“¿DÓNDE ESTÁS TÚ?” - 24 enero“EL MARAVILLOSO PLAN DE SALVACIÓN” - 25 enero“JESÚS PRONTO REGRESARÁ” - 26 enero“¿QUÉ SUCEDE CUANDO UNA PERSONA MUERE?” - 27 enero“LA LEY UNIVERSAL DEL GOBIERNO DE DIOS”- 28 enero“MAYORDOMOS, HIJOS Y HEREDEROS”- 29 enero“CÓMO VOLVER A EMPEZAR”- 30 enero“LAS CUATRO CARAS DEL PECADO”- 31 enero

“¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”

Tema I

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BASE BÍBLICA: San Mateo 9:12 y 13 “Y al oírlo Jesús les dijo: los sanos no necesitan médico sino los enfermos; id pues y aprender que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, porque no vine a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento”.

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INTRODUCCIÓNSi usted necesitara construir una casa ¿A quién contrataría? ¿A un albañil o a un panadero? Si usted necesitara a un maestro de escuela: ¿a quién contrataría? ¿A un pescador o a un maestro de escuela? Si usted necesitara a un pescador ¿a quién contrataría? ¿A un pescador o a un campesino? Las respuestas son obvias, seguramente que usted contrataría a la persona indicada en el oficio indicado.

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Cristo Jesús vino a esta tierra a buscar y a salvar lo que se había perdido. Pero, para poder llevar a cabo sus propósitos; buscó a los hombres que deberían ayudarle en esta empresa y, si lo analizamos desde el trabajo de planeación, cualquier administrador lo reprobaría; porque viéndolo desde el punto de vista humano, Jesús no contrató a los mejores hombres.

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Tal pareciera que la causa de Jesús estaba destinada a fracasar, puesto que los hombres que había buscado, eran hombres del vulgo, sin letras, ignorantes; que para casi todos los de su tiempo; no eran aptos para ser discípulos de una empresa tan grande como el Cristianismo.

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Te has preguntado tú ¿por qué nos llama Jesús? Jesús no nos llama por lo que somos, o por lo que se ve de nosotros exteriormente, él nos llama por lo que podemos llegar a ser en sus manos.

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CUERPO La palabra de Dios dice en San Mateo 9: 9 en adelante, lo siguiente: “Cuando Jesús salía de ahí, vio en la oficina de los tributos a un cobrador de impuestos llamado Mateo, y le dijo: sígueme, y él se levantó y lo siguió. Y cuando Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores y se sentaron junto con Jesús y sus discípulos;

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cuando los fariseos lo vieron preguntaron a sus discípulos: ¿Por qué vuestro maestro come con publicanos y pecadores?, al oírlo Jesús les dijo: los sanos no necesitan médico sino los enfermos; id pues y aprender que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, porque no vine a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento”.

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El Señor Jesús caminaba por la orilla del Mar de Galilea, en realidad no es un mar, es un lago de agua dulce, que tiene aproximadamente 13 km de ancho por 21 km de largo. A las riberas de ese hermoso lago, se encontraba una de las pocas ciudades amuralladas de Israel, la cual era precisamente Capernaum.

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Capernaum llegó a conocerse como la ciudad de Jesús, por el tiempo que él paso en esta ciudad. Esta ciudad tenía dos puertas, una en el norte y otra en el sur; en una se colocaban los recaudadores de impuestos para cobrar a todo el que entrara a la ciudad o saliera de ella;

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lógicamente muchos de éstos cobradores de impuestos llamados: “publicanos”, eran considerados la peor calaña, los más ladrones, los más estafadores, los mas sucios de la sociedad. De ahí que el término “publicano”, llegó relacionarse como el símbolo de pecador o de sucio.

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El Señor Jesús al caminar por la entrada de Capernaum, vio a uno de esos cobradores de impuestos llamado Leví Mateo. La Palabra de Dios es muy sencilla al decir: que Jesús se acercó a Leví Mateo, se le quedó mirando y le dijo: Sígueme, y dice la escritura que Leví, al instante se levantó y le siguió.

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Analicemos algunos aspectos singulares y a la vez importantes del encuentro de Jesús con este hombre. ¿Por qué Leví Mateo siguió a Jesús? ¿Por qué Jesús llamó a Levi Mateo? Sin duda dos preguntas interesantes.

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Analicemos la primera: ¿por qué Leví Mateo siguió a Jesús?a) Levi Mateo tuvo que dejar para seguir a Jesús, en primer lugar su trabajo.Pregunto ¿Tenía un mal trabajo Leví Mateo? La respuesta es NO, él tenía uno de los mejores y quizá más envidiado de los trabajos de su tiempo, porque le daba la

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oportunidad, no solo de tener buenos ingresos, sino también de hacer trampa y de esta manera enriquecerse ilícitamente al robar al César parte de los impuestos.

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Me imagino que Leví Mateo tenía muchas posesiones en Capernaum, es posible que tuviera una casa a orillas del mar de Galilea; quizá tenía criados, dinero, posesiones, tierras; puesto que era considerado un hombre rico; pero Leví Mateo estuvo dispuesto a abandonar su trabajo.

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La escritura dice, que cuando Jesús se presentó junto a él y le dijo: sígueme; él dejándolo todo…sí, yo no sé que involucre “todo”, pero sin duda que dentro de ese todo, incluía su trabajo.

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Actualmente muchas personas no siguen a Jesús por causa del trabajo; dicen que aman a Jesús, añoran seguir a Jesús, se comprometen con Jesús; pero cuando tienen que dejar el trabajo, no están dispuestos a asumir el desafío de tener que dejarlo.

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El trabajo, en estos días, se ha convertido en una de las prioridades de las personas, porque es muy difícil encontrar un buen empleo, además, es muy difícil encontrar un trabajo en el que se de el sábado; y en muchas ocasiones se convierte en un obstáculo muy grande para no tener un buen trabajo. Entonces, cuando tenemos que decidir entre seguir a Jesús o quedarnos con nuestro empleo, nos quedamos pensando:

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Dios conoce mi necesidad, Dios sabe que tengo una esposa y que tengo hijos; Dios sabe que tengo que pagar algunas cuentas, Dios sabe que tengo que comer, Dios sabe mi necesidad. Y aunque yo amo a Jesús y quiero seguirle, no puedo hacerlo ahora, porque necesito este trabajo.

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¿Sabes mi querido amigo? El Señor es dueño de todo, y el Señor es dueño también de tu necesidad. Él dice en su Palabra: probadme ahora. Él no quiere que tú actúes en una forma tonta o quizá ingenua, que pienses que al dejar tu trabajo te quedarás sin comer, ¡no! La Biblia dice: “…probadme ahora, dice el Señor y verás que abriré las ventanas de los cielos hasta que sobre y abunde...”.

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Tú debes actuar con inteligencia, debes actuar con fe y el Señor proveerá aquello que piensas que te hace falta, pues Dios conoce tu necesidad. El trabajo se quedará aquí, pero si tú te pierdes por causa de tu trabajo, lamentablemente perderás algo mucho más que el trabajo… Perderás tu vida y será tu vida eterna.

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b) Leví Mateo tuvo que dejar también su dinero para seguir a Jesús. La Palabra de Dios dice que difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos; y es que el amor al dinero, dice la Escritura, es la raíz de todos los males.

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Muchas personas, cuando tienen que seguir a Jesús pero piensan en su dinero, no lo siguen; porque piensan que es demasiado lo que tienen que sacrificar para seguirlo, sin embargo la Escritura también dice que el que sigue a Jesús, dejándolo todo --terrenos, madre, padre, casas; por causa de su nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna .

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Querido hermano, el Señor Jesús sabe que necesitas dinero, sabe que necesitas recursos para suplir tus necesidades, pero la Escritura también dice en el evangelio de San Mateo 6: 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las cosas os serás añadidas”.

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Aquí están las prioridades, Jesús dice que primero busques su reino y aunque el dinero es importante, salvar tu vida es mucho más importante.

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c) ¿Leví Mateo tuvo que dejar a sus amigos para seguir a Jesús? De verdad que a veces nos avergonzamos del evangelio. Es muy probable que tú hayas aceptado a Cristo Jesús, o tal vez quieras aceptarlo, pero te da pena por lo que dirán tus amigos. Te da pena por lo que pudieran pensar de ti. Algunos van a la iglesia pero esconden su Biblia bajo su camisa para que no se den cuenta a dónde van.

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Otros, cuando les piden que hablen de su fe o que demuestren que realmente son cristianos dicen: No, yo no soy cristiano; voy porque me invitan, para no quedar mal, porque ahí tengo a mi compadre; pero no, no soy miembro, no me estoy haciendo aleluya, no me estoy haciendo hermano.

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La Palabra de Dios dice que, el que se avergüenza de Cristo Jesús delante de los hombres, Jesús también se avergonzará de él – no delante de los hombres – sino delante de su Padre, delante de los ángeles que son millones y millones en el universo.

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No tengas temor de seguir a Cristo Jesús, aunque tengas que dejar a tus amigos, no tengas temor de que te digan hermano, o aleluya. Los amigos, finalmente aquí se quedarán, pero si tú realmente amas a tus amigos o los estimas; muéstrales el camino hacia Jesús, que es el mejor regalo que puedes hacerle a un amigo.

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Recuerdo perfectamente a un compañero, estábamos en un parque jugando frontón, cuando de pronto, del otro lado de la cancha, escuché a una persona que decía palabras obscenas; realmente eran palabras hirientes, escandalosas. En un momentito cuando la pelota se fue al otro lado por esa cancha, yo fui a recogerla y cuando la levanté, para mi sorpresa me di cuenta, que la persona que estaba diciendo esas palabras era una persona que yo conocía y que estaba asistiendo a la iglesia.

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Cuando me vio se sorprendió y dijo: Pastor… y le respondí: ¿qué pasó mi hermano…? Entonces el respondió – discúlpeme pastor, es que usted sabe, cuando uno está con la palomilla hay que actuar como ellos, porque si no se lo comen a uno y yo no quiero que me vean la cara de tonto.

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Actuar con la palomilla, actuar como ellos actúan… ¡No¡ Tú tienes que ser diferente; tú tienes que llevar a Cristo Jesús a donde quiera que vayas: a tu trabajo, con tus amigos, por la calle, con tus compadres; tú tienes que llevar a Jesús a todos lados. Que no te de pena dejar a tus amigos, si es necesario, por tener una relación con Jesús; Dios no quiere que dejes a tus amigos. Leví Mateo no dejó a sus amigos.

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La Escritura dice que Leví Mateo invito a sus amigos a su casa. A todos los publicanos que eran igual que él, y ahí reunidos les dijo: señores, dejo de ser un recaudador de impuestos, ahora me convertiré en un seguidor de Jesús; los invitó a la fiesta junto con él.

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Los publicanos comprendieron que era un hombre que había cambiado, porque se había encontrado con Cristo Jesús, no tengas vergüenza de dejar a tus amigos. Tu amigo puede ser el de la parranda, el de la borrachera, el de las cosas pecaminosas; pero realmente esos no son amigos, son compañeros de vicios. El mejor amigo es el que te muestra el camino de la verdad, el mejor amigo es el que te muestra a Cristo Jesús como salvador.

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d) Leví Mateo tuvo que dejar a su familia para seguir a Jesús. Yo me lo imagino entrando a su casa, esa mañana, despavoridamente. Su esposa le pregunto: ¡Hey! ¿Qué haces aquí? –Es que me vine del trabajo. Y ¿por qué?- preguntó la esposa. Tú siempre sales hasta las 6 ó 7 de la tarde y no te quieres venir, son apenas las 11 de la mañana. Leví Mateo le dice: es que me encontré a un profeta, a uno llamado Jesús y yo quiero seguirlo.

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La esposa le dice: ¡oh! ¿Vas a trabajar con él? ¿Sí? Dime Levi; y ¿cuánto te va a pagar? ¡Oh!, se me olvidó preguntarle pero eso no me interesa; yo he escuchado que dicen que las zorras tienen cuevas y las aves nidos, pero él no tiene donde recostar su cabeza. Es posible que no me pague nada, pero eso no me importa, yo voy a seguirle.

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Leví Mateo, después de dejar su trabajo, su dinero, sus amigos; llegó el momento que tenía que partir con Jesús para ir a predicar a otros lugares, a Jerusalén, a Samaria; entonces tuvo que dejar a su esposa. Me imagino que él no fue irresponsable con su familia, sin duda les dejó lo necesario para vivir; o es posible que su esposa siguiera a Leví Mateo.

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Lo que si es cierto es que él dejó su hermosa casa allá en Capernaum y siguió a Jesús a donde quiera que fue. Probablemente involucró a su familia, quizá a sus padres, quizá a sus primos, a otros parientes; pero siguió a Cristo Jesús, sin importarle nada.

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Algunos quieren seguir a Jesús pero sin dejar a su familia, piensan: ¿Qué me va a decir mi esposa o mi esposo si me bautizo?, se va a enojar, se van a enojar mis hijos, mi mamá, mi papá. No te quedes sin seguir a Jesús por esas situaciones. Yo te dije lo que dice la Escritura: “…El que dejare padre o madre, o casas o tierras, por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”.

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Los padres, los hijos, el cónyuge, todos son importantes y tenemos que amarlos, protegerlos y demostrarles que somos cristianos, pero si tienes que decidir entre tu familia y Cristo Jesús, en esta prueba de fe en tu conciencia; la Escritura también te dice en Hechos 5:29 “Es menester obedecer a Dios, antes que a los hombres”.

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Si mi querido amigo, la familia no debe ser un obstáculo para seguir a Jesús. Cristo te llama, te busca donde quiera que estás, pero tú tienes que responder a su llamado.

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CONCLUSIÓNAhora preguntémonos ¿Por qué Jesús llamó a Levi Mateo? ¿Te lo has preguntado? Leví Mateo, era un mentiroso, un ladrón, era un malvado, era en síntesis, un publicano. Él no tenía las calificaciones para ser llamado por Jesús. Pero ahora pregúntate ¿dónde estás tú? ¿En qué condiciones te encuentras? ¿Eres tú mejor que Leví Mateo?

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Quizá estoy predicando para una persona que ha robado, o que es mentirosa; o para una persona que no está calificada para seguir a Jesús; quizá un fornicario, un borracho, un mal hablado, quizá sea un publicano. Pero pregúntate por qué te llama Cristo Jesús; qué de bueno tienes tú para que él te llame; que de extraordinario tienes para que Jesús te llame.

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Tú no tienes nada de extraordinario, ni de bueno, pero que maravilloso lo que dice la Escritura, que Jesús no vino a llamar a justos sino a pecadores. Por eso Jesús te está llamando porque tú eres un pecador, un miserable, eres sucio, estás descalificado, pero Cristo Jesús te ama porque tú eres su hijo.

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Pregúntate ¿Por qué Jesús te llama? Jesús te llama no por lo que tú eres, Jesús te llama por lo que tú puedes llegar a ser en sus manos. Cristo quiere que tú llegues a ser en sus manos, un ciudadano del reino de los cielos.

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Es posible que para la gente, cuando te vea en tu exterior, en tu físico, te diga: ¿tú vas a ser cristiano, y tú vas a ser hermano?... si tú eres esto o aquello, si yo te conozco, hipócrita. Así dijeron los fariseos, ¿por qué Jesús se junta con publicanos y pecadores?, y al oírlo Jesús les contesto: “…los sanos no necesitan de médico, sino los enfermos, y yo no vine a llamar a justos sino a pecadores”.

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Mi querido amigo, Jesús te está buscando, ¿dónde estás tú? Ya no corras, ya no huyas, Jesús quiere atraparte, ¡detente!; deja que Jesús toque tu corazón, permite que Jesús pueda alcanzarte, permite que Jesús cambie tu vida, permite que Jesús te convierta, de publicano a pecador arrepentido.

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¿Quieres en esta noche aceptar a Cristo Jesús? Él te llama. Mientras escuchamos el canto, “Puedo oír tu voz llamando”, piensa en la letra de este canto y te invito en esta noche para que tú vengas a Jesús y le digas: Padre, no tengo nada para ofrecerte, soy una persona descalificada, no sé porque te has fijado en mi, pero aquí estoy, listo para aceptarte, para dejarlo todo si es necesario pero quiero ir contigo al reino de los cielos.

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Si es así, levántate y una vez levantado, ven aquí al frente y acepta a Jesús como tu salvador. Oremos.

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“EL MARAVILLOSO PLAN DE

SALVACIÓN”

Tema II

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INTRODUCCIÓNConocí hace poco a una persona que me contó la forma como conoció a Cristo Jesús. Se trata de un hermano al que llamaremos Andrés. Él era un católico bien intencionado, junto con su esposa iban a misa todos los domingos, comulgaban y hacían todo lo necesario para salvarse.

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En su casa tenían más de 80 ídolos a los cuales les prendían su veladora todos los días y a quienes ellos, devotamente, los consideraban sus dioses, sus intercesores, aquellos a quienes rogar interceder por ellos para salvarse.

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Un día, mientras este hermano estaba en su cama, pasó una persona del estado de Veracruz, vendiendo hamacas. Escuchó que tocaban la puerta, fue y abrió, entonces se encontró con el vendedor de hamacas; que era un hermano y le dijo: amigo, ¿quiere comprar una hamaca?; con este calor le hará mucha falta. Él le respondió: no, no estoy interesado.

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Y cuando platicaban, la puerta se abrió con la fuerza del aire quedando al descubierto el fondo de la casa, el hermano vendedor de hamacas miró hacia adentro y vio un altar lleno de veladoras y de ídolos; entonces, sin decir ya nada más acerca de las hamacas, le dijo: está bien, si no quieres comprar, pero tú eres un idólatra y te vas a perder. Entonces tomó sus hamacas, las cargo en su espalda y siguió caminando.

