Jeremias 4to Trimestre 2015

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Leccion de esuela sabatica correspondiente al 4to Trimestre 2015

Transcript of Jeremias 4to Trimestre 2015

  • JEREMAS

    La oficina de las Guas de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da prepara estas Guas de Estudio de la Biblia. La preparacin de las guas ocurre bajo la direccin general de la Comisin de Publicaciones de la Escuela Sabtica, una subcomisin de la Junta Directiva de la Asociacin General (ADCOM), que publica las Guas de Estudio de la Biblia. La gua publicada refleja la contri-bucin de una comisin mundial de evaluacin y la aprobacin de la Comisin de Publicaciones de la Escuela Sabtica, y por ello no representa necesariamente la intencin del autor. 2015 Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da. Todos los derechos reservados. Ninguna por-cin de esta Gua de Estudio de la Biblia puede ser editada, alterada, modificada, adaptada, traducida, repro-ducida o publicada por cualquier persona o identidad sin autorizacin previa por escrito de la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da. Las oficinas de las divisiones de la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da estn autorizadas a realizar la traduccin de la Gua de Estudio de la Biblia, bajo indicaciones especficas. Los derechos autorales de esas traducciones y su publicacin permanecern con la Asociacin General. Adventista del Sptimo Da, Adventista y el logo de la llama son marcas registradas de la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da y no pueden ser utilizados sin autorizacin previa de la Asociacin General.

    Gua de Estudio de la

    Biblia

    (Lecciones de la Escuela Sabtica)

    Edicin para AdultosOctubre Diciembre 2015

    Autor

    Imre Tokics

    Direccin general

    Clifford Goldstein

    Direccin

    Marcos G. Blanco

    Traduccin y redaccin

    Rolando A. Itin

    Diseo

    Giannina Osorio

    Ilustraciones

    Lars Justinen

    ContenidoIntroduccin

    1. El llamado proftico de Jeremas .................................... 52. La crisis (interna y externa) .......................................... 123. Los ltimos cinco reyes de Jud .................................. 194. Reprensin y retribucin .............................................. 265. Ms ayes para el profeta .............................................. 336. Actos simblicos .......................................................... 407. La crisis contina .........................................................478. Las reformas de Josas ................................................ 549. El yugo de Jeremas ..................................................... 61

    10. La destruccin de Jerusaln ........................................ 6811. El Pacto ....................................................................... 7512. De vuelta a Egipto........................................................ 8213. Lecciones de Jeremas ................................................ 89

    Coleccin Gua de Estudio de la BibliaGUA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA PARA LA ESCUELA SABTICA EDICIN PARA ADULTOS (Sabbath School Lessons), (USPS 308-600). Spanish-language periodical for fourth quarter, 2015. Volume 120, No. 4. Published quarterly by the Paci-fic Press Publishing Association, 1350 North Kings Road, Nampa, ID 83687-3193, U.S.A. Subscription price, $10.36; single copies, $3.99. Periodicals postage paid at Nampa, ID. POSTMASTER: Send address changes to GUA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA PARA LA ESCUELA SABTICA EDICIN PARA ADULTOS, P.O. Box 5353, Nampa, ID 83653-5353. Printed in the United States of America.

    TEXTO Y DIAGRAMACIN: CASA EDITORA SUDAMERICANA.IMPRESIN Y DISTRIBUCIN: PACIFIC PRESS PUBLISHING ASSOCIATION.

    SE PROHBE LA REPRODUCCIN TOTAL O PARCIAL DE ESTE FOLLETO SIN EL PERMISO DE LOS EDITORES

  • 2INTRODUCCIN

    MI-YITTAN

    El hebreo bblico, como la mayora de las lenguas, est salpicado de ex-presiones idiomticas, palabras o frases que significan algo diferente de lo que parecen decir. Un ejemplo es mi-yittan, trmino compuesto por dos palabras hebreas: mi, que es la interrogacin quin?; y yittan, que significa dar. De este modo, queda: quin dar?

    En la Biblia hebrea, esta frase expresa la idea de un deseo, un anhelo, algo que se desea con ansias. Por ejemplo, despus de que escaparon de Egipto, los hijos de Israel, frente a los desafos del desierto, exclamaron: Ojal hubiramos muerto por mano de Jehov en la tierra de Egipto (xo. 16:3). La expresin ojal proviene de mi-yittan. En el Salmo 14:7, David exclama: Oh, que de Sion saliera la salvacin! El hebreo no dice Oh, sino mi-yittan. En Job 6:8, cuando Job exclama: Ah, si Dios me concediera lo que le pido! (NVI), Ah viene de mi-yittan.

    La expresin aparece otra vez en Deuteronomio 5:29. Repasando las provi-dencias de Dios en la historia, Moiss les recuerda a los hijos de Israel su pedido de que l, Moiss, hablara con Dios en nombre de ellos, para que no murieran. Segn Moiss, Dios se complaci en su pedido, y les dijo: Ojal su corazn est siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos! (NVI).

    La palabra ojal es la traduccin de mi-yittan.Increble! Aqu est Dios el Dios creador, el que hizo el espacio, el tiempo

    y la materia, el que sopl en Adn el aliento de vida expresando una frase generalmente asociada con las debilidades y las limitaciones de la humanidad.

    Qu decir acerca de la realidad del libre albedro. Qu decir de los lmites de lo que Dios puede hacer en medio de la gran controversia. Este uso de mi-yittan revela que incluso Dios no tocar el libre albedro (pues, en el momento en que lo hiciera, ya no sera libre).

  • 3Ahora, si algn libro del Antiguo Testamento revela la realidad del deseo de Dios de que los humanos le obedezcan, y la tendencia humana a no hacerlo, es el libro de Jeremas, el tema de este trimestre. Frente al cuadro de los grandes cambios geopolticos del antiguo Cercano Oriente, el libro de Jeremas relata el ministerio y el mensaje del profeta que, con pasin y fidelidad, predicaba el mensaje de Dios a gente que, en su mayor parte, no quera escucharlo.

    Comenzando con el llamado del profeta, el libro nos lleva a travs de d-cadas de historia bblica mientras Dios usaba a este joven (luego anciano) para proclamar las verdades bsicas que han sido el fundamento del mensaje b-blico desde el comienzo. Y de todas las verdades espirituales que se presentan en el libro, estas palabras captan la esencia de mucho de lo que Dios espera de su pueblo: As dijo Jehov: No se alabe el sabio en su sabidura, ni en su valenta se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas albese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehov, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehov (Jer. 9:23, 24).

    Leer el libro de Jeremas es realizar una jornada, una jornada espiritual que va y viene desde las profundidades ms bajas de la depravacin humana hasta la altura, la grandeza y la majestad de Dios; el Dios que, desde esa altura, clama a todos nosotros, aun en nuestra condicin cada: Mi-yittan que tal corazn estuviera en ustedes!

    Imre Tokics es jefe del departamento de Antiguo Testamento en el Colegio Teolgico Adventista, Pecel, Hungra. Es profesor de Antiguo Testamento y de Ciencias Religiosas, y doctor en Leyes.

  • 4CLAVE DE ABREVIATURAS

    CBA Comentario bblico adventista, 7 tomosCS El conflicto de los siglosDHH La Biblia, versin Dios habla hoyEd La educacinFO Fe y obrasMS Mensajes selectos, 3 tomosNB Notas biogrficas de Elena G. de WhiteNVI La Biblia, Nueva Versin InternacionalPP Patriarcas y profetasPR Profetas y reyesPVGM Palabras de vida del gran MaestroR&H Review and Herald [Revista Adventista, en ingls]

  • 5Leccin 1: Para el 3 de octubre de 2015

    EL LLAMADO PROFTICO DE JEREMAS

    Sbado 26 de septiembre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaas 1:19; Jeremas 7:5-7; 1 Reyes 2:26; Jeremas 1:1-5; Isaas 6:5; Jeremas 1:6-19; Mateo 28:20.

    PARA MEMORIZAR:Antes que te formase en el vientre te conoc, y antes que nacieses te santifiqu, te di por profeta a las naciones (Jer. 1:5).

    SABEMOS MS ACERCA DE JEREMAS que de cualquier otro profeta del Antiguo Testamento. Los hechos biogrficos que aparecen en su libro nos ayudan a comprender mejor su obra como profeta. Jeremas tuvo tal efecto en la historia que, aun en el tiempo de Jess, los talleres literarios y las escuelas para discpulos se basaban en el ministerio proftico de Jeremas.

    La obra del profeta, juzgada por las normas humanas, muestra solo un leve xito. A pesar de dcadas de fervientes advertencias y ruegos, la gente no escu-chaba los mensajes dados por l de parte de Dios.

    No obstante, Jeremas no pudo ser comprado ni vendido; se mantuvo como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce (Jer. 1:18), no con sus propias fuerzas, sino con las de Dios.

    Jeremas no fue muy feliz. Su llamado le trajo sufrimiento, dolor, rechazo, encarcelamiento. Muchas de sus dificultades vinieron de aquellos a quienes procuraba ayudar tratando de encaminarlos en la direccin correcta. Jeremas prefigur lo que Jess afrontara centenares de aos despus en el mismo pas.

  • 6 Leccin 1 // Domingo 27 de septiembre

    LOS PROFETAS

    Los profetas, de acuerdo con su llamamiento, fueron decididos protectores de la Ley de Dios. Se mantuvieron en el Pacto y en los Diez Mandamientos (Jer. 11:2-6). Miqueas 3:8 nos da un resumen de la obra de los profetas, que era de-nunciar a Jacob su rebelin, y a Israel su pecado. Y el concepto de pecado, por supuesto, no tiene significado separado de la Ley (ver Rom. 7:7).

    Cul era el mensaje de los profetas al pueblo? De qu maneras ese mensaje es el mismo para nosotros hoy? Isa. 1:19; Jer. 7:5-7; Eze. 18:23. (Ver tambin Mat. 3:7-11.)

    El juicio de Dios poda evitarse, pero caera sobre ellos si no se volvan de sus malos caminos. Sin embargo, el cambio no es fcil, especialmente cuando la gente se habita a hacer el mal. Quin no ha visto cmo la gente se acos-tumbra al mal que en otro tiempo la abrumaba? El mensaje de los profetas deba mostrar a la gente cun malos eran sus caminos, y cules seran las con-secuencias de no apartarse de ellos. Y, por supuesto, este mensaje no era de los profetas, sino de Dios.

    Los profetas no mencionan de qu modo les era revelada la Palabra de Dios o cmo la oan. A veces, Dios les hablaba directamente, tal vez, en un suave murmullo (1 Rey. 19:12, NVI); o el Espritu Santo les daba sueos o visiones. Sin embargo, no importa cmo les llegaran los mensajes, los profetas tenan una misin, no solo de transmitir la voluntad de Dios al pueblo en general, sino tambin, cuando era necesario, hablar ante reyes, emperadores y generales.

    Esta tarea involucraba una gran responsabilidad: si decan la verdad, estas personas poderosas podan matarlos; pero, si no representaban la verdad, el juicio de Dios tambin poda caer sobre ellos. Ser un profeta es una vocacin difcil y, por lo que nos muestran las Escrituras, los que recibieron ese llamado lo tomaron muy en serio.

    Podemos estar contentos de que lo hicieron, porque sus mensajes nos han llegado en la Biblia. En ese sentido, sus palabras todava hablan hoy. La pre-gunta actual es la misma que en el tiempo de Jeremas: Escucharemos?

    Qu nos estn diciendo los profetas, aun despus de todo este tiempo? En esen-cia, cul es su mensaje bsico para el pueblo de Dios?

