Jugar y Crear

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*Jugar y Crear. Expresarse para vivir mejor. “Quede bien entendido que el hombre sólo juega en cuanto es plenamente tal, y sólo es hombre completo cuando juega” ¿Jugar…, crear..., para vivir mejor? Sí, Jugar y Crear… para vivir mejor Si una persona es capaz, de soñar, de desear, de hacer elecciones, de tomar decisiones, de trabajar para el logro de un objetivo, de hacer ejercicio de su libertad, consideraremos que es un individuo con mayor posibilidades de desarrollar sus potencialidades y por lo tanto capacitado para lograr una mayor calidad de vida. Una persona creativa, en palabras de Abraham Maslow una “persona autorrealizadora”. ¿Es esto posible? ¿Cuándo lograrlo? ¿Cómo lograrlo? No existen recetas, la autorrealización no es un asunto de un determinado momento, es un proceso, una cuestión de grados, de pequeños logros acumulados que sentarán los cimientos para los próximos. La autorrealización implica: - “…vivenciar plena, vívida y desinteresadamente, con una concentración y absorción totales…En este momento la persona es total y plenamente humana. - Considerar la vida como un proceso de elecciones sucesivas…y tomar cada una de estas decisiones como una opción de crecimiento… - saber que… hay un sí mismo que se actualiza y hay que dejarlo que emerja... - Mirar dentro de uno mismo en busca de respuestas implica asumir responsabilidad. - Expresar algo sinceramente… atreverse a ser diferente, impopular, inconformista. - … un proceso de actualización de las propias potencialidades…Hay que ser tan bueno como uno pueda ser - …descubrir quien uno es, que es, que le gusta, que es bueno o malo para uno hacia donde va y cual es su misión… - …ser capaces de reconocer lo sagrado , lo eterno y lo simbólico.( 1) - Y para semejante logro, ¿Qué mejor que Jugar y Crear? El juego , esa maravillosa actividad que nos permite ser quienes somos, desear y concretar nuestros deseos, relacionarnos con otros , conocerlos y conocernos, hacer y deshacer, descubrir, combinar datos de la fantasía y de la realidad y elaborar conflictos ,transformando lo siniestro en maravilloso. El niño cuando juega lo hace totalmente comprometido, en general posee menos barreras internas que el adulto, deja translucir sus sentimientos y el juego se manifiesta como una actividad total y totalizante. Lo invade, lo absorbe, lo traslada a lugares a veces conocidos y la mayoría de las veces inexplorados y se entrega integralmente, juega por decisión propia. Nadie puede obligar a otro a jugar, no es posible transitar los espacios sagrados por mandato. Cuando alguien juega… juega desde lo más profundo de su ser, con los aspectos más conocidos y amigables de cada uno y con aquellos desconocidos y a veces temidos; con sus luces y sus sombras. El juego traspasa las fronteras de la realidad, se integra con elementos de la fantasía y se desarrolla en el campo imaginario de la conducta, brindando la posibilidad de experimentar con nuevas situaciones, de permitirse comportamientos nunca antes experimentados, de construir y destruir; todo dentro de un marco donde se reduce la sensación de gravedad frente al error, en el cual está permitido probar .El niño entrena por consiguiente su capacidad de convergencia y de divergencia. Allí también se reproducen escenas de la

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*Jugar y Crear. Expresarse para vivir mejor.

“Quede bien entendido que el hombre sólo juega en cuanto es plenamente tal, y sólo es hombre completo cuando juega”

¿Jugar…, crear..., para vivir mejor? Sí, Jugar y Crear… para vivir mejor Si una persona es capaz, de soñar, de desear, de hacer elecciones, de tomar decisiones, de trabajar para el logro de un objetivo, de hacer ejercicio de su libertad, consideraremos que es un individuo con mayor posibilidades de desarrollar sus potencialidades y por lo tanto capacitado para lograr una mayor calidad de vida. Una persona creativa, en palabras de Abraham Maslow una “persona autorrealizadora”.

¿Es esto posible? ¿Cuándo lograrlo? ¿Cómo lograrlo? No existen recetas, la autorrealización no es un asunto de un determinado momento, es un proceso, una cuestión de grados, de pequeños logros acumulados que sentarán los cimientos para los próximos. La autorrealización implica:

- “…vivenciar plena, vívida y desinteresadamente, con una concentración y absorción totales…En este momento la persona es total y plenamente humana.- Considerar la vida como un proceso de elecciones sucesivas…y tomar cada una de estas decisiones como una opción de crecimiento…- saber que… hay un sí mismo que se actualiza y hay que dejarlo que emerja...- Mirar dentro de uno mismo en busca de respuestas implica asumir responsabilidad.- Expresar algo sinceramente… atreverse a ser diferente, impopular, inconformista. - … un proceso de actualización de las propias potencialidades…Hay que ser tan bueno como uno pueda ser - …descubrir quien uno es, que es, que le gusta, que es bueno o malo para uno hacia donde va y cual es su misión…- …ser capaces de reconocer lo sagrado , lo eterno y lo simbólico.( 1)- Y para semejante logro, ¿Qué mejor que Jugar y Crear?

El juego , esa maravillosa actividad que nos permite ser quienes somos, desear y concretar nuestros deseos, relacionarnos con otros , conocerlos y conocernos, hacer y deshacer, descubrir, combinar datos de la fantasía y de la realidad y elaborar conflictos ,transformando lo siniestro en maravilloso.

El niño cuando juega lo hace totalmente comprometido, en general posee menos barreras internas que el adulto, deja translucir sus sentimientos y el juego se manifiesta como una actividad total y totalizante. Lo invade, lo absorbe, lo traslada a lugares a veces conocidos y la mayoría de las veces inexplorados y se entrega integralmente, juega por decisión propia. Nadie puede obligar a otro a jugar, no es posible transitar los espacios sagrados por mandato. Cuando alguien juega… juega desde lo más profundo de su ser, con los aspectos más conocidos y amigables de cada uno y con aquellos desconocidos y a veces temidos; con sus luces y sus sombras.

