Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

download Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

of 94

Transcript of Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    1/94

     Ángela Ruíz Robles y la invención del libro mecánico

    MINISTERIO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDADMINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    2/94

    ÁNGELA RUÍZ ROBLES 

    Y LA INVENCIÓN DEL LIBRO MECÁNICO

    MINISERIO DE ECONOMÍA Y COMPEIIVIDADMINISERIO DE EDUCACIÓN, CULURA Y DEPORE

    Madrid, 2013

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    3/94

    Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelec-tual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puedereproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea elec-trónico, químico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permisoprevio por escrito de la editorial.

    Las noticias, los asertos y las opiniones contenidos en esta obra son de exclusivaresponsabilidad de sus autores.

    Catálogo general de publicaciones oficiales:http://publicacionesoficiales.boe.esCentro de Publicaciones Ministerio de Economía y Competitividad:http://www.mineco.gob.es/portal/site/mineco/libreriavirtualCentro de Publicaciones Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:https://sede.educacion.gob.es/publiventa/inicio.action

    © Ministerio de Economía y Competitividad© Imágenes 12 y 13: FECY

    Ministerio de Economía y Competitividad:

    ISBN: 978-84-92546-02-2e-ISBN: 978-84-92546-04-6NIPO: 720-13-048-3e-NIPO: 720-13-050-1Depósito Legal: M-20268-2013

    Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:ISBN: 978-84-369-5454-8e-ISBN: 978-84-369-5458-6NIPO: 030-13-114-8e-NIPO: 030-13-115-3

    Diseño de cubierta, maquetación, impresión y encuadernación: DiScript Preimpresión, S. L.Impreso en España. Printed in Spain

    Imagen de cubierta: Fotografía del prototipo de Enciclopedia Mecánica .

    En esta edición se ha utilizado papel ecológico sometido a un proceso de blanqueado CF,cuya fibra procede de bosques gestionados de forma sostenible.

     Autor de la fotografía: Luis Carré.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    4/94

    Índice

    Presentación ............................................................................................................................. 5

    Procedimientos pedagógicos mecánicos para la enseñanza general ............................................ 7

     Ángela Ruíz Robles: la maestra que imaginó los libros del futuro .............................................. 41

    La pedagogía adelantada de Ángela Ruíz Robles ....................................................................... 55

    Estado de la técnica en el momento de la presentación de las patentes de Ángela Ruíz Roblesreferidas a sistemas de libros mecánicos .................................................................................... 59

    La importancia del concepto en la invención ............................................................................ 63

    Querida bisabuela ..................................................................................................................... 67

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    5/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    6/94

    5

    El futuro habla, pero pocos comprenden lo que dice.

     Ángela Ruíz Robles era una de esas personas que son capaces de entender el lenguaje delfuturo. En los difíciles años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil fue capaz de inter-pretar, en el aula en la que ejercía como maestra en Ferrol, el eco lejano de un mundo en el quela información pudiera almacenarse en pequeños dispositivos ligeros y se accediera a ella pormedio de pulsadores. Su invención y su figura merecen ser mucho más conocidas de lo queson y este desconocimiento proviene de que su sueño de comercializar los libros mecánicosnunca fue cumplido. Sospechamos que, con los medios técnicos del tiempo, tal empresa notenía sentido económico. Pero son los sueños los que nos elevan como personas.

    Por ello, el Ministerio de Economía y Competitividad y el Ministerio de Educación, Cul-tura y Deporte han realizado esta monografía para dar a conocer la figura de Ángela RuízRobles en una época en la que los libros electrónicos están sirviendo para conseguir los objeti-vos que se planteó la inventora y facilitan la portabilidad y la accesibilidad de los textos escri-tos. Los autores de los distintos artículos han centrado sus estudios en diferentes puntos devista que van desde el pedagógico al carácter innovador de las patentes de libro electrónico,pasando por el aspecto sociológico y la semblanza personal de Ángela Ruíz. Esperamos que sea

    de interés para el lector y contribuya a poner en lugar los trabajos de libros mecánicos patenta-dos en 1949 y 1962 como hitos en la gestación del libro electrónico tal y como lo entendemosen estos momentos.

    M RSubsecretario de Economía y Competitividad 

    F B SSubsecretario de Educación, Cultura y Deporte 

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    7/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    8/94

    7

    Introducción

     Ángela Ruíz Robles, maestra de origen leonés afincada

    en Ferrol (A Coruña) en la segunda década del si-glo , es la autora de dos patentes de invención deutilidad práctica para la enseñanza general. Su princi-pal anhelo era facilitar el aprendizaje de las distintasmaterias, especialmente a los estudiantes de preescolary primaria, a través de la manipulación, la interacción,la intuición y el juego, para lo cual proyectó diversosprocedimientos mecánicos, que adaptados a los conte-nidos de las distintas asignaturas, también por ella di-

    señados, presentarían las materias objeto de estudio deuna forma muy diferente a la de los libros tradicional-mente utilizados.

     A pesar de su esfuerzo por comercializar lo que de-nominó como «libros mecánicos» —que imaginó edi-tar en una gran variedad de formas y tamaños—, estosnunca llegaron a ser una realidad, permaneciendo para

    el recuerdo las patentes, las láminas con algunos de losdiseños y, como veremos más adelante, un prototipode su libro mecánico más ambicioso y complejo: laEnciclopedia Mecánica.

    «Un procedimiento mecánico,eléctrico y a presión de airepara la lectura de libros»

    La primera de las patentes referidas, la N.º 190698,fue presentada el 7 de diciembre de 1949 en el Re-gistro de la Propiedad Industrial bajo el título «Unprocedimiento mecánico, eléctrico y a presión deaire para la lectura de libros».1 En la memoria des-criptiva, la autora presenta por primera vez un siste-ma o mecanismo de activación mediante sencillos

    1  En el Anexo I se puede consultar el contenido íntegro de la patenteN.º 190698 a favor de Ángela Ruíz Robles.

    pulsadores que permitirían mostrar al alumno laslecciones o materias, fragmentadas, de forma visual,interactiva y amena.

    Las características más destacables de estos librosmecánicos, que resultarían a partir de la aplicaciónde este u otro tipo de procedimiento mecánico pare-cido serían, al margen de su facilidad de manejo, elpoco peso y volumen, ya que para su fabricaciónpreveía la utilización de materiales ligeros como elpapel, la cartulina, el plexiglás, la goma elástica, etc.,

    y que presentaran propiedades de aumento, lo quepermitiría la lectura cómoda de textos muy reduci-dos en tamaño de letra. Otra característica llamativaera la posibilidad de utilizar tintas luminiscentes2 para los textos y dibujos, a fin de que los libros pu-dieran ser leídos en la oscuridad, o el empleo de ma-teriales impermeables que evitaran el deterioro debi-do a la humedad.

    El plano de la patente (Imagen 01) muestra unavista lateral (fig.1) y otra frontal (fig.2) de un pulsadormecánico elevador. Las asignaturas, con las leccionesseparadas, se dispondrían en diversas placas u «hojas»que, accionadas por uno de estos pulsadores, se eleva-rían hasta hacerse visibles a través de una pantalla quepodría disponer de la cualidad de aumento antes des-

    crita. La fig.3 sería un pulsador de tipo eléctrico que,combinado con el anterior, permitiría la iluminacióndel texto en el caso de disponer de los elementos nece-sarios para ello: pilas, lámparas, etc. De esta forma, el

    2 La luminiscencia es el proceso por el cual la materia libera energía enforma de luz a través de un cambio en su estructura interna. La liberaciónde esta energía, contenida en la materia o aportada de forma externa me-diante algún tipo de radiación electromagnética, como los rayos UV, losrayos X, la radiación catódica..., genera fenómenos visibles como la fluores-

    cencia y la fosforescencia. Aunque los fenómenos luminiscentes se conocendesde la antigüedad, la comprensión de los mecanismos físicos y químicosque rigen en este tipo de procesos es relativamente reciente.

    Procedimientos pedagógicos mecánicos para la enseñanza general

    Los libros mecánicos y la Enciclopedia Mecánica de Ángela Ruíz Robles

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    9/94

    8

    PROCEDIMIENTOS  PEDAGÓCICOS MECÁNICOS  PARA LA  ENSEÑANZA  GENERAL

    usuario del libro podría seleccionar la lección al tiem-po que esta se ilumina.3 

    Los libros mecánicos podrían fabricarse en muyvariados formatos, atendiendo a las diversas formas—de la naturaleza o artificiales—, tamaños y nivelesde enseñanza que se deseara impartir, como muestranlas Imágenes 02, 03, 04, 06 y 07, que son las láminas oplanos de tres modelos diseñados por la autora. El quemás detalle presenta es el que utiliza el personaje deun clásico de los cuentos para niños, el «cerdito flautis-ta» (Imágenes 02, 03 y 04), para el que elaboró conte-nidos relativos a las matemáticas y al lenguaje, que semostrarían al alumno como un «juguete educativo»,iluminados gracias a un sistema de pulsadores de tipoeléctrico.

     Así, en la Imagen 04 se muestran los distintos cir-cuitos eléctricos que accionaría cada pulsador. Me-diante el uso de pilas, conductores y lámparas, cadatexto —escrito sobre una superficie traslúcida— 4 rela-tivo a un concepto determinado se iluminaría al accio-nar el aplique correspondiente —una manera de inte-racción que bien podría interpretarse como una lejana

    forma de «hipertexto»—.

    En la Imagen 02 (o anverso) se dispone la lecciónde lenguaje, dividida en once conceptos que se ilumi-nan por medio de sus correspondientes pulsadoreseléctricos identificados por los temas o, si se prefiere,siguiendo con la analogía informática, por los «hiper-vínculos» abecedario, vocales, diptongos, triptongos,

    nombre, pronombre, oración, escritura, artículo, ver-bo y adjetivo. Mientras que en la Imagen 03 (o rever-so) son catorce conceptos relativos a las matemáticaslos que se muestran luminosos, gracias a otros tantos

    3  La autora no describe en la patente en qué consiste el procedimiento opulsador a presión del aire.4  Es posible que Ángela Ruíz Robles pensara en utilizar pantallas y pulsa-dores de distintos colores para presentar cada concepto. Al ser iluminadaspor las bombillas el efecto visual final sería más potente. Algo parecidoconseguiría con pantallas traslúcidas —sin color— y lámparas pintadas.