  • 7 // Leccin 1Lunes 28 de septiembre

    ANTECEDENTES FAMILIARES DE JEREMAS

    Lee 1 Reyes 1 y 2:26. Cul es el marco de fondo que motiv el exilio de Abiatar a su pueblo de Anatot?

    Despus de que fortaleci su trono, Salomn, en un conflicto con Adonas acerca de la sucesin, apart al sacerdote Abiatar de su oficio y lo exili a su pueblo natal, Anatot, que se cree que estaba a unos cinco kilmetros al noreste de Jerusaln. Hilcas, el padre de Jeremas, era miembro de una familia sacer-dotal que viva en Anatot. Algunos han especulado que la familia de Jeremas pudo haber descendido de Abiatar. De todas maneras, sabemos por Jeremas 1:1 que el joven provena de una familia destacada. Podemos ver, a travs de toda la historia proftica, que Dios llam a todo tipo de personas pastores, rabes, pescadores, sacerdotes al oficio proftico.

    Miembro del sacerdocio levtico, Jeremas haba sido educado desde su in-fancia para el servicio santo. Durante aquellos felices aos de preparacin, dis-taba mucho de comprender que haba sido ordenado desde su nacimiento para ser profeta a las naciones; y cuando le lleg el llamamiento divino, se qued abrumado por el sentimiento de su indignidad y exclam: Ah! ah! Seor Je-hov! He aqu, no s hablar, porque soy nio (Jer. 1:5, 6) (PR 299).

    Los sacerdotes deban ser los lderes morales y espirituales de la nacin; se les haban dado funciones importantes que impactaban la mayor parte de las reas de la vida espiritual del pueblo. Algunos fueron fieles a esa tarea; otros abusaron de ella y la violaron de maneras que no podemos imaginar. Como pronto leeremos en el libro de Jeremas, el profeta tuvo palabras muy duras en contra de esos sacerdotes infieles, que haban demostrado ser indignos de las responsabilidades y el llamamiento que se les haba confiado.

    Cules son tus responsabilidades espirituales, ya sea en casa o en la iglesia, o en ambos lugares, o en cualquier otra parte? Si un profeta fuera a hablarte ahora acerca de esas responsabilidades, qu podra decir?

  • 8 Leccin 1 // Martes 29 de septiembre

    EL LLAMAMIENTO PROFTICO DE JEREMAS

    Lee Jeremas 1:1 al 5. Qu nos ensea acerca del llamamiento de Jeremas?

    As como otros profetas del Antiguo Testamento (y como Pablo en el Nuevo; ver Gl. 1:1; Rom. 1:1), Jeremas no tuvo dudas con respecto a quin lo llamaba. En estos versculos, y en realidad en todo el libro de Jeremas, queda claro que hablaba la palabra de Jehov, que haba venido a l. Sin duda, esta ferviente conviccin es lo que lo capacit para seguir adelante, a pesar de la dura oposi-cin, y los trabajos, sufrimientos y pruebas.

    El llamamiento de Jeremas ocurri en el decimotercer ao del reinado de Josas, datado alrededor de los aos 627/626 a.C. No sabemos la fecha exacta en que naci el profeta, o su edad al comienzo de su ministerio; pero, como veremos, se consideraba todava nio, alguien demasiado joven para la tarea que se le encargaba.

    Lee Jeremas 1:4 y 5. Qu seguridad y consuelo debi haber reci-bido l de esas palabras?

    El llamamiento proftico de Jeremas ocurri antes de su nacimiento. Dios lo separ desde el momento de su concepcin para esta funcin proftica. Las palabras traducidas como te santifiqu (vers. 5) provienen de un verbo que significa ser santo o santificar, entre otras cosas. Decididamente, tiene una connotacin sagrada y religiosa, ligada tambin con el mismo servicio del Santuario. De hecho, la palabra para santuario viene de la misma raz. La idea contenida en ella es algo o alguien puesto aparte para un propsito santo. Esto es lo que Dios tena planificado para Jeremas, aun antes de su nacimiento. Estos textos no ensean la preexistencia o predestinacin, sino el preconoci-miento de Dios.

    Dios sabe el fin desde el principio. Qu consuelo podemos obtener en medio de las pruebas que inevitablemente afrontamos?

  • 9 // Leccin 1Mircoles 30 de septiembre

    PROFETAS REACIOS

    A pesar de la seguridad que Dios le dio a Jeremas de que haba sido divi-namente elegido para esta tarea, el joven estaba asustado y no se senta a la altura de ella. Tal vez conociendo el estado espiritual de ese tiempo, que no era bueno, y sabiendo lo que se necesitaba hacer, Jeremas no quera ese trabajo.

    Compara Jeremas 1:6 con Isaas 6:5 y xodo 4:10 al 15. Qu puntos en comn tienen todos estos incidentes?

    Ninguno de estos hombres, por diversas razones, se senta a la altura de la tarea. Tal vez ese fuera el prerrequisito crtico para la tarea del profeta: un sentido de la propia indignidad e incapacidad para una tarea tan vital e impor-tante. Un vocero del Creador? No es extrao que todos trataran de no acep-tarlo, por lo menos al principio.

    Nota tambin la primera respuesta de Jeremas despus de haber sido lla-mado. De inmediato habl de su incapacidad de hablar bien, igual que Moiss. Tambin Isaas, en su respuesta, mencion su boca, sus labios. En todos los casos ellos saban que, fuera de cualquier otra cosa que involucrara el llamado, este requera hablar y comunicarse. Recibiran mensajes de Dios y seran res-ponsables de proclamar esos mensajes a otros. Hoy podran preparar un sitio web o enviar mensajes de texto, pero ellos saban que la comunicacin a me-nudo sera cara a cara. Imagnate estar parado ante lderes hostiles o gente desordenada, y darles palabras de severa reprensin y advertencia. Es com-prensible que estos futuros profetas fueran un tanto reacios o renuentes.

    Lee Jeremas 1:7 al 10. Cul fue la respuesta de Dios a Jeremas? Por qu esa respuesta nos da cierta esperanza y representa una promesa en cualquier situa-cin en la que seamos llamados por Dios para hacer algo por l?

  • 10

    Leccin 1 // Jueves 1 de octubre

    LA VARA DE ALMENDRO

    El profeta es un testigo de Dios; su tarea es hablar, no de s mismo sino solo de Dios. Jeremas no fue llamado a encontrar soluciones a los problemas de la nacin, o a llegar a ser una gran personalidad o un lder carismtico a quien el pueblo seguira. Jeremas tena la misin singular de transmitir las palabras de Dios al pueblo y a sus dirigentes. El nfasis aqu no est en lo humano o en el potencial humano; solo est en la soberana y el poder de Dios. El profeta deba sealarle a la gente a Dios, en quien solamente estaba la solucin de todos sus problemas. Por supuesto, no es diferente hoy para nosotros.

    Acerca de qu fue la primera visin de Jeremas? (Ver Jer. 1:11-19.)

    La mayora de las Biblias traduce la expresin hebrea del versculo 11 como vara de almendro. Sin embargo, estas traducciones no transmiten el juego de palabras que figura en hebreo. La palabra traducida como almendro tiene la misma raz que estar alerta, que aparece en el versculo 12 (ver la NVI: yo estoy alerta), ya que Dios dice que estar alerta o se apresurar para que su palabra se cumpla.

    Se podra alegar que el mensaje central de todo el libro de Jeremas se en-cuentra en los versculos 11 y 12. Dios es un Dios de gracia y perdn. Si su pueblo se aparta de su pecado, l es fiel para perdonarlo y restaurarlo; si no lo hace, l es igualmente fiel en cumplir sus palabras de juicio y de castigo.

    Como tambin podemos ver, las palabras de Dios aqu no fueron solo para el pueblo. Dios le estaba hablando directamente a Jeremas mismo, advirtin-dole que estuviera preparado para la oposicin que afrontara. Sin importar lo que sucediera, Jeremas poda tener la seguridad de Dios de que yo contigo estoy. Como veremos, la necesitara.

    Y no la necesitamos todos?

    Lee Mateo 28:20. Qu seguridad encontramos para nosotros en estas palabras, viviendo en el tiempo en que vivimos?

  • 11

    // Leccin 1Viernes 2 de octubre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Martn Lutero escribi acerca del pro-feta en la introduccin a su comentario sobre el libro de Jeremas: Jeremas fue un profeta triste, que vivi en un perodo deplorable y difcil; y lo que es ms, su servicio proftico fue sumamente difcil ya que estaba luchando y ba-tallando con un pueblo testarudo y de mal talante. Aparentemente no alcanz mucho xito, porque experiment cmo sus enemigos llegaban a ser ms y ms malvados. Trataron varias veces de matar al profeta. Fueron duros con l, lo azotaron varias veces. No obstante, l vivira para ver con sus ojos cmo su pas fue devastado y su pueblo llevado al exilio.

    Durante cuarenta aos iba a destacarse Jeremas delante de la nacin como testigo por la verdad y la justicia. En un tiempo de apostasa sin igual, iba a representar en su vida y su carcter el culto del nico Dios verdadero. Durante los terribles sitios que iba a sufrir Jerusaln, sera el portavoz de Jehov. Haba de predecir la cada de la casa de David, y la destruccin del hermoso templo construido por Salomn. Y, cuando fue encarcelado por sus intrpidas decla-raciones, seguira hablando claramente contra el pecado de los encumbrados. Despreciado, odiado, rechazado por los hombres, iba a presenciar finalmente el cumplimiento literal de sus propias profecas de ruina inminente, y compartir el pesar y la desgracia que seguiran a la destruccin de la ciudad condenada (PR 299, 300).

    PREGUNTAS PARA DIALOGAR:Una de las cosas ms tristes, y tal vez algo que nos haga pensar hoy como

    adventistas, es el hecho de que Dios haba advertido a Jeremas que afrontara gran oposicin de su propio pueblo. Lee Jeremas 1:17 al 19 otra vez. Quines pe-learan contra l? Qu terribles lecciones deberamos aprender? Es decir, cul es nuestra actitud hacia la palabra proftica, especialmente cuando omos cosas que no nos gustan? De qu modo la cita de Elena de White, copiada arriba, nos ayuda a expresar la terrible verdad de que los mismos que deberan haber estado revelando al verdadero Dios ante el mundo eran quienes, al atacar y ridiculizar a su portavoz, peleaban contra Dios? (Ver tambin Ecl. 1:9.)

  • 12

    Leccin 2: Para el 10 de octubre de 2015

    LA CRISIS (INTERNA Y EXTERNA)

    Sbado 3 de octubre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jueces 2:1-5; 1 Reyes 12:26-31; 2 Crnicas 33:9, 10; Jeremas 2:1-28; 5:2, 3.

    PARA MEMORIZAR:Santo era Israel a Jehov, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devo-raban eran culpables; mal vena sobre ellos, dice Jehov (Jer. 2:3).

    SI HAY UNA PALABRA QUE DESCRIBE la condicin humana desde la Cada, es crisis; sacarnos de ella cost la muerte de Jess en la cruz. La crisis debe ser sumamente mala; despus de todo, considera las medidas extremas requeridas para solucionarla.

    Por toda la Biblia, aparecen incidentes que suceden ante el teln de fondo de una u otra crisis. La situacin en el tiempo de Jeremas y su ministerio no fueron diferentes.

    El pueblo de Dios afrontaba muchos desafos, tanto desde adentro como desde afuera. Lamentablemente, a pesar de la terrible amenaza militar de poderes extranjeros, en muchos sentidos la crisis provino desde adentro. Adentro significa no solo un liderazgo y un sacerdocio corruptos, lo que ya es bastante malo; adentro tambin se refiere al pueblo, cuyos corazones se haban endurecido tanto y daado tanto por el pecado y la apostasa que rehu-saban prestar atencin a las advertencias que Dios les enviaba anuncindoles que podran evitar el desastre.

