Jacobo Siruela: Ve dos medios en coexistencia

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, , , . d El editor Jacobo Siruela considera el e-book un artilugio meramente funcional Carlos Rubio-Rosell M ADRID.- Plantear una dicotomía de oposicio- nes entre el libro de pa- pel y el electrónico es algo im- pensable, como tampoco puede hablarse de una mutación gene- ralizada o del tránsito de un me- dio a otro, sino de una coexis- tencia, asegura el editor Jacobo Siruela. “El libro de papel es como un arquetipo platónico, es decir, im- perecedero”, afirma. “Es ingenuo, o bien, perverso, pues no existe tal dicotomía: no son opuestos sino complementarios y pueden per- fectamente coexistir”. En entrevista, el director de Ediciones Atalanta, quien se asu- me como un defensor del libro impreso, explora las posibilida- des actuales y futuras del libro en papel en medio de la actual crisis económica y la era electrónica. El Conde de Siruela, funda- dor con apenas 26 años del se- llo Siruela en 1982, y que vendió en el 2000, creó en 2005 Atalan- ta, una editorial que apuesta por el libro tradicional. Para Siruela, no existe una transición posible del mundo del libro hacia lo digital, ya que, a su juicio, es sólo una idea que se ha hecho creer. Incluso, asegura que pudien- do parecer algo fuera de lugar, el e-book es un artilugio meramente funcional y, por tanto, efímero. “Esto no es como el paso del barco de vela al barco de motor, una especie de mutación genera- lizada”, explica. “Si observamos lo que ha pasado hasta ahora, la radio no acabó con el periódico, ni la televisión con la radio, ni la tecnología electrónica lo hará con el libro. “El mercado siempre tiende al pluralismo, porque lo huma- no tiende a lo diverso. Los úni- cos que insisten en presentar un futuro uniforme de grandes mu- taciones tecnológicas son los eje- cutivos de las multinacionales. Y es que Apple y Amazon quieren acaparar todo el mercado del li- bro a costa de arruinar a cientos de librerías”. Para Siruela, eso sería una ca- tástrofe cultural. “La sociedad civil debe ofre- cer una resistencia a esta oleada monopolista. Y los Estados regu- lar en favor de la diversidad y la riqueza cultural. Deben defender el precio fijo y ayudar, como han hecho en Francia, a aquellas libre- rías de calidad que dan un servi- cio a la cultura de la nación”. ¿Cuál es la importancia del oficio de editar en una era de informa- ción indiscriminada? Cuando salió el libro electróni- co, recuerdo que algunos auto- res veían con buenos ojos que el libro electrónico lo podía hacer cualquiera, y podía venderse de una forma fácil. Esto significaría, además de saltarse a los distri- buidores y libreros, acabar con la molesta figura del editor. Pero, salvo casos muy conta- dos, casi ningún autor podría vi- vir de la venta de sus libros elec- trónicos, porque al abaratar el coste, también tienes que ven- der muchos más ejemplares y los números no salen. Del actual sistema con todas sus imperfec- ciones puede vivir mucha gente; del monopolio, no. Ha dicho que su apuesta en Atalanta es fundamentalmente porque cree en el futuro del libro tradicional impreso, ¿cuál ha sido su estrategia? Creo que el libro del siglo 21 es- tará cada vez más acorde con la filosofía de Atalanta. Será un ob- jeto cada vez más cuidado, más estético y artesanal. Y si no, mi- ren las últimas colecciones de Penguin, la multinacional que inventó los libros de bolsillo: tie- nen un diseño cuidadísimo y ¡guardas a cuatro colores! Los li- bros de bolsillo tradicionales desaparecerán, pero las edicio- nes bellas y hermosas son los li- bros del futuro. El libro electrónico es como una minipimmer (una batidora): hay que usarlo, pero nada más. Convertir lo funcional en un rito o un tótem es confundir los me- dios con los fines y entregarse a este mundo de simulacros cada vez más vanos. Quien ama la cultura no puede dejar de defender el libro de papel y al librero de carne y hueso. Atalanta quiere seguir contribuyendo a que sigan exis- tiendo librerías y libros reales para vivir con ellos. Las máqui- nas nos alejan de la vida y aca- ban por poseernos, si no mar- camos claramente las reglas del juego. Es curioso lo que leí ha- ce poco en un periódico francés: Los más altos ejecutivos de Si- licon Valley mandan a sus hijos a colegios en donde no hay or- denadores. Ya los tienen en ca- sa y los niños ya pasan horas con ellos. Las pantallas están empe- zando a alterar nuestra percep- ción y se empieza a pensar que no son buenas para el desarro- llo de la cognición infantil. Y los ejecutivos de Silicon Valley no son nada tontos: ya intuyen el mundo que se avecina. ¿Qué recomendaría a los respon- sables gubernamentales de los Estados (pensemos en España y México) para favorecer tanto la edición de libros impresos como la lectura y su consumo? Creo que el precio fijo en los li- bros ayuda notablemente a las librerías. En Estados Unidos se están cerrando todas porque la gente puede comprar y recibir en su casa el libro, incluso más barato vía Amazon. Incluso, los que acuden a ellas sólo van para informarse. En Francia, el gobierno ha pro- movido que unos expertos dic- taminen a qué librerías de cali- dad o que necesiten un tipo de apoyo para mejorar su nego- cio hay que ayudar. Tanto la so- ciedad civil como los gobiernos deben tomar conciencia que la transformación del mundo que pretenden las multinacionales puede ser letal para la cultura. La cultura debe ser plural y es- tar en las calles. Debe participar de la vida, para que todos nues- tros deseos no se circunscriban a una enfermiza experiencia so- lipsista con una máquina. Por último, ¿cómo ve a México como consumidor de libros y có- mo ve el contexto del mercado del libro que se edita en español en todo el mundo? México es el primer país para la exportación de libros en espa- ñol, seguido no de cerca de Co- lombia. Argentina está fatal, gra- cias a su errática política gu- bernamental en contra del libre comercio. El mexicano es lec- tor y me da la impresión de que se necesitarían librerías guber- namentales en otros lugares del País. Todo está demasiado con- centrado en DF. Sin duda, es un país con un enorme potencial económico y humano. Corresponsal de REFORMA Desde el Ampurdán Jacobo Siruela fundó en 1982 Ediciones Siruela, em- presa que vendió en 2000 y, desde ese año, radica en el Ampurdán, donde estable- ció en 2005 otro sello, Ata- lanta, del que es director y diseñador. Desde ahí y gra- cias a Internet, cuida todo el proceso de edición, desde la selección de los autores has- ta la tipografía utilizada. En Atalanta, Siruela pu- blica un número reducido de libros al año, pues más que el volumen o la ganan- cia, le interesa la calidad de los libros y el cuidado pues- to en su edición. El sello se divide en tres colecciones: Ars Brevis, con relatos de todas las épo- cas; Imaginatio Vera, tex- tos sobre antiguas experien- cias metafísicas, y Memoria Mundi, sobre la memoria cultural de la humanidad. Libro impreso, libro digital Ve dos medios en coexistencia d Jacobo Siruela