El juego traspasa las fronteras de la realidad, se integra con elementos de la fantasía y se desarrolla en el campo imaginario de la conducta, brindando la posibilidad de experimentar con nuevas situaciones, de permitirse comportamientos nunca antes experimentados, de construir y destruir; todo dentro de un marco donde se reduce la sensación de gravedad frente al error, en el cual está permitido probar .El niño entrena por consiguiente su capacidad de convergencia y de divergencia. Allí también se reproducen escenas de la realidad y se combinan generando otras inéditas a través de múltiples y originales combinatorias de datos.

“Jugar es no pedir por un momento a la vida que sea otra cosa que lo que es, ni que tenga otra finalidad que ella misma. El juego es el deseo de aquello con que se juega, no deseo de algo que falta, y que hay que conseguir, sino deseo de lo que está

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aquí y ahora, del instante que pasa y del que va a surgir. Dicho de otro modo es puro apetito de vivir, no un determinado tipo de vida que la moda o la costumbre hacen deseable, sino la realidad tal cual es, la vida como viene.”(2)

El modo propio del juego es el de la actividad desarrollada por sí misma, sin otro fin externo.

Cualquier actividad puede ser vivida como un juego, es decir desarrollada en forma lúdica, caminar, correr, saltar, pedalear son actividades comunes que se ejercitan a diario, pero bastará realizarlas por el sólo placer de realizarlas para convertirlas en un fascinante juego. Quién no ha visto algún niño caminando de la mano de su mamá y tratando de no pisar las juntas de las baldosas de la vereda. Así también es como el niño empieza a incorporar las reglas, primero como reglas libremente consentidas que se estructuran durante el desarrollo del mismo y luego más adelante aceptando las reglas externas del juego.

Es en las situaciones lúdicas, donde comienza a transitar el maravilloso camino de la libertad, el reino del “todo es posible”, el lugar donde es permitido ser quien cada uno es sin necesidad de máscaras, donde uno puede ser mil personajes sin dejar de ser uno mismo; pero también es el camino del respeto a las normas, las reglas están allí para ser cumplidas, es imperiosa la necesidad de respetarlas.

Este movimiento pendular inicia al niño en la relación libertad – límite, tan necesaria para la construcción de un concepto de libertad directamente ligado a la responsabilidad y por otra parte permite reconocer los límites, valiosísima condición para la creatividad ya que” el acto creativo surge de la lucha de los seres humanos con y contra aquello que los limita” (3)

Dice Froebel que el juego infantil se asemeja a la “creación divina”: el niño que juega es similar a un dios que crea y es capaz de traducir el interior en exterior y el exterior en interior.

En este juego devenido en creación, se construyen los primeros símbolos, por ejemplo: es común ver niños pequeños preparando comidita para su bebé con envases vacíos, asimila una lata de tomate vacía a la olla y la acompaña de la acción de revolver la comida. Los primeros símbolos están directamente relacionados con los esquemas propios y poco a poco incorporan los de otros, y generan variadas combinaciones; pero tienen por característica ser una asimilación deformante y egocéntrica. El origen se remonta a cuando el bebé ejecuta una acción y la aplica a otro elemento, es el caso del famoso ejemplo que da Piaget del niño que toma la cola del asno ,

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asimilándola a la almohada y repite todos los movimientos que realiza en la realidad, es “como si” estuviera preparándose para ir a dormir .

Se puede decir que aquí se encuentra el germen de la capacidad de construir conceptos abstractos, de llegar a encontrar las reglas intrínsecas que hacen que ciertas cosas encuentren su propia coherencia. En realidad el niño que vislumbra en una acción, en una secuencia, en el orden de las partes de un sistema; detecta partes que pueden ser repetidas, ha recortado la figura del fondo, ha construido porque él ha otorgado a la forma un significado propio, le ha dado un sentido, y en ese momento la vuelve posible de repetir innumerables veces, funda raíces para múltiples razonamientos y matrices para la creación futura. Es en este sentido que el juego se prolonga en la edad adulta en la fértil imaginación del artista y del científico.

Dice Huizinga: “Para entender la poesía, hay que ser capaz de aniñarse el alma, de investirse el alma del niño como una camisa mágica y de preferir su sabiduría a la del adulto. Nada hay que esté tan cerca del puro concepto de juego como esa esencia primitiva de la poesía…” (4)

Dando otra mirada y comprendiendo al individuo como componente de una trama de relaciones sociales complejas es decir como integrante de un sistema social podemos decir que”no se puede concebir una sociedad, si primero no se ha comprendido el mundo de los símbolos con los cuales la gente se representa así misma en el ambiente que constituye esa sociedad” (5)El sistema cultural se fundamenta en la capacidad del hombre de simbolizar y el sistema social está directamente relacionado con la aplicación de las normas; podríamos decir entonces que en la base de estos dos sistemas tenemos al juego como formador de elementos esenciales para el sustento de los mismos ,desde los primeros símbolos mencionados anteriormente hasta la incorporación de la regla , que se asocia en principio a la regla externa indicada por los adultos, la libremente consentida, luego la internalización de la misma, hasta el logro de la reciprocidad con el consecuente deseo de respetar y ser respetado.

El juego, la danza y el teatro han nacido junto a las fiestas en las tribus primitivas, la antropología cultural nos ha hablado de la importancia que han tenido los juegos en el tejido de social primitivo en culturas tales como la azteca o la maorí donde el juego colectivo ha tenido un significado civil y religioso. En nuestros tiempos podríamos mencionar fiestas tradicionales como la de la pacha mama en el norte de nuestro país, los carnavales de Venecia, los de Brasil, entre otros, que muestran a través de sus símbolos las formas de comprender el mundo y de expresarse de cada pueblo.

Si giramos nuevamente nuestra lente encontraremos una nueva mirada, una mirada transversal, que nos muestra que hay juegos antiquísimos que se repiten a largo del tiempo y de las culturas, recreándose y reinventándose según las particulares condiciones de cada sociedad, pero respondiendo a cuestiones fundamentales para el desarrollo del individuo.

