Iquique_Ballenero
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El presente artículo tiene por objeto rescatar del olvido una industria y modo de vida que fue parte de la economía chilena y de las vivencias de muchas personas dedicadas a dicha actividad. Se trata de la caza industrial de Ballenas, actividad que se practicó en Chile desde finales del siglo XIX hasta19831. Por otra parte, es un estudio de historia regional, rescatando el pasado de la provincia, hoy región, de Tarapacá. Específicamente, pretendemos rescatar la memoria de la caza y faena industrial de ballenas en la planta de la Compañía Industrial, INDUS, en Caleta Molle, ubicada al sur de la ciudad de Iquique. Pretendemos entender la dinámica del desarrollo económico en su contexto histórico específico, y acercarnos a la cotidianidad del trabajador o tripulante ballenero. La historia de la ballenera INDUS de Caleta Molle se enmarca en el conjunto de la historia regional tarapaqueña, particularmente en un periodo que no ha sido tan extensivamente estudiado: las décadas posteriores al fin del ciclo de expansión del salitre.
El objetivo que subyace a esta investigación es la valorización y difusión del patrimonio histórico de la ciudad de Iquique con el fin de enriquecer el conocimiento de los ciudadanos de Iquique respecto de su pasado, generando a su vez un aporte en la constitución de la identidad regional. Existe abundante bibliografía sobre el Tarapacá salitrero pero muy poco se ha escrito sobre la historia regional posterior al fin del Ciclo de Expansión del Salitre, (CES en adelante)2. Esto se debe a que la historiografía aludida estudia más bien el desarrollo de sujetos sociales y políticos específicos que se desarrollaron en Tarapacá al calor de las faenas salitreras, y que, como la clase trabajadora, parecieran desaparecer de la provincia con el fin del ciclo, lo cual, según veremos no fue así.
Las representaciones sociales juegan un rol importante en esta investigación en tanto el investigador debe adentrarse en una época con criterios diferentes a los actuales. Las representaciones sociales constituyen sistemas que contienen estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener una orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, a su vez, como sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prácticas que definen la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades de la forma en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo3. Hoy, la caza de ballena es considerada una actividad inmoral, y la opinión pública internacional ha sido crítica con los países que se han mostrado reacios a abandonar del todo esta actividad . Esta evolución de la opinión pública respecto de la caza de ballenas se desarrolló a medida que el ecosistema marino y la población de cetáceos fueron alterados de forma negativa por la
1 La empresa ballenera chilena, y luego chileno-japonesa, Macaya Hmnos. fue una de las de más larga duración, comenzó como una empresa familiar a fines del siglo XIX y cesó sus actividades a comienzos de los ochenta por el encarecimiento que implicaba la disminución de la ballena y las legislaciones restrictivas al respecto. Este dato permite tener una idea de la duración de la caza de la ballena en Chile.2 El Ciclo del Salitre se inició según el Sergio González Miranda: “desde los primeros embarques durante las primeras décadas del siglo pasado bajo la administración peruana y con el sistema de paradas como tecnología de explotación (…)” y duró hasta 1978 con el ultimo embarque de salitre y el cierre y destrucción de Oficina Victoria. El CES al que aludimos nosotros es una fase interna del Ciclo del Salitre que va “desde la instalación de sistema Shanks hacia fines de la década de los setenta de ese siglo, que además coincide con la administración chilena” hasta la crisis de 1930. véase Sergio González Miranda, “El ciclo de Expansión del Salitre”, en Camanchaca Nº3, Iquique, Taller de Estudios Regionales, 1987. 3 Sara Araya Umaña, Las representaciones sociales: ejes teóricos para su discusión en Cuaderno deCiencias Sociales Nª127, Costa Rica, FLACSO, 2002.
escasa regulación que tuvo esta actividad durante mucho tiempo. La caza de ballenas fue considerada en su momento un trabajo honrado, una fuente de empleos y de productos útiles para la economía nacional y para el consumo de la población. La planta INDUS de Caleta Molle se construyó en un momento en que Iquique comenzaba lentamente a recuperarse de la gran debacle económica tras el fin del Ciclo de Expansión del Salitre, época caracterizada por una gran cesantía y decrecimiento demográfico de Tarapacá. Este contexto histórico explica cómo, lejos de ser mal vista, la planta fue recibida positivamente por la comunidad iquiqueña. No obstante lo anterior, la ballenera Iquiqueña no generó una cultura ni identidad colectiva arraigada en torno al trabajo ballenero en Tarapacá, pero no generó una identidad en la provincia como si lo hizo el trabajo en la pampa salitrera, por nombrar un ejemplo. Caso diferente es el de otras plantas balleneras de Chile que funcionaron durante más tiempo, donde si existió, y aún pervive esta identidad, cultura y memoria colectiva. La planta ballenera de Caleta Molle fue recibida por las autoridades y la opinión pública local como un potencial factor de reactivación ecónomica, en el marco del surgimiento de la pesca industrial en la región, industria incentivada con ese mismo fin. Sin embargo, esta industria no fue una alternativa sólida y sostenida de desarrollo económico dado el desgaste del recurso natural y el retorno del fantasma de la cesantía que le seguía.
Caleta Molle en la historia
La planta ballenera de Caleta Molle funcionó entre 1957 y 1965. Fue una de las 8 plantas balleneras de que funcionaron a lo largo del litoral nacional. Se ubica en una pequeña bahía al sur de la ciudad de Iquique, región de Tarapacá. El sector específico donde se construyó la planta ballenera el 31 de marzo de 19554, Caleta Molle es parte a su vez del área conocida como Bajo Molle, área que limita con el Cerro Dragón hacia el norte y con el Cerro Alto Molle y la Caleta Molle hacia el sur. Esta última tiene las siguientes coordenadas: 20º18`Lat.S. Molle es el nombre vulgar del pimiento y viene del quechua “molli”, árbol muy importante para los pueblos originarios que usaban su madera y fabricaban una bebida alcohólica con él5.
Los camanchangos fueron diestros pescadores que dejaron a lo largo de estas costas vestigios materiales como entierros y conchales, es decir montones de conchas de moluscos, basurales de sus asentamientos. Fueron también precursores de la caza de la ballena en la zona. Sus balsas de cuero de lobo marino les permitían intrépidas excursiones de pesca lejos de la costa. El relato más antiguo que disponemos del uso alimenticio de la ballena viene del sacerdote carmelita y cronista español Antonio Vasquez de Espinoza, aproximadamente en el año 1618 6.
4 El Tarapacá, Iquique, 31 de marzo de 1955.5 Juan Van Kessel, Diccionario de pesca artesanal, Iquique, Facultad de Antropología Cultural de laUniversidad Libre de Ámsterdam y Centro de Investigaciones de la Realidad del Norte, 1986. PP. 167-168.6 En Compendio y descripción de las Indias Occidentales citado por Patricio Advis, “El Ique-Ique de los pescadores” en Camanchaca Nª11, Iquique, Taller de Estudios Regionales, 1990.
Un mapa confeccionado por el arquitecto Patricio Advis, en base a las excavaciones del arqueólogo Lautaro Núñez, muestra el “Ique-ique” de los pescadores pre hispánicos con sus rutas de navegación, cementerios y asentamientos en torno a Caleta Molle7.
Caleta Molle fue, durante el siglo XIX, uno de los varios puntos de embarque de salitre en la
costa Tarapaqueña, desde los tiempos en que Tarapacá era provincia peruana. La insuficiente
capacidad portuaria de Iquique durante los comienzos del Ciclo de Expansión del
Salitre obligó a crear una red de puertos alternativos, hoy en ruinas, como Caleta Buena,
Junín, Mejillones del Norte y Caleta Molle. El sistema de transporte del salitre que se utilizó
fueron las caravanas de mulas, para cuyo descenso se usó el antiguo camino zigzagueante
cuyos restos aún son visibles en la ladera del cerro Molle. Este camino conectaba la Caleta
con la estación de Santa Rosa y las oficinas salitreras de su entorno. A modo de síntesis
podemos señalar que Caleta Molle fue un espacio de actividad económica, portuaria e
industrial de modestas proporciones. Tendría que pasar casi un siglo para que la Caleta y su
pequeña bahía volviesen a ver la actividad económica a mayor escala.
7 Patricio Advis, op.cit.
Mapa publicado por orden del Ministerio de marina y la Oficina Hidrográfica en 18808.
Petroglifo prehispánico de la quebrada de Médano, al norte de Taltal, segunda región de
Antofagasta. Esta quebrada fue habitada por camanchangos y cultura Arica tardía. Si bien la fecha es objeto de debate, lo que sí es claro es que numerosas escenas representan ballenas cazadas desde balsas de cuero de lobo. Esta representa la caza de un cachalote9.
8 Francisco Vidal Gormaz, Estudio sobre el puerto de Iquique, Santiago, Imprenta Nacional, 1880. P.25.9 José Berenguer, “Las pinturas de Médano, norte de Chile: 25 años después de Mostny y Niemeyer”, Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino Vol. 14, Nº2, Santiago, Museo Chileno de Arte Precolombino, 2009. P.78.