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Entrevista en Reforma de México.

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Page 1: Jacobo Siruela: Ve dos medios en coexistencia

Íntegra, la obra poética com-pleta de Gonzalo Rojas, se publica, editada por Fabien-

ne Bradu, a dos años apenas cumplidos de la muerte del poe-ta chileno. Este gran tomo del Fondo de Cultura Económica (México, 2012), que ordena cro-nológicamente todos sus poe-mas, incluyendo los inéditos o los publicados alguna vez y olvi-dados, se debe no sólo a un pro-pósito considerado en vida por el poeta, sino a la devoción de Bradu, a quien cedo, sin más, la palabra: “’Y nada de obras com-pletas’, exclamó más de una vez Gonzalo Rojas en su poesía y en numerosas entrevistas. ‘Los ver-daderos poetas son de repente: nacen/ y desnacen en cuatro lí-neas’, rezan los versos de 80 ve-ces nadie. En cambio, siempre sostuvo que escribía un solo li-bro en su vida: éste que es la su-ma de todos sus poemas y, al mismo tiempo, el único de su autoría que él no conoció. ‘Pues de veras yo mismo soy un libro inconcluso, levemente camufla-do debajo de otros veinte volú-menes veloces que son másca-ras de lo mismo, personas de la misma persona, que ya de su-yo quiere decir máscara en la-tín clásico)’, afirmaba Gonzalo Rojas hacia la mitad de su viaje poético. No concebía su obra co-mo una casa hecha de ladrillos que fueran acumulándose, uno tras otro, encima de otra. [...] Por lo tanto, este libro único, titula-do Íntegra, es algo más que una confluencia, algo más que una simple compilación y recopila-ción de poemas escritos a lo lar-go de noventa y cinco años de vida y medio siglo de publica-ciones: es un libro nuevo que sin duda sorprenderá a los lectores más próvidos del poeta nacido en el viento de Lebu”.

