    La bestia del Apocalipsis

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    sienta la mujer (Apocalipsis 17:9). En el versculo 10 se identifican los siete montes como siete reyes o reinos. Las bestias presentadas en Daniel 7 y Apo-calipsis13 no llevaban encima a una mujer, pero la de Apocalipsis17 s. Esta, al igual que su antecesora, tiene 10 cuernos en la cabeza final. En Apocalipsis 17, los 10 cuernos representan 10 futuros gobernantes que entregarn colec-tivamente su poder y autoridad a la bestia, restauracin del Sacro Imperio Romano en los tiempos del fin. Esto ser en el futuro, pues los diez pelearn contra Cristo a su regreso (Apocalipsis 17: 12-14, 17).

    Esto nos trae de nuevo a la primera visin interpretada por Daniel: la imagen en Daniel 2 de las dos piernas de hierro terminadas en pies de hierro mezclado con barro cocido. Vimos que los diez dedos, cinco en cada pie, sern destruidos por Cristo a su regreso antes de establecer el Reino de Dios en la Tierra (Daniel 2:34-35, 42-44). Los diez dedos de Daniel 2 y los diez cuernos de Apocalipsis 17 son sinnimos: smbolos de diez gobernantes que darn su respaldo y lealtad colectiva a la sptima y ltima restauracin del Imperio Ro-mano.

    Las piernas de la imagen que vemos en Daniel 2 representan al Imperio Romano, dividido en Oriental y Occidental por el emperador Diocleciano en el ao 286 de nuestra era. La profeca bblica se concentra en la prolongacin del Imperio Occidental: la bestia sobre la cual cabalga la mujer. Pero Daniel 2 muestra que la pierna oriental tambin cumple un papel en la restauracin final. El Imperio Romano en el Oriente sigui con sus emperadores en Cons-tantinopla hasta 1453, cuando los turcos otomanos se apoderaron de la ciudad y mataron al ltimo emperador, Constantino XI.

    Pero esto no marc el final de la pierna Oriental. En 1472, 19 aos despus de la cada de Constantinopla, el Papa celebr la boda de Ivn el Grande, duque de Moscovia, con Zo, nieta y heredera del ltimo emperador oriental. La boda fue importante en el establecimiento de la pretensin de los gobernantes rusos como sucesores de los emperadores griegos y protectores del cristianismo ortodoxo. Ivn tom el ttulo de Tzar (o Zar), es decir Csar. Es as como el Imperio Romano se prolong en la historia como dos piernas. Dos individuos pretendan ser el sucesor de Csar. En la regin latina, germana, catlica del Occidente; el ttulo tomo la forma de Kiser. En la regin griega, eslava, ortodoxa; el ttulo fue Zar.

    Aquel que declara el fin desde el principio revela que un da los diez reyes (o gobernantes) que son sucesores de ambas piernas, tanto la oriental como la occidental, se unirn, formando la ltima resurreccin del Imperio Ro-mano y encarnacin final de Babilonia.

    Hay algunas malas noticias para el futuro. Los diez gobernantes finales darn su apoyo a una futura unin de iglesia y estado en Europa, la cual aspirar al dominio mundial. En palabras de Johannes Haller, conocido historiador ale-mn fallecido en 1947: En la memoria del pueblo alemn, el antiguo Imperio [el Sacro Imperio Romano] perdura como una poca de grandeza y esplendor que algn da tendr que revivir (La poca ms grande del pueblo alemn, 1944).

    Luego de un interludio de paz y prosperidad aparentes, este sistema arrastrar al mundo entero a una pesadilla infernal. Si Dios no interviniere en-

    Roma: Antigua y futura duea del mundo?

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    La bestia del Apocalipsis

    viando a Jesucristo de regreso a la Tierra, el resultado sera la destruccin total. No quedara vida en el planeta (Mateo 24:21-22, 29-30).

    Pero ms all de las malas noticias, hay buenas noticias. Realmente son las mejores que puede haber. En los das de aquella unin final de gobernantes europeos, el Dios del Cielo levantar un Reino que no ser jams destruido. Permanecer para siempre (Daniel 2:44).

