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La Alcazaba De Málaga Recorrido Historico Sergio Franco Mora Facultad de Geografía e Historia, Universitat de Valencia

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La Alcazaba De Málaga

Recorrido Historico

Sergio Franco Mora

Facultad de Geografía e Historia, Universitat de

Valencia

Hay un monumento que describe y narra a la perfección la historia de la

ciudad de Málaga. Ha sobrevivido, ha sido ampliado, utilizado para diversos

fines y a la vez nos sirve como reflejo para conocer algunos secretos de la

ciudad. Este edificio ha sobrevivido hasta la actualidad, y nos sirve como dato y

fuente fiel para saber la tradición islámica, ya que es el edificio más

emblemático de este estilo arquitectónico en la ciudad: nos referimos a la

Alcazaba de Málaga.

Realizaremos aquí un estudio de este monumento basándonos en un

recorrido histórico del edificio y siguiendo paralelamente la evolución histórica a

lo largo del tiempo, resaltando las diversas incidencias formales y cambios

estilísticos, así como los diversos cambios de uso producidos en la Alcazaba.

Buscaremos así, crear una historia del monumento en su totalidad,

alejándonos del típico estudio histórico de los estudios y tipologías artísticas y

arquitectónicas, buscando revelar el edificio en su totalidad, y no tan solo como

una pieza artístico-arquitectónica. Buscaremos, de la misma manera exponer

las fases de conservación del patrimonio y las diversas restauraciones que ha

sufrido el edificio islámico.

Es sabido que el monumento que conocemos y podemos observar en la

actualidad, es un monumento que ha sufrido varios cambios, restauraciones e

incluso daños a lo largo del tiempo. En la actualidad conocemos el monumento

tal como lo podemos observar, pero la verdadera imagen de este edificio no ha

sido siempre la misma, ha variado a través del tiempo, al igual que sus usos,

funciones y estructura, tema del que nos ocuparemos en este texto.

La Alcazaba de Málaga junto con el castillo de Gibralfaro, tienen un

papel dominante en las vistas de la ciudad, ya que son los monumentos mas

significativos en cuanto a imagen de la ciudad. Este edificio es de tanta

importancia en la ciudad de Málaga, que se ha convertido en un emblema de

esta, y es por esta razón que desde el año de 1494, después de la reconquista,

los Reyes Católicos la han incluido en el escudo de la ciudad, junto con el

castillo de Gibralfaro. (Hoy en día aparece incluso en el escudo del equipo de

futbol de la ciudad).

Además de este hecho, la Alcazaba, junto con el castillo, además de su

valor histórico, son un gran ejemplo de la variedad de tipologías arquitectónicas

que se concentran en España, siendo así un gran ejemplo de lo que se conoce

como la España musulmana.

La Alcazaba es un compendio de edificaciones de diversos estilos que

se han ido superponiendo unos a otros, por lo cual no podemos otorgar una

fecha exacta para su edificación. El edificio que conocemos en la actualidad se

creo bajo unas ruinas de la ciudad fenicia y romana que existía anteriormente y

has se le han añadido muchas construcciones a lo largo de su historia.

Saber cuando fue construida la Alcazaba es una tarea muy difícil, ya que

hay un vacío en cuanto a las fuentes, pero según E-Levi- Provenzal, se le

atribuye al emir Mu’ awiya b. Salih al-Himsi la construcción de la primera

mezquita de la Alcazaba, entre los años 754 y 755. Se sabe además, según lo

que escribe J. Bosch Vilá, que entre los años 904 y 910 hubo una expedición

de Abd Allah sobre la ciudad de Málaga, que trajo una destrucción y el incendio

de los arrabales. Durante estos periodos no se habla y no hay fuentes de

ningún tipo que hagan referencia a la Alcazaba, por lo que se piensa que pudo

estar inhabilitada durante este periodo.(nota 223). Concorde a esto podemos

citar las órdenes de Abd al –Rahman III escritas en sus crónicas que dicen lo

siguiente:

“caídes con diversos contingentes a todas las fortalezas de la cora

de Rayya, con orden de destruirlas todas, derribar sus muros y

derruir sus alcazabas, quitándoles los cimientos, y dispersando

sus piedras” (nota 224)

