jostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura ... · del 13% del total de agua potable...

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jostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura- construcción? Jorge Suárez Díaz Arquitecto El título que me habían propuesto para la re- dacción de este artículo difería ligeramente del que finalmente lo encabeza pues, aun siendo el texto idéntico, no se encontraba inicialmente entre interrogantes. El motivo de este pequeño gran cambio es el de llamar la atención del lector y despertar su inquietud y capacidad crítica sobre lo que, per- sonalmente, considero más una moda y una estrategia comercial que una realidad, al menos hasta la fecha. El término sostenible hace referencia a un proceso que puede mantenerse por sí mismo, sin ayuda exterior o merma de los recursos existentes. Cualquier parecido de la construcción e inclu- so de la inmensa mayoría de la arquitectura existente con la citada condición, no es que sea pura coincidencia, sino que, sencillamente, es tan sólo un espejismo, una ilusión. ¡SOSTENIBLE? La construcción es en realidad, en su versión actual, la actividad menos sostenible del pla- neta y la responsable del consumo del 50% de todos los recursos mundiales. La edificación, uno de los productos de la actividad construc- La construcción es en realidad, en su versión actual, la actividad menos sostenible del planeta y la responsable del consumo del 50% de todos los recursos mundiales tiva, contribuye en países evolucionados como EEUU a un 39% de las emisiones totales de los gases de efecto invernadero, a un 40% del consumo de su energía primaria y a un gasto del 13% del total de agua potable disponible en ese país. La huella de carbono de este país es insostenible y, cambiando de continente y de contexto en búsqueda de brotes verdes, lo peor es que la eficiencia energética de India es tres veces menor y la de China, nueve.veces me- nos, ejemplos ambos de los flamantes BRIC, paradigmas de la nueva economía emergente. O sea, que viene más de lo mismo. Esta pequeña muestra de datos forma parte de un panorama global poco halagüeño en el que escu- char y leer con tanta frecuencia, familiaridad e, incluso, complacencia, acerca de la construcción sostenible, cuando menos, ofende. El adjetivo elegido por la industria, empleado por ver pri- mera por la ministra noruega Gro Brundtland, 124 en1it .gitit , 1 86 1 Septiembre 2011

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jostenibilidad y eficienciaenergética en la arquitectura-

construcción?Jorge Suárez Díaz

Arquitecto

El título que me habían propuesto para la re-dacción de este artículo difería ligeramente delque finalmente lo encabeza pues, aun siendoel texto idéntico, no se encontraba inicialmenteentre interrogantes.

El motivo de este pequeño gran cambio es elde llamar la atención del lector y despertar suinquietud y capacidad crítica sobre lo que, per-sonalmente, considero más una moda y unaestrategia comercial que una realidad, al menoshasta la fecha.

El término sostenible hace referencia a un procesoque puede mantenerse por sí mismo, sin ayudaexterior o merma de los recursos existentes.

Cualquier parecido de la construcción e inclu-so de la inmensa mayoría de la arquitecturaexistente con la citada condición, no es que seapura coincidencia, sino que, sencillamente, estan sólo un espejismo, una ilusión.

¡SOSTENIBLE?

La construcción es en realidad, en su versiónactual, la actividad menos sostenible del pla-neta y la responsable del consumo del 50% detodos los recursos mundiales. La edificación,uno de los productos de la actividad construc-

La construcción es en realidad,en su versión actual, la actividadmenos sostenible del planeta y laresponsable del consumo del 50%

de todos los recursos mundiales

tiva, contribuye en países evolucionados comoEEUU a un 39% de las emisiones totales delos gases de efecto invernadero, a un 40% delconsumo de su energía primaria y a un gastodel 13% del total de agua potable disponibleen ese país. La huella de carbono de este países insostenible y, cambiando de continente y decontexto en búsqueda de brotes verdes, lo peores que la eficiencia energética de India es tresveces menor y la de China, nueve.veces me-nos, ejemplos ambos de los flamantes BRIC,paradigmas de la nueva economía emergente.O sea, que viene más de lo mismo.

Esta pequeña muestra de datos forma parte de unpanorama global poco halagüeño en el que escu-char y leer con tanta frecuencia, familiaridad e,incluso, complacencia, acerca de la construcciónsostenible, cuando menos, ofende. El adjetivoelegido por la industria, empleado por ver pri-mera por la ministra noruega Gro Brundtland,

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¿Sostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura-construcción?

