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253 Ivana Vuina SimoviEl papel de la mujer sefardí en el mantenimiento/ desplazamiento del judeoespañol en el territorio de la antigua Yugoslavia Ivana Vuina SimoviUniversidad de Kragujevac, Universidad de Belgrado Introducción En el presente trabajo se analiza el papel que la mujer sefardí desempeñó en el proceso de mantenimiento/desplazamiento del judeoespañol en las mayores comunidades sefardíes de la antigua Yugoslavia: Belgrado, Sarajevo, Monastir (Bitola) y Skopje. Se trata de un proceso que abarca casi 400 años: desde mediados del siglo XVI, cuando los judíos sefardíes empezaron a poblar esa zona, 1 hasta los años ’40 del siglo XX, cuando la mayoría de los sefarditas yugoslavos desapareció trágicamente en el Holocausto. Nuestro estudio se centra sobre todo en la época de la progresiva sustitución del judeoespañol por el serbocroata/macedonio, que ocurrió entre los años ’60 del siglo XIX y los ’40 del siglo XX. Hasta mediados del siglo XIX, las mujeres sefardíes, a diferencia de los hombres, llevaban una vida restringida a la familia y a la vecindad. En tales circunstancias, ellas se caracterizaban por ser hablantes monolingües en la lengua étnica, y siendo a la vez analfabetas, utilizaban predominantemente las variantes lingüísticas de menor prestigio y más conservadoras. 2 No es de extrañar, entonces, que el mayor mérito 1 En el territorio de la antigua Yugoslavia, los sefarditas fundaron sus primeros centros en Monastir y Skopje. Luego llegaron a Belgrado y Sarajevo. Krinka VidakoviPetrov, La cultura de los judíos sefardíes en el territorio de Yugoslavia. Siglos XVI-XX, 3 a ed. aumentada, Narodna knjiga-Alfa, Belgrado 2001 [1986], pp. 16-22 (en serbio). 2 David M. Bunis, “Types of nonregional variation in Early Modern Eastern Spoken Judezmo”, International Journal of the Sociology of Language, 37 (1982), pp. 41-70. Para

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    Ivana Vuina Simovi

    El papel de la mujer sefard en el mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol en el territorio

    de la antigua Yugoslavia

    Ivana Vuina SimoviUniversidad de Kragujevac, Universidad de Belgrado

    Introduccin

    En el presente trabajo se analiza el papel que la mujer sefard desempe en el proceso

    de mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol en las mayores comunidades

    sefardes de la antigua Yugoslavia: Belgrado, Sarajevo, Monastir (Bitola) y Skopje.

    Se trata de un proceso que abarca casi 400 aos: desde mediados del siglo XVI,

    cuando los judos sefardes empezaron a poblar esa zona,1 hasta los aos 40 del

    siglo XX, cuando la mayora de los sefarditas yugoslavos desapareci trgicamente

    en el Holocausto. Nuestro estudio se centra sobre todo en la poca de la progresiva

    sustitucin del judeoespaol por el serbocroata/macedonio, que ocurri entre los aos

    60 del siglo XIX y los 40 del siglo XX.

    Hasta mediados del siglo XIX, las mujeres sefardes, a diferencia de los hombres,

    llevaban una vida restringida a la familia y a la vecindad. En tales circunstancias,

    ellas se caracterizaban por ser hablantes monolinges en la lengua tnica, y siendo a

    la vez analfabetas, utilizaban predominantemente las variantes lingsticas de menor

    prestigio y ms conservadoras.2 No es de extraar, entonces, que el mayor mrito

    1 En el territorio de la antigua Yugoslavia, los sefarditas fundaron sus primeros centros en Monastir y Skopje. Luego llegaron a Belgrado y Sarajevo. Krinka Vidakovi Petrov, La cultura de los judos sefardes en el territorio de Yugoslavia. Siglos XVI-XX, 3a ed. aumentada, Narodna knjiga-Alfa, Belgrado 2001 [1986], pp. 16-22 (en serbio).

    2 David M. Bunis, Types of nonregional variation in Early Modern Eastern Spoken Judezmo, International Journal of the Sociology of Language, 37 (1982), pp. 41-70. Para

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    Ivana Vuina Simovi

    por el mantenimiento de la lengua tnica en la familia y la judera, durante siglos,

    corresponda a las mujeres. Ellas eran las principales cultivadoras y transmisoras del

    judeoespaol y de la rica tradicin oral sefardita.

    A partir del comienzo del siglo XX, las mujeres sefardes empezaron a tener ms

    influencia en la sociedad y su emancipacin era cada vez ms rpida (un proceso

    que culmin en el perodo de entreguerras). De esta manera las mujeres empezaron a

    tomar una parte ms activa en la integracin social y lingstica de sus comunidades

    en la sociedad mayoritaria. Es ms, en muchos casos, eran las mujeres de las nuevas

    generaciones las que optaban por el uso de la lengua mayoritaria (mucho ms que los

    hombres) y las que preferan esta lengua como lengua materna para sus hijos.

    Debido a las adversas circunstancias histricas, el material relacionado con los

    sefarditas de la antigua Yugoslavia est muy diseminado y es, muchas veces, escaso,

    especialmente en el caso de Monastir y Skopje. Por lo dicho, el corpus de nuestro

    estudio se limita a las fuentes asequibles, sobre todo a las impresas, proveniente en la

    mayora de los casos de las comunidades sefardes de Belgrado y Sarajevo.

    El mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol en el territorio de la antigua

    Yugoslavia no ha sido estudiado debidamente. Disponemos slo de trabajos que se

    ocupan de este proceso en Belgrado3 y de las consecuencias que ste produjo en el

    lenguaje de los sefarditas de Sarajevo y Belgrado.4 Asimismo, muy poca atencin se

    ms datos sobre la dicotoma en el habla de hombres y mujeres sefarditas, vase sobre todo las pginas 46, 52-53.

    3 Por ejemplo: Ivana Vuina [Simovi], Las condiciones y la dinmica del desplazamiento lingstico en la comunidad sefard de Belgrado, tesis de maestra, Facultad de Filologa de Belgrado 2005 (en serbio); Dimitrije Pei, La influencia de las lenguas balcnicassobre el judeoespaol a travs de los textos prossticos de la prensa de los sefardes de Belgrado y Sarajevo, tesis de maestra, Facultad de Filologa de Belgrado 2007 (en serbio); Ivana Vuina Simovi, Jelena Filipovi, La identidad tnica y el desplazamiento lingstico en la comunidad sefard de Belgrado, Zavod za udbenike, Belgrado 2009 (en serbio).

