Zacatecoluca, 29 de Julio de 2013 .

Sras. y Sres.Secretaría de Cultura de laPresidencia de la República de El SalvadorPresente

Distinguidos y distinguidas Señores y Sras.:

Por medio de la presente, Simiente Gestores Culturales, El Grupo Literario “Escritores de La Paz” y la Alcaldía Municipal de Zacatecoluca desean proponer a ustedes la Nominación del Profesor José Roberto Monterrosa al Premio Nacional de Cultura 2013, edición XXV dedicado a la Gestión Cultural, el cual será entregado en noviembre próximo por parte de la Secretaría de la Cultura de la Presidencia de la República.

Es importante destacar que el profesor José Roberto Monterrosa ha tenido una larga carrera como Director de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca durante 30 años, pero además como Promotor Cultural en todo el Departamento de La Paz.

Su trabajo se ha distinguido por la difusión intensa de la cultura local, así como por la promoción y difusión de la obra de una gran cantidad de artistas del Departamento de La Paz en las ramas de pintura, literatura, teatro, artesanías y la música. El profesor Roberto Monterrosa, además de fundar y dirigir la Casa de la Cultura de la ciudad, difundió el trabajo de pintores, poetas, escritores, escultores, músicos y artistas de teatro. Creó el festival del maíz, se esforzó por difundir el idioma nahuatl. Además impulsó el proyecto editorial Casa de Xacate, así también la Revista Casa de los Cantos las cuales junto a la obra Literaria: “Antología de una Década” son aportes concretos que difunden las obras literarias de diferentes autores del Depto. y del país.

De 1975 a 2005, el profesor José Roberto Monterrosa fungió como Director de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca desde donde influyó a varias generaciones de estudiantes, maestros, artistas y otros promotores del Arte y la Cultura del Departamento de La Paz e incluso de la Región Paracentral.

SECRETABA 8E CULTURA DE LA PRESIDENCIARECEPCIÓN

CORRESPONDENCIA RECIBIDA. . ^ 0 - D i - ¡ 3Focha:

Entre otros legados, aportó una práctica sostenida para la promoción del arte y la cultura que le dio relevancia a la ciudad de Zacatecoluca durante varias décadas. En esos procesos involucró a empresas, instituciones educativas públicas y privadas y otros gremios de la comunidad entre los cuales destacaron ASOVIRESS junto a grupos de artistas entre ellos: Pintores de La Paz, Escritores de La Paz y el Taller Literario Simiente. Lo anterior es una de las razones para su nominación ya que consideramos que su trabajo se ha destacado en la concepción, diseño, desarrollo y promoción de proyectos que una vez materializados, constituyen aportes de innegable beneficio para la cultura y el arte salvadoreño.

También fue reconocido por sus trabajos "Vagamundos" (1976), "Monografía de la ciudad de Zacatecoluca" (1969) y consideramos que puede ser catalogado como un profesional de la promoción cultural, quien unió sus ideas a la experiencia social. El profesor José Roberto Monterrosa desde hace tiempo ha luchado por la cultura local desde el ámbito comunitario pero que fue capaz al mismo tiempo de conectar procesos de desarrollo cultural con el ámbito nacional de lo cual dan fe numerosos artículos difundidos en espacios culturales como el Suplemento Tres Mil del periódico Co-Latino entre otros esfuerzos.

Uno de los principales aportes dado por el profesor José Roberto Monterrosa ha sido los Juegos Florales Salvadoreños los cuales iniciaron en 1977 y que actualmente tienen ya 30 años de estarse realizando y por medio de los cuales muchos escritores locales y nacionales han dado a conocer, a través de la publicación de sus obras, su calidad artística. Entre algunos de los autores reconocidos que dieron a conocer su obra a través de este certamen destacan Mario Noel Rodríguez, Miguel Ángel Chinchilla, Jorge Vargas Méndez, Otoniel Guevara, entre otros. Este certamen también dio a conocer autores literarios oriundos del municipio de Zacatecoluca y del departamento de La Paz, entre ellos Agustín Martínez y Juan Carlos Cárcamo.

Es importante, también, destacar el aporte dado a la comunidad de Zacatecoluca por parte del Profesor José Roberto Monterrosa al dotar a la Casa de la Cultura de una las pinacotecas más importantes y más caras del país por medio de la recopilación de obras de autores plásticos a través de la edición del Premio Nacional de Dibujo y Pintura. En esta pinacoteca se destacan obras de autores como Camilo Minero, Roberto Huezo, Roberto Galicia, así como de autores del Municipio de Zacatecoluca y del Departamento de La Paz como Milton Doño, Mario Doño, entre otros.

Ambos aportes reflejan con claridad que su trabajo ha dado una contribución significativa al enriquecimiento de la cultura y el arte salvadoreña y la consolidación de la identidad nacional.

Su obra, su trayectoria y una vida dedicada a la cultura de La Paz, le han valido en todo el Departamento y en El Salvador una estatura y un reconocimiento fuera de lo común como promotor cultural. Muy respetado y apreciado, ha sido galardonado por el Centro Escolar “Saúl Flores” el cual ha denominado una Sala de Lectura con su nombre, también recibió homenaje por parte de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República a través de las Casas de la Cultura del Depto. De La Paz, entre diferentes homenajes recibidos por artistas y promotores culturales que reconocen su aporte durante varios años.

La gestión cultural descrita en los párrafos anteriores nos parece evidencia de su compromiso por fomentar el desarrollo social, económico y cultural del pueblo salvadoreño.

El Premio Nacional de Cultura 2013 es el mayor reconocimiento que el Estado salvadoreño entrega a los actores culturales. Consideramos que Roberto Monterrosa encama a través de su trabajo el perfil del promotor cultural como la persona que se encarga de promover y organizar la participación de la población en su propio desarrollo a partir de la identificación de su realidad sociocultural para la promoción del arte y la cultura y esto queda en evidencia a través del legado encamacional que durante décadas dejo estampado en la historia de Zacatecoluca y del Departamento de La Paz, lo cual alcanzó un impacto nacional y por estas razones consideramos que sería un reconocimiento a la importancia de ese hecho tanto en la historia de la ciudad como en la lucha por la promoción cultural, en busca del desarrollo de los pueblos.

Simiente Gestores Culturales

JOSÉ ROBERTO MONTERROSA

José Roberto Monterrosa Miranda nació en San Vicente el 5 de Junio de 1945; actualmente reside La colonia 27 de Septiembre en la ciudad de Zacatecoluca en el Departamento de La Paz, junto a su esposa.

Poeta y pintor autodidacta; realizó sus estudios primarios en la escuela pública de su natal ciudad.

En 1967, obtuvo el título de bachiller en Ciencias y Letras en el instituto Nacional "Dr. Sarvelio Navarrete" de San Vicente; de 1969 a 1971 estudió Técnicas de Periodismo en la Universidad Nacional de El Salvador, Curso teórico práctico en Bibliotecología, UNESCO-Ministerio de educación en 1976, Curso teórico sobre Folklorología en 1978, Jornada de capacitación: Educación, Cultura y Comunicaciones en 1981, Jornada taller: Núcleos de Cultura y Educación a lo largo plazo en 1884, Curso de capacitación técnica en la Universidad Pedagógica de El Salvador y Dirección de Cultura en 1985, Estudios de Licenciatura en Ciencias de La Educación en la Universidad Modular abierta en 1985, Seminario Taller de Producción de material para Neolectores en 1989 ; cargos desempeñados: corresponsal de "La Prensa Gráfica" y "Diario el Mundo” . Investigación en Cultura Popular de El Salvador, Administración de Bibliotecas Públicas, Diseño Gráfico de carteles, Carátulas, hojas volantes, entre otras. Corrector de pruebas editorial universitarias; director de la Dirección de Publicaciones, Ministerio de Educación en 1972, Editor del censuario "Heraldo Vicentino". Ha sido fundador de varias revistas literarias: "Brigada la Masacuata", "Nueva Cultura", Tekij; Sonoro Pez del Bosque. Promotor Cultural.

Participó en experiencias individuales y colectivas de dibujo y pintura en diferentes lugares: San Salvador, Zacatecoluca, San Vicente, Usulután, Santa Tecla, Olocuilta, Santiago y San Pedro Nonualco, entre otros. Además, participó en Juegos Florales a nivel de El Salvador.

Es autor de las siguientes obras literarias:

"Las Cabezas Infinitas" (Edición colectiva), Directiva de Publicaciones en 1976. "Vagabundos", poesía, en 1973."Escritores inéditos de La Paz", Casa de la Cultura, Zacatecoluca en 1985- 2008. "Monografías de la Ciudad de Zacatecoluca" en 1987."Poesía - Pueblo", Dirección de publicaciones, MINED, San Salvador en 1986."Obra Incompleta", corte Suprema de Justicia en 2000."Homenaje a la ciudad de Santa Lucía de Zacatecoluca", reseña monográfica, Zacatecoluca en Mayo de 2004."Virola y otros poemas", Zacatecoluca en Julio de 2004."Poesía Selecta", Zacatecoluca en Noviembre de 2007."Virola", Revista Cultural de Zacatecoluca, 2006 - 2008.Testimodiario (Preparación), Zacatecoluca en 1989.

Libros Inéditos:

Crónicas y Cuenteretes del guiri - guiri, Narrativa en 1975.El manantial del Ombligo, poesía, 2005 - 2008.

Además, su trabajo literario ha sido incluido en los siguientes libros.

Antología de poesía Salvadoreña, Editorial Iberoamericana, México, 1974.índice Antológico de la poesía Salvadoreña, por David Escobar Galindo, UCA Editores, SanSalvador, 1982."Mención Honorífica", participación en semana cultural, Complejo Educativo Profesor Carlos Lobato, Zacatecoluca, 1999."Hijo Meritísimo de Zacatecoluca", Alcaldía Municipal de Zacatecoluca, 2000. "Reconocimiento Leonístico al Servicio comunitario", Club de leones, Zacatecoluca, 2005.

Durante su trayectoria ha sido acreedor de varios premios,

"Mención de Honor", II Certamen Cultural Novembrino Apopapense."Noé Canjura", rama poesía, Noviembre 1985.

Se desempeñó como director de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca desde su fundación en 1975 hasta el 31 de diciembre del año 2005. Por más de treinta años realizó una infatigable y constante labor en beneficio de la cultura salvadoreña. Ha sido el precursor en la difusión de la obra inédita de poetas, músicos, pintores, escultores, teatreros, investigadores, artesanos y de soñadores idealistas; realizándose Recitales Poéticos, Certámenes de Dibujo y Pintura; Juegos Florales Salvadoreños, en la rama de poesía, cuento, novela, ensayo. Etc.

En esta experiencia se creó y consolidó el proyecto "Editorial Casa de Xacate", con la publicación de la revista literaria "Casa de los Cantos", el periódico cultural "Casa de Xacate", estos fueron censurados y clausurados por el estado en su momento; así como también la impresión de una infinidad de libros de autores locales y de la región; mencionamos también la revista "virola", que surge, cuando ya está jubilado.

En este afán por descubrir y promover a los artistas, fundó el grupo literario "Escritores de la Paz" que hasta la fecha está activo.

Organizó un comité de apoyo que respaldó esta rica labor cultural en Zacatecoluca a nivel nacional y fuera de nuestras fronteras patrias.

Zacatecoluca, lo abrigó como su segunda tierra, por su entrega a su labor literaria a esta ciudad.

JOSE ROBERTO MONTERROSA: APORTES PARA UNA CULTURA DE LA PAZ

DESDE LA PROMOCIÓN CULTURAL.

Lic. Juan Carlos Cárcamo M . Se.1

En medio de las tensiones propias de un conflicto armado, analizar si existían las condiciones necesarias para la conformación de una estrategia cultural capaz de impulsar la promoción artística además del involucramiento de una sociedad entera en la construcción de su identidad y sus valores originarios, no puede ser sino un desafío metodológico incluso un peligroso asomo al acantilado del anacronismo. Cabe aclarar que el anterior comentario está relacionado con el fenómeno cultural de El Salvador durante los años comprendidos entre la década de los años '70 hasta la firma de los Acuerdos de Paz en el año 1992 y algunos años posteriores enmarcados en el proceso de la Postguerra.

Por lo anterior, se debe subrayar que cualquier esfuerzo por analizar los procesos de promoción cultural que fueron gestados en el país durante la época anteriormente mencionada deben ser tratados con la mesura y prudencia que lleve a admitir que ocurrieron en un entorno determinante, aunque ello no les descalifique o invalide, es más bien, un reconocimiento pleno de su esencia básica.

