L A A V I F A U N A D E B A L E A R E S . E S T U D I O C O M P A R A T I V O

por K. E MOREAU Edward Grey Institute, Oxford

Aunque durante los últinios treiiita años se ha fijado mucho la atención en las aves de las Islas Baleares y últimamente se ha avivado el níimero de pul~licaciones dedicadas al tema. no parece que nadie-excepto Jordans hace muclio tiempo-Iraya intentado hacer un análisis de la avifauiia qlie iiidifica e11 las Islas. La re- ciente ~Biogeografia de las Baleares)) (G. Colom, 39.57) carece de valor ornitológico : su autor es un geólogo que nada nuevo aporta en lo qne a Aves se refiere, a iio ser uii panorama desoriei?- tador y falto de todo sentido critico.

El presente trabajo es. en primer lugar, una contribuciOn al es- tudio de las üvifauiias iiisulares; secundariamente ~ i e n e a poner de manifiesto el muclio campo de estudio oriiitol6gico eleiiiental que aún queda por trillar en las Baleares, y tampoco deja de seiialar cierto número de errores qiie, al parecer, contienen to- davía los más recientes trabajos so l~re ornitología del Medite- rráneo Occideiital.

Cuatro so11 !as Islas Baleares mayores :

Mallorca, coi1 3.400 kilómetros cuadrados de exteiisióii, re- corrida a lo largo de su borde K'W. por una espectacular cordi- llera que culmina a 1.445 metros y ]le\-a siis lomos priiicipales pa- iaielos y a iiiios nilere kilóinetros de In lima prhximn de costa.

Mallorca. con 700 kilómetros cuadrados. de relieve eii gran parte suave o alomado, y cuyos montes culmiiiaii ;i solo 175 me- tros de. altitud.

Ibiza, con 580 kilómetros cuadrados, tarnl~iéii poco montuosa, cota máxima n 9.58 m. s. m.

Y Formentera, con unos 100 kil6inetros cuadrados y que ape- nas levanta 100 metros sol>re el mar (cota ciilininante 192n1etros).

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Ibiza es la más occideiital. Dista de la I'enii~siila I k r i c a unos noventa kilóinetros. Formentera parece ser mero apCndice de Ibi- za, extrangulado en tiempos recientes, pues el estrecho que las separa no tiene más <le veinte kil6metros y está bastante surtido de islotes residuales. lbiza y Formentera constituyen las Pitiusas, mientras que Mallorca y Menorca son las Balearse propiamente dichas. iMallorca dista de las Pitiusas unos noventa kilómetros e n direccitn NE. y está separada de éstas por un profuildo brazo (¡e mar : Menorc;~ se halla cincuenta kilómetros mi:; allá ilel pun- to inás cercano de Mallorca. Segun Colom (1957), la geología de- muestra que hasta el Plioceno Superior, todas las Islas Baleares estaban rnglobadar en iin saliente de tierra que se proyectaba des- de el Cabo de la Nao (en la Península), pero separadas ya en- tonces de Corcega y Cerdefia. Al. final del Plioceno tuvo lugar ux i primcra ruptura entre Ibiza y Mallorca, completándose la scparaciím de Mallorca, Menorca y Pitiiisas, respectivamente, durante el Pleistoceno, antes de que Córcega y Cerdeña se des- ligiiran de la Pviiinsula ,Apenina.

L a Iliivia anual de Baleares no suele exceder de lcs 100 mi- límetros, siendo algo mayor en niveles altos de Mallorca. For- mentera parece la irlis seca de 1:is cuatro islas. pero por razones geolúgic~s y fisiográficas más que climáticas. Todas las islas conservan aún algunas manclias de bosque formado esencial- mente por el Pino de Alepo (I7i??us 17,oleprnsis). En las islas ma- yores existen todavía alguna formaciones a base de Encina (Quer - rus ile.cj y Acebuche ii Olivo silvestre (Olen e . sylvestris) . Los tres árholes citados son indígenas. Con los hosqiies alternan áreas, cada vez más redilcidas. de matorrales o <rniaquisn formados a base <le Roiniro IRosmari+zus), 1.entiscos (T'istncio), Brezos (Erirai y otras milchas especies. Los cereales se cultivan a gran escal2 en todas las Islas, siendo miiy característica 1s parcelación de la campifia en i~iiiltiples pequeños predios delimitados por cer- cas de piedra. En la campiña balear alternan constantemente los cereales con Pos huertos de olivos, almendros, algarrobos y otrus árboles frrit;ilec tipicos de la región mediterráilea. Lrs pequeños ríos y arroyos de todas las Islas se secan en veraiio-salvo rara ex- cepción-, y hoy- di;i apenas existen otros marjales o lagiinas que la de la Albufera de Mallorca. Eii todas las islas. excepto Menorca, hay ,grande.. salinas, pero éstas se ven demasiado tran- sitadas ? por ello iio permiten la pacifica reprodiicción de aves 2cuáticas

Como por todas irt te s. los 11;ihitats ha11 siclo destrozados o

niodificados por el hombre en tiempos recientes. Ya se quejb de esto Munn en 1939; el proceso de aclareo, drenaje y construc- ción de 'edificios se ha acentuado lamentablemente durante los Ultimos diez aííos, paralelam8ante al aumento que sufre el turis- mo de extranjeros (cf. Tato Cumming, 1957). E l sumario del ar- ticulo de Westernhagen l(1957) parece contradecir nuestras aseve- raciones al sefíalar varias especies de aves que durante los últimos. treinta años vienen aumentando en Mallorca ; sin embargo, la lectura detenida del texto del mismo artículo permite concluir que ninguno *de los aumentos entraña un significado real. Tam- bién parece que han disminuido mucho los habitats de aves acuá- ticas en Mallorca, isla donde nunca debieron ser extensos (1)

No resulta fácil hacer [listas, compara~tivas con las especies que crian en cada una de las Islas Baleares. A tal fin, hemos. basado nuestro trabajo, ante todo, en las obras de Jordans (1928). y Munn (1931), completadas y consilderadas críticamente a la luz de otra bib1,iografía importante (2) . Los citados autores alcan-

(1) Un precedente a la orilitol~ogia menorquina eilcotltramos en la obra de Armstrong (1796)~. Nos 11a parecido oportuno añadir un Apéndice acerca de1 contenido #de esta obra, aunque carece la misma de va~lor+ científico. Menorca ha "

sido algo relegada modernamente en cuanto a estudio ornitológico.