    Captulo 4

    La misteriosa marca de la bestia

    Muy pocos temas profticos han suscitado ms conjeturas y especulacin que la marca de la bestia. Adems de una marca, Apocalipsis 13 tambin menciona una imagen de la bestia as como el misterioso nmero de su nombre... Y su nmero es seiscientos sesenta y seis. Qu significan estos smbolos enigmticos?

    Antes de examinar el nmero, la imagen y la marca; reflexionemos sobre lo que hemos establecido hasta aqu. La bestia de los ltimos das est claramente identificada en la Biblia como la sucesora moderna del antiguo Imperio de Babilonia. El profeta Daniel identific cuatro reinos sucesivos: Babilonia, Persia, Grecia y Roma. El cuarto reino, o sea Roma, haba de prolongarse con siete restauraciones hasta el regreso del Mesas, cuando el Dios del Cielo destruir al Imperio Romano final y establecer un Reino de duracin eterna.

    Como el Imperio Romano es la bestia descrita por Juan en Apocalipsis 13 y Apocalipsis 17, su marca es una marca o seal indicativa de dicho imperio. La imagen de la bestia tiene que ser algo que siga el modelo del Imperio Romano.

    Antes de seguir adelante, notemos que Apocalipsis 13 menciona una segunda bestia de origen no celestial sino terrenal (v. 11). Su fachada es la de una entidad cristiana, y busca identificarse con Cristo, el Cordero de Dios (ver Juan 1:29), pero recibe su poder del diablo, el dragn, la serpiente antigua (Apocalipsis 12:9). En las profecas, un cuerno es indicativo de so-berana o autoridad, y esta fiera est dotada de dos cuernos. Apocalipsis 13:12 revela que ella insiste en que todos den su lealtad al Sacro Imperio Romano, la bestia cuya herida mortal fue sanada (v.12). La segunda bestia hace gran-des milagros, con los cuales engaar a la humanidad (vs.13-14). En Mateo 24:24 Cristo profetiz la aparicin de falsos Cristos que lograrn embaucar a todos, excepto a los elegidos.

    Hubo alguna institucin, histricamente, que deca representar a Cristo [como un cordero] (Apocalipsis 13:11) y que ejerca el dominio so-bre el pueblo por medio de milagros? (v. 14). Una institucin que cambi las leyes de Dios (Daniel 7:24-25) y que insista en que sus adeptos entrega-ran su lealtad al Sacro Imperio Romano? Durante todo el perodo medieval, la Iglesia de Roma hizo precisamente esto!

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    La misteriosa marca de la bestia

    Por qu los dos cuernos? La Iglesia de Roma es a la vez un gobierno eclesistico y civil. El Papa es a la vez un lder religioso y el jefe de un esta-do civil. La profeca bblica muestra que la unin iglesia-estado de la Edad Media fue antecesora de sucesos que ocurrirn en mucho mayor grado en los tiempos del fin.

    La marca misteriosa

    Cul podr ser la marca o seal del Imperio Romano? Sea lo que fuere, en pocos aos se impondr como requisito para todos los que vayan a participar en el sistema econmico de Babilonia la grande (Apocalipsis 13:17). Por sus acciones, quienes la acepten traern sobre s toda la ira divina (Apocalipsis 14:9-10). Sea lo que sea esta seal, ha existido desde hace siglos porque todos los mrtires justos la han rechazado (Apocalipsis 20:4). Descri-biendo la interaccin de la Iglesia de Roma y el Sacro Imperio Romano del Medioevo, Apocalipsis 13 deja en claro que la marca, la imagen y el nmero del nombre de la bestia existan durante la Edad Media como precedentes de hechos que ocurrirn en el tiempo del fin.

    En aos pasados, se han planteado muchas sugerencias e intentos por identificar la marca. Por all en los aos treinta, algunos quisieron relacionar-la con las tarjetas de Seguridad Social exigidas por la administracin del pre-sidente Roosevelt en los Estados Unidos. Otros han visto implicaciones si-niestras en los cdigos de barras que se descifran con lectores en los cajeros. Aun otros han sospechado de las tarjetas bancarias para el cajero automtico y de otras novedades tecnolgicas. Muchos creen que un da se va a implantar en los ciudadanos incautos algn tipo de tatuaje o chip de computador oculto. Si no observamos con cuidado todo lo que revela la Biblia sobre este tema, no podremos entender claramente.

