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Panorama general de la agroindustria en México
[LA agroindustria tiene en nuestr{l país una larga historia. Remontándose, para ciertos autores, hasta la época prehispánica, donde
ya existían algunos procesos artesanales de transformación de productos agropecuarios (fermentación, secado, curtido, teñido, etcJ. No obstante, podemos señalar con mayor precisión sus antecedentes en la Colonia, con la producción de harina de trigo, azúcar, vinos, cueros, colorantes y, muy especialmente, textiles. Ya para el porfiriato las agroindustrias habían crecido notablemente, destacándose: la algodonera textil, la henequenera y la pulquera, entre otras.
Así, el desarrollo de la industria en México estuvo caracterizado por la existencia de dos sectores: el extractivo (petróleo, minería, etc.) y el agroindustrial; a tal grado que hasta 1930, la planta industrial mexicana estaba conformada casi exclusivamente por estas dos ramas, aunque, naturalmente, dominada por el primero.
Sin embargo, los orígenes de la moderna agroindustria en México se ubican en los años cuarenta formando parte del proceso general de industrialización bajo la modalidad de la sustitución de importaciones y apoyo estatal. También, por aquellos años la agricultura tiene un impulso al "modernizarse", para poderse acoplar y complementar con el desarrollo industrial proporcionando, por una parte, materias primas y bienes-salarios baratos y, por otra, productos de exportación que pudieran financiar, por lo menos parcialmente, la importación de maquinaria requerida para el proceso de industrialización.
De esta manera surge una planta industrial con problemas estructurales de origen. No es un resultado "natural" del desarrollo económico general que por si solo dé un salto adelante que lo lleve a la industrialización, sino que el proceso se da en parte desde "afuera", impulsado por el Estado. No nace de la generación de una tecnología propia, sino de la adopción de técnicas extranjeras. Tampoco aparece como una industria básica que dé pie y sirva de impulso a otras ramas .
Lo mismo reza para la agroindustria. No se conforma a una planta agroindustrial que se encamine a la satisfacción de las necesidades básicas de la población (alimentos, calzado, textiles, etc.) o de servir articuladamente con otras ramas para proporcionarles materias primas. En este periodo las agroindustrias empiezan dirigiéndose a la exportación, pero paulatinamente se van orientando hacia el mercado interno.
JESUS CARLOS MORETT SANCHEZ*
El proceso general de industrialización, con su consecuente urbanización, impulsa y retroalimenta el crecimiento de la agroindustria. El cambio de vida en las ciudades y la creciente incorporación de la mujer al trabajo, hace que aumente la demanda de productos alimenticios de fácil elaboración (enlatados, pastas, etc.) y se vaya perdiendo la costumbre de confeccionar domésticamente la ropa, huaraches, etc., lo mismo la preparación de ciertos alimentos. De esta forma el crecimiento urbano-industrial impulsa el crecimiento agroindustrial.
Existe otro elemento coyuntural que explica el desarrollo acelerado, durante esos años, de la agroindustria: la Segunda Guerra Mundial. Dado el conflicto bélico, Estados Unidos vio cortadas algunas de sus fuentes tradicionales de abastecimiento (sobre todo de productos alimenticios tropicales y de algunas materias primas) y vuelve sus ojos ávidamente hacia México y el resto de América Latina; se abren de par en par las puertas de Norteamérica para productos tales como azúcar, copra, algodón, caucho, café, frutales, henequén, etc. Varios de estos productos se exportan en fresco, pero otros reciben algún tratamiento industrial. Se da así una agroindustrialización "al vapor" para satisfacer las enormes necesidades del mercado estadounidense; de la noche a la mañana surgen diversas agroindustrias (algunas de ellas de capital extranjero) con técnicas rudimentarias, escasos controles de calidad, carentes de una mínima planificación, etc. Pero cuya producción es demandada y consumida.
Es la "época de oro" de las exportaciones agropecuarias y agroindustriales hacia Estados Unidos y tal es la magnitud de la demanda y la fiebre explotadora que el Estado mexicano tiene que intervenir para regular la producción y el comercio de bienes como el azúcar y el algodón como única medida para evitar el desabasto interno.
Acabada la guerra, y precisamente por las características en que se dio la agroindustrialización, muchas de estas empresas se ven obligadas a cerrar por no poder competir con los abastecedores tradicionales de Estados Unidos que han normalizado su comercio.
Así, la agroindustrialización se da de una manera desarticulada y en ciertos sectores "al vapor"
*Catedrático-investigador del Depto. de Sociología Rural UACh.
por la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial.
Dentro de este marco avanza la agroindustrialización a un ritmo de crecimiento del 6.8% de 1960 a 1965, de 7.06% de 1965 a 1970, de 4.4% en el periodo 1970-1975; lo que representa un promedio de crecimiento del 6.12% anual entre 1960 y 1975 de 5.1% en el periodo 1970-1981.
El modelo de industrialización sustitutivo y todas las prerrogativas concedidas por el Estado favoreció no sólo a empresas nacionales, sino también a la implantación de nuevas compañ í as extranjeras (norteamericanas en su mayoría) y la expansión y consolidación de otras establecidas antes de 1940. Así, la inversión extranjera directa en la agroindustria se incrementó de 58 millones en 1954 a 174 millones en 1960, y de ahí a 517 millones en 1970, para llegar a más de 917 millones en 19791 .
Estas empresas transnacionales han logrado colocarse en pocos años en posición de líderes en ciertas ramas estratégicas (como la alimentaria) e incidir significativamente sobre el modelo y las características de la agroindustrialización; además sobre ciertas pautas de la producción agropecuaria.
En México el crecimiento y profundización del proceso de agroindustrialización se expiica tanto por razones de índole internas como externas. En lo interno se inscribe en un contexto caracterizado por la amplia gama de factores que configuran un ambiente favorable para la industrialización. La disponibilidad de una oferta abundante y barata de materias primas, los mínimos mecanismos organizativos y de negociación de la inmensa mayoría de los productores agrícolas, los abundantes recursos financieros disponibles y las poi íticas estatales de apoyo indiscriminado a todo tipo de empresas. Esto por una parte; por otra, al desarrollo de la vida urbana corresponde un aumento en la demanda de alimentos preparados o con cierto grado de transformación.
Dentro de los factores externos que explican el gran crecimiento de la agroindustria se encuentra una favorable situación en el mercado mundial de alimentos y, sobre todo, a partir de los años setenta, la afluencia de grandes masas de capital de los países centrales que buscan valorizarse en la industria mexicana.
En síntesis, el proceso de agroindustrialización se caracteriza por:
1) Un crecimiento dinámico pero acentuadamente desigual; que ha generado la producción de bienes de consumo suntuario o para sectores de altos ingresos, en detrimento de productos de consumo general izado.
2) Una aguda concentración de la producción y la propiedad al interior de la estructura agroin-
1 García de la Fuente, Alberto: "1 nversi6n extranjera y empresas transnacionales en la agroindustria: alternativas para su regulaci6n". pp. 186-188. En: Echeverría, R. (Coordinador). "Transnacionales, agricultura y alimentación" Edit. Nueva Imágen. México 1982.
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dustrial que ha favorecido la consolidación de oligopolios y la polarización al interior del sector.
3) Un proceso de desnacionalización de la planta agroindustrial, a la par del uso de tecnologías extranjeras.
4) Altos grados de centralización y control de la fase de procesamiento de la "cadena agroindustrial", en detrimento de la pequeña industria y los agricultores.
5) Un patrón tecnológico que ha privilegiado el uso de capital sobre el empleo de la mano de obra, por lo que las posibilidades potenciales del empleo derivadas del desarrollo agroindustrial en gran medida han sido nulificadas.
6) Inducir cambios en la producción agropecuaria y forestal que han incidido en el cambio de patrón de cultivos hacia la producción de materias primas en detrimento de la de productos básicos.
7) Una importante exportación pero cada vez más controlada por el capital transnacional.
ARTICULACION AGRICULTURA - INOUSTRIA
El capital requiere para su reproducción de una adecuada relación entre la agricultura e industria, toda vez que en términos generales, la primera abastece a la segunda de materias primas y bienes de consumo. Sin embargo, esta articulación reviste diversas modalidades, obteniéndose muy variados y distintos grados de integración entre una y otra. Presentándose la tendencia a la subordinación de la agricultura a la industria, dado que, generalmente, la segunda se encuentra más desarrollada que la primera y, por tanto, la somete a su lógica y la subordina al extraerle excedentes; revistiendo, sin embargo, esta tendencia múltiples contradiccciones.
Rosa E. Montes de Oca y José Zamoran02
plantean la existencia de tres periodos en la articulación agricultura-industria en México.
La primera fase caracterizada por una estrecha relación entre la agricultura y la industria va de los inicios del proceso de industrialización, en la década de los cuarenta, hasta mediados de la década de los cincuenta donde las ramas industriales "tradicionales" (alimentos, textiles, calzado, bebidas, madera, cuero, imprenta y tabaco) propiciaban con su dinámica una expansión importante de la producción agrícola. "En este periodo, estas ramas conducían, en gran medida el proceso industrializador; daban cuenta del 72% de la producción, de 61 % de la demanda interna, y de 80% de las exportaciones ... 3"
De las ocho ramas tradicionales señaladas los
2 Montes de Oca, Rosa Elena y Zamorano Ulloa, José: "La articulaci6n agricultura-industria en los principales granos y oleaginosas". p.p. 57-59. En: Revista "Economía Mexicana" NO.5 CIOE México 1982.
3 Montes de Oca, R.E. y Zamorano Ulloa. Op,cit. p. 58.
alimentos, bebidas, textiles, calzado y vestido aportaban el 86% del producto; "Las clásicas ramas productoras de bienes salario y que tienen efectos directos de arrastre hacia la producción agrícola, pues el tipo de productos que procesan son los típicos insumas de origen agropecuario (grano, frutas, carne, leche, fibras, cuero, madera, etc-l"4_
La segunda fase (1955-1965) se inicia cuando la dinámica del proceso de industrialización va orientándose hacia ramas intermedias (qu ímica y metálica básicas, minerales no metálicos, papel y hule) y nuevas (transporte, productos metálicos, maquinaria y aparatos eléctricos, y maquinaria no eléctrica); son ramas que en su mayoría están orientadas a la producción de bienes de consumo durable_
En esta fase, la articulación general entre agricultura-industria se va debilitando y se hace menos directa en la medida en que" __ . la dirección del proceso industrializador es tomada paulatinamente por ramas que no ejercen, al menos tan directamente, aquellos efectos de arrastre hacia el sector agrícola"s. Es decir, las nuevas ramas requieren de insumas que no son fundamentalmente de origen agrícola y, en esa medLda, la capacidad de influir hacia la agricultura es menor en relación a las ramas tradicionales.
"La heterogeneidad estructural, que se acentúa a partir de esta etapa, va propiciando un modelo industrial que tiende a aminorar la importancia relativa de tal articulación, toda vez que las ramas tradicionales tienden a rezagarse con respecto a las nuevas e intermedias"6.
En esta etapa la industria en su conjunto no influye directamente sobre la agricultura, lo hace sobre las ramas tradicionales (productoras de bienessalario) ya que su desarrollo al generar un importante efecto sobre el ingreso (y al ampliarse las ciudades) aumentó la demanda sobre los bienes salario que aquellas producen, de esta forma el efecto del conjunto de la industria sobre la agricultura se va volviendo indirecto.
La tercera fase va de 1965 a la década de los setentas donde se nota un proceso de desarticulación. El proceso de industrialización sigue dominado por las ramas intermedias y nuevas (en especial por es· tas últimas) las que continúan incrementando su parti· cipación en la producción, mientras que las tradicionales disminuyen todavía más su peso relativo.
"La polarización en el sector industrial continúa profundizándose ... por otro lado, el efecto empleo pierde impacto sobre la demanda de bienes-salario en relación a las etapas anteriores; el tipo de remuneraciones ... no son las más favorecidas para la demanda de bienes de consumo no duradero, y dentro de ellos, de bienes-salarios"7.
En el proceso de desarticulación tiene un
4 Montes de O . R. y Zamorano, J . Op. cit. p. 58.
S Ibidem.
6 Montes de Oca y Zamorano, J. Op. cit. p. 58.
7 Ibidem. p. 59.
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papel fundamental el comportamiento del sector agrícola, al entrar en crisis la producción de granos básicos provoca que se den fuertes importaciones. " ... ello constituye una muestra de cómo se filtran hacia el exterior los posibles efectos de arrastre de la demanda industrial sobre la agricultura como resultado de la insuficiencia interna"! .