(2) Las áreas de cría en los mapas de la «Field Guide)) de Peterson, Mount- fort y Hollom dejan mucho que desear en cuanto a Mediterráneo occidental. La reciente edición española 11a corregido bastantes de dichos mapas con re- ferencia sol>re todo a la Península, pero aún se notan en dicha edición algunos detalles inexactos para ,Baleares que, en parte se explican por la dificulta'd de detallar en tan pequeña escala un detalle riguroso de distribución geográfica- Creemos que deben rectificarse los siguientes mapas de la edilción española: Gyps falvus, Rz~teo buteo, '4 ccipitev nisus, Recuwirostra avosetta, Triizga io- tanus, Otis tetrax, Sylvia co~~spicillata, 'Oelzantlze leucura, Oe~~antlze hispanica, Paqzurus biwrniclds, y para Mallorca aunque no para Pitiusas 'Oenantlze oenantlze. En el Prontuario cle F. Bernis el status de todas estas especids -contra flo

expresado por los mapas de la «Gaide))- parece correcto, pues ninguna de ellas es citada como nidificadora segura del Archipiélago, a no ser Trilzgn totanus y Oena~l~tlze leucura. Segíin Bernis (in litt.) la bibliografía por él con- sultada recoge sin duda indicios cle que T. total?z~s pueda criar en Mallorlca, aunque falten todavía datos coiicretos de ello. En cuanto a Oe. leztcura. cree el mismo autor que el dato del Proiltuario debió basarse únicamente en mi observación ot.oñal de ~Jr'itiasas, y, por tanto, aquel dato carece de valor directlo. Respecto a los errores de los mapas lde la Guia, advierte Rernis i(in litt.) que los referentes a O'tis tetrax y Paliurus biar~~qicus existían ya en ediciones ante- riores y pasaron desapercibidos a la edición española. (El parcial error referente a FOenanthe oe~an,te refleja meramente la imposibilidad de detallar a tan pequeña

122 ARDEOLA

zaron considerable experiencia personal en las Islas y, al parecer,visitaron todas ellas. Se notan, sin embargo, algunas marcadasdiscrepancias en lo referente al «status» balear de ciertas espe-cies de aves. La más reciente información, incluida la de los co-lectores de huevos, no añade nuevas especies a las listas de ni-dificadores. En cuanto a mi experiencia personal, se refiere a todaslas Islas pero sólo desde el 11 de septiembre al 20 de octubre.

El cuadro I de este trabajo señala con 4- aves que sin dudacrían en la isla o islas correspondientes, y con .(.+ ) las que debencriar, pero faltan datos concretos que lo prueben. No olvidamos,sin embargo, que una revisión al día pudiera alterar el concepto

CUADRO PRIMERO

AVES NIDIFICANTES EN LAS ISLAS BALEARES

:lJara ahorrar espacio, las siguientes especies, que han sido sólo citadas delúnico habitat de la Albufera, son colocadas primero: Árdea purpurea, Ixobry-chus mmutas, Botaurus stellaris, Neíta rutina (probablemente no cria abun-dante cf. v. Jordans, 1928), Hiniantopus hiniantopus, Locustella luscinioides,Lusciniola melaiiopogon, Acrocephalus arundinaceus, Emperisa schoeniclus. Haytambién en Mallorca una sola cita de cria, al .parecer bastante aleatoria, deC haradrius hiaticula. También se mencionará Falco eleonorae, que se haencontrado criando en varios islotes baleares, pero no en una de las cuatrograndes islas.

Mallorca Menorca Ibiza Formentera

Podiccps ritficollis + ( + )Anas platyrhynchos + (+)Neophron percnopterus ...... + +

Aegypius monachus (+) —Aqutla chrysaetus ... (+)

Milvus milvus ... + +Hieraaetus fasciatus ( + )Hieraetus pennatns + í+)

escala diferencias dentro del Archipiélago (las Baleares se tomaron unitaria-mente), y varios de los restantes errores (B. buteo, Recurvirostra cvosetta,Sylvia conspícillaia, y Oenanthe hispánica) se deberían probablemente a unainterpretación libre del Delineante cuando fue encargado de repasar los mapascon arreglo a borradores presentados.

Mallorca Menorca Ibiza Formentera 4

_ _ _ - - - -

.... . . . . . . . . . . . . . . Circus aeruginosus . . . . . . . . . . . . . . Pandzon halzaetus,..

Fa1 co peregirinus . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fa1 co tin~zunculus . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alectoris ruja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . Cotur~l ix coturnix Galli.izula clzloropus . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rallus aquaticzcs Fulica atra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Porza~za porzana . . . . . . . . . . . . . . . . . . C'haradrjus dzt biz~s . . . . . . . . . . . . . . . . C'haradrzus a l e x a ~ ~ drinus . . . . . . . . . . . . Tringa i+ota~zau . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Burhi~tus ~e~d i cnemus . . . . . . . . . . . . Columba livia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . Colunzba palztnzbus

. . . . . . . . . . . . . . Streptopelia turtztr . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cuculus canorus

T y t o alba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otus scops . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . C aprz.~lzulgus eztropaeus A pus apus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apus pallidus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apc~s rnelba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Merops apiaster . . . . . . . . . . . . . . . . . Upupa epo f s ........................

. . . . . . . . . . . . . . . . . . Galerida theklae Calandrella brachydnctila i(cinerea) ... Hirundo rustica . . . . . . . . . . . . . . . . . . Delichon wrbica . . . . . . . . . . . . . . . . . . Riparia riparia . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... Pty onoprogne rupestris . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . Corvzds corax ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Parus nlajor

Pwus caerulcus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Troglodytes troglodytes . . . . . . . . . . . . Turdus mcrula . . . . . . . . . . . . . . . . . . Monticola solitarizts . . . . . . . . . . . . . . . Mon,ticola scvxatilis . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oe~zantke oena~zthc . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . Sa-ricola torquatn Lzls ci.izia rnegarlzynchos . . . . . . . . . . . . Cettia cetti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . A crocephalzds scirpacezts

id- /

0 . *t & , *- -. . . ; . . , ? - . . . . . . . ' ' , 1 Lo *~;w?l&+a ' ~ e ~ { & a .. Ibiza kFmenyra . . \ . . . . . * * . * . & -\ . . . : . - - - , < . .,

. . *.S' -- i,Q- ' , s . 7- a . , '.,

. -. ,;.a:-, , 4.. L.* . . . , - * .. ' L .