    Apocalipsis 14:10 revela que la ira de Dios se derramar sobre quienes reciben la marca de la bestia. Veamos la enseanza clara del apstol Pablo respecto de los que reciben la ira divina. Colosenses 3:6 nos dice que la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, la marca de la bestia es una marca de desobediencia a Dios. Seala a quienes rehsan guar-dar sus mandamientos pese a la predicacin de los dos testigos y pese a la advertencia final dada por un ngel de Dios (Apocalipsis 14:9).

    La marca de la bestia se revela claramente como una marca de desobediencia a Dios y sus leyes. Revela la Biblia que hay alguna seal contraria, una de obediencia que identifique al verdadero pueblo de Dios? Leamos xodo 31:13-17. Aqu Dios le declar a la antigua Israel que sus sbados eran una seal entre l y su pueblo para siempre! El sbado es el mandamiento prueba que identifica al verdadero Dios de la creacin y a las personas que obedecen sus mandamientos y sus leyes.

    Apocalipsis 13 explica que la marca de la bestia, que es seal de des-obediencia a Dios, se recibe en la mano y en la frente. De igual manera, la obediencia a la ley de Dios tambin se lleva en la mano y en la frente. Veamos Deuteronomio 6: Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que el Eterno vuestro Dios mand que os ensease, para que los pongis

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    La bestia del Apocalipsispor obra en la tierra a la cual pasis vosotros para tomarla; para que temas al Eterno tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos... Y las atars como una seal en tu mano, y estarn como frontales entre tus ojos (vs. 1-2, 8). La mano es smbolo de las acciones y la frente es la sede del intelecto. La obediencia a Dios tiene que ver con las acciones (la mano) y la voluntad (la frente).

    La marca de la bestia es una seal de desobediencia a Dios. Implica no solamente el rechazo a la seal divina de obediencia, el sbado, sino tambin la aceptacin de una seal o marca falsificada. Esta seal es en realidad una marca derivada de Babilonia y Roma. Hay una seal semejante que haya llegado hasta los tiempos modernos?

    El culto al Sol: antigua falsificacin satnica

    En la antigua Babilonia los reyes hacan de sumos sacerdotes del Sol, Bel-Marduk. Tomar la mano de Bel-Marduk era una parte de la ceremonia de consagracin como rey en Asiria y Babilonia (Religin asiria y babilni-ca, Enciclopedia britnica, ed. 11). La celebracin del solsticio de invierno alrededor del 25 de diciembre era considerada el natalicio del Sol y era una fiesta importante, que se asociaba con el intercambio de regalos y el sagrado rbol siempre vivo.

    El culto pagano al Sol se encontraba no solamente en Babilonia sino tambin en cada uno de los sucesores de esa civilizacin, primero Persia y luego el mundo helenista y Roma. En los perodos de las cuatro bestias de Daniel, el culto al Sol haba adquirido una posicin destacada como religin imperial.

    Persia fue el primer sucesor de Babilonia. La antigua religin persa giraba en torno al culto a Mitra, Dios de la luz. Luego, por influencia de Babilonia, Mitra lleg a identificarse con el dios babilnico del Sol. Los grie-gos de Asia Menor identificaron a Mitra con su propio dios solar, Helios, y contribuyeron a la propagacin del culto al Sol en el Occidente. Alejandro Magno viaj a Egipto, al templo de Amn-Ra, para que all los sacerdotes lo proclamaran el hijo del dios Sol. Y Roma? Mitra, identificado con el Sol Invicto en Roma, se convirti as en el dador de autoridad y victoria a la casa imperial (Mitra, Enciclopedia britnica, ed. 11). El Diccionario clsico de Lempriere afirma que Sol, el dios solar de Roma, se adoraba como el Baal o Bel de los caldeos [babilonios]. El Imperio Romano adopt de sus antecesores el culto al Sol y sus smbolos, y los transmiti a todo el mundo occidental!