 

Retomemos ahora la mirada que veníamos considerando desde el principio del escrito, aquella más enfocada en el desarrollo personal y retomemos allí donde la abandonamos por un momento: en el surgimiento de matrices creativas que constituyen un punto de partida para la creación. Pero, ¿cuando hablamos de crear y creatividad que estamos diciendo?

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Crear “es fundar o dar vida a algo, componer o experimentar un momento nuevo de sensibilidad única).Esta idea supone de antemano la presencia de una capacidad o posibilidad –la creatividad- como atributo propio de todo hombre o mujer de transformar lo dado, echando manos a sus recuerdos y experiencias anteriores, conscientes e inconscientes” (6)

La creatividad es la capacidad de transformar cosas, situaciones o transformarse a sí mismo. Siendo la transformación interna la que posibilita las transformaciones externas. “Es el proceso de dar ser” (7)

Desde las obras de arte que trascienden los tiempos como las de Miguel Ángel, Da Vinci, Picasso, Rodin, por mencionar algunos de los grandes, hasta las pequeñas soluciones a algún problema que podemos dar a diario (tal vez estás no respondan a la definición de creatividad, como algo que debe ser socialmente útil, original, que no se le hubiera ocurrido antes a nadie).

Existen tres niveles en que se pueden clasificar a los creadores:

- el de “Genios”, quizás el primero al cual la gente toma como punto de referencia al hablar de Creatividad; son aquellas personas que han logrado romper los paradigmas de la época, por ej. Da Vinci, Einstein, Beethoven, entre otros.

- el de los artistas e innovadores, son personas que con su labor artística o científica no logran romper paradigmas, pero modelan la cultura

-el de todos: basado en el placer de crear transformando los datos de la vida cotidiana, sin atender específicamente a resultados de características innovadoras (novedosas y consensuadas a nivel social)

Todas las personas tenemos potenciales a desarrollar, pero dependerá de los permisos y posibilidades de jugar y de

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crear que tengamos cuando niños y de los que como adultos nos generemos a lo largo de nuestras vidas; cuáles y cuántas de nuestras potencialidades desarrollaremos.

“Las personas creativas no huyen del no ser, sino que a través del encuentro y tras forcejear con él, lo obligan a producir el ser. Golpean sobre el silencio para obtener música como respuesta; persiguen lo que nada significa, hasta forzarlo a tener un sentido” (8)

Hay que distinguir entre la creatividad primaria y la secundaria, la primera es la que se designa también como fase de inspiración y aquí es donde el juego hace su intervención majestuosa. En los niños es muy notoria esta fase, ya que su inventiva y creatividad no pueden definirse por el producto. La segunda está ligada al proceso de elaboración y desarrollo de la fase anterior, reside en una enorme dosis de trabajo y disciplina, que tienen por objetivo la concreción de una obra. Aquí aparece uno de los elementos que distingue el proceso creador del juego, aparece un producto; en el caso del arte, con dimensión estética.

“Lo propio del artista es crear: donde no hay creación no hay arte. Pero sería engañoso atribuir a un don innato. En materia de arte, el creador no es sólo un ser dotado, es un hombre que ha sabido ordenar con vistas a su fin todo un manojo de actividades de las que resulta la obra de arte…”

“Crear es expresar lo que se tiene en sí. Todo esfuerzo auténtico de creación es interior, y además es preciso nutrir su propio sentimiento, lo cual se hace con la ayuda de los elementos que se sacan del mundo exterior. Aquí interviene ya el trabajo por el cual el artista incorpora, asimila gradualmente el mundo exterior hasta que el objeto que el dibuja llegue a ser como una parte de sí mismo: hasta que lo tenga en sí y pueda proyectarlo sobre la tela como su propia creación.”(9)

Así como lo explica Matisse, es como funciona el proceso creador, más allá que nuestra obra sea una pintura, una escultura, una poesía, solucionemos un problema o estemos modelando la más maravillosa y desafiante de nuestras creaciones: nosotros mismos.Cualquier momento de la vida es el indicado para jugar y crear, encontrarse, conocerse, expresarse, crearse y recrearse.Es esta una invitación a cada uno de nosotros a mirar hacia lo más profundo de nuestro ser y preguntarnos… ¿qué permisos de jugar y crear nos estamos dando?Seguramente encontraremos que “necesitamos más poesía de lo que el corazón está dispuesto a reconocer” (10)

Citas:(1) Abraham Maslow, “La personalidad creadora”. Emecé. Barcelona.1971(2) Martine Mouriras Bousquet. “Un oasis de dicha”. Revista: El Correo de la Unesco.(3) , (7), (8) Rollo May. “La Valentía de crear”. Emecé. 1975(4) Johan Huizinga . “ Homo Ludens” 1954. Emecé. Bs.As. 1990(5) Conferencia de Prof. Carbonaro. Univ. De Florencia. “Bisogno di gioco, bisogno di vita”. Atti del convegno nazionale. Turín 1987.(6) Hilda Cañeque. “ Juego y Vida”. El ateneo. Bs.As. 1998.(9) Henry Matisse. “ Hay que contemplar la vida entera con ojos de niño”. Revista Vuelos. Fundación Cafh. Bs. As. 1998.(10) Joseph Campbell” Reflexiones sobre la vida”.1991. Emecé 1995.