En síntesis, podemos señalar que entre 1940 y 1965 se da en términos generales una adecuada integración de la agricultura con la industria. La primera proporcionaba, junto con un gran mercado, alimentos y bienes salario baratos. En una época en donde la "productividad campesina" era suficiente para mantener bajos los salarios; aportaba excedentes que al exportarse posibilitaban, por lo menos en parte, financiar la importación de maquinaria e insumas que el proceso de industrialización requiere . Además, como la "fase extensiva" del desarrollo industrial no requiere de una fuerza de trabajo con altos grados de calificación (sobre todo en ciertas ramas como por ejemplo la de la construcción) una parte de la población rural recientemente descampesinada podía ser absorbida por la industria. Durante dicho periodo la agricultura cumpl ía funciones que beneficiaban al conjunto de la industria.
En los últimos veinte años aparece un nuevo proceso de articulación agricultura-industria; caracterizado ya no por una relación directa de la agricultura con el conjunto de la industria, sino por una mayor inte~ gración a la agroindustria. El que hoy las ramas industriales de punta no "arrastren" inmediatamente a su dinámica a la agricultura no significa que ésta no sea influida por la industria. Por el contrario, se trata de una mayor adecuación a la parte de la industria que más tiene que ver con el sector rural: la agroindustria. De esta manera, más que una "desarticulación" se trata de una "rearticulación".
Una nueva articulación contradictoria, sin duda, porque las ramas que someten a su lógica a la agricultura no son precisamente las de punta. Veámos como se dio este proceso.
La dinámica y acelerada industrialización sustitutiva que, se efectuó en México fue en parte posible porque a lo largo de veinticinco años la agricultura cumplió eficientemente .con las funciones que la reproducción de capital global le impuso: servir de soporte al desarrollo industrial. Sin embargo, para 1965 se pone en evidencia que el sector agrícola empieza a ser infuncional al tener ritmos de crecimiento de la producción inferiores a los del aumento de la población. El modelo implementado desde 1940 empieza a agotarse y sobrevive la crisis.
En el estallido de la crisis intervienen causas de tipo estructural y coyuntural. La principal causa estructural es la baja en la renta y la disminución de la tasa de ganancia del capital agrícola. Las causas coyunturales son: la disminución en los precios y en la demanda de cultivos de exportación como consecuencia de la sustitución de fibras naturales por artificiales, lo
! Montes de Oca R. y Zamorllno, J . Op. cit. p.59.
que afecta principalmente al henequén; la fuerte competencia en el mercado algodonero mundial y el descenso en los precios de éste; los cambios en la agricultura de los países centrales que ahora producen a precios competitivos artículos que antes importaban; todo lo anterior aunado a la crisis internacional que repercutió en la disminución de la demanda de productos tradi.cionalmente de exportación como café, algodón, hortalizas y frutales.
Para estimular la producción agrícola, el Estado se ve obligado a aumentar los precios de garan· tía de varios cultivos, poi ítica que provoca un incremento en el precio de los bienes salario y, consecuentemente, una alza en las percepciones de los trabajadores. Esta situación pone fin a la proverbial estabilidad de los salarios en nuestro país.
Por el lado de la generación de divisas, la agricultura ya no aporta más que en mrnima parte la moneda extranjera que la industria requiere cada vez en mayores cantidades, ya no sólo para maquinaria, patentes y tecnología sino también para la creciente importación de algunos insumos que las nuevas ramas necesitan.
La agricultura, que había sido uno de los sóstenes (el otro es la superexplotación del proletariado industrial) de una industrialización extensiva, se vuelve cada vez más incompatible con la nueva fase de la industrialización intensiva (empleo de tecnología avanzada, alta composición orgánica de capital, insumos importados y producción en importante escala para la exportación) que empieza a perfilarse para el país y que incluye una incipiente incorporación al mercado mun· dial de productos industrializados como resultado de la masiva inversión de capital monopolista extranjero. "La modalidad de explotación minifundista-ejidal en el agro, cumple un papel fundamental en la acumulación de capital en México durante las décadas de los cuarenta y de los cincuenta, pero tendió a convertirse, posteriormente, en un obstáculo para el mismo, en la medida que la modalidad de desarrollo del capitalismo de tipo predominantemente intensivo ... comenzó a requerir del abaratamiento del precio de los alimentos, como condición para reducir el valor de la fuerza de trabajo. Esto resultaba poco menos que imposible dentro de la vieja' estructura agrari,a minifundista ejidal. En la cual, la presión sobre la tierra minó la productividad del suelo y en la que era cada vez más difícil extraer dosis crecientes de plustrabajo por los métodos tradi· cionales"9.
Se torna indispensable aumentar la produc· ción agrícola para adecuarla a las nuevas modalidades de la industrialización, que requieren de un abarata· miento de la fuerza de trabajo; además de que no es posible incorporarse adecuadamente al mercado internacional con una agricultura deficitaria, que induce a que los excedentes industriales o los del petróleo tengan que emplearse en la compra de alimentos en el extranjero.
9 Rivera, M.A. y G6mez, S.P. "México acumulaci6n de capital y crisis en la década del setenta" p. 75 en revista: Teoría y PoI(tica No. 2. México 1980.
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Las nuevas condiciones generadas por las recientes recomposiciones en el patrón de acumulación en los pa íses centrales y en la división internacional del trabajo, han propiciado el surgimiento en países periféricos como el nuestro, de industrias pesadas. Ello como resultado de la afluencia de capitales de los principales pa íses imperial istas, en donde por las tendencias internas a la sobreacumulación, se ven obligados a emigrar a países con menores composiciones orgánicas de capital y bajos salarios para poder seguir manteniendo altas tasas de ganancia.
Estos nuevos países producen ya no sólo para el mercado interno sino para la exportación, y sus posibilidades de crecimiento y desarrollo industrial están directamente relacionadas con su capacidad para concurrir al mercado internacional con mercancías a precios competitivos. La eficiente inserción al mercado mundial de productos industriales y su competitividad depende esencialmente de mantener bajos los salarios; además, naturalmente de elevar también la productividad.
En México, lo anterior ha impuesto la existencia de topes salariales y el control férreo del movimiento obrero; sin embargo, como esto no es suficiente para abaratar la fuerza de trabajo es indispensable que disminuyan los precios de los bienes-salario y fundamentalmente de los alimentos. Una agricultura en crisis no es capaz de satisfacer esta necesidad del capital. Es indispensable, por un lado, impulsar la producción de granos básicos para garantizar la autosuficiencia alimentaria; y, por el otro, aumentar los rendimientos de los cultivos.
Si hacemos una comparación entre los obreros y los campesinos, en los dos casos se torna necesario que aumente su productividad. De los obreros se busca obtener un trabajo más productivo impulsan· do métodos de extracción de plusval ía relativa. De los agricultores, a través de la imposición de paquetes tecnológicos para la mejora de su producción -consecuen· cia del crédito y de celebrar contratos con Bancos o empresas agroindustriales-, se busca incrementar sustancialmente los rendimientos, pero no así los ingresos de los productores. La agricultura campesina, se va transformando, de productora de alimentos baratos a proveedora de materias primas a bajo costo para la agroindustria.
"El viejo modelo de contribución de la agricultura a la industria caracterizado por la aporta· ción de alimentos baratos y divisas ... ha quedado atrás. Esta vía de contribución por el momento, está cancelada. Después de veinte años de iniciado el déficit de la producción de maíz, todavía es necesario"importar seis millones de toneladas durante 1987, mientras que los productos de exportación enfrentan cíclicamente condiciones desfavorables con una marcada tendencia al deterioro ... En cambio, la producción de materias primas como la soya, el sorgo, el cártamo, las hortalizas y frutas para conserva, enfrentan un mercado estable o creciente y constituyen el objeto central sobre el que se impulsa la modernización agrícola. Las materias primas para procesos agroindustriales constituyen hoy la
contribución principal de la agricultura al sector industrial" 10 _
De 1940 a 1965, la agricultura beneficiaba al conjunto de la industria, con la actual forma de integración se beneficia al capital situado en el sector agroindustrial, particularmente al ubicado en la rama de alimentos (en su mayoría transnacional)_ "Es pues una vía de dominio que restringe ia aportación de la rama (agropecuaria) a un sector particular de la industria, que no se encuentra a la cabeza del sector manufacturero en su conjunto"ll.
Los granos básicos y los cultivos de exportación no consiguen insertarse funcionaimente al sector industrial, en tanto que las materias primas sólo son funcionales a una sola rama industrial. "La relación entre la industria y la agricultura se vuelve más estrecha pues el proceso agrícola se integra al industrial en la agroindustria, pero a la vez que se profundiza, se vuelve parcial y selectivo" .
En estos 20 años la agroindustria sufre transformaciones importantes. En los años setenta se da un significativo proceso de estatización o "mexicanización" de un gran número de agroind.!Jstrias. El Estado interviene porque el dinámico proceso agroindustrializador (con sus efectos de concentración y centralización) tiende a incrementar aún más, la polarización al interior de la agroindustria y a acentuar el retraso en el sector tradicional de ellas; curiosamente aquellas que son abastecidas fundamentalmente por campesinos.
El Estado interviene en agroindustrias en crisis o decadentes, que no son atractivas para el capital individual, pero que son prioritarias porque algunas producen bienes-salario, o cumplen una definida función social. En otros casos, el Estado interviene en agroindustrias en donde las empresas veían en puerta fuertes conflictos agrarios y donde además la primera transformación no era muy rentable.
Asistimos, a una verdadera quiebra o desplome de la agroindustria mexicana tradicional; ingenios, desfibradoras de henequén, beneficios de café, molinos, despepitadoras de algodón, tinacales de pulque, fábricas de aguardientes, aserraderos, etc., si no han desaparecido, subsisten gracias a fuertes subsidios.
La estatización o "mexicanización" de las agroindustrias tiene mucho que ver con evitar un fuerte colapso económico o importantes movimientos sociales.
Por tanto, se están sentando las bases para un nuevo modelo de desarrollo agro industrial, en donde la agroindustria tradicional tiene muy poca cabida y donde la presencia del Estado tiende más a ser complementaria y amortiguadora de conflictos, que rectora.
En el transcurso de la década de los setenta se i¡,' c ia o se consolida la estatización de los procesos de transformación del café, hule, barbasco, tabaco, hortalizas, frutales. Algunas líneas de ganadería ejidal,
10 Rubio, V. Blanca: "Agricultura y Reorganización Industrial"_
11 lb id. p. 2. inédito . s/f.
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madera, caña de azúcar, algodón, henequén, copra y candelilla.
Al intervenir en estas agroindustrias el Estado sacrifica sus ganancias por la búsqueda de una estabilidad social en el campo; sin embargo, su participación no se dá en agro industrias estratégicas, por lo que en aras de garantizar a toda costa la paz social en el campo, el Estado permite que el dominio de la agroindustria alimentaria (prioritaria) se dé por empresas transnacionales.
Para los años ochenta la agroindustria sufre otra transformación: la reprivatización y más reccientemente, el impulso a su modernización. Es la reconversión industrial que busca orientar la planta industrial hacia la exportación; si en la década anterior se pretendió orientar a la agricultura hacia la producción de materias primas, ahora se busca la intensificación de la producción agroindustrial para hacerla competitiva a nivel internacional.
Un cambio muy significativo que se da durante este periodo, como veremos en detalle, es el dominio directo de la agroindustria sobre el sector agrícola a través de diversas formas de "integración vertical", siendo la más eficiente la llamada "agricultura de contrato"; por este expediente actualmente se controla y subordina a aproximadamente el 15% de los agricultores mexicanos.
La unidad agrícola antes vinculada con la industria indirectamente por el capital comercial; es actualmente dominada directamente por el capital financiero y/o productivo. Se introducen importantes cambios en las relaciones sociales de producción, convirtiéndose la agricultura de contrato en una mo!)ialidad agrícola del trabajo a domicilio, y transformando a los productores en cuasi-asalariados de las firmas agroindustriales.