    El pecado ya es suficientemente malo, pero cuando uno rehsa apartarse de l, eso es crisis!

  • 13

    // Leccin 2Domingo 4 de octubre

    UNA BREVE HISTORIA

    Cuando los Israelitas finalmente entraron en la Tierra Prometida, despus de aos de peregrinacin por el desierto, no pas mucho tiempo hasta que comenzaron las dificultades. Solo fue necesario que surgiera una generacin nueva, que no conoca a Jehov (Juec. 2:10), y comenz una crisis espiritual que, en muchos sentidos, infect a la nacin a lo largo de su historia. En rea-lidad, es un problema que ha infectado tambin a la iglesia cristiana.

    Lee Jueces 2:1 al 15. Qu caus la crisis, y de qu modo se manifest?

    El versculo 11 dice: Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehov. Cada generacin, una tras otra, avanz un paso ms lejos de Dios hasta que la nacin estuvo haciendo exactamente lo que Dios le haba dicho que no hiciera. Por causa de su pecado, afront una crisis tras otra, pero Dios aun entonces no la abandon. Le envi jueces (Juec. 2:16), que la libraron de inmediato de sus desgracias.

    Despus de la era de los jueces, la nacin entr en un perodo de relativa paz y prosperidad bajo lo que se ha llamado el reino unido, el gobierno de Sal, David y Salomn, que dur unos cien aos. Bajo David, y luego Salomn, la nacin creci hasta ser una potencia regional.

    Sin embargo, los buenos tiempos no duraron mucho. Despus de la muerte de Salomn (aproximadamente 931 a.C.), la nacin se dividi en dos reinos: Israel en el norte y Jud en el sur. Mucha de la culpa puede asignarse al gobierno equivocado de Salomn, quien, con toda su sabidura, cometi muchos errores. Las tribus haban sufrido durante mucho tiempo graves per-juicios bajo las medidas opresivas de su gobernante anterior. El despilfarro cometido por Salomn durante su apostasa lo haba inducido a imponer al pueblo contribuciones gravosas y a exigirle muchos servicios (PR 65). Nunca ms las cosas fueron iguales para la nacin elegida por Dios. Hicieron todo lo que Dios les haba advertido que no deban hacer, y por ello cosecharon las tristes consecuencias.

    Piensa en el problema de la siguiente generacin, que no tena los valores y las creencias de la anterior. En qu forma nosotros, como iglesia, sufrimos este problema? De qu manera podemos aprender a transmitir nuestros valores a quienes nos siguen?

  • 14

    Leccin 2 // Lunes 5 de octubre

    LOS DOS REINOS

    Despus de la divisin de la nacin, las cosas fueron de mal en peor. En el Reino del Norte, el rey Jeroboam hizo algunas elecciones terribles que tuvieron un impacto malo y larga duracin.

    Lee 1 Reyes 12:26 al 31. Qu debe decirnos esto acerca del modo en que las circunstancias inmediatas pueden oscurecer nuestro juicio?

    La entrada de la adoracin idlatra por influencia del rey ayud a poner la nacin en un sendero desastroso. La apostasa introducida durante el reinado de Jeroboam se fue haciendo cada vez ms pronunciada, hasta que finalmente result en la destruccin completa del reino de Israel (PR 78). En el ao 722 a.C., Salmanasar, rey de Asiria, puso fin al reino y deport a sus habitantes a di-ferentes partes de su imperio (ver 2 Rey. 17:1-7). No hubo retorno de este exilio. Por un tiempo, Israel desapareci de la historia.

    En el Reino del Sur, las cosas no fueron tan mal, al menos por un tiempo. Pero tampoco fueron mejores y, como con el Reino del Norte, Dios procur evitar la calamidad que afrontaba ese reino, solo que ahora la amenaza pro-vena de los babilonios.

    Tristemente Jud, con raras excepciones, tuvo una serie de reyes que con-dujeron a la nacin a una apostasa ms grave.

    Qu dicen los siguientes versculos acerca del reino de algunos de los reyes de Jud? 2 Crn. 33:9, 10, 21-23; 2 Rey. 24:8, 9, 18, 19.

    A pesar de esos lderes terribles, muchos de los libros de la Biblia, inclu-yendo el de Jeremas, son las palabras de los profetas que Dios envi a su pueblo en un intento por hacerlos volver del pecado y la apostasa que estaba destruyendo el corazn de la nacin. Dios no abandonara a su pueblo sin darle tiempo y oportunidades suficientes para volverse de sus malos caminos y evitar el desastre que traera, inevitablemente, su pecado.

    Es muy difcil salirse de la cultura y el ambiente propios, y mirarse objetivamente. En realidad, es imposible. Por qu, entonces, debemos comparar constante-mente nuestra vida con las normas de la Biblia? Qu otra norma tenemos?

  • 15

    // Leccin 2Martes 6 de octubre

    DOS MALES

    En medio de este cuadro, el joven Jeremas comenz su ministerio prof-tico. La palabra de Dios vino a l, y l la proclam con la esperanza de que la gente, atendiendo a estas palabras, pudiera evitar la ruina que, de otro modo, sobrevendra ciertamente.

    Lee Jeremas 2:1 al 28, y responde las siguientes preguntas:

    Qu promesas haba hecho Dios a la nacin si era fiel? (vers. 2, 3).

    Qu hacan algunos de los sacerdotes, pastores y profetas que era pecaminoso? (vers. 8).

    De qu maneras terribles se estaba engaando la gente con res-pecto a su verdadera condicin espiritual? (vers. 23, 24).

    Aunque la nacin haba experimentado alguna reforma espiritual bajo el liderazgo de Ezequas y de Josas, la gente volvi a sus antiguos caminos y cay en una apostasa peor. Como lo hizo durante todo su ministerio, Jeremas habl en trminos clarsimos de lo que estaba sucediendo.

    Especialmente interesantes son sus palabras en Jeremas 2:13. La gente haba cometido dos males: primero, haba abandonado a Dios, la fuente de aguas vivas; y segundo, como resultado, haba cavado para s cisternas rotas que, por supuesto, no podan retener agua. Es decir, al abandonar a Dios, ha-ban perdido todo. Estas palabras llegan a tener an ms significado a la luz de lo que dice Jess en Juan 4:10.

    En Jeremas 2:5, Dios dijo que haban ido tras vanidad y, como resultado, ha-ban llegado a ser vanos. La palabra hebrea para ambos trminos viene de la misma raz hebrea (hbl) que se usa en Eclesiasts y se traduce como vanidad. Tambin significa vapor, o aliento. De qu modo buscar cosas sin valor nos hace vanos? Qu significa esto? De qu forma este concepto nos ayuda a comprender a quienes, a veces, sienten como si su vida no tuviera sentido o valor? Cul es la respuesta para ellos?

  • 16

    Leccin 2 // Mircoles 7 de octubre

    LA AMENAZA DE BABILONIA

    Hasta cierto grado, el trasfondo de los eventos polticos que dieron forma al ministerio de Jeremas se ha perdido. Es decir, muchos de los detalles no estn disponibles hoy. Pero, la Biblia con la ayuda de los hallazgos arqueolgicos presenta elementos ms que suficientes para tener un cuadro general de lo que sucedi. Aunque desde una perspectiva humana probablemente pareca que nadie estaba en el control mientras esas naciones batallaban por tener tierra, poder y hegemona, la Biblia nos ensea otra cosa.

    Lee Jeremas 27:6. De qu modo debemos entender esto?

    En los primeros aos del ministerio de Jeremas, el pequeo reino de Jud se haba visto envuelto en las batallas militares entre Babilonia, Egipto y el poder decadente de Asiria. Con la declinacin del Imperio Asirio a fines del siglo VII a.C., Egipto procur reconquistar poder y dominio en la regin. Sin em-bargo, en la batalla de Carquemis, en 605 a.C., Egipto fue aplastado y Babilonia lleg a ser el nuevo poder mundial.

    Este nuevo poder hizo de Jud su vasallo. Joacim, rey de Jud, pudo estabi-lizar el pas solo jurando lealtad al rey de Babilonia. Sin embargo, lo que muchos en el pas queran era pelear y liberarse de los babilonios, aun cuando eso no era lo que Dios quera que hicieran. Por el contrario, Dios estaba usando a Babilonia especficamente como un medio para castigar a la nacin por su apostasa.

    Lee Jeremas 25:8 al 12. Cul fue el mensaje de Jeremas al pueblo de Jud?

    Una y otra vez Jeremas advirti al pueblo lo que sucedera por causa de su pecado; y cada vez, muchos de los lderes polticos y religiosos rehusaron prestar atencin a las advertencias, creyendo en cambio lo que ellos deseaban creer, que era que Dios los librara. Despus de todo, no eran ellos el pueblo especial llamado por Dios?

    Cundo fue la ltima vez que creste lo que deseabas creer, sin importarte cun obviamente equivocada era esa creencia? Qu lecciones has aprendido que te ayudarn a que no vuelva a pasarte lo mismo?

  • 17

    // Leccin 2Jueves 8 de octubre

    JURAMENTO EN FALSO

    En Jeremas 5:1, Dios le dice a la gente que corra por las calles y vea si en-cuentra un hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonar [a Jerusaln]. Esto nos recuerda dos historias. Una es la de un antiguo filsofo griego del siglo IV a.C., llamado Digenes que, de acuerdo con la leyenda, sola caminar por el mercado en pleno da con una luz encendida, diciendo que buscaba un hombre honesto. La otra historia, que sabemos que es verdadera, es la de Abraham, cuando Dios le dijo que si poda encontrar cincuenta justos (que pronto aquel baj a diez) no destruira a Sodoma.

    En estas palabras de Dios por medio de Jeremas, el Seor quera revelar cun extendida era la apostasa y el pecado entre su pueblo. No haba alguno que hiciera justicia y buscara la verdad? Si los haba, eran muy pocos.

    Lee Jeremas 5:2 y 3. Qu se dice aqu que muestra cun mal es-taban las cosas? (Ver Lev. 19:12.)

    Estos versculos plantean un punto que aparece en todo el libro. No importa cun bajo hubiera cado la nacin, muchos en el pueblo crean que todava estaban siguiendo fielmente a Dios! Pronunciaban su nombre, pero lo hacan falsamente en lugar de hacerlo en verdad, en juicio y en justicia (Jer. 4:2), como Dios les haba ordenado. Ellos no escucharon la advertencia que vena de Dios, sino que siguieron con sus vidas y prcticas religiosas como si todo estuviera bien entre ellos y Dios cuando, en realidad, casi nada estaba bien.

    La profundidad de su engao puede verse en Jeremas 7:4, cuando la gente obtena un falso consuelo en las palabras hekhal ywhw, hekhal yhwh, hekhal yhwh hemma! (Templo de Jehov, templo de Jehov, templo de Jehov es ste), como si tener el Templo fuera todo lo que necesitaban para asegurarse de que todo iba bien con ellos. Una cosa es saber que ests en una crisis; pero estar en una crisis y no saberlo es una situacin an peor.

    Con todas las verdades maravillosas que se nos han dado como adventistas del sptimo da, de qu manera podemos asegurarnos de no caer en un engao similar creyendo que nuestro llamamiento singular, en s mismo, es suficiente para salvarnos?

  • 18

    Leccin 2 // Viernes 9 de octubre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: No haris como todo lo que hacemos nosotros aqu ahora, cada uno lo que bien le parece (Deut. 12:8). Cuando obedecieres a la voz de Jehov tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehov tu Dios (Deut. 13:18). En aquellos das no haba rey en Israel; cada uno haca lo que bien le pareca (Juec. 17:6; 21:25).

