Isabel & Isabel. Un análisis comparativo del liderazgo de Isabel La Católica y Elzabeth I de...
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luis-del-prado -
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Leadership & Management
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El artículo analiza de manera comparativa el liderazgo de Isabel La Católica, Reina de Castilla y Elizabeth I de Inglaterra, tomando como marco conceptual el modelo de liderazgo integral de Bolman y Deal.
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- 1. 1 Isabel & Isabel Un anlisis comparativo del liderazgo de Isabel La Catlica y Elizabeth I de Inglaterra Introduccin Las reinas Isabel la Catlica de Castilla y Elizabeth I de Inglaterra han sido, sin lugar a dudas dos de los personajes ms influyentes en la historia de sus respectivas naciones. El abuelo de Elizabeth fue Enrique VII, fundador de la dinasta Tudor, quien llega al trono en 1485 tras derrotar a Ricardo III (ltimo Rey de la dinasta York) en la batalla de Bosworth, dando por finalizada la llamada Guerra de las Rosas. Enrique VII no tena carisma ni virtudes destacables, simplemente estuvo en el lugar indicado en el momento oportuno. Muri en 1509, dejando el trono a su hijo de 18 aos: Enrique VIII El reinado de Enrique VIII estuvo signado por el bienestar y la internacionalizacin de Inglaterra. Adems, transform su corte en una tpica corte renacentista. Enrique VIII estuvo felizmente casado con su primera mujer, Catalina de Aragn, la hija menor de los Reyes Catlicos, durante casi veinte aos. Tuvieron una hija (la futura reina Mara I) pero Catalina no pudo darle un heredero varn. Para ese entonces, Enrique estaba enamorado de Ana Bolena, una dama de la corte. Dado que Catalina era la viuda de su hermano, aleg que su matrimonio no era vlido y pidi la anulacin al Papa. El Papa se neg, porque l mismo le haba otorgado la dispensa para que pudiera casarse con Catalina. Adems, estaba bajo la proteccin del emperador Carlos V, to de Catalina quien, por supuesto, no estaba de acuerdo con la anulacin. A pesar de todo, Enrique se divorci de Catalina, se cas con Ana Bolena, rompi con el Vaticano y cre la Iglesia Anglicana. En 1533, Ana Bolena da a luz una nia llamada Elizabeth. Luego de un corto reinado de su hermanastra Mara, Elizabeth I hered en 1558 una nacin en problemas. Acosada por la inflacin, sin aliados estratgicos, devastada por conflictos religiosos internos y al borde de la ruina. Cuarenta y cinco aos ms tarde, Inglaterra era la nacin ms poderosa de Europa y estaba en camino de convertirse en uno de los ms grandes imperios en la historia de la humanidad. Es fascinante analizar la manera que eligi Elizabeth para enfrentar tamao desafo y conseguir semejantes logros habiendo
- 2. 2 comenzado su reinado en una situacin de extrema fragilidad. Isabel fue hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal y naci en Avila en 1451. A la muerte de su padre, su hermanastro Enrique es proclamado Rey e Isabel, su hermano Alfonso y su madre se tienen que refugiar en Arvalo primero y en Segovia despus, porque el nuevo monarca tena recelo de sus aspiraciones al trono. Isabel I de Castilla, ha sido una de las figuras ms poderosas de su tiempo y supo imponer su voz en un mundo de hombres. Fue la reina que finaliz la reconquista de Espaa despus de siete siglos de ocupacin rabe con la toma de Granada en 1492. Adems, extendi los dominios de Espaa a travs del descubrimiento de Amrica, gracias al apoyo que le dio a Cristbal Coln en su bsqueda de las Indias Occidentales, transformando de esta manera a su nacin en una potencia mundial. Es difcil encontrar en la historia un ejemplo de liderazgo en pareja como el que ejercieron los Reyes Catlicos. Si la vida de cada uno de ellos fue de por s un ejemplo de liderazgo, juntos mostraron en qu consiste la autntica sinergia, logrando resultados muy superiores a la simple suma de las partes, que ya era muy considerable. El marco conceptual para el anlisis El marco conceptual elegido para hacer el anlisis comparativo del liderazgo de ambas reinas es el denominado liderazgo integral, desarrollado por Lee Bolman y Terrence Deal.i Dicho modelo redefine el concepto de liderazgo a travs de cuatro perspectivas: estructural, social, simblico y poltico, representando cada una de ellas una contribucin peculiar y significativa hacia el logro de una visin integral del liderazgo. El liderazgo estructural se manifiesta a travs de la autoridad tcnica y de la comprensin profunda de la arquitectura de la organizacin. El liderazgo social se centra en las relaciones interpersonales y en la vocacin de servicio. Los lderes sociales son facilitadores. El liderazgo poltico est relacionado con la comprensin de los mecanismos y las estructuras del poder y la posibilidad de influir sobre ellas. Finalmente, el liderazgo simblico es aquel capaz de comunicar una visin que transmita fe y lealtad entre los seguidores. Los lderes tienen que conocer cul es su perspectiva y cules sus limitaciones. Idealmente, deberan aprender a combinar las diferentes perspectivas en un estilo ms integral y poderoso. Lo que resulta fatal para los lderes es su incapacidad para reconocer y aceptar sus propias limitaciones e incorporar a sus entornos a personas que aporten fortalezas complementarias. Los lderes destacados conocen sus puntos fuertes, se esfuerzan por ampliarlos y arman equipos que logran ejercer el liderazgo en las cuatro perspectivas. La dimensin estructural Elizabeth era una reina a la que no le gustaba nada la guerra. Pero supo transformar las amenazas en fortalezas y las crisis en oportunidades colectivas.