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El hombre se sintió ofendido y fue tras el hermano y le dijo: ¿por qué me has llamado idólatra?, a lo que éste respondió: Por la cantidad de ídolos que tienes en tu casa. – y el hombre respondió: Pero ellos interceden por mí. El vendedor de hamacas le dijo: pero es usted idólatra y si no me cree, lea el libro del Éxodo capítulo 20, y el hermano siguió caminando.

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Así que Andrés regreso a su casa, tomó su Biblia y empezó a leer Éxodo capítulo 20; intrigado no solo leyó el 20, leyó el 21, y decidió mejor leer toda la Biblia, quedó impactado por lo que el primero y segundo mandamiento decían acerca de la idolatría. Siguió leyendo, y Andrés cuenta que en tres meses había leído toda la Biblia. Estaba maravillado, había encontrado que, efectivamente esos ídolos no lo salvarían y que no servían de nada.

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Platicó con su esposa de qué era lo que deberían hacer con esta situación; y ella le dijo: a mis ídolos no los tocas; y hubo tal altercado que el matrimonio casi terminaba en divorcio. Pero ayudándola y animándola en su fe, Andrés logró que su mujer aceptara estudiar la Biblia con él; así empezaron a estudiarla nuevamente, leyéndola entre los dos, y en otros tres meses este hombre había vuelto a leer la Biblia ahora junto con su esposa.

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Llegaron a la conclusión de que efectivamente los ídolos no deberían estar en su casa, así que una tarde, los tomaron todos, los echaron en diferentes costales y Andrés los subió a la camionera, todavía la mujer con cierto temor le dijo: Vete a tirarlos tú, yo no quiero ver, no sea que algo de poder tengan. Andrés se los llevó, los tiró en un terreno baldío y se regresó.

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Empezaron a orar y le pidieron a Dios que les ayudara a encontrar una iglesia donde pudieran guardar los mandamientos y pudieran, de esta manera, adorar al verdadero Dios.

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Fue así como el Señor los guio de forma milagrosa a una iglesia adventista del séptimo día. Él iba en un taxi, cuando de pronto vio un cartelón que decía: “¿Qué debo hacer para ser salvo?”; le pidió al taxista que se detuviera, entró a esa iglesia, era una campaña de evangelismo, estaban cantando el himno “Mas allá del sol”; él se quedó impactado con el canto, entonces una persona muy amable vino a él y le dijo: señor ¿de donde nos visita?, y el respondió:

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-- de aquí de la ciudad, entonces ella le dijo: si usted gusta puedo llevarlo para que se siente más adelante. Lo llevaron adelante, escuchó todo el tema y a partir de ahí empezó a estudiar la doctrina y después fue bautizado. Él entendió que para poder salvarse, no tenían que negociar, no tenían que pedírselo a un ídolo, no tenía que pagar un rescate, sino sencillamente, era aceptar a Cristo Jesús.

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CUERPOLas consecuencias del pecado1. El pecado hizo separación entre Dios y el hombre. Isaías 59:2 dice: “Vuestras iniquidades os han separado de vuestro Dios y vuestros pecados han ocultado su rostro de vosotros para no escuchar”. Lamentablemente el hombre, por las consecuencias del pecado, ha quedado destituido de la gloria de Dios.

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El pecador queda sujeto al dominio de Satanás. La Palabra de Dios dice en 1ª. Juan 3:8 “En cambio el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio; para esto se manifestó el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”.

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2. El pecador es destituido de la Gloria de Dios. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios…”. El pecado, al haber hecho separación entre Dios y el hombre, ya no le permitió tener una relación directa con el Padre celestial y como consecuencia estaba destituido de su gloria.

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3. El resultado final de la separación entre Dios y el hombre es la muerte. Aunque Satanás había dicho que no morirían, sin embargo esa es la consecuencia final; Romanos 6:23 nos declara “Porque la paga del pecado es la muerte, pero el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Sí querido hermano, mi querido amigo. Satanás esta siempre pensando en cómo aniquilarte porque él no desea que tengas vida sino que tengas muerte.

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4. Entonces surge la pregunta ¿Qué puedo hacer para salvarme? No puedo pagar nada por ella, no puedo negociar, no puedo escaparme de la muerte puesto que la Biblia dice que la paga del pecado es la muerte. Hoy te tengo una gran noticia, una noticia maravillosa que es el extraordinario Plan de Salvación. Cristo pagó mi deuda y pagó tu deuda, tomó mi lugar y tomó tu lugar, como consecuencia, ahora podemos tener salvación en Cristo Jesús.

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5. Jesús el único Salvador. Hay varias razones por las que podemos confiar en los méritos santos de Cristo Jesús. Meditemos en eso a continuación.

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a) Su encarnación: La Palabra de Dios dice en 1ª. Juan 1:14 “Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y verdad, y vimos su gloria, gloria como la del Unigénito hijo de Dios...”. Jesús no solamente pensó en rescatarnos, sino que se hizo carne; el Dios de todo el universo tomó nuestro lugar y se encarnó en un ser humano y vino a nacer en este mundo para que nosotros fuéramos salvos.

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Su encarnación es única. Creado, solamente Adán. Nacidos, toda la humanidad. Pero encarnado, solo Cristo Jesús. Su encarnación es un milagro, la ciencia no la puede entender. Teólogos, como el Alemán Oscar Culltman, dice: que si Jesús nació, no pudo haber sido hombre sino mujer, porque el hombre tiene cromosomas XY y la mujer tiene cromosomas XX y entonces si Jesús no tuvo padre terrenal,

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eso significa que los únicos cromosomas que María tenía eran los de mujer, como consecuencia Jesús no pudo haber sido hombre. A éste teólogo se le olvida una cosa: que la Palabra de Dios dice que: “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria, como la del hijo de Dios”. Eso significa que la encarnación de Cristo Jesús fue un milagro,

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un milagro hecho realidad para salvarte a ti y salvarme a mi, su encarnación es única, porque el Dios del universo se hizo hombre; vino a éste mundo para salvarnos a cada uno de nosotros.

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b) Su vida sin pecado: Jesús no solamente se encarnó sino que vivió en este mundo sin pecado, pues era la condición para salvar al hombre. Hebreos 4:15 nos dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de simpatizar con nuestras debilidades, sino al contrario, uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

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Se han escrito cientos de libros con relación a la vida sin pecado de Cristo Jesús, algunos han comentado que tenía nuestra naturaleza pero que no pecó, algunos otros han comentado que Jesús tuvo una naturaleza divina y que no tenía tendencias al pecado y que por eso no pecó. Nosotros no tenemos que discutir eso, sencillamente debemos entender y aceptar que

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Cristo Jesús vivió sin pecado y por esa consecuencia nosotros somos salvos.Si, es cierto que tú eres un pecador y que yo lo soy también. Que no tenemos nada bueno en nosotros pero la Palabra de Dios dice: “Que no hay bueno ni siquiera uno…”,

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pero eso no nos debe preocupar, lo que si podemos entender que hay una provisión hecha para nosotros, que es Cristo Jesús, su vida sin pecado, es puesta en nuestro lugar; dicho de otra manera, Jesús no solamente vivió sin pecado como un hombre santo, sino que estaba viviendo sin pecado para colocar su vida sin pecado en lugar de la nuestra;

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de manera que nuestra vida pecaminosa, sucia, harapienta, no sea vista por nuestro Padre Celestial, sino que sea vista la vida sin pecado de Cristo Jesús, Él coloca su manto de justicia sobre nosotros y su vida sin pecado nos cubre y somos vistos como si nunca hubiéramos pecado. Qué maravillosa provisión hecha por nuestro Padre Celestial.

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c) Su muerte vicaria: Es otra provisión hecha por Cristo Jesús para que nosotros seamos salvos por él. Cuando alguien nace y muere, ya sea por una muerte natural o por un accidente o por lo que sea, sencillamente muere y se acabó, no salva a nadie, su muerte pasa a la historia. Pero la muerte de Cristo Jesús fue una muerte vicaria, es decir, murió por otros, murió en nuestro lugar, tomó nuestro lugar. Por eso 1ª. Pedro 2:24 dice

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“…Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros podamos morir a los pecados y vivir a la justicia, porque por sus heridas, fuimos sanados”. Que lindo versículo, Cristo Jesús murió por nosotros; no solo se encarnó por nosotros, no solo vivió por nosotros, sino que murió por nosotros.

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Su muerte no fue una muerte normal como la que tenemos que padecer nosotros, no fue una muerte natural; lo que nosotros sufrimos es una muerte biológica y la Biblia dice que todos vamos a morir y los muertos nada saben. La muerte que Jesús sufrió fue una muerte diferente a la nuestra, pues el murió bajo la ira de Dios, es decir, Cristo Jesús murió la segunda muerte de la cual no hay resurrección.

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Pero Cristo Jesús no podía ser retenido por la muerte, puesto que él no había pecado. Como consecuencia, él murió la segunda muerte para salvar al pecador, en él fue descargada la ira de Dios y murió por el pecador la segunda muerte. Que maravillosa provisión ha hecho Cristo Jesús por nosotros al morir en nuestro lugar.

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d) Su resurrección: Si Cristo solamente hubiera muerto y no hubiera resucitado, estaríamos perdidos; seríamos los más miserables de ésta tierra, no habría garantía, no habría seguridad de nuestra salvación. Romanos 4:25 sin embargo nos dice: “Quien fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación”. Cristo Jesús salió de la tumba victorioso.

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Hace algunos años, tuve la oportunidad de estar en esa tumba, donde supuestamente Jesús fue sepultado, en la tumba del jardín. El guía de turistas nos llevó hasta donde estaba la tumba, nos hizo entrar y entonces nos dijo: ¿Qué ven? Vimos a nuestro alrededor la cavidad de la cueva era un poco húmeda, pero no había nada, y uno de los compañeros dijo: no veo nada.

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Entonces el guía dijo: es verdad, no hay nadie, ya no está aquí, Cristo ha resucitado. Esa es la noticia más maravillosa para todos los cristianos “Cristo ha resucitado”, no está aquí, él vino, se encarnó, vivió, murió, pero resucitó para nuestra garantía.

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Él dice en su palabra: “Yo pongo mi vida y la vuelvo a tomar nadie me la quita pues la tengo de mí mismo”. Era imposible que la tumba retuviera a Cristo Jesús, puesto que él no tenía pecado; como consecuencia, salió victorioso de la muerte, salió de la tumba y resucitó como una garantía para todos aquellos que creemos en que seremos resucitados como él resucitó de los muertos.

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Cuando regrese por nosotros, nos llevará por siempre, y siempre y siempre al Reino de los cielos. Si mi querido amigo, tú puedes confiar en Cristo Jesús, su resurrección te justifica y te garantiza que serás salvo de tus pecados, que serás salvo de este mundo y que tendrás una vida gloriosa en el reino de los cielos.

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e) Su Intercesión: Jesús, no solamente resucitó, sino que ahora está en el Reino de los cielos intercediendo por nosotros. Nuestro hermano de los ídolos ya no tiene que inclinarse ante ningún santo, ante ninguna virgen; aunque estas personas tuvieron vidas piadosas y fueron dignas

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de seguir su ejemplo, no tienen poder para interceder por nosotros. Cristo Jesús está en el cielo, como nuestro mediador, como nuestro Sumo Sacerdote, intercediendo por nosotros.

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La Palabra de Dios dice en 1ª. Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre…”. Sí, Jesús es nuestro mediador, él es nuestro único abogado en el cielo ante el Padre para justificarnos, ¿Qué otro abogado podríamos tener mejor que Cristo Jesús?

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Él se encarnó por nosotros, vivió por nosotros, murió por nosotros, resucitó por nosotros. Puede entender nuestras debilidades, puede entender nuestras pruebas, puede entender nuestro dolor, puede entender nuestras tentaciones, y ese mediador, ese salvador, toma nuestras súplicas, toma nuestras debilidades,

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nuestras oraciones y las presenta ante su Padre y le dice: “Perdónalos porque yo los entiendo, porque yo morí por ellos, porque yo resucité por ellos, porque yo soy su mediador”. El Padre entonces acepta la intercesión de Cristo Jesús, en nuestro favor para que seamos salvos, nadie más puede ser nuestro mediador, nadie más puede ser nuestro intercesor,

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nadie más puede abogar por nosotros, sino Aquel que murió por nosotros y que demostró cuánto nos ama, en la cruz del calvario, Cristo Jesús es nuestro Salvador.

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Muy pronto retornará a esta tierra; ya no vendrá para encarnarse, ya no vendrá para vivir por nosotros, ya no vendrá para morir, ya no vendrá para resucitar. Todo eso ya lo hizo; esta vez vendrá para llevar a todos aquellos que esperan su venida, para llevarlos a casa. Hebreos 9:20 dice: “así también, Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos y la segunda vez sin

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relación con el pecado, aparecerá para salvar a los que le esperan”.

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CONCLUSIÓN:Mis queridos amigos y hermanos, Cristo vendrá otra vez, ya no como un niño indefenso, vendrá como el Rey de reyes y Señor de señores; vendrá como el Dios todopoderoso; vendrá como el Señor del universo; vendrá para recoger a todos aquellos que aceptaron su maravilloso plan de salvación, para ser salvos del pecado y de la muerte.

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Aparecerá para salvar a todos aquellos que esperan ansiosos su venida. No tienes que comprar tu salvación, no tienes que estar rogando ni pagando por ella, Cristo Jesús ya la ganó por ti; Él te salvó en la cruz del calvario, tu salvación es gratuita, recíbela, Cristo Jesús murió por ti.

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En esta noche Jesús te llama, ¿quieres tú aceptar a Cristo Jesús como tu único Salvador? Si es así, te invito para que te coloques de pie y le digas a tu Maestro: si Señor, gracias por haber nacido en este mundo, gracias por haber vivido por mí, gracias por haber muerto por mí, gracias por haber resucitado por mí, gracias por interceder por mí, acepto tu salvación, ¡Gracias por haberla ganado para mí!. Oremos.

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“JESÚS PRONTO REGRESARÁ”

Tema III

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SAN MATEO 24:6 “Oiréis guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis. Esto tiene que suceder, pero aún no es el fin”.

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INTRODUCCIÓN:Se cuenta la historia de, que a finales de los años 1800, un joven que vivía cerca de la ciudad de Boston, fue y compró un anemómetro en una tienda especializada en este tipo de artículos. El anemómetro es un aparato que mide la velocidad del viento. Él quería tenerlo en su casa para saber cuándo iban a tener vientos fuertes y cuándo se presentarían vientos débiles.

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Después de haberlo comprado, cuando estaba regresando en su carruaje a su casa, iba pensando dónde colocaría ese aparato. Tomó la decisión de colocarlo en el porche. Así que tan pronto llegó, llamó entusiasmado a su esposa y lo colocaron juntos en el porche.

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Posteriormente se dio cuenta que el anemómetro estaba midiendo vientos que jamás se habían dado en esa región de Boston, y la esposa le dijo: ese aparato no sirve, mira lo que está indicando, ¿cómo crees que vamos a tener un huracán aquí? Aquí nunca ha habido un huracán; y el joven dijo: es verdad este aparato está loco, ¿cómo va a estar midiendo vientos huracanados en este lugar?, eso no es posible.

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Entonces él dijo: iré a cambiarlo y a decirle al señor que su anemómetro no sirve. Así que regresó nuevamente a Boston y llegó a la tienda de artículos y le dijo al señor muy enojado: me ha vendido usted un aparato que no sirve, yo soy un cliente de su tienda y creo que no es justo que me trate así. Entonces el señor le dijo: a ver, présteme el aparato, y después de revisarlo dijo: joven honestamente no entiendo, el anemómetro está bien,

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si está midiendo vientos huracanados es que posiblemente va a ver un huracán; el joven entonces empezó a reír y dijo: usted sabe que aquí nunca ha habido huracanes, cómo ahora ocurriría uno aquí. Entonces el hombre le dijo: bueno, si tú piensas que el aparato no está bien, no hay problema, te lo cambio por otro. Este también esta nuevo y espero te guste y te sirva.

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El joven tomó el anemómetro que el señor le dio y cuando iba de regreso a su casa, los vientos empezaron a arreciar de tal forma que él ya no podía llegar a su casa. Cuando finalmente pudo lograrlo, se dio cuenta que su casa ya no existía; el aire y los vientos se lo habían llevado.

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Ese año azotó, por primera vez en Boston, un huracán tan fuerte que prácticamente devasto la ciudad. Este joven pudo haber evitado la catástrofe, pudo haber evitado mucho sufrimiento de familias, si tan solo hubiera advertido y tomado en cuenta las señales que el anemómetro le decía, pero pensó que el aparato estaba loco.

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CUERPO1. Advertencia: la palabra de Dios dice que Jesús muy pronto vendrá y nos ha dejado advertencias que bien haríamos el tomarlas en cuenta al mirar el tiempo futuro, el tiempo actual y el tiempo pasado, pero sobre todas las cosas, mirar las señales, puesto que éstas nos dicen que tan pronto vendrá Jesús.

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a) Guerra: la Palabra de Dios dice en san Mateo 24:6-8 “Oiréis guerras y rumores de guerras, cuidado no os turbéis, porque es necesario que todo esto suceda pero aún no es el fin... se levantará nación contra nación, y reino contra reino y habrá peste, hambres y terremotos en diversos lugares, todo esto será principio de dolores.

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En primer lugar la Biblia habla de guerras, y estarás de acuerdo conmigo que en estos últimos tiempos las guerras han aumentado considerablemente, hoy ya no nos preguntamos si va a comenzar alguna guerra, porque continuamente vemos por la televisión quiénes están en guerra, solo decimos: “y ahora, ¿con quién se va a pelear Estados Unidos?”,

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“y ahora Irak, ¿con quién se va a pelear?” , “Y ahora, este otro país, ¿con quién se va a pelear?”… las guerras han aumentado terriblemente en el mundo, pero no es porque las guerras hayan venido por casualidad, sino por la condición de la humanidad. Sin embargo, Dios ya había previsto “guerras y rumores de guerras”.