No obstante, agroindustria tanto privada, nacional y transnacional, como estatal, todav fa se encuentra desarticulada de gran parte del sector agropecuario, e incide en forma muy desigual sobre la producción rural y sobre los distintos tipos de productores. Sin embargo, el que la influencia sea desigual y desarticulada no debe llevar a minimizar la influencia indirecta, mucho más difícil de cuantificar, de la agroindustria sobre la agricultura. Lo anterior se pone en evidencia al analizar el cambio en el patrón de cultivos; donde los cultivos básicos han dejado su lugar a los forrajes, granos y semillas oleaginosas. De esta forma, el desarrollo agroindustrial impacta a tal grado la agricultura que logra modificar el patrón de cultivos. (Ver Cuadro 1).
Finalmente, el desarrollo agroindustrial no repercute inmediatamente sobre la producción agrícola, el crecimiento de la agroindustria no corresponde en igual medida y proporción con el crecimiento agropecuario; se da una creciente desproporción entre ambos sectores y una tendencia hacia una mayor expansión de la producción manufacturera en relación con la del agro. Esta situación es así por dos razones fundamentales.
Una de ellas, es que entre la producción
CUADRO 1. P¡'incipales productos agrícol .. : superficie coteehada y porcentaje del total nacional (1970-1979).
Objetivo Superficie % Superficie % Variación 1970 1979
Ajonjol( 273768 1.8 321000 2.1 + 0.3 Algodón 411 172 2.8 376000 2.5 0.3
Arroz 149973 1.0 150 000 1.0 0.0
Cártamo 175391 1.2 494000 3.5 + 2.3
Cebada 224051 1.5 260000 1.7 + 0.2 (grano)
Frijol 1746947 11.7 988000 7.0 - 4.7 Ma(z 7439684 49.7 5916000 37.9 -11 .8
Sorgo 1216000 6.1 1579000 7.8 + 1.7 (grano)
Soya 111 754 0.8 428000 2.6 + 1.8
Trigo 886 169 5.9 600000 4 .0 1.9
FUENTE: "Información sobre aspectos geográficos, soclale. y jlconómlcos". Aspectos Económicos. Vo. 111. SPP-CGSEGI, MEX.
1983. y "Boletín Mensual de Información Económica. Vol. VI, No. 12.
agrícola y el producto final se interponen cada vez un mayor número de activ idades de transformación, por fo que a la parte agrícola le corresponde una porción paulatinamente menor en el valor del producto final.
La otra, es la tendencia a la sustitución de materias primas agropecuarias por sucedáneos químicos o producto de la biotecnología, como en el caso del azúcar por edulcorantes del maíz o por el aspartame·el sustituto del café obteniendo de la ocra, los sucedáneos de la vainilla y otros saborizantes, la obtención de cepas de microorganismos que aceleren la producción de queso y vino, etc., junto con la continuación del proceso de sustitución de fibras naturales por las sintéticas derivadas del petróleo. "El inusitado crecimiento (cerca del 30% promedio anual, de 1960 a 1975) de una nueva clase de actividad, la de saborizantes, jarabes y colorantes artificiales, afianza esa idea. Todo lleva a creer que, en el futuro, el desarrollo de algunas empresas transnacionales agroalimentarias en el mercado no se reflejará en un dinamismo equivalente de su demanda de productos agropecuarios, sino que ésta tenderá a aumentar a un ritmo más lento, en beneficio de la demanda de insumos químicos". 'l.
Nos encontramos, pues, ante un proceso no sólo de dominio de la agricultura por la agroindustria, sino que también de sustitución de la agricultura por la industria.
PRINCIPALES CARACTERISTICAS DEL SECTOR AGROINDUSTRIAL
Comportamiento de la producción
La agroindustria está constituida por alrededor de 70 mil empresas, las que transforman aproxi · madamente la mitad de la producción del campo y pro·
1'l Rama Ruth. "E I papel de las empresas transnacionales en la agricultura mexicana". p. 108.
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cesan más de cien productos de origen agropecuario. Su importancia dentro del conjunto de la economía es sif· nificativa ya que aportó el 11.3% del Pie y el 7% del personal ocupado entre 1970 y 1978; Y el 10.7% y 6.4%, respectivamente, para 1984. A nivel sectorial participó en 1960 con el 40% y el 1975 con el 31 % del Pie industrial. La agroindustria ha tenido un crecimiento promedio del 6.12 % anual entre 1960 y 1975 Y de 5.1 % en el periodo 1970-1981 ; la industria alimentaria creció a una tasa del 8.4 % de 1970 a 1975, y la agroindustria no alimentaria tuvo un aumento del valor agregado de 8.62% entre 1960 y 1975. La balanza comercial, no obstante ser favorable al sector, most ró una contracción al pasar de 500 millones de dólares en 1984 a 364 millones de dólares para 1985.
La participación de la agroindustria en la economía nacional ha disminuido en términos relativos; mostrando el crecimiento de su PIB un evidente comportamiento ciclico que se corresponde con la actividad económica en su conjunto. Sin embargo, la agroindustria presenta un comportamiento más estable que el resto de la econom{a al mostrar, entre 1970 y 1981, tasas de crecimiento promedio anual superiores al 5%.
"Un fenómeno característico de la actividad agroindustrial es el efecto amortiguador que tiene sobre la evolución de la economía en su conjunto. En tiempos de auge la agroindustria tiende a acompañar, pero rezagada, el crecimiento del Pie nacional y manufacturero. Así. por ejemplo, en el periodo 1982-1984 mientras que el Pie nacional y el manufacturero descendían a una tasa de -2 .3% de -5.1 % respectivamente, la agroindustria lo hacia a una tasa de apenas -0.9% debido fundamentalmente, al crecimiento de 5.1 % de la agroindustria alimentaria en 1982"13 .
El comportamiento diferencial de la agroin-
13 PRONADRI. Proyecto estratégico nacional de d_rrollo agroindustrial. 1986-1988 SARH. México 1986 p. 11.
dustria con respecto al conjunto de la economía, " ... crecer menos en auge y decrecer menos en periodo de crisis, obedece al tipo de relaciones que esta actividad tiene con el resto de los sectores, 'principalmente con el agropecuario y forestal, donde se encuentran productos de consumo básico1 4 •
Sin embargo, conforme avanza la crisis, que se manifiesta también con una drástica reducción del nivel de vida de la inmensa mayoría de la población, se contrae enormemente el mercado interno, lo que naturalmente afecta a la agroindustria. De tal suerte, que entre 1975 y 1986, el consumo per capita de carne de res disminuye en casi un 37% (pasa de 12.5 kg a 7.9); el de leche en un 25% (reduciéndose de 98 a 75 litros) y el de huevo en más del 8% (al bajar de 12 a 11 kg).
El dramático deterioro de los salarios conduce necesariamente a una disminución en la demanda y a cambios en el patrón de consumo; lo que se refleja claramente al analizar las tasas de crecimiento de la producción bruta en las industrias de alimentos y bebidas. El cambio en la dieta a supuesto entre 1980-1984, la disminución o abandono en el consumo de le-
14 1dem
che y productos lácteos, frutas y legumbres envasadas, carne, pan y galletas, harinas de maíz y de trigo, salsas y condimentos, dulces y arroz, entre otros productos alimenticios. Por el contrario se ha incrementado el consumo de tortillas de maíz, del café, de azúcar y, al fin tiempos de crisis, ... El de alcohol (siendo la producción de este último lo que más creció en el periodo señalado). (Ver Cuadro 2).
El crecimiento agroindustrial de México ha presentado una estructura desigual, registrándose un mayor dinamismo en los procesos que aportan productos no básicos en relación con los básicos, tanto alimentarios como no alimentarios. "Tal es el caso de la producción de bebidas alcohólicas cuya tasa media de crecimiento en el periodo 1975-1984 fue de 7.16%, siendo gran parte destinado a la exportación, mientras que la elaboración de productos cárnicos y lácteos, aceites y grasas comestibles registraron tasas medias de crecimiento de 2.9% y 5% respectivamente"15 .
Los diez tipos agro industriales más importantes: ganaderías, sacarígenos, forestal, cebada, fruta y legumbres, trigo, tabaco, maíz y leche, generaban para
15 "PRONADRI, Proyecto estratégico ... " p. 12.
CUADRO 2. Industria. alimantaria: tasas de crecimiento promedio anual da la producción bruta del sector manufacturero y de la industria de alimentos y bebidas 11970-19841.
Diferencia Grupos de actividad 1970/1984 1970-1980 1980/1984 1970/1980
1980/1984
TOTAL MANUFACTURA 5.0 6.8 0.6 -6.2 TOTAL ALIMENTOS Y
BEBIDAS 4.4 5.0 2.9 -2.1 TOTAL BEBIDAS 5.4 7.3 1.0 -6.3 TOTAL ALIMENTOS 4.2 4.5 3.3 -1.2 Carnes 3.1 3.1 3.1 No hay Leche, Crema, Mantequilla
y Queso 4.9 6.1 2.0 -4.1 Otros Productos Lácteos 6.2 9 .1 -0.7 -9.8 Frutas y Legumbres envasadas 3.4 4.9 -0.2 -5.1 Salsas y Condimentos 5.5 5.9 4.7 -1.2 Harina de Trigo 4.6 5.0 4.0 -1.0 Pan y Otros Productos de
Harina de Trigo 4.5 5.0 3.2 -1.8 Harina de Ma(z 12.8 14.1 9.5 -4.6 Nixtamal y Tortillas de Ma(z 3.8 3.2 5.3 2.1 Beneficio de Café 3.5 2 .9 5.0 2.1 Café, Café Soluble y Té 4.4 4.2 4.8 .6 Azúcar y Subproductos 2.6 1.8 4.7 2.9 Alcohol Etílico 7.6 6.4 10.5 4.1 Aceites y Grasas Vegetales 4.8 4.8 5.1 .3 Alimentos para Animales 5.5 7.3 1.0 -6.3 Dulces, Bombones y Confituras 1.6 3 .9 -3.1 -7 Preparación y Envase de Pescados y
Mariscos 7.5 7.4 7.7 .3 Arroz y Otros Productos de
Moliner(a 3.7 5 .2 0.2 -5 Concentrados y Jarabes 3.7 7.2 0.8 -8.4 Otros Productos Alimenticios 7.5 11.9 -2.9 -14.8
FUENTE: Adaptado de Arroyo, G. ""Situación actual y perspectivas de la agroindustria en México· P. 3-4 en : "La agroindustria en México" UACh México 1987.
29
1975 más de 90% del total del valor agregado y generaban algo más del 93% del empleo en el sector. A nivel de toda la agroindustria alimentaria y no alimentaria la "fabricación de alimentos" es la actividad más importante ya que genera el 31.8% del valor agregado y ocupa el 37.5 % del personal del sector.
Para 1979, la agroindustria tanto alimentaria como la de otras ramas participó con el 40.1 % del valor de la producción bruta dentro del sector manufacturero~ 6 El valor de la producción bruta de la industria alimentaria era para 1960 (en millones de pesos constantes) de 23 858 y para 1979 pasó a 60 566; en el mismo periodo la industria de bebidas pasó de 4 092 a 15 74817 . O sea, que en sólo, veinte años la industria alimentaria casi se triplicó y la de bebidas casi se cuadruplicó. Desde el punto de vista de valor bruto de la producción, la industria alimentaria y de bebidas ha visto disminuir su participación relativa, pasando del 37.5% en 1960 al 26.1 % en 1979; y reduciéndose la generación de empleos en 1.16 % en el periodo señalado.
La anterior situación puede ser considerada no como expresión de estancamiento en el sector, sino como manifestación de las tendencias del propio capitalismo. "El leve decremento de la importancia relativa de la agroindustria al interior del sector manufacturero, no debe interpretarse como una contradicción respecto a la tesis según la cual el proceso agroindustrial se ha colocado como pivote que subordina la agricultura. No caigamos en equ ívocos. Una cosa es que la agroindustria pierde cierto peso dentro de la industria transformativa, al interior de la cual se aglutinan ramas con elevados porcentajes de capital fijo y otra muy distinta que la agroindustria gane peso respecto a la rama agropecuaria"18. Esto es lo que sucede en nuestro pa ís en donde en años recientes ha sido mayor la participación en el PIB nacional de la agroindustria que la del sector agropecuario. La primera ha pasado del 11.77 % en 1970, al 11.09% en 1975 y el mismo porcentaje para 1978; mientras que el sector agropecuario ha pasado de participar de con el 11.99% en 1970, al 10.09% en 1975, y al 9.84% en 197819 ; es decir, la agroindustria para 1978, participa en 1.25% superior que las actividades agropecuarias dentro del PIB nacional. (Cuadro 3).