    4 Muhamed Nezirovi, La literatura judeoespaola, Svjetlost, Sarajevo 1992 (en bosnio); David M. Bunis, On the Incorporation of Slavisms in the Grammatical System of Yugoslavian Judezmo, Wolf Moskovich (ed.), Jews and Slavs, vol. 9, Jerusalem, Vienna 2001, pp. 325-337; Eliezer Papo, Slavic Influences on Bosnian Judeo-Spanish, asReflected in the Literature of the Sephardic Circle, European Journal of Jewish Studies,1, 2 (2007), pp. 1-21; Pei, 2007, La influencia (supra, nota 3). En algunos trabajo sehacen meras constataciones relacionadas con el mantenimiento/desplazamiento del

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    Ivana Vuina Simovi

    ha prestado a la mujer sefard en el territorio ex yugoslavo5 y a su papel en el proceso

    que estudiamos, no slo en el territorio yugoslavo sino tambin en general. Por esta

    razn, nuestro propsito principal ha sido arrojar ms luz sobre el papel de las mujeres

    en el mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol y contribuir de esta manera al

    estudio, tanto de este proceso en general, como de su transcurso entre los sefarditas

    en particular.

    1. El marco terico

    El sexo de los hablantes es, sin duda, uno de los factores sociolingsticos que tiene

    la mayor influencia sobre la variedad lingstica en distintos dominios del uso de la

    lengua. Nuestros trabajos sobre el desplazamiento lingstico en la comunidad sefard

    de Belgrado afirman que el sexo, junto con otros factores sociolingsticos (la edad,

    profesin, estado social y econmico, etc.), condiciona en gran medida el uso del

    judeoespaol.6

    Se ha mostrado, adems, que, en comparacin con los hombres, las mujeres son ms

    conscientes de la lengua y de su prestigio en la sociedad.7 Por esta razn, en el caso

    del desplazamiento lingstico, las mujeres suelen manifestar ms actitudes negativas

    judeoespaol como, por ejemplo en: Alica Knezovi, La fontica y la fonologa del habla judeo-espaola de Sarajevo, tesis de maestra, Facultad de Filosofa de la Universidad de Zagreb 1986, pp. 43-44 (en serbocroata).

    5 Uno de los pocos ejemplos representa el siguiente artculo: Jovanka Veselinovi, 1998, La mujer juda en Belgrado desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial, Perovi, Latinka (ed.), Srbija u modernizacijskim procesima 19. i 20. veka, 2. vol., Poloaj ene kao merilo modernizacije. Nauni skup, Institut za noviju istoriju Srbije, Belgrado 1998, pp. 485-495 (en serbio).

    6 Vuina, Las condiciones, (supra, nota 3); Vuina Simovi, Filipovi, La identidad (supra, nota 3).

    7 Tracy K. Harris, Death of a Language: The History of Judeo-Spanish, University of Delaware Press, Londres, Newark (Del.) 1994, p. 239.9

    8 Brigitte Schlieben-Lange, The Language Situation in Southern France, Wolfgang Dressler, Ruth Wodak-Leodolter (eds.), Language Death, International Journal of the Sociology of Language, 12 (1977), pp. 104-105; Harris, Death (supra, nota 7, pp. 239-

    240).

    hacia la lengua tnica y mayor tendencia hacia el uso de la lengua mayoritaria.8

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    Ivana Vuina Simovi

    Al estudiar el desplazamiento del provenzal, Schlieben-Lange se sorprendi que

    50 aos antes de su investigacin, las mujeres de la misma comunidad de habla

    se consideraban muy conservadoras en cuanto a sus costumbres lingsticas. La

    misma autora encuentra la explicacin de tal cambio en la mayor preocupacin de

    las mujeres por la movilidad social que en el caso de los hombres. Schlieben-Lange

    declara que el uso correcto de la lengua mayoritaria es para las mujeres la condicin y

    el smbolo del estado al que aspiran.9 Paulston, por su parte destaca que las mujeres

    suelen aprovechar la oportunidad, cuando se les ofrece, de mejorar su posicin social

    mediante la eleccin de un cdigo, cnyuge o lengua en que van a criar a sus hijos.10

    En su clebre estudio sobre la sustitucin del hngaro por el alemn en Oberwart

    (Austria), S. Gal destaca que, en el desplazamiento de la lengua tnica, las mujeres

    jvenes se adelantan ms en este proceso que el resto de la poblacin. Ellas son las

    que se deciden con ms facilidad por el uso de la lengua mayoritaria, ya que perciben

    y evalan diferentemente las salidas que proporciona cada una de las lenguas. La

    eleccin lingstica de las jvenes contribuy significativamente al mayor uso del

    alemn entre toda su generacin.11

    2. La posicin social de la mujer sefardita en el territorio de la antigua Yugoslavia

    Para llevar a cabo nuestro propsito de analizar el papel de la mujer sefard en el

    mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol, es necesario considerar en breve

    la posicin de la mujer sefardita en el territorio de la antigua Yugoslavia a travs del

    tiempo. Como en el caso de los sefarditas en Oriente en general, dos son las fases

    principales de la historia social de la mujer sefard en los Balcanes.

    La primera, la poca oriental, que abarca el perodo entre mediados del siglo XVI

    y mediados del XIX, corresponde a la mujer de la sociedad tradicional. En aquella

    9 Schlieben-Lange, The Language (supra, nota 8, pp. 104-105; trad. del ingls por I.V.S.).

    10 Christina Bratt Paulston, Social Factors in Language Maintenance and Language Shift, J. A. Fishman et al. (eds.), The Fergusonian Impact. In Honor of Charles A. Ferguson on the Occasion of His 65th Birthday, 2 vol., Sociolinguistics and the Sociology of Language, Mouton de Gruyter, Berln, Nueva York, Amsterdam 1986, pp. 495-496.

    11 Susan Gal, Language Shift. Social Determinants of Linguistic Change in Bilingual Austria, Academic Press, Nueva York, San Francisco, London 1979, pp. 167-171.

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    Ivana Vuina Simovi

    poca, toda la poblacin era muy religiosa y llevaba una vida sumamente patriarcal.