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b) Terremotos y hambres: San Lucas 21:11 dice: “habrán grandes terremotos, hambres y pestes en diferentes lugares; habrá espantos y grandes señales del cielo”.

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En el mundo en el que vivimos, cada día es mucho más complicado poder alimentar a las más de 7 000 millones de habitantes de este mundo. La OMS está preocupada, la ONU también, porque la población crece, pero los alimentos no lo hacen al ritmo de la población.

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Se habla ya en este momento de una crisis alimentaria mundial, en donde nuestro gobierno ha declarado que tenemos los suficientes alimentos para nuestra gente; pero qué podemos decir de África, donde miles de personas mueren cada año por falta de alimentos. Qué podemos decir de los países del Medio Oriente donde la escasez de agua y alimentos son continuos.

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El mundo está en crisis alimentaria cual nunca se había visto, y la Palabra de Dios había dicho: habrá hambre, terremotos, y usted sabe que los terremotos, según los estudiosos de los climas y de las placas tectónicas, han aumentado en más de un 250% con relación a tres siglos atrás. Los terremotos son más continuos, como si la tierra estuviera envejeciendo o estuviera preparándose para algo.

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Pero nosotros sabemos que no es eso, sino que la tierra nos está confirmando las señales que Cristo dejó establecidas en su palabra, antes de su regreso.

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c) Temor: San Lucas 21:26 dice: “Los hombres desfallecerán por el temor y la ansiedad de lo que vendrá sobre la tierra, porque las virtudes del cielo serán conmovidas”. ¿Quién no tiene temor ahora?; los hombres desfallecen por todos lados.

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Estaba leyendo en internet que en un año, había más de 25,000 solicitudes en un año al gobierno de Canadá, de mexicanos solicitando asilo en ese país, porque tenían temor de vivir en nuestro país por los continuos asesinatos y por las actividades del narcotráfico.

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Díganme ¿quién vive seguro ahora? Todo mundo vive temeroso, todo mundo busca las mejores chapas, los mejores sistemas de seguridad, todo mundo está pensando a ver a qué hora lo asaltan, todo mundo está pensando si en algún momento es secuestrado o no, todo mundo tiene temor de decir: tengo un poquito de dinero. Porque puede ser que lo asalten.

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El mundo vive con temor, con ansiedad, con estrés, la enfermedad del siglo XXI; y el Señor había dicho que habría temor, antes de que él viniera, como una señal de que él vendría otra vez.

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d) Persecución: San Lucas 21:16 y 17 dice: “Seréis entregados aún por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos y matarán algunos de vosotros y seréis aborrecidos de todos por causa de mí”.

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La persecución, aunque es cierto que en algunos lugares ya no es común, también es cierto que en algunos lugares, son cotidianos. Los que creen en Cristo Jesús tienen que prepararse para sufrir el oprobio y la persecución por causa de su nombre.

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Pero también encontramos noticias tristes, como lo que ha sucedido recientemente en la India, en donde un pastor y más de 14 hermanos adventistas fueron asesinados por creer en Cristo Jesús, como consecuencia del fanatismo y también de las ideas prejuiciadas de los pueblos.

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El Señor había pronosticado que tendríamos persecución, pero que ésta sería una señal de que él vendría pronto. A pesar de todas estas señales, hay personas que todavía creen que Cristo no vendrá.

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2. Ideas de algunas personas con respecto a la venida de Cristo Jesús.

a) Algunos piensan que Cristo ya vino, y eso sucedió en el año de 1914. Como consecuencia, ya no tenemos que estar esperando a nadie más, porque Jesús ya regresó.

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b) Si, como aseguran esas personas, Cristo ya vino, pero vino en espíritu, como consecuencia no podemos mirarlo cara a cara, porque él anda o está en todas partes.

c) Otros dicen que eso de que Cristo vendrá, son ideas locas. Dios nunca vendrá, él no está preocupado por la raza humana. Algunos piensan que Jesús vendrá, pero no como nosotros pensamos que lo hará.

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Hace poco fui invitado a una reunión en la cual, se me informó que Jesús iba a presentarse, “va a estar en el Hotel Camino Real, va a estar aquí en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y después se va a Brasil”. Y efectivamente, mucha gente fue a mirar a ese supuesto Jesús; pero esas son ideas locas que algunas personas tienen con respecto a Cristo Jesús, ya que él no dijo que vendría así.

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d) Algunos piensan que este mundo se va a terminar, no porque Cristo va a venir, sino porque nos vamos a acabar los recursos naturales, y el hombre ya no va a tener forma de sobrevivir; la tierra va a entrar a un colapso y el hombre se va a autodestruir, pero no porque Jesús venga.

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e) Este mundo se va a acabar con una bomba nuclear, o con una guerra nuclear, no por la venida de Jesús.

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f) La ciencia está avanzando y nosotros no vamos a ser rescatado por Jesús porque el venga por segunda vez, sino que vamos a ir a otros mundos; vamos a encontrar vida en otros planetas y vamos a volvernos amigos de seres a los cuales podríamos llamarlos verdaderamente extraterrestres.

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Vamos a poder viajar a otros mundos, es decir vamos a tener la posibilidad para también conocer otros planetas, encontrando remedio a enfermedades que el hombre ahora no tiene, nuestra esperanza está en los extraterrestres.

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3. Hombre que se fue lejos y dejó a su mayordomo para hacer una casa de lujo.Cualquiera que sea la idea, tal parece que el hombre no está preparado para encontrarse con Cristo Jesús.

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Se cuenta la historia de un hombre que se fue lejos y dejó a su mayordomo para hacer una casa de lujo. Le dijo: mira, aquí tienes todo el dinero, yo me voy pero al regresar, quiero estrenar la casa que te estoy encargando que me construyas. Eres un hombre bueno, me has servido mucho en estos años que has trabajado conmigo y

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no puedo encargar a ninguna otra persona la casa que yo quiero, sino al hombre de más confianza que eres tú; usa todos los materiales necesarios, no escatimes gastos en la casa, dejo todo el dinero en tus manos, has lo mejor que puedas porque yo quiero una casa linda en este terreno que tengo aquí.

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El hombre se fue a un viaje de negocios a otro país por algunos años y este hombre se quedó pensando cómo construir la casa. Al principio buscó los mejores arquitectos, buscó los mejores proyectos, hasta que se quedó con el proyecto que él pensó que era el mejor, y cuando comenzó a construirlo lo hizo con mucho entusiasmo, pero como su señor se tardaba en venir sus

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amigos le dijeron: ¿para qué te preocupas por algo que probablemente este hombre ni va a estrenar? No te aflijas, puedes hacer con esto el negocio de tu vida. Mira, si tú en lugar de meterle materiales de primera le metes materiales de segunda, de tercera o de cuarta, puedes ahorrarte mucho dinero, pero meter notas como si fuera materiales de primera, y entonces tú enriquecerte un poquito y no darle una casa tan lujosa a este hombre.

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El mayordomo escuchando los consejos de sus malos amigos, hizo una casa que no fue con el mejor material; él sabía que esa casa no duraría mucho tiempo, pero por lo menos, estaría de pie para entregársela a su señor. Cuando el hombre llegó, el mayordomo fue a recogerlo al aeropuerto. El hombre al verlo le dijo:

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¿que tal como estas hermano?, le dio un abrazo y le dijo: tenía muchas ganas de verte y de ver la casa que has construido ¿Cómo te quedó? Y el hombre le dijo: quedó muy bien, a lo que el señor preguntó ¿pero te gusta?.. Bueno, dijo el mayordomo, a mi sí, no se a usted. –El señor respondió: pues vamos ahora mismo a verla.

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El mayordomo dijo: Pero, ¿para qué?, mejor vamos después. No, dijo el señor, yo quiero verla ahora. Así que por insistencia del hombre fueron y cuando estaban por llegar, el señor le preguntó ¿dónde está tu esposa y tus hijos?; el mayordomo respondió: están en la casa – pues vamos por ellos – pero ellos están ocupados- ¡No!, vamos por ellos dijo el señor.

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Así que fueron por la esposa del mayordomo y sus hijos y fueron a ver la casa, cuando ya estaban en el lugar, el hombre le dijo al mayordomo: veo que te quedó bonita, aparentemente se ve muy hermosa, espero que hayas utilizado los mejores materiales para construirla. El mayordomo respondió: ¡oh! si señor, claro que sí.

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Muy bien, pues entonces préstame la llave, el señor llamó a la esposa del mayordomo y le dijo: señora tome la llave – ¿para qué?- preguntó la señora- quiero que usted abra, respondió el señor.

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Entonces la esposa del mayordomo abrió, y cuando abrió la casa y miró hacia dentro aparentemente estaba hermosa, aunque el mayordomo sabía perfectamente con qué material se había hecho; entonces el hombre le dijo al mayordomo y a su familia: esta casa es para ustedes, yo se la deje a su esposo construyéndola para que la

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hiciera a su gusto, para que a mi venida ustedes tuvieran como regalo mío, esta casa; así que como su esposo la hizo a su gusto y ha empleado los mejores materiales, esta casa es para ustedes, disfrútenla.

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Que frustración. Él no había hecho esa casa con los mejores materiales, porque nunca pensó que esa casa iba a ser para él. Nosotros estamos preparando nuestra casa espiritual, para encontrarnos con Cristo Jesús y algunos pensamos: mi Señor nunca vendrá, o mientras viene yo voy a prepararme mediocremente y cuando vea que ya está por venir,

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entonces me preparo rápido; eso no puede ser, debemos preparar nuestra casa espiritual con los mejores materiales si queremos estar listos para ir con Cristo Jesús.

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4. ¿Cómo dice la Biblia que vendrá Jesús?a) La Biblia dice que es un evento personal: En Hechos 1:11 la palabra de Dios dice: “Galileos ¿Por qué quedáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ha sido llevado de vosotros al cielo volverá del mismo modo en que le habéis visto ir al cielo”. Eso significa que Jesús vendrá otra vez, como una persona.

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b) Será un evento real: No será imaginario, no será como si fuera espiritual; no será como si fuera invisible, no será como dicen algunos que ya vino en 1914.

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c) Será un evento visible: La Palabra de Dios dice en Apocalipsis 1:7 “Mirad que viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron y todos los linajes de la tierra se lamentarán por él, así sea, amén”. Eso significa que Cristo vendrá y todos nosotros, los que estemos vivos, le podremos mirar.

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d) Será un evento audible: San Mateo 24: 23, 27 dice: “Entonces si alguien os dijere aquí está el Cristo o ahí, no creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes señales y prodigios para engañar, si fuera posible, aún a los escogidos.

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Como les dije hace rato, me invitaron a un evento donde, supuestamente Jesús había llegado a visitar la ciudad, pero era solamente un engañador, un falso profeta; porque la Palabra de Dios dice que será un evento audible, todo ojo le verá y todas estas señales; todas estas cosas que dice la Biblia:

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que será un evento personal; será un evento que todo ojo lo verá; será un evento real; será un evento tangible; será un evento audible; es para que nosotros no seamos engañados y estemos conscientes de que Jesús vendrá en una forma global, mundial.

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Todavía sigue diciendo el versículo 25:”Mirad, yo os lo he dicho de antemano, así si os dicen aquí está en el desierto no salgáis, aquí está en las cámaras, no creáis; porque como el relámpago que sale desde el oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del hijo del hombre”. Como consecuencia no podemos pensar que está en Egipto, en Brasil, en Estados Unidos, que está en Japón, porque todo el mundo tendrá la oportunidad de verlo al mismo tiempo.

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e) Será un evento glorioso: San Mateo 24:30 dice: “Y entonces aparecerá en el cielo la señal del hijo del hombre, y todas las naciones de la tierra se lamentarán y verán al hijo del hombre que viene sobre las nubes de los cielos con gran poder y grande majestad”.

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Será un evento glorioso, miles y de millones de ángeles acompañarán a Cristo Jesús en su segundo retorno a esta tierra, será un evento extraordinario cual nunca se ha visto en la tierra; un evento glorioso sin igual que la tierra será alumbrada por su gloria. Ese evento es el que estamos esperando todos aquellos que amamos a Cristo Jesús.

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f) Será un evento decisivo: San Mateo 16:27 nos dice: “Porque el hijo del hombre vendrá en la gloria de su padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras”. Ya no vendrá para estar animando a que se arrepientan; será un momento determinante.

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Cuando Cristo Jesús venga pagará a cada uno según sus obras. Ya no será momento de arrepentimiento, el que está arrepentido recibirá la corona incorruptible de justicia, pero el que no se arrepintió y no aceptó a Cristo Jesús, ni se preparó para encontrarse con él lamentablemente recibirá la muerte eterna, nunca más volverá a vivir.

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g) Será un evento con todos los ángeles: San Mateo 24:31 dice: “Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus elegidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.

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Los ángeles recogerán a los redimidos de todos los puntos cardinales de esta tierra, porque serán miles de millones de ángeles que vendrán con Jesús, para que sea un evento extraordinario y maravilloso.

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h) Será un evento sin fecha: San Mateo 24:26 nos dice: “Sin embargo nadie sabe la hora ni aún los ángeles del cielo, sino mi padre solo”.

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No podemos pensar en que Jesús vendrá en el año 2014, en el año 2015 ó en el año 2020. El Señor sabe cuándo vendrá. Los planes de Dios no tienen ni premura ni tardanza, al Señor no le preocupa el tiempo; el tiempo es un problema del ser humano que está supeditado a tiempo y espacio, que cuenta los minutos, las horas, los días, los meses, los años; pero para Dios no.

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El Señor dice que ante sus ojos mil años son como un día, eso no debe preocuparnos. No debe preocuparnos la fecha, debe preocuparnos que estemos preparados, porque la muerte también nos puede sorprender y habremos de terminar nuestro tiempo en este planeta. Debemos prepararnos como si Jesús viniera mañana o como si Jesús viniera dentro de 100 años.

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5. Para qué vendrá Jesús:a) Para recompensar a cada uno: Apocalipsis 22:2 dice: “Yo vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Jesús viene solamente para pagar, solamente para recompensar lo que ya hicimos de antemano en esta tierra.

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b) Viene para resucitar a los muertos justos y llevarlos con él: 1ª. Corintios 15: 51 y 52 nos dice: “Os voy a decir un misterio, no todos dormiremos pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados”.

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Así que el Señor nos dice que todos aquellos justos muertos de todas las edades, de todos los tiempos que están sepultados en este planeta, que están en el mar, que están en la nieve, que están en donde quiera, aparentemente olvidados por el hombre, Dios no los ha olvidado, los sacara de donde estén, aunque no exista más que el polvo, el Señor los levantará porque están en el libro de la vida; los resucitará para llevarlos a vivir con él para siempre. INICIO

c) Viene para darnos inmortalidad: Que lindo este versículo que se encuentra en 1ª. De Corintios 15:53 “Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad”.

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Si mis amados, Cristo Jesús nos vestirá de inmortalidad, ya no tendremos el mismo cuerpo, que se enferma, que se marchita; un cuerpo que se arruga, que se encanece, que sufre, ya no tendremos ese cuerpo, tendremos un cuerpo inmortal; un cuerpo que será hecho para vivir por toda la eternidad.

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d) Para acabar con la muerte: Apocalipsis 21:4 dice: “Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos y no habrá más muerte ni llanto ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron”.

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Que bendición, ya no tendremos que preocuparnos por: cuando vamos a morir, ya no tendremos que preocuparnos si vamos a dejar a nuestra esposa o esposo solos, ya no tendremos que preocuparnos si vamos a dejar a nuestros hijos en una etapa no apropiada, porque ahora la muerte se acabará.

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Ese enemigo será vencido, la muerte ya no existirá porque viviremos para siempre, siempre y siempre. Mil, dos mil, tres mil, un millón de años, viviremos siempre con Cristo Jesús.

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e) Viene para acabar definitivamente con el Diablo: Apocalipsis 20:10 dice: “y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta y serán atormentados día y noche para siempre jamás”.

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Lógicamente nosotros entendemos que eso significa que dejarán de existir para siempre; el Diablo ya no existirá como enemigo de Dios, ya no existirá para tentar al hombre, ya no existirá para volver a meter el pecado en el universo. El Diablo será exterminado para siempre. Cuando Cristo venga y nos lleve con él por mil años y después vuelva a regresar a la tierra, exterminará al Diablo para siempre, y nunca más volverá a existir.

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f) Viene para llevarnos a casa: San Juan 14:3 nos dice: “No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí; en la casa de mi padre muchas moradas hay, si así no fuera os lo hubiera dicho, voy pues a preparar lugar para vosotros y cuando me vaya y os prepare lugar vendré otra vez y os llevaré conmigo, para que donde yo esté vosotros también estéis”.

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Jesús viene para llevarnos a casa; no quiere que vivamos más en un planeta deteriorado que parece estar a punto de colapsar y de terminarse. El Señor ha dicho en su palabra: voy a prepararte una casa especial. Es posible que usted tenga una casa hermosa, es posible que a usted le guste la casa que tiene, pero nunca podrá compararse a la mansión que Cristo Jesús le ha hecho, de plata y oro, o de oro finísimo cual el hombre nunca ha visto, para vivir por toda la eternidad a su lado. INICIO

Jesús quiere llevarnos a casa, este no es nuestro hogar, aquí estamos solo de paso. No se estacione; no haga tantas posesiones en esta tierra de tal manera que piense que ya no quiere ir a ningún otro lugar, piense que su hogar está en el reino de los cielos.