. ' . . . . , .+;;;. ?..lb . . ' '. L.' . ' .. . Sylvia atricapilla . . . . . ' ... L. c+). L . - .

: . . , . .

" ' :..-%y, . .e *a'. . . >' . . , . . v. , \ . Syluia hortensis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , - .- **. - .

....S . . . #*. . - - + , ... ' 9 . . . - - Sylvia b orin . . . . . . . . . . . . . . . . . . , r . . . : * &+ 1. . , .,; ,a . :. :....-. . . ' . - , . . 3 .:' - . ' "' . . , . & , g s y . . D - . . . . . . . . . . . .Syl&ia melanoceplla.lo , - ,pfil,r* . . t . . b<W . . . + -4 ' . . . . . . . . .

. * - * . Sylvia sarda . . . . . . . . . . . . . . . .). . . . . . . ,+. . + . . + j i:, , - + .::% . . . Cisticola juncidis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . + , ' t. .i+i, . &h., . . - ; .. i r . ,

<. ' - . . Regulus ignicapillus . . . . . . . . . . . . . . . + ' ..L . L/ .- . .** ' ,

. . Muscicapa striata . . . . . . . . . . . . . . . . . . + + .,+ . +:. . , .,i >

- . . . Anthus cav~bestris . . . . . . . . . . . . . . . . . . + (4) .+ < + < . .S*: . '- . . . . . Motacilla flava . . . . . . . . . . . . . . . . . . . + i+) + . + ' . .

Lanius se~zat or . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clzloris chloris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carduelis carduelis . . . . . . . . . . . . . . . . _ A cantlzis capzna bintr . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Serinus serin.fds . . . . . . . . . . . . . . . . . . Loxia czcmrirostra.

Frin.gilla co el e hs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Emberiza calandra . . . . . . . . . . . . . . . . . . Em b eriza cirlus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E m b eriza s cho eniclus . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . Passer domesticus . '" PetiW~tia petron,in . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Obserz~ación adicional al cuadro 1.0: Por medio de Mr. P. A: D. Hollem, he logrado que Mrs. .H. 1F. Witherby m e permitiera 'amablemente consultar el cuaderno de notas, cuyo contenido no ha sido puldicado. to,madas por su ma- rido durante una visita a Mallorca en 26 de junio-22 de julio 1919.

As], parece ahora un hecho cierto que Saxicola rubetra puede ser añadida

a la lista d e ilidificantes en $la isla. Munn y v. Jordans, dicen que esta especie sle ve en verano, pero ninguno encontró nido ; Witherby citz (sin fecha exacta) nunor pocos en Alcudia, jóvenes volanderosn. Estuvo en esta localidad de1 28 junio al 5 julio.

Falco subbecteo es otra posible adición a las aves rlidificantes mallorquinas.

Se le menciona en la 'literatura colmo migrante de paso, pero puesto que Witherby vi6 ((varios en ILluch» durante el me9 de julio (sin fecha exacta), al- guno: pueden criar en la isla.

que aquí hacemos de algunas especi,es. Las aves marinas se omi-- - - - - - - - - - - -

- t e ~ En -nos pocos c a s o s e s dificil decidir el, «status» de 1111 ave. .A veces ocurre que un ornitólogo 'fidedigno menciona en cierta isla tal o cual especie como criando comúnmen~e, mientras que a otros le ha sido imposible coi~firrnarlo. Respecto a Ibiza,

V d .

quedan alguno S puntos importantes,' sin aclarar. Esperamos que entre los frecuentes turistas que visitan esa isla surja alguna vez

*ralgdno calificado para. aclarar si aves como el P'inión vulgar o el 4. h

, Mirlo común, crían o no en ella. + . Como era de esperar, el numero de especies nidificantes va-

t ría según el tamaño de cada isla. Las k~wcies'-cofi S+ y (i- ) totali- zan 73 en ,Mallorca, con la adjción de 9 propias del habitat sin- gula; que represe'nta la Albufera : 60 en Mallorca ; 37 en Ibiza, y 28 en Formentera. Mucha mayor atención ornitológica ha sido

"dedicada a Mallorca que a otras islas, pero, no obstante, ya la

' 5 rnagiiitud superior de su cifra de nidificantes de112 tener su vigni- ficado real. Aparte de la Albufera, existen #en Mallorca montañas relativamente grandes que ofrecen variados habitats y refugios a las aves, especialmeilte a' las Falconiformes. Pero, de otra par- te, no se explica por qué !Menorca tiene 60 especies nidificai~tes e Ibiza sólo pose 37, dos islas que han recibido quizá igual aten- ción (acaso más atención aún Ibiza) y tienen caracteríSti'cas fisiográficas y extensiones comparables. Un hecho que salta a la vista al comparar las dos listas insulares, es la aparente 'ausencia de Buitres y grandes Rapaces en Ibiza (cuatro especies). Otras diferencias, ante todo la ausencia de P'iquituerto en la misma isla, parece inexplicable en vista de la abundancia de Pinus halepensis allí, y el hecho de que Ibiza fuk la última isla que se separó del Continente. Una discusión más acabada sobre las diferencias

F

avifduiiisticas eiitre estas dos islas no puede realizarse en tanta queden sin aclararse las discordancias que se señalan entre los

C autores. L

El cuadro I indica claramente que las avifaunas de las más pe- queñas islas baleares son sólo versiones ---%mpbrécidas de las islas mayores. Hay, sin embargo, una notabíe excepción segura: la Collalba gris (Oenantlze oenaifthe), avet que cría c6rnúnmente en Ibiza y Formentera, pero falta en ~ e n o r c a . y Mallorca, donde la Uihica cita es un nido viejo» hallado dentro .de' una madriguera de conejo. La falta de este' ave en* las islas .'*orientales resulta sorprendente, por existir habitats apropiados en ellas y no vemos que otra especie.haya ocupado su hikho allí. .