    Con cualquiera de las dos opciones el resultado visual para algunos textossería «cercano» al que se muestra, con los medios de retoque informáticoactuales, en la Imagen 05.

    pulsadores identificados por números, signos, ordende unidades, decimales, quebrados, sumar, restar, mul-tiplicar, dividir, sistema métrico decimal, múltiplos,unidades, divisores y equivalencia.

     Algunos ejemplos de textos vinculados nos mues-tran lo sintético de los contenidos que manejarían losalumnos en este libro mecánico tan singular en el que

    la información se puede presentar a través de una solapantalla por pulsador, como en el caso de «VERBO»que iluminaría el texto «LA PALABRA QUE EXPRE-SAN LAS ACCIONES O EL ESADO DE LASCOSAS SE LLAMA VERBO», o bien en varias, comoen «NOMBRE» que ilumina al mismo tiempo hastacuatro pantallas diferentes, en lugares distintos de lafigura, con los textos: «EL QUE NOMBRA ALGO

    QUE NO ES IGUAL A LO DEMAS SE LLAMAPROPIO», «EL NOMBRE QUE LLEVAN ODASLAS COSAS DE LA MISMA CLASE SE LLAMACOMÚN» y «LO QUE NOMBRA PERSONA,

     ANIMAL O COSA SE LLAMA NOMBRE» en laparte izquierda de la figura, y «LOS NOMBRES DEPERSONA, ANIMAL O COSA QUE SE LES PUE-DE PONER DELANE DE LA PALABRA “EL”SON MASCULINOS. LOS QUE SE LES PUEDEPONER “LA” SON FEMENINOS» en la parte infe-rior derecha de la misma (Imagen 05).

    Como curiosidad, el pulsador correspondiente a lapalabra «EXO» ilumina el sombrero del dibujo enel que aparece la leyenda el «El LENGUAJE COM-PLEO POR A. RUIZ ROBLES».5

    Los otros dos modelos de libros mecánicos (Imá-genes 06 y 07)6 tienen la característica de disponer departes móviles que pueden desplegarse para su uso yplegarse para guardarlos formando una especie de es-tuche, de tal forma que su volumen recogido podríaser muy reducido. En ambos casos, los pulsadores me-

    5  Las citas se transcriben en mayúsculas tal y como aparecen en la láminaoriginal.6  A diferencia del libro mecánico de las Imágenes 02, 03 y 04, en este caso,la autora presenta dos modelos de libros mecánicos sin textos como ejem-plo de distintos soportes para lectura que se podrían desarrollar.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    10/94

    9

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

    cánicos se sustituyen por indicadores de distintas for-mas —probablemente también de colores diferentes—que «llamarían» a los textos desarrollados en las pantallascorrespondientes —en forma y color—.

    El libro mecánico más ambiciosoy complejo: la Enciclopedia Mecánica

    Hasta 1961 la maestra leonesa se mantuvo al corrien-te en los pagos por las anualidades de su patente, per-sistiendo en su deseo de desarrollar y comercializar al-gún día sus libros mecánicos y, entre ellos, el que fuerasu proyecto más importante, el de la Enciclopedia Me-cánica, un formato único de libro mecánico que auna-ría las distintas asignaturas o materias en una suerte de

    máquina tecnológica que trascendería a las enciclope-dias escolares —los libros de texto de la época, que junto con cuadernillos para la caligrafía y «cuentas», ellibro para lecturas, la pizarra, el pizarrín y el plumier,conformaban los cabases de los alumnos—. ransfor-mar, evolucionar, proyectar el concepto de enciclope-dia escolar al de Enciclopedia Mecánica —de libro amáquina— no resultó tarea fácil, y a ello dedicó buenaparte de su tiempo e imaginación, convencida de las

    ventajas pedagógicas que un aparato de semejantes ca-racterísticas debía significar en el aprendizaje de lasmaterias en la escuela.

    De su idea original solo se conserva una parte, enforma de boceto dibujado a lápiz y repasado con tintaazul en papel muy fino —tipo papel cebolla—, no sa-bemos si de la mano de la propia autora (Imagen 08).

    En caso de tratarse del boceto preparatorio de un pla-no posterior más exacto y definido, este podría datarseen torno a 1952, pues a partir de aquella época hayconstancia de que su patente, «Un procedimiento me-cánico, eléctrico y a presión del aire para la lectura delibros», y las láminas o planos de su proyectada Enci-clopedia Mecánica están presentes en distintas exposi-ciones nacionales e internacionales, salones de la in-ventiva, etc. cosechando todo tipo de felicitaciones yreconocimientos en forma de medallas, menciones dehonor y diplomas.

    El boceto referido es un plano a escala real7  conuna vista frontal, lateral y en planta, que se correspon-dería con la cara o lado izquierdo de la EnciclopediaMecánica —la autora lo ideó inicialmente como unlibro mecánico formado por dos partes bien diferen-ciadas—, que se abrirían y cerrarían como cualquierlibro clásico al uso.

    En este espacio es donde se dispondrían los «abe-cedarios automáticos», que permitirían formar sílabas,palabras o pequeñas frases por medio de un conjuntode pulsadores mecánicos. Las letras serían selecciona-das al realizar una ligera presión sobre estos pulsado-res, que actuarían sobre una rueda 8 con el abecedariocompleto, que giraría, letra a letra, mostrándose a tra-vés de una pequeña ventana situada por encima de

    cada uno de los correspondientes apliques.

    En el boceto se muestran tres «líneas» de abeceda-rios distintas, y en cada una de ellas se disponen hasta15 pulsadores mecánicos —uno por rueda porta ti-pos—, por lo que se podrían manejar un total de 15«caracteres» diferentes por «línea» o, si se prefiere, hastaun total de 45 usando los tres conjuntos de alfabetos. 9 

    De la parte derecha de la Enciclopedia Mecánica nose ha localizado hasta el momento ninguna imagen, pla-no o dibujo previo que permita interpretar con exacti-tud cómo fue imaginado en origen su diseño, pero dis-ponemos de las descripciones realizadas por la propiaautora en diversos medios de comunicación, prensa es-crita, documentos y folletos de la época, que nos indicanque en esta parte se situarían las distintas asignaturas. En

    este sentido se conserva, al menos, una lámina con elcontenido de una lección (la número XV) de la asigna-tura de Geografía (Imagen 09) lo que nos ofrece unaidea de cómo se presentarían los contenidos al lector.

    7  Las dimensiones proyectadas para esta parte izquierda de la EnciclopediaMecánica eran de 20.3 cm (alto) x 11.3 cm (ancho) x 4.5 cm (fondo).8  El pulsador mecánico hace girar las ruedas de abecedarios gracias a unmecanismo diseñado con trinquetes y ruedas de dientes de sierra.9  En entrevistas y descripciones de la Enciclopedia Mecánica realizadas por

    la autora parece que debajo de estos «abecedarios automáticos» pretendía ladisposición de un plástico en el que el alumno pudiera escribir, operar ydibujar.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    11/94

    10

    PROCEDIMIENTOS  PEDAGÓCICOS MECÁNICOS  PARA LA  ENSEÑANZA  GENERAL

    La estructura de esta parte de la enciclopedia debíadisponer de dos cilindros situados en extremos opues-tos. En uno de ellos se insertaría una bobina con lamateria objeto de estudio dividida en láminas —comola referida en la Imagen 09—. Las distintas leccionesde la asignatura discurrirían de un cilindro al otro pordetrás de una pantalla transparente, con propiedadesde aumento, o incluso de graduación —en cuyo caso,

    la pantalla podría sustituir a las gafas o lentes de losalumnos con deficiencias visuales utilizando la apro-piada para cada problema—.

    El cambio de una lección a otra se realizaría biende forma manual haciendo girar la bobina o, en su di-seño más complejo, por medio de algún tipo de accio-namiento mecánico. En este último caso, el dispositi-

    vo podría estar inspirado en la manera de funcionar delos viejos carretes fotográficos, que se disponían en elinterior de la cámara y que, mediante un dispositivode arrastre mecánico, iban pasando de negativo en ne-gativo una vez tomada la foto.

    Las asignaturas dispuestas en bobinas indepen-dientes serían por tanto intercambiables y podríanguardarse en un estuche, que la autora sitúa entre losdos cilindros. Parece que también preveía la posibili-dad de incorporar luz10 para la lectura de los textos enla oscuridad o que estos fueran realizados con tintasluminiscentes para idéntico fin.

    Esta Enciclopedia Mecánica, proyectada en formay tamaño similar al de su «homólogo» en libro —lasenciclopedias escolares— no precisaba para su trans-

    porte de la utilización del cabás típico de la época,pues cerrada resultaría por sí misma una cartera o ma-letín portable. Como, además, cabía la posibilidad deguardar diferentes bobinas en su interior —y por tan-to distintas asignaturas— el alumno dispondría de lasmaterias del día con solo cambiar de bobina.

    10  Aunque este punto no está del todo claro, es posible que pensara en in-corporar luz que permitiera la lectura de los textos contenidos en las bobi-

    nas en condiciones de escasa luminosidad; no sabemos si por detrás de lasláminas desplegadas, a modo de retro iluminación, o por delante de estascon un sencillo aplique luminoso.

    Si a todas estas características le sumamos la utili-zación de materiales ligeros para su fabricación, comoel plástico, estamos ante una verdadera máquina tec-nológica de utilidad práctica en la enseñanza generalque, en el contexto de la España de los años 50, nopresenta parangón con ningún otro invento.

    «Un aparato para lecturas y ejerciciosdiversos»: el formato definitivode la Enciclopedia Mecánicay su prototipo en zinc y bronce

     Ante la imposibilidad, probablemente más económicaque técnica,11 de hacer realidad su proyecto inicial deEnciclopedia Mecánica, el 10 de abril de 1962, Ángela

    Ruíz Robles solicita una nueva patente de invención,la N.º 276346, bajo el título «Un aparato para lecturasy ejercicios diversos»,12 el que a la postre se convertiríaen el formato definitivo, y del que sí llegaría a cons-truirse un prototipo en metal, aunque finalmente tam-poco conseguiría hacer realidad su comercialización.

    En esta ocasión, la autora propone un aparato conun diseño sensiblemente diferente pero que en esencia

    conserva las prestaciones de su viejo proyecto enciclopé-dico, que no llegó a patentar tal y como lo concibió enorigen y cuya filosofía podría concretarse en varios aspec-tos claves como la portabilidad, la sencillez en el manejo,el aunar diversas disciplinas o materias y la accesibilidadde los contenidos para alumnos con problemas de visión.