Nota: Las imágenes institucionales corresponden al Jardín Escuela Privada Ranelagh, (Año1993) y a la colonia de vacaciones Coca –Cola, Reginald Lee s.a (Año 1997)

Bibliografía:

- “ La personalidad creadora”. Abraham Maslow.1971. Ed. Kairós. Barcelona 1994- “La valentía de crear”. Rollo May.1975 Ed . Emecé. Bs.As.1977- “La formación del símbolo en el niño”. Jean Piaget. Fondo de cultura económica. Bs.As.1991.- “Juego y vida”. Hilda Cañeque. Ed. El ateneo. Bs.As. 1998- “Homo ludens”. Johan Huizinga. Ed. Emecé. Bs.As. 1990.- “Bisogno di gioco, bisogno di vita. Atti del convegno nazionale. Turín.1987.- “Espacios y creatividad”. Eduardo Pavlovsky- Hernán Kesselman. Ed. Busqueda. Bs.As. 1980

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Claudia . E. Marozzi

- Profesora para la enseñanza preescolar.- Licenciada en creatividad.-Trabajó como coordinadora del área master en creatividad en la consultoría Hilda Cañeque, como capacitadora de docentes y capacitadores para el programa PROMIN y en otras instituciones.- Coordina talleres de Juego y Creatividad en diversas instituciones.- Es co-diseñadora y coordinadora del Programa de Promoción del Juego y la Creatividad, de la Secretaria de cultura de cultura de Berazategui

Las expresiones del hombre, arte y juego

Por Carina Tarnofky

¿Hay arte sin juego? El hombre se expresa a través del arte, el hombre se expresa a través del juego, pero hay un precioso y preciso momento donde arte y juego parecieran encontrarse. Eso ocurre cuando se crea, porque ambas expresiones forman parte de la experiencia humana desde los orígenes.

¿Habría otra forma de que los niños descubrieran el arte sino fuera desde el juego? Seguramente sí, pero sabemos que la infancia es la etapa privilegiada de la vida donde los procesos creadores se reflejan en los juegos. Los niños imitan y reelaboran, combinan lo antiguo con lo nuevo en otra entidad, que les pertenece.

En la clase de expresión corporal, hay un momento donde el juego da lugar al arte y donde el arte permite el juego. Es una cuestión de actitud, de actitud lúdica que se actualiza al entrar en esa invitación a la exploración del movimiento expresivo, de encontrar respuestas, diferir, descubrir formas y orden, reestructurar y crear nuevas relaciones desde lo sensible.Un joven alumno con mucha experiencia y formación en teatro, al evaluar su tránsito por las clases, destacó “lo interesante es jugar sin presiones, ni pretensiones. Es muy liberador. Para mí el eje pasa por el juego”.¿Qué hacemos en expresión corporal? Transformamos juegos y situaciones no lúdicas en lúdicas. Movimiento, juego, arte, placer, hacer, creatividad…

Recuerdo que de niña jugaba en el living del departamento de la calle Rosario. Muchas tardes, me encontraba con las “Cuatro estaciones” de Vivaldi , la música me llevaba al movimiento, al placer de danzar, y a jugar a que les daba clase a mis amigos imaginarios.

En el año 1900 Franz Cizek, descubridor del “arte infantil”, daba clases de pintura para niños en la escuela de artes y oficios de Viena, la forma de proponer la clase causó sensación en muchas ciudades del mundo: Londres, Dresde, etc. En México siguieron esta iniciativa y crearon “escuelas de arte al aire libre”. La escuela alemana de arte, Bauhaus, (1919/1933), también propuso al juego como conducción a la creación de una nueva sensibilidad. Y, aquí, en nuestro país, en la provincia de Santa Fe, entre los años 1935 y 1950, Olga y Leticia Cossettini crearon un método propio en el que arte y juego estaban presentes en lo cotidiano de los alumnos de la escolaridad formal. El diario de clase de Leticia, está en su libro “Del juego al arte infantil”.

Hacer, sentir y pensar es la base de la creatividad artística y de la experiencia estética. Cada lenguaje artístico propone sus reglas, espacios propios y, posibilita a niños y a adultos a encontrar aquella expresión artística que más tenga que ver con el desarrollo personal, convirtiéndose así en revelador de la singularidad.Si además, la propuesta de arte se establece desde lo lúdico, puede accederse a lugares inesperados, ya que el juego es el espacio privilegiado para la elaboración de situaciones internas y la resolución de problemas externos, porque el mundo interno es puesto de manifiesto.

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En las salas de tres años de edad y a través de los años, los niños me reciben diciendo “¿qué juego nos trajiste?”, “¿con qué vamos a jugar?” o nombrándome “la señorita de los juegos” o “la máquina de hacer juegos”.Les cuento que lo que nosotros hacemos es expresión corporal, y ellos se dan cuenta que es una actividad lúdica por los gestos, el lenguaje y la mirada que empleo.

Un texto al que vuelvo una y otra vez cuando de juego y arte se trata, es La frontera indómita, de la escritora argentina Graciela Montes, quizás se haya convertido en juego para mí meterme entre sus hojas y encontrarme con los juegos de la escritora. Igual que ella, creo que “el juego es otra cosa. Como es otra cosa el arte. Que cada uno tiene su territorio, que están ligados a la subjetividad de quien juega o crea, y que tiene su autonomía y sus reglas”.

“¿Cómo se ingresa a cada uno de los territorios?, ¿Cuándo se da la ocasión para que suceda?”

Muchos niños juegan en la casa, solos o con amigos, son creadores y sostenedores de juegos en el tiempo, juegos que muchas veces desembocan en obras de teatro, títeres, que eligen mostrarlo a sus familiares. Cruzan la frontera que los hace entrar en mundos imaginarios. Pero otras veces esto no sucede. En ambos casos entrar en el mundo del arte puede ser una alternativa interesante para el niño que ya lo hace porque puede conocer técnicas y herramientas que desarrollarán esas capacidades y, cuando no sucede, cuando no se juega, el acceder al arte puede ser “la entrada desprejuiciada a mundos imaginarios”, donde comenzar a jugar.