Resalta el escaso grado de endemismo que hay entre las aves de Baleares. Dadas la situación e historia geológica de las Islas, no causa sorpresa alguna que falte toda especie endémica. Res- pecto a subespecies, no cdnviene dejarse engañar por el núme- r o de 25 que son las que .ahora se habían descrito en Mallorca g q u e ai~todticamente enlista como endeinismos la ~Biogeogra-

pliia))). Pocas de estas subespecies son aceptadas sin reservas. E1 Iiltimo revisor y experto en la materia (,C. Vaurie, im litt.). mantiene Únicamente 5 de las 20 subespecies de Paseriformes des- critas para Baleares, aunque reconoce que en varias otras se po- dría percibir una diversificación incipiente.

D'e las cinco siibespecies recoi~ocidas, EniDeriza scicvcr~iclus .iwitherbyi se considera apenas diferenciable de ;a que cria en la Peninsula Ib6rica; Pavus cocrulcus baleia~ica es forma poco de- finida; quedan Sylz,ia savda Dalearica, Loria cur.¿~irostra bnlea?*ica y Muscicapa strinta balearica como únicas subespecies ((buenas)). En Muscicapa los caracteres se aprecia11 con relativa facilidad por contraste con otras formas incliiso en el campo. Es cosa no- table que, existiendo en Baleares tantas poblaciones de aves y que siendo algunas de ellas firmemente sedentarias y muy reducidas, vaya a ser una población de especie gran migradora y común en las islas, la que aparece como más diversificada: Mzcscicapa s t . balearica.

El Carbonero cümúii constituye caso interesante. Vaurie ( i n litt.) no puede diferenciar los carboneros baleares de los del Me- diterráneo Oriental (edithae) que habitan Grecia, Chipre y Creta. Pero en la Penínsiila italiana y Sicilia habita Parus major mojor, y en Cerdeña tina tercera subespecie diferente. Lo probable es que los carboneros baleares sean efecto de diferenciación local in- dependiente, pero en convergencia con lds de Oriente.

En primer lugar, creemos interesante comparar la avifauna de Baleares con la del próximo Levante español (a sólo kilóme- tros de Baleares), aunque sea someramente y a base de los mapas de la Guia (195i). Las diferencias más notables entre las dos avi- faunas son las siguientes :

Una especi'e de bintre (Gvps) y 5 especies de otras Falcotiifor- mes faltan en la avifauna balear. En cierto modo esto no causa sorpresa, pues el número de tales especies en Mallorca no es superior a lo que podía esperarse para un área tan limitada. Hay, sin embargo, dos aiisencias notables: Falco uaumnnni y Acripitei nisi<s. La última es una especie de amplia área geográfica que dispone en las Islas de habitat apropiado y nicho desocupado (pre- dator de pequefías aves entre árboles). Ma'llorca es taml-iibn de- ficiente en otro grupo de predatores al tener sólo dos especies de Estrigiformes, frente a seis en el Continente cercano. Entre las aves ausentes, el mochuelo (Atizcnw noctun) es otra especie de amplia distribución que hatlla condiciones al parecer muy apro- piadas en Mallorca. Tambi'én faltan en Baleares todas las Pícidas

(hay tres en el Continente), hecho inexplicable : si bien la di>- trihución insular de las Pícidas tiende a ser más capricliosa que la de otras aves, como lo demuestra la ausencia <le aqukdlas en Irlanda.

Mallorca tiene una sola especie de Aláudida sedentaria, fren- te :i cuatro en el Contineiite opuesto, y sólo tina Córvida en lu- gar de las seis que recogeii los mapas de la Gilia. Sin embargo: segíin mi propia experiencia, niiig-uiia de esas seis Córvidas s e suelen ver cerca de la costa de la Peniilsula en frentc <le las Islas. Otras notables aiisencias en Mallorca son las dos (acaso tres) especies de Oenanthe del Contiiiente, y los dos Pliociiicrri-us. -41- giinas partes de la isla parecen ideales para dichas aves, espe- cialmente para Pii. ochi.iiros. Finalmente, ausencias muy sorpreii- dentes son las de ~Motaciila olbrr y el genero S f ! r ~ ~ i ~ ! ~ s . Eti contraste con lo anterior, está la a\-iiaunn relati>-anieiitr 1-ica qiiv hahita la i\lbnfera de Mallorca. 1- tambi8fii es interesante sefialnr la pre- sencia en Mallorca de las tres especies de Apfas de Europa. liecho que sugiere uii problema ecológico.

Segiiti el doctor Rernis (in lift.). la avifauna halcar contiene al- gunas especies que parecen relictos de una pasada f:ise climáti- ca del Mediterráneo Occcidental más fría y más húmeda que la presente. entre ellas. i ~ c ? < l i ( . r canorus, C a p ~ h f í 1 , g f í s ezrvopaeus, Re,q%lws ignicapililrs Sylvin b o ~ i n (?): Silvia afiicnpilln y Ornon- fhe ocnnnthe, las cuales habitan en el Levante de Espaíia única- caiilente en altos niveles (correspondientes al Pinus sylvesfris y en parte al P. In~icio), inieiitras que ocupan en 3'lallorca niveles bajos. Seria interesante considerar más deteiiidaiiirnte las dife- rencias entre las avifauiias de L ~ v a n t e y Baleares, pero esto sólo r posible a base de iin estudio crítico de los Iiabitats, que to- davía no se ha realizado, estudio que deberá tener muy presente el enorme grado de destriicción de l~ahitats ociirrido sobre todo en muchas montañas de T.evante.

Sugestiva es la comparación detenida de la avifaunri halear con la que hahita en la i ~ l a de iCerdeíia, esto es, la más próxi- ma tierra en dirección Este qiie hay alrededor de las Baleares. No menos interés tiene la comparación con las Islas Canarias. archipiélago que, a pesar de la distancia, tiene grandes afinida- des avifauni.iticas con Baleares.

