K TEMAS EVOLUTIVOS -...

3
,--------- K TEMAS EVOLUTIVOS LABORATORIO I ¡Socorro, tengo un hijo adolescente! - María Mené nd ez-Po nt e- C ua nd o la re unión e mp ez aba a dec ae r, un o de los asiste nt es pr eg unt ó el la señora qu e ten ía a su lad o: "¿Qué tal el o rd enador qu e le recome nd é par a tu hijo ?". Ella r es pon- dió: "El ordenador fun - ciona de maravilla, pero mi hij o es el qu e es tá insoportabl e. No sabe mo s qu é le pa sa. Está en plan pe rd o na - v ida s y ni nos d iri ge la pala br a ... " Sus pala- br as ac ap a raron inm e- di a tam e nt e la atenc ión de los demás. "¿ Qu é edad ti e ne?" -q 1I ¡s o saber la se ñora qu e te a enfre nte-o " Quin - ce" -le cont es tó lacóni- camente. "U ff, es en pl eno sar a mpi ón" -le co mpad eció con sim - pa tía. "¿Di ces qu e no os diri ge la pala br a? - int erv in o o rrél - ¡Oj alá el nu es tro hi ciera lo mi smo en lu gar de sa lt ar por cua lqu ier cosa como un pe rro rabio so! Sie mpre ti ene el in sult o en la boca" . "y la mano l ev antada " - añadi ó Su marido. " Sí, a sus her - manos los ac hi cha rra a tort as -c o ntinu ó e ll a-. Ya no podemos más, hemos pr obado de tod o. Hasta le hemos amenazado con el int e rn ad o ... " Nuestra casa es un infierno En pocos seg un dos se a rm ó un revuelo indes cr iptibl e. Todos los prese ntes nos quitábamos la palabra para co nt ar nu estro caso y las escenas que cada día conve an nu estras casas en un auténtico in fi e rn o. El li stado de quejas era real- me I1l e abrumador: Mi e nt e constanteme nt e-Pasa de todo-Tiene el cua rt o hec ho una cuadra-Deja platos sucios y latas vacías por todas 1i1l 8 « ••• empecé a pensar que está bamo s rea l- me nt e mu y desespe- I 'ados y necesitados de s impatía para so ltar en tan poco tiempo semejante retahíla de compor- tamientos negat ivos de nuestros hijos hasta el punt o de convertirlos en auténticos diablos rojos ... » las hab it aciones-No se ducha-No come nada-No pa ra de comer en todo el día- Ll ega siempre larde-Se cuelga del teléfono dura I1l e horas- Va hecha un cromo a la ca ll e- Parece un po rd iose- ro- Cada semana cambia de novio- Mete a sus amigos en casa cua nd o no estamos y se beben nu estro whisky- Tie- ne un a novia que le dobla la edad- Se pasa el a con los v id eojuegos y vie nd o la tele- Se emborracha- No estudia- Fuma porros- Nos insu lt a- Actlm como si no fu era de la famili a- Pone la músi ca a todo vol u- men- Se pasa el día con los cascos pu esto s- Siempre viene co n ex igenc ia s, pe ro él ella no le ex ij as nada ... - Hace lodo lo contrario de lo que le decimos lo por fa stidiarnos- Para él/e ll a sólo cue nt a lo que le dicen sus a mi gos- Ll ora por todo- Nos desafía consta nt eme nt e- Di ce que somos un os carcas y que no la compre nd emos- Cuando le dan al aques de fu ri a rompe in c lu so los mu eb les- Ha robado pequeiias COSaS en gra nd es almacenes por el pl acer del ri esgo- Me quita dinero del bolso- Ha<.:e pe ll as en el in stit uto ... Cuando las quejas había n ll egado al volumen de tratado, empecé a pensar que estábamos rea lme nt e mu y desesperados y necesitados de simpatía para so lt ar en tan poco ti empo semeja nl e retahíla de comportamie nt os negati vos de nu estros hij os hasta el puntu de convenirlos en auténticos diablos

Transcript of K TEMAS EVOLUTIVOS -...