Iquique: del fin del Ciclo de expansión del salitre a la reactivación económica de la
provincia
El fin del CES en 1930 fue una catástrofe para Iquique, cuyo principal eje económico
era un puerto basado en la exportación salitrera. La provincia de Tarapacá, de acuerdo
con Sergio González era un enclave económico: su economía estaba absolutamente
subordinada a la producción y comercio del salitre y no se generó ninguna otra fuente
de desarrollo económico alternativa a la explotación salitrera10. En base a la premisa
anterior podemos explicar como la gran crisis de 1930 no solo abarcó a la ciudad de
Iquique. El conjunto de la provincia de Tarapacá tenía una actividad económica y
una inversión técnica e industrial vinculada directa o indirectamente a la mono
producción salitrera. El comercio y los servicios también estaban orientados a
abastecer a una población cuyo volumen dependía directamente de la actividad
salitrera. La crisis salitrera provocó un gran impacto en la demografía de la provincia.
Por ejemplo, en el Departamento de Pisagua, los centros poblados para 1920 eran
110, 74 en 1930 y para 1940 solo 8. En 1927 la única actividad industrial no
salitrera se desarrollaba en dos fábricas textiles, tres maestranzas, dos barracas, 5
imprentas y 6 fábricas de alimentos y bebidas11. La cesantía aumentó drásticamente
en la década de 1930. El Estado ofreció soluciones paliativas como albergues, la
construcción de caminos y regadíos, la construcción del puerto y él envío de obreros
a la zona central. Se intentó vanamente restaurar el auge perdido de la industria
salitrera, no así fomentar otro tipo de industria9. El decrecimiento
demográfico y sus cifras negativas son datos que reflejan esta situación y hablan de la
emigración producto de la depresión económica. Durante la década de 1930 Iquique
perdió un 34% de su población y en 1952 se registró una emigración negativa de
un 14,82 % de su población. Por otra parte, el Estado, implementó políticas que
fueron contradictorias con la perspectiva de un resurgimiento industrial de la
provincia. En el primer lustro de la década de 1950, estas políticas fueron conocidas
como el “Despojo de Tarapacá”. Dicho despojo consistía en la remoción de la
infraestructura industrial y ferroviaria de la provincia que había caído en desuso tras el
fin del Ciclo de Expansión del Salitre que eventualmente podría servir para nuevas
actividades mineras e industriales. El “Despojo de Tarapacá” incluyó la tentativa
frustrada de desmantelar el sistema judicial de la provincia y trasladarlo a
10 Sergio González Miranda, Hombres y mujeres de la pampa salitrera, Tarapacá en el ciclo de expansióndel salitre, Santiago, Universidad Arturo Prat, Centro de Investigaciones Barros Arana y LOM, 2002. P.124.11 Carlos Donoso Rojas, “Una iniciativa de desarrollo precursora para región salitrera. El Instituto de fomento minero e Industrial de Tarapacá”, en Sergio Gonzalez (comp.), La Sociedad del Salitre. Protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos. Santiago, Universidad Arturo Prat y RIL Editores, 2013. P 45.
Antofagasta, como fue el caso de la Corte de Apelaciones en 1954. La sociedad civil
iquiqueña jugó un rol importante en la reactivación de la economía tarapaqueña,
proceso lento que evitó que Iquique se volviera otro pueblo fantasma típico del norte
salitrero. La idea que recorrió las décadas de 1930, 40 y 50 fue, a grandes rasgos, una
mayor autonomía provincial respecto del centralismo capitalino en la toma de
decisiones y la gestión de recursos. Existieron, como ya señalamos,
organizaciones nacidas del seno de la sociedad civil Tarapaqueña como el Gran
Comité pro Defensa de la Región Norte, liderado por el obispo Carlos Labbé en
1933. El Instituto de Fomento Minero e Industrial para las provincias de Tarapacá
y Antofagasta (1934-1953), fue otro un intento de desarrollar una entidad regional que
por diversas razones financieras, burocráticas y políticas no tuvo los resultados
esperados.
Estas agrupaciones políticas y sociales de Tarapacá tuvieron una influencia relevante
en la discusión sobre el futuro de la provincia en la década de 1950. El Centro para el
Progreso de Tarapacá, fue una instancia desde la cual se exigieron políticas estatales
destinadas al mejoramiento de la provincia. En la década de 1950 destacaron las
gestiones del alcalde Alejandro Valencia Joo, el senador Salvador Allende y del
diputado Juan Checura. Estas personalidades, y el Centro para el Progreso de
Tarapacá, presidido por el abogado Raúl Kinast, consiguieron que el 4 de agosto de
1953, siendo presidente Ibáñez del Campo, se promulgara el Decreto Ley 375,
que otorgaba privilegios tributarios y aduaneros a las industrias que se instalasen en
Tarapacá31. Una Política de Zona Franca Industrial vino a consolidar y expandir las
ventajas comparativas proyectadas para el resurgimiento económico de la
provincia. Esta reforma incluía la libre internación de maquinaria pa r a
i nve r s i ones en l a p rov inc i a y otros beneficios12. En el marco de esa misma
política, en 1960 se implementó el Plan de Fomento Pesquero que otorgaba
facilidades para incentivar el desarrollo de esta industria. Recién en 1969 se
implementó el conjunto de privilegios tributarios que hoy conocemos como Zona
Franca de Iquique y que han permitido un resurgimiento económico sostenido en las
últimas décadas.
Junto con los problemas de carácter administrativo y tributario, la ciudad tenía
un problema estructural de servicios básicos. La infraestructura para la distribución de
agua y de luz eléctrica era pobre y anticuada. En la década de 1950, esto fue
12 Concretamente eliminaba el arancel de la internación de maquinarias y rebaja considerablemente los impuestos por 10 años siempre y cuando se usara materia prima nacional. Diario Oficial, Santiago, 5 de agosto de 1954.
preocupación constante de los iquiqueños, que tenían acceso a ambos servicios de
manera racionada y con frecuentes cortes. Evidentemente este problema logístico
desincentivaba la inversión industrial en la provincia. Recién en 1955, tras años
de quejas de las
autoridades locales ante la capital, la Empresa Nacional de Electricidad S.A. ENDESA,
comenzó la construcción de una planta moderna en el sector de El Colorado al norte de
Iquique. Solamente a fines de abril de 1957, ENDESA, reemplazó completamente a la
antigua Compañía de Alumbrado y Gas de Iquique. El suministro de agua y la red de
alcantarillado tampoco fue re adecuado a las necesidades de una población creciente
hasta 1965.
Este conjunto de medidas lograron reactivar la economía de la provincia, no sin
dificultades y polémicas. El crecimiento demográfico refleja dicho proceso: para
1960 la población de Iquique había aumentado a 50.655 habitantes y la ciudad había
crecido hacia el norte para fines industriales y hacia el sur debido a las necesidades
habitacionales. Las leyes en favor de la provincia siempre tenían una demora que
dependía del tira y afloja entre las autoridades locales y la capital. La puesta en
práctica de dichos beneficios también era lenta, dado que sin la infraestructura
adecuada era engorroso y difícil el desarrollo de nuevas industrias. Otro gran problema
que tiene relación con el proceso de instalación de la INDUS en Iquique es la
falta de carne en la ciudad. Constantemente los precios subían, había mercado
negro y especulación en torno a dicho producto y al pescado. Esto se debía a la
reducción del transporte marítimo hacia Iquique y a la irregularidad con que arribaba
el Ferrocarril Longitudinal Norte. Este conjunto de problemas se agravaban con una
creciente cesantía originada en el cierre de varias de las ya pocas oficinas salitreras
remanentes entre los años 1953 y 1957. En mayo de 1957, como gesto de protesta, el
Municipio de Iquique se negó a asistir a las celebraciones del 21 de mayo,
respaldado por la Central Unitaria de Trabajadores y el Centro para el Progreso de
Tarapacá. Se colocaron las banderas chilenas a media asta en toda la provincia. Como
respuesta, el gobierno de Ibañéz del Campo declaró el estado de emergencia en la
provincia y procesó a toda la dirección del municipio de Iquique, alcalde José
Rodríguez Vergara y regidores (concejales), con la Ley de Defensa Permanente
de la Democracia. En la prensa santiaguina se habló de elementos subversivos y
separatistas en el norte.
Finalmente los acusados fueron absueltos, pero este episodio quedó como botón de
muestra de lo complejo que fue en términos políticos y económicos la reactivación
económica de Tarapacá13.
La Compañía Industrial INDUS y la caza de ballenas.
La historia de la Compañía Industrial S.A. abarca aproximadamente ochenta años de la
vida económica nacional. Fundada por empresarios de origen alemán en diciembre del
año 1900, INDUS fabricaba numerosos productos químicos, jabones, aceites,
detergentes y fertilizantes14. Muchos de estos productos podían fabricarse con materia
prima obtenida del beneficio de ballenas, actividad que la INDUS no practicaba
debiendo importar parte de su materia prima lo que encarecía sus costos de producción.