El desarrollo agroindustrial " ... es mucho más dinámico que el desarrollo de la producción agropecuaria y silvícola. El año de 1970 puede destacarse como fecha clave en donde la participación del sector agropecuario y silvícola y del sector agroindustrial dentro del PIB nacional eran casi idénticos; levemente
aventajaba el sector agropecuario 11.99% contra 11.77%. A partir de allí, el desarrollo agroindustrial re-
16 Amendola, C. "La situaci6n de la agroindustria en México". Mimeo. UACh, México 1980 p. 1.
17 cfr.SPP.Elsector~limentarioenMéxico.PP.195, 196, 197.
18 Ramírez Silva, A. "Acumulaci6n de capital y clases sociales en la rama agropecuaria en México" Edit. Pueblo NuevoUACh. (en prensa).
19 Echeverría Z., R. Op. cito p. 346.
30
basa al sector agropecuario, ... del 70 al 78 la tasa anual de crecimiento del sector agropecuario y silvícola es de 3.47% mientras que la del sector agroindustrial es de 5.12%. Podemos considerar la década de los setenta como la década en que la industria procesadora de bienes producidos en el sector agropecuario, cobra más significación económica que éste. Es el triunfo definitivo de la agroindustria sobre la agricultura"2o.
La agroindustria tiene importantes efectos, directos e indirectos, sobre el sector primario ya que la mayoría de sus ramas presentan altos grados de eslabonamiento hacia "atrás", producto de su demanda de insumas y materias primas (agropecuarias y forestales); mayores en el caso de la agroindustria alimentaria. Destacando, en el primer caso, los productos cárnicos y lácteos, el envasado de frutas y legumbres, y la molienda de nixtamal y produCtos de maíz; con índices de eslabonamiento para "atrás" (en 1975) de 1.45, 1.17 y 1.21 respectivamente, de acuerdo a la matriz de insumo producto.
Con respecto al empleo, la agroindustria en su conjunto dio ocupación al 45% del personal del sector industrial (en 1978); el 54.3 % del personal ocupado en el sector manufacturero (en 1970), el 52.14% para 198021 , Y el 50.1 % en los últimos años. La agroindustria a pesar de ser importante generadora de empleo ha disminuido sus índices de ocupación en los últimos años siendo menor que los registrados en las manufacturas (2.4%) y el conjunto de la economía (3.8%). "Este comportamiento determinó que la agroindustria pasara de absorber un 7.4 % del personal ocupado nacional en 1970 a un 6.1 % en 1983, contribuyendo así margi nalmente a la generación de empleo"2 2 .
La agroindustria ha sido superavitaria en materia de comercio exterior en cerca de 3 400 millones de dólares (entre 1975 y 1985), siendo la agroindustria alimentaria la que más ha contribuido a este saldo favorable. No obstante, en los últimos años se observa una reducción en las exportaciones y un incremento en las importaciones. Esto debido, entre otros factores, " ... a la pérdida de competitividad de los productos en el mercado internacional, al incremento en los costos de producción y a ineficiencias en el proceso productivo ... "2 3.
Estructura de la planta agroindustrial
La estructura de la planta agroindustrial nacional se caracteriza por presentar, dentro de su enorme heterogeneidad, dos niveles claramente diferenciados: uno moderno, conformado por una reducida cantidad de grandes y medianas empresas de origen relativamente reciente y ligado al capital extranjero, y otro, tradicional, integrado por un gran número de pequeñas y micro empresas, en su inmensa mayoría de tipo artesanal, operando fundamentalmente con capi-
21 Garcfa Rocha, O. "La inversi6n extranjera en la industria no alimentaria". p. 256. En: Echeverría, R. Op. cito
22 PRONADRI, Op. cito p. 13. 23 ldem.
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tal nacional. Las pr imeras representaron (para 1975) el 1.9% del total de los establecimientos, participaron con el 75% del valor agregado y el 50% del personal ocupado del total agroindustrial.
La agroindustria tradicional prácticamente en quiebra, presenta problemas de abastecimiento de materias primas, de mercado y comercialización, de financiamiento y tecnológicos. Sus procesos productivos son poco sofisticados, atrasados y con escasos controles de calidad. "La mayor parte de estas pequeñas agro industrias han permanecido prácticamente sin cambio tecnológico y con una expansión horizontal bastante lenta. Este cambio ocurrido en otras ramas conlleva a tendencias oligopólicas que han propiciado la desaparición de pequeños establecimientos, o la absorción por parte de las grandes firmas"24 por lo que su futuro es bastante dudoso, aunque es incierta su desaparición puesto que existe un sinnúmero de establecimientos de tipo familiar que pueden sobrevivir en condiciones de escasos márgenes de ganancia.
En contrapartida el sector moderno aprovecha economías de escala, establece determinados patrones de producción de materias primas agropecuarias, ha tenido menores problemas de financiamiento; participa de mercados oligopólicos; y opera en condiciones tecnológicas adecuadas. Aquí es notable tanto la presencia del capital foráneo como el uso de maquinaria, equipo, patentes y marcas extranjeras.
Por lo que se refiere a la distribución de los establecimientos agroindustriales por subsectores, se observa el predominio de la agroindustria no alimentaria, ya que los subsectores forestal, el de cueros y pieles, y el de algodón, cuentan con el 45.4% de la infraestructura productiva. "Cabe señalar que la importancia de estos subsectores, en cuanto al número de establecimientos, se debe a que constituyen actividades económicas tradicionales de un fuerte arraigo nacional, además de que no requieren inversiones cuantiosas"25 .
En este sentido, en el subconjunto alimentario destacan (por el número de establecimientos) agroindustriassumamente tradicionales; remontándose algunas de ellas incluso a la época colonial, como es el caso de los agaves, con casi tres mil establecimientos y azúcar con 2 261, ambos coñ una participación en el total agroindustrial de 11.4 y 11.2 % respectivamente26 .
Por lo que respecta a la forma de propiedad podemos encontrar tres tipos de agroindustrias: las de capital privado (tanto nacional como transnacional), las estatales, y las integradas por productores. Las primeras concentran el 94.1 % de los establecimientos industriales (para 1982), las segundas el 4.1 % y las últimas el 1.8%.
Agroindustria estatal. Este tipo de empresa creció en forma importante en la década de los setenta, presenta problemas de ineficiencia y obsolencia, aunado a que muchas de ellas por cumplir una función so-
24 "PRONADRI. .. " Op. cito p. 16.
25 "PRONADRI. .. " Op. cito p. 17 . 26 ldem.
32
cial precisa pueden subordinar sus ganancias al mantenimiento de cierta estabilidad social en el campo. Aquí cabe destacar el total control por parte del Estado en la producción de azúcar, tabaco, henequén, candelilla yen menor medida, el café.
Agroindustria integrada por productores2 7.
Esta constituida por 1616 establecimientos (para 1985), y se encuentra distribuida en 23 "sistemas agroindustria les", principalmente los alimentos (55%); destacando los "sistemas" café, frutas y hortalizas, con 1 1 O Y 301 plantas, respectivamente. En ambos casos predominan las empresas de propiedad ejidal y los procesos tecnológicos poco sofisticados. La no alimentaria con 697 plantas (45% del total) presenta mayor eslabonamiento de las distintas fases de producción, previas a llegar al consumidor final; aquf predominan los aserraderos, las fábricas de cajas de madera, las desfibradoras de henequén y las despepitadoras de algodón.
Por lo que se refiere a la figura asociativa, del total de agroindustrias constituidas por productores, el 50.4 % son ejidos y cooperativas. Siendo tos principales giros de las organizaciones ejidales los aserraderos, beneficios de café, desfibradoras de henequén y las empacadoras y deshidratadoras de frutas. Las cooperativas destacan en la producción de cajas y empaques de madera, en muebles, transformación de legumbres y hortalizas, beneficio de miel y despepite de algodón. Las asociaciones agdcolas o ganaderas regionales, junto con las Asociaciones Rurales de Interés Colectivo (ARIC) poseen el 14.3% de las empresas y se dedican a procesos intermedios y finales de la mayoría de los sistemas agroindustriales.
La agroindustria alimentaria
Los censos mexicanos consideran como agroindustria alimentaria a la fabricación de alimentos y la elaboración de bebidas.
Los subgrupos más importantes dentro de la elaboración de productos alimenticios diversos son (fabricación de aceites, margarinas y otras grasas vegetales, tortillas, botanas, mostaza, vinagre y otros condi mentos, alimentos para animales, refinación y envase de sal), el beneficio de cereales y otros granos y la fabricación de productos a base de harina de trigo; los cuales generaron el 58.6% del valor del sector alimentario y dieron empleo al 63% del personal ocupado. (Datos para 1975)211.
Por lo que corresponde a la elaboración de bebidas, los subgrupos más importantes son: la producción de malta y cerveza que genera para 1975 el 52.1% del valor agregado del grupo y la elaboración de- refrescos y bebidas no alcohólicas que ocupó el 67% del personal del grupo para 197529 .
27 Tomado de: PRONADRI, Op. cito pp. 21-24.
ZI! SARH: "El desarrollo agroindustrial y la economía me-xicana".
29lbidem.
Una de las principales características de la agroindustria alimentaria es la significativa presencia del capital transnacional, ya que " ... México más que cualquier otro país lationoamericano, está siguiendo las pautas del modelo estadounidense de producción, dis· tribución y consumo alimentarios. Ello es resultado de la penetración transnacional en esta industria que ha venido dando forma al desarrollo agroindustrial. Las grandes empresas nacionales, por ello mismo, no mues· tran un comportamiento diferente al de las filiales transnacionales"30.
A partir del año de 1960 la industria ali· mentaria crece a una tasa anual promedio de 8.4%, ligeramente menor que la de la industria manufacturera, la cual crece a un ritmo del 9.1 % de 1960 a 1975.
CUADRO 4. México: t .... de crecimiento .nual, promedio de l. producci6n bruta tot.1 de la industria manuf.cturera y de la aliment.ri. (. precios de 1980).
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FUENTE: Censos industri.les de 1960,1965,1970 Y 1975.
En términos de valor, la producción de alimentos ha sufrido una disminución importante de su participación en el producto bruto total de la industria manufacturera. "Esta caída de la participación es consecuencia de un desarrollo industrial cada vez mayor, dentro del cual la demanda efectiva de alimentos pierde peso relativo ante la de otros productores más complejos, principalmente bienes de consumo duradero. Esto es aún más cierto debido al patrón desequilibrado de distribución del ingreso. Como consecuencia, el consumo alimenticio de amplios sectores de la población está muy por debajo del mínimo deseable, y su demanda efectiva en el mercado de alimentos elaborados es pequeña"3 1 .
CUADRO 5. México: perticipeci6n de l. industria .liment.ri. en el v.lor del. producci6n de l. industria m.nufacturer. (porcent.jes)
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FUENTE: Censos industriales de 1960, 1965, 1970 Y 1975.
30 R.E. Mtlntes de Oca: "las empresas transnacion.les en l. industria .limentaria mexicana". p. 69. En : ECheverría, R . OP. cito
31 R. E. Montes de Oca. Op. cit. pp. 70-71.
33
La evolución de la industria alimentaria en cada una de las 40 "clases" industriales que conforman la rama, permite deducir que existe la tendencia a la producción de artículos suntuarios y de bajo poder alimenticio.
"De 1960 a 1979, la agroindustria alimenticia ha crecido dos veces y medio, sin embargo, algunas ramas especialmente vinculadas a capitales transnacionales se han desarrollado con más dinamismo "que el resto del sector manufacturero". Así sucede con la leche condensada, evaporada y en polvo que se multiplicó en el mismo periodo por más de cinco veces y con la elaboración de pasas, frutas secas, y envases de frutas y legumbres también magnificados cinco veces. La fabricación de cocoa, chocolate de mesa, dulces y refrescos se multiplicaron ligeramente arriba de cuatro veces y los alimentos balanceados y cervezas casi cuatro veces"32.