    Las costumbres que acompaaban el ciclo vital de los sefarditas se mantenan

    fielmente, junto con la tradicin oral, y se transmitan de generacin en generacin.12

    Las relaciones familiares eran muy desarrolladas y el divorcio muy poco comn.13 Ya

    que las caractersticas de la vida tradicional de los sefarditas de Oriente se muestran

    bastante uniformes, no las tratamos por separado para cada comunidad.

    Mientras que los hombres se ocupaban de los ritos religiosos y de mantener a sus

    familias numerosas, las mujeres dirigan la vida familiar y aumentaban la reputacin

    de casa.14 La vida patriarcal restringa el movimiento de las mujeres al hogar y a la

    judera. En este perodo, a diferencia de los nios, para los cuales existan siempre

    escuelas judas (llamadas meldares o Talmud Tora), las nias sefardes no reciban

    ninguna formacin hasta la segunda mitad del siglo XIX. Ellas ayudaban a sus madres

    en las tareas domsticas y se preparaban para casarse y ser buenas amas de casa.15 De

    la misma manera crecan todas las nias, tanto las de las familias pobres como ricas.

    Las sefarditas se casaban muy jvenes. Los padres eran los que les elegan

    maridos sin preguntar a sus hijas por su asentimiento. Sin embargo, despus de

    casarse, mejoraba la posicin social de la mujer y ella gozaba de mayor libertad de

    movimiento.16 La posicin de las sefarditas era casi la misma en todas las comunidades

    del territorio otomano.17 La nica diferencia que notamos es el ao del comienzo de su

    formacin escolar y, a su vez, de su emancipacin.

    Adems de la familia, el otro dominio importante para la vida de la mujer sefardita

    en la poca oriental era la judera o la vecindad, en la que sola vivir casi toda la

    12 Moric Levi, Fragmentos de la vida sefard, Spomenica La Benevolencije (Sarajevo), Belgrado 1924, pp. 16-18 (en serbocroata).

    13 Jelena De Majo, El desarrollo cultural de la mujer juda en Serbia, Asociacin de las Mujeres Judas 1874-1924. El da de su 50 aniversario, Izdanje Uprave Jevrejskog enskog drutva, Belgrado 1924, pp. 51-52 (en serbocroata); Aron Alkalaj, La vida y las costumbres en la Judera de antao, Jevrejski almanah 1961-1962 (s.a.), Belgrado, pp. 88-89 (en serbocroata).

    14 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, p. 52; traducido del serbocroata por I.V.S).15 Moric Levi, Los sefardes en Bosnia (Suplemento a la historia de los judos de la Pennsula

    Balcnica), Savez jevrejskih optina Jugoslavije, Belgrado 1969 [1911], p. 29 (trad. del alemn al serbocroata); Levi, Fragmentos (supra, nota 12, pp. 16-17); Veselinovi, La mujer (supra, nota 5, pp. 486-487).

    16 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, pp. 51-52; trad. del serbocroata por I.V.S).17 Levi, Los sefardes (supra, nota 15, p. 29).

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    poblacin sefardita de una ciudad. Las mujeres tomaban una parte activa en la vida

    social, que era bastante desarrollada: la gente se frecuentaba en casas, patios y calles.

    En las reuniones conversaba, cantaba romances viejos, contaba viejas historias y

    jugaba a los juegos de sociedad.18

    Con los grandes cambios sociales del siglo XIX, se moderniza la vida en todo

    el Oriente y, asimismo, en las comunidades sefardes del territorio de la antigua

    Yugoslavia. La modernizacin comprenda tambin la progresiva emancipacin

    femenina. La segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX es cuando

    nace la nueva mujer sefard que aspira a conseguir la igualdad con el hombre en la

    familia y en la comunidad, tanto la tnica como la mayoritaria.

    La emancipacin femenina tena el mismo procedimiento en todas las comunidades

    orientales: se realizaba a travs de la formacin escolar y el trabajo fuera de casa. Sin

    embargo, este proceso no ocurri en todas las comunidades sefardes a la vez. Su

    dinmica dependa directamente de las condiciones sociales y econmicas vigentes

    en cada comunidad. En el territorio de la antigua Yugoslavia, en la segunda mitad

    del siglo XIX, las circunstancias sociales y econmicas eran mucho ms favorables

    en Belgrado que en Sarajevo, Skopje y Monastir. Por eso, las mujeres sefardes de

    Belgrado se emanciparon antes de sus correligionarias de otras comunidades.

    2.1. Belgrado

    La partida de los turcos de Belgrado (la parcial sucedi en 1862, la completa

    y oficial en 1867) y el restablecimiento del estado serbio marcaron el comienzo de

    la modernizacin y europeizacin de la vida de todos sus habitantes. Los primeros

    cambios en la vida de las sefarditas en Serbia se perciben hacia 1870, cuando los

    sefarditas empiezan a tener ms contacto econmico y administrativo con la sociedad

    serbia. Hacia 1865 aparecen las primeras fiestas de baile y las muchachas sefarditas

    se mueven con ms libertad. Las mujeres que se vean obligadas a mantenerse solas

    en aquel perodo, no teniendo ninguna formacin, trabajaban muy duro en casas de

    otros.19 En las nuevas circunstancias sociales, culturales y econmicas en Belgrado, la

    familia sefard pierde progresivamente sus caractersticas tradicionales. Las mujeres

    sefardes empiezan a formarse y a trabajar fuera de casa. Acomodan su manera

    de vestirse y comportarse en casa y en la sociedad, a la moda vigente en Serbia

    18 Levi, Fragmentos (supra, nota 12, p. 17; trad. del serbocroata por I.V.S).19 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, pp. 52-53).

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    Ivana Vuina Simovi

    (a la srbeska) y en Occidente (a la franka).20 Cuando las muchachas sefardes

    en Belgrado empezaron a frecuentar las escuelas pblicas en 1864, ellas fueron

    educadas junto con sus compaeras serbias y con los mismos ideales21 (De Majo, J.:

    1924, 59-60).