Del juego al arte.Hace unos años, en un jardín de infantes, tuve la oportunidad de verme sorprendida por una sala de niños de cinco años de edad. Todo empezó jugando un juego que duró casi todo el año. En las diferentes clases les iba presentando distintos objetos para explorar desde el movimiento: sabanitas, cubos de goma espuma, sogas, broches. Algunas veces les propuse dos objetos a la vez. En ciertas clases les pedí que construyeran su espacio de juego, sugiriéndoles algunos escenarios posibles (para posibilitar el juego simbólico): la casa, los barcos, las naves, podían elegir a qué, con quién, o si preferían solos; y a partir de allí las intervenciones fueron para ampliar el contenido lúdico del juego y complejizarlo o para señalar aspectos de la realidad y que se pudieran integrar algunos contenidos de la materia. En un momento los niños comenzaron a pedir que no terminara la clase pero, como todos sabemos, toda clase tiene su fin. Durante las semanas siguientes se intensificó el entusiasmo por el juego y el placer en la repetición les permitía el salto a seguir jugando, armaban todo rápido para jugar. Cada encuentro les proponía un desafío nuevo para enriquecer esa creación (que podían tomar o no). Cada subgrupo reconstruía el escenario, en el que podía aparecer quizás una mínima modificación. Los escenarios eran simultáneos, todos jugaban al mismo tiempo cada uno atendiendo su juego como en “Al don Pirulero”. Cuando el niño realiza lo que tiene ganas de hacer satisface sus necesidades internas de búsqueda de placer. La maestra que siempre acompañaba las clases y yo, observábamos, escuchábamos y, entrábamos y salíamos de los distintos espacios desde el lugar del juego. Un día los invité a presentar el juego, aceptaron la propuesta pero, algo cambiaba, estaban los otros observando, y fue la oportunidad para ver como los tiempos son diferentes cuando se juega, cuando se muestra ya estamos en el área del arte. Este juego expresivo creció tanto que decidimos invitar a las familias a compartir las puestas en escena.

Del caos al cosmos, de la confusión inicial a la creación.Orden, desorden, orden. El caos permite la interacción con el entorno, el juego.El artista al comienzo de su obra, el niño cuando juega, en las actividades expresivas, todos, atraviesan una suerte de caos, de incertidumbre, de no saber para donde ir, esto sucede y es inherente al proceso creativo. Después, a modo de danza, todo cobra un orden, una organización. Por ejemplo: la clase de expresión invita a observar, como en una imagen, lo que sucede en el desorden del inicio de la actividad: ruido, inquietud. Sin embargo, para quien está coordinando, ese caos, forma parte de un orden. En ese tiempo se sucederán una serie de transformaciones, acuerdos, desacuerdos, gestiones que finalmente adquirirán una forma, un orden: son momentos del juego, tiempos de la creatividad.

“Las propuestas de juego sirven para sortear el vacío”

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“Para que el juego sea juego y la obra, obra, hay un punto en el que se cortan amarras, se abandona el muelle y se entra en el territorio siempre inquietante del propio imaginario”.

La elaboración artística de los niños está en relación con el nivel de desarrollo cognoscitivo y emocional, y se da en un proceso de descubrimiento y experimentación que como adultos tenemos que acompañar sin censurar, con una mirada que acaricie y no critique, ni juzgue o exija, dejando espacio para que el niño pueda expresar sus pensamientos y emociones en ideas, sean de movimiento, plásticas, musicales, teatrales o literarias, teniendo presente que a cada periodo infantil corresponde su propia forma de creación.

Los recorridos de los niños para llegar a una producción no siempre son directos, a veces se distraen por el camino, otras van y vuelven, otras es un lío llegar, y a veces llega y no se entiende, ¿quién no lo entiende?

Acompañamos al niño en su desarrollo, entonces, paciencia, saber esperar, no poner el grito en el cielo y dar tiempo. Porque a veces las miradas de los adultos pueden ser aniquiladoras, generar inseguridad, hacer sentir que no se es aceptado y obturar. Quizás cada uno de nosotros nos hemos cruzado de niños con algún adulto que puso freno a algún juego inquietante o a alguna manera de expresión.Por todo esto como adultos que acompañamos procesos, es momento de preguntarnos: ¿cómo se siente el niño en su hacer?, ¿qué significado tiene para él? ¿qué quiere decir?, ¿qué le pasa?

 

Citas y Bibliografía:

Montes, Graciela, La frontera indómita, Fondo de Cultura Económica, México, 1999 Sarlé, Patricia, Juego y aprendizaje escolar, Novedades Educativas, Buenos Aires-MéxicoVigotskii, La imaginación y el arte en la infancia, Fontamara, México,1996

Carina TarnofkyEs Profesora de Expresión Corporal y Psicomotricista.Capacitadota de docentes, narradores y locutores.Escribió el marco curricular en Danza para las Escuelas de Intensificación en Artes, del Gobierno de la CABA.Escribe artículos en Punto de Partida, revista de educación inicial, Editora del Sur.

JUEGO Y ARTE

Por Helena Capozzoli

La sorpresiva invitación de una colega y amiga a escribir algo acerca del juego y el arte me enfrentó en primera instancia a una “mirada profesional” sobre estos temas, declinando de plano la propuesta con las más tipicas excusas…Pero mi amiga como experta en juego, y no ya como colega, estaba invitándome a “abrir la puerta para ir a jugar” y una parte mía no supo escucharla…

Pasaron los días y no pude detener “a la loca de la casa” que disparaba exocets en medio de la noche, de mi trabajo, en la ducha, un verdadero bombardeo ensordecedor. Ideas de todos los colores y tamaños, y lo que es peor sin mi consentimiento. Escribía y escribía por su cuenta el articulo, ese que mi “lóbulo profesional del cerebro” había negado. Finalmente me di cuenta, “mi lóbulo artístico - lúdico” –que por suerte a veces funciona- había comenzado a JUGAR…

Dos días después tomé una decisión para vivir en paz y detener la guerra lobular interior y tamaño bombardeo. Así, hoy sábado a la mañana, aquí me encuentro con mi termo y mi mate, dejando de lado muchas “obligaciones” para hacerme el regalo de aceptar la invitación a reflexionar jugando, sin bibliografías a la mano, dejando fluir, simplemente “tomando a mi amiga de la mano para ir a jugar”. Jugar como cuando éramos chicos con lo que hay y con lo que falta (mochilas e historias

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personales de todo signo), dejarnos llevar por la libre asociacion que evidentemente se me disparó.

Sin pretensiones de ningún tipo, intentaré en pocos párrafos recuperar los locos recorridos de mi mente en este juego de libre asociación. Decía una profesora de la facu que ella solamente podía mostrarnos el camino que había recorrido para construir su objeto de conocimiento, y que nosotros tendríamos que recorrer el nuestro…

Confesaré que con la propuesta me apareció en primera instancia la agradable sensación del libro “La Agonía y el éxtasis” de Irving Stone que lei hace un tiempo (con mi lóbulo artístico - lúdico). Un relato muy bien documentado y novelado de la vida de Miguel Angel Bonarroti, que en su línea argumental, poco lineal más bien pendular, oscila en la lucha del artista entre su búsqueda del camino de construcción del deseo como artista, la obra de creación, y el dolor que implica la innumerable lista de sacrificios de sus deseos como hombre. Es decir el dolor del placer de hacer lo que a uno le gusta hacer.

