Jotdown.es-lemmon y Matthau La Teora Platnica de La Comedia

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Lemmon y Matthau: la teoría platónica de la comedia jotdown.es /2011/08/lemmon-y-matthau-la-teoria-platonica-de-la-comedia/ José Luis Garrido Publicado por José Luis Garrido El triunfo artístico es hijo del esfuerzo tanto como del accidente y así el arte está repleto de andróginos; mitades perdidas de un todo perfecto que sólo encuentran el equilibro cuando el destino decide reunirlas. Los ejemplos en la “cultura popular” son numerosos y célebres: Ginger y Fred, Simon y Garfunkel , Lennon y McCartney. Hay artistas que, quiéranlo o no, dan lo mejor de sí mismos en presencia de un compañero y rival con quien forman una entidad nueva, un nuevo ser que es mucho más que la suma aritmética de ambos. Esta complementariedad casi mágica es un fenómeno que sencillamente sucede; es cuestión de química y no puede planearse ni manufacturarse. Pocas cosas hay tan dependientes de la química como la comedia, que es como el sexo del intelecto y se rige por leyes igualmente indescifrables. La complementariedad de dos cómicos no depende de mecanismo alguno conocido, al menos no de mecanismo susceptible de ser controlado a voluntad. Nadie sabe ni ha sabido nunca cómo se fabrica una gran pareja cómica. La gran pareja cómica aparece; eso es todo. Como en la teoría del Big Bang sabemos cómo y cuándo, pero no sabemos por qué. Contrariamente a la facilidad con que —gracias a la epicúrea flexibilidad del arte del humor— emerge el cómico individual, el tándem cómico genial es una diamantina rareza que, cuando es hallada, suele elevar la comedia a niveles de complejidad inalcanzables para un bufón solitario. Jack Lemmon y Walter Matthau (enumerados en estricto orden alfabético, anotamos a los más suspicaces) forman una de esas grandes parejas cómicas, si acaso no la más grande. Explicarlos resulta casi tan difícil como intentar reproducirlos; así de insólita es su naturaleza y así de caprichoso fue el accidente de su génesis. Porque, antes de superponerse con la perfección de un eclipse, no eran conocidos como reyes de la comedia.

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Revista en línea JotDown, nota sobre la comedia en el cine

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  • Lemmon y Matthau: la teora platnica de la comediajotdown.es /2011/08/lemmon-y-matthau-la-teoria-platonica-de-la-comedia/

    Jos Luis GarridoPublicado por Jos Luis Garrido

    El triunfo artstico es hijo del esfuerzo tanto como del accidente y as el arte est repleto de andrginos;mitades perdidas de un todo perfecto que slo encuentran el equilibro cuando el destino decide reunirlas. Losejemplos en la cultura popular son numerosos y clebres: Ginger y Fred, Simon y Garfunkel, Lennon yMcCartney. Hay artistas que, quiranlo o no, dan lo mejor de s mismos en presencia de un compaero y rivalcon quien forman una entidad nueva, un nuevo ser que es mucho ms que la suma aritmtica de ambos. Estacomplementariedad casi mgica es un fenmeno que sencillamente sucede; es cuestin de qumica y nopuede planearse ni manufacturarse.Pocas cosas hay tan dependientes de la qumica como la comedia, que es como el sexo del intelecto y se rigepor leyes igualmente indescifrables. La complementariedad de dos cmicos no depende de mecanismo algunoconocido, al menos no de mecanismo susceptible de ser controlado a voluntad. Nadie sabe ni ha sabido nuncacmo se fabrica una gran pareja cmica. La gran pareja cmica aparece; eso es todo. Como en la teora del BigBang sabemos cmo y cundo, pero no sabemos por qu. Contrariamente a la facilidad con que gracias a laepicrea flexibilidad del arte del humor emerge el cmico individual, el tndem cmico genial es unadiamantina rareza que, cuando es hallada, suele elevar la comedia a niveles de complejidad inalcanzables paraun bufn solitario.Jack Lemmon y Walter Matthau (enumerados en estricto orden alfabtico, anotamos a los ms suspicaces)forman una de esas grandes parejas cmicas, si acaso no la ms grande. Explicarlos resulta casi tan difcilcomo intentar reproducirlos; as de inslita es su naturaleza y as de caprichoso fue el accidente de su gnesis.Porque, antes de superponerse con la perfeccin de un eclipse, no eran conocidos como reyes de la comedia.