    La nueva propuesta es una simplificación de la idea

    original, de la que suprime todo sistema de pulsaciónmecánica o eléctrica, eliminando con ello gran canti-dad de piezas y elementos móviles. Su forma sigue sien-do la de un libro clásico, pero ya no se abre para mos-trar dos partes bien diferenciadas pues, en este caso, los

    11  A pesar de la apariencia compleja que presenta el proyecto original de laEnciclopedia Mecánica, especialmente con el sistema de «abecedarios auto-máticos», la máquina resulta funcional desde el punto de vista técnico,nada que ver con un proyecto que rozaba la «abstracción» tal y como se re-

    fleja en algunos medios de la época.12 En el Anexo II se puede consultar el contenido íntegro de la patenteN.º 276346 a favor de Ángela Ruíz Robles.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    12/94

    11

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

    abecedarios y las bobinas con las asignaturas se acoplanen el frontal de un bloque compacto (Imagen 10)13. Aefectos pedagógicos las partes del aparato se agrupan endos: una para la adquisición de conocimientos básicoscomo la lectura, la escritura 14 y el cálculo; y otra para elestudio de las asignaturas, que ya no se disponen enuna gran bobina que se despliega verticalmente, sinoen tres de menor tamaño cuyos contenidos avanzan

    horizontalmente, también por detrás de las correspon-dientes láminas de aumento o graduadas.15 

    Los «abecedarios y números automáticos» pasan aser de accionamiento manual —los «caracteres» se se-leccionan directamente con los dedos desde la parteposterior (Imagen 13)—, como también resulta ma-nual el despliegue de los carretes con los contenidos de

    las materias, que se presentan en largas y estrechas tirasde papel vegetal de forma continuada, no dividida enláminas como en el proyecto anterior. Discurren parasu lectura arrollándose en una de las bobinas, al tiem-po que se desenrolla de la opuesta, y en este caso noexiste la posibilidad de «automatizar» el paso de lasmaterias. El mecanismo es el más sencillo posible, y loencontramos en multitud de aparatos fundamental-mente del ámbito de la imagen y del cine, como elMyriopticon, el Ombro-Cinema, el Cinelin, etc.

    Por otra parte, y esto sí representa una novedadcon respecto al proyecto anterior, la nueva patente pre-vé un espacio en su parte inferior para la disposiciónde un aparato de reproducción de sonido, ofreciendoal alumno la posibilidad de escuchar las lecciones.

    13  La caja en la que se acoplan todos los elementos de la enciclopedia estáfabricada en zinc, los abecedarios o «ruedas porta tipos» en bronce y lasbobinas, donde se dispone los carretes con los rol los de papel, en madera.14  Aunque en el prototipo no se llegó a realizar, la descripción de la memoria sicontempla una parte para poder escribir, dibujar y operar. En concreto una lámi-na de plástico abatible que debería situarse en la parte inferior del libro, justo de-bajo de los abecedarios y las bobinas. Este concepto ya estaba presente tambiénen su idea original de Enciclopedia Mecánica, aquella de la que solo se conservan,como hemos visto antes, las descripciones de la autora en distintos medios decomunicación y el boceto con los planos de la parte de abecedarios automáticos.15  En el prototipo de zinc y bronce estas láminas de plástico no presentanninguna cualidad de aumento o graduación. Su función, en este caso, es de

    mera protección ante el posible deterioro de los rollos de papel con lasasignaturas, utilidad esta que puede hacerse extensible a las láminas con laspropiedades descritas por la autora.

    El prototipo de la Enciclopedia Mecánica corres-pondiente a la patente de 1962 fue construido en el Par-que de Artillería de Ferrol (A Coruña), empleando parasu fabricación bronce, zinc y madera, con unas dimen-siones finales de 24 cm (alto) x 22 cm (ancho) x 6 cm(fondo) y un peso equivalente a 4724 gr —prototipo ycaja en su estado actual—. Probablemente, una de lasprimeras fotografías que se tomara del aparato, nada más

    fabricarse, sea la que se muestra en la Imagen 11, en laque observa un prototipo inacabado en lo que a los con-tenidos de las materias se refiere —véanse los carretes obobinas con las asignaturas en blanco salvo el testigo omuestra central—, y en la que puede leerse en los abece-darios de la parte superior la fecha de nacimiento de suautora (1895), el año de la patente (1962) y el mes (7).

    En el abecedario central puede leerse «DOMI-NuO MUNDIAI» (sic ) y en la parte inferior «ferrolespaña» (sic ) como una muestra también del tipo deleyendas que podían practicarse con las ruedas de abe-cedarios y números.

    Este prototipo de la Enciclopedia Mecánica de Ángela Ruíz Robles se exhibe, desde mayo de 2012, en

    la sede coruñesa del Museo Nacional de Ciencia y ec-nología (MUNCY). Su aspecto actual (Imágenes 12y 13) nos delata los varios cambios que ha sufrido a lolargo de su historia. El primero, y quizás el más llama-tivo de ellos —al margen de la capa de pintura con laque se recubrió—, es su fijación a un pequeño maletínde chapa de acero por medio de una pletina, conceptoeste que nada tiene que ver con la idea pretendida por

    la autora, que seguía concibiendo su aparato como unlibro y que, a diferencia del anterior proyecto, en estaocasión, y debido a su propia configuración, debíaguardarse o extraerse para su uso de un modelo de ca-bás especialmente diseñado para este fin, pero en nin-gún caso fijo en su interior. De hecho, según la des-cripción de la patente la enciclopedia debía disponer,en su parte posterior, de unas pestañas que permitie-ran articular un bastidor para su lectura en posicióninclinada —que tampoco se llegaron a realizar en elprototipo—.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    13/94

    12

    PROCEDIMIENTOS  PEDAGÓCICOS MECÁNICOS  PARA LA  ENSEÑANZA  GENERAL

    El maletín en el que debía guardarse la Enciclope-dia Mecánica también lo describe en la patente y tam-poco tiene nada tiene que ver con el que se conserva enla actualidad —probablemente reutilizado de algunaotra aplicación— en el que solo resta el espacio justopara la enciclopedia. El diseñado por la autora, ademásdel hueco para el libro, disponía de sendos comparti-mentos: uno para guardar diverso material escolar como

    instrumental para dibujo, un reloj, una brújula, un ter-mómetro, un barómetro… y otro para las bobinas o ca-rretes con las distintas asignaturas de la enciclopedia.

    En plástico y acero

    En 1971 Ángela Ruíz Robles estuvo más cerca que nun-

    ca de hacer realidad el sueño de comercializar su Enci-clopedia Mecánica gracias a la colaboración con el Insti-tuto écnico de Especialistas en Mecánica Aplicada, S.A.(IEMA, S.A.), donde consiguió que desarrollaran elestudio previo y el anteproyecto para su fabricación que,solo a título orientativo, analizaba la viabilidad de pro-ducir el aparato en grandes series —10 000 unidades—que permitieran un coste de venta final reducido —entre

    50 y 75 pesetas por alumno y ejemplar—, de maneraque todos los escolares, independientemente del niveladquisitivo de sus familias, pudieran beneficiarse de lasventajas de su máquina tecnológica para la enseñanza.

    Los planos con los elementos constitutivos de laenciclopedia,16 que preveían su construcción en materialplástico y aceros de distintas cualidades para piezas sin-

    gulares, se pueden consultar en el Anexo III. Quedabanexcluidos de este estudio los costes derivados de la im-presión de los rollos de papel con los contenidos de las

    16  A efectos de fabricación, la Enciclopedia Mecánica se dividió en las si-guientes partes: caja, regleta, cursor, rueda porta tipos, eje de rueda, trin-quete, soporte para trinquete, resorte para trinquete, eje de trinquete, bobi-na y soporte para carretes. En el desglose por piezas que muestran losplanos —salvo la caja, que no figura—, se hace referencia a las unidadesnecesarias de cada una de ellas, las dimensiones y los materiales en los queproponían su construcción. Según describe la autora en la prensa de la épo-

    ca, la Enciclopedia Mecánica así construida no debería superar un pesoequivalente a 150 gr, lo que resolvería una de sus grandes preocupaciones;que los escolares no portaran pesados maletines para ir a la escuela.

    asignaturas, así como la fabricación de los «abecedarios ynúmeros» convertidos en tiras impresas en material au-toadhesivo que se pegarían en las «ruedas porta tipos».

    Desafortunadamente, ni tan siquiera un prototipode plástico llegó a ver la luz tal y como proponía elanteproyecto de IEMA, S.A. —una barrera econó-mica de más 100 000 pesetas para fabricar una serie

    resultó insalvable—. Pese a esta circunstancia, ÁngelaRuíz Robles mantuvo las cuotas y anualidades de susegunda patente al corriente de pago hasta 1975, añode su muerte, prueba inequívoca de que nunca deses-peró en su deseo de explotar comercialmente sus librosmecánicos, especialmente la Enciclopedia Mecánica,convencida de que la tecnología podía y debía facilitarel aprendizaje de los estudiantes.

    R M M LInvestigadora del Museo Nacional de Ciencia y ecnología 

    Fuentes y Bibliografía

     Archivo de los herederos de Ángela Ruíz Robles.

    Estudio preliminar y anteproyecto de fabricación de la En-ciclopedia Mecánica; IEMA, S.A., 1971. Archivo delos herederos de Ángela Ruíz Robles.

    Memoria descriptiva de la patente de invención a favor de Ángela Ruíz Robles por «Un procedimiento mecánico,eléctrico, y a presión del aire». Ministerio de Industria,Energía y urismo. Oficina Española de Patentes yMarcas. Archivo Histórico. Exp. N.º P190698.

    Memoria descriptiva de la patente de invención a favor de Ángela Ruíz Robles por «Un aparato para lecturas yejercicios diversos». Ministerio de Industria, Energía yurismo. Oficina Española de Patentes y Marcas. Ar-chivo Histórico. Exp. N.º P276346.

    Prensa, radio y folletos de la época.

    RUÍZ ROBLES, Ángela. Libros mecánicos, Madrid, Burotel,1970.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    14/94

    13

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

    VV. AA. El libro y la escuela. Libro conmemorativo de la ex-posición: Biblioteca Nacional Madrid, 1992, con el pa-trocinio del Ministerio de Educación y Ciencia y delMinisterio de Cultura. Madrid, Asociación Nacional deEditores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE);Ministerio de Educación y Ciencia; Ministerio de Cul-tura, 1992.