    En la actual Siria hay una aldea rabe diminuta llamada Baalbek. All se encuentran las ruinas de dos templos majestuosos, antao el orgullo de Helipolis, la ciudad del Sol grecorromana. Veamos la explicacin del his-toriador Will Durant: Augusto plant all una pequea colonia, y el pueblito creci como sede sagrada del Dios Sol Baal... Bajo Antonino Po y sus su-cesores, arquitectos e ingenieros romanos, griegos y sirios edificaron, en el local de un antiguo templo fenicio a Baal, un imponente santuario a Jpiter Heliopolitanus. Fue as como el Jpiter romano lleg a identificarse con

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    La misteriosa marca de la bestiaBaal, el antiguo dios del Sol.

    Otro gran centro de culto solar era el templo en Helipolis, en Egipto, donde se levantaba un gran obelisco consagrado al Sol. Alrededor del ao 40 dc el emperador romano Calgula hizo transportar el obelisco de Egipto a Roma, donde lo hizo erigir en su circo en el monte del Vaticano. En 1586, por orden del papa Sixto V, el antiguo obelisco, que mide 25 metros de alto y pesa 320 toneladas, se transport una corta distancia hasta su lugar actual. Con el esfuerzo de 800 trabajadores, 160 caballos y 45 cabrestantes; el obelisco se centr exactamente delante de la entrada de la catedral de San Pedro, donde sigue hasta el da de hoy.

    En Roma, antes del perodo de los emperadores, hubo un culto dedi-cado al dios Sol. La obra Religiones mundiales desde tiempos antiguos hasta el presente, de Parrinder, examina el avance del culto solar como la religin de Roma:

    Era natural que al trasladarse hacia el Oriente el centro de gravedad del Imperio Romano fuera aumentando el poder del culto al Sol. Ya era fuerte en la propaganda imperial; la casa Dorada de Nern era habitacin apropiada para la encarnacin del Sol, y An-tonio le renda especial honra al Sol. Bajo la dinasta de los Severo el culto al Sol lleg a ser predominante; el dios Sol se pintaba con la barba caracterstica de Severo, y el emperador asumi el ttulo Invictvs (Invicto), que era el epteto peculiar del Sol... El Sol era un extraordinario smbolo unificador y un punto de convergencia para todo el Imperio... En el ao 274 dc, Aureliano estableci al dios Sol como el dios supremo del Imperio Romano.

    Aureliano, emperador del 270 al 282 dc, atribua el caos moral y po-ltico de Roma en el siglo tercero en gran parte al fraccionamiento religioso. Quiso unir a todo el Imperio en el culto al dios Sol y al Emperador como vicario de esa deidad en la Tierra. Edific en Roma un resplandeciente templo al Sol en el cual esperaba que se fundieran el Baal de Emesa y el dios del mi-trasmo. Aureliano avanz aquella orientalizacin de la monarqua que haba comenzado con Elagbalo y se completara con Diocleciano y Constantino.

    Constantino, considerado el primer emperador cristiano de Roma, era devoto del dios Sol. De hecho, el cristianismo del emperador Constantino era ambiguo. Su familia, por tradicin, deba lealtad al dios Sol; la famosa vi-sin de la cruz que tuvo el emperador al marchar sobre Roma le vino del Sol. El Sol sigui figurando en sus monedas durante todo el decenio, as como en su arco en Roma; su propia estatua en Constantinopla llevaba la corona de rayos del dios Sol. En el primer siglo, la semana planetaria de siete das estaba ganando popularidad en Roma. La semana de siete das en s tuvo su origen en la creacin (Gnesis 1), y los judos conservaron el conocimiento del ciclo semanal correcto. Pero en Babilonia cada uno de los siete das de la semana se asoci con aquello que los antiguos llamaban los siete planetas: el Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Jpiter, Venus y Saturno. Esto es significativo porque prepara el escenario para una proclama imperial que dej su sello

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    La bestia del Apocalipsisindeleble en el mundo de la cristiandad: una seal, o marca, derivada del antiguo culto al Sol.