Luego la loca de la casa hizo un “zapping adolescente” a toda velocidad por imágenes de la magistral actuación de Burt Lancaster y Rex Harrison, en la película basada en este libro de los años 60, que pese a que el recorte cinematográfico siempre “castra” la riqueza del texto original, en este caso brinda un buen pantallazo…

Y en esta línea recordé, ya obviamente operando con mi lóbulo profesional, las elucubraciones pedagógico-didáctico-docentes que me siguieron después de terminar el libro: qué variables hacen a que un sujeto sea un genio creador, en este caso gente como Miguel Ángel o el mismo Stone cada uno en su disciplina artística; o cuales a sujetos simples y sencillos como uno.

Recuperando del duro algunas cuestiones que reflexioné desde el sentido común y sin interferencia de ningún lóbulo en particular, creo que los componentes imprescindibles son la fuerza motriz del DESEO en primer lugar, luego el manejo de unas TÉCNICAS y SABERES ESPECÍFICOS de la disciplina que podríamos llamar “competencias”, por supuesto un CONOCIMIENTO general suficiente y necesario para anclar lo creado en el contexto histórico en que se vive, en el sentido de que “el objeto” implique una “novedad” o “re – creación de la tradición”. Luego el tiempo dirá si “lo creado” fue exitoso, más o menos útil, más o menos bello, más o menos popular, serio, grande, etc.; cosa que depende del “consumidor”, la historia es fecunda en no reconocimientos o reconocimientos tardíos, pero ese es otro tema…

Sí recuerdo que concluí algunas cosas con la lectura de Stone, la primera fue que el artista no crea por el éxito o el resultado final en tanto cuando termina una obra comienza otra, luego otra, y lo que importa es esa incesante búsqueda. El genio crea porque disfruta del desafío, del hecho en sí, del proceso de creación, aunque el largo camino de construcción de su “objeto” sea un valle de lágrimas.

Él disfruta y sufre en cada paso, indaga, investiga y ensaya lo conocido y lo desconocido para producir de otra manera; en una suerte por la cual el artista se torna en artesano, pone a prueba su “saber – hacer” disciplinar, compulsa y contrasta lo que sabe, le importa un bledo el que dirán, se permite entrar en una especie de estado de posesión febril en el que se pierde como sujeto para ser poseído por el objeto, sin importar los costos. No puede detenerse, no puede pensar en otra cosa, y ensaya y prueba y se equivoca y se frustra, y prueba nuevamente con otra estrategia de abordaje del objeto… y vuelta a comenzar…Obsesivamente en busca esa imagen ideal de objeto a crear que es capaz de imaginar y no sabe como concretar, en un juego amoroso objeto – sujeto son uno solo, en una incesante dialéctica entre la agonía y el éxtasis.

“Aquella era su tarea más ambiciosa. Nunca hasta entonces había tenido semejante amplitud de figura, semejante sencillez de diseño; nunca hasta entonces se había sentido poseído de una precisión, fuerza, penetración y profundidad de pasión tan absolutas. Le era imposible pensar en nada más y ni siquiera podía detenerse para comer o cambiarse de ropa. Alimentaba su hambre de mármol veinte horas diarias. Cuando su mano derecha se cansaba de empuñar el martillo, lo cambiaba a la izquierda y lo movía con idéntica precisión y sensibilidad exploradora”. (La agonía y el éxtasis, Irving Stone, pág. 305. Ed. Nueva Visión, 1998) Perdón pero no pude ceder a la

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tentación de compartir los subrayados de la lectura, porque estoy convencida que Stone escribe mucho mejor que yo, así que mejor que lo diga él mismo…

Y como las pasiones son pasiones seguí pensando en el porqué los genios son así. Recuerdo otra conclusión a la que arribe rápidamente la evidente la capacidad de cualquier genio creador conocido para cuestionar, falsear, pasar por alto lo convencional, lo instituido, la moda, el que dirán, en una suerte de trasgresión que los ubica en un lugar social de locos, marginales, subversivos… bajo la amenazadora y prejuiciosa mirada de la sociedad que siempre es tan “normal”.

Ahora entre nosotros convengamos que todos son sujetos con unos perfiles psicológicos particulares, características que los habilitaron a realizar ciertos actos y producir ciertos hechos, que al común de los humanos pareciera que no nos sucede, al menos a mi ni con los dos lóbulos funcionando juntos, o quizá sí nos sucede y no nos damos cuenta.

Asocié también a nuestro querido Don Enrique Pichón Riviere en “Conversaciones sobre el arte y la locura” trabajo que hizo con y sobre su análisis de Roberto Arlt, otro genio tildado de loco, Arlt claro, no Pichón, o ¿él también un poco? … En fin, planteaba en esencia que un loco (sicótico) y un artista se asimilaban en su capacidad de de - construir “el objeto” en todas sus partes, mientras que se diferenciaban en que el artista era capaz de re – construirlo re – uniendo creativamente las partes en un “nuevo objeto”, en cambio el loco incapaz de dicho acto de cordura, concluye con el objeto desmembrado bizarramente, por medio del lápiz o el cuchillo.

Otra conclusión tardía que no recuerdo si fue en medio de las asociaciones o cuando concluí el libro refería a que para lograr lo ya dicho (crear), estos sujetos genios creadores debían tener una enorme, inmensa e inconmensurable capacidad de frustración, cosa de que pese a fracasar pudieran volver a empezar por otro camino a construir de nuevo el objeto deseado… Este componente de la creatividad “la capacidad de frustración” es el más difícil de encontrar en estos días, como dicen “en mi barrio no se consigue”…Y por favor mucho cuidado, señor, señora, no confundir con LA INSATISFACCIÓN…No se llame a engaños que es cosa muy diferente, y esa sí que abunda en el mundo y alrededores “llame ya! que se agota”…pero ese es otro tema que nada tiene que ver con el arte.