“La presente edición”, nos advierte la crítica y filóloga francomexicana en su prólogo,

“era una tarea pendiente porque, si bien Gonzalo Rojas volvió a publicar un sinnúmero de poe-mas a lo largo de su medio cen-tenar de títulos, varios capítulos de esa longeva existencia edito-rial hoy están agotados o extra-viados en la accidentada historia de Iberoamérica. Muy escasos son los lectores que tienen en su biblioteca la totalidad de los li-bros del chileno, y cantidad de sus poemas habían caído en des-gracia o en la sombra del olvido. Así, se imponía reunir en un so-lo volumen lo que el tiempo, los

exilios y los caprichos del gus-to habían dispersado en el aire del mundo. Ahora bien, quisie-ra desdramatizar esta empresa puntualizando que su concep-ción no fue consecuencia de la muerte del poeta, el 25 de abril de 2011, sino que había sido con-siderada por el propio Gonza-lo Rojas en sus meses finales. En este sentido, Íntegra es un libro vivo y no un ataúd poético don-de suelen terminar algunas com-posiciones póstumas. Pero si él estaba de acuerdo en el princi-pio de la ordenación, ya no pudo enterarse del detalle de los crite-rios de edición, cuya responsabi-lidad asumo cabalmente. Cuan-do le anuncié el título que que-ría darle a la obra reunida, la voz Íntegra no le disgustó. La escogí sobre todo por ser una palabra esdrújula y porque, a mi juicio, su bisemia encierra las connota-ciones apropiadas para sellar la obra de Gonzalo Rojas: una poe-sía honrada, recta, proba, que no transige con ningún otro ámbito ni compromiso ajeno a ella mis-ma. Asimismo se antoja la pala-bra que mejor se ciñe al temple del poeta”.

Para excitar la curiosidad por Íntegra de los no pocos y ce-losos lectores que Gonzalo Ro-jas tiene entre nosotros y con el deseo de ver acrecentado su nú-mero, me permito reproducir dos de los “Poemas inéditos y no recogidos en libro” que Bradu dispuso al final del tomo.

Esta sección consta de 90 páginas: algunas estrofas Gon-zalo Rojas las publicó en otros poemas, como bien indica Fa-bienne Bradu, otros son nove-dades absolutas, al menos para mí. El que sigue, perteneciente a la manera surrealista más dura del poeta y acaso por ello exclui-do, apareció en la mítica revis-ta Mandrágora en diciembre de 1939 y reza:

La muerte naturaLLa risa vuelve a su país natalque llamaradas negras dan

jardinesde la sonrisa a la epilepsiala feria rápidael mal carácter brilla cuandoel sol podrido merced al cáncera la serpiente luce espejoyo me saludo con tres ojosla trinidad preserva o el deliriogracias a los espejoso sea el llanto en traje de nochela libertadmujer envenenada

soy el héroe cautivoal mar de mármolal cadáver respirableal bosque lúcidola joya de una playa negralos vicios nuevosal niño que se comía a su madrela risa con sus amables defectosme refiero a un bosque que

escribircon la rapidez de un idiota vuelto cadáver práctico.

El segundo poema se conserva-ba en el archivo privado del poe-ta y fue fechado, por él, el 30 de marzo de 2009. Dice así:

a una de esas ajmátovas que vueLan por ahíEste cuerpo necesita mucho

reposo, días de mortajay un mes de seda para la suerte,

volverá,pintará otra alma con su almaallá por las cumbres, preguntarápor Osip que alguna vez fue su

mordisco,su gemido, su aullido, pero yano queda Osip ninubes ni apenas nubes,tiene que haber sido un error.

Pues de lo que se trata aquí esde una de esas cartas

que no se dejan escribir, está lamesa, la silla,

todo lo computárico y así y todoel abismo no se

deja escribir, son situacionescomo esa de la alcuzaque no llegaba nunca al aceite, o

la del abedulque no creció nunca, todo por

Ana Ajmátovacuya hermosura era todo un

abedul.