    La Enciclopedia britnica anota: El primer reconocimiento de la ob-servancia del da domingo como un deber legal es una constitucin de Cons-tantino del ao 321 dc, la cual dispona que todos los tribunales de justicia, los habitantes de las ciudades y los talleres haban de descansar el domingo (venerabili die Solis) (Domingo, ed. 11).

    Al emplear la expresin latina que se traduce como venerable da del Sol, Constantino identific al primer da de la semana con el da dedicado desde tiempos antiguos al dios Sol. Mediante el decreto de un emperador romano, una marca de la antigua Babilonia, a saber: El culto solar qued es-tampada a la fuerza en los habitantes del Imperio Romano. Esa marca, junto con otros smbolos del culto al Sol, continu en tiempos medievales y ha persistido hasta la poca moderna.

    La imagen de la bestia

    Hemos visto que la segunda bestia mencionada en Apocalipsis 13 es nada menos que la Iglesia de Roma, mientras que la primera bestia mencio-nada es el Imperio Romano. La Iglesia de Roma, o sea la segunda bestia, dio rdenes de hacer una imagen de la primera bestia. Qu es una imagen? Es una copia, modelo, representacin o contraparte. Por lo tanto, la imagen de la bestia es una contraparte del antiguo Imperio Romano, algo que sigui el modelo del Reino o gobierno romano pagano. Veamos la afirmacin muy clara del historiador y hombre de estado ingls James Bryce, quien dice que el sistema papal en s, sigui el modelo del imperio antiguo.

    Apocalipsis 13 dice que la iglesia falsa, es decir la segunda bestia, in-siste en que todos los ciudadanos entreguen su lealtad y devocin (adoracin) a la imagen, que es la estructura organizacional religiosa que imita al Imperio Romano. A quienes rehsen, los hace matar (Apocalipsis 13:15). Durante el Medioevo, la Iglesia no era la que consumaba el castigo, sino que declaraba herejes a quienes rehusaran someterse al sistema. Los que eran declarados anatema de la Iglesia se consideraban enemigos del estado, y de ellos se en-cargaba el gobierno civil.

    El Imperio Romano del primer siglo era autoritario. Sin embargo, mu-chos desconocen que las elecciones para muchos cargos eran una prctica que se cumpla y se aceptaba. Incluso el emperador era elegido, supuesta-mente por el Senado, aunque ms comnmente por la guardia del pretorio o por el ejrcito.

    Algunos de los ancianos a quienes Pablo amonest (Hechos 20:30), se convirtieron ms tarde en cabecillas para engaar al pueblo de Dios, ha-cindolo seguir el patrn de los municipios romanos y haciendo reuniones eclesisticas pblicas con los funcionarios elegidos. Veamos las afirmaciones del historiador Arthur Boak: Estos municipios seguan el mismo patrn de Roma, si bien ciertos ttulos, como los de cnsul y Senado, se reservaban para la ciudad capital... Todos los funcionarios se elegan por voto popular. El doctor Boak prosigue: Mientras en Roma y los municipios las clases

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    La misteriosa marca de la bestiams bajas gozaban de escasa oportunidad de participar en la actividad pol-tica, tenan su recompensa en la vida social de sus gremios o colegios... As surgieron colegios profesionales, religiosos y funerarios. Su organizacin se-gua el patrn de los municipios. Refirindose al desarrollo de la incipiente Iglesia Catlica Romana, el doctor Boak agrega: En su organizacin, estas comunidades eran del mismo tipo general, semejantes a los collegia religio-sos romanos.

    En las congregaciones creca cada vez ms el nmero de inconver-sos que queran voz y voto. Escogan maestros, los cuales confirmaban las elecciones y daban gusto a sus oyentes con enseanzas que los iban arrastran-do de vuelta hacia las viejas costumbres paganas del mundo que los rodea-ba. En su ltima carta a Timoteo, el apstol Pablo profetiz estos hechos de un modo muy directo: Vendr tiempo cuando no sufrirn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, se amontonarn maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas (2 Timoteo 4:3-4).