Hacer arte y cultura en medio de expresiones sociales como la guerra, el reclutamiento forzoso de los y las jóvenes, el desaparecimiento forzoso, los presos políticos, el deterioro económico y el deterioro de la infraestructura productiva, magnidicios como el de Monseñor Romero y los sacerdotes jesuítas, la emigración creciente de población hacia el exterior así como la migración interna del campo a la ciudad, entre otros factores se vuelven claves de interpretación de cualquier fenómeno, pequeño o grande, que haya acontecido durante la época a la que estaremos dedicándole el presente análisis.2 El objetivo del presente artículo no es agregar información novedosa a un contexto que ha sido objeto de numerosos y valiosos estudios previos, pero sí busca ofrecer una vista panorámica que explique el comportamiento del arte y la cultura de aquella época y además que permita entender con mayor precisión el valioso aporte ofrecido por parte del Prof. José Roberto Monterrosa mientras fungió como Director de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca en la época comprendida entre los años 1975 a 2005.

A través del presente artículo se pretende ofrecer una caracterización de su labor como promotor Cultural en los siguientes aspectos:

a. Una propuesta de Promoción Cultural con profundidad estratégica e intencionada.

1 El autor es Teólogo, con estudios en Psicología y Liderazgo Organizacional, así como en Investigación Científica además es doctorando en Filosofía Iberoamericana y funge como Gerente de Proyectos para W orld Vision en El Salvador, también es Poeta y Narrador y form ó parte del Taller Literario Simiente.2EI presente artículo se enmarca en el análisis de la gestión socio cultural realizada durante la época comprendida entre los años 1975 a 2005 período en ei que fungió como Director de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca ei Prof. José Roberto Monterrosa.

b. Una propuesta de Promoción Cultural con claridad metodológica en cuanto a sus componentes básicos de operativización

c. Una propuesta de Promoción Cultural impulsada por un promotor cultural con un compromiso personal con el arte y la Cultura.

d. Una propuesta de Promoción Cultural que dejó un legado.

a. Roberto Monterrosa, una propuesta de Promoción Cultural con profundidad

estratégica e intencionada.

Es importante reconocer que desde la instalación en El Salvador del Estado Liberal y a partir de la puesta en marcha de un proyecto sociohistórico que algunos autores han dado en llamar el higienismo social y que arrancó con la constitución de 1880 durante la administración del Presidente Rafael Zaldivar, el arte y la cultura sufrió un serio deterioro en su caracterización. De ahí que la promoción cultural haya sido entendida durante varias décadas como el mero culto a la nostalgia idílica del tiempo pasado y de los paisajes costumbristas. Este era uno de los primeros desafíos a enfrentar por cualquier promotor cultural que tratara de superar un activismo folklorista. Pero, más tarde, se volvía un reto aún mayor si aquello se pretendía hacer en medio del fragor de una guerra civil como la de los años '70 y '80 donde el arte y la cultura fueron también mecanismos eficientes de movilización social e ideológica o de escapismo político. Hacer arte y cultura para un importante sector de artistas de aquella época respondía a la urgencia por acelerar los cambios sociales con el respectivo costo de arriesgar la vida por un proyecto político ideológico en específico. Esa era la realidad del período en cuestión. Por supuesto, que también se podía hacer arte y cultura desde una plataforma más tradicional y amigable para el status quo en cuyo caso bastaba con dar el suficiente apoyo y respaldo a expresiones artísticas evasionistas o culturalmente tradicionales entre ellas, la celebración de las Fiestas Patronales, las actividades de Proyección folklórica, entre otras.

Al proceso artístico cultural impulsado por José Roberto Monterrosa desde la Casa de la Cultura de la ciudad de Zacatecoluca, no se le puede caracterizar como un proceso orientado a la lucha ideológica. Muchos de sus contemporáneos no podrían afirmar que su propuesta estuviera orientada al cambio inmediato de las estructuras políticas a través de la lucha armada. La anterior afirmación ponía a muchos de sus contemporáneos en un ámbito de incomodidad frente al esfuerzo desarrollado ya que las urgencias propias de una coyuntura política social no admitían vacilaciones. Pero cuidado con considerar siquiera que dicho proyecto artístico cultural impulsado desde la visión de José Roberto Monterrosa tuviera una vocación evasionista o en favor del orden establecido. Algunos argumentos que desvirtúan esa posibilidad son los siguientes: Primero, su arraigo en procesos culturales vinculados con el cambio social puesto de manifiesto a través de su paso por el grupo literario La Masacuata junto a Eduardo Sancho, Carlos Eduardo Rico, Rigoberto Góngora, Manuel Sorto, Luis Felipe Minhero, Alfonso Hernández y Salvador Silis. Segundo, es importante reconocer en la actividad cultural impulsada por Roberto Monterrosa mecanismos de generación de pensamiento crítico, en ello destacan su compromiso con impulsar los Juegos Florales Salvadoreños desde la Casa de la Cultura y a través de los cuales se dio a conocer obra de

autores comprometidos con la lucha político ideológica entre ellos, Otoniei Guevara y Patricia Quintana, pero también otra gran cantidad de autores con un serio compromiso con el arte y la transformación social, entre ellos Jorge Vargas Méndez, Mario Noel Rodríguez, André Cruchaga, entre otros.

Podríamos desarrollar otros argumentos pero lo que conviene decir es que se puede advertir del análisis, que detrás de la propuesta artístico cultural desarrollada por José Roberto Monterrosa existía una propuesta de cambio social que no estaba necesariamente restringida al ámbito de lo político ideológico aunque ello significara mantener un espacio de neutralidad que podía ser interpretado con mucho recelo por cualquiera de los bandos en conflicto y por ende que conllevaba un alto nivel de riesgo. Su trayectoria muestra un fuerte sentido de compromiso con el combate de la alienación y la promoción del pensamiento autónomo en las personas, no solo en los artistas.

Por ello, consideraríamos su actitud como un aporte a la construcción de una cultura de Paz desde la Promoción Cultural en medio de la guerra civil.

b. Roberto Monterrosa, una propuesta de Promoción Cultural con claridad

metodológica en cuanto a sus componentes básicos de operativización

Uno de los aspectos que se advierte en la experiencia desarrollada por José Roberto Monterrosa desde la Casa de la Cultura de Zacatecoluca es su modelo de intervención del que se destacan al menos 3 grandes aspectos que deben ser subrayados: Primero, el Liderazgo del Promotor Cultural, la capacidad de influir en su entorno, esto conllevó un alto componente inspiracional por el arte y la cultura que fue capaz de irradiar a su alrededor, la pasión de transmitir no tareas, ni obligaciones, sino sueños. Ningún promotor cultural podría lograr el éxito de su tarea de difusión de la cultura y el arte sino creyera firmemente en su tarea y la reconoce como un apostolado generacional. Roberto Monterrosa no ofreció el perfil de un mero empleado de gobierno, de un funcionario a sueldo, porque de haber sido de ese modo, durante el mismo período deberíamos identificar muchos otros procesos semejantes en otras regiones del país. Es Roberto Monterrosa quien pudo infundir una dosis de liderazgo natural que no descansaba en principios utilitaristas, su liderazgo no estaba cargado de la dosis de maniqueísmo, ni en un darwinismo social, los testimonios recogidos en numerosos homenajes y artículos de revista y periódicos en referencia a su labor artístico cultural destacan a un hombre sencillo que fue capaz de soñar junto a otros y otras.

El segundo elemento de su modelo sería esa capacidad de articular con agentes y actores locales, entre las cuales destacan desde instituciones del Estado o la localidad como la Alcaldía Municipal, además de empresas de la ciudad, así como una gran cantidad de voluntarios y voluntarias representados en grupos como el Comité de Apoyo de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca, ei Grupo Escritores de La Paz, el Grupo Artistas de La Paz, entre otros. Cabe destacar a manera de ilustración el incesante apoyo de la Farmacia Santa Lucía, uno de los permanente patrocinadores de los Juegos Florales Salvadoreños de Zacatecoluca, así como el apoyo recibido durante su gestión por parte de la Asociación de Viroleños Residentes en San Salvador (ASOVIRESS), junto a

los cuales impulsó la entrega del premio al mérito Cultural cada año. Una característica que es frecuente encontrar entre quienes formaron parte de ese período de gestión cultural junto a Roberto Monterrosa es su innegable influencia sobre la comunidad para llevar a cabo ¡a gestión cultural. Evidencia de todo lo anterior es el hecho de que fue considerado "Hijo Meritísimo de Zacatecoluca" por la Alcaldía Municipal de dicha ciudad en el año 2000 y ha recibido el "Reconocimiento Leonístico al Servicio comunitario", Club de leones, Zacatecoluca, 2005.

El tercer componente del modelo de intervención implementado por José Roberto Monterrosa fue su habilidad para realizar la gestión cultural desde una amplia diversidad de géneros, diversos esfuerzos de difusión y a través de mecanismos innovadores de posicionamiento y mercadeo social. La gestión cultural realizada por José Roberto Monterrosa, desde la Casa de la Cultura de Zacatecoluca no fue limitada a un ámbito del arte y la cultura en exclusivo, más bien fue capaz de mantener una intensa difusión de diversas expresiones artísticas entre ellas: la pintura, la literatura, el teatro, la música, las artesanías. Es importante aclarar que ello no implicaba una dispersión en el modelo de intervención sino más bien una capacidad de articulación con una gran cantidad de artistas en cada una de dichas áreas lo cual mantuvo una intensa actividad de gestión cultural desde la Casa de la Cultura de Zacatecoluca que le valió el reconocimiento en una numerosa cantidad de exposiciones artísticas a lo largo del país y en particular en el Departamento de La Paz. A ello se sumaban mecanismos de difusión como la Revista "Casa de los Cantos" y la Revista "Casa de Zacate", luego la revista "Virola", así como las "Antología de una Década". Muchos de estos proyectos editoriales eran apoyados por la comunidad a través de pequeños aportes para su realización. Es importante, también, destacar la contribución dada a la comunidad de Zacatecoluca por parte del Profesor José Roberto Monterrosa al dotar a la Casa de la Cultura de una las pinacotecas más importantes y más caras del país por medio de la recopilación de obras de autores plásticos a través de la edición del Premio Nacional de Dibujo y Pintura. En esta pinacoteca se destacan obras de autores como Camilo Minero, Roberto Huezo, Roberto Galicia, así como de autores del Municipio de Zacatecoluca y del Departamento de La Paz como Milton Doño, Mario Doño, entre otros.

c. Roberto Monterrosa, una propuesta de Promoción Cultural impulsada por un

promotor cultural con un compromiso personal con el arte y la Cultura.

La Gestión Cultural para José Roberto Monterrosa fue una encarnación de su propia vocación artística y cultural. Su vínculo con la pintura y la literatura es uno de los elementos más característicos de su trayectoria, de modo que no solo fue un promotor de artistas sino que fue un colega para pintores, narradores y poetas de su generación lo cual le valió el respeto y acompañamiento por parte de una gran cantidad de pintores y escritores contemporáneos a él como José Roberto Cea, Mario Noel Rodríguez, André Cruchaga, Reyes Gilberto Arévalo, entre otros.

Sus poemas han sido publicados en periódicos, revistas y libros antológicos. Obras publicadas, Vagamundos (1996, Monografía de la ciudad^Zacatecoluca (1987), Brevario de amor (poesía), y los

Cuenteretes del Güiri-Güiri (narrativa), a las que viene a sumarse Poesía Pueblo (Mención de honor en los Juegos Florales de Apopa, 1987). Su obra forma parte de las siguientes antologías: "Antología de poesía Salvadoreña", 1974. "índice Antológico de la poesía Salvadoreña" por David Escobar Galindo, UCA Editores, San Salvador, 1982.

Roberto Monterrosa, una propuesta de Promoción Cultural que dejó legado

Roberto Monterrosa tuvo la capacidad de replicación de Procesos de gestión cultural en otros/as promotores/as. Esta afirmación está respaldada por una gran cantidad de artistas plásticos, escritores, entre poetas y narradores que se vincularon y asumieron la causa de la gestión cultural desde procesos derivados de su experiencia trabajando junto al maestro José Roberto Monterrosa. Algunos ejemplos de la anterior afirmación serían una gran cantidad de promotores culturales que surgieron del Comité de Apoyo de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca y que ahora ejercen el rol de Directores de Casas de la Cultura en otras diferentes lugares del Departamento o el país, entre ellos Ramón Fernando Palacios quien funge como Director de la Casa de la Cultura de Tapalhuaca, Miguel Barrera quien funge actualmente como Director de la Casa de la Cultura de San Rafael Obrajuelo y Carlos Alberto López Domínguez quien actualmente funge como Director de la Casa de la Interculturalidad ubicada en el Mirador de Los Planes de Renderos en San Salvador. Especial mención debe hacerse de Milton Doño, Gestor Cultural quien fue parte del Comité de Apoyo de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca además de pintor y ha realizado funciones como Director del Museo de la Palabra y la Imagen así como de Coordinador Nacional de la Red de Casas de la Cultura. En lo artístico, cobra relevancia la obra literaria de escritores como Luis Alfredo Castellanos Hernández, quien fue miembro del Comité de Apoyo de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca durante la gestión de José Roberto Monterrosa, colaborador de su programa de Radio, becado por la Casa de la Cultura y CONCULTURA para participar del Diplomado para Escritores del Sureste y Centroamérica en la Casa Internacional del Escritor ubicada en Bacalar, Quintana Roo, México en 1992 y quien en la actualidad ha sido galardonado a través de diferentes Juegos Florales en El Salvador en ramas como la poesía, Narrativa y Teatro y ha publicado diferentes obras a través de la Dirección Nacional de Publicaciones e Impresos.