Page 1: K TEMAS EVOLUTIVOS - doe.santamariadelmar.orgdoe.santamariadelmar.org/wp-content/uploads/2014/11/10-PyM-P.pdf · ,-----K TEMAS EVOLUTIVOS LA BORATORIO I ¡Socorro, tengo un hijo adolescente!

,---------K TEMAS EVOLUTIVOS LA BORATORIO I

¡Socorro, tengo un hijo adolescente! - María Menéndez-Ponte-

Cuando la r e unión e mpe zaba a d ecaer ,

uno de lo s asistentes preg untó el l a seño ra que ten ía a su lado : " ¿Qué ta l e l o rdenado r que le reco m endé para tu hijo? " . E l la res po n­di ó : " E l o rde nado r fun ­c io na de m a ra v ill a , pero mi hijo es e l que está inso po rt a bl e. No sa be mos qu é le pa sa . E st á en plan perdo na ­v idas y ni no s d irige la pa la bra ... " S us pa la­bras acapa raro n inme­diatamente la atenc ión d e los d e m á s . " ¿Qué ed ad ti e ne?" -q 1I ¡so saber l a seño ra que te nía e n fre nte-o "Quin­ce" - le co ntestó lacó ni ­ca me nt e. "U ff, está e n plen o sarampi ó n " - le compadec ió con sim­pa tía. " ¿ Dices que no o s diri ge la p a la bra? -inter v ino o rrél - ¡Oja lá e l nuestro hi c iera lo mi sm o en lug ar d e salta r po r c ua lqu ier c o sa c o m o un perro rabioso! S ie mpre ti ene e l insulto en la boc a" . " y la mano levantada " -añadi ó Su marido. " S í , a sus her­manos los ac hicharra a tort as -co ntinuó e ll a- . Ya no p o dem o s m ás, hem o s pro bad o de tod o. H ast a le hem os am enazado con e l internado ... "

Nuestra casa es un infierno En pocos segundos se arm ó un revue lo indescriptibl e.

Todos los presentes nos quitábamos la pa labra para contar nuestro caso y las escenas que cada día convenían nuestras casas en un auténtico infierno. El li stado de quejas era real­meI1le abrumador:

Miente constantemente-Pasa de todo-Ti ene e l cuarto hecho una cuadra-Deja plat os sucios y latas vacías por todas

1i1l 8

« ••• empecé a pensar que estábamos real­mente muy desespe­I'ados y necesitados

de simpatía para soltar en tan poco tiempo semejante

retahíla de compor­tamientos negativos

de nuestros hijos hasta el punto de

convertirlos en auténticos diablos

rojos ... »

las habitaciones- No se ducha-No come nada-No para de comer en todo e l día-Llega siempre larde-Se cuelga del teléfono duraI1le horas- Va hecha un cromo a la calle- Parece un pord iose­ro- Cada semana cambia de novio- Mete a sus amigos en casa cuando no estamos y se beben nuestro whisky- Tie­ne una novia que le dobla la

edad- Se pasa el día con los videojuegos y viendo la tele- Se emborracha- No es tud ia- Fuma po rros- Nos insulta- Actlm como si no fuera de la famili a- Pone la música a todo vol u­men- Se pasa e l día con los cascos puestos- Siempre viene con ex igencias, pero él ella no le ex ijas nada ... - Hace lodo lo contrario de lo que le decimos sólo por fa stidi arnos- Para él/e ll a sólo cuenta lo que le d icen sus amigos- Llora por todo­Nos desafía constantemente- Dice que somos unos carcas y que no la comprendemos- Cuando le dan al aques de fu ri a rompe inc lu so los muebles- Ha robado pequeiias COSaS en grandes almacenes por el placer del riesgo- Me quita dinero del bo lso- Ha<.:e pe llas en el instituto ...

Cuando las quejas habían llegado al volumen de tratado, empecé a pensar que estábamos realmente muy desesperados y necesitados de simpatía para solt ar en tan poco tie mpo semejanle retahíla de comportamientos negati vos de nuestros hijos hasta e l puntu de convenirl os en auté nti cos d iabl os

Page 2: K TEMAS EVOLUTIVOS - doe.santamariadelmar.orgdoe.santamariadelmar.org/wp-content/uploads/2014/11/10-PyM-P.pdf · ,-----K TEMAS EVOLUTIVOS LA BORATORIO I ¡Socorro, tengo un hijo adolescente!