- 3. 3 A los 22 aos derrot a Mara Estuardo de Escocia, demostrando coraje y vocacin para la accin. Ms all del coraje para actuar, lo remarcable es el cuidado que tena para la evaluacin previa de las situaciones. Para Elizabeth la esencia del liderazgo pasaba por otorgar recompensas importantes para sus colaboradores, comprender las motivaciones bsicas de los mismos, aceptar las responsabilidades y demandar a los dems lo mismo, aceptar y corregir los errores con determinacin y actuar de manera positiva, rpida y audaz. Elizabeth estaba convencida que tena que estar presente en el frente de batalla, para asegurarse que los dems la vean y que perciban que est corriendo los mismos riesgos que ellos. Elizabeth decaii : Hay que tener fe. Pero al mismo tiempo hay que entrenar a los soldados. Si bien era una persona que haba accedido a una excelente educacin, Elizabeth no tena demasiados conocimientos de economa cuando comenz su reinado. Sin embargo, puso todo su empeo en aprender y termin siendo una experta en finanzas pblicas. Su padre, Enrique VIII, tena la costumbre de gastar mucho dinero. Cuando los gastos de la corte superaban a los ingresos, adulteraba la moneda con aleaciones de metales ms baratos que el oro. Elizabeth tuvo que restaurar la fe en la monarqua y la fe en la moneda. Para ello, restringi sus gastos para que no superen a los ingresos y cre nuevas fuentes de financiamiento. Por consejo de sus asesores, el proceso de restauracin de la moneda se bas en las siguientes medidas: reduccin del gasto pblico, suspensin de los emprendimientos con alto riesgo, reestructuracin de la deuda, venta o alquiler de propiedades improductivas de la Corona, inversiones en emprendimientos altamente rentables y reduccin de la carga impositiva. Elizabeth, ms all del empeo en construir su imagen, era una persona eminentemente prctica, que no toleraba que se malgasten recursos. La Reina trabajaba incansablemente y dominaba todos los asuntos concernientes al estado. No se conformaba con informacin vieja o de segunda mano y cre una red que la abasteca de informacin confiable. Elizabeth entenda perfectamente que debajo del carisma est el dinero, el cual debe ser manejado con capacidad y prudentemente. Por supuesto, para consolidar la economa tom una de las decisiones ms controvertidas de su reinado: estableci una alianza no escrita con dos de los ms famosos piratas de la poca, Francis Drake y Walter Raleigh, para atacar a la flota de Espaa y apropiarse de los tesoros que llegaban del Nuevo Mundo. A modo de sntesis de la dimensin estructural de su liderazgo, estableci de manera brillante la visin y la misin de su gobierno: iii En mis aos de reinado pretendo lograr la paz exterior y la estabilidad econmica interior, manteniendo un equilibrio de poder entre los enemigos externos y un
- 4. 4 equilibrio de tolerancia entre las facciones polticas internas. Lograremos esto a travs de la exploracin y el desarrollo del Nuevo Mundo, evitando guerras costosas en la medida de lo posible, pero sin permitir que ninguna nacin suponga que no estamos dispuestos a repeler una agresin externa. Abriremos el comercio con las naciones amigas y alentaremos los logros de nuestros mejores y ms brillantes individuos en los campos del arte y la ciencia Isabel de Castilla siempre tuvo las ideas claras y nunca vacil en el momento de tomar una decisin difcil. Frente a la inmadurez que en ocasiones demostraron sus hermanos Enrique y Alfonso de Castilla, Isabel fue consciente, desde muy pequea, de la responsabilidad que llevaba implcita su futuro cargo, as como de la preparacin que deban tener los gobernantes. En el otro extremo se encontraba la otra candidata al trono, su sobrina Juana la Beltraneja, que se comportaba infantilmente y siempre se desatendi de la poltica. Con la victoria en la Guerra de Granada se incorpor el