Las clases industriales más dinámicas, cuyo valor de producción creció más que el promedio de la rama fueron en el periodo de 1960 a 1975 las siguientes en orden de importancia:
1. Fabricación de colorantes y saborizantes artificiales.
2. Fabricación de cajetas, yogures y otros productos a base de leche.
3. Pasteurización, rehidratación, homogeneización y embotellado de leche.
4. Fabricación de otras harinas y productos de molino a base de cereales y leguminosas.
5. Fabricación de alimentos para ani-males.
6. Matanza de ganado.
7. Fabricación de tortillas.
8. Fabricación de flanes, gelatinas y productos similares.
9. Preparación, congelación y elaboración de conservas y encurtidos de frutas y legumbres, jugos y mermeladas.
10. Fabricación y envase de sal, fabrica· ción de mostaza, vinagre y otros condimentos.
11. Fabricación de salsas, sopas y alimentos colados y envasados.
12. Fabricación de chiles.
13. Fabricación de cremas, mantequillas y quesos.
14. Fabricación de leche condensada, eva-porada y en polvo.
15. Fabricación de pan y pasteles.
16. Fabricación de dulces y bombones.
17. Fabricación de palomitas, papas fritas, charritos, etcétera33 . --------
32 Ramírez Silva, A. Op. cit. 33 Tomada de: Mtlntes de Oca, R.E. Op. cit.
Una de las características del sector alimentario mexicano es la velocidad con que evolucionan las tendencias a la concentración y centralización del capi tal agroindustrial. Inclu idos alimentos y bebidas para el año de 1970 " __ .sólo el 2.1 % de los establecimientos producían el 86.4% del va lor, mientras el 97.9% de los establecimientos sólo produce el 13.6%. Para 1975, el proceso $e refuerza aún más, un 2% de los establecimientos produce el 87.3% del valor, mientras que el 98% de éstos sólo produce el 12.7 %. En especial cobran mayor fuerza, los llamados establecimientos gigantes, en el lapso considerado; manteniéndose con el 1 % de los establecimientos pasan de producir el 26.1 % de la producción bruta total en 1970, al 35.9% en 1975"34.
34 Ramírez, S., Andrés. Op. cito
La agroindustria no alimentaria
Por lo que toca a la agroindustria no alimentaria ésta aporta el 14 % del valor de la producción manufacturera total , el 15% de la población ocupada y el 11 % de la inversión realizada.
Partiendo del valor de la producción bruta total, tenemos que la agroindustria no alimentaria más importante, es la forestal maderable: 35% del valor del producto; después la transformación de algodón y lana: 34 %; le siguen la producción de alimentos balanceados con 12 %; la producción y transformación del tabaco, 10% y la transformación de cueros y pieles con 9 %.
La estructura de la agroindustria no alimentaria presenta un carácter sumamente heterogéneo, tanto en lo que se refiere a la tecnología empleada y a la d iversidad de productos que elabora; como por el tamaño de los establecimientos que la conforman, que van desde los pequeños talleres artesanales hasta los complejos industriales con alta inversión de capita l.
CUADRO 6. Tasas de crecimiento comparativas de la agroindustria alimentaria, no alimentaria y del total agroindustrial e industrial 11960-19751
1960-1965 1965-1970 1970-1975 1960- 1975
Número de establecimientos
Total industrial 5.81 - 2.49 -0.13 1.01 Total agroindustrial 4.49 1.58 -0.09 1.98 Agroindustria alimentaria 4.36 2.80 0.58 2.57 Agroindustria no alimentaria 4.72 - 0.70 -1 .53 0.79
Valor agregado censal bruto
Total industrial 15.29 9 .24 5.49 9.93 Total agroindustr ial 12.69 8 .87 4 .56 8.66 Agroindustria alimentari a 10.98 9 .96 5 .22 8.69
Agro industria no alimentaria 14.24 7.93 3 .93 8.62
Personal ocupado, total
Total industrial 3.72 2.68 1.66 2.68 Total agroindustrial 6.90 2.24 0 .39 3.14 Agroindustria alimentaria 7.39 2.81 0.54 3.54 Agroindustria no alimenta ria 6.51 1.76 0 .27 2.81
Remuneraciones, personal ocupado
Total industrial 6 .46 7.79 4 .34 6.19 Total agro industrial 11 .54 6 .04 3 .20 6.87 Agroindustria alimentaria 12.05 5 .64 4.09 7.21 Ag roindustria no alimentaria 11.17 6.33 2.54 6.62
Capital invertido neto
Total industrial -0.13 6.79 n.d . n.d . Total agroindustrial 8.37 5.47 n.d . n.d. Ag roindustria alimentaria 9.19 4 .94 n.d. n.d . Agroindustria no alimentaria 7.58 6.00 n.d. n.d.
Total industrial n.d . n.d. -1.49 2.10 Total agroindustrial n.d . n.d . -3.66 5.28 Agroindustria alimentaria n.d . n.d. - 3 .18 5 .75 Agroindustria no alimentaria n.d. n.d . -4.16 4 .81
FUENTE: VII, VIII, IX Y X Censos industriales.
34
Aunado a los distintos grados de simplicidad o complejidad de los diversos procesos productivos. Pudiendo clasificarse a la agroindustria no alimentaria en nueve grupos:
1. Beneficio y fabricación de productos de tabaco.
2. Industria textil.
3. Fabricación de prendas de vestir y otras confecciones textiles.
4. Fabricación de calzado e industria del cuero.
5. Industria y productos de madera y corcho.
6. Fabricación y reparación de muebles y accesorios de madera.
7. Industria del papel.
8. Industria química forestal.
9. Otras industrias manufactureras.
La agroindustria no alimentaria ha tenido altas tasas de crecimiento (ver Cuadro 7) como consecuencia de aumentos en la producción resultado de una mayor capitalización y modernización como lo mues- . tran los siguientes datos que abarcan de 1960 a 1975: El número de establecimientos casi no creció 0.79%; el personal ocupado aumentó en un 2.81 %; mientras que los mayores incrementos se dieron en el activo fijo bruto (4.81 i.) y en el valor agregado (8.62%) . Es decir, se da un notorio predominio del crecimiento del valor de la producción y del capital fijo sobre el empleo de fuerza de trabajo, lo que. señala una intensificación en la producción y un aumento en la composición orgánica de capital en el sector.
Las tendencias hacia el crecimiento de la agro industria no alimentaria se deben a distintos factores: " .. Jos grupos integrados por la industria química ... , el beneficio y la fabricación de productos de tabaca ... Ia industria y productos de madera y corcho ... , y la fabricación de calzado e industria del cuero ... se han caracterizado por tener los más altos incrementos de valor agregado, los .cuales son atribuibles a la sustitución de la agroindustria tradicional por la gran empresa, de mayor contenido de capital y de procesos tecnológicos más sofisticados, que han determinado el aumento en la productividad del trabajo.
En el caso de la industria de beneficio y fabricación de productos de tabaco" ... Ios incrementos en la productividad registrados se deben de hecho a un aumento en la intensidad de la explotación del trabajo"3s.
En 105 casos de la fabricación de calzado e industria del cuero, y de la industria química forestal, " . . . el alza en la productividad se basa en un mayor uso de los activos fijos en el proceso productivo"3 6.
3S García Rocha, O. Op. cit_ p. 255.
36 lb id.
35
La industria y productos de maderé! y corcho ": .. ha incrementado tanto sus activos fijos como el personal que ocupa, lo cual ha determinado aumentos en el valor agregado, aun cuando su productividad no ha aumentado"3 7 •
En resumen, el mayor valor agregado que registran los grupos más destacados de la agroindustria no alimentaria, responde a incrementos en la productividad, derivada de una mayor capitalización de los procesos productivos.
La agroindustria y las empresas transnacionales
La creciente internacionalización del capital y las recomposiciones en la división internacional del trabajo han conducido a que cada vez en mayor medida empresas transnacionales participen en la agricultura de países de la periferia, impulsando su agroindustrialización con el fin de controlar determinados productos estratégicos a nivel del mercado mundial: cereales, carnes, soya, azúcar, café, leche, frutas y legumbres y controlando cada vez más los mercados internos de los países relativamente más industrializados de la periferia.
En México una gran parte de la agroindustria se encuentra controlada por el capital extranjero, siendo de hecho el país de Latinoamérica donde ha habido una mayor penetración de las empresas transnacionales agroindustriales. Estas no sólo operan en la agricultura sino también en la industria y los servicios. "Participan en la producción, acopio, transporte, industrialización, distribución, importación, exportación. etc, en todo lo relacionado con los cultivos, insumos, maquinaria industrial y productos que les interesa promover dado el constante afán de optimizar sus ganancias"3 s .
Las empresas agrOindustriales tienden a ubicarse en los procesos finales de las ramas más dinámicas, concentradas y que producen artículos con un alto valor agregado. Estas, practicamente ya no participan de manera directa en la producción agropecuaria; notándose, incluso, la tendencia al abandono de las actividades de primera transformación como, por ejemplo, secado de tabaco, el beneficio del café o la obtención de mostos de uva y su fermentación.
El control de la agroindustria y del mercado de alimentos por las empresas transnacionales se ha incrementado como lo muestra el constante aumento de las filiales de estas empresas. Su crecimiento fue de un 229% de 1950 a 1960; entre 1960 y 1970 fue de un 235 % y de 1970 a 1975 en 130%. Lb que nos da que en 25 años el número de establecimientos de filiales de las transnacionales en México, en la rama de alimentos, haya crecido en un 703%, pasando de 27 a 190 empresas (Cuadro 7).
37 lb Id.
38 G6mez Cruz, A. "Empresas transnacionales V agricultura en México". Mimeografiado UACh. México 1981. p. 43.
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La influencia de las empresas transnaciona· les en la agroindustria mexicana se pone de manifiesto en los siguientes datos donde éstas para 1975 control.aban: 39
- El 70% de la producción de frutas y vege· tales congelados y envasados as( como jugos y mermeladas.
- El 97% de la leche evaporada, condensa· da y en polvo.
- El 91.5% de la producción procesada de frutas y legumbres.
- El 86% de conc.entrados, jarabes y colo· rantes para alimentos.
lanceados.
- El 92.8% del café soluble y el té.
- El 95% de cereales procesados.
~ El 90% de la producción de refrescos.
- El 100% de los alimentos infantiles.
- El 80% de la industria de alimentos bao
- El 70% de la producción de fresa fresca.
- El 36.2% de la fabricación de salsa y so· pas enlatadas;
El 307. de la producc.i6n nacional de algodón.
El 73.9% de la fabricación de pa.lomitas de maíz, papas fritas, "charritos" y otros.
- El 63% de la fauricación de cocoas y cho· colate de mesa.
- El grueso de la producci.ón de hortalizas de invierno en el noroeste· de México.
- E115% de la matanza de ganado.
- Partic;ipan también, aunque aqu( no se
39 L.a mayor parte ID· esta informaci6n fue C)btenida en: G6mez Cruz, M. Op. cit. Montes de Oca, R.E. Qp. cit. Rama, Ruth ... TranlnllCio .... izaci6.n de .. IIricuJt ..... _ictIM y difuti6n tacnol6giQ". En: SARH: "Documentol de t .... jo I*'a el ~IJo lIflFO.indultrial" Ne. 7· Méltice 1976. Rama, Ruth y Vigorito, Raút "Et CDmplajo de fruta y ..... m· b ..... " M6xico". Edit. Nueve . • mágen. Mé.~ce. 1979~
36
dispone de porcentajes, en la producci6n de diversas frutas, hule, chicle, cacao y especias.
Las empresas transnacionales han contri· buido a la alteración de los patrones tradicionales de consumo, y dominan prácticamente la mayor parte del mercado de alimentos en México, donde nueve de las principales empresas controlan, el mercado nacional con la venta de 414 productos:
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FUENTE: "MéxlcQ el p;tls de América Latina que p;tdece ma· YQF penetración". Parl6ctlco "UNO, MAS UNO". México, 13, de abril de 1980.
Las empresas transnacionales participan en 27 de las 40 "clases industriales" alimentarias, con un total de 151 establecimientos. El grado de transnacio· nalización tiende a coincidir con el de concentración. La intervención de éstas se puede clasificar en cuatro grupos, atendiendo al grado de transnacionalizaci6n:
1. Cuatro clases con un grado de transna· cionalización de más del 75% de la Producción Bruta Total (PBT); cafés instantáneos y envasado de té; chi· cles; concentrados, jarabes y colorantes.
2. Siete clases con un grado de transna· cionalizaci6n del 50 al 75%: otras harinas, flanes y ge· latinas; cocoas y chocolates, almidones, féculas y leva· duras; botanas; sal, mostaza, vinagre y condimentos, alimentos balanceados.
