La alucinante Amsterdam

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neuromarketing: clientes más fieles LÍDERES 2013 NEGOCIOS ˙ DEPORTES ˙ RECURSOS HUMANOS ˙ MERCADOTECNIA ˙ ESPECTáCULOS ˙ RESPONSABILIDAD SOCIAL ˙ FILANTROPÍA ˙ EMPRESARIA ˙ PERIODISMO ˙ CIENCIA Y TECNOLOGÍA ˙ ARTE Y CULTURA ˙ POLÍTICA ˙ COMUNICACIóN Y RELACIONES PúBLICAS INéS SAINZ 149 $65.00 $5.00 USD MENSUAL MARTHA HERRERA > > LOLITA AYALA ANA LILIA HERRERA DANIELA MICHEL > CECILIA RIVIELLO < >

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Revista Mujer Ejecutiva, abril 2013. Por Jonás Alpízar. Editora: Arlenne Muñoz. Fotografías: Lidia R. Wah

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neuromarketing: clientes más fieles

inteligencia, conocimiento, pasión, tenacidad, perseverancia,

capacidad de aprendizaje, sensibilidad y mucho amor a sus carreras,

son las características de estas mujeres, a quienes rendimos homenaje

Líderes2013

NEGOCIOS˙dEPORTES˙

RECURSOS HUmaNOS˙ mERCadOTECNIa˙ESPECTáCUlOS˙

RESPONSaBIlIdad SOCIal˙FIlaNTROPÍa˙EmPRESaRIa˙

PERIOdISmO˙CIENCIa Y TECNOlOGÍa˙aRTE Y CUlTURa˙POlÍTICa˙

COmUNICaCIóN Y RElaCIONES

PúBlICaS

‹ INéS SaINz

149$65.00$5.00 USDMENSUAL

aÍda ROmáN

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Page 2: La alucinante Amsterdam

72 › ABRIL 2013 | Mujer Ejecutiva

destinos

Jonás Alpízar / Fotos Lidia R. Wah

Esta ciudad evoca nombres como Van

Gogh, Rembrandt o Anna Frank.

Personajes tan deslumbrantes y

maravillosos como sus calles

Ámsterdam La aLucinante

Lo primero que notarás, con extra-ñeza tal vez, es la guturalidad de algunas letras, especialmente la “r”; también cierto parecido con el Vals de las flores de Tchaikovsky, o con al-guna canción de Roberto Carlos cuyo

título ahora has olvidado. Sabrás que "tulpen" es tulipán en holandés y que, después de escu-charla, no podrás sino entonar el tan repetido Tulips from Amsterdam (Ralf Arnie), en la ver-sión inglesa, porque la original es demasiado gutural para cantarla.

No hay nada como dejarse conducir por una canción así, cuando se visita un lugar nuevo; resulta mejor que cualquier guía turística.

Famosa vista de Ámsterdam

canales y casas estrechas.

La bandera de tres cruces de san an-

drés, su símbolo.

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destinos

Después de esto hay todo un abanico de opciones para elegir. Estoy cerca de Rembrandtplein, en el vestíbulo princi-pal del teatro Tuschinski, considerado uno de los complejos cinematográficos más hermosos del mundo. Vale la pena pagar el boleto de cualquier película solo para apreciar su arquitectura. Mientras la fachada de este edificio, construido en 1921, evidencia art decó, los interiores muestran una mezcla de art nouveau con influencia oriental.

Fue aquí donde se estrenó en 1953 el primer esbozo, inexplicablemente en alemán, de Tulpen Aus Amsterdam y no le fue muy bien. Ernst Bader, el letrista, y Ralph Arnie, compositor, entraron en escena. En esta época el movimiento Le-venslied (canciones de la vida cotidiana) tomaba fuerza y, así, la vida del holandés común fue escuchada en los grandes es-cenarios europeos. Pronto, con la nueva versión, por un lado, y una exitosa tra-ducción al inglés, por el otro, los tulipanes locales fueron algo más que una flor, fue-ron la imagen del nuevo Ámsterdam que todo el mundo conoció.

Mucho ha cambiado en los últimos 55 años la capital cultural de los Países Ba-jos y muchos de estos cambios están al alcance del visitante para conocer o dis-frutar coffeeshops, museos, escaparates con luces rojas, galerías de arte. Holanda en general, vista ante los ojos del mun-do, se convirtió en una sociedad abierta, progresista y moderna. ¿Qué tanto ayu-dó a esto la multicitada canción? Quizás en muy poco, pero la percepción que se tenía de esta ciudad cambió. Se supo que en Ámsterdam abundan los tulipanes y que estos, faltaba más, merecían tener una canción.

Ámsterdam es una ciudad amistosa para el viajero, muy a pesar del tumul-tuoso aeropuerto Schiphol y de las líneas de trenes, a primera vista incom-prensibles. Siguiendo un reducido número de reglas básicas (antes de cruzar mira bien a los dos lados por los tranvías y no invadas los carriles de bicicleta) la estancia en esta ciudad puede ser una experiencia inmejorable.

Si se trata de la primera visita comienza con los infaltables: el jardín Von-delpark, el museo Van Gogh, la casa de Anna Frank o la de Rembrandt, o sim-plemente camina por los canales concéntricos que el existencialista Albert Camus, en su libro La caída, comparó con los círculos del infierno. Sigo sin saber por qué. El mejor punto de partida es Dam Square, una de las plazas más simbólicas. Este espacio fue construido en 1270 como un dique para prote-ger a la ciudad de las constantes inundaciones, pues cabe mencionar que una cuarta parte del país está debajo del nivel del mar. Ámsterdam significa “dique sobre el río Amstel”. En el centro de esta plaza hay una estatua de 33 metros en honor a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial.

eL museo de cera de madame tussaud,

en el centro.

escena deL circuito comercial del centro

de la ciudad.

barrio cercano a vondelpark.