Reino Nazar a los reinos de Castilla y Aragn, que estaban unidos en las personas de Isabel y Fernando. As se consigui realizar la llamada Unin de Reinos y acabar con el mosaico de pequeos reinos que formaban Espaa. Isabel tuvo la visin de confiar en los proyectos de Cristbal Coln, a pesar de las muchas crticas y reacciones polticas adversas de la corte y del mundo cientfico. Sin embargo, es falsa la leyenda que dice que la reina financi con sus joyas el viaje que llevara al descubrimiento de Amrica. Tras el descubrimiento, comenz el proceso de evangelizacin de los indgenas y la firma del Tratado de Tordesillas con Portugal que delimit sus esferas de influencia en el Ocano Atlntico. Amrica fue espaola gracias a su visin de futuro y su confianza en las posibilidades de un marino experimentado, apasionado y ambicioso. En la victoria se mostr generosa con todos, para atraer a aquellos que podan y deban construir el reino y proyectarlo hasta el liderazgo mundial en el futuro. Los que no haban sido sus partidarios, eran perdonados y se convertan en sus ms leales colaboradores. Cont siempre con un equipo cohesionado, motivado y entregado al proyecto. Escogi bien a sus colaboradores, por ejemplo, el Gran Capitn Crdoba, que fue una pieza clave en la Guerra de Granada y en el asentamiento del dominio espaol en el Reino de Npoles. O Francisco Cisneros, que fue su amigo y consejero y gran artfice de la continuidad dinstica y del mantenimiento de la Unin de Reinos. Por deseo de los comerciantes urbanos Isabel cre la Santa Hermandad, cuerpo de polica para la represin del bandidaje, creando condiciones mucho ms seguras para el comercio y la economa. Con toda seguridad, una de las decisiones ms controvertidas de Isabel fue el establecimiento de la Santa Inquisicin y la consecuente persecucin de los judos. Isabel era consciente del sentimiento antisemita que prevaleca en su reino, pero busc acotarlo cada vez que se manifest con virulencia.
- 5. 5 A pesar de su determinacin final de expulsar de su reino a todos los judos y musulmanes que no se convirtieran al catolicismo, y contrariamente a la creencia popular, Isabel de Castilla, al igual que muchos de sus predecesores en el trono, fue mucho menos enemiga de los hebreos que la nobleza y el clero, quienes acusaban a stos de ostentar privilegios. Decidi aprender lo que no saba y lo consigui. Por ejemplo, aprendi Lengua Latina gracias a las lecciones de Beatriz Galindo. Supo estar al frente de los proyectos y fue capaz de llegar a acuerdos con los reyes de Portugal, dejando a un lado rencillas y haciendo valer los orgenes portugueses de su madre. Siempre buscaba sumar y multiplicar, nunca restar y dividir. Isabel tuvo la habilidad de detectar los problemas de fondo y buscar soluciones. Esta capacidad contrasta con el cortoplacismo o el escapismo que caracterizan a muchos dirigentes polticos y empresarios de la actualidad, quienes recurren demasiado a menudo a la tcnica de la avestruz. La dimensin social Elizabeth siempre intent conectar su inters personal con el inters de su pueblo. Para ella, el trono representaba la libertad de hacer todo lo que estuviera a su alcance para que sus sbditos la recordaran con verdadero afecto La principal preocupacin durante los cuarenta y cinco aos de su reinado fue proteger a su pueblo y se entreg a tal punto que manifest en varias ocasiones que se haba casado con Inglaterra. Cuando llegaba el verano, la Reina parta en excursin a alguna parte del reino con el objetivo de apartarse de la rutina y estar en contacto directo con la gente. Isabel y su esposo Fernando supieron hacerse querer por el pueblo. Fueron generosos con sus aliados y justificaron siempre sus decisiones basndolas en el bien comn. En la defensa de sus opiniones han tenido conflictos con los jerarcas de la Iglesia, con algunos miembros de la