    La fundacin de la Asociacin de las Mujeres Judas en Belgrado (1874), la

    primera sociedad femenina de Serbia, da testimonio del progreso cultural y social

    que viva la comunidad sefardita en esta ciudad y del fuerte deseo de sus mujeres de

    emanciparse. Las actividades que organizaba la Asociacin eran predominantemente

    benficas, culturales y educativas. La Asociacin de las Mujeres Judas ayudaba a las

    muchachas pobres, parturientas y nias. Contribua mucho al progreso educativo y

    cultural de la comunidad sefard y a la educacin de las mujeres en las cuestiones de la

    salud. En 1919, la Asociacin fund la Escuela Femenina de Oficios en Belgrado.22

    2.2. Sarajevo

    El acontecimiento histrico y social ms importante, que provoc una verdadera

    conmocin en la vida de los sefarditas de Sarajevo, fue la ocupacin de Bosnia y

    Herzegovina por parte del Imperio Austro-Hngaro en 1878.23 Los sefardes de esta

    ciudad empezaron a acercarse a la sociedad mayoritaria por razones de trabajo, pero

    luego sucedi tambin una mayor incorporacin social. En corto tiempo, la vida de

    toda la comunidad cambi significativamente. Como en otras comunidades sefardes,

    las viejas tradiciones y hbitos cedan paso, poco a poco, a las nuevas formas de

    vida.

    En la posicin de las mujeres sefardes de Sarajevo se produjeron tambin grandes

    cambios: antes de la ocupacin ellas nunca salan solas de casa, mientras que despus

    de 1878, lo hacan diariamente e incluso pasaban tiempo en tabernas.24 Los cambios se

    20 dem, p. 52; Veselinovi, La mujer (supra, nota 5, p. 487).21 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, pp. 59-60; trad. del serbocroata por I.V.S).22 Asociacin de las Mujeres Judas 1874-1924. El da de su 50 aniversario, Izdanje Uprave

    Jevrejskog enskog Drutva, Belgrado 1924, p. 25 (en serbocroata).23 Todor Kruevac, Los cambios sociales entre los judos bosnios durante el dominio

    austraco, Spomenica 400 godina od dolaska Jevreja u Bosnu i Hercegovinu 1566-1966, [Sarajevo] [1966], p. 80 (en serbocroata); Avram Pinto, Los judos de Sarajevo y Bosnia y Herzegovina, Veselin Maslea, Sarajevo 1987, p. 24 (en serbocroata).

    24 En la prensa sefard encontramos muchos ejemplos que dan testimonio de la emancipacin de la mujer sefard. Son especialmente interesantes las frecuentes crticas de la mujer

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    Ivana Vuina Simovi

    notaban tambin en el vestido: como las mujeres sefarditas de otros territorios, las de

    Sarajevo tambin se aficionaron a la moda occidental (a la franka).25 No obstante, la

    educacin de las nias sefarditas no empez hasta los comienzos del siglo XX.26

    De la aspiracin de las mujeres sefarditas de Sarajevo a una mayor emancipacin,

    testifica la fundacin de su asociacin, La Umanidad (1894). Como en el caso de la

    Asociacin de las Mujeres Judas de Belgrado, La Umanidad organizaba mayormente

    actividades de carcter caritativo: ayudaba a nios y a muchachas judas que

    trabajaban como aprendices.27

    En un largo ensayo dedicado a la mujer sefard de Bosnia, Laura Papo Bohoreta,

    distinguida escritora sefard de Sarajevo, destac su gran capacidad de adaptarse a

    diferentes circunstancias sociales e histricas:

    Estudiemos una muer ke ja paso los sesenta! Mientres su ikez ea bivio en un

    ambiente turko en el mas puro Orient(e). Vino a la mucaez, le vino el austriako,

    elemento evropeo ke le abolto [torn] entera la vida i su modo de entenderla!

    I komo no? De harenka [mujer oriental], kalio si kio o no ke se adapte a los

    uzos ke truo el konkistador muevo, el renado nuevo. Por esteso [igualmente]

    lo izo i la muer serba. Vino a los ajos de ser nona, delivro [liber] el serbo la

    Bosna, i ea, la ika Jahudinka [juda] de ahariko [falda larga] duspues feree

    [sobretodo de las mujeres orientales], i mas tarde el apeo [sombrero], se

    adapto a todos los reimes kon la elasticidat de su rasa! En medio siglo (50 anjos)

    vido trokar se [cambiar] tres reinados, tres rasas oriental, germana, i slava! I ea

    supo siempre jir kon el tiempo. No se kere maestria para esto?28

    2.3. Skopje y Monastir (Bitola)

    El punto de partida de la modernizacin de las comunidades sefardes de Monastir y

    Skopje y de la emancipacin de las mujeres sobrevino tras las devastaciones de las dos

    moderna, como, por ejemplo: J.B., Mujeres en la kavana, La Alborada, 27 (26.07.1901), ao I, p. 108.

    25 Kruevac, Los cambios (supra, nota 23, p. 83).26 Pinto, Los judos (supra, nota 23, p. 82).27 Kruevac, Los cambios (supra, nota 23, p. 92); Pinto, Los judos (supra, nota 23, p.

    147).28 Laura Papo Bohoreta, La mujer sefard de Bosnia, Connectum, Sarajevo 2005 [1931], p.

    64 (trad. del judeoespaol al bosnio).

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    Ivana Vuina Simovi

    Guerras Balcnicas y de la Primera Guerra Mundial, cuando estas ciudades llegaron

    a formar parte, primero de Serbia (1913) y, en 1918, del Reino de los Serbios, los

    Croatas y los Eslovenos (ms tarde el Reino de Yugoslavia). A la fecha tan tarda del

    proceso de modernizacin se aadi otro problema: la gran pobreza econmica que

    padeca esta provincia yugoslava (la Serbia del Sur, ms tarde Macedonia) en aquella

    poca, sobre todo Monastir, que impeda que los avances sociales y culturales fuesen

    ms expeditivos. La modernizacin de la vida de los judos se senta ms en Skopje,

    mientras que en Monastir los cambios fueron muy lentos.29

    El patriarcado segua siendo la caracterstica principal de la Serbia del Sur. Las

    sefarditas de las antiguas generaciones no lograban de ningn modo la igualdad con

    los hombres.30 Segn Luria, todava en 1927, cuando l visit Monastir, las mujeres

    sefarditas vivan en ignorancia y aislamiento. El famoso fillogo se quejaba de que le

    era muy difcil entrevistar a las mujeres ya que los hombres orientales las mantenan

    aisladas y ceidas por una barrera social y moral:

    The women of the past generation were doomed to live a life of obscurity and

    ignorance. Little or no liberty was allowed them; and it has proved almost

    impossible to get any linguistic material from them because of the social and

    moral fence which the oriental male draws around them.31

    De la misma fuente, llegamos a saber que las cosas s iban cambiando en aquella

    poca para las mujeres ms jvenes:

    Some of the younger women of the wealthier class are following to a moderate

    degree the examples set by their more progressive brothers. At present we find

    a goodly number of girls around the age of 16 and younger attending the public

    29 eni Lebl, La pleamar y la ruina. De la historia de los judos de la Macedonia del Vardar, Deje novine, Gornji Milanovac 1990 (en serbocroata); Vidakovi Petrov, La cultura (supra, nota 1).

