Jimena se fue a Australia

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mujeres 22 batalla opiniones esde hace t iempo, An- tonio, nuestro querido editor, me invita a que escriba sobre Jimena, quien partió feliz al otro lado del mundo, a Sídney. ¿La verdad? No quería hacerlo. Es un tema muy personal, y está aún muy fresco. Pero ya está, hoy me armé de valor y aquí estoy, compartiendo con ustedes estos temas, bien al Lado B. Nada de trabajo, hoy solo puras experiencias y vivencias personales y familiares. Les cuento la historia:  Jimena pel eó por su vida con fe- reza por dos años. Se defendió como una leona, sobre todo la segunda vez. Luchó y batalló contra ese mal que toma pose- sión de la vida de todos mientras dura la guerra. ¡Y qué valiente fue! Lo digo sin ningún remilgo: fue valiente no solo por haber enfrentado el caos, el miedo, los tratamientos, las quimios terribles, las operaciones, las muchas hospi- talizaciones, las afeitadas de cabeza (chau pelo rubio hasta la cintura), los pinchazos, los drenes, las infec- ciones, la debili dad, el malestar, el terror; sino por haberlo hecho todo con enorme gracia, con una sonrisa en los labios y con una sorprendente buena actitud; cada día, cada vez. Sé que puede parecer falso que alguien viviendo todo esto haya mantenido la buena cara y el buen espíritu, pero es verdad. Ella lo hacía. Y su argumento para hacerlo era simple: “Sufcientemente malo es que todos estén tan preocupados en la casa con lo que me pasa, para que encima me esté quejando de todo o que los esté preocupando más si me ven con mala cara, que- josa o deprimida”. ¿Pueden creerlo? Mientras todo eso le pasaba -¡a ella!-, Jimena pensaba en nosotros. Entonces, como comprenderán, el resto de la casa no podía sino seguir ese código estricto que ella estableció para todos: enfrentar las cosas según fueran viniendo, con esa misma disposición positiva e inquebrantable: “Todo va a salir bien, todo va a estar bien, todo va a pasar. Pongamos buena cara, de esta salimos bien, de todas maneras”. Y así fue. Hace unos días se cum- plieron cuatro años del diagnóstico inicial y los celebró en Sídney, donde hoy estudia un MBA; sana y muy, muy feliz. Por supuesto que seguimos con los chequeos (y seguiremos por mucho tiempo más, sin bajar la guar- dia jamás), pero ella ahora estudia, se divierte un montón y ha recuperado su vida, su futuro y todos sus sueños. ¿Fue fácil dejarla partir, y al otro lado del mundo? ¡No! De haber sido por mí, no la hubiera dejado estar a más de cinco me- tros para verla a cada momento, para que su cara en tiempo presente me diga siempre que está muy bien; pero esa batalla también la ganó ella, y con la persistencia de quien sabe lo que quiere y no está dispuesta a negociar, logró convencerme de que a 36 horas de distancia en avión iba a estar mejor que aquí, con nosotros, conmigo. Esta es la historia, y tiene fnal feliz; gracias a Dios. ¿Qué bueno, no? “Se DEFENDIÓ como UNA LEONA, sobre todo la segunda vez” D mi lado B  Jim ena se fue  a Australia INÉS TEMPLE (CEO de LHH - DBM)

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8/12/2019 Jimena se fue a Australia

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