La Anarquía de Ricardo Flores Magón.

“El robo para el pobre es un delito;par el burgués es habilidad en los negocios”.

Ricardo Flores Magón.

Flores Magón, revolucionario anarquista, detenido en una marcha estudiantil contra la dictadura de Díaz. Fue fundador del Partido Liberal Mexicano cuando tuvo que salir de México, a causa de la opresión del gobierno, a los Estados Unidos. Uno de los más influentes pensadores que repercutió en los movimientos obreros, que recogieron de el derechos que quedarían planteados poco después en la Constitución Mexicana. Cursó los estudios de Derecho y con su hermano fundó en 1900 el periódico “Regeneración”. E incluso después de que Díaz renunciara a la presidencia en 1911, él y su hermano siguieron combatiendo por la represión que se le causaba a los campesinos en los gobiernos de Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, demostrando su espíritu que no se conformaría hasta lograr ver la justicia en México. En 1918 escribió un manifiesto dirigido hacia los anarquistas por el cual fue condenado a 20 años de prisión en los Estados Unidos y murió solamente ciego cuatro años después de ser hecho preso. Hoy tomaremos como base dos artículos publicados por Flores Magón en su periódico “Regeneración” el primero de ellos es “¿Gobierno?” y el segundo “Sin Jefes?” escritos en febrero de 1912 y marzo de 1914 respectivamente.

En el primero comienza haciendo una pregunta frecuentemente formulada a cualquiera que haya dicho apoyar al anarquismo, “¿Cómo ha de ser posible vivir sin gobierno?” Mientras todos se entregan a la idea de que el anarquismo implica cierta locura y caos en todos lados, Flores Magón da una respuesta que si bien requiere un poco de esperanza en la capacidad intelectual del resto de las personas del mundo, también requiere que nos hagamos una representación de un mundo podría parecer utópico. Un mundo en el que no se necesite alquilar los brazos al burgués y donde se pueda dedicar al cultivo de la propia tierra y a satisfacer las necesidades propias sin tener que depender de un jefe. Sería una cuestión parecida a decir ¿si tuvieras todo lo necesario para vivir y la seguridad de que lo seguirás teniendo hasta el último de tus días, de qué te serviría el robar o entregarte a robar?. Pero aun resulta poco viable teniendo en cuenta que cualquiera podría decidir dedicarse a hacerlo y vivir a costa de los demás, pero el nos dice que todo ladrón que conoció en las cárceles fue inducido por la necesidad a robar, por lo cual no se podría decir que un ladrón decide vivir a costa de otros tirado a la holgazanería. Además de que un robo conlleva el miedo de la perdida de la libertad o inclusive de la vida, un estudio de la persona a la que se le robará y demás cosas que no corresponderían a ninguna clase de holgazanería. Al igual un burgués podría decirse que roba tirado a la holgazanería, claro lo hace y ya una vez dentro no le cuesta ningún trabajo, pero por eso es una idea de quitar cualquier tipo de autoridad, dígase burgués, policía o gobernante. Pues que más fácil que sentarse en una silla a esperar que un esclavo/trabajador hago todo lo que yo no haré y quedarme con todo tipo de ganancia. Por lo cual parece innecesario e improductivo tener cualquier tipo de autoridad. Dice Ricardo Flores Magón al final del primer artículo mencionado: “La autoridad solo sirve para sostener la desigualdad social”.

La idea de la sociedad libre, donde solo se necesitaría de 2 o 3 horas diarias de trabajo, donde existiría un tipo de consumo en sociedad y una libertad total, en la cual dice el revolucionario: “¿por qué no admitir que el hombre sería mejor en el seno de una sociedad libre?” Pues todos siempre de alguna manera buscamos pertenecer a la sociedad, he aquí la razón por la cual nunca intentamos volvernos a la naturaleza y vivir de una manera autosuficiente, por lo cual no nos entregaríamos al robo ni a vivir de los demás, pues esto nos relegaría de la sociedad y en una sociedad libre dejaríamos atrás ese tipo de cosas y existiríamos de una manera en la que trabajaríamos para que la sociedad subsista y no nos rechacen de ella.

Inicia el artículo “Sin Jefes” de una manera, por mi considerada, excelsa: “Querer jefes y querer al mismo tiempo ser libres, es querer un imposible. Hay que escoger de una vez una de dos cosas: o ser libres, enteramente libres, negando toda autoridad, o ser esclavos perpetuando el mando del hombre sobre el hombre”.Solamente necesitaremos una autoridad, nos dice el autor, para vivir en un sistema de desigualdad social. Cuando tenemos más que alguien, siempre tendremos ese miedo de que ese alguien se quiera apoderar de lo que tenemos más que el, así es como acabamos necesitando alguna autoridad a la que yo que tengo más le pague para que me proteja. Pero ¿qué pasa cuando tenemos exactamente las mismas posibilidades de aprovechar la naturaleza y todo lo necesario para vivir felizmente? Sería totalmente innecesario tener una autoridad que nos proteja de robarnos entre nosotros, pues tenemos las mis oportunidades de aprovechar lo todo lo que existe en la sociedad.

Ya hablando personalmente ¿por qué entonces todos los que escuchan la palabra “anarquía” corren asustados o piensan en un caos total? Es bastante simple, es lo que los que nos gobiernan quieren que creas, para que todos los que estamos debajo de ellos no corramos directo a su cuello, quitándoles las riquezas que ellos obtuvieron estando sentados en una silla mientras la clase trabajadora sudaba por poder comer solamente un pedazo de pan, mientras la autoridad sin sudar absolutamente nada comía a su gusto. Por eso ¿para qué necesitamos la clase trabajadora un gobierno? ¿Acaso nos creemos lo suficientemente salvajes para que una autoridad nos imponga las reglas que a ella le convengan?.

Y aunque todo esto suene a una loca utopía solo me queda citar al escritor uruguayo Eduardo Galeano que pronunció en una entrevista a la revista italiana Una Città:“Ella está en el horizonte dice Fernando Birri. Me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos, y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. A pesar de que camine, no la alcanzaré nunca. ¿Para qué sirve la utopía? Sirve para esto: para caminar.”Nunca debemos rendirnos ante lo que se nos pare enfrente, sea el gobierno, sea nuestro jefe o cualquiera que tenga las ganas de opresión al pueblo, si no caminamos, nos estancaremos en un lugar donde solo sufrimos de la opresión y le damos de comer a alguien que no hace nada y solo nos ve sudar y ríe. Como lo dijo el señor Ricardo Flores Magón: “La utopía de hoy es la verdad de mañana”.