8/14/2019 La Amazona

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LA AMAZONA

Me pregunta por su selvapor lo poco que queda de ellamira al exterior, lo raro que ahora está.

Hastiada del mismo lugarde no reconocer ninguna cara

Le hablan y le hablan, pero no entiende nada.

Desde que decidió abandonar, tirar la toalla,desde que comenzó a naufragar por el mar de los recuerdosse pierde por el desierto que es hoy su tierra.Escuchaba el silencio que le obligaba a contar cada segundo eternoen su cabeza.Queriendo renacer en otro tiempopara no vivir en este mundo enfermo.

Me pregunta si somos descendientes de aquel mago que murió aplastado por su propiamagia.Rodeada de sombreros de copa y mocasines con borlas

heridas que sus ungüentos no sananque ellos curan con noches de locurainsultada apelando a la sinceridad,esa que exime incluso premia a quienes obran con maldad.Deseaba que la muertela cual sentía cercana en cada esquina no hiciera lo mismo,se sentía desorientada.

Me pregunta si la sensibilidad no es innata.Busca un momento para poder pensar,a solas consigo no pasa el tiempohasta que para y descubre que lo está perdiendo.Quiso dejar de ser ella, o serlo, pero en otro lugar.

Odiaba a la Humanidad por su condición humana se aborrecía a sí misma.

Con el tiempo descubrió que todo consiste en saber vivirbuscó motivos para sonreir.Notaba que el viento soplaba y el Sol lucía para ellaque alguien había plantado rosas en las sendas de sus rutinasque los árboles se peleaban por cobijarla del calor.Decidió volver a ser felizquizá alguno de esos extraños se preguntara si también quería serlo.Entonces la Amazona feliz le enseñaría.

-Meldon Daly-