Solo a partir del siglo XI se empiezan a tener fuentes completamente

fiables sobre la historia de la Alcazaba y es en este momento en el que se sabe

que la fortaleza que conocemos hoy en día, comenzó a ser edificada al menos

desde el siglo X, pleno periodo islámico, en el cual se suceden tres periodos, la

etapa califal, la época taifa (s. XI), y el periodo nazarí (s. XIII – XIV). Los dos

últimos de gran importancia por la actividad constructiva, ya que tienen gran

relevancia para los restos que se conservan en la actualidad. Se cree también

en una influencia bizantina en cuanto a algunos rasgos n la estructuración y la

planificación del edificio en incluso en la fabrica de algunas partes de este, que

tienen un aspecto oriental y que se relacionan con la vinculación que el imperio

bizantino tuvo con el sur de la península ibérica hacia mediados del s. VI.

Algunas de las características de ascendencia Bizantina que podemos

encontrar, son la estructuración circular y concéntrica de murallas, algunas

puertas en forma de codo, o algunos aparejos que combinan la piedra y el

ladrillo.

Hacia el año 1040 se desmiembra el califato de Málaga, y será

gobernado por un reino taifa de la dinastía Hammundí. Debido a esto se

conservan algunos rasgos de la arquitectura omeya cordobesa y de medina Al-

zahara en el oeste de la construcción.

Algunos historiadores musulmanes afirman que el rey taifa de Granada,

Badís ben Habús, ordenó construir la Alcazaba, entre el 1057 y el 1063,

utilizando gran parte de las estatuas y mármoles de un teatro romano cercano

que se conservaban en buen estado de conservación. (121). en este lugar se

encontraron restos en el año de 1915 de una antigua villa romana de la época

bajo imperial. (121).

En principio la alcazaba fue construida bajo una función, la función

político administrativa de gobernar el califato de Málaga, con funciones

militares.

La obra se realizó con sillares de caliza nummulítica, que fueron

extraídos de las canteras que quedaban cerca al mar Mediterráneo. De gran

utilidad, esta piedra proviene de la familia de las fósiles, en consecuencia su

composición es muy débil y de fácil descomposición. A causa de esta

naturaleza de la piedra, ayudada además por las inclemencias del tiempo como

la humedad del ambiente costero, la alcazaba tendría que recibir importantes

reparaciones y restauraciones a lo largo de su historia. La más importante en

los siglos XIII y XIV.

La estructura de esta edificación defensiva es bastante compleja. Se

compone por dos recintos amurallados, de los cuales el recinto inferior rodea

y circunscribe al recinto superior. Estos dos recintos se separan por una puerta

fuertemente defendida. Además de esto, el acceso al recinto inferior esta

también fuertemente defendido por lo que se denomina como Fortificaciones de

ingreso, denominadas así por Torres Balbás. Esta fortificación de acceso se

comunica por el lado oriental con el otro monumento de la ciudad, el castillo de

Gibralfaro.

La fortificación de ingreso se compone por una serie de torres y puertas

en donde se encuentran algunas edificaciones importantes como lo pueden ser

la Puerta de la Bóveda que es una puerta en forma de codo en la cual se han

conservad restos de las primeras edificaciones del siglo XI. Seguida de esta

encontramos la Puerta de las Columnas. Esta puerta recibe este nombre

porque tiene fustes acanalados a la manera de los fustes de las columnas

dóricas griegas.

El recinto inferior tiene un acceso a través de la puerta en forma de codo

llamada Arco del Cristo. Construida en el siglo XIII pero que como se ha

investiga, mantiene en sus jambas, restos de sillares del arco del s XI sobre el

cual fue construido. En frente de la salida del Arco del Cristo, hacia al interior

de la fortaleza, se encuentran y se conservan restos de unas antiguas albercas

o termas de origen romano que se encontraban excavadas en la piedra de

pizarra que se encontraba en la colina donde la edificación esta ubicada. Un

poco mas hacia el oeste, encontramos la Plaza de Armas. En este lugar se ve

la panorámica de toda la ciudad. Esta plaza de armas ha cambiado a lo largo

del tiempo: Esta plaza fue utilizada para instalar toda artillería del ejercito

cristiano cuando conquisto la ciudad de Málaga, dándole una función militar, al

igual que otorgándole el nombre de Plaza de Armas, pero además tiempo

después se utilizo como jardín, el cual se conserva hasta la actualidad, dándole

un uso nuevo, un uso lúdico.