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Jorge Suárez Díaz

No podemos hablarde arquitectura sosteniblefrente a arquitectura,

P entendiendo a la primeraversión como una con mayoresprestaciones que la segunda.Sería más sensato hablarde arquitectura insosteniblefrente a arquitectura, poniendode relieve que sólo hayun tipo de arquitectura que,necesariamente, debe teneren consideración la multitudde factores que la sociedadle exige, y no sóloel de sostenibilidad

con otras intenciones, durante la 42.' sesiónde las Naciones Unidas en 1987, constituye ennuestra realidad arquitectónica un eufemismo;un bálsamo social que, aplicado con la suavidady dulzura debidas, ha contribuido al desarrollo yla aceptación generalizada de una "nueva arqui-tectura" de gran éxito comercial: ¿Una varianteredentora de la arquitectura insostenible y de laconstrucción mezquina y cutre omnipresente ennuestras ciudades? Pues no, más bien una fór-mula edulcorada de vender más de lo mismo:arquitectura de la mala, arquitectura de moda,arquitectura insensata o no-arquitectura.

El adjetivo en cuestión, aparte de inapropia-do por su contribución a mitigar una preocu-pación por nuestro entorno que siempre debie-ra estar presente en todos y cada uno de noso-tros, por el bien de nuestros descendientes y delresto de criaturas que habitan nuestro planeta,banaliza nuestra profesión. Una actividad, ladel arquitecto, sometida a una tremenda com-petencia global, en la que los mercados acuñanincesantemente nuevos adjetivos con los que di-

ferenciarse de sus competidores, en un procesocontinuo de creación de valor añadido ficticio:arquitectura hightech, arquitectura corporativa,arquitectura inteligente, arquitectura lowtech, ar-quitectura bioclimática, arquitectura sostenible,ecológica, digital, espectáculo, funcional, verde,integrada.., y un sinfín de variantes de arquitec-tura supuestamente repleta de novedosos valo-res diferenciales.

Cuando yo estudié la carrera de Arquitecturaen la escuela de Madrid, me enseriaron Arqui-tectura, a secas.

Y claro, ante tamaña proliferación de especiali-dades uno se pregunta: ¿Será que me enseriarontan sólo una parte de la disciplina?

ARQUITECTURA SIN ADJETIVOS

A mi modo de ver, la buena arquitectura no tie-ne ni puede tener adjetivos. Cuando abrazamosla arquitectura sostenible, por poner un ejem-plo, estamos denostando a la arquitectura queno lleva adjetivos, como si esta, que en realidades la de verdad, la auténtica, no tuviese la obli-gación de tener en consideración cuestiones decarácter medioambiental durante su gestación.

Quiero decir con esto que la sostenibilidad, aligual que la economía, la estética, la funciona-lidad, la ecología, la integración, la vida útil, lacomodidad, el consumo energético o la tecno-logía, son sólo algunas de las condiciones exigi-bles al arquitecto para con la arquitectura; paracon la "arquitectura normal", me refiero; perono son extras, y esto es lo esencial. La arquitec-tura es el vehículo full equipe por hacer un símilfácil con los esquemas comerciales de la indus-tria automovilística, siempre ilustrativo y sen-cillo de comprender. No es la arquitectura unvehículo básico al que se le pueda ir equipandocon diversos extras (funcionalidad, economía,sostenibilidad...), hasta lograr arquitecturascon valor añadido incremental.

Puede haber arquitectura más cara o más bara-ta. Pero no podemos hablar de arquitectura

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sostenible frente a arquitectura, entendiendo ala primera versión como una con mayores pres-taciones que la segunda. Entiendo que seríamás sensato hablar de arquitectura insosteniblefrente a arquitectura, poniendo de relieve quesólo hay un tipo de arquitectura que, necesaria-mente, debe tener en consideración la multitudde factores que la sociedad le exige, y no sóloel de sostenibilidad. La sostenibilidad, al igualque el resto de "extras", es inseparable de la ar-quitectura. Su separación daría origen a unaarquitectura insostenible, pero su incorpo-ración no da lugar a nada especial, pues a laarquitectura, la sostenibilidad "se le supone",como el valor a los militares.

Partiendo de la base de que toda arquitecturadebe incorporar, en su proceso de gestación,acciones encaminadas a la minimización delconsumo de recursos y siendo conscientes dela dificultad de que el proceso arquitectónico yel constructivo sean absolutamente sostenibles,es necesario que los planteamientos actualessean repensados desde la óptica de la reutiliza-ción de edificios y la perspectiva de la negaciónmisma de la posibilidad de existencia de los re-siduos y no sólo desde la eficiencia energética oel reciclado de materiales, aspectos mucho másevidentes y habituales.