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CONCLUSIÓN¿Quieres prepararte para ir con Jesús? Entonces compromete con él, no hay otra manera, el momento de prepararnos es ahora, cuando él venga no tendrás tiempo de arrepentirte. Hoy Cristo Jesús te llama, quiere llevarte a casa con él, no quiere que sufras; quiere que entiendas que tu perspectiva de vida no está en este planeta, no está en otro mundo, está en el Reino de los cielos.

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En esta noche yo te invito, levántate y dile a Cristo Jesús: yo Señor te acepto, quiero ir contigo, quiero prepararme para un encuentro glorioso cuando vengas por mí en las nubes de los cielos… Amén.

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“¿QUÉ SUCEDE CUANDO UNA

PERSONA MUERE?”

Tema IV

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INTRODUCCIÓN: Creencias acerca de la muerte: Se cuenta la historia de un hombre que, llegadas las fiestas tradicionales que tenemos los mexicanos el día de muertos, le dijo a sus amigos: les apuesto mil pesos a que a la media noche yo voy a la tumba que está a mitad del cementerio y con mi martillo introduzco un clavo a la mitad de la tumba.

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Los cinco amigos restantes se quedaron mirando, sabían de antemano que de esa tumba, se decía en el pueblo, salía una persona que ya había muerto y espantaba a las personas. Así que dijeron: está bien, apostamos los mil pesos.

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Eran como las once de la noche, cuando todos se dieron cita en la última calle que llegaba al panteón. Ahí, bajo la luz de la lámpara de un poste que estaba en la esquina, se pusieron de acuerdo y miraron cómo su compañero, tomó un martillo y un clavo, y se encaminó rumbo al cementerio. El hombre llevaba una gabardina, hacía mucho frío, y mientras iba separándose de sus amigos decía para sí: es la manera más fácil en que he ganado mil pesos.

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Cuando llegó a la puerta del cementerio, la empujó lentamente. La puerta rechinó por falta de lubricación, lo cual le hizo turbarse un poco. Empezó a caminar por en medio de las tumbas, sus amigos prácticamente ya no se miraban a la distancia, ahora se encontraba literalmente solo en medio del cementerio;

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se decía para sí mismo: recuerda no hay nada, son supersticiones aquellas que dicen que los muertos asustan, y dándose valentía caminó hasta el centro de aquel cementerio y encontró la tumba donde debería clavar ese clavo.

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Tomó su martillo, se inclinó hacia la tumba y empezó a martillar, pero como era muy duro se inclinó más sobre la tumba y le dio con más fuerza. Los golpes del martillo resonaban en medio del panteón. Cuando hubo terminado, se reincorporó y entonces dijo: es hora de regresar, pero cuando estaba por regresar, sintió que alguien le jalaba la gabardina; inmediatamente un calor corrió por en medio de su cuerpo desde los pies hasta la cabeza y el pánico se apoderó de él y cayó desmayado.

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Los amigos esperaron largo tiempo, cuando miraron que no llegaba, fueron a buscarlo, lo encontraron ahí tirado al lado de la tumba, lo recogieron y se lo llevaron. Cuando estaban otra vez bajo la lámpara de la esquina, el amigo les dijo: ¿lo vieron?, me jaló de la gabardina, yo sé que ahora es verdad, ese muerto asusta, y seguramente anda rondando por aquí.

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Los amigos entonces rompieron a carcajadas. ¿Por qué se burlan?, dijo él, - y entonces uno de ellos le dijo: mira, lo único que te jaló fue el mismo clavo que tú clavaste en la tumba. Estabas tan nervioso que no te percataste de que junto con el clavo también agarraste la punta de tu gabardina y la clavaste junto con el, y cuando te quisiste regresar, el clavo que tenía atorada tu gabardina, te jalaba y tú pensaste que era el muerto.

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Historias como éstas se pueden contar muchas, sin embargo, los mexicanos son los únicos, que en las fechas del mes de noviembre, creen que los muertos regresan para comer algo que les gustaba cuando estaban en vida.

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a) ¿Qué creían los antiguos Egipcios?: Ellos creían que el hombre poseía un alma viajera y al morir, la persona dejaba el cuerpo y esa alma se convertía en un ente luminoso y la persona visitaba su antiguo cuerpo periódicamente. Esto es muy interesante, parece que algunos todavía creen igual que los egipcios.

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b) Los Persas: Ellos colocaban sus muertos en las partes más altas, no construían tumbas; mantenían ardiendo unas antorchas de fuego por mucho tiempo, esto significaba la continuidad de la vida; pues obviamente creían que había vida después de la muerte.

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c) Los antiguos Griegos: Decían que el alma es una sombra y que puede aparecerse en cualquier lugar. Algunos de sus filósofos influyeron en la fe cristiana; sus ideas, lamentablemente hasta hoy, subsisten, como las de santo Tomás de Aquino, que fue un seguidor de Platón.

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d) Los Incas: Cuando los incas enterraban a sus muertos, lo hacían con sus pertenencias, tales como: armas de guerra y comida, porque creían que los esperaba un largo viaje al más allá. Eso era lo que creían las culturas antiguas, pero, primero veamos qué es la muerte, desde la perspectiva cristiana.

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CUERPO1. Veremos a la luz de las Sagradas Escrituras qué es la muerte.

a)Para entender la muerte, primero hay que saber qué es la vida. Génesis 2:7 nos dice: “Entonces Dios Jehová, modeló al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un alma viviente”.

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Así que la vida es el resultado de la unión del polvo y el espíritu de Dios, es decir, el polvo más el aliento de vida de Dios, da como resultado un alma viviente. Entonces ¿dónde está el alma? Nos damos cuenta que no existe. El polvo más el aliento de vida de Dios, da como resultado un alma viviente.

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b) Separar el polvo del aliento de vida, tiene como consecuencia, la muerte: Esa es la muerte. Esto es, separar el polvo del aliento de vida de Dios y no es otra cosa más que polvo, eso es la muerte.

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2. ¿Qué sucede con la muerte? El hombre deja de existir, no sale nada de él, simplemente desaparece. Salmos 104:29 nos dice: “Si escondes tu rostro se turban, si les quitas el aliento dejan de ser y vuelven al polvo”.

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Eso significa que el hombre subsiste porque Dios le da el aliento de vida, pero en el momento en que Dios retira su aliento de vida del hombre, este no es más que materia. Que posteriormente, con la degeneración, se convierte en polvo, y después, sencillamente desaparece.

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No es que su alma ande por ahí volando en pena para ver a quién asusta, a ver a quién agarra. Eso no existe. La Palabra de Dios dice en Eclesiastés 3:19-21 “Porque el hombre y el animal tienen la misma suerte, como mueren unos, mueren los otros; los dos tienen el mismo aliento de vida, nada tiene más el hombre que la bestia, todos son iguales”.

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La única diferencia entre el hombre y el animal es, que Dios le ha dado al hombre raciocinio, capacidad de pensar, de crear, de tener sentimientos, esa es la diferencia básica. Sigue diciendo el versículo 20: “Todo va a un mismo lugar, todo viene del polvo y al polvo volverá. ¿Quién es el que sabe si el aliento de vida del hombre sube arriba, y el aliento de vida del animal desciende a la tierra?”

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Estos versículos son muy claros al decirnos que cuando el hombre muere sencillamente, va al polvo, nada queda en el aire, no hay un ente que ande volando, no hay un alma que ande penando. Es sencillamente la separación del aliento de vida de Dios, de la materia, del polvo.

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3. Qué hay después de la muerte:a)Te debo recordar que sólo Dios es inmortal. 1ª. De Timoteo 6: 15 – 16 nos dice: “Que a su tiempo mostrará Dios bendito y único soberano Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver; a Él sea la honra y el imperio por siempre, amén”.

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El único que es inmortal es Dios, él no conoce la muerte porque él nunca muere, sus días no dejan de ser, Dios vive por siempre y para siempre. Dios es inmortal, ese es nuestro Dios.

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b) Satanás no es inmortal, Satanás es mortal. Ezequiel 28: 14, 15, 19 dice: “Fuiste ungido: querubín gran protector, yo te puse en el santo monte de Dios, ahí estabas; en medio de piedras de fuego andabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”.

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Versículo 19 “Todos los que te conocieron de entre los pueblos se asombrarán de ti: espanto serás, y para siempre dejarás de existir”.

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Ahí está, la Biblia dice que Satanás dejará de existir para siempre, porque Satanás no es inmortal, sus días están contados, solo Dios es inmortal.

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c) Lamentablemente, aunque el hombre no fue creado para morir, por sus pecados, el hombre ahora es mortal. Ezequiel 18:4 dice la escritura “Porque todas las vidas son mías, tanto la vida del padre como la vida del hijo; el que peque ese morirá”.

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El hombre es mortal, no puede vivir para siempre; sin embargo tenemos una esperanza maravillosa, la esperanza de aceptar a Jesús y entonces tener vida eterna con él.

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CONCLUSIÓN: a) Los muertos no saben nada, sencillamente murieron, el espíritu de aliento de vida regresó a Dios y la materia se convierte en polvo.b) Los muertos no trabajan; no andan buscando quehacer, a quién entrampar, a quién asustar.

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c) Los muertos no vuelven a casa para comerse lo que les gustaba cuando estaban en vida, o para jalarle el pie a alguien que le hizo mal. Los muertos, dice la Escritura, no saben nada.

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d) Los muertos no glorifican a Dios. No están en el limbo, no están en el purgatorio, ni están clamando para que alguien rece por ellos para que salga su vida de ahí; ellos no glorifican a Dios, no piden nada, no saben nada; su memoria es puesta en el olvido.

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e) Tampoco asustan. No se van a aparecer por ahí detrás de la esquina, en un lugar oscuro. Seguramente que los muertos no son, pero Satanás si puede aprovecharse de esa superstición para asustar a algunos, pero recuerden que Dios es más poderoso.

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f) Nuestra única esperanza es Cristo Jesús y tenemos que afianzarnos y aceptar a Cristo Jesús mientras estamos con vida. San Juan 11:25 nos dice: “Jesús respondió: yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”.

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Esta es tu esperanza mi querido amigo, esa es mi esperanza; que Cristo Jesús ha dado su vida por nosotros, y aunque por culpa del pecado ahora somos mortales, el Señor espera que algún día volvamos a ser inmortales.

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Cando ya la muerte no exista, cuando la muerte se acabe, cuando el diablo también se acabe; ese día será también cuando Cristo Jesús reine para siempre. Hoy el Señor te invita a aceptarlo como tu salvador; hoy él espera que tú respondas a ese llamado, para que puedas vencer la muerte y tengas esperanza de vida eterna ahora que vives.

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Si algún día mueres, recuerda que Cristo es la resurrección y la vida y el que cree en él, aunque esté muerto vivirá. ¿Quieres tú aceptar a Cristo Jesús como el Dios de la vida esta noche? Levanta tu mano y oremos.

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“LA LEY UNIVERSAL DEL GOBIERNO DE

DIOS”

Tema V

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INTRODUCCIÓN1. Todos los gobiernos del mundo, independientemente de su inclinación política, tienen leyes: este mundo está regido por leyes; por lo tanto, sin leyes sería un caos. Si de todas formas, ya es difícil mantener el orden en el mundo teniendo leyes, imaginémonos que de pronto no tengamos leyes.

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a) Los gobiernos tienen leyes civiles, algunas de las cuales determinan el castigo para una persona que ha causado daño y que su Código Civil señala que es lo que merece en retribución.

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b) Tienen leyes sanitarias. Eso quiere decir que los gobiernos determinan que hacer en casos de epidemia, de pandemias y demás. Ellos tienen leyes sanitarias preventivas.

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c) Tienen leyes de tránsito para la convivencia social en una ciudad, etcétera. Todos los gobiernos de la tierra tienen leyes.

Dios no es la excepción, Dios es el rey del universo, Dios debe tener una ley que rija todo el universo.

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CUERPO. Dios tiene una ley de amor que cuida y protege al hombre para una convivencia perfecta. Esta ley podemos encontrarla registrada en la Santa Escritura en Éxodo 20:3-17 y a la letra dice:

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“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen, y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos.

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No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acordarte as del día de reposo, para santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: No hagas en el obra laguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas:

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Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás.

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No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”.

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2. La ley de Dios en el Edén. Contrario a lo que muchos piensan, que la ley de Dios fue dada para el pueblo de Israel. La Palabra de Dios dice que la ley de Dios fue dada desde antes que existiera el pueblo de Israel, mucho antes de que existirá Abraham. Dios dejó un símbolo de elección voluntaria, como parte de la obediencia;

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y ese símbolo lo encontramos en Génesis 2:16 y 17 que dice: “Y Dios Jehová mando al hombre: puedes comer de todo árbol del huerto, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás porque el día que comas de el morirás”.

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Adán y Eva transgredieron el décimo mandamiento: “No codiciarás”. Al codiciar ellos el fruto que Dios les mandó que no comieran, que era el símbolo de obediencia; transgredieron el décimo mandamiento; lógicamente ellos se separaron de Dios y cometieron pecado.

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Génesis 3:6 dice: “Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y codiciable para alcanzar sabiduría; tomó de su fruto y comió, y también dio a su esposo que comió igual que ella”. Aquí queda muy claramente, que la mujer codició del árbol que Dios dijo: No comerás.

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Después, encontramos la ley de Dios dada a un pueblo que él escoge para que preserve sus mandamientos y sea un pueblo que enaltezca su ley.

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3. La Ley de Dios en Israel: a) Dios escribió esta Ley con su propio dedo, éxodo 31:18 dice: “Cuando Jehová terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

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b) Fue dada a Moisés como el pueblo escogido. Dios quería preservar un pueblo que le obedeciera, que fuera ejemplo para todo el mundo, para demostrar que la obediencia a sus mandamientos trae al hombre bendición, trae al hombre salvación y trae al hombre el ahorro de muchos sufrimientos innecesarios. Que por desobediencia a la Ley de Dios, trae sobre sí mismo.

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c) La Ley es eterna, no prescribe ni cambia. Salmos 119: 142 y 152 dice: “Tu justicia es justicia eterna, y tu Ley es la verdad; hace mucho que entendí que tú estableciste tus mandamientos para siempre”. El salmista entendía muy bien que la ley de Dios, no pasaría, pues fue dada, no para un pueblo, fue dada para la humanidad; fue dada para el hombre.

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Sin embargo, al pueblo que Dios le dio esta Ley, era un pueblo más bien nómada, era un pueblo que debería aprender lo que significaba el costo de la salvación del hombre. Como consecuencia, Dios le dio a éste pueblo, su ley de amor, también conocida como la Ley Moral, pero también le dio a su pueblo otro tipo de leyes, llamadas leyes ceremoniales; hablaremos ahora lo que significan las leyes ceremoniales y la ley moral, para diferenciar unas de la otra.

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3.1 La Ley Ceremonial:a) En primer lugar la Ley ceremonial es carnal: Hebreos 7:16 dice: “Constituido no según una Ley humana, sino según el poder de una vida indestructible”. Eso significa que la Ley Ceremonial, era más bien una ley dada para el hombre;

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para que pudiera entender la forma en que debía guiarse este pueblo, no solamente en los sacrificios, sino también en muchas leyes sanitarias que eran llenas de ritos y de purificaciones. Dios no estaba comparando esta ley con la Ley Moral,

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es decir, la Ley que Dios dio desde antes que existiera el pueblo de Israel. Pero en realidad está hablando de la ley ritual, porque dice claramente que consistía en ordenanzas desfavorables a nosotros.

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Así que Dios quitó esa ley ritual. La canceló porque era ritual.

c) Esta ley fue dada por Moisés: Levíticos 1:1-3 dice: “Jehová llamó a Moisés; hablo con él desde la tienda de la reunión y le dijo: di a los Israelitas,

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cuando alguno de vosotros traiga ofrenda a Jehová, la ofrecerá de ovejas o de vacas. Si su ofrenda es vacuna, será macho sin defecto; de su voluntad lo ofrecerá, a la entrada de la tienda de la reunión ante Jehová”.

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Notemos, Jehová habló a Moisés y este se la dio al pueblo. Muy diferente a la Ley Moral, misma que Dios escribió con su propio dedo, como lo hemos visto anteriormente.

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d) Esta ley ritual fue escrita en un libro. Deuteronomio 31:24 nos dice: “Cuando Moisés acabó de escribir las palabras de esa ley en un libro”. Eso significa que estaban registradas, no en tablas de piedra como Dios había dado la Ley Moral, sino en un libro específico, de diferentes

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ritos y ceremonias que el pueblo debería aprender, como un símbolo de lo que significaba, no solamente la purificación, sino también la transgresión del pecado.

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e) La Ley Ceremonial es temporal. Hebreos 10:1 dice: “Porque la Ley es solo una sombra de los bienes venideros, no las realidades mismas; por eso no puede nunca, por los mismos sacrificios que se ofrecen de continuo cada año, dar la perfección a los que se allegan”. Eso significa que era de paso, fue temporal.

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f) Fue abolida. Colosenses 2:14 nos dice: “Canceló la nota de nuestra deuda que consistía en ordenanzas desfavorables a nosotros, las quitó y las clavó en la cruz”. Este versículo aclara, como lo hemos dicho anteriormente, que era una ley temporal, que fue abolida, que estaba de paso, mientras se cumplían los planes de Dios predichos para la salvación del hombre.

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3.2 La Ley Moral es diferente a la ley ceremonial. Esto significa que es de un corte totalmente distinto.

a) En primer lugar la Ley Moral es espiritual. Romanos 7:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.

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Los que son guiados por el espíritu de Dios a obedecer los mandamientos de Dios. Obedecen la ley, no como una carga, sino como un principio espiritual entendiendo que Dios lo ha dejado para el hombre.

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b) Es una ley real. Santiago 2:8 nos dice: “Si en verdad cumplís la Ley real conforme a la escritura: amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis". Significa que es real porque Dios la dio, significa que viene de un Rey, es una ley permanente, es una ley para siempre; que espera (el gobierno de Dios) sus hijos la acepten, la adopten y la obedezcan por amor.