Cerdeña es unas siete 17eces mayor que .Mallorca. y sus rnoii- tañas alcanzan aiin mayores alturas, hasta nlás de 3.800 metros. Cerdeña alberga un importante hahitat desconocido en Mallorca

128 ARDEOLA

.que es el bosque de roble, castaño y avellano, que reviste peque- Ílas porciones de las faldas de su macizo central. TJE estudi,:, com- pleto de las aves de ~Cerdeña Ila sido í7 ,!,licado i-ecientemer te por Bezzel ((1957). .Este autor dispuso de 1 .'bibliografía a! día j enjui-

,- tia críticamente Ias obras antiguas sobre el tein3, pero 1s lista de especies nidificantes que da en las páginas 396-597 no resume correctamente sus propias conclusiones coi~cretas (39. Mi cua- d ro IT está basado en el texto cle Bezzel.

\

CUADRO 2.0

- .VES xIDII~ICANTES EN LAS BALEARES, CE~ZDEEA Y C.\~ARIAS (excluyeiido aves marinas y ribereñas)

Podiceps cristatus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Podiceps ruficollis

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ardea purpurea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Botauvus s fellaris

1 x 0 bry clzus nzinutus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anas platyhyltckos

Netta rufi i~a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oxyura leuco ceplzala

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tudoriza t n d o r ~ ~ a . . . . . . . . . . . . . . . . . . Neophi*on percnopterus

Gyps ~ Z ~ ~ V U S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A egypius nzoizachus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gypaetus bn~batus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A quila clzrysaetus Hieraai;tus fasciatus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

......... Hieraaetus penizatus . . . . . . . . . ... Buteo buteo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A ccipit er nisus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mz'lvus nzilvus

Circws aeruginosus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sandion h a l i h e t ~ ~

Baleares Cendeña Canarias

(3) Bezzel incluye en su lista de nidificantes Acctpitee gentilis, Clzltdo77ias

nigcr, dlcedo attlzis, Dendrocopos minar, Cinclus cinclus, y Regulus vegulus, para !os cuales, sin embargo, su texto no da prueba concreta ni aceptable pre- sunción de criar. Pero, en cambio, omite de la lista Cuculus canorus y S ~ ~ x i c o l a forqunfu, que el texto muestra como aceptables nidificantes.

Baleares Cerdeña ,Canarias

Fa1 co percgri)zus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Falco eleonorae (islotes) ..................

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fa1 co naumanni Fa1 co tinnunculus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alectop-is barbara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alectoris rufa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cotur~z ix coturi~ix . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

........................... Rallus aquaticus Porzana porza?za . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gallinula chloropus ........................ Fulica atra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P orp kyrio p orp hyrz'o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Chlarnydotis undulala O tis tetrax . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . T ringa t o tanus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Scolopax rusticola H i m n t o p u s 1zi.tnantopus . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eurkinus o ed ic~mnus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Curs orius curs or . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pterocles orie~ztalis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Columba livia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C'olurnba palumbus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Columba trocaz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

... C olunzba jztniona~e ............... . . . . . . Streptopelia turtur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cz4 czfilus canorus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . T y t o d b a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Asio otus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otus scops . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A thelze noctua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

..................... Caprirnulgus europaeus Apus apus (coi1 unicolor-lLack, 'Ibis' 1956:

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apus pallidus ...

Apus melba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Merops apiaster

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Upupa epops . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Coracias garrulus

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J y n s torquilla

" ((Gran (Canaria). *" (Otras islas).

**" (Is1.a~ orientales).

Baleares Crrdefia --

ueiidi-~copos riiaiui- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ilIriu,~ocorypb<i cn/n~?dra . . . . . . . . . . . . . . . . Calandrelh brncizydoctyla .................. Calo,rdrella rufcscens . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.ailuln urborea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alaudo amevisir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Galerido theblac ........................... Hirufido rusiico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Uclichoic ui-blcu ..........................

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /?~$L"'¡B r i paM i'tyoiroprogiie i.upcrtris . . . . . . . . . . . . . . . ... co>vus coraz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cordus corniz ........................... corzius moiiedula

..................... Gorrill*~s glafzdarius . . . . . . . . . . . . . t l l l g l i . l " ~ ~ ~ l ~ a i p)lrl/,ocoi~',ziii

Perur +iziajor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Parur coeruleus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Par%.$ <ifcr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Troglodytrs troglodytes ..................

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tui.<lus visriuo~ui l l~rrlus iiicril!u . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .ilo,~ficole soli ta~i%ti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14o,&ticola sazntilis ........................

...... Oeiionthc ocriovzthc (no en Xallorui) Pliociiiiurui oclzruros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sazicoia forqueto Luriiiiin ?iicgnri%ynchor .................. Eritiract'r r.ubecula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cettia cetti . . . . . . . . . . . . . . . ...............

...................... Loclcstella ilriciiriurdes Lu.rci,,iola tririenopogon .................. Acroccpl~nlus <ii.~'ridiitacrus ............... A crorepl~alz<~ scirl>nceus ..................

.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sjl?>in ofricapille .......................... .Sql?,ia hortei~sis

s i " i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TjIuio fiir!aaocepibala ..................... Syl?,ia rioitilluiis ........................... .Tgl¿.ia ~ o i i i ~ i ~ l l ~ t a ........................

............................. )>laia iiiidaio a!r,ia serdix . . . . . . ........................ Phylloiropur collybito ..................... Cisticoio jioicidii ........................

+ -

t - + -

+ t t (raro) - + (raro) -

+ i - i-

Baleares CerUciia Coiiaii;is -- -- - - --

Escluyeildo aves mariiias y riberetias, pero inc1ii)-eildo las pro- bables, Cerdeña arroja una lista de nidificaiites que suma 96, frente a unas SO en Mallorca. E s la diferencia que podria esperar- se. considera~ido las diferencias físicas entre ambas islas. Siil em- hargo, la desigiialdad eiitre las dos listas de nidificarites es mayor de lo que a primera vista parece, a causa de que 19 especies de la lista mallorquina no figuran en la lista sarda, y estas especies son: i irdco o 'I.l;obq'chus ii?in~itzis. ' J e o p h ~ o i ~ percnogterus, Ileirnn?f~rs pcnnntzcs, Alecforis rt.rfa, Hi??ifl?itop?rs l~i~izo~itol>zcs,

Probablemente $610 irregular. "^ .e cree introducido, al parecer sin prosperar.