Continuando con el recinto inferior encontramos la muralla del recinto

superior que se extiende a lo largo de todo el recinto inferior, formando su

centro, y una torre importante llamada la torre del Homenaje, que se encuentra

en un lugar importante, ya que sirve de protección a la puerta que comunica el

recinto inferior con el castillo de Gibralfaro.

El Recinto Superior se distingue por ser una mezcla de zona palaciega,

con zona residencial. En la zona palaciega podemos encontrar restos de un

edificio del siglo XI en conservación, y otro edificio de s XIII – XIV. Además de

esta zona palaciega encontramos un barriecillo de viviendas, que se

reservaban para la servidumbre el palacio.

Solo y únicamente se puede acceder al recinto superior atravesando una

grandiosa puerta llamada la Puerta de los Cuartos de Granada o la Puerta de

los Arcos. Esta puerta ha tenido mucha importancia en la historia de la

Alcazaba debido a que es una puerta que fue derribada completamente en el s

XX, pero que ha sido reconstruida como el resto de los Cuartos de Granada.

Este hecho es lamentable, puesto que vemos aquí una gran perdida de

destrucción del patrimonio, ya que a pesar de estar reconstruida, no podemos

ver la original, no sabemos como pudo ser ni aunque sea una copia fiel de la

puerta original.

Esta puerta reconstruida da paso a un gran terreno cuadrangular que en su

periodo de auge era un patio central, pero que actualmente ha perdido su

función de patio, para convertirse en un jardín, con función lúdica. A pesar de

esto, el jardín, hoy en día recibe el nombre de Patio de la Mazmorra, ya que

bajo él se ha descubierto una mazmorra, en la que lo presos eran encerrados,

dando lugar a otra función del patio, de calabozo.

La parte central de este recinto superior se encuentra los ya mencionados

Cuartos de Granada, que era la zona de residencia de los gobernadores,

puesto que como habíamos aclarado anteriormente, este recinto tenía

funciones político administrativas. Después de unas vastas excavaciones se

han podido diferenciar dos palacios, el primero construido por el ya

mencionado Badís, en el siglo XI y el otro de época nazarí, construido encima.

Se ve así una destrucción del patrimonio para la creación de un nuevo edificio,

reutilizando los cimientos y la piedra de la construcción primera. De esta

construcción primera quedan restos en el Patio de los Surtidores. Estos restos

son un salón, al que se entra por medio de una puerta con una fachada de tres

arcos de herradura cerrados, con decoración de ataurique y un pequeño

pabellón de planta cuadrada que tiene algunos arcos lobulados que se

entrecruzan.

Lo que se conserva en la actualidad, y la razón por la cual se destruyo el primer

palacio, es el palacio de época nazarí, que se organiza en torno a tres ejes

paralelos que son tres patios, que se alinean en dirección norte-sur.

Como ya hemos mencionado, el primero de estos patios es el patio de los

Surtidores, del cual solo se ha podido reconstruir el pórtico sur, ya que los

restos que se encuentran no permiten la reconstrucción de más: esto puede ser

causa del expolio, o la simple reutilización de los sillares, demostrando así que

la conservación del patrimonio nunca fue un objetivo perseguido en la época

islámica. Desde este patio se accede aúna terraza a través de una sala

llamada la sala del s XI. Esta terraza tiene la presencia de dos torres, una en

cada extremo.

A continuación encontramos otra sala llamada la Sala del siglo XVI, la cual esta

cubierta con una armadura de lazo que contiene varias maquetas, entre ellas

una del mismo edificio: La Alcazaba.

Hay otros dos patios que completan la zona de los Cuartos de Granada, que

son el Patio de los Naranjos, y el Patio de la Alberca. Estos dos patios han sido

gravemente afectados por las inclemencias del tiempo y es por esta razón que

han sido reconstruidos tanto en decoración como en altura, siguiendo el

modelo de la Alhambra de Granada. Esta zona del palacio ha sido reutilizada y

ha adquirido diferentes funciones, pero en la actualidad, y desde el 1949 es

una sede que recoge y se encarga de conservar y albergar la sección de

arqueología del Museo de Málaga. Se ve aquí la funcionalidad del edificio, la

importancia que tiene y encima podemos observar los cambios de usos dados

a este edificio a lo largo de su historia.