3. Cinco clases con un grado de transnacio· nalización del 25al 50%: conservas, encurtidos, jugos y mermeladas; salsas., sopas, alimentos colados y envasa· dos; galletas y pastas; dulces.; Qtros productos alimen· ticios.
4. Once clases con un grado de transnacionalización de menos del 25% de la PBT: frutas y legum· bres; matanza de ganado; preparación de carne; pasteu· rízación, rehidratacióo y homogeneizaci6n de leche; crema, mantequilla y queso; cajetas, yogures, etc.; acei· tes y margarinas; helados y paletas40
40 Elaborado con datos. de: Montes de Oca, R.E ..... emp_ tran.naci_1es en la indultrÍtl. elimenw_ mexicana. Op; cit. p. 98, 99,100,101.
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Podemos concluir que la participación de las empresas transnacionales en la industria de alimentos se pone particularmente de relieve cuando se analiza su peso dentro de la producción bruta total de sector y la forma como ha venido evolucionando éste. "Para el conjunto de la industria alimentaria, el grado de participación de las empresas transnacionales en la PBT es de alrededor de 25% en 1975. Esto da una idea de la importancia creciente de las empresas transnacionales ... (cuando) su participación en la producción de la industria alimentaria habría sido de 8.6% en 1970"41. Es decir, que las empresas transnacionales agroalimentarias en sólo cinco años aumentan en un 16.4 % su participación dentro de la PBT del sector.
La participación del capital transnacional también es notable en la agroindustria no alimentaria: 42 en el algodón, bebidas alcohólicas, tabaco, alimentos balanceados, semillas mejoradas y la industria forestal (maderable y no maderable).
En el algodón, se nota una fuerte presencia transnacional; con un evidente predominio del capital japonés, que poseen empresas como la Longoria, S.A., de C.V. y la Japan Cotton Company y que, junto con algunas otras, controlan el 46% de los establecimientos dedicados al despepite de algodón en el noroeste de la RepÚblica43 .
En la industria textil algodonera existen diez empresas que pueden ser consideradas como transnacionales. Su capital es de origen norteamericano, inglés, suizo y de Liechtenstein; además de capital chileno y español, aunque en estos dos últimos casos probablemente se trate de inversiones extranjeras y no transnacionales.
Sin embargo, la participación de las empresas transnacionales en el rubro de la industria textil algodonera es insignificante, apenas el 5%, por lo que en muy escasa medida puede controlar las condiciones de reproducción del sector44 .
En la producción de bebidas alcohólicas participan empresas transnacionales como: Pedro 00-mecq, con el 19% del capital luxemburgués; Tequileña, S.A. filial de Bacardí y Compañía, S.A., con el 98% de inversión inglesa; Kalhua, S.A. con el 100% de inversión canadiense; Tequila Vda. de Romero, S.A. con el 25% de capital de Liechtenstein45 .
La producción de cigarrillos a nivel nacional se encuentra casi totalmente controlada por el capital extranjero. Las principales empresas son: La Moderna, con el 45% de inversión inglesa; La Tabacalera Mexicana, con 27% de inversión norteamericana pro ve-
41 Montes de Oca, R.E. Op. cit. p. 99. (La palabra entre paréntesis es nuestra: J.M.l.
42 Para la eiaboración de este apartado nos hemos basado fundamentalmente en el trabajo de Octavio García Rocha sobre la participación extranjera en la agro industria no alimentaria.
43 'bid. p .. 259-260. 44 'bid. p. 259-260.
45 'bid. p. 260.
41
niente de la Phillip Morris International; Cigarrera Nacional, filial completa de la Phillip Morris; Tabacos Aztecas con el 40% de inversión foránea; Fábrica de Tabacos y Puros El Triunfo, con el 49% de capital transnacional; Mexicana de Tabacos, 100% norteamericana46
En la agroindustria forestal la participación del capital transnacional es fundamental aunque no exclusivamente indirecta. Se nota la presencia de un reducido número de empresas extranjeras principalmente norteamericanas en: aserraderos, fabricación de triplay, tableros aglomerados y fibracel; en la fabricación de envases de madera, jaulas, barriles, productos similares; en la fabricación de puertas, ventanas, closets, molduras y otros, en la fabricación de muebles y productos de madera; y en fábricas de cartón4 7 •
Mientras mayor es el grado de elaboración de los productos forestales, "" .mayor va siendo la participación extranjera. En la fabricación de pasta de celulosa, de papel y de envases, cajas y otros productos de papel y cartón, es donde se presenta la mayor presencia de capital extranjero"411.
En la producción de pasta de celulosa y papel, participan nueve empresas con capital extranjero, En la fabricación de cajas y envases de papel y de cartón existen 12 empresas con participación de capital extranacional. Finalmente, en la elaboración de diversos productos de pasta de celulosa, papel y cartón la participación de la inversión extranjera directa es todavía más importante, existiendo 24 empresas de este tipo. En el sector forestal la inversión directa es mayoritariamente de Estados Unidos, pero participan también empresas de capital suizo, canadiense, luxemburgués49 . También participan una empresa de capital español y otra libanesa, aunque aquí probablemente no se trate de inversiones transnacionales en sentido estricto.
Como se puede ver, también en la agroindustria forestal es notable la tendencia de las empresas transnacionales a ubicarse en las fases finales, más lucrativas y menos riesgosas de los procesos productivos; en este caso en la transformación de la celulosa en papel, cartón y envases.
La participación de las empresas transnacionales en la agroindustria no maderable no es directa; sin embargo, figuran como las principales compradoras de resinas y cera de candelilla, las que son usadas para muy distintos fines: elaboración de aguarrás y brea, fabricación de pinturas, lacas, tintes, goma de mascar, jabones, cosméticos, papel de alta calidad, etc5 o. En algún tiempo tuvo alguna significación económica (sobre todo regional) la compra de chicle (resina extraída del árbol de chicozapote) pero en la actualidad las transnacionales lo compran en muy pequeña escala
46,bid. p. 261.
47 'bid. p. 265.
411 'bid. p. 265.
49 'bid. p. 266.
50 'bid. p. 268-269.
puesto que han encontrado sustitutos sintéticos.
El barbasco presenta particularidades distintas a las de otras agroindustrias forestales no maderables por la fuerte presencia de empresas transnacionales que participan en su industrialización.
En resumen, las empresas transnacionales agroindustriales alimentarias y no alimentarias han colaborado en la introducción de una serie de modificaciones éll sector agrario mexicano. Dichas empresas han impulsado cambios tecnológicos en la producción agrícola que por ser capital-intensivo incide en el agravamiento del desempleo rural. Además este modelo de desarrollo de la agricultura, con base en el uso de tecnología importada, acarrea para el campo los mismos problemas de dependencia tecnológica y financiera que antes eran exclusivos de la industria. Por lo demás estas tecnologías importadas han incidido sobre la polarización social en el campo, ya que sólo los agricultores más acomodados pueden acceder a la compra de esta maquinaria e insumas.
Las modificaciones tecnológicas dadas al interior de la propia agroindustria tampoco han sido un factor para un desarrollo de la industria nacional más armónico y competitivo. "La fuga de divisas por concepto de pago por transferencia tecnológica no se ve compensada por sustanciales innovaciones en el proceso productivo que redunden en un mayor y más equilibrado desarrollo nacional. Las innovaciones en agroindustria se relacionan más con la diferenciación de productos existentes en función de la competencia en el mercado que con el desarrollo de técnicas más eficientes de abaratamiento de costos de producción o mejoramiento de la calidad de los productos procesados:'S 1 _
La presencia de las agroindustrias transnacionales ha colaborado en la alteración de la estructura de los cultivos; en la imposición de pautas de superexplotación de la fuerza de trabajo; en cambios negativos en la dieta; mayor control del campesinado; uso irracional de recursos (sobre todo tierra yagua), importación de maquinaria agrícola e industrial, y presiones sobre la balanza comercial; resumiendo: la presencia de las transnacionales en el agro mexicano significan un mayor dominio del imperialismo sobre nuestro país_
A pesar de lo anterior, no queremos caer en el equívoco de responsabilizar a las empresa!>' transnacionales como las causantes de todas las transformaciones y problemas del campo mexicano: sería darles una exagerada importancia. En realidad, las tendencias y los conflictos en el agro son consecuencia y resultado del desarrollo del capitalismo en México; las empresas transnacionales se han encaramado sobre el campo, pero no han sido el factor principal y decisivo para las recientes modificaciones en el sector.
S 1 Martín del Campo, A. Concentraci6n y monopolizaci6n en la agroindustria nacional: el papel de la gran empresa y las líneas de estrategia para su regulaci6n_ p. 160 (Subrayados nuestros: J.M.l. En: Echeverría, R. Op_ cito
42
La agro industria abastecida por capitalistas y la abastecida por campesinos.
En este apartado se pretende avanzar en la determinación de la agroindustria abastecida por campesinos y la abastecida por capitalistas; básicamente tomaremos como indicadores los datos del censo de 1970, en lo que se refiere a su superficie por tipo de tenencia y valor de la producción y a partir de esto, indicar cuáles son los cultivos agroindustriales sembrados mayoritariamente por campesinos o capitalistas.
Los datos señalados son sólo aproximados porque resulta muy aventurado, -mejor dicho, inexacto-, caracterizar como capitalista agrario a todo individuo poseedor de un predio superior a las cinco ha. Lo mismo reza para los campesinos: aquí tomamos como campesinos a todos los ejidatarios -cosa no totalmente cierta- junto con los propietarios de menos de cinco ha. A pesar de las limitaciones señaladas, estos censos son la primera aproximación. Efectivamente, resulta muy difícil la acumulación de capital en superficies tan pequeñas como lo son una parcela inferior a las cinco ha; si bien existen entre los ejidatarios algunos capitalistas, la mayoría produce en condiciones que no les permite obtener ganancias. Así, el estudio, aunque impreciso, nos puede dar una idea aproximada del tipo de abastecedores con que cuentan las distintas agroindustrias.
El que algunas agroindustrias se abastescan de campesinos o de capitalistas obedece a muy distintas razones. La agroindustria transnacional prefiere operar con capitalistas porque éstos pueden asegurarle de mejor manera el cumplimiento del contrato y el empleo de la maquinaria y los insumos adecuados para lograr la calidad deseada en determinados cultivos. En otros casos, la agroindustria se instala en zonas que por sus características ecológicas pueden ser aptas para el cultivo que se requiere, aunque en estas regiones la presencia de campesinos puede ser mayoría. A nivel más general, la presencia de campesinos se explica porque disminuyen el monto global de la renta del suelo pueden significar ventajas y ahorros para el capital. En el caso de la burguesía agraria no es raro encontrar con que se trata de los mismo industriales que por su cuenta desarrollan la producción agrícola para abastecer a sus propias plantas. En la medida de lo posible, en distintas agro industrias se explicará el por qué de la presencia de talo cual tipo de abastecedores.
Para la clasificación de las características de las distintas agro industrias nos hemos basado en los trabajos sobre el tema de Carmen Améndola y de Arturo Domike y Gonzalo Rodríguez S 2.
También nos basamos en el análisis de la superficie cosechada de los principales cultivos por tipo de tenencia y de valor de la ploducción agrícola total y de los principales cultivos por tenencia en 1970.
La agroindustria abastecida por campesi· nos. Existen siete agro industrias cuya fuente de mate-
52 Améndola, C. Op. cito Domike, A. y Rodríguez, G. OP. cit.
rias primas proviene fundamentalmente de ejidos y de propiedades privadas menores de cinco hectáreas: tabaco, azúcar, miel de abeja, maíz, henequén, arroz y café.
Las agroindustrias que emplean las materias primas arriba señaladas tienen una serie de características comunes. Por lo general se trata de agroindustrias tradicionales; algunas tienen su origen en tiempo de la Colonia, como por ejemplo la fabricación de azúcar o el beneficio del café, lo mismo que la producción de cigarros; durante el porfiriato el henequén era ya un cultivo importante en nuestro país, etc.
El tipo de maquinaria y de instalaciones de estas agroindustrias son atrasadas, cuando no obsoletas. Su ritmo de crecimiento se encuentra por debajo del promedio de la rama. Aunado a lo anterior, dos de estas agroindustrias, la azucarera y la henequenera, desde hace un buen número de años que se encuentran en una profunda crisis, llegando incluso a operar con déficits.
En el caso de la caña de azúcar, el henequén y el café, por tratarse de plantaciones donde el vegetal tarda entre dos y siete años para ser aprovechado comercialmente, el ciclo de recuperación de la inversión es muy largo.