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c) Fue dada por Dios. Deuteronomio 4:12 dice: “Y Jehová os hablo desde el fuego, oíais el sonido de sus palabras, oísteis su voz, pero ninguna figura visteis”. Aquí la Palabra de Dios dice que Dios habló desde el fuego, podían oír sus palabras. Dios la dio como ya hemos visto anteriormente, él se tomó el tiempo para escribirla.

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d) Fue escrita en piedra por el dedo de Dios: Éxodo 31:18 dice: “Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés, en el monte Sinaí, le dio dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”. Si fueron escritas con el dedo de Dios, él se tomo el tiempo suficiente para escribirlas porque entendía que era una Ley que debería permanecer con el hombre, como un principio incambiable del gobierno de Dios en el universo.

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e) La Ley Moral de Dios es inmutable. Salmos 111: 7 y 8 dice: “Las obras de tus manos son fieles y justas, confiables son todos tus mandamientos, permanecen firmes, eternamente y para siempre; hechos en verdad y en rectitud”. Qué maravilloso, que Dios ha dejado esta ley, no como una carga, sino como una salvaguarda para el ser humano.

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f) No fue abolida. Romanos 3: 31 nos dice: “Luego ¿anulamos la ley por la fe?, De ninguna manera, al contrario, confirmamos la Ley”. Si mi querido amigo, la Ley Moral permanece, fue dada por Dios para los seres humanos; no solamente para el pueblo de Israel, no fue para el pueblo Judío, sino para toda la humanidad.

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4. La Ley de Dios en el Pueblo Cristiano: a)Dios no vino a cambiar la Ley, ni tampoco vino a abolirla a través de la persona de Cristo Jesús, que es la segunda persona de la Trinidad. San Mateo 5:17 nos dice: “No penséis que he venido para abolir la Ley o los profetas. No he venido para invalidar si no para cumplir”.

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b) Debemos obedecerla por amor: San Juan 14:15 dice: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”. Aquí está un mandato del mismo Señor Jesucristo, él dice: Si tú me amas tienes que obedecer mis mandamientos. No puedes decirle: yo te amo, y no obedecer sus mandamientos, porque entonces te constituyes en una persona mentirosa.

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c) Los apóstoles guardaron la Ley. Romanos 7:7 y 12 nos dice: “Que diremos pues, ¿es la Ley pecado?, de ninguna manera, al contrario; yo no hubiera conocido el pecado sino por medio de la ley, porque tampoco hubiera conocido la concupiscencia si la ley no dijera: No codiciarás. Así la ley es santa, y el mandamiento santo y justo y bueno”.

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Encontramos aquí, que los apóstoles, incluyendo al escritor más prolífico del Nuevo Testamento, el apóstol Pablo, entendían que la Ley de Dios era para observarlo y entonces exclamó: el mandamiento es santo porque la Ley es santa, justa y buena. No puede ser que una Ley Santa, Justa y Buena haya sido clavada en la cruz y cancelada, eso no es posible ante la luz que nos da la Santa Escritura.

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5. La Ley y la Gracia. Estos dos asuntos son especiales. Siendo que estamos hablando de la Ley, es imposible que no hablemos de la Gracia. Luego entonces, en primer lugar: ¿qué papel desempeña la Ley Moral en la vida de los humanos?

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a) La Ley no nos salva: La Ley fue dada solamente, como parte de los principios del gobierno de Dios. Gálatas 2:16 nos dice: “Sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en Jesucristo; así nosotros también hemos creído en Jesucristo para ser justificados por la fe en Cristo, no por las obras de la Ley, porque por las obras de la Ley ninguno será justificado”.

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Quiero enfáticamente dejar bien claro, en esta noche, que la ley no nos salva. La Ley no fue dada para la salvación del hombre, como lo declara este versículo.

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b) La ley no limpia. Romanos 8:3 nos dice: “Porque lo que era imposible para la Ley por cuanto era débil, por la carne, Dios tuvo que enviar a su propio hijo en semejanza de carne de pecado, y como sacrificio por el pecado, para condenar el pecado en la carne”. Si, mis queridos amigos, la Ley no limpia. La Ley diríamos que, no fue dada como un medio para que nosotros podamos justificarnos delante

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de Dios y limpiarnos de nuestros pecados, la Ley no limpia absolutamente a ningún pecador.

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c) La Ley solo señala el pecado. Es como un espejo que señala nuestros defectos, ya sea del cabello, de nuestra cara, de nuestro vestido. La Ley solo nos señala nuestro pecado, Romanos 3:20 nos dice: “Porque por las obras de la Ley ninguno será justificado ante él, porque por la Ley se alcanza el conocimiento del pecado”.

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Así que como la Ley solamente dice: no hagas esto, no hagas aquello, no hagas esto más; eso significa que la Ley solo nos señala lo malo, no puede ni limpiarnos, ni justificarnos, porque la ley solo nos muestra el pecado.

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d. La Ley condena. Gálatas 3:10 nos dice: “Porque todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición, porque escrito está: maldito todo el que no permanece en todo lo que está escrito en el libro de la Ley”.

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Nosotros, difícilmente podremos cumplir toda la Ley, la ley solo condena, solamente nos dice: has hecho esto, eres culpable; has hecho aquello, eres culpable; has cometido adulterio, has matado, has mentido, has defraudado a tus padres… estás condenado. Solo nos señala. Es el espejo que nos indica todos nuestros defectos y nosotros no tenemos más a dónde ir. Dicho de otra manera, la Ley solo nos condena.

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e) Sin Ley no hay pecado. Romanos 4:15 nos dice: “Porque la ley produce ira y donde no hay ley, tampoco hay pecado”. Yo quiero ser muy enfático en esto, porque si no hay ley no hay pecado; y si algunos cristianos dicen que no hay ley, que la ley ya fue quitada. Yo pregunto entonces ¿de qué están pecando? Si no tienen Ley, no tienen pecado; entonces surge una pregunta extraordinaria;

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si no tienen pecado ¿para qué necesitan un salvador? Cristo vino a salvar a los pecadores y solo tienen pecado aquellos que tienen una Ley, es decir, los principios del gobierno de Dios en forma inmutable y eterna.

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Eso significa que usted y yo, que decimos que la ley de Dios permanece y que fue dada como un principio del gobierno de Dios, si tenemos pecado, como consecuencia, necesitamos a un salvador, por lo tanto necesitamos a Cristo Jesús. Pero aquellos que dicen que no tienen Ley, tampoco tienen pecado y yo pregunto ¿de qué los salva Cristo Jesús, si no tienen pecado? La palabra de Dios entonces es clara al decir que sin Ley no hay pecado.

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6. La Gracia. Ahora bien, ¿para qué sirve la gracia?, la Gracia es el regalo de Dios para el hombre.

a) En primer lugar la Gracia no salva. Poderoso este versículo que aparece en Efesios 2:8 “Porque por Gracia habéis sido salvos, por la fe, y esto no proviene de vosotros sino que es don de Dios”. Efectivamente, la gracia fue un regalo de Dios para el hombre, para la salvación del hombre.

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Desesperado el hombre no puede justificarse por la Ley, solo ve su condenación, solo ve su inmundicia, solo ve sus pecados; y Cristo nos dice entonces, como si fuera un remanso de agua fresca en medio del desierto, no te desesperes, mi Gracia te salva, mi Gracia te quita la condenación.

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b. Jesús, por su Gracia, nos limpia del pecado. San Juan 1:7 nos dice: “Pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. Cristo Jesús vino a morir por nosotros, y su sangre nos limpia de todo pecado; es la Gracia de Cristo Jesús, no es la Ley, la Ley solo nos condena, solo nos señala, pero la sangre de Cristo Jesús nos limpia de esa condenación que nos da la Ley.

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c. La Gracia de Jesús perdona el pecado. Hebreos 9:12 dice: “Y Cristo entró en ese santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de becerros, sino con su propia sangre y consiguió la eterna redención”. Qué maravilloso versículo, queridos amigos. La gracia de Jesús perdona nuestros pecados, al alcanzar eterna redención para todos nosotros; no nos perdona solamente

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por un momento, no nos perdona solamente por lo que hiciste ayer, nos perdona toda nuestra vida, nos perdona todos nuestros pecados; es la Gracia de Jesucristo quien perdona nuestras faltas.

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d. La Gracia redime. Gálatas 4:4 y 5 nos dice: “Pero cuando se cumplió el tiempo Dios envió a su hijo nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”. Que maravilloso, la gracia nos redime, estábamos perdidos, condenados por una ley que requería la justicia divina; sin embargo, Cristo nos redimió y pagó el precio que exigía la Ley.

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Ahora nosotros somos salvos porque la Gracia de Jesús nos redime.

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e) Sin pecado no necesitamos un salvador. Ya lo hemos dicho anteriormente, nosotros somos pecadores y Cristo Jesús nos ha redimido de los pecados, nos ha salvado de los pecados, de los pecados que produce el tener una Ley, una Ley que señala los principios del gobierno eterno de Dios. Sí, mí querido amigo, si usted ha aceptado la Ley de Dios, significa que necesita un salvador:

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Cristo Jesús, y él quiere darle su gracia infinita para perdonar sus pecados, sin cambiar su gobierno en el universo eterno de Dios.

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7. Ahora quedan tres caminos con respecto a la Ley. Usted podrá tomar cualquiera de ellos.

a) En primer lugar podemos ignorar la Ley, podemos pretextar diciendo, como algunos, ya fue clavada, ya no existe, Cristo la abolió, es solamente para los judíos, eso no es para nosotros, y tantos y tantos otros argumentos que podemos sacar.

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Pero déjeme decirle una cosa: no por ignorarla usted la cambiará, porque la Palabra de Dios ya lo ha dicho anteriormente “No he venido a abolirla, ni he venido a quitarla, porque ni una j ni una tilde perecerá de la Ley, hasta que todas las cosas sean hechas..” eso significa que aunque usted la ignore la ley permanecerá.

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d. Podemos tomar otro rumbo extremo, podremos querer justificarnos y limpiarnos con ella pero eso no es posible. No podemos agarrar la ley y después de vernos manchados por el pecado, ahora si tomar la ley y decir: ahora ley límpiame, quítame el pecado, no podemos con eso.

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Si tomamos la ley para limpiarnos, solamente nos mancharemos más, porque nadie puede justificarse con la ley, la ley solo nos condena, no puede justificarnos ni limpiarnos; como consecuencia usted no puede decir: estoy obedeciendo esto, estoy obedeciendo aquello, ¡ah! Señor ya soy más bueno, más santo, más justo delante de ti,

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-¡no! Tú no puedes estar obedeciendo solamente porque de esta manera tú te sientes más limpio y más justificado ante Dios; ¡no!, tú le obedecerás porque amas a Jesús, porque su palabra dice: “…Si me amáis, guardad mis mandamientos…”

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c) Podemos tomarla como espejo para ver nuestros pecados y luego ir a Jesús para que él nos salve. Así es, queridos amigos, ese es el mejor camino, tomar a la ley como espejo, mirar lo que nos está condenando y luego decir como dijo el apóstol Pablo: “...Miserable hombre de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?..” y entonces podremos ir a Jesús y exclamar, -Gracias a Cristo Jesús soy salvo de la condenación y del pecado,

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porque la gracia de Cristo Jesús me redime de todos mis pecados-. La Ley de Dios permanece ahí para señalar nuestros pecados como el principio del gobierno de Dios y él espera que nosotros le obedezcamos por amor.

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8. La Ley de Dios sigue vigente. a. San Mateo 5:18 nos dice: “Os aseguro que mientras exista el cielo y la tierra ni una letra ni un punto de la Ley perecerá sin que todo se cumpla”. ¿queremos algo más claro que esto? La Ley de Dios permanecerá para siempre.

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9. La Ley de Dios será usada como regla para juzgar al hombre en el juicio Isaías 51:4 dice: “Escúchame pueblo mío, óyeme nación mía, porque de mí saldrá la Ley y mi juicio descubriré para luz de los pueblos”. El ser humano será juzgado por la Ley de Dios. Santiago 2:12 aún lo dice más claro: “Así hablad y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la Ley de la libertad”.

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CONCLUSIÓN¿Qué decides hoy? Si quieres vivir por la eternidad debes aceptar a Dios y las leyes de su gobierno, pero debes de tener claro una cosa: la Ley no te salva, la Ley solo te condena, la Ley solo te señala tu pecado, pero Cristo Jesús es tu Salvador, su Gracia poderosa te limpia de todo pecado. Entonces, la Ley y la Gracia son dos herramientas que Dios ha dejado al hombre para su salvación y su sana convivencia.

Por eso Jesús te dice hoy en Apocalipsis 21:27 “No entrará en ella ninguna cosa impura, ni quien cometa abominaciones ni mentira, sino solo los que están escritos en el libro de la vida del Cordero”.

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Mi querido amigo, Dios quiere que tú estés ahí. Dios quiere que tú no faltes a la Santa Ciudad, a la nueva Jerusalén, que Dios ha ido a hacer para cada uno de nosotros, pero en esa Santa Ciudad, en ese eterno reinado de Cristo Jesús, estará la Ley de Dios como el principio gobernante de todo el universo.

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Para que nosotros seamos ciudadanos de ese Reino, necesitamos empezar a obedecer a Cristo Jesús en esta tierra, por eso sus mandamientos están con nosotros para que le obedezcamos como él quiere.

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Yo te pregunto mi querido amigo ¿Quisieras aceptar la Gracia de Cristo Jesús en esta noche? Pero también, ¿quisieras aceptar los principios del gobierno de Dios y del universo? ¿Sus diez mandamientos? Si es así, yo te pido en esta noche, levántate y dile al Señor: Yo, Padre acepto los principios de tu gobierno. Amén.

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“MAYORDOMOS, HIJOS Y HEREDEROS”

Tema VI

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BASE BÍBLICA: Deuteronomio 10:14 “De Jehová tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella”.

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INTRODUCCIÓN: Somos mayordomos de Diosa) Dios es el dueño del cielo y de la tierra. Desde el mismo comienzo el hombre se ha peleado por las posesiones que no le pertenecen. Dios, al haber creado a Adán y Eva en el huerto del Edén, se los dio para que lo labrasen y lo cuidasen.

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No como su propiedad. Dios se los dio para que lo tuvieran como mayordomos; sin embargo, el pecado, al entrar en el mundo cambió el curso de la historia, el hombre no solamente dejo de cuidar el mundo que Dios le había conferido; sino que se apoderó de él, se hizo dueño de él; y hoy, vemos por doquier, que los países más poderosos, tratan de quedarse con la mejor parte del planeta, o luchan para apoderarse de las riquezas de los países pobres.

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Esto también es así entre las personas, sin embargo el libro del Deuteronomio 10:14 nos recuerda: “De Jehová tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella”. Dios, finalmente es el dueño original y algún día él vendrá a poner orden en todos estos asuntos.

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b) A Dios le pertenecen los animales.Salmos 50: 10-12 dice: “Porque mía es toda la bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de los montes, y todos los animales del campo son míos. Si yo tuviera hambre no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud”.

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Creo que en este versículo, Dios deja bien claro que de él son todos los seres vivos, incluyendo los animales. Si, es posible que usted tenga potreros, toros, vacas, caballos, gallinas, guajolotes u otro tipo de animales; pero todos ellos son de Dios.

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c) Pero no solamente le pertenece el mundo, los cielos y los animales; sino que, la Biblia dice que también es suya toda la riqueza; en Ageo 2:8 dice: “Mía es la plata, mío es el oro, dice el Señor Todopoderoso”.

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d) Le pertenece nuestro cuerpo y nuestra vida. 1ª de Corintios 6:20 declara: “Porque habéis sido comprados por precio, por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo”.

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No solamente le pertenece el mundo, los animales, la plata, el oro; sino que ahora, la Biblia nos recuerda que también, a Dios le pertenece nuestro mismo cuerpo. Nosotros no somos dueños de nuestro cuerpo, Dios es el dueño, eso incluye aún cada uno de nuestros cabellos.

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e) Dios quiere que seamos mayordomos fieles. Al igual que en el Edén, Dios nos ha dejado aquí para que entendamos que la tierra y todos sus recursos, fueron dados para beneficio del hombre, para que pudiera vivir, pero debería cuidarlos, porque algún día el dueño original de este planeta, vendrá a pedir cuentas.

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1ª de Corintios 4:1 y 2 dice: “Ténganos los hombres por servidores de Cristo, administradores de los secretos de Dios. Ahora bien, se requiere que cada administrador es, decir, cada mayordomo, sea hallado fiel”. La Palabra de Dios entonces, vuelve a indicarnos que nosotros solo somos: mayordomos. Y para que nosotros podamos reconocer la mayordomía, Dios ha dejado un maravilloso plan.

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CUERPO1. ¿Qué es el diezmo? Todos los que rentamos una casa, cada mes, el dueño de la misma, nos recuerda que no es nuestra, puesto que tenemos que pagarle una renta; una renta que nos dice que estamos solamente alquilando esa casa, que estamos ahí viviendo, pero hay un dueño que cada mes nos dice: tienes que darme la renta de esa casa.

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Dios, no nos ha pedido una renta; pero nos ha dejado una forma muy fácil de reconocer que él es el creador, que él es el dueño de todo; y Dios entonces ha establecido el diezmo para que nosotros se lo devolvamos a él.

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¿Qué es el diezmo? Es la décima parte de nuestras ganancias y le pertenece a Dios Levítico 27:30 dice: “Todo el diezmo de la tierra, así de las semillas de la tierra, como del fruto de los árboles, es de Jehová, es cosa sagrada a Jehová”.

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Eso significa que el diezmo es de Dios, como dice la Escritura: es una cosa consagrada a Dios; él lo dejó establecido para no olvidarnos de que él es el dueño. 1ª Crónicas 29:12 y 14 dice: “Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todos, en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano está engrandecer y dar poder a todos.