De los legados más relevantes de la gestión cultural desarrollada por José Roberto Monterrosa se encuentran el grupo Escritores de La Paz, Pintores de La Paz y el Taller Literario Simiente, estos son reconocidos en una gran cantidad de publicaciones y artículos los cuales hacen referencia al aporte dado por estos grupos de artistas que tienen su génesis desde la Casa de la Cultura de Zacatecoluca durante el período en que fue dirigida por el Prof. José Roberto Monterrosa.

CONCLUSION

Se debe profundizar más en el período de estudio, en el espacio geográfico señalado y en la gestión realizada por José Roberto Monterrosa si se quisiera hacer mayores aportaciones en relación con la caracterización de un posible modelo de Gestión Cultural a partir de los elementos que sean encontrados mediante una investigación más minuciosa. Esa puede ser tarea de investigadores culturales. Por lo pronto conviene considerar que la figura de Roberto Monterrosa,

su experiencia y trayectoria durante el período que comprende la fundación de ia Casa de la Cultura por su gestión en el año 1975 hasta su jubilación en el año 2005 ofrecen signos capaces de aportar elementos dignos de mayor profundización con el fin de caracterizar un Modelo de Gestión Cultural ya que demostró ser exitosa para una región en particular durante un período específico de tiempo pero que, de ser estudiado a fondo y depurado así como actualizado, puede ofrecer grandes contribuciones al desarrollo cultural y social de El Salvador. Mientras tanto conviene al menos ofrecer un tributo digno de su aporte a un tiempo particular de la historia social del país mediante el otorgamiento del Premio Nacional de Cultura 2013 en la rama de Gestión Cultural.

San Salvador, 30 de Julio de 2013

su experiencia y trayectoria durante ei período que comprende la fundación de la Casa de la Cultura por su gestión en el año 1975 hasta su jubilación en ei año 2005 ofrecen signos capaces de aportar elementos dignos de mayor profundización con el fin de caracterizar un Modelo de Gestión Cultural ya que demostró ser exitosa para una región en particular durante un período específico de tiempo pero que, de ser estudiado a fondo y depurado así como actualizado, puede ofrecer grandes contribuciones al desarrollo cultural y social de El Salvador. Mientras tanto conviene al menos ofrecer un tributo digno de su aporte a un tiempo particular de la historia social del país mediante el otorgamiento del Premio Nacional de Cultura 2013 en la rama de Gestión Cultural.

San Salvador, 30 de Julio de 2013

& infrascrito Secretario M unicipal de la ciudad de Zacatecoluca, certifica: Que en ef£i6ro de Actas y Acuerdos Municipales, que- esta Alcaldía M unicipal lleva en el año dos m il trece;, se encuentra e l acta número treinta y nueve de ía Sesión ‘Extraordinaria deficña veinticuatro de juRo delpresente año> la que contiene elAcuerdo que literalmente dice:ACUERPO NÚMERO SIETE,- El Concejo Municipal, CONSIDERANDO; I.- Que se ha tenido conocimiento

de la nominaciori del Profesor José Roberto. Moaterrosa* a! Premio: Nacional de Cultura 2013, edición XXV»

dedicada a la gestión cultural; I!.- Que este Coiiceio.». reconoce ia trayectoria.del Profesor Monterrosa, en la gestión

cultural, en el departamento de La Paz y el país; POR TANTO: En uso de las facultades que le confiere el Código

Municipal, ACUERDA: Apoyar la nominación del PROFESOR JOSÉ ROBERTO MONTERROSA, COMO

CANDIDATO AL PREMIO NACIONAL DE CULTURA, edición XXV, dedicada a la gestión cultural; en

reconocimiento de su abnegada labor en la promoción de ia cultura en el departamento de La Paz y el país.

Certifiqúese él présenteacuerdo y remítase a la Secretaría de Cultura de ía Presidencia de la República,

Y no habiendo más qae hacer constar, se da por terminada la presente acta qae para constancia firmamos.Hirezi/// M. A. J. C. G. III O. Moreno/// S. R. S. A //// T. J>. A, til A. G, de López i ti D.A.Ca Cárcamo ///Z, M, E. til O, Moreno. /// j.G. dé V, /// Jul. And, StJfí ilegible /// ilegible /// V. J. Henríquez IIIF. Alvarado ///Lisseth R,///J. C.M.R. Srio, RUBRICADAS. ...................- ----- - ------- ----— • ..............‘Es conforme con su origina!con eícuaCse confrontó. ‘Ypara su cumplimiento y efectos legales, se expide la presente de conformidad a ! A-ri. 55 numeral 6 deI Código Municipal, en ía Alcaidía M unicipal de Zacatecoluca, a ios veinticinco días del mes de julio del año dos m il trece.

30/07/13 elsalvBdor.com Más queei rescate de tradiciones

LA PAZ EL TRABAJO DE CASAS DE LA CULTURA ES NOTORIO EN LA ZONA

Más que el rescate de tradiciones» Gracias a su labor en Los Nonualcos conservan la danza del tigre y el venado e impulsan talleres

la pinacoteca camilo minero, creada en 2005, contiguo al local de la casa de la cultura de Zacatecoluca posee una valiosa colección de pinturas al óleo y otros, donados por el pintor viroleño y artistas locales. La última obra que donó este pintarse titula "La escuela rural".

FOTOS EDH / DOUGLAS URQUILLA

Ú LTIM A ENTREGA REMÉ SERRA NO/CORRESPONSAL ESLunes, 26 de Noviembre de 2007

Una amplia sala de exposiciones, con pinturas de artistas nacionales, da la bienvenida a la Casa de la Cultura de Zacatecoluca. Se trata de la Pinacoteca Camilo Minero, creada en 2005 en honor al pintor viroleño. El local es uno de los mejores a nivel nacional, cuna de escritores como Roberto Monterrosa, Wilfredo Mármol, Reyes Gilberto Arévalo, Milton Doño y Juan Carlos Cárcamo, entre otros.

En su fachada e interior se puede apreciar un arte arquitectónico, con diversas figuras decorativas, difícil de pasar inadvertido por los visitantes, en su mayoría alumnos de centros educativos y por los amantes de la cultura.

A nivel nacional, el departamento de La Paz sobresale en su quehacer cultural. Ahí, el turista, puede apreciar desde la danza del tigre y el venado en San Juan Nonualco hasta la celebración de la aparición del Cristo Negro en una cueva a la orilla del río Sepaquiapa, en San Pedro Masahuat o el Festival de las Flores en las ermitas de San Rafael Obrajuelo, todo gracias a la labor que realizan las 18 casas de la cultura, que luchan por mantener las tradiciones.

No es un trabajo fácil. Si bien es cierto hay un interés por mantener estas costumbres y otras actividades (cursos de dibujo y pintura, cosmetología y otros), las limitantes de recursos y problemas administrativos no son ajenos, dijo Ricardo Cabrera, coordinador departamental y director de la casa de la cultura de Zacatecoluca.

Por ejemplo, pese a que esta ciudad tienen una de las instalaciones más grandes del país, hay dificultades para su manejo, porque "la comunidad poco a poco ha ido perdiendo el apoyo a la casa de la cultura", dijo Cabrera.

Sin apoyo comunitario y del Gobierno central es difícil seguir adelante, por ello Concultura debe retomar la administración de algunos locales, así sucedió días atrás con los de Paraíso de Osorio y San Luis Talpa, cuyos locales eran administrados por las alcaldías (como ha sucedido en otros municipios del país), pero con

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30/07/13 elsalvador.ccm. Más que ei rescate de tradiciones

Concultura hay más apoyo y hay potestad de hacer gestión directa con ellos", subrayó.

En San Juan Talpa, tienen un local de dos niveles, pero afrontan dificultades económicas y escaso apoyo municipal. Pese a ello su entusiasta director, Rafael Salazar (desde el 30 de septiembre de 1996, cuando se creó), trabaja con apoyo de líderes comunales, que integran el comité de apoyo, para organizar eventos culturales (festival de la piscucha) y de beneficio social, como el Día del Niño y los talleres de cosmetología, costura, pastelería y otros.

EN CUSCA7LÁN Y SAN VICENTE

Cojutepeque, en Cuscatlán, existe la primera casa de la cultura fijndada en el país, un 10 de noviembre de 1973. Luego surgieron otras en Zacatecoluca y Sensuntepeque, Santa Ana y otros sitios.

En la Ciudad de las Nieblas (Cojutepeque) el local ha sido remodelado varias veces por los sismos y piensan hacer uno nuevo, dijo Cecilia De León, directora.

El problema principal está en San Vicente, en donde pese a que ya va a cumplir 35 años de fundación, la casa de la cultura no tiene un local propio. En Sensuntepeque (Cabañas) ocurría lo mismo, pero recientemente se les facilitó el edificio de la ex Administración de Rentas, con amplios pasillos, ahí está hoy día, dijo Juan Ignacio Campos, director.

Ante las dificultades que afrontan algunas casas culturales, Manuel Bonilla, director de Espacios de Desarrollo Cultural, de Concultura, dijo que por falta de presupuesto no pueden resoter todas las demandas económicas y mejora de infraestructura. "Sólo en el pago de! local, son más de 83 casas de la cultura, bajo nuestra responsabilidad (pagan el alquiler). Estamos hablando del 50%, y eso es gasto para Concultura". Se suma el pago de luz, agua, teléfono y otros gastos fijos, que cubren con el fondo de trasferencia.

Por todo lo anterior, Bonilla sabe que ei funcionamiento de estas entidades dependen mucho de la gestión de los comités de apoyo."EI aporte que Concultura da no es un subsidio, es un apoyo a la gestión cultural; otras necesidades deben salir de las autoridades locales y municipales, que tienen mucho que ver aquí", reiteró.

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W ILFR E D O MARMOL AM AYAPsicologo y e scrito r viro leño

Se publicitó la invitación de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca, para celebrar el «FESTIVAL ARTÍSTICO CULTURAL HOMENAJE A JOSÉ ROBERTO MONTEROSA», ayer en la mañana en el local de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca. Invitación firmada por el Hernán Acevedo Henríquez, en su calidad de enlace Técnico Administrativo de las Casas de la Cultura, del departamento de La Paz.Se agradece al señor Henry Cortez, la cortesía de haber enviado esta misiva y al señor Acevedo, por este ineludible reconocimiento a Roberto Monterrosa; la sociedad viroleña se llena de gozo.Quisiera aprovechar para presentar un pequeño espejo, que refleja la entrega de Roberto Monterrosa en su quehacer viroleño, luego de 30 años de servicio como Director y de su jubilación, allá por el año 2006. Desafortunadamente me fue imposible estar presente en la fecha señalada, debido a com prom isos labora les estab lecidos previamente, pero nuestros pensamientos estuvieron con Roberto, a quien le guardamos un profundo cariño, respeto y admiración. Roberto Monterrosa ha sido un ser emblemático en la construcción de la cultura y arte en Zacatecoluca, en La Paz ,y el país entero. Fue de las personas que impulsaron la celebración de los Juegos Florales, de hecho la Casa de la Cultura en esta ciudad tiene el mayor número de convocatorias, en la actualidad los juegos florales en sus diférentes géneros se celebran a lo largo y ancho del país. Las presentes y futuras generaciones están en deuda con este amigo, «viroleño por decreto de amor» como lo ha señalado el poeta. Es de recordar que Roberto nació en la ciudad de Austria y Lorenzana. Felicito a la Secretaria de Cultura, encabezada por el señor P residente de la República, M auric io Funes, por este acto de reconocimiento, porque hacer cultura, también es hacer justicia.En la página número 84 del libro «Antología L ite ra r ia de los N onua lcos» , de 2006, publicado por la Corte Suprema de Justicia, hay un pequeño poema con el título de Amigo mío, dedicado a Roberto.De igual manera, el Prólogo del libro Antología Literaria de la Paz, escrito por el Dr. José Mauricio Rodríguez Flores, editado en febrero de 2011, señala: «Sería inmerecido e injusto no referirse a la contribución del poeta Roberto Monterrosa, quien marcó el resurgimiento de la literatura en sus diferentes expresiones en la ciudad natal de José Simeón Cañas, que como D irec to r, po r 30 años in in terrum pidos, convirtió la Casa de la Cultura en el segundo hogar de los viroleños y viroleñas, brindando a Zacatecoluca el honor de haber proyectado los juegos florales a nivel nacional.Bien dicen que la literatura está hecha de pasión y de palabras, aunque la pasión literaria no es otra cosa que el poder de las palabras, como afirma el poeta chileno, Vicente Huidobro; y Roberto Monterrosa lo ha hecho posible con su esmero y dedicación. Dar la oportunidad que el esfuerzo literario del Grupo de Escritores de la Paz sea publicado, es dar la oportunidad a perpetuar en la conciencia viroleña, que la palabra es vida y como tal es inmortal. Con relación a la sociedad de los poetas muertos, se escribió en una ocasión:

«Coged las rosas mientras podáis veloz el tiempo vuela, la misma flo r que hoy admiráis mañana estará muerta»

Así concluye el Dr. Rodríguez Flores, otro viroleño de buena cepa, sus palabras en alusión al trabajo cultural de Roberto.Ambos libros son parte de la contribución de Roberto Monterrosa en el quehacer literario de los últimos años.D el lib ro P oesía P ueb lo , de R oberto Monterrosa, editado por Concultura en 1997, se lee en la página 29; un poema de Roberto:

POEM A DE AM O R A LA AM ADANi te va ni te viene que el amor nos despepiteporque no puede ser que el ocaso nos revire desaliñados sin un puchito de luz

para instalar el paraíso (techo y pan para el hermano j primitivamente feroces depurando la voz para imponer el-grito porque la vida no es cola de garrobo ni cervatilla sutil porque nos viene en gana jugamos la partida hombre y muj era ciencia cierta de que habremos de vivir

• humanamente.