La edición de Íntegra es, gracias a Fabienne Bradu, a la vez minu-ciosa y útil. Trae un mapa de la obra, un índice de primeros ver-sos, y un doble índice de poe-mas: por orden de aparición y por orden alfabético. Muchos de los poemas presentan al calce un comentario, donde la editora re-produce o notas de Gonzalo Ro-jas ilustrando el poema o agrega información, a veces curiosa, en otras ocasiones iluminadora en verdad. A Gonzalo, dice Fabien-ne, le interesaban mucho los co-mentarios que San Juan de la Cruz, el santo a quien se enco-mendaba este amigo de Herácli-to de Efeso, puso en su Cántico.

No me cabe duda de que Ín-tegra multiplicará el sentido de la lectura de Gonzalo Rojas.

Íntegra, de Gonzalo Rojas

CHRISTOPHER DOMÍNGUEZ [email protected]

Suplemento Cultural “El Ángel” dirECCión Editorial: roberto Zamarripa - SubdirECtor grÁfiCo: ricardo del CastilloConSEjo Editorial: Christopher domínguez Michael y Sergio gonzález rodríguez - Editora: beatriz de león lugo - CoEditor: jesús Pacheco - Coordinadora grÁfiCa: alicia Kobayashi - CoEditora grÁfiCa: andrea Padilla - tEléfono: 5628 7254. E Mail: elangel@reforma.

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dEl editor Jacobo Siruela considera el e-book un artilugio meramente funcional

Carlos Rubio-Rosell

MADRID.- Plantear una dicotomía de oposicio-nes entre el libro de pa-

pel y el electrónico es algo im-pensable, como tampoco puede hablarse de una mutación gene-ralizada o del tránsito de un me-dio a otro, sino de una coexis-tencia, asegura el editor Jacobo Siruela.

“El libro de papel es como un arquetipo platónico, es decir, im-perecedero”, afirma. “Es ingenuo, o bien, perverso, pues no existe tal dicotomía: no son opuestos sino complementarios y pueden per-fectamente coexistir”.

En entrevista, el director de Ediciones Atalanta, quien se asu-me como un defensor del libro impreso, explora las posibilida-des actuales y futuras del libro en papel en medio de la actual crisis económica y la era electrónica.

El Conde de Siruela, funda-dor con apenas 26 años del se-llo Siruela en 1982, y que vendió en el 2000, creó en 2005 Atalan-ta, una editorial que apuesta por el libro tradicional.

Para Siruela, no existe una transición posible del mundo del libro hacia lo digital, ya que, a su juicio, es sólo una idea que se ha hecho creer.

Incluso, asegura que pudien-do parecer algo fuera de lugar, ele-book es un artilugio meramente funcional y, por tanto, efímero.

“Esto no es como el paso del barco de vela al barco de motor, una especie de mutación genera-lizada”, explica. “Si observamos lo que ha pasado hasta ahora, la radio no acabó con el periódico, ni la televisión con la radio, ni la tecnología electrónica lo hará con el libro.

“El mercado siempre tiende al pluralismo, porque lo huma-no tiende a lo diverso. Los úni-cos que insisten en presentar un futuro uniforme de grandes mu-taciones tecnológicas son los eje-cutivos de las multinacionales. Y es que Apple y Amazon quieren acaparar todo el mercado del li-bro a costa de arruinar a cientos de librerías”.

2 Suplemento Cultural de Reforma • Domingo 26 de Mayo del 2013

Para Siruela, eso sería una ca-tástrofe cultural.

“La sociedad civil debe ofre-cer una resistencia a esta oleada monopolista. Y los Estados regu-lar en favor de la diversidad y la riqueza cultural. Deben defender el precio fijo y ayudar, como han hecho en Francia, a aquellas libre-rías de calidad que dan un servi-cio a la cultura de la nación”.

¿Cuál es la importancia del oficio de editar en una era de informa-ción indiscriminada?Cuando salió el libro electróni-co, recuerdo que algunos auto-res veían con buenos ojos que el libro electrónico lo podía hacer cualquiera, y podía venderse de una forma fácil. Esto significaría, además de saltarse a los distri-buidores y libreros, acabar con la molesta figura del editor.