A esa altura no pude evitar otra asociación libre, lo intenté pero soy débil lo reconozco, y me acordé de Maud Mannoni que en un muy buen trabajo “Como reconstruir el lenguaje perdido de la infancia” reconstruía las biografías y analizaba las historias de los niños que de adultos fueron famosos creadores. Mozart, Poe, Bergman, Freud…desde la perspectiva del analista planteaba como había una motivación en los conflictos no resueltos de su infancia para sus obras, mostrando artísticamente la incidencia de su infancia en lo que expresaban en ellas una y otra vez. Un adulto que expresaba en sus obras el mensaje no escuchado del niño que fue, un mensaje que, decía Maud, “debía ser escuchado” por los profesionales en su singularidad, pues todo estaba allí, y ese el desafío como profesionales.

Impactante en su mayoría historias terribles, recuerdo en particular un pasaje de un Poe a la edad de nueve años encontrado sentado, desde hacía tres días, junto a su madre muerta, tratando de no hacer ruido para que pudiera dormir porque por fin había dejado de toser. Una buena fuente del material de sus cuentos, una materia prima que había atravesado su carne y ahora se tornaba en su arte. Pareciera entonces que en este caso, como en los otros, la alternativa entre la locura y la cordura fue la sublimación a través del arte en su adultez.

En este sentido creo que el arte y el juego pueden asimilarse, son ambos portadores de salud mental y aprendizaje. Si bien casi no mencione nada acerca del juego no puedo olvidar los aportes de Winnicot en cuanto a la importancia trascendente que el juego asume en la constitución del sujeto como tal. Habrá otros especialistas que podrán en esta página explicarlo mejor, pero baste decir que tanto el juego solitario como el compartido permiten al niño probar, ensayar, investigar, experimentar, re – crear, inventar, sublimar, re – vivir, repetir; ser objeto y ser sujeto de acción; en él puede transgredir o cumplir las normas; con él se frustra, gana pierde; puede y no puede… En fin, “jugar a vivir” situaciones placenteras y también dis – placenteras, por qué no, para poder asimilarlas y aprehenderlas, sabiendo que lo mejor que tiene la “situación de juego” es que uno

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entra en ella pero también puede salir; “abrir la puerta para ir a jugar” pero con la llave en la mano para poder cerrarla…

Tal como el niño también el artista re –crea al objeto, explora, inventa, cuestiona, transgrede, se frustra, juega a ser el objeto y se pierde como en el país de nomeacuerdo, y se vuelve encontrar de este lado del espejo de Alicia, pero se vuelve a encontrar como sujeto enriquecido por la experiencia con el objeto de juego…

El juego a su vez tal como cualquiera de las disciplinas del arte requiere también ciertos conocimientos, el manejo de algunas técnicas y habilidades, acuerdos y consensos (reglas) … y fundamentalmente magia, imaginación, capacidad de sorpresa, capacidad de frustración y de entrega, libertad de elecciones, y además algo fundamental o fundante: nuevamente el imprescindible motor del DESEO, que nos habilite a crear y frustrarnos, a inventar y a disfrutar solamente por el placer de expresarnos a través del juego escondido en el arte (para el artista), a través del arte escondido en el juego (para el niño).

Si bien ya anocheció, se enfrió el agua y se lavó mi mate, el tiempo pasó rápidamente, porque estuve jugando toda la tarde, disfrute escribiendo y re- escribiendo estas asociaciones libres que me regalo “la loca de la casa” que espero también los entretengan a uds. Pero como pasiones son pasiones pienso: qué suerte que me animé a aceptar la invitación a jugar un rato con las pocas ideas de mis dos lóbulos. Un verdadero relax.

Qué bueno sería animarse más a menudo a jugar. Qué bueno si todos nos animáramos más a menudo a jugar a las escondidas, negando un poco más nuestro lóbulo profesional del cerebro, permitiéndonos el placer de ejercitar el lóbulo olvidado, el artístico lúdico. Si nosotros los profesionales de la educación aprendiéramos a divertirnos con los chicos y los jóvenes, si nos animáramos a “ludificar” lo profesional para profesionalizar lo lúdico, quizás entonces y sólo entonces, por fin aprenderíamos cuanto aprendizaje hay en el juego y cuanto arte en la enseñanza. Los invito colegas artesanos del arte de enseñar, a enseñar jugando y esta es mi última conclusión. ¡¡¡Gracias Beatriz por invitarme a jugar!!!

“El día de Todos los Santos, la Roma oficial vistió sus mejores galas para la inauguración de la nueva bóveda de la Capilla Sixtina. Miguel Angel se levantó temprano, fue a los baños, se afeito la crecida barba y se puso sus mejores prendas. Pero no fue a la Capilla. Se fue al pórtico de su casa, corrió la lona que cubría los bloques de mármol y se quedó mirándolos. ¡Había esperado siete largos años para esculpirlos! Se dirigió a su mesa de trabajo, tomó la pluma y papel y escribió:

El mejor artista no puede mostrar un pensamientoque la tosca piedra, en su superflua cáscara, no incluya;

romper el encanto del mármoles cuanto puede hacer la mano que sirve al cerebro.

En el umbral de su libertad tan duramente ganada sin tener en cuenta las costosas ropas que vestía, tomó martillo y cincel. Su fatiga, recuerdos tristes y amarguras desaparecieron como por encanto”. (La agonía y el éxtasis, Irving Stone, pág. 404. Emecé Editores, 1995).