Algunos de estos cultivos no son susceptibles de una total mecanización y por lo general emplean una cantidad de mano de obra bastante amplia; ejemplos de ello son: el tabaco, la caña de azúcar, el henequén, el café. También es posible que, aunque sea factible la mecanización de algunas labores agrícolas, su costo resulte elevado para los campesinos. Dándose también el caso de que al Estado no le interese en determinadas zonas la mecanización porque agrava el desempleo rural y las migraciones a los centros urbanos.
En otros casos, la presencia de campesinos en determinados cultivos puede ser explicada por la lucha que han dado por conservar o adquirir su tierra, como en algunas regiones cañeras y tabacaleras, donde es fuerte la presencia de ejidos como resultado de la participación de sus habitantes durante la revolución o en los años de mayor reparto agrario.
De esta forma, serían cuatro los factores que inciden sobre la presencia mayoritaria de campesinos en algunos cultivos de materia prima para la agroindustria : primero, se trata de cultivos de ciclo largo; segundo, no son suceptibles de una total mecanización; tercero, el capital no ha podido expropiar masivamente a los propietarios de esas tierras, y cuarto, se trata de los sectores menos dinámicos de la. rama, e incluso algunos se encuentran en crisis.
Esta última razón, junto con la necesidad de controlar el movimiento campesino, es lo que nos explica la presencia y el control de las más fuertes e importantes agroindustrias de este tipo por parte del Estado. En efecto, el Estado ha "mexicanizado" algunas de estas agroindustrias, para tomar el papel que pocos capitalistas se atreverían a hacer: comprar agroindustrias en crisis o donde hay fuerte movimiento campesino. Así, la empresa estatal T ABAMEX es la encargada de la
43
producción, preindustrialización y comercialización del tabaco; la empresa CORDOMEX es la encargada de la producción, industrialización y comercialización del henequén; la empresa AZUCAR (de reciente formación) es la encargada de regular la producción, industrialización y comercialización del azúcar, mieles, al; coholes y subproductos de la caña.
En síntesis, se presenta una conjunción muy variada de factores que incide en la existencia de algunas agroindustrias que son abastecidas fundamentalmente por campesinos.
La agroindustria abastecida por capitalistas. La agroindustria abastecida por capitalistas es generalmente más moderna y de crecimiento más dinámico; incluso, es distinguible la preferencia que las empresas transnacionales tienen para operar con agricultores que hayan alcanzado cierto grado de acumulación.
La burguesía agraria busca los cultivos más rentables, pero también los que suponen mayores inversiones de capital, aunque de ciclo de rotación corto (como en el caso de la siembra de hortalizas).
Su relación con la agroindustria es muy distinta a la que establecen los campesinos; aquí no son una especie de obreros sin paga de las empresas, sino que muchas veces participan en calidad de socios o por lo menos cuentan con poderosas organizaciones que les permiten negociar con mayor fuerza con las empresas; en caso de no existir un arreglo, disponen de los medios necesarios para vender por su cuenta la producción. En este caso, dependerá de cuál de las partes tenga más fuerza poi ítica el que una de ellas se quede con porciones mayores o menores de renta.
En casi todas las agroindustrias existen fábricas que son propiedad de agricultores capitalistas; de esta forma se trata muchas veces de una burguesía agroindustrial más que de una burguesía agraria propiamente dicha.
La burguesía agraria abastece por igual a agroindustrias que venden en el mercado interno y a las que venden para el externo; sin embargo, se nota una inclinación en la producción de cultivos de exportación: algodón, hortalizas y ganadería bovina, por ejemplo.
El cultivo que siembran (para 1970) mayormente los capitalistas es el trigo; le siguen los cultivos forrajeros, en especial el sorgo y la soya; continúa la producción de leche; en seguida la explotación forestal, la producción de cacao, las especias y el algodón. (Para la clasificación anterior nos basamos en los datos de Domike y Rodríguez, sobre las 21 agroindustrias más importantes del país).
Existen otras agroindustrias donde también es importante la presencia de los capitalistas, como son las de la elaboración de aceites, la de la elaboración de bebidas alcohólicas y el cultivo de la vid . En el caso de algunas frutas y hortalizas: " ... Ia naranja, la uva, el durazno, la guayaba, la manzana, la fresa, el melón y el ji-
tomate predominan en predios mayores de cinco hectáreas"s 3.
Naturalmente que no todos los propietarios de predios superiores a las cinco ha, son capitalistas agrarios, pero existen ciertos cultivos en los que es evidente que se producen en su mayor parte por capitalistas, ya sea por sus costos de producción, porque requieran de determinada maquinaria o infraestructura.
Agroindustria y campesinadoJ4
En casi todos los tipos agroindustriales el capital, tanto nacional como transnacional, al no poder expropiar a los campesinos de sus tierras se ve obligado a hacerlos participar financiándoles, comprándoles o estableciendo contratos de abastecimiento para que éstos siembren los productos materia prima para la agroindustria. Es la llamada "agricultura de contrato", que tiende paulatinamente a la integración vertical de los procesos agrícolas con los industriales. Las empresas se ven cada vez más orilladas a recurrir a estas formas para organizar la producción, y su importancia se puede apreciar en los siguientes datos, que si bien no son concluyentes porque no todos los productores que enumeramos producen en condiciones no capitalistas, nos dan una idea de la magnitud de esto; pues de lo que si hay seguridad es que la mayoría de ellos producen en condiciones campesinas.
Productores de tabaco Productores de caña de azúcar Productores de café Productores de cera de candelilla Productores de piña Productores de henequén Productores de fresa
23 000 103 000 43 000 20 000
1 500 60 000
5 500
También existen otros cultivos que en algunas regiones, funcionan bajo la modalidad de agricultura de contrato pero que carecemos de información en cuanto a la cantidad de campesinos que participan en ellos. Algunos ejemplos son: granos, como la soya, el ajonjolí, el arroz y la cebada; frutales, como el limón, el mango y la vid; muy distintas clases de hortalizas; la copra; el cacao; el algodón, flor de cempasúchil; especias; semillas; el cachuate y el hule. Asimismo existen unidades ganaderas, muchas de ellas formadas por asociaciones de productores, que laboran bajo contrato.
Es imposible que con estos datos parciales podamos llegar a establecer generalizaciones; sin embargo, el solo estudio de 7 de las 24 agroindustrias más importantes nos indica que más del 15% del conjunto del campesinado mexicano se encuentra de una manera u otra subordinada a la agroindustria y el resultado naturalmente sería mayor si se dispusiera de información de los demás tipos agroindustriales.
53 Rama, R. y Vigorito, R.: Op. cit. p. 99.
54 Este apartade constituye un resumen de les capítulos 4 y 5 de: Morett, S. Jesús Agroindustria y agricultura de contrato en M6xico. Edit. Pueblo Nuevo-UACh. México. 1987.
44
Por tratarse casi siempre de cultivos con un alto costo de producción los campesinos por lo general sólo pueden sembrarlos si disponen de crédito.
Para asegurarse la materia prima, las empresas directa o indirectamente (a través del Estado o de intermediarios) conceden créditos a cambio de los productos que requieren.
Estas formas de crédito van siendo paulatinamente aceptadas por los productores porque les permite sembrar cultivos que les dejan mayores ingresos que los tradicionales y porque los "liberan"del capital usurario, lo que hace que puedan trabajar en condiciones menos desventajosas.
En un principio, el único compromiso de los campesinos era venderle a quien los había financiado. Pero la necesidad de asegurar la recuperación de créditos, la búsqueda de elevación de ganancias y el que la maquinaria industrial requiere de un producto con determinadas características para poder ser procesado, llevó a las empresas a imponer cada vez un mayor número de cambios técnicos en la producción agrícola para obtener un producto con las cualidades, el volumen, el tiempo, y hasta el precio que fuera conveniente y necesario.
Poco a poco empieza a exigírsele al agricultor que introduzca una serie de innovaciones en su forma de producir; paulatinamente, las empresas van logrando controlar y decidir más aspectos sobre los cultivos del campesino, hasta llegar al extremo de sólo otorgar los créditos a condición de que el agricultor siga las instrucciones de la empresa al pie de la letra.
Naturalmente no todos los cambios tecnológicos son comunes al conjunto de los productos que reciben un procesamiento agroindustrial, se nota una muy variada gama de grados de subordinación que van desde la simple obligación de venta a la subordinación total.
Todo el proceso de subordinación empieza a darse bajo la "inocente" apariencia de una venta a futuro, pero este simple hecho deja al productor directo en condiciones de no independencia frente al mercado. Ha perdido su libertad de comerciar y es éste el principio de una serie de transformaciones a las que se ve sujeta la producción campesina luego de entrar en contacto con la industria.
Los mecanismos de que se vale el capital para subordinar la producción campesina son: el crédito, la tecnología y los contratos; viéndose reforzados por la estructura de los mercados y por el papel y la participación del Estado.
Estos factores se encuentran íntimamente relacionados y mútuamente condicionados. Sin embargo, el principal mecanismo de la subordinación de la economía campesina al capital es el crédito; al aceptarlo los agricultores firman un contrato de compra-venta donde no sólo se asegura el monopolio del producto por parte de las empresas, sino que también su injerencia en el proceso productivo mismo, puesto que la fluidez del crédito está condicionada a seguir las instruc-
ciones técnicas del capital en materia de cultivo, empaque, transporte, etc. Esto modifica en esencia el papel que juega el agricultor como vendedor de mercancías. A través de la imposición al productor de un "paquete tecnológico", donde todo su conocimiento se ve invalidado, se transforma medularmente el papel que juega el vendedor de mercaneCas en relación con el comprador de las mismas, ocasionando que el productor al verse comprometido, a través del contrato, a obedecer las es· pecificaciones del capital pierda la dirección de su proceso productivo.
El crédito, la tecnolog(a y los contratos permiten a las empresas agroindustriales tener el control del proceso productivo de los campesinos y organizar, como iniciativa propia, la producción de la materia prima. Este dominio de las compañías sobre la producción campesina se ve reforzado por otros dos tipos de mecanismos: las distintas acciones del Estado y la estructura de los mercados.
Laborar de la manera descrita con los campesinos permite a las agroindustrias controlar, planear y organizar como algo propio extensas zonas de producción (a veces de miles de hectáreas); hace posible la compactación de áreas de cultivo y el escalonamiento de las siembras. Ello disminuye el riesgo de que en el campo haya periodos críticos de falta de maquinaria, de insumos o de trabajadores asalariados, garantiza un abastecimiento uniforme y regular de materia prima a las. empresas y posibilita con esto, la utilización al máximo de la capacidad instalada de las plantas industriales.
Entrar en contacto con el "agronegocio", con sus créditos y su paquete tecnológico, significa para el agricultor una descalificación de sus conocimientos; su saber ancestral es sólo aprovechado parcialmente. El cambio tecnológico también le va imponiendo la pérdida del control sobre el proceso productivo. El campesino pierde la dirección de su proceso productivo y también su control técnico; se realizan actividades que él desconoce y, obviamente, no domina.
Por medio de una "venta a futuro" el agricultor enajena su producción: ya no se trata de aquel que concurre al mercado con su cosecha en busca de quien le otorgue mayores precios. La agro industria se convierte en un monopsonio para el campesino; ya que generalmente se ha obligado a venderle su producción y ha acordado de antemano el precio, el productor no puede buscar otro comprador dado que tiene ya comprometido su cultivo con la empresa.
Todo lo anterior nos lleva a concluir que la unidad agroindustrial asume el control productivo, porque es ella quien planea, organiza, dirige y supervisa el proceso inmediato de producción, el comercial, dado que ella controla el proceso de realización de las mercaneCas, y el control financiero, puesto que determina el flujo de capital-dinero.
Al no tener en sus manos el control productivo, comercial, ni financiero, el campesino se ve obligado a obedecer las órdenes del capital, convirtiéndose en una especie de obrero o empleado de las empresas; pero al no percibir esta situación, no contabiliza
45
dentro de los costos de producción toda una serie de trabajos personales y familiares, "autoexplotándose" él y su propia familia. Esto se explica por el hecho de que el agricultor no opera con base en la racio'nalidad capitalista, obtener por lo menos la ganancia media, sino a su consumo personal y familiar. No va al mercado a vender su producción para sacar ganancia sino para obtener a cambio medios para su subsistencia. No tiene otra alternativa. A diferencia de aquel productor que al no poder obtener ganancias traslada su capital a otra rama de la economía, el campesino no puede hacerlo porque su dinero no posee la forma libre de capital. El es alguien que se endeuda para invertir, pero no se endeuda para hacerlo como mejor le parezca, sino para sembrar un determinado producto y bajo las instrucciones precisas de la agroindustria.