TEMAS EVOLUTIVOS LABORATORI O I

rojos. ¿A dónde queríamos llegar? ¿Era una simple descarga emociona l o queríamos encont rar vías de soluc ión para nues­tro problema? ¿Teníamos un pro blema o estábamos haciendo un proble ma de una situación

padres ... ¡Y qué diríci l es ser padre de un adolescente ! Porque hagas lo que hagas, no mejoran las cosas. Ahí está e,sa roca impertérrita, inasequible al desaliento, que va a segmr clesa:

fi ándole. Entonces ... , ¿que normal? ¿Eran simples quejas o tras e llas se escondía nuestro miedo a unas consecuencias que imagi nábamos atroces?

- estoy sugiriendo? ¿Pasar de tu hijo? ¿Dimit ir de padre? . Un padre responsable no debe abandonar nunca su papel. Su fun ción es educar a su hijo , aunque sea contra vient o y marea. Como e l capitán que nunca abandona e l barco.

Nuestros miedos e impotencia

-

Sí, c laro, eso es tá bien, pero ... ¿tenemos claro cuál es nuestro papel de padre cuan­do nuestro hijo llega a la ado­lescencia? ¿No se rá que seguimos teniendo el mismo planteamiento educati vo que cuando tenía ocho aiios y ya no funciona?

Educar a un adolescente no es goberna.' su vida

¿Por qué, cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia, seguimos empeñados en ocu­parnos de algo que ya no nos corresponde: gobernar la vida de nuestro hijo?

Ning un o nos atrev íamos a verba l izar nuestros miedos, pe ro ve ladamente se dejaban entrever: Mi hijo va camino de delincuente- Mi hija va camino de la ano rexia- Mi hijo/a no me quie re- Mi hijo/a nos ha venci­do- He mos fracasado como padres- Se convertirá en un marg in ado social - Está mal ­gastando su vida- Mi hijo/a nos co nside ra lI llOS 1l1 0nstruos­Tengo miedo de que pueda hacer cualquier tonte ría- Me da páni co q ue se convien a e n un borracho o en un drogad ic to­Me a te rra que un día llegue embarazada- Por las noches no duermo pensando que ha teni ­do un accidente de 1110to- Es una mala influencia para sus hennanos ..

Y, so bre todo, nos mostrábamos absolu­tamente impolentes ante e l pro blema a l que nos enfrentábamos. " Lo hemos in tentado lodo: por las buenas y por las malas. Le hemos casti gado sin videojuegos, sin te le , sin paga, sin sa li r. .. Le hemos .prometido recompensas. Le hemos dado Lodo tipo de consejos. Nos hemos convertido en guar­d ianes . Nos hemos mostrado comprensi­vos. Le hemos amenazado . Hemos ped ido consejo en e l colegio. Le hemos llevado a UIl psicólogo ... Pero nada funciona".

« Sólo se a pre nde a v iv ir e n libe r­

tad h a cie ndo u so d e e lla y sólo se h ace uno due ñ o

Al llegar a es ta e tapa nuestros hijos empiezan a ex periment ar un deseo hasta ahora desconocid o para e ll os: el ans ia de libe rtad ; una libe rtad que intu yen les hará aUlOafirmarse y fCljar su personalidad, pero que desconocen por haber carecido de e lla hasta e l momento. ¿Qué es la libertad para e llos? Hacer aquello que hasta e l momento les estaba prohibido o que no se habían atre­vido a hace r, como por ejemplo, desafiar a sus padres. ¿Y qué hacemos los padres, ante esa pelota rec ibida? Devolve rles la pe lota y

d e s u v ida c u a n­d o a dquiere s u s pro pias r esp o n­

sabilida d es ,»

Recordando tiempos mejores

Todos añorábamos la época en que nuestros hijos nos obe­decían como dóc iles corderitos o a regañadientes , pero obe­decían . Eran plastilina en nuestras manos. Nos llenaban de muestras de cariño y nos necesitaban. Incluso nos admiraban: é ramos sus héroes. De pronto nos habíamos olv idado de nuestras noches sin dormir por culpa de los dientes, de nues­tra preocupación porque no comían, de sus pataletas, de sus ataques fur ibundos de celos, de las pe leas por un jugue te, de los puntos que le tuvimos que dar en la cabeza, de la opera­c ión de apendicit is, de lo que le costó aprender a leer.. . ¡Cual­quier tiempo pasado siempre fue mejor!