Pero, salvo casos muy conta-dos, casi ningún autor podría vi-vir de la venta de sus libros elec-trónicos, porque al abaratar el coste, también tienes que ven-der muchos más ejemplares y los números no salen. Del actual sistema con todas sus imperfec-ciones puede vivir mucha gente; del monopolio, no.

Ha dicho que su apuesta en Atalanta es fundamentalmente porque cree en el futuro del libro tradicional impreso, ¿cuál ha sido su estrategia?Creo que el libro del siglo 21 es-tará cada vez más acorde con la filosofía de Atalanta. Será un ob-jeto cada vez más cuidado, más estético y artesanal. Y si no, mi-ren las últimas colecciones de Penguin, la multinacional que inventó los libros de bolsillo: tie-nen un diseño cuidadísimo y ¡guardas a cuatro colores! Los li-bros de bolsillo tradicionales desaparecerán, pero las edicio-nes bellas y hermosas son los li-bros del futuro.

El libro electrónico es como una minipimmer (una batidora): hay que usarlo, pero nada más. Convertir lo funcional en un rito o un tótem es confundir los me-dios con los fines y entregarse a este mundo de simulacros cada vez más vanos.

Quien ama la cultura no puede dejar de defender el libro de papel y al librero de carne y hueso. Atalanta quiere seguir contribuyendo a que sigan exis-tiendo librerías y libros reales para vivir con ellos. Las máqui-nas nos alejan de la vida y aca-ban por poseernos, si no mar-camos claramente las reglas del juego. Es curioso lo que leí ha-ce poco en un periódico francés: Los más altos ejecutivos de Si-licon Valley mandan a sus hijos a colegios en donde no hay or-denadores. Ya los tienen en ca-sa y los niños ya pasan horas con ellos.

Las pantallas están empe-zando a alterar nuestra percep-ción y se empieza a pensar que no son buenas para el desarro-llo de la cognición infantil. Y los ejecutivos de Silicon Valley no son nada tontos: ya intuyen el mundo que se avecina.

¿Qué recomendaría a los respon-sables gubernamentales de los Estados (pensemos en España y México) para favorecer tanto la edición de libros impresos como la lectura y su consumo?Creo que el precio fijo en los li-bros ayuda notablemente a las librerías. En Estados Unidos se están cerrando todas porque la gente puede comprar y recibir en su casa el libro, incluso más barato vía Amazon.

Incluso, los que acuden a ellas sólo van para informarse. En Francia, el gobierno ha pro-movido que unos expertos dic-taminen a qué librerías de cali-dad o que necesiten un tipo de apoyo para mejorar su nego-cio hay que ayudar. Tanto la so-ciedad civil como los gobiernos deben tomar conciencia que la transformación del mundo que pretenden las multinacionales puede ser letal para la cultura. La cultura debe ser plural y es-tar en las calles. Debe participar de la vida, para que todos nues-tros deseos no se circunscriban a una enfermiza experiencia so-lipsista con una máquina.

Por último, ¿cómo ve a México como consumidor de libros y có-mo ve el contexto del mercado del libro que se edita en español en todo el mundo?México es el primer país para la exportación de libros en espa-ñol, seguido no de cerca de Co-lombia. Argentina está fatal, gra-cias a su errática política gu-bernamental en contra del libre comercio. El mexicano es lec-tor y me da la impresión de que se necesitarían librerías guber-namentales en otros lugares del País. Todo está demasiado con-centrado en DF. Sin duda, es un país con un enorme potencial económico y humano.

Corresponsal de REFORMA

Desde el Ampurdán

Jacobo Siruela fundó en 1982 Ediciones Siruela, em-presa que vendió en 2000 y, desde ese año, radica en el Ampurdán, donde estable-ció en 2005 otro sello, Ata-lanta, del que es director y diseñador. Desde ahí y gra-cias a Internet, cuida todo el proceso de edición, desde la selección de los autores has-ta la tipografía utilizada.

En Atalanta, Siruela pu-blica un número reducido de libros al año, pues más que el volumen o la ganan-cia, le interesa la calidad de los libros y el cuidado pues-to en su edición.

El sello se divide en tres colecciones: Ars Brevis, con relatos de todas las épo-cas; Imaginatio Vera, tex-tos sobre antiguas experien-cias metafísicas, y Memoria Mundi, sobre la memoria cultural de la humanidad.

Libro impreso, libro digital

Ve dos mediosen coexistencia

d jacobo Siruela