Del libro, Indice Antológico de la Poesía salvadoreña, UCA editores, prologado por David Escobar Galindo, en 1982, en la página 707, se presenta a Roberto Monterrosa entre los artífices poéticos de esos distantes años; en los comentarios bibliográficos de Roberto,

se concluye en este libro « sus poemas son extraños, cerrados, con esa claridad de la tarde en que se borran los contornos o aparecen contornos nuevos, tal vez los más reales...»Un saludo y abrazo eterno en gratitud al aporte de Roberto Monterrosa, su querida esposa doña Zoilita, sus dos hijos e hija, y ahora también a sus nietas que disfruta a plenitud; el amigo que convirtió la Casa de la Cultura de Zacatecoluca, en un punto de encuentro de la sociedad viroleña. Honor a quien honor merece.Sabemos que el estado de salud de Roberto no es bonancible es este momento, es más, es bastante delicado, pero le recordamos a R oberto que su nom bre , cuando es mencionado por la comunidad viroleña, lo hace desde el corazón y que aún nos quedan años para estrechar su mano y su gracia de ser hum ano. Como hablam os en una oportunidad con Roberto, abajo del almendro del pa tio de su casa , en la «27 de septiembre», todos los días sale el sol. Ojala y algún día, los viroleños tengamos la oportunidad de un gobierno local que camine hacia adelante, que reconozca el beneficio de la cultura y coloque el nombre de Roberto en un espacio s im bó lico , donde las generaciones le recuerden como un mensajero de las buenas nuevas viroleñas, como dice el dicho popular «en vida hermano, en vida» Roberto Monterrosa, este 27 de mayo, la comunidad zacatecoluquense y en especial el Grupo Escritores de la Paz, nos unimos en cuerpo y alma, al justo homenaje en reconocimiento a tu persona, y como dice el poeta Ricardo Castrorrivas:¡ j jHasta la poesía siempre!!!

SI T f CAES SIETE VECES, LEVANTATE OCHO

El frío de aquel diciembre penetraba los huesos como el alfiler en el pedazo de tela de la costurera de la colonia.

La tem pera tu ra h ab ía alcanzado dieciocho grados, algo inusual en las calles de San Salvador; con ojos perdidos en una fila de autos, pude contemplar el

rostro de aquel pequeño caminando por la acera del bulevar de los héroes (y efectivamente era un héroe). Un desconocido con nombre, rostro y una sonrisa que conquistaba el cielo estrellado; mientras lo observaba trataba de esconder el corazón, como guardándolo de un golpe fugaz y letal ahí donde la conciencia duele. Se acercó y de pronto algo dentro de mí sucedió, algo que soslayaba lo hipotético y común de un día cansado en la vida de alguien que esperaba poder llegar a su casa, tomarse una taza de café caliente y deslizarse por la seguridad que una cama blanca y acolchonada puede brindar.Lo vi, alejé mi rostro; lo observe, escondí la respiración; lo contemple y ya no pude más, extendía sus manitas, sucias por el destino, por la crueldad, por el abandono, por la apatía de la vecindad, en ellas pude contemplar las de decenas de pequeños, que desfilan por las calles de San Salvador.

Ahí está él, es un mendigo de salvación, en un país que se nombra El Salvador. Como mensajeros celestiales, sus ojos me hicieron afirmar un tanto egoísta, la bendición que tienen mis dos hijos de tener un hogar, un nombre y una esperanza; y como menos importante, la necesidad extrema de decenas de niños, a los que llamamos prójimo.Y entre lo romántico y lo poético, de pronto, me apretó un pensamiento que fue mi enemigo el resto de la noche, un pensamiento que fue más allá de la retórica o semántica del análisis casi perfecto de algún estudiante de maestría disertando sobre la pobreza en nuestro país, o del discurso de los prestigiados y renombrados políticos de la patria, pensamiento que como dragón a su presa sacudió y exprimió el ultimo aliento de seguridad y poder. Pensamiento que me hizo pronunciar las sencillas, profundas y sangrientas palabras: Estoy en deuda.Aquel pequeño me hizo recordar a W ilma Rudolph, aquella mujer de color, vigésima de vein tidós herm anos de una fam ilia pobre, prematura, la misma que tuvo una doble neumonía a los cuatro años, y con seis, un ataque de poliomielitis le dejó paralizada una pierna durante varios años. Aquella niña, mujer, héroe que a pesar de los obstáculos, su deseo de triunfar y las palabras de su madre le llevaron a los juegos olímpicos de Roma en 1960, colocándose tres medallas de oro en el pecho. Ahí estaba, ahora en una p ista d ife ren te , con rostro y nom bre salvadoreño.Al doblar la cuadra, cuando la intensa luz de color verde lo había autorizado, aquel pequeño había quedado atrás, pero mi corazón había logrado esculpir una lección que jamás olvidaré. Soy deudor, del pequeño, del anciano, de la mujer, de toda aquella persona que extiende su mano en búsqueda de ayuda. A ustedes les prometo que cuando llegue a la siguiente cuadra no seré el mismo, mientras tanto, le dejo las palabras que aquella m ujer repitió a su pequeña hija: S i te caes siete veces, levántate ocho.

| artículo |HOMENAJEA JOSÉ ROBERTO MONTERROSA

A la izquierda los poetas Ramón Fernando Palacios y Roberto M onterrosa, al centro Marta Sosa Molina (Q E P D ), le sigue Miguel Ángel Barrera Guevara y en el extrem o derecho, el historiador Alfredo Herrera. Dos compañeros desafortunadam ente, no recordam os sus nom bres. Fotografía del 21 de octubre de 1984

proverbios

Sábado 28 / mayo / 2011 TRESMIL 5

íLA PAZ UN ESTÍM ULO

C asas de Cultura festejan a ex director¡» Fundó y dirigió la entidad en Zacatecoluca durante 30 años e impulsó varios proyectos

I JESÚS CORVERAViernes, 27 de Mayo de 2011

Las Casas de la Cultura del departamento de La Paz hicieron todo lo posible ayer por expresar su reconocimiento al profesor Roberto Monterrosa, quien durante tres décadas fue director de la entidad en Zacatecoluca.

Ayer le dedicaron el festival artístico cultural que se realiza en el marco de la celebración de! día de! promotor cultural.

La actividad se desarrolló frente a la Casa de la Cultura de Zacatecoluca e incluyó además de la lectura de la biografía de! profesor Monterrosa y la entrega a éste de pergamino, medalla de plata y estímulo económico, el desarrollo de diferentes actividades artísticas que culminaron con la elevación de globos de Chinameca. Numerosos vecinos asistieron a la actividad y aplaudieron al agasajado.

MÉRITOS

Ei profesor Roberto Monterrosa, además de fundar y dirigir durante 30 años la Casa de la Cultura de la ciudad, difundió el trabajo de pintores, poetas, escritores, escultores, músicos y artistas de teatro.

Dio forma al taller Arte y Tiempo, que aún funciona, creó el festival del maíz, se esforzó por difundir el idioma nahuaíl. Además impulsó el proyecto editorial Casa de Xacate, gracias al cual se pudieron publicar obras literarias de diferentes autores.

En 1977 inició los Juegos Florales que permitieron a muchos escritores dar a conocer, a tra\és de la publicación

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de sus obras, su calidad artística.

"Sería inmerecido e injusto no referirse a la contribución del poeta y pintor Roberto Monterrosa, quien marcó e! resurgimiento de la literatura en la ciudad de José Simeón Cañas", expresó durante el acto de reconocimiento, el Lic. Wiifredo Marbol Amaya, miembro del grupo Escritores de La Paz.

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Editan obras sobre hechos históricos>» Roberto Monterrosa ex d irector de la Casa de la Cultura, es el autorr ’

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I JESÚS CORVERAViernes, 3 de Agosto de 2007

' Ei profesor Roberto Monterrosa se ha convertido en un impulsor de la historia viroíeña. Y para eilo se vale de una l publicación trimestral denominada Edición Virola. Se publican cada tres meses y ya está disponible la décima

edición. El valor es de un dólarl

Entre los contenidos de Virola destacan trabajos de historia de la ciudad, noticias culturales, reseñas i biográficas y colaboraciones de escritores de La Paz.

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Roberto M onterrosa m u estra uno de los e je m p la res de su revista.FOTO EDH / JESÚS CORVERA

La revista se distribuye en oficinas y comercios viroleños, as¡ como en San Juan Nonualco, Santiago Nonuaico, San Rafael Obrajueio y Rosario La Paz.

Si alguien está interesado en publicar su obra p adquirir uno de los ejemplares publicados, llamar ai 2334-5660.

Entre los artículos incluidos en las ediciones están: Religiosidad Popularen Zacatecoluca; Camilo Minero, pintor del pueblo; Reseña monográfica de Santa Lucía; Virola y otros poemas.

Asimismo, Procesiones del arte de Zacatecoluca, las biografías de Nicolás de la Luz Roldán, Marcelino Carballo y Anastasio Navas, artistas de Zacatecoluca.

Como fundador del grupo Escritores de La Paz, integrado por poetas, pintores, narradores y músicos,Monterrosa se mantiene activo desde el año 1985.

Mientras el escritor estuvo ai frente de la Casa de la Cultura viroleña, creó ios Juegos Florales Salvadoreños, que este diciembre cumplen 30 años de existencia.

De este certamen sobresalen escritores como Mario Noel Rodríguez, Miguel Ángel Chinchilla, Jorge Vargas Méndez y Otoniel Guevara, entre otros.

Además, impulsó a jóvenes poetas, entre ellos Juan Carlos Cárcamo, Carlos Domíguez y Milton Doño.

Monterrosa, quien es escritor y pintor, prepara una recopilación de sus trabajos, los cuales dará a conocer en la obra que Países Selectos.

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Frailan: ocho años y diecisiete cirugías

| ensayo | Entrega final

Generación de poetas de los noventa o generación dispersa, una fractura

A LFO N SO FAJAR DOPoeta y abogado

LA GENERACIÓN O PROM OCIÓN DE POETAS DE LOS NOVENTA

lamaremos «Generación de

Líos Noventa» al grupo d e} poetas que surgieron dentro y durante la década de los noventa, llam ándole «G eneración» por p rac tic idad , ya que la discusión de si realmente ese

grupo llega a constituir generación sobrepasa los objetivos de este trabajo . S in em bargo, para ser coherentes, quizá sea necesario reco rdar los parám etros universalmente aceptados para que un grupo o promoción de poetas sean denominados como «generación», y ello es im portante hacerlo para delim itar de forma académ ica la generación de los noventa. Los parámetros universalmente aceptados para determ inar una generación provienen de José Ortega y Gasset, y son fundamentalmente dos: a) Que los miembros compartan una misma o similar edad cronológica; b) Que los m iem bros com partan un mismo espacio y tiempo histórico; y, c) Que mantengan algún tipo de contacto vital. Además Ortega y Gasset define una generación así: «Una generación no es un puñado de hombres egregios, ni simplemente una masa: es como un nuevo cuerpo social íntegro, con su minoría selecta y su muchedumbre, que ha sido lanzado sobre el ámbito de la existencia con una trayectoria vital determinada. La generación, compromiso dinámico entre masa e ind ividuo, es el concepto más importante de la historia, y, por decirlo asi, el gozne sobre que ésta ejecuta sus m ovim ien tos5».Independientem ente que muchos consideren qué la teo ría de las generaciones de Ortega y Gasset ya hayan sido superadas por otros autores que se han dedicado a definir los parám etros de generaciones m eram ente lite ra rias , es decir, apartándose de los parám etros amplios de Gasset que se aplicaban no solam ente a las generaciones literarias sino a las filosóficas y políticas, entre otras, no cabe duda que sus parámetros siguen siendo válidos en el terreno literario. La poeta y escritora española Esperanza Ortega, en la introducción a una de las antologías poéticas de la «Generación del 27», lo confirma: «Para que se pueda hablar de una generación lite ra ria , su s m iem bros deben coincidir cronológicamente. Cada autor puede diferir mucho de sus coe táneos, p e ro esta a fin id a d