De hecho, en la actualidad, la denominadaarquitectura sostenible no promueve nadaque no supieran ya los arquitectos de hace2 000 años, aunque sí cuestiones fundamen-tales que algunos de nuestros colegas del si-glo pasado y contemporáneos parecen haberolvidado:

• La adaptación del objeto arquitectónico a larealidad de su localización geográfica concre-ta: vistas, exposición a radiación solar, vien-tos, lluvias y ruidos.

• El empleo preferente de materiales locales yde baja intensidad energética.

• La optimización de los consumos energéti-cos, la utilización de sistemas pasivos y deenergías limpias.

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laa sostenibilidad, al igualque el resto de "extras",

inseparable de la arquitectura.111Su separación daría origen

a una arquitectura insostenible,pero su incorporación no da

glugar a nada especial, puesa la arquitectura,

gie la sostenibilidad "se le supone",como el valor a los militares

• El aprovechamiento y reutilización de lasaguas pluviales y de proceso.

Estos cuatro bloques conceptuales aglutinan lapráctica totalidad de las decisiones que habi-tualmente se toman en el proceSo de creaciónarquitectónica actual, desde la óptica del im-pacto sobre el medio de una construcción.

¿CONSTRUIMOS Y CRECEMOSO PARAMOS Y DECRECEMOS?

Sin embargo, la ecuación que explica el consu-mo de recursos resultado de la actividad arqui-tectónica y constructiva tiene dos sumandos: laenergía consumida para construir y la necesariapara explotar edificios. Los criterios de diseñoenumerados afectan a una parte del segundosumando de forma mayoritaria.

La reducción del primero de los sumandosimplica necesariamente la disminución de laactividad constructiva, insostenible por natu-raleza y, ante esta posibilidad, surge la inevi-table cuestión de su relación con el progresoy el crecimiento: Construimos y crecemos oparamos y decrecemos? Si igualamos progresoa crecimiento económico, entonces el únicoindicador que habría que vigilar sería el PIB,que sólo tiene en cuenta la actividad económi-ca como medida del crecimiento. Sin embargo,

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Ejemplo del oft.

este indicador no tiene en cuenta que, a costade ello, puede haber empobrecimientos múl-tiples en muchos otros campos y que no solodebemos buscar crecimiento económico, sinotambién crecimiento saludable. Luego, no sepuede mirar solo el PIB.

En cualquier caso, la cuestión que me gustaríatratar es el hecho de que existen posibilidadesclaras al alcance del arquitecto, que permitenuna reducción de la actividad constructiva y,por tanto, un menor consumo de recursos, conindependencia de las cuestiones macroeconó-micas, en las que poco podemos influir.

Desde este punto de vista, la reutilización deedificios ofrece opciones viables, con serias po-

sibilidades de generar valor y crecimiento eco-nómico y saludable. El concepto cradletocradle("de la cuna a la cuna") brillantemente desarro-llado por Michael Braungart y William McDo-nough como una nueva filosofía de diseño conla que concebir productos para que, desde suconcepción, puedan ser materia prima de algonuevo al final de su vida útil, supone una visiónalternativa revolucionaria y esperanzadora, unverdadero reto para todos los diseñadores. Unnuevo esquema en el que se elimina el con-cepto de desperdicio y, por tanto, el de recicla-je. Bajo esta óptica la solución al problema delcrecimiento sostenible no consiste tanto en laimplementación de tecnologías para el recicla-do de residuos, como en la modificación de lasformas de diseñar, para que los diseños no den

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éSostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura-construcción?

Reconversiónde un molinoen hotel rural.Molino del RíoViejo, ColladoHermoso,Segovia. Fotocedida por elestablecimiento.

lugar a la generación de residuos, posibilidadesta que, paradójicamente, se encuentra a nues-tro alcance (¡!), como veremos en los siguientescasos de estudio.

LOFTS, MOLINOS Y MINAS

Un buen ejemplo arquitectónico del innova-dor concepto citado sería el del ¡oft. Durantelos arios cincuenta del pasado siglo, en Nue-va York, los altos precios de las viviendas, lafalta de regulación en materia residencial y lapresencia de un importante colectivo sin pre-juicios en relación con las tipologías residen-ciales, principalmente formado por artistas yestudiantes, dio lugar a la utilización comovivienda de las viejas naves industriales y al-macenes del barrio del Soho. Arios más tarde,estos espacios, de gran calidad, serían adquiri-dos por las clases más pudientes, dando lugarhoy a un tipo de vivienda reservado para lasclases sociales de élite.