    Anexos

    I. Memoria descriptiva de la patente de invención a fa-vor de Ángela Ruíz Robles por «Un procedimiento mecáni-

    co, eléctrico, y a presión del aire». Ministerio de Industria,Energía y urismo. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo Histórico. Exp. N.º P190698.

    II. Memoria descriptiva de la patente de invención afavor de Ángela Ruíz Robles por «Un aparato para lecturas yejercicios diversos». Ministerio de Industria, Energía y u-rismo. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo His-tórico. Exp. N.º P276346.

    III. Estudio preliminar y anteproyecto de fabricaciónde la Enciclopedia Mecánica; IEMA, S.A., 1971. Archivode los herederos de Ángela Ruíz Robles.

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    15/94

    14

    Anexo I

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    16/94

    15

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    17/94

    16

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    18/94

    17

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    19/94

    18

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    20/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    21/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    22/94

    21

    Anexo II

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    23/94

    22

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    24/94

    23

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    25/94

    24

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    26/94

    25

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    27/94

    26

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    28/94

    27

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    29/94

    28

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    30/94

    29

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    31/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    32/94

    31

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    33/94

    32

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    34/94

    33

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    35/94

    34

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    36/94

    35

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    37/94

    36

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    38/94

    37

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    39/94

    38

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    40/94

    39

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    41/94

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    42/94

    41

    «¿Hace mucho tiempo que se dedica a la inventiva?»,le preguntaron. «Desde 1916. Lo primero que inventéfue un procedimiento taquigráfico.»

    «¿Por qué inventa usted? ¿Porque la distrae, la di-vierte, por ganar dinero, por necesidad de hacer vivassus inquietudes en esta materia; es decir, por voca-

    ción?» (sic ): «Por vocación, nacida de la inquietud quese apodera de mi cuando me doy cuenta de que puedoparticipar a que la Humanidad aprenda con el menoresfuerzo posible».

    «¿Qué hace falta para inventar? ¿Qué necesita us-ted para entregarse a su tarea de inventora?»: «Conocerprofundamente una materia, a esto ayuda poseer lamayor cultura posible, y conjuntamente con estos ba-gajes humanos, naturalmente, la inspiración, que esobra de Dios claro, y las ideas; después, un poco de si-lencio para la gestación de estas ideas y no perder eltiempo en largas conversaciones de tipo corriente».

    De hecho, Ángela Ruíz Robles no era una mujercorriente. Doña Angelita tenía el semblante férreo cuan-do enfocaba la mirada, pero en su cara nunca se refleja-

    ba la tristeza. Era menuda, pero avanzaba firme en elpaso con la seguridad que le daban una inteligencia enpermanente estado de alerta y una voluntad inquebran-table. Fue siempre extremadamente ordenada, exquisi-tamente metódica y muy coqueta, se recreaba en la elec-ción de su indumentaria, según fuera el dónde y elcómo. «Hay que ir siempre digna», argumentaba.

    Esta maestra nacional recibió muchos premios ycondecoraciones a lo largo de su vida pero, más que

    seducirle las alharacas de los grandes actos o la parafer-nalia de los galardones, Ángela Ruíz era más propensaa disfrutar de la soledad nocturna de su despacho, enla estricta compañía de su máquina de escribir, de laque salieron dieciséis obras. Con cualquier excusacambiaba el ruido de los grandes salones por la metáli-ca melodía de las teclas de su Hispano-Olivetti o los

    largos viajes a exposiciones universales por las tertuliasque organizaba en un rincón de su casa. Leonesa denacimiento, gallega por adopción y devoción, era adic-ta a la naturaleza y sobre todo, necesitaba del mar.

     Ángela Ruíz Robles inventó el libro mecánico, unatlas gramatical y un nuevo método taquigráfico, mo-tivada siempre por un fuerte anhelo pedagógico. Suprincipal preocupación giraba en torno a la infancia ya la enseñanza, «que la humanidad aprenda con el mí-nimo esfuerzo físico e intelectual», «aliviar el aprendi-zaje», «que a las criaturas que traemos al mundo, te-nemos la obligación de ponérselo más fácil», dicenque decía. En uno de los homenajes recibidos, un an-tiguo alumno la definió como «una de esas maestrasde asignatura múltiple y reloj parado, cuando habíaque actuar».

     A esta mujer profundamente religiosa, maestra,empresaria, inventora y madre de tres hijas, no le ha-cían eco las críticas. De forma natural practicó un ma-labarismo social que le permitió conjugar el perfectoequilibrio entre las formas y el fondo, en una sociedadgalvanizada por los rencores enfrentados en una gue-rra. Gracias a su individualismo consiguió no alinearse

    con nada ni nadie, más que con su familia y con suvocación por el noble arte del aprendizaje.

    Ángela Ruíz Robles: la maestra que imaginó los libros del futuro

    Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador,reservado por Dios para inteligencias varoniles;

    nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor,lo que los hombres nos dan hecho.

    Pilar Primo de Rivera, fundadora de la Sección Femenina, en 1942

    ÁNGELA RUÍ Z ROBLES: LA MAESTRA QU E IMAGINÓ LOS LIBROS DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    43/94

    42

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

    Hasta el final de su vida peleó por ver convertidoen realidad su sueño, aun contando con lo que sutiempo, su género y su país le ponían en contra. Pese atodo nunca se abandonó a la frustración y puede afir-marse con contundencia que fue feliz. «¿Se cree com-pensada?», le preguntaron: «Muchísimo. Estoy muysatisfecha de que constantemente se me haya concedi-do más de lo que merezco».

    La letra, con sangre entra 

    Refrán español de ayer, de hoy y de siempre

    «El Miño nace en Fuente Miño, provincia deLugo, pasa por Lugo, Orense y uy y desemboca en el

     Atlántico por La Guardia.» En la España en la que Án-gela Ruíz Robles ejerció de maestra, niños y niñas seaprendían cantando los ríos de España, bajo la mismaletanía con la que recitaban la geografía patria o desen-trañaban la tabla del siete.

    Corrían malos tiempos para el arte de la enseñanzaen un país con una población mayoritariamente anal-fabeta, donde los niños accedían antes al mercado la-boral que a la escuela, si era mucha, que siempre loera, la necesidad. En el caso de las niñas, la gallegaEmilia Pardo Bazán describía, unos años antes de que

     Ángela Ruíz impartiera la docencia, la realidad talcomo la sentía con aquella mítica frase: «La educaciónde la mujer no puede llamarse tal educación sinodoma, pues se propone por fin la obediencia, la pasivi-dad y la sumisión».

    Las escuelas se organizaban en cualquier lugar,reuniera o no condiciones. Los quinqués de petróleo olas lámparas de carburo actuaban como la electricidadque aún tardaría en llegar y los braseros hacían de cale-facción improvisada en aulas en las que se pisaba ensuelos de tierra. Los más afortunados llevaban a claseuna rústica caja de metal o chapa con asas, que sus pa-

    dres les construían. Algo parecido a un cabás, perodonde no se introducían los libros, que eso sería mu-

    cho más tarde, sino unas pocas brasas para calentar lospies y no pasar tanto frío, al menos por un rato.

    En Galicia las distancias eran un obstáculo más,con núcleos de población muy dispersos. Una regiónde caminos llamados corredoiras,  las viejas rutas deunión entre aldeas que durante siglos fueron las arte-rias de las tierras gallegas y por las que circulaban tantovecinos como ganado.

    En la época en que Ángela Ruíz desembarcó enFerrol, las mujeres copaban las profesiones más duras,muchas de ellas en torno a la zona naval. Niñas y ma-yores oficiaban de descargadoras del muelle, cuando laciudad carecía de zona portuaria de atraque y hasta laría navegaban barcazas con personas y mercancías a lasque había que llegar mojándose hasta la cintura para

    después transportarlas a través de una rampa tierraadentro. Las carboneras llegaban a soportar treinta ki-los sobre su cabeza. odas ellas fundaron la Sociedadde Cargadoras y Descargadoras a principios del si-glo . Aquellas mujeres contribuyeron a construir laciudad naval, carreteando toneladas de tierra para le-vantar el dique de La Campana. ambién cargabanfardos las lavanderas, atendiendo sobre todo a servicios

    en los barcos, ropa de cama o mantelería, siendo sumejor cliente la amplia tropa de marinería.

    En torno a las fuentes giraban con estilo propiolas aguadoras que, además de acarrear el agua con laque se abastecía la ciudad, crearon una maraña de re-des que se relacionaba en femenino plural, ya que di-fundían noticias, ideas y pensamientos allá por dondecirculaban, que era por todas partes. Eran las primeras

    en acudir a apagar los fuegos, con las sellas de maderafirmadas con sus iniciales sobre la cabeza. Su oficio yla tradición se extinguieron en 1922, con la traídamunicipal del agua potable y la instalación del alcan-tarillado.

     Aunque ya había impartido clases en su León na-tal, donde fue nombrada maestra directora de la escue-

    la de Gordón, el primer destino oficial de Ángela RuízRobles tras aprobar las oposiciones a maestra nacional

    ÁNGELA R UÍ Z ROBLES Y LA INVENCIÓN DE L LIBRO MECÁNICO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    44/94

    43

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

    fue en Santa Uxía de Mandía (Ferrol), en 1918. Al de- jar la parroquia ferrolana, dieciséis años después, Án-gela Ruíz se llevó, entre la mucha experiencia forjadaen vivencias de todo tipo, dos recuerdos bien disparesde la aldea, las amonestaciones del alcalde por tener laosadía de montar a caballo en aquellos tiempos, a hor-cajadas sobre un jamelgo no parecía la más decorosade las posturas para nada menos que la maestra, y elprimer reconocimiento oficial de su carrera, el que ledispensaron la Junta Local y autoridades, a petición desus convecinos. Una distinción especial otorgada uná-nimemente por sus indiscutibles méritos y en agrade-cimiento a su dedicación y atención altruista al pue-blo, «a quien visitaba con frecuencia después de lashoras de clase y por poner lecciones a domicilio desin-teresadamente sin percibir remuneración».