crono lóg ica supone que ha contemplado el mismo mundo, que se ha conmovido ante los mismos acontecimientos, políticos, sociales, estéticos, etc. Partiendo de idéntica realidad, cada uno de ellos conforma su propia actitud individual6». Delimitado lo que debe entenderse como generación, debemos decir, en tonces , que la m ayoría de ana to logados en «Lunáticos» cum plen con los parám etros anteriormente relacionados, toda vez que la mayoría de ellos nacieron dentro de la década de los setenta y, al mismo tiempo, compartieron un mismo lugar espacial y temporal, que no fue o tro que los años inm ediatam ente posteriores a la finalización de la guerra, circunstancia que puede estar más presente en unos poetas más que en otros, habida cuenta que ello dependerá-más allá de la edad cronológica de cada uno de ellos- de la vivencia personal de cada quien con respecto a la guerra, pues podría darse el caso de poetas nacidos a principios de los setenta pero cuya relación con la guerra es nula o circunstancial, o bien podría darse el caso de poetas nacidos en los últimos años de los setenta que fácilmente pudieron verse involucrados, en la niñez, dentro del fuego cruzado. A fuerza de ser sincero, sin embargo, se advierte que dentro de los poetas nacidos a principios de los setenta se refleja una poética de continuidad con respecto a la generación de los ochenta, una continuidad que ellos mismos rompen al desvincularse con los códigos lingüísticos de la anterior generación . En todo caso , si atendemos los parámetros dé José Ortega y Gasset, la mayoría de poetas qu surgieron dentro de los noventa cumplen esos parámetros, y digo la mayoría porque siempre existen, en todo ciclo, los eslabones o enlaces entre una y otra generación, es decir, poetas que a lo m ejor no fueron tomados en cuenta en la generación anterior y que por la edad cronológica en realidad debieron estar antologados en otras recopilaciones anteriores, o poetas que en definitiva empezaron a escribir demasiado tarde de manera tal que, en cuanto a vicisitudes vitales se refiere, no compartieron la misma efervescencia juvenil de otros. En contrario sensu, siempre han existido y ex istirán poetas que, por su precocidad, son eslabones o enlaces entre las antiguas generaciones y las nuevas, o entre bloques o grupos de su generación con respecto a otros grupos de esa mism a generación. Gracias a éstos últimos, el panorama de una década puede verse de forma amplia, en conjunto, sin diseccionarse, ya que un poeta precoz puede haber

conoc ido , desde un enfoque cronológico y cualitativo, a poetas mayores para luego convivir con los poetas de su m ism a generación cronológica. Por lo anterior, es un e rro r m eram ente académ ico considerar que una generación consiste en un grupo de amigos. No. Una generación literaria consiste en esa isla compuesta de varias voces, independientemente que se conozcan entre sí, que han compartido, como dice Ortega y Gasset, las mismas vicisitudes de la sociedad que les tocó vivir y cuyas edades son cercanas. En el caso salvadoreño, la esperanza y el posterior desencanto de la posguerra, se pudiera decir, fue el ungüento que unió a la gran mayoría de poetas de dicha época, muy a pesar de la disgregación y la dispersión de cada uno de los poetas y/o grupos literarios que coexistieron en el mismo espacio temporal. No obstante todo lo an terio r, el concep to de «Generación» deberá retomarse en determ inando m om ento, y a que también es importante sustraer de un

Una generación literaria consiste en esa isla compuesta de varias voces, independientemente que se conozcan entre sí, que han compartido, como dice Ortega y Gasset, las mismas vicisitudes de la sociedad que les tocó vivir y cuyas edades son cercanas.

grupo de artistas en general, y de literatos y poetas en particular que compartieron o están compartiendo un espacio temporal específico, el aspecto cualitativo de la obra en términos generales.

Así pues, una posible antología de la generación de poetas de los noventa, debería partir-desde el punto de vista m eram ente cronológico- con los poetas nacidos dentro de los años setenta. Mientras que desde el punto de vista de la vivencia, debería partir desde el nacimiento de la década en comento, es decir, 1991. Es en ese año que surge el primer colectivo de poetas que duran te la década, principalm ente durante el primer lustro, se dio a conocer ganando prem ios nac ionales, ed itando publicaciones artesanales y realizando actividades, nos referimos al Taller Literario Simiente, que surge en el seno del grupo «Escritores de la Paz», en Junio de 19911. A nuestro criterio, esta agrupación inaugura la generación de poetas de los noventa, y lo decimos con propiedad pues conocimos de primera mano la poesía, los premios, las publicaciones y las actividades literarias que ese grupo realizó durante muchos años. Los que se congregaron en este grupo son los poetas Juan C arlos Cárcam o (1973), Carlos Alberto López Domínguez (1972), William Gilberto D urán Guzmán (1970), el cuentista Luis Alfredo Castellanos Hernández (1971) y los artistas plásticos Milton Doño y José Mario Henriquez. La obra de estos poetas se encuentra publicada de forma d ispersa en antologías de colecciones de ganadores de los tradicionales Juegos Florales, pero todos coinciden en la antología «Escritores de la Paz»s, que es una suerte de antología que reúne a esc rito res y poetas de varias generaciones pertenecien te s al Departamento de La Paz, cuya órbita giró en torno a la Casa de la Cultura de Zacatecoluca, dirigida por muchos años por el P oeta R oberto M onterrosa. M encionamos a esta agrupación en específico porque consideram os que ha sudo injustamente olvidada cuando se m enciona a la generación de los noven ta , y la b reve m uestra «Lunáticos, poetas noventeros de la po sg u erra » , no contó con su p resen c ia debido , ún ica y exclusivamente, a la imposibilidad de ubicar y contactar a sus miembros en tan poco tiem po. Por lo demás, cualquier futura antología seria y formal de la generación de los noventa debería empezar con los poetas de este Taller Literario.P osteriorm ente surg ieron las agrupaciones o los ta lle res que terminaron de definir la década en términos poéticos: el Taller Literario «TALEGA» (Taller de Letras Gavidia), fundado el 13 de noviembre de 1993; el Taller Literario TECPAN, fondado en 1994; el grupo El Cuervo,

Sigue en página 5/4 TRESMIL Sábado 24 / marzo / 2012

Diario Co Latino | www.diariocolatino.comViernes, 11 de Abril de 2008

El arte y la educación

Oscar Manuel Doñas

La mayoría de los salvadorefios(as) sabemos que aquí hacen Ma, en letras, (cuento, novela, artículo, ensayo, poesía); en teatro, actores y directores; en danza, coreógrafos y danzarines; en plásticas, dibujantes, pintores y escultores; en música, ejecutantes, compositores y directores, aunque en cada una de las áreas hay representantes hasta emblemáticos.

Pero hay otra especialidad más elemental y más fundamental, que actualmente está totalmente olvidada: el profesorado en Educación Artística, que cubriría como ya se hace en México, por ejemplo, las cinco áreas mencionadas: letras, teatro, danza, plásticas y música. Y esos profesores de Educación Artética podrán ser formados por catedráticos nacionales y extranjeros, que los tenemos en el país, altamente calificados.

La célula madre que genera el proyecto que proponemos está tomada del Dr. Manuel Luis Escamilla, quién la aplicó solo a las letras. Este servidor ha añadido las otras cuatro áreas, convirtiendo las cinco en un proyecto pedagógico, propuesto ya a CONCULTURA, al Ministerio de Educación y al CENAR, sin haber obtenido hasta ahora más respuesta que un total y absoluto silencio. La involución de esta materia continúa, aunque aparece en el currículo de nuestra educación básica. Lástima que para los medios de comunicación, con muy contadas excepciones, este tema no vale la pena para el debate.

Y -ojo- aunque el arte refleja las vivencias humanas, palidece ante el crudo salvajismo de la propia realidad, no obstante que los artistas a través de sus obras pretenden alcanzar, como meta, esa espantosa realidad, in situ, aunque al hacerlo han arriesgado hasta su propia vida, pues una buena parte de nuestra sociedad todavía presupone que todo lo establecido es bueno, sin tomar en cuenta el bien común. Afortunadamente, abundan los artistas que se atreven a espigar en ese campo.

Entre los aún vigentes podemos mencionar a Matñde Elena López, José Roberto Cea, Ricardo Castrorrivas, José Roberto Monterrosa... haciendo constar que lo mismo pueden hacer los artistas de las cinco áreas mencionadas: letras, teatro, danza, plásticas y música.

En otras palabras, el oficio del artista es incómodo, y esa incomodidad. O comodidad, según de quien se trate (es muy lácil ser cómodo), debe ser estudiada por los niños(as), adolescentes y jóvenes a través de la materia Educación Artística.

Ese, ni más ni menos, es el reto, sin evasivas. Y tengan la seguridad los estimados lectores, que mientras respire, jamás me daré por vencido: he perdido muchas batallas, pero no la guerra.

WAi.diariocolatino.com/es/2008041i/opiniones/53911/E]-arte-y-la-educac¡on.htm?tpl=71 1/2

Generaciones en la órbita de Roque Dalton

i Jueves, 09 de Mayo de 2013

¿Cuánto ha influenciado la obra poética de Roque Dalton a las generaciones posteriores?

El poeta Alfonso Fajardo buscó el rastro daltoniano en la obra de poetas salvadoreños y nos comparte lo que encontró.

Por Alfonso Fajardo (*)

San Salvador.- La figura de Roque Dalton ha estado presente, de una u otra forma, en diversas generaciones de poetas de El Salvador. Esa presencia se explica a través de las dos facetas principales de Roque Dalton García, su faceta poética y la política. Unidas, estas dos facetas, dan vida a un personaje fuera de lo común: a un mito, a una leyenda. La combinación de ambas vidas -fórmula explosiva en décadas anteriores- produce una suerte de big bang dentro de la historia literaria de El Salvador. Un parteaguas. Un antes y un después de la poesía salvadoreña. No obstante, esa presencia perenne de la figura de Dalton no siempre ha sido resultado de su poesía de altos kiiates.Su vida como poeta revolucionario ha influido enormemente para que sea considerado un icono de la cultura de resistencia no solamente en El Salvador sino en toda Hispanoamérica. La vida como revolucionario, sin embargo, tampoco ha sido escalera para que su obra haya podido brillar con luz propia: su poesía vale por sí sola y no necesita de grandes leyendas o mitos para valorar su grandeza.

El presente trabajo pretende establecer el nivel de influencia literaria que ha ejercido la poesía de Roque Dalton a través de varias generaciones de poetas. Es decir, exclusivamente su influencia sobre poetas, grupos, talleres,

promociones o generaciones de poetas después de su irrupción en las letras nacionales, verdadera ruptura dentro la historiografía poética nacional. Por lo mismo, trataré de no comentar la influencia del personaje revolucionario. Es

importante -a 38 años de su muerte- volver sobre lo que en esencia fue Roque Dalton: un poeta. La división de estas dos facetas, la literaria y la revolucionaria, no persigue desvalorizar la parte política: hacerlo implicaría seguir una línea equivocada que propugna considerar a Dalton como un ente dividido de las fuerzas sociales para convertirlo en

un poeta del oficialismo, como lo quiso hacer el Estado durante la década de los noventa, queriéndose apropiar de su figura desde un oficialismo que olvidaba su carácter de revolucionario.

ww.contracultura.com.s\/?opíion=com_content&view=art¡cle&id=2086:generac¡ones-en-la-orbita-de-roque-dalton&catid=62&lternid=277&tmpl=component&pri... 1/9

Frecuentemente se considera que la figura de Roque Dalton ha permanecido incólume a través de varias generaciones gracias a su fama de poeta revolucionario, sin tomaren cuenta la dimensión propiamente literaria. Esta interpretación, a mi parecer, lle\a a equívocos más fuertes todavía, como es el de considerar la obra daltoniana como

de baja calidad, no merecedora de todos los aplausos y homenajes que ¡ntemacionalmente le brindan. Esta interpretación errada sobre la figura del poeta nace de la mala lectura que no pocos hacen de su obra, o del nulo acercamiento hacia su mejor obra, lo que unido a la lectura de sus libros menos afortunados -desde el punto de vista meramente poético- hacen que a Dalton se le considere un escritor que poco o nada tiene que ofrecer a la poesía actual. Sobre este punto regresaremos al final de este trabajo, pues es el motor del mismo.