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Porque ¿quién soy yo, y quien es mi pueblo para que pudiésemos ofrecer, de nuestra voluntad, cosas semejantes, siendo todo tuyo? Lo que hemos recibido de tu mano, eso te damos”.

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El salmista es muy claro al decir que nosotros, sencillamente, devolvemos el diezmo porque es de Dios. Él nos da todo, y cada vez que nosotros ganamos, de nuestras entradas, de todos nuestros ingresos; debemos devolver el 10% como un recordativo que le pertenece a Dios. Nosotros debemos darlo fielmente a Dios, no debemos quedarnos pensando y…

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¿para qué lo van a usar? Dios nos pide que seamos fieles en la devolución de la parte que a él le corresponde, y aunque todo es de él, solo nos pide la décima parte para no olvidarnos de que él es el dueño.

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2. Uso sagrado del diezmo. El diezmo fue y es usado para el sostenimiento del culto y de sus ministros y la predicación del evangelio. Números 18:21 dice: “He dado a los Levitas todos los diezmos de Israel por su ministerio, por su servicio en la tienda de la reunión”.

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Dios, nos dice aquí, que se los dio a los levitas, es decir, al cuerpo constituido de sacerdotes, que él había dejado para el servicio en el santuario terrenal. Eso significa, que el diezmo sigue siendo utilizado precisamente para eso, para el sostenimiento del ministerio. 1ª de Timoteo 5:18 nos recuerda “Porque la escritura dice: no pondrás bozal al buey que trilla y el obrero, es digno de su salario”.

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Dios quiere que, sus pastores, sus ministros; se dediquen de tiempo completo a la predicación del evangelio y por eso ha dejado establecido el diezmo, para que ellos puedan ser partícipes de esta parte de los diezmos del pueblo, a fin de que se dediquen al servicio del santuario.

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1ª de Corintios 9:13 y 14 dice: “¿No sabéis que los que prestan servicios sagrados, comen del templo; y los que sirven al altar, del altar participan?”. Creo que el apóstol Pablo, deja muy claro que nosotros debemos, de todo lo que ganamos, darle la parte que le pertenece a Dios, porque eso lo utilizará él para el sostenimiento del ministerio, para la predicación de la Palabra a fin de que su

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evangelio pueda expandirse y su palabra pueda llegar a muchas otras partes.

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3. Cómo se da el Diezmo. Hay diferentes actividades a las que se dedica el hombre y a veces nos metemos en complicaciones para definir como se da el diezmo.

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a) El comerciante lo da de sus ganancias. Él, después de haber hecho su corte el fin de semana (de todos sus gastos y de todos sus ingresos), resta, de los ingresos, los gastos; la diferencia resultante es su ganancia y de esas ganancias, debe sacar el diezmo.

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b) El empleado, sencillamente da el diezmo de su salario.

c) El agricultor, da su diezmo de las ganancias de las ventas de sus productos. Después de haber vendido sus productos, saca lo que él invirtió para poder cultivar la tierra, y de las ganancias que le queden, da la parte que le pertenece a Dios.

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Pero la Biblia es clara al decir que es el 10% de nuestros ingresos, y creo que aquí podemos aplicarlo en todas partes, y de esta forma poder ser fieles a Dios de la parte que le pertenece.

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4. El diezmo no nos pertenece.a) El diezmo es de Dios. Levítico 27:30 nos dice: “Todo el diezmo de la tierra, así de las semillas de la tierra como del fruto de los árboles, es del Señor. Es cosa sagrada del Señor”.

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b) No es para gastos de la iglesia. No es para ver qué mejoras hacemos en el templo. No es para remodelar la fachada; ¡no!, este dinero es sagrado, no se usa para esto. La Biblia deja bien claro, según lo hemos visto, para que se debe utilizar.

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c) No es para subvencionar escuelas, no es para ayudar a los niños para que tengan becas en las escuelas; ¡no! El diezmo no es para eso. No es para ayudar a completar el presupuesto de las escuelas; la Biblia dice claramente que es para el sostenimiento y la predicación del evangelio.

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d) No es para ayudar a los pobres. Nosotros podemos ayudar a los pobres de muchas otras maneras, pero el diezmo, no debe ser utilizado para tal asunto. La Biblia dice que los Israelitas daban hasta un segundo ó tercer diezmo, que lo utilizaban para las viudas y los pobres, pero no está hablando del diezmo que le pertenece a Dios.

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e) No es para ayudar a los estudiantes que siempre tienen necesidades, y todos los que hemos sido estudiantes lo sabemos; pero el diezmo no es para esta actividad, es, como ya se ha dicho, para el sostenimiento del evangelio.

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5. Las ofrendas: a) Nuestra dadivosidad, se mide exclusivamente en la devolución de las ofrendas. El diezmo es algo que Dios pide, es algo que le pertenece a Dios, y nosotros lo único que hacemos es:

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ser honrados devolviendo la parte que le pertenece a Dios; pero cuando damos nuestras ofrendas, entonces somos dadivosos porque damos según nuestro corazón.

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1ª Crónicas 16:29 dice “Tributad a Jehová la gloria debida a su nombre, traed ofrenda y venid ante el, postraos ante Jehová, en la hermosura de su santidad”. Aquí el Señor nos recuerda que debemos traer las ofrendas.

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b) El diezmo lo devolvemos, pero las ofrendas lo damos de lo que es nuestro. San Marcos 12:41-44 nos cuenta la historia interesante de una mujer que dio todo lo que tenía. Dice la Escritura “Jesús se sentó frente al arca de la ofrenda, y miraba como la gente echaba dinero en el arca; muchos ricos echaban mucho.

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Y vino también una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor; entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Os aseguro que esta viuda pobre echó más que todos los demás en el arca. Porque todos dieron de sus sobras, pero ella de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su alimento”.

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La viuda dio todo lo que tenía, Dios no te pide que des todo lo que tienes, sencillamente que des de acuerdo a tu corazón, que tú des tus ofrendas en un porcentaje. Si Dios nos pide el 10% (El diezmo) ahora tú decide que puedas dar otro 10% para tus ofrendas, a fin de que puedas estar siendo dadivoso con Dios de darle parte de lo que a ti te queda. Esta viuda dio el 100%. Hay hermanos que han probado al Señor y dan el 20, el 30, el 50%.

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Tú debes definir qué porcentaje vas a dar, pero debes ser dadivoso con tu Dios, así como él te da todo: La vida, el alimento, el vestido; y él no te pide más del 10% y una parte voluntaria de tus ofrendas.

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6. Objeciones para no ser fiel en la devolución de los diezmos y ofrendas. He escuchado muchas objeciones para no ser fieles, pero en realidad, eso solo esconde un corazón egoísta; que aun sabiendo que debe ser honesto y fiel con Dios, no lo hace, argumentando pretextos como los siguientes:

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a) No sé en qué lo van a utilizar: Eso no es responsabilidad tuya, no es un asunto que a ti te corresponda; nosotros debemos ser fieles con Dios y debemos darlo. El uso que se le da está bien reglamentado en la iglesia; pero si por alguna razón, algún dirigente o alguna persona hace mal uso de los diezmos, no te aflijas por eso, el Señor le pedirá cuentas a él y lo pondrá en juicio, tú responsabilidad debe ser fiel y deja que Dios se encargue de lo demás.

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b) Lo doy solo para que el pastor tenga carro nuevo. Eso no es verdad. En la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el pastor tiene un salario que es reglamentado, no por él, sino por toda la unión.

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Cuando el pastor requiere de un carro nuevo, entonces solicita un préstamo y ese préstamo es proporcionado por un fondo de ahorros que tiene la iglesia, no de diezmos, sino de los salarios de los mismos empleados y de esta forma el pastor puede hacerse de un carro nuevo.

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Así que por favor, no vayas a pecar cuando veas que el pastor va en su auto y tú lo codicies y digas: ahí van mis diezmos rodando; cuidado puedes estarte condenando por levantar falso testimonio contra tu prójimo.

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Dios no está de acuerdo en que pienses así, porque puedes llenarte de amargura. Recuerda: el siervo es digno de su salario.

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c) La iglesia no necesita tanto como los pobres. El Señor Jesús había dicho ya, que a los pobres siempre los tendremos con nosotros, y eso es una gran verdad. En este mundo de desigualdades, los pobres siempre estarán y creo que más de uno de nosotros lo somos; pero Dios no esta hablando aquí de esta situación, Dios quiere más bien que

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nosotros seamos fieles y si podemos ayudar a los pobres con los recursos que nos quedan, estaríamos haciendo muy bien.

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d) No me alcanza, Dios sabe mi necesidad. La Biblia dice: “…Probadme ahora y verás que abriré las ventanas de los cielos hasta que sobre y abunde...”.

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El dinero nunca alcanza. Estamos en un mundo con muchas necesidades, el mundo entero está en crisis financiera, pero Dios nos ha dejado establecido que si somos fieles él derramará bendiciones hasta que sobren y abunden. Prueba a Dios y verás que él nunca falla, no seas infiel, ni entres en condenación delante de él.

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e) Dios se interesa en mi corazón, a él no le importa el dinero. Tienes razón, no le importa tu dinero, porque tú dinero no es tuyo, es de él; porque tus posesiones no son tuyas, son de él.

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Dios es el dueño de todo ¿qué cosa te va a pedir a ti el Señor? ¿Acaso necesita de tu dinero? Por supuesto que ¡No!, pero tú si necesitas de Dios, y Dios quiere que tú pienses, en que cuando te desprendes de alguna cantidad de dinero y eres fiel, él te ayuda, porque eres un hombre fiel.

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f) Voy a dar lo que me sobra, al fin que mi mano derecha no debe saber lo que dio la izquierda. Ese puede ser también un pretexto, pero recuerda: Dios ha dejado bien claro en la Biblia que es el 10% del diezmo y un porcentaje que tú tienes que definir de tus ofrendas.

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Dios no está diciendo que metas la mano en tu bolsillo y que lo que saques está bien, ese no es el plan de Dios. Su plan está bien claro en la Biblia; por supuesto que tú puedes poner mil argumentos pero no cambiarás lo que dice la Biblia.

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7. Cuál fue la actitud de Jesús ante los diezmos y las ofrendas.

a)En primer lugar Jesús pidió que se dieran. En San Mateo 23:23 dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque dais el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y dejáis lo más importante de la ley:

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la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro”. Jesús pidió que se dieran los diezmos y las ofrendas, incluso pareciera que alabó a los fariseos por ser tan fieles en la devolución de los diezmos y las ofrendas, pero también les dijo: es necesario que tú seas fiel en los diezmos y las ofrendas, pero que no dejes el amor.

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Eso significa que, si tú vas a dar en la iglesia, tienes que hacerlo por amor, no debes hacerlo con tristeza; no debes hacerlo con amargura, sino con todo tú corazón.

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b) Jesús sabía que los sacerdotes de su tiempo eran corruptos. San Mateo 23: 13 y 14 dice: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos ante los hombres, ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas y por pretexto hacéis largas oraciones, por eso llevaréis mayor condenación”.

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Dios sabía que, en los dirigentes de su tiempo, había corrupción y que estaban haciendo mal uso de los diezmos y las ofrendas; sin embargo él mismo fue fiel en la devolución de los diezmos y las ofendas, porque Dios traerá toda a juicio algún día.

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Por eso, mi querido amigo y hermano, no te aflijas. Aunque puedo decirte que en la iglesia adventista no existe la corrupción, sin embargo puede ser que alguno caiga en esa condenación y haga mal uso de los diezmos, pero eso no te debe preocupar, tú debes ser fiel ante Dios, debemos ser fieles, independientemente de la conducta de otros, que él dará a cada uno su recompensa.

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c) Dios está interesado en nuestra fidelidad, el resto él lo juzgará; Dios está interesado en que tú seas fiel.

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d) Dios juzga en forma individual, cada quien dará cuentas. 2ª Corintios 5:10 dice: “Porque todos debemos compadecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, según lo que haya hecho, cuando estuvo en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” Y ahí entonces, se verá quien fue injusto ante los ojos de Dios en esta situación.

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Recuerdo perfectamente a Jorge, un hombre a quien visité, para que tomara la decisión de entregar su corazón a Dios, él dijo: pastor, no puedo ahora, “hay después”. Platiqué aproximadamente unas cuatro horas con él, pero concluyo diciendo: no, no puedo, “hay después le digo”.

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Entonces yo le invité a orar, y en mi oración dije: Señor, tú sabes que he platicado con este hombre, él ha dicho que no tiene ninguna duda, que está convencido de que debe entregar su corazón a ti; pero él se ha resistido, y no sé por qué lo está haciendo. Él no tiene ninguna duda, pero quiere seguir igual. Señor, lo dejo en tus manos, si él se pierde, es cosa suya, yo ya hice mi parte; lo dejo en tus manos, en el nombre de Jesús, amén.

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Al terminar de orar, el hombre se me quedó mirando, tal vez un poco sorprendido por mi oración, entonces le dije: hermano Jorge, que Dios le bendiga, yo me tengo que retirar. Cuando ya me iba, él me dijo: pastor, espere un momentito. Entonces respondí: si hermano Jorge, ¿qué pasa? Él preguntó: y si me bautizo ¿tengo que dar todos mis diezmos?

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Entendí, en ese momento cuál era el motivo de su situación; y entonces respondí: Si hermano Jorge, la Biblia lo dice; pero déjeme decirle que, Dios no necesita de su dinero, Dios no necesita de sus diezmos. Él es el dueño de la plata, es el dueño del oro, es dueño de los animales, de la tierra en general; Dios es dueño hasta de usted.

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¿Cree que él necesita de usted? Usted un día se va a morir y no se va a llevar nada; usted se hará polvo y las cosas que están en esta tierra, aquí se quedarán, la materia también se destruirá; pero Dios seguirá.

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Dios no está interesado en su dinero, está interesado en usted, pero él quiere que usted sea fiel, que se arranque ese corazón egoísta y que comprenda que Dios es el dueño de todo. Entonces el hombre dijo: Pastor tiene razón, pero ya hice cuentas y es mucho. Y efectivamente el hombre tenía muchas riquezas.

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Pero ¿saben? La Palabra de Dios dice que difícilmente un rico entrará en el reino de los cielos; porque la raíz de todos los males, es el amor al dinero y donde está nuestro tesoro, ahí esta nuestro corazón.

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Mi querido hermano, este no es nuestro hogar, aquí estamos de paso, que no te detengan tus riquezas para entrar en el reino de los cielos. Mira lo que tienes, mira todo lo que posees, y si tú piensas que eso es la vida, que eso es la gloria, disfrútalo, gózalo, trata de vivir lo mejor que puedas, porque eso es todo lo que vas a tener y después te morirás eternamente y no tendrás nada, nada absolutamente.

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Pero si en esta noche reconoces que Cristo Jesús es tu salvador y que él, de lo que te da, quiere que seas fiel porque te quiere dar mucho más de lo que tienes, y también la vida eterna, entonces tienes que aceptar ser fiel con Cristo Jesús.

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8. ¿Cuáles son las promesas de amor para el hombre fiel?a) En primer lugar Dios dice que: ama al dador alegre. Él no quiere que des con tristeza ni con amargura, sino que lo des con todo tu corazón. 1ª Corintios 9:6 y 7 dice: “Esto digo:

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el que siembra escasamente, escasamente segará y el que siembra generosamente, generosamente segará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no por tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.

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b) Dios ha prometido que nos cuidará en todo momento, y aunque todos vamos a morir, y podemos padecer alguna enfermedad, porque es la consecuencia del pecado; Dios nos dará esperanza y fortaleza en esos momentos de crisis. Hebreos 13: 5 y 6 dice: “Manteneos libres del amor al dinero, contentaos con lo que tenéis, porque él dijo: no te dejaré ni te desampararé.

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¡Que linda promesa! De manera que podemos decir confiados: “El Señor es mi ayudador, no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. Sí, mis queridos amigos; Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. En los momentos de crisis, él estará con nosotros.

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c) Bendiciones hasta que sobreabunden. Malaquías 3:10 y 11 nos dice: “Traed el diezmo íntegro al templo, y haya alimento en mi casa y probadme en esto dice Jehová Todopoderoso, haber si no abro las ventanas de los cielos y vacío sobre vosotros bendiciones hasta que sobre y abunde.

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Reprenderé también por vosotros al devorador, para que no destruya el fruto de la tierra; ni vuestra vid, ni el campo sea estéril, dice Jehová Todopoderoso”.

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Si, el Señor nos cuidará en nuestras posesiones, en nuestro trabajo y nos dará salud, que es la posesión más valiosa que el hombre puede tener; pero necesitamos ser fieles.

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d) El alimento nunca faltará. Salmos 37:25 dice: “Fui joven y he envejecido y no he visto justo desamparado ni sus hijos que mendiguen el pan”.

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CONCLUSIÓN:Mi querido amigo, te has dado cuenta en esta noche que Dios no necesita tu dinero, Dios es el dueño de todo el mundo, del universo entero. Dios es el más rico de todo el universo; pero ha hecho todas sus riquezas para servicio de sus hijos. Sin embargo, el hombre se ha olvidado de quién es el verdadero dueño de todo lo que posee.

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En esta noche yo te invito a aceptar a Cristo Jesús como tu Salvador, pero también te invito a aceptarlo como el dueño de tu vida, el dueño de tus cosas, el dueño de todo. Yo te pregunto, ¿quieres prometer en esta noche, con la ayuda de Dios, devolver tus diezmos y tus ofrendas?

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Si es así, yo te pido que te levantes y le digas al Señor, colocando tu mano en el corazón: Si Señor yo acepto este pacto y quiero cumplir tu voluntad.