Con el paso de los años la Compañía fue adquiriendo otras empresas menores del rubro
del aceite y los jabones. En la década de 1930, sus actividades quedaron establecidas en
dos grandes complejos industriales, uno en Santiago y otro en Valparaíso15. Para
autoabastecerse de materias primas, la empresa decidió incursionar en la caza
industrial de ballenas, actividad cuyos pioneros en Chile fueron balleneros
noruegos16. Estos pioneros noruegos, llegados a finales del siglo XIX, Adolf Adressen y
August Christensen establecieron empresas que fueron las primeras en utilizar el cañón-
arpón moderno y el proceso de beneficio de la grasa, carne y huesos de ballena. Parte de
los bienes de sus empresas serian traspasados a la INDUS mediante compra en
1935 y 1936. El primer buque factoría, construido para cazar, faenar y procesar la
ballena en alta mar, sin depender exclusivamente de una planta terrestre, y los
primeros cuatro cazadores fueron originalmente propiedad de la Comunidad Chileno-
Noruega de Pesca. El buque factoría, construido en Escocia, se llamó originalmente
“Presidente Alessandri”, y cuando la INDUS lo compró paso a llamarse “INDUS BF”.
Los primeros buques cazadores, es decir que cazan y traen el cetáceo para ser
procesado en tierra, los INDUS 1, 2, 3 y 4 fueron originalmente los “Chile”, “Noruega”,
“Scott I” y “Samson”. Así mismo las instalaciones balleneras de Corral, cerca de
Valdivia, fueron adquiridas en el mismo periodo a la Sociedad Ballenera de Corral de
Jorge Andwanter. El desarrollo de los métodos industriales de caza de ballenas, con
poderosos barcos, primero a vapor y luego a diésel, equipados con los cañones
13 El desarrollo de este incidente está en El Tarapacá, Iquique, 19-26 de mayo de 195714 Daniel Quiroz y Paula de la Fuente, Las operaciones balleneras de la INDUS en aguas patagónicas:
años iniciales (1936-1939), Proyecto Fondecyt 1110826.15 Véase INDUS, 50 años al servicio del país (1901-1951), Valparaíso, Imprenta y Litográfica Universo,
1951.16 Para los comienzos de la caza industrial de ballenas en Chile, véase Luis Pastene y Daniel Quiroz, “Outline of the History of Whaling in Chile”, International Symposium Report N°1, International Center for Folk Culture Studies (editor), Kanawa-Japón, 2010.
arpones, produjo el brusco descenso de la población de ballenas a nivel mundial en
el transcurso del siglo XX.
Las primeras incursiones de la INDUS en la industria ballenera fueron cazando en alta
mar con el buque factoría “INDUS BF”. Durante esta etapa, la INDUS dejó en desuso
sus primeras plantas balleneras localizadas en Huafo y San Carlos de Corral cerca de
Valdivia. Estas plantas fueron parcialmente desmanteladas y vendidas en 1943 para
trasladar y concentrar sus actividades balleneras en la caleta de Quintay, pequeña caleta
y pueblo de pescadores, cerca de Valparaíso17. Inició sus faenas en 1943. Dicha planta
cerró en 1967, en una época de debacle de la actividad ballenera en Chile. Parte de las
instalaciones de dicha planta fueron construidas con las maquinarias del “INDUS BF”,
desmantelado para concentrar el esfuerzo en la actividad de buques cazadores18.
Para funcionar, la industria ballenera requirió de un marco legal que permitiera el
desplazamiento de los buques balleneros y el aprovechamiento legítimo de la riqueza
marina. Para esto fue necesaria la promulgación de las 200 millas marinas de Zona
Económica Exclusiva, adoptada unilateralmente por Chile el 23 de junio de 1947 y
posteriormente, en 1982, consagrada por la ONU. Un excelente estudio de la Fundación
Quintay señala que personeros de la INDUS fueron importantes lobistas a favor de esta
iniciativa. Entre estos destaca Agustín R. Edwards, presidente del directorio de la
INDUS. El poder de la Compañía fue tal que Agustin R. Edwards fue el
representante de Chile ante la Comisión Ballenera Internacional, organismo regulador
integrado por los países balleneros en 1946, y se retiró de esta al no obtener la cuota de
caza deseada de 1000 ballenas anuales para Chile. Chile solo ratificaría este acuerdo en
1979 cuando solo quedaba una industria ballenera en el país, ya en franca decadencia,
Macaya Hmnos.
Este nuevo marco jurídico ideado por Chile fue compartido por diversos países
ribereños del pacifico sur en 1952, año en que se creó el acuerdo denominado Comisión
Permanente del Pacifico Sur, persona jurídica de derecho internacional integrado por
Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Este organismo se diseñó para coordinar y establecer
criterios comunes respecto de explotación y conservación de recursos, investigación
17 Daniel Quiroz, “Crónica de la cacería de ballenas en Valdivia (1906-1936)”, en Revista Austral de Ciencias Sociales Nº19, Valdivia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Instituto de Ciencias Sociales, Universidad Austral de Chile., 2010.18 Entrevista a Luis Guerrero, Iquique, 4 de junio de 2014, entrevistador: Damián Lo Chávez. Luis Guerrero fue ingeniero químico industrial de la INDUS. Entró a trabajar un par de años después de la apertura de la planta y se retiró en 1965, poco antes del cierre de esta.
científica y marcos jurídicos19.
La INDUS tuvo una flota de 19 barcos, llamados todos INDUS 1, 2, 3 etc. El barco
ballenero de tipo cazador era un barco no muy grande con un motor lo más poderoso
posible, que le permitiera una velocidad aceptable para perseguir al cetáceo y fuerza
para cargar con él una vez muerto y capturado. Los primeros INDUS fueron barcos a
vapor, adquiridos a otras empresas. Posteriormente la empresa adquirió barcos con
motores diésel, vendiendo los primeros, desarmándolos o hundiéndolos como fue el
caso del INDUS 4 hundido deliberadamente en las costas de Tarapacá durante el
periodo de Molle, debido a que estaba obsoleto y no tenía sentido gastar en su
mantenimiento20. Los últimos INDUS fueron vendidos a la empresa Macaya
Hmnos. cuando la INDUS abandonó las faenas balleneras en 1967, tras el fin de una
asociación con capitales japoneses.
En 1954 la empresa se asoció con la multinacional Unilever, acuerdo del que nació la
denominación INDUS-LEVER. Unilever era famosa por el detergente Rinso y el jabón
Lux entre otros productos. En 1982 Unilever compró el total de las acciones de la
INDUS dando fin así a esta importante empresa de la industria nacional.
Logo de la Compañía Industrial21
19 http://www.cpps-int.org/index.php/site-map/memoria-institucional/historia-cpps20 Entrevista a Luis Guerrero.21 http://ballenerosdequintay.unab.cl/historia-de-la-compania-industrial-indus/
Instalación de la Planta INDUS en Caleta Molle.
Con el objetivo de ampliar el alcance de sus operaciones, la Compañía Industrial
analiza a comienzos del año 1954 la posibilidad de instalar una planta beneficiadora de
cetáceos en el norte grande del país, es decir la provincia de Antofagasta o la de
Tarapacá. Esto permitiría a la empresa expandir su producción de productos derivados
aprovechando la numerosa población de ballenas en las costas nortinas de Chile. En
mar abierto frente a la costa de Tarapacá aparecen por lo menos diez clases de
ballenas registradas: la ballena franca (Eubalaena australis); la ballena jorobada o
jubarta (Megaptera novaeangliae); la ballena boba o rorcual (con este nombre vulgar se
indican en realidad tres clases: Balaenoptera acutorostrata; Balaena physalus y
Balaenaborealis); la ballena piloto (Globicephala scammonii); la ballena asesina
(Orcinus orca); la ballena nariz de botella (Myperoodon planifrons); la ballena de
Cuvier (Ziphius cavirostrins) y la ballena
de Sowerby (Mesopodon layardi)22.
La empresa consideró la instalación de su planta en varios lugares posibles. La
empresa descartó Mejillones, Taltal, Pisagua y Huasco, una vez que las autoridades
locales le prometieran a sus representantes, enviados a Iquique en diciembre de
1954, suministrar el agua y la energía eléctrica necesarias para el funcionamiento
de la planta. El Centro para el Progreso de Tarapacá gestionó ante las
autoridades las garantías que necesitaba la INDUS para instalarse en la provincia.