¡.Generación Comprometida

Empezaremos por rescatar varias opiniones sobre la obra daltoniana de algunos de los miembros de la Generación Comprometida, bautizada así por ítalo López Vallecillos. En principio, pareciese poco probable que escritores de una misma generación se influencien unos a otros, o que exista un poeta que logre influenciar de una u otra manera al resto de su generación. Esto es así debido a que usualmente los miembros de una misma generación se ven como iguales, como hijos-hermanos de una misma madre-época, de manera tal que -en términos generales- no suele existir influencia literaria alguna en una misma generación. Sin embargo, para los efectos del presente trabajo, es importante recoger algunas opiniones que los mismos compañeros de generación de Dalton han establecido a través del tiempo, sobre todo porque es durante esta época que empieza a gestarse la gran obra de Roque, obra que en

vida fue objeto de alabanzas y reconocimientos.

Bastan tres opiniones para enmarcar el pensamiento crítico de sus colegas de generación. José Roberto Cea, en

1971, manifestaba sobre Dalton: «En algunos poemas su lenguaje pierde validez, lo invade la retórica, ese falso lenguaje que todo lo entrega al vacío, sin vida... ha perdido el contacto con nuestra realidad; en sus últimos poemas sobre El Salvador y las cárceles de aquí, encontramos un vacío, todo es metafísico[l]». Nótese que la fecha

reseñada por Lara Martínez es de 1971, es decir, dos años después que Roque ganara el Premio Casa de las Américas con su libro Taberna y otros lugares.

Manlio Argueta, en el prólogo de la Poesía escogida de Roque Dalton, dice: «... la poesía del compañero poeta se vuelve cada vez más joven, a medida que penetra en el tiempo, y en las conciencias, y en las soluciones humanas.La lectura de sus poemas requiere de una complicidad -o afinidad- ideológica. Y desde ese punto de vista su literatura tiene una desventaja en vías hacia la comunicación; su poesía se convierte en una poesía para el mañana, que es el hoy y el futuro hermoso de nuestros pueblos centroamericanos. Como escritor de ruptura que es, requiere

un critico y un lector de ruptura, que no vaya hacia el envejecimiento sino hacia la esperanza que nunca se momifica. Su poesía no podrá explicarse sin comprender integralmente el proceso histórico-político, social y cultural de Centroamérica[2]».

Tirso Canales, al comentar el que para muchos es el mejor libro de Dalton, dice: «Experimenta nuevas modalidades

de técnicas poéticas, con recursos que ha logrado depurar en los años cercanos, o sea los de 1966/69, mientras vive en Praga. Manifiesta en esa obra sus conflictos ideológicos de militancia, sus acuerdos y desacuerdos con organizaciones a las que perteneció. Están igualmente dichos sus juicios sobre posiciones políticas que le interesan desde distintos puntos de vista... En este sentido es necesario subrayar el abuso que en El Salvador se hace del pensamiento de Roque Dalton, al presentarlo como alguien que no registra incidencias del devenir histórico y político de esta sociedad en relación con sus ideas personales. Yo pienso que se trata de una manifestación de desinterés

por investigar y conocer el fondo de los fenómenos. Mala práctica no hay de parte del poeta, sino de quienes lo leen sin comprenderlo, sin reflexionar y por tanto, sin lograr una síntesis racional del contenido plasmado en sus escritos.

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En las obras de Dalton todos los elementos son pensados. No hay en este libro cuestiones marginales, aunque sí conceptos discutibles con los que se puede estar o no estar de acuerdo. Desde el punto de vista poético las libertades que Roque Dalton imprime a sus poemas, aquí se hallan menguadas por la intencionalidad ideológica que

la atraviesa[3]».

En estas tres opiniones se denota que Roque Dalton era respetado como poeta, pues a pesar de existir una opinión desfavorable sobre una de sus etapas, aún en esa crítica se refleja el respeto hacia otras fases dentro de su escritura, paradoja de paradojas. En el fondo, entre colegas de una misma generación poética no hay mejor reconocimiento que el respeto de esos colegas, y en Roque Dalton se da como ningún otro poeta en El Salvador.Una última opinión de quien fuera uno de los más disciplinados de su generación, lo confirma: «Con Roque tuvimos una amistad especial, por su tipo de carácter. Él era jodedor, bromista, parrandero y jugador -com o Juan Charrasqueado-, y yo también: bromista, parrandero y jugador. Pero, al mismo tiempo, éramos serios en nuestras

cosas, y con una gran conciencia de lo que significa ser escritor. Él tuvo definitivamente una gran conciencia. No la

perdió[4]»,

¡¡.Sesentas y setentas: Piedras, Masacuatas y Cebollas Púrpuras

Un grupo importante de la última etapa de la década de los sesenta y principios de los setenta fue, sin duda alguna, el grupo Piedra y Siglo, integrado por poetas como Rafael Mendoza, Ricardo Castrorrivas, Luis Melgar Brizuela y

Ovidio Villafuerte, entre otros. No se sabe con exactitud qué tanta influencia tuvo la obra de Dalton en este grupo, pero me basta una afirmación más que explícita que se encuentra en la Revista Cultura número 97-98

correspondiente a septiembre 2007-abrii 2008, número que precisamente fue dedicado a este grupo, citamos: «Uno de los aportes del grupo que nos ocupa es el haber mantenido viva la tradición innovadora de la poesía nacional, enriqueciéndola con aportes sumamente originales. Bebiendo de las fuentes daltonianas, Piedra y Siglo asumió como suya la tradición de ruptura que también comprende a Escobar Velado y a Geoffroy Rivas[5]». Suficiente para dejar constancia de la presencia de Dalton en este grupo que nació en 1967 y que publicó su primer manifiesto en

1968.

La década de los setenta empieza con la publicación de un libro bastante singular, una breve antología de siete poetas llamada Las cabezas Infinitas, una bella edición de la Dirección de Publicaciones. Los poetas antologados están Ricardo Castrorrivas (Piedra y Siglo), Mauricio Marquina, Ricardo Aguilar, Ricardo Lindo, Roberto Monterrosa (La Masacuata) y Eduardo Sancho (La Masacuata). Al releer el libro, en realidad no se detecta una influencia clara de Dalton en la obra de los entonces jóvenes poetas que en aquella época oscilaban entre los veintiuno y treinta.y

tres años. La publicación es de 1971. La poesía de Las cabezas infinitas se acerca a la poesía de la generación Beat sin olvidarse de la temática que en aquél entonces era efervescencia en la comunidad poética, la primigenia lucha social que se avecinaba. A pesar de todo, no dudamos que la figura de Dalton era respetada por los poetas que integraban esa breve antología, muestra de ello es la entrevista que Meme Sorto (La Masacuata) le otorgara a Contrapunto en el año 2009, en la que al preguntarle sobre los tres salvadoreños que más admiraba, sin dudarlo dice: «A Roque Dalton, por toda su vida y su obra, incluidas sus parrandas». Ricardo Castrorrivas también mantuvo una amistad con Roque Dalton, quien le prestó libros de Saint-John Perse y Jacques Prévert, poetas de culto cuya calidad es de gran altura. También en la obra de Roberto Monterrosa también se denota influencia Roqueana. Los

poetas de la Cebolla Púrpura, por su parte, son los primeros en sufrir el golpe directo de la guerra civil salvadoreña, pues muchos de sus integrantes perdieron la vida en los prolegómenos de la misma: Alfonso Hernández, Mauricio Vallejo padre, Jaime Suárez Quemain y Rigoberto Góngora. Además, del mismo grupo son David Hernández y Nelson Brizuela. Muchos de estos poetas empiezan a emular la vida de Dalton, combinando sus tareas poéticas con

sus tareas políticas. Una generación trunca, en definitiva, pero influenciada por la vida y obra de Roque.

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La influencia de la poesía de Dalton se hace aún más palpable en el núcleo de la siguiente promoción de poetas, nacidos dentro de la década de los cincuenta y recopilados en el libro La margarita emocionante. Estos poetas no

necesariamente pertenecieron a grupos o talleres literarios, y la compilación obedece al gusto del compilador.Horacio Castellanos Moya, el compilador, lo confirma en su prólogo: «Si Gavidia es considerado el fundador de la literatura salvadoreña; sin duda que medio siglo después, con Dalton, la literatura alcanza un nivel cualitativo tan excelente que se convierte nuevamente en culminación y punto de partida. Dalton es el escritor más influyente para las nuevas generaciones: imposible ignorarlo; difícil trabajo digerirlo sin empacharse y volverse epígono; terrible esfuerzo discernir cuáles fueron las líneas poéticas que culminó y cuáles las que apenas dejó bosquejadas para su ulterior desarrollo. Con él, la poesía urbana adquiere madurez. La ruptura se radicaliza. La carga ideológica adquiere profundidad. La militancia política es llevada a su extremo. No es tan arriesgado afirmar que los seis poetas aquí reunidos tenemos conciencia de la atosigante herencia que significa Dalton[6]». Tanta influencia ejerció Dalton sobre esta promoción de poetas que a su antología la bautizaron con un verso de él: El poeta cara a cara con la luna/fuma

su margarita emocionante.

A mi parecer, la generación de poetas de los setenta ya tenía asimilada aquella leyenda que ha hecho famosa Roque Dalton en el libro Poemas clandestinos: Poesía/Perdóname por haberte ayudado a comprender/que no estás

hecha sólo de palabras. Esa generación empezaba a comprender que la poesía no estaba solo hecha de palabras, pero también sabían que estaba edificada a base de ellas.

Los poetas reunidos en La margarita emocionante, sin embargo, no eran los únicos poetas jóvenes escribiendo en esa época. Solo son seis poetas los reunidos en esa antología, y su selección obedece a un criterio personal del antologo, quien así lo deja claro en el prólogo. Es, entonces, una antología de jóvenes poetas, pero que no constituyen la totalidad de jóvenes poetas de ese momento en particular. No obstante, la muestra de seis obras diferentes sí brinda un panorama -s i no to ta l- sí parcial que es suficiente para el presente estudio, sobre todo cuando nos percatamos que la mayoría de los seleccionados siguieron escribiendo y publicando en las décadas posteriores, lo cual ofrece legitimidad a las afirmaciones del prólogo en cuanto a Dalton se refiere.

II!.Década de los ochenta: Xibalbá y el fuego

La generación de poetas jóvenes de los ochenta se forjó dentro de grupos o talleres literarios como Xibalbá y Patriaexacta. La «fotografía» de este grupo es el libro Piedras en el huracán, y quizá sea en esta «generación» donde más marcada se encuentra la influencia de Roque Dalton. La década de los ochenta representa el pináculo de la llamada «poesía de emergencia» o «poesía social», entendidas éstas como poéticas estrechamente vinculadas a

las luchas sociales, incluyendo la lucha social desde el ámbito meramente militar. No nos detendremos a estudiar esas etiquetas en este momento: no es el objetivo de este estudio y, además, ya otros se han encargado de estudiar este tipo de encasillamientos. Por lo pronto, utilizaremos esas etiquetas para referirnos a aquella poesía que está íntimamente vinculada con las luchas sociales dentro del ámbito de la guerra civil salvadoreña, ya que inclusive

algunos de los incluidos en Piedras en el huracán fueron combatientes en el guerra civil.

Para Javier Alas, su antologo, son dos las características principales de esta «generación»: una madurez adquirida gracias a la guerra, y la riqueza formal de la poesía. Pareciera una contradicción que nos refiramos a una «poesía de emergencia» y que a su vez una de las características de la generación sea su riqueza formal, pero tampoco es el objetivo de este estudio analizar la calidad literaria de cada generación o promoción de poetas.

En este sentido, decíamos que quizá la obra de Roque Dalton se encuentre más marcada en esta generación que en ninguna otra, y es que no solamente tomó como suya la poesía de Dalton, sino también su ejemplo de poeta guerrillero o combatiente. Esa doble influencia -poética y vivencial- se tradujo en una poesía apegada los cánones

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de las letras de emergencia que muchas veces era escrita en las montañas. Aún los poetas que no necesariamente estuvieron involucrados en grupos militares escribieron de y sobre la guerra. A este respecto, Alas afirma lo siguiente: «El problema es que pareciera existir, en algunos casos, un intento vehemente de escribir sobre la guerra.

Estos autores se han esforzado tanto -hay que reconocerlo-, que han llegado a hacer la mejor poesía de la montaña escrita desde la ciudad[7]». Habiendo establecido lo anterior, Javier Alas inmediatamente se desmarca de esos autores y, por el contrario, enumera las que para él son las características diferenciadoras entre los antologados y

ios autores que vehementemente escribían sobre la guerra: el lirismo desgarrado de David Morales, el desenfado de Otoniel Guevara, la «plasticidad sugerente» de Eva Ortiz, etc.

Más allá de las características de esta generación, es en esta década donde más se reflejóél matrimonio entre poética y revolución, cuyo cénit estaba en la contribución a las luchas sociales ya no solamente desde las trincheras de la palabra, sino también desde la militancia armada directa. Es por ello que decimos que la influencia de Dalton en estos autores es doble: por la militancia política y armada de algunos de sus autores, y por el ejercicio de una poesía contestataria. Sin embargo, una vez más debemos concentrarnos en la influencia meramente literaria de Dalton sobre estos poetas, y lo que expresa Alas a este respecto es claro: «La actual generación se encuentra dentro de la onda de radiación de la influencia daltoniana, pero ello es naturalísimo: Roque es el poeta más importante que le antecede a este grupo, y a los intermedios (Piedra y Siglo), Taller Francisco Díaz, La Masacuata,La Cebolla Púrpura), y el que antecederá a no pocos grupos porvenir, muy probablemente[8j».