realeza e incluso entre ellos mismos. Pese a ser una reina con recursos econmicos, vivi de forma modesta, sobria y templada para dar ejemplo a su familia y a todos los sbditos. Tena capacidad para escuchar a todos y sola decidir qu camino tomar despus de consultarlo con quien fuera necesario. Cuando termin la guerra civil entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana, en lugar de aplicar la frmula de acabar con el vencido, Isabel y Fernando mostraron cul iba a ser su forma de gobernar: el perdn antes que la venganza, la magnanimidad con todos y la permanente bsqueda de la colaboracin y la cooperacin de todas las ciudades, villas y personas del Reino. De esta forma consiguieron la paz, el sosiego y la unin, y lograron comprometer en un proyecto comn a todos los castellanos y, ms tarde, a los aragoneses. El Papa Alejandro VI, en virtud de sus mritos, les concedi el ttulo de Reyes Catlicos, mediante la bula Si convenit, en 1496. La dimensin poltica En la primera etapa de su largo reinado, Elizabeth enfrent un conflicto religioso,
- 6. 6 cuya resolucin fue clave para su consolidacin. Muchos fieles ingleses estaban preocupados porque, segn San Pablo, era imposible que una mujer fuera la cabeza de una religin cristiana. Por su parte, los obispos tenan temor que, si se ignoraba lo dicho por San Pablo, perdieran influencia en el resto de Europa. Elizabeth encarg la resolucin de este dilema a los abogados, quienes sugirieron cambiar la denominacin de Suprema Cabeza de la Iglesia por Suprema Gobernadora de la Iglesia. Esto fue aprobado por el Parlamento luego de un debate en el que fue clave la intervencin de la Reina. A diferencia de sus antecesores, Elizabeth nunca orden ninguna accin represiva contra las revueltas religiosas. Pero cuando un obispo desafi su autoridad, lo destituy. Elizabeth dedicaba mucho tiempo a reunirse con su Consejo Privado y valoraba mucho su asesoramiento. El Consejo estaba constituido por una mezcla de veteranos y jvenes. Supo construir un equipo de asesores que no eran ni similares a ella ni obsecuentes. Cuando nombraba a cada uno de los miembros del Consejo, le manifestaba claramente sus expectativas: 100% de dedicacin al reino, mantenerse alejados de la corrupcin, ser francos y honestos y compartir secretos con confianza. Walsingham fue su hombre de confianza durante la mayor parte de su reinado. En los primeros aos logr desbaratar un complot para asesinar a la reina, que finaliz con la ejecucin de sus cabecillas, entre los que se contaba el Duque de Norfolk, uno de los principales personajes de la corte. Walsingham manejaba un servicio secreto que trascenda los lmites de Inglaterra. Sus crticos lo acusaron de manipular evidencias para aparecer como imprescindible a los ojos de la reina. Elizabeth a veces lleg a temerle. Pero respetaba sus habilidades y lo mantuvo cerca de ella, a pesar de tenerlo bajo control y de filtrar sus informes de manera cuidadosa. Elizabeth construy lealtad a travs de la retribucin de dicha lealtad. Conducir personas consiste, entre otras cosas, en administrar incentivos. Una de las frases de cabecera de Elizabeth era: iv No se puede complacer a todo el mundo. Elizabeth era muy demandante, pero esa exigencia de excelencia provena de un profundo conocimiento acerca de cmo deban hacerse las cosas. A pesar que no hay reyes, la mayora de las organizaciones no son democracias, ni pueden ser administradas como tales. Los deseos de la mayora no siempre coinciden con lo que es bueno para la organizacin. Es importante para un lder ser consciente que tendr que tomar decisiones de buena fe, pero a veces impopulares. Es fundamental que mantenga dichas decisiones al margen de las relaciones personales con los colaboradores. Isabel de Castilla siempre eligi bien a sus aliados y siempre tuvo claro cules eran sus objetivos polticos.