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Resulta verdaderamente sorprendente este fe-nómeno espontáneo de creación de valor aña-dido sin intención alguna por parte de ningunode los agentes intervinientes: ni los arquitectosproyectistas de las naves, ni los constructores,ni los industriales que las promovieron y utili-zaron o los estudiantes que las habitaron enten-dieron que, algún día, aquellos espacios indus-triales de valor inmobiliario mínimo, llegarían aconvertirse en la forma de habitar más codicia-da y cara, y todo ello, sin invertir un duro.

La facilidad del espacio industrial original paraalbergar un nuevo uso, el residencial, con pres-taciones muy superiores a las habituales parala vivienda del momento fue la clave de esteexitoso fenómeno de creación de valor sin con-sumo de recursos.

Otro buen ejemplo de las posibilidades que lareutilización de edificios permite, se encuentraen las transformaciones de viejas edificacionesagrícolas, para su reutilización como hoteles

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La reutilización de edificiosofrece opciones viables,con serias posibilidadesde generar valor y crecimientoeconómico y saludable.El concepto cradletocradle(de la cuna a la cuna") corno

una nueva filosofía de diseñocon la que concebir productospara que, desde su concepción,puedan ser materia primade algo nuevo al finalde su vida útil, suponeuna visión alternativarevolucionaria y esperanzadora,un verdadero reto para todos losdiseñadores

rurales. Una vez más, la generación de valor havenido de la mano de la singularidad en la formade alojamiento que se ofrece: la posibilidad dedormir en un molino, por ejemplo. Las distintasexperiencias de alojamiento temporal en insta-laciones inicialmente concebidas con otro uso,tales como molinos, graneros o, incluso, minas,han traído como consecuencia la creación deun innovador y exitoso concepto para nuestrapotente y madura industria turística, cuyos pro-ductos clásicos, sol y playa, se encontraban envías de agotamiento. El nacimiento del turismoindustrial, específicamente orientando a nuevossectores y complementado con actividades re-lacionadas con la cultura y la naturaleza confi-gura ya una realidad de productos alternativospara nuestro sector turístico. Una realidad que,además de crear vías de crecimiento económicode alto valor añadido, fomenta un crecimientosostenible, tanto desde el punto de vista cons-tructivo, como desde una óptica cultural, pues elmantenimiento de estas construcciones conservala memoria de los lugares y permite la compren-sión de su historia, la no destrucción, tan escasapor estos lares desgraciadamente.

Pista depatinaje juntoa la Fábricade Coque deZollverein,Essen,Alemania.

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d,Sostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura-construcción?

El tercero de los ejemplos que quiero comen-tar es el de la transformación de antiguas mi-nas e instalaciones asociadas, en espacios derecreo y ocio, desarrollado por el Gobiernoalemán en la cuenca del Ruhr. Las minas y laFábrica de Coque de Zollverein, en Essen, queestuvieron entre las más grandes de su tipoen Europa, fueron registradas en 2001 comoPatrimonio de la Humanidad por UNESCO y,en la actualidad, reciben cerca de 1 000 000de visitantes cada ario. Su lema, conservación

a través de la reutilización, constituye un ver-dadero alegato en pro de la minimización delconsumo de recursos, en favor de la conserva-ción de la historia de los pueblos y, en defini-tiva, a favor de un desarrollo sensato y susten-table vía reutilización.

La singularidad de los espacios creados supo-ne, una vez más, la clave del éxito de estasintervenciones. Las experiencias de patinarjunto a las baterías de coque de una antiguasiderurgia, de pasear junto a un horno alto in-activo, de visitar o bucear en el interior de ungasómetro o de celebrar una boda en la sala deturbinas de una antigua central de generacióneléctrica, constituyen en sí mismas activos degran interés para la población que, valora elatractivo turístico que estas innovadoras ac-tuaciones ofrecen.

"IMPULSO" Y LA REUTILIZACIÓN

DE EDIFICIOS

El éxito de esta actuación supuso el desenca-denante para toda una serie de programas derecuperación patrimonial de diversas instala-ciones industriales en Alemania, tales comocentrales térmicas o gasómetros, reconverti-dos en salas de exposiciones o escuelas debuceo.

En España el equipo de patrimonio de Impulso,en el que desarrollo mi actividad como Directorde Ingeniería y Arquitectura, ha tenido la opor-tunidad de poner en práctica estos principiosen dos proyectos de gran interés desde el puntode vista de las posibilidades reales que ofrece lareutilización de edificios. Los dos proyectos seencuentran situados en el margen derecho del

Gasómetro deOberhauses,hoyconvertidoen espacioexpositivo.Alemania.

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Interior delatrio coniluminacióncenital quecomunica lasplantas zP y9. Sede dela FundaciónCiudad de laEnergía.

Río Sil, a su paso por Ponferrada y justo des-pués de la conocida Presa del Azufre.

