John Lennon dijo: “ La felicidad está dentro de uno, no al lado de alguien”

Esta mañana esa frase me vino a la cabeza y por ella hoy es un buen día.

Mi felicidad está dentro de mí, no necesito a nadie para ser feliz, tengo que ser feliz por mí misma.

En esta etapa de mi vida, he descubierto muchas cosas de mi misma.

Soy una persona fuerte, mucho más de lo que nunca pensé.

Soy mejor que muchas de las personas que conozco y no me avergüenza decirlo.

Tengo verdaderos amigos, esos que están para abrirte los brazos en cualquier momento y si los tengo es porque he sabido mantenerlos a mi lado.

Nunca haría daño a otra persona sabiéndolo, por lo tanto si alguna vez alguien se ha sentido dañado por mí debe perdonarme.

Soy familiar y casera, aunque al mismo tiempo aunque parezca algo incompatible soy juerguista y como dirían las madres “la casa no se me cae encima en caso de terremoto”.

Suelo ser divertida aunque también puedo ser la más borde de la fiesta.

Me enfado con arrebatos y parece que me como el mundo, pero en el fondo todo se me pasa como llegó, sin más.

Soy romántica, me gusta que me mimen y por supuesto mimar.

Prefiero un roce en una mano en un momento determinado que un apretón.

Prefiero una mirada sincera que unas bonitas palabras vacías.

Soy falsa a veces, cuando las circunstancias me obligan a serlo, pero sin ofender a nadie.

Me gusta la buena comida, pero no hace falta que sea mariscos, si me dan a elegir prefiero un buen cocidito madrileño.

Me encanta ir de cañas con los amigos, reírme por tonterías y bailar hasta el amanecer.

Me encanta sentarme tranquila en mi sofá con una buena película, llorar si hace falta viéndola o reírme a carcajadas.

Me gusta sentarme esas tardes de primavera a tomar un café en alguna terraza, ver pasar el tiempo sin hacer nada.

Me gusta pasear en otoño por el retiro, viendo sus hojas de colores dorados de alfombra.

Me gusta viajar, esa sensación de ir descubriendo sitios nuevos, los olores y colores de las calles por las que paseo por primera vez.

Me gusta cuando un bebe me sonríe.

Me gusta cerrar los ojos y ver a esas personas que ya no están a mi lado, pero a las que no olvido.

Me encanta meterme en una bañera llena de espuma, cerrar los ojos y escuchar esa música mientras mi mente vuela donde yo no puedo volar.

Me da vida sentarme en una playa con un buen libro.

Me gusta el olor de las palomitas en el cine.

Me gusta recibir un abrazo un día cualquiera por cualquier motivo de cualquier amigo.

No me gusta la gente que sin conocerte te llama cariño, cielo…

No me gusta que me miren solo para criticar lo que llevo puesto, cada uno viste como quiere, sin más.

No me gusta quien cada vez que hablas analiza lo que dices, puedes tener una conversación tonta pero esa persona no te conoce cuando tienes algo serio de lo que hablar, simplemente porque no te conoce.

No me gusta quien te da consejos sobre tu vida sin saber nada de ti.

No me gustan esas personas que protestan por todo porque simplemente su vida es aburrida.

No me gustan los tristes, que haberlos, hay muchos.

No me gustan los niños resabiados y repelentes.

No me gustan los borrachos que se te pegan como pulpos.

No me gustan los que se creen que si quisieran estarías en su cama.

No me gustan las que por llevar un buen escote se creen las reinas de las fiestas.

Me gusta la vida, el olor de la tierra mojada, un atardecer en el mar.

Me gusta ver la lluvia detrás de una ventana.

Me gusta mirar las llamas de la chimenea tumbada en una mullida alfombra con una copa de vino.

En definitiva me gusta vivir y por mi voy a hacerlo siendo feliz.

Ahora, aquí sentada delante de este ordenador me gustaría tener una barita mágica, con ella me trasladaría a todos esos sitios y momentos que tanto me gustan.

Y si tuviera que elegir uno solo?

Entonces escogería esa mullida alfombra, esa chimenea, esa copa de vino y una gran ventana, al fondo Paris.

Así soy yo.