La Administración de Personal Como Ciencia Social

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La administración como ciencia social Todo gerente debería tener conocimientos de ramas como la Sociología, la Psicología y la Ética; pero desafortunadamente no los tienen. Las empresas han exiliado a los estudios del Hombre de sus sistemas. Según González: “la Administración como ciencia social, cede terrenos a la técnica y termina por reducirse al dominio eficientista, a las tendencias empresariales que sirven de réplica” (2012, p. 1). Y a su vez, los científicos sociales desdeñan a la Administración por su talante simplificador: como querer conocer el mundo a través de una maqueta. En esa marginación ambivalente, reside el talón de Aquiles de sus estudios: no existen por si solas, pero tampoco se admite una a la otra. Definidas como “las ciencias que analizan y tratan distintos aspectos de los grupos sociales y de los seres humanos como sociedad” 1 , las ciencias sociales o humanas han consumado su llama y, en su urgencia por mantenerse con vida ante el utilitarismo propio de nuestra centuria, crean las denominadas Ciencias Sociales Aplicadas como una manera de recuperar el auge que tuvieron durante el siglo XIX. Sin embargo, la Administración -una de las ciencias sociales aplicadas más comunes- se ha vuelto pragmática y se ocupa más de la administración del personal (la fuerza de trabajo) que de los Recursos Humanos (aquello intangible del hombre) 2 y rechaza su herencia humanista para optar por la eficiencia. Por esto, no sorprende que muchos autores rechacen la Administración como una ciencia social; mas no quiere decir que sea anodino: los estudiosos de las que Dilthey llamara “ciencias del espíritu” (1966, p.69) se han enfrentado a hechos sociales significativos que van desde el esclavismo hasta la revolución industrial bajo discursos distintos que, al final de cuentas, terminan alejándose del estudio del ser humano. Esto se debe, en gran medida, a que los historiadores y demás sociólogos se remiten a analizar las consecuencias de la explotación de obreros –por ejemplo, 1 Diccionario Enciclopédico Usual. (2013). México: Ediciones Larousse. 2 Herrera Monterroso Haroldo Eduardo. (2012, Enero 3). Administración de recursos humanos versus gestión del talento humano.

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Es nuestra obligación como estudiantes de administración, el reivindicar a la administración de personal como una ciencia social, tal y como se aborda en el texto que he seleccionado para compartir con la comunidad de Scribid

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La administración como ciencia social

Todo gerente debería tener conocimientos de ramas como la Sociología, la Psicología y la Ética; pero desafortunadamente no los tienen. Las empresas han exiliado a los estudios del Hombre de sus sistemas. Según González: “la Administración como ciencia social, cede terrenos a la técnica y termina por reducirse al dominio eficientista, a las tendencias empresariales que sirven de réplica” (2012, p. 1). Y a su vez, los científicos sociales desdeñan a la Administración por su talante simplificador: como querer conocer el mundo a través de una maqueta. En esa marginación ambivalente, reside el talón de Aquiles de sus estudios: no existen por si solas, pero tampoco se admite una a la otra.

Definidas como “las ciencias que analizan y tratan distintos aspectos de los grupos sociales y de los seres humanos como sociedad”1

, las ciencias sociales o humanas han consumado su llama y, en su urgencia por mantenerse con vida ante el utilitarismo propio de nuestra centuria, crean las denominadas Ciencias Sociales Aplicadas como una manera de recuperar el auge que tuvieron durante el siglo XIX. Sin embargo, la Administración -una de las ciencias sociales aplicadas más comunes- se ha vuelto pragmática y se ocupa más de la administración del personal (la fuerza de trabajo) que de los Recursos Humanos (aquello intangible del hombre)2 y rechaza su herencia humanista para optar por la eficiencia.

Por esto, no sorprende que muchos autores rechacen la Administración como una ciencia social; mas no quiere decir que sea anodino: los estudiosos de las que Dilthey llamara “ciencias del espíritu” (1966, p.69) se han enfrentado a hechos sociales significativos que van desde el esclavismo hasta la revolución industrial bajo discursos distintos que, al final de cuentas, terminan alejándose del estudio del ser humano. Esto se debe, en gran medida, a que los historiadores y demás sociólogos se remiten a analizar las consecuencias de la explotación de obreros –por ejemplo, los movimientos sindicales–, sin aprovechar las herramientas ya existentes para solucionar sus causas.

Por todas esas razones, considero que las Universidades deben incluir más asignaturas de ciencias sociales en licenciaturas administrativas, para buscar que los egresados tengan un mayor conocimiento del entorno, y se busque que las empresas se fortalezcan con estudios sociales dentro y fuera de las instalaciones. Además, en virtud de la connotación progresiva de la sociedad del conocimiento, aplaudo que materias como Gestión de la Información y Globalización y Desarrollo Económico empiecen a aparecer en los mapas curriculares, y creo que estas instituciones educativas, como parte del Modelo de Triple Hélice3, deben avocarse a los estudios sociales para atender las necesidades de la población.

Hoy que la administración de personal empieza a tomar un papel preponderante en la sociedad posmoderna, debemos recordar que, al igual que en el contractualismo, las empresas nacen como una asociación de personas que buscan satisfacer sus necesidades. Es por esto que debe de ejercerse el rigor de las ciencias sociales sobre ésta para adoptar medidas de gestión eficaz y eficiente de recursos humanos sin afectar a la sociedad, pues como afirmaba Lozano: “en la medida en que comprendamos

1 Diccionario Enciclopédico Usual. (2013). México: Ediciones Larousse.

2 Herrera Monterroso Haroldo Eduardo. (2012, Enero 3). Administración de recursos humanos versus gestión del talento humano.3 Woolfolk Ruiz, D. (2014). Evolución del modelo de Triple Hélice desde una perspectiva conceptual. Arquetipos, 11-15.

nuestro entorno, tanto natural como social, podremos entonces usar nuestros conocimientos para racionalizar nuestras actitudes y en ello, quizá, buscar una mejor condición de vida” (2001, p.13)

BibliografíaDiccionario Enciclopédico Usual. (2013). México: Ediciones Larousse. Obtenido de Wikipedia-Enciclopedia libre.

Dilthey, W. (1966). Introducción a las ciencias del espírtu. Madrid: Revista de Occidente 2da edición.

González García, L. (2012). Administración de empresas ¿Ciencia social? Bogotá, D.C.: Universidad del Bosque.

Herrera Monterroso, E. (3 de Enero de 2012). Administración de recursos humanos versus gestión del talento humano. Obtenido de Gestiópolis: http://www.gestiopolis.com/administracion-recursos-humanos-versus-gestion-talento-humano/

Lozano Andrade, J. I. (2001). Introducción a las ciencias sociales. México: Plaza y Valdés S.A. de C.V.

Woolfolk Ruiz, D. (2014). Evolución del modelo de Triple Hélice desde una perspectiva conceptual. Arquetipos, 11-15.