El barrio de viviendas se encuentra a continuación, es una zona residencial que

se utilizaba en el pasado, pero que hoy esta completamente restringida al

publico. Del siglo XI es una zona donde se alojan 8 viviendas las cuales han

sido restauradas solo parte de ellas, y se encuentra también unos baños. El

taller de restauración del museo de Málaga ocupa actualmente algunas de

estas viviendas.

En cuanto a las funciones del edificio en la historia podríamos referirnos a la

tesis de M. Laza Palacio, la cual dice que las relaciones entre el castillo de

Gibralfaro y la alcazaba eran muy estrechas, pero que la alcazaba no cumplía

funciones defensivas, a diferencia del castillo, sino que cumplía la función

político administrativa de la jurisdicción territorial, aunque menciona que muy

secundariamente poseía carácter militar.

Se puede hablar ya plenamente de una función militar y defensiva a lo largo de

los siglos XIII y XIV ya que estos siglos representan un periodo de turbulencia

general en la zona de Al- Ándalus a causa de sus numerosas invasiones por

parte de pueblos norteafricanos. En este periodo, Málaga y su fortaleza tienen

un importante papel en referencia a sus funciones defensivas y militares. Se

puede ver en algunas fuentes información sobre esta función de la Alcazaba

cuando en el año de 1278 Abu Yusuf toma posesión de la ciudad y entra en la

Alcazaba. La ciudad seria tomada por los mariníes durante un año, y en 1279

volvería a mano de los nazaríes, los cuales realizaran intervenciones

importantes para el futuro histórico de la Alcazaba.

Tenemos fuentes que nos cuentan de la función religiosa que cumplía la

Alcazaba durante la posesión nazarí bajo el reino de Muhammad II, ya que la

mezquita principalmente era un gran centro de recogimiento espiritual y acogía

gran cantidad de público en la Alcazaba. Esta mezquita tenia funciones propias

e independientes a las de la aljama de la ciudad.

Durante los año de 1333 y 1354, Ibn al-Jatib, comenta que sus textos que el

sultán Yusuf I, comenzó obras para unir el castillo de Gibralfaro con la

Alcazaba. Estas obras de fortificación, formaban parte de un plan de

fortalecimiento del territorio nazarí del siglo XIV.

En los años de 1465 se cita la alcazaba en un libro de viajes de Abd al-Basit,

como un edificio con función gubernamental que denota las intervenciones y

las restauraciones que se hicieron en la fortificación con el gobierno meriní,

dato importante para el patrimonio:

“el mismo día (19 Dic 1465) subí a la qasaba de Málaga, o sea a

su ciudadela, sede del gobierno. En aquellos tiempos estaba sin

habitantes, no teniendo en aquel momento gobernador… con

grandiosos monumentos restaurados por el gran sultán meriní

Abu-l-Hasan, rey de Magrib” (nota 269).

De libros biográfico podemos inducir también alguna fuentes importantes

para el patrimonio artístico de la Alcazaba y sus restauraciones e

intervenciones: se hace mención en una noticia hecha por al- Himyari,

geógrafo andaluz, que en el siglo VIII se había construido una nueva planta a

la mezquita de la Alcazaba, sobre la planta anterior fundada por el ya citado

Mu’awiya b. Salih al-Himsi.

Según encontramos en el libro de Javier Ordoñez Vergara, la palabra

qasaba utilizada muchas veces en las fuentes de carácter musulmana de los

siglos XIII y XIV, puede tener una connotación comercial, dotando a la

Alcazaba de una nueva función, en relación a la actividad comercial, a causa

de su importante posición geográfica estratégica.

Gracias a las fuentes árabes podemos aclarar muchos datos de la

fortaleza, pero no podemos saber con exactitud su forma un si extensión, ni

aclarar con exactitud su función, ya que se yuxtaponen informaciones diversas

que no concuerdan del todo, o que son muy ambiguos. La única precisión

sobre su configuración la podemos encontrar hasta el siglo XIV, en el cual se

habla de su triple cerco amurallado, y la existencia de un camino que conecta

la Alcazaba con el castillo.