*i'ringa totanus "Porza7za porzona, Apus pallidus, Goieridn t i ~ e - hlae, Ripario riparin, Sylvin horte?zsis, Sylzin borin, "Loczrstelln luscinioides, *Lzasciniola ~izelanopogon. *Acrocephnlus aru?rdina- ceus, "Acrocepizalus scirpareus, "Enzberi~a sclzoeniclus v Pns- se? domesticus. L a mitad de estas especies (marcadas con *) soii aves de la ~Albiifera. Dado que marismas extensas aún existen en Cerdeiía, parece probable que la más detenida exploración orni- tológica de la isla llegará a descubrir la preseiicia de algunas de esas especies. Otras dos, Aiectoris ruja y Passei. donzesficus, es- fán reemplazadas cada iina exactamente por otra especie del gi- nero eii Cerdeíía, mientras que Gnleridn tlzekine está sustituída por otra Aláudida. De las restantes seis especies seíialaremos qiie las dos Sy1w.a (horteusis y borin) son muy raras y acaso irregu- lares nidificando en Mallorca. De las restantes cuatro especies sólo puede decirse que las condiciones parecen tan aptas en Cer- deíía '(donde faltan). como en 1a isla más peqiieña, y qiie esas aves reaparecen en el área mediterránea más al Este de Cer- deíía. Mención especial merece también Lor in c~i?r,ii-ostro : la iini- ca cita de cría que conoce Bezzel ocurrió el alio de invasión 1909, de modo qiie el status de la especie en Cerdeiia piiede ser bastante diferente del que tiene en Mallorca, donde está aquélla representada por una forma eild~émica que es comíin.

Entre las iiumerosas especies que crian en Cerdeña pero no eii Mallorca, seííalemos primero que liay cuatro de ellas, a saber: De+:drocopos major, G n ~ r ~ ~ l n s g ln l~dav iu~ , P ~ I W S o fer (110 ligada alli a coniferas) y Tul-dus vzscivorus, las cuales deben, sin duda, s u presencia al bosque de roble, castaíío y avellano que falta en Mallorca, pero que es su preferido hal~itat en Cerdeíía (Bezzel) Otras especies pueden vivir en Cerdeíía y no en Xallorca por la extensión allí del terreno llaiio, sin que pueda negarse la total disponibilidad de liahitats propios en Mallorca. Ejemplos son Otis t e f rna y varias Falconiformes. Prol>al>leinente factores aiiálo-

gos determinan en parte ese mayor iiúmero de especies de Cór- vidas que hay en Cerdeíia, donde habita11 Gnriul~rs. Corvus ror- uix , C. 1r7onedulo y P~' i r / iorornx , además de C. coi-ar. Dentro de las Aláiididas, Ló.la?zd?-clla es común a arnl~as islas, y en Cerdeíía existe11 otras tres especies sedentarias, qiie reemplazan a las Golcrido de Mallorca, 1x0 sin cierta segregación ecológica en- t re ellas segíiii parece despreiiderse de Bezzel. Dr las demás espe- cies de Cerdeíía aiisentes de Mallorca (son aínl bastantes), no es posible afirmar qiie falten en Mallorca condiciones bastaiites apro-

piadas, iii que tropiecen allí con algunos competidores. Destaca entre todas ellas S ~ Z L ~ Z U S U ~ Z G C O I O ~ , pues Mallorca queda enclavada en medio de su área geográfica total, y dicha isla parece poseer el correspoildiente nicho abierto y desocupado.

La comparacióil con la avifauna de Canarias nos lleva a ciiertio~ies de otra índole. Por su tamaño. las Canarias son com- parables a las Baleares, y qnedan separadas entre sí y del Con- tinente por distancias parecidas. Están también pobladas casi to- talmente por especies de aves amediterráneasn. Por contrapartida, alcaiizaii mucha mayor altitud qrie las Baleares (hasta &.O00 me- tros en Teiierife), son de natiiraleza volcánica, y probablemeilte nunca iiaii estado unidas entre sí ni con el Continente cercano. Por lo que a Iiahitats respecta, las Canarias muestran tres iiota- bles diferencias con la Baleares : 1." Falta de paiitanos o lagu- nas permanentes de agua dulce (4) : 2." Presencia de áreas o llaniiras extremadamente áridas, cuya vegetación, muy xerófita, demiiestra a las claras que 110 se trata de efectos del mal uso por parte del Iiombre. 3 . O Bosque laurifolio, a base de Lairrus spp. entre los 1.000 y 1.500 iiietros de altitud, hosque que en ciertos tranios o niveles es sustituido por el pinar de Pirsus cannriensis.

La arifaiina de Canarias ha sido estudiada exhaustivainente por Volsoe (1%5.5r'r) : la lista de aves nidifiwntes de este autor se puede aceptar sin reparo alg-iino para iiuestro Cuadro 11. Exclu- yendo aves riherefias y acuáticas, para las que 110 existen habitats en Canarias. tenemos en estas islas un total de id) nidificantes (pá- ginas 150-l.?l), frente a 62 en Baleares. Estas cifras no son bas- tantes expresivas como dato de comparación, a causa de que en Raleares las islas menores soii meras versiones empobrecidas de la avifa~iiia de Mallorca (con la úiiica excepci611 de Oennrzthe), inientras que en Canarias no hay ninguna isla que ocupe dentro del archipiélago tan prominente posici6n.

Gran Canaria y Tenerife. las dos islas centrales, qiie poseen el máximo níimero de hahitats. carecen de Clilaiilidofis, Ptcrocles y .Cn~iroln. aves que viven en Canarias orientales. y tambien ca- recen de P>lurhocornr, ave que Iiabita en las Cana r i a mas occi-

(4) El nClxi~.ca>i de &lilas Palomar. donde Tlianner (llr10) vi6 alguiias es- pecies de :aves :icuAticac. cstaiia prictiraiiietite seco cuando fué visitado por T.ack 7 Southerii (pri.r. conilii.) eii 1948. Parece deducirse de la ii~foi.rnncióli de Tlinnner que Ardea cineren, r1tta.r a7zyustirost1.i.~. Fztiir<i atre y Gnilinuia citlo- vol>i~s criaron allí antiguamente eii pequeño iiUmero (cf. Baiiiieíinaii. l!ll?).