    30 Cvi Rothmller, La juventud juda de la Serbia del Sur, Biblioteka Hanoar 2, 2, Zagreb 1932, pp. 4-5, 12 (en serbocroata).

    31 Max A. Luria, A Study of Monastir Dialect of Judeo-Spanish based on Oral Material Collected in Monastir, Yugo-Slavia, Revue Hispanique, vol. LXXIX (1930), p. 8.

    32 Ibd, p. 8.

    schools.32

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    Ivana Vuina Simovi

    Sobre el comienzo de la formacin escolar de las mujeres sefarditas de Monastir y

    Skopje hemos encontrado muy pocos datos. Entre 1895 y 1916, la Alianza Israelita

    Universal mantena en Monastir una escuela primaria. Tambin fund una escuela de

    oficios en la misma ciudad en 1899. Pero ambas escuelas eran slo para nios.33 La

    educacin de las nias sefardes probablemente no empez antes del establecimiento

    de las escuelas pblicas por parte de la autoridad serbia.

    Entre las instituciones sefardes que menciona Gimnez Caballero en 1930 en su

    Monograma sobre la judera de Escopia, se encuentra la Sociedad de Beneficencia de

    Damas Judas. Gimnez Caballero cita el siguiente fragmento sobre sus actividades:

    Arrecoxen cotizaciones de sus adherentes dos veces por ao. En la fiesta de

    Hanuk esparten [reparten] shuhes (zapatos) a los poveros stibaletos [socios].

    Y en el verano en el Pesah, vestimientos.34

    3. La mujer sefardita en el proceso de mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol en el territorio ex yugoslavo

    El proceso de mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol en el territorio de

    la antigua Yugoslavia abarca un largo perodo. La lengua tnica de los sefardes se

    mantiene desde su llegada a esta zona, a comienzos del siglo XVI, hasta los aos 40

    del siglo XX. Sin embargo, el mantenimiento del judeoespaol se ve amenazado ya

    desde los aos 80 del siglo XIX (en Belgrado, en las dems comunidades estudiadas

    a partir de comienzos del siglo XX), cuando, como consecuencia de los importantes

    cambios sociales, ocurre el desplazamiento progresivo del judeoespaol por el

    serbocroata/ macedonio.

    Segn su dinmica, el desplazamiento del judeoespaol en la antigua Yugoslavia

    lo podemos calificar como lento, ya que abarc ms de tres generaciones de hablantes

    (siete en Belgrado35; para Sarajevo, Monastir y Skopje no tenemos datos todava). El

    33 amila Kolonomos, De la historia de los judos de Macedonia, amila Kolonomos (ed.), Poslovice, izreke i prie sefardskih Jevreja Makedonije, Savez jevrejskih optina Jugoslavije, Belgrado 1978, p. 16 (en serbocroata); Jacques Bigart, Alliance Isralite Universelle, Jewish Encyclopedia.com, 2002.

    34 Ernesto Gimnez Caballero, Monograma sobre la judera de Escopia, Revista de Occidente, 27 (1930), p. 364.

    35 Vuina Simovi, Filipovi, La identidad (supra, nota 3).

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

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    Ivana Vuina Simovi

    nmero de generaciones implicadas en este proceso habra sido mayor si ste hubiera

    terminado espontneamente. A consecuencia de la trgica prdida de los hablantes del

    judeoespaol en el Holocausto sucedieron otros procesos lingsticos: la prdida y la

    muerte de la lengua tnica. La razn de este hecho hay que buscarla, en primer lugar,

    en la lealtad que los sefarditas balcnicos y orientales mostraban hacia su lengua

    tnica en general.

    Tanto en la prensa de finales del siglo XIX y comienzos del XX como en varios

    discursos pronunciados, dos temas provocaron largas y fuertes polmicas entre el

    pblico sefard en todo el Oriente: la cuestin de la lengua (se refera en la mayora

    de los casos a la pregunta qu lengua deban emplear los sefarditas orientales como

    lengua materna)36 y de la posicin social de la mujer sefardita.37 Los textos polmicos

    relacionados con esta ltima cuestin tienen como eje los siguientes temas: la

    posicin de la mujer juda en el pasado y en aquel entonces, y el comportamiento y las

    costumbres de la mujer moderna, criticada por unos y elogiada por otros.

    El material disponible nos permite advertir que los dos temas principales que

    atraan a los intelectuales sefarditas de Oriente se mantenan separados y que casi no

    lleg a plantearse la cuestin de la (des)lealtad lingstica de las mujeres sefarditas. Al

    contrario de nuestras expectativas, hemos encontrado muy pocas fuentes que trataran

    directamente del papel de la mujer sefardita en el desplazamiento del judeoespaol

    en el territorio de la antigua Yugoslavia. Muchas son las fuentes que ponen de

    manifiesto los hechos relacionados con su emancipacin social, mientras, segn

    parece, muy pocos autores se dieron cuenta del papel que las mujeres desempearon

    en el mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol. Nos han sido especialmente

    36 La cuestin de la lengua materna suscit polmicas tambin entre los sefarditas de la antigua Yugoslavia. Encontramos una prueba de aquello en la revista El amigo del puevlo, en la cual varios intelectuales sefarditas de Serbia toman parte, junto con los de Bulgaria, en una fuerte polmica del ao 1894.

    37 Amor Ayala, La mujer moderna por Y. A. Basat (La Alvorada, Ruse 1899): La mujer sefard y sus deberes en la nueva sociedad, Miscelnea de Estudios rabes y Hebraicos, seccin Hebreo, 55 (2006), pp. 46-47.

