EL SURICATO

Por: Karen Vasquez Lacouture

Karen Vasquez Lacouture

Estudiante de comunicacion social y periodismo de la universidad Au-tonoma del Caribe de la ciudad de barranquilla. 18 años de edad, nacida el 14 de oc-tubre de 1994. Seguidora de Jesucristo, amante de la buena musica.

EL SURICATO

Esta es la historia de Frank, quien llega a la ciudad de momposino como un salvador, a defenderlos del peligro, de las bandas malevolas e incluso de

El SURICATO.

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EL SURICATO HISTORIA DE UN ASESINO

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Editorial Juansiquiki

EL SURICATOKaren Vasquez

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Karen Vasquez Lacouture, 2013Editorial Juansikiki, S.A., 2013Avda diagonal,21-105-204 Barranquilla-AtlanticoPrimera edición: Mayo de 2013

ISBN: 123-789-2225-4Depósito legal: A-45.217-609Impreso por: Quasimodo latin

Queda prohibida la reproduccion total o parcial, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorizacion expresa y por escrito de los editores en terminos de la ley federal del derecho de autor.

Hecho en Colombia

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Engañoso es el corazon mas que todas las cosas, y perverso; ¿quien lo conocera?

Jeremias 17 :9

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Todo estaba bien en la ciudad de momposino, este era un lugar tranquilo y lleno de paz, al caminar por sus calles se podía sentir a los animales, todo en conjunto trasmitía una paz.

Solo había algo que no encajaba con esta ciudad y era una pandilla de malandrines que merodeaban por hay, ya habían atracado 42 casas, le habían quitado el dinero a 56 niños y robado ropa en 22 almacenes, todo esto parecía ser malo, hasta que un día en una de las casas de las afueras de la ciudad un niño llamado Frank se mudo con sus padres a dicha ciudad, era un niño muy bien vestido, usaba pantalones QuickSilver Y sus camisas eran casi todas de stick, su peinado era difer-ente al de todos los jóvenes pues él, era muy pulcro y muy limpio.

Gracias a él la banda de criminales fue ar-restada, todo esto ocurrió el mismo día en que el llego; pues intentaron robarle pero él se defendió y con una cuerda que cargaba en su mochila los amarro a todos dándole tiem-po a la policía para que los viniese a buscar, con todo esto Frank se convirtió en el héroe de la ciudad. A los 2 meses después seguían robando los bancos, los almacenes de ropa, y todo lo demás, pero aunque Frank había trat-

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ado por mucho tiempo de averiguar quién era no podía conseguirlo.

Mamposino era cada vez una ciudad más in-segura y aunque estaba Frank quien la policía había nombrado como héroe de la ciudad, ya no se podía caminar por las calles con tran-quilidad pues no se sabía en qué momento podría aparecer tal criminal, un día una se-ñora logro verlo.. Así que fue donde Frank y lo describió, dijo que era un hombre, que usaba pantalones ajustados y por eso deducía que es delgado, las camisas eran demasiado an-chas y detrás de su capucha se ve algo que sobresale de su cabeza.

Estas descripciones no encajaban con nin-guna característica de los más buscados, mientras las personas ya no sabían cómo controlar este problema, el malhechor ha-cia cada ves cosas peores, pero aun con todo esto la policía no podía dar con su pa-radero, aun no podrían saber quién era.

Después de 4 días de haber ocurrido esto su-cedió que a uno de los bancos principales de la ciudad llego una gran suma de dinero de parte del presidente y como era de esperance

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el malandro, que era conocido por todos en la ciudad como el suricato, por su gran parecido con este animal apareció, al llegar dijo todo el mundo con las manos arriba, las personas que allí se encontraban, muy asustada se ti-raban al suelo, el malhechor obligo a que le dieran todo el dinero y como suele pasar la policía no llegaba. Uno de los cajeros se atre-vió a comer una pistola que su padre le había regalado en caso de emergencia y le disparo en la pierna derecha a el suricato, la gente se tranquilizo el guardia de seguridad privada quien estaba muy cerca de el logro quitarle la pistola ak - 47, Era muy extraño pues la policía no llegaba, intentaron llamar a la ambulancia pero los teléfonos estaban dañados a causa de una bala perdida que el maleante disparo por reflejo al momento en que lo hirieron, así que decidieron quitarle la máscara entre ellos mismos, fueron quitándola lentamente, sus la-bios se hacían muy conocidos, al igual que su nariz, al quitarla se dieron cuenta que el suri-cato era FRANK

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