    En estos versculos se presenta un contraste sumamente importante, espe-cialmente en estos das y poca, cuando muchas personas se rebelan ante la idea de que una autoridad de afuera les diga lo que deben hacer, o qu es lo bueno y qu es lo malo. No obstante, podemos ver una distincin muy clara entre estas dos cosmovisiones. En una, la gente hace lo que le parece que est bien; en la otra, la gente hace lo que est bien ante los ojos de Jehov tu Dios. El problema con la primera posicin es que, como sucedi tantas veces en la historia, lo que est bien a los ojos propios est mal a los ojos de Dios. Por esto debemos someter todo, aun nuestras conciencias, a la Palabra de Dios.

    PREGUNTAS PARA DIALOGAR:1. Cules son algunos ejemplos de personas buenas que hicieron cosas

    muy malas, aun cuando en ese momento ellas pensaban que hacan lo co-rrecto? Muchas culturas hoy miran hacia atrs con horror a lo que una vez fueron prcticas comunes. Qu lecciones podemos obtener de esto para noso-tros hoy, acerca de por qu no solo necesitamos someternos a las enseanzas de la Biblia, sino tambin necesitamos ser cuidadosos en el modo en que las interpretamos? Esto es especialmente importante cuando nos damos cuenta de que, en algunos casos, algunas de las cosas malas fueron hechas por quienes crean que podan justificar sus acciones con la Biblia. Qu debe decirnos esto acerca de cun bsicos y fundacionales necesitan ser los Diez Mandamientos en todas nuestras creencias?

    2. Al estudiar Jeremas este trimestre recordemos que, a pesar de las repe-tidas advertencias, el pueblo crea que estaba bien con Dios. Cul pudo haber sido la causa de que estuvieran tan engaados acerca de su verdadera condi-cin? Qu mensaje encontramos aqu para nosotros?

  • 19

    Leccin 3: Para el 17 de octubre de 2015

    LOS LTIMOS CINCO REYES DE JUD

    Sbado 10 de octubre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Crnicas 34; Jeremas 22:1-19; 29:1-14; 2 Crnicas 36:11-14; Jeremas 23:2-8.

    PARA MEMORIZAR:l juzg la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. No es esto conocerme a m? dice Jehov (Jer. 22:16).

    EL ESCRITOR RUSO FIDOR DOSTOYEVSKI pas cuatro aos en una pri-sin en Siberia, a mediados del siglo XIX, por sus actividades polticas subver-sivas. Ms tarde, escribiendo acerca de sus experiencias, dijo que algunos de sus compaeros de prisin no tenan remordimientos por su conducta. En el transcurso de varios aos, nunca vi una seal de arrepentimiento entre esas personas; ni un rastro de cavilacin acerca de sus crmenes, y la mayora de ellos consideraba interiormente que estaba absolutamente en lo correcto.Jo-seph Frank, Dostoevsky, the Years of Ordeal, 1850-1859, p. 95.

    Dostoyevski podra haber estado hablando de los cinco reyes que gober-naron Jud durante el ministerio de Jeremas, con excepcin de Josas. Uno tras otro, estos hombres no se arrepintieron de sus acciones, aunque cada vez era ms claro que estas producan las calamidades que Dios les anunciaba.

    Dios nunca quiso dar un rey a Israel; esta semana comprenderemos mejor el porqu. Entenderemos, adems, las presiones que el pobre Jeremas afront durante la mayora de su poco apreciado ministerio.

  • 20

    Leccin 3 // Domingo 11 de octubre

    BAJO EL GOBIERNO DE JOSAS

    Josas fue el decimosexto rey en el Reino del Sur; rein entre los aos 640 y 609 a.C. Lleg a ser rey a la edad de ocho aos, despus de ms de medio siglo de declinacin moral y espiritual bajo los mandos de su padre (Amn) y su abuelo (Manass), dos de los reyes ms malvados de Jud. El reinado de Josas dur 31 aos. Sin embargo, a diferencia de sus antecesores, Josas hizo lo recto ante los ojos de Jehov (2 Rey. 22:2), a pesar del ambiente que estaba en contra de l.

    Hijo de un rey impo, asediado por tentaciones a seguir las pisadas de su padre y rodeado de pocos consejeros que lo alentasen en el buen camino, Josas fue sin embargo fiel al Dios de Israel. Advertido por los errores de las generaciones anteriores, decidi hacer lo recto en vez de rebajarse al nivel de pecado y degradacin al cual haban cado su padre y su abuelo. Sin apar-tarse a diestra ni a siniestra, como quien deba ocupar un puesto de confianza, resolvi obedecer las instrucciones que haban sido dadas para dirigir a los gobernantes de Israel; y su obediencia hizo posible que Dios lo usase como vaso de honor (PR 283).

    Lee 2 Crnicas 34. Cules fueron los componentes de la reforma de Josas, y por qu son centrales para cualquier intento de reforma espi-ritual, sea corporativo o personal?

    La reforma de Josas consista en dos componentes principales. Primero eliminar, tanto como fuera posible, cualquier cosa que tuviera un rastro de idolatra. Es decir, el Rey actu para erradicar las malas prcticas que haba adoptado la nacin.

    Pero, eso era solo el primer paso. Una ausencia de mal o de prcticas equi-vocadas no significa automticamente que seguir el bien. Luego, despus de escuchar la lectura del libro de la Ley, el Rey hizo un pacto con Dios de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazn y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro (2 Crn. 34:31).

    Lee 2 Crnicas 34:32 y 33. Qu nos dicen estos versculos acerca del poder del buen ejemplo, especialmente entre la gente que est en posiciones de poder e influencia? Piensa: Qu influencia ejercen tus palabras sobre los dems?

  • 21

    // Leccin 3Lunes 12 de octubre

    JOACAZ Y JOACIM: OTRO DESCENSO

    Joacaz (tambin conocido como Salum) tena 23 aos cuando sucedi a su padre en el trono. Su reinado dur solo tres meses. El faran lo reemplaz por su hermano, puesto que Joacaz no estaba en favor de la poltica egipcia. Joacaz fue llevado a Egipto, donde muri. (Ver 2 Crn. 36:4; 2 Rey. 23:31-34.)

    El rey que sigui a Joacaz fue Joacim, que rein desde 609 hasta 598 a.C. Era hijo de Josas. Cuando Nabucodonosor tom Jerusaln, Joacim fue llevado a Babilonia junto con los utensilios del Templo. Jeremas otra vez advirti al pueblo que su nuevo rey llevaba a la nacin por un camino equivocado.

    Lee Jeremas 22:1 al 19. Cules fueron algunos de los problemas con Joacim que produjeron una reprensin muy severa por parte de Dios?

    Dios, hablando por medio de Jeremas, tuvo palabras muy agudas para este gobernante corrupto y codicioso. Joacim fue un rey avaro y opresor, que im-puso fuertes tributos a Jud (ver 2 Rey. 23:35) para pagar a los egipcios. Peor todava, us a trabajadores forzados para construir su propio palacio, muy ela-borado, desafiando a la Tor, que habla claramente sobre pagarle a la gente por su trabajo: No oprimirs a tu prjimo, ni le robars. No retendrs el salario del jornalero en tu casa hasta la maana (Lev. 19:13). Adems Joacim, a diferencia de su padre, permiti que ritos paganos florecieran otra vez en Jud.

    Jeremas 22:16 es un texto poderoso. En el contexto de comparar al co-rrupto Joacim con su padre, Josas, Dios le dijo: l juzg la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. No es esto conocerme a m? dice Jehov. En otras palabras, el verdadero conocimiento de Dios se manifiesta en el modo de tratar a los que estn en necesidad; se logra cuando salimos de nosotros mismos para beneficiar a quienes no pueden hacer nada para devol-vernos algo. Vemos aqu otra vez, as como en toda la Biblia, la preocupacin de Dios por los pobres y los indefensos, y la obligacin que tenemos de ayudar a los que no pueden ayudarse.

    Medita en la idea de que ayudar al pobre y menesteroso es como conocer a Dios. Qu significa esto?

  • 22

    Leccin 3 // Martes 13 de octubre

    EL BREVE REINADO DEL REY JOAQUN DE JUD

    El decimonoveno rey de Jud fue Joaqun, hijo de Joacim. Rein en el trono de David apenas tres meses y medio. En el ao 598 a.C., Nabucodonosor llev sus ejrcitos a Jerusaln y tom cautivos al rey, que tena 18 aos, con su madre, sus esposas y muchos otros de la realeza. En el ao 561 a.C., en el ao 37 de su cautiverio, Evil-Merodach, el sucesor de Nabucodonosor, le extendi a Joaqun su gracia. Se le dio el derecho de comer con el rey de Babilonia, y pudo vestir su manto real. (Ver 2 Rey. 25:27-30; Jer. 52:31-34.) Sus hijos tambin fueron a Babilonia con l, pero la profeca de Jeremas dijo que tendra que renunciar al trono de David.

    Lee en Jeremas 29:1 al 14, las palabras de Dios por medio de Jere-mas despus de que el rey Joaqun, su familia y la corte fueron llevados cautivos. Aun en medio de esta tragedia, cmo se revelaron el amor y la gracia de Dios?

    Uno de los versculos ms famosos de la Biblia es Jeremas 29:11: Porque yo s muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el SEOR, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza (NVI). Por supuesto, aqu tenemos el contexto inmediato: es Dios, que habla por medio de Jeremas a los cautivos de Jud que haban visto su vida com-pletamente desarraigada por sus conquistadores babilonios. No obstante, aun entonces, sin importar cun mala pareciera la situacin, Dios quera que ellos supieran que l todava los amaba y pensaba solamente en su bien. Sin duda, considerando las terribles circunstancias, ellos debieron haber dado la bienve-nida a tales palabras de esperanza. De este modo, aun en medio de las terribles advertencias y amenazas, el pueblo todava recibi la promesa de un futuro y una esperanza. Cun vital debi haber sido para ellos, especialmente en ese momento, tener esa seguridad.

    Un futuro y una esperanza? Qu promesas puedes reclamar a Dios acerca de un futuro y una esperanza ahora mismo, no importa cules sean las circuns-tancias?

  • 23

    // Leccin 3Mircoles 14 de octubre

    AL FINAL DE UN CALLEJN SIN SALIDA

    Lee 2 Crnicas 36:11 al 14. Qu nos dicen estos versculos acerca del ltimo rey de Jud antes de la destruccin final de la nacin? Qu principios espirituales de apostasa se revelan en estos textos?

    Sedecas (tambin conocido como Matanas) tom el trono a la edad de 21 aos, puesto all por Nabucodonosor como rey ttere. Tristemente, como dice el texto, l no haba aprendido muchas lecciones de lo que haba ocurrido antes con los reyes previos y, como resultado, trajo una ruina an mayor a la nacin.

    En 2 Crnicas 36:14 se afirma algo muy profundo, un punto que de mu-chas formas est en el corazn de su apostasa. En medio de la lista de todos los males cometidos bajo el reinado de Sedecas, se dice que Jud estaba si-guiendo todas las abominaciones de los paganos.

    Podra ser este un mensaje para nosotros?

    Lee Jeremas 38:14 al 18. Qu le pregunt el Rey a Jeremas, y por qu?

    Dios haba dejado claro en muchas ocasiones que la nacin deba some-terse al gobierno de Babilonia, que esta conquista era el castigo por su ini-quidad. Sin embargo, Sedecas rehus escuchar, y form una alianza militar contra Nabucodonosor. Israel se apoy fuertemente en la esperanza de una victoria militar con Egipto. Pero, Nabucodonosor obtuvo la victoria sobre el ejrcito del faran en el ao 597 a.C. Esta derrota sell permanentemente la suerte de Jerusaln y la nacin. A pesar de las numerosas oportunidades para arrepentirse, reformarse, reanimarse, Jud rehus hacerlo.