Estos siglos XIII y XIV fueron muy importantes para el estado de

conservación actual de la alcazaba y además para las restauraciones

posteriores, ya que fue un periodo en el que debido a ataques, remodelaciones,

cambios de mandato, entre otros, se renovaron muchas puertas y torres y se

rehacen y restauran gran parte de los cimientos y paramentos que estaban ya

construidos. En esta éstos siglos se refuerza la Alcazaba ya que con el nuevo

uso de la pólvora, su construcción se volvía vieja y perecedera, y no soportaba

del todo nuevos ataques enemigos.

En esta poca se interviene también en los cuartos de Granada, ya

citados anteriormente, los cuales fueron intervenidos y restaurados para evitar

el paso del tiempo y la erosión. Se suplantan algunas construcciones y de

destruyen algunos estilos y tipologías artísticas que no tenían cabida en la

nueva religión que gobernaba Málaga.

Se sigue la tipología del modelo habitual nazarí, que suponía viviendas

en torno a los patios, con plantas rectangulares y con pórticos que se

enfrentaban en las extremidades, donde se decoraban con agua y vegetación,

ornamentos típicos de la cultura musulmana.

En el año de 1487 Málaga, y a su vez la Alcazaba, es conquistada por la

castilla, restituyendo el control cristiano, y expulsando el control islámico

musulmán. Tras la conquista la Alcazaba mantiene su función representativa y

como sede administrativa, ya que los cuartos de granadas, citados en el

párrafo anterior, son reformados y convertidos en estancia y residencia

permanente del alcalde de las fortalezas malagueñas.

La Alcazaba en esta época adquiere también una función residencial, ya

que su emplazamiento defensivo, sus características militares y sus lujosas

vistas daban a este recinto prestigio y dignidad, siendo así residencia temporal

de gobernadores y delegados extranjeros o de otros lugares de España, que

visitaban Málaga. Además de suntuosidad y lujo palaciego, las estancias en el

recinto superior eran perfectas para salvaguardar las vidas de importantes

personajes que pasaban por Málaga: un caso importante es el del rey Felipe

IV, que se instalo en los palacios de la alcazaba durante un periodo de tiempo

en el cual visitaba Málaga para cuestiones diplomáticas.

La alcazaba continuaría siendo lo que era hasta el momento y durante

casi toda la Edad Moderna, periodo en el cual tuvo muy pocas reformas y

continúo con su función civil, administrativa y residencial. Una de las razones

por las cuales en este periodo la Alcazaba no recibió ninguna intervención ni

reformas durante esto este periodo histórico se debió al hecho de que la

Corona Real no invirtiera en este edificio, ya que esta veía la Alcazaba como

un edificio con una capacidad casi nula o muy obsoleta para recibir funciones

defensivas o militares, ya que como habíamos aclarado anteriormente sus

sillares sufrían mucho la erosión y las inclemencias del tiempo, además de que

creían que solo podía ofrecer una protección parcial a el área que rodea el

puerto.

Algunas fuentes nos indican que en este periodo histórico conocido

como la Edad Moderna, existieron muchas quejas por parte de los alcaldes

hacia la Corona sobre el estado de conservación y mantenimiento de la

Alcazaba de Málaga. Muchas de las denuncias y quejas fueron también por la

escasa dotación de armamento y material defensivo del edificio, que estaba

llevando a la Alcazaba a un estado obsoleto como construcción militar y

defensiva.

Estas fuentes nos sirven para deducir las intenciones reivindicativas y

algunos atisbos de búsqueda de conservación del edificio por parte de algunos

alcaldes, los cuales querían reivindicar el mantenimiento de sus derechos, y el

cobro de el diezmo que la Alcazaba recibía desde la conquista por ser una

institución militar y protectora.

En esta época además, la mayoría del personal militar que defendía la

Alcazaba se había ido trasladando hacia la ciudad, puesto que en este periodo

se vivía en relativo estado de paz. Por esta razón, a parte del alcalde, su

guardia personal, y el servicio de su palacio, no quedaba nadie más en la

Alcazaba. Es así como las puertas de la Alcazaba permanecían mal

custodiadas, y abiertas la mayor parte del tiempo, siendo objeto de saqueos y

robos. La población civil se va asentando a sus faldas ocupando torres,

jardines y algunos edificios y es así como se va perdiendo esa función que

tanto había caracterizado a este edificio, la función militar y defensiva.