    El historiador Edward Gibbon escribi: Pronto el orden de las delibe-raciones pblicas introdujo el cargo de presidente, dotado por lo menos con la autoridad de reunir el sentir de la asamblea y ejecutar sus resoluciones. Gib-bon describe asimismo los tiempos que siguieron al reinado de Constantino:

    La silla episcopal se solicitaba, especialmente en las ciuda-des grandes y opulentas del Imperio, como una dignidad no espiri-tual sino temporal. Los grandes intereses, las pasiones de egocen-trismo y enojo, las artes de la perfidia y el disimulo, la corrupcin secreta, la violencia abierta y aun cruenta, que fueron la vergenza de las elecciones libres en los estados de Grecia y Roma, influan con lamentable frecuencia la eleccin de los sucesores de los aps-toles.

    Con las instituciones y prcticas del Imperio Romano como su mo-delo, los hombres idearon una estructura gubernamental para la Iglesia. La bsqueda de la voluntad divina dio paso a las maniobras polticas. La palabra clara de Dios, que ofreca correccin y reproche, se reemplaz por ensean-zas atractivas y tranquilizantes.

    El problema con la Iglesia de Roma fue que reemplaz el gobierno de Dios por una estructura poltica humana. En el gobierno de Dios, los ancianos deben ser nombrados, con base en sus frutos, por aquellos que Cristo ya ha puesto como lderes en su Iglesia (Tito 1:5-9). El gobierno de Dios se basa en su ley divina, y Dios lo valida conforme a los frutos positivos que d (Mateo 7:15-23; ver Nmeros 17:7-10).

    La Iglesia de Roma se desarroll siguiendo el modelo del antiguo Im-perio Romano, del cual deriv su estructura. Se exiga la adhesin idoltrica a la estructura organizacional aunque esta pretendiera cambiar los tiempos y la ley (ver Daniel 7:25). En su gobierno Dios indica claramente, por medio de los frutos, dnde est dirigiendo y nosotros nos sometemos a los lderes humanos siempre y cuando estn siguiendo a Cristo (1 Corintios 11:1).

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    La bestia del Apocalipsis

    El nmero de su nombre

    Qu podemos saber sobre del misterioso nmero seiscientos sesenta y seis? Son muchas las soluciones ingeniosas ideadas para atribuir ese nme-ro a ciertos individuos; pero, a qu se refiere la Biblia cuando dice que este es el nmero de un hombre?

    Antes de que el mundo occidental adoptara la numeracin rabe en el siglo 13, las letras del alfabeto servan tambin de nmeros. As, los nombres podan tener un valor numrico. La mayora conocemos los nmeros roma-nos, en el cual las letras del alfabeto latino tienen un significado numrico. En este sistema, I=1, V=5, X=10 y as sucesivamente. La Biblia se escribi en hebreo y en griego, dos idiomas que tienen un sistema similar.

    La primera solucin propuesta al significado de 666 es la que se atribu-ye por tradicin a Policarpo, discpulo del mismo apstol Juan, quien redact el Apocalipsis. Esta tradicin se ha preservado en los escritos de Ireneo, que datan del segundo siglo. El nmero 666 est contenido en las letras griegas de Lateinos (L=30, A=1, T=300, E=5, I=10, N=50, O= 70, S=200). Lateinos es un trmino griego que se refiere a los romanos. Es interesante notar que la expresin griega para el reino latino (h Latina Basileia) tambin tiene el valor numrico 666. Los autores griegos solan referirse as al Imperio Ro-mano. El libro del Apocalipsis se escribi originalmente en griego, pues se diriga a las iglesias de habla griega en Asia Menor.

    Otra explicacin interesante se refiere al nombre del emperador Nern, quien muri unos 25 aos antes de que Juan escribiera el Apocalipsis. Aunque Nern ya haba fallecido, su gobierno fue simblico del sistema romano de los tiempos del fin. Lleg al poder prometiendo reformas constitucionales y un regreso a la edad de oro de Augusto, pero una vez en el poder, se mostr cada vez ms cruel y dspota. Dentro de un ambiente de intrigas y conspira-ciones, abus del poder y fue el responsable de la primera persecucin oficial de los cristianos por parte del Estado romano. Durante su reinado la mayora de los apstoles, entre ellos Pedro y Pablo, sufrieron el martirio. Su nombre en griego se escribe Neron Kaesar (Nern Csar). Al escribir la forma griega del nombre con caracteres hebreos, su valor numrico suma 666.