    Cincuenta años después de que la ferrolana Con-cepción Arenal se disfrazara de hombre para poder en-trar en la universidad, las escuelas españolas seguíansiendo unitarias, diferenciándose la educación por se-xos, y un maestro ejercía sobre los niños y una maestrasobre las niñas. Era la única clasificación que se aplica-ba a la educación, ya que en cuestión de formación lasedades se confundían en el bien común de una solaclase y, en lo que respecta al método, los ejercicios serepartían por niveles en la pizarra mientras se formabauna cola para leer de uno en uno un único libro, quebien podía ser Rayas, Catón o Enciclopedia , en su gradoelemental o medio. En lo referente a horarios, por lamañana se daban las materias y por la tarde los niñoslas cantaban, mientras las niñas, además de recitar ríos,montañas, tablas de multiplicar o el ineludible catecis-mo, hacían a la vez costura, asignatura también deno-

    minada «sus labores». No se estudiaban idiomas a noser que se accediera a la educación superior, donde seempezaba a hablar en francés y latín.

    En 1934 Ángela Ruíz Robles es nombrada gerentede la Escuela Nacional de Niñas en el Hospicio de Fe-rrol, institución que desde su creación en 1852 aten-día a niños y niñas abandonados. La formación iba

    dirigida a su integración en la sociedad, con enseñanzaprimaria, preparación musical y otros oficios, encami-

    nados a las necesidades de empleo en los astilleros o enlas obras municipales.

    Ese año quedó marcado para la maestra por unoshechos que le pasarían factura dos años después, y quemotivaron los cargos en una denuncia que ella descri-biría como «la mayor ofensa que recibí en mi vida». Araíz de una suscripción de cincuenta céntimos men-suales para un fondo de ayuda a las familias de losmaestros presos en la revolución de octubre de 1934en Asturias, la Comisión Depuradora del Magisteriode La Coruña (sic ) le abre en 1936 un expediente dedepuración.

    En su descargo presenta multitud de declaracionesa su favor y en nombre propio argumenta que « […]sólo creí practicar una obra de caridad cristiana, […]

    no me pareció que fuese nada malo el atender a losniños». ras la investigación pertinente, el expedientese resuelve y archiva en 1941 por la Comisión Supe-rior Dictaminadora de Expedientes de Depuración,con la confirmación de la profesora en su cargo y la noratificación de la propuesta de sanción de un mes deempleo y sueldo.

    En 1940 escribe sus dos primeros libros, dedica-dos a la ortografía. Al año siguiente publica tres más,uno sobre gramática y dos sobre taquigrafía, en la quese centró para inventar un método taquigráfico nuevo,que «sobrepasaba con facilidad grandes velocidades enla escritura y traducción», como ella lo explicaba. «Lataquigrafía radiografía la palabra rápidamente, su con-dición de arte ciencia es el álgebra de las letras, comoel álgebra es la taquigrafía de los números», afirmaba.

    La propuesta incluía un diseño de máquina de ta-quimecanografía con un nuevo sistema de signos y ca-racteres, más sencillo, basado en las «vocales martinia-nas» y que bien podía implementarse en cualquieridioma. Las múltiples lenguas, otra de las obsesionesde Ángela Ruíz. Si por la maestra fuera, y con el únicofin de facilitar el aprendizaje, solo existiría un idioma

    en el mundo, de ahí sus devaneos con el esperanto,que no fructificaron por la «mala prensa» que este

    ÁNGELA RUÍ Z ROBLES: LA MAESTRA QU E IMAGINÓ LOS LIBROS DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    45/94

    44

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

    idioma, construido de forma artificial a partir del estu-dio de lenguas naturales, tuvo tras la Guerra Civil.Utilizado por socialistas, comunistas, movimientosobreros y, sobre todo, anarquistas, tras la contienda es-tuvo muy mal visto por las autoridades. Ángela Ruízencontró en el esperanto una herramienta más parasimplificar las cosas. Al tener que abandonar la idea deutilizarlo como instrumento de aprendizaje, la profe-sora se decantó por añadir el inglés y el francés a todossus inventos, ideas y métodos.

    Dos, tres y hasta cuatro libros por año hasta llegara los dieciséis. Entre su prolífica obra destaca otro desus inventos, el Atlas Gramatical , un innovador desple-gable dividido en unidades didácticas separadas, resú-menes sinópticos, enlaces sistemáticos unidos concep-tualmente en torno a la gramática. Un poco más allá

    iba el  Atlas Científico Gramatical , con la ambiciosapretensión de relacionar ortografía, morfología, foné-tica o sintaxis de la lengua española con la geografíadel país, «de una facilidad asombrosa para que los ex-tranjeros aprendan el idioma español a la vez que co-nocen la geografía de España», argumentaba. Ambosmapas estaban diseñados en impresión policolor y fue-ron admitidos por la RAE y por el Ministerio de Edu-cación, ya que cumplían a la perfección aquellos de-cretos que mandaban reducir y descongestionar elcontenido de las materias, conceptos que Ángela Ruízenraizaba por convicción en la base de todos sus plan-teamientos.

    La aleación entre sus dos vocaciones, pedagogía ylabor social, fue sin duda la principal motivación paraque en 1947 le fuera concedida la Cruz de Alfonso X

    el Sabio, en reconocimiento a su carrera profesional, yque le fue impuesta por el alcalde de Ferrol, AlcántaraRocafort, en nombre del ministro de Educación Na-cional. Pero doña Angelita, como la conocían en Fe-rrol, donde era ya una institución, por aquel entoncessolo estaba a mitad de recorrido de su larga carrera. Enel Instituto Ibáñez Martín, donde estuvo dando clasedesde 1945 hasta su jubilación, compaginaba la edi-

    ción de sus obras con las clases nocturnas que dabagratuitamente en la escuela obrera. En plena posguerra

    fundó la Academia Elmaca, nombre que debe a sustres hijas, Elena, Elvira y María del Carmen, y que sur-gió de la idea de formar a los jóvenes que quedaron sintrabajo tras la guerra para que pudieran reengancharseen la puesta en marcha de empresas emergentes comolo sería después Bazán.

    ras hacer lo que hoy llamaríamos un estudio demercado, aunó necesidades laborales y formación, ins-truyendo a hombres y mujeres para acceder a oposi-ciones de todo tipo, facilitándoles los estudios que lesproporcionaran el acceso a las empresas que reflotabanen la zona o preparándoles para los exámenes de ingre-so a escuelas superiores. Como única ayuda tenía alcapitán de artillería Ignacio Cabezón Leira, al quepuso al frente de la gerencia y que también impartíaclases. Las estadísticas de aprobados en oposiciones lle-

    varon durante años su sello. «Felicitación merecida a laseñora Ruíz Robles. Con tres meses de preparaciónhan aprobado con éxito los alumnos que están actuan-do en las oposiciones para el Cuerpo de Aduanas enMadrid, siendo digno de elogiar que jamás han repro-bado a ninguno de sus alumnos habiendo obtenidobrillantes calificaciones en Escuelas de Altos EstudiosMercantiles, oposiciones y demás. Deseamos que sigaen sus triunfos la señora Ruíz Robles, para bien de laenseñanza y por tanto de la Patria», publica el CorreoGallego, en los años cuarenta.

    Mientras, en un rincón de la academia, situada ensu vivienda de la calle Real, Ángela Ruíz organizabatertulias que versaban sobre todo tipo de temas, ya quebien podían girar en torno a un buen libro de poesía,de la que era muy aficionada, como a la logística del

    difícil discurrir de la vida en general. Un día se desme-nuzaba la obra de Jacinto Benavente y otro se organi-zaba la distribución de la leche que desde kilómetrostraían las aldeanas en sus calderetas, o cómo repartir elpescado fresco entre las familias, en aquella época en laque se conservaba en hielo lo que años más tarde bas-taría con guardar en frigoríficos. Militares, frailes,monjas, vecinos y pueblo llano mezclaban en aquel

    ambiente sus cuitas. Allí traducía al papel, en su exce-lente caligrafía, las emociones de las familias de aque-

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    46/94

    45

    llos que emigraron más allá del mar de Ferrol, reco-giendo su voz, en lectura de ida y vuelta, las esperanzaspara aquellos que con menos suerte que ella no goza-ban del placer de leer ni escribir.

    Por las noches escribía, cuando la casa quedaba ensilencio y solo se oía el repiqueteo de las teclas de sumáquina de escribir. «¿Una buena inventora puede seral mismo tiempo una buena ama de casa?», le preguntóun periodista en 1958. «Sí, sí. Pero es necesario que lossirvientes o personas que le rodean no la obliguen aconversaciones amplias de cosas de tipo corriente. Elsilencio es imprescindible, pues facilita la gestación deesas ideas, que luego favorecen el progreso del mundo.»

     Y es que Ángela Ruíz no era dada a las costumbresmundanas de la época. No jugaba a las cartas, no to-

    maba cafés, no daba paseos de ida y vuelta por la calleReal, en la que se empezaban a abrir los principalescomercios y los salones de té, y donde iban a desem-bocar el Casino y el Palacio de Capitanía. No le hacíafalta más que asomarse al portal de su casa, situada enel número 120 de la concurrida avenida, para ver pa-sar a todo Ferrol. Los grandes balcones en galería desu domicilio se abrían de par en par en Semana Santapara que todo aquel que quisiera pudiera ver en pri-mera fila las procesiones de La Dolorosa y san Juan, eldesfile de bandas militares que acompañaban a las co-fradías de Nuestra Señora de la Merced o el SantísimoCristo Redentor, escoltados por el general gobernadory su engalanado Estado Mayor, marineros, autorida-des y pueblo llano, largas mantillas negras sobre infi-nitas peinetas, estirados chaqués y mucho ruido desables. Con delicado esmero y mucha fe preparaba

    cada año los pétalos de rosa que tiraban desde la bal-conada al paso de las vírgenes, los cristos y los santosen el Corpus.

    No escuchaba esa radio en la que Avecrem llamabaa la puerta en el concurso que Joaquín Soler Serranoconducía los viernes en la cadena SER; no lloraba to-dos los días a las cinco con Juana Ginzo, que ponía voz

    en Radio Madrid a la trágica historia de Rosa Alcázar,más conocida como la Ama Rosa del famoso serial, ni

    reía con la saga de los Porretas, ni esperaba con avidezlos consejos de Elena Francis. ampoco pasaba los fi-nes de semana viendo en televisión cómo Joaquín Praty Laura Valenzuela presentaban espectaculares galas enblanco y negro la noche de los sábados, ni veía ganar alReal Madrid, otra vez campeón de Europa, ni asistióensimismada a la boda de Fabiola y Balduino.