Pero, sobre todo, nos habíamos olvidado de nuestra propia ado lescencia. C laro que en esa época no hacíamos de

ent rar en una intenninable y agotadora parti ­da de ping- pong que acabará minando nuestra aUlOestima como padres y haciéndonos absolutamente desgraciados. O sea, entramos al trapo y les hacemos el juego.

El juego de l ado lescente consiste en bu scar un chivo ex pialOri o que justifique su miedo atroz a hacer uso de una li be rtad que le desborda, porque desconoce sus límites y sus consecuencias. Pero, ¿cómo no va asusta rles, si hasta ahora e ran sus padres quienes decidían lo que podían o no podían hacer y e llos se limitaban a obedecer? La identidad y valía de l ado lescente no dependen de lo que piense o sea, sino de lo bien que se aj uste a lo que se espera de é l. Esto le convierte automáticamente en un se r muy vulnerabl e: necesitas otra persona (tu padre O tu madre) que piense por ti , porque no e res responsable de tus actos (lo es papá O mamá). A esto se rebela e l ado lescente, porque siente en su interior la llamada de esa libe rtad que ansía y teme a la vez.

9 lilI

Page 3: K TEMAS EVOLUTIVOS - doe.santamariadelmar.orgdoe.santamariadelmar.org/wp-content/uploads/2014/11/10-PyM-P.pdf · ,-----K TEMAS EVOLUTIVOS LA BORATORIO I ¡Socorro, tengo un hijo adolescente!

TEMAS EVOLUTIVOS LABORATOR IO I

Por eso, cuanto mayor es el grado de confianza que los padres tienen en SlIS hijos y más les acostumbran desde una c ierta edad a darles responsabilidades y a hacer uso de su libertad. menos traumática será la etapa de adolescente.

Miedo a la libertad

Este miedo del adolescente a la l ibertad lo ex perimentan también los padres: ¿y si mi hijo no hace buen LI SO de la liber­tad? Por eso, s in darse cuenta , se e rigen en guardianes y res­ponsables úllimos de la vida de sus hijos. S in embargo. S lI S

hijos han crecido y deben ser responsables de su propia vida. Esto. para un padre, no es fác il de asumir. Por eso, enseguida nos ponemos a la defensiva: No puedo dejar que mi hijo haga lo que le dé la gana: eso no haría si no empeorar las cosas. Yo le he traído al mundo y soy responsable de é l/e ll a. Si cedo. se habn:í sa lido con la suya. o pucdo dejar que arrui ne su vida. Todavía no está preparado ... Todas esta disculpas no hacen más que renejar e l miedo de los padres a que sus hijos sean dueños de sus vidas.

Hay dos hechos que son incuest ionables: sólo se aprende a vivir en li benad haciendo uso de e lla y sólo se hace lino due­ño de su vida cuando adqu iere SlI S propias responsabi lidades. Así que, padres de adolescentes, no nos queda más remedi o que librarnos del "complejo de padres" y hacer este traspaso de responsabi lidades a l que tanto nos res istimos.

Mi hi· O es res onsable de su vida

El primer paso que tenemos que dar los padres es con­vencernos de verdad de que todas las cosas que hace el ado­lescente para fastidiarnos afecta mucho más a su vida que a la nuestra y, por tanto, es problema de e llos, no nuestro. Este es un paso importante para que no tengamos complejo de culpa. Po rque no es tamos evadiendo nuestras res ponsabil idades como padres. s ino ayudando a nues tros hijos a c recer de la úni ci:1 manera posible. que es hac iendo uso de su libe rtad. Aunq ue se equi voquen . Aunque se emborrachen. Aunque dejen de ir a c lase ... Hay que dejar la jaula ab ie rta para que puedan volar.