La opinión pública iquiqueña recibió con entusiasmo la decisión de la INDUS de
instalar la planta al sur de la ciudad. Ya hemos reconstruido el contexto histórico en
que llegó la INDUS a la ciudad, de modo que una fuente laboral nueva era más
que bienvenida. Además la INDUS traía al comercio una serie de productos derivados
de la ballena, aparte del aceite industrial que era su fuerte. Carne, de la cual la ciudad
estaba escaza, jabón, detergentes, harina para alimento de animales, fertilizantes,
productos de uso cotidiano derivados de huesos, barbas y cartílagos etc. Es debido a
esta visión de progreso económico respecto de la INDUS lo que motiva una defensa
cerrada ante cualquier posible crítica a esta industria en esta etapa. Un intercambio
epistolar en el diario El Tarapacá, en agosto de 1954, quedó como testimonio para
comprender la mentalidad de la época, es decir las representaciones sociales, en torno a
esta nueva industria. Este intercambio se dio entre un crítico de la ballenera por la
posibilidad de contaminación en las playas con potencial turístico y la posibilidad de
22 Juan Van Kessel, op.cit. P. 40.
malos olores, y los defensores de la planta, entre los que destaca Raul Kinast, abogado
y presidente del centro para el progreso de Tarapacá en 1954. El crítico anónimo
señaló que era mejor colocar la planta al norte de Iquique en Punta Negra o El
Colorado arguyendo que, de instalarse al sur, en Bajo Molle, las corrientes de
viento traerían malos olores y las
corrientes de mar desperdicios a las playas23. El primero en recoger el guante fue un
23 El Tarapacá, Iquique, 3 de diciembre de 1954.
ciudadano identificado como Albino Blanco, quien además de definir como
“sentimentalismos tontos” los reparos del crítico, señaló:
“Dejemos de lado el blanco de las playas y busquemos el humo negro de la
industria, que no llenara de hollín la ciudad, sino que de la llenaran de billetes
verdes, colorados, grises y hasta de abundante chafalonía de aluminio”24.
Otro comentarista, anónimo, replicó en favor de esta opinión:
“He tenido ocasión de oír las opiniones del ingeniero técnico de la INDUS que
estuvo hace poco tratando de buscar la mejor ubicación para la Planta.
Determinó que aun cuando la zona de El Colorado y Punta Negra, como la de
tener a mano la corriente eléctrica de la nueva planta de la ENDESA, de contar
con agua y combustibles, pero ofrecía el inconveniente insalvable de que
todo ese sector son playas bravas, con oleaje incesante y no como se necesitan,
con roqueríos de acceso a aguas profundas para poder deslizar las ballenas sobre
las rampas de los remolques de las embarcaciones, operación que no podía
hacerse en aguas agitadas. En cambio el sitio ideal lo encontró en los roqueríos
al sur de la ensenada o Caleta de Molle, donde antiguamente existió un
embarcadero. Los vientos reinantes tienen dirección constante a los cerros.
Estimo, señor director, que el Centro para el Progreso debe intervenir para
evitar desaliento a la Empresa, que tan oportunamente viene a
proporcionarnos algo de lo que estamos pidiendo, y que si, lejos de encontrar
estímulos en sus iniciativas solo encuentran dificultades y obstáculos,
concluirán por instalarse en otra parte. Como bien lo decía Albino Blanco,
antes de tener lindas y solitarias playas preferiríamos tener
un cielo cubierto de humos provenientes de fábricas y usinas”25.
En esta carta destacan las razones que tuvo la INDUS para escoger Caleta Molle y el
recuerdo del embarcadero salitrero de tiempos peruanos. La palabra final la tuvo el
destacado abogado Raúl Kinast, quien aportando una serie de elementos contribuyó a
darle forma a la opinión mayoritaria del momento:
“(…) Como de costumbre hay muchos que con argumentos falsos y errados,
y
24 El Tarapacá, Iquique, 9de agosto de 1954.25 El Tarapacá, Iquique, 24 de agosto de 1954.
sin ningún conocimiento de causa, dan su opinión sobre el lugar y las mayores
o
mejores comodidades que nuestras playas puedan prestar a la instalación de esta
Fábrica. (…) Sin embargo ahora, cualquier habitante se cree con derecho a botar
los desperdicios de su casa a la calle y nadie reclama ni protesta. Sin embargo,
ahora que piensa instalarse una industria moderna, que beneficia todos sus
productos, que no emite ninguna clase de olores, nace el sentido de olfato en
muchos iquiqueños. (…) La Fábrica de El Colorado26 no parece que fuera una
fábrica de conservas de pescados; no despide ninguna clase de olores, ni aun
en la sección harina de pescado, por la sencilla razón de que todos sus
procedimientos son modernos tal cual lo serán en la fábrica ballenera. (…)
Hoy día es una cosa distinta, es una industria nueva, moderna dotada de
maquinarias que vendrá a beneficiar los intereses económicos de una
buena parte de la población, mayor trabajo, mayor movimiento para el
comercio. Los iquiqueños deberíamos taparnos las narices y pedir que se
establezcan fábricas con cualquier clase de olor, aunque sea en la Plaza Prat.
Lo que necesitamos es tener medios de vida y los malos olores los podemos
soportar usando el jabón que con el aceite de ballena va a fabricar la industria
interesada en instalar esta nueva Fábrica. (…) Hay que crear trabajo, aun
cuando represente algunas incomodidades, porque lo que necesitamos es
producir engrandecer nuestra economía regional para bien de nuestra
provincia. Ahora años atrás, una
sociedad quiso construir un oleoducto entre Iquique y Oruro27; esto fue en el año
1932. Muchos iquiqueños se opusieron porque se iban a ensuciar las playas y
porque se iban a dejar unos cuantos obreros sin trabajo, en situación que la
atención del oleoducto iba a demandar el doble o el triple de obreros que
podían quedar cesantes en el puerto. En Concón se está construyendo la
Refinería Nacional de Petróleo, cuyas emanaciones van a perjudicar a Viña del
Mar, pero los viñamarinos prefieren tener plata y trabajo que olor a esencia de
azahares. A los mismos que ahora hacen una campaña contra la instalación de
la fábrica ballenera nunca los he oído hablar o hacer una campaña para
suprimir los
abrómicos y esos sí que son olorcitos”28.26 Fábrica de harina y conservas de pescado.27 Durante décadas las relaciones económicas entre Iquique y Oruro, Bolivia, fueron vistas como una
posibilidad concreta de recuperación económica. Nótese como Kinast compara la planta ballenera con dicha posibilidad frustrada.
28 El Tarapacá, Iquique, 25 de agosto de 1954.
Abrómico es un concepto en desuso. Se refiere a barriles usados para depositar las
aguas servidas domesticas con desperdicios humanos, comunes en una época en que
Iquique no disponía de un alcantarillado moderno y eficiente. Estas opiniones,
vertidas en la prensa de la época, nos hacen comprender como en el pensamiento
predominante de la época, la contaminación de origen industrial no era mal vista en
general y menos en el caso de Iquique, ciudad caracterizada por la depresión
económica en las décadas posteriores al fin del ciclo salitrero. No existía una
conciencia social y política al respecto. Por ende, tampoco era posible que hubiese
voces de peso que tuviesen argumentos de carácter ético contra la caza de cetáceos.
Finalmente, desde la gerencia general de INDUS en Santiago llegó un telegrama
destinado al abogado de la compañía en Iquique, René Vigneaux, señalando que
la ballenera trabajaría de manera higiénica y moderna, aprovechando toda la
ballena, y que beneficiaría a la
ciudad con empleos. En diciembre de ese año, vino a Iquique Helmuth Heisen, gerente
general de la INDUS, a finiquitar los últimos aspectos legales y disposiciones
necesarias para la construcción de la planta. Finalmente, en marzo de 1955,
comenzó la construcción de la planta que duró casi 20 meses. En ella trabajaron
ininterrumpidamente 350 obreros bajo la dirección del administrador José Alegría y el
ingeniero Humberto Slachwsky. La construcción tardó mucho porque no solo era una
planta que procesaría la ballena para hacer aceite de uso industrial, además fabricaría
algunos productos derivados como el jabón Le-sancy, el jabón Gringo, jabon Comadre,
productos populares de uso doméstico en la época. Tras 7 meses estaban en estado
avanzado el pequeño molo de abrigo, los 6 tanques de acero con capacidad para 2000
toneladas de aceite cada uno. El slip o plataforma para varar ballenas, las bodegas, la
maestranza, la sala de calderas, la sala de jabón anhidro, la planta para
beneficiar huesos, que producía cola para carpintería y fertilizantes, las casas para los
empleados,
la planta de harina, comedores y servicios para operarios29.
En noviembre de 1956 comenzaron a llegar los barcos cazadores para iniciar las
actividades en la planta. El INDUS 12 llegó de Quintay, y fue el primer buque
destinado a Caleta Molle. Este buque cazador fabricado en Sandjeford, Noruega, en
1937, fue el primero en entrar en funciones aún antes de la fecha oficial de la
inauguración de la planta, el 9 de diciembre de 1956. Su primera excursión, un 26
29 El Tarapacá, Iquique, 11 de noviembre de 1955.
de noviembre, tuvo como resultado la captura de dos ballenas, dando inicio no
oficialmente, a la industria
ballenera en Iquique30. Este buque, junto con su gemelo el INDUS 14, era uno de los
más modernos de la época, al ser el primero de los INDUS en contar con radar. El mes
anterior ya habían contratado personal para las oficinas administrativas. En octubre de
ese año fue contratada doña Cecilia Vargas, secretaria taquígrafa dactilógrafa,
secretaria
de gerencia durante los primeros años de funcionamiento de la planta31.