    El fundador de Roma fue Rmulo, de cuyo nombre se derivan Roma y romano. El nombre latino Romvlvs se escribe en hebreo como Romiith. En el idioma hebreo esto tambin da 666 (resh=200, vau=6, mem=40, yod=10, yod=10, tau=400). Vemos, pues, que en los dos idiomas de la Biblia, el griego y el hebreo, el reino que surgi en Roma lleva estampado el nmero 666.

    Los prximos aos traern la sptima y ltima restauracin del Sacro Imperio Romano. Con toda probabilidad el nombre, o quizs un ttulo es-pecial del dirigente final de dicho imperio, tendr un significado numrico especial. No obstante, es importante comprender que el sistema romano ya est sellado con el nmero 666. Ese sistema, con su versin resucitada en el tiempo del fin, se ha identificado como la bestia.

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    Pasado y futuro de dos ciudades

    Captulo 5

    Pasado y futuro de dos ciudades

    La historia de dos ciudades, que presentan entre s un contraste radical, es un hilo que corre por toda la Biblia de principio a fin. Gnesis 10 nos presenta a Babilonia, o Babel, ciudad edificada por Nimrod. En Gnesis 11 conocemos a Abraham, hombre nacido en Ur de los caldeos, que era una ciudad vecina y formaba parte del Reino de Babilonia. Gnesis 12 narra la salida de Abraham de esa zona de Babi-lonia por orden de Dios. En Gnesis 14 Abraham llega a Jerusaln, cuyo nombre anterior era simplemente Salem, para encontrarse con Melquisedec, sacerdote del Dios Altsimo, quien bendijo a Abraham y tambin recibi el diezmo de l.

    En el ltimo libro de la Biblia volvemos a leer sobre Babilonia. Apoca-lipsis 18 habla de Babilonia la Grande y de su destruccin final y total. Hoy al pueblo de Dios se le dice lo mismo que se le dijo a Abraham: Salid de ella, pueblo mo (Apocalipsis 18:4). En Apocalipsis 21 se describe el descenso a la Tierra de la Nueva Jerusaln (v. 2), cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10).

    Babilonia y Jerusaln son dos ciudades antiguas que representan dos sistemas de gobierno y de vida totalmente opuestos. El primero se deriva de Nimrod, el primer tirano despus del diluvio, quien se rebel contra Dios y sus leyes. Nimrod introdujo un sistema de gobierno humano tirnico y busc formar un gobierno mundial al modo del diablo. Histricamente, Babilonia es la falsificacin y alternativa al Reino de Dios.

    Babilonia tuvo un largo perodo de altibajos en los siglos que siguieron a la intervencin de Dios en la torre de Babel. Finalmente, en el siglo 7 ac, la capital asiria de Nnive cay ante los invasores y Babilonia recuper su posicin como ciudad principal de Mesopotamia. Nabucodonosor ascendi al trono y lanz una campaa de expansin que le dio a Babilonia el dominio sobre todo el Oriente Medio. Entre sus conquistas se contaba Jud con su ca-pital Jerusaln. Alrededor del ao 586 ac, sus ejrcitos invasores destruyeron Jerusaln y el templo de Dios all situado. Casi 20 aos antes haban llegado cautivos a Babilonia varios jvenes judos, entre ellos Daniel.

    La vspera de la Fiesta de Trompetas en el ao 539 ac, 66 aos despus de iniciado el reinado de Nabucodonosor, Daniel se hallaba de pie en la gran sala de banquetes. Ante los comensales silenciosos lea la escritura en la pared para uno de los sucesores de Nabucodonosor, Belsasar. Babilonia fue pesada en la balanza, dijo, se hall que no pesaba lo que deba pesar, y esa misma noche dara lugar a un reino sucesor.

    La ciudad de Babilonia cay, y despus de siglos se convirti en un lugar desolado y deshabitado, pero el sistema que comenz all no termin. Persisti en sus sucesores, tal como lo haba predicho Daniel siglos antes.