    Nosotros, como iglesia, hemos sido llamados a proclamar al mundo un mensaje que nadie est proclamando. De muchos modos esto es muy similar a lo que Jud deba hacer. Qu lecciones debemos aprender nosotros de sus errores?

  • 24

    Leccin 3 // Jueves 15 de octubre

    EL REMANENTE

    Qu pas con Israel y Jerusaln despus de rechazar el mensaje de Dios? Jer. 39:8, 9.

    Todo lo que Dios haba advertido que les sucedera fue exactamente lo que ocurri. Por ms que ellos no quisieron creer las advertencias, ciertamente las creyeron despus de que ocurrieron. Quin no ha experimentado algo similar en el mbito personal? Dios nos advierte que no hagamos esto pues suceder lo otro, pero lo hacemos igual y, claro, sucede lo que se nos dijo que ocurrira.

    Qu mensaje se encuentra en Jeremas 23:2 al 8? Qu esperanza se le dio al pueblo?

    Desde la perspectiva humana, todo pareca perdido: su nacin yaca en ruinas, su templo fue destruido, sus gobernantes fueron al exilio y estaban cau-tivos, y la ciudad de Jerusaln era un montn de piedras. La nacin juda y el pueblo judo deban haber desaparecido de la historia en ese momento, como tantas otras naciones sufrieron precisamente eso.

    No obstante, Dios tena otros planes, y en los versculos indicados arriba (y en muchos otros) les dio la esperanza de que no todo estaba perdido, sino que un remanente permanecera, y volvera y, por medio de l, las promesas se cumpliran. Es decir, en medio de todas las advertencias de castigo y destruc-cin, los profetas tambin le dieron al pueblo su nica esperanza.

    Los sombros aos de destruccin y muerte que sealaron el fin del reino de Jud habran hecho desesperar al corazn ms valeroso de no haber sido por las palabras de aliento contenidas en las expresiones profticas emitidas por los mensajeros de Dios. Mediante Jeremas en Jerusaln, mediante Daniel en la corte de Babilonia y mediante Ezequiel a orillas del Chebar, el Seor, en su misericordia, aclar su propsito eterno y dio seguridades acerca de su voluntad de cumplir para su pueblo escogido las promesas registradas en los escritos de Moiss. Con toda certidumbre realizara lo que haba dicho que hara en favor de aquellos que le fuesen fieles. La palabra de Dios [...] vive y permanece para siempre (1 Ped. 1:23) (PR 342).

  • 25

    // Leccin 3Viernes 16 de octubre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Durante los aos finales de la apostasa de Jud, las exhortaciones de los profetas parecan tener poco efecto; y cuando los ejrcitos de los caldeos vinieron por tercera y ltima vez para sitiar a Jeru-saln, la esperanza abandon todo corazn. Jeremas predijo la ruina completa; y porque insista en la rendicin se lo arroj finalmente a la crcel. Pero Dios no abandon a la desesperacin completa al fiel residuo que quedaba en la ciudad. Aun mientras los que despreciaban sus mensajes lo vigilaban estrechamente, Jeremas recibi nuevas revelaciones concernientes a la voluntad del Cielo para perdonar y salvar, y ellas han sido desde aquellos tiempos hasta los nuestros una fuente inagotable de consuelo para la iglesia de Dios (PR 343, 344).

    Considera la frase la voluntad del Cielo para perdonar y salvar. Piensa en todas las formas en que se nos ha mostrado esta voluntad. Tenemos la Palabra de Dios, que nos revela el plan de salvacin. Se nos han dado los escritos diri-gidos por el Espritu de profeca, un don maravilloso. Cules son otras maneras en que vemos la voluntad del Cielo de perdonar y salvar?

    PREGUNTAS PARA DIALOGAR:1. [El pueblo dijo] al profeta Jeremas: Acepta ahora nuestro ruego delante

    de ti, y ruega por nosotros a Jehov tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos) (Jer. 42:2). Qu ensea este versculo, y lo que lemos en Jeremas 23:3, acerca del tema del remanente en Jeremas?

    2. Es tan fcil, desde nuestra perspectiva, mirar hacia atrs, a la historia sagrada, y ver todas las fallas y faltas y deficiencias espirituales del pueblo de Dios de la antigedad. Y debemos hacerlo, pues se nos dijo que estas historias fueron escritas como ejemplos para nosotros (1 Cor. 10:11). Lo triste es que muchas de esas personas en aquel tiempo, en su propio contexto y cultura, pensaban que estaban haciendo lo correcto, que estaban bien con Dios. Qu advertencia debe darnos esto a nosotros, acerca de cun ciegos podemos ser respecto de nuestra verdadera condicin espiritual? De qu maneras podemos afrontar esa verdadera condicin espiritual? Por qu debemos mantener la Cruz como el centro de ese proceso? Qu nos sucedera si no la mantenemos en el centro de nuestra vida espiritual?

  • 26

    Leccin 4: Para el 24 de octubre de 2015

    REPRENSIN Y RETRIBUCIN

    Sbado 17 de octubre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremas 17:5-10; 17:1-4; 11:18-23; Juan 3:19; Jeremas 12:1-6; 14:1-16.

    PARA MEMORIZAR:Sname, oh Jehov, y ser sano; slvame, y ser salvo; porque t eres mi ala-banza (Jer. 17:14).

    QU ES LO QUE HA SIDO HECHO? Lo mismo que se har; y nada hay nuevo debajo del sol (Ecl. 1:9).

    Nada nuevo bajo el sol? Esto es especialmente cierto cuando se refiere a la vida y la obra de los profetas de Dios, que muchas veces fueron llamados para entregar palabras de advertencia y reprensin a quienes deberan haber sabido mejor. Aunque trataban de ser fieles a su llamamiento, los profetas en su mayor parte afrontaron oposicin ardiente, incluso duras retribuciones, a menudo de los lderes espirituales, que deberan haber sido los primeros en escucharlos. No es extrao que Jess dijera: Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! porque edificis los sepulcros de los profetas, y adornis los monumentos de los justos, y decs: Si hubisemos vivido en los das de nuestros padres, no hu-biramos sido sus cmplices en la sangre de los profetas (Mat. 23:29, 30).

    Esta semana comenzaremos a considerar las pruebas que pas Jeremas, cuyo ministerio parece consistir en nada ms que reprensin y retribucin: l da la reprensin, los lderes le dan la retribucin.

  • 27

    // Leccin 4Domingo 18 de octubre

    LOS DOS CAMINOS

    Desde los primeros captulos del Gnesis hasta los ltimos en el Apocalipsis, la Biblia nos presenta solo dos opciones acerca de cmo vivir: o seguimos a Dios con todo nuestro corazn y alma o no lo hacemos. Como dijo Jess, con palabras que muchos encuentran perturbadoras: El que no es conmigo, contra m es; y el que conmigo no recoge, desparrama (Luc. 11:23). Esta es una decla-racin fuerte y sin ambigedad acerca de realidades espirituales mayores que las visibles o que las que el sentido comn parecera comunicar. Es el tema de la gran controversia en su nivel ms bsico. Y no obstante, en un sentido, Jess no est diciendo nada nuevo o radical. Siempre ha sido as.

    Lee Jeremas 17:5 al 10. Qu vitales principios espirituales encon-tramos aqu, especialmente a la luz de la gran controversia entre Cristo y Satans?

    El contexto inmediato de estas palabras probablemente refleje el coqueteo poltico de Jud. Dios quera que comprendieran que su nica ayuda estaba en l, no en los poderes polticos o militares (un punto que aprenderan ms ade-lante, pero solo despus de que fuera demasiado tarde). Aunque Dios puede utilizar a personas para ayudarnos, y lo hace, al fin siempre tenemos que poner nuestra confianza solo en l. Nunca podemos estar seguros de los motivos de los dems, pero siempre podemos conocer las intenciones de Dios para nosotros.

    Con buena razn, Jeremas 17:9 nos advierte acerca de lo engaoso que es el corazn humano. El texto hebreo dice que el corazn es ms engaoso que todo. Los terribles efectos fsicos del pecado, por malos que sean, no son tan malos como los efectos morales y espirituales. El problema es que, por cuanto nuestros corazones son tan engaosos, no podemos saber plenamente cun malos realmente son. Jeremas pronto vera por s mismo cun malsimas pueden ser las intenciones humanas.

    Cmo puedes aprender a confiar en Dios ms de lo que has confiado hasta aho-ra? De qu modo puedes vivir por fe, ahora mismo, y hacer lo que es correcto antes los ojos de Dios?

  • 28

    Leccin 4 // Lunes 19 de octubre

    EL PECADO DE JUD

    Ciertamente la tarea de Jeremas no sera fcil. Tal vez algunas personas encuentren un placer perverso en sealar a otros sus pecados, pero para la mayora no es una tarea agradable, especialmente por las reacciones que sus palabras podran provocar. Algunos, al escuchar las palabras de reprensin, se arrepienten y reforman, pero ese no es usualmente el caso, en especial cuando la reprensin es aguda y fuerte. Y de hecho, como con todos los profetas, las palabras de Jeremas eran precisamente eso: agudas y fuertes.

    Lee Jeremas 17:1 al 4. Cules fueron algunas de las advertencias que Jeremas le dio al pueblo?

    La imagen del pecado grabado en el corazn es especialmente fuerte. Muestra la profundidad de la corrupcin. La idea no es solo que el pecado est escrito all, como con una pluma, sino que est esculpido all, como grabado con una herramienta. Todo eso llega a ser ms fuerte cuando recordamos las palabras de Dios a los antepasados de Jud: Cuando obedecieres a la voz de Jehov tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehov tu Dios con todo tu corazn y con toda tu alma [...] (Deut. 30:10; compara con Sal. 40:8 y Jer. 31:33). Con la iniciativa brotando de sus corazones, haban de amar a Dios y obedecer su Ley; ahora, en cambio, su pecado la violacin de esa ley (1 Juan 3:4) estaba grabado en sus corazones.

    Nadie, entre los que se declaran depositarios de la Ley de Dios, se lisonjee de que la consideracin que en lo exterior manifieste hacia los Mandamientos lo preservar del cumplimiento de la justicia divina. Nadie rehse ser repren-dido por su mal proceder, ni acuse a los siervos de Dios de ser demasiado ce-losos al procurar limpiar de malas acciones al campamento. Un Dios que abo-rrece el pecado invita a los que aseveran guardar su Ley a que se aparten de toda iniquidad (PR 306, 307).

    El pecado grabado en el corazn? Es un pensamiento atemorizador, verdad? Qu nos dice esta imagen acerca de cun profunda e intensa es la obra de purificar nuestros corazones? Cul es la nica manera de lograrla?

  • 29

    // Leccin 4Martes 20 de octubre

    LA ADVERTENCIA A JEREMAS

    Y esta es la condenacin: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron ms las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas (Juan 3:19).

    La triste historia de Jeremas es que la oposicin que afront provino de los mismos que, por medio de l, Dios estaba tratando de salvar. Dios quera evitarles el desastre que ciertamente vendra. El problema, sin embargo, es que la gente a menudo no quiere or lo que necesita or, porque va en contra de sus deseos pecaminosos y corruptos.

    Lee Jeremas 11:18 al 23. Qu sucede aqu? A qu nos recuerdan algunas de esas imgenes?