Por regla general, al comenzar sus operaciones la planta tenía un componente
de personal experimentado traído de Quintay. Los jefes de turnos y de secciones
que capacitaban y enseñaban los oficios a sus neófitos colegas iquiqueños solían ser de
Quintay.
Para inaugurar la planta, asistió el ministro del interior, Benjamín Videla Vergara y los
ministros de economía y agricultura, señores Alejandro Lazo y Oscar Aravena
respectivamente. Por parte de la INDUS estaban sus máximos directivos, gerente
general Helmuth Heisen y presidente de la firma, Gustavo Olivares. Esta inauguración
fue todo un evento. El diario El Tarapacá, reflejó el entusiasmo reinante en la
opinión pública por la instalación de la nueva planta INDUS: “La INDUS, que hace
solo unos meses tiñera el cielo con sus humos de progreso industrial los cielos, en el
agonizante Iquique, convertida en realidad, inaugura sus actividades mañana”32. La
ceremonia propiamente tal contó con la asistencia de 135 personas entre las que se
encontraban destacadas autoridades civiles, el almirante de la armada chilena y de la
armada peruana, Jorge Escobedo y Luis Edgardo Llosa respectivamente, autoridades
religiosas, personalidades empresariales a nivel nacional y local. La presencia del
almirante peruano se debía a que este era el secretario de la Comisión Permanente del
Pacifico Sur.
En dicha ocasión el obispo de Iquique, monseñor Pedro Aguilera bendijo la planta,
acto seguido el ministro Oscar Aravena dio unas palabras en nombre del presidente
ausente y el ministro del interior Benjamín Videla procedió a cortar la banda
tricolor ubicada entre la cama de descuartización y el slip o rampla usada para subir
30 El Tarapacá, Iquique, 26 de noviembre de 1956.31 Entrevista con Cecilia Vargas, ex secretaria taquígrafa de la Gerencia Compañía Industrial en Iquique. Entrevistador: Damián Lo32 El Tarapacá, Iquique, 8 de diciembre de 1956.
las ballenas. El público pudo apreciar como una ballena era izada desde un buque
INDUS y faenada en la cama de descuartización por primera vez en Caleta Molle.
En Tarapacá, el ciclo salitrero operó como una propuesta de desarrollo económico
a nivel psicosocial que trascendió en las capacidades laborales de quienes trabajaron
el salitre. De modo que la industria ballenera y la industria pesquera tuvo entre
sus mejores trabajadores calificados y sindicalistas a ex pampinos33. Esta expectativa
de que la ballenera absorbiera parte de la cesantía post-salitrera se ve reflejada en
un testimonio recogido por Sergio González de un ex pampino, Artemio
Fernández, que paso del salitre a la ballenera. Artemio recuerda que, después de un
largo peregrinar por varias oficinas en proceso de cierre:
“El 13 de Diciembre de 1956 llegué a Iquique; aquí gestione por un lado y por
otro y no había nada de eso que le llaman ahora pesqueras, lo único que estaba
era la ballenera, entonces ahí me encontré con un amigo Leónidas Ríos, y entré a
trabajar en la ballenera el 4 de enero de 1957”34.
33 Sergio González Miranda, Hombres y mujeres de la pampa salitrera, Tarapacá en el ciclo de expansióndel salitre, Santiago, Universidad Arturo Prat, Centro de Investigaciones Barros Arana y LOM, 2002. P.122.
34 Ibíd. P.149.
Había comenzado oficialmente la caza industrial de ballenas en
Tarapacá. En los capítulos que siguen trataremos aspectos sobre la
infraestructura, faenas y finalmente el cierre de la planta con el ocaso de
la caza de ballenas en Chile.
Despedida de la tripulación del INDUS 12 que retornó a Quintay tras traer el buque a Caleta Molle, noviembre de 195635.
35 Foto de Héctor Mendieta, disponibles en el portal www.flickr.com
Popular jabón gringo de INDUS, producto de uso masivo previo a la difusión de las lavadoras
automáticas en Chile a partir de la década de 197036.
La Planta INDUS de Caleta Molle: infraestructuras y funciones.
36 http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-100559.html
La INDUS obtuvo un total de 22 hectáreas de concesión de terrenos fiscales, en las
cuales edificó sus instalaciones divididas en tres áreas:
1-Sector norte: retén de carabineros para cumplir con la ley seca estipulada para
esa zona en particular. Los empleados de INDUS tenían prohibido el consumo de
alcohol en terrenos de la compañía, misma política que se aplicaba en Quintay. Este
retén aún existe. Además hay tres casas habitación para los mayordomos de las
secciones industriales y un dormitorio con capacidad de alojar a 53 trabajadores.
2-Sector fábrica: tiene un edificio de dos pisos en el cual funcionaban oficinas, una
bodega de materiales y la clínica. La presencia de una clínica se debía a que era común
que hubiese accidentes, caídas y cortes en las faenas. En el segundo piso de
dicho edifico estaban las oficinas administrativas. En otro edificio de este sector está la
sala de energía, maestranza (reparación de maquinarias) y salas de caldera. Otros
edificios del sector fábrica eran la cancha de descuartización de ballenas, planta de
elaboración de aceite y planta de recuperación de aceite y fabricación de harina, planta
para extracción de aceite de huesos, planta de saponificación anhidra, sección
jabonería y compuestos para lavar. En el límite mismo con el mar se ubica un muelle
de 50 metros con un muro de defensa contra marejadas y la rampa que sube las
ballenas hacia la cancha de descuatización.
3-Sector sur: finalmente, y fuera de sector de la fábrica propiamente tal se encuentran
3 casas para alojamiento de personal, un pabellón para alojamiento de personal y
un casino-comedor para empleados.
Otros dos factores importantes para que toda esta infraestructura descrita funcionase
era el abastecimiento de agua y energía eléctrica. Recordemos que para la empresa
estos factores fueron una gran preocupación. Para llevar el agua dulce fue necesario
construir un sistema de cañerías de 8 pulgadas de 7650 metros de largo desde los
estanques de la Dirección de Obras Sanitarias, entonces fiscales, de agua de Iquique,
que aún se ubican en la zona sur en la actual avenida La Tirana, junto a lo que hoy es
el sector Las Dunas.
Para ciertas funciones como el lavado de la cancha de descuartizamiento, que quedaba
cubierta de sangres y restos orgánicos, la lubricación de la rampa o slip por la que
ascendían las ballenas y para el enfriamiento de los motores se usaba agua de mar. Esta
era sacada del mar con dos bombas capaces de sacar 150 toneladas de agua de mar por
hora, agua que se almacenaba en estanques de cemento desde los cuales se distribuía a
donde fuera necesaria. La energía eléctrica la suministraba la ENDESA con un tendido
que iba desde Iquique hasta la planta, con un total de 8 kilómetros de tendido eléctrico
y dos transformadores de 350 kilovatios cada uno. Como hemos mencionado más
de una vez el servicio de energía eléctrica fue deficiente la ciudad en este periodo. El
servicio no dejó de presentar fallas y caídas periódicas por lo cual la INDUS dispuso
en su planta de un sistema propio en caso de corte de suministro compuesto por un
grupo eléctrico Rustón de 150 kilovatios y una máquina de vapor Spilling de 120
kilovatios73
. Según relata Celedonio Contreras, constructor civil y jefe de turno de
INDUS, la planta nunca debía quedar sin suministro de energía ya que esta funcionaba
24 horas de corrido, divididas en 3 turnos de 8 horas cada uno37. Esto se debía a que
un buque cazador podía llegar a cualquier hora con ballenas y estas debían ser
faenadas de inmediato sin demora. Los generadores eléctricos mencionados eran, en
términos sencillos, motores autónomos comunes en hospitales, industrias o
lugares alejados con suministros inestables de corriente.
El proceso comenzaba al llegar el buque cazador con las ballenas atadas a sus
costados. Estas eran cazadas y eran subidas por el slip o rampla, previamente mojado
con agua de mar, mediante un poderoso huinche, es decir un motor provisto de un
cable de acero y un gancho con capacidad para 120 toneladas y que podía ser
asistido por 5 huinches
menores75. Una vez arriba de la cancha de descuartización, un equipo de
descuartizadores procedía a cortar lonjas de carne y grasa de ballena para arrojarlas
en las bocas de los cocinadores de la planta productora de aceite, ubicada
estratégicamente debajo de la cancha de descuartización. Esta sección, una de las
más importantes de toda la planta, contaba con 4 cocinadores, cuyas bocas se
comunican directamente con
la cancha de descuartización. Además había 4 separadores de aceite y 3 centrifugas
73
74
75 Ibíd.
37 La mayor parte de estos datos son de El Tarapacá, Iquique, 10 de diciembre de 1956.
utilizadas para separar los restos solidos del aceite de ballena38. Este conjunto tenía la
capacidad de faenar una cantidad aproximada de 8 a 9 ballenas azules, 19 a 20 ballenas
de aletas conocidas como finbacks y de 30 a 40 ballenas de esperma conocidas
comúnmente como cachalotes39.