  • "En bandeja de plata", pelcula donde se produjo el milagro: dos actores que componan un dueto queiba ms all de lo perfecto.

    No ambos dos, al menos, porque Jack Lemmon s haba hecho de su vis cmica un clebre acontecimientocinematogrfico. Le habamos visto, por ejemplo, fingindose mujer en Con faldas y a lo loco y en varios filmshaba sembrado dudas sobre cul de sus dos facetas era ms brillante, si la trgica o la jocosa. AunqueLemmon estaba especializado en el melodrama con esa facilidad nica para encarnar al hombrecillo medio,sufrido e insignificante que transita innoticiado la vida su faceta hilarante era bien conocida. Pero lo que nosabamos an era que, con todo su inmenso talento y todo su intrincado virtuosismo interpretativo, Lemmonestaba incompleto. An le faltaba Matthau.De Matthau s que podamos decir con toda justicia que su irrupcin en el exigente terreno de la comedia fuems que una sorpresa, casi una verdadera visin sobrenatural. Antes de su asociacin con la comedia habapocos actores tan serios, tan solemnes y tan shakesperianos como Walter Matthau. S, parece mentira, hoyque tenemos tan asociados sus rasgos a la comedia ms gesticulante y directa, pero l era un animal de teatrode muy serio teatroy su introduccin en el cine vena precedida y modulada por la gravedad de aquel rostrosiempre protocolario. Pocos podan sospechar que aquel rostro estaba tan hecho de plastilina como su talentoy que el reputado actor de carcter ocultaba un fino instinto para la comedia.Fue Billy Wilder, el ojo (irnico) que todo lo ve (de reojo), quien ofici el milagro. Tena entre manos una nuevapelcula, En bandeja de plata, para lucimiento de su actor favorito, esto es, Jack Lemmon. El papel de Lemmonera el habitual: un individuo apocado, neurtico, tierno, insustancial, ingenuo y timorato. Un tipo cuyaentraable mediocridad se ganaba instantneamente la simpata del pblico o ms bien cierta magnnimaconmiseracin. En esta pelcula Lemmon haba de interpretar a un periodista deportivo que se deja manejarpor su cuado un rastrero y manipulador abogaducho de mala muerte para fingir una lesin de columna ypoder demandar a un futbolista famoso. Todo, cmo no, por dinero. En bandeja de plata era una farsa deengaos y dobles intenciones, un misntropo ballet en el que prcticamente nadie era admirable ni inocente. Elpapel de Lemmon estaba escrito a la medida del actor. Pero, quin iba a interpretar al reverso tenebroso de lahistoria, al perverso y ladino abogado que arrastra al dcil Lemmon al pecado? Aqu es donde la mano mgicade Wilder le distingue de tantos otros directores de comedia y tambin donde tuvo la suerte porque la tuvode que su eleccin resultase mucho ms acertada de lo que l mismo pudo haber previsto.El director austriaco entenda no en vano la haba aprendidodirectamente de algunos de losms grandes, tales que ErnstLubitsch que una de lasreglas bsicas de la alta comediaes la necesidad del contraste.Enfrentando al histrin Lemmoncon otro histrin deexpresionismo igualmenteubrrimo slo hubieseconseguido hacer degenerar suhistoria en un epicreo festival deexcesos. Algo que puede estarbien para la farsa circense de loshermanos Marx (que an asjugaban tambin con loscontrastes) pero que nofuncionara en la comedia cidade Wilder, frreamente ancladaen el ms newtoniano realismo.Dicho de otro modo, tomemosuna hipottica manzana: en una pelcula de los hermanos Marx, la manzana sera lanzada a la cara del otro.En un corto de Charlie Chaplin, el vagabundo de bastn y bombn robara la manzana y le dara bocados aescondidas. En un film de Woody Allen, el protagonista disertara sobre la manzana mientras camina por unaexposicin fotogrfica de retratos de peras. Pero en una pelcula de Wilder, la manzana simple y llanamentecae al parecer por la fatalidad misma de las leyes gravitatoriassobre la incauta cabeza de alguien queestaba all sentado. Qu mala suerte, le ha cado una manzana aunque al final descubrimos que alguien lehaba pegado una patada al tronco del rbol y que la cada de la manzana no era ni mucho menos unaccidente. La comedia de Wilder es la radiografa de las imperfecciones humanas y de sus todava msimperfectas relaciones. Para interpretar a su manzana podrida Wilder necesitaba un actor capaz de sutileza ygravedad. Gravedad en las dos acepciones ms comunes del trmino: era preciso un actor grave, en peso