    38 Asociacin de las Mujeres Judas 1874-1924. El da de su 50 aniversario (supra, nota 22).

    valiosos el material que ofrece la memoria de la Asociacin de las Mujeres Judas

    (1924)38 de Belgrado y varios artculos de la prensa sefard de Sarajevo. Como

    disponemos de muy pocos documentos de Monastir y Skopje, no hemos encontrado

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

    264 265

    Ivana Vuina Simovi

    ningunos ejemplos de la lengua de las sefarditas de esta zona. Hay que subrayar

    tambin que en el proceso de mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol entre

    las mujeres de Belgrado y de Sarajevo contamos con una discrepancia temporal de

    unos veinte aos.

    3.1. El mantenimiento del judeoespaol entre las mujeres

    Durante el perodo oriental, las mujeres sefardes, sobre todo como madres, eran las

    principales cultivadoras de la lengua y de las tradiciones tnicas. Ya que eran casi

    todas iletradas y hablantes monolinges del judeoespaol, ellas eran las principales

    depositarias de la rica tradicin oral y de las costumbres sefarditas. En su Romancero

    judeo-espaol, Samuel Elazar de Bosnia, destaca:

    Nuestras mujeres sefarditas fueron las principales conservadoras de la tradicin y,

    especialmente de los romances espaoles, de su meloda y de los bailes.

    Nuestras buenas tas y abuelas (tas y nonas) cuidaron y guardaron celosamente,

    casi con cierta devocin religiosa, todo el tesoro cultural trado de Espaa. No

    hubo una fiesta religiosa, popular, nacional, familiar o un suceso triste que no se

    organizara y expresara con canciones sefarditas.39

    Educadas en el ambiente religioso y tradicional, las sefarditas transmitan ese espritu

    a sus numerosos hijos.40 Por este papel, las sefarditas representaron durante siglos

    uno de los pilares de la identidad nacional y lingstica de la sociedad sefard, y su

    influencia fue fundamental para el uso del judeoespaol en la familia y la judera.

    Segn nuestro corpus, en el perodo cuando ya haban comenzado los procesos

    de desplazamiento del judeoespaol y de la emancipacin femenina, las sefarditas

    seguan utilizando su lengua materna, sobre todo en los dominios en los que se vean

    ms implicadas tradicionalmente (familia, vecindad y vida comunitaria).

    Las breves historias humorsticas que se publicaban regularmente en judeoespaol

    en las revistas sefardes de Sarajevo nos ofrecen muchos testimonios sobre el uso

    lingstico de las mujeres sefarditas.

    El habla judeoespaola de las mujeres en la familia aparece en varias historias de

    la prensa sefard de Sarajevo. En la historia Vakansas vengansas, de Laura Papo

    39 Samuel Elazar, El Romancero judeo-espaol, Svjetlost, Sarajevo 1987, p. 21.40 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, pp. 51-52).

    Bohoreta, la protagonista es una madre tpica que habla en judeoespaol:

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

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    Ivana Vuina Simovi

    Entre si va murmurando: ah ah, una mano sola ni kanta ni jora, si a pedasos me

    ago, no alkanso. Si oj la vo pasar sin gritos, ja semos estrejada! Finke kon salut i

    vida estan en la ekola estamos senjoras, kuando vienen a kaza todos sinko, salut i

    pasensia mande el Dio! Guaj, ja mos se va aserkando las ferias! De mis ikos dias

    sinti [o] un refran muj usto Vakansas vengansas. I mientres las ferias, no se

    vengan las kriaturas de las madres, i bavonot [desgraciadamente] un poko mos

    vengamos i mozotros de eas kuando son muas makar bivan [que vivan].41

    Dos mujeres representativas del pueblo son las protagonistas frecuentes de las historias

    de Sarajevo. En los dilogos, sus autores tratan de imitar todas las caractersticas del

    habla cotidiana de tales mujeres. As, ellas dialogan en su lengua materna sobre

    varios temas actuales en aquellos tiempos. Como tpica, se puede citar la historia

    Dos vizinas in el kortio, que public Romano Buki en 1924 en la revista Jevrejski

    ivot.

    Lea: E vizina, skapo lus feus?Bohoreta: Dondi, mis fadas [que va, querida]. Estus fiteus [tareas] la midja[la mitad] dil mijoju [meollo, seso] mi van a kitar. Ainda akel miju mi dizi oj,

    ki ja mi tomo guevus baratus, ki faga kunduu [comida que se come con mucho

    pan]. Ja li dii: Komu li kvadra [lo cree posible]? Agora dijas ikus, ken puedi

    star fazjendu kunduu. Ja fizi abastanti esti inviranu.

    Lea: I il miju mi tomo oj guevus. Agora vo batir una biskutela [rebanada de pan rebozada en huevos] para stanoi.

    Bohoreta: Luke aj di moevu?Lea: Dei star, no dimandi. Indagora [hasta ahora] stuvu mi ermana Mazalta ondi mi. I pur estu tengu ainda feus a munturus. Esta biskutela keru fazer.

    Koandu vo skapar tantu no se. ustu skapimus di almurzar il miju si foe, i jo stava

    frigandu l kovri [vajillas de cobre], sjentu ki mi batin [llaman] a la puerta. Ken

    es? Mi Mazalta. Di bjen ki seja, ermana, tan tinpranu. I mi npresa a kontar. Solu

    41 Laura Papo Bohoreta, Vakansas vengansas, Jevrejski ivot, 157 (05.06.1927), ao III, Sarajevo, p. 3.

    42 Avram Romano Buki, Dos vizinas in el kortio, Jevrejski ivot, 33 (14.11.1924), ao I,

    Sarajevo, p. 3. Le agradezco mucho a Eliezer Papo por haberme proporcionado este cuento.

    larogu vizina ki no si venga a sintir.42

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

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    Ivana Vuina Simovi

    En cuanto al uso del judeoespaol de las mujeres en la vida comunitaria, encontramos

    una prueba en la memoria de la Asociacin de las Mujeres Judas que trata de los

    primeros cincuenta aos de la historia de esta sociedad. Se menciona que las socias

    utilizaban el judeoespaol en la correspondencia con los lderes de la comunidad

    juda. De este hecho da testimonio una carta publicada en la memoria en su traduccin

    al serbio, que la direccin de la comunidad dirigi a las damas de la Asociacin en

    1875.43

    De la misma memoria llegamos a saber asimismo que Lua Levi (1858-1894),

    una de las presidentas de la Asociacin de las Mujeres Judas, tena conocimientos

    literarios y que escriba poesas en judeoespaol que nunca fueron publicadas.44

    3.2. El desplazamiento lingstico entre las sefarditas

    A partir del siglo XX, la integracin social y lingstica de los sefarditas de Belgrado

    y Sarajevo en la sociedad mayoritaria era cada vez mayor. En este perodo el

    desplazamiento del judeoespaol lleg a ser patente no slo entre ciertos hablantes

    (sobre todo los intelectuales), sino empez a ser ms general, ya que implicaba ms

    estratos sociales y las mujeres.