38 Entrevista con Luis Guerrero, op.cit.39 El Tarapacá, Iquique, 9 de diciembre de 1956.
La INDUS contó con una flota ballenera de 19 embarcaciones a lo largo de su historia,
de distinto nivel tecnológico según la época en que estos se desempeñaron. Así tenemos
los primeros INDUS 1, 2, 3 y 4 de principios de siglo, impulsados con vapor, para
posteriormente pasar a buques más modernos como los INDUS 12 y 14 equipados con
radar y motores diésel. Aún más eficientes fueron los INDUS 18 y 19, de origen nipón,
aportados a la compañía tras asociarse con una empresa japonesa denominada Nitto
Whaling Co., entre 1963 y 1967.
Del mar al cocinador: el comienzo proceso de beneficio de cetáceos
Todo comienza con el buque ballenero en mar abierto. El buque recorría un espacio
que tenía como centro la planta terrestre. En el caso de Molle, esta planta le per
mitió a la INDUS expandir sus faenas entre Coquimbo y el límite norte del país
en Arica 40. Cuando un buque ballenero divisaba un cetáceo debía aproximarse lo
suficiente a él para tener un buen ángulo de disparo desde el cañón-arpón.
Normalmente el cetáceo recibía el disparo y moría rápidamente al ser impactado por
el proyectil explosivo del
arpón. Una vez sucedido esto, desde el buque, se le enterraban unas mangueras de
plástico conectadas al motor del buque que le inyectaban aire para que flotara y le
clavaban un banderín, de modo que la ballena muerta quedaba como una boya en el
mar cercano a la planta mientras el barco proseguía su jornada de caza que podía durar
desde
uno a varios días41. Estas ballenas convertidas en boyas eran recogidas por
embarcaciones ligeras denominadas pangas para acercarlas al slip42. Al retornar a la
planta las ballenas eran amarradas con cadenas a los costados del barco. La señora
Cecilia Vargas recuerda en una ocasión haber visto hasta 12 ballenas amarradas a los
costados de uno de los INDUS a su regreso a Molle43. Los buques cazadores INDUS
tenían capitanes chilenos y europeos. Entre estos últimos había alemanes, suecos
y noruegos. Entre estos destacó Paul Lennard, alemán, hombre de mucha experiencia
y antigüedad, por lo cual la compañía le ascendió a la categoría de comodoro
que implicaba tener bajo su mando varios buques con sus respectivas tripulaciones.
Por su parte podemos recordar capitanes chilenos como el capitán Luis Vásquez del
INDUS 11
quien asombró a toda la provincia al capturar 70 millas frente a la costa de Pisagua una
40 El Tarapacá, Iquique, 18 de diciembre de 1954.41 Entrevista a Celedonio Contreras, op.cit.42 Este dato de las pangas en particular proviene de una entrevista realizada por Daniel Quiroz en
Cazadores modernos de ballenas en las costas de Chile (1905-1983) op.cit.43 Entrevista a Cecilia Vargas, op.cit.
gigantesca ballena azul de 23,5 metros de largo y 79 toneladas en diciembre de 1956,
pocos días después de la inauguración de la planta44, y al capitán del INDUS 19, Oscar
Mendieta, cuyas fotos personales han sido publicadas por su hijo Héctor. Para
comprender el funcionamiento de la INDUS, debemos tener presentes que esta
industria trabajaba con un recurso que se renueva lentamente y que estaba sometido
a cuotas, y por ende estos buques y este personal laboraba en Molle y en Quintay por
temporadas o
de manera alternada.
Una vez que el buque retornaba a la planta ballenera, las ballenas encadenadas eran
subidas por la rampla o slip utilizando una grúa ubicada al final del slip, en la cancha
de descuartización. Esta grúa era conocida popularmente como “donkey” y al final de
la cadena de dicha grúa había una gran tenaza llamada popularmente “jaiba” que
tomaba la ballena de la cola para la ascensión de esta a la cancha de
descuartización. El equipo de trabajadores encargados de la tarea de traer las ballenas
del barco al slip y subirlas por el e llamaba “cuadrilla de izamiento”45. Terminada la
entrega de las ballenas, el buque cazador retornaba al puerto de Iquique donde un
equipo de trabajadores de la INDUS le hacía mantención y lo reabastecía de víveres y
combustible. Una vez en la cancha, obreros premunidos de pértigas con cuchillos
curvos procedían a destazar de ballena, cortando las lonjas de grasa conocidas como
“tocino”, cortar la carne que fuese comestible y separar los huesos46. Para
completar su equipo, el descuartizador tenía unas botas altas con clavos en las suelas
para poder pararse sobre la ballena. En el caso de los huesos estos eran cortados con
unas sierras especiales. Los descuartizadores iquiqueños tenían jefes venidos de
Quintay que los dirigían y entre estos incluso hubo chilotes. Estos últimos tuvieron
una larga tradiciónen las faenas balleneras localizadas en el sur del país. Muchos de
ellos trabajaron para la INDUS en Quintay y por supuesto en Molle47. Entre los
chilotes destacados por la INDUS a Iquique estuvo el capitán Humberto Olavarria,
originario de Quellón, sirvió en la caza de ballenas desde los tempranos tiempos de la
Sociedad de Corral ya mencionada. Fue el primer chileno en ser nombrado capitán
44 El Tarapacá, Iquique, 25 de diciembre de 1956.45 Violeta Berrios Huss, Recuerdo y olvido como parte de una historia: la ballenera de Quintay, Memoria
para optar al título de antropóloga social, Santiago, Universidad de Chile, Facultad de ciencias sociales, Departamento de antropología, 2010. P. 71.
46 Entrevista con Celedonio Contreras, op.cit.47 Véase Daniel Quiroz y Paula de la Fuente, Los chilotes en la ballenera de Quintay, Proyecto Fondecyt
1080115.
ballenero por sus maestros europeos. Falleció producto de un ataque cerebral en
Iquique en abril de 196189
El material era arrojado a las bocas de los cocinadores, conectados con la cancha de
descuartización. Había dos cocinadores para la grasa y dos para la carne y las vísceras.
Estos cocinadores procesaban la grasa de ballena a altas temperaturas para fabricar
aceite y se ubican en una sala justo debajo de la cámara donde también están
ubicadas unas grandes centrifugas que terminan por separar los restos solidos del aceite
líquido 48. Este era el primer y principal proceso al que era sometida la ballena al
ingresar en la planta. De él se derivan la fabricación de jabones, detergentes, velas y
harinas para fertilizantes y alimento para ganado. Recordemos que, como señalaba la
gerencia de la INDUS en el debate sobre el impacto ambiental de la industria, y
como nos confirmará luego Luis Guerrero, la Compañía procesaba absolutamente
toda la ballena. El sólido, húmedo, sacado de la centrifuga en la planta de aceite,
debajo de la cancha de descuartización, pasaba a una planta de secado. En esta,
ingresaba en unas maquinarias denominadas ciclones a las cuales ingresaba aire
caliente a gran presión que secaba estos restos solidos
Transformándolos en harina. Esta harina de alto contenido proteico era otro de los varios
48 Entrevista a Luis Guerrero, op.cit.
productos INDUS para el ganado. El líquido remanente que quedaba en los
cocinadores también era procesado para elaborar otro tipo de harina, “denominada de
solubles” de alto valor proteico y comercial49.
En un comienzo los huesos no se utilizaban, se cocían para eliminar los restos de
tejidos y botaban en los roqueríos que rodean la planta. Sin embargo, la cocción no
era muy completa de modo que quedaban pequeños restos adheridos al hueso
que atraían moscas, gusanos y mal olor. Debido a esto la compañía optó por
incinerarlos para generar fosfato de calcio. Este producto era vendido a la Compañía
Chilena de Fertilizantes, que explotaba guano en Iquique, y mejoraba su producto
mezclándolo con el fosfato de calcio. Además, el hueso al ser sometido a una mayor
cocción junto con la carne generaba otro tipo de harina de menor valor proteico, pero
rica en calcio que también servía para el ganado50.
INDUS 12 recalando en Molle con una ballena amarrada a su costado51.
49 Ibíd50 Entrevista a Luis Guerrero, op.cit.51 Fotografía de Héctor Mendieta.
Slip o rampla de ascenso de ballenas a cancha de descuartización de Molle.
La cancha de descuartización de Molle. Según la información de Hector Mendieta, estos
trabajadores serian iquiqueños con un jefe de Quintay que enseña el oficio52. Al fondo se ven los
contenedores de aceite.
95
52 Foto de Hector Mendieta.
Bocas de los cocinadores en la cancha de descuartización de Molle.
La “jaiba” en el izamiento de una ballena rayada en Quintay53.