La influencia de la obra de Dalton, en esta generación, quizá se sienta más en poetas como Otoniel Guevara, Luis Alvarenga, Edgar Iván Hernández y en el mismo Javier Alas. En el caso de Otoniel Guevara, se deja ver más en poemarios como El amor más común y corriente y en Tanto. En el caso de Edgar Iván Hernández, en poemarios

como Mares y Los otros; y en Javier Alas, sobre todo en algunos de sus ensayos como «Para una lectura crítica de Roque Dalton», donde propugna por apartar todo el boscaje de los lugares comunes que siempre han perseguido a Dalton, como la característica conversacional de parte de su obra y la cargada ideología de la última etapa poética de él. Luis Alvarenga, por su parte, ha dedicado buena parte de su obra a la investigación de la vida y obra de

daltoniana.

En conclusión, los poetas que se dieron a conocer en los ochenta se encuentran dentro de la órbita de Dalton, ya sea por su ejemplo de vida o por la calidad misma de la obra. Creo no equivocarme al afirmar que la obra daltoniana, hasta esta década, aún no era valorada en su más amplia dimensión, es decir, aún no se tomaban en cuenta libros como Los pequeños infiernos o El turno del ofendido como verdaderas piezas literarias de alta calidad poética, pues

lo que predominaba en ese entonces era el Roque Dalton mártir, el Roque Dalton como ejemplo del matrimonio perfecto entre revolución y poesía.

IV.Los noventa: continuidad, ruptura y dispersión

Los noventa, década en la que nacieron grupos literarios como Simiente, Talega, El Cuervo, Tecpán y La Fragua,

fueron una suerte de continuidad, pero también una especie de ruptura en cuanto a la influencia daltoniana se refiere. Es continuidad porque la década inicia todavía con la guerra civil, y por consiguiente todavía se percibe la imagen de

un Roque Dalton mártir y ejemplo. Los certámenes literarios de inicios de la década, y los libros que nacieron gracias a ellos, dan testimonio de una influencia daltoniana desde su obra más «social». Los libros surgidos de los Certámenes Literarios Alfonso Hernández y Poesía Reforma dan fe de la continuidad literaria de las «poesía de

emergencia», libros publicados en los noventa, pero donde sus autores, sin embargo, son de generaciones pasadas.

La poesía joven estuvo en otra parte: dentro de los talleres o grupos literarios ya mencionados. Es en estos núcleos donde buscaremos la influencia daltoniana, ya que a lo largo de este estudio hemos sido consecuentes al buscar la

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influencia de Dalton en libros de capital importancia como las antologías generacionales.

Los poetas jóvenes de los noventa nunca tuvieron una antología propia sino hasta el año 2012, año de publicación de

Lunáticos, poetas noventeros de la posguerra, libro que ni siquiera puede considerarse una antología sino más bien una generosísima muestra poética de prácticamente la totalidad de voces jóvenes de los años noventa. Es por ello

que determinar si Dalton fue influencia literaria en la obra de estos poetas es tarea sumamente difícil.

Al revisar parte de la obra publicada en estos años, y sobre todo la publicada dentro de los volúmenes de compilaciones de ganadores de Certámenes de Juegos Florales, no encontramos una influencia marcada en la obra de los poetas allí compilados. Lejos de ello, observamos una influencia de estilos poéticos opuestos a los que normalmente se conocían de Dalton hasta la fecha. Ejemplo de ello es la poesía de Juan Carlos Cárcamo, miembro del Taller Literario Simiente y ganador de varios certámenes nacionales en esa época, en quien le vemos una marcada influencia de Octavio Paz.

La poca influencia que Dalton ha ejercido sobre la obra de los poetas de los noventa quizá la podamos encontrar en la poesía de William Alfaro (El Cuervo) y en la poesía de quien esto escribe. Es muy probable que me equivoque y que existan más obras influenciadas, pero el principal problema de esta generación fue la ausencia de publicaciones, por lo que es materialmente imposible poder rastrear ya no solamente los ratros daltonianos sino cualquier tipo de influencia literaria. En todo caso, en los que se ha logrado detectar, se puede decir que es una huella tenue en comparación con la profunda influencia ejercida en generaciones anteriores. En mi caso, no puedo dejar de aclarar que la vena daltoniana de mi poesía proviene de la parte surrealista, la encontramos en largos pasajes de libros como Los pequeños infiernos y El turno del ofendido.

A pesar de lo anterior, y paradójicamente, la generación de poetas jóvenes de los noventa, de posguerra, son los que más han contribuido a la divulgación de la obra de Roque Dalton. Por ejemplo: los poetas Carlos Ciará, Osvaldo

Hernández y Pablo Benítez fueron los encargados directos, a nivel editorial, de la publicación de No pronuncies mi nombre. Poesía completa de Roque Dalton, un aporte valiosísimo a la cultura nacional, un trabajo clave de Rafael

Lara Martínez. Por otra parte, el poeta Pablo Benítez -quien también suele ser ubicado dentro de la generación de poetas del nuevo s ig lo - dirige la Cátedra Libre Roque Dalton, un «espacio nacional para el diálogo crítico y para la fuerza creadora del arte, especialmente de la poesía y de la literatura[9]».

A nuestro juicio, el debilitamiento de la influencia de la obra de Dalton en los poetas de la generación de los noventa

obedece a un factor determinante: la falta de profundidad en la lectura de la poesía daltoniana. En efecto, los poetas de esta generación, frente a la inexistencia de la guerra, buscaron otros referentes poéticos para la construcción de su obra. La separación de Roque Dalton se da precisamente porque su poesía poco o nada les dice, pues ven en su obra un conjunto de textos poco cuidados y de mediana calidad literaria. Pero este enfoque, desafortunadamente, está viciado, ya que obedece a esa falta de profundidad de lectura de su obra. Nadie puede negar que los libros que más circularon de Dalton sean aquellos que menor calidad poética tienen, es decir: Las historias prohibidas del Pulgarcito, Poemas clandestinos, y Un libro rojo para Lenin. Caso aparte es Taberna y otros lugares que también ha

circulado mucho y que sí tiene una extraordinaria calidad literaria. Así, el primer encuentro con la poesía de Dalton suele ser con esos libros de inferior calidad, y ello conlleva al equívoco de considerar que toda la poesía de él es igual a la de esos libros, y al encontrarse con una poesía a ratos panfletaria, los poetas jóvenes se distancian voluntariamente.

Es curioso que los esfuerzos por la divulgación y el estudio de la obra de Roque que ya hemos mencionado, se hayan dado en el nuevo siglo, es decir, después de una posible relectura de la obra, lo que presupone que ésta ha

sido mal leída. Presupone, también, que la poesía fundamental de Roque Dalton suele descubrirse en una edad

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cronológica mayor, cuando se empiezan a seleccionar cuidadosamente las lecturas y cuando se tiene un olfato especial para detectar la gran poesía.

V.E1 nuevo siglo, nuevos caminos

La nueva década, ya dentro del nuevo siglo, trajo consigo una nueva promoción de poetas jóvenes que se encontraban con una realidad obviamente distinta a la de otros en épocas anteriores. Es esta la década de la liberación de ia información, la edad de la eclosión del internet y sus enormes tentáculos; la época del conocimiento a través de las redes globales, las redes sociales y las comunidades virtuales. Si antes encontrar un buen libro de Arthur Rimbaud, de Jorge Luis Borges o de Octavio Paz era toda una odisea, ahora estaba al alcance de un «click».

La poesía de Roque Dalton no es la excepción. La publicación de su Poesía completa en 2005 (recordemos que ya en 1994 se había publicado una extensa antología de la mano de Rafael Lara Martínez) implicó que la totalidad de la poesía de Dalton estuviera al alcance de todos. Sin embargo (una vez más la paradoja), la libre disposición de la obra poética de Dalton fue inversamente proporcional a la influencia generada por su obra a partir de entonces. Es

decir, la publicación de la Poesía completa no generó un efecto multiplicador de la influencia meramente literaria sobre los jóvenes poetas. Para entonces, la influencia extra literaria estaba totalmente descartada: ese proceso de desmitificación de la influencia extra literaria había empezado desde los años noventa y se cimentó en el nuevo siglo. Por tanto, la única baza que le quedaba a Dalton era su obra, tal y como debe y debió ser siempre.

Si ya dentro de la década de los noventa era difícil encontrar a jóvenes poetas directamente influenciados por Roque, en el nuevo siglo el distanciamiento ha sido mayor. Aquí es donde introducimos un nuevo elemento: no por el

distanciamiento significa que la obra de Dalton se haya descubierto como desprovista de calidad. A nuestro juicio, el distanciamiento obedece al mismo enfoque que llevó a muchos poetas jóvenes de los noventa a no sentirse identificados con la obra daltoniana, un enfoque en el que se miraba su poesía como una obra más cercana a las letras de emergencia que al esteticismo y riqueza literaria de otros grandes poetas universales. Un distanciamiento que, sin embargo, no es de ninguna manera ruptura con ese cordón umbilical. Vladimir Amaya, antologo y prologuista de Una madrugada del siglo XXI, libro que reúne a los poetas de esta generación, lo explica así: «...la

figura de Roque Dalton para este grupo alcanza un nuevo estado, ya no sólo es el poeta insigne de la revolución y el sacrificio. El distanciamiento generacional con respecto a Dalton ha servido para hacer más profunda su lectura fuera de todo m otiw no literario. Porque Roque llega fresco a este tiempo como sólo los grandes poetas lo hacen. Su lectura es vital, pero ya no estanca, no empalaga por cuestiones extra poéticas[10]».

Esa «lectura profunda», sin embargo, no ha implicado una identificación con Dalton como poeta altamente influenciable en la obra propia. Es un distanciamiento, sí, lo es, pero no lejanía. Es ausencia de influencia, sí, pero a la vez es un hondo respeto a la obra. No es un juego de palabras. Es una circunstancia que ya se intuía desde los años ochenta: entre más distancia generacional exista de Roque Dalton, más se apreciará su obra más allá de los mitos y las leyendas. Enfatiza Vladimir Amaya en su prólogo: «En esta generación, Roque está y no está. Está en

el sentido de que siempre, en cualquier punto, se vuelve a él. Y no, porque Roque es el nuevo comienzo de la ruta en la cual se busca ser el protagonista. Pero se tiene claro, sin imitaciones, sin limitaciones de ningún tipo. Es tiempo para que Roque Dalton pase a ser un legado de máxima plenitud[ll]».

«Está y no está», afirma Amaya. Ciertamente está Dalton porque siempre está y estará presente por su inherente calidad literaria; y no está porque es difícil encontrarlo dentro la obra de esta promoción de poetas. Por eso

acudimos al antologo de esta generación, a quien le preguntamos el porqué de esa dicotomía de estar y no estar: «Algunos poetas de mi generación... no desconocen la importancia estética de Taberna y otros lugares y lo que significa ese libro para la ‘vanguardia poética salvadoreña’, pero en sus obras no encontrarás referentes directos con

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respecto a temas abordados o estilos parecidos, en esa obra y otras del poeta Dalton». Más claro no puede estar: respeto por la obra daltoniana por su alta factura poética en libros alejados de la ideología, pero ausencia de influencia en la obra personal. Al preguntarle a Amaya cuáles poetas de los seleccionados en su antología son los

que él considera que pudieran estar más influenciados por Dalton, contesta: «A nivel de técnica en unos pocos, que se me hacen suficientes. Pero tampoco hablamos de una influencia tan marcada, habrá elementos, pequeños aires, que nos permitan evidenciar cierto acercamiento a Dalton, pero sobre todo sería por la lectura que los poetas jóvenes salvadoreños han hecho de las fuentes directas a las que Dalton se avocó. En otra parcela de la antología hay poetas que se acercan sobre todo a la temática, o al estilo de desenfado de nuestro poeta mayor, pero que a nivel de técnica no aportan mucho. Y algunos rayan en el mero señalamiento de aspectos de la sociedad».

Se trata de la misma tendencia de la generación de poetas jóvenes de los noventa, pero quizá con mucho más énfasis, pues el distanciamiento temporal ha hecho que todos los ropajes de la mitificación y la leyenda se caigan

inexorablemente. De Roque Dalton está quedando lo que al final debe sobrevivir: la poesía.