    No frecuentaba el teatro Jofre para ver las últimaszarzuelas, pero sí el Casino, del que fue socio su mari-do y en el que, durante muchos años, las mujeres soloentraban para asistir a bailes de Navidad, puestas delargo o recibimientos especiales a escuadras del extran-

     jero. Aunque asistía a los actos sociales, a ella le atraíanmás aquellas primeras tertulias que marcaron la entra-da de la mujer en las actividades del centro, los foros ylas conferencias. Para recargar energía, y como su más

    conocido hobby , visitaba la naturaleza y se adentrabaen el frío mar del norte desde las playas de San Jorge oCobas.

    Lo que más le interesaba a Ángela Ruíz Robles erael aprendizaje de las cosas. Y la manera de transmitirese conocimiento. A pesar del refranero, «La letra consangre entra y la labor con dolor», o «Libro con muchafoto, bueno para entretener; libro con mucha letra,bueno para leer», la maestra Ángela Ruíz se empeñósiempre en intentar cambiar las normas establecidaspara mejorar la educación infantil, apoyando su in-conformismo bajo la firme creencia de que «venimos aeste mundo no solo a vivir nuestra vida lo más cómo-do y mejor, sino a preocuparse de los demás, para quepuedan beneficiarse de algo ofrecido por nosotros».

    Cuando esto decía, en quien en realidad pensaba Ángela Ruíz era en los niños a los que enseñaba. Si lesveía pálidos, les preguntaba si habían desayunado y lespreparaba leche en polvo «de los americanos» antes deempezar la clase. Se desesperaba cuando venían enfer-mos, cuando les dolía la espalda, cuando no veían bienlas letras. «Si no se encuentran bien de cuerpo, no asi-milan», decía. «enemos la obligación ya que los trae-

    mos a este mundo, de hacerles la vida más fácil», repe-tía constantemente.

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    47/94

    46

     Así que se empeñó en hacerle a su alumnado laenseñanza, y la vida, más razonables. La idea del libromecánico le llegó estando de directora en el InstitutoIbáñez Martín, « […] habiendo excesiva matrícula yquedando alumnos sin ingresar, comencé a sentir lanecesidad de un medio o fórmula con el que se consi-guiera el máximo rendimiento de profesores y alum-nos con el mínimo esfuerzo». enía claro que el princi-pal protagonista era el niño —cada niño, que era

    distinto y necesitaba de formación personalizada— yno el profesor y un único libro editado en algún lugarmuy lejano a ellos. Pensó en que, para aprender, mejorque recitar y memorizar sería pensar y razonar y porello ideó una manera de enseñar que fuera de lo cono-cido a lo desconocido, de lo fácil a lo difícil y no alcontrario. Se le ocurrió que para los problemas de es-palda derivados del peso de las carteras debía inventar

    libros más ligeros y que se pudieran leer en el pupitre,tanto en vertical como en horizontal.

    Preocupada por los que no veían bien y se agacha-ban mucho sobre el cuaderno, le llegó la idea de laslentes de aumento, que a ella misma le vendrían bien—al forzar demasiado la vista había tenido que seroperada—, y meditó sobre la manera de levantar loslibros para no dañar la postura y poder leer sin gafas.Incluso se le ocurrió incorporar la luz, para poder leeren la oscuridad. Y pensó, como era su costumbre, enlo práctico, en lo visual, en pintar muchos dibujos quemotivaran al alumno. Siempre tuvo en mente la im-portancia de los idiomas y creía que era importanteque los niños y niñas los aprendieran de pequeños,porque así les sería más fácil. Y así las cosas nació el li-bro mecánico, que patentó en 1949 bajo licencia

    190698, « […] reconociendo las conveniencias de laenseñanza intuitiva, amena, y ver las ventajas extraor-dinarias de la presentación real de las cosas para condeleite y agrado conseguir el máximo de conocimien-tos con el mínimo de esfuerzo».

    Con ese estilo grandilocuente con el que ÁngelaRuíz defendía aquello en lo que creía, declaraba en re-

    lación a su libro mecánico: «La enseñanza es deporti-va, desarrolla amor al estudio por su forma amena, in-

    tuitiva, práctica y atrayente, para que el propio niñoforme sus lecciones, viva esa alegría de la ciencia y veaque el estudio es el instrumento más poderoso de suvida, despertando interés a investigar y relacionar lasideas que es la base de toda sólida cultura».

    «Con la correcta y agradable belleza visual deltema ante los ojos facilitan con claridad y rapidez eltrabajo autodidáctico a profesores y alumnos, ahorran

    energías intelectuales y físicas, y su peso favorece y re-duce el espacio. El estudio es más fácil, porque todo loque se nos presenta ante nuestros ojos tiene muchomás poder, es mucho más potente que la palabra ha-blada», insistía.

    Con este nuevo método, «ideovisual», la maestradoña Angelita pretendía que el niño jugara con su pro-

    pio aprendizaje, que aprender dejara de ser un castigoy que se convirtiera en algo divertido, ameno, prácti-co, fácil, e innovador. Y para ello ideó en su primerapatente de 1949 unos libros mecánicos didácticos, in-teractivos, de cualquier material existente que hicierafactible el que no pesara más de cuarenta gramos, pa-pel terso, cartulina, plexiglás, con formas que el niñoidentificara, el mediano de Los tres cerditos, el flautista,una planta o un mecano, «cualquier figura de los tresreinos de la naturaleza», donde se fueran pasando ma-terias con solo pulsar o desplegar, con tantos pulsado-res como partes, lecciones o temas tenga la obra, ela-borando el mecanismo para que se pudieran resaltardeterminados textos dentro y como partes del todo,pero relacionándolos entre sí, —lo que hoy se denomi-nan hipertextos— y con un sistema de palancas paraelevar las diferentes páginas. En la patente añadió la

    posible propiedad de la luz («con fósforo o similar») yla de aumento. Y tuvo en cuenta la posición perpendi-cular, «y por tanto la postura del cuerpo es natural,aunque el libro puede acostarse sobre la mesa en la po-sición actual», reza la patente.

     A partir de ahí empieza a mover sus ideas por dis-tintos escenarios. Se esfuerza en acudir a concursos,

    exposiciones universales, foros, conferencias… Leotorgan premios, medallas, distinciones… La reciben

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    48/94

    47

    autoridades y la reclaman en el extranjero, incluso conla intención de comprarle la patente. Envía miles decartas, a todo aquel a quien pudiera acudir para llevara cabo su idea, sin arredrarse ni escatimar en posiblesinterlocutores, como muestra que incluyera en su mul-titudinario mailing  al general Franco. Realiza entrevis-tas y aparece en publicaciones. Mientras tanto, va ma-quinando la idea de un soporte con poco peso que décabida y en el que puedan intercambiarse sus libros del

    futuro, un libro mecánico similar a un cabás que cobi- jara muchas materias en muy poco espacio. Y pideayuda para fabricarlo a sus amigos militares de Ferrol.Lo empezaba a llamar enciclopedia mecánica.

    «¿Qué importancia da usted a su enciclopediadentro de la historia de la pedagogía nacional?», le pre-guntaron en 1958. «Pues con ella se logrará una nueva

    fase en el proceso de la enseñanza.»

    Pero en aquella España, y en materia educativa,del dicho al hecho había demasiado trecho. «Si losmuertos resucitaran» —decía con frecuencia ÁngelaRuíz— «verían los avances en teléfonos, en que ya notardamos 24 horas en llegar hasta Madrid, en los tele-visores… se darían cuenta del paso del tiempo, pero si

    miran hacia la Enseñanza, pensarían que no había pa-sado el tiempo, o que se equivocaron de siglo y quecontinuábamos como en la Edad Media».

    Una botadura en Ferrol es algo más que toda esa escenografíaque cautiva las miradas y aturde los sentidos. Una botadura en

    El Ferrol es, sobre todo, la culminación de una vasta ycompleja tarea de laboriosidad que abarca a nueve millares de

    hombres, desde los ingenieros-directores hasta los más humildescarpinteros de ribera, que trabajan en este mundo de oficinas,

    salas de gálibos, talleres, factorías, diques y muelles queintegran el arsenal y el astillero ferrolano. Pues por detrás del

    bullicio, de la oriflama y de la música, de las sirenas de labotella estrellada contra la roda y del majestuoso deslizamientohacia el mar, alienta en el corazón de la ciudad el esforzado y

    tenaz espíritu de un pueblo secularmente coforjador de la grandeza de España.

    Diario ABC, 11 de octubre de 1962

    Fue en el Parque de Artillería de Ferrol, «cuna delas grandezas de nuestro poder naval y orgullo de laciudad», según reza la prensa de la época, donde seconstruyó el prototipo de enciclopedia mecánica, bajolas órdenes del general de División excelentísimo se-ñor don Constantino Lobo Montero, a la sazón alcal-de honorario de la ciudad, quien a pesar de tratarse deun proyecto civil, no opuso demasiada resistenciapara dejarse convencer por doña Angelita, una mujer

    que si la situación lo requería, podía llegar a ser «dearmas tomar».

    Cuentan que en una de las visitas a los astillerospara supervisar los trabajos de construcción del proto-tipo, se le ofreció a doña Ángela un capitán para acom-pañarla en la inspección. «Si no viene el general, no sepreocupe, que ya puedo ir yo sola», le espetó Ángela

    Ruíz al atribulado soldado, con el aplomo de quiencirculaba por aquel mundo con la seguridad y confian-za que le daba el perfecto control del medio. No envano, su marido ofició de marino mercante y, pese aque la muerte se lo llevó precipitadamente, robándoleun tiempo que le suele conceder a la mayoría, dejó a laviuda en herencia tres hijas y las relaciones necesariaspara moverse como pez en el agua en aquel Ferrol quecantaba las glorias de las marinas de guerra y mercantede España.

    La ciudad en la que se maquinó la enciclopediamecánica, al amparo de los astilleros, inaugura un pe-riodo de expansión basado en el monocultivo industrialde la construcción naval, sorteando las sucesivas crisiseconómicas por la demanda internacional de buques degran tonelaje que allí se fabricaban. Los operarios y téc-

    nicos ingleses que recalaron en El Arsenal a principiosdel siglo implantaron nuevos hábitos, inoculando ala sociedad ferrolana el deporte del fútbol tan ferviente-mente que, décadas más tarde, proliferaban como enningún otro lugar los equipos de balompié.