Un segundo paso sería aprender a re lajarnos, a evadirnos, a no entrar en su juego -intentar que otros lOmen decisiones por e llos y responsabili zar él los demás de sus pro pios fraca­sos-o Debemos evitar a toda costa que sus desafíos y coleta­zos de adolescente nos afecten. Esto no es fácil. Nada fác il. Requiere un gran es fuerl o mental por nuestra parte . Porque e l adolescente, una vez que sienta e l peso de la responsabili ­dad que le h,1 caído enc ima, que rrá volver de nuevo a la jau­la y nos provocará constantemente para que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones y sigamos siendo responsel­bies de sus vidas. Y. ojo, e l adolescente domina e l arte de la manipulac ión como nadie: "No puedes pasar de mí, e res mi padre". Inc luso puede exagerar la situac ión de comport;] ­mientas fastidiosos para atrae r nuestra atenc ión y convencer­nos de que no es tá preparado para esa libertad que tratamos de dar le.

No entrar al tra o Pero, si cada vez que pe rsiste en su mal comportamiento.

consigue de nosotros la atenc ión negativa que está buscando (regañi na. castigo etc.). habremos entrado al trapo y volvere­mos a una fase de retroceso. Es preciso , pues. convencerse de

IilI IO

verdad de que nuestro hijo es e l único responsable de sí mis­mo y a él/ella le corresponden las decis iones que afectan a su vida.

¿Cómo se hace esto? Sustituyendo las respuestas negati ­vas habiluales por a Iras alternati vas:

l . I "formar jríamellfe al hijo/a de que han renido lIoticias de su comportamiento por otro cOlldllCIO: " Llamaron de l co leg io pa ra decir que no habías ido, " "Te vie ron borracho, armando bulla ... "

2. Expresar los semimielllo flrupias: " Me preocupa". " Me sorprende". " Me ent ristece .. : '

3. Seíialar las cOI/secuencias: " Ya sabes que la media pue­de cerrarte muchas sa lidas profesionales" . "EI alcohol is­mo deja hue llas muy importantes en la salud y destruye la vida de las personas ... "

4. Hacerle rel' lIueSlra impolencia ame S il comportamiento: " Me gusta ría que es tudi aras. pe ro e res tú quien debes decid ir lo que quieres hacer con tu vida". " Me gusta ría que no bebieras, pero 110 puedo imped írte lo".

5. Ofrecerse a ayudarle, pero maJ/leniéndose al margen. sin lomar las riel/das de la situación.

6. Dejar claro que es él/ella qllien debe lomar las decisio­nes en su vida: "Sé que decid irás lo que más le conven­ga". " Estoy seguro de que encontrarás una soluc ión ... "

C uando nos encontremos en un momento bajo o de ten­sión. es preciso recordar que esto es un sarampión que pasa, que hacerse ad ulto no resulta fácil y que nuestro hijo volverá a ser maravilloso y encantador. Pe ro , sobre todo. que nues­Iros hijos son nuestros maes tros en e l difíc il arte de educar, ya que nos obligan permanentemente a abrir nuestros hori ­zontes.

ES PARA LA ESCUELA

DE PADRES

1. Los padres hacen un listado de todo lo que les molesta de sus hijos adolescentes. Aliado escriben sus propias reacciones ante el comportamiento de sus hijos.

2. Analizan en esa lista las cosas que afectan a la vida de los padres o de la familia y las que únicamente tienen conse­cuencias para la vida del adolescente.

3. Hacen una lista dejos miedos que tienen como padres de adolescentes y analizan si son miedos reales o están dra­matizando una situación.

4. Hacen una lista de las responsabilidades que han dado a sus hijos y otra de las que les deberían haber dado, pero que les da miedo.

5. Analizan los sentimientos que les produce la tensión con sus hijos y cómo influyen en su vida.

6. Buscan salidas para tranquilizarse y desdramatizar la situación (hacer una actividad física, concederse tiempo para hacer algo que le gusta, salir de casa para evadirse .. .)