A finales del siglo XVIII la residencia del alcalde se ve desplazada a la

parte inferior, la parte más baja y cercana a la ciudad. Esto se debe a que el

recinto superior se ve afectado de tal manera que se vuelve inhabitable.

Junto al nuevo palacio del alcalde se habría de instalar un nuevo edificio

destinado a una función administrativa: la Comandancia de Ingenieros. Esta

comandancia estará en las instancias de la Alcazaba, emplazada más

específicamente en la plaza de la Aduana, hoy en día jardín, y perduraría hasta

bien entrado el siglo XX, momento en el cual el ejército abandonaría

definitivamente la Alcazaba de Málaga.

En el mismo siglo XVIII la Alcazaba estaba en un grave estado de

deterioro: había perdido también la parte occidental de las defensas o murallas.

La Alcazaba cede esta parte para crear la Aduana, y se comienzan los

proyectos de reconvertir el solar de la fortaleza en un espacio para la

edificación de cuarteles. También en este espacio se crea una urbanización

civil.

Se crea el proyecto de desmontar la colina donde estaba la Alcazaba,

para llevar el mar al casco histórico de la ciudad, pero no se concreta. A pesar

de esto, podemos ver que en esta época la Alcazaba estaba en decadencia, y

se quería de cualquier manera, reutilizar este lugar tan privilegia del que

disponía la Alcazaba, ya que estaba en decadencia, y la población que

habitaba en ella estaba empobrecida. Prueba de esto son las casas que se

encontraban en el interior de las murallas, que mostraban en el siglo XIX un

aspecto parcialmente derruido. Causa de este deterioro fue que el municipio no

facilito los servicios de aguas o el alcantarillado, desatando este hecho, la

huida de las clases medias hacia otros lugares mas habitables y mas cómodos.

En 1931 se declara la Alcazaba de Málaga como monumento nacional,

con la intención de rescatar este edificio histórico. Se declara también el castillo

de Gibralfaro, y la catedral de Málaga. Se declara monumento nacional, pues

en esta época la Alcazaba era un conjunto de edificios semi destruidos por las

inclemencias del tiempo, además de su pésimo estado de salubridad.

Con este decreto, que preveía intervenciones y restauraciones en la

parte baja de la edificación, el rumbo de la Alcazaba retomaría el prestigio

vivido años anteriores, y dejaría ese periodo oscuro de casi 2 siglos al que fue

sometido.

Se pretende hacer una rehabilitación arquitectónica, más no funcional,

del antiguo dispositivo militar que existía en la Alcazaba y que representa el

mayor testimonio físico de la fortaleza. A pesar de esto solo se pretende

recuperar su estructura arquitectónica milita, dejando de lado la recuperación

global del edificio.

Las declaraciones de rehabilitación hablan de hacer las primeras obras

basándose en justificar las reconstrucciones con el fin de recuperar un ejemplo

perdido de la arquitectura hispanomusulmana, pero esta idea seria

prontamente suplantada por la idea de reconstruir el entorno de culturización y

de expansión territorial para rescatar a la población de una situación de

degradación social. Citamos a Torres Balbás, para hacernos una idea del

aspecto y del estado de la Alcazaba en los momentos de la restauración:

“el barrio de su interior, completamente abandonado –sin

urbanización ninguna, amontonando, año tras año, capas de

inmundicia y detritus de población miserable- llego a nuestros días

en vergonzoso estado. Las familias modestas que allí habitaban

bajaron a la ciudad urbanizada, siendo sustituidas por gentes de

escasísimos recursos y menores necesidades. Y las viviendas

siguieron, naturalmente, la decadencia de sus ocupantes. Las

pocas que se conservaron de hace medio siglo –modestas, pero

cuidadas y limpias entonces- están hoy sucias y ruinosas. La

mayoría de las existentes son verdaderas chozas, edificada a

capricho, con ladrillos cogidos del suelo o desprendidos de los

muros, y completadas con tablas y latas, donde viven las gentes

prodigiosamente amontonadas, unas sobre otras, en reducidísimo

espacio. A pocos pasos de la población moderna, limpia y

progresiva; al lado de los barios de gentes acomodadas,

permanece, pues, el miserable de la Alcazaba, dominando a los

demás y ocupando el mejor emplazamiento, con una vista

esplendida sobre la ciudad.”