    Aunque en el antiguo Israel los que profetizaban falsamente en el nombre de Dios podan afrontar la muerte, en este caso no hay indicacin de que los hombres de Anatot pensaran que Jeremas estuviera hablando falsamente. En cambio, parece que ellos solo queran silenciarlo. No deseaban escuchar lo que l tena para decir. Aunque el texto no explica cmo pensaban matarlo, algunos eruditos piensan que podran haber planeado envenenarlo.

    Como ya vimos, Anatot era el pueblo natal de Jeremas, y su gente estaba re-chazando su mensaje hasta el punto de estar dispuesta a matarlo. Sin embargo, esto solamente era el comienzo de un rechazo mucho ms amplio de todo el remanente de su propia nacin.

    Por supuesto, todo esto, incluyendo la imagen del cordero llevado al ma-tadero, evoca el sacrificio de Jess. En un sentido, Jeremas prefigur a Cristo, no como un tipo (como los sacrificios de animales), sino en que l, como Jess, enfrent una fuerte oposicin de los mismos a quienes trataba de ayudar. Esta situacin en la vida de Jeremas recuerda decididamente lo que Jess tambin pas durante los comienzos de su ministerio (Luc. 4:14-30).

    Cundo fue la ltima vez que oste algo que sabas que era correcto, pero senci-llamente no queras escuchar? Cul fue tu reaccin inicial? En casos como este, por qu necesitamos aprender a tomar nuestra cruz?

  • 30

    Leccin 4 // Mircoles 21 de octubre

    UN LAMENTO

    En los primeros captulos de Jeremas, Dios haba advertido a su siervo que su obra como profeta no sera fcil. En ocasin de su llamado, se le dijo a Jere-mas que los prncipes, los reyes, los sacerdotes y la gente pelearn contra ti (Jer. 1:19). Aunque se le dijo que Dios lo sostendra y que sus adversarios no te vencern (Jer. 1:19), sin duda la advertencia de que la mayora de su propio pueblo peleara con l no era una noticia bienvenida. Sin embargo, Jeremas no saba ni la mitad de lo que sucedera y, cuando llegaron las pruebas, es com-prensible que se enojara y se sintiera herido.

    Aunque Jeremas estaba hablando de su propia situacin, con qu tema universal estaba luchando en Jeremas 12:1 al 4? Cul fue la ac-titud del profeta hacia quienes lo heran? Qu nos dice esto acerca de la humanidad aun de los ms fieles siervos de Dios?

    Jeremas 12:1 est saturado del lenguaje legal del Antiguo Testamento: las palabras hebreas para justo, alegar mi causa y justicia (NVI) aparecen en un ambiente legal. El profeta, muy molesto por lo que afrontaba, trae una causa (pleito, en Deut. 25:1) contra Dios. Por supuesto, su queja es muy comn: por qu el impo parece prosperar mientras que l, Jeremas, que pro-cura hacer nicamente la voluntad de Dios, afronta tales aflicciones?

    Podemos ver tambin que Jeremas exhibe su humanidad. l quiere que los que hicieron el mal sean castigados. No habla aqu como un telogo, habla como un ser humano cado que tiene necesidad de gracia; como Job y muchos otros fieles seguidores de Dios, no comprende por qu le ocurren estas cosas. Por qu Jeremas, el siervo de Dios, llamado a declarar la verdad divina a un pueblo rebelde, est sometido a las traicioneras conspiraciones de su propio pueblo? Jeremas confiaba en Dios, pero seguramente no entenda por qu su-ceda lo que suceda.

    Cmo podemos aprender a confiar en Dios a pesar de todas las cosas que ocu-rren, que parecen no tener sentido para nosotros?

  • 31

    // Leccin 4Jueves 22 de octubre

    UNA SITUACIN DESESPERADA

    Lee Jeremas 14:1 al 10. Qu sucede aqu?

    Una sequa afect al pas; cada ciudad y cada aldea sufrieron. Los pobres y los ricos sufrieron juntos. Ni siquiera la vida silvestre pudo soportar la falta de agua. Los aristcratas esperaban a sus siervos en las puertas de las ciudades, deseando que encontraran agua, pero las fuentes se haban secado. No haba agua, y sin agua la vida no puede continuar. La miseria aumentaba cada da. La gente se vesta de luto y caminaba con los ojos mirando el suelo. De repente, se arrodillaba y clamaba en una oracin desesperada.

    En ocasin de una catstrofe natural como esta, era la costumbre ir al Templo de Jerusaln (Joel 1:13, 14; 2:15-17) para ayunar y traer ofrendas a Dios.

    Jeremas vio la ansiedad de la gente, pero saba que no buscaban a Dios, sino solo agua. Esto entristeca a Jeremas. l tambin oraba, no por agua, sino por la misericordia y la presencia de Dios.

    Jeremas entenda que esto era solo el comienzo de las aflicciones que ven-dran. Dios vea los corazones de la gente, y saba que si retiraba la sequa el arre-pentimiento desaparecera. La gente haca lo posible tratando de cambiar esa situacin: iba a Jerusaln, ayunaba, oraba, vesta ropa de luto y llevaba ofrendas, pero se olvidaba de lo ms importante, que era el verdadero arrepentimiento. Estaban procurando eliminar los resultados del problema, y no el problema, su pecado.

    Lee Jeremas 14:11 al 16. De qu forma entendemos esto?

    Dios le dijo a Jeremas: No ruegues por este pueblo para bien, aunque antes haba presentado un gran ejemplo de oracin intercesora: Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehov, acta por amor de tu nombre (vers. 7). Si bien se nos indica orad sin cesar (1 Tes. 5:17), Dios, que conoce todo del principio al fin, le revela a Jeremas cun corrupto era el pueblo. Por supuesto, Dios conoce el corazn de la gente y su futuro; nosotros, no. Por ello, la amonestacin a orar, aun por nuestros enemigos, no pierde nada de su fuerza.

  • 32

    Leccin 4 // Viernes 23 de octubre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Jeremas luch con una pregunta con la que todos nos enfrentamos: qu lgica tiene el pecado? Pero, tal vez ese sea el problema, tratar de encontrar sentido a lo que no tiene sentido, a lo que hasta podra considerarse absurdo. A este respecto, Elena de White escribi: Es imposible explicar el origen del pecado y dar razn de su existencia [...]. El pecado es un intruso, y no hay razn que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldra a defenderlo. Si se pu-diera encontrar alguna excusa en su favor o sealar la causa de su existencia, dejara de ser pecado (CS 546, 547). Reemplaza la palabra pecado con mal, y la declaracin sigue siendo verdadera: Es imposible explicar el origen del mal y dar razn de su existencia [...]. El mal es un intruso, y no hay razn que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldra a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o sealar la causa de su existencia, dejara de ser el mal.

    Cuando la tragedia golpea, escuchamos que la gente dice, o quiz noso-tros mismos: No entiendo esto. No tiene sentido. Bueno, hay una buena razn para que no lo entendamos: no es comprensible. Si pudiramos entenderlo, si tuviera sentido, si pudiera caber en un plan racional y lgico, no sera el mal; no sera tan trgico porque tendra un propsito racional. Cun vital es que re-cordemos que el mal, como el pecado, a menudo no puede ser explicado. Sin embargo, lo que tenemos es la realidad de la Cruz, que nos muestra el amor y la bondad de Dios a pesar del mal inexplicable causado por el pecado.

    PREGUNTAS PARA DIALOGAR:1. Medita en la idea de que el mal y el sufrimiento no tienen sentido, que

    no tienen una explicacin buena ni racional. Por qu es mejor que sea as? Piensa en ello. Una horrible tragedia nos golpea: por ejemplo, un nio muere de una enfermedad terrible despus de aos de sufrimiento. Queremos realmente creer que hay una buena y lgica razn para esto? No es mejor atribuirlo al mal de vivir en un mundo cado? Analiza en la clase.

    2. Piensa en el ministerio proftico de Elena de White. De qu modos al-gunos de nosotros podemos ser culpables de tener hacia ella una actitud si-milar a la que el pueblo tuvo hacia Jeremas en su tiempo?

  • 33

    Leccin 5: Para el 31 de octubre de 2015

    MS AYES PARA EL PROFETA

    Sbado 24 de octubre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremas 23:14, 15; Jeremas 20; Hechos 2:37; Job 3; Jeremas 18:1-10, 18-23.

    PARA MEMORIZAR:Me sedujiste, oh Jehov, y fui seducido; ms fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada da he sido escarnecido, cada cual se burla de m (Jer. 20:7).

    UNA COSA QUE TODO SEGUIDOR de Dios algn da aprender es que el ser un creyente en Jess y buscar hacer su voluntad no nos garantiza un pasaje fcil por la vida. Despus de todo, se nos ha dicho que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jess padecern persecucin (2 Tim. 3:12). Esta es una verdad que ciertamente Jeremas estaba aprendido personalmente.

    Sin embargo, nuestra fe puede darnos una comprensin ms amplia sobre la cual podemos afirmarnos en medio de nuestras luchas. Es decir, cuando nos llegan sufrimientos y pruebas injustas (y muchas de ellas son injustas), no necesitamos sentirnos solos, sin importancia ni propsito, como a menudo se sienten las personas que no conocen a Dios. Sabemos del cuadro ms amplio y la esperanza final que Dios nos ofrece, no importa cun terrible parezca el pre-sente; de este conocimiento y esperanza podemos obtener fuerzas. Jeremas conoca este contexto, aunque a veces pareca olvidarlo y concentrarse, en su lugar, solamente en sus males.

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    Leccin 5 // Domingo 25 de octubre

    SACERDOTES Y PROFETAS IMPOS

    Separados cronolgicamente de Jud por ms de dos mil aos, y an ms alejados en lo cultural y social, es difcil para nosotros comprender todo lo que suceda en el tiempo de Jeremas. Cuando leemos la Biblia, especialmente las advertencias y las amenazas duras que Dios pronunci contra el pueblo, muchas personas ven a Dios como severo, despreciable y vengativo. Sin em-bargo, esta es una mala comprensin, basada solo en una lectura superficial de los textos. En cambio, el Antiguo Testamento revela lo mismo que el Nuevo Testamento: Dios ama a la humanidad y quiere que se salve, pero l no fuerza nuestras decisiones. Si queremos hacer el mal, a pesar de sus ruegos, estamos en libertad de hacerlo. Pero debemos recordar no solo las consecuencias, sino tambin que hemos sido advertidos de ellas de antemano.

    Cules eran algunos de los males con los que Dios estaba tratando en Jud, y contra los que profetizaba Jeremas? Jer. 23:14, 15; 5:26-31.

    La procesin de males que aqu se presenta es una pequea muestra de las cosas en las que el pueblo de Dios haba cado. Tanto los sacerdotes como los profetas eran impos, una irona increble considerando que los sacerdotes deban ser representantes de Dios; y los profetas, sus voceros. Y esto era solo el comienzo de los problemas que enfrent Jeremas.

    Los males presentados aqu son de varios tipos. La apostasa de los lderes espirituales tambin llevaba a otros a hacer el mal para que ninguno se con-virtiese de su maldad (Jer. 23:14). Aun cuando Dios les advierte del juicio ve-nidero, los profetas les dicen que no vendr. Entretanto, como estaban lejos de Dios, se haban olvidado de la amonestacin de cuidar de los hurfanos y de defender a los pobres (Jer. 5:28). La nacin se haba apartado de Dios. Una buena parte de la Biblia, por lo menos entre los libros profticos del Antiguo Testamento, registra que Dios procuraba llamar de vuelta a su pueblo desca-rriado, a pesar de todos estos males; y ms, l estaba dispuesto a perdonarlos, sanarlos, y aun restaurarlos. Pero si ellos rehusaban, qu ms poda hacerse?