- 7. 7 Una de las condiciones bsicas de un lder es su disposicin a asumir dicho rol. El camino al trono de Isabel fue muy arduo: tuvo que imponerse a su sobrina Juana, a las ambiciones de Portugal y hasta a las aspiraciones de su propio marido. Su derecho a la corona no era evidente, porque la aristocracia castellana quera seguir controlando el reino. Forzado por los nobles adictos a Isabel, el Rey Enrique reconoci en el Pacto de Guisando a Isabel como princesa heredera. A pesar de haber doblegado a su hermanastro Enrique, Isabel demostr una gran integridad al no sumarse a ninguna accin contra el Rey, al que sigui respetando debido a su investidura. Leal a la corona y a su derecho al trono, Isabel supo preparar el futuro con paciencia. Desde nia, Isabel estaba comprometida con Fernando de Aragn. Enrique quiso casarla con nobles castellanos y portugueses para alejarla del trono de Castilla, pero ella logr evadirlos a todos para casarse con Fernando en secreto. Isabel tena la estrategia perfectamente planificada. Al morir Enrique, no pierde un solo da y prepara una ceremonia de coronacin espectacular en Segovia, creando una situacin irreversible. En la ciudad se alzan pendones por Isabel, la reina y don Fernando, su legtimo marido. Su proclamacin agarr desprevenidos a todos, incluyendo al mismo Fernando, quien quedaba reducido a la figura de rey consorte. Con esta poltica de hechos consumados oblig a todo el mundo a reconocer su nuevo poder u oponerse a l, sin trmino medio. Su coronacin provoc el enojo de su marido, el de la nobleza opuesta al poder real y el de Portugal, amenazado por la formacin de un bloque hegemnico entre Castilla y Aragn. Isabel tuvo que negociar con su marido, enfrentarse a una guerra civil de sucesin y rechazar la invasin de las tropas portuguesas. Por otra parte, manej de manera excelente la cuestin diplomtica ante el Vaticano, Portugal y sus enemigos internos. No se precipit para involucrarse en las guerras y fue una negociadora dura, pero brillante. Adems, supo manejarse en la ambigedad cuando fue necesario, cumplir a medias sus promesas cuando no hubo ms remedio, ser clemente con los vencidos e incluso nadar entre dos aguas hasta el punto de digerir alguna concesin. As sucedi cuando trat de restablecer la alianza con el poderoso arzobispo Carrillo o cuando dio marcha atrs en la defensa de los judos de Burgos. La dimensin simblica La niez de Elizabeth no fue sencilla. Cuando naci, desilusion a sus padres, que esperaban un varn. Su madre fue ejecutada por traidora y ella declarada bastarda. La mayor parte de su juventud la pas en una especie de exilio fuera de la corte. Sus tutores encontraron en ella una gran inteligencia y madurez. Ella amaba a su hermanastra Mara, quien, sin embargo mand encarcelarla en la Torre de Londres durante dos meses y estuvo a punto de firmar su sentencia de muerte.
- 8. 8 Durante su estada en la Torre de Londres, no poda hacer mucho ms que sobrevivir. Trat de pasar desapercibida y seguir la corriente. Elizabeth siempre fue una mujer de gran coraje, tanto fsico como moral, que surga tanto de sus convicciones como del hecho de hacerse responsable de sus decisiones. Si bien tuvo un romance nunca confirmado con Robert Dudley, un noble de la corte, le rehuy al matrimonio, no por razones psicolgicas, sino por razones polticas: no quera ceder ni un poco de su libertad y de su poder a ningn hombre. Elizabeth, al permanecer soltera, cre el mito de la Reina Virgen. Esta imagen era muy potente por la asociacin con la Virgen Mara en un estado en permanente conflicto religioso. Elizabeth percibi que su propia virginidad poda llenar el vaco que la ausencia de la Virgen Mara haba producido en los corazones de los protestantes. Fsicamente, se transform hasta proyectar una imagen semi-divina y atemporal. Exager hasta el lmite su palidez y el color rojizo de su cabello. Con tal fin, se maquillaba con una mscara blanca, resaltando el rojo en sus labios y el negro en los prpados. Entendi que la imagen es fundamental y que el lder es un ser humano, pero tambin es un smbolo que encarna a la organizacin, en su caso al Estado. El mensaje fue claro y poderoso. La apariencia es fundamental. Ni los colaboradores, ni los colegas ni los jefes quieren vernos dbiles, quejosos o