.dentales. En correspondencia con estas diferencias insulares den- tro del archiplglago, las Canarias se destacan por su acentuado endemismo. De las 50 especies, cuatro son endémicas (5) y otras 31 están represeiltadas por siibespecies endémicas. Además, la ira- Tiación interinsular es tal, que liada menos que 16 especies inues- traii dos o más diferentes scbespecies delitro del propio archi- piélago. Xada comparable ocurre en Baleares. Si11 duda, parte del fuerte feiióineno de subespeciación ocurrido en Canarias se debe a la gran variedad de clima que preseiltatl las distintas islas. hecho que tampoco tiene contrapartida en Baleares; así, de las 10 especies polimorfas que hay en Canarias. S poseen una forma 'confinada a las áridas y siiigulares islas orieiitales. o u i z i otro factor que contribuyó a esas diferencias entre los dos archipiela- gas, haya sido el mayor intercami~io de poblacioi~es entre la,? is- las Baleares. las cuales, si11 duda, iiunca han estado tan aisladas entre si como las Canarias.

Es notable que de las 16 especies canarias no eiidémicas, nada menos que 25 figuran en la lista balear (y diez más en la sarda). mientras que cuatro de las otras. Cliloiiz~'doiis, Czirso?-ilis. Ptero- cies y Bu~canctrs. deben sin duda sil presencia a la proximidad del borde Oeste del Sahara. aunque las Canarias sólo poiecll 16 espe- cies nidificantes coinunes con la parte más prósiina de Africa icf. lista de S'alrerde. 1957, Arles del .Ciihnra Espanol'). En fin, de las 14 especies paleárticas de Canarias que no hay en Baleares, cuatro: Alcctol-ir barbava., Colniidrcllo r t~fescei is~ Lanius rscifhi- tor y I'osscr Izispnizioie~isis. reeinplazaii ecológicameilte a muj- si- mílnres especies congenbricas que crian en Baleares.

De todo lo anterior se deduce en qu,é medida la avifaiiiia canaria es uiia depaiiperacióii de la misma que ofrece mejores muestras en Mallorca y Cerdeím. y que aquella couserra una e;- tructura similar a la de éstas. Pero, si se admite que la? Canarias nunca estuvieron miida al continente y que. por tanto. fueron pobladas mediante salpicadiiras de &te, entonces. como hace 110-

tar IJolsoe, sorprende que su avifauiia no sea todavia más «iilar- mónicax de lo que realmente es. En el cuadro 2." priede compro- barse que la fauna canaria es en ciertos aspectos menos i1l:irinónica que la propia fatina balear. Así, las Canarias tiene11 su predntor

(5) Dos especies de Coiii>iibo propias del bosque de Inurel : diiflirrr b ~ i . f h e - lo t f i , que susti iu~e n :Y. r<íiizpi.rli-ii y probnbleiiietitc deriq-6 dr el. La ciinrta especie es Friiigiilii t ryden. derirada apareiiteriieiite dc !a primeni dr dos co- loiiizaciones Iiabidas con Fi.iitgi!li?.

para ave.? pequeiías, sil Picida, y su Lavandera adaptada a po- blacioiies hiima~ias (G), todo lo cual inexplicablemente falta e11 Ealeares. De otra parte. la auseiicia de Papamoscas deja iin im- portante vacío t.11 la arifnuna canaria, pues 110 hay iiidicios de que e l eiirioico Ph?~l loscop~rs collybita ocupe en Canarias el nicho de los Papamoscas (D. Lack y H. S. Soutlierii pcis . ronl?n.)

Después de Iialxr iiiteiltado completar listas adeciiadas d r aves iiidificantes de Baleares para lracer las coiiiparacioiies que irifor- maii este trabajo, uno se percata por desgracia de la iiicerticlum- bre aiiii existeiite. Por 1111 lado lzis diirergericias entre autores y ia frecuencia de datos dudosos. Por otro lado. la falta d i siiicroiii- zacióii eii los datos qiic refleja la I~ibliografia. Y por fin. la modi- fic. - ' acioii coristante a que es sometida la fatina iiisular por la acción del lionibre, fauna que segiirainente es lioy más pol~re que e11 ti-mpos pasados. Todo esto ocasiona datos viciados para conipilar listas i~alorables desde el piiiito dr. vista zoogeográfico, Como Lacli (10+2) y otros han heclio riotar, las pohl;iciones iiisulares están, adeiiiás, particiilarmeiite espiiestas a cambios y extiiicioiies a causa de las poblacioiies relativamerite pequeílas que albergnii las islas. Esta circiiii.staiicia es. sol~re todo, importante para aves tales como las grandes F8alcoiiiforines eii islas de áreas taii res- triilg-idas como las Baleares. El mismo Iieclio explicaria t:lrnlii~.~n porque algunas especies anidan iiiconstaiitemeiite eii ciertas islas

ILas coiiclusioiies deducidas al comparar las avifaiiiia< de E:i- leares, Canarias y Cerdeña, están en general de acuerdo con lo que era de esperai-. Cerdeíia, coi: niáxima exteiisióii superficial. posee iiiia serie de liabitati tan \-ariada como cualqiiiera de !as otras islas por lo menos. y ha sido l:r que ha esiado iiiiida a u11 coiitiiiente por iiiás tiempo. Todo esto favorece iiiia ,?\,¡fauna va- riada y da mayor coiitiiigeiite de i~idificaiites. como así es en efecto. Eil el otro extremo. las Canarias, con la lista de nidificailtes

rediicida, no ha11 estado iiriidas nunca a l coritiiietite y dicliai islas qiiedan fiiera de las \-las tiorniales de migraci:'~ii de la región

(6, Falta acuerdo eii l o rrferriite a nicho de i l~o tnr i l in c i i ie i -c< i en las Cniia~ rias. L.~,?cl< y Soutlicrri ( I b t . 1M9: lilY) la coiisideraii especie ile a l ~ l c ~ . pero \iolsoe nfiriiia que esto e s 3 cansa <le ~ U C CI a p t a corrc sólo DO)- a l V ~ r c ~ S y

canales.

paleártica occidental, a diferencia, lo último, de lo que ocurre con Cerdeña y con Baleares.