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    // Leccin 5Lunes 26 de octubre

    JEREMAS EN EL CEPO

    La tarea de los profetas siempre ha sido transmitir el mensaje de Dios, sin contar cuntas personas los acepten o rechacen. En general, el nmero de los que aceptaron lo que los profetas predicaban en el tiempo en que lo predi-caban fue bajo. Por ejemplo, aunque no sabemos cuntos vivan en el tiempo de No, podemos suponer razonablemente que la mayora no fue receptiva, dado el pequeo nmero que entr en el arca. En toda la historia sagrada, esta parece haber sido la experiencia.

    Lee Jeremas 20:1 al 6. Qu clase de recepcin tuvo este mensaje?

    Para entender mejor lo que suceda aqu, es necesario leer qu palabras us Jeremas al dar su profeca (palabras que lo pusieron en problemas con este alto oficial). En Jeremas 19, leemos algo de esa profeca: Dios traera mal sobre este lugar (Jer. 19:3), hara que su pueblo cayera por la espada, y sus cuerpos fueran comidos por aves y animales (vers. 7), y hara que los judos se volvieran canbales (vers. 9).

    Aunque ninguno habra sido feliz de ser el centro de tal profeca, Pasur se ofendi en forma especial. Como ocurre con la mayora de la gente, su reaccin inicial fue rechazar el mensaje; despus de todo, quin querra creer algo tan repugnante? Ms que eso, usando su cargo, Pasur cometi el error de castigar al mensajero. Hizo azotar al profeta de acuerdo con la Ley (Deut. 25:1-3) y lo puso en el cepo. Pasur lo liber al da siguiente, y esta experiencia dolorosa y humillante no detuvo a Jeremas de seguir dando su profeca, esta vez, no solo contra Judea sino tambin especficamente contra Pasur y su familia. Antes de mucho, la suerte de ellos sera un horrible ejemplo para todos los que lo vieron encadenado como cautivo. Este es el primer lugar en el libro de Jeremas en que se menciona a Babilonia como el lugar del exilio. (Los captulos, y aun secciones de captulos, no estn en orden cronolgico.)

    Imagnate escuchar algo as profetizado contra ti. Cul piensas que sera tu pri-mera reaccin? Y cul debera ser? (Ver Hech. 2:37.)

  • 36

    Leccin 5 // Martes 27 de octubre

    COMO UN FUEGO EN SUS HUESOS

    Las severas palabras de Jeremas contra Pasur y la nacin no eran sus pro-pias palabras; no fueron expresadas con enojo por haber sido puesto en el cepo. Eran las palabras de Dios dadas a l para el pueblo.

    Sin embargo, lo que contina proviene directamente del corazn del propio Jeremas, y est escrito bajo la inspiracin del Espritu Santo. Es el clamor que siente un ser humano a quien no le gusta la situacin en la que est, y reclama acerca de ella.

    Lee Jeremas 20:7 al 14. Qu est queriendo decir el profeta? Qu nos ensea acerca de su humanidad, y tambin de nuestra propia humanidad?

    Sus palabras al principio parecen blasfemas. Sin embargo, uno se pregunta por qu dira l que Dios lo haba seducido [engaado, DHH], si desde el mismo principio Dios le haba advertido que afrontara dura oposicin. Se queja, diciendo: Cada vez que hablo, todo lo que digo es violencia y destruc-cin. No es extrao que la gente est en contra de m.

    Al mismo tiempo, cul es la importancia vital de lo que dice en Jeremas 20:9?

    A l le habra gustado abandonar todo y dejar de predicar, pero la palabra de Dios era como un fuego en su corazn y en sus huesos. Qu metfora po-derosa de alguien que conoce su vocacin y, a pesar del dolor personal y sin importar lo que le ocurra, contina con ella. (Encontramos pensamientos simi-lares en Ams 3:8 y 1 Cor. 9:16.)

    En todos estos versculos, vemos la lucha que enfrenta Jeremas; podemos ver la gran controversia rugiendo tanto fuera como dentro de l. En un mo-mento est alabando a Dios por salvar a los necesitados de los malvados; en el siguiente (como veremos maana), est maldiciendo el da en que naci.

    Por qu es tan importante, especialmente en circunstancias difciles, alabar a Dios y meditar en las formas en que nos ha revelado su amor?

  • 37

    // Leccin 5Mircoles 28 de octubre

    MALDITO EL DA EN QUE NAC

    Incluso el crtico ms duro de la Biblia tendra que conceder un punto im-portante: la Biblia no pasa por alto las debilidades y las flaquezas humanas. Con la excepcin del inmaculado Hijo de Dios, quien nunca pec, pocos per-sonajes bblicos incluidos en la Biblia son presentados sin que se expongan sus flaquezas y debilidades. Esto vale aun para los profetas. El Dios a quien estos profetas sirvieron es perfecto; pero los profetas que lo sirvieron, no. Ellos, al igual que nosotros, eran pecadores con la necesidad de que la justicia de Cristo les fuera acreditada por fe (ver Rom. 3:22). Desde No hasta Pedro, y todos los dems, todos somos criaturas daadas por el pecado, cuya nica es-peranza es, como dice Elena de White, ir a Dios y decirle: No hay en m mrito o bondad por la cual pueda reclamar la salvacin, pero presento delante de Dios la sangre totalmente expiatoria del inmaculado Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. ste es mi nico ruego. El nombre de Jess me da acceso al Padre. Su odo, su corazn, estn abiertos a mi splica ms dbil, y l suple mis necesidades ms profundas (FO 110).

    Lee Jeremas 20:14 al 18. Qu nos dice aqu acerca del estado mental del profeta con respecto a su propia situacin personal?

    Sus palabras aqu nos recuerdan las de Job, cuya situacin era mucho peor que la de Jeremas (ver Job 3). Aunque Jeremas tena la seguridad de que l haca la voluntad de Dios y de que Dios estaba con l, el dolor de su situacin presente lo consuma. Cualquiera que haya sido su comprensin intelectual de la verdad, por el momento estaba ensombrecida por sus propios dolores.

    Muchas personas pueden encontrarse, a veces, en una situacin similar: co-nocen intelectualmente las promesas de Dios, pero estn tan abrumados por la tristeza y el dolor que estas promesas quedan en segundo plano, y solo pueden concentrarse en su sufrimiento inmediato. Esta es una reaccin explicable; no es que sea correcta, pero es comprensible. Lo que vemos aqu otra vez es la humanidad de Jeremas, que es similar a la humanidad de todos nosotros.

    Has sentido alguna vez lo que sinti Jeremas? Si es as, qu aprendiste de esa experiencia que te puede ayudar la prxima vez que sientas lo mismo?

  • 38

    Leccin 5 // Jueves 29 de octubre

    DESIGNIOS CONTRA EL PROFETA

    Lee Jeremas 18:1 al 10. Qu principios importantes acerca de la interpretacin proftica encontramos aqu?

    Cules son los principios espirituales vitales que tambin aparecen en esos mismos versculos?

    A pesar de todo el mal cometido, Dios todava estaba dispuesto a darle a su pueblo una oportunidad de arrepentirse. Por ello tambin aqu vemos la gracia de Dios ofrecida a quienes quisieran aceptarla. Aun en ese momento todava tenan tiempo de volver a Dios a pesar de todo lo que haban hecho.

    Adems, en estos versculos podemos ver la condicionalidad de muchas profecas: Dios dice que har algo, que a menudo es dar un castigo. Pero, si la gente se arrepiente, l no har lo que dijo. Sus acciones son condicionales, dependiendo de la respuesta de la gente. Por qu habra Dios de hacer otra cosa? l no amonestara a la gente a volverse de sus malos caminos para luego castigarlos aunque se hubieran arrepentido. En tal caso, l no castigar, y lo dice explcitamente en estos textos.

    Lee Jeremas 18:18 al 23. Qu razones cree el pueblo que tiene para hacerle esto a Jeremas? Cul es la respuesta muy humana de Jeremas?

    Cun totalmente frustrado tuvo que haberse sentido Jeremas al ser con-denado por el pueblo que lo atacaba porque, ellos decan, la ley no faltar, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Cun engaoso puede ser realmente el corazn!

    Qu lecciones debemos aprender acerca de cun cuidadosos necesitamos ser al hacer cosas en nombre de Dios? Lleva tu respuesta a la clase el sbado.

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    // Leccin 5Viernes 30 de octubre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: En Jeremas 18:11 al 17, encontramos que Dios le dice a su pueblo que deje de hacer las cosas que estaba haciendo. El versculo 11 dice: Vulvanse de su mal camino; enmienden su conducta y sus acciones! (NVI). El versculo 12 dice, bsicamente, que Dios ya sabe que no escucharn sus advertencias y ruegos, ya que continuarn haciendo el mal que le dicte su obstinado corazn (NVI). Dios entonces anuncia lo que har por causa de su desobediencia. Este es uno de los muchos lugares en la Biblia que muestran que el conocimiento previo que Dios tiene de nuestras libres elec-ciones de ninguna manera viola nuestra libertad de elegir. Despus de todo, por qu rogara Dios que se volvieran de sus maldades si ellos no tuvieran la libertad de serle obedientes? Adems, por qu los castigara por no obedecer si no tuvieran la libertad para desobedecer? Lo que es claro es que Dios saba exactamente cules seran sus libres elecciones aun antes de que las hicieran. Esta verdad importante tambin se ve, por ejemplo, en Deuteronomio 31:16 al 21. Aun antes de que los hijos de Israel entraran en la Tierra Prometida, Dios le dijo a Moiss que l saba que ellos se volvern a dioses ajenos y les servirn (vers. 20). Aqu hay ms evidencias de que el preconocimiento de Dios de nues-tras elecciones no viola la libertad que tenemos de hacer esas elecciones.

    PREGUNTAS PARA DIALOGAR:1. Medita en la pregunta final de la seccin del jueves. Quin no ha odo

    a alguna persona que dice que hace tal y tal cosa porque Dios le dijo que la hiciera? (Cmo puedes responder a quien diga eso?) Aunque no hay dudas de que Dios nos conduce, de qu maneras podemos probar esa conduccin para asegurarnos de que realmente es de Dios?

    2. Jeremas dijo que la palabra de Dios era como un fuego en mis huesos. Cmo podemos mantener encendido ese fuego tambin dentro de nosotros?

    3. Qu encontramos en los versculos que consideramos esta semana que puede ayudarnos a comprender lo que est involucrado en el reavivamiento y en la reforma? (Despus de todo, no era eso lo que Dios buscaba que hiciera su pueblo?) Por ejemplo, por qu reconocer nuestra propia pecaminosidad es tan importante para el reavivamiento? Recordando esto, por qu la Cruz y la esperanza que ofrece deben tambin ser centrales en el reavivamiento?

  • 40

    Leccin 6: Para el 7 de noviembre de 2015

    ACTOS SIMBLICOS

    Sbado 31 de octubre

    LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gnesis 4:3-7; Nmeros 21:1-9; Isaas 29:16; Romanos 9:18-21; Jeremas 19; Hebreos 5:14; Jeremas 13:1-11.

    PARA MEMORIZAR:O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? (Rom. 9:21).

    CADA ESTUDIANTE DE LA BIBLIA SABE que las Escrituras estn llenas de smbolos, cosas que representan ideas y conceptos diferentes de ellas mismas. Todo el servicio del Santuario terrenal, por ejemplo, era una profeca simblica del plan de salvacin. El significado del sistema de culto judaico todava no se entiende plenamente. Verdades vastas y profundas son bosquejadas por sus ritos y smbolos. El evangelio es la llave que abre sus misterios. Por medio de un conocimiento del plan de redencin, sus verdades son abiertas al entendi-miento (PVGM 103). Por medio del simbolismo del Santuario terrenal, o de los smbolos en los libros profticos (tales como Daniel y el Apocalipsis), y tambin de otras maneras, Dios us los smbolos para transmitir verdades. Tambin, el propio Jess, con sus parbolas y lecciones objetivas, usaba smbolos para explicar verdades profundas.