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“CÓMO VOLVER A EMPEZAR”

Tema VII

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CITA BÍBLICASan Juan 3:5 “Respondiendo Jesús: te aseguro, el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”

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INTRODUCCIÓNHay varias formas de practicar el bautismo1. Aspersión: acto en el cual el ministro esparce con las puntas de sus dedos agua sobre la cabeza del candidato

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2. Oblación: Acto en el cual el ministro deja caer agua con un recipiente sobre la cabeza del candidato3. Inmersión: acto en el cual el ministro y el candidato están en un lugar donde hay suficiente agua, y el candidato es sumergido totalmente en el agua.

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CUERPO1. Forma correcta de bautizarse: la Biblia deja bien claro que la forma correcta de bautizarse es por inmersión, y no por oblación, ni por aspersión. La pregunta entonces es ¿por qué?

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a) Es un símbolo: Romanos 6: 3, 4 “¿No sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte?, porque fuimos sepultados juntamente con él para muerte, por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos, por la gloria del Padre , así también nosotros andemos en nueva vida”.

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Así que, si es un símbolo, el Señor desea que nosotros cumplamos con el mismo, como parte de nuestra entrega hacia Cristo Jesús, cuando somos bautizados estamos de alguna manera, repitiendo la muerte de Cristo Jesús, por supuesto en forma simbólica, es decir, nosotros morimos al mundo y resucitamos a una nueva vida con un cuerpo espiritual gobernado por el Espíritu Santo.

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b) Es un mandato divino: San Mateo 28:19 nos dice: “Por tanto id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del padre, y del hijo y del Espíritu Santo”. Eso implica que no es el antojo de una persona, eso involucra que no es por si te gusta o te agrada; eso involucra que no es opcional; es un mandato divino.

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Como consecuencia, todo aquel que desea ser redimido, todo aquel que desea ser salvado tendrá que ser bautizado, no hay otra opción, no hay otro camino, ese es el mandato de Dios.

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c) Jesús nos dio ejemplo: Jesús era perfecto; Jesús no necesitaba bautizarse, él era santo, era sin pecado, sin embargo, nos dio su ejemplo, para que de ésta manera nosotros entendamos que debemos bautizarnos. Si Jesús no necesitaba bautizarse porque era santo y era sin pecado, entonces: será que nosotros, siendo pecadores, ¿no necesitamos el bautismo? La respuesta es si, por supuesto, tenemos que bautizarnos.

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San Mateo 3: 13-16 nos dice: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Y Juan se oponía diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús respondió: Deja por ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia.

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Entonces Juan consintió. Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua; y en ese momento el cielo se abrió, y Jesús vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.”

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2. El bautismo es un requisito para la salvación: Marcos 16:16 nos dice “El que cree y es bautizado será salvo, pero el que no cree será condenado”

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a) Experiencia de Felipe y el Etíope: la encontramos registrada en Hechos 8:26-40 de donde nosotros podemos extraer muchas lecciones importantes que nos harán entender el porqué de la necesidad del bautismo.

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b) El Espíritu Santo mandó a Felipe al desierto: Eso involucra que Dios nos busca donde estemos. Este hombre iba por el camino que desciendo de Jerusalén a Etiopia, el cual era desierto, y el Espíritu Santo mandó a Felipe a buscarlo en ese lugar apartado.

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Interesante es que Dios nos busca en donde estemos, incluso nos busca en nuestro desierto; nos busca en nuestros problemas; nos busca en donde andemos; a Dios no le importa donde estás metido, él te va a buscar.

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c) Dios conocía lo que el Etíope pensaba: Pues la Palabra de Dios dice que iba leyendo una parte de la Escritura. Él estaba pensando en acercarse a Dios. En su conciencia necesitaba a Dios; es probable que tenia muchos problemas sin resolver; es probable que era un cristiano sincero y honesto que estaba buscando a Dios, y Dios, entendiendo la necesidad de este hombre,

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sabiendo lo que pensaba o necesitaba, fue a buscarlo. Así es mi querido amigo, es posible que tú estas creyendo que Dios no sabe lo que piensas; pero Dios conoce tus pensamientos, Dios sabe lo más íntimo de tu corazón, y si eres sincero y honesto Dios te buscará, porque quiere salvarte. Él conoce tu corazón.

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d) Sabía que tenía muchas dudas: Sin embargo el Señor aclara nuestras dudas, pues un corazón con dudas, es una oportunidad de Dios para sacarlo de las dudas y explicarle cuál es la verdad. Si tu estás buscando la verdad, Dios te habrá de buscar; es posible que te busque a través de un

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amigo, que te busque a través de un hermano, que te busque a través de tu esposa, que te busque a través de tus hijos. Dios te buscará, porque él desea hablarte y tiene mil maneras de hacerlo.

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e) Dios sabía que este hombre era pagano pero era sincero: Todos somos pecadores, nadie en este mundo puede decir que es bueno, pero la Palabra de Dios dice que Jesús vino a salvar a los pecadores. No vino a salvar a los buenos, y aunque este hombre era pagano y para los judíos estaba destituido de la gloria de Dios, para Dios

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no es así, porque Dios ve en cada corazón de todos los seres humanos, de toda la humanidad, un ciudadano para el reino de los cielos.

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f) Dios sabía que podía ser un verdadero discípulo: Él tenía planes para este hombre, en Etiopía no se había predicado la palabra de Dios todavía. Él era una punta de lanza para que mucha gente en ese lugar conociera la palabra de Dios, incluyendo a la reina a la cual él servía. Como consecuencia, Dios utilizó los medios que tenía a la mano, entre ellos a Felipe y la conciencia de éste y el Espíritu Santo,

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para poder convertirlo y que fuera un verdadero discípulo. Si tú te bautizas y te entregas a Cristo Jesús, por favor, no te quedes solamente como un espectador; porque entonces te morirás espiritualmente. Tienes que convertirte en un discípulo que lleve a otros al conocimiento de la palabra de Dios, de otra manera, lamentablemente, morirás espiritualmente.

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g) Finalmente el Etíope se bautiza: Cuando ven por el camino que hay agua suficiente, él entonces le dice a Felipe: aquí hay suficiente agua ¿que impide que yo sea bautizado?; y entonces Felipe le dice: si crees de todo corazón bien puedes. En ese momento, Felipe no le dijo tienes que guardar la ley, tienes que hacer esto, tienes que hacer lo otro… No. Sencillamente le dijo el requisito número uno que debe tener todo corazón:

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“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…”. Y el hombre dijo: Creo que Jesús es el Hijo de Dios, y ese hombre fue bautizado. El bautismo es ala demostración de la justificación de la persona. Es el reconocimiento de que Jesús es nuestro salvador. La obediencia, que es parte de la santificación, viene como resultado de la justificación. Tú jamás podrás ser obediente si

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no eres justificado primero. Dios desea que primero tú seas justificado y él te ayudará a obedecer con su Santo Espíritu en tu corazón.

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3. Como actúa Dios con nosotros: Dios sabe dónde estamos y qué hacemos, el Espíritu Santo nos busca. Romanos 8:26 nos dice: “Además el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque no sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Que maravilloso esto. El Espíritu Santo nos busca aunque nosotros ni siquiera sepamos que lo está haciendo.

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a) Dios nos saca de las dudas. Sabe si somos o no somos sinceros, Él conoce nuestro corazón. Juan 16:7 y 8 dice “Sin embargo os digo la verdad: os conviene que me vaya porque si no me fuera, el Espíritu Santo no vendría a vosotros, pero al irme os lo enviaré; y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.

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Eso significa que el Espíritu Santo discierne nuestros pensamientos y aunque estemos allá en las barracas, aunque estemos en las borracheras, aunque estemos en los prostíbulos, aunque estemos, donde estemos, embarrados en medio del pecado, el Espíritu Santo sabe lo que pensamos y si hay una luz,

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aunque sea pequeña, aunque sea imperceptible de un corazón que quiera arrepentirse, el Espíritu Santo nos busca.

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b) Dios nos ayuda a arrepentirnos: El arrepentimiento no es un producto humano, es un producto divino, no es que a ti se te antoje hacer esto o aquello para buscar a Dios, no. Dios te busca y te ayuda a arrepentirte. Filipenses 2:13 dice: “Porque Dios es el que obra en vosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad”. Es Dios es el que hace todo en nuestro corazón.

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c) Y finalmente Dios espera que nos bauticemos: Por eso en Hechos 22:16 encontramos uno de los versículos más extraordinarios de la biblia, donde el señor nos dice: “…ahora pues que esperas, levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre”. ¿Qué esperas? Es una pregunta muy importante. ¿Qué esperas? Levántate y bautízate y lava tus pecados.

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4. Los obstáculos que la gente pone para no bautizarse.a) Algunos dicen ya me bautizaron mis padres cuando era un bebé: pero el bautismo cuando eres un infante no involucra arrepentimiento.

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Seguramente tú solamente sabes que te bautizaron porque te entregaron tu Fe de bautismo; pero tú no experimentaste arrepentimiento, no experimentaste una nueva vida, no experimentaste lo que significa salir del pecado.

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b) No quiero cambiar de religión: Qué bueno que Dios no vino a cambiar religión, ni vino a inventar religiones. Cuando Cristo venga por nosotros a esta tierra, solo habrá dos tipos de personas: los que creyeron en él y serán salvos, y los que no creyeron en él y serán condenados. Solo estarán las ovejas y los cabritos; solo estarán los

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creyentes y los incrédulos; solo estarán los salvados y los perdidos; nada más. Y para que tú seas salvado necesitas tener a Cristo Jesús como tu salvador.

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c) Voy a caer, es muy difícil ser cristiano: Todos caemos. La clave del cristianismo no es nunca haber cometido un error, sino que, si yo caigo, el Espíritu Santo, si estoy en la disposición de que él me ayude, me vuelve a levantar. Seguir adelante, hay un dicho que dice: “es mejor llegar de rodillas al cielo, que corriendo al infierno”.

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d) Para andar como otros que yo conozco que son bautizados, mejor no, no quiero condenarme, así estoy bien: Esto solamente es un pretexto. Un pretexto que utilizamos mirando los defectos de los demás. Pero tú no viniste aquí a ver a tu hermano, no viniste aquí a ver a ver a tu amigo, no viniste aquí a ver a los demás; tú viniste aquí

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a encontrarte con Cristo Jesús y el único en el cual no hay defecto es él, porque todos los demás somos pecadores, todos los demás somos defectuosos. No te fijes en tu hermano, no te fijes en tu amigo, no te fijes en tu esposa, no te fijes en nadie porque vas a encontrar errores, y si te fijas en ti, vas a encontrar muchos más. Por eso, si tú te bautizas tienes que mirar a Cristo

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Jesús; él es tu ejemplo, él es tu modelo, él es a quien tienes que seguir, a nadie más. Deja de tener este pretexto porque éste no es un obstáculo verdadero para que no te bautices.

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e) Tengo dudas de cómo bautizarme: Es probable que tú pienses que te vamos a meter en un tambo o que te vamos a ahogar, hay muchas formas. Recuerdo perfectamente a una persona que me dijo: “pastor, yo no quiero bautizarme, porque mi esposo me ha dicho que a los que se bautizan les ponen un camisón transparente y los meten a la pila bautismal y cuando salen, su cuerpo

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queda pegado al camisón y todo mundo está mirando cómo va saliendo y a mí me da mucha vergüenza...”. Esa no es la forma correcta de bautizar. Dios nos ha dicho claramente cómo bautizarnos y cuando tú te bautices, tendrás una bata oscura o con tu misma ropa pasarás al bautismo y en lugar de que alguien se mofe de ti,

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todo mundo estará contento de que tú estarás entregando tu corazón a Cristo Jesús. Y si alguno no está contento de que tú te bautices, no te preocupes, lo importante es que tú le entregues tu corazón a Cristo Jesús.

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f) Qué pasa si después no encuentro trabajo: La Palabra de Dios dice: “…Que no hay justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan…”. Dios conoce tu necesidad, Dios sabe que tienes que comer, Dios sabe que tienes que sustentar una familia y Dios proveerá.

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Él nos manda que seamos fieles, ahora es problema de Dios encontrarnos trabajo; y si nosotros confiamos en él, el abrirá las ventanas de los cielos y dará bendiciones hasta que sobreabunden.

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g) Yo ya me bauticé grande en otra iglesia en el nombre de la Trinidad y la Biblia dice que solo hay un bautismo: La iglesia adventista del séptimo Día cree en el bautismo, y si tú ya te bautizaste con cierta edad en el nombre de la Trinidad y por inmersión en otra iglesia, y ahora estás conociendo más completamente la Palabra

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de Dios, no hay ningún problema, la iglesia adventista te puede aceptar mediante una profesión de fe; pero si no te bautizaste de esa manera que te estoy diciendo, entonces tendrás que volver a bautizarte, pero para que esto sea posible, tenemos que platicar y seguramente Dios tiene una salida para ti.

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h) No quiero dejar a mi amante: Ese es un obstáculo que muchos tienen, porque no quieren dejar el pecado, no quieren dejar el adulterio, no quieren dejar a la otra persona; pero eso significa muerte eterna. Jesús te invita para que tú te bautices. Puede ser que tengas a una persona a escondidas, puede ser que ni siquiera tu esposa o

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tu esposo lo sabe y lo tienes o la tienes por allí a escondidas y ahora tu conciencia te está diciendo que eso es pecado. Es el momento de abandonar tu pecado y entregarte a Cristo Jesús.

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i) Algunos padres dicen: “es muy niño no sabe lo que hace, que se bautice hasta que sea grande, hasta que haya probado el mundo”: Lamentablemente muchos de los niños que crecen sin tomar una decisión, finalmente, cuando son mayores no quieren saber nada de la iglesia. Yo puedo testificarles que la gran mayoría de los pastores de la iglesia adventista, fueron

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bautizados cuando eran niños, es una garantía porque la Biblia lo dice: “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de ella…”. Cuando somos niños, nuestro corazón se enternece con Cristo Jesús, albergamos en nuestro corazón el gozo de bautizarnos. Cuando se nos impide ser bautizados, entonces, posteriormente vendrán muchos obstáculos para que no seamos bautizados.

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No detengas a tu niño para que se bautice, es el momento para que lo animes porque después será demasiado tarde. El bautismo también sirve como un cerco de protección para no irse al mundo, porque cuando el niño es bautizado y está en la tentación de cometer un error, se acuerda que es bautizado y

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no comete ese error. Y si por alguna razón llega a cometer un error, recuerden que la Biblia dice: “…abogado tenemos para con el Padre que es Jesucristo el justo…”. Permite a tu niño venir a Jesús y no se lo impidas, porque de él es el reino de los cielos.

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j) Si mi cónyuge se bautiza, entonces yo me bautizo: Mi querido hermano y mi querido amigo, la salvación es individual. Si tu cónyuge se bautiza, ¡alabado sea el Señor!, pero si no lo hace, entonces tu estarás perdido. Acaso cuando Cristo venga tú le dirás:

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Señor, es que no me bauticé porque mi esposo no se bautizó. – Señor, es que no te acepté porque mi esposa no te aceptó; Señor no me bauticé porque mis padres no me dejaron; Señor no me bauticé por esto o aquello, ¡Por supuesto que no¡ Cada cual dará cuentas ante el tribunal de Cristo Jesús y si tú no te bautizaste, estarás totalmente perdido.

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Por eso te digo mi querido amigo, hoy es el momento cuando debes bautizarte. La Palabra de Dios dice que “…el que dejare padre, madre o esposa, o esposo, o lo que fuere, recibirá cien veces más, y la vida eterna…” Ahora, comprométete con Cristo Jesús.

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CONCLUSIÓN¿Qué harás ahora? ¿Seguirás igual, o te arrepentirás y vendrás a Cristo Jesús y lo aceptarás como tu Salvador?

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Jesús te dice en Apocalipsis 3:20 y 21 “Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré con él, cenaré con él y él conmigo. Al que venza, le daré que se siente conmigo en mi trono…”.

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Dios te está buscando. Ahora es el momento de arrepentirte. No dudes más, puedes volver a empezar; puedes tener una nueva vida, puedes borrar todo tu pasado y comprometerte con Cristo Jesús y entenderás que estar con Cristo Jesús es tener una nueva vida.

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El que está con Cristo Jesús, ahora es una nueva criatura, no te detengas. En esta noche, Cristo te invita para que pases y lo aceptes con todo tu corazón. Que Dios te bendiga.

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“LAS CUATRO CARAS DEL PECADO”

Tema VIII

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BASE BÍBLICA: Salmos 32: 1 y 2 “Dichoso aquel a quien es perdonada su transgresión y cubierto su pecado; dichoso el hombre a quien Jehová no culpa de pecado, y en cuyo espíritu no hay engaño”.

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INTRODUCCIÓN:Todos los seres humanos, en algún momento de nuestra vida, podemos utilizar máscaras para aparentar lo que queremos ser, aunque realmente no lo seamos; en esa lucha por querer que la gente nos vea como nosotros quisiéramos ser vistos, utilizamos a todos los que están a nuestro alrededor.

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A veces utilizamos a nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo pero también utilizamos a nuestro cónyuge a nuestros hijos; y en muchas ocasiones, cuando la situación ya es imposible sostenerla y un miembro de la familia finalmente estalla, entonces se descubre lo que en realidad la persona tiene en el fondo.

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John Pollel, un escritor jesuita declaró: “…Me da vergüenza enseñarte lo que soy, pero es todo lo que tengo”. Si, mis queridos hermanos, ante Dios es mejor ser genuinos, ser como somos, porque Dios sabe quiénes somos, dónde vivimos y cómo vivimos; y eso es lo maravilloso de nuestro Señor porque, a pesar de que él nos conoce como somos, nos ama de forma incondicional.