53 Foto de Luis Pita Sanclaudio.
El aceite era sometido a un proceso denominado “Saponificación” que significa hacer
jabón. En términos sencillos, esto significa mezclar el aceite de ballena con
hidróxido de sodio conocido comúnmente como soda caustica. Primero se hacía un
jabón básico denominado “pasta esperma” que se usaba como base para productos más
elaborados como jabón Rococó, Le-sancy y jabón Gringo, muy popular para lavar
ropa. Todos los días a las 8 de la mañana se reunían los jefes de cada una de las áreas
de la planta para informar de su trabajo, novedades y necesidades. La señora Cecilia
Vargas, como secretaria de gerencia, tomaba notas de estas cesiones y redactaba un
informe que era enviado todos los días a Viña del Mar donde se ubicaba la casa
matriz de la empresa. Al final de esta misma reunión, el gerente se comunicaba
por radio con el gerente general de la INDUS para comentarle las novedades, la
situación y estado de los buques cazadores y el balance de producción de la planta.
Año a año la planta entraba en un receso al cumplirse las cuotas por especie acordadas
por la Comisión Permanente del Pacifico Sur. Durante este receso se hacían
mantenciones en las instalaciones y en la flota.
Los trabajadores de INDUS: sindicalismo, producción y recreación.
La INDUS enfrentó en Iquique algunos conflictos sindicales menores durante sus años
de funcionamiento. Posteriormente, como veremos más adelante, hubo problemas de
mayor envergadura pero vinculados al cierre de la planta, ante factores que estaban
fuera del control de los actores involucrados. Al poco tiempo de comenzar a funcionar,
la INDUS, despidió a 33 obreros de maestranza para dejar plazas destinadas a un
contingente de quintainos de confianza según se dijo por parte de los trabajadores
despedidos. Estos además señalaron que se les contrataba con plazo de 3 meses para
evitar la formación de un sindicato. José Alegría alegó que el despedido era una
decisión tomada desde la gerencia general y que él no podía hacer más. Esto suscitó
quejas ante las autoridades pero no paso a mayores, dado que los afectados no fueron
muchos y la opinión pública en general estaba muy entusiasmada con la nueva
industria que venía a resucitar la moribunda economía tarapaqueña54.
Lamentablemente ninguno de nuestros tres entrevistados estuvo afiliado al sindicato,
de modo que al no decir nada más, no queda claro en que termino dicho conflicto o
si hubo otros sin contar los que tuvieron lugar a raíz del proceso de cierre de la
planta. Sin embargo, y a pesar de este episodio lamentable, el sindicato se constituyó
y fue la instancia de representación oficial de los balleneros de Molle ante las
autoridades y en la liga comercial de futbol que agrupaba a los equipos de los
54 El Tárapaca, Iquique, 10 de marzo de 1957.
diversos gremios de la ciudad. El 26 de abril de 1957 los trabajadores balleneros
debutaron en la liga comercial de futbol venciendo 2 a 1 a “Dos Estrellas”55.
Luis Guerrero recuerda que la empresa despedía la temporada de caza de cetáceos
con un día de recreación en que obreros y empleados se juntaban a hacer competencias
deportivas entre las distintas secciones. Ese día era de recreación, se almorzaba y
confraternizaba56. La INDUS intentó generar la idea y ambiente de “empresa familia”
muy común en formas europeas modernas de capitalismo y estado de bienestar.
Los salarios eran satisfactorios, además de facilidades de atención médica y vivienda
otorgadas por la empresa. Esta realidad queda latente en las publicaciones de la
empresa consultadas en esta investigación: 50 años al servicio del país: 1901-1951
y Breve historia de la Compañía Industrial 1900-196457 donde se explican los
elementos recién mencionados. Luis Guerrero recuerda a un empleado de confianza
de la firma que le contó que trabajaba desde muy joven con la Compañía y que esta
incluso lo había educado y enseñado a leer58. Este suerte de “estado de bienestar”
interno que promovía la empresa evita potenciales conflictos sindicales y tienden a
estimular la producción.
Entre 1956 y los primeros años de la década de 1960 la CORFO tuvo una política
conocida como “Estimulo al trabajo” que consistía en premios en dinero a los mejores
obreros y empleados de las empresas a nivel provincial. Para seleccionar, CORFO
enviaba a cada intendencia un formulario que era repartido a cada empresa de
la
provincia y que incluía desde datos globales de la empresa como cuantos trabajadores
habían trabajado ese año, cuantos días había estado activa la industria etc. y los
criterios para evaluar a los trabajadores y empleados. Estos criterios para calificar
evaluaban puntualidad, asistencia, sindicalismo responsable (es decir no conflictivo),
amabilidad en el trato, iniciativa en el trabajo etc. Para gestionar la selección se
reunía un comité que incluía al intendente, a un representante obrero de la provincia,
uno de empleados y un representante empresarial. El relacionador público de esta
comisión era un representante oficial de carabineros. En 1960 fueron premiados dos
trabajadores de la INDUS el obrero Freddy Rangel Lazo y el empleado Carlos Pino
Gata, jefe de la sección maestranza.
55 El Tárapacá, Iquique, 27 de abril de 195756 Entrevista a Luis Guerrero, op.cit.57 Indus-Lever, Breve historia de la Compañía Industrial 1900-1964, Santiago, Imprenta Lord Cochrane,
1964.58 Entrevista a Luis Guerrero, op.cit.
La importancia relativa de la INDUS en la provincia la evidenciamos en el hecho de
que un representante de su sindicato, el Sindicado Industrial Compañía Industrial
Planta Ballenera Molle, fue parte de esta comisión como representante obrero según
consta en un informe de la intendencia con fecha de 8 de septiembre de 1961. En
él, el vocal obrero es Alamiro González Fuenzalida quien figura como presidente del
sindicato de la
planta ballenera Molle59.
Doña Cecilia Vargas tuvo una experiencia particular. Las faenas balleneras eran
territorio exclusivamente masculino y no faltaba quienes pensaran incluso que la
presencia de una mujer en las instalaciones podía traer mala suerte y afectar la
productividad de la empresa. Sin embargo, al desecharse esta superstición, ella se
ganó la simpatía de los trabajadores de la planta. Incluso conoció a su marido entre los
empleados con los que trabajaba. Las vivencias en la planta han marcado a nuestra
entrevistada, “la secretaria ballenera”, como le ha puesto la prensa local en dos
oportunidades. Mientras existió la ballenera, la INDUS promocionó sus productos en la
prensa local y llamo a concursar por premios juntando determinada cantidad de
envases de sus jabones. Una vez al año los iquiqueños aficionados al ciclismo hacían
la “vuelta a la ballenera” en la cual los participantes partían desde la Plaza Prat hasta la
planta.
El fin de la era ballenera en Iquique: cierre de la planta ballenera de Caleta
Molle
Los datos revelados por la misma empresa demuestran que hay una baja en la
productividad y en la cantidad de días trabajados y personal total en los años 60. Por
ejemplo, en el año 1960 la planta trabajó 290 días, con 210 obreros y 46 empleados.
Al año siguiente, la INDUS en Tarapacá operó 273 días con 180 obreros y 45
empleados103. Los números presentados en las publicaciones de la compañía
evidencian otro tanto. Las tablas presentes en el documento Breve historia de la
compañía industrial 1900-1964 indican lo siguiente: en 1961 habían 1266
empleados, en 1962,
597 y en 1963, 583. De 1962 a 1963 las ventas totales de la compañía, en escudos,
moneda de la época, caen de Eº27.540.763 a Eº16.693.416. El problema de la INDUS
radicaba precisamente en la producción vinculada a la ballena, dado que otros índices
de producción como el aceite vegetal, rubro que la Compañía también abarcó muestra
mejoras. De producir 113 toneladas de aceite de ballena en 1961 la producción cae a
59 A rc h i vo de l a I n t ende n c i a R e g i o n a l de Tarapacá Nº2017, en adelante ITAR.
60 en 196360. Hay diversos elementos que explican esta caída. El principal, la
sobre
explotación del recurso que provoca una disminución considerable de la presencia de
60 Estos valores están expuestos en forma de tablas en Indus-Lever, Breve historia de la CompañíaIndustrial 1900-1964, op.cit.
ballenas en las costas chilenas61. Cada vez se hacía más difícil dar con ballenas y los buques
recorrían largas distancias generando un gran gasto de combustible y trayendo las ballenas
con cierto grado de descomposición que disminuía considerablemente la calidad del producto.