Helena Capozzoli García de Zúñiga (7/11/56) Lic. en Ccias. de la Educación. (UBA)Miembro de equipos consultores de intervención institucional e investigación social: "Proyecto Lusida" - Componente Educación, SIDA y ETS, Banco Mundial - PNUD – Min. de Salud y Acc. Soc.de la Nación (99- 2000); Proyecto Nacional “Ensayo de Diseño e Implementación de Ofertas de Formación Técnica de Trayectos Profesionales de Argentina”, Min. de Cult. y Ed./OEA.(98- 99); Proyecto de Investigación “Gestión de Programas Sociales” sobre Proyecto Joven. (CEPAL-PNUD– MTSS/BID).(97-98). Se inicio en integración de niños con discapacidad a la escuela común; fue Directora del Inst. Educ. “Amanecer” (maternal, inicial y primario (86 -94) y trabajo en la Universidad de Belgrano (99).

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Actualmente funcionaria de Cruz Roja Argentina (2000-05), y directora del proyecto “Plazas para la Comunidad” del Foro del Sector Social (2005).

JUGAR AL TEATRO: Un recurso educativo I

Por Roberto Vega

Los niños pueden ser protagonistas de su propio aprendizaje

La creatividad contiene la realidad vital y vivencial del sujeto. Solo es posible acceder a una actitud o pensamiento creador, haciéndolo. El ser humano necesita áreas de confianza para expresarse y poder ejercer con libertad y espontaneidad creadora, y es el interés por el acto creativo el que lo lleva a realizar su propio aprendizaje. La necesidad creativa del hombre nace de su propia inconclusión. La educación debe desarrollar esta necesidad antológica de crear. La tendencia creativa está presente, aun en mínimo grado , en todos los seres humanos. Todas las formas o medios de expresión posibilitan la manifestación de sentimientos o ideas habitualmente inhibidos e inexpresados, canalizando vivencias al transitar dichos medios. La expresión es siempre acción, un hacer, un construir. Es crear signos comunicativos, y según lo apuntado por Poveda en Creatividad y Teatro" La creación no es una institución momentánea, sino que implica un proceso. La función de la escuela debe ser enseñar a aprender o una pedagogía del descubrimiento. Así loa creatividad se hace medio a la vez objeto de la educación". Si la acción educativa se desarrolla al mismo tiempo que la vida, las jornadas escolares serán oportunidades de crecimiento, de crecimiento creador, donde el educando explora, juega, prueba y se expresa espontáneamente, vivenciando , experimentando directamente.

Juego y Estética

Existe una fuerte componente lúdico en la actividad estética del hombre. Entiendo por estética, no a la estética de "lo bello", que se presenta como un código cerrado, sino a la estética de " lo vivo" , que es comunicación estética y que se presenta como un código abierto. La expresión no siempre es comunicación. Se requiere un código común entre emisor y receptor que posibilite el intercambio, y en el campo de la experiencia grupal la posibilidad de jugar ambos roles . La actividad lúdica ese básicamente una actitud vivencial de libertad, y es esta actitud la que determina su valor creativo. Es la posibilidad que tiene el chico jugando simbólicamente, de elaborar situaciones que vive cotidianamente, sean placenteras o traumáticas. Según Jean Piaget: " Es simbólico", la vivificación de las imágenes que se asimilan al yo, todo juego que representa una cosa por medio de objetos o juegos diferentes. Entonces se presentan complejos afectivos que se manifiestan a cada momento. El juego simbólico sirve en especial para liquidar esos , conflictos. Si , por ejemplo, surge un conflicto con los padres a la hora de la comida, es casi seguro que luego se reproduce en un juego con la muñeca o con sus amiguitos. La niña tiene a menudo una pedagogía mejor que sus padres, explica a sus muñecas lo que deben hacer . O si no, como el niño no hace cuestión de dignidad, da la razón a sus padres mediante el truco de ese simbolismo: lo que en un momento antes, cuando la retaron, no podía admitir". El niño juego con seriedad y compromiso, probándose y tratando de encontrar soluciones es decir, tratando de crecer. El juego en el niño se presenta con características propias en las distintas etapas de crecimiento, crecimiento que se produce por la multiplicidad de las soluciones halladas en su constante exploración lúdica. El impulso de jugar no facilita necesariamente la organización y dirección de los juegos, ni posibilita por sí mismo la colaboración y cooperación. Es aquí donde se hace necesaria la función del educador que haya vivenciado y reconocido el valor educativo del juego y la creatividad compartida , jugando y creando para conocer y hacer, sin los anuncios determinantes del premio o castigo final.

La creatividad

En la escuela encontramos asignaturas injustificadas o temas sin atractivos o curiosidad, y temas que cuando responden a expectativas e intereses del educando, en general se desarrollan informativamente , acumulando conocimientos abstractos de la vida , , sin que el alumno participe, vivencialmente en el proceso de aprendizaje. La consecuencia es que las energías se desaprovechan y no se despiertan inquietudes . Esta acentuación en las áreas de conocimiento intelectual, enciclopédico, informativo , produce educandos memoristas y anecdóticos, opuestos al niño preceptivo crítico y creativo que propone la nueva ética educacional. Colabora en esta acentuación, el prejuicio y tradición cultural que establece que la expresión que comunica la creatividad, ese solo para elegidos, o artistas, desvalorizando el potencial creativo de la comunidad. El desarrollo de la creatividad, es tarea de todo educador. Educador que debe ofrecer ambiente y estimulo propicios para que este desarrollo sea posible, teniendo en cuenta que crecer es una actividad permanente y que él también comparte el crecimiento del educando. La escuela, tal como funciona, bloquea la expresión infantil en vez de respetarla y estimularla,

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convirtiéndose el educador en un obstáculo para el desarrollo del ser que crece, circunstancia que hace surgir esta pregunta:¿Cómo puede hacer un educador para desarrollar la creatividad en los educandos, si él está formado enciclopédicamente, si fue desvalorizado creativamente como alumno durante su tránsito por los distintos niveles educativos? Mi respuesta es: teniendo una formación como conductor, como docente, donde el juego, la creatividad , la vivencia del proceso de aprendizaje no estén ausentes. De esta forma, permitiéndose jugar y crear , el educador permitirá a sus conducidos crecer, jugando y creando. Un conductor falto de confianza, desvalorizado en su propio potencial creativo, proyecta su frustración, su miedo, poniendo al grupo sus propios límites.

Articulo publicado en el diario Clarín (2001)Fuente: http://www.titiriteros.com.ar