El primer proyecto ha consistido en la transfor-mación del antiguo Edificio de Mandos de laCentral Térmica de Compostilla 1, como sedede la Fundación Ciudad de la Energía, un orga-nismo gubernamental dedicado a la investiga-ción de soluciones a los problemas energéticosy ambientales actuales.

La reutilización de este edificio, actualmenteen fase de servicio, que ya de por sí introdu-jo una reducción importante del consumo derecursos asociado a los procesos constructivos,focalizó los esfuerzos de nuestro equipo haciala obtención de un edificio CO2 neutral. Unedificio con capacidad para producir la práctica

totalidad de la energía que consume sin causaremisiones. Para ello, el principal consumo deledificio, fruto de las necesidades de refrigera-ción, se solucionó con una combinación de al-macenamiento nocturno de frío en tanques decriogel, calderas de biomasa y un campo de co-lectores solares que alimentaban a una máqui-na de absorción para producir frío a partir decalor. Además se prestó especial atención al usode materiales de construcción ecológicos comoaislantes térmicos a base de reciclados de papelo tableros de revestimiento construidos a partirde cáscara de almendras, entre otros.

El segundo proyecto desarrollado fue el de lareutilización de la antigua central térmica dela MSP, primera de España en entrar en serviciohacia 1919, como parte de lo que será el futuro

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¿Sostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura-construcción?

Estado delMuelle deCarbonesde la MSPantes de laintervención.

Museo Nacional de la Energía. El proyecto re-suelve un programa museístico de manera muysencilla, asociando el movimiento de los fu-turos visitantes al realizado en el pasado por elcarbón, combustible de la instalación, en un iti-nerario didáctico que posibilita una compren-sión rápida de los procesos de generación deenergía en una central térmica. Desde el carbóna las cenizas, pasando por las calderas, la salade generación con sus turbinas y la evacuaciónde energía, el visitante recorre la instalaciónen el sentido de la producción de energía eléc-trica.

en este caso), a los sistemas de iluminación y ala de elección materiales.

La construcción se encuentra en la actualidadprácticamente concluida y su inauguración esinmediata.

Se han presentado cinco ejemplos de reutiliza-ción, algunos de los cuales han dado lugar a im-portantes procesos de creación de valor añadido,en el marco de una reducción, en mayor o me-nor medida según el caso, tanto de la actividadconstructiva como del consumo de recursos aso-ciado a la explotación de los inmuebles.

Especial atención ha sido prestada nuevamentea los sistemas de climatización (para los que seha empleado una bomba de calor geotérmica

maibligivie 00 / Septiembre 2011

La reutilización futura de edificios y otras ins-talaciones es una potente herramienta de crea-

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Estado actualdel Muelle deCarbones, enconstrucción.

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ción de valor pues, amén de su capacidad parala creación de singularidades atractivas y elmantenimiento de la conciencia histórica de loslugares, no exige, en muchos casos, una movi-lización de recursos importante. Si, además decontribuir a la creación de riqueza, se consu-men pocos recursos materiales, energéticos e,incluso, económicos, cabe preguntarse la causapor la que este tipo de actuaciones aún se en-cuentra en pañales.

Los arquitectos debemos ser conscientes deesta necesidad de futuro, una más de las mu-chas que le son exigibles a la Arquitectura asecas, a la auténtica. Los edificios que proyecte-mos deben tener la flexibilidad suficiente comopara ser capaces de albergar usos distintos delos que originalmente fueron pensados, con ladificultad que ello conlleva.

Por su parte, la Administración, debe introdu-cir también una buena dosis de flexibilidad enla regulación existente que, por no permitir,

ni siquiera permite que una nave industrialsea reconvertida a vivienda, en la inmensamayoría de los casos. Algo un tanto difícil decomprender si se tiene en cuenta el éxitode los lofts de hace 60 arios y la fiebre exis-tente en la actualidad con esta modalidad devivienda.

No quisiera terminar esta reflexión reclaman-do una arquitectura flexible pues, como ya heindicado, no creo que los adjetivos sean ade-cuados para describir de forma completa a laArquitectura, pero la flexibilidad espacial y lalegal son cualidades que deben ser incorpora-das a nuestra sociedad de cara a mejorar lacalidad de su desarrollo, un desarrollo que nodebe valorarse exclusivamente a partir de laevolución del PIB. Necesariamente deben in-troducirse parámetros adicionales de centrolsi queremos llegar a tener un desarrolló 'sos-tenible para nuestra sociedad. Una sociedadcambiante que demanda sistemas xr.s.átfies yedificios camaleón. +

troitsiimea DI /Septiembre 2011