    El material de Sarajevo nos ofrece tambin informaciones sobre la sustitucin

    lingstica entre las mujeres sefarditas. Hay que advertir que se trata de textos

    donde las mujeres jvenes se sealan, aunque indirectamente, a travs de su menor

    competencia en la lengua materna, como portadoras de la alternancia de cdigos y del

    desplazamiento de esta lengua. El ejemplo de este fenmeno lo encontramos en otra

    historia de Romano Buki, Los apareos (Las preparaciones), publicada en 1924

    en el semanal Jevrejski ivot de Sarajevo. Esta vez, las protagonistas de Buki son la

    madre, Rivka, y su hija Berta, que se ven implicadas en un dilogo que refleja de una

    manera extremada, a travs de una larga serie de calcos y prstamos del serbocroata,

    la diferencia en el habla de distintas generaciones de hablantes del judeoespaol.

    Berta: Uf, mama, ba [de verdad] sos tu udnovata [increble]. Tu mus keris a mozotras sporedijar [comparar] istesu komo i Tolstoj. Jo agora sto meldandu un

    43 Asociacin de las Mujeres Judas 1874-1924. El da de su 50 aniversario (supra, nota 22, pp. 9-10).

    44 Ibd, pp. 12-14.

    livru suju. Vjeras luke dizi: Todas las muaas son unas stupicas [ratoneras].

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

    266 267

    Ivana Vuina Simovi

    Kvandu la muaa si doereja [se pone guapa] i sali a la kaj, es ki ja si zapnijo

    [estir] la stupica. Kvandu algun mansevu enpesa a hofirijarli [cortejarla], es

    ki ja li migijo il kezu di adjentru di la stupica. Kvandu spoza il mansevu, entonsis

    ja entro in la stupica i kvandu si vjeneja [se casa], intonsis ja si sero.

    Rivka: Estu sta buenu. Importa vuoztras so las ratoneras, i lus mansevus son lus ratunis. Dizmi tu a mi, stuvu kazadu esti Tolstoj?45

    En el texto en el que polemiza con Buki, Laura Papo Bohoreta nos ofrece un ejemplo

    del uso lingstico de las jvenes sefarditas de aquel entonces. Dentro del texto

    judeoespaol, Bohoreta introduce lo que una joven haba dicho en serbio:

    Jo konosko dos maturantas [bachilleras] muestras. La una es iika de merkader

    bien riko lavora en kaza mas muo ke dos mosos! Kuando le dizes porke lavora,

    responde. Ako mi moe majka raditi, mogu i ja, nee mi ake otpasti!46

    Como en el caso de la lengua tnica de los sefardes, la desaparicin de la tradicin oral

    era ms patente entre los jvenes. Con la educacin pblica y la asimilacin cultural,

    ellos se alejaban cada vez ms de la cultura de sus antepasados. Las generaciones

    mayores lograron mantener, hasta cierto punto, las formas orales hasta la Segunda

    Guerra Mundial. Este hecho coment el rab Daniel Danon de Sarajevo en un artculo

    sobre los refranes y las expresiones sefardes, publicado en 1939 en Belgrado, en la

    revista mensual Vesnik Jevrejske sefardske veroispovedne optine:

    Son las viejas mujeres judas las que tpicamente mantienen y cultivan estos

    refranes y he recopilado precisamente de ellas una gran parte [de los refranes que

    publica]. Pero, es un hecho lamentable que, con la desaparicin de esas viejas

    mujeres y hombres, se pierda ese tesoro nuestro, porque las nuevas generaciones

    45 Avram Romano Buki, Los apareos, Jevrejski ivot, 40 (1924), ao I, Sarajevo, p. 4.; cit. por Eliezer Papo, Slavic Influences on Bosnian Judeo-Spanish, as Reflected in theLiterature of the Sephardic Circle, European Journal of Jewish Studies, 1, 2 (2007), pp. 4-5.

    46 Si mi madre puede trabajar, yo lo puedo tambin, eso no me va a hacer dao! (trad. del serbocroata por I.V.S.) Laura Papo Bohoreta, Madres, Jevrejski ivot, 34 (21.11.1924), ao I, Sarajevo, p. 3.

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

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    Ivana Vuina Simovi

    abandonan cada vez ms la lengua espaola, y de esta manera se pierden tambin

    nuestros refranes y expresiones.47

    De la memoria de la Asociacin de las Mujeres Judas tambin llegamos a enterarnos

    del desplazamiento del judeoespaol por parte de las mujeres en el dominio de la

    comunidad sefard. Se dice que con el mayor progreso de la comunidad sefard de

    Belgrado, la direccin y las socias de la Asociacin de las Mujeres Judas tambin

    eran cada vez ms educadas y emancipadas. A partir de 1894, la Asociacin entr

    en una poca nueva bajo la direccin de un grupo de mujeres educadas. Ellas

    regularon por primera vez sus actividades con un estatuto, escrito en judeoespaol,

    que utilizaron hasta 1905.48 El verdadero cambio en las actividades de la Asociacin

    represent precisamente este ltimo ao, cuando se involucraron en ellas las mujeres

    ms jvenes, que posean mucha energa e ideas an ms modernas. Jelena de Majo,

    que entonces era la primera secretaria de la Asociacin, introdujo el uso del serbio

    y el nuevo estatuto fue escrito en esta ltima lengua, a pesar de la resistencia de los

    elementos ms conservadores.49

    Como destaca Fishman,50 algunos de los dominios de uso lingstico que en las

    fases anteriores de contacto intertnico favorecan el mantenimiento de la lengua

    materna, pueden, de repente, empezar a favorecer su desplazamiento. As, los

    dominios de la familia y la sociedad tnica empezaron a contribuir al mayor uso del

    serbocroata. En tal cambio las mujeres, que antes eran el pilar de la vida domstica,

    obtuvieron un papel nuevo que resultara decisivo ms tarde para el proceso del

    desplazamiento lingstico.