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Si usted supiera como soy realmente, ignoro si tal vez se defraudaría o tal vez se sentiría con sentimientos encontrados, pero el único que realmente sabe como soy verdaderamente, es Dios, y probablemente mi familia. Pero eso es lo maravilloso de nuestro Dios, que a pesar de que sabe que estamos luchando, sigue amándonos.

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CUERPO1. Hay cuatro situaciones en la que nosotros podemos caer al ser descubierto en nuestras faltas. Creo que eso podemos demostrarlo claramente a través del registro bíblico, en donde encontramos la actitud de un hombre que intentó ocultar su pecado, pero que lamentablemente, aunque no lo quería, salió a la luz y tuvo que tomar una decisión.

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La Palabra de Dios dice en 2ª Samuel 11:1-5: “Al año siguiente, al tiempo en que salen los reyes a la guerra, David envió a Joab, a sus siervos y a todo el ejército, y destruyeron a los Amonitas y sitiaron a Rabba, pero David se quedó en Jerusalén. Una tarde, se levanto David de su cama y se paseaba por el terrado de la casa real, y vio desde ahí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando.

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David envió a preguntar por esa mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías Hetheo. Y David envió mensajeros que la trajeran, y al llegar a David, se acostó con ella; cuando ella acababa de purificarse de su menstruación y ella se volvió a su casa. Y ella concibió y envió a avisar a David: Estoy embarazada”.

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Creo que es bien conocido por nosotros este relato bíblico. David ya no estaba siendo perseguido por el Rey Saúl, ahora se encontraba disfrutando de las delicias que le había dado el éxito, al haber conquistado el reinado de Israel; y como dice una escritora prolífera norteamericana llamada Elena de White “…Mente desocupada, taller de Satanás”.

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David, como ya no tenía que preocuparse por persecuciones, empezó a disfrutar de las delicias por haber conquistado el reino. Como consecuencia, aunque era costumbre que los reyes salieran a la guerra, él se quedó en Jerusalén, mientras que su ejército y sus generales estaban en guerra.

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Mientras estaba acostado en su cama, dice la Escritura; en la tarde, cuando hacía calor, salió a la terraza para tomar un poco de aire fresco, y una mujer que no tuvo el cuidado para no ser vista, más bien pareciera que deseaba que la vieran; había salido a bañarse al patio de su casa, y la casa de David estaba en lo alto. Por lo tanto, podía divisarse en las casas de alrededor lo que estaba pasando.

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David vio a esta mujer que se estaba bañando y lógicamente se estaba bañando desnuda; David se quedó mirando detenidamente a ésta mujer, y su corazón se llenó de un sentimiento que se le conoce como: codicia; David dio rienda suelta a su imaginación y empezó a pensar todo lo que podía hacer con esa mujer. De esta manera podíamos llegar a la conclusión que:

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David, antes de acostarse con ésta mujer, primero lo hizo en su mente, es decir, de alguna manera primero hizo un adulterio “vegetariano” y después llevó a la práctica sus pensamientos.

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David entonces mandó a llamar a sus siervos y les preguntó ¿quién es aquella mujer que vive en tal lugar? Sus siervos respondieron – Se llama Betsabé, es esposa de Urías, uno de tus capitanes. David entendió que ella estaba sola, como consecuencia pidió que la mandasen llamar; cuando ella se presentó frente al Rey, el Rey hizo proposiciones indecorosas, que al parecer, dice el relato bíblico,

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ella no puso mucha resistencia, puesto que David no era del todo feo. Entonces David se acostó con ella y cometió adulterio. David despachó a la mujer, como si fuera sencillamente una aventura más en la que estaba participando. Pero tiempo después, esta mujer le mandó avisar que estaba embarazada. Y entonces David empieza una lucha por tratar de salir de este problema.

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2. La forma en la que David intentó salir de su problema, fue como la de tantos seres humanos que tratan de esconder su pecado a fin de no ser vistos como ellos realmente son. Aunque sepan que su vida está podrida por dentro. David recapacitó en todo lo que podía perder.

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Así como recapacita todo pecador que después de haber cometido alguna falta, entonces le remuerde la conciencia, pero no quiere perder nada, no quiere enfrentar las consecuencias y trata de arreglarlo a su manera.

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David mandó llamar a Urías y le dijo: “qué bueno que viniste, eres un hombre trabajador, eres un hombre preocupado por el reino, yo no sé como pagarte y lo único que deseo es que descanses; que vayas a tu casa, que estés con tu esposa, que te laves las manos y los pies, y entonces después de haberte tomado algunos días, regreses a la guerra. Después de haberlo despachado, Urías no se fue a su casa, sino que se quedó a dormir a la puerta del palacio del rey.

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Al siguiente día, el chisme llegó rápidamente a los oídos de David, porque una de las cosas que más corre en esta tierra son los chismes, pareciera que corre más rápido que a la velocidad de la luz. Dijeron entonces a David: Urías no se fue a dormir a su casa, David mandó llamar a Urías y le preguntó: ¿Acaso no te mandé para que fueras a tu casa? –

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entonces Urías le contestó con una bofetada con guante blanco en el rostro de David y le dijo: por tu vida ¡oh! Rey, que no me pidas eso ¿cómo puedo yo ir a mi casa y acostarme en mi cama, y estar con mi esposa y descansar, cuando yo sé que el Arca del Señor está en tiendas de campaña; cuando sé que los hombres, los soldados de Israel, están en tiendas de campaña. Cuando sé que el ejército está en tiendas

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de campaña y yo aquí descansando y disfrutando mientras ellos sufren? Casi le estaba diciendo, tú debieras estar allá con ellos y no estar aquí, pensando solamente en el pecado, pensando solamente en cómo arreglar tus fechorías.

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David le dijo, bueno Urías, no lo tomes tan a pecho, tranquilo, vente al medio día, te invito a comer y entonces regresas. Así que al mediodía Urías se presentó en el palacio y David le dio de comer; el pobre Urías, al ver los manjares de la mesa del rey, comió. Seguramente que tenía mucha hambre, en el ejército seguramente no le daban suficiente comida y

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de las mejores, como las que estaban en la mesa del rey. Así que comió, pero David también le dio a tomar vino fermentado y lo emborrachó. Después de emborracharle lo mandó a su casa y le dijo: Ahora si Urías derechito, sin apartarte del camino a tu casa; pero Urías borracho o no borracho, se quedó dormir otra vez a la puerta del palacio.

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Lo que David quería era que Urías se fuera a su casa y entrara con su esposa y entonces decir que el niño que venía en camino no era de él sino de Urías, en su visita conyugal que había tenido en esa ocasión; pero las cosas no le salieron bien; David ya no sabía qué hacer.

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Urías no había caído en la trampa, entonces David, como a todo pecador, un error trae como consecuencia otro error, un pecado - otro pecado y el eslabón se hace muy largo; tomó la decisión de asesinarlo, de ser el asesino intelectual.

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3. Tomó su pluma, escribió una carta, selló la carta y la puso en un sobre y se la dio a Urías y le dijo: vete y se la das al general Joab, no puedes abrirla en el camino, es secreto de estado. Urías llevó esa carta sin saber que en ella, David había dicho a Joab, el general: pon a éste hombre al frente de la batalla y cuando esté lo más duro de la batalla, retira al ejército para que maten a este hombre.

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Lo que David planeó, se llevó a cabo y el pobre Urías fue atravesado con una lanza; y después de que llegó a David la noticia de que Urías había sido muerto, fue con Betsabé y la recogió, después que ella hipócritamente se vistió de luto.

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Todo el mundo aplaudió; qué lindo, qué bueno es el rey, que ha recogido a la pobre viuda para que no esté desamparada. Todo el mundo aplaudió, porque no sabía el fondo del problema, porque no tenía el contexto, porque no conocía la verdadera historia; y David pensó: de la que me libré, aquí nadie se dio cuenta, aquí nadie supo nada, aquí solamente yo sé lo que pasó. Aquí yo voy a cubrir mi pecado.

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Pero queridos amigos, podemos engañar a todo el mundo. Podemos utilizar a nuestros amigos. Podemos utilizar a nuestro cónyuge. Podemos utilizar a todos para engañar, pero hay uno solo al que no podemos engañar nunca y ese es a Dios Todopoderoso.

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Él nos conoce por dentro y por fuera. Somos delante de él como un vidrio transparente, no podemos escondernos; la Biblia dice: si me voy a lo profundo de la mar, ahí estas tú. Si me voy a las alturas de los cielos, ahí estas tú. Si me voy a lo profundo de la tierra, ahí estas tú. ¿A dónde iré que no estés Tú? Dios sabe qué hacemos, aunque estemos metidos en

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un garaje, aunque estemos metidos en un hotel, aunque estemos en lo oscuro, aunque estemos en un callejón, aunque estemos en el monte. Dios sabe lo que estamos haciendo, conoce nuestras vidas y conoce nuestra pecaminosidad.

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4. David pensó que todo había transcurrido y que ya todo eso era historia. Sin embargo, tarde o temprano las cosas salen a la luz. Cierto día se apareció el profeta Natán y le dijo: ¡Oh! Rey, he venido esta tarde para hablar contigo. El rey David respondió: cómo no, profeta de Dios, tú eres bienvenido, -es casi la presencia del pastor en la casa de un

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hermano-. ¿Qué se te ofrece? ¿Qué te doy? ¿Qué te sirvo? Natán respondió: no me des nada, solo quiero que juzgues con rectitud y con justicia. Hay dos hombres allá en el campo, uno que tiene vacas, ovejas y muchas posesiones y uno que es pobre. Sin embargo, un día vino un caminante a la casa de este hombre que tenía muchas posesiones y en lugar de tomar de lo mucho que tenía, fue y le quitó al pobre

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su única corderita que tenía, que alimentaba en sus brazos; y la cocinó y se la dio al caminante, y el pobre hombre se quedó sin nada. Dime ¡oh Rey! ¿Qué crees que merece este hombre?

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David, sin pensarlo dos veces, con su aparente manto de justicia se levanta y dice: vive Jehová que este hombre es reo de muerte. Y dice el versículo 7 y 8 del capítulo 12, “entonces Natán, replicó y dijo a David: Tú eres ese hombre, así dice Jehová Dios de Israel, yo te ungí por rey de Israel y te libré de mano de Saúl; y te di la casa de tu señor y las mujeres de tu señor en tu seno, además te di la casa de Israel y de Judá y si esto fuera poco, te añadiría mucho más.

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¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová y cometiste lo malo en sus ojos? A Urías Etheo heriste a espada y tomaste su esposa para que fuera tuya, y a él lo mataste con la espada de los Amonitas. Cuando David se vio descubierto, su rostro se demudó, cayeron sus brazos, quedó totalmente desvanecido en su sillón, al darse cuenta que, de Dios, no se puede esconder el ser humano.

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Querido amigo, es posible que en esta noche estés aquí presente y estés pensando: este pecado que yo tengo, esta falta que yo tengo, nadie la sabe, nadie la sabrá; solamente yo la sé. Yo debo decirte en esta noche que Dios conoce tu problema y Dios sabe en qué estás metido y te esta llamando que te arrepientas, antes de que sea demasiado tarde.

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Ahora debemos decir que David fue un miserable, fue malo, fue el peor de todos; fue un mentiroso, fue un hipócrita, fue un adúltero, fue un asesino; cuántos pecados tuvo David y sin embargo se va a salvar. Qué envidia podríamos tenerle a David que cometió todas estas cosas y sin embargo Dios lo salvará, porque tomo el camino correcto.

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Ahora mi querido amigo, hay algunas actitudes por las cuales nosotros podemos tomar decisiones, al vernos descubiertos en nuestros pecados o al saber que Dios conoce nuestro pecado.

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a) ACTITUD INDIFERENTE: Esta es la actitud que puede tomar el pecador, y decir, así soy yo y qué, es mi vida; a nadie le importa, yo hago con mi vida lo que quiera.

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Pero debo decirte mi querido amigo, que eso no es así; lamentablemente no es tu vida. ¿Dime qué es tuyo? ¿Dime qué es mío? ¿Tú casa, tus terrenos, o tu ropa o tú mismo cuerpo? Lamento decirte en esta noche que nada de lo que tienes es tuyo, todo es de Dios, y él puede quitártelo cuando él quiera.

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De Dios es la tierra, de Dios son las posesiones, de Dios es todo; de Dios es tu mismo cuerpo, tú no tienes ni siquiera un cabello de propiedad, porque Dios tiene contado, aún tus cabellos y él puede retirarte la vida y quitártela cuando lo desee. Ahora dime ¿qué es tuyo?, tuyo no es nada. Como consecuencia, en esta noche yo te invito para que dejes esa actitud indiferente y te humilles ante Dios.

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b) ACTITUD DE CULPABILIDAD. Esta es una actitud que experimenta todo pecador, que después de verse descubierto, se siente culpable, se siente humillado; ya no quiere presentarse ante Dios; se siente el más malo del mundo y dice: Dios no me va a perdonar, soy tan malo, soy tan culpable.

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Piensa que Dios no quiere a los malos, él es santo, solamente quiere a los buenos y yo no tengo derecho ni siquiera de levantar la vista.

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Puede ser que el diablo se acerque a ti y te diga: ¿no me digas que vas a ir a la iglesia?, ¿no me digas que vas a arrepentirte?, ¿no me digas que vas a leer tu Biblia?, ¿no me digas que vas a orar? Hipócrita, si tú bien sabes lo que hiciste, si tú sabes como estás. ¿No te da vergüenza lo que hiciste? Ahora vas muy santurrón delante de Dios para que te perdone. Dios no te va a perdonar. Dios quiere a gente buena y tú eres malo, ¡tú ya no tienes perdón!

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Debo decirte en esta noche, mi querido amigo, que si el diablo te ha insinuado estas palabras, no te preocupes, Dios tiene salvación para ti, pues Dios ha dicho en su Palabra: “…No he venido a llamar a justos, he venido a llamar a pecadores al arrepentimiento…”. Si, mi querido amigo, Dios te puede perdonar. Deja esa actitud de culpabilidad.

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c) ACTITUD TIBIA. Esta actitud es una de las peores que puede tomar una persona, pues es una actitud de conformismo. Es esa actitud en la que nosotros sabemos que hemos cometido errores y pecados. Nos arrepentimos momentáneamente y vamos a la iglesia. Pedimos perdón, pero luego regresamos a nuestra antigua vida y seguimos cometiendo los mismos

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errores, los mismos pecados y otra vez nos sentimos culpables, vamos, pedimos perdón, pero regresamos y hacemos lo mismo. Damos vueltas en las mismas cosas, y entonces no somos ni fríos ni calientes.

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Dice la Palabra de Dios que lo tibio lo vomita de la boca, se convierte en una asquerosidad ante los ojos de Dios. Porque Dios no quiere que estemos con corazones divididos, con corazones indefinidos en dos pensamientos. Él quiere que nos arrepintamos de todo corazón, porque quiere perdonarnos.

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d) ACTITUD DE ARREPENTIMIENTO. Esta es la mejor actitud que puedes tomar, esta es la actitud que asumió David. Por esa razón David fue perdonado; en ese momento cuando fue descubierto su pecado, dice la Palabra de Dios en el Salmos 51, que David entonces exclamó y dijo: “Ten compasión de mí ¡oh!

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Dios, conforme a tu amante bondad, conforme a tu inmensa ternura borra mis transgresiones. Lávame a fondo de mi maldad y límpiame de mi pecado. Porque reconozco mis transgresiones y mi pecado esta siempre delante de mí. ...(Vers. 10) ¡Oh Dios! Crea en mí un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí; no me eches de tu presencia y no retires de mí tu Santo Espíritu…. (Vers. 17) ¡Oh Dios!

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El sacrificio que tú aceptas es: el espíritu quebrantado, tú no desprecias al corazón contrito y humillado”. Hay cuatro cosas que quiero resaltar de lo que David hizo.

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1. A Dios no tenemos que convencerlo para que tenga compasión de nosotros, pues él es bondadoso y él quiere perdonarnos.2. David dijo: reconozco todo mi pecado. Lo primero que tenemos que hacer es reconocer nuestra falta, reconocer que hemos hecho lo malo, reconocer nuestra pecaminosidad, reconocer nuestra maldad, reconocer nuestra suciedad.

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3. David se arrepiente de todos sus pecados. David no solamente reconoce, sino se arrepiente. Arrepentirse, es dar media vuelta a nuestra vida, es dar 180 grados de vuelta a nuestra vida para ya no seguir pecando. Es sentir dolor por el pecado cometido; es apartarnos de la maldad que estamos cometiendo en forma total y completa y arrepentirnos de todo corazón.

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4. Es aceptar el perdón de Dios, porque él dice en su palabra que él acepta el corazón contrito y humillado y no lo desecha. Mi querido amigo, la mejor actitud que podemos tomar en esta noche es la de arrepentimiento; no importa cómo estás, no importa dónde estás, Dios te puede perdonar.

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CONCLUSIÓN.No sé como estás en esta noche, no sé qué actitud estás tomando en tu vida. Es posible que en esta noche tengas una actitud indiferente, es posible que hayas tomado más de una vez una actitud de culpabilidad. Tal vez estoy hablándole en esta noche a un hombre que está en una condición tibia, en dos pensamientos.

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Pero Dios te invita en esta noche para que tomes la cuarta actitud, la actitud del arrepentimiento; la actitud del abandono del pecado, la actitud de reconocer tu falta y venir humillado ante el altar, ante Cristo Jesús por que él te quiere perdonar de todos tus pecados. Hay alguien en esta noche que, junto conmigo le quiere decir al Señor:

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Padre, yo me arrepiento de todos mis pecados. Padre, yo quiero rogarte que me perdones todos mis pecados. Si eres tú, te invito para que en esta noche pases aquí al frente y le digamos al Señor que ponga en cada uno de nosotros su mano de amor, su manto de justicia y seamos perdonados como David y regresemos a nuestra casa justificados por su Gracia. Oremos.

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