  • La inolvidable "La extraa pareja" no fue quiz la mejor de sus pelculas,pero s la ms exitosa y el ms intenso e hilarante festival de qumica cmica

    entre Lemmon y Matthau.

    caracterolgico, y grave, en registro interpretativo.En una comedia con mucho el ms difcil y admirable de los gneros cinematogrficos no basta siemprecon recurrir a las opciones obvias para decidir quin interpretar determinados personajes clave. Por eujemplo,tomemos al abogado de En bandeja de plata. Martin Scorsese podra haber empleado a Joe Pesci, porejemplo pero porque Scorsese no hace comedias. Los Coen podran haber tenido ms suerte y haberelegido a John Goodman, quien s se mueve cmodamente en la comedia, aunque aun as quiz se hubiesenquedado cortos. La tarea de Wilder no era fcil: necesitaba una perfecta compaa para Lemmon y no cualquiera poda estar ala altura de Lemmon. En Con faldas y a lo loco , Tony Curtis haba sido fcilmente devorado por lacomparacin en lo que a todas luces era un flagrante desequilibrio, aunque por suerte se cont con toda unaMarilyn Monroe para reequilibrar el desigual dueto y convertirlo en un terceto satisfactoriamente variopinto.El ladino abogado que ejerce en un cochambroso despacho repleto de papeles desordenados y que es lapersonificacin misma de la astucia callejera y la avaricia sin entraas era un personaje bastante difcil deencarnar con xito. Era el eje central del mecanismo cmico del film; nada menos que la figura diablica quedesata el embrollo faustiano de la historia. Un individuo responsable de bblicas fatalidades que, para colmo,tena que desempear su malfica labor en contexto de comedia, algo a lo que ni Goethe pudo aspirar. WalterMatthau consigui hacerse con el personaje y conferirle la forma y fondo precisos; triunf en la comedia deWilder mediante el ms efectivo de los procedimientos: no intentando ser gracioso. Se meti en la piel delabogaducho traicionero centrndose no en sus facetas posiblemente hilarantes, sino precisamente en todo locontrario, acentuando los filos desagradables del personaje, hacindolo aparecer fingidamente profesional enun flagrante ejercicio de sucia hipocresa, mostrndole malcarado, con ese cansado hasto de quien no tieneconciencia y no cree en nada excepto en eso, en su propia ausencia de escrpulos. Matthau adorn la vilezadel carcter con unas pinceladas justas de chulera que le hiciesen encajar en el tono humorstico del film,logrando de paso el necesario contraste con la maleable inseguridad del periodista interpretado por Lemmon.La comicidad de la pareja protagonista empez a emerger gracias a una artificiosa y disfuncional complicidadentre sus opuestas personalidades: Matthau era el hombre fuerte, el manipulador, el verdugo. Lemmon era elhombre dbil, el ttere, la vctima.En bandeja de plata le vali a Walter Matthau elOscar que premiaba al mejor actor secundario ysirvi para descubrir a un actor que no slo estabaa la altura de Lemmon sino que, por algnmisterioso motivo o por un milln de motivosevidentes cuya suma es igualmente misteriosase haba convertido en su partenaire perfecto.Aunque En bandeja de plata haba sido planteadade inicio como una comedia de enredo cuyaefectividad no descansaba necesariamente en lainteraccin entre los dos protagonistas, fueron lassecuencias en donde Lemmon y Matthaudesplegaban lo mejor de sus mutuasdesigualdades las que se convirtieron en lasfavoritas del pblico. De repente, todo el mundoquera ver a Lemmon y Matthau trabajar juntos denuevo. Tanto fue as, que se les contratinmediatamente para la adaptacincinematogrfica de una de las comedias teatralesms clebres de Broadway, La extraa pareja.Dirigida por Gene Saks, La extraa pareja eraprcticamente teatro filmado y reuna a los dosactores en un contexto artstico muy diferente aldel cine de Wilder. Esta vez s, el film era unvehculo para el lucimiento de la pareja Walter-Matthau y para la explotacin sin contemplacionesde aquella qumica que tanto apreciaban losespectadores. La historia de dos hombresdivorciados, en principio grandes amigos, que empiezan a convivir en un apartamento hasta que llegan a