Vemos gracias a esta cita del historiador, el pésimo estado de conservación en

el que se encontraba el edificio, tan famoso de una época, pero que en ese

periodo era un lugar para mendigos y pobres. Estas palabras hablan muy mal

de la conservación de patrimonio histórico y de porque fueron necesarias las

intervenciones realizadas en esta época.

Temboury habla también del estado de conservación refiriéndose a la Alcazaba

de esta manera:

“se hace guardia miserable de maleantes, rameras y gentes del

mas bajo vivir, que fueron amontonando durante siglo y medio,

año tras año, capas de inmundicia sobre la montaña… Se han

derribado treinta y una viviendas, liberando totalmente el recinto

de la fortaleza de todos sus mugrientos habitantes”.

Esta cita aporto otro dato de relativa importancia: el autor habla de la

destrucción de treinta y una viviendas. Esto implica la destrucción del

patrimonio histórico artístico, en pro de una reconstrucción. Es lamentable que

para poder restaurar y rehabilitar haya sido necesario destruir ya que no solo

las arquitecturas son historia. Parte del pasado y del patrimonio que puede

llegar a tener la Alcazaba, es el hospedaje que dio durante casi dos siglos a

personas de escasos recursos. Acaso, ¿Eso no entra dentro de su patrimonio

como edificio histórico?

Dejando esta cuestión de lado, el desalojo fue seguido por las campañas de

exploración, excavación expropiación, limpieza y reparación y reconstrucción

que comenzaron el 1933. Estos trabajos fueron especialmente activos durante

la década de los treintas y los cuarentas, guiados por Ricardo de Orueta,

director general de Bellas Artes y nacido en Málaga, que contaba con el

servicio de Torres Balbás, ya mencionado, o González Edo.

LA reconstrucción y restauración se convirtió en un instrumento de propaganda

oficial, pretendiendo la reconstrucción nacional, por lo que el monumento

restaurado se convertiría en sede de los movimientos oficiales y folclóricos de

intención ideológica de la ciudad de Málaga.

En la actualidad salvo unas pequeñas huellas en algunos trozos de la muralla,

la arquitectura musulmana fue casi totalmente opacada y todo lo que se

encontraba construido antes de 1487, periodo de la conquista, ha desaparecido

casi totalmente. Lo que sabemos de estos periodos, lo podemos saber solo a

través de algunos grabados y fotografías que sobreviven a la reconstrucción

de 1933.

En conclusión, la Alcazaba de Málaga es un edificio que en la actualidad existe

y conserva su historia, por la memoria colectiva, por una serie de antiguos

grabados o fotografías inéditas que se han podido encontrar a través de los

años, pero no es, como se indica, una construcción hispanomusulmana. Con

esto queremos decir que no es que no lo fuera en un principio, sino que debido

a las inclemencias del paso del tiempo, a la destrucción, expropiación, y

lamentable restauración, entre otras causas, la Alcazaba de Málaga representa

actualmente un porcentaje muy reducido de la cultura islámica bajo la cual fue

edificada, y esto es una gran perdida para el patrimonio histórico y mundial.

Lamentablemente en el momento de la restauración se considero solo lo noble,

dejando de lado otros aspectos de folclore y de valor histórico.

A pesar de esto se conserva partes de la edificación medieval, ya que se

busco, con las últimas restauraciones, conservar algo de la historia de la

Alcazaba, buscando que perdura en la historia. No se puede hacer mucho mas,

pues en la época la manera de restaurar era esa, completamente diferente a lo

que entendemos en este presente nuestro por restaurar.

Siguiendo esto, y viendo la irreversibilidad de las restauraciones realizadas,

tenemos que considerar también que aunque la mayor parte de los trabajaos

de restauración hayan sido forzados, son producto de unas circunstancias

únicas del momento en el que fueron llevadas a cabo, y por lo tanto constituyen

un dato mas a la nuestra investigación histórica sobre el edificio, aunque no se

corresponden con la manera de pensar en nuestro tiempo, cabe resaltar, que

son intervenciones que forman parte de la escancia del ese edificio: La

Alcazaba de Málaga.

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