Intubación fuera de Quirófano. COVID19Secretaria Científica y TecnológicaEl manejo de la vía aérea fuera del entorno quirúrgico nos supone un gran desafío. La cuestión a

resolver (y allí se deben centrar nuestros esfuerzos) se encuentra relacionada no tanto al manejo de

la vía aérea, para lo cual estamos entrenados, sino al contexto en el cual la vamos a realizar. Por lo

tanto, hay que entenderlo como un problema de logística y planificación previas. Dado lo

heterogéneo de nuestros ámbitos de trabajo -ya que en un mismo día podemos concurrir a varias

instituciones, publicas y/o privadas- las soluciones deben articularse de forma local pero bajo

principios generales.

Para minimizar los riesgos hay que anticiparse al evento y a que seamos convocados. Debemos

apuntar a tener la oportunidad de conducir un procedimiento, lo más reglado posible, antes de tener

que resolver un problema.

Como mencionamos más arriba, la dinámica de nuestra actividad profesional implica concurrencia a

múltiples instituciones, cada una de ellas con particularidades propias en lo referente a recursos

humanos y materiales.

Sugerimos aplicar los siguientes principios.

1. Conocer el entorno: contactar según día laboral / franja horaria a los servicios que pudieran

solicitarnos (UTI / UCO / Shockroom, etc.) con los objetivos de:

- Informarse sobre la disponibilidad de insumos de vía aérea / disponibilidad de drogas para

realizar secuencia rápida de intubación. (En caso de que no hubiera, explicar los motivos del

requerimiento y de la necesidad del armado de un kit de vía aérea).

- Gestionar el recurso humano, lo que implica capacitación del personal que va a asistir al

anestesiólogo. Debe incluir como mínimo:

- Uso de checklist para no omitir pasos críticos que suponen un riesgo para todos.

- Nociones de manejo de vía aérea.

- Conocer pasos de la secuencia rápida de intubación.

- Maniobras para evitar y/o disminuir la producción de aerosoles.

• Ventilación con flujos bajos.

• Maniobra bimanual con adecuado sellado.

• Utilización de filtros.

- Asegurar el entorno antes de llegar, mediante la capacitación en oxigenación/ventilación

con máscara facial minimizando la generación de aerosoles. previo a nuestra llegada.

- Realizar talleres presenciales como método para capacitación idealmente organizados en el

sitio donde se va a realizar el manejo de vía aérea (in situ). Tomando todas las precauciones

necesarias, ya que el conocimiento del lugar, su distribución espacial en cuantoa

monitores, fármacos, respirador, lugar disponible para colocación y retiro de EPP,

cantidad de personas y posiciones de cada uno de los operadores, redundará en un mejor

desempeño de todo el equipo.

2. Planificación previa: Contando con insumos y personal capacitado, como se detalla en el

punto anterior (y que ha recibido por lo menos formación teórica). Se puede encarar de forma

específica el manejo de vía aérea, fuera del quirófano y en el contexto COVID-19. Esto incluye

designar un encargado de kit de vía aérea por sector y por día de los servicios de dónde puedan

convocarnos. Mantener comunicación estrecha sobre la posibilidad de intubación de pacientes

para que el procedimiento sea lo más electivo posible y no en contexto de urgencia, que supone

siempre una carga extra. En la medida de lo posible, preestablecer roles para tareas que son

previas a la llegada de anestesiólogo una vez que se decide instrumentar la vía aérea.

- Monitorización

- Vía permeable

- Drogas disponibles según dilución estandarizada (ver checklist)

- Kit de vía aérea con elementos de intubación / rescate de intubación / acceso cervical.

Intubación fuera de Quirófano. COVID19Secretaria Científica y Tecnológica

El manejo de la vía aérea fuera del entorno quirúrgico nos supone un gran desafío. La cuestión a

resolver (y allí se deben centrar nuestros esfuerzos) se encuentra relacionada no tanto al manejo de

la vía aérea, para lo cual estamos entrenados, sino al contexto en el cual la vamos a realizar. Por lo

tanto, hay que entenderlo como un problema de logística y planificación previas. Dado lo

heterogéneo de nuestros ámbitos de trabajo -ya que en un mismo día podemos concurrir a varias

instituciones, publicas y/o privadas- las soluciones deben articularse de forma local pero bajo

principios generales.

Para minimizar los riesgos hay que anticiparse al evento y a que seamos convocados. Debemos

apuntar a tener la oportunidad de conducir un procedimiento, lo más reglado posible, antes de tener

que resolver un problema.

Como mencionamos más arriba, la dinámica de nuestra actividad profesional implica concurrencia a

múltiples instituciones, cada una de ellas con particularidades propias en lo referente a recursos

humanos y materiales.

Sugerimos aplicar los siguientes principios.

1. Conocer el entorno: contactar según día laboral / franja horaria a los servicios que pudieran

solicitarnos (UTI / UCO / Shockroom, etc.) con los objetivos de:

- Informarse sobre la disponibilidad de insumos de vía aérea / disponibilidad de drogas para

realizar secuencia rápida de intubación. (En caso de que no hubiera, explicar los motivos del

requerimiento y de la necesidad del armado de un kit de vía aérea).

- Gestionar el recurso humano, lo que implica capacitación del personal que va a asistir al

anestesiólogo. Debe incluir como mínimo:

- Uso de checklist para no omitir pasos críticos que suponen un riesgo para todos.

- Nociones de manejo de vía aérea.

- Conocer pasos de la secuencia rápida de intubación.

- Maniobras para evitar y/o disminuir la producción de aerosoles.

• Ventilación con flujos bajos.

• Maniobra bimanual con adecuado sellado.

• Utilización de filtros.

- Asegurar el entorno antes de llegar, mediante la capacitación en oxigenación/ventilación

con máscara facial minimizando la generación de aerosoles. previo a nuestra llegada.

- Realizar talleres presenciales como método para capacitación idealmente organizados en el

sitio donde se va a realizar el manejo de vía aérea (in situ). Tomando todas las precauciones

necesarias, ya que el conocimiento del lugar, su distribución espacial en cuantoa

monitores, fármacos, respirador, lugar disponible para colocación y retiro de EPP,

cantidad de personas y posiciones de cada uno de los operadores, redundará en un mejor

desempeño de todo el equipo.

2. Planificación previa: Contando con insumos y personal capacitado, como se detalla en el

punto anterior (y que ha recibido por lo menos formación teórica). Se puede encarar de forma

específica el manejo de vía aérea, fuera del quirófano y en el contexto COVID-19. Esto incluye

designar un encargado de kit de vía aérea por sector y por día de los servicios de dónde puedan

convocarnos. Mantener comunicación estrecha sobre la posibilidad de intubación de pacientes

para que el procedimiento sea lo más electivo posible y no en contexto de urgencia, que supone

siempre una carga extra. En la medida de lo posible, preestablecer roles para tareas que son

previas a la llegada de anestesiólogo una vez que se decide instrumentar la vía aérea.

- Monitorización

- Vía permeable

- Drogas disponibles según dilución estandarizada (ver checklist)

- Kit de vía aérea con elementos de intubación / rescate de intubación / acceso cervical.