    En el texto El desarrollo cultural de la mujer juda en Serbia (publicado en 1924

    y reeditado en 1926) se subraya la importancia de las mujeres jvenes en el proceso

    de la asimilacin cultural y lingstica de los sefardes de Belgrado. La autora y,

    47 Daniel Danon, Sobre nuestros refranes y expresiones populares, Vesnik Jevrejske sefardske veroispovedne optine, 4 (01.04.1939), ao I, Belgrado, p. 15 (en serbocroata); trad. del serbocroata por I.V.S.

    48 Asociacin de las Mujeres Judas 1874-1924. El da de su 50 aniversario (supra, nota 22, pp. 12-15).

    49 Ibd, pp. 15-18.50 Joshua A. Fishman, Language in Sociocultural Change. Essays by Joshua A. Fishman,

    Selected and Introduced by Anwar S. Dil, Stanford University Press, Stanford 1972, p. 88.

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

    268 269

    Ivana Vuina Simovi

    entonces, la presidenta de la Asociacin de las Mujeres Judas, Jelena de Majo,

    declar que precisamente las nias sefarditas eran las primeras en traer desde la

    escuela a casa la lengua serbia y el canto serbio. Ella explic este hecho por el mismo

    carcter de las nias y su papel en la familia y por la educacin que reciban en casa

    (que era muy diferente de la educacin de los nios):

    El mayor papel de la mujer como madre y la primera educadora del nio sigui

    inalterado en el mundo judo. El xito adicional era el hecho de que el espritu

    serbio penetr tambin en el hogar judo. Las madres adormecan a sus nios con

    canciones serbias y los despertaban con las suaves voces de la lengua serbia. De

    esta manera, ellas implantaron en las almas infantiles el sentimiento nacional y

    educaron a los nios que crecieran como hijos del pas en que vivan. Ya no hubo

    ms divisiones, andanzas y prejuicios religiosos. Lo que hace slo sesenta aos

    pareca imposible, ahora resulta normal y natural.51

    La autora del fragmento citado manifiesta claramente su actitud hacia la asimilacin.

    Ella la entiende como un hecho positivo e inevitable, ya que, en su opinin, proporcion

    a los judos la emancipacin e integracin completa en la sociedad mayoritaria. Aron

    Alkalaj, intelectual de Belgrado, destac que, aunque la asimilacin cultural era un

    hecho histrico necesario e inevitable, que sac a los judos del gueto, ensendoles

    a vivir una nueva vida laica de la que tenan enormes provechos en sentido moral,

    cultural y social,52 sa provoc al mismo tiempo que muchos sefardes fueran

    tentados a abandonar el judasmo.

    4. Conclusin

    El propsito del presente trabajo ha sido el anlisis del papel de las mujeres sefarditas

    en el desarrollo del proceso de mantenimiento/desplazamiento del judeoespaol como

    lengua materna en el territorio de la antigua Yugoslavia. La posicin social de las

    sefardes yugoslavas a travs de tiempo ha sido un factor importante para nuestro

    51 De Majo, El desarrollo (supra, nota 13, p. 55; trad. del serbocroata por I.V.S.).52 Aron Alkalaj, La emancipacin de los judos y su asimilacin, Vesnik Jevrejske sefardske

    veroispovedne optine, 9 (01.09.1939), ao I, Belgrado, p. 8 (en serbocroata); trad. del serbocroata por I.V.S.

  • El papel de la mujer sefard en el mantenimiento

    270

    estudio. Hemos considerado la posicin de las mujeres sefardes en sus dos fases

    principales: la fase oriental, la que se caracterizaba por la mujer tradicional; y la poca

    de la modernizacin de la vida, que contaba con la mujer nueva. Las circunstancias

    de la vida de la mujer tradicional y los procesos de la modernizacin y la emancipacin

    de las mujeres han resultado ser bastante similares en las principales comunidades

    sefardes de la antigua Yugoslavia. No obstante, las diferentes condiciones sociales

    y econmicas vigentes a finales del siglo XIX y comienzos del XX provocaron

    diferencias en la dinmica de esos procesos: primero se emanciparon las mujeres

    sefarditas de Belgrado y, luego, las de Sarajevo, Skopje y Monastir (en este orden).

    Dos temas principales, relacionados con el futuro del judeoespaol y la posicin de

    la mujer, provocaron numerosas polmicas entre los intelectuales sefardes a partir de

    la segunda mitad del siglo XIX. Pero, es interesante que esos temas, que adems eran

    una preocupacin casi exclusiva de los hombres sefarditas, no llegaron a mezclarse

    entre s: casi nadie se ocupaba en aquel entonces del papel de las mujeres en el

    desplazamiento de la lengua materna.

    A la hora de utilizar el corpus disponible, hemos mostrado que la mujer tradicional

    sefardita, que en la poca oriental era el pilar de la identidad nacional, mantena

    fielmente la lengua materna en todos los dominios del uso lingstico en los que se vea

    implicada. Al comienzo del proceso de la emancipacin femenina, el judeoespaol

    se segua manteniendo en casa, vecindad y comunidad tnica. Pero, cuando la

    emancipacin de las sefardes se convierte en realidad, resulta que las mujeres

    jvenes se vuelven ms hacia la lengua mayoritaria. La explicacin de este hecho

    yace, en nuestra opinin y de acuerdo con los estudios del desplazamiento de otras

    lenguas que citamos, en la fuerte aspiracin de las jvenes sefardes a conseguir, y si

    hace falta a costa de su lengua materna, una mayor movilidad social y mejores salidas

    sociales y profesionales. Tal eleccin lingstica de las mujeres jvenes contribuy

    importantemente al hecho de que el serbocroata/macedonio iba ganando espacio

    progresivamente al judeoespaol entre toda la generacin de los jvenes sefardes en

    el perodo de entreguerras. Aunque las jvenes eran las que se adelantaron ms en el

    proceso de desplazamiento lingstico en su fase muy avanzada, no parece que por eso

    fuesen condenadas en la sociedad. Tras varios decenios de polmicas sobre la lengua

    materna y frecuentes manifestaciones de actitudes negativas hacia esta lengua, a nadie

    se le ocurra levantar la voz contra este hecho.