VI.La órbita de Roque Dalton en el futuro

En las últimas dos décadas, la influencia de la obra de Dalton no ha sido tan marca como en décadas anteriores, y quizá se deba al tiempo específico que a estos poetas les ha tocado vivir. En la posguerra, en plenos noventa, el referente de Dalton como poeta revolucionario se empezó a desvanecer de a poco, mientras que su poesía iba

quedando relegada gracias a esos primeros encuentros con su obra, que usualmente eran con los libros de menor calidad literaria. Como un fenómeno alterno, hay que decirlo, estaba la creciente efervescencia por la obra de poetas como Alfonso Kijadurías, cuyos libros Los estados sobrenaturales y Es cara musa se revelaban como el camino a seguir en cuanto a técnica literaria, mensaje y profundidad humana. En el nuevo siglo, ese distanciamiento se enfatizó hasta casi llegar a la disolución, pues difícilmente encontramos voces plenamente identificadas con la obra daltoniana, y cuando decimos la «obra daltoniana», nos referimos a ese crisol fundamental que es: mezcla de genio poético y desenfado galopante.

A pesar de lo anterior, creo que ese distanciamiento paulatino con respecto a la obra de Roque Dalton se debe, ante todo, a la mala lectura que se ha hecho de su obra a través del tiempo. En efecto, si tomamos en cuenta que lo que más ha circulado de Dalton han sido sus libros menos logrados, entenderemos esa desidia con que muchos jóvenes poetas han visto su obra: el primer contacto con la obra de un poeta es fundamental para seguirlo leyendo.

En la medida que las nuevas generaciones se introduzcan en las profundidades de la poesía fundamental de Roque, su influencia irá creciendo cada vez más. Y cuando decimos la poesía fundamental de Roque, nos referimos a

poemarios o libros concretos: El tumo del ofendido, Los pequeños infiernos, y Taberna y otros lugares. Será, en todo caso, una suerte de influencia recobrada, pues desde ya estamos encontrando a un Roque Dalton desprovisto del mito y de la leyenda para solo enfocarnos en lo que mejor pudo hacer en su vida: su poesía.

(*) Es abogado y poeta, colaborador de contrACultura

[1] CEA, José Roberto, citado por Rafael Lara Martínez, En la humedad del secreto, pág. XII, CONCULTURA, 1994.

[2] ARGUETA, Manlio, en prólogo & Poesía escogida de Roque Dalton, pág. 11, Editorial Universitaria Centroamericana, Costa Rica, 1983..‘.v.contracultura.com.sv/?option=com_content&view=article&id=2086:generaciones-en-la-orbita-cíe-roque-dalton&cat¡d=62&ltemid=277&tmpl=component&pr¡... 8/9

O t o r g a / a / :

T o r . s u p a r t i c i p a c i ó n e n - : t a s e m a n a c í i í M é r t í - /

f í e v a d o ■ a c a B o d e C 1 4 a f 1 8 . d e j u ñ o d e 1 9 9 9

V a d o e n Z a c a t e c o C u c a a ( o s q u i n c e d í a s d e C m e s d e J i m i o d e

m í C n o v e c i e n t o s n o v e n t a y n u e v e

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«X r~, — — c - sj

D í r e c t q r / /

Secretarla de Cultura

La Secretaría de Cultura a través de la Comisión Nacional Organizadora de los Juegos Florales

O t o r g a e l p r e s e n t e

DIPLOMAde r a o n o a m k n ío

ROBERTO MONTERROSAPor dedicar su vida al quehacer cultural en sus

diversas manifestaciones

o en la ciudad de Z acateco luca, D ep to de La Paz, a los d ieciocho días del raes de d iciem bre de dos m il nueve.

kobcnv?puez.3íla Direcror Nacional de Espiados de Desarrollo Cultural

Ricardo Bracamente Director Nacionnl de Promoción y Difusión Cultural

Jastrunc pampos Directora de Dirección de Publicaciones e Impresos

Maño Noei Rodríguez Coordinador de Letras

feEl Centro Escolar "Profesor Saúl Flores"! M

jjBaa -íi

Otorga al Escritor Viroleño

Roberto Monterrosa.El presente:

Diploma por formar parte del grupo de escritores Viroleños participantes en los treinta años del

Centro Escolar "Profesor Saúl Flores"

Dado en la ciudad de Zacatecoluca, a los treinta días de! mes de Octubre de dos lótl síe

ina Directora.

D a v iS ft^ zC o rn e jo . Tesorero CDE

COMPLEJO EDUCATIVO 8 M FRANCISCO

ZACATECOLUCAp i | '

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Otorga:h FRESENTE T'lTpJL/xir ,f~~\ 1%. /I A A

j U ’ í V Ü i

«U* %* 0 ' f p T T ' t í i§2 W . M Ú .©. ¡9

Por el aporte cultural que da a la comunidad A través de sus Obras Literarias

Zacatecoluca 11 de Septiembre del 2007.

Licda. Ana Cecilia de Cruz Directora

/ /Profa. Concepción Estela Cruz

Comité de Arte y Cultura

El Comité de apoyo de la Casa de la Cultura de Apastepeque

Otorga el presente:

Diploma de Reconocimientoa :

Por su valiosa participación en el II encuentro de Escritores y Poetas Nacionales

Dado en la ciudad de Apastepeque, a los dieciocho días del mes dejulio_de dos mil siete

F________________________________ FDelmi Alicia Rodríguez Ana Vilma Flores de M arín

Directora Casa de la Cultura Presidenta del Comité de Apoyó de laapastepeque Casa de la Cultura de Apasteque

Ha Casia be Ha Cultura be Santiago JBcmualco, Bepartamento be Ha ¡Pa?.

Ofoupt t eí fileteóte

a : PROF. JOSE ROBERTO MONTERROSAMIEMBRO DEL GRUPO ESCR ITO RES DE L A PAZ.

Por su apoyo a la celebración, del día Internacional del Libro y derechos de Autor, enfocada al escritor Salvadoreño, ,pguel Ángel Espino, dirigida a alumnos de los diferentes Centros educativos de esta ciudadL l l l l k

Dado en Santiago Nonuaico, a los; veintitrés días del mes de Abril del año dos mil siete.

RotSertoíantoma Campos BonillaCasé de la Cultura

Sr. GonzaloPromotor, C ultorál

“AYUDEMOS TODOS A CONSTRUIR UNA VERDADERA PAZ SOCIAL ”

DIRECCIÓN NACIONAL DE ESPACIOS DE DESARROLLO CULTURALCONCULTURA.

Centro Psicopecfagógico “La (Paz "

Otorga a:

<Elpresente diploma:(R o ó e rto M o n t e r r o s a

£ D e ze co /w á m é m fo(por su valioso apoyo y participación Brindados en [a I a-Jornada Académico - Cultural, realizada en nuestra institución.

(Dado en la ciudad de Zacatecoluca, a los veintiocho días del mes de julio de dos m il seis.

<F.lLicéa:zftrurCeáfia~^úírez~!Fuentes

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Lic. José JltiCio (Ramírez ‘Fuentes Coordinador deC registro académico

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Tiene el honor de otorgar el presente

A:

c 4 ío / i/ e z z a t a

Como un merecido homenaje a su abnegada labor cultural, que ha beneficiado a generaciones de

viroleños.

Dado en Zacatecoluca, a los veintinueve días del mes de julio del año dos mil cinco.

C.L. José/Alberto Buendía jsidente

C. L. vvílliam Américo Avendaño Secretario

CORTE SUPREMA DE JUSTICIALA BIBLIOTECA JUDICIAL “DR. RICARDO G ALLARDO ” Y LA CASA DE LA CULTURA

OTORGA EL PRESENTE DIPLOMA A:

JOSE ROBERTO MONTERROSA

En reconocim iento por promover nuestra cultura a través de la literatura Salvadoreña en

CONVERSATORIO DE ESCRITORES VIROLENOS

Dado en la ciudad de Zacatecoluca - La Paz, a los 28 días del mes de Noviembre de 2005

Licda. Mima E. Santana Reyes Directora, Biblioteca Judicial

Zacatecoluca

’ | Sr. José Roberto Monterrosa

V Director,/ Casa de la Cultura Zacatecoluca

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a la (C u ltu ra Q & alpadoreña

p o r co n trib u ir a la difusión de la m ism a.

^ ado en (¿ ¿tcatecoluca, a bs treinta días del mes de marzo del año dos mil

Dra. Aronette Díaz ^ ^ J o S fN a p o leó n Rodríguez RuízM a g is t r a d a / M a g is tr a d o

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A L C A L D I A M U N I C I P A L D E Z A C A T E C O L U C ADEPARTAMENTO DE LA PAZ, EL SALVADOR, C. A.

P D R C U A N T O :

Prof. (Soeé Eoberio iHoníerrosaSe le otorga este reconocim iento a su Entrega y Esfuerzo continuo en el fomento de la Cultura Viroleña

El Concejo Municipal, en uso de las facultades Legales que le confiere el Código Municipal Vigente y como un reconocimiento a esta gran aporte a la Sociedad, acuerda:D E C L A R A S E

HI JO M E R I T I S I M O DE Z A C A T E C O L U C AI I Profesor JO S E ROBERTO MONTERROSA

Gado en la Alcaldía M unicipal-de- Zacatecoluca a los Ocho días del m es de Abril del Dos. Qr ’ ,<,w*rv»

^ O v\\CÍ¡^-Í./*$¡P >, ¿X *2*4*" <C ^' í f í —i s ’tS m g P m n > \/ o ' . V »8 ,AiV

Pro/. M m s íl AntoÁitr'de Jesús CaronMt) ' ^ 0 f"^jligenferü Mauricio de i/ttiia Maravilla' JoséAngei M alina; D,&lc(itdifi Municipal .Qin//iw» m í v »•■*> . v* Q/.,í«»<«».í/i ilí>/>• »/»»n^iSindivo Municipal ...x«>,, -1 ¿V

2-Secretario Muhicipat

El Consejo Nacional para la Cultura y el Arte a través < Coordinación Departamental de Casas de la Cultur

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(©torga el presente

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1973 - 1993W

RED NACIONAL DE CASAS DE LA CULTURACOhCÜLTÜRACONSEJO NACaOtw. TAHA LA CUl-TUAA Y El. ARTE

EL CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y EL ARTE

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CONCULTURA

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OTORGAA

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EL PRESENTE

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Por haber desarrollado excelente labor de animación y promoción cultural durante | 9 años, en la Red Nacional de Casas de la Cultura, valorando y difundiendo el acervo cultural, reafirmando a la vez la identidad nacional.

Dado en San Salvador, a los diecinueve días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y tres.

Lic. Cecilia Gallardo de Cano Ministra de Educación

y á s i. José ManueTBonÚla Alvarado Director de Casas de la Cultura

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John F. KennedyZACATECOLUCA

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e l p r e s e n t e BIPL0M A PDR SU PARTICIP AC i Ón ;:e n e l s e m i n a r i o

PERSPECTIVAS SOBRE EL ESTUDIO DE LA CULTURA POPULAR EN CENTRO AMERICA Y EL.CARIBE .

R ealizado deí 25 al 29 de m ayo de 1932. ..-y \ "

D ado en ia ciudad de San Salvador, a los vein tin ueve días del m es de m ayo, de mil n ov ecien tos noven ta 'y dos.

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José Roberto MonterrosaP presente

J¿3ifk)Ma Be <2VlGConocfaniente

fa x rnnsifterarla un baluarte literaria en ei departamento &e |¡a fía *, entregaba en el

oP iim et ¿ K eá ta l Be (§>scútoies ^Jizoleém

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i M t e c ^ z á s * , o c & a t á a azt<& te * /

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/ ___ROMAN JUSTO HAUSSUB-DIRECTOR

I *MARIQ MOLINA DIRECTOR

MENCION HONORIFICA

El Comité Pro-Arte y Cultura de la Ciudad de Apopa;POR CUANTO:

El Jurado Calificador del SEGUNDO CERTAMEN CULTURAL NOVEMBRINO APOPENSE “NOE CANJURA”, Rama Poesía, considera que la obra titulada POESIA-PUEBLO presentada con el pseudónimo “Riberot Urías” es merecedora de MENCION HONORIFICA;

POR TANTO,presenta al Sr. José Roberto Monterrosa el presente

DIPLOMADado en Apopa, Cl24 de Novipinbre de 1985

l / i ;

SECRE DE A RTE Y /C U L T U R A

.3 ^ ; - .__________/ SECRETARIA DE ACTAS SECRETARIA D E RELACIONES PUBLICASf - ¥r

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MINISTERIO DE EDUCACIONVICEMíNiSTERIO DE CULTURA, JUVENTUD Y DEPORTES

LA BIBLIOTECA NACIONAL! Organizadora del

PRIMER SIMPOSIO NACIONAL SOBRE BIBLIOTECOLOGIAConfiere o .

J Q b L K U 6. t R T 0 k 0 N T í K R 0 S A

E! presente:

^Diploma Je As¡k'it*ací3

^ ^ é í^ e íl d e <Z $on oz^ San Salvador, Mayo 24 de 1984.

CSTT \ 7 ... •'LIC. OSMÍÍ^ A. MAGA’Ña

ViCE MiKSSTRO DE CULTURA, JUVENTUD Y DEPORTES

! = ° DIRECCION > §H■ 7 / | JO SE ASTUL Y AMES .

^ fO l R E C T O R SÍBLIOTECA