Esto obligó a la INDUS a adquirir una avioneta y los servicios de un piloto que realizara
prospecciones sobre la superficie oceánica y pudiera dar por radio la ubicación de
cetáceos a los buques cazadores. A pesar de ello, la caza de ballenas comenzó a ser
percibida como una actividad poco lucrativa y que englobaba muchos costos que no se
justificaban con productividad y ganancias, lo que hizo a la compañía volcar sus esfuerzos en
otros productos. Los sueldos mermaron y se debió proceder a la reducción de personal en
las plantas balleneras. Luis Guerrero recuerda que incluso un año, antes del cierre definitivo,
la planta de Molle permaneció cerrada y
el mismo cambió de trabajo a otra industria que ofrecía un mejor salario62. A fines de
1964, la empresa anuncio el cierre de la planta de Molle que se efectuaría al año siguiente en
marzo. Este cierre, ocurrido en marzo de 1965, no fue declarado como definitivo pero el
sindicato y la opinión pública temían que así fuese y fue un periodo de expectación dado el
silencio de la empresa. El año anterior, la INDUS, se había asociado con una industria
japonesa, país de reconocida y polémica tradición ballenera, la Nitto Whaling Co. que
trajo a Chile dos buques cazadores y un equipo de trabajadores nipones. Sin embargo
esta alianza no logró reactivar la actividad ballenera y el cierre de la planta iquiqueña se
prolongó a lo largo de todo el año 1965. Ante esta incertidumbre el sindicato recurrió al
intendente para que intercediera en su favor. Ese mismo año finalizó la breve existencia de la
firma INDUSTONE, pesquera construida al norte de la ciudad en 1963, alianza entre la
INDUS y una pesquera multinacional llamada Owenstone South-west Investement Ltda. El
fin de la ballenera en Iquique coincide con la crisis de la industria pesquera en la
provincia debido al abuso y consiguiente escasez de la anchoveta, especie utilizada en la
fabricación de harina de pescado. El cierre de la ballenera y la crisis pesquera trajeron de
vuelta el fantasma de la cesantía, deprimente flagelo del pueblo iquiqueño en las décadas
posteriores al fin del
Ciclo del Salitre. El 17 de marzo de 1965 se notificó el desahucio de los trabajadores y
empleados de la INDUS63 y a partir del 1 de abril comenzaron a pagarse los finiquitos de los
150 obreros y 50 empleados de la planta64. El sindicato se acercó a la CUT, al intendente, sus
dirigentes viajaron a Santiago para hablar con el ministro del trabajo pero todo fue en
vano. En septiembre el subgerente de la empresa, Jorge Silva anunció que la planta no 61 Un interesante análisis de esta problemática es José Betancourt Ordenes, Una industria en crisis: ensayo sobre la industria ballenera, tesis para optar al grado de profesor de historia, geografía y educación cívica, Santiago, Pontificia Universidad Católica, 1963.62 Entrevista a Luis Guerrero, op.cit63 Cavancha, Iquique, 17 de marzo de 1965.64 Cavancha, Iquique, 1 de abril de 1965.
trabajaría ese año ni el siguiente debido a la escasez de materia prima65. En octubre
comenzaron a desmantelar, en medio de la polémica, la planta llevándose una centrifuga
Quintay66. La planta cerró de ese modo, en medio de la angustia de los trabajadores
cesantes sin que la empresa se dignase a dar una información oficial y definitiva. La
INDUS estaba en proceso de abandonar sus faenas balleneras y dos años después, en 1967 le
tocaría a la planta de Quintay terminar sus operaciones. Las ruinas de la planta iquiqueña,
relativamente bien conservadas serán reutilizadas después de décadas de abandono y olvido
para rescatar la historia de una época pasada, de las vivencias de los trabajadores y de
una industria que hoy es considerada criminal y va en rápido retroceso en todo el mundo.
Conclusiones y reflexión final
Junto con reconstruir el trabajo al interior de la planta, el proceso de beneficio del cetáceo y
las labores en el mar, a su vez como un marco cronológico exacto de la construcción,
funcionamiento y fin de la planta ballenera Molle. Los testimonios y vivencias que
pudimos rescatar tienen características comunes que ponen de manifiesto el carácter pasajero
de esta industria en la región. A diferencia de otras tradiciones balleneras en otros lugares de
Chile, los balleneros iquiqueños solo trabajaron como tales durante algunos años (1957-1964).
Ninguno de los tres entrevistados trabajo a lo largo de los 7 años que efectivamente funcionó
la planta. Todos cambiaron de trabajo por diversas razones. Por ende el espacio estudiado no
ofrece la posibilidad de hacer un análisis etnográfico o mostrar un concepto de “comunidad
ballenera” dado que no existe esa identidad vinculada exclusivamente al trabajo ballenero,
identidad desarrollada a lo largo de generaciones y vidas enteras en otros puntos del país.
En la misma región de Tarapacá y la ciudad de Iquique tienen una vida activa las
organizaciones de ex habitantes de la pampa salitera, con sus reuniones, tradiciones y
actividades diversas, las comunidades de pescadores artesanales y las cofradías de bailes
religiosos, manteniendo así una identidad que permanece, a pesar de los grandes cambios de la
realidad regional y global. Gremios y asociaciones de pensionados de tripulantes pesqueros y
estibadores son parte del tejido social local. Sin embargo los ex balleneros no constituyeron un
foco de identidad y las ruinas de la planta no cuentan con ningún guion museográfico que
permita. Sin embargo podemos corroborar varios elementos señalados en la introducción.
Existe una representación social propia de la época que en ningún momento cuestiona o
poner en tela de juicio la cacería de ballenas. Es simplemente otra fuente de trabajo y
de desarrollo industrial más. Cualquier valoración con sesgo critico es hecha en
retrospectiva, es decir la memoria es reconstruida y reconfigurada desde otro contexto
65 Cavancha Iquique, 29 de septiembre de 1965.66 Cavancha, Iquique, 20 de octubre de 1965.
histórico y cultural. Es el caso de Luis Guerrero que recuerda las faenas balleneras con cierta
pena, dado que eran “animales
hermosos que tenía una especie de sonrisa en la cara”67. Las razón principal por que la ballenera fracasó, la baja considerable del recurso marino, fue la misma por la cual la industria pesquera regional, por si misma no pudo convertirse en una fuente de desarrollo sostenida en el tiempo. Por breve que haya sido la ballenera de Molle es parte de la historia de Iquique y de las vivencias de sus habitantes en un periodo particular. Una época de angustias, miserias pero también de esperanzas y oportunidades. Sin embargo toda oportunidad tiene un costo, y este intento frustrado de rehabilitación económica de la provincia tuvo como resultado que por muchos años no se vieran cetáceos en nuestras costas. Sin embargo, la naturaleza tiene un ciclo que es inevitable y la legislación prohibitiva de la caza de ballenas, a la que Chile adhirió a partir de 1979 ha tenido su efecto y las ballenas retornaron a las costas tarapaqueñas. El primer avistamiento de ballenas en Tarapacá, a millas del puerto, fue un 23 de mayo de 198468 y fueron adquiriendo cierta regularidad en el tiempo como resultado de la aplicación de la moratoria internacional asumida por la mayoría de los países de la Comisión Ballenera Internacional. No podemos juzgar desde nuestro presente las acciones del pasado en este caso en particular. Hoy por hoy, prima en la opinión pública internacional el rechazo a la caza de ballenas y el anhelo de ver los océanos repoblados de cetáceos tras un siglo de una guerra desigual entre el ser humano y el cetáceo, guerra de la que los hombres de la planta de Molle fueron parte.
Anexo fotográfico
La grúa apunto de izar una ballena en Molle, fecha indeterminada69.
67 Entrevista con Luis Guerrero op.cit.68 El Mercurio, Santiago, 23 de mayo de 1984.69 Foto cedida por RTC Televisión.
La jaiba, conectada al donkey, asciende la ballena por el slip en Molle, fecha indeterminada70.
Foto un poco deteriorada que muestra a doña Cecilia Vargas con don Jorge Schrader, segundo
administrador de la planta después de José Alegría. Probablemente 195871.
70 Ibíd.71 Foto cortesía de doña Cecilia Vargas.
Jefes de secciones y de turnos, secretarias y capitanes balleneros. Don Luis Guerrero es el quinto de la
última fila de derecha a izquierda. Al centro doña Cecilia Vargas junto a Blanca Meric, la otra secretaria.
El segundo de derecha a izquierda, primera fila, es el comodoro Paul Lennard.
Probablemente 195872.
Jefes de personal de la INDUS en Iquique hacia 196273.
72 Ibíd.73 Foto de Héctor Mendieta.
INDUS 15 entrando en Molle con ballenas amarradas a su costado. Este barco, construido en
Noruega, tuvo una historia que incluye una expedición a la Antártica y su uso como
patrullero durante la Segunda Guerra Mundial74.
74 Foto de Héctor Mendieta.
Obrero descuartizando cachalots en Caleta Molle, sin fecha ni datos75
75 Foto original propiedad de Daniel Quiroz quien me cedio con autorización de reproducir una digitalización.
Plano del INDUS 17, construido en 1945 en los astilleros de Smith’s Dock, Inglaterra76.
Capitán sueco Edvanson del INDUS 777.
76 Foto de Héctor Mendieta.77 Foto de Cecilia Vargas.
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Fotos de Luis Pita Sanclaudio:
http://www.luispita.com/ Fotos de Hector
Mendieta:
https://www.flickr.com/photos/24932306@N08
Entrevistas
Entrevista a Luis Guerrero, ex ingeniero químico de la INDUS en
Iquique. Entrevistador: Damián Lo Chavéz, Iquique, 3/06/2014.
Entrevista a Cecilia Vargas, ex secretaria de la gerencia de INDUS en
Iquique. Entrevistador: Damián Lo Chavéz, Iquique, 26/04/2014.
Entrevista a Celedonio Contreras, constructor civil, ex jefe de turno de la
INDUS. Entrevistador: Damián Lo Chávez, Iquique, 2/04/2014.
Diarios
El Tarapacá
El Cavancha
El Día de La Plata
El Mercurio
Diario Oficial