vulnerables. La gente quiere sentir y observar confianza y fortaleza. Elizabeth daba una impresin de juventud eterna, vigorosa y gil a los sesenta aos. Esto era consecuencia de su ejercitacin fsica y su aficin a la danza. Logr combinar una imagen de augusta majestad con un toque clido que creaba un lazo inquebrantable con la gente comn. Siempre le dio prioridad a la gente por sobre la poltica. A pesar de su compromiso extremo, se rehusaba a identificarse totalmente con su trabajo:v Gracias a Dios, sin mi posicin, sigo siendo yo, Elizabeth. Lo que soy no depende de nadie ms. Es obvio que el liderazgo tiene sus recompensas, pero tambin conlleva una pesada carga. Es mejor entenderlo y aceptarlo desde el comienzo. Por eso, Elizabeth afirmaba quevi Ser rey y usar la corona es algo ms glorioso para el que lo observa que placentero para el que la usa. Isabel y Fernando han fortalecido la dimensin simblica de su liderazgo de diversas maneras. Ambos monarcas eran conscientes que tenan que dar la cara en los momentos difciles. Fernando encabez el ejrcito que sofoc una rebelin en Aragn y tambin lider personalmente las fuerzas que hicieron frente a la rebelin de los catalanes. Por su parte, Isabel no solo resisti a todo tipo de presiones desde su juventud, sino
- 9. 9 que lleg a arriesgar su integridad fsica cuando se present desarmada en bastiones rebeldes como Burgos o Len para desactivar la resistencia enemiga. En 1476 se produjo un motn en el Alczar de Segovia, residencia de la corte y de la hija mayor de la Reina. La nia estaba al cuidado de una querida amiga de Isabel, Beatriz de Bobadilla y de su esposo, el alcalde Andrs Cabrera, de origen judo. Debido a su condicin, Cabrera era acusado de aprovecharse de la confianza que los reyes haban depositado en l y de malversar los fondos de la corona. Algunos provocadores lograron que una masa de gente furiosa y armada se dirigiera hacia el Alczar para destituir al Alcalde. La Reina Isabel se encontraba con el Cardenal Mendoza fuera de la ciudad, cuando se enter del asunto, pero ninguno de los dos tena tropas suficientes para defender el Alczar. Temerosa de la suerte de su hija, Isabel subi a su caballo y, acompaada solo por tres guardias, cabalg sesenta kilmetros hasta Segovia, desoyendo los consejos de su entorno. Cuando lleg al Alczar, dej las puertas abiertas para que entraran todos los amotinados a exponerle sus quejas. Tras estudiar el asunto, tom la decisin de mantener en su puesto a Cabrera. Sin embargo, a partir de ese momento, el pueblo de Segovia le guard fidelidad. Durante las campaas militares de Fernando, Isabel siempre se mantuvo en la retaguardia, acompaada de sus hijos y ocupada con la administracin de los asuntos de gobierno. Sin embargo, su ayuda fue decisiva en la victoria castellana-aragonesa en la Guerra de Granada. La ciudad llevaba cercada bastante tiempo, pero la poblacin no quera rendirse y los soldados cristianos comenzaban a desmoralizarse por el largo asedio. El Rey Fernando le pidi a su mujer que se presente en el campo de batalla para levantar la moral de las tropas. As lo hizo Isabel, hacindose acompaar de varias damas y de su hija mayor. El impacto de su presencia fue inmediato, no slo para las tropas cristianas, sino para la poblacin asediada que inici su rendicin, pero no ante el rey guerrero, sino ante la valerosa reina. Comentarios finales En lo que se refiere a la dimensin estructural del liderazgo, ambas monarcas llegan al trono con una excelente formacin de base. Tambin coinciden en su vocacin para aprender e interiorizarse de todas las cuestiones de gobierno, especialmente aquellas vinculadas con la economa. En los dos casos, finalizan su mandato con un alto grado de conocimiento de las finanzas pblicas. Las dos reinas lograron convertir a sus naciones en potencias a nivel mundial. Una situacin casi opuesta a la del inicio de sus respectivos reinados. Adems de ello, tuvieron el acierto de elegir adecuadamente a sus personas de confianza. Una de las frases ms famosas de la Reina Isabel era:vii