Parece aún prematuro ensayar una posible evolución histórica de la avifauna balear. Todo lo que puede decirse con seguridad es que las avifaunas de las islas mediterráneas deben de haber sido objeto durante el Pleistoceno de czmhios repetidos, de acuerdo con las grandes variaciones climáticas que se admiten en la al- ternancia de periodos glaciales e. interglaciales (Moreau, 1904). Puede añadirse que Canarias (avanzada meridional de la avifauna paleártica) deba su actual población ornitica, en gran parte, a dispersiones ocurridas durante periodos glaciales, cuando la avi- fauna paleártica habia alcanzado sil mayor extensión en el norte de '.\frica.

En las Canarias. las preferencias ecológicas de cada especie de are han sido analizadas con detenimiento, especialmente por Lack ,9r Southerii (IWn), y Cullen e't al. (1952). Estudios tan ri- gurosos no se han hecho en las islas mediterráneas, pero en ge- neral no parece existir gran diferencia entre las preferencias ecológicas de las poblacio~ies insulares mediterráneas, y las aves. del continente próximo.

Qiiedo muy reconocido al Dr. F. Bernis, Cdte. J . Tdto, y ,&fr. P. A. D. Hollom, por las coiisultas atendidas acerca de las listas de aves iiidificantes en Baleares, y al Dr. D. Lack por sus valiosos comentarios al borrador de este trabajo. Especial agra- decimiento al Sr. R. Sáez-Royuela por haber tenido la amabilidad de 7-erter al castellano mi original iiigl6s.

J. .\rmstroiig. Iiigeniero que sirvió en la guarnición británica de Menorca hacia 1740, escribió eii su al-Iistory of tlie Island of Minorcaa, 1752. segunda edición ampliada en 1756, la sigriiente informacióii sobre aves. Evidentemente fué coiiocida por Muiin, aunque él cita el trabajo como ~ A m s t r o i i g K. Cleg- horn. 1í54, Descriptioii af t h island of Minorcan ( I b k 4 : 446).

r.4liora procedo a dar alguna información sobre las Aves del País. Muchas Aguilns crian eii las escarpadas colinas del lado N,orte de la isla. (Quizá

.*rrnstrog no distiiixuió bos milanos, qme son ahora las únicas grarides rapaces comunes). Nosatrac vimos éstos frecuentemente, como también el buitre, donde quiera quc apareciera una carroiía. (De esto se sigue que iio parece ser el

Aliniocl~e. y presumiblemente se refiere a Gyps fiiltic~s o Ae*)'fiiui mo?iorbus,

especies que no Iiay ahora en la isla.) E1 ave llamada comi~iirnente -4guila de hlonte - Tora es una suerte de Cor-

neja, solamente que de un color diferente que las iiuestras, m i s blanco y algo mayor ,(Quizás Neophron, coi110 sugiere Munii).

n'l'enemos varias especies de halcones y tantas lechuzas que nos regalan por doquier con su iiotn durante la noche.

nGoloiidrinns y aviones son inuy iiumerosos por el verano... ; teiienios mucha ahuiidaticiu <le Perdiz común, uiia herinosa ave. delicado bocado disde iri,ediadoc de agosto hasta In desaparición del verano, pues más tarde se ve11 obligadas a comer ajo silvestre y las bayas del leiitisco. qiie dati a su wrne salmr desagradal31le. Tviiipaco disponemos de buenas codornices en la estación.

n E l Mirlo, Estorniiio. l o n d r n . Garrióri y muchas otras aves son tan eo-

rnuties aquí como 211 Inglaterra, e igualineiite buenas : el zorzal es un ~xcelente

ave. Frecueiitemeiite vimos la Collvlba en este pais, pero es con iriucho inferior a la de Sussex D,oiviic. Estorniiio ? Zorral son conocidos sólo conio visi- tantes de inirieriio, y la Collalba sálo como migraiite de Iiaso en pequefio ni>- mero. llAs paloina bravia cria en las cavernas de las rocas <le todo alrededor de In isla (cf. pig. 4 i ala isla Colornbn fuera de la Albufera debe su nombre al vasto niimero de palomas bravías que crian en los cortados rocosos») ... La paloma de collar. tanta la parda w m a la blarica, son bastante comunes en íos bosques (segurameiite, la Tórtola y la Paloma torcaz, respectivameiite ; esta illtima no es ya común cuando escrihia Munn).

tenernos Cliochas ? agachadizas en abundancia todo e1 invierno, y pato. sa1v;ije. silbón y cerceta, taxi buei~as y tan abundantes como aquin

11, ttie Bale;irics, tlie various islaiids of which ruerr cut a f f in the late Pliuceen aiid the Pleistocerie, the nvifaunas of smaller islancls are depauperate forins of that of Majorca. The most remarkable gaps iii the Balearic avifauna are the nbseiice of aiiy .-Lcripti.i., Stfrriius, Waodpecker, villagefrequenting \Vagtail or corvid otlier tliaii C. corar. 0 i i tlie otlier hand. considering- the sinall areas involved, the list of sc¿reiiging and raptoi-ial I~iirls i? ricli. Endemics are limited to about Iialf a dozen subsl>ecies. Up-to-date nfoi-matioii ;.iiout the speciec on the srnallei islaiids is badly needed aiid complete critica1 5:udiei af hnhitat ~>refereiice of tlic 3LlaIearic birds Iiave yet to be made.

Sardiiiia Iins 98 breediiig species of land-hirds compared witli ariiy Sn oii Ma- jarca, but 10 of these are not kiioivii oii Sardinia, The larger total on Sardinia is attributable largely to its bigger arca aad the preseiice of a type of woodland no1 I<iioirii on Majorca. Tlius five corvid; and four larlis occiir on Sardinia compared with oiie aiid two respectively oii Majorea; and four species of birds of tlie Sardiniaii list depend on the peculiar aoodland.

Tbe Caliary Islaiirls Iiare an altogrthei higher endemism than the ather islands, including subspecific diiferences within tlie nrc1iipel:igo. This is attri- Iiutnble lo their unbrokeii isolntioii and their greater iange of climates. Thc

ARDEOLA

Canary group has nearly three-fifths of its 50 land-bird species in common with the Balearics, and since it has almost certainly received its birds tllrough dispersa1 it ic surprising to find the result no more disamnonic th.an that of flie Ralearilcs.

REFERENCIAS BIBILI~OGRAFICAS

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