  • "Primera plana" no estaba planteada como una mera explotacin de la pareja, pero cuando aparecan juntos en pantalla la pelculaera definitivamente otra.

    odiarse a causa de sus costumbres y manas incompatibles, tena poco que ver con la trama de traiciones einmoralidades de En bandeja de plata. Los dos personajes principales eran tambin muy diferentes, aunqueconservaban ciertas caractersticas reconocibles. Ahora Lemmon era un sujeto llorn, hipocondraco yobsesionado con la limpieza que era acogido en su casa por Matthau, un tipo hedonista, anrquico,desordenado y bastante guarro. Aunque creen ser complementarios (uno aportar orden y disciplina a la vidadel otro, y el otro aportar alegra y colorido a la vida del uno) su relacin terminar en completo desastre. Erael contraste llevado al extremo en un argumento elaborado con la precisin de un artefacto de relojera:dilogos punzantes, escenas de calculadsimo humor mudo, altibajos distribuidos con maestra. Una historia concebida para el teatro que llegaba a su versin en celuloide perfectamente pulida y perfilada tras ser puesta aprueba una y mil veces ante pblico en directo: Lemmon y Matthau recibieron un lingote de oro y devolvieronun lingote de platino. El primero exager ms y mejor que nunca, mientras el segundo recurri a todo unflorido repertorio de gestos-que-marcan-el-momento que terminaran convirtindose en su marca de fbrica.Por qu funcionaban tan bien estos dos actores cuando estaban juntos?, me pregunta usted, amigo/a lector/aclavando en mi pupila su pupila azul. Pues no lo s. Quiz sea que ninguno pretende robarle la escena al otro;aguardan disciplinadamente el momento preciso para introducir su particular tic y hacerlo adems con laintensidad justa. Se reparten eficientemente las idas y venidas, los altos y bajos de cada secuencia. Cuandouno acta, el otro reacciona; y no antes. Parecen siempre hablarse, mirarse y tratarse desde la distancia, comoqueriendo resaltar la extranjera de sus respectivas personalidades y como queriendo acumular la tensin paraliberarla ms tarde en el instante indicado. Cada cual se mantiene en su registro, con inflexible disciplina, parano compartir recursos que se solapen y no sobrecargar al espectador con redundancias. Pero acaso noson todas stas varias de las tcnicas bsicas para hacer comedia entre dos, sean Lemmon y Matthau ocualesquiera otros? S, la verdad es que s, pero amigo/a lector/a, he respondido a su pregunta con lo que s,porque no podra responder con lo que no s. Lo que es cierto es que Lemmon y Matthau hacan todas estascosas a la perfeccin. Eran unos virtuosos del contrapunto, siempre orbitando en torno al otro para taer sumeloda cmica sin desafinar con la meloda cmica del contrario. No eran dos actores intentando sergraciosos individualmente. Eran dos actores trabajando en pos de que el contrario pudiese resultar gracioso.Se apoyaban mutuamente; uno era siempre la red de seguridad del otro.Y luego estla qumica;porque hayen estapareja unmucho demediasnaranjas

    reencontradas. Platn hubiese dicho que era su destino el hacer comedia juntos. Se complementaban.Estaban los manierismos ansiosos de Lemmon frente a las muecas puntuadoras de Matthau. Las delicadezasfemeniles de aqul frente a la zarrapastrosa virilidad de ste. La mirada nerviosa e incierta del uno, la miradapenetrante e imperturbable del otro. La sonrisa tmida frente al festivo aspaviento. Parecan ser conscientes del