- 10. 10 Elige bien a las personas y confa plenamente en ellas Algo similar le ocurri a Elizabeth con Francis Walsingham, que la apoy tanto en la dimensin estructural como en la comprensin de la dinmica poltica y con Thomas Gresham, que fue su apoyo en las cuestiones de las finanzas pblicas. Elizabeth fue una reina que se destac por la calidad de sus decisiones. La reina afirmaba:viii Hay que postergar las decisiones cuando se necesita ms informacin o tiempo adicional para manejar las consecuencias de la decisin y cuando otros me estn apurando y ese apuro no encaja en mis fines. Hay que decidir lentamente si la decisin afecta vidas humanas o es irreversible. Hay que ser expeditivo cuando los hechos han sido claramente determinados y cuando las consecuencias esperadas han sido determinadas y son aceptables Isabel tambin tuvo un equipo de colaboradores en los que deposit toda su confianza: Crdoba para la guerra, Chacn y Cisneros para las cuestiones ms delicadas y su confesor Hernando de Talavera para los asuntos religiosos. Pero su principal colaborador fue sin duda su marido Fernando. A pesar del amor que se profesaban, la relacin tuvo altibajos por las infidelidades de Fernando y por el delicado equilibrio que tuvieron que mantener para sostener los roles de Reyes cada uno de ellos en su tierra y consortes en la tierra de su cnyuge. Tanto en el caso de Elizabeth como en el de Isabel, la dimensin social del liderazgo es la que aparece de manera menos ntida. Seguramente el sistema monrquico fue determinante para que ello sucediera. Sin embargo, a pesar del aislamiento que genera la corte, ambas tuvieron siempre presente las necesidades de sus pueblos. Ambas reinas se animaron a tomar decisiones difciles y controvertidas en beneficio del bien comn. Se trat de decisiones que an en la actualidad siguen generando polmica, como es el caso de la alianza de Elizabeth con los piratas para saquear los navos espaoles y para vencer a la Armada Invencible y el establecimiento de la Inquisicin en Espaa por decisin de Isabel. En el caso de Elizabeth es evidente que su prioridad fue Inglaterra y, en funcin de ella, sacrific su vida personal. Isabel, adems de reina fue esposa y madre. Ejerci estos roles de forma excelente y ejemplar, pero la prioridad tambin la tuvo siempre su vocacin por el poder. Como madre fue una excelente educadora y transmiti a todos sus hijos el amor que senta por cada uno de ellos. Sufri con sus muertes, que truncaron vidas jvenes y prometedoras y echaron por tierra empresas polticas que podran haber beneficiado a muchos. Se repuso de todo este dolor para volver a gobernar y asumir sus funciones, esas que nadie poda ejercer en su lugar, demostrando que la prioridad siempre la tuvo el compromiso con su rol como lder de su pueblo.
- 11. 11 Junto con su marido, trabajaron mirando al futuro, desde un presente incierto y respetando compromisos que venan del pasado. Isabel y Elizabeth han logrado combinar valores fundamentales con estrategias flexibles y han logrado que las cosas se hagan a pesar de las dificultades. Ambas tenan perfectamente claro qu es lo que queran, y comunicaron a los dems su visin con claridad y poder. Pero tambin saban que tenan que entender y responder a un conjunto complejo de fuerzas que empujaban y presionaban en diferentes direcciones. Tuvieron la suficiente confianza en s mismas para enfrentar problemas muy complejos y divisiones profundas; fueron capaces de anticipar el conflicto y tuvieron el coraje de seguir nuevos caminos aunque esto les pudiera deparar sorpresas y crear desequilibrios; y, sobre todo, fueron conscientes de que el destino final no siempre puede verse con claridad. Sus virtudes y el compromiso con su tarea las convirtieron en lderes brillantes, con visin de largo plazo y capacidad transformadora, a tal punto que constituyen un punto de inflexin en la historia de sus respectivos reinos. i Bolman, Lee & Deal, Terrence. (1995). Organizacin y Liderazgo. Addison Wesley. Wilmington, Delaware. USA ii Hibbert, Christopher. (1991). The Virgin Queen: Elizabeth I genius of the golden age. Perseus Publishing. Cambridge, USA. iii Higgins, Shaun O. & Gilberd, Pamela. (2000). Leadership secrets of Elizabeth I. Perseus Publishing. Cambridge, USA. iv Axelrod, Alan (2000). Elizabeth I. Prentice Hall Press. New Jersey, USA v Axelrod, Alan. Op. cit. vi Higgins, Shaun O. & Gilberd, Pamela. Op. cit. vii Hernando, Cristina. (2011) Isabel La Catlica. Ediciones Nowtilus. Madrid, Espaa. viii Axelrod, Alan. Op cit.