Al ser otorgados los créditos, quedan como prenda o garantía de los mismos préstamos: la cosecha, los insumos adquiridos y en general lo que se invierta con el dinero; incluidos los bienes muebles e inmuebles propiedad del campesino y, en el caso de la pequeña propiedad, la parcela misma_ Por esta razón (servir de garantía), en los contratos se establece con toda claridad que los campesinos no pueden "vender, enajenar, gravar, cambiar de lugar, disponer en forma alguna" de productos que hayan sido financiados; no pudiendo el agricultor, por tanto, darle otro uso a la cosecha que no sea el venderla a la empresa que lo haya financiado.
El campesino además de no poder disponer libremente de su producto, no tiene la propiedad real sobre él; ya que, a través del contrato, se convierte en un "depositario judicial" de su propia producción. Esto es, se transforma en alguien sin ninguna facultad o atribución sobre el producto, más que la de servir exclusivamente como encargado de la custodia de éste, quedando, en la misma situación juddica que el albacea de una herencia.
El campesino formalmente es dueño de la tierra o por lo menos, en el caso de.1 ejido, tiene el derecho a su usufructo; sin embargo, no puede disponer libremente de ella. Puesto que las empresas le indican no sólo como trabajarlas sino que, además, pueden escoger dentro de la parcela de que se trate, las tierras o porciones de estas que consideren más aptas para el cultivo que se vaya a realizar.
Finalmente, lo mismo que ocurre con la tierra sucede con las herramientas o la escasa maquina· ria que pueda tener el productor, la empresa les indica cuáles, cuándo y cómo usarlas.
La propiedad sobre la tierra campesina es vaciada de su contenido, ya Que el agricultor no puede disponer libremente de ella como un medio de producción de su propiedad y su tenencia no acarrea la realización de una renta (puesto que el campesino ve reducida su remuneración, cuando mucho, al equivalente del valor de su fuerza de trabajo). Se llega así a la paradoja de que el campesino tiene todas las obligaciones de propietario, pero ninguna de sus ventajas y, por el contrario, las empresas consiguen obtener todos los beneficios corres-
pondientes a un propietario, pero sin ninguna de sus obligaciones o riesgos.
Las agro industrias aunque no tengan la pro· piedad de las tier.ras ni de las herramientas maquina· ria, tienen la disposición real sobre éstas, por tanto, el no tener la propiedad jurídica de los medios de producción no es obstáculo para que las empresas tengan la apropiación efectiva de ellos. La propiedad campesina -privada o ejidal- se convierte en una forma de tenencia de la tierra adecuada para la valorización del capital. Los campesinos tienen la posesión (detentación) pero no la propiedad (disposición) de sus medios de producción y del producto.
Si el campesino ha perdido el control y la dirección de su proceso productivo .(ya que las propias empresas, ingenios, etc., se lo dirigen y controlan) y si a esto sumamos que el campesino sólo formalmente es dueño del producto, ya que no dispone libremente de él (lo mismo que con su tierra y demás medios de producción), puesto que no se le permite darle otro destino que el venderlo a las empresas; podemos concluir que, en estos casos, los productos en cuya elaboración participa el campesino no reunen los requisitos para poder ser considerados como una mercancía elaborada por éstos; es decir, si bien dichos productos son, obviamente, mercanc(as no lo son para el agricultor, por tanto lo que vende el campesino no es una mercancía sino su fuerza de trabajo.
Otra razón de lo anterior está dada en el hecho de que las unidades de producción campesina que cultivan materias primas para la agroindustria por sí mismas son incapáces de garantizar su propia reproducción como abastecedoras para las empresas y sólo lo hacen gracias al crédito. Siendo esto un elemento que contribuye a demostrar que lo que venden es su fuerza de trabajo, puesto que no se encuentran en condiciones de realizar la producción, no cuentan por lo general con las posibilidades económicas (son cultivos caros) y, a veces, tampoco con la maquinaria o la fuerza de trabajo indispensables.
Si es el capital el que financia, planea, organiza, dirige, supervisa, es el único comprador, etc., podemos concluir que la producción de caña y azúcar, la del tabaco y cigarros, la de piña y su enlatamiento, la de uva y vino, etc., son parte cada una de un solo proceso productivo y de valorización y en donde, por tanto, el proceso agrícola y el industrial son uno solo. Hemos arribado al momento donde la agricultura se ha convertido en un departamento más de la fábrica.
La integración y unidad de los proceso de trabajo y de valorización agrícola e industrial traen como resultados que la producción campesina se transforme en una modalidad agrícola del trabajo a domicilio.
ELEMENTOS PARA UNA CARACTERIZACION DE LA AGROINDUSTRIA.
Agroindustria, industrias agrícolas e industrias para la agricultura.
46
Existen una diversidad de agroindustrias y también distintas formas de clasificarlas. Hasta ahora la más usada ha sido la derivada de la metodología de "sistemas" para el estudio de complejos agroindustriales. Sin embargo, dicha forma de clasificar a las agroindustrias adolece de graves defectos y deficiencias y conlleva a una caracterización general e incorrecta de éstas.
También es común confundir y reducir a la agroindustria con la industria alimentaria. O bien cuando se estudia la "cadena agroalimentaria"5 5 , incluir en su estudio la refinación y envasado de sal; la fabricación de hielo; y la preparación, congelación y envasado de pescados y mariscos, actividades que no tienen nada que ver con la agricultura y por tanto no pertenecen a la llamada "cadena agroalimentaria".
Para otros autores, la agroindustria es todavía más amplia ya que incluye a las compañías productoras y distribuidoras de insumos para el sector agropecuario y a las procesadoras de materias primas agrícolas y distribuidoras de alimentos y otros productos no alimenticios.
"Si consideramos el tipo de actividades o especialización de las empresas transnacionales, podemos distinguir dos clases de agro industrias, aunque a menudo existen ligazones entre ellas:
a) Productoras y distribuidoras de insumos para la agricultura, la ganadería y la producción forestal, y
b) Procesadoras de materias primas agrícolas y distribuidoras de alimentos y de otros productos no alimenticios, como son textiles, cuero, calzado, caucho, papel e industrias de la madera, cañamo y otras fibras, etc. 5 6 •
Para el cabal conocimiento del fenómeno a estudiar es indispensable distinguir a la agroindustria en sentido estricto de las industrias agrícolas; y en ambos casos señalar su nivel de desarrollo. Es decir, puede haber una transformación de los productos agrícolas de tipo artesanal, manufacturero o propiamente industrial. Por lo que, en rigor, muchas de las llamadas agroindustrias no son tales, puesto que emplean métodos, técnicas y formas de organizar el trabajo, propias del artesanado o de la manufactura; por ejemplo, la elaboración de piloncillo, en algunas regiones el beneficio del café, o el secado del tabaco, se realizan con técnica totalmente atrasadas y rudimentarias.
De esta manera, sería más correcto hablar de agroartesanías, agromanufacturas y agroindustrias en sentido estricto.
La agroindustria en sentido estricto es aquella cuyo objeto fundamental de trabajo es una materia brutaS 7 de origen agrícola. En la producción agro-
55 CFR. Montes de Oca, R.E. Op. cit.
56 Arroyo, Go~zálo: Firmas transnacionales agro industriales. Reforma Agraria y Desarrollo Rural. En revista Investigaci6n Económica No. 147 F.E-UNAM. México. 1979.
57 Materia bruta: materia prima que no ha sufride ningún proceso o transformaci6n anterior.
industrial, por dedicarse precisamente a la transformación de productos agrícolas, inciden los fenómenos biológicos y naturales propios de la agricultura; esto es, que su abastecimiento depende de los ciclos naturales, y hay inseguridad en cuanto al volumen de la producción, lo que conduce a que algunas de estas empresas laboren de manera estacional obedeciendo a las épocas de cosecha; y a que su aprovisionamiento sea irregular en cantidad y en calidad_ Las agroindustrias generalmente se relacionan directamente con los campesinos; y muchas veces la naturaleza del producto que transforman (perecedero), les obliga a establecerse en determinadas zonas geográficas_ En el producto final la mayor parte del valor corresponde a los insumas agropecuarios_
Asimismo, las características de su materia prima les impone ciertas limitaciones a una mayor tecnificación; siendo genera\ll1ente intensivas en mano de obra por el tipo de actividades que efectúan: selección, limpieza, etc_ La agroindustria conserva una vinculación directa con el campo y los agricultores. Su oferta consiste tanto en productos para el consumo directo como en materias primas para las industrias agrícolas.
Las agroindustrias pueden d ividirse en dos tipos: las simples y las complejas. Esto dependiendo del tipo de modificación, del grado de intensidad del tratamiento y transformación que sufran las materias primas_
Las agroindustrias simples: como su nombre lo indica, son aquellas que se dedican a un primer y más elemental tratamiento o acondicionamiento de las materias primas, efectuando exclusivamente cambios en la presentación del producto; pero sin modificar su forma o características. Sus productos pueden ser destinados al consumo directo u orientarse como insumos para otros procesos más avanzados. Algunos ejemplos de estas agroindustrias son las actividades de selección, clasificación, limpieza, secado y empaque.
Las agroindustrias complejas: sus actividades consisten en transformaciones de la propia materia prima y no sólo en su presentación. Modificando la forma y/o calidad de los insumos. Tratándose entonces, de procesamientos que alteran las características del producto, como las actividades de molienda, extracción, beneficio; refinación, destilación, etc. (por ejemplo, harineras, ingenios, beneficios de café, de cacao, etc.). Su producto se destina tanto al consumo directo como al productivo al servir de insumos para procesos más desarrollados.
Las industrias agrícolas, son aquellas que procesan una materia prima de origen agrícola, pero que ya ha sufrido algún proceso industrial, siendo por
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lo tanto, abastecidas por una agroindustria. Operan en condiciones tecnológicas más avanzadas, con una composición orgánica de capital más alta y con una mayor productividad del trabajo que las agroindustrias. En estas industrias agrícolas el proceso productivo es continuo, el abastecimiento es uniforme en cantidad y calidad (todo esto permite que más fácilmente sean introducidas mejoras tecnológicas); y su localización geográfica no está determinada por la producción agrícola. Este tipo de actividad reune todas las características de la producción propiamente industrial. Su oferta está constituida exclusivamente por productos de consumo directo (final) y no por materias primas. Ejemplos de industrias agrícolas son : la producción de galletas y frituras a partir de harinas, la elaboración de dulces, confituras y refrescos a base de azúcar, la fabricación de café instantáneo, la manufactura de calzado, etc. Aquí, en el producto. final la parte del valor correspondiente a los insumos agropecuarios, tiende a ser menor que en la agroindustria; lIegándo a pesar más en términos de valor otros insumos (empaques, saborizantes, colorantes).
Los tres tipos de actividades de transformación de insumos agrícolas (dos agro industriales y una industrial) pueden ser independientes o complementarias dependiendo del mayor o menor grado de procesamiento requerido para estar el producto en condiciones de llegar al consumidor final.
También es posible que una misma unidad de producción o una misma empresa realice todo el proceso, siendo simultáneamente agroindustria e industria agrícola. Un ejemplo de esto es la industria cervecera.
Por último, es también indispensable precisar y separar, a la agroindustria y la industria agrícola de las industrias para la agricultura; dado que, existen autores que consideran la producción de maquinaria e insumos para la agricultura como parte de la agroindustria o de la agroindustrialización. Si bien es cierto que el estudio integral del fenómeno agroindustrial requiere del conocimiento de la producción de insumos, otra, muy distinta, es confundir a la industria petroqu(mica (fertilizantes), qu ímico-farmaceútica (plaguicidas, herbicidas), metal-mecánica, etc. (herramientas, maquinaria) con la agroindustria. Sin duda, tienen relación pero se trata de cosas distintas. Además de que su producción no está totalmente dirigida a la agroindustria.
Actualmente existen en México alrededor de 55 tipos de agroindustrias (37 alimentarias y 18 no alimentarias, y 85 industrias agrícolas) (30 alimentarias y 55 no alimentarias).