  • Billy Wilder, junto a la pareja sin igual que l mismo ayud a crear.

    especial barniz que su reciprocidad confera a su comedia y actuaban en consecuencia. No interpretaban parael pblico: interpretaban para el otro. Como en tantas otras cosas, el secreto de la excelencia.Obediente a ese destino, Billy Wilder les volvi a reunir en Primera plana, otra adaptacin de una comediateatral que ya haba conocido varias versiones cinematogrficas. Es una comedia coral al modo de En bandejade plata y en realidad la interaccin entre Walter y Matthau es virtual durante la mayor parte del metraje. Es lasituacin, no el claroscuro los caracteres, la protagonista de la comicidad del film. Aunque Primera plana bastpara saciar el anhelo de los espectadores por ver reunidos en una nueva pelcula a los infalibles reyes de lafarsa bicfala, en dicho film los dos actores se lucen por s mismos, separadamente, en una ilusin de reuninque, como toda ilusin, puede resultar satisfactoria si nos la queremos creer. Juntos, que no revueltos,Lemmon y Matthau volvieron a demostrar que saltaban chispas las pocas veces en que de verdad cohabitabanfotogramas. Y que cuando no aparecan juntos, sino en apariencia, seguan saltando las chispas.Finalmente, y si no tenemos en cuenta las postreras reuniones nostlgicas que tenan ms de maniobrapublicitaria que de productos dignos de estos monstruos de la interpretacin, los dos actores se reunieron en laltima de sus pelculas clsicas, Aqu un amigo. Dirigida por un anciano Wilder, la pelcula fue recibida en sumomento con cruel desprecio por los crticos e ignorada por un pblico que la consider pasada de moda , dehecho su fracaso propici la jubilacin del legendario director. Pero Aqu un amigo sigue demostrando, pese atodos los posibles defectos que busquemos en su guin o en su estructura, que la pareja Lemmon-Matthaufunciona. Es cierto que la pelcula fue una especie de secuela camuflada de La extraa pareja y que no est nide lejos a la altura de las comedias clsicas de Wilder, pero la qumica entre sus dos protagonistas continaexistiendo y de algn modo sale indemne de las manifiestas debilidades del film. Aqu un amigo narra elencuentro accidental entre un asesino a sueldo de la mafia (Matthau) que se aposta como francotirador en unahabitacin de hotel para asesinar al testigo de un juicio, y un individuo hundido en la depresin (Lemmon) quealquila la habitacin contigua para suicidarse porque su mujer le ha abandonado. Esto da pie a variassituaciones de comedia muy bsica y elemental, un slapstick bastante alejado del espritu clsico de Wilder.Siendo la menos destacable de los cuatro largometrajes tradicionales de la pareja Lemmon-Matthau, siguehabiendo encanto en el simple hecho de contemplar a estos dos actores en un mismo encuadre.Ya hemos mencionadoque los dos actoresfueron reunidosbastantes aos despusen diversas pelculas deesas que, en unarrebato de bonhoma,podemos calificar comopara todos lospblicos. Comediasamables y previsibles enlas que el amor de losespectadores hacia lapareja hizo ms queunos guionesgeneralmente flojos.Con todo, los viejosLemmon y Matthaumantenan parte de sumaestra y podranhaber dado mucho msde s en el caso de quealguien hubiese aparecido con el argumento adecuado. No es el humor amable agua para estos peces; ellosofrecen lo mejor cuando nadan entre ironas, sarcasmos y conflictos.Lo que s podemos asegurar porque basta con mirar alrededor es que no ha habido, de momento,sucesores. Jack Lemmon y Walter Matthau siguen siendo, en conjuncin, el eptome de la qumicacinematogrfica. Dos actores que parecan proceder de planetas distintos y que interpretaban a personajes deplanetas an ms distintos, pero que encajaban. Y cmo encajaban. Es la clase magia que surge por puracasualidad y que resulta tan difcil de repetir. Pero as tiene que ser. Si pudiramos reproducir las frmulas avoluntad, qu encanto encerrara ya el cine? Eso es a la vez lo mejor y lo peor de la Extraa Pareja: quenunca volvern a existir.

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