    Como alcalde gobernaba en aquella etapa la ciu-dad don José María López Ramón, militar ilustrado,

    cronista y articulista, vecino de Gonzalo orrente Ba-llester en la calle Gravina. Pasó a la hemeroteca por ser

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    49/94

    48

    el regidor que suministró de agua a la ciudad desde elembalse de As Forcadas. Durante su mandato, este al-calde inauguró el último tramo de ferrocarril de víaestrecha, de la Costa de Mera a Ferrol y se preocupóespecialmente por los problemas de la emigración, tanarraigados en la región y en la provincia.

     Aquel único prototipo de enciclopedia mecánicase construyó en bronce, aunque Ángela Ruíz ya tenía

    previsto en sus planes aligerar el artilugio con materia-les menos pesados como el plástico y el nailon, queresultaba mucho más fuerte que el aluminio, y le dota-ba de mayor resistencia. Los materiales del futuro re-solvían la obsesión por el peso de las carteras de lamaestra, estipulándolo según sus cálculos en no másde cuarenta gramos por libro mecánico.

     Ángela Ruíz Robles justificaba de esta manera suenciclopedia mecánica en una de sus muchas presenta-ciones: «Para escribir tenemos máquina, para ver tele-visor, para hablar teléfonos y tantos otros ingenios queel hombre ha hecho. Los estudios reclaman esta co-rriente mecánica para que los lleve paralelos con el rit-mo acelerado de la evolución técnica universal. Notiene páginas, tiene materias, que van en bobinascomo máquinas de fotografiar o el mismo cine y esaspueden ser igual en japonés, que chino, que ruso, quefrancés o italiano. Puede llevar sonoridad, tiene la po-sibilidad del cristal aumentado y las piezas son inter-cambiables. Y todo, queda del tamaño de un libro co-rriente y de facilísimo manejo».

    La prensa de los años sesenta, época en la que sepresentó el prototipo, tradujo de sus palabras que el

    invento «rozaba el mundo de la abstracción». Argu-mento que algunos esgrimían sin duda para suplir esacarencia de facultades que les impedía entender aquelartefacto, mediando la elaboración de otra explicaciónmás lógica.

    Según la patente de invención N.º 190698, conce-dida en el año 1949 a favor de doña Ángela Ruíz Ro-

    bles, el procedimiento mecánico, eléctrico y a presiónde aire para lectura de libros reivindicaba entre otras

    muchas cosas «ver las ventajas extraordinarias de lapresentación real de las cosas, para con deleite y agra-do conseguir el máximo de conocimientos con un mí-nimo de esfuerzo, es por lo que apliqué mis facultadesintelectuales a la labor de ingeniar o inventar la mane-ra de que el libro participase de las admirables ventajasque estas materias proporcionan, reconociendo lo ve-loz del vivir y actuar en todos los órdenes».

    En la patente N.º 276346 registrada en 1962:«[…] esta memoria corresponde a la descripción de unaparato que permite efectuar lecturas de diversos te-mas, prácticamente sin limitación, constituyendo elconjunto de la invención una auténtica enciclopediamecánica, y permitiendo la realización de ejercicios di-versos de orden pedagógico o de otra naturaleza».

    En las memorias descriptivas Ángela Ruíz mezclaletras y números, abecedarios y algoritmos, en precur-sora alquimia. Conjuga electricidad con cristalesirrompibles. La goma elástica y el plexiglás dan cobijoal papel terso. Placas de cobre, láminas transparentes,pletinas, pulsadores y tornillos encajan con bobinas,palancas, arandelas, muelles o hilos de rosca, soñandola posibilidad de incorporar la sonoridad o la lumino-sidad, con fósforo o similar, o lentes de aumento,como una pantalla de cine o televisión —aducía—adelantándose, quizá con cierta nostalgia del futuro, ala tecnología que aplicada a la enseñanza de las cosas sedesarrollaría cincuenta años más tarde.

     Ángela Ruíz exprimió la técnica de la que dispusoaplicada a un fin, como explica en sus patentes, elde reconocer «las conveniencias de la enseñanza intui-

    tiva, amena y para aprovechar con rapidez los mo-mentos que la atención pueda estar fija hacia puntodeterminado, recibiendo y aprovechando productos,evitando y aminorando las fatigas intelectuales queocasiona a las facultades mentales tenerlas en activi-dad largo tiempo».

    «Como observará, mi enciclopedia es totalmente

    distinta a las demás», comenta en una entrevista al dia-rio Pueblo, en 1958. «Constituye una revolución en el

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    50/94

    49

    formato y en todo lo conocido hasta ahora. Es una no-vedad pedagógica que ha causado honda impresión enquienes la conocen en España y en el extranjero. Y creaque no es cara. Resulta más económica que cualquierade las conocidas.»

     Y es que una vez presentado el prototipo, ÁngelaRuíz Robles inicia un nuevo peregrinaje por España yel mundo para dar a conocer su invento, convencien-

    do en forma de premios y reconocimientos que se su-man a los ya obtenidos.

    Durante alguna de las exposiciones fuera de Espa-ña, firmas extranjeras se interesaron por la patente,pero Ángela Ruíz se negó en rotundo a que el inventosaliera fuera de su país, merced a su ferviente y sinceropatriotismo y a que no le sedujera en absoluto la idea

    de vivir fuera del pequeño entorno de su querido Fe-rrol. « […] que yo sepa no existen antecedentes. Y estome inclina a afirmarlo las diversas exposiciones univer-sales a las que he asistido y en las cuales no he podidover nada parecido. Es más, firmas extranjeras se haninteresado por la compra de mi patente, pero mi deseoes que sea España la que pueda beneficiarse de mi tra-bajo», afirmaba en 1958.

    ras la Cruz de Alfonso X el Sabio, en reconoci-miento a su carrera profesional, recibió en cascadamultitud de medallas a la invención, tanto en organis-mos internacionales como nacionales, entre ellas lamedalla de plata en la exposición de inventos de Bru-selas o la medalla de oro en la exposición nacional deinventores españoles. Expuso en ciudades y pueblospor todo el país, dio charlas y conferencias y se le asig-

    naron importantes cargos y jefaturas, tanto en su laborcomo inventora como en su faceta pedagógica.

    La maestra inventora se carteó con personalidadesde todo tipo, desde el premio nobel Jacinto Benaventea periodistas de renombre como Carmen Payá, quienle cede un capítulo en su libro Una mujer triunfa , pa-sando por ministros como Alberto Ullastres, quien en

    acuse de recibo añade extraoficialmente en letra ma-nuscrita «me interesaré por la enciclopedia ante el mi-

    nistro de Educación», y directores generales de Educa-ción, como Romualdo de oledo, que le dedica estaspalabras por escrito, fechadas en 1946: «He visto conplacer el ingenioso trabajo realizado por usted para en-señar de un modo agradable las reglas ortográficas, in-tercalando entre ellas para hacerlas agradables, poesías,narraciones y locuras interesantes. Los niños y adultosde habla española le deben gratitud por sus esfuerzos,y espero que, además del placer de prestar un buen

    servicio a los escolares, el éxito editorial compensarásus desvelos».

     Y convenció pero no venció, ni a la realidad de suépoca, ni a la de su país, ni a la realidad tecnológicaque aún estaba por llegar. En el devenir pudo hacerfrente con relativo éxito a su peor partida, sorteandohábilmente las cartas que le tocaron en suerte por su

    condición de mujer, viuda y madre. Y el transcurso delos años no aminoró ni su inteligencia activa, ni suarrolladora fuerza de voluntad, sustentada en el abso-luto convencimiento, y a pesar de la resignación dequien se sabe actuar en solitario, de lo genial y benefi-cioso de su idea.

    Hasta los últimos años de vida Ángela Ruíz Roblesintentó que su proyecto saliera adelante. Una vez jubi-lada de todos sus cargos se traslada a Madrid, «ofreceun más amplio campo de acción», y en 1971 realizaun proyecto de fabricación de la enciclopedia desde elInstituto écnico de Especialidades en Mecánica Apli-cada. En este último intento por plasmar sus ideas enrealidad, Ángela Ruíz cambia los materiales inicialespor plástico con tipos autoadhesibles, para simplificary abaratar el producto final, que saldría al módico pre-

    cio de 75 pesetas la unidad y que no pesaría más de150 gramos. Su nieto recuerda el periplo por las ofici-nas de las editoriales acompañando a la abuela que,según cuentan, se bandeaba muy bien sola. Se emplea-ba a fondo sobre todo en el Ministerio de Educación,donde conocía ya a todo el mundo. Allí, una y otravez, los inspectores le decían: «Pero Doña Ángela,cómo pretende que en algo tan pequeño puedan en-

    trar todas las asignaturas, no se da cuenta que losmaestros no lo van a entender». «Pero que es esto de

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    51/94

    50

    desprestigiar a los maestros», se desgañitaba la profeso-ra, «no lo entenderán ustedes».

    De despacho en despacho y de empresa en empre-sa: «Hace falta una industria sin que sea muy grandeque se encargue de la cuestión negocio, que eso yo nolo sé hacer ni lo entiendo, lo demás está todo hecho,todas las aprobaciones oficiales, los permisos…», argu-mentaba una y otra vez Ángela Ruíz.

     Ángela Ruíz Robles nació en Villamanín, León, en1895. Vivió una monarquía, dos dictaduras, una repú-blica y una guerra civil. Murió en Ferrol, el 27 de oc-tubre de 1975, a las puertas de la democracia, sin vercumplido su sueño, que fue también su causa. Antesde irse dejó dicho, bien claro y en repetidas ocasioneslo siguiente: «Después de muerta, que me dejen tran-

    quila».

    Epílogo

    Lo que me ha permitido llevar a cabo este proyectoes estar en el sitio correcto en el momento adecuado,

    al igual que le ocurre a los inventores con sus inventos.

    De alguna manera yo había previsto lo que ibaa ocurrir con la Red treinta años después.

    Michael Hart, creador del libro electrónico,entrevista al diario Te Guardian en 2002

    En 1876 Tomas Edison inventa el fonógrafo. Casiveinte años antes, en 1857, el francés Edouard León

    Scott de Martinville patentó un aparato, el fonoautó-grafo, que permitía grabar una vibración sonora en unmedio visible, una cinta de papel, aunque era incapazde reproducirlo después. Graham Bell patentó el telé-fono en 1871, aunque el aparato ya había sido desa-rrollado anteriormente por Antonio Meucci, que lollamó teletrófono, siendo reconocido como su inven-tor en 2002. El italiano instaló un dispositivo entre elsótano de su casa en Staten Island (Nueva York), don-de tenía instalada su oficina, y la habitación de su mu-

     jer, aquejada de reumatismo, situada en la primeraplanta.