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    La bestia del ApocalipsisGnesis 10:10 explica que el comienzo del reinado de Nimrod fue

    Babel. Y en los aos que se avecinan, est destinada a surgir de nuevo la encarnacin de ese antiguo Reino para los ltimos das. La antigua ciudad edificada por Nimrod qued reducida a polvo y ruinas, pero el sistema de gobierno, religin y economa que all comenz; ha perdurado. A la Babilonia antigua la sucedi una Babilonia moderna, que el profeta Isaas llama la hija de Babilonia (Isaas 47:1).

    Qu nos depara el futuro?

    El nuestro es un mundo turbulento. Hay temor y aprehensin respecto del futuro. Por una parte, la ciencia y la tecnologa prometen un mundo de prosperidad deslumbrante, pero por otra parte, el espectro de la guerra nu-clear y del terrorismo qumico y biolgico amenazan la existencia misma del mundo. En respuesta a esta crisis va a surgir en Europa un gran caudillo. Este formar una alianza de iglesia y estado la cual ofrecer seguridad y prosperi-dad a un mundo desesperado.

    Valindose de intrigas y engaos, inducir a diez lderes europeos, re-presentantes de los sucesores del Imperio Romano en sus partes Oriental y Occidental, a unirse temporalmente y entregarle su poder como lder. Tal como vimos en los aos treinta, cuando los ciudadanos teman seriamente por su futuro, estuvieron dispuestos a entregar su libertad a cambio de seguridad.

    Vendr entonces un perodo de paz y prosperidad. Un enorme comple-jo comercial internacional parecer ofrecer ganancias increbles a una serie de carteles internacionales. Ms tarde, en respuesta a graves crisis con el Oriente Medio y las naciones de habla inglesa, el caudillo actuar con veloci-dad de relmpago y determinacin de hierro. Anulando un tratado celebrado antes con el Estado judo, sus ejrcitos arrollarn a Jerusaln y tomarn cau-tiva media ciudad (Zacaras 14:2). Al mismo tiempo, se lanzar un ataque de fuerza arrolladora contra los Estados Unidos, Inglaterra, Canad y otras na-ciones. Para detalles sobre las profecas acerca de este suceso, solicite nuestro folleto gratuito titulado Estados Unidos y Gran Bretaa en profeca.

    La manifestacin final de Babilonia prometer lo mismo que prometi Nimrod a la familia humana en la torre de Babel: unidad, seguridad y prospe-ridad. Lo mismo que prometieron, a su vez, Nabucodonosor, Ciro, Alejandro Magno y Csar Augusto.

    A la intensificacin de los problemas asociados con el fraccionamien-to mundial, se responder con la estratagema de imponer unidad poltica y religiosa en todo el mundo. Es posible que la futura superpotencia europea se apropie de instituciones mundiales para valerse de ellas como estructura poltica para sus propios fines. Si bien veremos hechos importantes en la esfera poltica, es en la religiosa donde habr sucesos sin precedentes en los tiempos modernos. La religin se ver como un elemento clave para producir la identidad comn que se requiere para que haya unidad poltica.

    Para entonces, millones de seres en el planeta se habrn dejado arre-batar por un frenes religioso, alimentado por un lder carismtico, quien har lo que en apariencia sern grandes seales y prodigios. Deseosos de sentirse

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    Pasado y futuro de dos ciudadesbien, ms que de seguir doctrinas correctas, respondern a la falsa promesa de que este lder estar dando comienzo a una edad de oro.

    Como piedra angular de la paz y la seguridad mundiales se habr crea-do un poderoso aparato militar comandado por la superpotencia europea. Se aplicarn tecnologas modernas para formar un estado policial que Hitler y Stalin escasamente habran podido soar. Los pueblos aceptarn estas me-didas, aunque excesivas, como el precio por deshacerse del terrorismo y la criminalidad violenta.

    Al principio, el sistema descrito traer un auge en la economa mun-dial. Un complejo comercial mundial, profetizado en Ezequiel 27 y Apoca-lipsis 18, se aplaudir como la clave de la prosperidad universal. Quienes lleven las riendas del sistema disfrutarn por algn tiempo de riquezas sin paralelo.

    Pese a todo eso, lo