    El libro de Jeremas mismo es rico en simbolismos e imgenes. Esta se-mana consideraremos unos pocos de ellos, qu eran, qu significaban y qu lecciones debemos aprender de ellos.

  • 41

    // Leccin 6Domingo 1 de noviembre

    LA VERDAD EN SMBOLOS

    La Escritura es sumamente rica en smbolos. Los hay en abundancia y de toda clase, y en la mayora de los casos representan verdades mayores que ellos mismos.

    Lee Gnesis 4:3 al 7. Qu simbolizan las dos clases de sacrificios ofrecidos?

    Muy temprano en la Biblia podemos ver la diferencia entre el intento de obrar para alcanzar el cielo (en la ofrenda de Can) y la percepcin de que la salvacin es solo por gracia, puesta a nuestra disposicin nicamente me-diante los mritos de un Salvador crucificado (en la ofrenda de Abel).

    Lee Nmeros 21:4 al 9. Qu simbolizaba la serpiente de bronce bronce levantada sobre un madero? (ver tambin Juan 12:32.)

    Los israelitas salvaban su vida mirando la serpiente levantada en el de-sierto. Aquella mirada implicaba fe. Vivan porque crean la palabra de Dios, y confiaban en los medios provistos para su restablecimiento (PP 458).

    En todo el Antiguo Testamento, el servicio del Santuario terrenal actuaba como una representacin simblica muy detallada del plan de salvacin. Cunto entendan los israelitas acerca del significado de todos los ritos ha sido tema de debate por milenios, aunque sin duda muchos captaron la verdad ms importante enseada all: la expiacin sustitutiva, la idea de que para que el pecado fuera perdonado un sustituto deba morir en su lugar (ver 1 Cor. 5:7).

    En realidad, por medio del servicio del Santuario, se nos han dado smbolos no solo de la muerte de Jess sino tambin de su ministerio sumosacerdotal en el cielo, del juicio previo al advenimiento y de la eliminacin final del pecado al final de la historia.

    Qu otros smbolos bblicos del plan de salvacin puedes recordar? Cules te hablan ms de la gracia salvadora de Jess y de la esperanza que puede derivar de ella?

  • 42

    Leccin 6 // Lunes 2 de noviembre

    EL BARRO DEL ALFARERO

    Qu verdades vitales se ensean en estos versculos y el simbo-lismo que all aparece? (Ver Gn. 2:7.)

    Jer. 18:1-10

    Isa. 29:16

    Isa. 45:9

    Isa 64:8

    Rom. 9:18-21

    Por causa del constante rechazo y la persecucin que afront, sin duda Jeremas quera abandonar todo. Vala la pena luchar y pelear en favor de la nacin? A veces, seguramente sinti que la respuesta era No!

    Sin embargo, sin duda mientras observaba las manos del alfarero, se le dio una imagen, un smbolo, del modo en que Dios obra con el barro humano. Aunque hay otras verdades en la imagen del alfarero y el barro, esta ensea la soberana total de Dios. Es decir, por desesperanzada que pudiera haber pare-cido una situacin desde la perspectiva de Jeremas, el simbolismo del alfarero y el barro le mostraron que, en ltima instancia, y a pesar de las decisiones equivocadas incluso intencionalmente equivocadas que toma la gente, Dios est en el control del mundo. l es la fuente absoluta de poder y autoridad, y al final triunfar, no importa cules sean ahora las perspectivas.

    Siglos despus de Jeremas, Pablo toma esta imagen del Antiguo Testa-mento en Romanos 9 y la usa, bsicamente, para ensear la misma leccin que deba ensear Jeremas. En realidad, en Romanos 9:21, Pablo podra aun referirse directamente a Jeremas 18:6. A pesar de la realidad de la libertad de eleccin humana y los resultados frecuentemente calamitosos del abuso del libre albedro, al final, tenemos la seguridad de que podemos esperar en la absoluta soberana de nuestro Dios amante y dispuesto al sacrificio propio, cuyo amor se revel en la Cruz. El mal no triunfar; pero Dios y su amor s. Qu esperanza tenemos!

    De qu forma podemos aprender a confiar en la leccin del alfarero y el barro, no importa cules sean las circunstancias actuales? Qu otros textos bblicos nos muestran la realidad de la soberana de Dios?

  • 43

    // Leccin 6Martes 3 de noviembre

    LA DEGENERACIN DE UNA NACIN

    Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en l in-cienso a dioses ajenos, los cuales no haban conocido ellos, ni sus pa-dres, ni los reyes de Jud; y llenaron este lugar de sangre de inocentes (Jer. 19:4).

    En este texto se dan unos pocos ejemplos de los males que cometi Jud. Adems de abandonar a Dios, ofrecieron incienso a dioses ajenos, derra-maron sangre inocente y profanaron este lugar (NVI). El verbo hebreo aqu significa hacer extranjero, hacer extrao o profanar. Si este lugar era el Templo mismo o Jerusaln, el texto no lo dice. El punto vital, sin embargo, es que la nacin tena que ser santa, especial para Dios (ver xo. 19:5, 6), algo di-ferente y distintivo de las naciones que los rodeaban. Pero eso no ocurri. Per-dieron su carcter peculiar, lo distintivo que los hubiera hecho un testimonio para el mundo. Llegaron a ser sencillamente igual a todos.

    Qu lecciones hay aqu para nosotros?

    Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mand, ni habl, ni me vino al pensamiento (Jer. 19:5).

    Aunque el concepto de sacrificios humanos era conocido en el mundo an-tiguo, era anatema para Dios, quien prohibi esa prctica a los israelitas (Deut. 18:10). La frase traducida ni me vino al pensamiento, en hebreo dice: no subi en mi corazn. Esta era una expresin idiomtica que mostraba cun ajena y lejana de la voluntad de Dios era tal prctica. Si nosotros, endurecidos por el pecado, seres cados, lo encontramos aborrecible, imagnate lo que debi haber sido para Dios!

    No obstante, con el tiempo, el poder de la corrupcin y la cultura abru-maron tanto a su pueblo que se haban degradado hasta realizar este horrendo rito. Qu leccin debe ser esto para nosotros acerca de cun fcilmente po-demos quedar enceguecidos por la cultura dominante que aceptamos o por las prcticas en que tomamos parte y que, si estuviramos conectados con Dios y en sintona con su Palabra como debemos, ni siquiera consideraramos, sino que nos horrorizaran (ver Heb. 5:14).

  • 44

    Leccin 6 // Mircoles 4 de noviembre

    ROMPER EL VASO

    Como vimos ayer, la nacin haba cado en una profunda apostasa. No reciban el mensaje. Dios entonces us a Jeremas para hacer un acto fuerte-mente simblico que, idealmente, los ayudara a despertarse ante el peligro que afrontaban.

    Lee Jeremas 19:1 al 15. Qu deba hacer Jeremas, y qu signifi-caba este acto?

    Jeremas deba ir otra vez a la casa del alfarero. Sin embargo, esta vez, Dios quera asegurarse de que llevara consigo a un testigo para que viera exacta-mente lo que estaba por hacer. Los testigos eran los ancianos y los sacerdotes de Jud (Jer. 19:1). Como lderes, eran responsables por lo que ocurra en la nacin, por lo que necesitaban recibir el mensaje que Jeremas haba de darles mediante el poder de un acto simblico. La Puerta de los Alfareros (Jer. 19:2, NVI), donde deba romper una vasija de barro, podra haber estado cerca de donde trabajaban los alfareros, y donde ellos volcaban los pedazos de los ja-rrones que se rompan. De este modo, el simbolismo llegara a ser an ms fuerte.

    De qu sirve un jarrn de barro quebrado? Si el jarrn estuviera rajado, algn uso se le podra encontrar, aun si esa no hubiera sido la intencin ori-ginal para ese jarrn. Pero Jeremas no deba solo rajarlo. Deba quebrarlo to-talmente, volvindolo totalmente intil. Entre la accin misma y las palabras que siguieron, es difcil imaginarse cmo la gente no podra entender la adver-tencia. Por supuesto, comprender una advertencia y actuar en armona con ella son dos cosas muy diferentes.

    Lo ms aterrador es la aparente irrevocabilidad del acto. Quin puede re-parar un jarrn quebrado en pedazos? Aunque Dios le diera a la nacin espe-ranza para el futuro, a menos que cambiaran, los habitantes de Jud estaban sentenciados, ellos y sus hijos. Todos los lugares que haban contaminado con sus abominaciones y actos pecaminosos pronto seran contaminados con sus cadveres. Tal vez la profundidad de su depravacin pueda entenderse mejor por la profundidad del castigo que vendra sobre sus cabezas.

    Piensa en algo arruinado, que sea irreparable. Para qu se lo haba fabricado, y qu sucedi que ahora lo hace inservible? Cun cuidadosos debemos ser para que esto no nos ocurra a nosotros!

  • 45

    // Leccin 6Jueves 5 de noviembre

    EL CINTURN DE LINO

    Lee Jeremas 13:1 al 11. Cul era el acto simblico que se le orden hacer a Jeremas? Qu leccin importante deba ensear?

    Este acto simblico ha dado dificultades a los intrpretes, porque el ro ufrates (una interpretacin corriente del hebreo, pero no necesariamente la nica) estaba a centenares de kilmetros de Jerusaln. Esdras necesit cuatro meses para viajar solamente en un sentido (Esd. 7:9). A fin de comprender mejor el mensaje, Dios hizo que Jeremas lo recorriera cuatro veces. De este modo, algunos eruditos alegan que debi haber sido algn otro lugar geogr-fico. Por otro lado, algunos afirman que la distancia larga que haba de viajar lo ayudaba a mostrar cun lejos seran llevados los hijos de Israel. Lo que es ms, despus de volver de un viaje tan largo, Jeremas poda comprender el gozo del regreso despus de setenta aos de cautividad.

    Cualquiera que sea el caso, el cinturn simbolizaba a Jerusaln, con el Templo puro y sin manchas en ocasin del llamado. El hombre que viste el cin-turn es Dios mismo. Esto muestra, entre otras cosas, cun estrechamente Dios estaba vinculado con su pueblo. Algunos comentadores han visto la impor-tancia del hecho de que el cinturn estuviera hecho de lino, el mismo material de las vestimentas sacerdotales (Lev. 16:4); despus de todo, Jud haba de ser una nacin sacerdotal (xo. 19:6).

    As como el cinturn se haba arruinado, el orgullo de la nacin tambin se iba a estropear. Como un cinturn se aferra a la cintura de una persona, el pueblo estuvo una vez aferrado a Dios, y fue la fuente de alabanza y gloria para l. Pero luego se haba opacado y arruinado en contacto con las culturas circundantes.

    Lee Jeremas 13:11, y compara con Deuteronomio 4:5 al 8. De qu manera estos dos versculos juntos muestran lo que sucedi con la na-cin? Qu nos indican tambin a nosotros estos versculos?

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    Leccin 6 // Viernes 6 de noviembre

    PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: La imagen del alfarero y el barro, espe-cialmente como se la ve en Romanos 9, plantea preguntas importantes acerca del modo en que tratamos de entender los actos de Dios. Por supuesto, el hecho es que, a menudo, no lo hacemos. Esto no debe sorprendernos. Lee Isaas 55:8. Como seres humanos, sencillamente estamos muy limitados en lo que po-demos saber sobre un tema, mucho ms acerca de todos los caminos de Dios.

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