    En 1887, el alemán Emile Berliner, tras indepen-dizarse de Graham Bell, en cuyos laboratorios trabaja-ba, inventa el gramófono, tras trazar un surco sobre lasuperficie del plato al que no dio importancia Edison.Una vez lacado, trasladó sobre él una aguja que dabavueltas. A aquel plato lo llamó disco. Berliner preconi-

    zó el micrófono, palabra que Charles Wheatstone uti-liza por primera vez en 1827, para describir un dispo-sitivo acústico diseñado para amplificar sonidosdébiles. El primer micrófono con contrastes de carbónlo inventó David Edward Hughes en 1878, a pesar deque tampoco él llegó el primero, porque el teléfono deBell ya empleaba un dispositivo similar.

    En 1891 Edison patentaba el kinetoscopio, unamáquina que «podría hacer para los ojos aquello que elfonógrafo hace para los oídos». Aunque, de hecho, fuesu ayudante William K. L. Dickson quien hizo reali-dad una primera y rudimentaria imagen con sonido,en 1889. El 13 de febrero de 1894 los hermanos Lu-miére patentaban el cinematógrafo, que no vislumbra-ron como fábrica de sueños sino como máquina dehacer dinero fácil. El aparato les reportó un negociorentable, pero tras afirmar que «el cine es una inven-ción sin futuro», abandonaron todo atisbo de produc-ción cinematográfica. Unos años después, a principiosdel siglo , se ponían los cimientos, en un suburbiode Los Ángeles de 5000 habitantes llamado Ho-llywood, de lo que serían los grandes estudios de cine,industria que hoy mueve millones de dólares. Aquellosempresarios acusados de piratas huían hacia la Costa

    Oeste de los abogados de Edison, que defendían acapa y espada las condiciones de uso a los licenciata-rios de sus patentes, en las que se escudaban para pro-teger sus impenetrables monopolios.

    Las primeras emisiones públicas de televisión lasefectúa la BBC en Inglaterra en 1927. Antes de aquelmomento ya se habían expuesto diversas soluciones

    mecánicas, como el disco de Nipkow de 1884 o el ico-noscopio, basado en el principio de emisión fotoeléc-

    ÁNGELA  R UÍ Z  ROBLES Y LA   INVENCIÓN  DE L LIBRO  MECÁNICO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    52/94

    51

    trica, considerado el antecesor de las cámaras de televi-sión e introducido en la historia por un grupo deinvestigadores liderados por Vladimir Zworykin en1936. En 1937 comenzaron las primeras transmisio-nes regulares de televisión electrónica en Francia yReino Unido.

    En 1856 nace, en lo que fue el imperio austrohún-garo, Nikola esla, para algunos el mayor inventor delsiglo , científico al que debemos el uso práctico de laelectricidad y que, aparte de su trabajo en ingenieríaelectromecánica, contribuyó al desarrollo de la robóti-ca, el control remoto, el radar, las ciencias de la com-putación, la balística, la física nuclear y la física teóri-ca. Rivalizó con Edison en la llamada «guerra de lascorrientes» y vivió los últimos años de su vida obsesio-nado con el proceso judicial que entabló con Marconi

    por la patente de la radio. esla decía haber construidoel primer radiotransmisor al menos quince años antesque el italiano. En 1943, meses después de la muertede esla, el ribunal Supremo de los Estados Unidosdictaminó que la patente relativa a la radio era legíti-mamente propiedad del científico de origen serbio,acreditándolo como inventor de esta. Pero las basesteóricas de la propagación de ondas electromagnéticas

    fueron descritas por primera vez por James ClerkMaxwell en un documento dirigido a la Royal Societyen 1865. Veinte años después, el físico alemán Hein-rich Rudolf Hertz descubría, reformulando las ecua-ciones de Maxwell, la forma de producir y detectarondas de radio, desde entonces apellidadas tambiéncomo ondas hertzianas.

    «El científico no busca un resultado inmediato.No busca que sus ideas avanzadas sean fácilmenteaceptadas. Su deber es sentar las bases para los quevendrán, señalar el camino», dijo esla. «Cualquierpersona, en mar o en tierra, con un aparato sencillo ybarato que cabe en un bolsillo, podría recibir noticiasde cualquier parte del mundo o mensajes particularesdestinados solo al portador; la ierra se asemejaría a

    un inconmensurable cerebro, capaz de emitir una res-puesta desde cualquier punto.»

    ¿Estaba esla marcando el camino a los teléfonosinteligentes, soñando los sms,  adelantando e-mails   oimaginándose la ineludible aplicación whatsaap, mien-tras hacía disfrutar a los atónitos neoyorkinos ante lademostración pública del primer dispositivo que pormando a distancia hacía navegar un pequeño barco enel Madison Square Garden?

    En 1946 se construye en la Universidad de Penn-

    sylvania la Electronic Numerical Integrator and Cal-culator, la primera computadora. En 1950 surgen losmagnetófonos para uso en el hogar que grababan conregistro mecánico patentado en 1927. En 1959 llega aEspaña el primer ordenador, que ocupaba varias habi-taciones. En 1963 se inventa el casete compacto. No eshasta 1978 cuando surge el primer sistema óptico degrabación y reproducción Laserdisc analógico, y dos

    años más tarde se crean los Walkman y las grabadorasportátiles. En 1981 se comercializan los primeros or-denadores personales, IBM-PC y Apple II, y en 1990llegan a las aulas españolas.

    En 1949 Ángela Ruíz Robles patenta en España ellibro mecánico, procedimiento mecánico, eléctrico y apresión de aire para lectura de libros. En 1962 registrauna segunda patente, «aparato para lecturas y ejerci-cios diversos». Ella misma explica la tosca estructurade la enciclopedia mecánica mucho antes de formali-zar su segunda patente y antes de ver materializadassus ideas sólo parcialmente. «Esta consta de dos partes.En la de la izquierda lleva una serie de abecedarios au-tomáticos, en todos los idiomas; con una ligerísimapresión sobre el pulsador se presentan las letras que sedeseen, formando palabras y frases. En la parte supe-

    rior de los abecedarios lleva a la derecha una bobinacon dibujo lineal y en la de la izquierda otra con dibu- jo de adorno y figura. En la parte inferior de los abece-darios, un plástico para escribir, operar o dibujar, ydespués poder borrar lo hecho. En la parte de la dere-cha van las asignaturas, pasando por debajo de una lá-mina transparente e irrompible, pudiendo llevar lapropiedad de aumento; pueden ser estos libros lumi-

    nosos e iluminados, para poder leerlos sin luz. Puedenutilizarse tintas o pinturas fluorescentes o fosforescen-

    ÁNGELA RUÍ Z  ROBLES: LA  MAESTRA QU E  IMAGINÓ LOS  LIBROS  DE L FUTURO

  • 8/18/2019 Invencion Libro y Vida de Angela Ruiz Robles

    53/94

    52

    tes, con lo que se consigue una cómoda lectura en laoscuridad. Una parte de la caja dispone en su interiorde un dispositivo magnetofónico o medio análogo degrabación sonora, que permite dotar de sonido a laslecciones desarrolladas. Otra de las partes del libro odel estuche está provista de instrumental para dibujo ytrabajo cultural, así como reloj, brújula, termómetro,barómetro y cuantos instrumentos se consideren opor-tunos.»

    «A derecha e izquierda de la parte por donde pasanlas materias lleva dos bobinas, donde se colocan los li-bros que se deseen leer en cualquier idioma; por unmovimiento de las mismas van pasando todos los te-mas, haciendo las paradas que se quieran o quedar re-cogidos. Las bobinas son automáticas y pueden des-plazarse del estuche de la enciclopedia y extenderse,

    quedando toda la asignatura a la vista. Puede estar so-bre una mesa, como los libros actuales, o perpendicu-lar, facilitando comodidad al lector. Entre bobina ybobina va un estuche para llevar varias asignaturas. o-das las piezas son recambiables. Cerrada, queda del ta-maño de un libro corriente y de facilísimo manejo.El peso puede rondar los cuatro kilos pero, una vezindustrializado, se reduciría considerablemente. Paraautores y editores el coste de sus obras se aminora con-siderablemente, por no necesitar ni pastas ni encua-dernado y quedar impresa de una tirada.» Para ÁngelaRuíz «bastaría tener un solo libro para toda la vida, ydiversos rollos de papel con infinidad de temas. Laseditoriales podrían contribuir a perfeccionar el sistemacon depósitos de material escolar».

    «Las palabras de Doña Ángela suenan un tanto

    utópicas. La sustitución de los libros, en su actual for-ma, parece más un sueño que un proyecto viable, perola idea está ahí, en espera de “padrinos” que la haganposible», ponía voz el periodista especializado LuisMatías López a la opinión generalizada de la época.Corrían ya los años setenta.

    En 1971 Michael Hart envía una copia electrónicade la Declaración de Independencia de los EstadosUnidos al centenar de usuarios que tenía la red Arpa-

    net, embrión de la futura Internet. Fue la primera ac-ción del ambicioso Proyecto Gutemberg que aspirabaa reunir una biblioteca digital y gratuita, idea que tar-dó en ser comprendida por rebelarse a su tiempo, su-poner un desafío a las leyes del mercado cultural y porponer sobre la mesa la inaplazable reflexión sobre lasposibilidades de las nuevas tecnologías que se avecina-ban. Nacía el libro electrónico, que no se comercializa-ría hasta 1993. En España hasta el 2007, con Papyre.

    En 1998 son lanzados los dos primeros lectores de li-bros electrónicos o e-reader, Rocket eBook y Softbook.

    «Hasta el boom de Internet en 1988, todos pensa-ban que se trataba de una idea loca. Nunca recibí uncomentario diferente, incluso de la gente que colabo-raba conmigo. Muchos de ellos nunca pensaron quefuncionaría, simplemente me hacían un favor. Des-

    pués, las cosas han cambiado. No hay nada nuevo enel contenido, solo hay algo nuevo en el medio. Si loslibros no son radicales nadie puede pensar que es radi-cal publicarlos», declaraba Michael Hart en 1996.

    Hoy, año 2013, se empiezan a implantar los pri-meros libros escolares electrónicos, en sustitución delos textos en papel, que tienen los días contados, peroaún no existen los libros electrónicos personalizadosadaptando contenidos y presentación al estudiante,una de las metas pedagógicas de Ángela Ruíz. La im-plantación