koko una gorila q habla por signos

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Koko una gorila que se comunica por signos….. T ODOS LOS DÍAS DURANTE 30 AÑOS LA DOCTORA PENNY PATTERSON HA IDO ENSEÑANDO A KOKO, UNA HEMBRA DE GORILA, A EXPRESARSE EN EL LENGUAJE DE LOS SORDOMUDOS. HOY ES CAPAZ DE INVENTAR PALABRAS CUANDO NO LE BASTAN LAS 1.000 QUE YA CONOCE Según los científicos, los gorilas son los segundos parientes más cercanos de los seres humanos después de los chimpancés. Los seres humanos y gorilas comparten un ancestro común y sólo el 1,4 % de los genes humanos se diferencian de los de los gorilas es decir son muy cercanos a los humanos y están considerados como altamente inteligentes. Koko es el primer gorila al que se ha enseñado un lenguaje de signos. Con un vocabulario de más de 1.000 palabras y un cociente intelectual de 80 sólo 10 puntos por debajo de lo que la Organización Mundial de la Salud considera «normal» en una persona, se trata del primer ejemplar de su especie que se expresa en un lenguaje comprensible para el hombre y entiende el inglés oral. Vive en un recinto en las montañas de Santa Cruz, en California, y tiene su propia caravana con una especie de nido con mantas en una esquina que le sirve de cama y un orinal que ha aprendido a utilizar. Tiene también un montón de juguetes desperdigados. Cuando nació Koko en el zoológico de San Francisco en 1971, su instructora aún era estudiante de Psicología. Hasta entonces, todos los estudios hechos sobre el lenguaje de los simios se habían llevado a cabo con chimpancés. Por eso era un enigma hasta dónde podía llegar Koko cuando la investigadora californiana comenzó a forzar los pequeños dedos de aquella gorila de un año para enseñarle el lenguaje de signos de los sordomudos. Empezó por adiestrarla en signos que expresaran ideas básicas como beber, comer o más y premiándola con comida cada vez que lo hacía bien. «Aquello se llegó a convertir en ese mismo tipo de aprendizaje a base de premios que se emplea con los perros o con los gatos», recuerda Patterson. «Pero pronto empezó a combinar signos, lo que me persuadió de que era capaz de mucho más». Hoy Koko es tan hábil en el uso del lenguaje de signos que, si no sabe una palabra, la inventa. Por ejemplo, no conocía la palabra anillo, y combinó los signos de dedo y pulsera para decirlo. Y no son sólo palabras. Las tres décadas de trabajo diario con Koko han servido a la doctora Patterson para constatar que en los gorilas se encuentran, aunque de manera más primitiva, prácticamente todos los aspectos de la conducta humana, desde el sentido del humor al miedo, la tristeza o los juicios morales. Y Patterson señala un buen puñado de ejemplos. Cuando un visitante le pidió que le mostrara algo que le asustara, ella alzó un espejo hasta su cara. Cuando un coche atropelló a un gato que la doctora le había regalado, dijo por medio de signos: «Llorar, triste, enfadada»... Ahora, la doctora Patterson quiere que Koko tenga descendencia.«Koko quiere tener hijos desesperadamente. Ella misma me lo ha dicho». La idea de comprobar si la gorila enseñaría a sus retoños el lenguaje de signos que ella misma ha aprendido resulta muy tentadora para muchos biólogos. Pero habrá que esperar. De momento, todos los esfuerzos realizados para que Koko quedara preñada han sido baldíos. África Animal Mércoles 10-11-2010 Lcdo. Jean Carlos Nava Fotografía: Google

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África Animal Mércoles 10-11-2010 Lcdo. Jean Carlos Nava Fotografía: Google

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Koko una gorila que se comunica por signos…..

TODOS LOS DÍAS DURANTE 30 AÑOS LA DOCTORA PENNY PATTERSON HA IDO ENSEÑANDO A KOKO, UNA

HEMBRA DE GORILA, A EXPRESARSE EN EL LENGUAJE DE LOS SORDOMUDOS. HOY ES CAPAZ DE INVENTAR

PALABRAS CUANDO NO LE BASTAN LAS 1.000 QUE YA CONOCE

Según los científicos, los gorilas son los

segundos parientes más cercanos de los seres

humanos después de los chimpancés. Los seres

humanos y gorilas comparten un ancestro común y

sólo el 1,4 % de los genes humanos se diferencian

de los de los gorilas es decir son muy cercanos a

los humanos y están considerados como altamente

inteligentes.

Koko es el primer gorila al que se ha

enseñado un lenguaje de signos. Con un

vocabulario de más de 1.000 palabras y un cociente

intelectual de 80 sólo 10 puntos por debajo de lo

que la Organización Mundial de la Salud considera

«normal» en una persona, se trata del primer

ejemplar de su especie que se expresa en un

lenguaje comprensible para el hombre y entiende el

inglés oral. Vive en un recinto en las montañas de

Santa Cruz, en California, y tiene su propia

caravana con una especie de nido con mantas en

una esquina que le sirve de cama y un orinal que ha

aprendido a utilizar. Tiene también un montón de

juguetes desperdigados.

Cuando nació Koko en el zoológico de San

Francisco en 1971, su instructora aún era estudiante

de Psicología. Hasta entonces, todos los estudios

hechos sobre el lenguaje de los simios se habían

llevado a cabo con chimpancés. Por eso era un

enigma hasta dónde podía llegar Koko cuando la

investigadora californiana comenzó a forzar los

pequeños dedos de aquella gorila de un año para

enseñarle el lenguaje de signos de los sordomudos.

Empezó por adiestrarla en signos que expresaran ideas básicas como beber, comer

o más y premiándola con comida cada vez que lo hacía bien. «Aquello se llegó a convertir

en ese mismo tipo de aprendizaje a base de premios que se emplea con los perros o con

los gatos», recuerda Patterson. «Pero pronto empezó a combinar signos, lo que me

persuadió de que era capaz de mucho más». Hoy Koko es tan hábil en el uso del lenguaje

de signos que, si no sabe una palabra, la inventa. Por ejemplo, no conocía la palabra

anillo, y combinó los signos de dedo y pulsera para decirlo.

Y no son sólo palabras. Las tres décadas de trabajo diario con Koko han servido a la doctora Patterson para

constatar que en los gorilas se encuentran, aunque de manera más primitiva, prácticamente todos los aspectos de la

conducta humana, desde el sentido del humor al miedo, la tristeza o los juicios morales. Y Patterson señala un buen puñado

de ejemplos. Cuando un visitante le pidió que le mostrara algo que le asustara, ella alzó un espejo hasta su cara. Cuando un

coche atropelló a un gato que la doctora le había regalado, dijo por medio de signos: «Llorar, triste, enfadada»...

Ahora, la doctora Patterson quiere que Koko tenga descendencia.«Koko quiere tener hijos desesperadamente. Ella

misma me lo ha dicho». La idea de comprobar si la gorila enseñaría a sus retoños el lenguaje de signos que ella misma ha

aprendido resulta muy tentadora para muchos biólogos. Pero habrá que esperar. De momento, todos los esfuerzos realizados

para que Koko quedara preñada han sido baldíos.

África Animal

Mércoles 10-11-2010

Lcdo. Jean Carlos Nava

Fotografía: Google